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CULTURA

DE LA

AUTOPROTECCIÓN

ESCUELA NACIONAL DE PROTECIÓN CIVIL

TÉCNICO BÁSICO EN GESTIÓN INTEGRAL DE RIESGOS

2023
INDICE
PROPÓSITO DE LA ASIGNATURA................................................................................ 4
COMPETENCIAS ............................................................................................................... 4
PREGUNTAS FRECUENTES............................................................................................ 5
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................ 7
FUNCIONES DE LA CULTURA ................................................................................... 8
CARACTERÍSTICAS DE LAS CULTURAS ............................................................... 9
¿QUÉ ES AUTOPROTECCIÓN? ................................................................................ 10
¿QUÉ ES LA CULTURA DE LA PREVENCIÓN Y AUTOPROTECCIÓN? ........ 11
¿POR QUÉ LA GENTE NO PREVIENE LOS RIESGOS? ...................................... 13
¿QUIERES SABER MÁS? ............................................................................................ 16
PERCEPCIÓN DEL RIESGO .......................................................................................... 17
FACTORES QUE CONDICIONAN LA PERCEPCIÓN DEL RIESGO ................. 18
LA INFORMACIÓN Y LA PERCEPCIÓN DEL RIESGO ...................................... 19
RESILIENCIA .................................................................................................................... 21
LA RESILIENCIA COMO RECURSO PARA LA PREVENCIÓN ........................ 23
CARACTERÍSTICAS DE UN INDIVIDUO RESILIENTE ...................................... 23
CARACTERÍSTICAS DE UNA COMUNIDAD RESILIENTE ............................... 24
LOS MEDIOS INFORMATIVOS Y LA CULTURA DE LA AUTOPROTECCIÓN 28
LOS DESASTRES Y LOS MEDIOS INFORMATIVOS ........................................... 29
LAS UNIDADES DE COMUNICACIÓN GUBERNAMENTALES Y LA
PREVENCIÓN................................................................................................................ 32
ESTRATEGIAS GENERALES Y RECOMENDACIONES PARA EL
DESARROLLO DE UNA CULTURA PREVENTIVA Y DE AUTOPROTECCIÓN 35
POR UNA CULTURA PREVENTIVA: CONSIDERACIONES PARA SU
CONSTRUCCIÓN.......................................................................................................... 36
LA CONSTRUCCIÓN DE UNA CULTURA PREVENTIVA................................... 38
LA COMUNICACIÓN Y EL DESARROLLO DE UNA CULTURA PREVENTIVA
.......................................................................................................................................... 41
ESTRATEGIAS GENERALES Y RECOMENDACIONES PARA EL
DESARROLLO DE UNA CULTURA PREVENTIVA Y DE AUTOPROTECCIÓN 44
CULTURA PREVENTIVA Y DE AUTOPROTECCIÓN: ESTRATEGIAS
GENERALES .................................................................................................................. 45
ESTRATEGIAS GENERALES Y RECOMENDACIONES PARA EL
DESARROLLO DE UNA CULTURA PREVENTIVA Y DE AUTOPROTECCIÓN 47
CLASIFICACIÓN DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN ......................................... 47
CIERRE............................................................................................................................... 53
GLOSARIO......................................................................................................................... 54
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................ 58
PROPÓSITO DE LA ASIGNATURA

En esta asignatura conocerás la importancia de incorporar en tu vida diaria comportamientos


y actitudes de autoprotección, así como elementos culturales que favorezcan la prevención y
reducción de riesgos. Para ello será necesario revisar algunos conceptos como el de
percepción del riesgo y resiliencia, que han sido estudiados ampliamente por la psicología
social e incorporados en los enfoques actuales de gestión de riesgos, ya que deben tomarse
en cuenta para persuadir a la población en la reducción de los niveles de riesgo a los que
están expuestos, como parte de los procesos de educación formal (escolarizados) o informal
(mediante campañas de comunicación o difusión) que se realicen.

Por la importancia que tienen los medios informativos en la cobertura de temas vinculados
con riesgos y desastres, te presentamos algunas recomendaciones para considerarlos como
aliados en la formación de una cultura preventiva.

Finalmente, podrás conocer los pasos básicos a seguir en el planteamiento de una estrategia
de difusión y contarás con un inventario de herramientas a utilizar como medios para el
fomento de la protección civil en tu comunidad.

COMPETENCIAS

Competencia de la asignatura. Al término de la asignatura el estudiante logrará: Reconocer


la importancia de incorporar la autoprotección en la vida cotidiana a partir de revisar procesos
sociales y estrategias de difusión que favorezcan la reducción del riesgo de desastres.

Elementos de competencia:

➢ Definir la autoprotección como un elemento para la reducción de riesgos.


➢ Reconocer cómo se percibe el riesgo y cómo se actúa ante él.
➢ Identificar los elementos a considerar en el planteamiento de una estrategia de
difusión en materia de protección civil.

PREGUNTAS FRECUENTES

¿Cuál es el objetivo de la autoprotección?


Que los individuos logren adquirir conocimientos, actitudes y destrezas que permitan la
supervivencia ante los efectos que producen los fenómenos perturbadores para,
posteriormente, integrar esfuerzos que impulsen la protección en sociedad.
¿Qué aspectos caracterizan a la cultura de la autoprotección?
El involucramiento, el desarrollo de conocimientos y la participación activa de carácter
primordialmente preventivo que se deben poner en marcha para detectar y reducir riesgos en
su entorno.
¿Cuál es el objetivo de la cultura de la protección civil?
Sensibilizar a las autoridades y a la población en general sobre los beneficios de la
participación individual y colectiva mediante la adopción de acciones preventivas y de
autoprotección desde el hogar que puedan mejorar las condiciones de seguridad ante los
efectos de un fenómeno natural o antropogénico.
¿Qué podemos entender por personas resilientes?
Aquellas que, a pesar de vivir en condiciones de alto riesgo, desarrollan capacidades que les
permite enfrentar situaciones adversas y recuperarse de ellas con prontitud.
¿De qué se compone la resiliencia?
Desde cierta perspectiva, la resiliencia distingue dos componentes: uno es la resistencia a los
efectos adversos o destructivos que produce un agente perturbador, es decir, la capacidad de
proteger la propia integridad bajo presión; y otro va más allá de la resistencia, y se refiere a
la capacidad de forjar un comportamiento vital positivo que permitan sobreponerse a
circunstancias difíciles.
¿Cuándo una ciudad es resiliente?
Una ciudad es resiliente cuando las autoridades y la población comprenden los riesgos a los
que están expuestos y crean una base de información compartida sobre las pérdidas generadas
por la presencia de desastres, las amenazas y los riesgos, y sobre quién está expuesto y quién
es vulnerable.
¿Cuál es la responsabilidad del periodismo al comunicar los desastres?
Realizar una comunicación efectiva de riesgo al trasmitir información y orientación sobre
fenómenos perturbadores, así como promover actitudes y valores a seguir antes, durante o
posterior al desastre; incluyendo, información confiable, generando conductas favorables
para prevenir, mitigar y reducir el riesgo.
¿Cuál es la perspectiva que ha tomado el SINAPROC en los últimos años respecto a la
forma de actuar en la protección civil?
Ha dado un mayor peso a la etapa preventiva sobre la reactiva. Esto implica una intervención
directa en la forma de ser y hacer de la sociedad para la detección y reducción de riesgos de
manera individual para posteriormente formar una colectividad informada y preparada ante
situaciones de emergencia.
¿Los seres humanos pueden eliminar los fenómenos perturbadores de origen natural?
Los seres humanos no pueden reducir el número de eventos o manifestaciones naturales, ya
que éstos son definidos por la propia naturaleza, pero sí pueden reducir la posibilidad de
afectación (daños) a través de medidas preventivas y de reducción de vulnerabilidad.
¿Cómo se puede construir una cultura preventiva?
• Con acciones educativas y de promoción cultural que deben ser permanentes e
integrales
• Considerando en las estrategias todas las características del público al que estarán
dirigidas
• Viéndola como una acción colectiva, anticipada y sistemática, que trata de evitar o
reducir la vulnerabilidad de la población ante riesgos
• Considerando el compromiso y participación conjunto de autoridades, grupos
científicos, responsables de protección civil y de la sociedad
• Considerándola como un cambio del comportamiento colectivo desde el nivel
individual, familiar, comunal y nacional
¿Cuál es la diferencia entre comunicación informativa y formativa?
La comunicación informativa se enfoca principalmente a la provisión de datos; mientras que
la comunicación formativa consiste precisamente en la persuasión, donde se desprende la
comunicación educativa, misma que se puede dar a través de medios formales y no formales.

INTRODUCCIÓN

¿Qué es cultura?

Para entender el concepto de cultura de autoprotección, se explicará primero la idea de


cultura, la cual, según Eagleton (2001) es “el conjunto de valores, costumbres, creencias y
prácticas que constituyen la forma de vida de un grupo específico” (p. 58). Estas
características brindan identidad a los miembros de la sociedad que la integran en un
determinado tiempo y les permiten llevar una vida cotidiana con características muy
particulares que la distinguen de otros grupos y sociedades.

La cultura la construimos y reafirmamos todos los días, es inherente al ser humano y no puede
darse solamente de forma individual. A lo largo de los años, las culturas se han convertido
en civilizaciones debido a que sus integrantes muestran los mismos intereses, creencias e
idioma. Es así como, a través del cultivo de las tierras, cultivo social y del culto a lo que
representa algo sagrado para el grupo se crea la sociabilidad y la civilización.

De acuerdo con Roche (citado por el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de


Formación del Profesorado, 2014):

La cultura se nos releva como el universo mental, moral y simbólico, común a una
pluralidad de personas, gracias al cual, y a través del cual pueden las personas
comunicarse entre sí, reconociéndose mutuamente unos vínculos, unos lazos, unos
intereses comunes, unas divergencias y unas oposiciones, sintiéndose, en fin, cada uno
individualmente y todos colectivamente, miembros de una misma entidad que los
rebasa, entidad que recibe el nombre de grupo, asociación, colectividad, sociedad.
FUNCIONES DE LA CULTURA

Derivado de lo expuesto anteriormente, se considera que la cultura tiene al menos dos


funciones principales:
➢ Primera función: Promover el contexto en el que la sociedad se relaciona con
aspectos lingüísticos, físicos y psicológicos, es decir, a través del lenguaje logramos
comunicarnos con otros individuos de nuestra sociedad, nos entendemos porque
compartimos valores, creencias, espacios, aspectos psicológicos y símbolos similares
que nos identifican y que nos ayudan a identificarnos como miembros de un grupo
particular.
➢ Segunda función: Proporcionar estructura, estabilidad y seguridad dentro del grupo,
ya que la forma en que construimos nuestra relación con el resto de los integrantes de
un grupo, las reglas establecidas y la manera en que observamos o consideramos que
“algo” está bien o está mal, depende directamente de cómo es la estructura de nuestra
sociedad.

Es importante destacar que dentro de una misma cultura se pueden desarrollar subculturas y
éstas presentan características específicas que las distinguen de las demás, pero continúan
compartiendo la identidad general de la cultura a la que pertenecen.

En el caso de nuestro país, todos somos mexicanos, pero a la vez estamos subdivididos por
regiones o por el Estado de la República en que vivamos. En la siguiente imagen se
ejemplifica esa subdivisión que se puede generar en una cultura: todos los personajes de la
siguiente ilustración pueden pertenecer a un mismo país, sin embargo, cada región que lo
conforma presenta características propias y aspectos sociales que los distinguen de los demás,
por ejemplo: vestimenta, creencias, actividades productivas, entre otras.
CARACTERÍSTICAS DE LAS CULTURAS

De acuerdo con Marín (1994), las culturas poseen las siguientes características:

➢ Tienen historia: Ésta, en un tiempo determinado, sufre modificaciones e influencias.


