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ESCRITURA ACADÉMICA
Introducción a la escritura de trabajos y tesinas
universitarias
Andrea Castro y Ken Benson
Kompendium
Kurser
i
akademiskt
skrivande
och
uppsatsskrivning
i
Spanska
Índice
Palabras previas 1
2
Material
10
2.1
Fuentes
primarias
10
2.2.
Fuentes
secundarias
10
3
Redacción
11
3.1
El
comienzo
11
3.1.1
La
biblioteca
12
3.1.2
Los
primeros
pasos
y
las
tutorías
12
3.2
El
papel
del
tutor
14
3.2
Los
borradores
15
3.3
El
lenguaje
15
3.4
El
sujeto
gramatical
17
3.5
Tipografía
18
4
Disposición
19
4.1
El
título
19
4.2
El
índice
20
4.3
La
introducción
21
4.4
El
cuerpo
de
la
tesina
o
análisis
22
4.4.1
Tablas,
estadísticas,
citas
textuales
23
4.5
Las
conclusiones
24
4.6
La
bibliografía
25
5
Aparato
crítico
26
5.1
Formas
para
referir
una
fuente
27
5.1.1
La
cita
propiamente
dicha
28
5.1.2
Las
paráfrasis
y
las
otras
formas
de
referir
un
texto
30
5.2
Las
notas
30
5.3
Las
abreviaturas
31
Bibliografía
35
Textos
citados
35
Otros
textos
recomendados
sobre
escritura
académica:
36
1
2
Palabras previas
1
1 Propósitos de la escritura académica
Los trabajos escritos dentro del género académico, las tesinas entre ellos,
constituyen los primeros pasos hacia el aprendizaje y el ejercicio del trabajo
académico, o sea, una forma de pensar y de relacionarse con el conocimiento y
con la información que es fundamental en un sinnúmero de áreas dentro del
mundo laboral. Este aprendizaje implica entrenamiento en las siguientes
facetas:
1. definir un objeto de estudio dentro de un campo ya dado (por ej.,
lingüística o literatura)
2. plantear y resolver problemas de modo crítico y riguroso
3. llevar adelante una investigación bibliográfica
4. evaluar la utilidad de la(s) fuente(s) secundaria(s)
5. usar las fuentes con rigurosidad
6. participar críticamente en la discusión de los problemas tanto por
escrito como en seminarios y con el tutor
7. aplicar un aparato crítico (conceptos teóricos)
8. presentar el trabajo de modo claro y coherente
9. defenderlo mediante una discusión pública
10. leer crítica- y constructivamente el trabajo de otro estudiante
2
material de nuestro estudio. Cada trabajo requiere un método, o un conjunto
de métodos, según su objetivo. Por ello es imprescindible tener muy claro
cuál es el objetivo, para así elegir el método más adecuado para alcanzarlo.
Cada disciplina desarrolla sus propios métodos. Un buen punto de partida para
la reflexión acerca del método más adecuado para el problema que interese
investigar, es la descripción general de distintos tipos de métodos presentada
en Ejvegård (30-31).
Todo trabajo científico tiene a su vez que apoyarse en teorías. Si el
método es una herramienta práctica de análisis, la teoría está constituida por
los presupuestos abstractos. La semántica, por ejemplo, constituye una teoría
sobre el significado de las palabras de cierta lengua, mientras que la
pragmática lo es del uso de los enunciados (frases y oraciones). También hay
teorías que abarcan más aspectos culturales, como las teorías feministas, las
poscoloniales, las marxistas, etc. Cada una de estas teorías constituye un
soporte abstracto que requiere de herramientas (métodos) para llevar a cabo
un análisis determinado.
Todo trabajo científico se desarrolla a partir de un tema que interese a
su autor, por ejemplo, el tema del exilio en la narrativa de Cristina Peri Rossi,
el uso del ‘que’ en español, la traducción de las novelas policiales suecas al
castellano. Pero no basta con tener un tema, sino que a partir de este hay que
formular un problema que pueda servir de motor a una investigación.
Dependiendo del problema que se plantee, los objetivos del estudio pueden ser
muy diferentes.
E J E M P L O : Si partimos del tema del exilio en la narrativa de Cristina
Peri Rossi, podemos plantear diferentes problemas. Podemos preguntarnos
cómo ha sido entendido por el público en diferentes partes del mundo. Para
eso, podríamos, por ejemplo, estudiar reseñas bibliográficas de algunas de sus
obras (o de una en particular) en diferentes periódicos y revistas del mundo
hispano, haciendo así un estudio de la recepción. También podríamos
preguntarnos cómo evoluciona el tema a lo largo de su narrativa, y en tal caso
compararíamos diferentes obras de la misma autora y estudiaríamos cómo se
representa este tema a través de personajes, espacios, vocablos, lenguaje
simbólico.
3
Mientras el problema es más abstracto y más amplio, el objetivo del
trabajo, que se deriva directamente de aquel, debe ser explícito, claro y
delimitado. El objetivo puede formularse como una hipótesis. Según el DRAE1
una hipótesis de trabajo es “lo que se establece provisionalmente como
base de una investigación que puede confirmar o negar la validez de aquella
[la investigación]”. Una hipótesis, es por tanto, lo que se querrá probar con la
investigación. El objetivo también puede formularse como t a l o como una
pregunta, es decir, sin una suposición explícita de los resultados a los que
se espera llegar. Esta decisión dependerá del tipo de trabajo que se esté
realizando.
EJEMPLO: Si seguimos con el ejemplo anterior, una posible hipótesis
sería la siguiente: Partimos de la hipótesis que en a través de su uso de
metáforas, la experiencia del exilio va adquiriendo diferentes sentidos a lo
largo de la obra de Cristina Peri Rossi. Si lo formulamos como objetivo liso y
llano: En este trabajo vamos a estudiar las metáforas que Peri Rossi utiliza a
lo largo de su obra para representar la experiencia subjetiva del exilio.
Es muy importante acotar bien el tema y los objetivos para que el trabajo
sea realizable en el tiempo estipulado. Para estar seguros de que el objetivo no
sea demasiado amplio, puede ser recomendable formular dos o tres preguntas
a las que se quiera responder con el análisis o estudio que se va a llevar a
cabo.
