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Práctica

Mutismo selectivo

Ariza Moreno, José


Hidalgo Víbora, María
Valverde Álvarez, Patricia
Índice
1. Descripción del caso. ................................................................................................ 3
2. Instrumentos de evaluación...................................................................................... 3
➢ Cuestionario de evaluación. ............................................................................... 3
➢ Entrevistas diagnósticas .................................................................................... 4
➢ Medidas de observación..................................................................................... 5
3. Diagnóstico final en base al DSM-V.......................................................................... 5
4. Objetivos de intervención ........................................................................................ 6
5. Intervención psicoeducativa ..................................................................................... 7
6. Seguimiento del caso .............................................................................................. 10
7. Bibliografía según normas APA. .......................................................................... 12
8. Anexos ................................................................................................................ 12
1. Descripción del caso.

2. Instrumentos de evaluación.

➢ Cuestionario de evaluación.

Se trata de un procedimiento para llevar a cabo la detección y el análisis del mutismo selectivo
a partir de los siguientes aspectos, como son la expresión verbal, la comunicación, el
aprendizaje y otras conductas.
El cumplimiento de este cuestionario exige llevar a cabo una observación detallada de los
comportamientos del niño durante un tiempo considerable y un registro sistemático de los
comportamientos verbales, comunicativos y de inhibición o ansiedad que el alumno manifiesta
en los ambientes habituales y con distintos interlocutores.

Los siguientes apartados del cuestionario están destinados a ser rellenados por la tutora y demás
docentes, por lo que tendrán que realizar una observación continuada sobre el niño.
En el apartado de expresión verbal del cuestionario se evalúa si Carlos responde verbalmente
a las preguntas que le hace el profesorado, si hace peticiones verbales, si participa en las
actividades orales dentro del grupo de clase o si en alguna ocasión responde a algún profesor.
Además de esto, se debe de tener en cuenta si interactúa verbalmente con los compañeros de
clase, con los compañeros en el patio, si solo en alguna ocasión habla con los compañeros o si
los padres refieren que el niño habla en casa con normalidad.
Otro apartado que se evalúa en este cuestionario es la comunicación, donde hay que prestar
atención a si el niño entiende las órdenes que se les dan por parte del profesorado, si muestra
interés o se muestra atento durante las actividades que se llevan a cabo en las sesiones de clase,
como puede ser la intervención por turnos, las explicaciones o la narración de un cuento.
También se debe observar si establece contacto ocular con el profesorado habitualmente pero
evita este contacto cuando se le pregunta. Si utiliza gestos con el fin de comunicarse, como
puede ser pedir, señalar o afirmar con la cabeza, y sobre todo si interactúa y juega con los niños.
Dentro del apartado aprendizaje, se debe observar si Carlos realiza las actividades habituales
dentro del aula, las cuales no implican expresión oral para su desarrollo, y las completa a un
nivel similar al de sus compañeros. La tutora debe preguntar frecuentemente a los padres si el
alumno cuenta en casa lo que realiza durante las sesiones en clase y lo que aprende de estas,
tales como canciones, cuentos, números o letras.
El último apartado de este cuestionario es tan válido para los padres como para los docentes,
ya que dentro de él se evalúa si muestra rigidez corporal o facial frecuentemente, si en
situaciones de interacción verbal y/o contacto corporal manifiesta conductas de ansiedad (se
mete los dedos en la boca, se remueve en su asiento, presenta tics, balancea los brazos, mantiene
las manos dentro de los bolsillos…). Además se debe observar si en situaciones de interacción
con otros muestra conductas de evitación, como pueden ser estar mirando a otro lado o bajando
la cabeza para evitar el contacto físico. Para completar este apartado se debe prestar atención a
si evita estar en el punto de mira, evitando exponerse ante los demás o si se demora en la
realización de tareas o actividades escolares más de lo debido.

Existirá sospecha de mutismo selectivo cuando:


a. En los dos primeros bloques (expresión verbal y comunicación), se hayan marcado, en
cada uno de ellos, al menos cuatro ítems
b. En el tercer bloque (aprendizaje) se haya marcado, por lo menos, uno de los ítems.