➢ Son complejas: No es un esquema sencillo y lógico, es un sistema en el que los
elementos (conocimientos, normas, costumbres, creencias y símbolos) interactúan y
se modifican constantemente.
➢ Son dinámicas: Se encuentran en un devenir histórico y geográfico determinado que
puede ser modificado por la propia sociedad o por algún factor externo.
➢ No son completamente homogéneas: Siempre existirán la diversidad de intereses,
concepciones, escala de valores, etc.
➢ Reciben influencias internas y externas: Reciben efectos positivos y negativos del
contexto en el que se encuentran.
➢ Se influyen entre ellas mismas: Ya sea por relaciones positivas o negativas, las
culturas comparten ciertos elementos que se manifiestan con mayor o menor medida
a partir de la relación que exista entre ellas.

Para explicar más fácilmente las características de las culturas, basta con pensar en nuestra
historia como país y como ésta se ha modificado a lo largo de los años, dando pie a diversas
épocas y culturas que interactuaban entre sí y que, a pesar de que cada una presentó
características, organización y creencias propias, lograron influirse entre ellas.
¿QUÉ ES AUTOPROTECCIÓN?

Ya hemos definido qué es la cultura y cuáles son sus características básicas, ahora vamos a
describirte qué es la autoprotección para construir más adelante el concepto de “cultura de
autoprotección” y logres entenderlo y adoptarlo más fácilmente.

Todas las especies, incluyendo al ser humano, practican la autoprotección de forma natural,
nace dentro de cada ser vivo debido a que es un recurso individual utilizado para preservar
la especie, su integridad y su ambiente.

Según la Dirección General de Protección Civil y Emergencias de España (2013), y


considerando la etimología de la palabra, se entenderá como autoprotección al: Conjunto de
acciones encaminadas a la protección, realizadas por uno mismo, para sí mismo.

Por lo anterior, es importante tener en mente que la autoprotección la podemos ejercer en el


entorno o entornos donde nos desenvolvamos cotidianamente, con la finalidad de reducir los
riesgos a los que estamos expuestos y saber qué hacer en caso de que una emergencia o
desastre ocurra.

Por lo tanto, a continuación, se señala el objetivo de la autoprotección que consiste en que:


Los individuos logren adquirir conocimientos, actitudes y destrezas que permitan la
supervivencia para posteriormente ir conjuntando e integrando esfuerzos que impulsen
la protección en conjunto (en sociedad).

Recuerda: los riesgos provocados por fenómenos naturales o humanos se pueden evitar si
cada persona adopta medidas y actitudes preventivas (CENAPRED, 2012).

Si logramos adquirir estos conocimientos, actitudes y destrezas, debemos llevarlo al siguiente


nivel: la familia. Ésta es el núcleo más pequeño que forma una sociedad, es aquí donde se
prepara a los más jóvenes para la vida adulta, a conocer sus derechos y obligaciones como
personas que se incorporan a la sociedad.

Ahora vamos a unir estos dos conceptos, autoprotección y familia, para continuar avanzando
en la comprensión de qué es la cultura de autoprotección. Dentro del núcleo familiar es
posible desarrollar una serie de actividades que permitan autoprotegerse dentro y fuera del
hogar, éstas pueden adaptarse a cualquier tipo de fenómeno o amenaza, por lo que se integran
en un Plan Familiar de Protección Civil y, como su nombre lo indica, requiere de la
participación de cada uno de los individuos que integran la familia con el firme propósito de
llegar a la meta: autoprotegerse.

Como puedes observar en la siguiente imagen, el Plan Familiar se elabora a partir de 4 pasos
básicos, mismos que puedes repetir en otros entornos como el trabajo, la escuela, el
deportivo, etc.

A lo largo de este material habrás notado que la mejor medida de autoprotección es la


prevención, sobre todo si la entiendes como la identificación oportuna de riesgos, la
preparación y coordinación de medidas anticipadas para reducir el impacto de éstos y evitar
los daños.

Por ejemplo, cuando vas al cine, ¿te detienes un minuto a observar las salidas de emergencia,
ubicación de extintores o a detectar los posibles riesgos? Ésta es una medida muy sencilla
que podrá ser de mucha ayuda en caso de una emergencia.

¿QUÉ ES LA CULTURA DE LA PREVENCIÓN Y AUTOPROTECCIÓN?

Ahora que ya conoces los conceptos de cultura y la autoprotección es posible construir una
definición más amplia a partir de lo que hemos revisado.
Para los fines de esta asignatura se entenderá a la cultura de la prevención y autoprotección
como la: Serie de acciones (involucramiento, desarrollo de conocimientos y
participación activa) de carácter primordialmente preventivo que la población debe
identificar y poner en marcha para la oportuna detección y reducción de riesgos en su
entorno (hogar, trabajo, escuela, etc.) y desarrollar el plan de protección civil más
adecuado, de tal manera que pueda saber qué hacer y cómo comportarse ante una
emergencia o contingencia derivada de algún fenómeno de origen natural o antrópico.

Estas acciones se realizarán a través de conocer y reconocer las prácticas, códigos gráficos y
cromáticos establecidos a partir de las características propias de la sociedad en la que se
implementará, e involucrará un compromiso de cooperación por parte de todos bajo un
mismo fin: proteger a la población.

Es por esto que la protección civil es considerada una actividad social en la que la
participación de promotores culturales dentro de los planes que la impulsan resulta muy
favorable, ya que permiten introducir este tema dentro de la sociedad de una forma activa y
participativa.

Un promotor de la cultura de protección civil requiere de programas y estrategias


encaminadas a satisfacer una necesidad específica a partir de un diagnóstico previo y que se
apoye en las características y potenciales del público objetivo en el que se intente incidir con
la finalidad de establecer cuáles serán las mejores herramientas y productos que ayudarán a
desarrollar esta cultura. Por ejemplo, dentro de las acciones de promoción de la cultura de
protección civil está difundir materiales impresos o multimedia que emitan mensajes
concretos y específicos para que la población los reinterprete y adopte acciones en beneficio
de su seguridad y bienestar. Más adelante conocerás algunas herramientas y estrategias para
promover la cultura de autoprotección.

La palabra promotor viene del verbo promover, que quiere decir adelantar, hacer
avanzar algo hacia un fin o en una dirección determinada (Colombres, 1992, p. 7).

Entre otras acciones de promoción de la cultura de protección civil está el desarrollo de actos
académicos y exposiciones (como pueden ser ferias o jornadas de protección civil) y
campañas de comunicación social en diversos medios de comunicación con la finalidad de
generar cambios en la sociedad en beneficio de su autoprotección.

Es importante que sepas que el artículo 6° de nuestra Constitución Política menciona que el
acceso libre a la información es un derecho de los ciudadanos, y se plasma dentro de los
planes nacionales y estatales de desarrollo, mientras que el artículo 41, en el capítulo VII de
la Ley General de Protección Civil (2018) menciona que “ las autoridades federales, de las
entidades federativas, municipales y demarcaciones territoriales de la Ciudad de México,
fomentarán la cultura en materia de protección civil entre la población, mediante su
participación individual y colectiva ” (p.21).

Derivado de lo anterior se puede concluir que el objetivo de la autoprotección


es: Sensibilizar a las autoridades y a la población en general, a través diversos recursos
comunicativos, sobre los beneficios de la participación individual y colectiva en materia
de protección civil mediante la adopción de acciones preventivas desde el hogar que
puedan mejorar las condiciones de seguridad ante la presencia de un fenómeno de
origen natural o antropogénico.

¿POR QUÉ LA GENTE NO PREVIENE LOS RIESGOS?

Siguiendo por la línea de cultura de la autoprotección, en este apartado conocerás algunos


puntos de vista de diferentes autores sobre por qué, aunque la gente conozca los riesgos y los
peligros de donde habita, no se previenen.

Debes saber que un desastre se produce cuando se dan principalmente cuatro condiciones al
mismo tiempo, como se muestra a continuación:

➢ Que las personas vivan en lugares peligrosos, por ejemplo, vivir cerca de un volcán
activo, de laderas con peligro de deslizamiento o en la cercanía de ríos que se puedan
desbordar.
➢ La ocurrencia de un fenómeno extremo (natural o causado por actividades humanas).
➢ Que el fenómeno provoque muchos daños en zonas vulnerables, es decir, donde no
se consideraba ninguna medida de prevención.
➢ Cuando el medio ambiente se ha alterado como producto de actividades humanas.
Los desastres causados por fenómenos naturales o antrópicos impactan negativamente en la
calidad de vida tanto en la urbe como en el campo, reducen el capital social y productivo de
un país, y afectan en mayor medida a los segmentos más pobres de la población. Seguramente
has escuchado en la televisión o en la radio sobre el impacto de fenómenos naturales en
diversos países y en el nuestro: erupciones volcánicas, sismos, huracanes, sequías o tormentas
eléctricas. Es así que, para este tipo de eventos, es necesario crear una cultura de la
prevención con el propósito de reducir las pérdidas económicas y sociales, principalmente de
seres vivos, adoptando un enfoque proactivo de reducción del riesgo.

Un elemento importante previo y complementario de la autoprotección es la prevención,


entendida como todo lo que se realiza para asegurar que no suceda un desastre o, si sucede,
evitar que te perjudique tanto a ti y como a tu familia. La mayoría de los fenómenos naturales
no pueden impedirse, pero sí es posible reducir los daños que causan.

La discusión acerca de los desastres y sus impactos en la sociedad es un tema que se aborda
desde dos perspectivas: una es desde las ciencias exactas, que se preocupan por entender la
forma en la que se manifiestan los fenómenos naturales y sus impactos físicos en la sociedad,
y que se conforman de áreas del conocimiento que se enfocan en el desarrollo de tecnologías
para enfrentar dichos fenómenos perturbadores; y la otra a partir de las ciencias sociales, que
se interesan en estudiar cómo los fenómenos extremos impactan a la sociedad que contribuye
generando riesgos, y finalmente cómo responde y se adapta a las nuevas condiciones que
generan los desastres.

Nuestro país, por su ubicación geográfica, presenta frecuentemente fenómenos


naturales como huracanes, inundaciones, sequías, actividad volcánica, terremotos,
granizadas e incendios forestales, entre otros, así como actividades humanas que
pueden ser perturbadoras para el entorno. Por ello, la sociedad mexicana debe
prepararse en la prevención y respuesta ante emergencias desarrollando una cultura.

Científicos sociales, como sociólogos, antropólogos, psicólogos y geógrafos, entre otros, han
propuesto enfoques y diseñado metodologías que han sugerido el uso de herramientas para
acercarse al tema de prevención de desastres y a las problemáticas derivadas de ello. Una de
sus inquietudes ha girado en torno a utilizar y aplicar teorías para el estudio de la realidad
contemporánea de los desastres. Una de ellas radica en el hecho de que la gente no quiere
prevenirse. El por qué es complicado de conocer puesto que, según Rodríguez (2007) se
involucran factores psicológicos, culturales y, sobre todo, los relacionados con la
comunicación.

En una explicación, Guerrero (1995) comenta que la población no previene debido a que
consideran que los desastres y los accidentes están alejados de su realidad. Es por eso que
podemos comentar que los mensajes de las autoridades hacia la población deben ser directos
para conseguir su participación. Para una campaña de comunicación del riesgo es
indispensable que se muestre al receptor que los efectos de un desastre o un accidente se
pueden disminuir en la medida que la gente conozca sobre los fenómenos perturbadores o
peligros que están a su alrededor, identifique las causas que generan los riesgos y sepa cómo
reducirlos y enfrentarlos, esto con el fin de que el receptor tenga mayor interés y un sentido
de responsabilidad.

