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El origen del alfabeto latino puede ser abordado desde tres puntos diferentes:
1. USO ADMINISTRATIVO
2. OTRO RELIGIOSO-LITÚRGICO
En el mundo romano del siglo VII -VI a. C. (época de los más antiguos testimonios
que han llegado de la escritura latina) la escritura se utilizaba por la población con
relación a la administración y a las organizaciones religiosas.
Es evidente que la Roma entre la monarquía y la República (fines del siglo VI a.C.)
constituye un ambiente cultural vivo y productivo, abierto al contacto con dos
grandes civilizaciones, la etrusca y la griega de la Magna Grecia, ambas en posesión
de La mayor parte de los textos escritos en la Roma Arcaica están trazados sobre
material duro (piedra, metal, hueso, terracota) y tiene un aspecto rígido y epigráfico.
La datación que da BLOCH para el nacimiento latino es la segunda mitad del siglo
VII a.C., siendo el más antiguo ejemplo de escritura latina el datado entre 670-650.
El alfabeto latino más antiguo estuvo formado por 21 letras, cuyo orden era el
siguiente: una escritura alfabética. Por otro lado, es clara la influencia griega sobre
el Lacio.
En Roma había dos categorías sociales que usaban la escritura: la clase gentilicia
(usada en genealogías, oraciones fúnebres e inscripciones) y la clase sacerdotal
(listas de magistrados y documentos de la congregación). Se trataba de una escritura
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con producción variada y rica, pero con una difusión social limitada, desde el punto
de vista numérico, y con una finalidad oficial y sagrada.
El alfabeto latino quedó fijado en el siglo I a. C., sufriendo hasta entonces una serie
de modificaciones, que fueron en unos, de tipo gráfico como en el caso de H, M y
V, mientras que en otros lo fueron ortográfico-fonéticas, como en la R, Z y G. Unas
de estas transformaciones fueron:
1. DE TIPO GRÁFICO:
- H, perdió los trazos superior e inferior adoptando la forma actual,
debiéndose esto a un proceso de caligrafismo, entorno al siglo V a.C.
- M, eliminó la quinta jamba, debiendo producirse esta eliminación a
finales del siglo V a.C. o a inicios del siglo IV a.C.
- V, que presentaba una morfología parecida a la Y (ypsilon) debió
tomar la forma actual a mediados del siglo VI a.C.
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2. DE TIPO ORTOGRÁFICO-FONÉTICO, REALIZADAS EN LOS SIGLOS
IV Y III
- Afectaron a la letra R, a partir del signo P (rho griego), que incluso
pudo usarse ya con anterioridad al siglo IV a. C.; la letra Z que se
suprimió por causa del "rotacismos" que consistía en escribir r en
lugar de s intervocálica, que era anotada por Z, por lo que el signo
quedó sin valor; la G, servía tanto para la velar sonora como para la
sorda y con el fin de evitar esta ambivalencia, se le colocó una
especie de coma debajo de la C para el sonido velar sonoro, situando
la letra en el lugar que había ocupado la Z, entre la F y la H.
- En el periodo republicano se le añadió la Y (griega) y la Z. La
primera se usó en palabras griegas que tenían este sonido, la segunda
para transcribir el sonido de la griega.
- En el siglo I a.C. el alfabeto latino se estructuró así: A, B, C, D, E, F,
G, H, I, J, K, L, M, N, O, P, Q, R, S, T, V, X, Y, Z.
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- La imprenta introdujo modificaciones como: J y U para las formas
mayúsculas; j y v para las minúsculas.
- Respecto a sus orígenes las conclusiones a las que se ha llegado son:
Procede de un alfabeto griego de tipo occidental
Su modelo fue el usado por los griegos en las colonias calcídicas del
sur de Italia, concretamente en Cumas
Recibieron el alfabeto a través de los etruscos o al menos recibió su
influencia en un segundo momento.
Aparición de una tendencia cursiva: Cencetti que puso de relieve como estas formas se
debían:
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Se extiende desde el siglo I a. C y II y es de gran significación dentro de la
paleografía latina. Presenta una novedad importante respecto a la etapa anterior, la
gran abundancia de fuentes. En la escritura monumental se culmina el proceso de
normalización y se llega a la canonización. Además de las escrituras usadas
epigráficamente los romanos debieron cubrir otras necesidades gráficas, así
dispusieron de un sistema de mayúsculas generada a partir de la originaria y que se
manifestó a través de dos variedades: la capital clásica y la común clásica.
También conocida como Capital Cuadrada. Durante mucho tiempo se pensó que
esta escritura era una transposición de la capital epigráfica al campo librario.
Según Schiaparelli, se trata de tres o cuatro ejemplos, pertenecientes a códices
de pergamino, conteniendo textos de Virgilio del siglo IV.
Entre 1939 y 1952, los estudios de Mallon, demostraron que era pura y
simplemente un juego caligráfico, desprovisto de regularidad y espontaneidad,
que el ángulo de escritura cambia incluso en una misma letra.
Según las fuentes, este tipo de escritura se conserva sobre mármol, bronce,
paredes, papiro y pergamino. Se trata de una escritura de formas alfabéticas
mayúsculas y sus características generales se resumen en:
1. Formas Mayúsculas.
2. Ductus pesado
3. Ángulo agudo
4. Tendencia cursiva
5. Módulo considerable, en los papiros
6. Letras aisladas sin nexos ni ligaduras
7. Pocas abreviaturas: B. bus y Q. que.
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Esta escritura ha tenido varios nombres: capital cursiva, cursiva nueva romana y
mayúscula cursiva. Se usó en la correspondencia epistolar, en documentos
administrativos, en escritos de contabilidad, e incluso en obras literarias.
Cuyo origen se establecía a través de que las teorías sobre el origen de la escritura
uncial se podrían sintetizar del modo siguiente:
Cuyas características gráficas se establecen a través de: Las formas que componen
el alfabeto uncial no tienen una unidad de origen ni se incorporaron a la vez,
considerando los textos más unciales desde el siglo IV, aunque en fuentes
paleográficas anteriores pueden aparecer estas formas. Se trataba de una forma de
escritura canonizada
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La cronología de la escritura uncial se determina en que la escritura uncial fue usada
en todo el Occidente entre el siglo IV y el siglo VIII-IX, es decir, hasta el Periodo
Carolingio, aunque para algunos tratadistas llegaría solo hasta el siglo VIIII. Esta
amplia cronología permite que marquemos unas características de datación.
Se usó principalmente para los textos y libros de estudio; así fue la escritura usada
para los textos de los padres de la Iglesia. Las últimas manifestaciones corresponden
al escritorio carolingio de San Martín de Tours.
La utilización del cálamo con una punta fina no permitía trazar claroscuros, como
en el caso de la libraria; por otro lado, la rapidez del trazado, influía en el ductus y
en el rasgueo de las letras. Al no levantar regularmente el cálamo, se producía la
mutación de las formas gráficas. Presenta formas alfabéticas
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