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Blanca Molina Rojo

Derecho y Filosofía
1° carrera

EL MITO DE SÍSIFO

Albert Camus fue un ensayista, dramaturgo, filósofo y novelista francés que nació en
1913 en Argelia y falleció en 1960. El pensamiento que él cultiva está fuertemente
influenciado por Schopenhauer, Nietzsche, Dostoyevsky y Sartre. Por estos autores y sus
propios pensamientos, Camus muestra en sus reflexiones esa desorientación y el no saber
cual es el sentido de la existencia del hombre.
Camus se cataloga como un pensador de corte existencialista, como muchos de los
autores a los que leía, puesto que durante su vida presenció eventos brutales y traumáticos
como las dos grandes guerras mundiales. Debido a estos fatídicos eventos que experimentó,
Camus comenzó a deliberar sobre la verdadera razón por la que el hombre se encuentra
andando por la tierra, si el ser tiene algún sentido en absoluto, la ps guerras, la libertad, la
relación establecida entre los divismo y lo mundano, el ateísmo, y la vida y la muerte.
En esa lucha que el encarnar sobre la existencia se centra en diversas maneras de
alzarse contra esos valores y principios que se han impuesto como verdaderos e inmutables.
Pone en punto de duda tanto a Dios como a la moral, como acto de rebeldía para imponer un
sentido forastero a esos principios divinos que da unas serie de soluciones a ese problema de
la existencia del hombre. Camus dice que es precisamente esta rebelión lo que crea a un
hombre crítico e independiente, erradicando la tiranía y abogado por la libertad.
Camus peleó por el derecho a ser feliz, aunque ésta fuera tan extensa como un simple
suspiro, pero que podría ser un eternidad como lo que experimentó el personaje del ensayo
cuando presencia la belleza de lo natural.
Así pues el texto al que nos referimos, “El mito de Sísifo”, es un ensayo
fundamentalmente filosófico escrito por Camus en 1942 que trata sobre el sentimiento del
absurdo, esa aceptación de la futilidad y la intrascendencia hombre respecto al cosmos, la
historia y a su fortuna, únicamente centrando en cómo podría el hombre actuar en el
hipotético caso de que manejara el poder de cambiar el mundo. El nombre de este ensayo que
refleja en sentido humano que deriva a una prevención y observación estoica viene de un
personaje de la mitología griega, y en él Camus aborda y discute temas como el suicidio y el
valor hacia ala vida, exponiendo el mito de Sísifo como un especié de ejemplo o metáfora
que muestra el esfuerzo del hombre que es ineficaz e incompetente. La filosofía del absurdo
que mantienen Camus dice que la vida del ser humano es inútil e insignificante y solo posee
el valor que nosotros mismo le atribuimos. Camus se planea que, siendo el mundo tan carente
de importancia o interés por su falta de fundamento, que opción existe al suicidio habría. El
ensayo se abre con esta frase: “ No hay más que un problema filosófico verdaderamente
serio: el sucio.”
En el mito, Sísifo, por su gran astucia, molestó a los dioses y como castigo se quedó
ciego y fue obligado a empujar para toda la eternidad un gran peñasco por una inclinada
cuesta, únicamente este para que continuamente fracasara y cayera hasta el valle, donde debía
volver a alzarse y empujar el peñasco cuesta arriba, y así una y otra vez. Camus describe al
“hombre absurdo” que posee una “debilidad absurda”, que es aquel que es perfectamente
consciente de la inutilidad de la vida, tampoco comprende el mundo y se enfrenta
continuamente a esta incomprensión. Camus identifica, por lo tanto, que el hombre rebelde
siempre está frente al mundo. Justamente lo que da el sentido y motivo a no huir y desertar
del absurdo es este enfrentarse siempre con el absurdo a través de una gran cantidad de
experiencias. De esta forma, Camus argumenta cómo el existencialismo que él defiende no
apoya la pasividad ante el absurdo.
Como hemos dicho, Camus estuvo fuertemente influenciado por Dostoyevsky,
explicando El Progreso histórico de la conciencia del absurdo y finaliza el ensayo diciendo
que el protagonista es en realidad el héroe del absurdo. Afirma esto sosteniendo que Sísifo
degusta la libertad durante un cortísimo instante, al terminar de empujar la roca y por un
segundo no tiene un empezar de nuevo desde abajo de la cuesta. En ese preciso instante,
Camus dice que Sísifo, aunque aún ciego de algún forma era consciente o sabía que el paisaje
se encontraba ahí mismo: “uni debe imaginar feliz. Sísifo”, dice Camus en el texto, por lo up
con esta frase salva al protagonista de sus inclinaciones o fortuna suicida. Así que, aunque la
obra habla sobre esa dificultad y desesperanza, concluye con un cierto atisbo de esperanza.

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