Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
e L T I E M P O ES U N A L Í N EA . C a d a u n o d e l o s p u nto s d e e s a l í n e a e s
u n e p i s o d i o d e nuestras vidas. Hubo un tiempo en que la línea de mi vida y la
línea de la tuya se entrecruzabanmaravillosamente. Ahora no, ahora mi vida es un
punto solitario, como una isla a la que ningúnnáufrago ha de llegar.Sería absurdo,
ahora que ya no quieres oírme, pretender convencerte de que soy inocente.Ahora,
tan distantes uno del otro, solo nos queda pensar que siempre fuimos mejores en el
recuerdo.Siempre vivimos así: construyendo recuerdos todo el tiempo, y más que la
vida nos interesaba elrecuerdo de lo vivido: la fotografía que quedaría guardada para
admirar después. Era como vivir sinemoción; pero respirando, besándonos,
buscando la belleza de cada escena, como si estuviéramosfrente a una
cámara.A h o ra co nte m p l o to d a s e s a s fo to g raf í a s y m e d o y c u e nta d e q
u e e s a é p o ca , c u a n d o compartíamos las aulas de la Facultad de Letras, nos ha
dejado recuerdos imborrables, recuerdoscomo heridas de puñal. Una de mis
fotografías favoritas es la de Barroco, el perruno.¿Te acuerdas del perrito que andaba
siempre rondando por el comedor? Debes recordarlo:ese perrito de la espalda
picada a cuchillazos. Le decíamos Barroco por esa piel tan artísticamentetallada por
la sarna. Y no era que él tenía sarna, sino que la sarna lo tenía a él. Cada vez que
lo veíasmendigando algún hueso entre los estudiantes, surgía en ti esa necesidad de
gritar, ese deseo dedesesperar a la gente y suicidarla. “Pobrecito” decías mirándolo
con lástima, y eras capaz dequitarme la comida de la boca para dársela.Barroco
parecía perro, pero en realidad no era un perro. Era un príncipe guerrero,
encantado por una bruja que nunca aprendió cómo convertir a sus
víctimas en sapos. Por eso, por aprisionar entre sus carnes a un valiente guerrero,
Barroco era un perro tan señorial, un caballero medieval consu exquisita coraza de
costras. Nadie sabía cómo ni cuándo había llegado, pero se había quedado avivir
para siempre en la Universidad. Entre sus jardines, veredas y corredores se paseaba
como elrey que no pudo ser, supervisando el buen orden de sus comarcas. Cuando
caminaba, su andar eraelegante y meticuloso, casi donjuanesco; de una elegancia
más humana que perruna.Tal vez por su carácter real, Barroco era un animal de
horarios. Siempre esperaba a la una ycuarto para entrar al comedor. Era la hora en
que nosotros salíamos de clases. Así que, en realidad
Infortunio y oralidad en “Perra memoria”
Este primer cuento aborda la trágica historia de amor entre una pareja de
estudiantes universitarios. Es un cuento escrito desde el plano del testimonio, el cual se
presenta cargado de cierta culpabilidad por parte del narrador, pues se dirige en todo
momento al recuerdo de una muchacha muerta. La historia aumenta su punto aciago en
el hecho de que el único testigo del amor que se profesaba la pareja era un perro al que
habían llamado Barroco, mascota que hasta cierto punto representa el destino de los
jóvenes enamorados. Cuando la protagonista decide curar al perro de una sarna agresiva
y le arroja ácido en vez de un líquido refrescante sobre el lomo, el narrador, para
ahorrarle el sufrimiento al animal, resuelve matarlo de una gran y certera pedrada. La
muerte del perro es simbólica en el mundo representado, pues constituye el origen de
una serie de desencuentros entre la pareja.