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ORGANIZACIÓN ECONÓMICA DE LOS AZTECAS

La estructura económica de Tenochtitlan se basaba en cuatro ramas: el tributo, el


comercio, la agricultura y la producción artesanal. La guerra era el medio por el que
se imponían cargas del tributo, que era parte fundamental de la economía de la
ciudad.

La economía azteca se basó fundamentalmente en el cultivo y el comercio. La


organización de los cultivos estaba regida por el calpulli, éste no era propietario
real de su parcela, ya que no podía venderla ni traspasarla a otro individuo, a
diferencia de los nobles, que sí tenían ese derecho.

La sociedad mexica se dividía en veinte clanes o calpullis, vinculados entre sí por


parentesco, división territorial y la práctica religiosa, esta última inseparable del arte
de la guerra. Cada clan tenía una autoridad o calpullec, un territorio asignado y un
templo propio.

En su origen fueron agricultores, conocían el maíz, diferentes variedades de porotos,


judías, la chía, el melón, la vainilla, variedades de algodón, plantaciones de tabaco,
cultivaban el cacao y con él preparaban una bebida que llamaban chocolate,
palabra náhuatl que los españoles llevaron a su regreso a España.

La manera de pagar podía ser por medio de alimentos, vestidos, esclavos, metales,
entre otros.
La mayor parte de la población eran artesanos, agricultores, servidores públicos,
etc., que se organizaban en grupos de parentesco llamados calpulli. También había
esclavos que se usaban para el trabajo agrícola, el transporte, el comercio o el
servicio doméstico.
Los productos más demandados por los aztecas eran el cacao, la vainilla, el algodón,
el caucho, la miel, las plumas, los metales, las piedras preciosas. Ellos comerciaban
en todas las ciudades aztecas y en particular en Tenochtitlán donde contaban con un
mercado.
La mayor parte de la población eran artesanos, agricultores, servidores públicos,
etc., que se organizaban en grupos de parentesco llamados calpulli. También había
esclavos que se usaban para el trabajo agrícola, el transporte, el comercio o el
servicio doméstico.

En las chinampas aún se pueden encontrar cuatro de los cinco principales cultivos
usados por los aztecas: maíz, frijol, calabaza y amaranto.

Tajadera
Se elaboraban a partir de cobre nativo el cual era fundido y vaciado en un molde
hecho por dos piedras talladas con la forma que se necesitaba (cuchillas o hachas) y
luego eran golpeadas con piedras de río a fin de darle forma y dureza.
Entre los productos que se recibían se encuentran cargas de maíz y frijol, mantas,
pieles, plumas y piedras semipreciosas, entre muchos otros. El comercio era otro
factor importante. En mercados, como el de Tlatelolco, se concentraban y distribuían
productos de todo tipo, desde alimentos vegetales y animales hasta cerámica,
cestería, telas y muchos más, tanto locales como foráneos. El comercio a larga
distancia era realizado por los pochtecas (que también desempeñaban el papel de
espías), aunque hay que advertir que, por lo general, los productos traídos
consistían en finas plumas de quetzal y otras aves, pieles de jaguar, etc., para uso de
la clase dirigente. Todo aquello que no llegaba por tributo de las áreas sojuzgadas
era motivo de intercambio (Matos, 2007). La economía interna dependía en gran
medida de la producción agrícola, la que requirió del desarrollo de técnicas
intensivas para solventar los requerimientos de la ciudad. La producción artesanal,
tanto para satisfacer las necesidades internas como para el comercio con otras
regiones, era actividad de buena parte de la población.

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