García, Gil y Valero (2007) señalan que investigaciones en el área de las ciencias sociales
centradas en el estudio de la conducta humana en situaciones de emergencia sugieren que la
respuesta común de la población ante los avisos de desastres es de incredulidad,
desmitificando la creencia de que en tales situaciones se genera una conducta de pánico. Esta
conducta se encuentra asociada con un rechazo, por ello, es frecuente que en situaciones en
las que se da la advertencia de peligro inminente, algunas personas hagan caso omiso de ella.
Dicho problema de interpretación de mensajes también se intensifica cuando una persona no
ha tenido otras experiencias previas relacionadas con riesgos, emergencias o desastres, o
cuando han ocurrido falsas alarmas. Existen también personas que asumen actitudes de
indiferencia y resignación ante los riesgos, cuando se asume que hacer o no hacer algo no
modificará su destino, imperando, por tanto, una visión de inevitabilidad.

Como vemos, el estudio de los desastres desde la perspectiva social y del comportamiento
humano se relaciona con muchos factores, que influyen en las actitudes que se toman para
prevenir o no situaciones de riesgo. Por lo tanto, la respuesta a la pregunta inicial sobre por
qué la gente no previene, dependerá de factores tan variados como la experiencia previa de
la persona; dónde habita; cómo es el ambiente que lo rodea; cómo son sus círculos sociales;
sus características sociodemográficas, el estatus social y económico; sus características
psicológicas, habilidades, personalidad, actitudes, etc., es decir, de todo un contexto socio-
cultural.

Dado lo anterior, podemos decir que en el país existe la necesidad de una mayor difusión y
educación sobre lo que debe hacerse para protegerse de los riesgos, por lo que es necesaria
una población mejor informada y preparada ante cualquier eventualidad.

Respecto a la capacidad y preparación para afrontar un desastre de origen natural, se


realizó en el año 2010 una encuesta a 1,000 mexicanos mayores de 18 años denominada
Protección Civil: La población no sabe qué hacer en caso de emergencia. Los datos
mostraron que sólo uno de cada siete mexicanos considera que la población está
preparada para afrontar una emergencia de origen natural.

¿QUIERES SABER MÁS?

Reproduce el siguiente video y posteriormente reflexiona: ¿cómo influye mi conocimiento y


percepción de los riesgos en la actitud que tomo ante ellos?

https://www.youtube.com/watch?v=0v8y9cnh66M

El Mito de la Caverna

Este Mito fue desarrollado por Platón en su obra La República. Aunque en él aborda tres
dimensiones (antropológica, filosófica y moral), para los fines de esta asignatura únicamente
abordaremos la primera de ellas. Se trata de una representación simbólica o metafórica
(conocida como alegoría) que se utiliza para explicar el proceso por medio del cual el ser
humano se apropia del conocimiento utilizando la información que recibe (percibe) a través
de sus sentidos y construyendo con ello su realidad y sistema de creencias. Posteriormente
contrasta este proceso con los nuevos aprendizajes, lo que le permite modificar y ampliar sus
percepciones del mundo y, por tanto, cambiar su realidad.
PERCEPCIÓN DEL RIESGO

Imagina un escenario donde está a punto de ocurrir un desastre. Las personas generalmente
tienen la sensación de que algo está fuera de lo normal, y en su entorno suelen existir señales
de alerta de lo que puede suceder, éstas van desde sonidos de sirenas hasta mensajes en los
medios de comunicación.

Ahora imagina que las personas reciben el aviso de un peligro inminente. La primera reacción
que tienen es tratar de verificar lo que están oyendo a través de otras fuentes de información
inmediatas, como la radio, la televisión o el internet, que confirmen o nieguen la amenaza y,
en función de toda la información, tomar o no medidas de protección.

Lo que hace la gente en esas circunstancias es determinar si existe o no un riesgo y actuar al


respecto. Si lo expresamos de manera formal; la percepción de una persona ante un riesgo
determina si ésta decide aceptarlo o rechazarlo.

Elementos que determinan la percepción del riesgo

Slovic et al, 1981, y Lindell, 1994 (citados en Mendoza, 2005), clasifican las variables que
determinan si una persona percibe mayor o menor riesgo. La lista se muestra a continuación.

➢ Relación costo beneficio: Cuando un riesgo es el costo que hay que pagar por un
beneficio derivado de correrlo, la magnitud de este último determina la tolerancia al
primero. Es decir, la gente corre riesgos porque hay una ganancia asociada a ello.
➢ Control: Los eventos sobre los cuales consideramos que tenemos mayor control se
perciben como de menor riesgo.
➢ Origen del peligro: Los eventos de origen natural suelen conllevar menor percepción
de riesgo que los eventos generados por actividades humanas.
➢ Confianza: Cuando se confía en las personas o instituciones encargadas del auxilio,
hay una menor preocupación por los riesgos.
➢ Temor: Los eventos que suscitan mayor temor se perciben como de mayor riesgo.
➢ Capacidad de elección: Los eventos que nos imponen suelen ser percibidos como de
mayor riesgo que aquellos que elegimos, nuestras decisiones se auto justifican como
“seguras”.
➢ Efectos en la niñez: Aquellos fenómenos que afectan al grupo infantil suelen generar
mayor conciencia de riesgo e indignación en la población que aquellos que afectan a
los adultos, posiblemente por su relación con la reproducción del grupo.
➢ Riesgos nuevos: Los eventos nuevos generan mayor percepción de riesgo que otros
que nuestra experiencia colectiva o individual han ayudado a poner en perspectiva.
➢ Posibilidad de impacto personal: Aquellos eventos que nos afectan de manera directa
son percibidos como de mayor riesgo.

Los puntos anteriores te brindan un panorama de la multitud de variables que intervienen en


la percepción de un riesgo, sin embargo, continuaremos revisando autores para que tengas
más elementos y puedas comprender mejor los factores que intervienen en ese proceso.

FACTORES QUE CONDICIONAN LA PERCEPCIÓN DEL RIESGO

Para Vallejo y Vélez (1997), la percepción del riesgo difiere de un individuo a otro y está
condicionada por los siguientes factores:

➢ Sociales: Al depender de cómo la persona asocia y estructura su función dentro de


una comunidad.
➢ Culturales: Donde se evidencia toda una carga ideológica, religiosa y tradicional.
➢ Económicos: Donde el nivel de representación del riesgo varía conforme a la calidad
de vida de las personas, ya que existe una alta probabilidad de que la comunidad
preste mayor atención a los riesgos diarios que enfrentan. Por ejemplo: el desempleo,
la falta de alimento, el déficit en educación y vivienda, etc., que a los posibles riesgos
ambientales o de origen natural que le circundan.
➢ Políticos y de familiaridad con la amenaza que se presenta: La gente que habita en un
lugar determinado ubica los riesgos y las amenazas a los que están más expuestos,
por ejemplo, vivir cerca de una planta nuclear, cerca de un volcán activo, cerca de
una presa, en una ladera, etcétera.

Ahora, al hacer la revisión de los elementos anteriores, puedes entender que la percepción
del riesgo es un producto socio-cultural complejo que influye en el grado de participación de
la población en cuanto a la prevención, la preparación, la respuesta y la recuperación de una
situación de emergencia. También es un proceso cognitivo (es decir, relacionado con el
conocimiento) y emocional que depende de la disposición mental para que una persona reciba
y decodifique que el mensaje que está recibiendo es de alerta. Y que también debe ser muy
importante la credibilidad de las fuentes y del foco emisor. La información de alerta para
prevenir desastres es de una gran relevancia debido a que involucra a la comunidad científica,
a los medios de comunicación, a los tomadores de decisiones y a la población a la que
eventualmente se le destina la información de alerta (Macías, 1999).

LA INFORMACIÓN Y LA PERCEPCIÓN DEL RIESGO

Ahora, es importante que comprendas la importancia de que, si bien existen muchos factores
que influyen en la percepción del riesgo, uno muy importante en el ámbito de la protección
civil es contar con información que se caracterice por ser oportuna, clara, confiable (es decir,
que provenga de fuentes oficiales), y accesible.

La disponibilidad de la información es un elemento importante que influye en la percepción


de un riesgo; la toma de decisiones requiere comparar situaciones con la información que
tengamos a la mano, la más rápidamente disponible y fácil de recordar. Cuanto más se
disponga de información sobre un evento es más probable que se formule el juicio adecuado
sobre él (Macías, 1999).

Pero en ocasiones el mensaje sobre el riesgo se inhibe: algunos individuos no están


acostumbrados a ver la televisión, tienen una fuerte resistencia a lo que acontece, o tienen
una percepción selectiva al oír solamente lo que se quiere oír por la predisposición humana
a mantener la rutina en la vida o minimizar el peligro de la amenaza ante un fenómeno
perturbador. Pero cualquier razón en los fallos del mensaje que se quiera transmitir puede
llevar a no poner en práctica planes de autoprotección (García, Gil y Valero, 2007).

De acuerdo con Wilches (1996), en ciertos desastres poco familiares para la población, por
ejemplo, cuando en un lugar cada año se dan lluvias severas solamente y de pronto surge un
terremoto, la información puede causar incertidumbre creando la necesidad de una demanda
de información; es por ello que la confirmación y explicación exhaustiva del evento juega un
papel importante para facilitar la comprensión, creencia y toma de decisiones frente a este
tipo de eventos. Otro hecho apoyado por numerosos autores del área de las ciencias sociales
es que la familia intenta estar unida ante el aviso de un desastre inminente, incluso puede ser
más prioritario que la confirmación de éste o tomar una acción de protección.

Fitzpatrick y Mileti (1994) (citado en García, Gil y Valero, 2007) hablan de dos tipos de
factores que muestran una relación entre sí e influyen en la percepción de riesgo y la respuesta
al mismo. El primero es la fuente de información y el segundo es la persona que recibe el
mensaje de aviso y el contexto en el que se desenvuelve. La siguiente imagen te muestra los
factores que influyen en la respuesta de aviso ante un desastre.

Si analizamos la sección correspondiente a la percepción individual, podemos apreciar que


los individuos, de acuerdo con diversas variables confirman un aviso, formulan una idea
respecto a éste y toman una decisión. También podemos sugerir que lo importante es que,
ante el aviso de un riesgo, se tome la respuesta adecuada; lo que implicará que la percepción
ante un riesgo fue la pertinente.
Finalmente, diremos que la percepción del riesgo implica que diferentes grupos, en función
de sus características socio culturales, tendrán diferentes interpretaciones de un mismo hecho
y diferentes necesidades de información, por lo tanto, responderán de manera distinta a los
estímulos que genera su exposición al riesgo y a los mensajes que reciban. Por ello, la
comunicación del riesgo y los procesos de culturización en protección civil para sectores tan
distintos de la población deben considerar sus creencias, experiencias, diversidad de
realidades y preocupaciones. Recuerda que para modificarlas positivamente se requiere que
estos grupos se apropien del conocimiento e información sobre los riesgos a los que están
expuestos y con ello se detonen acciones concretas para reducirlos y enfrentarlos
responsablemente.