La hipótesis u objetivo de trabajo se irá matizando, o modificando,
según vaya avanzando el trabajo de investigación. No obstante, es muy
importante partir de un objetivo desde el principio. Sin un objetivo claro, se
hace difícil elegir un método, la búsqueda bibliográfica se hace imposible y
la lectura de los textos resulta caótica. La hipótesis u objetivo de trabajo
transforman la mirada del investigador en una mirada selectiva. Una mirada
de este tipo permite focalizar en el objetivo planteado, dejando de lado todo
aquello que sea irrelevante a dicho objetivo.
Tanto el problema como los objetivos del trabajo deben matizarse y
adaptarse teniendo en cuenta el estado de la cuestión. 2 Este es un inventario
1
Es la abreviatura oficial del Diccionario de la Real Academia Española
2
Este texto sobre el estado de la cuestión fue redactado por Anna Forné.
4
de la investigación existente sobre el tema que se ha elegido estudiar. Dado
que todo trabajo de investigación se desarrolla en diálogo con otros estudios
anteriores, el análisis del objeto de estudio (fuente primaria) seleccionado
tiene que realizarse en relación a los resultados presentados anteriormente por
otros investigadores (fuentes secundarias). El primer paso para elaborar un
estado de la cuestión es, por lo tanto, hacer una búsqueda bibliográfica
minuciosa a partir de la cual se hace una selección de las fuentes secundarias
relevantes que se van a incluir en el propio trabajo de investigación.
En el estado de la cuestión el autor debe dar cuenta de:
• ¿Cuáles son los trabajos principales dentro del área de
investigación?
• ¿Qué hipótesis y preguntas de investigación predominan?
• ¿Qué modelos teóricos prevalecen?
• ¿Qué métodos prevalecen?
• ¿Qué preguntas o temas hay sin contestar?
5
la pregunta de investigación y el objetivo?
6
• ¿Por qué es relevante el trabajo? La investigación no solo ha de
satisfacer la curiosidad propia sino que ha de ser una contribución a la
sociedad que nos rodea. Esto es, el trabajo realizado ha de tener un
grado de relevancia para mejor conocer un uso lingüístico, un fenómeno
cultural o la comprensión de un texto literario. Por ello es muy
importante argumentar a favor de la relevancia del tema de investigación
desde el principio.
• ¿Cómo y por qué se ha llegado a los resultados alcanzados? La
investigación tiene que contener datos que permitan verificar o refutar
la hipótesis presentada. Esto es, cualquier lector tiene que poder
saber, a partir del texto, cuáles son los fundamentos de la
investigación y cuáles los argumentos y las decisiones tomadas. Todas
estas cuestiones deben poder ser sometidas a una discusión pública. En
esto consiste, a fin de cuentas, la oposición y defensa de la tesina.
7
definitivamente el tema hay que hacer una investigación preliminar
sobre la bibliografía existente en las bibliotecas de la ciudad.
4) Que las fuentes primarias sean manejables, esto es, que estén a un
nivel cultural y teórico adecuado al estudiante. Aconsejamos no elegir
temas que requieran excesivo tiempo de estudio, pues el propio trabajo
de investigación y redacción exige mucho tiempo y esfuerzo.
Tampoco aconsejamos elegir temas que requieran de largos
procesos de recopilación de material como hacer grabaciones,
filmaciones de clases o encuestas y entrevistas. Hay mucho material
ya existente que puede servir para abordar una investigación, como
ser corpus lingüísticos como CREA y CORDE, letras de música,
revistas, periódicos, blogs, etc.
5) Que el método y las teorías utilizadas también sean manejables. No
recomendamos que se elijan premisas y teorías para cuya
aplicación el estudiante carezca de suficiente preparación académica.
6) Que se sepan aprovechar la experiencia y los conocimientos
adquiridos con anterioridad –ya sea mediante estudios universitarios,
experiencia profesional o por cuenta propia–.
8
se exponen, al mismo tiempo que hay que seleccionar las ideas relevantes para
el objetivo propuesto. Toda esta argumentación, formulación y delimitación de
nuestro problema requiere de espacio textual.
Todo trabajo deberá tener las siguientes partes:
1) una introducción,
2) un apartado sobre el material estudiado
3) un apartado dedicado al estado de la cuestión,
4) un apartado con las consideraciones teórica y metodológicas,
5) el análisis propiamente dicho –o los resultados y la discusión si se
trata de un estudio más bien cuantitativo,
6) las conclusiones
7) la bibliografía.
Todo trabajo académico debe contemplar todo aquello que esté relacionado
con la ética de la investigación. Por un lado, y como también se menciona en
el punto 5 de este compendio, es fundamental observar el reconocimiento del
trabajo de colegas y del público en general, no olvidando dar las referencias
adecuadas toda vez que se cita o refiere a un trabajo o a una información
encontrada en otros textos, grabaciones, películas, etc. La biblioteca de la
Universidad de Gotemburgo tiene muy buena información sobre estas
cuestiones bajo “Att söka och skriva” y más específicamente bajo “Källkritik”
y bajo “Plagiering”. También remitimos al plan de acción de nuestra
universidad, “Policy för förebyggande av plagiering” (Göteborgs universitet).
Además de esto, es importante que, en los casos en los que sea relevante,
dado el método elegido o el material consultado, también haya una reflexión y
discusión que muestre que se han tenido en cuenta los aspectos éticos, que se
es consciente de ellos y que se han tomado las medidas a disposición para
evitarlos.
9
2 Material
Llamamos material al conjunto de textos (escritos, grabaciones, bases de
datos, imágenes, etc.) utilizados para la confección del trabajo. Este material
constituye las fuentes, que fundamentalmente pueden clasificarse dentro de
dos categorías, primarias y secundarias.
10
de tu trabajo (ver capítulo 7).
Para poder encontrar material de buena calidad académica es importante
aprender a utilizar los recursos que ofrece la biblioteca universitaria y
aprovecharlos. (Ver punto 3.1.1.)
