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INSTITUTIONEN FÖR

SPRÅK OCH LITTERATURER

ESCRITURA ACADÉMICA
Introducción a la escritura de trabajos y tesinas
universitarias
 
 
Andrea Castro y Ken Benson

Nueva versión (agosto 2016) Andrea Castro

 
 
 
 
 
Kompendium  
Kurser  i  akademiskt  skrivande  och  uppsatsskrivning  i  Spanska    
 
   
Índice  

Palabras  previas   1  

1  Propósitos  de  la  escritura  académica   2  


1.1  Características  de  todo  trabajo  ʻcientíficoʼ   2  
1.2  La  elección  del  tema   7  
1.2.1  Partes  del  trabajo   8  
1.3  Consideraciones  éticas   9  

2  Material   10  
2.1  Fuentes  primarias   10  
2.2.  Fuentes  secundarias   10  

3  Redacción   11  
3.1  El  comienzo   11  
3.1.1  La  biblioteca   12  
3.1.2  Los  primeros  pasos  y  las  tutorías   12  
3.2  El  papel  del  tutor   14  
3.2  Los  borradores   15  
3.3  El  lenguaje   15  
3.4  El  sujeto  gramatical   17  
3.5  Tipografía   18  

4  Disposición   19  
4.1  El  título   19  
4.2  El  índice   20  
4.3  La  introducción   21  
4.4  El  cuerpo  de  la  tesina  o  análisis   22  
4.4.1  Tablas,  estadísticas,  citas  textuales   23  
4.5  Las  conclusiones   24  
4.6  La  bibliografía   25  

5  Aparato  crítico   26  
5.1  Formas  para  referir  una  fuente   27  
5.1.1  La  cita  propiamente  dicha   28  
5.1.2  Las  paráfrasis  y  las  otras  formas  de  referir  un  texto   30  
5.2  Las  notas   30  
5.3  Las  abreviaturas   31  

6  Finalización  de  la  tesina   32  

7.  Defensa,  oposición  y  calificación   33  

Bibliografía   35  
Textos  citados   35  
Otros  textos  recomendados  sobre  escritura  académica:   36  

Apéndice  1  –  Conectores  y  otras  formulaciones  útiles   38  

Apéndice  2  –  Referencias  bibliográficas   42  

Apéndice  3  –  Recursos  electrónicos  para  el  manejo  de  referencias   bibliográficas   50  


 

  1  
 

 
2  
Palabras previas

Los estudios universitarios a nivel de diplomatura (fördjupning) y avanzados


(magister y máster) conllevan la exigencia de implementar la capacidad de
análisis, la rigurosidad metódica, los conocimientos teóricos y el desarrollo de
la capacidad de argumentación, tanto oralmente (en seminarios donde se
discuten problemas lingüísticos, literarios o culturales) como por escrito
(trabajos o tesinas).
Escribir una tesina académica es entrar en un proceso que brinda muchas
satisfacciones a nivel intelectual. Sin embargo, no es tarea fácil y hacerlo en
una lengua extranjera lo es todavía menos. Por este motivo hemos recopilado
en este compendio consejos e ideas que solemos dar los tutores a nuestros
alumnos. Es importante que estas páginas se lean detenidamente antes de
comenzar un trabajo escrito para hacer las preguntas pertinentes al tutor desde
el principio. Pero asimismo, es importante ir consultando los apartados
específicos una vez que se haya comenzado el trabajo de escritura.
El trabajo con una tesina requiere de una gran disciplina, así como de un
elevado grado de independencia y de espíritu crítico por parte del estudiante.
A diferencia de las pruebas escritas u orales donde la decisión de los temas y
las preguntas corren por parte del profesor, escribir una tesina implica que es
el propio estudiante quien ha de tomar muchas de las decisiones.
Este compendio, ha sido discutido por profesores y alumnos que han
aportado ideas, propuesto cambios, añadidos, etc. Sin embargo, la labor no
está terminada; las ideas de nuevos estudiantes serán tenidas en cuenta para
futuras modificaciones. Toda sugerencia será muy bienvenida para mejorar
continuamente este compendio.

  1  
1 Propósitos de la escritura académica
Los trabajos escritos dentro del género académico, las tesinas entre ellos,
constituyen los primeros pasos hacia el aprendizaje y el ejercicio del trabajo
académico, o sea, una forma de pensar y de relacionarse con el conocimiento y
con la información que es fundamental en un sinnúmero de áreas dentro del
mundo laboral. Este aprendizaje implica entrenamiento en las siguientes
facetas:
1. definir un objeto de estudio dentro de un campo ya dado (por ej.,
lingüística o literatura)
2. plantear y resolver problemas de modo crítico y riguroso
3. llevar adelante una investigación bibliográfica
4. evaluar la utilidad de la(s) fuente(s) secundaria(s)
5. usar las fuentes con rigurosidad
6. participar críticamente en la discusión de los problemas tanto por
escrito como en seminarios y con el tutor
7. aplicar un aparato crítico (conceptos teóricos)
8. presentar el trabajo de modo claro y coherente
9. defenderlo mediante una discusión pública
10. leer crítica- y constructivamente el trabajo de otro estudiante

1.1 Características de todo trabajo científico y académico

Un trabajo científico es un aporte al saber humano mediante conocimientos


comprobados y sistematizados por un determinado método. Presupone, pues,
un objeto de estudio, normalmente la fuente primaria, que el autor elige, acota
y define. También presupone una toma de distancia con respecto al objeto
de estudio. Tradicionalmente, se ha buscado eliminar toda aproximación
emocional o subjetiva al objeto. Esto, sin embargo, ha ido cambiando los
últimos años dando un lugar más destacado a la posición del investigador
y a sus propias experiencias. Sin embargo, sigue recomendándose recurrir a
una argumentación problematizada, evitando valoraciones o expresiones
subjetivas. Finalmente constituye la aplicación de un método –o varios
métodos– de análisis.
Un método es una herramienta de trabajo que nos permite sistematizar el

2    
material de nuestro estudio. Cada trabajo requiere un método, o un conjunto
de métodos, según su objetivo. Por ello es imprescindible tener muy claro
cuál es el objetivo, para así elegir el método más adecuado para alcanzarlo.
Cada disciplina desarrolla sus propios métodos. Un buen punto de partida para
la reflexión acerca del método más adecuado para el problema que interese
investigar, es la descripción general de distintos tipos de métodos presentada
en Ejvegård (30-31).
Todo trabajo científico tiene a su vez que apoyarse en teorías. Si el
método es una herramienta práctica de análisis, la teoría está constituida por
los presupuestos abstractos. La semántica, por ejemplo, constituye una teoría
sobre el significado de las palabras de cierta lengua, mientras que la
pragmática lo es del uso de los enunciados (frases y oraciones). También hay
teorías que abarcan más aspectos culturales, como las teorías feministas, las
poscoloniales, las marxistas, etc. Cada una de estas teorías constituye un
soporte abstracto que requiere de herramientas (métodos) para llevar a cabo
un análisis determinado.
Todo trabajo científico se desarrolla a partir de un tema que interese a
su autor, por ejemplo, el tema del exilio en la narrativa de Cristina Peri Rossi,
el uso del ‘que’ en español, la traducción de las novelas policiales suecas al
castellano. Pero no basta con tener un tema, sino que a partir de este hay que
formular un problema que pueda servir de motor a una investigación.
Dependiendo del problema que se plantee, los objetivos del estudio pueden ser
muy diferentes.
E J E M P L O : Si partimos del tema del exilio en la narrativa de Cristina
Peri Rossi, podemos plantear diferentes problemas. Podemos preguntarnos
cómo ha sido entendido por el público en diferentes partes del mundo. Para
eso, podríamos, por ejemplo, estudiar reseñas bibliográficas de algunas de sus
obras (o de una en particular) en diferentes periódicos y revistas del mundo
hispano, haciendo así un estudio de la recepción. También podríamos
preguntarnos cómo evoluciona el tema a lo largo de su narrativa, y en tal caso
compararíamos diferentes obras de la misma autora y estudiaríamos cómo se
representa este tema a través de personajes, espacios, vocablos, lenguaje
simbólico.

 
3  
Mientras el problema es más abstracto y más amplio, el objetivo del
trabajo, que se deriva directamente de aquel, debe ser explícito, claro y
delimitado. El objetivo puede formularse como una hipótesis. Según el DRAE1
una hipótesis de trabajo es “lo que se establece provisionalmente como
base de una investigación que puede confirmar o negar la validez de aquella
[la investigación]”. Una hipótesis, es por tanto, lo que se querrá probar con la
investigación. El objetivo también puede formularse como t a l o como una
pregunta, es decir, sin una suposición explícita de los resultados a los que
se espera llegar. Esta decisión dependerá del tipo de trabajo que se esté
realizando.
EJEMPLO: Si seguimos con el ejemplo anterior, una posible hipótesis
sería la siguiente: Partimos de la hipótesis que en a través de su uso de
metáforas, la experiencia del exilio va adquiriendo diferentes sentidos a lo
largo de la obra de Cristina Peri Rossi. Si lo formulamos como objetivo liso y
llano: En este trabajo vamos a estudiar las metáforas que Peri Rossi utiliza a
lo largo de su obra para representar la experiencia subjetiva del exilio.
Es muy importante acotar bien el tema y los objetivos para que el trabajo
sea realizable en el tiempo estipulado. Para estar seguros de que el objetivo no
sea demasiado amplio, puede ser recomendable formular dos o tres preguntas
a las que se quiera responder con el análisis o estudio que se va a llevar a
cabo.
La hipótesis u objetivo de trabajo se irá matizando, o modificando,
según vaya avanzando el trabajo de investigación. No obstante, es muy
importante partir de un objetivo desde el principio. Sin un objetivo claro, se
hace difícil elegir un método, la búsqueda bibliográfica se hace imposible y
la lectura de los textos resulta caótica. La hipótesis u objetivo de trabajo
transforman la mirada del investigador en una mirada selectiva. Una mirada
de este tipo permite focalizar en el objetivo planteado, dejando de lado todo
aquello que sea irrelevante a dicho objetivo.
Tanto el problema como los objetivos del trabajo deben matizarse y
adaptarse teniendo en cuenta el estado de la cuestión. 2 Este es un inventario

                                                                                                                       
1
Es la abreviatura oficial del Diccionario de la Real Academia Española
2
Este texto sobre el estado de la cuestión fue redactado por Anna Forné.

4    
de la investigación existente sobre el tema que se ha elegido estudiar. Dado
que todo trabajo de investigación se desarrolla en diálogo con otros estudios
anteriores, el análisis del objeto de estudio (fuente primaria) seleccionado
tiene que realizarse en relación a los resultados presentados anteriormente por
otros investigadores (fuentes secundarias). El primer paso para elaborar un
estado de la cuestión es, por lo tanto, hacer una búsqueda bibliográfica
minuciosa a partir de la cual se hace una selección de las fuentes secundarias
relevantes que se van a incluir en el propio trabajo de investigación.
En el estado de la cuestión el autor debe dar cuenta de:
• ¿Cuáles son los trabajos principales dentro del área de
investigación?
• ¿Qué hipótesis y preguntas de investigación predominan?
• ¿Qué modelos teóricos prevalecen?
• ¿Qué métodos prevalecen?
• ¿Qué preguntas o temas hay sin contestar?

