Está en la página 1de 982

Página 1 de 982

Página 2 de 982
TRADUCIDO POR

VIVIRleyenDO01@gmAIl.COm

TRADUCCIÓn HeCHA gRATUÍTAmenTe, SIn FIneS De


lUCRO y SOlO PARA leCTURA PeRSOnAl y De mIS
SegUIDOReS.
nO eS OFICIAl. POR lO TAnTO nO AUTORIzO qUe Se
PUblIqUe en OTROS SITIOS.
SI PUeDeS COmPRA el lIbRO y APOyA A lOS AUTOReS.

Página 3 de 982
Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, organizaciones,
lugares, acontecimientos e incidentes son producto de la imaginación
del autor o se utilizan de forma ficticia. Por lo demás, cualquier
parecido con personas reales, vivas o muertas, es pura coincidencia.

Página 4 de 982
GRATITUD;
Cualidad de ser agradecido; disposición a mostrar aprecio por la
amabilidad y a devolverla.

Me gustaría dedicar este libro al alfabeto, porque esas veintiséis letras


han cambiado mi vida. Dentro de esas veintiséis letras, me encontré a
mí mismo y vivo mi sueño. La próxima vez que pronuncies el alfabeto,
recuerda su poder. Yo lo hago cada día.

Página 5 de 982
COnTenIDO

SINOPSIS
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
Página 6 de 982
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
EPÍLOGO

Página 7 de 982
SInOPSIS

la primera vez que vi a Henley James, quedé hipnotizada.


La química entre nosotros no se parecía a nada que hubiera
sentido antes. Traje impecable, sonrisa con hoyuelos. Era
encantador y guapo, sofisticado y suave. Me dio su tarjeta
de visita y me pidió que le llamara. Su juego de citas era
fuerte; yo desaparecí desde su primera sonrisa.
Me encantaría decirte que nuestra cita fue un éxito rotundo,
pero no fue así. Ni mucho menos. Ese mismo día decidí que
Henley James y yo seríamos enemigos mortales para
siempre; nunca volvería a pensar en él.
Tres años después, compré la casa de mis sueños. Estoy
deseando conocer a mis vecinos, hasta que lo hago.
¡Oh, no! ¿Qué posibilidades hay?
Es él.
Sigue soltero, sigue siendo el hombre más sexy del mundo y
sigue siendo odiosamente sarcástico.
Se pasea sin llevar casi nada puesto y se niega a cerrar las
persianas por la noche.
No me permitiré pensar en él a toda costa.
Podría ser mi cordura.
Mi tentación es una pesadilla.

Página 8 de 982
Página 9 de 982
Página 10 de 982
CAPÍTUlO 1

JUlIeT

"¿ quieres relajarte?" –Dice Chloe.


Uf.
Miro alrededor del enorme salón de baile.

"¿Cómo dejé que me convencieras para venir aquí? Me


siento tan fuera de lugar".

"Te soborné, así es como. Deja de quejarte. Estás muy


guapa".

"Cierto, y estás pagando. Cena donde quiera la semana que


viene, ¿recuerdas?"

"McDonald's suena bien."

"Culo apretado."

Página 11 de 982
Chloe es mi mejor amiga, cuyo talento mágico es
convencerme de hacer cosas que no quiero hacer.

"¿Recuérdame por qué estamos aquí otra vez?" –Le


pregunto.

"Porque quiero tener relaciones sexuales con el doctor


Grayson" –susurra mientras se recoloca las tetas en el
vestido.

"Eso ya lo sabes".

Suelto una risita.

"Creía que solo querías follártelo".

"Eso también".

Chloe está enamorada de un médico que trabaja en nuestro


hospital. El problema es que también lo está de la mayoría
de la población femenina, y él ni siquiera sabe quiénes
somos.

"¿Quién es esa bofetona con la que está hablando?".

Miro a la hermosa pelirroja que habla con el Dr. Grayson.

"No lo sé, pero está buena".


Página 12 de 982
"Yo podría con ella".

"Totalmente."

La noche es un evento glamuroso, subastas y trivial de


famosos, y aunque me encantaría decirte que mi mente está
en la caridad, sería una mentira atroz. Esto está muy lejos
de ser lo mío, pero admito que algo me ha llamado la
atención: el desconocido que hay al otro lado del salón de
baile. Me fijé en él nada más entrar. Lleva un traje de
etiqueta negro y está riendo y hablando con un grupo de
gente. Pelo castaño oscuro ondulado, mandíbula cuadrada y
los mayores hoyuelos cuando sonríe.

"Voy por más bebidas. ¿Otra vez lo mismo?" –pregunta


Chloe.

"Sí, por favor".

La miro dirigirse a la barra y luego vuelvo a fijarme en él.


Es muy alto, quizá 1,90. De hombros anchos y corpulento,
pero hay algo en la forma en que habla con su grupo de
amigos. Está animado y se ríe, y ellos están pendientes de
cada una de sus palabras mientras dirige su atención.
Miro alrededor del salón de baile, bellamente decorado.
Nunca había estado en algo así. Un acto para recaudar
fondos para el ala de investigación médica infantil del
hospital en el que trabajo.
Página 13 de 982
Las enfermeras no suelen ser invitadas a este tipo de actos,
pero me he hecho amiga de uno de los médicos y nos ha
invitado a Chloe y a mí.
Vuelvo a mirar al guapísimo desconocido y, por primera vez,
nos miramos a los ojos. Nos miramos fijamente durante un
rato más de lo habitual y luego, como perplejo, inclina la
barbilla hacia el cielo mientras bebe un sorbo de su bebida
ambarina. Incluso la forma en que sostiene el vaso es
caliente. Tiene las piernas abiertas y la espalda recta, y
rezuma dominación por todos sus poros.
Aparto la mirada, avergonzada por haber sido sorprendida
mirando. Probablemente su mujer esté merodeando por
aquí.
Finjo mirar a mi alrededor y vuelvo la vista para ver al Dr.
Grayson acercarse a él. Empiezan a charlar como viejos
amigos, riendo y animados. Me muerdo el labio inferior para
ocultar la sonrisa. Se conocen. Podría ser el paraíso de las
citas dobles.
Chloe vuelve con nuestras bebidas.

"Acabo de ver a Helen en el bar, ¿la recuerdas?"

"La verdad es que no" –respondo sin siquiera intentarlo.

"Sí, te acuerdas, trabajó en nuestra ala hace unos años".

Continúa con su larga historia. Pero apenas la oigo.


Mi atención está perdida.
Página 14 de 982
Siento su mirada en mi piel, intuyo que me está mirando.
Durante las dos horas siguientes, más de lo mismo. Cada
vez que me asomo casualmente, me está mirando. Y el
caso es que, cuando le sorprendo, no aparta la mirada. Me
sostiene la mirada en un desafío silencioso, como si quisiera
que hiciera algo... no sé muy bien qué.
¿Puede una mirada ponerte la piel de gallina? Porque
juraría que la suya sí.
Ni siquiera puedo decirle nada a Chloe porque la razón por
la que estamos aquí, el capullo del Dr. Grayson, ni siquiera
la ha mirado.

"¿Va a hablar con todas las putas mujeres de aquí esta


noche?" –Chloe susurra enfadada con los ojos clavados en
él.

"Estoy aquí. Todavía no me has hablado, gilipollas gigante".

"¿Verdad?"

Observamos al doctor Grayson durante un momento.

"¿Cuál es su nombre de pila?" –Le pregunto.

"Blake."

"Blake Grayson".

Página 15 de 982
Tuerzo los labios.

"Nombre sexy".

"El nombre no es ni la mitad".

Chloe lo mira.

"Sería genial en la cama".

"¿Qué te hace decir eso?"

"Míralo, ¿cómo podría no hacerlo? Podría quedarse


desnudo al final de la cama y yo llegaría al orgasmo".

Suelto una risita.

"Cierto".

El Dr. Grayson parece más un modelo que un médico, con


el pelo castaño y la mandíbula cuadrada, en forma y
musculoso.

"Y es pediatra".

Suspira soñadoramente.

"Ese es el asesino, estoy de acuerdo".


Página 16 de 982
Vuelvo a mirar al apuesto desconocido y me encuentro con
que me está mirando otra vez. Se me revuelve el estómago.
Siento el aire entre nosotros arremolinándose, una tensión
sexual tan densa que podría cortarse con un cuchillo.
Este hombre es una tentación andante.

"Señor, ten piedad" –susurra Chloe.

"¿Qué?”

"¿Has visto al amigo del Dr. Grayson?"

¿Verlo? No puedo quitarle los ojos de encima.

"¿A quién?"

Me hago la tonta.

"Joder" –susurra Chloe, con los ojos muy abiertos mientras


mira por encima de mi hombro.

"Viene hacia aquí".

"¿Quién?"

"El dios".

"¿Qué dios?"
Página 17 de 982
Mis ojos se abren de par en par.

"Actúa tranquila".

"¿Qué?"

"Señoritas" –ronronea una voz grave y ronca detrás de mí.

Mierda.
Me doy la vuelta y me encuentro cara a cara con unos
penetrantes ojos oscuros. Sí... es aún mejor de cerca.

"Hola" –chillo.

¿Qué demonios es esa voz de ratón?

"Quiero decir, hola" –digo más bajo.

Chloe sonríe.

"Hola".

"No creo que nos conozcamos" –dice mientras me tiende la


mano.

"Soy Henley James".

Henley James.
Página 18 de 982
"Chloe Willcox".

Chloe sonríe mientras le estrecha la mano.


Vuelve su atención hacia mí, y yo le miro fijamente, con la
lengua trabada.

"Y tú eres..."

Levanta una ceja.

"Juliet”.

Esbozo una tímida sonrisa. Me coge la mano y me la


estrecha. Su pulgar roza el dorso de mi mano mientras
mantiene el contacto visual.
Oh...

"¿Juliet qué?”

Me dedica una lenta sonrisa sexy, sabiendo perfectamente


el efecto que está teniendo en mis pobres hormonas.
Me trago el nudo que tengo en la garganta.

"Drinkwater".

"¿Y tú?" –responde, con los ojos clavados en los míos.

"¿Yo...?"
Página 19 de 982
Frunzo el ceño, confusa.

"¿Bebes agua?”

"Sí, bebo".

Finjo una risa parecida a la de un niño de seis años. Ayuda.


Vale... ¿qué demonios?
Vete, por favor. Eres demasiado guapo para que mi cerebro
funcione.

"¿Te gustaría salir conmigo, Juliet?" –me pregunta.

Miro a Chloe y luego vuelvo a mirarlo a él.


¿He oído bien? ¿Qué?

"¿Y bien?" –me pregunta.

"Um..."

Bebo un sorbo de champán.

"Como... en una cita".

Sus ojos traviesos se iluminan.

"Sí, como una cita”.

Página 20 de 982
"Oh, um."

Respóndele, tonta.

"Vale".

Me vuelve a dedicar esa lenta sonrisa sexy.

"Digamos. . . ¿Viernes por la noche?"

Se me dibuja una sonrisa tonta en la cara, y me detengo


interiormente.
Tranquilízate.

"Tendré que mirar mi agenda" –respondo.

Se ríe como si conociera mi juego.

"Claro”.

Saca una tarjeta de visita y me la pasa.

"Llámame".

Entonces, sin previo aviso, se inclina y me besa la mejilla;


sus labios se detienen un instante en mi piel y el olor de su
loción de afeitar me envuelve. Luego se da la vuelta y cruza
la habitación despreocupadamente hacia sus amigos.
Página 21 de 982
Chloe y yo lo seguimos con la mirada, sorprendidas.

"Joder. Joder. Dios" –susurra Chloe.

"¿Acaba de pasar eso?"

Miro la tarjeta que me ha dado.

H E N L E Y. J A M E S
ENGINEERING 044 289 0777

"Es ingeniero" –susurro.

"A quién coño le importa. Me acostaría con él aunque fuera


un vagabundo".

Suelto una risita y le doy la espalda. No parece muy


interesado.
Chloe choca su vaso con el mío y guiña un ojo.

"Bien hecho".

~*~

es jueves por la noche. Estoy en mi sofá y necesito


ponerme las pilas. Llevo toda la semana nerviosa. Me
Página 22 de 982
muerdo la uña del pulgar mientras miro fijamente la tarjeta
de visita.

"Llámalo" –dice Chloe.

"¿Qué es lo peor que podría pasar?".

"Que sea un capullo, eso".

"Escúchame" –dice, inexpresiva.

"Es jodidamente guapo, y los hombres guapos son una


especie en peligro de extinción. Así que cuando encuentres
uno, tienes que cogerlo con las dos manos. Por no
mencionar que te ha pedido una cita y te ha dado su tarjeta.
Quiere que le llames. No eres una chica cualquiera de la
calle".

"Tienes razón."

"Este es el plan: le llamas, se enamoran locamente y luego


le preparas una cita a tu amiga con su amigo, el doctor
Grayson".

Pongo los ojos en blanco.

"Es tan sencillo cuando lo pones así".

Página 23 de 982
Me pasa mi teléfono.

"Hazlo de una puta vez".

"Le estoy dando demasiadas vueltas a esto, ¿verdad?"

"Lo estás”.

Marco su número y cuelgo rápidamente.


Mierda.

"Vale, ¿qué digo otra vez?"

"Dios mío, me estás matando" –jadea.

Por décima vez, repaso la conversación en mi cabeza:


casual... concisa, y concierta la cita. No te pongas nerviosa.
Qué más da si no funciona, probablemente sea un capullo.
No pasa nada.
Marco su número y contengo la respiración mientras suena.

"Hola" –contesta una voz de mujer.

Se me abren los ojos.


¿Quién demonios es?

"Aah..."

Página 24 de 982
Dudo. ¿Es su novia o algo así?

"Este es el teléfono de Henley James" –dice, toda


profesional.

"Soy su asistente, Jenny".

"Oh."

Me siento aliviada.

"¿Puedo hablar con Henley, por favor?"

"No está disponible en este momento. ¿Puedo preguntar


quién llama?"

Mis ojos se abren de par en par.


¿Es una trampa? A lo mejor tiene novia y se hace pasar por
su ayudante para tenderle una trampa y planear mi
asesinato.

"Um."

Vacilo mientras intento pensar. Mis ojos se dirigen a los de


Chloe.

"Soy Juliet".

Página 25 de 982
"¿Juliet Drinkwater?" –pregunta.

"Sí".

Frunzo el ceño.
¿Cómo sabe mi nombre?

"Soy yo."

"Juliet, Henley ha tenido que hacer un viaje inesperado al


extranjero para una inspección de obra, pero me dejó
instrucciones por si me llamabas".

¿Qué?

"Oh" –respondo, sorprendida.

"Sí, por desgracia no volverá hasta el viernes, pero quería


que concertara una hora el viernes por la noche para cenar".

¿Qué? Qué raro.

"Um... claro".

Me encojo de hombros.

"¿A las siete y media está bien?"

Página 26 de 982
"Sí”.

"¿Me das tu dirección para que Henley pueda recogerte?"

Esto es raro. No le voy a dar mi dirección a una mujer


cualquiera. Podría ser su esposa, una asesina en serie.

"Me encontraré con él allí."

"¿Estás segura?"

"Positivo."

"Vale, he reservado a Monsieur en Riley para las siete y


media."

"¿Ya lo has reservado?"

"Sabía que llamarías" –responde con un deje de sarcasmo


en la voz.

Pongo los ojos en blanco ante mi previsibilidad.


Claro que lo sabías.

"Vale, gracias".

"Adiós, Juliet".

Página 27 de 982
"Adiós".

Cuelgo el teléfono y miro sorprendida a Chloe.

"Viernes por la noche, siete y media."

"Maldito boom" –Chloe se ríe.

"Y así es como se hace".

~*~

A las siete y diez de la tarde del viernes por la noche,


salgo del Uber con un resorte en el paso. Llego pronto, lo
sé, pero quiero llegar antes que él para verlo entrar y no al
revés. Ya estoy bastante nerviosa.
Llevo un vestido negro muy sexy, sin tirantes y entallado, y
unos tacones nuevos; incluso me he hecho un peinado hoy
en la peluquería.
Tengo un buen presentimiento... era guapo y muy simpático;
hasta le habló de mí a su ayudante cuando tuvo que viajar al
extranjero. Parece que tiene tantas ganas como yo.
Subo por la calle y veo el ostentoso letrero dorado:
MONSIEUR
Vaya, qué lugar para tener una primera cita.
He querido venir aquí desde siempre.
Página 28 de 982
Este lugar es legendario. He intentado conseguir mesa
antes, pero siempre estaba reservado con meses de
antelación.
Abro las pesadas puertas y entro. El camarero de recepción
sonríe.

"Hola. ¿En qué puedo ayudarle?"

"Hola, tengo una reserva para esta noche a las siete y


media".

Sonrío nerviosamente mientras miro a mi alrededor.


Vaya, este sitio es increíble. Mobiliario francés. Grandes y
hermosos murales pintados en las paredes. Por todas
partes hay lámparas con bombillas de cálido resplandor.

"¿Cómo se llamaba?" –me pregunta.

"Um".

Me encojo de hombros, insegura de la respuesta.

"¿Henley James?"

"Sí" –Sonríe.

"Su mesa está por aquí".

Página 29 de 982
Me guía por un pasillo hasta otra zona, luego baja unas
escaleras y llegamos a un pintoresco patio ajardinado. Aquí
se respira un ambiente diferente, más lúdico e íntimo. Suena
música y en el aire flota el sonido de una charla jovial. Los
ladrillos están pintados con hermosos murales. Hay
enormes plantas en macetas de terracota y luces de hadas
colgadas por encima, creando un dosel.
Vaya, un toque en la ubicación. Sabe lo que hace; esta cita
ya es un diez. Y entonces le veo... y se me revuelve el
estómago. Está sentado en una mesa para dos en la
esquina mientras espera. También llega pronto. Tenía la
ligera sospecha de que todo esto era un elaborado engaño.
Levanta la vista. Nuestras miradas se cruzan y se levanta de
la silla para saludarme. Lleva chaqueta y pantalones de
sport, y camisa negra con el botón de arriba desabrochado.
Se le ve un poco el pecho.

"Hola".

Sonríe y me besa en la mejilla.

"Estás preciosa".

Huele muy bien.

"Hola".

Me desmayo.
Página 30 de 982
Me acerca la silla y me siento en ella.

"Gracias”.

Noto que mi cara está de un rojo nervioso.


Vale, tacha eso: esta cita es un veinte.
Muevo los labios y acomodo los cubiertos en la mesa
mientras el corazón se me acelera. Estoy tan nerviosa que
es ridículo.
Vuelve a sentarse.

"Entonces..."

"Entonces..." –Sonrío.

"¿Le traigo algo de beber?" –pregunta la camarera.

Tequila, perra... todo.


Cojo la carta de bebidas.
Rápido, elige algo.

"¿Qué desea, señor?" –le pregunta.

"Tomaré lo mismo que ella" –responde él con su voz grave y


sexy.

"Por supuesto".

Página 31 de 982
La camarera sonríe.
Oh... la presión.

"¿Te gustan los margaritas?" –pregunto tímidamente.

"Me encantan".

Sus ojos sostienen los míos y se muerde el labio inferior


como si quisiera ocultar su sonrisa.

"Tomaré un margarita, por favor" –le digo.

"¿Cómo te gustaría?"

"Agitada y con sal".

"Que sean dos" –dice Henley.

La camarera desaparece y mis ojos se encuentran con los


suyos.

"¿De verdad te gustan los margaritas, o estás siendo


suave?".

Sus ojos bailan de placer.

"Estoy tratando de ser suave, pero en realidad me gustan


las margaritas. Buena elección".
Página 32 de 982
"Oh".

Sonrío bobaliconamente.

"¿Cómo voy?"

"¿Con de suave?"

"Sí."

"Como el culito de un bebé".

Se ríe entre dientes y yo también.

"La verdad es que estaba nervioso por venir aquí esta


noche".

Sonríe.

"¿Tú?" –Me burlo.

"Sí, yo" –me responde.

"¿Por qué no pensarías que estaría nervioso?".

Porque lo pareces.

Página 33 de 982
"Es que no pareces una persona nerviosa" –respondo
despreocupada.

"Estaba nerviosa por venir aquí esta noche, pero...".

Mi voz se entrecorta y no me atrevo a dar más detalles.

"Pero, ¿qué?” –Sonríe.

"Pero no tengo muchas citas, así que...".

Me encojo de hombros. Arruga la frente.

"¿No tienes muchas citas?”

"No”.

"¿Por qué no?”

"Los hombres son gilipollas".

Se ríe.

"Que lo somos".

Miro a mi alrededor.

"Sin embargo, le doy un diez a tu lugar de citas".


Página 34 de 982
"Es bonito, ¿verdad?"

Él también mira a su alrededor.

"¿Vienes aquí a menudo?"

"La primera vez".

Asiento con la cabeza, sintiéndome de repente fuera de mí.

"Yo tampoco salgo a menudo" –añade.

"¿No?”

"No”.

"¿Por qué no?”

Se encoge de hombros.

"No lo sé... es mucho lío".

"Aquí tiene".

La camarera pone nuestras bebidas en la mesa,


interrumpiéndonos.

"Gracias”.
Página 35 de 982
Nos deja solos, cogemos nuestras copas y alzo la mía para
brindar. Él acerca la suya a la mía y espera.

"Por la tranquilidad" –le digo.

Me dedica una lenta sonrisa sexy.

"Nunca dije que fuera a ser fácil".

El aire entre nosotros es eléctrico.

"Me gustan los baches".

Sonrío, sintiéndome un poco más valiente.

"Algo me dice que esta cita va a ser cualquier cosa menos


una molestia".

"Hasta que mañana me convierta en una psicópata".

Echa la cabeza hacia atrás y se ríe a carcajadas, y yo le


sonrío bobalicona.
Cree que soy graciosa.

~*~
Un millón de margaritas y risas después.
Página 36 de 982
El restaurante está en silencio. Todo el mundo se ha ido.
Pero nuestra conversación sigue candente.
Henley James es divertido y encantador, además de
guapísimo. Estoy pendiente de cada una de sus palabras.

"Así que...”

Se sienta en su silla y se pone serio.

"¿Cómo valoras nuestra cita hasta ahora?”

"¿Hasta ahora?"

Sonríe con picardía mientras bebe.

"Hasta ahora..."

Entrecierro los ojos y finjo pensar.

"Como un dos".

"¿Un dos?" –jadea.

"Esta cita no es un dos".

"Lo sé”.

Me río.
Página 37 de 982
"Es un diez".

Me lanza esa mirada, la que hace tan bien.

"Veinte."

"¿Veinte?"

Levanto las cejas: es como si me leyera el pensamiento.

"Es una puntuación muy alta”.

Hace girar el vaso sobre la mesa.

"Creo que esta es la mejor primera cita de mi vida".

Su última primera cita.

"¿Qué tiene de bueno?".

Sonrío siguiéndole la corriente.

"Bueno... el paisaje".

Me hace un gesto.
Suelto una risita y lamo la sal de mi vaso.

"Eso".
Página 38 de 982
Me señala con la lengua fuera.

"Ese es sin duda un punto álgido. Cada vez que lo haces, lo


siento en mis entrañas".

Me echo a reír, y él también.

"¿En el lomo o en la ingle?" –pregunto.

"Las dos cosas".

Volvemos a reírnos.
Estoy segura de que los camareros ya nos odian, nada es
tan divertido.

"Me encanta que seas discreta" –dice.

Me revuelvo el pelo y pestañeo.

"Pero lo de querer renovar una casa me preocupa un poco.


No sé si confiaría en ti con una pistola de clavos".

Suelto una risita. Es tan divertido.

"Me encanta que seas enfermera".

"¿Has perdido a alguien?" –Le pregunto.

Página 39 de 982
"¿Por qué dices eso?"

"Bueno".

Me encojo de hombros.

"La mayoría de la gente que aprecia a las enfermeras ha


pasado mucho tiempo en un hospital".

"Mi madre".

Nos quedamos serios.

"Lo siento. ¿Recientemente?"

"No."

Da un sorbo a su bebida.

"Cuando tenía quince años".

Le observo, sin saber qué decir a continuación.


Mira hacia el restaurante como si estuviera a kilómetros de
distancia.

"Fue un acontecimiento catastrófico en mi vida".

Página 40 de 982
Oh... Le tiendo la mano sobre la mesa y él la pone sobre la
mía. Le rozo los dedos con el pulgar.

"Estaría muy orgullosa de ti".

Sus ojos se cruzan con los míos y tuerce los labios, como si
estuviera enfadado. Al instante me doy cuenta de que me he
pasado.

"Pero me ha dicho que será mejor que te pongas las pilas


porque esta cita se está quedando definitivamente en un
dos".

Sonríe y coge su copa.

"¿En serio?"

"Sí”.

Asiento con la cabeza, poniéndome seria.

"Me dijo que me acompañaras al coche y me dieras un beso


de buenas noches si querías aumentar la puntuación".

"Oh, lo hizo, ¿verdad?"

"Sí”.

Página 41 de 982
Sonrío mientras bebo, orgullosa de mis habilidades para
gestionar la crisis mientras coqueteo.
Nos miramos fijamente mientras el aire entre nosotros se
arremolina con una energía que no había sentido antes.

"¿Puedo verte mañana por la noche?" –pregunta.

"Sí".

"¿Adónde quieres ir?"

"A hacer la compra".

Se echa a reír y nos vuelve a poner a los dos nerviosos.

"Lo siento, cerramos el restaurante" –dice el camarero


mientras deposita la cartera con la cuenta sobre la mesa.

"Sí, claro".

Voy a cogerla, pero Henley me la arrebata.

"Yo pago".

"No, no lo harás. Iremos a medias".

"Cállate."

Página 42 de 982
"No."

"Puedes pagar mañana por la noche" –ofrece.

"¿Cuando vayamos a comprar mi comida?".

Se ríe y nos pone en marcha de nuevo, y el camarero pone


los ojos en blanco desde la esquina.

"Basta ya".

Henley intenta actuar serio mientras saca su cartera.

"El camarero nos odia".

"Porque somos más graciosos que él".

"Eso es verdad" –asiente.

"Lo somos."

Paga la cuenta y me coge la mano. La electricidad me sube


por el brazo y, como si él también lo sintiera, me lleva la
mano a los labios y me besa el dorso mientras nos miramos
fijamente.
¿Qué está pasando ahora?
Salimos por la puerta principal y, de repente, vuelve la
presión.
Página 43 de 982
¿Me porto bien o nos vamos juntos a casa?

"¿Has conducido tú?" –Pregunto.

"No, Uber".

"Yo también".

Me mira fijamente y sé que las mismas preguntas le rondan


por la cabeza. ¿Ser un caballero o tirarme a un banco del
parque y hacer de las suyas conmigo?
Voto por la segunda opción.

"¿Taxi?" –pregunta.

"Claro”.

Maldita sea, va a elegir la primera opción.


Caballero.
Me rodea con el brazo mientras caminamos y tira de mí para
que me acerque. Esto parece lo más natural del mundo.

"Me lo he pasado bien esta noche" –dice mientras


caminamos.

"Yo también”.

Sonrío bobaliconamente.
Página 44 de 982
"Ya tengo ganas de ir a hacer la compra mañana".

Llega a una esquina muy transitada, se detiene en el


semáforo y me gira hacia él.

"¿Es aquí donde me besas?" –le pregunto.

"No lo sé, ¿es aquí?".

Asiento con la cabeza.

"Probablemente".