3 Redacción
Iniciar la redacción del trabajo supone haber realizado una serie de pasos
previos. La redacción en sí constituye una de las tareas más arduas pero a la
vez es apasionante. El llegar a formular problemas complejos con concisión y
exactitud es siempre un reto difícil, pero cada logro brinda mucha satisfacción.
Ahora bien, para evitar caer en el desánimo, es importante ser
conscientes desde el principio de lo complejo que es el proceso de redacción.
Por eso, debemos alegrarnos cada vez que logramos formular una idea difícil
que nos ha estado rondando la cabeza durante algún tiempo.
Escribir es una forma de pensar. Cuando las ideas deben ponerse en
papel, estas adquieren mayor nitidez y claridad. En parte, esto se debe a que
hay que tener en cuenta al lector. La finalidad de este tipo de trabajos no es
solo aprender y profundizar sobre un tema determinado sino también hacer un
aporte al conocimiento existente del mismo. Por ello hay que cuestionarse
continuamente si el texto tiene toda la información necesaria para ser
comprendido, si los términos están lo suficientemente bien delimitados y
definidos y si el objetivo del trabajo no se presta a dudas. Un trabajo con un
objetivo difuso resulta, simple y llanamente, ilegible. Al no saber lo que el
autor del mismo busca, no se pueden seguir los pasos de la argumentación.
Toda redacción implica un arduo proceso de varias etapas –
estructuración, creación lingüística, corrección, etc.– que suele exigir un
esfuerzo de síntesis considerable. Veamos seguidamente con más detalle las
distintas etapas de este proceso.
3.1 El comienzo
11
biblioteca para cerciorarse de la existencia de la bibliografía necesaria y de
que esta sea accesible.
3.1.1 La biblioteca
12
relevantes desde el punto de vista teórico o crítico. Es muy importante apuntar
detalladamente todos los datos bibliográficos de cada trabajo que se consulte.
Puede ocurrir que la fuente no sea accesible más tarde, lo cual puede ser un
problema de faltar algún dato importante.
Cuando se ha consultado la bibliografía secundaria sobre el tema, se
está en condiciones de precisar con mayor exactitud el objetivo o la hipótesis
de trabajo. Conviene ir confeccionando también un capítulo sobre el estado
de la cuestión, cuál posición se tiene con respecto a ella y en qué va a
consistir la aportación del trabajo al conocimiento sobre el tema. Esto ha de
ser el tema del segundo encuentro con el tutor. Ander-Egg y Valle (17-18) han
elaborado un procedimiento –la “descomposición dimensional del problema”–
que constituye un buen método para llegar a delimitar el campo de trabajo.
Este procedimiento se fundamenta en las siguientes preguntas:
• ¿Cuál es el problema? – tratar de identificar el problema
formulándolo en un enunciado claro y preciso.
• ¿Cuáles son los datos del problema? ¿Cuáles son los aspectos o
elementos principales y específicos del problema? – tratar de
descomponer el problema en sus diversos constituyentes,
variables o dimensiones.
• ¿Qué se ha dicho sobre el problema? – el estado de la cuestión
• ¿Cuáles son las relaciones entre los diferentes aspectos del
problema? ¿Cuáles son las cuestiones relacionadas con el
problema? – toda temática surge de un contexto que hay que
conocer y documentar para dar mayor relevancia al problema a
analizar.
• ¿Está suficientemente definido? – toda investigación científica se
fundamenta en unos términos y conceptos claramente definidos.
• ¿Qué fin u objetivo se pretende alcanzar con la investigación?
– determinar la finalidad, el para qué, de la investigación.
13
Es muy importante comenzar a escribir desde el principio. Conviene
tomar anotaciones detalladas de las lecturas y hacer comentarios con
propias palabras sobre las fuentes y su relación con el objetivo planteado. Es
asimismo recomendable fijarse en el lenguaje académico de las fuentes
secundarias y apuntar expresiones, términos, etc. que puedan ser útiles en la
propia redacción.
Ahora bien, es igualmente importante tener un plan elaborado y claro
antes de comenzar a redactar el texto de la tesina. Si no se sabe lo que se
busca, resulta imposible ser riguroso y claro en la argumentación, y tampoco se
podrá convencer al lector de la relevancia de lo escrito.
Ya que el tema es elegido por el propio estudiante, este se convierte
pronto en especialista en el tema (al menos en el contexto restringido de
nuestro departamento). Consecuentemente es importante documentar en la
tesina todo aquello que sea relevante para comprender tanto la pertinencia e
interés del objetivo del trabajo como el análisis propiamente dicho. Hay que
partir de que todos los conocimientos que se han adquirido fuera de la
literatura obligatoria de los cursos de español son nuevos para los lectores del
trabajo. Esto no significa que haya que informar sobre todas las lecturas
realizadas, solo sobre aquello que sea relevante para seguir la argumentación
necesaria y así poder comprobar la hipótesis (u objetivo) del trabajo.
14
dudas o confusión. Ahora bien, el responsable del trabajo siempre es el
estudiante, el tutor solo aporta una mirada crítica, nunca impone su visión de
las cosas.
El tutor tiene una cantidad determinada de horas para llevar a cabo su
tarea. En este tiempo está incluido el tiempo de lectura, los encuentros con el
estudiante y el contacto por mail o PIM.
3.3 El lenguaje
15
adverbialización y la valoración. Tampoco se recomienda utilizar expresiones
generales o valorativas como “desgraciadamente”, “afortunadamente”, “lo
auténtico de un pueblo” o el “sentimiento profundo de un poeta”.
Asimismo, es recomendable r e s t r i n g i r e l u s o d e expresiones subjetivas o
vagas, del tipo “es posible”, “creo”, “pienso”, “en mi opinión”, etc. Es
mejor utilizar formulaciones como: “Como se demostró en el análisis”,
“Según esta argumentación”, “Estos aspectos nos permiten afirmar”, “Cabría
preguntarse si”.
