Iniciemos nuestra jornada en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Este aforismo se encuentra en las orientaciones de San Ignacio S.J.

para los ejercicios espirituales en los que pone de relieve la
importancia de la interiorización, y lo hace en los términos
siguientes: “No el mucho saber harta y satisface al alma, mas el
sentir y gustar de las cosas internamente”. Sentir internamente nos
remite al mundo de la sensibilidad. Nos ayuda a descubrir el paso
de Dios por la vida concreta y para lograrlo se necesita un buen
clima de silencio que propicie el encuentro personal, pues es así
que en el corazón se da ese conocimiento intimo que puede
satisfacer y dar sentido a la vida.

La vida no se disfruta por acumulación sino por calidad: calidad de vivencias, de

memorias, de momentos, y en ese sentido aprender a disfrutarlos, le da un significado
mucho mayor.

Aprende a gustar y sentir internamente tantas cosas que forman parte de tu vida, pues así
descubrirás si merece la pena apostar por ellas y compartirlas.

Comité Central de Animación Pastoral