El apartado del estado de la cuestión es fundamental para poder motivar el


tema elegido y para poder definir cuál será el aporte propio dentro del área de
investigación. Es solo a partir de un inventario crítico que es posible
identificar las áreas inexploradas del campo de estudio.
Al inventariar las fuentes secundarias que se van a incluir en el estado de
la cuestión las preguntas que el investigador debe plantearse y presentar por
escrito son:
 
• ¿El objetivo y la pregunta de investigación son claros y bien
acotados?
• ¿El material de estudio es suficiente para sacar las conclusiones
presentadas? Evalúa la validez y la confiabilidad si el estudio
analiza datos empíricos.
• ¿Es apropiado el método aplicado y se explica de modo claro?
¿Permite contestar la pregunta de investigación y llegar al
objetivo?
• ¿Están bien fundamentados los resultados y están relacionados con

 
5  
la pregunta de investigación y el objetivo?

Seguidamente, someteremos nuestro objeto de estudio a un análisis con el


conocimiento de las fuentes secundarias. Con el análisis, la hipótesis se irá
definiendo y puliendo aún más. Y así se va construyendo la llamada ‘espiral
hermenéutica’ del trabajo, en un proceso en el cual nos vamos dando cuenta de
los problemas que surgen a lo largo del camino. El trabajo ha de documentar
estos problemas y cómo se resuelven. Esto es lo que caracteriza a su vez un
trabajo científico, su capacidad de problematizar 3 una situación o un objeto de
investigación. En una investigación científica no se puede dar nada por
sentado. Ahora bien, siempre hay que poder demostrar la relevancia del
problema que se pretende analizar.
En resumidas cuentas, para poder ser considerado científico, un
trabajo de investigación deberá responder a las siguientes preguntas (ver Eco
48-52):
• ¿Qué queremos hacer y cómo se hará? El objeto de la
investigación ha de ser reconocible y definido de tal modo que
también sea reconocido sus lectores. Esto es, los fundamentos
epistemológicos4 de la investigación han de quedar claros.
• ¿Cómo se ubica este trabajo dentro del estado de la cuestión? La
investigación ha de ser original, debe de aportar nuevo
conocimiento o una nueva perspectiva sobre nuestro tema. El diálogo
con la crítica (los trabajos anteriores) es uno de los aportes más
importantes al desarrollo del conocimiento y de la reflexión sobre un
tema dado. Obviamente, en una tesina de nivel de diplomatura o
avanzado no se exige que se consulte toda la bibliografía sobre el
tema. Para un trabajo de nivel de diplomatura y avanzado, la exigencia
de originalidad e independencia se debe entender con respecto a la
bibliografía consultada, que por supuesto debe incluir títulos centrales
dentro del campo.
                                                                                                                       
3
Problematizar significa acercarse críticamente a una cuestión o a una argumentación y mirarla
desde diferentes perspectivas, no solo buscando sus aportes sino también intentando sacar a relucir los
problemas o contradicciones que entraña. Se podría decir que al problematizar se busca formular no solo
los pros sino también los contras de una cuestión o de una argumentación.
4
epistemología: “Doctrina de los fundamentos y métodos del conocimiento científico.” (DRAE)

6    
• ¿Por qué es relevante el trabajo? La investigación no solo ha de
satisfacer la curiosidad propia sino que ha de ser una contribución a la
sociedad que nos rodea. Esto es, el trabajo realizado ha de tener un
grado de relevancia para mejor conocer un uso lingüístico, un fenómeno
cultural o la comprensión de un texto literario. Por ello es muy
importante argumentar a favor de la relevancia del tema de investigación
desde el principio.
• ¿Cómo y por qué se ha llegado a los resultados alcanzados? La
investigación tiene que contener datos que permitan verificar o refutar
la hipótesis presentada. Esto es, cualquier lector tiene que poder
saber, a partir del texto, cuáles son los fundamentos de la
investigación y cuáles los argumentos y las decisiones tomadas. Todas
estas cuestiones deben poder ser sometidas a una discusión pública. En
esto consiste, a fin de cuentas, la oposición y defensa de la tesina.

1.2 La elección del tema

En cuanto a las posibles orientaciones dentro de las cuales hacer un trabajo


académico, nuestro departamento ofrece la lingüística, la literaria, la
pedagógica (adquisición de lenguaje, métodos de enseñanza, etc.) y la de
cultura. La elección del tema la hace el estudiante, pero es importante que se
consulte con el tutor antes de comenzar a hacer el trabajo. A la hora de elegir el
tema se deberán tener en cuenta los siguiente aspectos:
1) Que el estudiante esté interesado en el tema. Toda investigación parte
de la curiosidad, del deseo de saber más, de entender mejor o de
disfrutar más del objeto de estudio. Por eso el interés en el tema es el
primer motor para afrontar un trabajo de investigación. Además, el
trabajo exhaustivo en las bibliotecas, las horas de soledad ante el
ordenador, la búsqueda de formulaciones exactas, pueden poner a
prueba la paciencia y el deseo de continuar. Por ello, consideramos
fundamental que el estudiante parta de un interés personal en el tema.
2) Que el tema sea abarcable de modo que se pueda llevar a buen
término en el plazo de tiempo establecido.
3) Que existan fuentes secundarias accesibles. Antes de decidir

 
7  
definitivamente el tema hay que hacer una investigación preliminar
sobre la bibliografía existente en las bibliotecas de la ciudad.
4) Que las fuentes primarias sean manejables, esto es, que estén a un
nivel cultural y teórico adecuado al estudiante. Aconsejamos no elegir
temas que requieran excesivo tiempo de estudio, pues el propio trabajo
de investigación y redacción exige mucho tiempo y esfuerzo.
Tampoco aconsejamos elegir temas que requieran de largos
procesos de recopilación de material como hacer grabaciones,
filmaciones de clases o encuestas y entrevistas. Hay mucho material
ya existente que puede servir para abordar una investigación, como
ser corpus lingüísticos como CREA y CORDE, letras de música,
revistas, periódicos, blogs, etc.
5) Que el método y las teorías utilizadas también sean manejables. No
recomendamos que se elijan premisas y teorías para cuya
aplicación el estudiante carezca de suficiente preparación académica.
6) Que se sepan aprovechar la experiencia y los conocimientos
adquiridos con anterioridad –ya sea mediante estudios universitarios,
experiencia profesional o por cuenta propia–.

1.2.1 Partes del trabajo

La extensión de la monografía depende de varios factores, pero normalmente


debe de tener 3 200 palabras (± 10%) para los trabajos del nivel B, 8000 palabras
(± 10%) para las tesinas de diplomatura de 15 créditos, 12 000 palabras (±
10%) para tesinas de 15 créditos del nivel avanzado, y 25 000 palabras (± 10%)
para tesinas de 30 créditos del nivel avanzado.
No obstante, es menos relevante la cantidad de páginas que la calidad de
las mismas. Son características fundamentales de la escritura académica la
brevedad y la concisión, así como evitar repeticiones innecesarias, vaguedades
y contradicciones. ‘Hinchar’ el texto con citas, argumentos o datos
irrelevantes solo empeora el texto aunque aumente la cantidad de páginas.
Al principio puede resultar angustioso el hecho de tener que escribir
tantas páginas. Sin embargo, pronto se experimentará que lo más difícil es no
extenderse demasiado. Es muy importante argumentar cada una de las ideas que

8    
se exponen, al mismo tiempo que hay que seleccionar las ideas relevantes para
el objetivo propuesto. Toda esta argumentación, formulación y delimitación de
nuestro problema requiere de espacio textual.
Todo trabajo deberá tener las siguientes partes:
1) una introducción,
2) un apartado sobre el material estudiado
3) un apartado dedicado al estado de la cuestión,
4) un apartado con las consideraciones teórica y metodológicas,
5) el análisis propiamente dicho –o los resultados y la discusión si se
trata de un estudio más bien cuantitativo,
6) las conclusiones
7) la bibliografía.

Teniendo en cuenta estos distintos apartados obligatorios, se comprenderá


que no resulta difícil llegar a escribir las páginas requeridas.

1.3 Consideraciones éticas

Todo trabajo académico debe contemplar todo aquello que esté relacionado
con la ética de la investigación. Por un lado, y como también se menciona en
el punto 5 de este compendio, es fundamental observar el reconocimiento del
trabajo de colegas y del público en general, no olvidando dar las referencias
adecuadas toda vez que se cita o refiere a un trabajo o a una información
encontrada en otros textos, grabaciones, películas, etc. La biblioteca de la
Universidad de Gotemburgo tiene muy buena información sobre estas
cuestiones bajo “Att söka och skriva” y más específicamente bajo “Källkritik”
y bajo “Plagiering”. También remitimos al plan de acción de nuestra
universidad, “Policy för förebyggande av plagiering” (Göteborgs universitet).
Además de esto, es importante que, en los casos en los que sea relevante,
dado el método elegido o el material consultado, también haya una reflexión y
discusión que muestre que se han tenido en cuenta los aspectos éticos, que se
es consciente de ellos y que se han tomado las medidas a disposición para
evitarlos.

 
9  
2 Material
Llamamos material al conjunto de textos (escritos, grabaciones, bases de
datos, imágenes, etc.) utilizados para la confección del trabajo. Este material
constituye las fuentes, que fundamentalmente pueden clasificarse dentro de
dos categorías, primarias y secundarias.

2.1 Fuentes primarias

Una fuente primaria se identifica, en general, con el objeto de estudio, con un


corpus, que es el ‘cuerpo’, el material sobre el que se llevará a cabo el
estudio. Dijimos anteriormente que hay que delimitar el tema. De la misma
forma, hay que delimitar las fuentes. Así no es aceptable un tema como “Las
partículas en español”, porque es un tema virtualmente infinito. Para que
sea abarcable hay que acotarlo, por ejemplo, La anteposición del adjetivo de
color en ONE 71 (Mellberg). En este caso, ONE 71, que es un corpus de once
novelas españolas del período 1951-1971, será la fuente primaria del estudio.
Cuando se trabaja sobre textos literarios, sobre todo si son clásicos, hay que
elegir una edición determinada. Si vamos a analizar, por ejemplo, El
vergonzoso en palacio, de Tirso de Molina, conviene elegir una edición
crítica. Dentro de las ediciones críticas conviene elegir la más reciente, pues
en ella normalmente el estado de la investigación sobre el texto está más
actualizado. Conviene asimismo leer algunas reseñas de las ediciones para
asegurarse sobre la recepción de las mismas por los especialistas.

2.2. Fuentes secundarias

Una fuente secundaria se identifica con lo que se ha dicho y escrito sobre


el objeto de estudio. En general, es la bibliografía crítica y de referencia:
libros, artículos especializados y todo tipo de material audiovisual editado o
disponible sobre el tema en cuestión.
Lo esencial en la utilización de las fuentes es que sean verificables. Por
ello ha de guardarse una copia de todo el material que no esté publicado
(textos extraídos de Internet, cartas manuscritas o electrónicas, grabaciones,
etc.), para poder ponerlas a disposición de los estudiosos interesados. En
primer lugar hay que poder entregarlo al estudiante que haga el rol de oponente

10    
de tu trabajo (ver capítulo 7).
Para poder encontrar material de buena calidad académica es importante
aprender a utilizar los recursos que ofrece la biblioteca universitaria y
aprovecharlos. (Ver punto 3.1.1.)