Igualmente hay que evitar la polisemia y la sinonimia (todo término
tiene que tener un único significado bien aclarado en el texto o en las
notas), así como expresiones metafóricas o figuradas (a menos que se
explicite el significado exacto de la expresión).
Se deberán evitar las expresiones rebuscadas y barrocas, las cuales solo
resultan en un estilo impreciso y constituye una forma evidente de intentar
ocultar la falta de claridad en las ideas. El estilo hermético, solo accesible a
algunos “iluminados”, no tiene cabida en un trabajo académico.
Asimismo, se deberán evitar la efusión de sentimientos y la expresión de
ideas ajenas al estricto tema elegido.
En resumen, el estilo académico ha de ser concreto, objetivo,
distanciado, conciso, preciso, directo, claro y sencillo.
Existen manuales de escritura a los que remitimos (ver Reyes;
Serafini; Montolío Manual). Nos restringimos aquí a señalar algunos aspectos
primordiales a tener en cuenta en la redacción de trabajos académicos:
• es preferible el transitivo al intransitivo,
16
• la idea principal del párrafo tiene que estar formulada al
principio del párrafo,
• las distintas frases y los distintos párrafos han de guardar
una explícita conexión entre sí,
Una de las cuestiones que hay que decidir desde un principio es el sujeto
gramatical que se va a usar. Existen tres posibilidades:
a) Primera persona del singular (“yo”),
b) Impersonal (“se”),
17
dicho. Ya no se cree en la posibilidad de un discurso completamente neutro
pregonado por una visión positivista de la ciencia y el uso de la primera
persona del singular es un modo de tomar posición como investigador y no
esconderse detrás de un ‘nosotros’ o de una forma impersonal. Dada esta
fluctuación en el uso, no es posible hacer una recomendación firme por una u
otra forma. Lo importante es optar por una de estas formas y ser consecuente a
lo largo del trabajo.
3.5 Tipografía
En términos generales es importante que la estructura visual del texto sea tan
clara como el propio contenido. Por ello, antes de hacer la impresión
definitiva del trabajo, hay que controlar que no queden títulos en las últimas
líneas de una página, que los cuadros o tablas no queden entre dos páginas, etc.
También es importante no valerse de demasiados recursos para destacar
un concepto o idea, cursivas, negrita, MAYÚSCULAS o la combinación de
varias de ellas. En cualquier caso, lo importante es siempre dejar muy claro
el uso que se hará de estos recursos y ser consecuente a lo largo del trabajo.
Por ejemplo:
• utilizar la negrita para subrayar aspectos relevantes para la
investigación, tanto en el propio texto como en las citas utilizadas
(en este último caso siempre se deberá indicar “nuestro/mi
énfasis”),
• utilizar las cursivas para palabras en otra lengua (como por
ejemplo on-line o fin de siècle)
• utilizar comillas (“”) para citas textuales y
• comillas simples (‘’) para citas dentro de las citas, para frases
hechas o para indicar un uso específico de alguna palabra o si un
concepto metalingüístico puede confundirse con el uso normal de la
palabra.
Todas las tesinas que se escriben dentro del Departamento deben usar el
modelo a disposición donde ya están formateados el tipo de letra, y el resto de
las normas tipográficas.
18
4 Disposición
Como ya hemos mencionado, conviene partir de un índice preliminar que ha
de funcionar como un plan de trabajo. Una de las dificultades que se tiene al
escribir es que no se puede decirlo todo al mismo tiempo. Por ello es de
gran ayuda tener siempre una disposición pensada. Así sabremos cuál es el
lugar ideal para presentar cada cuestión, idea, dato o problema. A lo largo del
proceso de investigación este índice irá sufriendo cambios. No obstante, es
importante que refleje la disposición más adecuada del trabajo en cada etapa de
la investigación. Solo al final del trabajo de investigación sabremos cuál es la
disposición más apropiada. Es importante recordar que una tesina no es una
presentación cronológica del trabajo, sino una presentación estructurada a los
fines de exponer pedagógicamente el estudio realizado.
La cantidad de capítulos varía según cada trabajo. Sin embargo, una
tesina siempre ha de constar de los siguientes elementos:
• título
• índice
• introducción
• conclusiones
• bibliografía
4.1 El título
19
pero sí interesarle la pragmática. Por ello, es recomendable que el título
incluya información sobre el acercamiento metodológico utilizado
Se puede elegir un título con una parte impactante y atractiva, seguida de
una explicación o un subtítulo de carácter descriptivo, como por ejemplo:
María, el mar y la muerte: análisis del personaje femenino en El túnel de
Ernesto Sábato (Bojanic). Sin embargo, no se deben emplear títulos crípticos o
que no orienten la lectura.
Lo mismo rige para los títulos de los capítulos de la tesina, si bien en
ellos no debe de haber subtítulos, ya que en su lugar se puede dividir el
trabajo en los subcapítulos pertinentes.
La página con el título constituye la tapa de la monografía. Para las
tesinas de diplomatura y de nivel avanzado existe un modelo en el
departamento para cómo esta ha de diseñarse.
4.2 El índice
20
para que la estructura del mismo sea transparente. En caso de tener muchos
subcapítulos ha de tenerse en cuenta que un máximo de cuatro subdivisiones
es lo que suele considerarse aceptable (p. ej. 4.2.3.1, pero no 4.2.3.1.1).
Algunos consideran que cuatro subdivisiones ya son muchas, pero si el
trabajo realmente lo requiere es admisible.
Resulta útil estudiar con atención los índices de tesinas o libros
científicos para analizar los distintos criterios seguidos. Ello ayuda en la
creación de un modelo que satisfaga las exigencias de cada trabajo particular.
4.3 La introducción
21
• Explicar cuál es el aporte del trabajo.
3) Estado de la cuestión.
4) Apartado teórico-metodológico.
6) Disposición.
22
temas que merezcan investigación pero que no tengan cabida dentro de los
objetivos planteados para el presente estudio o bien en notas a pie de página a
lo largo del trabajo (cuestiones de detalle) o en las conclusiones (cuando las
ideas son consecuencia razonada de todo el análisis). Es de cortesía, formativo
y cómodo, al final de cada subcapítulo o capítulo, hacer una recapitulación de
los resultados parciales que se han obtenido y llevar a cabo una discusión
acerca de las dificultades encontradas en el análisis.
