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Teatro en contexto, do haciendo un teatro basado en el testimonio

individual y colectivo, por ende, cognoscible


en todas las personas y tiempos gramaticales,

testimonial y al margen y que cobija el deseo de acallar aquel cuerpo


físico y social hijo de estados de guerra: “el
cuerpo ausente” —como dice Miguel Rubio
Zapata—, para que tome postura desde el
cuerpo cognitivo, físico y emocional de ayer,
un teatro regional colombiano que transita hoy y mañana. 85
del conflicto armado al posacuerdo de paz En contexto

escena internacional
Yolanda Consejo Vargas El teatro en contexto, para nosotros, se en-
cuentra en la relación directa entre el indi-
viduo, el grupo de trabajo y la comunidad.
tropicales de disipada población agua-tierra, Busca ser, por un lado, la necesaria expresión
dentro de formaciones en derechos humanos de un grupo social en su propio entorno y, por
y estrategias de construcción en cultura de otro, una herramienta de transformación ver-
paz, con base en perspectivas económicas sus devenir de la comunidad misma. Tiene
y humanitarias que devienen más de orga- como misión una reflexión e investigación
nismos internacionales que nacionales, se sobre el pasado, el presente y el futuro, que
vinculan procesos de creación y de represen- además incluya y posibilite experimentar y
tación escénica y gráfica ni más ni menos que ensayar formas de expresión para afinar pun-
apoyados del teatro y la pintura, entre otros tos de vista y la estética del grupo de trabajo.
Taller de liderazgo femenino para la
autoprotección y protección colectiva (2017).
reforzamientos de ámbitos afines. A la larga, éste tiene la obligación de com-
© Guillaume Bégert / PWS partir lo generado en y con su comunidad.
Testimonial
Al margen Transitando a la cultura de paz

D
En contextos como Barrancabermeja y el Mag-
e sur a norte, saliendo del puerto dalena Medio, existe un bloque generacional El Centro Cultural Horizonte ha coronado al
multimodal de la ciudad de Ba- compuesto por adultos y ancianos a quienes, teatro como personaje-pretexto principal, a
rrancabermeja, la chalupa1 recorre sin entender por qué, les ha tocado perder, través de causas socioconstructivas, ejerci-
verdosos paisajes de vanidosa fecundidad, perder y volver a perder lo irrecuperable: fa- cios de preservación de memoria histórica e
aparentando navegar en sentido opuesto, so- miliares, proyectos de vida, patrimonios o identidad, diálogos de saberes e intercam-
bre incesantes corrientes de aguas sinuosas y recursos. A ellos les sigue otro bloque, coetá- bios de mutuo conocimiento, negociaciones
marrones que conforman la principal arteria neos que quizá sólo fueron rozados por una o culturales entre lo innovador y lo tradicional,
fluvial del país: el río Magdalena. Luego de dos ráfagas de bala, es decir, cohabitantes de pedagogías alternativas y procesos o esbozos
algunas horas, el viaje continúa a bordo de un un estado de guerra del que superficialmente de reparación simbólica individual y genérica,
viejo Johnson2 o cabalgando, caminando, salieron ilesos; no obstante, han trajinado en dirigido todo ello a poblaciones jóvenes, colec-
montando mototaxi para arribar “a pata’e un sentido de desarraigo, ausencia, injusti- tivos de víctimas del conflicto u organizaciones
caballo, bota’e caucho, llanta’e moto”…, a cia y falta de fe y esperanza. El tercer bloque, de mujeres que son cabeza de familia, grupos
flor de un barro altamente resbaloso y os- los herederos de dicho estrago, comprende vulnerables y afrodescendientes, además
curo, de algún corregimiento o vereda de la a los niños, adolescentes y jóvenes quienes de resistencias solidarias y comprometidas,
región del Magdalena Medio colombiano. claramente ignoran, con ardua indiferencia, mano a mano con el arte, con la ética y la ver-
Y en el primer siglo del tercer milenio, por todo este pasado violento, sufrido y afónico, dad de un territorio que, después de 50 años
inaudito que nos parezca a los amamanta- que transita sin la conciencia necesaria para de guerra, hoy transita —a pasos lentos pero
dos por las grandes urbes, dichos territorios vislumbrar el porvenir. Aquí, necesariamente reales— del conflicto armado interno al posacuer-
aún no cuentan ni con los servicios públicos inserto en coyuntura —pues no hay otra ma- do de paz “en tiempos [inevitablemente] con-
esenciales. Sin embargo, en estos lugarcitos nera—, el Centro Cultural Horizonte3 ha veni- fusos”, dixit Galeano.
abril-junio 2018

1
Embarcación de pequeña a mediana, prin- 3
El Centro Cultural Horizonte Ciudadela Edu- Yolanda Consejo Vargas. Actriz, directora,
cipalmente propulsada a motor y utilizada en las cativa (cchce) nace en agosto de 2007 en una dramaturga e investigadora itinerante en áreas
formaciones de agua dulce. comuna popular de Barrancabermeja; fue fun-
urbano-marginales de Sudamérica y volunta-
2
Bote o canoa con motor movible, que adopta dado, dirigido y está integrado hasta la fecha por
dicha nominación por la marca Johnson (la primera Yolanda Consejo Vargas (México) y Guido Giovanni ria en materia artístico-cultural en zonas de
en arribar a la región). Ripamonti (Italia). posconflicto y posacuerdo colombiano.

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