RESILIENCIA

En el tema anterior se explicó la percepción del riesgo y su construcción individual y social;


ahora se te explicará qué es la resiliencia y con ello sabrás cuáles son las características que
hacen a una persona y a una comunidad resilientes.
La palabra resiliencia proviene del latín resilio, que significa “volver hacia atrás, volver de
un salto, resaltar, rebotar”. En la década de 1980 el adjetivo resiliente, del inglés resilient,
hace referencia a las personas que desarrollan competencias a pesar de haber sido criadas en
condiciones adversas o en circunstancias que incrementan las posibilidades de padecer
patologías mentales o sociales; en cambio, en francés, résilience, al igual que en el español,
se utiliza en áreas como la metalurgia y la ingeniería civil para describir la capacidad de
algunos materiales de recobrar su forma original después de ser sometidos a una presión
deformadora.

En la década de 1970, el concepto, que se tomó de la física, fue introducido en la psicología


por el psiquiatra Rutter (1993), quien refería la idea de “flexibilidad social adaptativa”. En
este sentido, el concepto de resiliencia fue adaptado a las ciencias sociales para describir a
las personas que, a pesar de nacer y vivir en condiciones de alto riesgo, logran desarrollarse
psicológicamente sanos y exitosos.

Según Vanistendael (1994), la resiliencia distingue dos componentes: la resistencia a la


destrucción, es decir, la capacidad de proteger la propia integridad bajo presión; por otra
parte, más allá de la resistencia, es la capacidad de forjar un comportamiento vital positivo
pese a circunstancias difíciles.

Dada la facilidad del concepto de adecuarse a diversas áreas, la resiliencia es también un


proceso dinámico entre el sujeto y el ambiente, donde se origina una relación recíproca que
permite a las personas actuar y adaptarse de forma asertiva en la adversidad; entonces, se
plantea que la resiliencia es una capacidad que cualquier grupo o ser humano puede
desarrollar como parte de sus cualidades o factores a favor para resolver situaciones de riesgo.

La resiliencia es un término que fue tomado de las propiedades de los metales, los cuales,
bajo ciertos niveles de esfuerzo, se recuperan sin mostrar daño o deformaciones
permanentes, recobrando su forma original después de haber sufrido pesadas
presiones.

Es precisamente esta propiedad la que se espera que las comunidades desarrollen para ser
resilientes y se recuperen de cualquier desastre (Enciclopedia de la Ciencia y de la
Tecnología, 1964), no obstante, esta condición sólo la alcanzan las comunidades que están
mejor preparadas, cuando en ellas se ha desarrollado la cultura de la prevención y
autoprotección a través de acciones de prevención, mitigación, respuesta y recuperación,
elaboradas en cada sitio con los habitantes de dicha comunidad.

LA RESILIENCIA COMO RECURSO PARA LA PREVENCIÓN

Dado que la resiliencia es una capacidad intrínseca al ser humano y, por ende, adaptable a
las comunidades, tiene la virtud de permitir la construcción de bases para prevenir situaciones
de riesgo. En este sentido, el desarrollo humano está vinculado en un contexto específico que
comprende el entorno físico y social en el que se desenvuelve el individuo, por ello, la
resiliencia, como un recurso para la prevención, se adecúa a la personalidad del ser humano.

Así, la resiliencia se convierte en un proceso en donde el individuo basa su fortaleza en


valores y en la preparación previa, lo que le permiten resistir la adversidad. Los seres
humanos, primero, deben ser conscientes de su propia vulnerabilidad ante una situación o
desastre que por su fuerza o violencia generen algún daño (Manciaux, 2003, citado en
Becoña, 2006), sin embargo, la capacidad resiliente ayuda a que tales eventos no tengan
efectos más lamentables y, por el contrario, esos efectos sean en sí mismos elementos
preventivos, sean la motivación o punto de partida que las personas necesitan para superar la
desgracia, donde los riesgos se convierten en una oportunidad de crecimiento personal y
social. A continuación, te mostramos los beneficios de ser resiliente.

Sus beneficios sociales dentro de la función preventiva residen, invariablemente, en la


protección de vidas y bienes materiales proclives de ser afectados en situaciones de
desastre; en el ámbito económico: inversión en infraestructura, desarrollo y
crecimiento económico, empleo.

CARACTERÍSTICAS DE UN INDIVIDUO RESILIENTE

Anteriormente se mencionó que la idea de resiliencia surgió en la década de 1970 en la


psicología, donde se consideraba la capacidad del ser humano para superar los infortunios a
los que se enfrenta a lo largo de su vida; de modo que, según Zuckerland (2005), una persona
puede:
➢ Tener afectaciones posteriores que le inhiban de regresar a su estado previo de
funcionamiento normal.
➢ Reaccionar regresando a su estado previo.
➢ Utilizar la experiencia de exposición a la adversidad para lograr un efecto fortalecedor
y funcionar en una mejor forma que en su estado previo.

Un individuo resiliente tiene control de sus emociones, de sus impulsos, posee alta capacidad
de comunicarse y de percibir la situación que está atravesando y la de los demás integrantes
de su comunidad. Al centrarse en las cualidades personales, los aspectos que distinguen al
individuo son la capacidad de autonomía y alta autoestima, lo que condujo a establecer
factores en el desarrollo de la resiliencia, sobre todo, en la niñez (1) atributos, (2) aspectos
de su familia y, (3) características de su ambiente social (Masten y Garmezy, 1985).

Como se ha mencionado, la resiliencia es una cualidad que puede desarrollar cualquier


persona o grupo. Podrá encontrar y utilizar adecuadamente dentro de sí mismo y en el
ambiente en el que se desenvuelve herramientas para protegerse, tomar la situación de riesgo
como una oportunidad de crecer y fortalecerse.

CARACTERÍSTICAS DE UNA COMUNIDAD RESILIENTE

Hablamos de una ciudad, idealmente, resiliente (ONU, 2010) cuando en ésta los desastres
son minimizados porque la población ha tomado conciencia de habitar viviendas que cuenten
con servicios e infraestructura adecuados, lugares que cumplen con códigos de construcción
razonables y en los que no existen asentamientos informales ubicados en llanuras aluviales o
pendientes debido a la falta de otro terreno disponible en el cual puedan construir sus casas.

Una ciudad resiliente es aquella donde las autoridades y la población comprenden los riesgos
a los que están expuestos y crean una base de información compartida sobre las pérdidas
generadas por la presencia de desastres, las amenazas y los riesgos, y sobre quién está
expuesto y quién es vulnerable. Ha tomado medidas para anticiparse a los desastres y mitigar
su impacto, mediante el uso de tecnologías de monitoreo y alerta temprana para proteger la
infraestructura y los integrantes de la comunidad, incluyendo sus casas y bienes, el
patrimonio cultural, la riqueza medioambiental y económica. Además, una ciudad es
resiliente cuando es capaz de minimizar las pérdidas físicas y sociales derivadas de
fenómenos meteorológicos extremos, terremotos u otras amenazas naturales o inducidas por
el ser humano; también cuando es capaz de implementar estrategias inmediatas de
recuperación y restaurar rápidamente los servicios básicos necesarios para reanudar la
actividad social, institucional y económica después de un desastre.

La resiliencia, aplicada idealmente a los organismos estatales y a las comunidades, hace


países y ciudades que soportan los diversos desastres y pueden recuperarse sin tener fuertes
consecuencias económicas, sociales, psicológicas y culturales; por tanto, una comunidad
resiliente se caracteriza cuando tiene:

➢ Prevención: La prevención es parte del plan de gobierno y, posteriormente, se


convierte en política de estado y no es alterada con los cambios en el gobierno.
➢ Autonomía: Existe autonomía en los procesos de acción después del desastre en cada
institución.
➢ Control: Se controla el crecimiento de las comunidades en zonas de riesgo y se
generan opciones de vivienda, empleos, salud y educación para la población más
vulnerable.

Dentro de los beneficios sociales que trae consigo una ciudad resiliente, se puede mencionar
la protección de vidas y bienes materiales en caso de desastre, con una reducción considerable
de víctimas; la participación ciudadana y una plataforma para el desarrollo local; finalmente,
protección de logros alcanzados en la comunidad y del patrimonio cultural utilizando menos
recursos urbanos para la recuperación y respuesta ante el desastre.

En el rubro económico, la confianza de los inversionistas, previendo menos pérdidas en caso


de desastre, incentiva la inversión privada en casas, edificios y otras propiedades que respeten
los estándares de seguridad; el crecimiento y desarrollo económicos, además de mayores
fuentes de empleo. En suma, se logran comunidades equilibradas que fomentan servicios
básicos, disminuyen la contaminación, mejoran la educación y niveles de salud y bienestar.

En el siguiente cuadro se muestra que la reducción del riesgo de desastre y la resiliencia


forman parte de la dimensión ambiental, social y política del desarrollo sostenible.
Instrucción: Posiciona el cursor en donde desees ampliar la imagen y observar a detalle.
En este sentido, se plantean diez aspectos para lograr ciudades resilientes (ONU, 2010) que
se muestran a continuación:

➢ Establecer la organización y la coordinación necesarias para comprender y reducir el


riesgo de desastre con base en la participación de todos los sectores de la sociedad.
Vigilar que todos niveles de gobierno (municipal, estatal y federal) comprendan su
papel y la contribución que pueden hacer en la reducción del riesgo de desastres y en
la preparación en caso de que sucedan.
➢ Asignar un presupuesto para la reducción del riesgo de desastres y ofrecer incentivos
a los propietarios de viviendas, las familias de bajos ingresos, las comunidades, los
negocios y el sector público para que inviertan en la reducción de los riesgos que
enfrentan.
➢ Mantener información actualizada sobre las amenazas y las vulnerabilidades,
conducir evaluaciones del riesgo y utilizarlas como base para los planes y las
decisiones relativas al desarrollo urbano. Procurar que esta información y los planes
para la resiliencia de la ciudad estén disponibles para todo el público y que se
converse acerca de estos propósitos en su totalidad.
➢ Invertir y mantener una infraestructura que reduzca el riesgo, como desagües para
evitar inundaciones y, según sea necesario, ajustarla de manera que pueda hacer frente
al cambio climático.
➢ Evaluar la seguridad de todas las instalaciones estratégicas, como escuelas, servicios
de salud, alcantarillado, luz, abastecimiento de agua potable, alimentación, caminos,
puentes y ferrocarriles, industria, etcétera.
➢ Aplicar y hacer cumplir reglamentos de construcción y principios para la
planificación del uso del suelo que sean realistas y que cumplan con los aspectos
relativos al riesgo. Identificar terrenos seguros para los ciudadanos de bajos ingresos
y, cuando sea factible, regularizar los asentamientos informales asumiendo niveles
aceptables de riesgo.
➢ Diseñar e implementar programas educativos y de capacitación sobre la reducción del
riesgo de desastres en las comunidades; así como campañas permanentes de difusión
que propicien la cultura de prevención y autoprotección en la población.
➢ Proteger los ecosistemas y las zonas naturales para mitigar los efectos de fenómenos
perturbadores como las inundaciones, las marejadas ciclónicas y otras amenazas a las
que las comunidades podrían ser vulnerables.
➢ Instalar sistemas de alerta temprana y desarrollar las capacidades para la gestión de
emergencias en las ciudades y llevar a cabo con regularidad simulacros como
preparación del público en general, en los cuales participen todos los habitantes.
➢ Después de un desastre, velar porque las necesidades de los sobrevivientes se sitúen
en los esfuerzos de reconstrucción, que se les apoye a ellos y a las organizaciones
comunitarias para el diseño y la aplicación de soluciones, lo que incluye la
reconstrucción de sus hogares y sus medios de sustento.

Aun cuando las comunidades y las poblaciones sufren grandes daños físicos, sociales y
psicológicos a causa de los desastres, éstos son la base para constituir ciudades resilientes,
para desarrollar sociedades más fuertes, aprender de las experiencias y evitar cometer los
mismos errores. La recuperación se logra no sólo con este tipo de ciudades, sino cuando se
entiende lo que es un desastre, por qué ocurre y se buscan soluciones individuales y colectivas
a los riesgos, amenazas y vulnerabilidades de la sociedad.