3 Redacción
Iniciar la redacción del trabajo supone haber realizado una serie de pasos
previos. La redacción en sí constituye una de las tareas más arduas pero a la
vez es apasionante. El llegar a formular problemas complejos con concisión y
exactitud es siempre un reto difícil, pero cada logro brinda mucha satisfacción.
Ahora bien, para evitar caer en el desánimo, es importante ser
conscientes desde el principio de lo complejo que es el proceso de redacción.
Por eso, debemos alegrarnos cada vez que logramos formular una idea difícil
que nos ha estado rondando la cabeza durante algún tiempo.
Escribir es una forma de pensar. Cuando las ideas deben ponerse en
papel, estas adquieren mayor nitidez y claridad. En parte, esto se debe a que
hay que tener en cuenta al lector. La finalidad de este tipo de trabajos no es
solo aprender y profundizar sobre un tema determinado sino también hacer un
aporte al conocimiento existente del mismo. Por ello hay que cuestionarse
continuamente si el texto tiene toda la información necesaria para ser
comprendido, si los términos están lo suficientemente bien delimitados y
definidos y si el objetivo del trabajo no se presta a dudas. Un trabajo con un
objetivo difuso resulta, simple y llanamente, ilegible. Al no saber lo que el
autor del mismo busca, no se pueden seguir los pasos de la argumentación.
Toda redacción implica un arduo proceso de varias etapas –
estructuración, creación lingüística, corrección, etc.– que suele exigir un
esfuerzo de síntesis considerable. Veamos seguidamente con más detalle las
distintas etapas de este proceso.

3.1 El comienzo

Al inscribirse en un curso en el que habrá que escribir una tesina o trabajo


escrito libre, el tema deberá de estar pensado de antemano. El tiempo de
dedicación al trabajo no incluye el tiempo para pensar en el objetivo del
trabajo. Lo ideal es haber consultado también las bases de datos de la

 
11  
biblioteca para cerciorarse de la existencia de la bibliografía necesaria y de
que esta sea accesible.

3.1.1 La biblioteca

Además de la biblioteca de la universidad con bases de datos de textos


on-line muy completas, contamos con la biblioteca especializada (en literatura
y civilización) más grande de Escandinavia, la Colección Iberoamericana (en
Campus Linné) donde además se tiene acceso a un buen ambiente de trabajo.
La preparación de un trabajo académico implica un buen conocimiento del
funcionamiento de estas bibliotecas. Asimismo, habrán de consultarse las
bibliotecas públicas de la ciudad. Existen también varias bibliotecas
universitarias en Suecia, a las que se accede a través de la base de datos Libris.
Al principio del cuatrimestre se ofrece un cursillo en la biblioteca de la
universidad para aprender a hacer búsquedas bibliográficas y para aprender a
manejar un programa de referencias. La asistencia a este cursillo es
obligatoria. Para sacar máximo provecho de este encuentro, es muy importante
que el tema de la tesina ya esté definido. De este modo, la bibliotecaria a
cargo del curso podrá hacer búsquedas concretas dentro de los campos de
interés específicos.

3.1.2 Los primeros pasos y las tutorías

Para sacarle el mayor provecho posible a las tutorías, es recomendable


entregar a tiempo el material escrito y prepararse muy bien habiendo
anotado preguntas, dudas e inquietudes que se quieran plantear.
En el primer encuentro con el tutor se discutirá el tema y la delimitación
del mismo. Desde el principio se recomienda hacer un plan de trabajo con un
índice preliminar en el que se escriba claramente el tiempo que se va a
dedicar a cada apartado. (Este será el primer borrador). Debe tenerse en
cuenta que hay que contar con 1 o 2 semanas para la redacción final del
trabajo y el control formal del texto, de las citas y de la exactitud de los
datos bibliográficos.
El paso siguiente será la búsqueda de las fuentes secundarias, es decir,
obtener y leer (selectivamente) la bibliografía secundaria. En esta etapa hay
que comenzar a confeccionar fichas, a transcribir o fotocopiar aquellas partes

12    
relevantes desde el punto de vista teórico o crítico. Es muy importante apuntar
detalladamente todos los datos bibliográficos de cada trabajo que se consulte.
Puede ocurrir que la fuente no sea accesible más tarde, lo cual puede ser un
problema de faltar algún dato importante.
Cuando se ha consultado la bibliografía secundaria sobre el tema, se
está en condiciones de precisar con mayor exactitud el objetivo o la hipótesis
de trabajo. Conviene ir confeccionando también un capítulo sobre el estado
de la cuestión, cuál posición se tiene con respecto a ella y en qué va a
consistir la aportación del trabajo al conocimiento sobre el tema. Esto ha de
ser el tema del segundo encuentro con el tutor. Ander-Egg y Valle (17-18) han
elaborado un procedimiento –la “descomposición dimensional del problema”–
que constituye un buen método para llegar a delimitar el campo de trabajo.
Este procedimiento se fundamenta en las siguientes preguntas:
• ¿Cuál es el problema? – tratar de identificar el problema
formulándolo en un enunciado claro y preciso.
• ¿Cuáles son los datos del problema? ¿Cuáles son los aspectos o
elementos principales y específicos del problema? – tratar de
descomponer el problema en sus diversos constituyentes,
variables o dimensiones.
• ¿Qué se ha dicho sobre el problema? – el estado de la cuestión
• ¿Cuáles son las relaciones entre los diferentes aspectos del
problema? ¿Cuáles son las cuestiones relacionadas con el
problema? – toda temática surge de un contexto que hay que
conocer y documentar para dar mayor relevancia al problema a
analizar.
• ¿Está suficientemente definido? – toda investigación científica se
fundamenta en unos términos y conceptos claramente definidos.
• ¿Qué fin u objetivo se pretende alcanzar con la investigación?
– determinar la finalidad, el para qué, de la investigación.

Una vez que se ha problematizado el tema de la investigación mediante estas


preguntas se verá con más claridad cuáles son los aspectos que tienen que
incluirse en el trabajo. Se está entonces capacitado para hacer un segundo
borrador del plan general del trabajo.

 
13  
Es muy importante comenzar a escribir desde el principio. Conviene
tomar anotaciones detalladas de las lecturas y hacer comentarios con
propias palabras sobre las fuentes y su relación con el objetivo planteado. Es
asimismo recomendable fijarse en el lenguaje académico de las fuentes
secundarias y apuntar expresiones, términos, etc. que puedan ser útiles en la
propia redacción.
Ahora bien, es igualmente importante tener un plan elaborado y claro
antes de comenzar a redactar el texto de la tesina. Si no se sabe lo que se
busca, resulta imposible ser riguroso y claro en la argumentación, y tampoco se
podrá convencer al lector de la relevancia de lo escrito.
Ya que el tema es elegido por el propio estudiante, este se convierte
pronto en especialista en el tema (al menos en el contexto restringido de
nuestro departamento). Consecuentemente es importante documentar en la
tesina todo aquello que sea relevante para comprender tanto la pertinencia e
interés del objetivo del trabajo como el análisis propiamente dicho. Hay que
partir de que todos los conocimientos que se han adquirido fuera de la
literatura obligatoria de los cursos de español son nuevos para los lectores del
trabajo. Esto no significa que haya que informar sobre todas las lecturas
realizadas, solo sobre aquello que sea relevante para seguir la argumentación
necesaria y así poder comprobar la hipótesis (u objetivo) del trabajo.

3.2 El papel del tutor

Dado que el estudiante puede elegir su propio tema el tutor no será


necesariamente especialista en la materia. Sin embargo, el estudiante se puede
dejar inspirar por el tutor y puede intentar orientar su tesina hacia alguna de
las áreas de especialización del tutor y así sacar mejor provecho de las
tutorías. La función del tutor no es en primer lugar brindar información
sobre el tema, sino escuchar, leer y aportar experiencia. Por un lado, el tutor
deberá hacer una lectura crítica que cuestione lo que el estudiante le presenta.
De este modo, el estudiante podrá entrenarse tanto en defender su trabajo como
en admitir que una crítica está fundada. Cualquiera de estas reacciones serán
útiles para que el trabajo sea mejorado. Por otro lado, el tutor ha de servir de
estímulo y de ayuda y siempre se debe de tomar contacto con él en casos de

14    
dudas o confusión. Ahora bien, el responsable del trabajo siempre es el
estudiante, el tutor solo aporta una mirada crítica, nunca impone su visión de
las cosas.
El tutor tiene una cantidad determinada de horas para llevar a cabo su
tarea. En este tiempo está incluido el tiempo de lectura, los encuentros con el
estudiante y el contacto por mail o PIM.

3.2 Los borradores

Los borradores que se presentan a lo largo del semestre han de estar


desarrollados, argumentados y razonados de la mejor manera posible para que
el tutor pueda brindar una retroalimentación relevante. A estos fines, también
es importante que el estudiante cuide la corrección de la lengua desde el
primer momento, recurriendo a diccionarios y gramáticas. Cuánto menos
errores de ortografía, conjugación, tiempos y modos verbales, sintaxis, etc.
tenga un trabajo, el tutor podrá concentrarse más en el contenido del mismo.
Cada vez que el tutor lee un borrador, lo hará críticamente. Si bien
conviene decir cuáles son los logros y lo positivo de un borrador, conviene
sobre todo dedicar tiempo al análisis crítico de lo que puede y debe mejorarse.
La crítica cumple una doble función:
1) Ejercitar la discusión crítica constructiva, objetiva y argumentada.

2) Entrenar el recibir la crítica y responderla, utilizando


argumentos y datos verificables en ambos casos.
Este entrenamiento es fundamental, en primer lugar, para ir matizando las
ideas en el proceso de escritura. Pero también es un entrenamiento para la
defensa y oposición final del trabajo (ver capítulo 7).

3.3 El lenguaje

Un trabajo académico no es el lugar apropiado para experimentar con las


formas comunicativas ni con el lenguaje. El lenguaje científico debe ser
objetivo, claro y, dentro de lo posible, neutral. Lo ideal es que el texto
presentado se preste lo menos posible a interpretaciones diversas, y que el
lector del mismo pueda seguir la argumentación desarrollada.
Hay que evitar en la mayor medida posible la adjetivación, la

 
15  
adverbialización y la valoración. Tampoco se recomienda utilizar expresiones
generales o valorativas como “desgraciadamente”, “afortunadamente”, “lo
auténtico de un pueblo” o el “sentimiento profundo de un poeta”.
Asimismo, es recomendable r e s t r i n g i r e l u s o d e expresiones subjetivas o
vagas, del tipo “es posible”, “creo”, “pienso”, “en mi opinión”, etc. Es
mejor utilizar formulaciones como: “Como se demostró en el análisis”,
“Según esta argumentación”, “Estos aspectos nos permiten afirmar”, “Cabría
preguntarse si”.
Igualmente hay que evitar la polisemia y la sinonimia (todo término
tiene que tener un único significado bien aclarado en el texto o en las
notas), así como expresiones metafóricas o figuradas (a menos que se
explicite el significado exacto de la expresión).
Se deberán evitar las expresiones rebuscadas y barrocas, las cuales solo
resultan en un estilo impreciso y constituye una forma evidente de intentar
ocultar la falta de claridad en las ideas. El estilo hermético, solo accesible a
algunos “iluminados”, no tiene cabida en un trabajo académico.
Asimismo, se deberán evitar la efusión de sentimientos y la expresión de
ideas ajenas al estricto tema elegido.
En resumen, el estilo académico ha de ser concreto, objetivo,
distanciado, conciso, preciso, directo, claro y sencillo.
Existen manuales de escritura a los que remitimos (ver Reyes;
Serafini; Montolío Manual). Nos restringimos aquí a señalar algunos aspectos
primordiales a tener en cuenta en la redacción de trabajos académicos:
• es preferible el transitivo al intransitivo,

• es preferible la frase directa al circunloquio,

• evitar el uso del gerundio excepto para los casos explícitamente


recomendados por las gramáticas,
• evitar frases largas mediante la sustitución de varias frases más
breves,

• los párrafos no deberían superar las 10 o 12 líneas,

• cada párrafo ha de representar una idea,

16    
• la idea principal del párrafo tiene que estar formulada al
principio del párrafo,
• las distintas frases y los distintos párrafos han de guardar
una explícita conexión entre sí,

• los párrafos han de estar dispuestos con lógica y coherencia,

• utilizar adecuadamente conectores argumentativos (ver Apéndice


1),

• eliminar todo lo que no sea imprescindible,

• evitar tautologías y redundancias,

• evitar la ironía y el humor, o usarlos con extremada moderación.

