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Silvia Bleichmar
Introducción
Silvia Schlemenson
El objeto de estudio, en todos los casos, fue el aprendizaje. Lo que se intentó en cada una de las
conferencias que aquí se publican fue aproximarse a la comprensión del mismo, cuándo se
transforma en un problema, definirlo y posicionarse teóricamente en la interpretación de sus
perturbaciones.
La temática del fracaso escolar es mucho más abarcativa que la del aprendizaje. De modo que
al hablar de fracaso escolar, se evalúa y pondera el rendimiento alcanzado por el niño y el
tiempo que permanece dicho niño en cada uno de los niveles en los que se encuentra
estratificado el sistema.
La problemática del fracaso escolar resulta ser comprendida, de este modo, como una
problemática pedagógico-social que pertenece al ámbito Institucional y que trata de dar cuenta
del conjunto de los factores que inciden o perturban la posibilidad de alcanzar niveles de
conocimiento y aprendizaje socialmente institucionalizados.
Los Objetos, modalidades y situaciones que se eligen resulta ser, igualmente, intentos de
reencuentro y reproducción de aquellos placenteros momentos iniciales de relación con ese
Otro. Parecería ser, entonces que lo que importa en la comprensión subjetiva del proceso de
aprendizaje de un niño es la caracterización de los factores históricos fundantes que lo
significan y la descripción del entramado de las sustituciones y modos operar que lo
singularizan.
Silvia Bleichmar
Primera, cuestión entonces para abrir: todas las teorías que pretenden ofrecer un cuerpo
coherente respecto de la inteligencia, Se plantean los orígenes del pensamiento.
Tenemos que tener en cuenta que no hay una propuesta única del psicoanálisis sobre el
pensamiento, por lo cual me obliga a tomar partido por alguna de las opciones disponibles.
De modo simple, la cuestión sería la siguiente: ¿es el pensamiento algo que constituye el
patrimonio del sujeto desde punto de vista biológico, es decir desde su nacimiento mismo, o es
el efecto de las improntas de cultura que atraviesan al sujeto en los tiempos de su
estructuración? Para decirlo de una manera más simple: ¿se nace o no se nace con
representaciones?
Freud fue oscilante con respecto a esto. Dentro del freudismo, el problema del innatismo vs.
Cultura tiene vigencia, no sólo en el posfreudismo, sino en el Interior mismo de la obra
originaria. Freud va atravesando a lo largo de su Investigación, de su procesamiento de la
cuestión del inconsciente, posiciones alternativas.
Pero de lo que no abdica nunca –y esto atraviesa toda la obra, desde el innatismo o desde las
improntas más de cultura- es de que el inconsciente, y en consecuencia el pensamiento, no
surgen como correlato de la adaptación, sino que surgen como formaciones en el Interior del
proceso de constitución del sujeto como elementos de profunda desadaptación. Es decir, la
cuestión del pensamiento desde el punto de vista del psicoanálisis, así como la cuestión de la
sexualidad, surge rompiendo las nociones psicológicas asentadas de que el pensamiento es
adaptación.
Orígenes del pensamiento entonces, constituidos, como diría Lacan, en un aparato que lucha
contra el apremio de la vida. Que se constituye por relación al Otro, pero que al mismo tiempo
está totalmente en su modo de funcionar desligado originariamente de las necesidades de la vida
biológica.
Esta idea que aparece como fuerte del freudismo –se piense que esto se ha producido
endógenamente como piensan los que sostienen el concepto de pulsión como un representante
representativo por paralelismo psicolísico, o se piense como efecto de introducción sexualizante
del otro humano- de ambas maneras lo que está planteando es que la acción específica del
psiquismo no es la realización del acto consumatorio auto conservativo, sino que en los orígenes
es algo que está ligado a la cuestión del placer.
Esto quiere decir que no es pensable la problemática del interrogante ni la problemática del
conocimiento sino a partir de que el inconsciente ocupó su lugar como reprimido, que está
constituido el preconsciente o el Yo.
Con lo cual llegamos a una paradoja: por un lado la ciencia no es un problema del inconsciente,
pero por otra parte, sin inconsciente no podría haber ciencia en sentido estricto, dado el hombre
reducido a la inmediatez de lo real no podría estructurar interrogantes sobre lo real. MI perro no
se pregunta si yo voy a venir o no voy a venir cuándo no estoy. No arma un Interrogante sobre
mi ausencia. No se construye ciencia en presencia.
Con esto quiero plantear lo siguiente: por un lado, que el inconsciente como tal, como producto
de cultura, como lo específicamente humano altamente sofisticado, como aquello que está
ligado a la sexualidad en términos no genitales (no-con finalidad reproductiva), definido por
identidades de percepción, Es decir por el reencuentro permanente con indicios de lo real
reínvisten, reactivan huellas, en contraposición con el yo o con el preconsciente como una
lógica en la cual se juegan las categorías aristotélicas, en su relación, son condición del
pensamiento lógico tal como lo conocemos. Porque si un sujeto sólo tuviera el pensamiento
lógico, cuestión que podríamos compartir con los animales (por ejemplo cuando mi perro ve que
a cierta hora abro la heladero, y él tiene hambre, mueve la cola; pero en otro momento abro la
heladera y no me da bolilla), ahí hay todo una construcción lógica» pero esta construcción
lógica tiene una característica totalmente diferente, y es que no está marcada por interrogante
“me dará o no me dará”, es una lógica de la certeza, en tanto la lógica aristotélica es la lógica de
la duda, del tercero excluido, de la contradicción.
Los trastornos del aprendizaje, lo que puede decir el psicoanálisis es que para que haya pulsión
epíspistemofilica, para que haya interés, Que haya interpelación de la realidad, tiene que estar
constituido el sujeto de alguna manera.
Cuando hablamos de inhibición tenemos que tener en cuenta que es correlativa a un síntoma, es
un tiempo segundo. La inhibición de Hans para salir a la calle, por ejemplo, y el síntoma era el
miedo a los caballos, es decir, la inhibición era un tiempo segundo del síntoma. Por lo cual, el
síntoma se va convirtiendo progresivamente en inhibición. Esta última es un mecanismo a la
que acude el psiquismo para afrontar determinada problemática. Pero para que esto se produzca
tiene que haber defensas, tiene que haber un yo, tiene que haber preconsciente, tiene que haber
inconsciente reprimido. Solo un niño bien estructurado puedo producir una inhibición.
Yo planteo como trastornos aquellas emergencias patológicas que dan cuenta de algo no
constituido a nivel de la formación del aparato, sobre todo en la problemática del aprendizaje.
Por otra parte, la autora hace mención de las patologías del tercer mundo, esto hace referencia
con ciertas modalidades confesionales, cierto no funcionamiento de la lógica en el sentido
progresivo hegeliano. Estas formas deterioradas de los procesos intelectuales se ven en sujetos
del tercer mundo. Lo que se refiere con esta reflexión es que las formas arraigadas de
pensamiento son modalidades deterioradas de la marginación y de las migraciones. Debido a
esto, es más frecuente que se produzcan inhibiciones en las sociedades marginadas, ya que la
modalidad de pensamiento se encuentra deteriorada, por lo cual esto constituiría un síntoma en
sí mismo. A demás, suele suceder en las sociedades marginadas que se tiene que adaptar a una
cultura que no le es propia, y esto trae dificultades de todo tipo.
