UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE SALAMANCA

INSTITUTO SUPERIOR COMPOSTELANO

DE CIENCIAS RELIGIOSAS

Romyne María Novoa Silva

LA RAZÓN EN LA PLURALIDAD

Memoria para la Asignatura

Pedagogía de la Religión I

Tema 1: La Enseñanza de La Religión como

Materia Escolar: Naturaleza y
Finalidad

Santiago de Compostela 2023

 La Razón en la pluralidad

La razón religiosa es búsqueda de lo que Dios podría ser.

Xavier Zubiri

Verdaderamente, ¿ha triunfado la razón? Si este fue el motivo de la

Ilustración, sin duda, no hay nada de triunfo – católicamente diciendo. Lo que
se nota actualmente es la falta de racionalidad en el tratamiento de la
enseñanza de la Educación Religiosa Escolar (ERE), tanto de la sociedad,
como administraciones publicas, profesorado y, lamentablemente, los padres,
que son os los primeros responsables por la madurez, dimensión cultural y
personalidad del alumno. Separar el campo civil del religioso, con la
secularización de la sociedad, puede que haya dado más autonomía al mundo,
pero si que pierde en los valores de máxima valía para situar a los alumnos de
manera reflexiva, critica y consciente en su propria cultura.

Sin embargo, hay una revaloración de lo religioso. La globalización, la

facilidad y rapidez con que se llega a informaciones universales, la diversidad
de religiones que están más cercanas unas de las otras, requieren directa (o
tácitamente) el acercamiento del hombre a su dimensión espiritual. ¿Y porqué
no la espiritualidad católica – la que predominó durante siglos? Pues en el
actual contexto – donde se “bombardea” miles de pseudorreligiones (o
“cuasirreligiones”, como diría Paul Tillich) u otras manifestaciones –, para
conducir a la sociedad a la Luz del Evangelio cristiano, es necesario hablar
del dialogo interreligioso. “La Iglesia considera con mayor atención en qué
consiste su relación con respecto a las religiones no cristianas. En
cumplimiento de su misión de fundamentar la Unidad y la Caridad entre los
hombres y, aún más, entre los pueblos, considera aquí, ante todo, aquello que
es común a los hombres y que conduce a la mutua solidaridad.” (Nostra
Aetate, 1)

Escuela incompleta

La Nueva Era y el poder dos Mass Media torcieron las palabras del
Concilio Vaticano II, y lo que era para defender y promover la libertad
religiosa se ha transformado en consumo. Y la escuela, a su vez, perdió la
dimensión espiritual. Mejor diciendo, la ERE en la escuela está incompleta.
De ley a ley, llegamos hoy a un reduccionismo jurídico que rechaza la religión
en la escuela y las contribuciones de la enseñanza religiosa. ¿Qué comprender
de la historia de la Europa y de todo el mundo sin conocer a Jesucristo, sin
conocer a la religión que cambió toda la historia de la civilización? Las obras
artísticas realizadas a lo largo del tiempo hasta el día de hoy, ¿qué
interpretación tiene un alumno que no sabe el motivo de las inspiraciones y de
las ideas que permeaban en la Iglesia? En la falta de una ciencia, el todo se
queda incompleto. Pues las ciencias se interrelacionan.

El pueblo español y gran parte de países europeos, acostumbrados a ver

a los sacerdotes que iban a la escuela a predicar el Evangelio, crearan
prejuicio de la ERE en el ámbito escolar; la indiferencia y la hostilidad a todo
lo que se refiere a la religión (católica, por supuesto!). Pero, en este momento
de valorización de lo religioso, del hombre histórico que siempre busca a
Dios, que siempre pregunta por el significado de su existencia, que quiere
saber el sentido de la vida, es imprescindible mostrar la diferencia entre la
catequesis y la ERE: en cuanto la primera se realiza en el corazón de la
comunidad cristiana, la otra responde a la educación integral de la persona e
además cultiva la dimensión religiosa. La catequesis complementa así la
educación religiosa. El todo se completa. Y la religión católica completa la
historia occidental.