Justo aquí, en medio de todo el mundo, me toma la cara


entre las manos. Sus labios rozan suavemente los míos y
mis pies se despegan del suelo. Nos besamos una y otra
vez, y es como si una ola de perfección se abatiera sobre
nosotros. Las luces cambian. La gente se apresura... pero
estamos los dos perdidos en el momento. No es incómodo,
como debería ser un primer beso. Es íntimo y tierno, algo
más. Sonríe contra mis labios y me acerca, y nos quedamos
abrazados un momento.

"Henley."

"Sí."

Me besa en la frente.
Página 45 de 982
"Esta es mi mejor primera cita".

"Hasta la próxima".

Suelto una risita y él me guiña un ojo sexy.


Se me revuelven las mariposas en el estómago porque,
joder, esto es algo...
Llegamos a la parada de taxis y, maldita sea, hay uno
esperando. Me abre la puerta trasera y me besa
suavemente mientras me aparta el pelo de la cara.

"Te llamo mañana".

"Vale".

Sonrío tímidamente y subo al asiento trasero, y él cierra la


puerta detrás de mí. Le saludo con la mano y, antes de que
el coche se aleje, abre la puerta y me coge de la mano.

"Cambio de planes: te vienes a casa conmigo".

"¿Qué?”

Me interrumpe con un beso, y todos en la fila de taxis gimen


de disgusto. Con los labios entrelazados y las hormonas a
flor de piel, salimos por la puerta de su apartamento como
animales.

Página 46 de 982
Se acabó el educado Sr. James de la primera cita; lo
dejamos en el restaurante.
Me gusta más esta versión.
Durante todo el trayecto de vuelta a casa en Uber, me metió
la mano en el vestido y creo que es justo decir que los dos
estamos muy bien para irnos.

"Quítate este puto vestido" –susurra mientras lucha por


bajarse la cremallera.

La cremallera se engancha y tira con fuerza. Me río de su


impaciencia.

"¿Quién ha dicho que soy algo seguro?".

"Yo lo dije”.

Me arranca el vestido por los hombros y lo tira a un lado.

"Yo no follo en las primeras citas".

Sonrío mientras pongo las manos en las caderas,


haciéndome la indignada.

"Ahora sí".

El ambiente cambia cuando sus ojos oscuros recorren mi


cuerpo. De repente, me pongo nerviosa.
Página 47 de 982
Porque ésta ha sido la mejor noche y quiero que tenga un
final aún más feliz y que lo deje boquiabierto.
Me rodea la garganta con la mano, se adelanta y me acerca
los labios a la oreja.

"Vas a recibir mi polla de puta madre" –susurra.

Su aliento me roza la oreja y me pone la piel de gallina.

"Como la chica mala que sé que quieres ser".

Se me abren los ojos.


Joder. Habla sucio. . . mierda, mierda, mierda.
Me agarra la garganta con la mano y me lame la cara.

"¿Estás cremosa para mí, nena?".

La adrenalina y la excitación recorren mi torrente sanguíneo.


La sensación de su enorme mano alrededor de mi garganta
es a la vez aterradora y eufórica. Nunca había estado con
un hombre así. Es diferente en muchos aspectos.
Me tiembla la respiración mientras intento calmarme lo
suficiente para responder. Sus dientes se posan en mi cuello
y me roza con ellos.

"Responde a la puta pregunta, Juliet".

Joder.
Página 48 de 982
Henley James el encantador está bien, pero Henley James
el estrangulador está al siguiente nivel.

"Sí" –gimoteo.

Se aparta y me mira fijamente. Sus ojos se clavan en los


míos.

"¿Si qué?"

"Sí, señor".

En sus ojos parpadea la satisfacción.

"Buena chica".

Vale, ¿qué coño está pasando aquí?


No me van las mierdas pervertidas, pero de alguna manera
esto es fuera de lo común.
Con el corazón latiéndome con fuerza en el pecho, me
quedo quieta mientras me desabrocha el sujetador. Sus
pulgares me acarician los pezones mientras los mira
fijamente. Se inclina, me baja las bragas y me besa ahí. Se
me corta la respiración.
Joder.
Se levanta y volvemos a estar cara a cara.

"No te pongas nerviosa" –murmura.


Página 49 de 982
Me besa y me roza con la lengua mientras me sujeta la cara
con las manos.

"No te haré daño".

Me acerca los labios a la oreja.

"Mucho..."

Cierro los ojos.


Joder, joder, joder.

"Ponte en la cama sobre las manos y las rodillas".

Le miro fijamente.

"Eres muy mandón".

"Tengo hambre".

Sus ojos están ardiendo, y maldita sea, estoy dispuesta a


proporcionarle el festín.
Me subo a la cama y me pongo de rodillas.

"Apóyate en los codos".

"¿Te vas a desnudar?" –Respondo.

Página 50 de 982
Bofetada.
Me da una bofetada en el trasero.

"Compórtate" –gruñe.

Por alguna retorcida y enfermiza razón, su disciplina


enciende un fuego entre mis piernas, y sé que en ese
momento... que estoy a punto de hacer lo que él quiera.
¿Qué coño está pasando aquí?
Me pongo hasta los codos, él se coloca detrás de mí y, con
los ojos clavados en el espejo, se quita la camisa por
encima de la cabeza y, a cámara lenta, se desabrocha los
vaqueros y se los baja por las piernas.
Su cuerpo está lleno de músculos y su enorme polla se
libera.
Me trago el nudo que tengo en la garganta.
Vale... eso es mucha carne de hombre.
Sus ojos se posan en mi sexo y veo en el espejo cómo me
separa los labios con los dedos y se acaricia un par de
veces. Sus ojos son oscuros y parpadean de excitación.
Joder.
Se deja caer en el suelo detrás de mí, y su lengua no hace
prisioneros mientras me lame allí. Profundos lametones de
adoración, como si yo fuera la reina y él mi sirviente, de
rodillas para mi placer.
Oh... Dios mío...
Mi cuerpo empieza a dilatarse y me estremezco.
Veo estrellas.
Página 51 de 982
Aprieto las sábanas con las manos mientras intento lidiar
con él.

"Voy a...”

"Te correrás en mi polla".

"Pues date prisa, joder" –le exijo.

Se ríe, y es la primera vez que veo un atisbo de mi cita


juguetona.
Se pone un condón. Me enreda el pelo en la mano mientras
me mantiene quieta y luego desliza lentamente la punta de
su gruesa polla por mis labios.
Adelante y atrás, adelante y atrás.
Deprisa.
Se coloca en posición y me la mete lentamente.
Se me va el aire de los pulmones y gimo en voz alta.
Oh... es grande... y... demasiado bueno en esto.

"¿Qué tal así?"

Entra y sale lentamente, calentando mi cuerpo a su tamaño.


Asiento con la cabeza, incapaz de pronunciar una frase
coherente.

"Respóndeme".

Página 52 de 982
"Bien”.

Cierro los ojos mientras trato de lidiar con él.

"Muy bien".

El aroma de su aftershave, su agarre en mi pelo, su polla


tan dentro de mí que no puedo respirar. Está a mi alrededor,
en una perfecta experiencia sensual en 3D.
Se retira por completo y vuelve a entrar. Lo vuelve a hacer,
se sale del todo y vuelve a entrar.
¿Qué está haciendo?

"Estoy bien" –le digo.

"Yo juzgaré eso".

"No vas a hacerme daño".

Me agarra por la cadera y me la mete con fuerza,


sacándome el aire de los pulmones.
Vale, quizá un poco.
Luego me cabalga con fuerza y el sonido de nuestras pieles
resuena en toda la habitación. Intento mantenerme en pie,
pero es difícil cuando te está follando un camión Mack.
No puedo aguantar y grito contra el colchón.

"Joder" –jadea.
Página 53 de 982
"Oh, sí, justo así".

Sonrío mientras escucho cómo se deshace.


¿Hay un sonido más excitante en el mundo?
Sisea, se mete hasta el fondo y se corre dentro de mí.
Siento la sacudida contundente de su polla al soltarse.
Estoy empapada en sudor y le oigo jadear detrás de mí. Y
entonces me besa en el trasero.

"Jodidamente caliente" –susurra contra mi piel.

Sonrío contra el colchón.


Completa y totalmente arruinada.

Página 54 de 982
CAPÍTUlO 2

Aparca el coche a un lado de la carretera.


"Nos vemos”.

Se inclina y, cogiéndome la cara con la mano, me besa


suavemente.

"Esta noche...”

Sonrío contra sus labios.

"Esta noche”.

En serio... La mejor noche de mi vida. Tuvimos la mejor cita


de la historia, fuimos a casa y follamos como animales,
luego nos duchamos e hicimos el dulce y tierno amor. Me
desperté con más de sus habilidades orales esta mañana, y
luego me hizo el desayuno.
Eso es lo que yo llamo una cita bien hecha.
Esto es... él es el elegido.
Estoy caminando en el puto aire.

Página 55 de 982
"Hoy tengo que trabajar, pero te llamaré más tarde" –me
pregunta.

Quiero dar un puñetazo al aire, pero no lo hago porque


estoy siendo guay y todo eso.

"Que tengas un buen día".

Abro la puerta del coche y él tira de mí para darme otro


beso. Me río contra sus labios.

"Tengo que irme”.

"Quizá tenga que venirte".

"Eres un maníaco sexual".

Me río.
Con otro beso rápido, salto del coche y él me dedica una
lenta sonrisa sexy.

"Adiós".

Entro flotando. Estoy en las nubes.


Cambio las sábanas y recojo las viejas a doble velocidad.
Además de caminar en el aire, hoy me he puesto a limpiar.
He ordenado. He lavado. He comprado flores frescas. He
aspirado y fregado. He limpiado el baño. He comprado ropa
Página 56 de 982
interior nueva e incluso he hecho algunas compras, por si
las cosas van muy bien esta noche y no conseguimos salir a
cenar.
Con las manos en las caderas, echo un vistazo a mi piso
para intentar verlo con otros ojos.
La alfombra del salón parece un poco cansada. La tengo
desde hace unos años.
¿Quizá debería llevarla al garaje?
Realmente quiero dar lo mejor de mí con Henley esta noche.
Deslizo la mesita y enrollo la enorme alfombra. Intento
levantarla y hago un esfuerzo.
Joder, qué pesada es.
La arrastro hasta la puerta y salgo al pasillo arrastrándola.
Me giro hacia el ascensor y recuerdo que hoy está cerrado
por mantenimiento.
Joder.
Seis tramos de escaleras. La arrastro, sudando, resoplando
y resoplando. Tardo diez minutos en bajar sólo dos niveles.
Joder, esta cita va a tener que ser otra fiesta de pijamas,
sencillamente porque voy a estar tan agotada que me
quedaré dormida antes de cenar.
Llego a la mitad y tengo que sentarme unos minutos a
descansar. Saco el móvil y lo compruebo. No hay llamadas
perdidas.
Por fin llego al final de la escalera y arrastro la alfombra
hasta el garaje. Bien... ahora a hacerme simplemente
irresistible.
Cojo el teléfono y lo compruebo por milésima vez en el día.
Página 57 de 982
~*~

estoy sentada en mi sofá, acicalada, preparada, sin


ningún sitio al que ir. Son las siete de la tarde y Henley aún
no me ha llamado.
¿Dónde diablos está?
Tengo una sensación de inquietud en la boca del estómago.
¿Y si algo va mal?
Ya basta. Va a llamar, lo sé.
¿Por qué no lo ha hecho ya?
Son las siete de la tarde. Si fuera a llamar, ya lo habría
hecho.
Ojeo Netflix en busca de una distracción.
¿Quizá ha perdido mi número?
Me incorporo, de repente interesada en esa teoría.
Sí, debe de ser eso. Si ha perdido mi número, no tiene
forma de ponerse en contacto conmigo.
¿Quizá debería llamarle?
Suena el teléfono.

"Hola" –contesto.

"¿Ha llamado ya?" –Me pregunta Chloe.

"No".

Página 58 de 982
Suspiro.

"Joder".

"¿Crees que debería llamarle?".

"No."

"¿Y si ha perdido mi número?"

"Entonces es un gilipollas. De todos modos, tu número


estará en su historial de llamadas. No ha perdido tu número,
Jules".

Mi corazón se hunde.

"Algo va mal. Sé que va a llamarme".

"¿Por qué, porque dijo que lo haría? No sería el primer


hombre que miente en una cita".

"Chloe, te lo estoy diciendo. Tuvimos algo; sé que me va a


llamar".

"Vale" –responde ella con voz poco convencida.

"Las chicas y yo vamos al Club 70, si quieres venir".

Página 59 de 982
"No."

Exhalo mientras me tumbo boca arriba.

"Voy a esperarle".

"No está llamando".

"Lo está haciendo".

Pongo los ojos en blanco.

"Hoy tenía que trabajar. Quizá aparezca por aquí en


cualquier momento. Adiós”.

Exhalo pesadamente y miro alrededor de mi impecable


apartamento. Más le vale llamar, joder.
8:00 p.m. Ring, ring. . . ring, ring. . .
Entorno la cara mientras espero a que descuelgue.

"Se ha comunicado con Henley James. No puedo atender


ahora. Deja un mensaje".

Mierda.

"Hola, Henley, soy Juliet".

Hago una pausa mientras intento pensar qué decir.


Página 60 de 982
"Sólo estaba..."

Joder.

"¿Pensé que íbamos a ponernos al día esta noche?"

Maldita sea. Sueno desesperada.

"Sólo llamaba para ver qué pasaba. En fin, adiós".

Me pongo las manos en las cuencas de los ojos, disgustada.


Dios... eso sonó tan patéticamente necesitado.
¿Por qué no esperé a que llamara? Ahora lo he estropeado.
Uf...
Me despierta el teléfono vibrando en la mesilla.

"Es demasiado tarde para tus llamadas de borracha, Chloe"


–refunfuño al contestar.

"Adivina quién acaba de aparecer en el club" –me grita a


través de la estridente música de la discoteca.

Me froto los ojos para intentar concentrarme en su voz.

"¿Quién?”

"Henley James. "

Página 61 de 982
“¿Qué?”

Me incorporo, despierta de repente.

"¿Qué hora es?"

Echo un vistazo al reloj de mi teléfono: las 2:00 a.m.

"¿Con quién está ahí?".

"Con dos tíos”.

"¿Hablas en serio?"

Me levanto de la cama.

"Baja aquí y échale un puto trago en la cabeza por dejarte


plantada".

Me arrastro la mano por la cara.

"¿Qué lleva puesto?"

"Qué más da. Parece un vibrador andante con lo que lleve


puesto".

"¿Estás segura de que es él?"

Página 62 de 982
"Te estoy enviando un vídeo".

Tantea con el teléfono durante unos segundos.

"Ahora te llamo".

Cuelga, voy al baño y salgo al salón.


Mi teléfono emite un mensaje y le doy al play.
Henley está hablando con dos hombres. Lleva vaqueros y
camiseta, y habla y ríe. Parece relajado mientras bebe una
cerveza Corona. Pasa una chica sexy y sus ojos se posan
en su trasero. Luego dice algo a sus amigos y vuelve a
fijarse en su trasero.
Me da un vuelco el corazón.
Vaya...
Mi teléfono vuelve a sonar.

"Hola" –contesto.

"¿Lo ves?"

"Sí".

Suspiro.

"Es un puto gilipollas" –escupe Chloe.

"Da igual, no me importa lo que haga".


Página 63 de 982
Me hago la imperturbable.

"¿Puedo decirle lo que pienso de él?".

"No" –espeto.

"Olvídate de él como lo he hecho yo. Me vuelvo a la cama".

"Lo siento, cariño".

"No lo sientas. No lo estoy" –miento.

"¿Desayunamos por la mañana?" –pregunta.

No me lo puedo creer. Realmente no quiero pasar todo el


día de mañana escuchando cuentos discotequeros de
Henley James, y ver a Chloe mañana abrirá las puertas para
eso.

"No puedo. He quedado con mis padres" –le digo.

"¿Nos vemos la semana que viene?"

"Claro, nena".

Ella duda.

"¿Estás bien?"
Página 64 de 982
No.

"Claro que sí".

Sonrío tristemente.

"Adiós".

Cuelgo y, con el corazón en la garganta, me torturo y vuelvo


a ver el vídeo de Henley. La forma en que está relajado y
feliz. La forma en que mira el trasero de esa chica. Cómo
me hace sentir. A medida que la realidad se impone, un viejo
proverbio recorre mi mente: Si algo parece demasiado
bueno para ser verdad, normalmente lo es.
Gilipollas.

~*~

Caminamos por el sendero atestado de gente.


"Entonces, espero en casa toda la noche y Chloe me llama
para decirme que está en un club a las dos de la
madrugada" –continúo despotricando ante Liam.

"¿Por qué te acostaste con él? No es propio de ti dejarlo en


una primera cita" –responde él, desinteresado.
Página 65 de 982
"Porque fue la mejor cita de mi puta vida, por eso. Y quizá
sólo quería ser una chica mala por una noche, ¿sabes?".

"No. No lo sé".

"Porque eres mi hermano, por eso. Si tuvieras la mejor cita


de tu vida, ¿te harías el inocente para demostrar algo?".

Pone los ojos en blanco.

"¿Vamos aquí?"

Señala un restaurante.
Pobre Liam. Le he hecho venir a comer conmigo para poder
desahogarme sobre mi fin de semana infernal.

"Sí".

Suspiro.

"Esto servirá".

Empujo la pesada puerta y hacemos cola para que nos


sirvan.

"¿Cómo sabes que era él en el club? Chloe probablemente


llevaba gafas de cerveza".

Página 66 de 982
"Porque ella me envió un video de él".

"¿Ella le grabó un vídeo?"

Arruga la cara en señal de disgusto.

"Eso no es espeluznante en absoluto."

"Mira."

Pongo el vídeo que ya me sé de memoria porque lo he visto


diez mil veces. Le doy al play y él ve la grabación.

"Es un capullo, Juliet".

Exhalo pesadamente.

"Fue la mejor noche de mi vida".

"No, no lo fue. Mira cómo te hizo sentir. Es un cabrón.


Olvídalo".

Suspiro pesadamente.

"Supongo."

"¿Cómo se llama?"

Página 67 de 982
"Henley."

"Es un nombre raro".

Arruga el labio con disgusto.

"¿Hen como en pollo?"

"Gallina de polla, diría yo".

Ensancho los ojos. Hace una mueca.

"Qué asco, demasiada información".

Mientras esperamos, vuelve a ver el vídeo en mi teléfono.


Me lo devuelve con disgusto.

"Si alguna vez lo veo, lo noquearé por ti" –murmura


secamente.

"¿Trato hecho?”

"Vale, trato hecho".

Sonrío, sintiéndome un poco mejor al saber que mi hermano


pequeño es también uno de mis mejores amigos.
Llegamos al principio de la cola.

Página 68 de 982
"Hola, ¿nos dan una mesa para dos, por favor?" –pregunto.

La camarera mira la hoja de reserva.

"Tengo que despejar la mesa. ¿Pueden esperar cinco


minutos?".

"Claro”.

Señala una sala de espera.

"Espere ahí y le llamaré cuando esté lista. ¿Cómo se llama?

"Juliet”.

Nos dirigimos a la zona del bar para esperar nuestra mesa y


vuelvo a ver el vídeo de Henley. No sé por qué sigo viendo
la maldita cosa. Es como si esperara encontrar pruebas de
que realmente no es él. Ojalá.
La mano de Liam se acerca a mi espalda y frunzo el ceño
mientras miro fijamente mi teléfono.

"¿Qué estás haciendo?"

"Dándole una lección".

"¿Qué?"

Página 69 de 982
Levanto la vista y veo a Henley acercándose a nosotros.
¿Qué coño?

"Hola, Juliet".

Finge una sonrisa. Parece recién bajado de una pasarela,


lleva un traje gris, camisa blanca y corbata azul. Su pelo
oscuro está despeinado a la perfección, y Oh Dios mío,
¿qué demonios estás haciendo aquí?

"Henley, hola".

Henley dirige su atención a Liam.

"¿Quién eres tú?"

Liam sonríe como un malvado gato de Cheshire.

"Liam".

Me hace un gesto.

"El prometido de Juliet".

No acaba de decir eso.


Henley enarca las cejas, sorprendido, y se apoya en el pie
trasero.
Su mandíbula se flexiona.
Página 70 de 982
"¿Prometido?"

No, no, no. ¡No!

"Así es".

Liam continúa con sus mentiras.

"¿La conoces bien?"

¡Cállate de una vez!


Los ojos de Henley se dirigen hacia mí y pone los labios en
blanco. La furia rezuma de él.

"Quizás no".

Por favor, tierra, trágame entera.


Me mira fijamente y quiero decirle que todo esto es mentira,
pero ¿para qué? Es un imbécil y no le importaría de todos
modos.

"Que tengas una buena vida, Julietttt".

Acentúa la T de mi nombre.

"Con" -mira a Liam de arriba abajo y sonríe como divertido-

"Tu guapo prometido".


Página 71 de 982
La arrogancia personificada.

"Oye, ¿qué se supone que significa eso?" –pregunta Liam


haciéndose el tonto.

Henley pasa rozando y calcula mal a propósito la distancia


que los separa. Golpea a Liam con el hombro tan fuerte que
casi sale volando por los aires. Empuja la pesada puerta y
sale corriendo. Liam le sigue con la mirada.

"Interesante".

“¿Interesante?” –jadeo.

"¿Por qué coño dices eso? Ahora piensa que soy una puta".

"Hace falta serlo para conocerlo".

Deja caer los hombros como si estuviera satisfecho consigo


mismo.

"Le gustaste".

"¿Cómo lo sabes?"

Sonríe ampliamente, sintiéndose muy satisfecho consigo


mismo.

Página 72 de 982
"Estaba cabreado".

"Y esto es gracioso porque. . . ..." –jadeo, enfurecida.

"Tuvo su oportunidad y la desperdició. Touché, cabrón".

Página 73 de 982
CAPÍTUlO 3

TReS AñOS DeSPUéS...

enhorabuena”.
"

Tim, el agente inmobiliario, sonríe mientras me entrega las


llaves.

"Es toda tuya".

"Gracias".

Abro la puerta y entramos en el vestíbulo.


Mis padres y Liam están aquí para ayudarnos a celebrar
este momento tan importante.
Echa un vistazo a la vieja y destartalada casa.

"Diviértete renovando".

"Lo haré".

Página 74 de 982
Sonrío.

"El placer del renovador, ¿recuerdas?".

Tim se ríe de su propio argumento de venta.

“Ya me acuerdo”.

Mi abuela, que en paz descanse, nos dejó a mi hermano y a


mí una gran herencia a cada uno, y con mis ahorros he
conseguido una casa en el mejor barrio de Half Moon Bay.
Es mi barrio ideal, pero nunca estuvo ni siquiera cerca de mi
nivel de precios. De alguna manera -y supongo que fue la
abuela quien lo organizó en el cielo-, los astros se alinearon.
Recibí su herencia, y en la primera semana que estuve
buscando, apareció esta casa. Era la herencia de un difunto
sin beneficiarios, así que el administrador testamentario
decidió que se vendería a la primera persona que hiciera
una oferta, cualquier oferta. Por algún milagro, fui la primera
en verla, me enamoré y fui la primera en hacer una oferta.
Casi me desmayo cuando la aceptaron.
Es un basurero total, pero está en una calle hermosa.
Bueno, en realidad no es una calle. Es un callejón sin salida,
Kingston Lane.

“Adiós” –dice Tim mientras baja los escalones de la entrada.

“Llámame si necesitas algo”.


Página 75 de 982
“Lo haré. Gracias de nuevo. Adiós”.

Hago una giga en el acto, emocionada.

“¿Te lo puedes creer?” –Jadeo.

Mi madre me besa.

“Nos alegramos mucho por ti, Jules”.

Coge el teléfono del bolso.

“Levanta las llaves, necesito una foto”.

Levanto las llaves y sonrío mientras mi madre dispara.

“Es agridulce. Ojalá la abuela estuviera aquí”.

“Está mirando”.

Mamá sonríe.

“Sé que está aquí”.

“La peor casa en la mejor calle”.

Mi padre sonríe.

Página 76 de 982
“Has mordido mucho, eso seguro”.

“Estoy a la altura del reto”.

Sonrío mientras miro a mi alrededor.

“No hay prisa. Tengo una eternidad para hacerlo”.

La vieja casa es de dos plantas. Es blanca y tiene un tejado


de hojalata verde. Tiene un porche envolvente y un patio
cubierto de maleza. Va a costar mucho trabajo devolverle su
gloria original.

“¿Y cuándo llega tu cachorro?” –pregunta mamá.

Hago un pequeño baile en el acto.

“Mañana lo recojo de la protectora. En realidad es lo más


emocionante de haber comprado por fin una casa. Puedo
tener mi propio perro. Y no es un cachorro, mamá. Recuerda
que adopté un perro mayor”.

“Pero creía que querías un cachorro”.

“Lo quería. Pero cuando llegué, parecía tan triste y tímido.


Es el adecuado para mí”.

“¿Cómo le vas a llamar?”.


Página 77 de 982
Me encojo de hombros.

“No lo sé. Supongo que lo resolveremos juntos cuando


llegue”.

“¿A qué hora llega el camión de la mudanza?” –Pregunta


papá.

Miro el reloj.

“Tenemos tres horas”.

Mamá entra en la cocina.

“Vamos a limpiar”.

~*~

Son las once de la noche y, después del día más largo de


la historia, subo las escaleras a trompicones.
Liam se fue un poco antes a una cita caliente. Qué suerte
tiene.

“Buenas noches, Jules” –dice papá desde la habitación de


invitados.
Página 78 de 982
“Buenas noches. Gracias por todo hoy”.

Él y mamá se quedan para que no esté sola en mi primera


noche aquí.
Sólo he vivido en apartamentos desde que me mudé de
casa. Si soy honesta, estar aquí en esta casa grande y vieja
puede ser un poco aterrador. Esa es una de las razones por
las que decidí tener un perro mayor. Él puede ser mi
protector, así como mi mejor amigo.
Entro en mi habitación y miro a mi alrededor. Las paredes
son de distintos colores, una verde y otra crema; las otras
dos son de un rosa polvoriento. Horrible. El antiguo
propietario hizo una pequeña reforma hace muchos años.
Se añadió un cuarto de baño al principal, aunque sus
azulejos marrones dejan mucho que desear.
Al menos está ahí, supongo.
Me ducho, me pongo el pijama y apago la luz. Cuando voy a
cerrar las persianas, me doy cuenta de que la ventana del
dormitorio del vecino de arriba está a la vista; puedo ver
directamente hacia dentro. Tiene un aspecto lujoso, con
muebles caros. Hay una cama con dosel y un sofá en el
extremo. El dormitorio parece enorme.
Caramba.

"Swish" –Sonrío.

Hay una obra de arte gigante detrás de la cama, y


entrecierro los ojos para intentar ampliarla.
Página 79 de 982
Creo que es un cuadro abstracto de una mujer desnuda.
Hmm...
Un hombre entra en la habitación con una toalla alrededor
de la cintura y rápidamente agarro el cordón para bajar las
persianas. No quiero que piense que soy un mirón.
Tiro de la cuerda, pero no pasa nada.

"Mierda”.

Lucho con el cordón, pero está atascado.


Miro hacia arriba y veo que el tipo está en calzoncillos
negros. Está retirando las mantas de la cama.

"Joder".

Me agacho detrás de la pared. No quiero que me vea.