Tenemos, entonces, que la resiliencia es un proceso que aglutina de manera implícita el


proceso de prevención, atención y recuperación de un desastre. Para reducir el costo
social y económico de los desastres es necesaria la adopción de nuevas estrategias para
aumentar la resiliencia, de modo que es importante basarse en el conocimiento dirigido
a la reducción de los riesgos.
A pesar del trabajo científico y todas las medidas que se tomen para aumentar la resiliencia
en las ciudades, los desastres pueden, la mayoría de las veces, exceder la capacidad de un
país, por ello es importante contar con un sistema coordinado de protección civil que permita
prever ese tipo de situaciones. Por ejemplo, establecer planes y protocolos para activar en
caso de emergencia; evaluar y monitorear de manera sistemática los riesgos de desastres;
incentivar la investigación para comprender las causas y plantear soluciones a escenarios
probables; mejorar sistemas de alerta y crear formas de concientización de los riesgos a los
que está expuesta la sociedad; construir una cultura que fomente responsabilidad en la
sociedad civil, incluyendo el sector privado y organizaciones civiles para la planeación y
cooperación en la prevención, respuesta y recuperación; finalmente, cooperación
internacional relativa a la planeación y respuesta rápida, además de investigación y
evaluación de los factores de riesgo.

LOS MEDIOS INFORMATIVOS Y LA CULTURA DE LA


AUTOPROTECCIÓN

Ahora que conoces algunos aspectos de la percepción del riesgo, en el siguiente tema
hablaremos de la importancia de los medios informativos en la cultura de la protección civil.

Durante los últimos años huracanes, sismos y sequías han afectado en mayor medida a las
comunidades vulnerables del planeta y han detenido su desarrollo, de acuerdo con datos de
la Organización de las Naciones Unidas (ONU) del 2014.
LOS DESASTRES Y LOS MEDIOS INFORMATIVOS

Ante la problemática anterior, los medios informativos mantienen una comunicación


constante con la audiencia que los sigue sobre los últimos acontecimientos y estragos del
desastre cuando éste se presenta. Esto es importante debido a que se estima, según cifras de
la ONU en 2014, que un episodio extremo de cualquier fenómeno perturbador pueda causar
pérdidas de hasta 12% del Producto Interno Bruto (PIB) y retrasar los avances del combate
a la pobreza hasta por 2 años.
Cabe destacar que los medios informativos desde sus orígenes han colaborado como
agentes educativos y difusores de la cultura de manera informal, ya que, con frecuencia,
de acuerdo con Castillo (2006), llegan a sustituir el papel de la familia o la escuela por la
influencia que tienen en la construcción del pensamiento social de los consumidores
debido a los contenidos llamativos e interesantes que ofrecen.

De esta forma, los mensajes que transmiten los medios informativos, a través de sus
contenidos, llegan a provocar impactos en la forma y estilo de vida de sus seguidores porque
suelen transportar la realidad a sus espectadores de una forma tan eficaz que influyen en sus
acciones y toma de decisiones.

Castillo (2006) explica que los medios informativos inciden más que nunca en la educación
de las nuevas generaciones, moldean gustos y tendencias en públicos de todas las edades e
incluso influyen en la manera de cómo el individuo se relaciona consigo mismo, con sus
semejantes y con el mundo. Agrega también que los valores tradicionales que ha defendido
la escuela han sido reemplazados por el mundo creado desde el mensaje que han construido
los medios audiovisuales de comunicación, principalmente por la televisión, ante cuya
pantalla los niños y las niñas pasan más tiempo que en la escuela.

El argumento anterior ha sido explotado por medios y organizaciones que han aprendido que
comunicar es compartir problemas, propiciar la participación y compartir la acción.
Retomando lo anterior, la educación sería en el contexto de los medios de información, la
conversación entre la sociedad civil, gobierno y organizaciones en torno a una problemática
general, es por esto que en el mundo actual los medios informativos tienen una enorme
importancia en la vida social de todas las personas, a tal punto que en nuestros días pocas son
las personas que puede vivir sin estar informadas, ya sea por la televisión, la radio, el
periódico o el internet a través de las redes sociales.

La sociedad actual depende de una continua comunicación que posibilita la interacción entre
las personas, aun cuando éstas se hallen muy separadas entre sí y en lugares distintos. Es por
esto que: La función del periodismo durante los desastres deriva en una comunicación
en gestión de riesgo, la cual consiste en trasmitir información a la población con la
finalidad de proporcionar datos del entorno y eventos que hayan sucedido antes,
durante o posterior al desastre incluyendo, además, acciones para homologar
información confiable, generar actitudes y valores en los individuos que deriven en
conductas favorables para prevenir, mitigar y reducir el riesgo de desastres, cuyo
objetivo primordial sea educar e informar a la población.

Por ejemplo, México es uno de los países con mayor biodiversidad en el mundo, cada año
perecen alrededor de 300,000 hectáreas de bosques y selvas. Ante dicha problemática, en el
año 2002 surgió Reforestamos México, campaña que busca promover la cultura forestal en
todos los sectores de la sociedad por medio de la creación de distintos proyectos culturales
en la Ciudad de México en conjunto con medios informativos, instituciones privadas y
públicas, además de la coordinación cultural.

Entre estos esfuerzos se encuentran las campañas “Adopta un Árbol” y “Por los Bosques y
Selvas de México”. También se ha sumado Grupo Bimbo para la realización de la gira
CineBimbo a través de una pantalla inflable llamada CinePop.

Este proyecto busca acercar el entretenimiento, la educación y la cultura a familias de escasos


recursos. En este mismo foro, Reforestamos México coloca una carpa en donde, con la ayuda
de distintas actividades y juegos, se imparten talleres de sensibilización ambiental a niños
que asisten a CineBimbo. De esta forma las campañas anteriores ejemplifican que una
información y comunicación oportuna, logran prevenir pérdidas en el medio ambiente si se
hace conciencia sobre la reforestación y sus beneficios, por lo tanto:
El papel de los medios de comunicación en la promoción de una cultura de la prevención
fortalece la conciencia civil de la sociedad y crea una visión diferente de lo que son los
desastres. Es por ello que los medios informativos son un puente entre el gobierno y la
sociedad civil. La eficacia y prontitud con la que hacen llegar el mensaje marca la
diferencia entre una sociedad informada y una que no lo está para enfrentar y mitigar
un desastre o, en su defecto, prevenirlo y evitar pérdidas tanto económicas como
humanas.

LAS UNIDADES DE COMUNICACIÓN GUBERNAMENTALES Y LA


PREVENCIÓN

Para Sánchez (1997), la comunicación social es una actividad de servicio público cuyo
objetivo es la emisión de información de carácter público de manera sistematizada, oportuna,
ágil y veraz con el objetivo de informar, persuadir, convencer y crear consensos respecto al
ejercicio de una actividad pública.

El ejercicio de la comunicación social se relaciona con el quehacer gubernamental porque es


ahí donde se originó, donde se impulsa y donde se ejerce con mayor claridad esta actividad.
Las unidades de comunicación social como las conocemos hoy en día tienen sus antecedentes
más próximos en las oficinas de prensa, de cuya aparición no se tiene fecha exacta, sin
embargo, a continuación, se te presentan algunas fechas importantes:

➢ 1985: Desde la época de Maximiliano, su cortesano Olliver Resseguier, por


instrucciones de Stefan Herzfeld, planeaba la creación de un Gabinete Mexicano de
Prensa.
➢ 1872: En esta época surgieron portavoces de la opinión pública que bien pudieron ser
los primeros comunicadores sociales, como Francisco Zarco, Ignacio Manuel
Altamirano y Guillermo Prieto.
➢ 1900: Rafael Reyes Espíndola, desde las columnas del Imparcial, del que era director,
transmitía el pensamiento y la tesis del gobierno.
➢ 1928: Durante la presidencia de Plutarco Elías Calles se creó la Secretaría de
Propaganda y Publicidad, encargada de difundir y propagar la convocatoria para la
Convención Nacional. Esa Secretaría es posiblemente la primera oficina de carácter
institucional en las relaciones con la prensa.
➢ 1940: Las funciones de comunicación pública quedaron bajo la supervisión de
oficinas especializadas ubicadas en cada una de las dependencias gubernamentales.
➢ 1946: Se creó oficialmente la primera oficina de Prensa y Relaciones Públicas de la
Presidencia de la República. Con el establecimiento de esta oficina se amplió la
elaboración de boletines destinados a los periódicos y, de esa manera, se logran los
objetivos del Estado de difundir la versión oficial de los hechos nacionales. Es la
época de una nueva relación del gobierno con los medios de comunicación. Fue un
gobierno decisivo para el crecimiento y consolidación de la industria de la radio y la
televisión.
➢ 1977: El concepto de comunicación social llega a la administración pública federal
desde donde se impulsa una reforma constitucional para consagrar, en el artículo
sexto, la obligación del estado de garantizar el derecho a la información.
➢ 1980 a la fecha: A partir de esa época, los vínculos del gobierno y los medios de
comunicación dan lugar e incrementan prácticas que tienden a reforzar la estructura
formal de relación. Desde entonces, la política de comunicación gubernamental, las
oficinas de comunicación social y sus titulares como forjadores de imagen han jugado
un papel importante en los propios medios de comunicación.

Por ello, en materia de prevención, gobiernos de distintos países de América Latina como del
resto de mundo, en conjunto con organismos internacionales, como la ONU, han hecho un
llamado a la sociedad civil a través de medios informativos para fomentar una cultura de la
prevención para la reducción de riesgos de desastres.

A través de campañas locales, municipales o mundiales, los gobiernos difunden mensajes


para fomentar en la sociedad una cultura capaz de mitigar el riesgo ante cualquier fenómeno
perturbador, cuyo propósito radica en comunicar a tiempo y de forma clara mensajes para
prevenir los efectos de un desastre.

El Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), como órgano desconcentrado


de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y brazo técnico del Sistema Nacional
de Protección Civil (SINAPROC), por medio de distintas plataformas digitales y medios
impresos (redes sociales, páginas web, infografías, publicaciones, etc.) difunden
recomendaciones y medidas de reducción de riesgos para la población, por ejemplo:

Así, la comunicación que se establece entre los órganos de gobierno y los seguidores de redes
sociales y la población en general consiste en un intercambio y transmisión del mensaje, en
este caso de los alertamientos y recomendaciones, ya que desde el punto de vista de Fonseca
(2000) comunicar es intercambiar ideas o sentimientos a través de una transmisión verbal o
no verbal.

En cuanto al tema de la comunicación de riesgos, han surgido diversas definiciones, entre las
más difundidas y completas se encuentra la de National Research Council de los Estados
Unidos (1989), que la define como “un proceso interactivo de intercambio de información y
de opiniones entre individuos, grupos e instituciones. Es un diálogo en el cual se discuten
múltiples mensajes que expresan preocupaciones, opiniones o reacciones a los propios
mensajes o hacia los aspectos legales y administrativos de su manejo.” (p.14).
Bajo esta lógica, la comunicación de riesgos promueve el diálogo multidireccional entre el
gobierno, los medios informativos y la sociedad civil con la finalidad de apoyar la respuesta
de ayuda de todos los afectados durante un desastre. También se preocupa de dar respuesta
durante el desastre y toma en cuenta la percepción del riesgo para el trabajo de gestión de la
crisis.

En este marco de acción de la comunicación de riesgos es importante identificar y establecer


las alianzas con expertos e instituciones especializadas en diversos temas relacionados con
la gestión de riesgo de desastre y con otras instancias con las que se puedan desarrollar redes
de información y comunicación social.