Voy a suponer que en buena medida las dificultades que los niños experimentan se producen
mientas, intentan comprender los objetos de Conocimiento de diferentes disciplinas, durante la
Interacción con los docentes y con sus pares.
Serge Tisseron
Siempre que sea posible, evitaré, entonces, en lo que sigue, emplear la palabra trasmisión.
Cuando el autor citado la emplee, la pondré entre comillas. En general preferiré la palabra
«influencia», que designa «una acción (“voluntaria no) que una persona ejerce sobre otra. Esas
acciones pueden ser consientes o inconscientes, morales, intelectuales o psíquicas.
Los complejos vínculos que ligan a cada uno con las generaciones que lo precedieron influyen
en sus relaciones con parientes colaterales y próximos. Pero sobre todo estas influencias son
considerables en la relación con los propios hijos. Se ejercen según mecanismos consientes,
pero también en gran parte inconscientes, y en sus aspectos tanto positivos como negativos. Si
las herencias psíquicas garantizan la conservación de las adquisiciones y del potencial espiritual
de la humanidad, también trasmiten a los hijos la carga de superar las cuestiones que quedaron
en suspenso el inconsciente de sus padres y ancestros. Aquí optaremos por considerar la palabra
influencia en un sentido amplio que comprende el conjunto de las situaciones vividas por un
sujeto, incluso las que son anteriores a su individuación.
Freud escribió que todo individuo está dividido entre dos necesidades, «ser para sí mismo su
propio fin» y «ser el eslabón de una cadena a la que está sujeto sin la participación su voluntad»
(1914). Veía la continuidad transgeneracional esencialmente en la constitución del superyó y del
ideal del yo. Efectivamente, para el niño el superyó no se constituye sobre el modelo de su
padre, sino sobre el modelo del superyó de este. Por estas instancias psíquicas (el superyó y el
ideal del yo) los padres consideran a sus hijos herederos de sus deseos irrealizados a la vez que
de sus propias inhibiciones y prohibiciones. Los hijos están capturados en sistemas de
dependencia de los padres y las influencias constituyen tanto una potencia como una
desventaja.
Plantean en particular una clara distinción entre las influencias intergeneracionales y las
influencias transgeneracionales. Las primeras son las que se producen entre generaciones
próximas en situación de relación directa. Las segundas se producen a través de la sucesión de
las generaciones: los contenidos psíquicos de los hijos pueden estar marcados por el
funcionamiento psíquico de abuelos o de ancestros que no han conocido, pero cuya vida
psíquica ha marcado a sus propios padres.
El concepto de introyección, tal como lo definen Abraham y Torok, se relaciona con la noción
freudiana de elaboración psíquica. La imposibilidad para un individuo de liquidar los efectos de
un traumatismo estaría en el origen de su psicopatología. Desde su punto de vista, la vida se
considera una sucesión de momentos felices o desgraciados, mínimos o importantes, pero cada
uno de ellos requiere una participación activa y consiente. En esta sucesión, la infancia y la
pubertad son momentos particularmente importantes, pero no los únicos. Existen muchas otras
situaciones que necesitan reelaboraciones psíquicas importantes.
Nicholas Rand (1993) define así la introyección «La introyección se desarrolla en tres etapas. 1)
Algo nuevo, desconocido (sea bueno o malo) me llega del exterior o surge en mí. 2) Me
familiarizo con eso a través del juego, la fantasía, la proyección y una infinita variedad de otros
procedimientos inconscientes o semiconscientes. En suma, me apropio de eso. 3) Tomo
conciencia finalmente de eso que me llegó y de mi encuentro progresivo con esa cosa. En
consecuencia, puedo designar y otorgar derecho de ciudadanía en mí al proceso completo.
Se hace posible pensar la dinámica psíquica entre las generaciones tomando en cuenta la
necesaria introyección, en el seno del yo y del grupo del que el sujeto forma parte, de cada uno
de los cuatro componentes del símbolo ligados a la complementariedad y a la congruencia de las
formas de mensajes que transitan por cada una de las interfaces humanas y que contribuyen a su
constitución.
Este abordaje nos permite además comprender que en caso de fracaso de la introyección, la
inclusión psíquica resultante se pueda manifestar de acuerdo con varias modalidades:
La vida psíquica conoce varios tiempos difíciles en la evolución del sujeto y de la familia.
Las primeras influencias del entorno sobre la vida psíquica comienzan desde el
estado fetal. Los ruidos y las formas vocales percibidos por el feto así como los
movimientos del cuerpo materno marcan al niño por nacer de un modo que escapa
totalmente a su control consiente, para determinar gustos y aptitudes que serán
remodelados, después del nacimiento, en función del entorno y de los
aprendizajes.
Un segundo momento corresponde a las relaciones precoces del niño con su primer
entorno. Todo niño se ve siempre confrontado con un mundo de significaciones
que desborda sus capacidades de dominio y de comprensión. Mediante la forma
como una madre sostiene a su hijo, como lo lleva, como lo acuna, lo alimenta, se
comunican modelos de la personalidad ulterior del niño, pero además un
«incognoscible» susceptible de alimentar una búsqueda ininterrumpida de sentido.
Un tercer momento importante de la vida psíquica se organiza en torno de las
identificaciones del niño con cada uno de sus dos padres, o con otros miembros de
su entorno familiar, en el momento de su entrada en el lenguaje. Estas
identificaciones «edípicas» son particularmente intensas entre el tercero y el quinto
año. El Niño puede así identificarse con los deseos consientes e inconscientes de
cada uno de sus dos padres respecto de él, pero también con sus objetos de deseo
consientes o inconscientes.
En toda familia, los momentos del nacimiento y de la muerte son También
momentos privilegiados, por los trastornos sociales y psíquicos que los acompañan.
En el nacimiento pueden operarse verdaderas aperturas psíquicas que permiten a
algunas familias integrar acontecimientos hasta ahí mantenidos separados de la
vida psíquica.
Pero también puede suceder, a cualquier edad, que algunos acontecimientos
puedan provocar efectos psíquicos que perturban sus relaciones con su entorno y,
como consecuencia, el establecimiento de los procesos simbólicos en sus hijos.
Todas las experiencias nuevas para el sujeto, requieren de un nuevo trabajo de
introyección.
Por último, las trasferencias de objetos materiales de una generación a otra pueden
ser portadoras de cada una de estas formas de simbolización parcial que hemos
considerado. Pueden admitir simbolizaciones mediatizadas por el lenguaje pero
también ser invocadas como indicadores o como iconos de elementos psíquicos –
representaciones o afectos— no verbalizados.
