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Conectando con la respiración

La respiración es un recurso que tenemos siempre, no podemos no


tenerlo, olvidarlo, dejarlo en otra parte; por eso si lo utilizamos como
recurso para conectar con nosotros mismos será una herramienta
que podremos usar siempre que la necesitemos.

Con estas practicas te invitamos a conectar con este recurso y a


compartirlo con tu familia.
Puede ser un sencillo, pero muy especial momento de conexión y tu
familia podrá tener consciencia de lo valioso de esta herramienta.

Respirando juntos
Sentir la respiración del otro nos pone en sintonía profunda con
nuestros amigos o familia.
Ser capaces de respirar al mismo tiempo es un desafío muy divertido
e interesante porque nos ayuda a conocernos más a nosotros
mismos, pero también a saber qué le pasa a los demás sin siquiera
preguntarles ¿lo quieres probar?
 Buscar un compañero y sentarse espalda contra espalda.
 Relajarse, apoyarse en el otro y comenzar a respirar.
 Puedes cerrar los ojos y sentir mejor como entra y sale el aire
de tus pulmones y los de tu compañero.
 Tomen aire juntos y al soltarlo, uno de los dos se estira hacia
adelante llevado la cabeza al suelo hasta tocarlo, mientras en
otro se deja caer relajado y flojo en la espalda del compañero.
 Al tomar aire otra vez se levantan lentamente y quien estaba
en el suelo ahora está en la espalda del compañero como si
fueran un bote que se mueve suavemente. Así pueden seguir
respirando juntos por varios minutos.
El director de orquesta

Uno se sienta con las piernas cruzadas, relajado y respirando con


tranquilidad.
El amigo se coloca atrás, también sentado o arrodillado, con las
manos en la espalda del compañero, convirtiéndose así en el director
de su respiración, la va a dirigir moviendo un dedo (o los dedos) sobre
su espalda en diferentes velocidades y direcciones.
Si mueve los dedos lentos la respiración de quien está sentado va
lenta y si va rápido tiende que acelerar la respiración.
Puede dirigir la respiración en varios tiempos y diferentes ritmos, pero
siempre teniendo en cuenta el respeto por el compañero que está
respirando.
Este juego se puede hacer también de a tres, con dos compañeros
sentados lado a lado y uno que dirige las dos espaldas a la vez en el
medio.
O hacer un tren en donde todos se sientan uno atrás del otro y van
dirigiendo la respiración al mismo tiempo, siguiendo el movimiento
del primero de la fila.
Esta práctica no solo activa la atención sino también que fortalece la
confianza en el otro.
Respiración alternada

Te invito a sentarte relajado y tranquilo


Vas a usar los dedos gordos y el índice de cada una de tus manos.
Te tapas el huequito derecho de la nariz con el dedo gordo e inhalas
por el lado izquierdo, ahora tapas el izquierdo con el índice y exhalas
por el derecho.
Ahora inhalas por el izquierdo, lo tapas y exhalas por el derecho,
inhalas por el derecho, lo tapas y exhalas por el izquierdo y así
sucesivamente alternando los lados.
Puedes respirar en 4 tiempos e ir largando la respiración en 6 tiempos
cada vez que inhalas o exhalas.
Esta es una antigua forma de respiración y meditación y es fabulosa
para calmar la mente y equilibrar el cerebro.
Pañuelos de papel

Acuéstate boca arriba bien relajado. Pon sobre tu cara un pañuelito


de papel muy liviano.
Llena tus pulmones de aire y sopla hasta que el papel que tienes
sobre tu cara salga volando sin tocarlo con las manos. carga otra vez
tus pulmones de aire inhala y sopla.
¿Quién es capaz de tocar el techo con el pañuelo?

El espejo

La forma muy divertida de seguir tu espiración es hacerlo con un


espejo. Solo tienes que ponerlo debajo de tu nariz y observar que
sucede mientras respiras.
¿Cuándo se empaña el espejo?
¿En qué momento queda limpio?
¿Qué sucede se respiras más rápido o más lento?
¿Cuánto tiempo necesitas respirar para que el espejo quede
empañado todo el tiempo?
Puedes explorar esto y mucho más mientras respiras.
Despertar consciente

Despertar no siempre es fácil, pero como rutina puedes tomarte unos


minutos antes de levantarte.
Antes de pisar el suelo, siéntate en la cama, con la espalda lo más
recta que puedas. Respirando por la nariz un par de veces lo más
profundamente que puedas.
Respira y piensa
¿Cuáles son tus cosas favoritas?
¿Tus momentos preferidos?
Respira e imagina que estas cosas están sucediendo ahora… que
estas respirando en ese momento.
¿estas sonriendo?
¡¡Genial!! Es una excelente manera de comenzar el día… ahora si
puedes bajarte de la cama y ponerte en marcha.

Para descansar mejor

¿a veces te cuesta dormir?


¿sientes el cansancio, pero no te duermes?

Hay algunos trucos simples que puedes usar y que te ayudaran a


dormir mejor.
Tener la habitación oscura.
No comer mucho antes de ir a la cama para sentirte liviano.
Apagar la tele o la compu un rato antes de acostarte.
Intentar hacerlo a la misma hora también ayuda.
Así tu cuerpo se acostumbra y comprende que ha llegado la hora de
dormir.
Y te invito a hacer este ejercicio cuando ya estés en la cama…
seguro tienes algún peluche o muñeco que duerme contigo, o algún
almohadón liviano sobre tu cama.
Puedes acostarte boca arriba con la espalda relajada y colocar el
almohadón o el muñeco sobre tu abdomen, y puedes comenzar a
respirar lentamente y observar como el almohadón o el muñeco sube
y baja, si cambias el ritmo de la respiración cambia el movimiento…
Quédate ahí un momento y observa… aparecen pensamientos…
déjalos pasar...
¿Cómo se siente tu cuerpo, está más relajado, te sientes preparado
para dormir?
Puedes realizar esta práctica con tus hijos todos los días si lo
deseas… podrás observar cambios en tu descanso.

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