El apartado de Otras conductas, no es determinante, aunque aporta información


complementaria.
Véase anexo 1 para observar el cuestionario de evaluación.

➢ Entrevistas diagnósticas

Las entrevistas diagnósticas miden las características del evaluado en cuanto a orientación
psicoeducativa, orientándose a recoger los comportamientos del niño ante ciertas situaciones.
La más usada es la “Entrevista breve para padres” , que toma información de cómo intervienen
con el alumno en el ámbito familiar. Consta de 16 preguntas referidas a la descripción de la
conducta del niño, sus intereses y la eficacia de los refuerzos y castigos que los padres usan
para intentar abordar el tema.
Esta entrevista suele pasarse a los padres mínimo tras un mes desde que el niño muestra el
comportamiento de no expresarse verbalmente fuera del ámbito familiar, dentro del primer
trimestre del curso escolar.
➢ Medidas de observación

A través de la observación podemos encontrar dos tipos de medidas: medidas de respuestas


relacionadas con el mutismo y medidas de respuesta relacionada con el funcionamiento
familiar.
Por un lado, las medidas de respuesta relacionadas con el mutismo selectivo confeccionadas
por Olivares son las siguientes: “registro para la observación de las interacciones en presencia
de personas extrañas, de personas conocidas en lugares extraños o con personas conocidas en
presencia de extraños”.
Por otro lado, en las medidas de respuesta relacionada con el funcionamiento familiar los
registros más destacados para evaluar este aspecto es el “Sistema de interacción familiar”
(Family Interaction Coding Sistem, FICS, Patterson, Ray, Shaw y Cobb, 1969 y Patterson,
Reid, Jones y Conge, 1975, citados en Olivares et al. 2007); “Sistema de observación para la
evaluación de las interacciones familiares” (Cerezo, 1991, citado en Olivares et al., 2007) y el
“Parent Daily Report” (“Informe diario de los padres”) (Reid, Jone y Conger, 1975, citados en
Olivares et. al., 2006). Con el fin de registrar los diferentes comportamientos de los alumnos
se podría utilizar el sistema de observación de comportamientos escolares.
Por último, se podría realizar a los compañeros de aula del niño una evaluación de las
expectativas. Por ejemplo, a través de un cuestionario (Olivares et al.,2006).

3. Diagnóstico final en base al DSM-V.


Observando las conductas presentadas por Carlos, el diagnóstico final tiene el resultado de
Mutismo Selectivo.
Se ha llegado a esta conclusión por los comportamientos del niño, reflejados en los
cuestionarios y entrevistas realizadas a los padres, tutores y compañeros de clase del mismo.
El alumno sólo se comunica verbalmente en lo que considera un ambiente seguro (casa y con
su amigo Luis), pero fuera de ello no se ve capaz. Además, esto repercute en su estudio y en su
desarrollo de las habilidades sociales y lingüísticas.
La conducta descrita ha tenido una duración de más de un mes, por lo que levantó la sospecha
de mutismo selectivo, ya que Carlos tiene adquiridos correctamente los conocimientos
correspondientes a su edad en cuanto al lenguaje.
El diagnóstico anteriormente mostrado se ha realizado en base a los criterios diagnósticos del
DSM-V respecto al mutismo selectivo, los cuales se muestran a continuación:

(DSM V) Mutismo selectivo 313.23 (F94.0)


A. Fracaso constante de hablar en situaciones sociales específicas en las que existe expectativa
por hablar (p. ej., en la escuela) a pesar de hacerlo en otras situaciones.
B. La alteración interfiere en los logros educativos o laborales o en la comunicación social.
C. La duración de la alteración es como mínimo de un mes (no limitada al primer mes de
escuela).
D. El fracaso de hablar no se puede atribuir a la falta de conocimiento o a la comodidad con el
lenguaje hablado necesario en la situación social.
E. La alteración no se explica mejor por un trastorno de la comunicación (p. ej., trastorno de
fluidez [tartamudeo] de inicio en la infancia) y no se produce exclusivamente durante el curso
de un trastorno del espectro del autismo, la esquizofrenia u otro trastorno psicótico.