Causalidad curricular
La realidad está formada por una serie de sistemas en relación continua entre ellos. Definiremos
un sistema como un conjunto de elementos en interacción dinámica y organizados en función de
una finalidad. El individuo está inmerso en una realidad donde coexisten diversos sistemas, cada
uno con sus reglas, estructura e ideología. Nosotros, como psicopedagogos, estamos en contacto
también con diversos sistemas. Las continuas relaciones con otras organizaciones conforman y
explican la complejidad de las situaciones en que trabajamos, que viene dada por la variedad de
elementos existentes y por la interacción entre ellos. Las personas con las que trabajamos
forman parte ellas mismas, de sistemas diversos. Los sistemas son grupos que tienen su historia,
organización y características propias. Los sistemas con los que trabajamos en nuestro ámbito
son abiertos, que tienen una relación continua con otros de su contexto. Entre los diversos
sistemas se llevan a cabo intercambios constantes de informaciones y contactos, que al mismo
tiempo provocan reajustes constantes. Como sistemas abiertos, tienen una serie de propiedades,
características, estructura, reglas e historia. La teoría general de sistemas marca como
propiedades de los sistemas abiertos las siguientes:
Totalidad: El sistema tiene unas características que le son propias y que son originales
de ese sistema en particular. Los elementos de un sistema están relacionados de tal
manera que los cambios que se realizan en una parte del sistema conducen a cambios en
su totalidad. El sistema se comporta como un todo y los estímulos que se provocan en
una de sus partes comparten cambios y hacen que diferente de lo que era
anteriormente.
Equifinalidad: Se puede llegar a situaciones parecidas aunque se parta de condiciones
iniciales muy diferentes. Los cambios que se van produciendo a lo largo del tiempo en
los sistemas son los que determinan el estado actual en que nos hallamos, no las
características los elementos de que se partía.
Autorregulación: Los sistemas abiertos tienen influencias del exterior y del interior y
tienden a la modificación. Para que estos cambios no rompan la estabilidad del sistema,
intentan regularse a sí mismos y tienden ala homeostasis. Se atribuye gran importancia
a informaciones de retorno, a los efectos que provoca un elemento sobre otro en sus
comunicaciones sucesivas. Estas realimentaciones pueden funcionar en el sentido de
provocar un equilibrio atenuando los impulsos hacia el cambio (homeostasis) o bien
pueden acentuar y estimular la transformación.
Homeostasis y cambio
Los estímulos que provienen del exterior, del ambiente, y los que nacen en el interior
mismo del sistema afectan la estabilidad. Los sistemas intentan mantener un equilibrio entre
las tendencias que promueven una transformación Y las que tienden al mantenimiento
estable, con la finalidad de conseguir una homeostasis, un equilibrio que le permita
“sobrevivir. Cuando un sistema entra en una situación de crisis y se observan disfunciones,
es porque se rompe el equilibrio que antes se había conseguido. Es importante no proponer
cambios muy generales, sino que debemos plantear modificaciones relativas, poco
ambiciosas, en la creencia de que pequeños cambios provocados conllevarán otros.
Proceso: Aspectos relativos a las reglas que imperan en el funcionamiento del sistema y
también al momento evolutivo en que se encuentra. Cuando se establecen las pautas de
comunicación, se transforman en reglas que rigen el funcionamiento del sistema. En
cualquier sistema social hay unas reglas que explican el tipo de funcionamiento y de
comunicación entre sus elementos.
Contexto: La ideología familiar estaría constituida por toda una serie de creencias y por una
visión particular del mundo que influirá en su manera de hacer, y a veces, en las
expectativas que se ponen en los miembros de la familia. También en la escuela hay una
serie de creencias que marcan su funcionamiento, tanto por parte de los maestros como por
parte de los padres de los alumnos.
EL DIAGNOSTICO PSICOPEDACOGIO
Definición
La escuela
Es un Sistema abierto que comparte funciones y se interrelaciona con otros sistemas que
integran todo el entorno social. Es el familiar el que adquiere una entidad más relevante en
el tema educativo y en la actualidad vemos la escuela y la familia en una interrelación
continua. A nivel interno, la escuela puede convertirse en una institución potenciadora o
bien puede ser fuente de conflictos según cómo estén estructurados y se relacionen los
diferentes niveles jerárquicos o subsistemas. La escuela no puede actuar por su cuenta: hay
otro sistema más amplio, la administración del Estado, en el que está inmersa y que es el
que propone los objetivos mínimos que ha de conseguir cada alumno.
El profesor
Actúa en diferentes sistemas al mismo tiempo. En la escuela, en la comunidad con sus
propias características socio-culturales y económicas, en el ciclo, el nivel y el grupo-clase
que le toca en la escuela. AL mismo tiempo mantiene contacto con los padres de los
alumnos. El maestro tiene la responsabilidad de potenciar el desarrollo de todos sus
alumnos mediante el aprendizaje de una serie de diversos contenidos, valores y hábitos.
La familia
Como sistema tiene una función psicosocial de proteger a sus miembros y una función
social de transmitir y favorecer la adaptación a la cultura existente.
Cada familia, como todo sistema tiene una estructura determinada que se organiza a partir
de las demandas, interacciones y comunicaciones que se dan en su interior y con el exterior.
Esta estructura se forma a partir de pautas transaccionales de la familia, que se repiten e
informan sobre el mundo, el momento y con quien tiene que relacionarse cada uno.
El alumno
Una persona que juega uno de los diferentes roles que tienen lugar durante la vida. Es
importante no perder de vista la globalidad de la persona intentando no verla nada más
como alumno olvidando los otros sistemas en que está inmerso, como la familia, el grupo-
clase, etc. Ante todo, el niño está incluido en dos sistemas diferenciados: la escuela y la
familia. Es muy importante la relación que establezca en cada uno de los sistemas, y
también las interrelaciones entre los dos. La visión que cada uno de estos sistemas tenga del
niño será determinante para la definición del papel que el niño jugará en casa y en la
escuela. Se considerará que un niño presenta o no dificultades dependiendo de su contexto
externo; el grado de adaptación a la realidad de estos dos sistemas hará que el niño sea
considerado diferente, raro, o con dificultades.
El psicopedagogo
El hecho de estar a la vez fuera y dentro de la escuela es difícil a veces, y puede crear cierta
confusión, ya que podemos ser considerados como elementos que están dentro de la
escuela y otras veces nos hallamos fuera. Por ello es fundamental, establecer un contexto
de colaboración con el docente y la escuela frente a cualquier objetivo que nos planteamos.
También se hace necesario definir las relaciones que establecemos con los otros con
claridad. Se trata de explicar y aclarar cuál es nuestro ámbito de actuación, y en qué
contexto trabajamos, en que cosas podemos ayudar y en cuales no.
Tratamiento psicopedagógico
Rother
Capitulo 1
Tanto la teoría sistémica como los planteos de Piaget, Vigotsky y la psicología cognitiva
conciben al hombre como un otorgador de significados. Esto es lo que justifica, desde
nuestra perspectiva, interconectarlos bajo el marco teórico dé la PEI.
Diferenciamos el mundo (terreno), de los mapas que el hombre construye de ese mundo. Es
sobre los mapas del mundo de nuestros consultantes donde nos proponemos intervenir.
El modelo de la PEI el método por excelencia será el método clínico tanto para interrogar la
concepción del niño sobre un objeto de cocimiento como para intervenir sobre esta
concepción. Para decidir hacia donde intervenir, comparamos el desarrollo real del niño con
el desarrollo potencial. Dicho desarrollo potencial nos indicara el camino a seguir en el
tratamiento psicopedagógico: aquello que el niño logre realizar con nuestra ayuda o la de
sus pares en el grupo de tratamiento, será lo que nos propondremos que logre en forma
autónoma posteriormente. De esta manera buscaremos que el desarrollo potencial se
transforme en desarrollo efectivo a partir de la intervención en la ZDP del Niño. La analogía
con la computadora propia del modelo cognitivo del procesamiento de la información nos
posibilita intervenir desde micromodelos muy detallados para aquellos procesos que los
psicólogos cognitivos han estudiado experimentalmente.