Ander-Egg y Valle (22) han sintetizado de forma ejemplar los requisitos
que debe de cumplir todo análisis científico:
• Unidad: todo lo que se diga debe estar relacionado con el tema
de estudio o investigación. Las digresiones inútiles o los detalles
superfluos atentan contra la comprensión del tema.
• Orden: las ideas deben desarrollarse de modo que los
razonamientos puedan derivarse unos de otros. Esto supone un hilo
de discurso, un orden lógico que en ningún momento debe perderse.
• Progresión: hay que avanzar por aproximaciones sucesivas, de
modo que el conjunto del discurso se desarrolle de manera
ordenada.
Las tablas, estadísticas y citas textuales son ante todo elementos descriptivos.
Ahora bien, los datos o las ‘pruebas’ no hablan por sí solos sino que
requieren de la interpretación y análisis del estudioso para estar justificados en
el trabajo. Por eso, tanto las tablas, como los datos estadísticos y las citas han
de cumplir con los siguientes requisitos para ser incluidos en el trabajo:
• que sean el resultado de la propia investigación o que hayan sido
usadas como fuente secundaria y consecuentemente sean
relevantes para el estudio en cuestión,
23
• que estén acompañadas de indicaciones claras sobre cómo
leerlas (tablas y estadísticas),
• que formen una unidad coherente con el contexto en el que se las
incluye y que su relevancia quede claramente motivada para los
fines del trabajo (citas),
24
sobre los logros y las limitaciones del trabajo. Allí se pueden apuntar ideas
que no han podido ser desarrolladas en el trabajo pero que pueden ser pistas
relevantes para futuros estudios.
4.6 La bibliografía
5
Mediante la preposición latina apud (’en’) se indica que la información ha sido extraída de la
fuente secundaria mencionada.
25
Todos tienen sus pros y sus contras. En realidad no es importante cuál se use,
siempre y cuando se sea consecuente en el uso del mismo.
En la mayoría de los sistemas existen fundamentalmente dos tipos de
entradas bibliográficas: cuando se trata de un tomo (un libro), o cuando se
trata de parte de un tomo (artículo de una revista, ponencia incluida en un
tomo actas, capítulo de un libro, etc.). El uso de cursivas y comillas hace la
distinción clara entre ambas categorías, por lo que es muy importante seguir
estas normas convencionales rigurosamente.
En el Apéndice 2, presentamos una explicación detallada y con
ejemplos del sistema de referencia MLA. 6 Pero hoy en día, hay programas
como Zotero o EndNote que sirven para automatizar el manejo de las
referencias y así asegurarse que el resultado será consecuente (aunque es
fundamental siempre revisarlo una vez más antes de darlo por terminado).
5 Aparato crítico
El llamado aparato crítico es el conjunto de textos donde se encuentran los
datos, ideas y opiniones ajenas sobre el tema tratado.
Todo discurso científico se refiere a su objeto de estudio con ayuda de
conceptos, es decir, de ideas altamente formalizadas, que constituyen un
lenguaje sobre el lenguaje, un metalenguaje. A veces esos conceptos se usan
de modo diferente y varían de autor a autor. Por esta razón, siempre es
necesario explicar en qué sentido se usarán los conceptos elegidos,
siguiendo a qué autoridad o, en el caso de que la aplicación sea propia,
justificando su uso.
Eco compara el trabajo científico con un juicio en el que el/la
estudioso/a aporta pruebas y testigos. El lector (el jurado del juicio) debe poder
controlar que esas pruebas y testigos sean válidos, por lo que es primordial
siempre indicar de dónde se han obtenido las citas o las ideas que se está
manejando, esto es, señalar la fuente, aun cuando esta sea otra tesina o una
página de Internet.
Como ya señalamos anteriormente, es honestidad científica no apoyarse
6
También se pueden seguir las normas de estilo de una revista académica, por ejemplo en Pasavento.
Revista de Estudios Hispánicos http://www.pasavento.com/instrucciones_autores.html
26
en ideas o resultados de investigación ajenos sin indicarlo. De lo contrario, es
plagio. El plagio –usar ideas o formulaciones de otros como si fueran propias–
no es aceptable en el mundo académico. Además, si se descubre que una
tesina o una tesis plagia trabajos de otros, no será aprobada bajo ningún
concepto y el caso se denuncia al consejo de disciplina de la universidad (ver
Göteborgs universitet “Policy för förebyggande av plagiering”).
27
crear coherencia en un texto (Reyes 145).
Las citas cortas (menos de tres líneas) se incluyen en el cuerpo del texto,
entre comillas. Las citas más largas se separan del cuerpo del texto, con
sangría (0,5 cm. en el margen izquierdo) y tamaño de letra menor (Times 11).
Cuando van separadas del texto, no se ponen entre comillas.
Las citas han de ser exactas. No se permite ninguna modificación en ellas
sin notificación. Si queremos eliminar parte del texto incluimos puntos
suspensivos entre corchetes […]; normalmente esto no es necesario al
principio o al final de la cita (normalmente el texto está extraído de una
secuencia textual en la que hay texto antes y después). Esto solo ha de hacerse
para señalar que cortamos el sentido natural de la frase en el contexto original.
De la misma manera se incluye entre corchetes cualquier otro cambio
(formas verbales, mayúsculas/minúsculas, alguna partícula que haya que añadir)
para que la frase sea gramaticalmente coherente en el nuevo contexto de
nuestra exposición. Si para aclarar nuestra argumentación queremos subrayar
alguna palabra o frase, esto ha de señalarse también después de la cita.
Ejemplo: “plantea también con claridad una serie de cuestiones para el
estudio del cuento en cuanto forma especial de discurso” (Casetti 177,
nuestra negrita). En este caso, como no hemos dicho lo contrario, el
vocablo ‘discurso’ está subrayado por el autor; al mismo tiempo esto nos
imposibilita el utilizar el mismo tipo de marcación para lo que nosotros
queremos destacar. Por ello se recurre a la negrita. Lo importante es que el
lector de nuestro trabajo siempre esté informado de todos los cambios, por
pequeños que parezcan, con respecto a la fuente original.
