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RESUMEN
El impacto de las lluvias del 31 de Marzo de 2002 está aún presente en la vida de la sociedad tinerfeña. Las diversas
y complejas actuaciones en infraestructuras, dadas las condiciones topográficas y climatológicas y la mayor o menor
ocupación urbana de las vías naturales de drenaje, previstas en el Plan de Defensa frente a las Avenidas del Consejo
Insular de Aguas de Tenerife (CIATFE), para amortiguar los efectos de futuras riadas, requieren de proyectos
singulares.
En el presente trabajo se resume la investigación realizada, al amparo de un convenio entre el CIATFE y la Escuela
Técnica Superior de Ingeniería Civil e Industrial de la Universidad de La Laguna, sobre los comportamientos
hidráulicos de tres proyectos de canalización de barrancos. Ha quedado patente que los procedimientos de cálculo
actuales no pueden resolver todos los aspectos del diseño hidráulico y que es necesario implementar, en la práctica
del territorio, la investigación de los proyectos de las obras singulares en modelos físicos a escala reducida. Ello
significa una contribución importante al mejor dimensionamiento de las mismas, a una más clara comprensión de las
“fortalezas” y de las “debilidades” de los proyectos y a evitar los posibles y siempre costosos trabajos de
rectificación posteriores a la puesta en funcionamiento de las inversiones.
1
1. Introducción
Las canalizaciones de los segmentos medios de barrancos que corresponden a áreas muy
urbanizadas del territorio insular, con pendientes de fondo que sustentan flujos rápidos o
supercríticos, con capacidades de arrastre y de erosión elevados, suelen requerir de una
disipación de la energía del agua superior a la que tiene lugar en esquemas de obras basados en
tramos de rápidas con la rugosidad “normal” del hormigón. Los diseños de las obras no pueden,
entonces, limitarse al empleo “puntual” de los disipadores clásicos del tipo de caída vertical y
estanques o pozos de amortiguación ubicados aguas abajo de una caída o de los tramos de rápida
sino que requieren, también, de la disipación de la energía a todo lo largo de la obra. En esas
circunstancias, las soluciones están en las cadenas de azudes, en las rápidas escalonadas y en las
rápidas que incorporen rugosidades naturales o artificiales, que garanticen que no se excedan los
límites de velocidad admisibles.
Los mecanismos de la disipación de energía están asociados, en cada caso, a los fenómenos de
flujo que se producen. En las cadenas de azudes y en las rápidas con escalones de pendiente
pequeña (pooled steps) y con escalones de mayor pendiente en los que se tiene un flujo “en
cascada” (nappe flow) la disipación de energía se debe, básicamente, al salto hidráulico.
En las rápidas escalonadas de pendiente fuerte con flujo “rasante” (skimming flow) y en las
rápidas con rugosidades, naturales y artificiales, la disipación de energía se produce,
principalmente, por las distintas formas y distribución de los vórtices que las macro rugosidades
generan en el flujo. En estos casos, también, la mayor o menor aireación que se produce,
contribuye a incrementar el “espesor” del flujo, lo que redunda en una reducción de la velocidad
media temporal del mismo.
• Introducción
Teniendo presente que la idea general trazada fue la de caracterizar alternativas de disipadores
de energía para los encauzamientos con pendiente de fondo en el entorno del 10%, se decidió
ampliar el estudio específico de los tramos de las tres obras convenidas, en el intervalo de
caudales máximos que permitiesen las instalaciones del Laboratorio y, además, estudiar
diferentes variaciones de los proyectos originales.
Los disipadores estudiados se insertan en obras con flujos con superficie libre y régimen
turbulento. Siendo las fuerzas predominantes, en estos casos, la gravitatoria y las inerciales, los
modelos físicos se han basado en la similitud de Froude.
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ESQUEMA DE LA METODOLOGÍA DEL “ESTUDIO DE
DISTINTAS ALTERNATIVAS DE DISIPADORES DE
ENERGÍA PARA LA REDUCCIÓN DE LA VELOCIDAD
EN LOS ENCAUZAMIENTOS DE BARRANCOS”
MÉTODO DE TRABAJO
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• Estudio de cascada de azudes.
- Variante de proyecto
Figura 3 Vista del funcionamiento del modelo físico de La Leña para el caudal correspondiente a 500 años.