4. Objetivos de intervención
Con la intervención psicoeducativa que se lleve a cabo con Carlos, se pretende abordar, tanto
en el ámbito escolar y familiar, los tres puntos siguientes:

1. Reducir la ansiedad del alumno a la hora de hablar en el centro.


La conducta que toma Carlos de no hablar en el colegio se debe a una situación de estrés
que no le permite sentirse capaz de articular palabra, por lo que es imprescindible
trabajar con él para reducir los niveles de ansiedad. Así, cuando estos se aborden, se
sentirá cómodo en el centro y dejará de ser un ambiente de inseguridad que no le permite
comunicarse.
Para desarrollar este objetivo tendrán que intervenir tanto los padres como los docentes,
para lograr una reducción en el estado de ansiedad del niño que no se refleje en él a la
hora de hablar.
2. Ampliar las habilidades comunicativas y sociales del alumnado
La falta del habla con los compañeros o personas poco cercanas hace que el niño no
desarrolle con normalidad la capacidad de comunicarse con los demás, afectando así al
aspecto social, el cual es importante para el desarrollo integral del alumno. Es un
objetivo a conseguir que Carlos se sienta capaz de comunicarse, de forma progresiva,
para que amplíe su vocabulario y expresiones y así no suponga un retraso de las
habilidades comunicativas y sociales.
3. Incrementar la autoestima del niño
Uno de los motivos existentes de que el alumno no utilice el lenguaje verbal es la baja
autoestima, por lo que urge trabajar con él para que se conozca (autoconcepto) y se
acepte y valore. Una vez ganada confianza en sí mismo, obtendrá valor para romper las
barreras que le impiden hablar fuera de su casa.

5. Intervención psicoeducativa
Para llevar a cabo una intervención psicoeducativa en el aula ante el mutismo selectivo que
presenta Carlos, se divide dicha intervención en tres etapas, las cuales estarán relacionadas
directamente con los objetivos previamente mencionados.

➢ Primera etapa: reducir la ansiedad.


En primer lugar debemos de evitar criticar, juzgar o etiquetar la conducta del niño, así como
ridiculizar la falta del habla. Estos comportamientos incrementan el temor de Carlos lo que
provoca que aumente su ansiedad y se intensifica, además, la inhibición del habla.
Para reducir la ansiedad podemos llevar a cabo las siguientes conductas junto al resto de la
clase para favorecer la inclusión de Carlos en el grupo.
● Respiración diafragmática: para desarrollar esta técnica la recomendación es hacer
entre 5 y 10 respiraciones abdominales, de forma lenta y profunda desde el diafragma.
Se toma el aire por la nariz y se expulsa por la boca centrándonos en vaciar
completamente los pulmones antes de inspirar de nuevo. El tutor tiene un papel
fundamental en esta técnica ya que deberá de realizar numerosos ejemplos para que
todos los alumnos capten el mecanismo de esta y con ello evitar que se produzcan burlas
entre ellos.
● Relajación muscular progresiva: esta técnica consiste en aprender a disminuir la tensión
muscular realizando ejercicios de tensión, poco intensos y breves y de relajación, más
largos.
En primer lugar, se debe contraer y relajar los músculos de la cabeza a los pies. Se debe
empezar por la cara y se sigue con el cuello y hombros, que se tensan y destensan tres
veces en el siguiente orden: frente, ojos, nariz, boca, lengua, mandíbula, labios, cuello,
nuca y hombros. Después, se deben contraer brazos y manos de manera alternativa.
Luego se estiran las piernas también de manera alternativa, levantándolas hacia arriba
y notando la tensión muscular. Para la espalda, se deben poner los brazos en cruz y
llevar los codos hacia atrás. El tórax por su parte inspirando y reteniendo el aire unos
segundos; y el abdomen y la cintura tensando y destensando los músculos del estómago
y los glúteos.
La fase que sigue consiste en repasar mentalmente cada una de las partes del cuerpo
trabajadas para sentir cómo se han relajado.
Esta técnica al igual que la anterior debe ser principalmente realizada por la tutora para
mostrarla a los alumnos. A la hora de desarrollarla con ellos debe ser una actividad
guiada en la que tiene que ejercer la función de controlar los movimientos de los
discentes.
● Visualización positiva: esta técnica precisa poner en marcha la imaginación, o también
activando recuerdos felices como los que nos provocan las vacaciones. La idea de esta
técnica es dirigir la concentración en imágenes positivas y agradables, recreando
situaciones que nos gustaría vivir de nuevo o recordando momentos felices del pasado.
Para desarrollar esta técnica de una manera más completa es recomendable recurrir a
los sentidos para poder imaginar el olor, el tacto y los sonidos de la escena.
En esta técnica la tutora deberá recrear numerosos recuerdos para tratar de poner a los
niños en situación, con el fin de que sean capaces de recordar una situación en sus vidas
en la que fueron realmente felices.