La psicología genética
PlAGET propuso una explicación acerca del desarrollo de las estructuras cognitivas en
términos de equilibracion. La secuencia equilibrio- desequilibrio- reequilibrio de los
esquemas y estructuras, que resulta del interjuego de la asimilación y la acomodación, es
explicada mediante los conceptos de perturbación, regulación y compensación. La
perturbación, en tanto es percibida como tal, desemboca en desequilibrios, mientras que la
regulación y la compensación se refieren a las reequilibraciones. El motor del desarrollo se
sitúa así en los desequilibrios, que obligan al sujeto a “revisar sus esquemas y buscar su
superación.
La formulación de vigotsky
Para explicar como sucede que los procesos psicológicos superiores tienen su origen en
procesos sociales apela básicamente a los conceptos de internalizacion y ZDP. Él dice que para
entender al individuo, primero debemos entender las relaciones sociales en las que este se
desenvuelve. El tipo de procesos sociales sobre los que sitúa su interés principal es el
denominado interpsicologico. Los procesos interpsícologicos implican pequeños grupos (en
general diadas) de individuos implicados en una interacción social determinada y explicable en
términos de dinámica de grupos pequeños y práctica comunicativa.
Internalización
Definió la ZDP como la distancia entre el nivel de desarrollo real del niño tal y como puede ser
determinado a partir de la resolución independiente de problemas y el nivel más elevado de
desarrollo potencial tal y como es determinado por la resolución de problemas bajo la guía del
adulto o en colaboración con sus iguales más capacitados.
La ZDP nos muestra qué necesita ese niño en ese contenido específico para optimizar la
utilización de las herramientas cognitivas can. Las que cuenta. Se trataría de la Zona de
desarrollo próxima de ese niño en esa tarea específica. Basándose en las ideas de Vygotsky,
Bruner (1984) acuñó el término “andamiaje” para referirse a las conductas de los adultos
destinadas a posibilitar la realización de comportamientos, por parte del niño, que estarían más
allá de sus capacidades individuales consideradas do modo aislado. Los andamiajes serían, la
estructuración que los adultos hacen de las tareas para facilitar el aprendizaje de los mas
jóvenes.
Esta teoría se ocupa de la formulación de principios que son válidos para los sistemas en
general, aplicándolos a sistemas humanos y no humanos. En nuestro caso nos ha resultado
encarecedor el concepto de sistema para comprender las interacciones entre las personas.
Un sistema es un conjunto de objetos así como de relaciones entre los objetos y entre sus
tributos, en el que los objetos son los componentes o partes del sistema, los atributos son
propiedades de los objetos y las relaciones mantienen unido al sistema. En el sistema humano
los objetos son las personas y los atributos son sus conductas comunicacionales.
Los Individuos pueden ser vistos como elementos de un sistema y las familias, la
escuela, y los distintos grupos de los que forma parte un individuo, pueden ser
tratados como sistemas o subsistemas de sistemas más amplios.
La conducta de todo individuo es función de la conducta de otros individuos con lo
que mantiene relaciones.
Los individuos que mantienen relaciones más o menos estables pueden ser vistos
como miembros de un sistema.
La Conductas en un sistema se organizan en torno a dos ejes: interdependencia y
jerarquía.
Es un modelo estratégico, en tanto presta especial atención a la elección de cómo y con quien
trabajar. Se focaliza en la persona que está más preocupada por el problema escolar, es decir,
que da cuenta de la dificultad. Es por eso, que ella se encontrará en condiciones para colaborar
en la intervención planificada para resolver el conflicto.
Es un modelo constructivista porque entiende que el niño conoce a partir de sus esquemas
interpretativos, a través de una actividad intelectual que se apoya en sus ideas previas
respecto de aquello que conoce. La intervención psicopedagógica estará orientada a permitir
una intervención en el aspecto cognitivo.
Es un modelo interaccional porque entiende que los problemas no están en las personas sino
entre las personas o entre un nulo y un objeto de conocimiento. La relación entre el niño y
el conocimiento pertenece al dominio cognitivo, en tanto que lo relacionado a las relaciones
entre las personas pertenece al dominio de lo interaccional.
1. Un problema solucionable
2. Una meta alcanzable en un plazo de tiempo y
3. Nuevas soluciones
Con co-contruccion nos referimos al proceso por el cual el terapeuta interactúa con los
consultantes con el objetivo de acordar explícitamente:
1. Que es lo que piensa que debe modificase ( co-construccion del motivo de consulta)
2. Que indicios se tomara para evaluar que los cambios se han comenzado a dar en la
dirección deseada ( co- contrusccion de una meta mínima )
3. Cuáles son las acciones alternativas para llegar a esa meta
Clasificación de problemas
Capítulo 2
El tratamiento psicopedagógico
El subsistema terapéutico trabaja con el niño, los padres y el docente con el objetivo de llegar a
un acuerdos básicos acerca de cuál es el problema, que debe hacerse para solucionarlo, que debe
tomarse como indicado de mejoría y cómo debe hacerse lo acordado. Estos acuerdos apuntan a
lograr resultados permanentes y abreviar la duración del tratamiento.
La intervención con el niño se realiza guiada por dos objetivos: interacciónales y cognitivos.
Los objetivos cognitivos apuntan a la resignificación de distintos objetos de conocimiento, entre
ellos, los contenidos escolares; construcción de significados.
El trabajo con padres y docente se diseña una estrategia terapéutica que dependerá del
diagnóstico. Si se trata de un problema cognitivo la estrategia terapéutica apuntará a que todos
los subsistemas habilitados para tal fin estimulen en el mismo sentido los esquemas de
significación del niño. Dicha estimulación para ser eficaz, deberá situarse en la ZDP del niño.
Se le puede propiciar información al docente sobre el funcionamiento cognitivo del niño que le
permita adecuar el proceso de enseñanza-aprendizaje a las necesidades de éste.
Si se trata de un problema mixto (con componentes cognitivos e interacciónales) la estrategia
terapéutica comenzara por los aspectos interacciónales para, posteriormente, abordar aspectos
cognitivos.
El profesional hará uso de intervenciones directas o indirectas. Las primeras son aquellas que
explicitan al paciente lo que debe hacer. Incluyen desde recomendaciones y sugerencias, hasta
directivas, Las segundas implican un rodeo por parte del terapeuta y pueden mostrar en forma
más o menos explícita el camino que se ve como beneficioso, pero se caracterizan por no
solicitar al paciente que lo siga.
Denomina encuadre a las variables que se mantienen fijas en el tratamiento. El encuadre incluye
día y horario, lugar, honorarios, frecuencia, modalidad, duración, criterios de alta, baja y
funciones de cada uno. La frecuencia es semanal. Si la modalidad es grupal, se trabaja
paralelamente en grupo de padres y de niño. Si en cambio, la modalidad es individual, la
frecuencia de fas entrevistas con padres disminuye, la frecuencia de las entrevistas con el
docente es mensual.
La duración del tratamiento es de cuatro meses, al final de los cuales se evalúa con los padres, el
docente Y el niño la necesidad o no de continuaren función de los logros alcanzados hasta el
momento. En caso de continuar se efectúa un recontrato.