En la figura 5 se muestra el flujo para un caudal 2.4 veces superior al correspondiente a T = 500
años. El salto hidráulico sigue estando ligeramente desplazado hacia aguas abajo del pie del azud
pero la velocidad media temporal aún es inferior a los 6 m/ s. Esta condición se adoptó,
conservadoramente, como el límite superior de funcionamiento aceptable para la variante de
cascada de azudes estudiada.
4
cp = 0.006Qp 2 - 0.2418Qp + 3 .3745
R2 = 0.9608
16
Altura punto Vp máx., m/ s 14
12
Altura pto. máx.
10 veloc. Vs. Qp
8
6
Polinómica (Altura
4 pto. máx. veloc. Vs.
2 Qp)
0
0.00 20.00 40.00 60.00 80.00
Qp (m3/ s)
En la figura 6, que corresponde con un caudal casi el triple del de 500 años, se puede apreciar
que no se forma salto hidráulico sino que existe un flujo principal que “contornea” los azudes.
En la figura 7 se muestra una vista general del modelo para un caudal, aproximadamente, 4. 9
veces al de 500 años. El comportamiento del flujo, similar al del la figura 6, es muy irregular.
Del análisis del comportamiento del flujo antes referido se adopta que el caudal de 40 m3/ h en el
modelo (32, 7 m3/ s en prototipo) se considere como límite superior de funcionamiento aceptable
de una cadena de azudes similar a la del proyecto estudiado.
5
Figura 6 Comportamiento del flujo entre azudes para Qp ≈ 49 m3/ s.
Figura 7. Vista del comportamiento del flujo irregular del flujo para 65 m3/s (80,2 m3/ h en el modelo).
En esta parte del estudio se investigó qué sucedería en el caso de que el espacio entre azudes se
rellenenase con el arrastre de sólidos de la cuenca y, también, cómo sería el comportamiento de
las rugosidades naturales y los azudes para caudales que exceden el de proyecto.
En la figura 9 se puede apreciar que, para un caudal ligeramente superior a 3 veces el caudal para
T = 500 años, el comportamiento con los azudes rellenos es más uniforme -existen menos
“macroturbulencias”- que para los azudes “limpios”. Ello es debido a que, por encima del caudal
6
de proyecto, la rugosidades naturales constituyen un sistema de rugosidades “distribuidas” que es
más eficiente que los azudes.
Figura 8. Vista del modelo funcionando con el caudal de proyecto para T = 500 años.
Figura 9 Comparación para un caudal ligeramente superior a 3 veces el caudal para T = 500 años.
Q
- q máx . ≤ máx
= 5 .2 m3/ s/ m
b
h2 = 0.5* h1
(d/ a) = 6. 9
7
- Que la pendiente de fondo de la canalización sea del 10%.
h2
7
h1
1
d
b2
b1
a
b
3
a
Figura 10. Parámetros geométricos representados sobre una foto de la obra (Cadena de azudes estudiada).
- Rugosidades de proyecto.
Las rugosidades de proyecto para los caudales de 50 y 500 años, aunque permiten un aumento
del calado respecto a la rápida de fondo “liso” y, una reducción, en consecuencia, de la velocidad
media, rebasan en 4 y en 5 m/s, respectivamente, los límites correspondientes y, en
consecuencia, no son aceptables. En la figura 12 se muestra el perfil de velocidades obtenido
experimentalmente para el caudal de período de retorno de 50 años.
Con vistas a buscar un diseño de rugosidades que permitiese reducir las velocidades máximas, en
las condiciones del proyecto estudiado, se optó por rugosidades artificiales de perfil no
hidrodinámico, que generan más pérdidas de carga. Se eligieron rugosidades de sección
rectangular y se estudiaron distintos tamaños y disposiciones. Ver figuras 11 y 13. Las
8
rugosidades continuas que se muestran en la figura 13, en verde, de altura 2. 5 veces la de
proyecto, permitieron lograr el propósito buscado.
Figura 11. Vista del modelo físico de diferentes alternativas de rápida con rugosidad de fondo. En primer
plano, las rugosidades de la obra estudiada.
1.8
Distancia respecto al fondo, dp (m)
1.6 6 m/ s
1.4
dp = 0.0003e0.6185Vp
1.2 R2 = 0.9612
1
0.8
0.6
0.4
0.2
0
0 5 10 15
Velocidad de prototipo, Vp (m/s)
Figura 12. Perfil de velocidades para la variante de proyecto del Barranco de Marrero con un
caudal correspondiente a T = 50 años.