Cuando se citan versos cortos estos pueden ocupar mucho espacio en
nuestro trabajo. En estas circunstancias puede resultar práctico romper la
imagen textual del poema, si lo que nos interesa analizar es el contenido, las
palabras del verso y no el carácter icónico de su presentación. Pueden
utilizarse entonces barras para marcar que en el original son distintos
versos. Ejemplo: “Recuerde el alma dormida /avive el seso y despierte
/contemplando /”.
28
Si hay más de una edición de un texto que se estudia, la cita puede variar
dependiendo de la edición que se cite, por eso es muy importante indicar qué
edición se ha consultado.
Si hay una cita dentro de la cita entre comillas (si citamos con sangría
no es necesaria hacer la distinción) se utilizan comillas simples (‘’).
Ejemplo: “como decía el poeta, ‘recuerde el alma dormida’, para expresar
[…]”.
Si en el original hay una errata o una forma sintáctica poco usual o
una idea que puede parecer sorprendente, podemos marcarlo con la
abreviatura [sic], que significa ‘así’, ‘de esta manera’, con lo cual aclaramos
que no es un error nuestro sino que el original realmente dice así.
Si se es consecuente con un uso a lo largo de todo el trabajo se puede
aclarar en una nota este uso (p. ej.: todas las cursivas de los textos citados
son nuestras), para de este modo evitar repeticiones. Pero esta es una medida
que solo se puede aplicar al tener el texto finalizado para estar seguros de que
no utilizamos, por ejemplo, ninguna cursiva en una cita textual que sea
original. Cada trabajo tiene que encontrar el mejor método para no ser
repetitivo y al mismo tiempo ser fidedigno. Lo importante es ser
consecuente desde el principio.
Utilizar citas textuales siempre implica extraer el contenido de su
contexto natural. Por ello nunca deben utilizarse las citas como argumentos
de autoridad, sino que siempre han de ser comentadas y siempre ha de
motivarse la relevancia de incluirlas en el nuevo contexto (esto es, en nuestro
trabajo).
A modo de resumen, al utilizar una cita se deberá tener en cuenta lo
siguiente:
29
• Si existen diferentes ediciones de un texto, la cita puede variar
de edición en edición. Por ello, es importante dejar claro con
qué edición se trabaja.
Ya hemos dicho que un texto recargado de citas se hace difícil de leer, por eso
las paráfrasis y las otras formas de referencia son adecuadas para situar el
problema a investigar en un contexto más amplio. Ahora bien, para no incurrir
en plagio, es importante que en nuestras paráfrasis no se incluyan segmentos
textuales que coincidan exactamente con el original, en cuyo caso hay que
incluir comillas.
Un problema lo constituyen las citas de otras lenguas que no sea el
español. Por un lado, es difícil traducir con exactitud, sobre todo cuando se
trata de conceptos con un alto grado de abstracción teórica. Pero por otro, es
engorroso para el lector el necesitar cambiar de un idioma al otro. Una forma
de resolver este problema es hacer una paráfrasis del texto que queremos
citar, y en nota a pie de página incluir el texto en su idioma original. En
general, no es conveniente tener citas en sueco, puesto que no es una lengua
internacional fuera de los países nórdicos, y utilizarlo implica restringir
excesivamente el grupo de posibles lectores de nuestro trabajo. Ahora
bien, también aquí puede resultar adecuado incluir la cita en el idioma
original en las notas.
30
alternativas de investigación,
31
frecuentes en la escritura académica y a El País. Libro de estilo (88-97)
para las abreviaturas, siglas, acrónimos, símbolos más usuales en la sociedad
actual.
También puede resultar necesario hacer abreviaturas propias, como en el
caso de las fuentes primarias. Por ejemplo, en vez de escribir “García
Márquez” para referirse a Cien años de soledad como fuente primaria, esta
puede abreviarse CAS. Lo importante es desde un principio señalar la edición
que se utiliza y dejar claro qué abreviatura se va a utilizar a lo largo del
trabajo.
En caso de que el trabajo requiera de muchas abreviaturas es
conveniente hacer un listado y que este figure en el índice, para que sea fácil
encontrarlo al leer el trabajo.
6 Finalización de la tesina
El trabajo con una tesina implica la presentación de muchos borradores
que recibirán críticas y observaciones del tutor. Es importante que los
comentarios recibidos se tomen a su vez de forma crítica, puesto que al fin y
al cabo el responsable último del trabajo es el propio autor.
Una vez que ha pasado el tiempo estipulado para hacer el trabajo (sean
4, 10 o 20 semanas) este debe estar terminado. Si tanto estudiante como tutor
consideran que es mejor esperar a una ocasión posterior para defender el
trabajo en seminario público, se retrasará correspondientemente la defensa.
Indudablemente, no se puede defender un trabajo que el propio autor, por una
u otra razón, no considere terminado. Las tesinas tienen tres fechas de defensa,
normalmente son en junio, septiembre y febrero.
En la revisión final hay que revisar la introducción, las conclusiones y el
conjunto del trabajo para asegurarse de que no falte ni sobre nada. Se han
entregado muchos borradores a lo largo del semestre, y lo que al principio
parecía relevante quizá al final ya no lo sea. En tal caso, los pasajes superfluos
se han de eliminar del texto o bien pasarse a alguna nota.
La aspiración ha de ser que la coherencia del texto final sea total. Para
lograr esto, la revisión final deberá realizarse concienzudamente. Esta es
una tarea ardua puesto que ya se ha aprendido lo que se quería aprender, y solo
32
queda seguir mejorando un texto del cual el autor ya está cansado. A pesar de
esto y para que el resultado de tantos esfuerzos no quede mermado por
cuestiones formales o de detalle, no se le debe restar importancia a esta
revisión.
Ante la revisión final conviene hacerse las siguientes preguntas:
33
una obra concreta, esta deberá ser consultada. Según el trabajo, habrá que
prestar más atención a distintos aspectos. No obstante, el tiempo invertido no ha
de superar una semana de trabajo.
