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La economía es una disciplina que se enfoca en el estudio de cómo se producen, distribuyen y consumen
los recursos escasos para satisfacer las necesidades y deseos humanos. Se centra en analizar cómo las
personas, empresas y gobiernos toman decisiones sobre la asignación de recursos, la producción de
bienes y servicios, la distribución de la riqueza y los patrones de consumo.
La economía abarca una amplia gama de temas y se puede dividir en varias ramas, incluyendo:
Diversidad económica
(1er concepto)
Es un sistema económico confiable y productivo debe tener como objetivo la satisfacción de las
necesidades de la gente, mediante el uso equitativo y ecológicamente sustentable de los recursos del
planeta, teniendo en cuenta que no son inagotables.
La diversidad es parte indisoluble de la sustentabilidad y, como en cualquier otro orden, tal principio
también debe aplicarse al ámbito de la economía. La diversidad económica implica estrategias
económicas variadas, economías diversificadas (lo que supone un abanico de sectores y actividades
económicas, en lugar de una economía basada en una o dos mercancías), y diferentes actores dentro de
cada sector de la economía (es decir, no a los monopolios).
(2do concepto)
La diversidad económica se refiere a la variedad de actividades económicas, sectores y fuentes de
ingresos dentro de una región, país o economía en general. Implica que una economía no depende
exclusivamente de una única industria o sector para su sustento, sino que tiene una mezcla de
actividades económicas que contribuyen a su desarrollo y estabilidad.
La diversidad económica puede manifestarse en una variedad de formas. Puede incluir sectores como la
agricultura, la manufactura, los servicios, la tecnología, la energía, el turismo, la educación, entre otros.
Un ejemplo de diversidad económica sería un país que tiene una economía que no depende únicamente
de la exportación de un producto específico, sino que tiene una gama de industrias y servicios que
contribuyen a su Producto Interno Bruto (PIB).
Por sistema de producción se refiere a una serie de elementos organizados, relacionados y que
interactúan entre ellos, y que van desde las máquinas, las personas, los materiales, e incluso hasta los
procedimientos y el estilo de la administración.
Todos esos componentes relacionados hacen que las materias primas y la información que intervenga
en el proceso, sea transformada y llegue a ser un producto o servicio terminado, teniendo un resultado
de calidad, costo y plazo.
Oferta: La oferta se refiere a la cantidad de un bien o servicio que los productores están
dispuestos y pueden ofrecer en el mercado a diferentes precios. La cantidad ofrecida a menudo
aumenta a medida que el precio aumenta, lo que se conoce como una relación directa entre el
precio y la cantidad ofrecida.
Demanda: La demanda se refiere a la cantidad de un bien o servicio que los consumidores están
dispuestos y pueden comprar en el mercado a diferentes precios. La cantidad demandada
generalmente disminuye a medida que el precio aumenta, lo que se llama una relación inversa
entre el precio y la cantidad demandada.
Equilibrio de mercado: En un sistema de oferta y demanda, el precio y la cantidad de un bien o
servicio se determinan en el punto en que la cantidad ofrecida es igual a la cantidad
demandada. Esto se conoce como el equilibrio de mercado. El precio en este punto se llama
precio de equilibrio y la cantidad intercambiada se llama cantidad de equilibrio.
Interacción entre oferta y demanda: Los cambios en la oferta y la demanda afectan el precio y
la cantidad de un bien o servicio en el mercado. Si la demanda aumenta, por ejemplo, el precio
tiende a subir y la cantidad también tiende a aumentar. Si la oferta aumenta, el precio tiende a
bajar y la cantidad tiende a aumentar.
Flexibilidad de precios: En un sistema de oferta y demanda, los precios pueden ajustarse
libremente para reflejar los cambios en las condiciones del mercado. Por lo tanto, cuando la
oferta y la demanda cambian, los precios pueden aumentar o disminuir para restaurar el
equilibrio.
Este sistema de oferta y demanda es fundamental en las economías de mercado, donde los precios son
determinados por la interacción de compradores y vendedores en lugar de ser fijados por el gobierno.
Ayuda a asignar recursos eficientemente, ya que los consumidores tienden a comprar bienes y servicios
que valoran más, y los productores tienden a enfocarse en producir lo que tiene una demanda más alta.
Es importante señalar que el sistema de oferta y demanda no siempre garantiza la equidad en la
distribución de bienes y servicios, lo que ha llevado a debates sobre la necesidad de regulaciones y
políticas públicas para abordar desigualdades y problemas sociales.
Cadena de producción
La cadena de producción, también conocida como cadena de suministro o cadena de valor, se refiere a
una serie de etapas interconectadas que describen cómo se crea un producto o servicio, desde la
materia prima inicial hasta el consumidor final. Cada etapa de la cadena agrega valor al producto o
servicio, y la eficiencia en cada paso puede afectar la calidad, el costo y la disponibilidad del producto
final. La cadena de producción se puede dividir en las siguientes etapas:
Adquisición de Materias Primas: Esta es la primera etapa, donde se obtienen las materias
primas necesarias para la producción. Pueden ser recursos naturales, componentes
manufacturados u otros insumos.