Lucho con el cordón después de que cierre las persianas.
Espero y espero. . . y espero.
¿Qué diablos está haciendo?
Me asomo por la esquina y observo. El hombre de la
ventana se acerca a cerrar las persianas y, por primera vez,
le veo la cara. Se me abren los ojos. No...
Me agacho rápidamente detrás de la pared, horrorizada.
Con el corazón martilleándome en el pecho, vuelvo a
asomarme por la esquina.
Esto no puede estar pasando.
¿Qué posibilidades hay?
Es el cabrón de Henley James.
Página 80 de 982
3:00 a.m., la hora bruja
Me tumbo boca arriba y miro fijamente al techo.
Joder. Es él. ¿Cómo se atreve a arruinarme esto?
¿No es suficiente que me haya arruinado el sexo para
siempre? ¿No es suficiente que compare cada maldita cita
que tengo con esa estúpida, horrible, increíble y maravillosa
pesadilla de cita que tuvimos?
Apuesto a que está casado. Te apuesto a que su mujer es
guapísima e inteligente y probablemente abogada o algo
igual de impresionante. Probablemente se pasee por aquí
todos los putos jueves con una faldita blanca de tenis.
Con sus dos hijos perfectos que van a un colegio privado.
Probablemente aspira su coche todos los sábados y
deshierba el jardín los domingos. Hornea pasteles y
mierdas. Uf...
Me doy la vuelta, enfurecida, y le doy un puñetazo a la
almohada. Dios, ojalá no le hubiera conocido nunca. Y lo
peor es que mi mente sigue yendo allí. Se me queda
grabada aquella noche en la que me zarandeaba en la
cama. La forma en que nos reímos en la cena, la forma en
que me besó. La forma en que me hizo sentir. Pero peor que
eso, se queda en cómo yo no era suficiente para él. Y lo
mucho que me dolió.

~*~

Página 81 de 982
Suena un chasquido en la cocina cuando saltan las
tostadas. La saco y hago malabares con ella entre los
dedos. Qué calor. Pongo los huevos revueltos en los platos.

"Mamá, papá, el desayuno está listo”.

Bajan las escaleras y se sientan en la improvisada mesa de


cartas en sillas de camping.

"Esto tiene buena pinta".

Papá sonríe y coge el cuchillo y el tenedor antes de hincarle


el diente.
Después de dar vueltas en la cama toda la noche, he
decidido que no voy a dejar que ese horrible vecino me
estropee el brillo de mi nueva casa. No es nada para mí, y
me da igual dónde viva o lo guapa que sea su mujer.
Cabrón.
Nuestra cita nunca ocurrió. Eso fue hace toda una vida. He
seguido adelante.

"Quizá compre una mesa redonda para la zona de la cocina"


–pienso en voz alta.

En la planta baja hay un vestíbulo con una gran escalera de


madera desvencijada, una sala de estar formal, y luego una
zona de comedor, y en la parte trasera de la casa hay una
Página 82 de 982
gran cocina y una zona de estar informal. Todo es horrible,
por supuesto. Estoy impaciente por excavar y hacerlo mío.

"Quizá un banco empotrado en la esquina también quedaría


bien" –dice mamá mientras mira a su alrededor.

"Tal vez".

Sonrío.

"Cuántas posibilidades".

"Estoy deseando ver lo que haces con este sitio" –dice


mamá mientras empieza a comer.

"¿Estás segura de que vas a estar bien aquí sola?".

"Sí. Vete de viaje. Lo tienes reservado desde hace más de


un año".

Mamá y papá se van mañana a Europa para hacer el viaje


de su vida, cuatro meses de turismo.

"Tengo a mi perro hoy, ¿recuerdas? Estaremos bien, los dos


solos".

Mamá exhala pesadamente.

Página 83 de 982
"Ojalá pudiéramos quedarnos unos días más. Me siento
tan... vacía. Ni siquiera tienes muebles para la mayor parte
de la casa".

"Mamá, estoy bien. Mis amigas están por aquí, y si necesito


algo, Liam está aquí, y tengo suficientes muebles para
arreglármelas hasta que lleguen las cosas nuevas. Vengo
de un apartamento de una habitación, mamá. Por supuesto
que esta casa grande y vieja parece vacía ahora mismo".

"Supongo" –está de acuerdo.

"Además, quiero vivir aquí unas semanas antes de decidir lo


que quiero. Esta casa es diferente. Quiero sentirla de verdad
y comprar las cosas justas".

"¿A qué hora recoges a tu perro?" –Pregunta papá.

"En cuanto ustedes se vayan".

Encorvo los hombros.

"Estoy más emocionada por tenerlo que por la casa".

Hace años que quiero tener mi propio perro.

"No es vicioso, ¿verdad?" –Dice mamá.

Página 84 de 982
"Siempre me preocupa que los perros adultos de los
refugios sean viciosos".

Pongo los ojos en blanco.

"No es vicioso. Es tan dulce como un pastel".

"¿Has pensado en un nombre para él?”

"Aún no; veré qué le pega cuando llegue".

Apenas puedo borrar la sonrisa bobalicona de mi cara.

"Tengo que pasar por la tienda y comprarle algo de comida


por el camino".

Mi mente se dispara.

"Me pregunto qué le gustará comer".

Toc, toc suena en la puerta.


Nos miramos.

"¿Quién será?".

Mamá frunce el ceño.

"No estoy segura".


Página 85 de 982
Voy a la puerta principal y la abro para ver a una ancianita.
Lleva una bandeja con un paño de cocina a cuadros rojos.

"Bienvenida al barrio".

Sonríe mientras me pasa la bandeja.

"Ayer vi el camión y te hice unos bollos".

"Ah."

Sonrío mientras se los cojo.

"Muchas gracias. Qué bonito. Soy Juliet".

"Soy Carol Higginbottom. Vivo al otro lado de la calle".

Señala una casa al otro lado de la calle sin salida. Es una


casa señorial con jardines perfectamente cuidados.

"Hola, Carol, encantada de conocerte".

Dios mío, qué dulce.


Carol mira por encima de mi hombro y hacia la casa como si
fuera a entrar.

"¿Está tu marido en casa?"

Página 86 de 982
"No."

Me pongo delante de ella. No quiero invitarla a entrar hasta


que tenga más cosas. Parece un basurero en llamas.

"No estoy casada."

"Ah."

Me mira sorprendida.

"¿Comprometida entonces?"

"No. Soltera. Compré la casa y viviré aquí sola".

Se le cae la cara de vergüenza.

"Oh, vaya".

Finjo una sonrisa.


Hmm, la dulce Carol es molesta.

"¿Qué haces, entonces... para poder permitirte una casa en


este barrio?".

Tacha eso, Carol es jodidamente molesta.

"Soy enfermera”.
Página 87 de 982
"Oh..."

Sus ojos se clavan en los míos y veo que su cerebro va a


mil por hora.

"Ya veo”.

"¿Con quién vives, Carol?"

"Soy viuda. Mervin murió hace unos años".

"Lo siento."

"Yo también."

En realidad, puedo sonsacarle un poco mientras salimos a


mi terraza.

"Háblame de la calle".

Carol sonríe ampliamente.

"Es un lugar maravilloso para vivir, querida. Es como una


gran familia".

"Entonces, ¿conoces a los vecinos?".

"Oh, sí, todos nos conocemos muy bien".


Página 88 de 982
"¿Quién vive dónde?" –pregunto.

"Bueno" -señala su casa- "yo vivo en la casa blanca. En la


casa de al lado vive Blake Grayson, que es médico. Salvaje
como pocos".

"Oh."

Chloe va a flipar, joder.

"Luego tienes a Antony Deluca. Vive a tu lado".

"¿Solo?" –Le pregunto.

"Tiene una novia diferente cada semana".

Pone los ojos en blanco.

"Es abogado y no está mucho en casa. Trabaja en casos


importantes por todo el estado".

"Ah."

Miro hacia la casa gris. Un abogado de lujo, ¿eh? Hmm.

"Al otro lado de mí, en la casa crema, está Ethel".

Carol sonríe.
Página 89 de 982
"Es anciana y un poco frágil. Todos la cuidamos".

Sonrío. Tengo que admitir que parece un buen sitio para


vivir.

"Luego, en la esquina" -señala una casa enorme que hace


esquina y pone los ojos en blanco- "está la casa de los
militares. Mejor evitarla a toda costa".

"¿La casa militar?"

Frunzo el ceño.

"Seis Navy SEALs viven allí juntos. No sé, operaciones


especiales o algo así".

Mis ojos se detienen en la carretera... mi interés se


despierta.

"En esa casa pasan cosas sórdidas, querida".

"¿En serio?"

Me muerdo el labio para ocultar la sonrisa.


Cosas sórdidas de operaciones especiales suena caliente.

"Mujeres que entran y salen a todas horas. Esos sí que son


unos playboys".
Página 90 de 982
Se inclina para volver a bajar la voz.

"No me sorprendería que fueran swingers".

"Oh..."

Asiento con la cabeza mientras mi mirada recorre su casa.

"¿Están casados?"

"No”.

Frunce el ceño.

"¿Por qué dices eso?”

"Los swingers están casados, ¿no?".

"No, no, querida, sólo significa que tienen sexo con mucha
gente. Búscalo en El Google".

El Google.
Me muerdo el labio para ocultar mi sonrisa.
Carol cree que lo sabe todo, y está claro que no es así.

"De todos modos" –continúa, "–son enormes y musculosos y


salen a correr y hacen todo tipo de locas actividades
extremas".
Página 91 de 982
Mis ojos se detienen en su casa.
Interesante.

"Alquilan y no se relacionan mucho con nosotros. A los


chicos no les gustan mucho".

"¿Los chicos?"

"Los hombres de esta calle son muy unidos. Salen juntos".

"¿Qué hombres?"

"Bueno, al lado tuyo en un lado vive Henley James."

"¿Cómo es él?"

Me hago la despistada.

"Un hombre guapísimo".

Se inclina y baja la voz.

"Tiene una gran empresa de ingeniería, mucho éxito".

"¿Lo es?"

Asiento mientras escucho.

Página 92 de 982
"¿Cómo es su mujer?"

"No está casado. Aunque todas las mujeres que conoce se


enamoran locamente de él".

Uf...

"Ya veo."

"Y luego en la casa blanca al otro lado de ti está Bennet


Stark."

"¿Cómo es él?"

"Es un genio de la informática, desarrolla aplicaciones o algo


así".

Ella se encoge de hombros.

"Todo está muy por encima de mi cabeza, pero él es las


rodillas de la abeja en lo que hace al parecer. También está
soltero. De hecho, creo que ahora tiene novia. Hay un coche
extraño allí por la noche a veces."

"Oh, ya veo."

Miro alrededor de la pequeña calle sin salida. Parece que


hay muchos hombres que viven aquí.
Página 93 de 982
Chloe se va a poner muy celosa cuando se entere de que
Blake Grayson es uno de ellos.

"Rebecca y John están al otro lado de la calle. También son


encantadores. Se casaron hace unos años".

"¿A qué se dedican?"

"John es cirujano y Rebecca es profesora".

"Suena genial".

Sonrío, agradecida por la información.

"Gracias por el resumen".

"Espero que te gusten los bollos, cariño" –dice Carol


mientras baja la escalinata.

La acompaño mientras hablamos.

"Espero que te gusten. Muchas gracias".

Miro bajo el paño de cocina y veo que sale vapor.

"Oh, todavía están calientes".

Sonrío sorprendida cuando llegamos a mi buzón.


Página 94 de 982
"En mi casa no hay basura comprada en la tienda, querida.
Apuesto a que tú también eres una buena cocinera".

"Claro que sí" –miento con una sonrisa falsa.

No sé cocinar una mierda, Carol, pero da igual.


Un Range Rover negro entra en la calle.

"Aquí está Henley, en casa" –dice Carol.

Joder.
Conduce, saluda y aparca en la entrada. Su casa es grande
y lujosa. Sale del coche y saluda.

"Hola, Carol".

Empieza a entrar en la casa.

"Bonito día".

Camina hacia la puerta y se para en seco. Acaba de darse


cuenta de quién soy. Se vuelve hacia nosotros y frunce el
ceño cuando sus ojos se clavan en los míos.
Mierda.

"Ven a conocer a nuestra nueva vecina" –le dice Carol.

Página 95 de 982
Él tuerce los labios como si estuviera enfadado y se acerca
con las manos en los bolsillos de su elegante traje.

"Nos volvemos a encontrar".

Al oír su conocida voz sexy se rompe la banda de cordura


de mi cerebro, y solo quiero arremeter y ser una zorra.

"Lo siento”.

Sonrío dulcemente mientras finjo olvidarle. Le tiendo la


mano para estrechársela.

"Soy Juliet. Encantada de conocerte".

Él entrecierra los ojos confundido mientras me estrecha la


mano.

"Henley James".

"Juliet se acaba de mudar; le he preparado unos bollos".

Los ojos de Henley se quedan fijos en los míos, su cara sin


emoción.

"Los mejores bollos del país, Carol".

Carol suelta una risita exagerada.


Página 96 de 982
"Oh, Henley, me tomas el pelo".

Pongo los ojos en blanco al ver que Carol es una de esas


mujeres enamoradas de él.

"Los propietarios deben de estar alquilando esta casa


mientras consiguen que se apruebe el permiso para la
nueva construcción" –dice Henley.

Ya te gustaría.

"No, Harry" –le respondo.

"Henley" –me corrige, poco impresionado.

"La he comprado".

"¿Qué?"

Frunce el ceño.

"¿Cómo que la has comprado?".

Quiere decir: "¿Cómo pude permitirme una casa en esta


calle?".

Imbécil prejuicioso. Empiezo a oír los latidos de mi corazón


enfadado en mis oídos.
Página 97 de 982
"¿Qué otra cosa podría querer decir, Harry? Compré la
casa".

"Henley" –escupe entre dientes apretados.

"No vuelvas a llamarme Harry".

Sus ojos se clavan en los míos y me cuesta mucho no


echarme a reír. Este plan de olvidarle es una pasada.
Dios, soy brillante.

"Encantado de conocerte" –miente antes de marcharse.

"Adiós, Carol" –dice por encima del hombro.

"Adiós" –dice Carol.

"Te haré unos bollos el domingo, Henley."

"No es necesario."

Levanta la mano y sigue andando.


Carol le sigue con la mirada, perpleja.

"Debe de estar muy ocupado. Suele ser tan cálido y


acogedor; nunca es así de abrasivo".

Levanta las cejas mientras contempla su reacción hacia mí.


Página 98 de 982
Sólo es amable en las primeras citas, cuando quiere
mojarse la polla... el culo.
Me enfurece sólo verlo de nuevo.

"Gracias por los bollos" –Sonrío.

"Fue un placer conocerte. Tengo que irme".

"Adiós, Juliet".

Saludo con la mano, entro en casa y me siento un poco


orgullosa de mí misma al cerrar la puerta.
Ha ido bien. Probablemente no vuelva a cruzarme con él.
Quizá esto no sea el desastre que creía que iba a ser.
Una hora más tarde, doblo una camiseta y la meto en la
maleta de mamá que yace sobre su cama.

"Ahora recuerda" –le digo mientras recojo sus cosas

"Si alguien intenta agarrarte o te sientes insegura, llama al


guía turístico inmediatamente".

"Lo sé”.

"Y si papá se pone demasiado hablador con la gente, no


dejes que les cuente todos sus detalles. Ya sabes que es
muy hablador, y no puedes fiarte de todos los que conoces
en el extranjero. No es lo mismo que en casa, mamá".
Página 99 de 982
"Sí. Sí, lo sé".

Mamá pone los ojos en blanco ante mi sermón.

"Y si el tobillo de papá le da problemas, no pasa nada por


tomarse unos días de descanso en el hotel".

"Ay, Juliet, deja de preocuparte" –Suspira.

Exhalo pesadamente. Con todas las cosas que he tenido


que hacer en casa, acabo de darme cuenta de que mis
padres viajan solos por primera vez al extranjero. Es un
poco aterrador.

"Si pasa algo médico, llámame y estaré en el primer avión".

"Sí, sí."

"Hay alguien en la puerta" –llama mi padre desde el baño.

"¿Quién será?" –Pregunta mamá.

"Creo que es el repartidor".

Lanzo el jersey al maletín y bajo las escaleras a toda prisa.


Abro la puerta y veo a Henley.

"Oh” –Tartamudeo, sorprendida.


Página 100 de 982
"Henry".

Me mira inexpresivo.

"¿Sí?"

"Si me vuelves a llamar por el nombre equivocado, me las


pagarás".

"Lo siento”.

Sin poder evitarlo, sonrío.

"Perdóname, pero ¿cómo te llamabas?".

"¿De verdad no te acuerdas de mí?".

Hago una mueca de preocupación.

"Lo siento mucho, ¿debería?".

Tuerce los labios, poco impresionado.

"¿Cuándo nos conocimos?"

Me encojo de hombros.

Página 101 de 982


"¿Fue en el trabajo? Soy enfermera, así que conozco a
mucha gente y se me dan fatal las caras".

Se inclina hacia mí.

"No sé a qué juegas fingiendo que no me conoces" –susurra


enfadado.

"Pero no me gusta que bombardees tu entrada en mi calle".

"¿Tu calle?"

"Así es."

Su mandíbula tics mientras me mira.

"Sé que la calle sin salida se llama Kingston Lane, pero no


sabía que tuviera su propio rey. Qué suerte tenemos".

"No tienes gracia" –suelta.

Sí que la tengo.

"Por favor, dime cuál es tu problema" –pregunto impaciente.

"Creo que ya lo sabes".

Página 102 de 982


"No lo sé. Sigues diciendo que nos conocimos, pero no
tengo ni idea de dónde. Así que a menos que estés
dispuesto a decirme cuál es el problema, no tenemos nada
de qué hablar".

"No me jodas" –se burla.

"Sé que te acuerdas de mí. No te hagas la tonta".

Siento que mi temperamento aumenta. Este hombre es un


puto cerdo exasperante.

"No sé de dónde nos conocemos, pero ha quedado muy


claro por qué he decidido olvidarte. Sigues practicando ser
un gilipollas, ¿verdad?"

"No estoy practicando".

Sus ojos furiosos se clavan en los míos.

"Perfeccionado".

Buena respuesta.

"¿Qué es lo que quieres? ¿Quieres que te felicite por


convertirte en un gilipollas perfeccionado?" –susurro furiosa.

Página 103 de 982


"Quiero que te mudes, eso es lo que quiero. Nuestra calle
no necesita a alguien como tú viviendo aquí".

"Que te den, Rey Henley el Jodido Grande, no me voy a


mudar, y nadie me juzga excepto yo, así que apártate de mi
camino".

Sus ojos se desorbitan.

"Mantente fuera de mi camino".

"No hay premio para los segundos, gilipollas. No copies mi


respuesta".

"Juro por Dios... " –susurra con rabia.

"Juliet".

La voz de mi padre suena al abrirse la puerta mosquitera.

"¿Quién es tu amigo?"

Mierda.
Henley y yo nos apartamos el uno del otro.

"Papá, este es mi vecino. Ha venido a saludarme".

Esto es incómodo.
Página 104 de 982
Les conté a mis padres sobre mi decepcionante cita cuando
sucedió. Y aunque nunca les dije su nombre, si Henley
pregunta dónde está mi prometido, estoy jodida.

"Papá, te presento a Henley".

Le hago un gesto a Henley.

"Henley, te presento a mi padre; Henley ya se iba" –suelto


apresuradamente.

Dios mío, vete. Vete ya.

"Hola".

Papá sonríe mientras le estrecha la mano. Henley finge una


sonrisa.

"Encantado de conocerte".

"Hermoso lugar en el que vives" –responde papá.

"Esto es como el paraíso".

Henley me mira como si estuviera a punto de decir algo.

"Era-es" –se corrige Henley.

Página 105 de 982


"Nos vamos a Europa mañana, la señora y yo. Emocionado
es poco" –continúa papá.

"¿Por cuánto tiempo?" –pregunta Henley.

"Cuatro meses".

"Henley ya se iba, ¿no?".

Ensancho los ojos en señal de despedida.

"Realmente no necesitas hacerme bollos. Gracias por la


oferta, sin embargo".

Empieza a bajar los cuatro escalones de la entrada.

"Henley" –llama mi padre.

Henley se vuelve.

"¿Sí?"

"Vigílala por mí, ¿quieres?"

Los ojos calculadores de Henley se cruzan con los míos.

"¿No debería hacerlo su marido?" –se burla


sarcásticamente.
Página 106 de 982
¡Mátame ahora! Maldito Liam. Voy a matarlo.

"Juliet no está casada".

Papá se ríe.

"Tal vez tenga un amigo con quien emparejarla".

Por el amor de Dios.


Cállate, papá.
Abro la puerta y hago un gesto hacia adentro.

"Tienes que hacer las maletas".

Entra ahora mismo antes de que te mate a golpes con el


felpudo de la puerta.

"Adiós, Henley. Encantado de conocerte" –dice mi padre.

Henley saluda con la mano y sigue caminando hacia su


casa. Miro su ancha espalda mientras desaparece por el
césped.

"Qué buen hombre" –dice mi padre en voz alta mientras


entra en casa.

Seguro que Henley le ha oído.


No lo es, papá. Ni cerca.
Página 107 de 982
~*~

Por aquí."
"

El asistente me lleva por un pasillo.

"Estoy tan emocionada."

Casi bailo detrás de ella.

"He querido este perro desde siempre."

"Es un perro precioso. Le han puesto todas las vacunas y


está listo".

Llegamos a su recinto y me mira. Tiene los ojos tristes y se


me parte el corazón.

"Hola, tú".

Sonrío mientras me agacho.

"¿De qué raza es?”

"No estoy seguro. Seguro que es un springer spaniel".


Página 108 de 982
Abre la puerta y él se para, inseguro de lo que va a pasar.
Es marrón y está perfectamente manchado.

"¿Y qué edad tiene?"

"A juzgar por sus dientes, creemos que unos tres años.
Aunque podría ser un poco más joven o más viejo. No es
superviejo, digámoslo así".

"¿Y cómo llegó al refugio?"

"Su dueño murió inesperadamente".

"Ah."

Se me encoge el corazón.

"Pobrecito".

"Sal, Barry" –dice.

"¿Barry?"

Frunzo el ceño.

"Sí, se llama Barry. Por supuesto, puedes cambiárselo si


quieres".

Página 109 de 982


"¿Su último dueño le llamaba Barry, o te lo acabas de
inventar desde que está aquí?".

"Siempre se ha llamado Barry".

Oh, realmente no quiero tener un perro llamado Barry.


Estaba pensando en algo más noble y guay.
Hmm, tendré que pensar en esto.

"Era un perro de exterior en su última casa."

"Pero. . . ¿le gusta estar dentro?" –pregunto.

"Enséñame un perro al que no le guste".

Le pone la correa y él sale tímidamente. Le tiendo la mano


para que la huela.

"Hola”.

Mueve la cola débilmente y sonrío.

"Vamos a casa”.

Le conduzco con cuidado hasta la puerta y él mira al


vigilante como diciendo: "¿Puedo irme?
Caminamos hasta mi coche y le ayudo a subir al asiento
trasero. Se sienta tranquilamente y cierro la puerta tras él.
Página 110 de 982
"Eres un buen chico".

Le sonrío por el retrovisor. Es maravilloso poder hacer esto.


No hay nada mejor que esto.

1:00 a.m.

"Guau, guau, guau" –resuena por todo el vecindario.

Espero.

"Guau, guau, guau".

Me revuelvo en la cama.

"Joder, Barry".

Silencio durante unos instantes.

“Owoooooooooooo”.

"¿Qué coño pasa? ¿Ahora aúlla como un hombre lobo?".

Retiro las mantas y bajo las escaleras. Abro la puerta de


atrás.

"¿Qué?” –Susurro enfadada.

Página 111 de 982


"¿Qué quieres?"

Barry mueve la cola, dispuesto a jugar.

"Entra. No dejas dormir a toda la calle".

Entra en casa y yo cierro la puerta tras él.


Lleva horas así. Ladra cuando lo dejan fuera y yo lo dejo
entrar. Cinco minutos después, ladra para volver a salir.
No sé qué quiere ni qué hacer.
Me tumbo en el suelo, agotada, mientras Barry corre en
círculos. Me grita que juegue, salta y me pellizca el pelo.
Coge una pelota y la deja caer junto a mi mano.
Oh, Dios...

"No es hora de jugar" –murmuro somnolienta.

Recoge la pelota y la vuelve a dejar caer.


Me quedo dormida un momento y él se dirige a la puerta
trasera y empieza a ladrar para salir.

"¿Qué haces?”

Suspiro con frustración.

"Acabo de dejarte entrar".

Empieza a arañar la puerta trasera para salir.


Página 112 de 982
Demonios, esto no estaba en el folleto.
Me levanto y le dejo salir, y él vuelve corriendo al patio
trasero todo excitado.

"Ve. A. Dormir".

Cierro la puerta y vuelvo al salón. No tiene sentido volver a


subir.
En dos minutos vuelvo a bajar. Cojo la manta y me acurruco
en el suelo con unos cojines.
Pum, pum, pum.
Me despierto sobresaltada.
Bang, bang, bang.
¿Eh?
Me siento despeinada. Me he quedado dormida.
¿Alguien está golpeando la puerta?

“Owoooooooooooo”

Oigo desde el patio trasero.


Mierda, Barry está aullando otra vez.
Abro la puerta principal a toda prisa y veo a Henley en la
puerta, con unos boxers de satén azul marino.

"¿En serio eres tan egoísta?" –me espeta mientras entra en


mi casa.

"¿Eh?"
Página 113 de 982
Entrecierro los ojos mientras intento enfocar la vista.

"¿Qué?"

"Tu perro no deja dormir a todo el vecindario" –escupe


enfadado.

“Owoooooooooooo” –grita el hombre lobo desde el patio


trasero.

"Lo siento mucho" –balbuceo.

"Es nuevo y se está adaptando. Acabo de recibirlo hoy".

"Es una puta pesadilla".

“Owoooooooooooo” –suena el hombre lobo.

Henley se acerca y abre la puerta trasera a toda prisa.

"¡Cállate! Cállate!" –grita tan fuerte que podría oírse desde


el vecindario de al lado.

Barry se calla un momento y vuelve a ladrar.


Henley sale al patio trasero.

"Escucha, tú" –grita mientras señala la perrera de Barry.

Página 114 de 982


"Métete en tu cama y duérmete. Ahora. Ahora mismo".

Barry entra en su perrera y se acurruca. Henley entra en mi


casa y cierra la puerta.

"Mañana te llevarás a ese perro de vuelta al lugar de donde


vino" –exige.

Este hombre es el gilipollas más engreído de todos los


tiempos. Me rasco la cabeza y siento que se me ponen los
pelos de punta.

"¿Lo entiendes?”

Sus ojos bajan por mi cuerpo y levanta una ceja.

"¿Y qué coño llevas puesto?".

Página 115 de 982


CAPÍTUlO 4

me miro y me estremezco.
¿Qué llevo puesto?

"Bueno... obviamente...".

Busco algo que decir, alguna intervención divina que me


ofrezca una excusa. Levanto la vista hacia su musculoso
cuerpo, que sólo lleva calzoncillos, y levanto las manos
hacia su cuerpo. Por supuesto que parece photoshopeado.

"La pregunta es: "¿Qué llevas puesto tú?”

Pone las manos en las caderas en un desafío silencioso.

"Un pijama".

"Bueno..."

Se me traba la lengua y no encuentro las palabras


adecuadas.
¿Por qué demonios este tío me pone tan tonta?

Página 116 de 982


"¿Cómo te atreves a venir aquí en mitad de la noche y
empezar a darme órdenes medio desnudo en pijama? Así
no es como funciona esto, Henley. No sé quién te crees que
eres, pero te aseguro que no tienes ni voz ni voto en nada
de lo que pasa en esta casa".