Una vez realizado el minucioso análisis de la tesina, corresponde al
oponente organizar el material de forma que el seminario de oposición pueda
seguirse sin dificultad por parte del auditorio (normalmente conformado por
otros estudiantes que han escrito, están escribiendo o van a escribir en breve
una tesina).
Es tradición comenzar con una presentación del trabajo y un resumen de
su contenido (unos cinco minutos para una tesina de diplomatura; diez, para
una tesina del nivel avanzado) para después pasar a la oposición propiamente
dicha. Como oponente hay que ser consciente de que se está jugando un papel
cuyo primer cometido es darle la oportunidad al autor del trabajo de
defender sus premisas y su método de trabajo. Esto implica que aunque la
tesina puede parecer bien hecha no basta con solo decir esto, sino que la labor
de oponente implica primordialmente criticar y cuestionar. Solo de esta manera
el autor puede defender su estudio.
Un orden lógico de oposición es ir de cuestiones de detalle (cuestiones
formales y lingüísticas, modos de llevar a cabo los envíos y las
referencias bibliográficas, etc.) a cuestiones de fondo. Resulta sumamente
tedioso para los participantes del seminario el que se dedique una parte larga
del seminario a señalar erratas y pequeños errores gramaticales, por lo que se
debe de tomar solo algunos ejemplos en el seminario y hacer una lista de
errores que se repartirá al auditorio. En caso de que haya alguna duda
sobre si alguna expresión es correcta, se puede discutir esto brevemente. No
obstante, las cuestiones referentes a la corrección del lenguaje en ningún caso
deben tomar más de diez minutos.
Una obligación del oponente es verificar la correcta utilización de las
fuentes, el aparato crítico y la bibliografía. Han de cuestionarse la disposición,
el método y los resultados del trabajo. Hay que tener en cuenta que si bien el
autor se encuentra en ventaja con respecto al oponente en cuanto a
conocimiento sobre el tema, este tiene la ventaja de verlo con nuevos ojos, sin
estar influido por los múltiples problemas que el autor ha encontrado a lo
34
largo del camino. Como oponente se debe leer con la perspectiva de un
lector que tiene derecho a que las bases del trabajo se le hayan explicado lo
suficiente como para que pueda entenderlo. Si el oponente, después de una
lectura atenta y minuciosa, no entiende algo de la tesina, esto debe de ser
motivo de crítica o al menos de discusión. A la vez, se ha de pensar en vías
alternativas para resolver el problema en cuestión, aportando de este modo
una crítica constructiva del problema.
Si bien el papel de oponente implica una postura crítica y de ‘fiscal’, el
tono utilizado ha de ser siempre amable. En una ‘disputa académica’ los
argumentos son los protagonistas y es de vital importancia crear un ambiente
intelectual de discusión, nunca de agresión personal.
Para crear este buen ambiente de discusión es igualmente importante la
actitud del autor del trabajo en su acto de defensa, el cual deberá siempre
respetar la crítica y aceptarla si le parece justificada, o bien defenderse con
argumentos en caso de no estar de acuerdo con la crítica recibida. Como se
puede observar, el vocablo argumentos es fundamental para la buena defensa
de un trabajo. En el seminario de defensa de la tesina es el autor quien es
responsable del trabajo. Nunca se deben utilizar fórmulas del tipo “lo hice
así porque me lo indicó el tutor”. Es normal y positivo que el oponente
tenga una cuota de razón en sus críticas. Aceptar parte de la crítica recibida es
prueba de madurez intelectual.
La instancia de la defensa de la tesina es importante, por último, para la
calificación del trabajo. Una vez defendido el trabajo este es sometido a un
análisis evaluativo por el examinador asignado. El protocolo que se sigue para
evaluar el trabajo se encuentra en la página de GUL correspondiente.
Bibliografía
Textos citados
35
túnel de Ernesto Sábato”. Tesina. Instituto de lenguas románicas. Universidad de
Gotemburgo, 2002.
Eco, Umberto. Cómo se hace una tesis. Barcelona: Gedisa, 1982.
Ejvegård, Rolf. Vetenskaplig metod. Lund: Studentlitteratur, 1993. El País. Libro de
estilo. 9a. ed. Madrid: Ediciones El País, 1990.
García Negroni, María Marta. “Subjetividad y discurso científico-académico:
Acerca de algunas manifestaciones de la subjetividad en el artículo de investigación
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Göteborgs universitet. “Policiy för förebyggande av plagiering.” Strydokument. 2015.
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Montolío, Estrella. (coord.) Manual práctico de escritura académica. 3 volúmenes.
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––– “La conexión en el texto escrito académico”. En Montolío, Estrella. (coord.)
Vol. 2, 2000. 105- 164.
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edición. Madrid: Espasa-Calpe, 1992.
Reyes, Graciela. Cómo escribir bien en español. Barcelona: Arco/libros, [1998] 1999.
Rosiello, Leonardo. “Cómo hacer una tesina”. Compendio. Universidad de
Gotemburgo: Departamento de lenguas románicas, 1997.
Seco, Manuel, Andrés; Olimpia y Ramos, Gabino. Diccionario del español actual. 2
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Serafini, María Teresa. Cómo se escribe. Trad. esp. Rodríguez de Lecea.
Barcelona: Piados, [1994] 1998.
36
Jarrick, Arne y Josephson, Olle. Från tanke till text. Lund: Studentlitteratur, 1988.
Lagerholm, Per. Språkvetenskapliga uppsatser. 2a. Upplaga. Lund: Studentlitteratur,
2010.
Lindblad, Inga-Britt. Uppsatsarbete. En kreativ process. Lund: Studentlitteratur, 1998.
Ortografía de la lengua española. Ed. rev. por las Academias de la Lengua Española.
Madrid: Espasa Calpe, 2010.
Stúkat, Staffan. Att skriva examensarbete inom utbildningsvetenskap. Lund:
Studentlitteratur, 2005.
Trost, Jan. Att vara opponent. Studentlitteratur, 2002.