Si, las ciencias se interrelacionan. Y está demostrado que en muchas

ciencias naturales e, incluso, en las matemáticas están por detrás hombres
religiosos: Pascal y Newton, por ejemplo. Einsten también. Por eso la ERE
tiene características definidas para orientar y formar integralmente el
alumnado: el estudio del cristianismo, la dimensión religiosa como parte
integrante de la cultura occidental; tratar las diversas ciencias que estudian el
hecho religioso, de manera sistemática y culturalmente cualificada del
mensaje cristiano; facilitar al alumno insertarse en la sociedad por medio del
estudio y análisis crítico del hecho religioso; posibilitar las respuestas a los
interrogantes esenciales de cualquier persona, de manera que el alumno pueda
orientar su propria vida a la Luz del Evangelio.

Pluralismo, comunicación y razón

Es imposible, por tanto, hablar de dialogo interreligioso y no hablar de

las diversidades de religiones que se intercambian fácilmente en el mundo
globalizado. Y este diálogo interreligioso también debe ocurrir en la escuela.
La ERE ilustra la fe y la maduración personal del alumno, fundamenta la
religión y conceptos racionales. Por eso, en lenguaje que el profesor utilizará
deberá estar adecuado a la pluralidad. Tener en cuenta la vida del alumno, su
entorno familiar, todas las posibilidades de acogida de lo que se va ofrecer
con la enseñanza religiosa. Es necesario igualmente orientar el alumno a un
dialogo abierto entre la fe la cultura, y, desde ahí, captar detalles importantes
que puedan impedir la implantación de los valores cristianos.

La ERE, como se ha dicho, ilustra la fe, no impone. Por tanto, el

mensaje será una oferta de valores que el alumnado plural deberá libremente
captar su posición personal. En suma, y lo más importante, es la cooperación
entre las varias disciplinas, la comunicación activa, el dialogo constante con
los diversos profesores que, críticamente, irán ayudar a conocer las raíces y
tradiciones de la Iglesia, construyendo la historia actual. “Por eso, la
racionalidad más cercana a la escuela, y en la que esta se tiene que mover, no
es tanto la racionalidad científico-técnica del paradigma cientificista, sino una
racionalidad comunicativa, es decir, aquella que se mueve, no por la
demostración fría, sino por la ‘racionabilidad’ de los argumentos valorativos.”
(La Enseñanza Religiosa Escolar: Claves para una oportunidad Educativa,
de Javier Cortés Soriano y Gaspar Castaño Mediavilla, 2009).

La enseñanza de las religiones

La libertad supone la capacitad de poder luchar en contra. La

ignorancia supone la falta de libertad. ¿Por qué el alumno debe luchar?
Supongo que para la Iglesia y el profesorado, el alumno debe luchar por la
libertad de conocer a Jesucristo, que es la mismísima Libertad. El Consejo de
Europa (27 de enero 1999) afirma que “la democracia ha demostrado ser el
mejor marco para la libertad de conciencia, el ejercicio de la religión y el
pluralismo religioso. Por su parte, la religión, por su compromiso moral y
ético, por los valores que sustenta, por su enfoque crítico y su expresión
cultural, puede ser un compañero válido de una sociedad democrática… Por
todo ello, El Consejo de Europa recomienda fortalecer la enseñanza de las
religiones: es urgente que los cursos escolares y universitarios sean revisados
para un mejor conocimiento de las diferentes religiones.”

Para ser libres, o no, en mundo plural, la ERE necesita reconocer el

trato que le corresponde como un área del conocimiento, con un horario
adecuado, programación orientada para cada año y ciclo, como una autentica
materia escolar, con objetivos definidos para que el alumnado obtenga un
aprendizaje cualificado de todas las dimensiones del cristianismo. La ERE
demanda todas las características y exigencias proprias de un currículo
escolar. Defender la formación integral humana es la lucha del profesorado y
catequesis contra tantas dificultades que suelen presentarse delante de los
objetivos evangélicos.

Cimentar Espíritu y Verdad

La administración publica que no cumple sus proprias normativas y el

trato que refiere a los docentes son es solo una de las dificultades que enfrenta
la ERE. La sociedad secularizada, los padres que no valoran el hecho
religioso, los alumnos que por su parte no son estimulados por sus padres, y,
incluso de profesores movidos por prejuicios y/o pensamientos izquierdistas
hacen con que el alumnado no vea la educación religiosa con seriedad pues
son incapaces aún de reconocer el valor cultural e espiritual de la enseñanza.
El resultado es una enseñanza incompleta. Cabe entonces a los profesores
arrancar el reduccionismo del seno de la escuela, favorecer el acercamiento
religioso, hacer aflorar la razón de la pluralidad para renacer una escuela que
forme hombres íntegros para la vida, cimentados en Espíritu y Verdad.