Producción: Aquí, las materias primas se transforman en productos finales mediante procesos
de fabricación, ensamblaje o producción. En esta etapa, se añade valor al producto.
Distribución: La distribución implica el transporte y la logística de llevar los productos desde las
instalaciones de producción a los puntos de venta o a los consumidores. Esto puede incluir el
almacenamiento, la gestión de inventarios y la gestión de la cadena de suministro.
Venta y Marketing: En esta etapa, se promocionan y venden los productos o servicios al
mercado. Las estrategias de marketing, publicidad y ventas son cruciales para esta parte de la
cadena.
Consumo y Posventa: Una vez que el producto llega a los consumidores, se utiliza o consume.
En algunos casos, como en la industria de servicios, también puede haber etapas de posventa,
como el mantenimiento o el soporte técnico.
Reciclaje o Eliminación: En algunos casos, se incluye una etapa de reciclaje o eliminación
adecuada de productos al final de su vida útil. Esto es especialmente importante en la gestión
sostenible de la cadena de producción.
La eficiencia y la coordinación en cada una de estas etapas son esenciales para garantizar que los
productos o servicios se produzcan y entreguen de manera efectiva, a un costo razonable y con la
calidad deseada. La tecnología de la información y los sistemas de gestión desempeñan un papel
importante en la optimización de la cadena de producción, permitiendo un seguimiento y una
coordinación más efectivos en tiempo real.
Una cadena de producción eficiente puede ayudar a las empresas a reducir costos, mejorar la calidad,
acortar los tiempos de entrega y adaptarse mejor a las necesidades del mercado. También es un
componente clave en la gestión de la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa.
Economía Global:
Economía Local:
Enfoque Regional o Nacional: En una economía local, las actividades económicas se centran en
una región o país específico. El comercio y las transacciones económicas tienden a limitarse a
ese entorno geográfico.
Proteccionismo: En las economías locales, a menudo hay políticas de protección de la industria
nacional que pueden incluir aranceles y barreras comerciales para proteger la producción
interna.
Empresas y Negocios Locales: Las empresas locales son actores predominantes en una
economía local, y la producción y el empleo tienden a centrarse en la región o el país de origen.
Autosuficiencia: En algunos casos, las economías locales pueden enfocarse en la autosuficiencia,
produciendo la mayoría de los bienes y servicios que consumen a nivel local.
Es importante destacar que, en la práctica, la mayoría de las economías son una mezcla de lo global y lo
local. Por ejemplo, incluso en economías globales, existen mercados locales y pequeñas empresas que
operan principalmente a nivel regional. Del mismo modo, en economías locales, existe una creciente
interconexión global a través del comercio internacional, las inversiones extranjeras y la tecnología. La
elección de un enfoque más global o local depende de diversos factores, como la política económica, los
recursos disponibles y las necesidades y preferencias de la sociedad.
El Producto Interno Bruto (PIB) es una medida económica fundamental que se utiliza para evaluar la
salud y el tamaño de la economía de un país o región en un período de tiempo específico, generalmente
un año o un trimestre. El PIB representa el valor monetario de todos los bienes y servicios finales
producidos en el país durante ese período.
Método del gasto: Se suma el gasto total en bienes y servicios finales. Esto incluye el consumo
personal, la inversión empresarial, el gasto gubernamental y las exportaciones netas
(exportaciones menos importaciones).
Método de los ingresos: Se suma el total de ingresos generados en la producción de bienes y
servicios. Esto incluye los salarios, las ganancias empresariales, el alquiler y los impuestos menos
los subsidios.
Método de la producción: Se suma el valor agregado en cada etapa de la producción. Cada
etapa de producción agrega valor a medida que los bienes y servicios se transforman en
productos finales.
El PIB se utiliza para varios fines, entre ellos:
Medir el crecimiento económico: El PIB se utiliza para evaluar si una economía está creciendo,
estancada o en recesión. Cuando el PIB aumenta con el tiempo, generalmente se considera un
signo de crecimiento económico.
Comparar economías: El PIB se utiliza para comparar el tamaño y la salud económica de
diferentes países o regiones. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el PIB per cápita
(el PIB dividido por la población) puede proporcionar una imagen más precisa de la calidad de
vida en un país.
Política económica: Los gobiernos y los responsables de la formulación de políticas utilizan el
PIB para tomar decisiones sobre políticas económicas. Un aumento en el PIB puede indicar una
economía saludable, mientras que un declive puede llevar a la implementación de medidas para
estimular el crecimiento.
Planificación empresarial: Las empresas utilizan las cifras del PIB para tomar decisiones sobre
inversiones, expansión y gestión de riesgos.
Es importante tener en cuenta que el PIB tiene limitaciones. Por ejemplo, no mide la distribución de la
riqueza, la calidad de vida, ni los efectos negativos de la producción, como la degradación del medio
ambiente. Además, no siempre refleja con precisión la situación económica de todos los ciudadanos, ya
que el crecimiento económico puede beneficiar a unos más que a otros. Por esta razón, el PIB se utiliza
junto con otras medidas y estadísticas para obtener una imagen más completa de la salud económica de
una nación.