37
Apéndice 1 – Conectores y otras formulaciones útiles
A) Conectores
Conectores contraargumentativos
igualmente encima
de igual modo por añadidura
del mismo modo por demás
a su vez incluso
inclusive
38
B) Expresiones y formulaciones útiles
Es necesario precisar
39
Hay que reiterar que
Queremos hacer presente
Queremos dejar patente
Se observa que
Los resultados nos indican que /sugieren la posibilidad de que /insinúan
que / son claros indicios de / comprueban que / afirman que
Tal y como puede observarse / y al igual que
Es fácil advertir
Si resumimos todos los resultados y los ponemos en relación con el objetivo
y la hipótesis, nos parece haber alcanzado el objetivo de demostrar que
Aunque consideramos haber logrado el objetivo y comprobado la hipótesis,
hay delimitaciones con el trabajo
40
Para guiar al lector
41
Apéndice 2 – Referencias bibliográficas
El sistema del MLA está reglamentado por el MLA Style Manual publicado por
la Modern Language Association de Estados Unidos.
En este sistema, las referencias se incluyen en el cuerpo del texto entre
paréntesis y una lista de las obras citadas en orden alfabético se incluye al
final del trabajo. Las notas a pie de página solo se usan para aclarar o para
ampliar algún aspecto que no sea fundamental para la línea principal de la
argumentación que se está llevando a cabo.
- Si son dos o tres los autores de un texto, se ponen todos los nombres: (De
Boot, Ginsberg y Kramsch 32).
- Al citar más de una referencia dentro del mismo paréntesis, las referencias
se separan con punto y coma: (Mignolo 234; Sims 528)
42
autor: (Lazarillo de Tormes 53)
Ford, Aníbal y Carolina Vinelli. “La narración de la agenda o las mediaciones de los
problemas globales”. La marca de la Bestia. Identificación, desigualdades e
infroentretenimiento en la sociedad contemporánea. Aníbal Ford, ed. Buenos Aires:
Norma, 1999. 17-92
- Si los autores son más de tres, se pone el primer autor (Apellido, Nombre)
seguido de et al.:
Talens, Jenaro, et al. Elementos para una semiótica del texto artístico. Madrid:
Cátedra, 1988.
- Si la lista lleva más de una obra del mismo autor, no es necesario repetir
el nombre del autor, basta con poner tres rayas en su lugar:
Borges, Jorge Luis. This Craft of Verse. The Charles Eliot Norton Lectures 1967-1968.
Cambridge: Harvard University Press, 2000.
--- “La literatura fantástica” Anales. Nueva Época. Nro.11. Göteborg: Instituto
Iberoamericano, 2008. Pp. 11-24.
44
publicaciones:
- Incluir el nombre del traductor, después del título del libro, seguido de ’,
trad.’.
Apellido, Nombre. “Título del artículo entre comillas”. Nombre de la revista en cursiva.
Volumen.número, páginas.
Ejemplos:
Beltrán Almería, Luis. “La revuelta del futuro: mito e historia en Cien años de
soledad”. Cuadernos Hispanoamericanos 535 (1995): 23-38.
Apellido, Nombre. “Título del artículo entre comillas”. Nombre(s) de editor(es), ed. Título
del libro. Lugar de edición: Editorial, año. páginas.
Ejemplo:
46
Benson, Ken. “Nostalgia narcisista vs. deseo subversivo: síntomas opuestos en la
narrativa española reciente”. Claudio Cifuentes Aldunate, ed. Síntomas en la
prosa hispana contemporánea 1990-2001. Odense: University Press of Southern
Denmark, 2004. 27-56.
Apellido, Nombre (si está indicado). “Título del artículo”. Título del diario. Lugar de
edición. Fecha.
Ejemplo:
Poe, Edgardo Allan. “Morella”. La Ondina del Plata. Buenos Aires. 24 de agosto de 1879.
Ejemplo:
Ejemplo:
Araujo, Jorge, dir. Fantasías. Guión de Jorge Araujo y Liliana Álvarez Vértiz.
Producciones La Palma, 2004.
Ejemplo:
Landow, George P. “Is there such a thing as decadence?”. The Victorian Web.
S.e. http://www.victorianweb.org/decadence/gilman1.html Web. 8 de dic. 2008.
- Incluir la siguiente información (de ser posible): autor, título, título del
sitio web, versión de la edición utilizada, editor o patrocinador de la página
web, fecha de edición.
48
(sin editor).
-
Para más detalles, recomendamos consultar MLA Style Manual and Guide to
Scholarly Publishing. 3rd ed. New York: Modern Language Association of
America, 2008.
Apéndice 3 – Recursos electrónicos para el manejo de referencias
bibliográficas
Recursos de búsqueda
Hoy en día hay recursos muy útiles a través de internet. Navegando desde el
sitio de la biblioteca de la Universidad de Gotemburgo se puede acceder a
algunos de ellos. Por ejemplo, se puede acceder a las bases de datos principales
en literatura (MLA) y lingüística (LLBA) y a bases de datos de textos
completos como la JSTOR, Muse, Cambridge Journals Online, Oxford
Journals Online. Todas estas bases de datos se encuentran a través del sitio de
la biblioteca: ub.gu.se < Sök < Databaser.
Además, hay algunas bases de textos completos de revistas académicas de
acceso gratuito:
http://revistas.csic.es/
http://www.scielo.org
http://www.redalyc.org/
http://www.quorumderevistas.org/portal/page/portal/inicio
Manejo de referencias
Para armar una lista de referencias, se puede usar máquinas de citas, que
organizan las referencias según el sistema que se prefiera. Algunas que
podemos recomendar son:
http://www.palomar.edu/dsps/actc/mla/
http://www.easybib.com/
http://www.calvin.edu/library/knightcite/index.php
http://citationmachine.net/
50
versión web, EndNoteWeb, desde computadoras dentro de la red de la
universidad: www.endnoteweb.com
Desde otras computadoras, se puede acceder a EndNote Web a través de
Web of Science:
http://www.ub.gu.se/sok/databaser/sok/detaljvy.xml?id=326