Antes de entregar un borrador se deben haber considerado estas normas. De


esta forma se recibirá una retroalimentación más eficaz.

3.4 El sujeto gramatical

Una de las cuestiones que hay que decidir desde un principio es el sujeto
gramatical que se va a usar. Existen tres posibilidades:
a) Primera persona del singular (“yo”),

b) Impersonal (“se”),

c) Primera persona del plural (“nosotros”).

En general, en la tradición anglosajona, germánica y nórdica se emplean más


la primera persona del singular o las formas impersonales para el lenguaje
académico. En la tradición románica, tradicionalmente se ha utilizado más la
primera persona del plural. Aunque el uso del ‘nosotros’ pueda parecer extraño
dentro de la tradición nórdica, ha sido la más habitual en tesis doctorales
dentro del campo hispánico y se utiliza de la misma manera que el
impersonal en sueco. Sin embargo, esto está cambiando y hoy en día se nota
una fluctuación en el uso de los pronombres personales de manera tal que se ve
un aumento en el uso de la primera persona del singular. Esto se debe a una
necesidad por parte de los investigadores de asumir responsabilidad por lo

 
17  
dicho. Ya no se cree en la posibilidad de un discurso completamente neutro
pregonado por una visión positivista de la ciencia y el uso de la primera
persona del singular es un modo de tomar posición como investigador y no
esconderse detrás de un ‘nosotros’ o de una forma impersonal. Dada esta
fluctuación en el uso, no es posible hacer una recomendación firme por una u
otra forma. Lo importante es optar por una de estas formas y ser consecuente a
lo largo del trabajo.

3.5 Tipografía

En términos generales es importante que la estructura visual del texto sea tan
clara como el propio contenido. Por ello, antes de hacer la impresión
definitiva del trabajo, hay que controlar que no queden títulos en las últimas
líneas de una página, que los cuadros o tablas no queden entre dos páginas, etc.
También es importante no valerse de demasiados recursos para destacar
un concepto o idea, cursivas, negrita, MAYÚSCULAS o la combinación de
varias de ellas. En cualquier caso, lo importante es siempre dejar muy claro
el uso que se hará de estos recursos y ser consecuente a lo largo del trabajo.
Por ejemplo:
• utilizar la negrita para subrayar aspectos relevantes para la
investigación, tanto en el propio texto como en las citas utilizadas
(en este último caso siempre se deberá indicar “nuestro/mi
énfasis”),
• utilizar las cursivas para palabras en otra lengua (como por
ejemplo on-line o fin de siècle)
• utilizar comillas (“”) para citas textuales y
• comillas simples (‘’) para citas dentro de las citas, para frases
hechas o para indicar un uso específico de alguna palabra o si un
concepto metalingüístico puede confundirse con el uso normal de la
palabra.
Todas las tesinas que se escriben dentro del Departamento deben usar el
modelo a disposición donde ya están formateados el tipo de letra, y el resto de
las normas tipográficas.

18    
4 Disposición
Como ya hemos mencionado, conviene partir de un índice preliminar que ha
de funcionar como un plan de trabajo. Una de las dificultades que se tiene al
escribir es que no se puede decirlo todo al mismo tiempo. Por ello es de
gran ayuda tener siempre una disposición pensada. Así sabremos cuál es el
lugar ideal para presentar cada cuestión, idea, dato o problema. A lo largo del
proceso de investigación este índice irá sufriendo cambios. No obstante, es
importante que refleje la disposición más adecuada del trabajo en cada etapa de
la investigación. Solo al final del trabajo de investigación sabremos cuál es la
disposición más apropiada. Es importante recordar que una tesina no es una
presentación cronológica del trabajo, sino una presentación estructurada a los
fines de exponer pedagógicamente el estudio realizado.
La cantidad de capítulos varía según cada trabajo. Sin embargo, una
tesina siempre ha de constar de los siguientes elementos:
• título

• índice

• introducción

• cuerpo del texto o análisis

• conclusiones

• bibliografía

Pasamos seguidamente a tratar cada uno de estos componentes del trabajo


de investigación.

4.1 El título

Encontrar un título adecuado para la monografía no suele ser fácil. El


título ha de ser conciso e informativo, no puede ser demasiado general sino
que debe de informar sobre las limitaciones y la especialización del trabajo,
debe de tener una relación directa con las palabras clave de la hipótesis y de
los objetivos del trabajo. El título es como la etiqueta de un producto: debe
informar sobre el contenido del envase. Cuanto más exacto, mejor. Un lector
quizá no esté interesado en la partícula “bah” o en el poema Mar despierto,

 
19  
pero sí interesarle la pragmática. Por ello, es recomendable que el título
incluya información sobre el acercamiento metodológico utilizado
Se puede elegir un título con una parte impactante y atractiva, seguida de
una explicación o un subtítulo de carácter descriptivo, como por ejemplo:
María, el mar y la muerte: análisis del personaje femenino en El túnel de
Ernesto Sábato (Bojanic). Sin embargo, no se deben emplear títulos crípticos o
que no orienten la lectura.
Lo mismo rige para los títulos de los capítulos de la tesina, si bien en
ellos no debe de haber subtítulos, ya que en su lugar se puede dividir el
trabajo en los subcapítulos pertinentes.
La página con el título constituye la tapa de la monografía. Para las
tesinas de diplomatura y de nivel avanzado existe un modelo en el
departamento para cómo esta ha de diseñarse.

4.2 El índice

Es importante pensar en la coherencia y la lógica cuando se elabora el


índice. Conviene preguntarse sobre los criterios que se han seguido en las
distintas subdivisiones de los capítulos y comprobar que haya coherencia
entre estos criterios. Conviene asimismo cuestionarse el orden de cada
apartado, y comprobar que sea el más adecuado para los objetivos del
trabajo. El título de cada capítulo y subcapítulo ha de ser sintético e
informativo. De esta forma, con solo mirar el índice, el lector se podrá
hacer una clara visión de conjunto del trabajo.
La numeración de los distintos capítulos y subcapítulos ayuda a crear
esta estructura clara, y permite asimismo referirse a un capítulo sin necesidad
de dar el título del mismo.
Los capítulos y subcapítulos deben de tener dimensiones parecidas. Si
en el índice preliminar creíamos que íbamos a desarrollar un aspecto que
después solo requiere un párrafo o dos, será mejor incluirlo en otro
(sub)capítulo, en lugar de dedicarle un (sub)capítulo entero.
La cantidad de capítulos variará según la tesina. Se pueden tener pocos
capítulos y muchos subcapítulos, o viceversa. En caso de tener muchos
capítulos puede convenir dividir con cifras las distintas secciones del trabajo

20    
para que la estructura del mismo sea transparente. En caso de tener muchos
subcapítulos ha de tenerse en cuenta que un máximo de cuatro subdivisiones
es lo que suele considerarse aceptable (p. ej. 4.2.3.1, pero no 4.2.3.1.1).
Algunos consideran que cuatro subdivisiones ya son muchas, pero si el
trabajo realmente lo requiere es admisible.
Resulta útil estudiar con atención los índices de tesinas o libros
científicos para analizar los distintos criterios seguidos. Ello ayuda en la
creación de un modelo que satisfaga las exigencias de cada trabajo particular.

4.3 La introducción

La introducción, como su nombre lo indica, sirve para introducir al lector en el


trabajo que tiene en sus manos. A estos fines, en la introducción se deberá
formular el objetivo del trabajo, esto es, plantear el problema que se va a
tratar. Asimismo se deberá justificar la relevancia y el interés que este
objetivo tiene, así como informar sobre aspectos contextuales que permitan
comprender la importancia y el alcance del trabajo.
A continuación se presenta una lista de aspectos que deberán incluirse
en la introducción –aunque no necesariamente en el orden en que acá aparecen
expuestos–:
• Explicar por qué es relevante el problema tratado. (Si se quiere tener
una presentación más subjetiva y personal de las motivaciones
para elegir el tema, se debe de agregar un prólogo a la introducción
propiamente dicha.)
• Aclarar cuál es la hipótesis o el objetivo del trabajo.

• Explicar las dificultades y los problemas surgidos a lo largo de la


investigación.

• Explicar la selección de la(s) fuente(s) primaria(s) y motivar los


criterios de la selección.
• Presentar el estado de la cuestión sobre el tema a tratar, haciendo
una exposición razonada de la bibliografía secundaria consultada.
Explicar los alcances y las limitaciones de los textos presentados en
relación al problema planteado en el trabajo.

 
21  
• Explicar cuál es el aporte del trabajo.

• Explicar y motivar el método y/o las teorías que sirven de


fundamento para la investigación.

• Explicar y motivar la disposición del trabajo.

Es posible que algunos de estos aspectos se deban desarrollar en más de un


capítulo. De cualquier forma toda introducción deberá tener estos cinco
apartados:
1) Objetivo y/o hipótesis.

2) El objeto de estudio (la bibliografía primaria).

3) Estado de la cuestión.

4) Apartado teórico-metodológico.

5) El aporte de este trabajo.

6) Disposición.

4.4 El cuerpo de la tesina o análisis

Una vez introducidos los objetivos, el estado de la cuestión, la relevancia


del estudio, los aspectos teórico-metodológicos y los resultados a los que se
espera llegar, el cuerpo de la tesina consistirá –dependiendo del tipo de estudio– o
bien en el análisis del corpus elegido o bien en la presentación de resultados y
la discusión de los mismos.
Analizar es, etimológica y funcionalmente hablando, distinguir y separar
las partes de un todo hasta llegar a comprender los principios que lo rigen, la
cantidad y calidad de sus elementos. En la parte analítica hay que guiarse
por la hipótesis de trabajo y aplicar un método –o varios–, delimitar el
problema y aportar las posibles soluciones al mismo. El análisis o la discusión
de resultados siempre tienen que estar apoyados en datos y no en suposiciones.
A lo largo del trabajo se presentan continuamente nuevos interrogantes y
problemas. Por ello, siempre hay que tener en cuenta la hipótesis o el objetivo
del trabajo y a partir de ellos justificar las limitaciones para no desviarse
del camino trazado. No obstante, se pueden presentar o discutir aquellos

22    
temas que merezcan investigación pero que no tengan cabida dentro de los
objetivos planteados para el presente estudio o bien en notas a pie de página a
lo largo del trabajo (cuestiones de detalle) o en las conclusiones (cuando las
ideas son consecuencia razonada de todo el análisis). Es de cortesía, formativo
y cómodo, al final de cada subcapítulo o capítulo, hacer una recapitulación de
los resultados parciales que se han obtenido y llevar a cabo una discusión
acerca de las dificultades encontradas en el análisis.
Ander-Egg y Valle (22) han sintetizado de forma ejemplar los requisitos
que debe de cumplir todo análisis científico:
• Unidad: todo lo que se diga debe estar relacionado con el tema
de estudio o investigación. Las digresiones inútiles o los detalles
superfluos atentan contra la comprensión del tema.
• Orden: las ideas deben desarrollarse de modo que los
razonamientos puedan derivarse unos de otros. Esto supone un hilo
de discurso, un orden lógico que en ningún momento debe perderse.
• Progresión: hay que avanzar por aproximaciones sucesivas, de
modo que el conjunto del discurso se desarrolle de manera
ordenada.