9
Figura 13. Comparación del comportamiento de las rugosidades de proyecto, a la izquierda, y
rugosidades rectangulares continuas, derecha, de color verde, calculadas según método de O. Aivazián.
En la Figura 14 se muestra el perfil de velocidades para el caudal de 500 años obtenido para las
rugosidades de la figura 13, derecha. Nótese que la velocidad próxima a las rugosidades es,
aproximadamente 7 m/ s, inferior al valor límite de 8 m/s.
f equivalente = 0,8*R/ v2
- Introducción
Los cálculos teóricos de comprobación realizados evidenciaron que las velocidades medias que
corresponden al régimen de circulación “normal” para los caudales con períodos de retorno de
50 y 500 años excedían los valores máximos de 6 y 8 m/ s aceptados y que era acertado buscar la
disipación de la energía a todo lo largo de la obra. El estudio del proyecto de canalización se
dividió en las tres fases siguientes:
10
- Escalonado de proyecto, sin los azudes ni los elementos laterales verticales.
4.0
Distancia respecto al fondo, dp (m)
3.5
3.0 dp = 0.2937e0.1851Vp
R2 = 0.9816
2.5
2.0
1.5
1.0
0.5
0.0
0.0 5.0 10.0 15.0
Velocidades de prototip o, vp (m/s)
Figura 14 Perfil de velocidades para las rugosidades de la figura 13, derecha. El caudal de ensayo es
el correspondiente a un período de retorno de 500 años.
0.060
Alt. rugosidad = 7, 20 mm
0.050
"n equivalente"
0.000
1.00 3.00 5.00 7.00 9.00
Froude
Figura 15. Comportamiento de los coeficientes “fequivalente” de la ecuación de Darcy- Weisbach y “nequivalente” de
la ecuación de Manning respecto al Número de Froude.
11
Las velocidades medias temporales superan el valor límite de 8 m/ s establecido para T = 500
años. En los casos de los caudales correspondientes a los períodos de retorno de 50 y 500 años se
realizaron mediciones de velocidades a diferentes alturas respecto al fondo. En ambos casos,
incluso para las menores alturas en que fue posible medir con el Pitot, se comprobó que las
velocidades superaban los 8 m/ s. En la figura 16 se muestra el perfil de velocidad para 50 años.
Altura p = 0,0015e0,6121Vp
R2 = 0,965
1.4
Alturas de prototipo (m)
1.2
1.0
0.8
0.6 Perfil de v para T = 50 años
0.4
0.2 Exponencial (Per fil de v
0.0 para T = 50 años)
0 5 10 15
Velocidades de prototipo (m/s)
Figura 16 Perfil de velocidades para T = 50 años en la variante del escalonado de proyecto, sin
los azudes ni los elementos laterales verticales
En las figuras 17 y 18 se muestran dos fotos representativas de los flujos escalonado y rasante en
el modelo del proyecto estudiado.
12
- Escalonado de proyecto, con los azudes.
El modelo de la variante de escalonado con azudes, según proyecto, funciona con la formación
de un salto hidráulico encajado entre los azudes, que se inicia al pie o muy próximo al pie del
azud de aguas arriba, para caudales inferiores al 29% del caudal para T = 50 años. A partir de ese
valor, el salto hidráulico tiende a lavarse, es decir, a producirse el salto en una sección intermedia
entre los azudes. En consecuencia, el dimensionamiento adoptado en proyecto, considerando
sólo el escalonado y los azudes, requiere de modificaciones.
- Escalonado de proyecto, con los azudes y con los elementos laterales verticales.
La idea del empleo de los elementos de rugosidad vertical para incrementar la disipación de la
energía del flujo es una propuesta del proyecto. En las figuras 20 y 21 se muestra una
comparación del funcionamiento de la variante de proyecto (a la izquierda) con las alternativas
de escalonado sin azudes ni elementos verticales (derecha) y una basada en escalonado con
azudes verticales de altura variable (centro).
Del análisis de los ensayos con los elementos verticales de la variante de proyecto, se concluyó
que para caudales inferiores al 29% del correspondiente a 50 años, dichos elementos permiten
una elevación del calado respecto a las variantes de escalonado sin azudes y con azudes sin
inducir variaciones transversales significativas en el flujo. Sin embargo, para caudales mayores,
se presentan fuertes irregularidades transversales en el flujo respecto a las variantes de
escalonado sin azudes y con azudes. La intensidad de las irregularidades transversales se
incrementa con el caudal del flujo.