Su actitud cambia y da un paso adelante, haciéndome


retroceder. Su cercanía hace que el corazón me dé un
vuelco en el pecho.

"He venido para controlar a tu chucho".

"El control de mi chucho no es asunto suyo, Sr. James".

Vuelve a dar un paso adelante y sus ojos se oscurecen.


Instintivamente retrocedo hasta quedar acorralada contra mi
nevera.

"Tu chucho es de mi incumbencia".

¿Cómo consigue que la palabra chucho suene sexy?


Me trago el nudo que tengo en la garganta mientras nos
miramos fijamente, el aire arremolinándose entre nosotros.
Me coge un mechón de pelo y lo sujeta entre los dedos. Su
aliento me hace cosquillas en la piel.

"Tu pijama es ridículo".

Página 117 de 982


"Me gusta" –escupo.

Es mentira. Ahora mismo quiero morir mil veces.


Sin decir nada más, se da la vuelta y sale por la puerta
principal. Miro fijamente la parte de atrás mientras se cierra
tras él. El corazón me late con fuerza en el pecho.
Miro mi ropa interior de Minnie Mouse.

"Que te jodan, Minnie".

~*~

Dios mío, joder, no me puedo creer que Blake Grayson


"
viva aquí" –susurra Chloe mientras se asoma por las
cortinas.

"Esta calle es la nave nodriza de los orgasmos. El santo


grial, incluso".

Pongo los ojos en blanco, sin impresionarme.

"Son gilipollas. Todos los hombres son unos gilipollas


gigantes".

Página 118 de 982


"Eso es exactamente lo que busco, así que ganamos todos"
–responde mientras sigue espiando.

"¿Quién puso ese putting green ahí?"

"El marido de Ethel era greenkeeper. Al parecer, le


encantaba el golf, así que convirtió el centro de la calle sin
salida en un putting green, puso una parrilla allí con una
mesa y sillas. Murió, pero ahora todos los demás usan la
zona de parque que él creó".

"¿Así que todos pasan el rato en medio de la calle? Esto es


realmente brillante. Podemos ver lo que hacen justo desde
tu ventana. Pole position."

"Ugh, realmente no pensé en esto."

"Vale, ponme al día" –dice mientras sigue mirando por la


ventana.

"¿Quién es quién?"

Me levanto y me uno a ella. Todos los hombres están


sentados en la mesa y las sillas, y unos cuantos están
metiendo pelotas de golf.

"Ahí está Henley metiendo la bola de golf, y obviamente


Blake Grayson está a su lado".
Página 119 de 982
Mis ojos se detienen en los músculos de los hombros que se
mueven bajo la camiseta de Henley mientras golpea la
pelota.
Joder...

"Joder, Blake está buenísimo" –murmura, con los ojos


clavados en ellos.

"Espero que se quite la camiseta".

"¿Por qué iba a quitarse la camiseta?".

Frunzo el ceño.

"Porque tiene calor de tanto jugar al golf".

Ella abre los ojos como si yo fuera estúpida.


¿En serio?

"Luego hay un tipo abogado, pero he olvidado su nombre.


Todavía no lo he visto" –continúo.

"Y no sé, pero supongo que uno de los que están sentados
a la mesa es mi vecino del otro lado, Antonio o algo así".

Me encojo de hombros.

"Y a su lado está...".


Página 120 de 982
Me encojo de hombros.

"No sé. Todavía no he conocido a los demás".

"Pues sal ahí fuera".

"¿Qué?"

"Salgamos y conozcámoslos".

"No vayamos. Ya he tenido una pelea con el Rey Henley el


Grande, y no quiero una revancha".

Seguimos espiando por la ventana.

"Es una vista excelente" –susurra Chloe, con los ojos


pegados a la calle.

"Este es mi nuevo asiento, veinticuatro siete. ¿Tienes


palomitas?"

~*~

la noche, observadora de secretos. Instigadora de


pecados. Me paro en las sombras de mi dormitorio. Mi luz
está apagada; sus lámparas de cabecera están encendidas.
Página 121 de 982
Asientos de primera fila en el mejor espectáculo de la
ciudad. Tengo un nuevo pasatiempo, uno del que no estoy
orgullosa. Espiar a alguien que no debería: el
autoproclamado regalo de Dios a las mujeres, Henley
James. El golf ya era bastante malo, pero esto es llevarlo a
un nivel superior. No debería hacerlo.
Soy muy consciente de lo espeluznante que es, sobre todo
porque nos odiamos, pero de alguna manera eso lo hace
mucho más delicioso. Una tentación perversa. Una droga
que no debería querer, y no quiero... Juro que no.
Henley se pasea por su habitación llevando sólo una toalla.
Deja las persianas abiertas y empiezo a preguntarme si me
está enseñando lo que tiene a propósito.
Lo que cree que me estoy perdiendo.
Me hace pensar cosas desviadas sobre él mientras estoy
sola en la cama. Aunque nunca lo haría, claro.
Me muerdo la uña del pulgar mientras mis ojos recorren sus
músculos recortados. Una espalda ancha y bronceada, una
mata de pelo en el pecho y un fino rastro que desaparece
bajo la toalla.
Maldita sea, ¿por qué tiene que ser tan bueno en la cama?
Basta ya.
No hay nada que me guste de él, pero me encuentro
repasando nuestro intercambio de la otra noche en la
cocina. En cierto modo, desearía que me arrancara las
bragas de Minnie Mouse y me inclinara sobre la encimera.
Retira las mantas y contengo la respiración; deja caer la
toalla y puedo ver a vista de pájaro su culo perfecto.
Página 122 de 982
Se me revuelve el estómago.
Ahí está.
Se mete en la cama y coge un libro de la mesilla. Se pone
las gafas y se sienta contra su gran cabecero.
¿Qué está leyendo? Ojalá tuviera prismáticos.
Sonrío al pensarlo y, tras una última y larga mirada a través
de la ventana, me meto en la cama y me acurruco en la
almohada.

~*~

buenas noches, Barry" –digo mientras miro a mi


"
compañero de piso.

Pero no me oye; Barry está profundamente dormido. Así que


me voy a trabajar.

"Buenos días”.

Sonrío mientras entro en la enfermería.

"Hola, has vuelto".

Leonie sonríe mientras me entrega la enorme pila de


expedientes de pacientes.

Página 123 de 982


"¿Cómo está la gran dueña de casa?".

"Estupendamente."

Me río.
Hoy es mi primer turno de vuelta al trabajo después de una
semana de descanso.

"Gracias por dejarme hacer el turno de día durante las


próximas semanas. Mi nuevo perro aún se está adaptando y
todavía no puedo dejarlo por la noche".

Abro la primera carpeta y empiezo a leer las notas.

"¿Cómo se llama?” –pregunta Karen.

"¿Mi perro?"

Paso a la segunda carpeta.

"Barry".

"¿Barry?"

Warren frunce el ceño.

"¿Por qué demonios llamarías Barry a tu perro?".


Página 124 de 982
"No lo hice. Vino con él".

"Entonces... cuéntanos todo sobre tu casa. Nos morimos por


saber más" –dice Leonie.

"Bueno".

Me encojo de hombros.

"La casa es horrible, pero la calle es bonita".

"¿Y los vecinos?"

"Son . . . geniales".

Warren se vuelve hacia el ordenador, y Leonie me abre los


ojos a sus espaldas.

"¿Qué?" –Le digo.

Ella garabatea en un papel.

Karen me ha dicho que Warren va a pedirte una cita hoy.

Se me abren los ojos.


Mierda.
Hace tiempo que le noto superamistoso, y la verdad es que
no sé cómo manejarlo porque aprecio mucho nuestra
Página 125 de 982
amistad. Trabajamos juntos casi todos los turnos; va a ser
incómodo entre nosotros que me invite a salir.
Renee garabatea otra nota.

Dile que tienes novio o algo así.

"¿Me tomas el pelo?" –Le digo.

Antes de que te pida salir o va a ser jodidamente incómodo.

Cierto.

"Tengo un jardín, y mi perro es genial. Realmente creo que


me va a gustar allí" –Divago.

"Tengo muchas ganas de ir a la despedida de soltera de


Deb el sábado" –dice Leonie.

"Yo también" –respondo.

La verdad es que no. Está el pequeño problema de que


Barry esté solo en casa. Estará bien; seguro que para
entonces ya se habrá instalado.

"¿Qué te hizo comprar en esa zona?" –Warren pregunta.

"Está bastante lejos de tu antigua casa".

Página 126 de 982


Um. Trato de pensar en mis pies. Necesito ganar algo de
tiempo.

"He vuelto con mi ex" –miento.

Warren levanta la vista del ordenador, horrorizado.

"¿Qué?”

Nos mira a Renee y a mí.

"¿Desde cuándo?"

"Bueno..."

Hago una pausa.


Oh, no, por favor, no lo pongas en duda. No puedo mentir
una mierda.
Leonie interrumpe.

"Hace años. Vive en la casa de al lado, ¿no? Encontraste la


propiedad mientras estabas en su casa".

¿Qué? Esa es la peor mentira de todos los tiempos.

"Sí".

Me encojo de hombros.
Página 127 de 982
"Así que... tenía sentido... quedarse en la zona".

Cielos.
Warren asiente y finge una sonrisa.

"Suena genial."

Froto el hombro de Warren, sintiéndome culpable por mentir,


pero tiene que confiar en mí. Es lo mejor para nosotros.

"Manos a la obra, colega. He echado de menos nuestra


amistad mientras estaba fuera".

"Yo también te eché de menos".

Warren se levanta de la silla.

"Vamos."

Warren sale de la habitación y Leonie se seca la frente.


Uf, eso estuvo cerca.

"¿Listo para irnos, muchachote?"

~*~

Página 128 de 982


barry corre hacia la puerta principal, moviendo la cola
salvajemente. Hemos creado nuestra propia rutina matutina
y parece que va muy bien. Resulta que si Barry sale a correr
por la mañana, se conforma con que yo me vaya a trabajar
mientras él se tumba al sol en el patio trasero.
Cuidar de este maldito perro es como tener un bebé. Es
decir, sabía que eran un trabajo duro, pero no me imaginaba
que sería tan exigente. Le pongo la correa y salgo por la
puerta principal. Mi locura tiene un método. He descubierto
que si salgo exactamente a las 5:40 de la mañana, me
encuentro con el ingeniero gilipollas de al lado cuando se va
a trabajar. Realmente necesito controlarme. Mi espionaje se
está convirtiendo en una ocupación a tiempo completo, y la
verdad es que no sé por qué, porque ni siquiera me cae
bien. Es sólo que sería mucho más fácil ignorarlo si no fuera
tan agradable a la vista... y a la memoria.
Bajamos por la acera y Carol está regando el jardín con la
manguera.

"Buenos días, Juliet" –me llama.

"Buenos días, Carol".

Sonrío.

"Hace un día precioso, ¿verdad?”

Página 129 de 982


"Claro que sí. ¿Vuelves a salir a la calle esta mañana,
cariño?"

"Ajá".

"Corre por mí también, ¿quieres?"

Me río y estiro las piernas mientras me agarro al buzón.


Sinceramente, esta calle sin salida es como vivir en un
sueño. Básicamente soy una esposa de Stepford, pero sin el
marido y sin la parte de ser rica y perfecta.
Justo a tiempo, se abre la puerta de Henley y sale con su
traje azul marino. Nos mira y nos saluda a Carol y a mí. Y
como las sucias pervertidas que somos, le devolvemos el
saludo. Mete el maletín en el asiento trasero de su Range
Rover y contesta al teléfono. Se queda de pie junto al coche
mientras habla con alguien, y mis ojos se detienen en el fino
espécimen. Postura perfecta, 1,90 m, pelo oscuro,
mandíbula cuadrada, y construido como una máquina bien
engrasada. Una máquina sexual. Y debería saberlo, porque
lo veo casi desnudo todas las noches. Creo que
secretamente quiere que mire, y quiero decir, si yo estuviera
la mitad de buena que él, también dejaría mis persianas
abiertas. Demonios, andaría desnuda todo el tiempo.
Contrólate, Juliet. Es un imbécil gigante... ¿recuerdas?
No para de hablar por teléfono y tiene que darse prisa en
irse o tendré que empezar a correr delante de él.
Eso es incómodo.
Página 130 de 982
¿Qué aspecto tendré por detrás?
Normalmente, sólo le veo un instante y luego se marcha.
Sigo estirándome, intentando esperar mi momento.
Vete ya... vamos. Sube a tu coche y vete.
Le echo un vistazo mientras habla por teléfono. Tiene las
mangas de la chaqueta un poco levantadas y puedo ver su
caro y grueso reloj. No sé qué tipo de reloj es, pero seguro
que cuesta más que mi coche.
Maldita sea, no puedo seguir merodeando. Es tan obvio lo
que estoy haciendo. Aquí va nada.

"Vamos, amigo".

Empiezo a trotar con mi fiel amigo a mi lado, esforzándome


por parecer animada. Llego a cincuenta metros de la
carretera y estoy a punto de desplomarme.
Pasa de una vez. No puedo mantener el ritmo tanto tiempo.
Cuando me acerco a la casa de los militares, se abre la
puerta principal. Aparece un tipo musculoso y cortado al
rape con dos chicas. Besa a una de ellas, se gira y besa a la
otra. Carol tenía razón, son pandilleros.
Oh... Sigo corriendo, fascinada.
Qué exótico... mi mente se aturde. ¿Cómo funciona eso?
¿Acaba con uno por completo y luego pasa al otro, o siguen
intercambiándose todo el tiempo? Pienso un momento en
este escenario. No creo que me gustara compartir con otra
chica; eso no me pone. Me gustaría ser yo la que estuviera
con dos hombres.
Página 131 de 982
De repente, Barry se cruza delante de mí. Me tropiezo y me
caigo, pero me agarro a tiempo de la forma más poco
femenina. El Range Rover negro se detiene a mi lado y baja
la ventanilla del acompañante.

"¿Qué ha pasado, Juliet, distraída? ¿No puedes mantener


los ojos en la carretera?" –Henley pregunta mientras levanta
la ceja, y no sé si está siendo juguetón o crítico.

"Sólo estoy vigilando las cosas por aquí, señor James" –


respondo mientras sigo corriendo.

"Y como nuevo miembro del programa de vigilancia vecinal


de Carol, ¿qué has averiguado?" –pregunta.

"Que la casa de los militares es definitivamente una casa a


vigilar".

La picardía reluce en su rostro mientras conduce a paso


lento a mi lado.

"Pensé que correrías más rápido que esto".

Pensó mal.

"¿Criticar a atletas de élite es un hobby para ti?".

Resoplo.
Página 132 de 982
Por favor, aléjate.
Estoy a punto de sufrir un paro cardíaco.

"Sólo a los torpes" –Sonríe.

¿Cómo puede una sonrisa ser hermosa?


Contrólate, Juliet. Es un idiota.

"Sigue tu camino, entonces."

Intento no resoplar. Me muero... sin aire. Su coche sigue


lento conmigo.

"¿Te molesto?"

¡Conduce, hijo de puta!

"Sí, y lo haces muy bien" –resoplo.

"Vete y haz lo que sea que hagas".

Sonríe como si su misión estuviera cumplida.

"Que tengas un buen día".

Se marcha y yo miro su lujoso coche mientras desaparece


al doblar la esquina.

Página 133 de 982


Me detengo y pongo las manos sobre las rodillas mientras
jadeo. A lo mejor está siendo amable conmigo porque le doy
pena por mi pijama. Tengo una visión de mí misma en ropa
interior de Minnie Mouse y de lo que debe pensar de mí, y
jadeo de asco.

"Sigue corriendo, zorra".

~*~

Todo el mundo de blanco en una despedida de soltera.


¿Qué será lo próximo, una boda negra? Doy un paso atrás
para mirarme en el espejo de cuerpo entero.

"Hmm."

Me doy la vuelta y me miro el trasero. Este vestido es


mucho más corto de lo que suelo llevar. Mi minivestido es
ajustado y sin tirantes, y llevo tacones de aguja nude con un
bolso de mano del mismo color. Estoy bronceada de
mentira, llevo el pelo rubio suelto y con volumen, y mi
maquillaje intenta ser sexy.

"No está mal".

Página 134 de 982


Voy a soltarme el pelo esta noche, a divertirme con las
chicas, quizá a bailar con alguien para olvidarme de todo. Y
por todo, me refiero a mi vecino con cara de gilipollas
Henley James. Ese maldito hombre me distrae.
Llevo más de dos semanas en mi casa y, en lugar de pintar
y planear mis reformas, lo único que hago es conspirar y
espiarle... a él. Es contraproducente y se está volviendo muy
molesto. Saco el enorme hueso de Barry de la nevera y lo
llevo a la parte de atrás.

"Esto te mantendrá ocupado" –le digo.

Se limita a mirarme, completamente desinteresado por mi


regalo.

"Cómetelo" –le digo.

Lo ignora.
Vuelvo a entrar y él intenta seguirme.

"No, sé un buen chico y diviértete esta noche. Mamá


necesita una noche fuera".

Inmediatamente empieza a ladrar y a arañar la puerta para


que le deje entrar.

"No" –le digo.

Página 135 de 982


"Guau, guau, guau" –continúa.

"En serio".

Miro el reloj.

"Me tengo que ir".

Me alejo de la puerta trasera. Quizá se calme si no me ve.


Es bastante feliz quedándose fuera si estoy en casa.
Me vuelvo a aplicar el pintalabios con el sonido de sus
ladridos a lo lejos.
Joder. No quiero que Henley se vuelva loco otra vez.

"Barry, para".

Henley

Sostengo las cartas en la mano y le doy una calada a mi


cigarro. Mis ojos recorren la mesa. Noche de póquer. Y les
estoy pateando el culo. Blake deja un montón de fichas.

"Subo cincuenta".
Página 136 de 982
Entrecierro los ojos.

"¿Estás seguro?"

"Positivo."

"Parece que estás haciendo otro depósito en el banco de


Henley James".

Sonrío.
Blake sostiene el cigarro entre los dientes mientras mira a
través de su mano.

"Ese banco está jodidamente corrompido".

Tira las cartas al suelo. Me río entre dientes.

"¿Y tú, polla blanda?" –le pregunto a Ant.

"Vete a la mierda" –murmura Bennet, profundamente


concentrado, con un bolígrafo estratégicamente colocado
detrás de la oreja.

"Hold".

"Full".

Sonrío mientras pongo las cartas sobre la mesa.


Página 137 de 982
La mesa estalla.

"Vete a la mierda" –gritan todos.

"Haces trampas al cien por cien".

Me río mientras empiezo a barajar las cartas.


Suena un golpe en la puerta.

"Es la pizza" –digo.

Todos tiramos veinte dólares sobre la mesa y Blake va a


abrir la puerta.

"¿Quién quiere doblar la apuesta?".

Sonrío mientras miro alrededor de la mesa.

"Triplicarlas" –dice Antony.

Me río mientras me reclino en la silla.

"Rogando que te dobleguen otra vez, por lo que veo".

"Bueno, hola" –oímos decir a Blake con su voz sexy.

"¿Quién eres?"

Página 138 de 982


"¿Está Henley en casa?"

Oigo la voz de Juliet, y miro hacia arriba para verla vestida


de blanco y pareciendo la mismísima Afrodita.
Al minuto siguiente estoy en la puerta.

"Juliet".

Mis ojos bajan por sus piernas bronceadas y musculosas, y


las imagino alrededor de mis orejas.
Siento una punzada de excitación.

"Siento interrumpir" –dice.

De repente, todos los chicos están detrás de mí, esperando


a que los presente.
No me jodas.

"Hola, soy Bennet".

Da un paso adelante y le estrecha la mano.

"Encantado de conocerte".

Le miro inexpresiva. Ni siquiera lo pienso.

"Hola".

Página 139 de 982


Ella sonríe.

"Soy Juliet".

Señala su casa con el pulgar.

"Acabo de mudarme a la casa de al lado".

"Eso es genial" –dice Antonio de forma exagerada.

"Somos vecinos. Excelente".

Le doy un codazo rápido en las costillas.

"Soy Blake."

Le da la mano y la gira para que quede de espaldas a mí.

"Estás fabulosa, por cierto. El blanco realmente resalta tus


ojos".

"Oh...” –dice ella, avergonzada.

"Gracias, supongo".

Doy un paso detrás de ella y le paso el dedo por la


garganta.

Página 140 de 982


"Juliet, entra y juega a las cartas con nosotros".

"Ha venido a verme" –le digo.

Más le vale.
La conduzco escaleras abajo y me alejo de los animales del
zoo.

"Siento interrumpir" –dice.

"No hay problema".

Me concentro en mantener la mirada en su cara. Recuerdo


sus grandes tetas. Rebotan...

"Voy a salir esta noche y quería avisarte de que tengo un


problema con Barry" –responde.

"¿Quién es Barry?"

"Mi perro. Ya sabes, el que odias".

Entorno la cara.

"¿Le pusiste Barry a tu perro?".

"Vino con el nombre. De todas formas, tengo una cita esta


noche, y. . ."
Página 141 de 982
¿Va a una cita... con esa pinta?

“Owoooooooooooo”.

El perro aúlla desde la puerta de al lado y al instante siento


que se me ponen los pelos de punta.

"¿Ha habido alguna vez un sonido peor que ese?" –le


pregunto.

"Es que no le gusta que salga".

Ya somos dos.

"No voy a hacer de niñera por ti. No puedo evitar que tu


perro sea un pelele, Juliet. ¿En qué estabas pensando al
comprar un chucho llamado Barry?"

"Lo sé... pero... si pudieras..."

Me tiende un papel con un número de teléfono.

"¿Llamar a la perrera para que vengan a llevárselo?" –


respondo secamente.

"No" –contesta.

"Se calmará cuando me vaya. Estoy segura".


Página 142 de 982
"¿Y si no se calma?"

"Llámame y vendré a casa".

“Owoooooooooooo” –llora el perro debilucho por encima de


la valla.

Hmm...
Le quito el papel.

"Será mejor que vengas directamente a casa si te llamo,


porque no pienso escuchar a ese gañán toda la noche".

"Ni siquiera le oirás; estás jugando a las cartas con tus


amigos".

"Pronto me aburriré de ellos".

"Vete a la mierda" –oigo que gritan todos a coro por dentro,


y pongo los ojos en blanco.

Claro que me están escuchando.

"Entonces, si no se calma, ¿me llamarás?".

"Esto es un gran inconveniente".

"¿Por favor?"
Página 143 de 982
Hace una giga en el acto. Exhalo pesadamente.

"Supongo que tendré que hacerlo. No quiero que se


interrumpa toda la calle".

"Gracias".

La miro a los ojos.

"Que pases buena noche".

No demasiado buena.

"Tú también."

Un coche se detiene.

"Ese es mi Uber. Nos vemos más tarde. Gracias".

Se da la vuelta y se aleja, y veo su culito sexy contonearse


mientras camina.
Hmm...
Exasperante.
Vuelvo a entrar y veo a los chicos junto a la ventana,
mirándola a través de las cortinas.

"Joder, está buena" –jadea Blake.

Página 144 de 982


"Muy buena, joder".

"Ojos fuera" –digo mientras me siento de nuevo en la mesa


de cartas.

"¿A qué se dedica?" –Bennet pregunta.

"Es enfermera".

"Enfermera" –jadea Bennet.

"Joder, puede darme un baño de esponja cuando quiera".

"No hay suficiente jabón para tu sucia polla" –murmuro


mientras barajo las cartas.

"¿Qué hospital?" –pregunta Blake.

"Nunca la había visto".

"No estoy seguro".

"El banco de Juliet va a recibir un depósito mío muy pronto"


–dice Bennet.

"No va a pasar".

Empiezo a repartir las cartas.


Página 145 de 982
"Dame una buena razón".

"Porque no acepta depósitos del banco de la polla


pequeña".

Se ríen.

"Y además-".

Recojo las cartas y las reordeno en la mano.

"Ya tengo una cuenta abierta en el banco de Juliet".

"¿Qué?"

Todos jadean.

"No la tienes".

Sonrío mientras cojo mi puro.

"Detalles, queremos los detalles".

"Un caballero nunca lo cuenta".

"Cierto, pero tú no eres un caballero".

Sonrío mientras miro mis cartas.


Página 146 de 982
Mi mente divaga hacia la deliciosa Srta. Drinkwater.

"Doble o nada".

JUlIeT

la música está alta y bailo en círculo con las chicas.


Estoy borracha, más que borracha. Los cócteles están
cayendo muy bien esta noche y me lo estoy pasando muy
bien.

"¿Baño?" –grita Leonie.

Asiento con la cabeza, me coge de la mano y me lleva al


baño. Entro a trompicones y me siento mientras la cabina
empieza a girar.
Oh, tío... se acabó para mí.
Saco el móvil y veo una llamada perdida.

"¿De quién es este número?"

Llamo a Leonie, que está en la cabina de al lado.

Página 147 de 982


"¿Eh? ¿Qué número?"

Pulso el número y me devuelve la llamada.

"Tómate tu tiempo" –me suelta una voz grave.

"¿Eres tú, Harry?".

Finjo olvidar su nombre.

"No tientes a la suerte, Juliet. Estoy a punto de envenenar a


tu perro".

Su malhumor me hace soltar una risita.

"¿Barry se está portando mal?".

"¿Tú qué crees?"

Sonrío.

"Voy para allá".

"Date prisa".

El teléfono se apaga. Me levanto y me bajo el vestido.

"Tengo que irme a casa" –le digo a Leonie.


Página 148 de 982
"¿Por qué?"

"Porque Harry va a envenenar a Barry" –llamo.

"¿Eh? ¿Quién es Barry?"

"Mi perro."

"¿Quién es Harry?"

"Mi vecino que en realidad no se llama Harry, pero es


divertido llamarle Harry".

"Estoy tan confundida ahora mismo" –me dice una chica


cualquiera desde el puesto del otro lado.

"Ya somos dos" –dice Leonie.

Suelto una risita.

"¿A alguien más le da vueltas el puesto?" –pregunto.

"Sí" –gritan todos al unísono.

Me despido de las chicas con un abrazo, me tambaleo hasta


la puerta principal y llamo a un Uber mientras el suelo se
mueve bajo mis pies.
Oh, tío...
Página 149 de 982
El coche se detiene.

"Gracias".

Abro la puerta y saco una pierna y luego la otra.


¿Cómo demonios he llegado tan borracha?
El callejón sin salida está tranquilo, no se oye ni pío.
Miro hacia la casa de Henley y sonrío.
Imagino que entro y le sorprendo con mi propio peep show.

"Que pases buena noche" –le digo al conductor del Uber.

"Tu también”.

"No recojas a ningún borracho o alborotador" –le digo.

"Hay auténticos alborotadores por ahí".

Sonríe.

"¿Estás bien para salir por tu cuenta?".

Vaya, qué borracha estoy.

"Lo estoy. Gracias por traerme a casa".

Sonrío bobalicona.

Página 150 de 982


"Me lo he pasado bien".

"Esto no es una puta cita, Juliet" –gruñe la voz de Henley.

¿Eh?
Me agarra del brazo y me saca del coche, y me encuentro
cara a cara con el mismísimo Sr. Holy Hotness.

"Oh."

Que conveniente.

"Eres tú."

Página 151 de 982


CAPÍTUlO 5

Henley

“ entra y controla a tu chucho”.


Juliet me sonríe muy sexy.

“Deja de decir chucho así”.

Tuerzo los labios.

“Diré chucho” -acentúo la o- “como quiera”.

“Hmm.”

Sonríe.

“Siempre tan mandón, Sr. James”.

No tiene ni idea.
Se balancea sobre sus pies. Está realmente ebria.
Página 152 de 982
“Estás borracha”.