• Transición: una monografía, un informe científico o una tesis no


pueden ser un simple amontonamiento de ideas, análisis, hechos,
datos, etc. Es necesario que se aprecien con claridad las diferentes
partes y las relaciones de esas partes con el conjunto del trabajo.

4.4.1 Tablas, estadísticas, citas textuales

Las tablas, estadísticas y citas textuales son ante todo elementos descriptivos.
Ahora bien, los datos o las ‘pruebas’ no hablan por sí solos sino que
requieren de la interpretación y análisis del estudioso para estar justificados en
el trabajo. Por eso, tanto las tablas, como los datos estadísticos y las citas han
de cumplir con los siguientes requisitos para ser incluidos en el trabajo:
• que sean el resultado de la propia investigación o que hayan sido
usadas como fuente secundaria y consecuentemente sean
relevantes para el estudio en cuestión,

 
23  
• que estén acompañadas de indicaciones claras sobre cómo
leerlas (tablas y estadísticas),
• que formen una unidad coherente con el contexto en el que se las
incluye y que su relevancia quede claramente motivada para los
fines del trabajo (citas),

• que hayan sido interpretadas y comentadas por el autor del


trabajo. Esto es especialmente relevante para citas largas.
(Normalmente se suele decir que el comentario a una cita siempre
ha de ser mayor que la cita misma; una cita larga debe, por tanto,
estar seguida de un análisis textual detallado.)

4.5 Las conclusiones

Todo trabajo académico ha de culminar en unas conclusiones, el resultado


de la investigación. También aquí puede variar el número de páginas, no
obstante, las conclusiones no suelen llevar subdivisiones, a menos que esté
especialmente motivado.
Generalmente, las conclusiones a las que se ha llegado están
distribuidas a lo largo del texto. Si se han hecho recapitulaciones después de
los capítulos de análisis no resulta necesario repetir lo dicho allí, sino
resumir con otras palabras los resultados globales del estudio. Hay una
diferencia de perspectiva, mientras las recapitulaciones son parciales, las
conclusiones afectan a los resultados generales del trabajo.
Las conclusiones tienen que tener una relación directa con la
introducción y con los objetivos allí delineados. Se debe de recordar cuáles
fueron los puntos de partida y cómo el análisis o el estudio realizado ha
modificado o corroborado la hipótesis de partida. Conviene, en la revisión final
del texto, cotejar que haya coherencia entre introducción y conclusión (entre
objetivos y resultados).
Es muy importante que las conclusiones no incluyan ideas nuevas sino
que sean el resultado sintético del análisis. Por ello tampoco deberán incluir
datos nuevos ni citas. Todo lo que se incluya en las conclusiones debe
desprenderse lógicamente de los capítulos anteriores.
También es importante que se incluya en ellas una discusión argumentada

24    
sobre los logros y las limitaciones del trabajo. Allí se pueden apuntar ideas
que no han podido ser desarrolladas en el trabajo pero que pueden ser pistas
relevantes para futuros estudios.

4.6 La bibliografía

En la bibliografía ha de presentarse toda la documentación citada a lo largo


del trabajo.

Conviene distinguir entre:

a) fuentes primarias o corpus: aquellas que son sometidas a análisis en el


trabajo y

b) fuentes secundarias: aquellas en las que se apoya el investigador para


llevar a cabo el análisis (enciclopedias, historias de la literatura,
tratados de lingüística, textos teóricos y metodológicos, estudios
previos sobre la materia, etc.).

Estas fuentes pueden estar impresas (libros, artículos de revista, conferencias


publicadas en actas, etc.) o no (artículos on-line, cartas manuscritas, cartas
electrónicas, grabaciones, discos compactos, etc.).
En caso de que haya una serie de publicaciones que se haya consultado
pero que no haya resultado pertinente citar a lo largo del trabajo, estas se
pueden especificar bajo un epígrafe especial, por ejemplo “Otras
publicaciones consultadas”. En cualquier caso, toda cita o envío bibliográfico
en el texto debe encontrarse en la Bibliografía.
Solo deben citarse textos que hayan sido consultados personalmente.
En caso de hacerse una cita de una fuente a través de otra fuente, ha de quedar
5
claro en el texto que no se ha consultado la fuente original . Si es una idea
general que no tiene que ver directamente con el problema tratado, esto no es
ningún problema, pero si la fuente original toca de lleno nuestro tema, hay que
consultar la fuente original.
Los sistemas de referencia son varios y difieren bastante entre sí.
Entre los más utilizados están el MLA, el Harvard, el APA y el Oxford.

                                                                                                                       
5
Mediante la preposición latina apud (’en’) se indica que la información ha sido extraída de la
fuente secundaria mencionada.

 
25  
Todos tienen sus pros y sus contras. En realidad no es importante cuál se use,
siempre y cuando se sea consecuente en el uso del mismo.
En la mayoría de los sistemas existen fundamentalmente dos tipos de
entradas bibliográficas: cuando se trata de un tomo (un libro), o cuando se
trata de parte de un tomo (artículo de una revista, ponencia incluida en un
tomo actas, capítulo de un libro, etc.). El uso de cursivas y comillas hace la
distinción clara entre ambas categorías, por lo que es muy importante seguir
estas normas convencionales rigurosamente.
En el Apéndice 2, presentamos una explicación detallada y con
ejemplos del sistema de referencia MLA. 6 Pero hoy en día, hay programas
como Zotero o EndNote que sirven para automatizar el manejo de las
referencias y así asegurarse que el resultado será consecuente (aunque es
fundamental siempre revisarlo una vez más antes de darlo por terminado).

5 Aparato crítico
El llamado aparato crítico es el conjunto de textos donde se encuentran los
datos, ideas y opiniones ajenas sobre el tema tratado.
Todo discurso científico se refiere a su objeto de estudio con ayuda de
conceptos, es decir, de ideas altamente formalizadas, que constituyen un
lenguaje sobre el lenguaje, un metalenguaje. A veces esos conceptos se usan
de modo diferente y varían de autor a autor. Por esta razón, siempre es
necesario explicar en qué sentido se usarán los conceptos elegidos,
siguiendo a qué autoridad o, en el caso de que la aplicación sea propia,
justificando su uso.
Eco compara el trabajo científico con un juicio en el que el/la
estudioso/a aporta pruebas y testigos. El lector (el jurado del juicio) debe poder
controlar que esas pruebas y testigos sean válidos, por lo que es primordial
siempre indicar de dónde se han obtenido las citas o las ideas que se está
manejando, esto es, señalar la fuente, aun cuando esta sea otra tesina o una
página de Internet.
Como ya señalamos anteriormente, es honestidad científica no apoyarse

                                                                                                                       
6
 También se pueden seguir las normas de estilo de una revista académica, por ejemplo en Pasavento.
Revista de Estudios Hispánicos http://www.pasavento.com/instrucciones_autores.html

26    
en ideas o resultados de investigación ajenos sin indicarlo. De lo contrario, es
plagio. El plagio –usar ideas o formulaciones de otros como si fueran propias–
no es aceptable en el mundo académico. Además, si se descubre que una
tesina o una tesis plagia trabajos de otros, no será aprobada bajo ningún
concepto y el caso se denuncia al consejo de disciplina de la universidad (ver
Göteborgs universitet “Policy för förebyggande av plagiering”).

5.1 Formas para referir una fuente

Un trabajo excesivamente recargado de citas resulta difícil de leer. Al mismo


tiempo hay que ser riguroso al señalar las fuentes utilizadas. Por ello hay que
limitar el uso de citas textuales a los casos en los que todo en ellas sea de
importancia para el objetivo planteado. De lo contrario, es mejor
parafrasearlo con nuestras propias palabras indicando simplemente la
fuente en la que nos basamos. Ander-Egg y Valle (90) distinguen entre
cinco modalidades principales de referencias:
• La cita propiamente dicha: consiste en reproducir lo escrito por
otro autor, transcribiendo literalmente sus palabras.
• La paráfrasis: en la que se explica, comenta o interpreta, en forma
ampliada, el texto o pensamiento de un autor.
• La glosa: que consiste en un comentario amplificado con el fin
de hacer accesible un texto oscuro o difícil de comprender.
• El resumen: en el que se expone en forma sintética el
pensamiento de un autor o el contenido de un texto.
• El comentario/evaluación de un texto: el autor expone su
pensamiento expresando su aprobación o desaprobación respecto
de alguna idea expuesta por otra persona o institución.

Se elija la forma que se elija, siempre debe quedar claro de dónde se ha


extraído la información. Según el sistema de la MLA, esto se hace de la
siguiente manera:
Si el nombre del autor aparece en el texto, se deberá dar entre paréntesis
el número de página. Ej. Reyes (144-145) presenta una lista de conectores.
Si el nombre del autor no aparece en el texto, la referencia deberá
incluirlo. Por ej. Además de la cohesión, hay otros factores que sirven para

 
27  
crear coherencia en un texto (Reyes 145).

5.1.1 La cita propiamente dicha

Las citas cortas (menos de tres líneas) se incluyen en el cuerpo del texto,
entre comillas. Las citas más largas se separan del cuerpo del texto, con
sangría (0,5 cm. en el margen izquierdo) y tamaño de letra menor (Times 11).
Cuando van separadas del texto, no se ponen entre comillas.
Las citas han de ser exactas. No se permite ninguna modificación en ellas
sin notificación. Si queremos eliminar parte del texto incluimos puntos
suspensivos entre corchetes […]; normalmente esto no es necesario al
principio o al final de la cita (normalmente el texto está extraído de una
secuencia textual en la que hay texto antes y después). Esto solo ha de hacerse
para señalar que cortamos el sentido natural de la frase en el contexto original.
De la misma manera se incluye entre corchetes cualquier otro cambio
(formas verbales, mayúsculas/minúsculas, alguna partícula que haya que añadir)
para que la frase sea gramaticalmente coherente en el nuevo contexto de
nuestra exposición. Si para aclarar nuestra argumentación queremos subrayar
alguna palabra o frase, esto ha de señalarse también después de la cita.
Ejemplo: “plantea también con claridad una serie de cuestiones para el
estudio del cuento en cuanto forma especial de discurso” (Casetti 177,
nuestra negrita). En este caso, como no hemos dicho lo contrario, el
vocablo ‘discurso’ está subrayado por el autor; al mismo tiempo esto nos
imposibilita el utilizar el mismo tipo de marcación para lo que nosotros
queremos destacar. Por ello se recurre a la negrita. Lo importante es que el
lector de nuestro trabajo siempre esté informado de todos los cambios, por
pequeños que parezcan, con respecto a la fuente original.
Cuando se citan versos cortos estos pueden ocupar mucho espacio en
nuestro trabajo. En estas circunstancias puede resultar práctico romper la
imagen textual del poema, si lo que nos interesa analizar es el contenido, las
palabras del verso y no el carácter icónico de su presentación. Pueden
utilizarse entonces barras para marcar que en el original son distintos
versos. Ejemplo: “Recuerde el alma dormida /avive el seso y despierte
/contemplando /”.