ESTRATEGIAS GENERALES Y RECOMENDACIONES PARA EL


DESARROLLO DE UNA CULTURA PREVENTIVA Y DE
AUTOPROTECCIÓN

Por una cultura preventiva: consideraciones para su construcción

Como has visto en temas anteriores, estamos transitando, a través de la participación activa
de la sociedad, gobierno y los propios medios de comunicación, de una protección civil
reactiva a una preventiva, es decir, estamos cambiando la estrategia general para consolidar
una cultura más amplia mediante la concientización y educación de la población y el de cada
uno de los integrantes del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC).

Si revisas la historia de los desastres en México, te podrás dar cuenta que la atención de las
emergencias ocasionadas por la presencia de un fenómeno de carácter natural o
antropogénico ha generado costos muy altos y ha propiciado que las instituciones públicas y
privadas actúen con poca organización y planeación por la premura de los acontecimientos.
Por ejemplo, el estado de Tabasco, en el periodo 2007-2011, acumuló daños y pérdidas por
más de 57 mil millones de pesos (CENAPRED, 2013).

En este sentido, en 1999, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, señaló lo siguiente:
Nadie discute hoy que la prevención es mejor y menos costosa que reaccionar después
de los acontecimientos. Y, sin embargo, nuestras culturas políticas y de organización
permanecen mucho más orientadas hacia la reacción que hacia la prevención. En las
palabras del antiguo proverbio, es difícil conseguir dinero para medicinas, pero es fácil
obtenerlo para un ataúd (Kofl, 1999, p. 24).

Derivado de lo anterior, el SINAPROC se ha trazado la meta de transformar la forma de


actuar en materia de reducción de riesgos de desastres, dando un mayor peso a la etapa
preventiva sobre la reactiva. Este viraje implica una intervención directa en la forma de ser
y hacer de la sociedad para la detección y reducción de riesgos de manera individual para
posteriormente formar una colectividad informada y preparada ante situaciones de
emergencia.

POR UNA CULTURA PREVENTIVA: CONSIDERACIONES PARA SU


CONSTRUCCIÓN

La Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres, EIRD (2001), planteaba la


misión de “habilitar a las sociedades para resistir ante los peligros naturales y desastres
tecnológicos y ambientales relacionados con los mismos, con el propósito de reducir las
pérdidas ambientales, humanas, económicas y sociales” (p. 7). Esta postura puede
considerarse el punto de partida para la generación de esta nueva meta denominada “cultura
preventiva” en la que se debe tener una participación activa, consciente y decidida ante la
reducción de riesgos.

Sin embargo, es importante aclarar que: Los seres humanos no pueden reducir el número
de eventos o intensidad de las manifestaciones naturales, pero sí se puede reducir su
impacto, es decir la posibilidad de afectación (daños) o disminuyendo el riesgo mismo.

Estas acciones deben entenderse como la suma de las medidas diseñadas para evitar o
eliminar el impacto de los peligros de origen natural, ambientales o tecnológicos que pueden
relacionarse entre sí.

Considerando lo anterior y retomando las palabras de Carmelo Angulo (1999), quien fue
Coordinador del Sistema de Naciones Unidas en Nicaragua durante el huracán Mitch, se
señala lo siguiente: La prevención es el término común con el que denominamos el
conjunto de acciones necesarias para mejorar nuestro conocimiento, preparación,
manejo, mitigación y disminución de las consecuencias de procesos y eventos
catastróficos naturales y antropogénicos. Pero para nosotros, el verdadero desafío de la
prevención tiene mayor alcance y complejidad, y es lo que denominamos la “Reducción
de la Vulnerabilidad”, que significa reducir los riesgos inherentes a nuestro entorno
físico-natural de manera que se transformen las causas profundas que hacen a nuestros
asentamientos humanos, a nuestras instituciones, a nuestra economía y a la sociedad en
su conjunto vulnerables o susceptibles de ser dañadas irreparablemente (p. 1).

En resumen, es posible concluir que la clave principal para la reducción de desastres es la


prevención y que la cultura preventiva es el medio idóneo para lograr la sensibilización sobre
su importancia, asimismo, se deben incorporar las acciones preventivas a la propia cultura
ciudadana como parte de las actividades diarias y cotidianas, es decir, como una forma de ser
y actuar.

En resumen, es posible concluir que la clave principal para la reducción de desastres es la


prevención y que la cultura preventiva es el medio idóneo para lograr la sensibilización sobre
su importancia, asimismo, se deben incorporar las acciones preventivas a la propia cultura
ciudadana como parte de las actividades diarias y cotidianas, es decir, como una forma de ser
y actuar.
Probablemente ahora te estés preguntando: ¿cómo se construye la cultura de protección civil?
A continuación, se describirán los aspectos básicos a considerar para fomentar la cultura de
prevención y autoprotección.

LA CONSTRUCCIÓN DE UNA CULTURA PREVENTIVA

Es importante mencionar que para impulsar una cultura preventiva dentro de la sociedad es
necesario recordar que las estrategias y herramientas que se lleven a cabo incidirán en el
comportamiento humano, por lo que debemos tomar en cuenta lo siguiente:

➢ Las acciones de prevención no se pueden considerar como ocasionales ni parciales,


deben ser permanentes e integrales.
➢ Para su construcción se deben considerar aspectos físicos, sociales, económicos,
jurídicos, entre otros, del público objetivo al que estará dirigido.
➢ La cultura preventiva debe verse como esa acción colectiva, anticipada y sistemática
que trata de evitar o reducir los riesgos de desastres y por ende, la vulnerabilidad de
la población.
➢ Su principal herramienta es la conducta preventiva enfocada en atender las causas de
los desastres antes de que ocurran, éstas se encuentran en el comportamiento del ser
humano y no de la naturaleza.
➢ La cultura preventiva no se construye fácilmente y a corto plazo, implica el
compromiso del conjunto de autoridades, grupos científicos, responsables de
protección civil y de la sociedad.
➢ La cultura preventiva implica el cambio del comportamiento colectivo desde el nivel
individual, familiar, comunal y nacional.
➢ Requiere de la intervención en los conocimientos previamente adquiridos, de carácter
formal o informal, para formar o modificar actitudes, prácticas, creencias, hábitos y
valores.

Cabe señalar que muchos de los aspectos mencionados requieren de un rompimiento de


paradigmas muy arraigados que deben ser tratados con tacto, asistencia y colaboración de
líderes comunales en el manejo de riesgos que faciliten la familiarización de los temas.
Considerando la información anterior y de acuerdo con expertos y especialistas de la Oficina
de las Naciones Unidas para el Socorro de Desastres (UNDRO por sus siglas en inglés) y el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) (citado en Beltrán, 2004) para
lograr la reducción del riesgo de desastres, es decir reducir el impacto de los fenómenos sobre
la vida, bienes y entorno es necesario considerar las siguientes acciones:

➢ Mitigación: Se refiere a las acciones preventivas antes del desastre, por ejemplo, la
detección oportuna de riesgos dentro y fuera del hogar y su atención: un librero no
fijo a la pared, falta de mantenimiento a las instalaciones de electricidad, postes de
luz fuera de casa, etc.

➢ Preparación: Se entenderá como el conjunto de acciones precautorias que permitirán


reducir el impacto, anticipar el traslado de las comunidades y el resguardo de
pertenencias a lugares donde no se presente el peligro; por ejemplo, la práctica
constante de simulacros, donde es posible determinar tiempos de respuesta y verificar
la participación de cada integrante de la familia o comunidad.
➢ Alertamiento temprano y oportuno: Se refiere a la provisión oportuna de información
que indique a las autoridades federales, estales y municipales, así como a la población
expuesta en general, sobre la presencia de un peligro. Un buen ejemplo de este
aspecto es el Sistema de Alerta Temprana para Ciclones Tropicales (SAT-CT) que, a
través de códigos de colores, difunde medidas específicas de actuación antes, durante
y después de un ciclón.
LA COMUNICACIÓN Y EL DESARROLLO DE UNA CULTURA PREVENTIVA

Retomemos lo último que has visto: para fomentar la cultura de prevención y autoprotección
es necesario incidir en las formas de ser y hacer en materia de protección civil a través de un
cambio de dirección de acciones reactivas a acciones preventivas. Para lograr este cambio en
necesario contar con estrategias que nos permitan intervenir adecuadamente en esta
transformación y que la comunicación sea uno de los elementos principales para que éstas
funcionen como se desea.

Por ello es importante entender que el proceso comunicativo es inherente a la existencia


humana en grupo (sociedad) y a la propia configuración de la cultura, por lo que debe ser
considerada la amalgama de la interacción humana. En el siguiente diagrama se ilustra el
proceso de la comunicación humana y los elementos más significativos que lo rodean y que
sin duda influyen en la manera que se emite, se recibe y se comprende el mensaje.

De acuerdo con Beltrán (2004), la comunicación, en conjunto con la coerción y la persuasión,


permiten tocar las fibras sensibles de los miembros de una comunidad debido a que a través
de la coerción es posible establecer conductas y orientar el pensamiento con el fin de actuar
de formas determinadas. Por otra parte, la persuasión genera conductas a través de la
inspiración, motivación y la seducción para provocar acciones sin el uso de la manipulación.

La coerción es fácil de implementar y útil a corto plazo, ya que la imposición implica vigor,
provocando que las personas desistan del comportamiento inducido que se generó
involuntariamente, por ejemplo, cuando estabas pequeño seguramente te obligaban a comer
ciertos alimentos que no eran de tu agrado, pero que eran impuestos por alguien con cierta
autoridad y no podías negarte. Estos comportamientos obligados duran poco porque son
impuestos y no implementados a través de la educación, seguramente en este momento
difícilmente te obliguen a comer algo que no es de tu agrado.
La persuasión resulta más difícil y lenta al momento de la implementación, ya que la gente
debe adoptarla libremente y para ello es necesario romper diversas barreras. El
comportamiento logrado que resulta es duradero debido a que la gente se convence de ello y
lo acepta con voluntad. Este tipo de acciones son las que se llevan a cabo a través de la
educación, involucramiento y práctica consciente de qué se quiere hacer y, sobre todo, para
qué se tiene que hacer. Un ejemplo de lo anterior es el juego de la Ruleta del Conocimiento
que se lleva a cabo durante jornadas o ferias de Protección Civil, mediante la cual se involucra
a los participantes para que logren entender, comprender y adoptar las medidas que en un
momento podrían ser de utilidad para la prevención de riesgos o saber qué hacer en caso de
que se materialicen en emergencias o desastres.

La comunicación tendrá entonces dos vertientes: informar y formar. La comunicación


informativa se enfoca principalmente a la provisión de datos, mientras que la comunicación
formativa consiste precisamente en la persuasión. De la comunicación formativa se
desprende la comunicación educativa, misma que se puede dar a través de medios formales
y no formales, y es considerada por Beltrán (2004) como “el instrumento primordial para
poder fomentar en muchas personas las actitudes y prácticas más funcionales para la
reducción del riesgo” (p. 22).
Este tipo de comunicación permite un acercamiento a la gente en su propio entorno, se apoya
en el contacto humano, reiterativo y paciente que permite que la población objetivo se sienta
cómoda y genere cambios en su comportamiento.

En conclusión, la comunicación es una herramienta muy útil para sensibilizar y hacer


consiente a la población del mundo que habitamos y percibir el cambio que requiere la propia
sociedad.