3. Conclusiones y recomendaciones.
La comprobación sistemática de los proyectos de las obras singulares, que son la mayoría de las
que se producen en las islas - por las condicionantes del terreno (topografía, desprendimientos,
acarreos sólidos potenciales importantes) y por el grado de urbanización de los tramos más bajos
de un número significativo de barrancos - en modelos físicos a escala reducida puede significar
una contribución importante al mejor dimensionamiento de las mismas y a una más clara
comprensión de las “fortalezas” y de las “debilidades” de nuestros proyectos y a trabajar, con el
auxilio de la modelación física y numérica, por generalizar las primeras y superar las segundas.
Ello conlleva la garantía de un funcionamiento adecuado y la evitación de los posibles y siempre
costosos trabajos de rectificación posteriores a la puesta en funcionamiento de las obras.
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a. Salto hidráulico entre azudes b. Salto hidráulico lavado
e. T = 50 años. Flujo principal sobre los f. T = 500 años. Flujo principal sobre los
Figura 19. Vistas de los cambios del funcionamiento hidráulico de la variante de escalonado con azudes para caudales crecientes
Figura 20. Comparación del funcionamiento para el caudal de 50 años de la variante de proyecto (a la izquierda) con las
alternativas de escalonado sin azudes ni elementos verticales (derecha) y una basada en escalonado con azudes
verticales de altura variable (centro).
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Figura 21. Comparación del funcionamiento para el caudal de 500 años de la variante de proyecto (a la izquierda) con
las alternativas de escalonado sin azudes ni elementos verticales (derecha) y una basada en escalonado con azudes
verticales de altura variable (centro).
Simbología
a: Altura de azud.
b: Ancho de fondo de canal.
1 1/ 6
C: “C” de Chezy. C= R
n
F: Número de Froude.
f: Coeficiente de fricción de la ecuación de Darcy- Weisbach; altura de escalón.
g: Aceleración de la gravedad.
H: Altura máxima del agua respecto al borde de derrame del azud.
h1: Altura de canalización 1; calado supercrítico al inicio del salto hidráulico.
h2: Altura de canalización 2.
Jf : Pendiente de pérdidas de carga.
( )m : Subíndice correspondiente a valores de modelo.
n: Coeficiente de rugosidad para la fórmula de Manning-Strickler.
Q: Caudal o gasto volumétrico.
Qm: Caudal de modelo.
Qp: Caudal de prototipo.
q: Caudal específico o unitario; dimensión de rugosidad lateral.
Prototipo: se refiere a la obra (modelo, es su “maqueta” de laboratorio).
( ) p : Subíndice correspondiente a valores de prototipo.
T: período de retorno de una avenida expresado en años.
V: velocidad del flujo.
V p máx.: Velocidad media temporal correspondiente al prototipo, con Pitot en un punto de máxima velocidad.
V m máx.: Velocidad media temporal correspondiente al modelo, con Pitot en un punto de máxima velocidad.
Δ : Altura de las rugosidades.
Δm : Altura de las rugosidades en modelo.
Δp : Altura de las rugosidades en prototipo.
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Bibliografía
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dresden.de/~daigner/CASCADE.htm): 1- 7.
2. Aivazian, O. (1973): “Cálculo hidráulico de rápidas con rugosidad intensificada”, Revista Voluntad Hidráulica No. 28,
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3. Boes, R. y W. Hager (2003): “Two-Phase Flow Characteristics of Stepped Spillways”, Journal of Hydraulic
Engineering, ASCE: 661- 670.
4. Chanson, H. (1994): “Hydraulics of Nappe Flow Above Stepped Chutes and Spillways”, Australian Civil Engineering
Transactions, IEA., Vol. CE36, No. 1, Brisbane, Australia: 69- 76.
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(http://www.uq.edu.e2/~e2hchans/dpr1/topic_2.html): 1- 12.
6. Sánchez, M.; Amador A. y Dolz Ripollés, J. (2000): “Hidráulica de aliviaderos escalonados”/ Centro de estudios
Hidrográficos, Curso sobre “Órganos de disipación de energía hidráulica”, CEDEX, Madrid: 1- 21.
7. Osuna, A. (2000): “Mecánica local y global de la disipación de energía”, Universidad Politécnica de Madrid, Curso
sobre “Órganos de disipación de energía hidráulica”, Centro de Estudios Hidrográficos, CEDEX, Madrid: 1- 13.
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