28    
Si hay más de una edición de un texto que se estudia, la cita puede variar
dependiendo de la edición que se cite, por eso es muy importante indicar qué
edición se ha consultado.
Si hay una cita dentro de la cita entre comillas (si citamos con sangría
no es necesaria hacer la distinción) se utilizan comillas simples (‘’).
Ejemplo: “como decía el poeta, ‘recuerde el alma dormida’, para expresar
[…]”.
Si en el original hay una errata o una forma sintáctica poco usual o
una idea que puede parecer sorprendente, podemos marcarlo con la
abreviatura [sic], que significa ‘así’, ‘de esta manera’, con lo cual aclaramos
que no es un error nuestro sino que el original realmente dice así.
Si se es consecuente con un uso a lo largo de todo el trabajo se puede
aclarar en una nota este uso (p. ej.: todas las cursivas de los textos citados
son nuestras), para de este modo evitar repeticiones. Pero esta es una medida
que solo se puede aplicar al tener el texto finalizado para estar seguros de que
no utilizamos, por ejemplo, ninguna cursiva en una cita textual que sea
original. Cada trabajo tiene que encontrar el mejor método para no ser
repetitivo y al mismo tiempo ser fidedigno. Lo importante es ser
consecuente desde el principio.
Utilizar citas textuales siempre implica extraer el contenido de su
contexto natural. Por ello nunca deben utilizarse las citas como argumentos
de autoridad, sino que siempre han de ser comentadas y siempre ha de
motivarse la relevancia de incluirlas en el nuevo contexto (esto es, en nuestro
trabajo).
A modo de resumen, al utilizar una cita se deberá tener en cuenta lo
siguiente:

• Si se cita a un autor, sin indicar que no se está de acuerdo,


significará que se acepta y se da por válido lo que aparece en la
cita.
• Si existen diferentes opiniones sobre el tema al que se
refiere la cita, es necesario indicarlo, por ejemplo en nota al pie
de página.

 
29  
• Si existen diferentes ediciones de un texto, la cita puede variar
de edición en edición. Por ello, es importante dejar claro con
qué edición se trabaja.

• Citar solo aquello que es de importancia decisiva. Las otras


‘pruebas’ accesorias de la argumentación principal conviene
referirlas sin citas textuales o en nota a pie de página.

5.1.2 Las paráfrasis y las otras formas de referir un texto

Ya hemos dicho que un texto recargado de citas se hace difícil de leer, por eso
las paráfrasis y las otras formas de referencia son adecuadas para situar el
problema a investigar en un contexto más amplio. Ahora bien, para no incurrir
en plagio, es importante que en nuestras paráfrasis no se incluyan segmentos
textuales que coincidan exactamente con el original, en cuyo caso hay que
incluir comillas.
Un problema lo constituyen las citas de otras lenguas que no sea el
español. Por un lado, es difícil traducir con exactitud, sobre todo cuando se
trata de conceptos con un alto grado de abstracción teórica. Pero por otro, es
engorroso para el lector el necesitar cambiar de un idioma al otro. Una forma
de resolver este problema es hacer una paráfrasis del texto que queremos
citar, y en nota a pie de página incluir el texto en su idioma original. En
general, no es conveniente tener citas en sueco, puesto que no es una lengua
internacional fuera de los países nórdicos, y utilizarlo implica restringir
excesivamente el grupo de posibles lectores de nuestro trabajo. Ahora
bien, también aquí puede resultar adecuado incluir la cita en el idioma
original en las notas.

5.2 Las notas

Una de las características de la escritura académica es el uso de notas. Las


notas se utilizan para incluir información relevante pero no fundamental para
seguir el razonamiento de la idea central que se está desarrollando en el
cuerpo del texto. En ellas se puede:
• hacer comentarios adicionales sobre algún artículo que no tenga
directamente que ver con nuestro objetivo, dar ideas sobre

30    
alternativas de investigación,

• discutir cuestiones de detalle que resulten pesadas de incluir en


el cuerpo del texto,
• incluir referencias bibliográficas cuando son más de tres (hasta
tres referencias pueden incluirse en el cuerpo del texto),

• incluir textos parafraseados en el idioma original, etc.


El criterio general a seguir es que el cuerpo del texto se tiene que poder leer
y seguir sin necesidad de los argumentos incluidos en las notas. Lo incluido
en ellas constituye información adicional a la argumentación central de dicho
texto y se utilizan precisamente para que esta argumentación no se vea
entrecortada por ideas e información de menor importancia para los
objetivos del trabajo.
Hoy en día los procesadores de texto colocan las notas automáticamente.
En nuestro departamento utilizamos el sistema de nota a pie de página, pero
también existen las notas al final del texto. Las notas a pie de página deben ir
en tamaño menor al del cuerpo del texto (Times 10).
La nota se coloca en el cuerpo del texto normalmente después de un
signo de puntuación, a menos que se refiera específicamente a una palabra
concreta del texto, en cuyo caso puede ir antes de una coma o punto. La
mayoría de los programas procesadores de texto tienen un sistema de
enumeración automática que conviene usar. De esta forma las notas incluidas
en el borrador con posterioridad quedan automáticamente ordenadas.
Normalmente no se ponen notas en los titulares, solamente en el cuerpo del
texto.

5.3 Las abreviaturas

El metalenguaje usado en un trabajo académico incluye abreviaturas y


términos que no se ven ni se oyen en el lenguaje corriente. Son abreviaturas,
siglas, apócopes, etc. (Ya hablamos de sic. y de apud.) De las abreviaturas,
muchas provienen del latín, por lo que van en cursiva –como todo término
extranjero que no esté castellanizado–.

Remitimos a Reyes (264-265) para una lista de las abreviaturas más

 
31  
frecuentes en la escritura académica y a El País. Libro de estilo (88-97)
para las abreviaturas, siglas, acrónimos, símbolos más usuales en la sociedad
actual.
También puede resultar necesario hacer abreviaturas propias, como en el
caso de las fuentes primarias. Por ejemplo, en vez de escribir “García
Márquez” para referirse a Cien años de soledad como fuente primaria, esta
puede abreviarse CAS. Lo importante es desde un principio señalar la edición
que se utiliza y dejar claro qué abreviatura se va a utilizar a lo largo del
trabajo.
En caso de que el trabajo requiera de muchas abreviaturas es
conveniente hacer un listado y que este figure en el índice, para que sea fácil
encontrarlo al leer el trabajo.

6 Finalización de la tesina
El trabajo con una tesina implica la presentación de muchos borradores
que recibirán críticas y observaciones del tutor. Es importante que los
comentarios recibidos se tomen a su vez de forma crítica, puesto que al fin y
al cabo el responsable último del trabajo es el propio autor.
Una vez que ha pasado el tiempo estipulado para hacer el trabajo (sean
4, 10 o 20 semanas) este debe estar terminado. Si tanto estudiante como tutor
consideran que es mejor esperar a una ocasión posterior para defender el
trabajo en seminario público, se retrasará correspondientemente la defensa.
Indudablemente, no se puede defender un trabajo que el propio autor, por una
u otra razón, no considere terminado. Las tesinas tienen tres fechas de defensa,
normalmente son en junio, septiembre y febrero.
En la revisión final hay que revisar la introducción, las conclusiones y el
conjunto del trabajo para asegurarse de que no falte ni sobre nada. Se han
entregado muchos borradores a lo largo del semestre, y lo que al principio
parecía relevante quizá al final ya no lo sea. En tal caso, los pasajes superfluos
se han de eliminar del texto o bien pasarse a alguna nota.
La aspiración ha de ser que la coherencia del texto final sea total. Para
lograr esto, la revisión final deberá realizarse concienzudamente. Esta es
una tarea ardua puesto que ya se ha aprendido lo que se quería aprender, y solo

32    
queda seguir mejorando un texto del cual el autor ya está cansado. A pesar de
esto y para que el resultado de tantos esfuerzos no quede mermado por
cuestiones formales o de detalle, no se le debe restar importancia a esta
revisión.
Ante la revisión final conviene hacerse las siguientes preguntas:

• ¿El trabajo tiene un objetivo claro?

• ¿Se han contestado todas las preguntas previas sobre el objeto


investigado? ¿Se han alcanzado los objetivos propuestos en la
introducción?

• ¿Qué criticaría si el trabajo fuera de otro autor?

• ¿Hay alguna parte poco clara o donde falte argumentar mejor?

• ¿He citado correctamente? ¿Están cotejadas todas las citas?

• ¿Todas las ideas sin referencias son propias?

• ¿Está claro lo que es idea propia y lo que es idea tomada de alguna


fuente?

• ¿Están en la bibliografía solo las fuentes citadas?

• ¿Hay alguna cita de fuente en el texto que no aparezca en la


bibliografía?

7. Defensa, oposición y calificación


Pertenece a la tradición académica el ‘leer’, ‘ventilar’ o ‘defender’ una
tesina. El aprendiz medieval realizaba una prueba antes de ser admitido en el
gremio. El aprendiz de carpintero debía hacer, por ejemplo, una mesa, el de
joyero un prendedor, etc. La instancia de la defensa puede considerarse
como una prueba de destreza. Siguiendo esta tradición, nosotros también
sometemos la tesina a una ‘discusión pública’ en forma de seminario. El
oponente será un estudiante del mismo nivel de estudios que el autor de la
tesina.
Como oponente, se deberá leer la tesina minuciosamente, comprobar
parte de sus fuentes y, en caso de tratarse de un trabajo monográfico sobre

 
33  
una obra concreta, esta deberá ser consultada. Según el trabajo, habrá que
prestar más atención a distintos aspectos. No obstante, el tiempo invertido no ha
de superar una semana de trabajo.
Una vez realizado el minucioso análisis de la tesina, corresponde al
oponente organizar el material de forma que el seminario de oposición pueda
seguirse sin dificultad por parte del auditorio (normalmente conformado por
otros estudiantes que han escrito, están escribiendo o van a escribir en breve
una tesina).
Es tradición comenzar con una presentación del trabajo y un resumen de
su contenido (unos cinco minutos para una tesina de diplomatura; diez, para
una tesina del nivel avanzado) para después pasar a la oposición propiamente
dicha. Como oponente hay que ser consciente de que se está jugando un papel
cuyo primer cometido es darle la oportunidad al autor del trabajo de
defender sus premisas y su método de trabajo. Esto implica que aunque la
tesina puede parecer bien hecha no basta con solo decir esto, sino que la labor
de oponente implica primordialmente criticar y cuestionar. Solo de esta manera
el autor puede defender su estudio.
Un orden lógico de oposición es ir de cuestiones de detalle (cuestiones
formales y lingüísticas, modos de llevar a cabo los envíos y las
referencias bibliográficas, etc.) a cuestiones de fondo. Resulta sumamente
tedioso para los participantes del seminario el que se dedique una parte larga
del seminario a señalar erratas y pequeños errores gramaticales, por lo que se
debe de tomar solo algunos ejemplos en el seminario y hacer una lista de
errores que se repartirá al auditorio. En caso de que haya alguna duda
sobre si alguna expresión es correcta, se puede discutir esto brevemente. No
obstante, las cuestiones referentes a la corrección del lenguaje en ningún caso
deben tomar más de diez minutos.
Una obligación del oponente es verificar la correcta utilización de las
fuentes, el aparato crítico y la bibliografía. Han de cuestionarse la disposición,
el método y los resultados del trabajo. Hay que tener en cuenta que si bien el
autor se encuentra en ventaja con respecto al oponente en cuanto a
conocimiento sobre el tema, este tiene la ventaja de verlo con nuevos ojos, sin
estar influido por los múltiples problemas que el autor ha encontrado a lo

34    
largo del camino. Como oponente se debe leer con la perspectiva de un
lector que tiene derecho a que las bases del trabajo se le hayan explicado lo
suficiente como para que pueda entenderlo. Si el oponente, después de una
lectura atenta y minuciosa, no entiende algo de la tesina, esto debe de ser
motivo de crítica o al menos de discusión. A la vez, se ha de pensar en vías
alternativas para resolver el problema en cuestión, aportando de este modo
una crítica constructiva del problema.
Si bien el papel de oponente implica una postura crítica y de ‘fiscal’, el
tono utilizado ha de ser siempre amable. En una ‘disputa académica’ los
argumentos son los protagonistas y es de vital importancia crear un ambiente
intelectual de discusión, nunca de agresión personal.
Para crear este buen ambiente de discusión es igualmente importante la
actitud del autor del trabajo en su acto de defensa, el cual deberá siempre
respetar la crítica y aceptarla si le parece justificada, o bien defenderse con
argumentos en caso de no estar de acuerdo con la crítica recibida. Como se
puede observar, el vocablo argumentos es fundamental para la buena defensa
de un trabajo. En el seminario de defensa de la tesina es el autor quien es
responsable del trabajo. Nunca se deben utilizar fórmulas del tipo “lo hice
así porque me lo indicó el tutor”. Es normal y positivo que el oponente
tenga una cuota de razón en sus críticas. Aceptar parte de la crítica recibida es
prueba de madurez intelectual.
La instancia de la defensa de la tesina es importante, por último, para la
calificación del trabajo. Una vez defendido el trabajo este es sometido a un
análisis evaluativo por el examinador asignado. El protocolo que se sigue para
evaluar el trabajo se encuentra en la página de GUL correspondiente.

