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PROBLEMAS Y DESAFÍOS EN EL

PERÚ ACTUAL

TEMA:

SOCIALISMO DE MARIÁTEGUI Y EL APRISMO DE


HAYA DE LA TORRE

DOCENTE:

KATHERINE JANET ORBEGOSO CASTILLO

INTEGRANTES:
● TAPIA CRUZ FERNANDA FABIOLA
● GALLEGOS QUISPE JUAN URIEL
● REYES BELDE ANDREA
● LUNA CRUZ ABDON
SOCIALISMO DE MARIÁTEGUI Y EL APRISMO DE HAYA DE LA TORRE

Las nuevas propuestas políticas del socialismo y aprismo surgieron en el Perú en un


contexto de profundos cambios sociales, políticos y económicos a principios del siglo XX.
En ese momento, el Perú experimentaba una importante transformación de su estructura
económica y social, con el creciente desarrollo de la minería y la industrialización.
El socialismo, que comenzó a ganar adeptos en el país en la década de 1920, surge como
respuesta a la creciente explotación de los trabajadores y las desigualdades sociales y
económicas que se estaban generando. José Carlos Mariátegui fue el iniciador de la
ideología socialista influenciado por las teorías extranjeras (Marx y Engels) basada en la
abolición de la propiedad privada y la igualdad social.

El socialismo de Mariátegui fue una corriente del pensamiento político y social que se
desarrolló en el Perú y en Latinoamérica a principios del siglo XX. Los postulados y
propuestas del socialismo de Mariátegui se pueden resumir en tres grandes ideas.
La primera idea es la lucha contra el imperialismo y la defensa de la soberanía nacional.
Entendiendo que la subordinación de Latinoamérica a las potencias extranjeras era la
principal causa de las desigualdades económicas, políticas y sociales en la región. Por eso,
planteó la importancia de luchar contra el imperialismo y de construir una soberanía
nacional fuerte y autónoma.
La segunda idea es la defensa de los derechos de los trabajadores y de los más
desfavorecidos. Mariátegui fundamento que la explotación de los trabajadores era el factor
primordial de la desigualdad social en la región. Por ello, considero la necesidad de
construir un movimiento obrero fuerte y organizado que luchará por la defensa de los
derechos de los trabajadores y por una distribución más justa de la riqueza.
La tercera idea es la construcción de una cultura propia y autónoma. Por tanto, propuso la
necesidad de construir una cultura propia que permitiera la afirmación de la identidad
latinoamericana y que fuera capaz de dialogar con las culturas europeas y asiáticas.

Según Victor Raul Haya de la Torre tenía un plan de acción contra el imperialismo, cuyo
propósito era liberar a América Latina de las oligarquías, tuvo una formulación de sus
principales principio, las diferencias entre el nuevo y el viejo mundo eran incluso más
profundas, señalaba correctamente que en Europa la burguesía había destruido al
feudalismo en los siglos anteriores y que en sus ruinas había implantado el capitalismo
como nuevo sistema económico indiscutido, de este modo, si en la dialéctica marxista un
sistema reemplaza al otro, se dan a conocer en realidad en 1926, cuando una revista
inglesa publica lo que era el APRA a través de un artículo.
El APRA fue considerada la primera organización política aprista, se fundó en 1927,
posteriormente en setiembre de 1930, se fundó el partido aprista peruano y para las
elecciones de 1931 el partido aprista peruano presentó un plan de acción inmediata y un
programa mínimo que al decir los historiadores fue uno de lo más moderados dentro de sus
planteamientos iniciales.

Para Mariátegui la subsistencia del orden basado en la alianza de la oligarquía con el


imperialismo era una de las explicaciones del atraso, pero, si bien compartió inicialmente la
prédica antiimperialista del APRA, pronto la encontró limitada para resolver los problemas
más acuciantes. De allí que sus preocupaciones y convicciones socialistas generarán una
visión original acerca del lugar que lo indígena podía ocupar en un proyecto revolucionario.
El fundador de la revista Amauta desarrollaría una particular visión del marxismo, con
influencias sorelianas, que destacan su potencial como mito movilizador para la revolución.
Mariátegui pondrá énfasis en que el problema del indio debía ser considerado desde una
perspectiva de clase, pero, atendiendo a las características del continente, observaba que
las identidades raciales se superponen de una manera particular entre los indígenas; en
este sentido, notaba que, incluso los sectores medios revolucionarios, entre los que no
cabía esperar valoraciones raciales, consideraban inferior al aborigen. Mariátegui se creía
profundamente de la potencialidad de la burguesía para encabezar un proyecto nacional.
Para el intelectual peruano la burguesía criolla encontraba cómoda la cooperación con el
imperialismo. La cuestión indígena era la que permitía articular el problema pendiente de la
construcción nacional y la revolución orientada al socialismo. De esta manera, Mariátegui
recuperaba, al igual que los “indigenistas cuzqueños”, las tradiciones comunitarias del ayllu,
incompatibles con el sistema liberal, capaces de adaptarse al socialismo.

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