“¿Lo estoy?”

“¿Tienes la costumbre de ofrecerte a sórdidos conductores


de Uber?”

Se ríe y se vuelve hacia su casa. Se agacha y se quita los


tacones de aguja. Miro su culo en ese vestido mientras lo
hace.

“¿Estás celoso, Henley?”

Joder.

“Entra” –le advierto.

“¿O qué?” –bromea.

Que te inclinare sobre tu buzón, eso es.

“No juegues conmigo, Juliet”.

Se vuelve hacia mí y sonríe sexy mientras se muerde el


labio inferior. Nuestras miradas se cruzan y vuelve hacia mí.
Estamos cara a cara. Su perfume me envuelve. Mi polla se
estremece al verla tan cerca. Ni siquiera lo pienso.

Página 153 de 982


“Henley” –susurra.

Mis ojos se posan en sus labios.

“Sí”.

“Si estuviera jugando contigo, te diría algo sórdido”.

“¿Cómo qué?”

El aire cruje entre nosotros.


Se inclina hacia mí y me acerca la boca a la oreja.

“No he tenido sexo en ocho meses” –me dice.

Inhalo bruscamente.
Maldita sea, dime cualquier cosa menos eso.
Palpita, palpita, palpita…
Oigo la sangre correr por todo mi cuerpo para llenar mi
polla. Esto no es bueno.
Aborto la misión.
Tengo una visión de ella cabalgándome, bien profundo, sus
tetas perfectas rebotando al hacerlo. Ocho meses que
recuperar. Ella sería un maldito fuego.
Es una bruja adúltera, ¿recuerdas? No sigas.
Me alejo de ella.

Página 154 de 982


“Probablemente deberías decírselo a alguien a quien le
importe. ¿Quieres que llame al conductor del Uber?”

Ella sonríe.

“Puede que sí.”

“Entra”.

Señalo su casa. Antes de que te haga cosas


indescriptibles… …o asesine a un conductor de Uber
demasiado servicial.

“Tan mandón, Sr. James.”

“No tienes ni idea. Me mira a los ojos y sé que está


imaginando exactamente lo mismo que yo. Joder. ¿Por qué
está tan buena? La última vez que tuvimos sexo, cambió mi
maldito ADN. De ninguna manera volveré a hacerlo.

“Entra” –le exijo.

Me sonríe muy sexy y, maldita sea, quiero besarla.

“Entra ahora mismo, Juliet” –gruño mientras lucho con el


último centímetro de control.

“Y calla a tu puto perro”.


Página 155 de 982
Se encoge de hombros.

“De acuerdo”.

Se da la vuelta, entra en su casa y me hace un gesto con la


punta de los dedos antes de cerrar la puerta.
Me quedo mirando la puerta. Mi polla está dura como una
piedra, y joder, no necesito esta tentación viviendo justo al
lado, joder.
Entro en casa y subo al dormitorio. Abro el cajón lateral y
saco el lubricante. Un hombre tiene que hacer lo que tiene
que hacer.

JUlIeT

el sol brilla y estoy desherbando el jardín junto a la


escalera de mi casa. Una tarde de sábado perfecta.
Hora de concentrarse. Basta de pensar en el mayor capullo
del mundo. He estado sobreanalizando todo. Ha sido muy
grosero esta semana, ni siquiera me ha saludado por las
mañanas al pasar. De hecho, me mira como si fuera su
enemigo mortal. Vivo en un mundo de arrepentimiento por
haberme mostrado coqueta el fin de semana pasado,
Página 156 de 982
aunque no estoy del todo segura. Creo que le dije que hacía
mucho tiempo que no tenía relaciones sexuales, o quizá fue
una pesadilla. En cualquier caso, no volveré a beber.
Me odia, lo cual me parece bien, porque yo lo odio más a él.
Voy a concentrarme en las cosas importantes, como renovar
mi casa. Primera parada, este jardín.
Oigo la voz de Carol.

“Hola, Juliet”.

Levanto la vista.

“Hola”.

Sigo escardando.
Vete, Carol, no estoy de humor.

“¿Te enteraste de que la hija de Ethel viene a vivir con


ella?”.

“¿Viene?” –Respondo, pero mi mente se sale por la


tangente.

“Viene a seducir a Henley, en mi opinión”.

“Espera, ¿qué?”

Levanto la vista hacia ella.


Página 157 de 982
“¿Quién viene a seducir a Henley?” –Pregunto,
repentinamente interesada en la conversación.

“Oh, la hija de Ethel, Taryn. Siempre le ha echado el ojo,


esa. Y ahora que su matrimonio se ha roto, por supuesto
este es el primer lugar al que viene”.

“¿Cómo es ella?”

“Preciosa.”

Ensancha los ojos.

“Material de supermodelo.”

Jodidamente genial.
Empiezo a cavar con vigor.
Me da igual. No es nada para mí, pienso mientras Carol se
marcha.
Puf a él.
Es el regalo que sigue dando. Soñar con tener sexo con él
ya es bastante malo; verlo hacerlo con todo el mundo va a
ser una maldita pesadilla. Necesito un novio, y necesito uno
rápido.
Una procesión de coches se detiene y aparca delante. Y
miro hacia arriba para ver a todos mis amigos del trabajo.
Un montón de ellos.
Oh, no.
Página 158 de 982
"¿Qué hacen todos aquí?" –Jadeo.

"¡Sorpresa!" –gritan todos.

Algunos traen plantas, otros bandejas de comida o botellas


de vino.

"Es una inauguración sorpresa".

"¿Qué?”

Dios, no.

"Genial" –miento.

Es lo último que quiero hacer hoy.


Chloe me dijo que traería a su madre de visita esta tarde.
No tenía ni idea de que habían planeado esto.

"Pasa, pasa".

Me levanto.

"Estoy hecha polvo".

Chloe me besa la mejilla.

"Feliz inauguración, cariño".


Página 159 de 982
La rodeo con el brazo mientras entramos.

"Te voy a matar, lo sabes, ¿verdad?" –murmuro en voz baja.

"Totalmente".

Henley

Froto la gamuza sobre el maletero de mi coche mientras


termino de secar lo último.
Una sonora carcajada procede del porche de la casa de
Juliet, y miro hacia allí.
¿Qué pasa ahí?
Más le vale que no piense que voy a aguantar otra noche de
sábado con sus ruidosas travesuras perrunas.
Me acuerdo del fin de semana pasado y de su vestidito
blanco. Es lo único en lo que puedo pensar.
Froto el maletero del coche con tanta fuerza que casi se
despega la pintura. No es más que un grano en el culo. No
entiendo por qué se atreve a mudarse aquí.
¿A qué está jugando? ¿Quién se cree que es?
Sigo secando mi auto a doble velocidad.
Página 160 de 982
Kingston Lane está arruinado para siempre.
Increíble.
Froto el maletero con más fuerza.
Siento vibrar mi teléfono en el bolsillo y aparece el número.
Vanessa.

“Hey”.

"Hola". –Sonrío.

"Eh, tú" –ronronea una voz seductora en la línea.

"¿Qué haces?"

Sonrío.
Me encanta saber de esta mujer. Nunca exige una relación.
No es complicada, está buena y no tiene un perro molesto ni
vive en la casa de al lado.

"Trabajo hasta las nueve, pero ¿quizá me pase esta noche


de camino a casa? Hace tiempo que no te veo" –responde.

Si alguien puede arreglarme el humor, es Vanessa.

"Me parece bien” –Sonrío.

"Nos vemos entonces".

Página 161 de 982


"Me encantará".

Me vuelvo a meter el teléfono en el bolsillo y vuelvo al


trabajo.

"Hola" –suena la voz de un hombre desde la entrada de mi


casa.

"Hola" –le digo.

"¿Puedo ayudarle?"

"Sí".

Sonríe y extiende la mano para estrechar la mía.

"Soy Warren".

"Henley".

Frunzo el ceño.
¿Conozco a este tipo?

"Soy amigo de Juliet" –dice.

Es un chico rubio y guapo, más o menos de mi edad, treinta


y pocos.

Página 162 de 982


"Estoy visitándola aquí al lado y quería venir a conocerte".

¿Por qué?

"De acuerdo".

"Sé que tú y ella están juntos ahora" –continúa.

Frunzo el ceño.

"¿Cómo dices?"

"Me contó todo sobre ti y cómo su novio vive al lado".

"¿Lo hizo?"

Levanto las cejas, sorprendido.

"¿Lo hizo?”

Froto el coche mientras pienso en algo que decir.

"Así que te contó esto porque. . . Supongo que la invitaste a


salir".

"Iba a hacerlo".

Se encoge de hombros con tristeza.


Página 163 de 982
"Pero antes me contó lo tuyo".

Pongo los ojos en blanco.


Claro que lo hizo.
Me usa como chivo expiatorio por rechazar a este pobre
patético bastardo.
Esta mujer es el fin viviente.

“Sólo quiero asegurarme de que sepas lo especial que es”.

Se encoge de hombros.

“Desde luego que es especial”.

Sonrío entre dientes apretados.


Jodidamente molesta.
Ensancho los ojos mientras sigo secando el coche.
Increíble.

“Cuídala, ¿eh?” –pregunta.

Finjo una sonrisa.

“Lo haré. Gracias por venir. Encantado de conocerte,


Warren”.

Vete a casa, perdedor.

Página 164 de 982


“Adiós” –me dice.

Le veo caminar de vuelta a casa de Juliet mientras empieza


a salirme humo por las orejas.

~*~

me siento en el jardín de golf en medio del callejón sin


salida mientras los chicos juegan a las cartas y se toman
unas cervezas. Estoy demasiado enfadado para jugar.

“¿Qué te pasa?” –pregunta Blake.

“Nada”.

Doy un sorbo a mi cerveza, distraído por las risas que


vienen de casa de Juliet.
De todas formas, ¿qué es tan jodidamente divertido ahí?

“Por favor, dime que te has vuelto a clavar a Juliet”.

Pongo los ojos en blanco.

Página 165 de 982


“No, no me he vuelto a clavar a Juliet, porque es mi vecina.
Y todo el mundo civilizado sabe que no le das el hueso a tu
vecino”.

Doy un sorbo a mi cerveza, asqueado.

“No veo el problema; todos nos tiramos a nuestros vecinos


en la universidad” –replica Bennet.

“Era una fraternidad” –murmuro secamente.

“Y estábamos completamente fuera de control”.

“Bueno, si no vas a mover ficha…”.

“Olvídalo. Ella está fuera de la mesa”.

“¿Pero si no está en tu mesa?”

“Tampoco está en la tuya”.

Le fulmino con la mirada.

“Último aviso”.

“Joder, cálmate” –se burla Blake.

“De todas formas, ¿cuál es el problema con esta chica?”.


Página 166 de 982
Entorno la cara de asco ante esta conversación.

“Nada.”

Nos sentamos unos minutos en silencio.

“Tengo una situación con ella” –respondo finalmente.

“¿Cómo qué?”

“Nos hemos conocido antes”.

“¿Cuándo?”

“Tuvimos una cita una vez”.

“¿Y?”

“Y ella fue la chica que me folló los sesos, y luego la vi con


su prometido dos días después”.

Los ojos de Bennet se iluminan.

“¿Esta es la chica?”.

“Me estás tomando el pelo”.

“Oh… se ha puesto mucho más buena”.


Página 167 de 982
Blake sonríe sombríamente.

“Me gustan guarras. Especialmente me gusta darles lo que


sus aburridas parejas no pueden”.

Mueve las caderas.

“Mostrarles lo que se pierden”.

Pongo los ojos en blanco.

“O esquivando la bala”.

“No…” –Bennet se burla.

“No puede ser ella. Juliet es toda dulzura e inocencia”.

“¿Pero de verdad lo es?”

Entrecierro los ojos.

“Esa es la pregunta del millón”.

“Encantado de averiguarlo por ti”.

Bennet guiña un ojo.

“Haré un estudio de mercado”.


Página 168 de 982
“Joder. Fuera” –escupo.

“Te voy a noquear en un minuto”.

Bennet frunce el ceño.

“Estoy confuso. ¿Cuál es el problema? Vive en la casa de al


lado, ¿y qué?”.

“El problema es–”, susurro enfadado, “–que no la quiero


pero no puedo dejar de pensar en ella, y Vanessa vino este
fin de semana y no pude hacer el puto trabajo. Acabé
diciéndole que tenía migraña”.

Ambos fruncen el ceño.

“Y Juliet, el dolor de mi cuello, vive en la casa de al lado, y


tengo que ver su culito sexy correr arriba y abajo por mi
calle y escuchar a su perro tonto ladrar todo el puto día, y lo
único que quiero hacer es doblarla sobre mi coche y darle
por el culo”.

Me arrastro la mano por la cara con asco.

“Hmm.”

Nos quedamos en silencio.

Página 169 de 982


“Y ahora se pone peor. Su tonto amigo acaba de venir y me
ha advertido que la cuide, que ahora estamos saliendo”.

"¿Eh?"

"Le mintió y le dijo que yo era su novio para no tener que


salir con él. Esta mujer es una bruja manipuladora,
venenosa y tramposa."

"A la que deberías follarte".

"Exacto".

Le doy un sorbo a mi cerveza.

"Entonces, ¿qué vas a hacer?" –pregunta Bennet.

Pienso un momento.

"Lo único que puedo hacer".

"¿Qué es?"

Le doy un sorbo a mi cerveza.

"Voy a darle una lección".

"¿Con tu polla?"
Página 170 de 982
"Con mi polla no" –me burlo con disgusto.

Un estruendo de risas viene de casa de Juliet, y miro hacia


dentro mientras un nuevo plan rueda por mi cabeza.

"Quizá el novio de Juliet debería colarse en su fiesta".

"No lo harías".

Sonrío.

"Mírame".

JUlIeT

está anocheciendo y mis visitas se sienten como en casa.


Algunos están en el patio trasero jugando con Barry.
Otros están en el porche.
Espero que todos se vayan pronto.
Estoy en la cocina preparando té cuando se abre la puerta
principal.

Página 171 de 982


"¿Dónde está mi chica?" –grita una voz grave.

¿Qué?
Me asomo por la esquina y veo a Henley de pie en mi sala
de estar. La habitación se queda instantáneamente en
silencio mientras todos miran fijamente al dios.
¿Qué está pasando?

"Acabo de tener una buena charla con Warren".

Guiña un ojo sarcásticamente.


Oh, no.
Entra en la cocina y me coge bruscamente en brazos
delante de todos.

"Pensé que sería mejor venir y ver cómo está mi novia".

¡Aah!
Me inclina hacia atrás de forma dramática y me mira.

"Me alegro mucho de verte, cariño" –se burla.

Se me abren los ojos ante su tono sarcástico, el odio que


me profesa goteando por todos sus poros.
Dios mío.

Página 172 de 982


CAPÍTUlO 6

Henley" –jadeo.
"

"¿Qué estás...?"

Me interrumpe con un beso.


Sus labios se detienen sobre los míos, y luego me pellizca
con los dientes antes de ponerme de pie.
Leonie y Chloe se quedan boquiabiertas. Están tan
sorprendidas como yo. Saben que no estamos saliendo.
Oh, diablos.
Se me cae la sangre de la cara. Está aquí para arruinarme
la vida. No puede haber otra razón. Esto es malo.
Finjo una sonrisa.

"Cariño, ¿qué estás haciendo aquí?"

"No pude mantenerme alejado".

Me agarra por detrás con agresividad y doy un respingo.


Mi vida se ha acabado.

"¿Dónde lo has tenido?"


Página 173 de 982
Gisele sonríe mientras lo mira de arriba abajo.

"Atado a la cama".

Henley guiña un ojo, y el trasfondo de animadversión es


clarísimo.

"Es una verdadera ninfómana, esta".

Mátame.
Mátame ahora mismo.

"¿Podemos...?"

Sonrío a mis amigos del trabajo que nos miran.

"Discúlpanos un momento".

Agarro a Henley de la mano, lo llevo a mi lavadero y cierro


la puerta tras nosotros.

"¿Qué coño estás haciendo?" –susurro enfadada.

"¿Qué coño estás haciendo tú?" –me susurra de vuelta.

"Si crees que puedes utilizarme como chivo expiatorio para


esquivar al perdedor de tu amigo, ya puedes pensártelo otra
vez" –gruñe.
Página 174 de 982
"Nunca me había enfurecido tanto".

"Baja la voz" –le susurro.

"Las chicas se inventaron la historia, no yo".

"Mentira" –escupe.

"Le mentiste sobre que tenías novio, y no lo voy a


consentir".

"Pues vete a casa" –escupo.

"Yo no te pedí que vinieras".

"Y yo no pedí ser víctima de tus mentiras. Dime la verdad o


si no".

"¿O qué?"

Me enfado.

"Si no, te follaré sobre la mesa delante de tus invitados".

"¿Qué?"

Exploto.

Página 175 de 982


"Eso es lo más ridículo que he oído nunca".

Aunque...
Me agarra por los dos brazos.

"Eres una mentirosa".

"No me toques".

Lucho por zafarme de su agarre.

"Canalla".

"Viniendo de ti, eso es ridículo."

"¿Cómo te atreves?"

"Oh, me atrevo, de acuerdo. Voy a decirle a todo el mundo


cómo eres en realidad. Follando conmigo mientras estabas
comprometida con otro hombre. No podías estar recto en la
cama".

"No lo hagas."

Me entra el pánico mientras agarro sus dos manos entre las


mías.

"No puedes" –le suplico.


Página 176 de 982
"Sé que le mentí a Warren y se enfadará. Por favor, no
hieras sus sentimientos para vengarte de mí".

Él entrecierra los ojos.

"Por favor”.

Pongo mis manos en un gesto de oración.

"Sólo finge que te gusto durante diez minutos, y luego


puedes irte a casa y no volver a hablarme".

Enarca una ceja.

"¿Qué significa eso?" –susurro.

Se marcha sin decir nada más.


El corazón me late con fuerza en el pecho. No me lo puedo
creer. ¿Por qué demonios iría Warren a su casa? Esto es lo
peor. Ahora parezco una perdedora aún mayor.
¿Qué debe pensar de mí?

"¿Quién quiere un trago?"

Escucho a Henley preguntar a todos con una voz super


dulce.

"Yo quiero una".


Página 177 de 982
"Yo también" –les oigo decir a todos.

Oh no...
Está tramando algo. Lo sé.
Voy al baño, me echo agua en la cara y agito las manos
para intentar calmarme.
Han pasado diez minutos.
Siendo realistas, ¿hasta qué punto pueden torcerse las
cosas en diez minutos?
Le seguiré el juego y se irá a casa. Y la semana que viene
fingiré que rompo con él. Problema resuelto.
Miro fijamente mi reflejo mientras me preparo para la batalla;
el corazón me martillea en el pecho.
Vuelvo tímidamente a la sala de estar y veo a Henley
sentado en el salón con todo el mundo. Está en el sofá, las
piernas abiertas con su postura dominante, una copa de
champán en la mano.
Levanta la vista y sonríe cálidamente.

"Cachorra, ven a sentarte con nosotros".

Da unos golpecitos en el sofá a su lado.


¿Cachorra?

“¿Cómo acabas de llamarla?” –pregunta Leonie, con los


ojos muy abiertos.

“Ese es mi nombre sexy para ella”.


Página 178 de 982
Los ojos de Henley brillan con picardía, y se frota el sofá a
su lado.

“Lo siento, debería guardar eso para lo privado, ¿no es así,


cariño?”

¿Qué coño está pasando ahora?


Me dejo caer para sentarme a su lado y me rodea con el
brazo. Desliza los dedos por mis hombros y me roza el
cuello. Miro fijamente hacia delante mientras considero la
posibilidad de tragarme la lengua.

“Me moriría si mi novio me llamara cachorrita”.

Leonie tuerce los labios mientras intenta mantener la cara


seria.
No tiene gracia, Leonie.

“Bueno”.

Henley da un sorbo a su champán.

“Le gusta que la llamen cachorrita, ¿verdad, nena?”.

Levanta la mano como para susurrar.

“Ya sabes, con su perrito y todo eso”.

Página 179 de 982


¿Pero qué…?
Los ojos de todos se abren de par en par, le quito la copa de
champán y bebo un trago.

“Ya, ya, cariño”.

Me arrebata la copa.

“No te ahogues con la correa esta noche cuando vayas a


hacer tus necesidades fuera”.

Leonie tose mientras intenta no reírse.


Veo a Chloe desaparecer en la cocina para reírse en
privado.
¡Socorro!

“¿Cómo se conocieron?” –pregunta Warren mientras mira


entre nosotros.

“Ella estaba” -Henley levanta las cejas- “acostándose con mi


padre, después de romper con mi hermano”.

Continúa con cara seria.

“Supongo que no quería perderme la acción”.

Me desliza los dedos por la nuca y me agarra un puñado de


pelo.
Página 180 de 982
¿Qué coño?

“Ja, ja. Qué gracioso eres”.

Le quito los dedos del pelo y le doy un manotazo.

“No exactamente”.

Finjo una risa.

“La verdad es que…”

Le miro mientras intento pensar en algo que decir.

“Henley nunca ha tenido novia y me dio pena”.

Todos en la sala nos miran en silencio, sin saber qué decir.

“Oh” –responde Warren mientras mira entre nosotros.

“Ya veo”.

“Es socialmente torpe, y la buena persona que hay en mí se


sentía caritativa”.

Me pongo de pie.

“Hago lo que puedo para mostrarle el camino”.


Página 181 de 982
Henley suelta una risita, y sé que la parte psicótica de su
cerebro acaba de activarse.
Está a punto de estallar.

“Así que probablemente deberían irse ya”.

Marcho a la cocina y empiezo a fregar tazas de café a paso


ligero. La boca de Henley se acerca a mi oreja por detrás.

“Me estás tomando el pelo” –se burla en un susurro antes


de pellizcarme el lóbulo de la oreja.

Sus manos se deslizan por mis brazos y se da cuenta de


que me ha puesto la piel de gallina.
Siento cómo sonríe contra mí.
Oh, no.

“¿Te gusta, Juliet?” –susurra en voz baja.

“No”.

Como si le estuvieran incitando, empuja sus caderas contra


las mías, inmovilizándome contra el lavabo.
Vale, ¿qué demonios está pasando ahora?
Este hombre está enfermo y retorcido y está a punto de
joder mis amistades de la vida laboral.

"¿Necesitas ayuda para limpiar?"


Página 182 de 982
Me tira del pelo por un lado del cuello y me lame a lo largo, y
casi se me doblan las rodillas debajo de mí.

"Mi cachorrita".

Me pellizca el estómago. Le doy un codazo en las costillas.

"Deja de llamarme así".

Vuelve a besarme en el cuello. Sus dientes me rozan la piel


y empiezo a sentirlo hasta en los dedos de los pies.

"¿Y esto? ¿Te gusta esto?"

Empuja más fuerte con las caderas y empiezo a


desmayarme.
Se ha vuelto inquietantemente evidente que, de hecho,
haría perrerías con este hombre.
Sea lo que sea el pervertido perrito.
Los invitados recogen lentamente sus cosas y Henley me
coge de la mano mientras los acompañamos a la salida.
Nos quedamos en la acera y, mientras les hablo, me pasa el
pulgar por el dorso de la mano con ternura, como si olvidara
que me odia.
Levanto la vista y algo cambia mientras nos miramos
fijamente.
No sé qué es exactamente.

Página 183 de 982


"Tienes que venir a mi boda el próximo fin de semana,
Henley".

Debbie sonríe mientras nos besa a los dos.


Espera. . . ¿acabamos de tener un momento?

"Está ocupado" –respondo.

"Gracias, Debbie".

Henley sonríe, ignorándome por completo.

"Sería estupendo".

Le miro horrorizada.

No va a ir; éste ha sido el día más estresante de mi vida.

"Adiós" –dice Warren.

Me besa en la mejilla y luego estrecha la mano de Henley.

"Encantado de conocerte, Henley".

"El placer ha sido mío" –responde Henley con su suave voz.

Página 184 de 982


Saludo con la mano mientras los coches se alejan y, al
doblar lentamente la esquina, Henley me suelta la mano
como una patata caliente.

"No estás perdonada" –me suelta.

"¿No estoy perdonada?” –Jadeo.

"¿Tu padre y tu hermano?”

Me enfurezco.

"Mis amigos del trabajo creen que soy una puta loca.
Muchas gracias".

"Si el zapato encaja, Juliet".

Se marcha hacia su casa.

"Y no vuelvas a llamarme cachorrita" –le digo.

Entra por la puerta y la cierra de un portazo.


Ugh... exasperante.
Gilipollas.

Son las diez de la noche. Oigo un coche entrar en nuestra


calle y miro por la ventana para verlo entrar en la entrada de
Henley.
Página 185 de 982
¿Quién es a estas horas?
Me asomo por el lateral de las cortinas, pero justo en ese
momento se apagan las luces del coche y no puedo ver el
interior. Rápidamente salgo por la puerta trasera y me
escabullo hasta la delantera por la verja lateral. En la
oscuridad, veo a alguien sentado en un deportivo Mercedes
blanco y me asomo por encima del seto.
¿Quién es?
Me levanto para verlo más de cerca, la puerta del coche se
abre y vuelvo a agacharme rápidamente.
Oigo unos tacones en la entrada.
Es una mujer. Ha traído a una mujer.
Qué nervios...
Levanto el cuello y me esfuerzo por ver qué aspecto tiene,
pero no veo nada.
Se abre la puerta.

"Vanessa" –dice su voz grave.

"Hola, cariño" –responde antes de entrar.

La puerta se cierra tras ella.


Doy un paso atrás, sorprendida. Pero en realidad no
sorprendida.
En piloto automático, vuelvo a entrar y vacío la basura con
vigor.

"Odio a ese hombre".


Página 186 de 982
Agito la bolsa nueva en el aire con agresividad.

"Es un puto gilipollas".

Meto la bolsa en la papelera, forcejeo con ella y le doy una


patada.

"No saldría con él ni aunque fuera el último hombre que


quedara en la tierra".

Barry me mira desde la cama. Tiene la cara desencajada y


poco impresionada.
Hasta él sabe que estoy diciendo tonterías.

“Si viniera ahora mismo y me suplicara sexo, le daría con la


puerta en las narices”.

Vuelvo a mi ventana delantera y miro a través de las


cortinas hacia la casa de Henley.

“¿Qué está pasando ahí con la jodida Vanessa la


Desvestida?”.

Miro a través de las cortinas un poco más.

“Con su puto Mercedes. ¿Y qué? Tienes un coche de lujo y


tacones altos. Gran cosa. Puedes quedártelo. Es un
gilipollas gigante”.
Página 187 de 982
Barry suspira, se levanta y sale de la habitación.
Marcho hacia el congelador y lo abro a toda prisa.

“Necesito helado”.

Me siento en la encimera de la cocina mientras me escribo


una lista de tareas.
Hoy no voy a perder el tiempo.
Me pongo manos a la obra.

Abro las persianas de la cocina y miro hacia el patio trasero;


acaba de salir el sol. He estado esperando a que
amaneciera lo suficiente para poder ver por dónde voy.

“Vamos, Barry”.

Le pongo la correa y baila excitado. Nuestra carrera


matutina se ha convertido en lo mejor de nuestros días.
Salimos por la puerta principal. Me apoyo en el buzón,
enrosco el pie detrás del trasero y lo sostengo mientras
estiro el cuádriceps. Echo un vistazo y veo que el coche de
Vanessa ya no está. Para. Me da igual lo que haga.
Me alegro por él.
Estiro la otra pierna, me pongo los auriculares y empiezo a
trotar despacio por la carretera.
Llevo corriendo unos minutos cuando veo algo por el rabillo
del ojo y miro a Henley pasar.
No aminora la marcha.
Página 188 de 982
No intenta hablar conmigo, y sé que no debería importar. De
hecho, no importa; le odio.