ESTRATEGIAS GENERALES Y RECOMENDACIONES PARA EL


DESARROLLO DE UNA CULTURA PREVENTIVA Y DE
AUTOPROTECCIÓN

Cultura preventiva y de autoprotección: estrategias generales

Es importarte aclarar que la comunicación no se limita simplemente a la trasmisión de


mensajes, se requiere de un contexto y de una planeación precisa, en términos generales, de
una visión integral con un objetivo a futuro bien definido. Para ello, la comunicación debe
apoyarse en diversas herramientas de planificación estratégica y técnicas de comunicación
social que le ayuden a identificar las necesidades comunicativas y cuál es la mejor forma para
resolverlas, a través del establecimiento de objetivos específicos.

Para iniciar un proceso de planificación de una estrategia de comunicación se deben


considerar los siguientes aspectos:
Debes considerar que estos tres aspectos son considerados como momentos que se
desarrollarán en cadena:

➢ El primer momento representa la base cultural sobre la que vamos a intervenir


mediante una estrategia de comunicación. Lo primero que tenemos que hacer para
realizar el planteamiento de la estrategia es saber en dónde se implementará y cuáles
son las características de esa sociedad, es decir, tenemos que hacer un diagnóstico
general sobre nuestro público objetivo para definir posteriormente cuáles son los
elementos y medios (gráficos, cromáticos, contenidos, etc.) más adecuados a utilizar.
➢ El segundo elemento se refiere a que, a partir del diagnóstico general, se determinará
cuál es la verdadera necesidad comunicativa de ese grupo social en particular y cuáles
son los medios (impresos, electrónicos, multimedia, etc.) más idóneos de los que se
dispone para instrumentar el proceso de comunicación.
➢ Finalmente, cuando ya conoces al público objetivo, conoces su contexto y sabes su
necesidad y la manera más eficaz para emitir el mensaje, ahora ya puedes iniciar el
proceso de planeación de tu estrategia de comunicación.

CULTURA PREVENTIVA Y DE AUTOPROTECCIÓN: ESTRATEGIAS


GENERALES

Un ejemplo de planeación estratégica de comunicación es el establecido por el Modelo del


Proceso “P” que desarrolló el Centro para Programas de Comunicación de la Universidad
Johns Hopkins (Piotrow, 1997, citado en Beltrán, 2004).
El siguiente esquema presenta el modelo que consiste en una forma en espiral de seis pasos,
es decir, al finalizar la planeación es necesario volver al primer punto e iniciar nuevamente.
Esto te será de utilidad para desarrollar otros programas de comunicación. A continuación,
se muestran los pasos.

https://www.enaproc.gob.mx/tbgir/pluginfile.php/42/course/section/215/Regimendeplaneac
ionEstrategica.pdf

Como te darás cuenta, lo anterior es la esencia de los mensajes a comunicar. Antes de un


desastre se deben emitir mensajes orientados a informar a la población sobre las
características de los fenómenos y medidas de preparación y prevención con la intención de
que conozca los peligros a los que está expuesta y se prepare ante la presencia de un
fenómeno. Éste es el momento más importante y el que se tiene que reforzar, aquí es donde
le vas a decir a la gente cómo puede reducir los riesgos mediante el fomento de la cultura de
prevención y autoprotección.

El segundo momento, durante un desastre, hace referencia a la reacción de las autoridades,


población y medios de comunicación, así como a los apoyos inmediatos de subsistencia; la
información debe estar basada en cifras oficiales y evitar propagar rumores que únicamente
afectarán la reacción de la gente e incidirán en la credibilidad.

Es importante señalarte que la comunicación es un proceso cíclico, es decir, termina en el


mismo lugar donde inicia; es por eso que, una vez que ha pasado el fenómeno, es necesario
continuar difundiendo información que favorezca el regreso de la sociedad a la normalidad
incorporando resiliencia (esto es, mejorando las condiciones que existían antes del desastre
procurando no reconstruir riesgos) y, posteriormente, iniciar el ciclo comunicativo a través
de lo que se debe hacer antes de un desastre para evitar nuevas afectaciones y, mejor aún,
reducir o mitigar los efectos.
ESTRATEGIAS GENERALES Y RECOMENDACIONES PARA EL
DESARROLLO DE UNA CULTURA PREVENTIVA Y DE
AUTOPROTECCIÓN

Inventario de medios de comunicación o productos comunicativos para el fomento de


una cultura de protección civil

En este momento ya tienes las bases generales para comprender cómo llevar a cabo una
estrategia de comunicación preventiva, pero, para complementar esta información, ponemos
a tu disposición un inventario de productos comunicativos (también conocidos como soportes
comunicativos) para que conozcas las características de cada uno y puedas elegir
adecuadamente en el momento que lleves a cabo tu práctica.

Seguramente te han llegado diversos materiales (folletos, videos, audios, etc.) con fines
educativos, informativos y de promoción cultural, los cuales son elaborados por instituciones
públicas, privadas o universidades, entre otros. Estos materiales fueron diseñados
especialmente para un propósito (objetivo) y el medio, o soporte, fue elegido porque sus
características son las más adecuadas para el envío de un mensaje en particular, tal como lo
vimos anteriormente.

Para saber que estás eligiendo el medio de comunicación adecuado es necesario conocer un
poco más de ellos, es por ello que a continuación se explicarán sus características generales,
así como su clasificación; asimismo, se han colocado ejemplos gráficos que te ayudarán a
reconocerlos con facilidad.

CLASIFICACIÓN DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN

De acuerdo con lo señalado en el manual del difusor del proyecto TAISHIN, vivienda sismo
resistente (2012), los medios de comunicación se dividen, por su presentación, en impresos
y electrónicos. Los medios impresos son considerados también medios masivos porque
estamos en contacto con dicho material a diario y tienen uno de los mayores alcances
geográficos.
Medios impresos Medios electrónicos
• Revistas.
• Folletos.
• Sitio web
• Volantes.
• Boletín electrónico.
• Dípticos.
• Televisión.
• Trípticos.
• Radio.
• Periódicos.
• Redes sociales digitales.
• Carteles.
• Catálogos.

Los medios impresos, a su vez, se dividen por su estructura física, su periodicidad y su


carácter

Estructura física: Se clasifican en revistas, periódicos, folletos y, en general, todas las


publicaciones en papel que tengan como objetivo informar.

Estructura de carácter: Por su carácter, los medios de comunicación impresos se dividen


en informativos, de entretenimiento, de análisis y especializados.

Medios de comunicación impresos por su carácter:

➢ Informativos: Su objetivo es anunciar sobre cualquier acontecimiento que sea de


interés general, los más sobresalientes son revistas, periódicos o informes anuales.
➢ De entrenamiento: Su objetivo es anunciar sobre cualquier acontecimiento que sea de
interés general, los más sobresalientes son revistas, periódicos o informes anuales.
➢ De análisis: Su objetivo es anunciar sobre cualquier acontecimiento que sea de interés
general, los más sobresalientes son revistas, periódicos o informes anuales.
➢ Especializados: Su objetivo es investigar temas no comunes ni muy conocidos.
Dentro de este tipo de medios entra lo cultural, lo científico y, en general, todos los
medios que interesen a un sector determinado.
Para resumir la información te dejamos el siguiente esquema:

Características principales

Cada recurso cuenta con características específicas que lo hacen ideal para abordar ciertas
necesidades de difusión definidas.

Entre los medios impresos tenemos:

➢ Revistas: Publicaciones periódicas en forma de cuaderno con artículos de


información general o especializada con una cubierta flexible y ligera y a menudo
ilustrada. Existen revistas sobre todo y para todos. Este material es más accesible y
crea un vínculo con el lector, éste se identifica con el contenido y se apropia de él.
Por lo regular éstos se acompañan de diversas actividades como crucigramas,
lecturas, historietas, etc., y pueden estar dirigidas a diversos públicos.
➢ Folletos: Son publicaciones que tienen como finalidad informar a personas que tienen
interés sobre el tema. Suele ser de dimensiones pequeñas y limitado en sus páginas.
De acuerdo con la experiencia del CENAPRED, estos materiales son de gran utilidad
para repartir masivamente durante ferias de protección civil, ya que cuentan con un
lenguaje sencillo y de fácil entendimiento.
➢ Volantes (flyer): Es un material impreso que se utiliza para trasmitir información
publicitaria sobre productos y servicios o información puntual. Consta de una sola
hoja y dos caras impresas. Este material es muy útil para identificar o dar a conocer
a una institución, servicio o empresa, de tal manera que únicamente se colocará
información contundente y de gran impacto para atrapar al público objetivo. Los
volantes, también conocidos como flyers, tienen un carácter de vistosidad.
➢ Dípticos: Muy similar al flyer, pero compuesto por una hoja plegada que genera 4
caras. Como se te ha comentado, el díptico es similar al flyer, de hecho, es una
variante del mismo.
➢ Trípticos: Son folletos que se destacan por contener información más específica de
una institución o algún producto. Compuesto por una hoja con dos plecas que genera
seis caras. Este material presenta una mayor cantidad de información que se presenta
a detalle, comúnmente se utiliza para fines publicitarios.
➢ Periódico: Son folletos que se destacan por contener información más específica de
una institución o algún producto. Compuesto por una hoja con dos plecas que genera
seis caras. Este material presenta una mayor cantidad de información que se presenta
a detalle, comúnmente se utiliza para fines publicitarios.
➢ Carteles: Es una lámina de papel, cartón u otro material, normalmente de gran
tamaño, que sirve para anunciar o dar información sobre algún tema. Los carteles
suelen exponerse en lugares por donde pasan muchas personas para que el impacto
sea masivo a menor costo.
➢ Infografías: Las infografías son aquellas representaciones visuales que surgen a partir
de los textos, estás pueden dar una idea gráfica general sobre un tema o situación que
se presente. Tú puedes utilizar la infografía cuando quieres explicar las características
utilizando íconos, esquemas, mapas, etc. de un tema, dando mayor peso al tratamiento
gráfico.
➢ Catálogos: El catálogo es una publicación institucional cuyo fin es la promoción de
productos o servicios que se ofrecen. Un catálogo es la manera más ordenada de
exponer diversos productos o servicios al público consumidor y generalmente está
compuesto por varias imágenes que presentan visualmente los productos o los
servicios. El catálogo es principalmente visual. Este medio tiene un fin comercial o
de promoción, por lo que es recomendable si quieres mostrar colecciones o acervos
de libros, juegos, postales, etc.
➢ Fascículos: Son los cuadernillos o partes de un libro que se van publicando y
entregando a los lectores de forma periódica. Estos documentos son coleccionables y
muestran aspectos específicos de un tema, asimismo, difunden recomendaciones
útiles para los lectores. El CENAPRED utiliza éstos para informar a la población
aspectos relacionadas con cada fenómeno perturbador.
➢ Cartillas: Es el cuadernillo o tratado básico y breve de un arte u oficio donde se
ofrecen opciones para la ejecución de algún proceso. El CENAPRED utiliza estos
medios para ofrecer soluciones sencillas y prácticas a sus lectores sobre un tema en
particular, por ejemplo, cómo se puede reforzar una vivienda de forma económica y
sencilla.
➢ Tarjetas: Las tarjetas son un elemento de difusión que informa brevemente. Sus
dimensiones son pequeñas y su distribución es masiva. A través de este medio puedes
difundir breves textos de utilidad para la población, pero es importante que consideres
que las tarjetas deben ser visualmente atractivas para que el usuario las conserve e
incluso las coleccione.
➢ Separadores de libros: Es un recurso utilitario para la difusión masiva, el cual tiene
como finalidad difundir una idea general. Su función es muy similar a la de las
tarjetas, sin embargo, los separadores tienen dos finalidades, a la vez que difunden
información son de utilidad para el público interesado en la lectura.
➢ Cuadernos: Un cuaderno tiene como objetivo recaudar información técnica o
proveniente de alguna investigación para difundirla. Se asemeja a una revista
científica. Este tipo de cuadernos van dirigidos a un público especializado, ya que,
por su carácter técnico, no es comprensible para el público general.
➢ Informe: Los informes tienen como objetivo dar a conocer los proyectos y actividades
realizadas por alguna institución. Este tipo de medio es de carácter institucional, y se
publica periódicamente, por tanto, es de utilidad como referente para obtener
numeralia o datos duros sobre el desempeño y logros de la organización.
➢ Comics: Es un libro que contiene una narración breve de hechos imaginarios,
diseñado para informar sobre temas particulares. Los cuentos y cómics son de gran
utilidad para explicar e involucrar al lector dentro del contenido y lograr así el
entendimiento y comprensión de los mensajes. Funcionan para todo tipo de público
ya que utilizan un lenguaje coloquial y son atractivos visualmente, por lo que son de
gran aceptación por parte del público juvenil.
➢ Postales: Es un libro que contiene una narración breve de hechos imaginarios,
diseñado para informar sobre temas particulares. Los cuentos y cómics son de gran
utilidad para explicar e involucrar al lector dentro del contenido y lograr así el
entendimiento y comprensión de los mensajes. Funcionan para todo tipo de público
ya que utilizan un lenguaje coloquial y son atractivos visualmente, por lo que son de
gran aceptación por parte del público juvenil.
➢ Juegos de mesa: Los juegos tienen como finalidad difundir información de una
manera didáctica y divertida. Hace uso de la comunicación educativa para promover
la participación y envío de mensajes que permitan un cambio de actitud, ya que el
usuario (sobre todo público infantil y adolescente) se involucra en una dinámica y
adopta indirectamente los mensajes.