➢ Segunda etapa: incrementar la autoestima.


En esta etapa se tiene como objetivo el aumento del amor propio del alumnado. La falta o bajo
nivel de éste repercute en los ámbitos tanto escolares como sociales de los niños que la sufren.
Es por ello que es una intervención necesaria para Carlos, ya que cuando trabaje en su
autoconcepto y por consiguiente en su autoestima, se sentirá con capacidad para reunir el valor
necesario para por fin poder comunicarse con sus compañeros de clase o desconocidos.
El incremento de la autoestima se puede trabajar de manera ordinaria en el aula mediante una
serie de dinámicas como las que presentamos a continuación:
● Dinámica de experiencias positivas: se trata de una actividad grupal en la que el
alumnado se disponen en círculo con una caja en el centro, dentro de esta habrá tantos
folios como alumnos en el aula con el nombre de cada uno de ellos. El docente tomará
un papel aleatorio de esa caja y citará el nombre en alto. A partir de ese momento, todos
los compañeros deberán escribir algo positivo de la personalidad de dicho alumno. Esto
se hará sucesivamente con todo el alumnado.
Una vez terminada la ronda de elogios cada niño leerá lo que le han escrito sus
compañeros, empezando a tener conciencia de los aspectos positivos que su
personalidad conlleva. Los chicos tendrán libertad de tomar su carta cada vez que se
sientan en una situación emocionalmente inestable y lo consideren oportuno.

● Dinámica de afirmaciones positivas: es muy conveniente que los niños sean conscientes
de lo capaces que son de conseguir sus objetivos. Para ello, recurrimos a esta dinámica,
la cuál es muy útil para combatir la baja autoestima se trata de escribir en una cartulina
individual frases positivas sobre uno mismo y repetirlas a diario hasta que se
interiorizan, dicho cartel será decorado a gusto de cada alumno para así sentirlo suyo.
Las frases alentadoras deben estar dirigidas al futuro, refiriéndose a los objetivos que
quieran conseguir. Se escriben siempre de forma positiva. Por ejemplo: “Soy capaz
de…”, “Mejoro cada día”, etc.
Se establecerá un momento al día en el que los niños delante de un espejo que habrá en
la clase, se repetirán a sí mismo sus frases motivadoras.

➢ Tercera etapa: ampliar las habilidades comunicativas y sociales.