Modalidad grupal
La conformación de grupo de padres se realiza en función de los niños, es decir que los padres
de los niños que pertenecen a un grupo constituyen el grupo de padres con el que se trabaja
paralelamente.
Desde el punto de vista afectivo o emocional, los niños que conforman los grupos tienen
sentimientos similares de inadecuación en relación de aprendizaje. Este espacio les permite
experimentar que ellos no son los únicos que tienen problemas. El hecho de que los niños
compartan el mismo sentimiento, permite al psicopedagogo una línea de intervención que los
afecte a todos. El intercambio grupal es muy rico.
Desde el punto de vista de los progresos cognitivos, la modalidad de tratamiento grupal también
ofrece beneficios que se pueden capitalizar en la medida en el que el psicopedagógica
intervenga para ello. La confrontación de puntos de vista propios con los ajenos es un factor
determinante para el progreso intelectual.
Debe incluir el trabajo con contenidos escolares en sesión y, trabajando en ZDP, dirigir su
intervención a facilitar la construcción, por parte del niño, de nuevos significados para los
contenidos escolares que le generan dificultad. En el enfoque cognitivo, la infracción apunta a
desarrollar esquemas de significación más ajustados al contenido escolar específico. El enfoque
interaccional persigue optimizar el vínculo con el contenido escolar, de manera que se facilite la
progresiva significación del mismo.
Son Parte de la estrategia general del tratamiento. En función de ellos se establecen los
procedimientos terapéuticos más adecuados para alcanzarlos. En un grupo, cada niño tiene
necesidades particulares y otras comunes al grupo. Estas son objetivos generales y específicos, y
serán de acuerdo a su contenido interacciónales o cognitivos.
Los objetivos generales expresan lo que el niño debe lograr para resolver el problema escolar, se
debe cumplir para lograr el alta del tratamiento los objetivos específicos se desprenden de los
objetivos generales. Expresan las conductas concretas que el psicopedagogo se propone ver en
los niños durante las sesiones. Son metas mínimas, como indicadores de que el objetivo general
se está alcanzando. En la medida que se van cumpliendo se van reemplazando por otros hasta
que se logran alcanzar los objetivos generales. Esto a su vez permite saber si el tratamiento es
adecuado o no.
Los juegos de dramatización nos ayudan cuando necesitamos recrear, dentro del grupo, una
situación particular donde los niños Desempeñan diferentes roles. Permite intervenir tanto en
aspectos cognitivos como interacciónales. En lo cognitivo se puede dramatizar situaciones de la
vida diaria donde se utilizan conocimientos culturalmente compartidos que en el colegio se
conocen como matemática o lengua. En cuanto a objetivos interacciónales se puede dramatizar
una situación escolar que inquiete a los niños. Luego se puede conversar sobre ello acerca de las
ventajas y desventajas de los distintos comportamientos y como podría llevarse a cabo. Se
pueden practicar las nuevas conductas mediante dramatizaciones en el grupo.
Cesar Coll Salvador
Capítulo 5
No basta con colocar los alumnos unos al lado de otros y permitirles que interactúen para
obtener automáticamente unos efectos favorables. El elemento decisivo no es la cantidad de
interacción, sino su naturaleza. La Loma de conciencia de este hecho ha llevado a intensificar
los esfuerzos dirigidos a identificar los tipos de organización social de las actividades de
aprendizaje que posibilitan modalidades interactivas entre los alumnos especialmente favorables
para la consecución de las metas educativas. De este modo, el paradigma dominante durante los
últimos veinte años en el estudio de las relaciones alumno-alumno la consistido en registrar y
comparar las pautas interactivas y los resultados del aprendizaje que se obtienen mediante
organizaciones grupales de las actividades escolares netamente contrastadas entre sí.
En la perspectiva de la teórica del campo de Kurt Lewin, estas formas de organización han sido
operativizadas atendiendo al tipo de interdependencia que existe entre los alumnos respecto a la
tarea a realizar o el objetivo a conseguir en el transcurso de las actividades de aprendizaje. De
este, modo, siguiendo formulaciones previas de Lewin (1935) y de Deutsch (1949), Johnson ha
definido las tres organizaciones mencionadas como sigue.
Los resultados de 122 investigaciones, realizadas todas ellas con muestras de alumnos de
Estados Unidos, son sometidos a un meta-análisis utilizando diversas técnicas. Como es sabido,
el meta-análisis se aplica a un conjunto de investigaciones que estudian la misma problemática
que comparten las principales variables dependientes e independientes. El meta-análisis permite
determinar la probabilidad de que los resultados de las diferentes investigaciones puedan
atribuirse al azar, con lo que se obtiene una panorámica de conjunto do las tendencias surgidas
por los resultados disponibles en un momento dado. Procediendo de este modo, Johnson y sus
colegas llegan a unas conclusiones que pasamos a describir brevemente. Recordemos, una vez
más, que, por las características del trabajo, estas conclusiones pueden ser consideradas un
balance de los conocimientos actuales sobre el tema.
En Segundo lugar, incluso cuando el análisis concierne a los efectos de los diferentes tipos de
organización social de las actividades de aprendizaje sobre el rendimiento escolar, la
perspectiva, habitualmente adoptada, correspondo a lo que Doyle ha denominado “paradigma
proceso-producto do la enseñanza”, paradigma quo se caracteriza por dejar de lado los factores
motivacionales y cognitivos implicados en el aprendizaje.
Un intento que ha demostrado ser particularmente fructífero y que encierra, a nuestro entender,
grandes perspectivas de futuro es el que ha cristalizado en la hipótesis del conflicto
sociocognitivo, que constituye en realidad una extensión y un replanteamiento de algunos
aspectos de la teoría genética. Piaget ha contribuido indirectamente a popularizar un tipo de
análisis de la relación profesor-alumno que prevé que la autoridad del primero conducirá casi
inevitablemente al segundo a adoptar casi mecánicamente sus explicaciones sin que medie
construcción intelectual alguna. Esta visión limitada de la relación que puede darse entre un
adulto y un niño, entre un profesor y un alumno, ha llevado a muchos psicólogos de la
educación de orientación genética a fijarse de manera exclusiva y unilateral en las relaciones
que el alumno establece con los objetos, como si la construcción del conocimiento dependiera
únicamente de estas relaciones.
Es interesante destacar que el trabajo colectivo no siempre sus frutos de manera inmediata
durante la realización en de la tarea, sino que en algunos casos se manifiestan en las
producciones individuales del postest.
hay dos situaciones tipo en las que no se observa progreso alguno en las competencias
intelectuales de los participantes en la actividad grupal: cuando uno de los miembros impone su
punto de vista a los otros, que se limitan a adoptarlo, y cuando todos los miembros tienen el
mismo punto de vista sobre la realización de la tarea. Por el contrario, hay casi siempre un
progreso cuando en el transcurso de la realización grupal de la tarea se produce una
confrontación de puntos de vista moderadamente divergentes sobre la manera de abordarla.
Importa poco que la confrontación se Produzca entre puntos de vista correctos e incorrectos, o
bien que los puntos de vista sean incorrectos por ambos lados. Dicho de otro modo, los
resultados sugieren que el factor determinante para que se produzca un progreso intelectual es la
posibilidad de confrontar los puntos de vista propios con otros ajenos, independientemente del
grado de corrección de ambos, que es hasta cierto punto un aspecto secundario, al menos en lo
que concierne a la interacción entre iguales.