Entre los medios electrónicos tenemos:

➢ Sitio web: Es un documento que contiene texto y o gráficos que aparecen como
información digital en la pantalla de una computadora. Un sitio puede contener una
combinación de gráficos, texto, audio, video y otros materiales dinámicos o estáticos.
Las páginas de internet se han convertido en una ventana que muestra todos los
servicios que puede ofrecer una persona, institución o empresa, debe ser muy visual
y contener textos breves y precisos que muestran, a grandes rasgos, qué se hace y de
qué manera.
➢ Boletín electrónico: Un boletín electrónico es una publicación distribuida de forma
regular, generalmente centrada en un tema principal que es del interés de sus
suscriptores y se transmite o comparte por medios digitales, la diferencia es que en la
versión electrónica tienes muchos recursos multimedia, como animaciones, sonidos,
videos, etc.
➢ Televisión: La televisión es un medio de comunicación que ha alcanzado una difusión
sin precedentes, es usado por una cantidad muy significativa de personas para
satisfacer necesidades de información y entretenimiento. Es necesario que consideres
que para llevar a cabo un programa de TV o producir spots se requiere de un
presupuesto y una planeación muy particular, así como la gestión de tiempos al aire
para su transmisión.
➢ Radio: Es un medio de comunicación que se basa en el envío de señales de audio a
través de ondas de radio; si bien el término se usa también para otras formas de envío
de audio a distancia como la radio por internet. Este medio también requiere de cierta
gestión de espacios al aire, así como una estructura distinta a la televisiva. Dentro de
sus ventajas está que tiene una amplia cobertura y menor costo de producción y
transmisión en comparación con la televisión.

CIERRE

Ahora que has completado esta asignatura, puedes comprender de mejor manera la
importancia de adoptar actitudes y medidas de autoprotección en tu vida diaria.
Del mismo modo, todo lo aprendido sirvió para reflexionar y tomar conciencia acerca de la
trascendencia y efectos positivos en la sociedad de la prevención y la autoprotección.

No olvidemos que la cultura de protección civil es un proceso permanente, que se construye


día a día con acciones que comienzan desde el hogar.

También has conocido la importante función que tienen los medios informativos en la
opinión de las personas. Contar con un periodismo preventivo contribuye a tener una
sociedad preparada para enfrentar y mitigar desastres, reduciendo considerablemente las
pérdidas económicas y humanas.

Como puedes observar, se trata de una participación activa y corresponsable de la sociedad,


gobierno y medios de comunicación por concientizar y fomentar la cultura de la
autoprotección.

Ante emergencias, tu preparación hace la diferencia. Recuerda que la Protección Civil es


tarea de todas y todos.

A continuación, se muestra un mapa conceptual, el cual te permitirá identificar cuáles fueron


los temas principales que revisaste en la asignatura Cultura de la Autoprotección.
GLOSARIO

• Alertamiento: Se refiere a la provisión temprana y oportuna de información que


indique a las autoridades federales, estales y municipales, así como a la población
expuesta en general, sobre la presencia de un peligro. Un buen ejemplo de este
aspecto es el Sistema de Alerta Temprana para Ciclones Tropicales (SAT-CT) que, a
través de códigos de colores, difunde medidas específicas de actuación antes, durante
y después de un ciclón (UNDRO y PNUD, citado en Beltrán, 2004).

• Autoprotección: Conjunto de acciones encaminadas a la protección, realizadas por


uno mismo, para sí mismo (Dirección General de Protección Civil y Emergencias,
2013).
• Comunicación de riesgo: Proceso interactivo de intercambio de información y de
opiniones entre individuos, grupos e instituciones. Es un diálogo en el cual se discuten
múltiples mensajes que expresan preocupaciones, opiniones o reacciones a los
propios mensajes o hacia los aspectos legales y administrativos de su manejo.

• Comunicación formativa: Es la que se desprende de la comunicación educativa,


misma que se puede dar a través de medios formales y no formales (Beltrán, 2004).

• Comunicación informativa: Es aquella que se enfoca principalmente a la provisión de


datos (Beltrán, 2004).

• Comunicación social: Actividad de servicio público cuyo objetivo es la emisión de


información de carácter público de manera sistematizada, oportuna, ágil y veraz con
el objetivo de informar, persuadir, convencer y crear consensos respecto al ejercicio
de una actividad pública.

• Cultura: Según Eagleton (2001) es el conjunto de valores, costumbres, creencias y


prácticas que constituyen la forma de vida de un grupo específico. Brinda identidad
a los miembros de la sociedad que la integran en un determinado tiempo.

• Cultura de prevención y autoprotección: Para fines de esta asignatura, se llamará así


a la serie de acciones (involucramiento, desarrollo de conocimientos y participación
activa) de carácter primordialmente preventivo que la población debe identificar y
poner en marcha para la oportuna detección y reducción de riesgos en su entorno
(hogar, trabajo, escuela, etc.), y desarrollar el plan de protección civil más adecuado,
de tal manera que pueda saber qué hacer y cómo comportarse antes, durante y después
de una emergencia o contingencia derivada de algún fenómeno de origen natural o
antrópico.

• Desastre: De acuerdo con la Ley General de Protección Civil, desastre es el resultado


de la ocurrencia de uno o más agentes perturbadores severos y/o extremos,
concatenados o no, de origen natural de la actividad humana, o aquellos provenientes
del espacio exterior, que cuando acontecen en un tiempo y en una zona determinada,
causan daños y que por su magnitud exceden la capacidad de respuesta de la
comunidad afectada.
• Educación en protección civil: Actividades o medidas de adiestramiento,
capacitación, o instrucciones dirigidas a la población institucional y comunal en busca
de una trabajo coordinado y planificado, un conocimiento certero de las causas de los
desastres y fundamentalmente un cambio en los patrones de conducta de la población
para la reducción de riesgos de desastres.

• Estrategia de comunicación: Planeación de acciones comunicativas que permite


impulsar la eficacia y eficiencia de la información emitidas a través del diseño de
mensajes construidos a partir del público objetivo y su necesidad comunicativa (qué
necesitan saber y en qué momento lo requieren).

• Infografía: Las infografías son aquellas representaciones visuales que surgen a partir
de los textos y que pueden dar una idea gráfica general sobre un tema o situación que
se presente.

• Medios de comunicación o productos comunicativos: Diversos materiales (folletos,


videos, audios, clips de video, etc.) con fines educativos, informativos y de
promoción cultural. Estos materiales son diseñados especialmente con un objetivo y
el medio, o soporte, se elige a partir del objetivo del mensaje y si las características
del medio son las más adecuadas para el envío de un mensaje en particular.

• Mitigación: Acciones preventivas antes del desastre, por ejemplo, la detección


oportuna de riesgos dentro y fuera del hogar: un librero no fijo a la pared, falta de
mantenimiento a las instalaciones de electricidad, postes de luz fuera de casa (Oficina
de las Nacionales Unidas para el Socorro de Desastres (UNDRO) y el Programa de
las Nacionales Unidas para el Desarrollo (PNUD), citado en Beltrán, 2004).

• Percepción del riesgo: Proceso socio-cultural complejo que influye en el grado de


participación de la población en cuanto a la prevención, la preparación, la respuesta
y la recuperación de una situación de emergencia. También es un proceso cognitivo
(es decir, relacionado con el conocimiento) y emocional que depende de la
disposición mental para que una persona reciba y decodifique que el mensaje que está
recibiendo es de alerta. Implica que diferentes grupos, en función de sus
características socio culturales, tendrán diferentes interpretaciones de un mismo
hecho y diferentes necesidades de información, por lo tanto, responderán de manera
distinta a los estímulos que genera su exposición al riesgo y a los mensajes que
reciban

• Preparación: Se entenderá como el conjunto de acciones precautorias que permitirán


reducir el impacto, anticipar el traslado de las comunidades y el resguardo de sus
pertenencias a lugares donde no se presente el peligro, por ejemplo, la práctica
constante de simulacros, donde es posible determinar tiempos, verificar la
participación de cada integrante de la familia o comunidad (UNDRO y PNUD, citado
en Beltrán, 2004).

• Prevención: De acuerdo con la Ley General de Protección Civil, prevención es el


conjunto de acciones y mecanismos implementados con antelación a la ocurrencia de
los agentes perturbadores con la finalidad de conocer los peligros o los riesgos,
identificarlos, eliminarlos o reducirlos; evitar o mitigar su impacto destructivo sobre
las personas, bienes, infraestructura, así como anticiparse a los procesos sociales de
construcción de los mismos.

• Promoción de la cultura de autoprotección: Sensibilizar a las autoridades y a la


población en general a través diversos recursos comunicativos sobre los beneficios
de la participación, individual y colectiva, en materia de protección civil, mediante la
adopción de acciones preventivas desde el hogar que puedan mejorar las condiciones
de seguridad ante la presencia de un fenómeno de origen natural o antrópico.

• Promotor: Viene del verbo promover, que quiere decir adelantar, hacer avanzar algo
hacia un fin o en una dirección determinada (Colombres, 1992).

• Resiliencia: De acuerdo con la Ley General de Protección Civil, es la capacidad de


un sistema, comunidad o sociedad potencialmente expuesta a un peligro para resistir,
asimilar, adaptarse y recuperarse de sus efectos en un corto plazo y de manera
eficiente, a través de la preservación y restauración de sus estructuras básicas y
funcionales, logrando una mejor protección futura y mejorando las medidas de
reducción de riesgos.
• Riesgo: De acuerdo con la Ley General de Protección Civil, riesgo son los daños o
las pérdidas probables sobre un agente afectable, resultado de la interacción entre su
vulnerabilidad y la presencia de un agente perturbador.

• Subcultura: Divisiones dentro de las culturas que presentan características específicas


que las distinguen de las demás, pero que continúan compartiendo la identidad
general de la cultura a la que pertenecen.

BIBLIOGRAFÍA

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