Bibliografía
Textos citados

Ander-Egg, Ezequiel y Pablo Valle. Guía para preparar monografías. Buenos


Aires: Lumen, 1997.
Bajtin, Mikail. Teoría y estética de la novela. Trad. esp. Kriúkova y Cazcarra.
Barcelona: Taurus, 1989.
Casetti, Francesco. Introducción a la semiótica. Barcelona: Fontanella, 1980.
Bojanic, Natalia. “María, el mar y la muerte: análisis del personaje femenino de El

 
35  
túnel de Ernesto Sábato”. Tesina. Instituto de lenguas románicas. Universidad de
Gotemburgo, 2002.
Eco, Umberto. Cómo se hace una tesis. Barcelona: Gedisa, 1982.
Ejvegård, Rolf. Vetenskaplig metod. Lund: Studentlitteratur, 1993. El País. Libro de
estilo. 9a. ed. Madrid: Ediciones El País, 1990.
García Negroni, María Marta. “Subjetividad y discurso científico-académico:
Acerca de algunas manifestaciones de la subjetividad en el artículo de investigación
en español.” Revista Signos [online] vol.41, n.66, 2008. 9-31. Disponible en:
<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-
09342008000100001&lng=es&nrm=iso>. Web 8 diciembre 2011.
Göteborgs universitet. “Policiy för förebyggande av plagiering.” Strydokument. 2015.
http://medarbetarportalen.gu.se/digitalAssets/1534/1534729_policy-for-forebyggande-
av-plagieringv-2015-492.pdf
Mellberg, Maria. “La anteposición del adjetivo de color en ONE71”. Tesina.
Universidad de Gotemburgo: Departamento de lenguas románicas, 1996.
Montolío, Estrella. (coord.) Manual práctico de escritura académica. 3 volúmenes.
Barcelona: Ariel, 2000.
––– “La conexión en el texto escrito académico”. En Montolío, Estrella. (coord.)
Vol. 2, 2000. 105- 164.
Real Academia Española. Diccionario de la lengua española. Vigésima primera
edición. Madrid: Espasa-Calpe, 1992.
Reyes, Graciela. Cómo escribir bien en español. Barcelona: Arco/libros, [1998] 1999.
Rosiello, Leonardo. “Cómo hacer una tesina”. Compendio. Universidad de
Gotemburgo: Departamento de lenguas románicas, 1997.
Seco, Manuel, Andrés; Olimpia y Ramos, Gabino. Diccionario del español actual. 2
tomos. Madrid: Aguilar lexicografía, 1999.
Serafini, María Teresa. Cómo se escribe. Trad. esp. Rodríguez de Lecea.
Barcelona: Piados, [1994] 1998.

Otros textos recomendados sobre escritura académica:

Alcaraz Varó, Enrique. Tres paradigmas de la investigación lingüística, Alcoy:


Marfil, 1990, cap. 1, 3 y 9.
Benson, Ken. “Pensamiento crítico, narrativa y docencia en la era de la información”,
Moderna språk 2004: 1. 77-93.
Dalmaroni, Miguel. "El proyecto de investigación". En: Dalmaroni, Miguel
(Director). La investigación literaria. Problemas iniciales de una práctica. Santa
Fé: Universidad Nacional del Litoral, 2008. 15-55.
Ekengren, Ann-Marie & Jonas Hinnfors. Uppsatshandbok. Hur du lyckas med din
uppsats. Studentlitteratur, 2006.
Heldner, Christina. “Grammatiken i läromedel i franska - ideal och verklighet”,
Moderna språk 1988: 3. 225-248.

36    
Jarrick, Arne y Josephson, Olle. Från tanke till text. Lund: Studentlitteratur, 1988.
Lagerholm, Per. Språkvetenskapliga uppsatser. 2a. Upplaga. Lund: Studentlitteratur,
2010.
Lindblad, Inga-Britt. Uppsatsarbete. En kreativ process. Lund: Studentlitteratur, 1998.
Ortografía de la lengua española. Ed. rev. por las Academias de la Lengua Española.
Madrid: Espasa Calpe, 2010.
Stúkat, Staffan. Att skriva examensarbete inom utbildningsvetenskap. Lund:
Studentlitteratur, 2005.
Trost, Jan. Att vara opponent. Studentlitteratur, 2002.

 
37  
Apéndice 1 – Conectores y otras formulaciones útiles

A) Conectores

Basándose en Montolío (2000a), Cecilia Alvstad ha elaborado las


siguientes tablas de conectores que pueden consultarse a lo largo de la
redacción de las tesinas:

Conectores contraargumentativos

pero aunque sino mientras que


sin embargo a pesar de sino que en cambio
no obstante a pesar de que por el contrario
de todas formas si bien
aun así pese a
ahora bien pese a que
por el contrario
con todo
Conectores consecutivos

como por tanto así


así que por lo tanto así pues por ese/este motivo
porque en consecuencia por eso de ahí que
ya que por consiguiente por esa/tal razón por lo que
dado que por ende por esa/tal causa así que
de manera que pues por ello de modo que
Conectores aditivos

asimismo además al igual que  

igualmente encima
de igual modo por añadidura
del mismo modo por demás
a su vez incluso
  inclusive

38  

 
B) Expresiones y formulaciones útiles

Linda Flores Ohlson ha elaborado la siguiente lista con una serie de


expresiones y formulaciones que suelen usarse en los textos académicos.

Para explicar de qué se trata el estudio


En el presente capítulo se exponen el objetivo y la hipótesis
Este estudio parte de la hipótesis de que
Partimos del presupuesto de que
En esta tesis sostenemos la hipótesis de que
El presente trabajo
Queremos indagar sobre
Nuestro objetivo es averiguar
Tiene por objeto revelar
El análisis del corpus constará de /está compuesto por / está formado por
Esta investigación se centra en
Adicionalmente se tratan
El análisis permite observar / lograremos
A lo largo de nuestro análisis en el que se pretende mostrar
Pretendemos con esta discusión
Este estudio aborda
Se pretende contribuir a fundamentar, a aclarar y a explicar Atendamos /
Atendemos en primer lugar
Recurrir al análisis
Para esta tarea

Para destacar algo importante

Es necesario precisar

Resulta pertinente / llamativo destacar


Cabe destacar que
Cabe señalar que
Conviene recordar que
Es conveniente recordar que
Hay que tener en cuenta que

 
39  
Hay que reiterar que
Queremos hacer presente
Queremos dejar patente

Para subrayar lo que yo digo

A nuestro modo de ver


A nuestro entender
Según nuestra opinión
Según nuestra propuesta
Nosotros entendemos que mediante
Podemos constatar /comprobar /verificar /confirmar /que la problemática
que rodea este concepto
Hasta donde llegan nuestros conocimientos
Hasta donde hemos llegado a saber

Para hablar del método y la teoría


Por la falta de estudios similares hemos elaborado una metodología que
nos parece adecuada con respecto al objetivo
Hemos adaptado sus recomendaciones al material de esta tesina
El marco teórico de la tesina consiste en
En la búsqueda de literatura principalmente se ha buscado trabajos
relacionados con
Aunque la búsqueda de literatura no brindó resultados satisfactorios
hemos encontrado otros estudios que son centrales para este trabajo.

Para presentar los resultados / problematizar

Se observa que
Los resultados nos indican que /sugieren la posibilidad de que /insinúan
que / son claros indicios de / comprueban que / afirman que
Tal y como puede observarse / y al igual que
Es fácil advertir
Si resumimos todos los resultados y los ponemos en relación con el objetivo
y la hipótesis, nos parece haber alcanzado el objetivo de demostrar que
Aunque consideramos haber logrado el objetivo y comprobado la hipótesis,
hay delimitaciones con el trabajo
40  

 
Para guiar al lector

Unas líneas más abajo


Antes de pasar a … queremos añadir que…
A continuación
En el apartado que a continuación presentamos
Nos proponemos a continuación /nos proponemos desarrollar
Desarrollamos a continuación nuestra propia propuesta
En lo que sigue /seguidamente /tal y como discutiremos un poco más abajo

Para terminar (un capítulo o el trabajo)

Y por ende… / Finalmente


Finalmente, para cerrar el apartado dedicado a
Para finalizar este capítulo

 
41  
Apéndice 2 – Referencias bibliográficas

El sistema del MLA está reglamentado por el MLA Style Manual publicado por
la Modern Language Association de Estados Unidos.
En este sistema, las referencias se incluyen en el cuerpo del texto entre
paréntesis y una lista de las obras citadas en orden alfabético se incluye al
final del trabajo. Las notas a pie de página solo se usan para aclarar o para
ampliar algún aspecto que no sea fundamental para la línea principal de la
argumentación que se está llevando a cabo.

a) Referencias en el cuerpo del texto:

- Las referencias (Apellido del autor y página) se incluyen en el cuerpo


del texto entre paréntesis. El paréntesis se ubica antes del signo de
puntuación (coma, punto, punto y coma, etc.).

- Si el nombre del autor aparece en el texto, no es necesario repetirlo dentro


del paréntesis. Por ejemplo: “Este uso, como lo señala Sims (528), tiene
algo de parodia”.

- Si se utilizan más de una obra del mismo autor, es necesario diferenciarlas


en las referencias, por lo cual se elige poner el título de la obra o, de ser
muy largo, una versión abreviada del título: (Reyes Cómo escribir 194)
(Reyes Metapragmática 27). Recuerda que al incluir títulos debes respetar
la convención de usar cursivas para títulos de libros y de revistas y
comillas para textos que se incluyen en libros o revistas.

- Si son dos o tres los autores de un texto, se ponen todos los nombres: (De
Boot, Ginsberg y Kramsch 32).

- Si son más de tres, se incluye solamente el primer apellido seguido de “et


al.”: (Davis et al. 421)

- Al citar más de una referencia dentro del mismo paréntesis, las referencias
se separan con punto y coma: (Mignolo 234; Sims 528)

- Si la obra citada no tuviera autor, se utiliza el título en lugar de un nombre de

42  

 
autor: (Lazarillo de Tormes 53)

- Si en la tesina se trabaja con la obra de un autor determinado, se puede


omitir el nombre del autor en la referencia, siempre y cuando la omisión
no se preste a confusión.