Según Johnson y Johnson (1979), en la controversia resucita cíe forma constructiva se produce
un conflicto conceptual que, a su vez, genera sentimientos de incertidumbre y un desequilibrio
cognitivo y afectivo en los participantes; este desequilibrio lleva –a buscar nuevas
informaciones y a analizar desde perspectivas novedosas las informaciones disponibles.
Salvando las diferencias terminológicas, es obvio el paralelismo de esta formulación con la que
proporciona ja hipótesis del conflicto sociocognitivo.
Como es sabido, Vigótsky, propuso el concepto de ZDP para explicar el desfase existente entre
la resolución individual y social de problemas y tareas cognitivas: a menudo, las personas
somos capaces de resolver problemas o de efectuar aprendizajes nuevos cuando contamos con la
ayuda de nuestros semejantes, pero en cambio, no conseguimos abordar con éxito estas mismas
tareas cuando disponemos únicamente de nuestros propios medios. La ZDP es la diferencia
entre el nivel de las tareas realizables con la ayuda de los adultos y el nivel de las tareas
realizadas independientemente. El aprendizaje se sitúa en esta zona: lo que en un principio el
niño es capaz de conocer o hacer únicamente con la ayuda de un adulto, con el aprendizaje llega
a ser capaz de conocerlo o hacerlo por sí solo. Se llega a concebir las relaciones entre desarrollo,
aprendizaje y enseñanza en una perspectiva distinta a la de Piaget: “el proceso de desarrollo no
coincide con el aprendizaje, el proceso de desarrollo sigue al de aprendizaje, que crea el área de
desarrollo potencial” (Vigotsky).
“El rasgo esencial del aprendizaje es que engendra el área de desarrollo potencial, o sea, que
hace nacer, estimula y activa en el niño un grupo de procesos internos de desarrollo dentro del
marco de las interrelaciones con otros, que a continuación Son absorbidos por el curso interno
del desarrollo y se convierten en adquisiciones internas del niño (…) El proceso de aprendizaje
es una fuente da desarrollo qué activa nuevos procesos que no podrían desarrollarse por sí
mismos sin el aprendizaje”
Junta a la función comunicativa, el lenguaje tiene también una función reguladora de los
procesos cognitivos, pues, parafraseando a Lavina, el intento de formular verbalmente la
representación propia con el fin de comunicarla a los demás obliga a reconsiderar y reanalizar lo
que se pretende transmitir. El proceso de interiorización marca el paso de la regulación externa,
social, interpsicologica, de los procesos cognitivos mediante el lenguaje de los demás, a la
regulación interiorizada, individual, intrapsicologica, de los procesos cognitivos mediante el
lenguaje interno.
Construcción y educación
Mario Carretero
Todo proceso de enseñanza tiene entre sus fines últimos que el individuo adquiera nuevo
conocimiento y transforme el que ya posee.
La idea central de toda la teoría de Piaget es que el conocimiento no es una copia de la realidad,
ni tampoco se encuentra totalmente determinado por las restricciones que imponga la mente del
individuo, sino que es producto de una interacción entre estos dos elementos. Por tanto, el sujeto
construye su conocimiento a medida que interactúa con la realidad. Esta construcción se realiza
mediante varios procesos, entre los que se destacan asimilación y acomodación. En el caso del
primero, el individuo incorpora la nueva información haciéndola pate de su conocimiento,
aunque esto no quiere decir necesariamente que la integre con la información que ya posee. En
cuanto a la acomodación, se considera que mediante este proceso la persona transforma la
información que ya tenía en función de la nueva.
Esta dinámica se puede aplicar a cualquier proceso de adquisición de conocimiento, sea este un
macroproceso o un microproceso. En última instancia, el desarrollo cognitivo, desde el punto de
vista piagetiano, no es más que una sucesión de interacciones entre procesos de asimilación y
acomodación en pos de equilibrios cada vez más estables y duraderos. Todo ello supone que
este modelos pueda aplicarse también al dominio de informaciones de complejidad muy
distinta.
En los momentos que es más notoria la ruptura del equilibrio, es justamente en el pasaje de un
estadio a otro. Un estadio piagetiano posee las siguientes características:
Estadio sensoriomotor
Este período se extiende desde ci nacimiento hasta el final ele los dos años de vida. En ese
tiempo, el niño pasa del comportamiento reflejo supone una completa indiferencia entre el yo y
el mundo a una organización intencionada y coherente de sus actuaciones puramente prácticas,
es decir, sin actividad representativa organizada. Es evidente que para un adulto resulta muy
difícil imaginar un mundo sin representación, pero quizá merezca la pena hacerlo para entender
mejor en qué consiste la cognición durante la primera infancia. Es decir, cuando el objeto
desaparece del campo visual del niño, para el desaparece, ya que todavía no tiene constituida la
noción de objeto permanente (los objetos físicos siguen existiendo y siguen siendo los mismos,
aunque cambie su aspecto o desaparezcan de su vida).
Por supuesto, el desarrollo de las nociones de tiempo, espacio y causalidad en los niños
pequeños sigue una evolución paralela a la de su inteligencia práctica. Sin embargo, al final del
período sensoriomotor ha logrado una gran integración y diferenciación sensorial que produce
una perfecta distinción entre los diferentes espacios «prácticos».
Este estadio se suele subdividir en dos. E1 primero se extiende, aproximadamente Entre los dos
y los siete años. Constituye una fase que se ha solido llamar de inteligencia preoperatoria o
intuitiva, debido a que las capacidades de este período todavía no poseen la capacidad lógica
que tendrán en el subestadio posterior, período que se extiende entre los siete y los doce años y
en el que se logra una mayor estructuración de las habilidades cognitivas. Durante el primer
período, el alumno va a reconstruir en el plano verbal todas las adquisiciones conseguidas
durante el estadio sensoriomoror. En este sentido, el lenguaje tendrá un desarrollo
impresionante, llegando a constituir no sólo una adquisición muy importante, sino también un
instrumento que posibilitará logros cognitivos posteriores. La adquisición del lenguaje entra en
relación con lo que Piaget llama como función semiótica. Dicha función no tiene que ser
necesariamente verbal y, por tanto, se desarrolla también con la contribución del dibujo,
imitación diferida, las imágenes mentales y el juego simbólico.
Por supuesto que no es comparable con el lenguaje adulto, pero implica un avance
extraordinario para el niño por que implica la comprensión parcial de determinadas parcelas de
la realidad y la posibilidad de comunicar dicha comprensión a otros niños y a los adultos.
Por otro Lado, entre estos mismos dos y siete años aparecen importantes tendencias en el
contenido del pensamiento. Nos referimos al animismo, al realismo y al artificialismo. Tienden
a confundir los aspectos objetivos con los subjetivos. Confunden los sueños con la realidad, o
culpan al objeto de haberse golpeado con él, como si tuviera vida.
En cuanto a los aspectos estructurales del pensamiento, puede decirse que los niños, antes de los
siete años, no poseen la capacidad de realizar operaciones mentales. En términos Piaget, dichas
operaciones se definen como «acciones interiorizada y reversibles, integradas en un sistema de
conjunto». Serán estas operaciones mentales las que le proporcionarán al niño, entre los siete y
los doce años, la capacidad de entender, entre otras, las importantes nociones de conservación.