~*~

Chloe vuelve a entrar en mi cocina.


“Entonces… ¿dime?”

“¿Decirte qué?”

Pongo los ojos en blanco.


Como sabía que haría, Chloe ha venido esta mañana
temprano para enterarse de los cotilleos.

“¿Qué pasó anoche?” –pregunta.

“¿Con qué?”

“Con Henley”.

Ella frunce el ceño como si yo fuera estúpida.

“Nada”.

Actúo despreocupadamente mientras voy a la nevera.


Página 189 de 982
“Warren fue allí y le advirtió que me cuidara, y Henley,
siendo el capullo que es Henley, pensó que sería cómico
meterse conmigo”.

Le paso un vaso de agua.

“Fue bastante cómico para nosotros también”.

Ella sonríe.

“¿Tú crees?” –Murmuro, poco impresionada.

“Me refiero a cuando empezó a llamarte cachorrita por tu


manía perruna y luego por lo de ir a orinar fuera”.

“No” –grito mientras me tapo los ojos con las manos,


horrorizada.

“Me da vergüenza sólo de pensarlo”.

“Y lo de acostarte con su padre después de salir con su


hermano”.

Se ríe.

“Es jodidamente gracioso, si me preguntas”.

“Demonios, mátame”.
Página 190 de 982
Me encojo.

“¿Qué demonios le hizo pensar en eso?”

“¿Y después?”

Sonríe esperanzada.

“Nada”.

Me encojo de hombros.

“Sólo es mi vecino, y no hay nada, y se acabó”.

“Excepto que no lo es”.

Necesito calmar esta situación y dejar de pensar y hablar


del estúpido Henley James.
Me lo imagino a él y a Vanessa revolcándose entre las
sábanas anoche, y suelto un profundo suspiro.

“Créeme, lo es”.

Es domingo por la tarde, y Chloe y yo nos apartamos para


mirar las manchas de color de la pared.

“Quiero decir, este blanco del final parece fresco” –digo


mientras señalo la muestra de pintura.
Página 191 de 982
“Cierto” -ella tuerce los labios- “pero el crema parece cálido
y hogareño”.

“También es verdad”.

Intento imaginarme cómo quedará con el mobiliario.

“¿Qué estilo queremos?” –pregunta.

“Un estilo rústico caro”.

“¿Entonces el crema?”

“Pero también me encantan los Hamptons caros” –añado.

“Entonces el azul huevo de pato”.

“Pero el exterior de la casa va a ser blanco”.

“Hmm.”

Chloe piensa un momento.

“Creo que deberías pedir la opinión de un diseñador de


interiores. Quiero decir, no quieres poner todo este trabajo
para que parezca una mierda.”

“Tal vez.”
Página 192 de 982
Henley

“ buenos días”.
Entro en el abarrotado ascensor y pulso el botón antes de
girarme hacia las puertas.
PLANTA 11
El silencio flota en el aire mientras subimos.
La tristeza del lunes por la mañana.
Parece que todo el mundo la tiene hoy, no sólo yo.
Mi mente se remonta al fin de semana y al giro de los
acontecimientos.
Las puertas se abren, salgo a grandes zancadas y atravieso
la zona de recepción.

“Buenos días, Henley”.

Jenny sonríe.

“Buenos días, Jen”.

“¿Va todo bien?” –pregunta.

“Sí, ¿por qué?”


Página 193 de 982
“Blake llamó buscándote, dijo que se suponía que
desayunarías tarde con ellos pero que ahora no contestas tu
teléfono”.

“¿Qué?”

Saco el teléfono del bolsillo.


NO MOLESTAR.

“Joder”.

Apago el botón de No molestar y le llamo mientras entro en


mi despacho.

“¿Dónde estás?” –contesta.

“Lo siento, se me olvidó”.

Sacudo la cabeza con disgusto y dejo el maletín sobre la


mesa.

“¿Desde cuándo te olvidas de algo?”.

“Desde ahora, vale” –espeto.

“Cállate”.

“Acabo de pedir tu desayuno, ven aquí”.


Página 194 de 982
Exhalo con fuerza.

“Vale”.

“¿Quieres un café?”

“¿Sirven martinis espresso?”

Se ríe entre dientes.

“¿Buen fin de semana?”

“El mejor, joder” –murmuro secamente.

“Hasta pronto”.

JUlIeT

me desplazo por Google.


Martello Interior Design
Ariana Interior Design
Joel Marcel Interiors
Página 195 de 982
Estoy en mi hora de almuerzo e intento poner en marcha mi
proyecto de renovación. Creo que Chloe tiene razón:
necesito una opinión profesional.
Hago clic en Joel Marcel y marca su número.
Contesta a la primera.

“Hola, Joel al habla”.

“Hola, Joel” –respondo.

“Soy Juliet Drinkwater”.

“Es un nombre poco corriente”.

Parece que sonríe.

“Hola, Juliet.”

“Hola”.

Me rasco la cabeza mientras intento pensar qué decir.

“No sé si eres la persona indicada para llamar, pero tengo


un dilema de diseño de interiores y quería que me
aconsejaras”.

“Vale, claro. Los dilemas de diseño son lo mío”.

Página 196 de 982


Sonrío, sintiéndome un poco más a gusto.

“Acabo de mudarme a una casa y necesita una reforma


completa”.

“Vale.”

“Y lo estoy haciendo yo misma, así que tengo que ser muy


consciente del presupuesto”.

“Vale” –responde mientras escucha.

“Quiero…”

Me detengo para intentar articular mis palabras.

“¿Quieres un plan?” –pregunta, leyéndome la mente.

“Sí. Es que no quiero empezar algo de un color y luego


darme cuenta seis meses después de que no va con nada
más”.

“Buena idea. Lo que necesitas es una consulta de color para


empezar. Así podemos tener una idea general de la
sensación que quieres para la casa, y luego podemos elegir
los colores y partir de ahí.”

“Exacto”.
Página 197 de 982
Sonrío, emocionada.
Me gusta este tío.

“¿Cuánto cuesta?”

“Bueno, mi primera visita es gratuita y nos limitamos a


hablar de tu lista de deseos, y después, para proyectos
pequeños como este, cobro una tarifa por hora”.

“Suena muy bien. ¿Cuándo puedes hacerme un hueco?”

“Espera, voy a buscar mi agenda”.

Le oigo teclear en su ordenador.

“¿En qué barrio estás?”

“Half Moon Bay, Kingston Lane.”

“Oh, bonita calle. Uno de mis colegas hizo una casa ahí”.

“Lo es”.

Sonrío con orgullo.

“Vale, puedo ir dentro de dos semanas, el viernes”.

Se me caen los hombros.


Página 198 de 982
“¿Tanto tiempo?”

Maldita sea.

“¿Demasiado tiempo?” –pregunta.

“Es que ni siquiera tengo sofá, y quería encargar mis


muebles y empezar a pintar”.

“Hmm”.

Se lo piensa un momento.

“Mi última cita de esta tarde no está lejos de allí. Podría


pasarme de camino a casa. Aunque será tarde, sobre las
seis y media”.

“Sería estupendo”.

Sonrío.

“¿En qué número de casa de Kingston Lane?”.

“El once”.

“¿Y puedo localizarte en este número?”.

“Ajá”.
Página 199 de 982
“Nos vemos esta noche, Juliet.”

“Adiós.”

Cuelgo sintiéndome muy realizada.


Que empiece la fiesta.

~*~

Son las siete de la tarde cuando su coche entra en nuestra


calle. Su coche pasa por delante de mi casa; no hay ningún
número en mi buzón.
Enciendo la luz del porche, salgo a la calle y le saludo con la
mano. Me ve, aparca el coche y se baja con un montón de
carpetas.

“Juliet” –me dice.

“Hola”.

Sonrío y le doy la mano.


Oh… Joel está bueno. ¿Quién lo iba a decir?
Levanta la vista hacia la vieja casa de dos plantas.

“¿Así que es ella?”

Página 200 de 982


“Ajá”.

Me río.

“Está realmente necesitada de todo".

"Hoy he investigado un poco y ¿sabías que es la casa más


antigua del barrio?”.

“¿Lo es?”

“Sí, y originalmente todo el barrio eran los prados de esta


casa".

"Ah."

Sonrío a mi vieja y gran casa.

“Sabía que era especial”.

“Muy especial”.

Sonríe.

“¿Qué planes tienes para ella?”

Me encanta cómo llama a mi casa “ella”.

Página 201 de 982


“Quiero intentar mantener la sensación de viejo mundo tan
auténtica como pueda”.

Me escucha.

“¿Sabes cuando te vas de fin de semana a una casa de


campo muy bien cuidada y todo es moderno pero con un
diseño anticuado?”.

“¿Quieres mantener la integridad de su antigüedad?” –


pregunta.

“Sí”.

“Quieres que parezca la casa lujosa que fue en su día”.

“Exacto”.

Sonrío.

“Eso es exactamente lo que busco. Quiero entrar aquí y


sentirme transportada a… otro mundo. No quiero que sea
necesariamente moderno, pero sí bonito”.

Joel sonríe soñadoramente hacia la casa.

“Suena perfecto”.

Página 202 de 982


El Range Rover negro se acerca sigilosamente y Henley nos
mira al pasar. Me mira y yo le devuelvo la mirada.

“¿Cuánto tiempo llevas aquí?” –pregunta Joel mientras


subimos los escalones.

“Tres semanas. Estoy lista para empezar. Si al menos


podemos elaborar un diseño de colores y qué sofá necesito
encargar, sería increíble.”

Entramos por la puerta principal y él mira el espacio


desangelado y escaso.

“Vaya” –dice sorprendido.

“Necesita mucho trabajo, ¿verdad?”.

Hago una mueca.

“Va a quedar precioso cuando esté terminado, Juliet”.

Me pongo de puntillas de la emoción. Por fin alguien que ve


en ello lo mismo que yo.
Saca un bloc y un lápiz.

“Voy a recorrer la casa, tomar algunas notas y hacer un


plano rápido”.

Página 203 de 982


“Me parece muy bien”.

Pasea un rato. Oigo que llaman a la puerta justo cuando


estamos en el vestíbulo y abro la puerta principal.

“Henley”.

Frunzo el ceño.
Lleva su traje azul marino, y al instante su dominio se siente
en la habitación.

“Hola”.

Sus ojos se dirigen a Joel.

“¿Quién eres tú?”

Página 204 de 982


CAPÍTUlO 7

le abro los ojos de par en par … grosero.


Los presento.

“Henley, éste es Joel”.

Sonrío torpemente.

“Joel, este es mi vecino Henley”.

“Hola”.

Joel extiende la mano para estrechar la de Henley.

“¿A qué te dedicas, Joel?” –pregunta Henley, la arrogancia


personificada.

Los ojos de Joel me miran interrogantes.

“Soy el diseñador de interiores”.

“¿De verdad?”

Página 205 de 982


Henley le clava los ojos.
¿Qué demonios?

“Henley, ¿puedo ayudarte en algo?” –Le pregunto.

“Sí, necesito hablar contigo”.

“De acuerdo”.

Frunzo el ceño.
¿Sobre qué?

“Iré a verte cuando Joel y yo hayamos terminado”.

“No, está bien”.

Pasa junto a nosotros y entra en la casa.

“Esperaré”.

“Va a tomar una eternidad.”

“Estoy feliz de esperar” –dice.

Despreocupadamente acerca un taburete a la encimera de


la cocina y toma asiento.
Dios mío, ¿qué está haciendo?

Página 206 de 982


Vete a casa, Henley. Quiero soñar con mi casa en privado.
Joel baja las escaleras y garabatea en su bloc de notas.
Dibuja un plano y toma algunas notas.
Me asomo a la cocina y veo a Henley hojeando su teléfono.
No tengo ni idea de lo que está haciendo aquí, pero debe
ser importante.

“Te acompaño arriba” –le digo a Joel.

Subimos por la desvencijada escalera.

“Esta escalera es original” –me dice Joel.

“No, no lo es” –dice Henley desde la cocina.

“¿Estás seguro de eso?” –responde Joel.

“Sí” –responde Henley.

“Lo siento” –le digo a Joel mientras subimos las escaleras.

“Ignóralo”.

“¿Quién es?” –Joel responde.

“Mi vecino”.

Subimos y Joel hace una mueca de dolor.


Página 207 de 982
“Está en peores condiciones aquí arriba”.

“Lo sé.”

Lo llevo a mi dormitorio.

“Hay un baño, sin embargo.”

“Bonitos azulejos marrones”.

Joel se ríe mientras mira a su alrededor.

“Tendré mucho trabajo aquí”.

“Pfft.”

Oímos un tsk desde la puerta.


Henley está ahora arriba y parece poco impresionado.
¿En serio?

“Henley.”

Le tiendo las manos.

“¿Qué pasa?”

“Nada.”

Página 208 de 982


Se mete las manos en los bolsillos del traje mientras mira a
su alrededor.

"Sólo estoy interesado en lo que Joel tiene que decir, eso es


todo”.

“Espera abajo” –le respondo.

“No, estoy bien”.

Se pone de pie junto a Joel y mira alrededor del dormitorio,


con las piernas abiertas, con su dominio dominando la
habitación.
Joel garabatea en su bloc de notas y me doy cuenta de que
Henley le ha puesto nervioso.

“Creo que con esto me basta” –dice Joel mientras se dirige


a las escaleras.

“Te llamaré mañana y lo discutiremos”.

“O podrías ser profesional y enviarle un correo electrónico” –


dice Henley desde lo alto de las escaleras.

Me muerdo la boca para no sonreír mientras sigo a Joel


escaleras abajo.
Está celoso.

Página 209 de 982


Joel mira a Henley y veo que ha llegado a la misma
conclusión.

“Lo haré después de nuestra discusión” –responde.

“Entonces, ¿en qué colores estamos pensando, Juliet?”.

Me pregunta Joel.

“Me gusta mucho el blanco, pero luego lo quiero cálido, así


que ¿quizá el crema sería una mejor opción?”.

Me encojo de hombros.

“¿Qué te parece?”

“Voy a hacer algunos mood boards para ti, y realmente


podemos profundizar en la esencia de la propiedad”.

Levanto la vista y veo a Henley poner los ojos en blanco de


forma exagerada.

“Fantástico”.

Sonrío mientras abro la puerta principal.

“Muchas gracias por venir”.

Página 210 de 982


“Ha sido un verdadero placer conocerte, Juliet”.

Me estrecha la mano; mira a Henley mientras está de pie en


mis escaleras.

“Henley.”

“Adiós, Joel”.

Henley sonríe sarcásticamente.


Cierro la puerta tras Joel y me giro hacia Henley, que está
de pie a mitad de la escalera.

“¿Qué estás haciendo?”

“Bajando las escaleras”.

“No, no lo haces. Estás intentando molestarme. Eso es lo


que estás haciendo, y déjame decirte que está
funcionando”.

Extiende la mano en señal de rendición.

“¿Qué?”

Entro en la cocina y enciendo la tetera.

“¿Para qué querías verme?” –le digo.


Página 211 de 982
“He venido para hablar de la noche del sábado”.

Frunzo el ceño, confusa.

“¿Qué pasa con el sábado por la noche?”.

“De la boda”.

“No vas a venir a la boda” –me burlo.

“Sí que voy. Debbie me ha invitado”.

“Ni siquiera conoces a Debbie”.

“Sería grosero por mi parte no ir después de haber dicho


que iría”.

“No.”

“Me comportaré lo mejor que pueda.”

“No tienes buen comportamiento, Henley, mucho menos el


mejor.”

Levanto una taza de café.

“Has perfeccionado el gilipollismo, ¿recuerdas?”

Página 212 de 982


“¿Tienes vino?”

“No” –espeto.

“¿Quieres café o no?”

“Vale”.

“¿Qué quieres, Henley? Y antes de que digas una


estupidez, piensa muy bien tu respuesta porque estoy harta
de tus rabietas infantiles”.

Sus ojos se clavan en los míos.

“Si quieres tener una conversación de adultos, tengámosla”


–digo mientras preparo el café y luego me siento en la
encimera de la cocina.

Él se sienta en el taburete de al lado. Nos quedamos un rato


sentados en un silencio incómodo, y me doy cuenta de que
mi sermón le da vueltas en la cabeza.

“Cuando te mudaste a la calle, es posible que empezáramos


con mal pie”.

“¿Es posible?”

“Probable” –asiente.
Página 213 de 982
Doy un sorbo a mi café mientras mi cuerpo se agita. Sólo
con sentarme a su lado me entran ganas de hacer
guarradas.
Maldita sea, ¿por qué es tan guapo?
Sería mucho más fácil sentir repulsión por él si fuera
horrible.

“De todos modos, pensé… El sábado por la noche


podríamos salir con tus amigos y fingir” -hace una pausa-
“estar juntos… por el bien de la historia, una última vez.
Antes de romper espectacularmente”.

“¿Qué diría Vanessa de eso?”.

Frunce el ceño.

“¿Vanessa?”

“Estaba fuera la otra noche y la vi llegar”.

“Ah.”

Se lo piensa un momento.

“No es que sea asunto tuyo, Vanessa y yo tenemos un


acuerdo por el que a ninguno le molesta lo que haga el
otro”.

Página 214 de 982


“¿Ella es una botinera?”

“Es una señora muy agradable” -sonríe- “que sí ofrece su


botín”.

“Ah”.

Me callo. ¿Qué respondes a eso?

“Soy una persona muy sexual, Juliet. Tengo necesidades”.

Da un sorbo a su café.

“Hago lo que cualquier soltero muy sexual hace para salir


adelante”.

Recuerdo.
Al cabo de un rato dice: “Vanessa no volverá a visitarme”.

“¿Por qué?”

“Ya no estoy interesado en ella”.

Sus ojos se posan en mis labios y me lanza la mejor mirada


de “ven a follarme” de todos los tiempos.
Doy un sorbo nervioso a mi café.

“Y ahí está el problema” –continúa.


Página 215 de 982
Frunzo el ceño mientras intento seguir la conversación.
¿Qué problema?

“Me gusta mantener mi vida de pareja y mi vida familiar


separadas, y sobre todo que tú seas tú”.

“¿Yo siendo yo? ¿Qué se supone que significa eso?”.

“Venga ya”.

Pone los ojos en blanco.

“La noche que pasamos juntos no fue exactamente un


momento trascendental”.

Lo fue para mí.


Mi corazón se hunde.

“Estabas comprometida con otro hombre, joder”.

No fue exactamente un momento trascendental.


Nuestra noche no significó nada para él.
No ha vuelto a pensar en ello desde entonces.

“Tienes razón”.

Levanto la vista, decidida a superar esta polla.

Página 216 de 982


“La tenía”.

Sus ojos fríos sostienen los míos.


Incómodo. . .

“¿Qué?”

Doy un sorbo a mi café, sintiéndome como una niña


descarriada.

“A ver si lo he entendido. Estabas prometida mientras


follabas con otros hombres”.

“Teníamos una relación abierta” –miento.

Ladea la barbilla hacia el cielo, enfadado.

“No sé mucho sobre el matrimonio, pero puedo estar


jodidamente seguro de que no compartiría a mi futura
esposa”.

Me trago el nudo de la garganta, sintiéndome incómoda por


su desprecio.

“¿Qué quieres, Henley?” –Le digo bruscamente.

“¿Has irrumpido aquí para hacerme sentir como una


mierda? Porque misión cumplida, lo has conseguido”.
Página 217 de 982
Se levanta.

“Te recogeré el sábado para la boda”.

Lo miro fijamente y sé que debería alejarme para siempre


de este cabrón egoísta. Incluso mudarme de casa. Pero la
idea de estar de su brazo una vez más me pone a cien.

“A las tres” –murmuro.

Sus ojos se clavan en los míos.

“Las tres en punto”.

~*~

Son las 5:40 de la mañana y estoy en el porche,


estirándome para salir a correr. Justo a tiempo, se abre la
puerta de Henley y sale con su traje.
El corazón me da un vuelco al verlo.
¿Adónde va tan temprano todos los días?
Su oficina no abre hasta las nueve. Ya sé que a veces tiene
que madrugar, pero ¿todos los días, incluso los fines de
semana?
Levanta la vista y me dedica una sonrisa sexy.
Página 218 de 982
Nos quedamos mirándonos un rato más de lo necesario y
luego se sube al coche y se marcha.
Me saluda despreocupadamente con la mano al pasar y,
como la chica que soy, le devuelvo el saludo.
Veo su coche desaparecer al doblar la esquina y me apunto
mentalmente lo que tengo que hacer hoy. Comprar un
vestido nuevo, el más sexy que se conozca. Pedir cita en la
peluquería para el sábado y depilarme todo. Me refiero a
todo.

~*~

llaman a mi puerta.
Es sábado, después de la semana más larga de la historia.
Está aquí.
Me arrepiento antes de ir.
Estúpida, estúpida.
¿En qué estoy pensando? Acaba de una vez.
Abro la puerta a toda prisa.

“Hola”.

Sus ojos bajan hasta los dedos de mis pies y vuelven a


posarse en mi cara.
Página 219 de 982
“Hola”.

Me dedica una lenta sonrisa sexy.

“Tienes buen aspecto”

Inhala con fuerza. Intento ocultar mi sonrisa; le gusta el


vestido.

“Hola, Henley”.

Cojo mi bolso y mi chal.


Subimos a su coche y sale a la carretera.

“¿Qué tal la semana?” –me pregunta.

Larga.

“Bien, gracias. ¿Y la tuya?”

“Ocupada”.

Me retuerzo los dedos en el regazo y miro por la ventanilla


mientras conducimos, y repaso el plan de juego para hoy.
Mantenerme distante. Haga lo que haga, recuerda que para
él esto es sólo un juego. No puedo ser demasiado habladora
o amistosa. Tengo que dejar que el día se desarrolle.
Conducimos en silencio el resto del trayecto y por fin
Página 220 de 982
llegamos al aparcamiento. La boda es en una gran casa de
campo. Los jardines son preciosos y veo las sillas blancas
alineadas cerca de un cenador con flores. Debe de ser allí
donde se intercambiarán los votos.
Cuento internamente las maneras en que esto podría
acabar mal.

“Esto parece bonito” –dice mientras aparca el coche.

“Sí”.

Me pongo nerviosa y, de repente, no me parece una


estrategia inteligente.
Me abre la puerta del coche, me coge de la mano y me
estrecha en sus brazos, nuestras caras a milímetros la una
de la otra, y se me corta la respiración.
Sus ojos se oscurecen y se posan en mis labios.

“Hoy eres mía”.

Me alejo de él.

“Fingiendo ser tuya".

Sonríe antes de lamerse los labios. Y de alguna manera,


creo que conquistarme se ha convertido en el mayor reto del
mundo.

Página 221 de 982


"Vamos, cariño" –dice mientras me coge de la mano.

"¿Invitación?"

Cariño.
Rebusco en mi bolso y se la paso. Y él la lee mientras
caminamos.

"Para que sepas cómo actuar hoy, me gustan las mujeres


sumisas".

Ya te gustaría.

"Para que sepas cómo actuar hoy" –respondo mientras


cruzamos el aparcamiento

"Me gustan los hombres sumisos".

Su mano es grande alrededor de la mía y me da escalofríos.


Es como si una corriente eléctrica recorriera su cuerpo y
llegara al mío.
¿Él también lo siente? Parece que no. No le afecto en
absoluto. En serio, ¿en qué estaba pensando?
Tan jodidamente tonta, Juliet.
Atravesamos las gigantescas puertas arqueadas del atrio y
miro a mi alrededor, asombrada.

"Guau".
Página 222 de 982
En las mesas redondas todo es blanco, con vajilla de plata y
candelabros de lujo y enormes ramos de flores blancas y
crema en grandes y hermosos jarrones.
Grandes candelabros cuelgan de forma espectacular de
cadenas de plata.
Henley recorre el espacio con la mirada y sonríe.

"Muy bonito".

"Un sitio estupendo para un banquete de boda".

Me pone la mano en el trasero y me acerca mientras acerca


su boca a mi oído.

"Gran lugar para nuestra primera cita falsa".

Su aliento me hace cosquillas en los sentidos y se me pone


la piel de gallina.
Sonrío tímidamente.
Ya basta.
Cita falsa... esto es una cita falsa.
No lo olvides ni por un momento. Ya ha dicho que nunca
podremos llegar a algo, porque vivimos uno al lado del otro,
y la verdad es que tiene razón.
Henley saca la invitación del bolsillo y la mira.

"El servicio es en el césped".

Página 223 de 982


Me coge de la mano.

"Por aquí."

Es tan alto e intencionado.


Mientras me arrastra por la sala, la gente se gira y le mira. Y
de repente, me acuerdo. Recuerdo lo que es que alguien se
haga cargo. Hacía mucho tiempo que no lo tenía y no me
había dado cuenta de cuánto lo echaba de menos.
Me guía por el jardín hasta las sillas perfectamente
alineadas.

"¿De qué lado?" –susurra.

Le sonrío.

"¿Qué?”

"¿En cuántas bodas has estado?".

Sonríe, avergonzado por su evidente conocimiento de las


bodas.

"Tengo treinta y tres años. Casi todos los que conozco están
casados. Algunos de mis amigos dos veces".

"A la izquierda" –le contesto.

Página 224 de 982


Me hace pasar. Nos sentamos a la izquierda. Coge el
programa y lo hojea.

"¿Cómo se conocieron estos dos?" –pregunta.

"¿Quiénes, la novia y el novio?"

"Sí."

"Um."

Me inclino hacia él para hablar en voz baja.

"Se conocieron en Tinder y tuvieron una cita pero se


odiaban. Él la agotó en una segunda cita y luego se
redimió".

Sonríe.

"Ella no estaba interesada al principio".

Quiero elaborar un poco mi historia.

"Pero él tiene una polla muy buena, y ella no pudo


resistirse".

La picardía se dibuja en su cara.

Página 225 de 982


"Y no debería, las pollas grandes son difíciles de encontrar
hoy en día".

"Eso es lo que he dicho".

Se echa hacia atrás y pasa el brazo por el respaldo de mi


silla.

"¿Qué más dijiste?”

Intento pensar en algo sexy que decir.

"Le pregunté qué postura prefería su novio".

Sonríe y mira al novio, que está de pie en el altar con sus


padrinos mientras espera.

"Hmm..."

"Creo que el misionero" –susurro.

"No".

Tuerce los labios mientras le mira de arriba abajo.

"Vaquera invertida".

“¿Vaquera invertida?”
Página 226 de 982
Frunzo el ceño.

"¿Por qué piensas eso?"

Se inclina y acerca sus labios a mi oído.

"Parece un empollón, lo que significa que habrá visto una


cantidad exponencial de porno en su juventud".

Frunzo el ceño interrogante.

"La mejor forma de ver a tu propia chica en una porno es en


vaquera invertida".

Me guiña un ojo.

"Asiento en primera fila para ver cómo tu polla se desliza


hasta el fondo para hacerla gemir".

Oh... Visualizo lo que acaba de decirme.


Me agito y me trago el nudo de la garganta.
Cielos.

"¿Cuál es tu postura favorita?" –me susurra al oído.

Vaquera invertida suena bastante bien.

"Um."
Página 227 de 982
Intento pensar en una respuesta sexy, pero me ha frito el
cerebro y no tengo absolutamente nada.

"Es privado" –le susurro.

"¿Por qué, cuál es la tuya?"