- Si se refiere a un autor en varias referencias consecutivas, basta con dar


el nombre del autor en la primera referencia para luego solo dar el
número de página. Por ejemplo:

Conversi y Tejerina subrayan la importancia de Campión, “que no se limita a


denunciar la decadencia de la lengua” (Tejerina 100), sino que analiza las razones de
su retroceso, tanto las internas como las externas. Ya durante la segunda mitad
del siglo XVIII, los sectores privilegiados de la sociedad vasca habían desarrollado
una actitud negativa frente al euskara: “una actitud que niega valor al euskara y lo
identifica con los sectores más bajos en la escala social” (85).

b) Referencias al final del trabajo

- La lista de referencias deberá aparecer al final de tu trabajo, con las


referencias ordenadas en orden alfabético según el apellido del autor. Si
una obra tiene dos o tres autores, se pone el apellido, nombre del primer
autor y los demás nombres van con el nombre primero y el apellido
después:

Ford, Aníbal y Carolina Vinelli. “La narración de la agenda o las mediaciones de los
problemas globales”. La marca de la Bestia. Identificación, desigualdades e
infroentretenimiento en la sociedad contemporánea. Aníbal Ford, ed. Buenos Aires:
Norma, 1999. 17-92

- Si los autores son más de tres, se pone el primer autor (Apellido, Nombre)
seguido de et al.:

Talens, Jenaro, et al. Elementos para una semiótica del texto artístico. Madrid:
Cátedra, 1988.

- Si la lista lleva más de una obra del mismo autor, no es necesario repetir
el nombre del autor, basta con poner tres rayas en su lugar:

Borges, Jorge Luis. This Craft of Verse. The Charles Eliot Norton Lectures 1967-1968.
Cambridge: Harvard University Press, 2000.
--- “La literatura fantástica” Anales. Nueva Época. Nro.11. Göteborg: Instituto
Iberoamericano, 2008. Pp. 11-24.

- En caso de que haya referencias del mismo autor en colaboración con


otros autores se colocan estas referencias después de sus publicaciones
en solitario. Por último se colocarán las referencias en que, además del
autor en cuestión, haya más de dos participantes. En este caso solo se
mencionará al primer autor. Ejemplo: Eco et al.

- Según la convención, la cursiva se utiliza para indicar el tomo (libro o


revista) del que se trata; las comillas para indicar el título del trabajo
incluido en el tomo en cuestión. Si el título del trabajo incluye un libro,
esta referencia irá también en cursiva. Un relato o un poema incluido en un
tomo seguirá la misma norma, esto es, irá entre comillas. Es muy
importante dar todos estos datos de forma precisa para facilitarle a otro
investigador la rápida búsqueda en la biblioteca del título que le interese.
En caso de que un libro esté publicado en varios tomos y solo se haya
consultado uno de ellos, también hay que especificarlo:
Barthes, Roland. “La muerte del autor”. Más allá de la palabra y la escritura. C.
Fernández Medrano, trad. Barecelona: Paidós, 1987. 65-71. Impreso.
Montolío, Estrella. (coord.) Manual práctico de escritura académica. Vol. III.
Barcelona: Ariel Practicum, 2000. Impreso.

- Si una obra no tiene autor específico, con es el caso de los diccionarios, se


refiere según el nombre de la organización o de la institución responsable
de editarlo:

Real Academia Española. Diccionario de la lengua española. Vigésima segunda edición.


Madrid: Espasa Calpe, 2001.

- Todas las referencias deben especificar a través de qué medio se


ha accedido la información: impreso, web, DVD, video,
televisión, radio, MS (manuscrito).

A continuación se dan los detalles de cómo referir diferentes tipos de

44  

 
publicaciones:

Cuando se trata de un libro

Apellido, Nombre. Título en cursiva. Lugar de edición: Editorial, año. Medio.


 
Ejemplo:

Achugar, Hugo. La biblioteca en ruinas: reflexiones culturales desde la periferia.


Montevideo: Trilce, 1994. Impreso.
García Márquez, Gabriel. One Hundred Years of Solitude. Gregory Rabassa, trad. Nueva
York: Bard, 1971.

- Si el autor no se menciona, el libro se puede incluir bajo el


nombre del editor, del compilador o del traductor.

- El título va en letra cursiva.

- Si el libro es parte de una serie, se incluye el título de la misma,


si se considera importante.

- Incluir el nombre del traductor, después del título del libro, seguido de ’,
trad.’.

- Incluir el número de edición, si no es la primera: Segunda edición.


Edición ampliada y revisada.

- El lugar de edición y el nombre de la editorial van separados por dos puntos


y un espacio.

- Si un libro está editado digitalmente, indicar el nombre de la base de


datos en la que está ubicado, en letras cursivas.

- No incluir la dirección web de un libro impreso que se encuentre online,


al menos que sea difícil localizar el libro sin ella.
Cuando se trata de un artículo en una revista

Apellido, Nombre. “Título del artículo entre comillas”. Nombre de la revista en cursiva.
Volumen.número, páginas.

Ejemplos:

Beltrán Almería, Luis. “La revuelta del futuro: mito e historia en Cien años de
soledad”. Cuadernos Hispanoamericanos 535 (1995): 23-38.

Järlehed, Johan. “Influencias ideológicas y culturales en el uso de metáforas de


castellanos y vascos. Análisis del debate periodístico sobre el Foro Ermua y su
Manifiesto por la democracia en Euskadi”. Letras de Deusto 32.94, 2002. 197-
222.

- El título del artículo va entre comillas

- El título de la revista en cursivas

- Incluir el número del volumen y/o del número de la revista

- Incluir el año entre paréntesis

- Incluir los números de las páginas en las que se encuentra el artículo,


después de dos puntos y un espacio: 9-21. Si el artículo está publicado
en internet y no tiene paginación, indicarlo con la sigla ’s.p.’ (sin
paginación).

- Si el artículo fue accedido online a través de una base de datos, incluir


el nombre de la base de datos en cursiva.

- No olvidar mencionar el medio de publicación: Impreso o Web.

Cuando se trata de un capítulo/artículo en un libro, antología o enciclopedia

Apellido, Nombre. “Título del artículo entre comillas”. Nombre(s) de editor(es), ed. Título
del libro. Lugar de edición: Editorial, año. páginas.

Ejemplo:

46  

 
Benson, Ken. “Nostalgia narcisista vs. deseo subversivo: síntomas opuestos en la
narrativa española reciente”. Claudio Cifuentes Aldunate, ed. Síntomas en la
prosa hispana contemporánea 1990-2001. Odense: University Press of Southern
Denmark, 2004. 27-56.

- El título del capítulo o artículo va entre comillas.

- El título del libro en el que va incluido, va en cursivas.

- Si es una compilación o antología, incluir el nombre del editor o compilador.

- Incluir las páginas en las que se encuentra el artículo.

Cuando se trata de un artículo en un diario

Apellido, Nombre (si está indicado). “Título del artículo”. Título del diario. Lugar de
edición. Fecha.

Ejemplo:

Poe, Edgardo Allan. “Morella”. La Ondina del Plata. Buenos Aires. 24 de agosto de 1879.

- El título del artículo va entre comillas.

- El título del diario va en cursivas.

- Indicar la fecha de publicación del artículo .

Cuando se trata de una tesis doctoral o tesina no publicada

Ejemplo:

Flores Ohlson, Linda. “«Soy el brother de dos lenguas»: el cambio de código en la


música popular contemporánea de los hispanos en los Estados Unidos.” Tesis
doctoral. Universidad de Gotemburgo, 2007.

- El título de la tesis va entre comillas (no en cursivas).

- Agregar ’tesis doctoral’ o ’tesina de Máster’ después del título. (En


inglés se suele usar Diss. de dissertation.)
Cuando se trata de material audiovisual

Ejemplo:

Araujo, Jorge, dir. Fantasías. Guión de Jorge Araujo y Liliana Álvarez Vértiz.
Producciones La Palma, 2004.

- El título de una película, un DVD o una grabación van en cursivas.

- El título de un episodio de una serie de televisión o de la radio va entre


comillas.

- Si es un programa de televisión, incluir el canal de televisión (y el país


de ser necesario) en el que se ha dado. Si es un producto que está a la
venta, indicar el nombre de la productora.

- Si es un programa televisivo o radial, indicar la fecha de emisión. Si es un


producto comercial, indicar el año de edición. Para una película, indicar el
año en el que se mostró por primera vez.

- Indicar el medio: Video, DVD, CD, Web, etc.

Cuando se trata de publicaciones en la web

Ejemplo:

Landow, George P. “Is there such a thing as decadence?”. The Victorian Web.
S.e. http://www.victorianweb.org/decadence/gilman1.html Web. 8 de dic. 2008.

- Para libros y artículos de distintos tipos, seguir las instrucciones dadas en


las secciones anteriores.

- Incluir la siguiente información (de ser posible): autor, título, título del
sitio web, versión de la edición utilizada, editor o patrocinador de la página
web, fecha de edición.

- El título de la publicación va entre comillas. El título del sitio web (si


lo hay) va en cursivas.

- No olvidar indicar el medio, en este caso, Web.

- Si el sitio no tiene editor ni patrocinador, indicarlo mediante la sigla ’S.e.’

48  

 
(sin editor).

- La dirección web de una publicación electrónica solo debe incluirse si se


considera que es difícil encontrar la publicación sin ella.

-
Para más detalles, recomendamos consultar MLA Style Manual and Guide to
Scholarly Publishing. 3rd ed. New York: Modern Language Association of
America, 2008.
 
Apéndice 3 – Recursos electrónicos para el manejo de referencias
bibliográficas

Recursos de búsqueda

Hoy en día hay recursos muy útiles a través de internet. Navegando desde el
sitio de la biblioteca de la Universidad de Gotemburgo se puede acceder a
algunos de ellos. Por ejemplo, se puede acceder a las bases de datos principales
en literatura (MLA) y lingüística (LLBA) y a bases de datos de textos
completos como la JSTOR, Muse, Cambridge Journals Online, Oxford
Journals Online. Todas estas bases de datos se encuentran a través del sitio de
la biblioteca: ub.gu.se < Sök < Databaser.
Además, hay algunas bases de textos completos de revistas académicas de
acceso gratuito:
http://revistas.csic.es/
http://www.scielo.org
http://www.redalyc.org/
http://www.quorumderevistas.org/portal/page/portal/inicio

Manejo de referencias

Para armar una lista de referencias, se puede usar máquinas de citas, que
organizan las referencias según el sistema que se prefiera. Algunas que
podemos recomendar son:

http://www.palomar.edu/dsps/actc/mla/
http://www.easybib.com/
http://www.calvin.edu/library/knightcite/index.php
http://citationmachine.net/

En las bases de datos de la MLA y de la LLBA, así como en otras de las


mencionadas anteriormente, existe la posibilidad de guardar el resultado de
las búsquedas en el estilo MLA.
EndNote es un programa procesador de referencias. Para estudiantes de
la Universidad de Gotemburgo, se puede acceder a EndNote Desktop y su

50  

 
versión web, EndNoteWeb, desde computadoras dentro de la red de la
universidad: www.endnoteweb.com
Desde otras computadoras, se puede acceder a EndNote Web a través de
Web of Science:

http://www.ub.gu.se/sok/databaser/sok/detaljvy.xml?id=326

También está Zotero, un programa que descargas de manera gratuita a tu


computadora y que te permite acceder a tus referencias desde cualquier
computadora. Lo descargas en http://www.zotero.org/.

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