Para ampliar las habilidades comunicativas y sociales de Carlos la tutora deberá jugar un papel
fundamental mediante la planificación y diseño de momentos habituales en los que haga
preguntas sencillas al niño. Para que esta etapa se desarrolle con éxito la tutora tiene que estar
segura de que Carlos conoce la respuesta y que no la debe elaborar. Estas preguntas deben de
realizarse en diferentes momentos: cuando se esté solo con el alumnado, en pequeños rincones
y junto al grupo completo de clase. Como se trata de un proceso escalonado en primer lugar se
le pedirán respuestas monosílabas y conforme se vaya avanzando se irán planteando preguntas
que requieran respuestas de mayor extensión, de este modo se irá aumentando la exigencia de
emisión verbal y las situaciones de intercambio comunicativo.
Una buena metodología a emplear dentro del aula es realizar pequeños grupos de trabajo
(parejas o tríos) para facilitar el intercambio verbal con compañeros. En este caso, dicha
metodología es de gran utilidad ya que contamos con una gran ventaja, y es que podemos juntar
a Carlos con Luís en los grupos de trabajo. De esta manera Carlos podrá comunicarse más
fácilmente con Luís en vez de con otros compañeros con los que no tiene relación. Viendo la
evolución que se tenga en el trabajo por parejas poco a poco los grupos irán aumentando en
participantes de uno en uno.
La comunicación entre la tutora y Luís debe ser continúa ya que él conoce mejor que sus
compañeros a Carlos y puede saber sus gustos, si este los desconoce o para ampliarlos se puede
consultar a su familia. Esto es primordial para la planificación de actividades y hacerlas con la
persona que hable en un momento concreto del día
Para incrementar las habilidades sociales para interacciones sociales básicas se pueden llevar
a cabo dinámicas de clase en las que los alumnos aprendan funciones básicas como: saludar,
presentarse y presentar a otras personas, expresar cortesía y amabilidad o pedir y hacer favores
entre otras. Estas habilidades sociales se pueden trabajar en dichas dinámicas lanzando
preguntas a los alumnos en la que estos respondan según piensan y aportando un feedback a
dichas respuestas, felicitando en público las respuestas correctas y animando y guiando las
respuestas erróneas. Las preguntas que se lanzaran a los miembros de la clase serán tales:
“¿alguien sabe qué es pedir un favor? ¿Quién puede decirme qué es saludar a otra persona?
¿Ustedes han presentado a alguien? ¿Por qué es importante ser amable?” A lo que los alumnos
irán respondiendo según la tutora indique quién tiene el turno de palabra.
Para comenzar a trabajar esta técnica con Carlos se le dará el turno de palabra en preguntas
como: “¿qué se dice al despedirse?” A lo que este responderá con una palabra breve y poco
elaborada como es “adiós”. Al igual que en la metodología anterior su evolución marcará la
elaboración de las respuestas que tendrá que ir dando.

6. Seguimiento del caso


El seguimiento del caso tendrá una duración de nueve meses, lo que dura un curso escolar.
Cada trimestre se hará una pequeña evaluación de la evolución de Carlos a lo largo de ese
periodo de tiempo.
Los métodos que se van a llevar a cabo en este proceso de seguimiento serán los siguientes:
● Primer trimestre: en el segundo mes se pasarán una serie de instrumentos de evaluación
tanto a los padres del alumno como a la tutora del mismo. Dichos métodos han sido
mencionados anteriormente en el apartado “Instrumentos de evaluación” de este
documento.
a. Cuestionario de evaluación: tiene como objetivo la detección y el análisis del
mutismo selectivo teniendo en cuenta los aspectos de la expresión verbal, la
comunicación, el aprendizaje y otras conductas que pueden aportar información
adicional sobre Carlos.
b. Entrevistas diagnósticas: una vez detectado el posible caso de mutismo selectivo
se realizará la “Entrevista breve para padres”, la cual evalúa los
comportamientos del niño ante ciertas situaciones y cómo los padres actúan al
respecto.
c. Medidas de observación: a través de ellas se evalúa la conducta del niño frente
a personas desconocidas o personas conocidas en lugares extraños. Mediante el
sistema de observación de comportamientos escolares.
Una vez obtenidos todos los datos de estos instrumentos de evaluación nos servirán
como punto de partida para ver la evolución de Carlos a lo largo del curso escolar.

● Segundo trimestre: a principios de este trimestre se establecerán una serie de ítems a


superar a lo largo del trimestre atendiendo al nivel evolutivo que presente el alumno,
presentando un carácter ascendente de exigencia. Una vez establecidos estos objetivos,
el docente llevará a cabo la técnica del “Diario de campo”, la cual consiste en una
observación continua de las conductas del niño. Cada dos semanas el tutor apuntará los
aspectos a destacar tanto positivos como negativos de dicho comportamiento.
Al final del trimestre se tomarán los datos del diario de campo y se marcarán los ítems
superados y no superados. Estos últimos nos darán información sobre lo que se debe
seguir trabajando a partir de los primeros, ya que estos habrán sido completados con
éxito y serán premiados.