"Muchas favoritas"

Hace un círculo con el dedo en mi hombro.

"Me gustan los columpios sexuales".

Frunzo el ceño.
¿Qué demonios le pasa? ¿Tiene un columpio sexual?

"Me encanta la sumisión desinhibida que me produce".

Su dedo me recorre la espalda. Su aliento me rocía la piel y


podría estar pasando el dedo por los labios de mi sexo,
porque es exactamente ahí donde lo siento.
Un pulso lento empieza a palpitar.
Me lo imagino desnudo y duro, atándome a un columpio
sexual, dominándome de la forma más depravada, y aprieto
para intentar que friccione un poco ahí abajo.
Este hombre es un maestro de la seducción.
Estoy a punto de estallar en sólo tres frases susurradas.
Cita falsa.
Página 228 de 982
Las sillas empiezan a llenarse y Henley mira a su alrededor
mientras su dedo rodea mi hombro.
Al cabo de un rato se inclina y me murmura al oído:

"¿Qué bragas llevas?".

¿Qué?

"¿Por qué quieres saber eso?" –susurro.

"Porque al sentir tu piel bajo mis dedos, me imagino de


rodillas delante de ti, quitándotelas con los dientes. Quiero
tener una visión de lo que estoy a punto de quitarme aquí
mismo, delante de todos".

Sujeta el teléfono... sujeta el puto teléfono, porque estoy


muerta.
Le miro y me lanza la mejor mirada de "ven a follarme" de
todos los tiempos.
El aire entre nosotros es denso y pesado.

"Henley" –respiro.

Se inclina y me pellizca suavemente la oreja con los dientes.

"Sí" –susurra.

Su respiración se agita. Le apetece tanto como a mí.


Página 229 de 982
"Compórtate" –susurro.

"Dame un color".

"Blanco" –respondo antes de que mi filtro boca-cerebro


entre en acción.

La satisfacción se dibuja en su rostro mientras sus ojos


oscuros se clavan en los míos.
Empieza el vals nupcial y salgo de mi niebla de excitación
cuando la novia empieza a caminar hacia el altar.
Mi cuerpo observa las nupcias mientras planeo en el cielo,
observándonos a Henley y a mí desde arriba.
Me sostiene la mano en el regazo y me derrito en un charco
ante su contacto. Imagino vaqueras en columpios sexuales
y orgasmos orales públicos con las piernas sobre los
hombros durante las bodas.
Este hombre malo me hace pensar en cosas malas.

CUATRO HORAS DeSPUéS

entonces, Henley" –pregunta Warren al otro lado de la


"
mesa.

Página 230 de 982


"Dime, ¿a qué te dedicas?".

"Soy ingeniero".

Henley sonríe, pero su sonrisa no le llega a los ojos, y tengo


la sensación de que Warren le saca de quicio.
La recepción se alarga. Hemos cenado y Henley ha estado
respondiendo a un aluvión de preguntas de mis amigos del
trabajo. Está encantando a todos ellos, por supuesto, y
están oficialmente pendientes de cada palabra suya.
Y yo, bueno, sólo quiero que la boda termine... pero
entonces, no quiero que la boda termine. Porque entonces
mi única cita con él habrá terminado, y para ser honesta, me
gusta mucho que esté encima de mí.
Henley me coge la mano y la pone en su regazo bajo la
mesa.

"¿A qué te dedicas, Warren?" –Henley le pregunta.

"Soy enfermero".

“¿Cuál es tu parte favorita del trabajo?” –continúa mientras


desliza discretamente mi mano por su entrepierna.

Noto que está empalmado y necesito todas mis fuerzas para


no rodearlo con la mano.
Joder, joder.
Cojo mi vino y actúo despreocupadamente.
Página 231 de 982
No es para tanto, estoy tocando a mi falso novio, al que odio
delante de mis amigos del trabajo.

“Me gusta salir de mi turno sabiendo que lo he dado todo


por mis pacientes” –continúa Warren.

“Debe ser muy gratificante” –responde Henley.

Flexiona su polla endurecida bajo mi mano y casi me


atraganto con el vino.

“Deberíamos bailar, cachorrita” –dice Henley.

Los ojos de Chloe y Leonie se abren de emoción.


Entorno los labios para ocultar mi sonrisa.

“¿Deberíamos?”

“Ajá”.

Se levanta, me coge de la mano, me lleva a la pista de baile


y me toma en sus brazos. Y empezamos a balancearnos al
ritmo de la música lenta.

“Creí haberte dicho que no me llamaras así” –le digo


mientras actúo seria.

“Bueno… es culpa tuya que yo te llame así”.


Página 232 de 982
“¿Cómo que es culpa mía?” –Jadeo.

“No deberías tener unos cachorros tan grandes”.

“¿Cachorros?”

“Sí, ya sabes. Pechos. Lo que debería estar chupando


ahora mismo”.

Me quedo con la boca abierta mientras nos balanceamos.

“Si dices estas cosas en una cita falsa, ¿qué demonios


dirías en una cita real?”.

Hace una pausa como si se lo pensara un momento.

“Te diría que estás preciosa. Como un sueño hecho


realidad”.

Le sonrío mientras bailamos.

“Eres un encanto”.

“Y yo te diría que he necesitado todas mis fuerzas para no


besarte esta noche”.

Me trago el nudo de la garganta.

Página 233 de 982


“Y yo te diría que deberías estar agradecida por haber
esquivado una bala”.

Se me hincha el corazón.

“¿Qué me dirías?” –pregunta en voz baja.

“Te diría que te callaras y que me besaras de todos modos”.

Sus ojos se clavan en los míos y algo cambia.


Pasamos del mundo fingido al real.
A cámara lenta, sus labios bajan y rozan suavemente los
míos.
Oh…
Nuestro beso se profundiza, aquí mismo, en la pista de
baile, a la vista de todos. Y cada célula de mi cuerpo se
ilumina como si fuera mi primer beso… quizá lo sea. Porque
nunca me había dejado llevar tanto por el momento con
nadie.
Volvemos a besarnos y ya no nos balanceamos al ritmo de
la música. El tiempo se ha detenido.
Se me pone la piel de gallina, me bailan las mariposas en el
estómago y el dolor entre las piernas se ha convertido en un
tsunami.
Se aparta y me mira con el ceño fruncido.

“¿Qué pasa?” –Susurro.

Página 234 de 982


“Nada”.

Se aparta de mí.

“Deberíamos irnos”.

“¿Qué?”

Me coge de la mano y me saca de la pista de baile.

“Pero aún no he terminado de besarte” –balbuceo.

Me mira por encima del hombro, se da la vuelta y avanza


por el pasillo, tirando de mí.

“¿Adónde vamos?” –Le pregunto.

“Tengo algo que enseñarte”.

Abre una puerta y la vuelve a cerrar. Seguimos caminando


por el pasillo, abre otra puerta, se asoma, me mete dentro y
cierra de un portazo. Miro a mi alrededor. Estamos en una
especie de biblioteca. Las paredes están cubiertas de libros
antiguos. Hay una chimenea y sillas formales de aspecto
caro. Henley me acerca a una silla, se sienta y me acomoda
sobre su regazo para que me siente a horcajadas sobre él.
Nos quedamos en silencio mientras nuestras partes más
íntimas se tocan. Él está duro. Yo estoy blanda y húmeda.
Página 235 de 982
El aire cruje mientras nos miramos fijamente.
Una noche.
Sólo quiero una noche.
¿Es eso tan malo?

"Bésame" –susurra en voz baja.

Mis labios aceptan los suyos y sus manos se deslizan por


debajo de mi vestido hasta tocarme el trasero.
Oh...
Mueve mi cuerpo para que se deslice sobre su endurecida
polla, y yo empiezo a subir.
Hacia atrás... hacia adelante.
Atrás, adelante.
Su lengua me da el beso perfecto.
Sus manos se mueven hacia los huesos de mi cadera,
haciendo que mi cuerpo caiga con más fuerza sobre el suyo.
Joder.
Miro hacia la puerta. ¿Y si entra alguien?
Empiezo a perder el control mientras él me aprieta contra su
erección, mi respiración se agita mientras intento ocultar mi
excitación.
Su agarre de los huesos de mi cadera es casi doloroso, y
me estremezco y gimo en su boca mientras un intenso
orgasmo me desgarra.
Inspira bruscamente, me sujeta y empuja hacia delante, y
siento la sacudida cuando se corre con fuerza, allí mismo,
en sus pantalones.
Página 236 de 982
Jadeamos mientras nos besamos, bajando de nuestro
subidón.
La ternura se apodera de nosotros.
Eso no tenía que haber pasado.

"¿Acabas de fingir un orgasmo?”

Sonríe contra mis labios.

"Totalmente" –jadeo.

"¿Lo has hecho?"

"Por supuesto”.

Me levanta de su regazo y los dos nos ponemos de pie,


totalmente desorientados.
Se pasa la mano por el pelo revuelto.
Hostia puta... ¿acaba de pasar eso?

"Necesito ir al baño".

Sonríe mientras me agarra agresivamente y me muerde el


cuello.

"Lo necesitas".

Suelto una risita mientras intento zafarme de él.


Página 237 de 982
"Eres un asqueroso cachondo".

"Puedes hablar" –murmura mientras me baja el vestido y me


lo recoloca.

Me coge de la mano.

"Deberíamos volver antes de que nos prohíban la entrada a


este sitio".

Suelto una risita al imaginarme a alguien irrumpiendo.

"De acuerdo”.

Me lleva de nuevo al pasillo y caminamos de vuelta a la sala


de recepción.
¿Qué coño ha pasado? ¿Acaba de pasar eso?
Los festejos van terminando a medida que la noche llega a
su fin.
Henley mira a su alrededor.

"Voy al baño. Vuelvo en un minuto".

"Vale".

Cuento las formas en que me voy a comer a este hombre


entero cuando lleguemos a casa.
Una noche no puede hacer daño.
Página 238 de 982
Estoy aquí para eso.
Voy al baño, me lavo las manos y sonrío a mi reflejo en el
espejo. Estoy sonrojada y despeinada y me siento en la
cima del mundo.

"Hostia puta".

Dios mío, esto va a ser jodidamente bueno.


Me tomo mi tiempo mientras trato de calmarme de tener un
momento de fangirl completa sobre él. Y al final, salgo.
Henley se está despidiendo de todos en nuestra mesa y
estrechando manos.

"Encantado de conocerte” –Sonríe.

Besa a Chloe y a Leonie en la mejilla, y creo que se están


encaprichando de él más que yo.
No puede ser.
Me despido de todos mientras él me observa.
Henley me coge de la mano y volvemos al coche. La ternura
que acabamos de compartir ya no está ahí, pero quizás me
lo estoy imaginando.
Abre la puerta del coche y entro. Se pone al volante, salimos
a la carretera y conducimos un rato.
Curiosamente... no me toca. Lo cual es raro, porque ha
estado encima de mí toda la noche.

Página 239 de 982


"¿Qué les vas a decir?" –me pregunta despreocupado
mientras conduce.

"¿Eh?"

Le miro confundida.

"La razón por la que vamos a romper... ¿qué les vas a


decir?".

"Ah".

Mi mente empieza a revolverse. Es lo último que pensaba


que iba a salir de su boca.

"Ya se me ocurrirá algo" –digo en voz baja mientras miro por


la ventana.

¿Qué?
Volvemos a casa en silencio.
Atrás ha quedado el dios juguetón y sexy que era mi cita.
Henley James está aquí en toda su gloria bastarda.
Para el coche delante de mi casa, se baja y me abre la
puerta. Me ayuda a salir cogiéndome de la mano.

"Buenas noches, Juliet" –me dice despreocupado, como si


fuera una desconocida a la que ha conocido en el autobús.

Página 240 de 982


Frunzo el ceño.

“Que pases buena noche” –Sonríe.

Le miro fijamente.
¿Qué demonios le pasa?

“Tú también” –susurro distraída.

Se sube al coche, da la vuelta a la calle sin salida y se


marcha.
¿Qué? ¿Va a salir?
Me quedo de pie al final del camino de entrada y veo cómo
su coche desaparece de mi vista.
¿Qué coño ha sido eso?

Página 241 de 982


CAPÍTUlO 8

el agua caliente me corre por la cabeza mientras me


apoyo en los azulejos. No entiendo a este hombre en
absoluto. Le gustaba. Lo sé porque yo estaba allí con él. Y
entonces se enciende un interruptor, igual que cuando
tuvimos nuestra primera cita. Perfecto en el momento, y
luego se convierte en algo frío. Es como si fuera dos
personas diferentes. Nunca he conocido a nadie como él. Ni
quiero conocerlo.
Me paso la mano por la cara, disgustada. Y ahora, para
empeorar las cosas, tengo que verlo todos los malditos días
-cuando sé que no le gusto- sabiendo que me gusta.
Me hierve la sangre y me enfurezco conmigo misma. Sabía
exactamente a lo que estaba jugando, y yo era como masilla
en sus manos. Haciendo todo lo que me decía como un
patético cachorrito. Probablemente esté en casa de Vanessa
la Desvestida en este mismo momento. Dándole el filete que
he precalentado.
Uf…
Me meto en la cama, doy vueltas en la cama y me doy una
patada por haber ido allí en primer lugar. Una cosa que sé
ahora con certeza es que no estoy hecho para las citas
falsas; todos esos libros románticos están llenos de mierda.
Página 242 de 982
Esto es una mierda.
El ruido de un coche me despierta del sueño y me incorporo
como un zombi. Está en casa. Miro el reloj: las cinco de la
mañana.
¿Dónde coño has estado toda la noche, gilipollas?
Sin poder evitarlo, corro hacia la ventana y espío a través de
las cortinas. Veo cómo Henley entra lentamente en su
garaje y sale del coche. Todavía lleva el traje que se puso
para la boda. Pongo los ojos en blanco ante mi idiotez.
¿Qué crees que se va a poner en casa, un albornoz?
Jodido idiota.
¡Ya está!
Me dirijo al baño enfurecida conmigo misma.
Se acabó, joder.
Saco mi ropa de gimnasia del armario y me la pongo con
furia. Bueno… Tengo noticias para él. No puede
rechazarme… porque yo le estoy rechazando a él.
¿Quién demonios se cree que es este suspensorio?
Voy a estar tan buena que me rogará, me rogará, por una
pizca de mi atención, y yo estaré demasiado ocupada
saliendo con hombres buenos como para darle la hora del
día.
Voy a salir a despertar a Barry, y luego vamos a correr
rápido, tal vez incluso sprint. Que le den.
Bajo las escaleras con mi ropa de gimnasia, lista para luchar
contra un tigre y luego perseguir a un oso.
¿Quieres jugar, cabrón?
Vamos.
Página 243 de 982
~*~

“¿ Tienes una estimación de los costes?” –Pregunto.


Es miércoles, y Joel me ha enviado sus notas e imágenes
de ambiente para inspirarme en mi casa.
Me encantan.

“Bueno, dependiendo de lo rápido que quieras que se haga


el trabajo y de la calidad de los accesorios, calcularía entre
treinta y sesenta mil” –responde Joel.

“¿Dólares?” –Jadeo.

“El lujo del patrimonio es caro, Juliet”.

Vaya.
Resoplo aire en las mejillas mientras pienso.

“A menos que quieras cambiar el resumen y optar por una


calidad menos cara”.

“No.”

Me lo pienso un momento.
Ya encontraré el dinero en algún sitio.
Página 244 de 982
“Quiero lo mejor. Este es mi hogar para siempre. Supongo
que empezaremos con una habitación y trabajaremos a
medida que los fondos lo permitan. ¿Te parece bien?"

"Eso es lo que estaba pensando. Buena idea. ¿Con qué


habitación quieres empezar?”

“Sin duda, el salón. Es el corazón de la casa y donde todo el


mundo ve primero. Y además, quiero un sofá cómodo para
sentarme”.

Se ríe entre dientes.

“Genial, vale. Voy a enviarte por correo electrónico una


selección de los sofás que creo que encajarían con nuestro
estilo. Revísalos a ver si te gusta alguno. Si quieres pedirlo
a través de mí, puedo conseguir mi tasa de treinta por ciento
al por mayor de estos proveedores en particular.”

“Oh, fantástico.”

“Pero, por supuesto, puede que encuentres algo parecido a


un precio más barato en otra tienda. Estos proveedores son
de gama alta, pero creo que esta forma de sofá es lo que
buscamos.”

"Impresionante. Muchas gracias por tu ayuda. Te lo


agradezco mucho".
Página 245 de 982
"Envíame todo lo que encuentres y comprobaré el color y las
dimensiones. No querrás pedir algo y descubrir que es
demasiado grande o pequeño para el espacio cuando
llegue."

"Bien pensado."

"Hablamos la semana que viene, quizá el martes pueda


venir de camino a casa".

"No puedo esperar. Muchas gracias, Joel. Que tengas una


buena semana".

"Adiós, Jules”.

Cuelga y sonrío cuando me llama Jules.


Tiene ese tipo de personalidad que te hace sentir como si ya
lo conocieras.
Cuelgo y me desplomo en el taburete. Tenía muchas ganas
de dejar esta casa perfecta lo antes posible. Necesito más
dinero, mucho más dinero.
Pienso un momento. Me pregunto si podría conseguir un
turno extra a la semana en una residencia de ancianos.
Siempre están buscando enfermeras.
Hmm, es una buena idea, la verdad.
Hoy haré algunas llamadas. Podría hacer un turno a la
semana, dos algunas semanas.

Página 246 de 982


~*~

la Operación Perra Caliente está en marcha.


No te metas conmigo, mundo, porque te cortaré.
Agarro la correa de Barry, y él y yo salimos al frente.
Estoy tan dolorida por haber corrido tan rápido toda la
semana que tengo que estirarme un poco más. Estar de un
humor de perros seguro que sube la apuesta en mi
programa de entrenamiento.
Me agarro al buzón y tiro del pie hacia atrás. Siento el
estiramiento en todo el cuádriceps.
Se abre la puerta del garaje de Henley.
Hago como que no miro mientras sale en su Range Rover.
Miro el reloj. Son las 5:40. Seguro que no trabaja dieciséis
horas diarias todos los días.
Sale a la carretera y me ve. Me saluda con la mano como si
no nos conociéramos, como si el sábado por la noche no
hubiera pasado nada. ¿O sí?
¿O es que estaba tan colocada con sus feromonas que me
lo he inventado todo en mi cabeza?
Su coche dobla la esquina y exhalo con fuerza.
Odio a los hombres.

"Juliet".

Página 247 de 982


Oigo la molesta voz de Carol detrás de mí y cierro los ojos.
Dame fuerzas. Ahora no, Carol.

"Juliet" –me llama con su voz cantarina.

Me giro hacia ella y finjo una sonrisa.

"Buenos días, Carol”.

"Hola, querida".

Cruza la calle.

"¿Qué vas a hacer el próximo fin de semana?"

Decapitar el muñeco vudú de Henley James.

"No mucho".

Sonrío.

"Tengo que ponerme a correr".

"Qué bien, porque me he tomado la libertad de organizarte


una pequeña fiesta de bienvenida al barrio".

"¿Qué?"

Página 248 de 982


"Sólo la familia de la calle, queremos darte la bienvenida".

"Eso no es necesario".

El rey de la calle ya me dio la bienvenida el sábado a través


de sus pantalones. . . con su polla.

"Quería darte unas semanas para instalarte, y el tiempo se


ha escapado, pero ahora ya está organizado. Ahora mismo
voy dentro a imprimir las invitaciones".

"No quiero alboroto, Carol".

"Tonterías".

Ella sonríe.

"Ahora eres parte de la familia Kingston".

En realidad, Carol, soy un sucio y seco humillador que no


tiene vergüenza.

"Cinco de la tarde del sábado en el porche de mi casa."

Me siento la mayor zorra del mundo, pero sonrío.


Está siendo tan amable y yo estoy temiendo hablar con ella.
¿Qué demonios me pasa?

Página 249 de 982


"Gracias, Carol”.

De repente me emociono y la abrazo.

"Pero no hace falta que hagas una fiesta".

"Tonterías."

Me sonríe en el hombro.

"Ve a correr esa maratón".

"Vale".

Empiezo a trotar despacio.

"Que tengas un buen día".

~*~

mi hermano Liam sonríe mientras mira alrededor de la


casa.

"Ya me encanta".

"¿De verdad?" –sonrío esperanzada.


Página 250 de 982
“Ajá, es perfecto”.

Abre una puerta desvencijada y la cierra.

“Hay que cambiar estas bisagras”.

“El diseñador de interiores ha ideado un plan, y estamos


arreglando una habitación a la vez. Esta habitación es la
primera, así que supongo que llegaremos a ella”.

“¿Estás pagando a un decorador de interiores?”

Frunce el ceño.

“¿No es cara esa mierda?”

“No, no está tan mal. Me cobra por horas. Pero cree que va
a costar entre treinta y sesenta mil dólares terminarlo”.

“Joder”.

Sus cejas se levantan sorprendidas.

“Tengo una entrevista en una residencia de ancianos esta


semana”.

“Creía que te gustaba tu trabajo”.

Página 251 de 982


“Me gusta. Es un segundo trabajo, sólo uno o dos turnos a
la semana para poder intentar ahorrar más rápido.”

“No te mates por una renovación de la casa. No vale la


pena”.

“No pasa nada. Sólo voy a acumular mis turnos en el


hospital, y luego en mis días libres, sólo haré un turno en el
hogar de ancianos. El dinero es muy bueno”.

Asiente.

“De acuerdo”.

“Entonces, ¿cómo fue tu cita?”

Exhala y se deja caer en el sofá.

“Sí, bien, supongo”.

Le observo un momento.

“Entonces… Supongo, por tu reacción, cenaron y te fuiste a


casa solo”.

“No, estuvimos ocupados”.

Parece aburrido.
Página 252 de 982
“¿Y?”

Se encoge de hombros como si no le interesara.

“Fue… mediocre en el mejor de los casos”.

“Oh.”

Me quedo callada, sin saber qué decir. La novia de Liam


murió en un accidente de coche hace tres años, y él nunca
ha vuelto a ser el mismo.

“Tal vez todavía no estás preparada, cariño”.

“De todos modos, no me importa” –miente.

“Sólo necesitaba…”

Le corto.

“Lo entiendo”.

“Necesito encontrar a la chica adecuada para besarle mejor.


Porque se merece algo mejor, mucho mejor”.

“Quizá estemos destinados a estar solteros para siempre”.

Sonrío.
Página 253 de 982
“A mi me viene bien”.

Él sonríe.

“Tengo mis herramientas en la camioneta. ¿Quieres que


cambie las bisagras?”

“¿En serio?”

Me incorporo, emocionada.

“¿Tienes tiempo?”

“Sí, pero me haces carbonara para cenar”.

“Trato hecho”.

Sonrío.

Henley

“¿ quieres otra cerveza?” –Pregunto mientras me levanto.


Página 254 de 982
Antony está tumbado en una tumbona junto a su piscina,
con los ojos cerrados.

“Sí, estaría bien”.

Bosteza, medio dormido.

“Tráenos un tentempié o algo mientras estás levantado”.

“¿Cómo qué?”

“No sé, queso”.

Se encoge de hombros, con los ojos cerrados.

“Galletas”.

“Pronto te vas a convertir en un puto queso con galletas”.

“Probablemente” –responde, desinteresado.

He venido a verle esta tarde y, por alguna razón, llevo tres


horas tumbado junto a la piscina.
Entro, cojo dos cervezas y un paquete de patatas y salgo
por la puerta de atrás. Desde el balcón alto miro hacia arriba
y veo la casa de Juliet.
¿De quién es el coche que está en la entrada?
Me quedo quieto mirando un momento.
Página 255 de 982
¿De quién coño es ese coche?
¿A quién le importa?
No importa.
Llevo las cervezas y las patatas fritas a la zona de la piscina
y las pongo en la mesa que hay entre las tumbonas y, antes
de sentarme siquiera, me doy la vuelta y vuelvo a la casa.

“¿Adónde vas ahora?” –pregunta Ant.

“A comprobar algo”.

“¿Cómo qué?”

“Vuelvo en un minuto”.

Me paro en los escalones y miro fijamente hacia la casa de


Juliet. La puerta principal se abre y sale un tipo.
No lleva camiseta.
¿Cómo?
¿Quién coño es?
Entrecierro los ojos e intento fijarme en él. Le he visto antes
en alguna parte. Me resulta familiar.
Se acerca al camión y coge una caja de herramientas.
¿Quién es?
Se gira para que pueda verle la cara.
¿Dónde he...?
Se me cae la baba.
Que le jodan.
Página 256 de 982
Es el puto prometido. Todavía está con él.
Se acabó.
Me abalanzo sobre la tumbona, enfurecido.

"Tiene que estar de coña" –escupo.

"¿Quién?"

"La señorita inocente del número once".

Ant exhala pesadamente.

"¿Y ahora qué?"

"¿Sabes quién está en su puta casa ahora mismo? Te diré


quién" –me enfurezco.

"Es el capullo de su prometido".

"¿Eh?"

"Todavía está con él".

Empiezo a caminar.

"Así que me está follando en seco en la boda en público,


obligándome a volver a mi apartamento porque no se puede
confiar en que esté a su lado y no salte la valla. Me salen
Página 257 de 982
ampollas en la mano de tanto pajearme, y todo el rato sigue
casándose con él" –escupo.

Ant me mira fijamente.

"Oh... es buena, lo reconozco. Me toca como un puto violín".

Camino de un lado a otro de la cubierta mientras mi mente


se acelera.

"¿Sabes lo que es?" –Le señalo.

"Es venenosa. Es una loba mentirosa, venenosa y vudú con


traje de cordero. Eso es lo que es".

Ant piensa un momento.

"¿Una loba escurridiza?".

Sonrío ante su analogía.

"Exacto".

"¿Qué vas a hacer al respecto?".

Me dejo caer para sentarme y exhalo pesadamente.

"Nada”.
Página 258 de 982
"¿Nada como pajearte un poco más con ella?".

Pongo los ojos en blanco, disgustado conmigo mismo por


desearla.

"Bastante".

~*~

miro el reloj mientras bebo mi café.


Mierda, tengo que irme. Llego tarde.
Esta mañana estoy en la calle de la lucha.
Agotado después de darle vueltas a la bruja de al lado.
Ya la superé.
Ya la superé.
A la mierda con esto.
Me meto la tostada en la boca para aguantarla, cojo el café
para llevar y paso por delante de la puerta trasera de cristal,
y algo me llama la atención.
Eh...
Doy un paso atrás y miro fijamente al patio trasero.
Se me cae la cara de horror.

"¿Pero qué coño...?" –estallo.

Página 259 de 982


Abro la puerta corredera para ver una carnicería como
nunca antes se había visto.
Barro. Por todas partes.
Plantas en macetas volcadas y mordisqueadas. Los cojines
de mi sofá italiano blanco de exterior cubiertos de barro.

"Alguien ha entrado y ha destrozado todo mi patio trasero".

Miro a mi alrededor.

"Nunca había visto nada igual".

Por el rabillo del ojo, veo que algo se mueve y me giro para
ver al perro sarnoso de Juliet subido en mi sofá blanco de
exterior como si fuera el dueño del lugar, profundamente
dormido sobre su espalda y roncando. Está cubierto de
barro de donde excavó bajo la valla para entrar en mi jardín.
Respiro con fuerza y aprieto los puños.

"Hijo de puta".

La adrenalina me recorre el cuerpo.


Me acerco al perro que ronca y lo miro con desprecio
mientras imagino su espantoso final.

"¿Qué has hecho?” –gruño.

Sigue roncando y veo rojo.


