 María del Pilar Breton Tejada.

 1-21-4069

La representación sucesoral.
La representación es un concepto jurídico que se refiere al hecho de que una persona actúe en
nombre o por cuenta de otra persona, en virtud de un poder legal o de una relación de
parentesco. En el ámbito sucesoral, la representación se refiere a la figura jurídica que
permite a los descendientes de un heredero directo fallecido o que ha repudiado la herencia,
heredar por representación los derechos que tendría su padre o madre si este o aquel no
quisiera o no pudiera suceder.

Es decir, cuando una persona fallece antes del de cujus de cuya sucesión se trata, otra persona
puede ocupar su lugar para beneficiarse del orden o grado al cual dicho premuerto pertenecía.
La representación solo puede ser realizada por ciertas personas y siempre se realiza a favor de
los descendientes del premuerto o los descendientes de los colaterales del premuerto.

En todos los casos que la representación tenga lugar, la partición de la herencia será realizada
por estirpes, tal y como que se encuentra regulado en los artículos que van del 739 al 744 del
Código Civil Dominicano. En estos artículos se establece que el efecto de la representación
es entrar a los representantes en el grado y derechos de sus representados, además de que,
solo tiene lugar en favor de los descendientes y no procede a favor de los ascendientes.

El articulo 739 establece que: “La representación es una ficción de la ley, cuyo efecto es
hacer entrar a los representantes en el lugar, grado y derechos de los representados”.

Esto quiere decir que, se estipula deben existir relaciones de parentesco entre el representado
y el representante. Además, la representación solo puede realizarse a favor de los
descendientes del premuerto o los descendientes de los colaterales del premuerto. En todos
los casos en que la representación tenga lugar, la partición de la herencia será realizada por
estirpes, tal y como lo establece el Art. 743 del Código Civil.

El dominio de la representación sucesoral se divide en dos partes:

a) De lado de los descendientes: Pueden representar a la persona premuerta sus hijos, nietos,
bisnietos y así sucesivamente.

b) De lado de los colaterales privilegiados y sus descendientes: Pueden representar a la

persona premuerta, los hermanos y hermanas de esta, así como los hijos, nietos y bisnietos de
estos últimos. No pueden representar a la persona premuerta, ni sus ascendientes, ni los
colaterales ordinarios y sus respectivos descendientes.

Si hablamos de las diferentes doctrinas que han expuestos los autores sobre la representación
sucesoral, debemos decir que los Hermanos Mazeaud dictaminan que los descendientes de
una persona declarada indigna, aunque esta haya premuerto, no lo pueden representar. Si
dicho indigno era el único sucesor dentro del grado en cuestión, entonces recibirán la
herencia los descendientes de este, pero no porque estén representando al premuerto, sino de
pleno derecho (por ser los únicos posibles sucesores). Además, estos establecen que el
representado debe haber muerto para el momento en que se realiza la apertura de la sucesión
del de cujus.

Y siguiendo por esta misma línea, debemos decir que, Planiol y Ripert establecen que "el
representante deriva sus derechos de la ley, no del representado". Esto significa que el
representante adquiere su derecho a la sucesión por medio de la ley, y no por medio del
representado. Además, para la representación sucesoral es que el representante debe tener
aptitud propia para recibir la sucesión, lo cual podría interpretarse como que el representante
debe cumplir con los requisitos legales para ser heredero.

Basándonos en esta información podemos decir que existen tres condiciones para la
representación sucesoral, las cuales son:

1. El representante debe ser descendiente del representado.

2. Entre los descendientes que tenga el representado, el más apto para representarlo será el
más próximo en grado. Un hijo que haya renunciado con anterioridad a la sucesión de su
padre y aquel que haya sido declarado indigno pueden ser representantes de su antecesor.
Estos dos factores no influyen.
3. Aptitud propia del representante para recibir la sucesión, pues como establecen Planiol y
Ripert "el representante deriva sus derechos de la ley, no del representado".

En cuanto a los efectos de la representación sucesoral, se establece que los representantes

toman el lugar, grado y derecho del representado, tal y como lo indica el Artículo 1004 del
Código Civil Dominicano “Si a la muerte del testador hay herederos a los cuales haya de
reservarse, con arreglo a la ley, una porción de sus bienes, estos herederos ocuparán de
pleno derecho los bienes del testador; y el legatario universal deberá pedirles la entrega de
los bienes comprendidos en el testamento”.
Esto significa que los representantes ocupan el lugar que habría ocupado el representado si
hubiera sobrevivido al difunto, y tienen los mismos derechos y obligaciones que el
representado tendría en la sucesión.

Es importante destacar que la representación sucesoral también tiene implicaciones en cuanto

a la igualdad sucesoral. La igualdad sucesoral es un principio fundamental en el derecho
sucesorio, que establece que todos los herederos deben recibir una parte igual de la herencia,
salvo que existan disposiciones legales que establezcan lo contrario.

Por tanto, la partición de la herencia se realiza por estirpes, lo que significa que la herencia se
divide en ramas y cada rama recibe la parte que le corresponde según el grado de parentesco
con el difunto. Si la representación sucesoral no se realiza correctamente, puede ocurrir que
una rama reciba más de lo que le corresponde y otra rama reciba menos, lo que afectaría la
igualdad sucesoral.

Es importante que la representación sucesoral se aplique correctamente y que se realice la

partición de la herencia por estirpes para garantizar la igualdad sucesoral entre los herederos.
Es importante tener en cuenta que existen disposiciones legales que establecen excepciones a
la igualdad sucesoral, como por ejemplo el derecho de acrecer, que permite que los herederos
que reciben menos de lo que les corresponde por renuncia o incapacidad de otros herederos
reciban una parte adicional de la herencia.

Bibliografía:

 MAZEAUD, Henri, Leon, Jean, Lecciones de Derecho Civil, Parte IV, Vol. 2,
Ediciones Jurídicas Europa-América, Buenos Aires, 1955.
 PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge, Tratado Práctico de Derecho Civil Francés,
Tomo IV, Las sucesiones, Editora Cultural, S. A., La Habana, 1945.