● Tercer trimestre: se sigue el diario de campo con el fin de mantener la atención sobre
Carlos y su evolución. Se volverán a marcar unos ítems con las mismas características
que en el trimestre pasado.
Al final de este se valorarán los resultados, y además se volverán a pasar los
instrumentos de evaluación utilizados en el primer trimestre tanto a los padres como a
la tutora. La finalidad de pasar estos instrumentos de nuevo es para compararlos con
los iniciales, de esta manera se podrá ver de una manera más clara la evolución de
Carlos durante el curso académico, y a partir de ahí, se comenzarán a sacar
conclusiones.
7. Bibliografía según normas APA.
Carro, S. (2012). El mutismo selectivo en el aula de Primaria. Propuesta de intervención
(Bachelor's thesis).
https://reunir.unir.net/bitstream/handle/123456789/173/TFG%20Carro%20Menor.pdf

Oerbeck, B., Manassis, K., Overgaard, K. R., & Kristensen, H. (2018). Mutismo Selectivo.
Manual de Salud Mental Infantil y Adolescente de la IACAPAP, 1-25.
https://iacapap.org/content/uploads/F.5-Mutismo-Selectivo-Spanish-2018.pdf

Cinco técnicas de relajación para aliviar el estrés y la ansiedad al alcance de todos. (14 de
agosto de 2019) Recuperado de:
https://elpais.com/elpais/2019/08/14/buenavida/1565783185_939413.html

Franch, J. ( 2 de septiembre 2020). Guía aumentar la autoestima de los niños: 15 actividades,


estrategias, cuentos... Club peques lectores Crecer leyendo, leer para crecer.
http://www.clubpequeslectores.com/
http://www.clubpequeslectores.com/2016/09/cuentos-aumentar-autoestima-infantil.html
https://www.psicologia-online.com/actividades-para-fortalecer-la-autoestima-en-ninos-
4015.html#anchor_1

8. Anexos
Anexo 1: Cuestionario de evaluación.

EXPRESIÓN VERBAL

1.No responde verbalmente a las preguntas que le hacen el profesor/a

2.No hace nunca peticiones verbales al profesor

3.No participa en las actividades orales en grupo

4.Solo en algunas ocasiones responde a algún profesor

5.No interactúa verbalmente con los compañeros en clase


6.No interactúa verbalmente con los compañeros en el patio

7.Solo en algunas ocasiones habla con los compañeros

8.Los padres refieren que el niño habla en casa con normalidad

COMUNICACIÓN

1.El niño entiende las órdenes que el profesor/a le da

2. Se muestra atento e interesado durante las actividades del aula


(Narración de cuentos, explicaciones, intervenciones por turnos…)

3.Habitualmente establece contacto ocular con el profesor, pero cuando


se le pregunta, evita la mirada (baja cabeza, mira otro lado…)

4.Utiliza gestos con fines comunicativos (pedir, señalar, afirmar,


negar…)

5.Interactúa y juega con los niños

APRENDIZAJE

1.Realiza las actividades habituales del aula que no implican expresión


oral (pintar, recortar, picar, repasar, ensartar, rodear, construir puzzles,
ordenar secuencias, escribir letras y números), a un nivel similar al de sus
compañeros

2.En casa cuenta lo que ha hecho y ha aprendido en la escuela (canciones,


cuentos, números, letras…)

OTRAS CONDUCTAS
1.En muchas ocasiones muestra rigidez corporal y facial

2.En situaciones de interacción verbal y/o contacto corporal, manifiesta


conductas de ansiedad (se mete los dedos en la boca, se remueve en su
asiento, presenta tics, balancea los brazos, se toca el pelo constantemente,
mantiene las manos dentro de los bolsillos…)

3.En situaciones de interacción con otros, muestra conductas de evitación


(mira para otro lado, baja la cabeza, evita el contacto físico…)

4.Evita situaciones que implican exponerse ante los demás, estar en el


punto de mira

5.Se demora en la realización de tareas o actividades escolares más de lo


debido

(Guía para la detección, evaluación e intervención precoz en la escuela, 2016)

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