Para entender esto, el niño tiene que representarse o interiorizar la transformación de pasar el
agua de un vaso a otro, y al revés, lo cual implica una reversibilidad. De hecho, a los siete años,
aproximadamente, no sólo aparece la capacidad de conservar, sino también las de clasificar, y
seriar y la de resolver problemas que impliquen nociones científicas similares.
Junto a los cambios corporales que los alumnos atraviesan en la pubertad, también se producen
en las capacidades cognitivas. Aproximadamente al mismo tiempo que los alumnos realizan el
sexto curso de la EGB comienzan a aparecer algunos cambios notables en su manera de pensar
y resolver problemas. Así, suele considerarse que este estadio comienza entre los once y los
doce años para consolidarse entre los catorce y los quince años.
El pensamiento formal, es proposicional, es decir que no razona solo en base a hechos u objetos
que tiene delante de si, sino también sobre lo posible. Como lo posible se représenla mediante
proposiciones verbales, éstas constituyen para el alumno adolescente un demento fundamental
en su desarrollo cognitivo, ya que utiliza dichas formulaciones para representar sus propias
acciones sobre el problema que se le plantea.
Una De las críticas más importantes que ha recibido la teoría de Piaget ha sido la de que
formula el desarrollo cognitivo en términos de estructuras lógicas cada vez más complejas; esta
noción ha parecido insuficiente y ambigua a muchos psicólogos.
Cualquier persona (al igual que un ordenador) tiene dos tipos de memoria: una es la
permanente, donde se almacena toda la información que se ha introducido en el ordenador, y
otra distinta es la memoria transitoria, con la que puede trabajar hasta que trasfiere finalmente la
información a la memoria permanente. La memoria a largo plazo es como la memoria
permanente de un ordenador. Es decir, posee todos los conocimientos de que disponemos los
seres humanos Y que vamos adquiriendo a lo largo de nuestra experiencia. Sin embargo, para
que la información pase a formar parte de nuestra memoria a largo plazo, es preciso antes
procesarla, mantenerla durante algún tiempo y otorgarle algún tipo de plan en nuestra memoria
a corto plazo, al igual que ocurre en los ordenadores.
Constructivismo y aprendizaje
Según Piaget, el aprendizaje depende del nivel de desarrollo cognitivo del alumno. Según
Vigotsky, el aprendizaje también es un motor del desarrollo cognitivo, y no sólo a la inversa.
Según psicólogos actuales, el aprendizaje es un proceso constructivo interno. Por lo tanto, no
basta la presentación de una información a un individuo para que la aprenda, sino que es
necesario que la construya mediante su propia experiencia interna.
Chicos en banda
Silvia Duschatzky
Cristina Corea
¿Qué papel le confiere el psicoanálisis al padre? Al igual que la función materna se trata de una
función simbólica, es decir, no importa quién la ejerza sino la posibilidad de que sea inscripta
significativamente. El padre es el representante de la ley y como tal el portador de los discursos
sociales legitimados. El padre es el encargado de romper la simbiosis entre madre e hijo y el que
reparara esa “pérdida” con la puesta a disposición de objetos sustitutos (símbolos, ideas,
instituciones, ritos) que facilitarán la exogamia.
A continuación vamos a describir las alteraciones sufridas por el modelo paterno-filial que
constituyó el núcleo de la organización familiar. A modo de rápido punteo desmutaciones:
pérdida de la condición salarial, incertidumbre respecto del futuro, flexibilidad laboral, dilución
de las protecciones sociales, borramiento de las fronteras generacionales, pasaje del saber a la
información con sus efectos concomitantes en la devaluación de la experiencia y la transmisión
intergeneracional.
Ante el agotamiento del dispositivo familiar, los registros ofrecen tres modalidades subjetivas
de habitar la nueva situación, que nombraremos de la siguiente manera: desubjetivación,
resistencia e invención.
Desubjetivacion
En las ruinas de esa experiencia histórica vemos emerger nuevas relaciones que no sólo ponen
de relieve la simetrización o indiferenciación de lugares sino más bien la pérdida de toda
referencia en la cual anclar. Quizás haya pensar que lo propio de nuestras circunstancias es
ausencia de referentes y anclajes y que, por lo tanto, cual-= sistema de referencias que se arme
conlleva la oportunidad de un proceso subjetivante.
Es interesante advertir que estas alteraciones a menudo son acusadas como vacío por parte de
los hijos. Los momentos donde se hace más visible la circulación del dolor, el desamparo y una
suerte de llamado a las figuras protectoras de los padres, se dejan ver en los relatos sobre las
experiencias familiares.
Es frecuente que en los relatos la maternidad aparezca desinvestida de sentido. No darse cuenta
significa que algo del orden de la percepción ha fallado. La desubjetivación en este caso la
imposibilidad de instalar alguna condición subjetiva para hacer algo con lo real de un embarazo.
Los modelos de paternidad y maternidad burgueses están destituidos. Se abren, entonces, dos
caminos: el de la supervivenciaa o el de la subjetivación. El embarazo, el nacimiento, la
reproducción pueden ser meros hechos reales, biológicos, avatares del viviente, de los que ni
siquiera es preciso “darse cuenta” –tal como parece insinuarse en uno de los testimonios-. Pero
también, en la medida en que la situación exige altas cuotas de implicación, podría ser una
ocasión de decisión, de responsabilidad, de subjetivación.
Resistencia
Resistencia expresa cierta actitud de defensa, algo así un modo de abroquelarse para protegerse
de los efectos riesgosos que acechan la existencia. La familia aparece aquí como el lugar de
refugio y preservación. La alteración del modelo se registra entonces en el tránsito familia que
propiciaba la salida al mundo a una familia preserva de los riesgos del mundo. Tradicionalmente
la familia era la encargada de instalar al niño en el mundo mediante una serie de prácticas de
socialización que atendían a su autonomízación progresiva. El mundo era apetecible en tanto
prometedor de nuevas posibilidades.
Los relatos construidos en la investigación testimonian la alteración del significado de esta
mediación. El mundo ha vuelto inhabitable y la familia procura entonces car la salida de sus
hijos. La calle es peligrosa, amenazante, y en consecuencia el cuidado familiar no es aquel que
fortalece al hi] o para salir al mundo sino el que lo preserva de los riesgos del mundo.
Invención
La hipótesis que señala que los jóvenes que viven en condiciones de expulsión social
construyen su subjetividad situación compromete profundamente a la escuela al mismo tiempo
que la interroga. La destitución no es la inexistencia, no es el vado, no es la ausencia de algún
tipo de productividad. Tampoco la falta de respuesta a un tipo de demandas. La destitución
simbólica de la escuela hace alusión a que la “ficción” que ésta construyó mediante la cual eran
interpelados los sujetos dejó de tener poder performativo.
Cuando decimos que la escuela se encuentra destituida simbólicamente no decimos que enseña
mal, que no está a la altura de las demandas competitivas o que, como suele escucharse, hace
asistencialismo en vez de pedagogía. Lo que sugerimos con la hipótesis de la destitución de la
escuela es que se percibe una- pérdida de credibilidad en sus posibilidades de fundar
subjetividad. Sin embargo, en ese sustrato de destitución, como dijimos, no todo se desvanece.
No se trata de una desaparición absoluta de la subjetividad sino, en todo caso, de la desaparición
de algunos tipos subjetivos, de algunas posiciones de enunciación, de algunos recursos Y
lógicas que se revelan estériles para hacer algo en esta situación.
Desubjetivacion
Resistencia
Los testimonios de los maestros nos hablan de un estallido de la imagen del adolescente: los de
antes eran más respetuosos, ahora tratan de imponer sus ideas y no se dan cuenta de la
experiencia de los mayores, antes eran más responsables, antes eran más limitados por los
padres, ahora no entiendes que les digas que estudien, ahora hay más violencia, antes había
temor por las sanciones disciplinarias, ahora no aceptan directivas, etc.
Si nos atenemos a las condiciones de enunciación que producen esos rasgos superficiales, la
diferencia decisiva es que los de antes se dejaban educar, instituir, moldear por la institución
escolar y no así los de ahora. El respeto a la autoridad, la disposición para la obediencia, la
sumisión, el deseo del progreso, la capacidad de adquirir normas básicas de interacción social,
constituían la matriz básica de la educabilidad sobre la que a escuela no sólo intervenía para
ejercer su tarea formadora, si no que ella misma fundaba en colaboración solidaria con la
familia. Los chicos de ahora no sólo expresan la ausencia de esa matriz básica, no sólo una
fuerte resistencia a dejarse moldear por esa matriz, también son la expresión de la
incomunicación profunda entre la escuela y la familia. Las condiciones de enunciación del niño
y del adolescente “moderno” hoy están suspendidas. Si este adolescente moderno ya no es
respetuoso, estudioso, disciplinado, receptor de la experiencia de generaciones anteriores, no es
por mala fe mala voluntad o mala intención; si los niños y los jóvenes ya no son los que eran
antes, desde la perspectiva de la subjetividad, esto se debe a que las condiciones institucionales
que hicieron posibles tales tipos subjetivos, hoy han perdido eficacia.
A modo de conclusión podemos decir que la resistencia es la expresión del desacople entre las
representaciones viejas y las situaciones actuales que no se dejan nombrar por esas
representaciones. La posición de resistencia es algo así como el intento de resistir a un huracán
con la simple voluntad; por lo tanto, nos sume en un profundo agotamiento y en la frustración.
La resistencia tiene un aire de familia con la melancolía y la nostalgia y en ese sentido es un
obstáculo para que algo de otro orden pueda advenir.
Invención
La invención supone producir singularidad, esto es formar inéditas formas de operar con lo real,
la escuela configurada bajo la hegemonía del Estado Nación (hasta los ’80) está destituida
simbólicamente. La escuela que gira en los tiempos del Mercado, se monta en las profecías de la
innovación, se hace garante de éxito y suma al docente en una búsqueda frenética de
actualización. Por último, la escuela pensada en cada situación (actualidad), intenta movilizar
una posición de invención, una posición de creación singular entendida como la producción de
formas nuevas de habilitar el tiempo vivido. Lo nuevo aquí no puede montarse en el tiempo
fabricado, anticipado, sí no que desborda la linealidad y crea condiciones para que algo de otro
orden pueda nacer. La transmisión supone poner a disposición de los sujetos textos y lenguajes
que los habiliten para hacer algo más que la mera repetición. La transmisión ofrece a quien la
recibe un espacio de libertad. La pregunta no es como aprendieron los alumnos lo que les
enseñe, si no que hacen con lo que les enseñe.
Gabriela Dueñas
La patologización de la infancia
La intemperie no es solo la nada o el vacío, es desamparo, estar sin abrigo, sin protección
necesaria para que, subjetivamente, el niño o el joven se constituyan. Desamparo entendido
desde nuestra prematurez y la necesidad de ser contenidos por otros significativos en una larga y
compleja dependencia. En estas variaciones del modo de sostén, se constituirá la vivencia de
amparo o desamparo, que se inscribirá a modo de registro originario. Cuando en lo real exterior
aparece un peligro de indefensión ose es arrastrado a figuras de desamparo, este acontecer
psíquico reactualiza las representaciones que se constituyeron en el registro originario. El
sujeto, desde esta perspectiva, puede encontrar en las nuevas situaciones oportunidades
subjetivantes o nuevas formas para reactualizar viejas huellas. La escuela puede ser pensada
como un lugar donde se constituyen lazos amparadores o pensarla, como lo proponen distintos
autores, como un posible espacio a la intemperie.
Lazos Que buscan fundarse y no pueden alejarse del mal de una época que desfonda los
amparos necesarios para mantener a sus miembros al abrigo del tiempo. Así nuestras
instituciones, propias de esta modernidad, parecen perder la posibilidad de participar del
entramado subjetivo.
En mis recocidos cercanos o los más lejanos de nuestro país, el relato docente cobra
significaciones parecidas, docentes obrando solos en un devenir histórico que no cesa de relatar
expulsión, maltrato, desamparo, sentidos no encontrados, no compartidos.
La Idea de una intemperie sin abrigo, expuesta a las inclemencias del me remontó a una imagen
de una escuela rural en NOA, donde el maestro director me mostraba su escuela sin techo. Sin
techo no es una afirmación producto de una retórica que pretende ejemplificar una realidad
sustituyendo términos que den cuenta de un panorama casi trágico, por decir, era una escuela sin
techo. Los alumnos asistían a clases cuando el clima lo permitía o la intemperie no lo era tanto.
¿Cómo pensamos la concordancia de lo simbólico con lo real? No era un sin techo simbólico:
no había techo, estaban a la intemperie, si quieren real Y simbólica.
La institución escolar, afirmó, tiene por objetivo brindar a sus alumnos las posibilidades que
todos los niños aprendan Sin embargo, en reiteradas oportunidades esto no ocurre, por lo cual se
produce un fracaso, que no es únicamente del niño, ni de la familia, ni de la escuela. Podemos
decir que fracasamos todos cuando nuestros niños no pueden incluirse dentro del sistema
educativo. Debido a esa causa, el sufrimiento los atraviesa y se les producen las marcas de sus
primeras frustraciones con respecto a la posibilidad de inserción social.
Albergue también es como se denominan algunas escuelas rurales donde los niños permanecen
sin volver a sus casas, por la distancia del recorrido. Para muchos docentes, es un lugar de
contención imprescindible donde paliar las inclemencias de los desbordes familiares.
Falta de respuesta a esta nueva situación se traduce en violencia, que se manifiesta en las aulas y
que percibimos a través de las conversaciones con los docentes. Los mismos se cuestionan el
modo en que se llevan a cabo las prácticas en nuestros tiempos y la forma de acompañar a
nuestros alumnos.
Educar es negarse a distribuir las vidas en distintas orillas, saliendo a demostrar que la decisión
de que todos piensan y todos pueden pensar es el principio que permite construir lo común, lo
de todos. Es en cualquier territorio, en todo tiempo y para todos los que viven en los bordes de
la ciudadanía, allí donde la noción de destino adquiere su carácter de inexorable, que la
presencia le maestros emancipadores se vuelve imperiosa (Frigerio: 2005)-
Planteamos el “estar-con”, el ‘’tener un lugar”, marcados por una relación con el otro que me
constituye y me otorga un lugar en común que me cobija. Cada época marcó su propia
intemperie. Nosotros asistimos al desamparo de intemperie que cobra dolor en las palabras de
nuestros niños (Nancy)-