Página 260 de 982
Tranquilízate.
Inhalo profundamente mientras miro a mi alrededor, la zona
del desastre.
Estoy lívido.

"Barry" –oigo llamar a Juliet desde la puerta de al lado.

"Barry, ¿dónde estás?".

El perro tonto levanta la cabeza al oír su voz y luego la


vuelve a dejar caer para dormir de nuevo.
Mis ojos parpadean en rojo mientras la energía nuclear
térmica amenaza con robarme el control.
Antes de que pueda detenerme, me encuentro marchando
hacia la casa de Juliet. Abro de un empujón la puerta lateral.

“Barry” –llama desde la escalera trasera.

“Juliet” –grito mientras pierdo el control.

“¡Trae tu puto culo aquí!”

Página 261 de 982


CAPÍTUlO 9

JUlIeT

"¿ qué?"
Entorno la cara.

"Ya me has oído" –gruñe Henley desde su lugar en mi


puerta lateral.

"Ven de una puta vez a mi casa ahora mismo y mira lo que


ha hecho tu puto saco de pulgas".

"Eres tan dramático. ¿Vas por un Oscar o algo así?" –


resoplo.

Paso junto a él, atravieso la verja y me dirijo a su casa. La


verja está abierta y entro en su patio. Se me abren los ojos
de horror.
Oh, no.

Página 262 de 982


Barro hasta donde alcanza la vista, macetas volcadas,
plantas mordisqueadas, cojines de sofá destrozados.
Me pongo las manos en la cadera, indignada.

"Bueno, ¿cómo sabes que fue Barry?".

Henley me mira inexpresivo.

"Abre los ojos".

Miro a mi alrededor y veo a Barry dormido boca arriba en el


sofá blanco.
Me cago en la puta.

"Barry" –le regaño.

Barry se incorpora y agudiza las orejas, todo contento.

"No me sonrías, jovencito. Tienes problemas".

Intento sonar dura y convincente.

"En primer lugar, no es un hombre, es un chucho. Y


segundo, limpia esta mierda. Ahora mismo, joder" –exige

Henley con las manos en las caderas.

Página 263 de 982


"No uses ese tono conmigo, Henley. No lo aceptaré" –le
respondo.

Da un paso hacia mí y nos ponemos cara a cara, a escasos


centímetros.

"Aceptarás lo que te dé, joder" –gruñe.

"Y una mierda".

"Apuesto a que aceptas lo que él te da".

¿Eh?

"¿Quién?"

Arrugo la nariz mientras intento seguir la conversación.

"¿Barry?"

"No te hagas la tonta, Juliet. No te pega nada".

"¿De qué coño estás hablando, chiflado?".

"Ya puedes dejar de mentir, joder."

Vale, ¿de qué coño está hablando?


¿Me he perdido parte de la conversación?
Página 264 de 982
"¿De qué estás hablando, Henley?"

"¿Por qué no le preguntas a tu puto prometido de qué estoy


hablando?"

"No tengo prometido."

"Lo vi con mis propios putos ojos" –explota.

Oh... Liam.
Entorno los labios para ocultar mi sonrisa.

"¿Te parece gracioso?" –susurra enfadado.

"¿Estás montando mi polla en esa boda y prometida todo el


puto tiempo?".

"Vale, vamos a dejar algo claro".

Levanto las manos, intentando calmarle. Está a punto de


reventarse una arteria.

"¿Estás enfadado por mi perro o por Liam?".

Lleno de desprecio, da un paso adelante y yo retrocedo.

"Estoy enfadado porque eres una mentirosa" –se burla.

Página 265 de 982


"Bueno... tienes razón, soy una mentirosa".

"Lo sabía" –escupe.

"Liam es mi hermano, maldito idiota".

"¿Qué?”

"Te mintió entonces porque estaba enfadado por cómo me


trataste y quería devolvértelo".

"¿Qué?"

Casi se le salen los ojos de las órbitas.

"¿Cómo te traté? ¿Cómo coño te traté?"

"Esperé en casa todo el día a que me llamaras, me dejaste


plantada y no volviste a llamarme".

"Estaba trabajando" –grita.

"Mentira, no estabas trabajando. Te vi en el club. Te vi


siendo un sórdido, gilipollas mentiroso".

"Eso son gilipolleces".

Frunce el ceño y apoya el pie trasero.


Página 266 de 982
"¿De qué coño estás hablando?"

"Oh."

Tengo pruebas.
Busco en mi teléfono y sé exactamente dónde está
guardado el vídeo que Chloe me envió porque lo he visto un
millón de veces.
Saco el vídeo, le doy al play y levanto el móvil para
enseñárselo. Frunce el ceño y se queda mirando la pantalla.
Se ve a sí mismo riendo y hablando y luego vuelve su
atención al trasero de la chica.
Estoy tan enfadada que todo el cielo se ha vuelto carmesí.

"¿Así que me mientes, joder?" –gruñe.

"Pensé que estabas comprometida todo este puto tiempo".

"De todas formas nunca me ibas a llamar, Henley. ¿Qué


importa?"

"Podría haberlo hecho".

"¿Quién demonios te crees que eres? Podrías... pfff. Que te


jodan" –resoplo.

Me doy la vuelta y me dirijo furiosa hacia mi casa.

Página 267 de 982


"Vuelve aquí y limpia este desastre".

Le hago una seña y sigo andando.


Límpialo tú.

~*~

¿ Por qué acepté esta estúpida fiesta de bienvenida?


Es sábado y veo a todo el mundo cruzando la calle hacia la
casa de Carol con sus bandejas de comida.
Estoy temiendo esto con pasión. No he hablado con Henley
desde nuestra pelea por Barry. Y ahora tengo que fingir ante
todos que me cae bien, cuando lo único que quiero es tirarle
una copa por la cabeza.
Me miro por última vez en el espejo y exhalo con fuerza.
Muy bien, estoy guapa. Femenina sin intentar ser sexy. Ya
no quiero ser sexy en esta calle. El atuendo apropiado para
mí ahora mismo sería una camisa de fuerza, pero da igual.
Este maxi vestido rosa funcionará bien. Es amplio y
vaporoso, largo, con tirantes finos.
Cojo mi bandeja de aperitivos y, con el corazón en un puño,
me dirijo a casa de Carol.
El sonido de las conversaciones resuena en la calle y todo
el mundo parece estar de buen humor.

Página 268 de 982


El porche de Carol está lleno de gente, algunos a los que no
había visto nunca, y todos se giran para mirarme mientras
atravieso su jardín.
Me planteo dar media vuelta y volver corriendo a casa.
Qué incómodo.

"Aquí está" -Carol se ríe- "la invitada de honor".

"Hola”.

Le doy un beso en la mejilla y sonrío a todos.

"Hola, Juliet".

Uno de los chicos sonríe.


Todos saludan.

"Hola, hola" –dicen todos.

"Hola".

Oh mierda, esto es incómodo como el infierno.

"¿Dónde quieres que ponga esto?"

Hago un gesto al plato de salsas y quesos que he traído.

"Justo dentro de la mesa, cariño."


Página 269 de 982
"Gracias”.

Abro la puerta, entro y sonrío al ver la casa de Carol.


Es como retroceder en el tiempo. Hay fotos enmarcadas por
todas las paredes y los muebles están en perfecto estado,
pero datan de hace cuarenta años. Incluso hay tres patos
voladores en las paredes, como los que se ven en las
películas.
Pongo mi plato sobre la mesa y me tomo mi tiempo para
acomodarlo. En serio, sólo quiero irme a casa. Esto no es
agradable.

"Hola" –suena una voz a mi lado.

Levanto la vista y veo a una chica de pelo castaño claro.


Tiene más o menos mi edad y es guapa.

"Soy Rebecca. Vivo unas puertas más abajo; he querido


venir a presentarme, pero se me ha ido el tiempo".

"Oh hola, encantada de conocerte".

Sonrío mientras le doy la mano.

"¿Estás en la casa azul?"

"Sí, eso es”.

Página 270 de 982


Señala a un hombre al otro lado de la habitación y le hace
señas para que se acerque. Es rubio, guapo y
probablemente treintañero.

"Este es mi marido, John".

"Hola”.

Le doy la mano.

"Encantada de conocerte”.

"Siento no haber venido todavía. El tiempo vuela" –se


disculpa.

"Oh no, por favor, lo entiendo perfectamente".

Me encojo de hombros.

"Yo también estoy ocupada".

"¿A qué te dedicas?" –pregunta para entablar conversación.

"Soy enfermera".

"Fantástico" –responde.

Página 271 de 982


"Otro profesional médico en la calle. Ya somos tres. Soy
cirujano ortopédico".

"Vaya" –Sonrío.

Vuelvo a centrar mi atención en Rebecca.

"¿Trabajas o tienes hijos... o?".

"Dios, no".

Hace un gesto de dolor mientras se sirve otra copa de vino.

"Soy profesora, el mejor anticonceptivo del mundo".

Cruza los ojos y echa la cabeza hacia atrás para beber.


Suelto una risita.
Rebecca ya me cae bien.

"¿Has conocido a todo el mundo?”

“A algunos".

Me encojo de hombros.

"Trabajo mucho, así que me pierdo a la mayoría".

"Vamos" -me coge de la mano- "te presentaré".


Página 272 de 982
"¿Tienes que hacerlo?" –susurro.

Ella suelta una risita.

"Por desgracia".

Me arrastra de la mano hasta un grupo de hombres.

"Chicos, esta es Juliet. Es la reina del baile de hoy. Este es


Blake Grayson".

Ella me presenta.

"Blake es médico".

Siento que ya conozco una cantidad espeluznante de


información sobre el Dr. Grayson, no es que lo vaya a dejar
saber.

"Hola”.

"Juliet es enfermera" –le dice Rebecca.

"¿Lo eres?" –Sonríe.

"¿Dónde trabajas?"

"En Lady of Rosemary".


Página 273 de 982
"Últimamente estás muy ocupada; he oído que están a
tope".

"Todo el tiempo".

Rebecca vuelve a llevarme de la mano hasta un anciano.


Parece tener unos ochenta años.

"Este es Winston. Vive en la Casa Blanca".

"Hola".

Sonrío y le doy la mano.

"Hola, querida".

Sonríe y tiene un acento sureño.

"Encantado de conocerte. Te veo corriendo por las mañanas


con tu perro".

Suelto una risita.


Pobrecito.
¿Qué aspecto debo tener?

"Encantada de conocerte también".

Página 274 de 982


"Y este buen espécimen es Antony Deluca. Es tu vecino de
al lado".

Sonríe, y lo siento hasta los huesos.


Es europeo y completamente guapo.

"Hola, Juliet."

Me besa la mejilla.

"He oído hablar mucho de ti. Me alegro de ponerle cara al


nombre".

"Henley, Blake y Antony son amigos de la infancia."

"Ah, claro".

Sonrío, sorprendida.

"Eso es genial."

"¿Dónde está Henley?" –pregunta Rebecca mientras mira a


su alrededor.

"Aquí estoy" –grita mientras entra por la puerta principal.

"Ven a conocer a Juliet" –responde Rebecca.

Página 275 de 982


"Ya nos conocemos".

Henley sonríe despreocupadamente, como si no fuera el


mayor capullo del mundo.
Estoy sobre ti.
Besa a Rebecca en la mejilla y luego se vuelve hacia mí.
Me hago la simpática porque estamos en público.

"Hola" –Sonrío.

Él sonríe cariñosamente y me besa la mejilla.


Lleva una chaqueta de lino color crema y vaqueros azules.
Parece que acaba de salir de una sesión de modelaje de
GQ o algo así.

"Hola. Me alegro de verlos".

Me pongo nerviosa al oler su aftershave celestial.

"¿Dónde estabas?" –suelta un hombre.

"Hemos estado esperando a que llegara el camarero".

Henley pone los ojos en blanco y se acerca a la barra.

"¿Quién quiere qué?"

Página 276 de 982


Todo el mundo se apiña en torno a la barra y hace su pedido
de bebidas con él. Y sonrío ante su familiaridad.
Tengo que admitir que es una calle agradable para vivir.
Una ancianita entra por la puerta principal.

"Hola, Ethel" –la llama todo el mundo.

"Ha llegado la fiesta".

Ethel sonríe mientras pone su bandeja de pasteles sobre la


mesa.

"Siento llegar tarde".

"¡Va-va-voom!", llama uno de los chicos desde la barra


mientras mira hacia la puerta.

"¿Quién es esta maravilla?"

Me giro y veo entrar a una mujer guapísima, con el pelo


largo y moreno y una figura de infarto. Una cara
perfectamente maquillada y unos labios carnosos.
Lleva un vestido negro ajustado y parece una famosa de
Instagram o algo así.

"Genial, Taryn está aquí" –susurra Rebecca.

"¿Eso es malo?" –susurro.


Página 277 de 982
Oh no, esta es la Taryn de la que me habló Carol. Seguro
que no.
Rebecca finge una sonrisa.

"Depende de quién seas" –murmura en voz baja.

"He vuelto, queridos. ¿Me han echado de menos?"

Levanta las manos e intenta ser simpática.


En realidad, no lo intenta. Lo está clavando.

"Sí" –gritan todos los chicos al unísono.

"Taryn."

Todos se alinean para besarla, y ella abraza a cada uno de


ellos como si fuera su amor perdido mientras ignora
totalmente a todas las otras mujeres en la habitación.

"Todo el mundo en la calle está enamorado de Taryn" –


susurra.

"Incluida Taryn".

Suelto una risita.

"Yo no".

Página 278 de 982


Levanto mi vaso. Ella choca su copa con la mía.

"Yo tampoco".

"Henley, cariño" –dice Taryn con voz sexy.

"¿Dónde has estado toda mi vida?"

Henley se ríe y la abraza.

"Justo aquí donde me dejaste".

Mis ojos se cruzan con los de Rebecca y ella levanta una


ceja.
Sí, ahora lo veo.
Por favor.
Rebecca me coge de la mano.

"Vamos delante".

"Buena idea”.

La noche ha sido divertida, y realmente, realmente me gusta


Rebecca. Hemos congeniado. Es como si la conociera de
toda la vida.
Estamos sentadas en el banco del parque en el jardín
delantero de Carol. Todo el mundo está charlando y los
chicos están a punto de emborracharse.
Página 279 de 982
"¿Tienes pareja?" –pregunta Rebecca.

"No. Rompí con mi ex hace un año".

"¿Estuviste mucho tiempo con él?".

"Unos doce meses".

"¿Eso es bueno o malo?".

"Bueno. Fue cosa mía".

Me encojo de hombros.

"No sé, parece que siempre atraigo al tipo equivocado".

"¿Tienes un tipo?"

"La verdad es que no" –Sonrío.

"Pero quizá yo los convierto en ese tipo".

Se ríe.

"Simplemente no estábamos en la misma página. Él quería


ir de fiesta y salir todo el tiempo, y yo ya lo he superado.
Quiero decir, salir de vez en cuando es divertido, pero ir de

Página 280 de 982


discotecas todos los viernes y sábados por la noche no es
mi lugar ideal".

"Sí, lo entiendo. ¿Cuántos años tienes?"

"Tengo veintisiete, ¿y tú?”

"Yo treinta y uno. Es increíble que te hayas comprado esa


casa tú sola".

Ella sonríe.

"Lo es".

Sonrío, orgullosa de mí misma.

"Ahora sólo tengo que pagar las reformas. Están llegando


los presupuestos, y me sorprende lo caras que son las
cosas".

"Ya lo sé. Acabamos de hacer nuestra cocina y costó más


del doble de lo que pensábamos".

Una risa fuerte y ronca viene de la terraza, y Rebecca y yo


levantamos la vista para ver a Taryn encima de Henley.
Se me revuelve el estómago de celos.
Lleva toda la noche encima de él.

Página 281 de 982


"¿Están saliendo?" –pregunto.

"¿Henley y Taryn?"

Ella frunce el ceño.

"Dios, no".

Mis ojos se detienen en ellos dos.

"¿Cómo lo sabes?"

"Porque él es súper amigo de ella".

"¿Eh?"

Ella baja la voz para que nadie la oiga.

"Él y John son muy buenos amigos. No le digas esto a


nadie, pero él tiene un bagaje importante".

"¿Como qué?" –Susurro.

Por fin, algo de información.

"Sólo se acuesta con mujeres que no le gustan".

Frunzo el ceño.
Página 282 de 982
"¿Qué quieres decir?"

"Es tan antirrelación que si conoce a alguien que le gusta,


no volverá a salir con ella por miedo a caer en una trampa".

La miro fijamente, sorprendida.

"¿Desde cuándo?"

"Desde que murió su madre, cuando era adolescente".

"¿Ha ido a terapia por esto?".

"Vio a alguien a los veinte años, pero no funcionó".

Se encoge de hombros.

"Creo que simplemente ha aceptado que él es así".

"Oh."

Mis ojos se elevan para observarlo.


Taryn se ríe a carcajadas y le pone la mano en el pecho de
forma coqueta.
Vete a la mierda, Taryn.

"Y escucha esto" –susurra.

Página 283 de 982


"Hasta tiene un teléfono desechable".

"¿Un qué?"

"Tiene tarjetas de visita falsas con otro número de teléfono


que contesta su asistente personal".

"¿Por qué?”

"Para que las mujeres con las que sale no tengan su


número real si quiere desaparecer".

Me echo hacia atrás, sorprendida.


La adrenalina me recorre la sangre. Eso es exactamente lo
que me hizo.

"Vaya" –susurro.

"Ya lo he oído todo oficialmente".

Taryn vuelve a reír a carcajadas, y me imagino empujándole


la cabeza en la ponchera hasta que se atraganta con las
fresas congeladas.

"Así que imagino que debe fantasmear con muchas


mujeres" –respondo.

"No. Ésa es la cuestión: casi no tiene fantasmas".


Página 284 de 982
"¿Qué?”

"Sólo tiene citas por sexo. Es muy raro que le guste alguien
y la espante".

Me ha fantasmeado.

"Pero si se acuesta con todas esas mujeres, ¿le deben


gustar?".

Frunzo el ceño, confusa.

"Atracción y sentimientos son dos cosas muy diferentes para


él. John dice que sólo sale con ellas hasta que sigue su
curso, y luego pasa a la siguiente sin mirar atrás."

"Ah."

Lo miro a través de la habitación.

"En otras palabras, rompe corazones allá donde va".

"Supongo que está bastante jodido."

"Ya lo creo."

Henley levanta la vista y nuestros ojos se cruzan.

Página 285 de 982


Nos miramos el uno al otro durante más tiempo del que
deberíamos y aparto la mirada.

"Tengo que trabajar por la mañana, así que debería irme".

"Sí, yo también".

Ella frunce la nariz.

"Taryn probablemente está a punto de empezar a bailar para


los chicos".

"¿Baila?"

Hago una mueca.

"Como una stripper drogada".

Me río.

"No, estoy teniendo una mala visión."

Rebecca también se ríe.

"¿Quieres tomar un café algún día?".

"Sí" –Sonrío.

Página 286 de 982


"Me encantaría".

Le doy un beso en la mejilla.

"Ha sido un placer conocerte".

"Igualmente."

De alguna manera siento que esta noche he hecho una


amiga.
Beso a Carol.

"Muchas gracias por esta noche".

"Encantada de tenerte aquí, querida" –Carol sonríe.

"Adiós a todos".

Saludo con la mano.

"Tengo que trabajar por la mañana, así que me voy".

"Adiós" –dicen todos.

Los ojos de Henley se clavan en los míos y volvemos a


mirarnos al otro lado de la habitación durante un rato.
Como si no recordáramos que nos odiamos.
Ya basta.
Página 287 de 982
Con otro pequeño gesto de la mano, vuelvo a cruzar la calle
hacia mi casa y, justo cuando salgo al porche, oigo la
molesta voz de Taryn resonar en la calle.

"Pongamos algo de música".

Rebecca tiene razón.


Me tumbo en la cama, completamente despierta. El ritmo de
la música recorre el barrio. La fiesta se ha trasladado de la
casa de Carol al patio de Antony. Ahora están sentados
alrededor de una hoguera. No sé quién está allí, pero sigo
oyendo la molesta voz de Taryn por encima de la de los
demás.
Mi mente sigue dándole vueltas a las palabras de Rebecca
sobre Henley esta noche. Y sé que debería estar enfadada
con él y resentida porque tiene un teléfono desechable,
pero. . .
Está dañado.
Me siento triste por él. No puedo imaginar lo que debe ser
no tener esperanzas de conocer a la elegida.
O ni siquiera querer hacerlo.
Pensé que habría intentado hablar conmigo esta noche. . .
pero entonces, basándome en su loco comportamiento de
arriba abajo, no lo hice. Quiero decir, todo lo que dijo
Rebecca tiene mucho sentido. Sabía que nos llevábamos
bien en la primera cita. Y sabía que yo le gustaba.
Maldita sea, me gustaba.
Me sorprendí mucho cuando no me llamó.
Página 288 de 982
¿Pero quería hacerlo?
Incluso el fin de semana pasado, nos besamos de la manera
más perfecta, y luego actuó como si no significara nada.
¿Qué le pasó para que se cerrara tanto?
Oigo la risa molesta de Taryn, me doy la vuelta y golpeo la
almohada.

"Vuelve con tu ex marido, Taryn. Me estás cabreando".

Doy vueltas alterada.

~*~

Joel va a llegar en cualquier momento para hablar del sofá


y los colores, y yo he llegado tarde del trabajo.
Oigo que llaman a la puerta y rápidamente tiro la ropa al
cesto de la ropa sucia.

"Joder, esto está hecho un asco" –susurro de camino a la


puerta.

La abro a toda prisa.

"Hola" –Sonrío.

"Pasa."
Página 289 de 982
"Hola".

Joel sonríe.
Joder, es guapo.
No como Henley, sino como un príncipe.

"¿Quieres un café o algo?" –Le pregunto.

"Sí, por favor. Después del día tan ajetreado que he tenido,
necesito algo".

Me sigue a la cocina y preparo nuestros cafés.


Abre todos los libros que tiene sobre la encimera y empieza
a hojearlos.

"¿Así que te gustó esta línea Hopewood?"

"Sí. Me encanta, pero no sé si comprar un biplaza o dos


triplaza".

"Hmm."

Se lo piensa un momento.

"Déjame medir la habitación otra vez".

Saca la cinta métrica y salimos al salón.


Llaman a la puerta.
Página 290 de 982
"¿Quién será?"

Pongo los ojos en blanco.

"Disculpa”.

"Claro" –responde mientras empieza a medir la habitación.

Abro la puerta y veo a Henley de pie.

"Hola”.

Me dedica una sonrisa ladeada.


Frunzo el ceño.
¿Qué hace él aquí?

"Hola".

"¿Puedo...?" –Duda.

"¿Puedo entrar?"

Sólo quiere entrar porque Joel está aquí.

"No, estoy ocupada".

Cruzo los brazos.

Página 291 de 982


"¿Puedo ayudarte en algo?"

"Um."

Se mete las manos en los bolsillos del traje.

"Yo . . ."

Miro hacia la casa; no puedo dejar a Joel solo demasiado


tiempo.

"¿Qué pasa, Henley?"

"Necesito un favor”.

"¿Como qué?"

"Tengo una cosa para el trabajo este fin de semana, y


necesito una cita".

Mis cejas se disparan de sorpresa.

"Uno de mis clientes está intentando emparejarme con su


hija, y como que... le he dicho que tengo novia".

"¿Quieres otra cita falsa?"

"Sí”.
Página 292 de 982
"No."

Se le cae la cara de vergüenza.

"¿No?"

"No rotundo".

Sus ojos buscan los míos.

"¿De verdad crees que después de lo que pasó la semana


pasada y de cómo me trataste te mereces otra cita falsa?".

"Te estaba haciendo un favor".

Frunce el ceño.

"Era. . . ¿querías la cita falsa?".

Bajo la voz para que Joel no nos oiga.

"Nunca quise el orgasmo falso".

"No lo fingiste" –susurra enfadado.

"Sí, lo hice" –miento.

"Me lo debes".
Página 293 de 982
"No te debo nada, y menos mi tiempo".

Da un paso atrás, ofendido.

"Estás enfadada conmigo".

"Sí, estoy jodidamente enfadada contigo" –escupo.

"No me hablaste en todo el fin de semana, y sólo estás aquí


ahora porque el coche de Joel está delante".

Su mandíbula tics mientras aprieta los dientes.

"Eso no es verdad. Iba a venir de todas formas. Ni siquiera


vi su coche".

Mentira.
Me inclino hacia él.

"Aclaremos una cosa, Henley. No soy el plan de respaldo.


No soy alguien a quien llamas cuando no hay mejor opción.
Pídele a Taryn que te haga una cita falsa".

"No quiero ir con Taryn."

"Mala suerte. No quiero ir contigo".

Pone su peso sobre su pie trasero, molesto.


Página 294 de 982
"¿Así que es un no?"

"Es un no rotundo."

Sus ojos sostienen los míos, y sé que está tratando de


pensar en algo que decir.

"Buenas noches, Henley".

Cierro la puerta en su cara y vuelvo a entrar con Joel.

"Lo siento."

"Déjame adivinar, ¿tu vecino?"

Doy un fuerte suspiro.

"Le gustas".

"No. Créeme, no le gusto".

"Te lo estoy diciendo; sé cuando a un hombre le gusta una


mujer. Tú le gustas".

"Sí, bueno... no está sucediendo".

Y realmente no quiero discutir esto contigo.

Página 295 de 982


"¿Dónde estábamos?" –Le pregunto.

"En el sofá. Creo que en dos de tres plazas".

~*~

Jueves por la mañana, 6:30 a.m., camino por el pasillo del


Hogar de Ancianos San Sebastián.
Mi primer turno en mi segundo trabajo ha sido una delicia.
Voy a hacer tres noches al mes, y eso debería liberar
algunos fondos para estos muebles estúpidamente caros.

"¿Qué tal ha ido?" –Sonya sonríe.

"Genial, la verdad".

Me siento aliviada.
No tenía ni idea de a lo que me estaba apuntando.

"Todo el mundo fue muy amable".

Echo un vistazo al largo pasillo y veo una figura familiar que


entra en una de las habitaciones y cierra la puerta tras de sí.
¿Era...?

"¿Quién era?"
Página 296 de 982
"¿Quién?”

"¿Acabo de ver a un hombre entrar en la habitación del


fondo?".

Ella mira su reloj mientras caminamos por el pasillo hacia la


habitación.

"Oh, ese sería el hijo de Bernard."

"¿Bernard?"

"Uno de nuestros pacientes".

Nos detenemos frente a la puerta en cuestión y miramos por


la ventana.
Henley está vestido con su traje y tendiendo la ropa sobre la
cama.
Frunzo el ceño, confuso.

"Es el hombre más guapo" –susurra.

"Viene todas las mañanas y le da de desayunar a su padre y


le saca la ropa para el día".

Veo cómo Henley sonríe y charla con el anciano.


Se tapa la cara con las manos, dice algo y luego va a buscar
unas maquinillas al baño para que le ayuden a afeitarse.
Página 297 de 982
"Me rompe el corazón".

Sonríe con tristeza.

"¿Y eso por qué?"

Frunzo el ceño mientras observo a la pareja.

"Porque su padre ni siquiera sabe quién es".

Página 298 de 982


CAPÍTUlO 10

mi corazón se hunde.
“¿Cuánto tiempo le queda?”

“No estoy segura”.

Henley dice algo y azota a su padre con la camiseta.


El viejo se ríe a carcajadas mientras juegan.
Siento que se me encoge el corazón mientras observo.

“¿El hijo viene todos los días?”

“Nunca falta”.

“¿Cuánto tiempo se queda?”

“Llega justo antes de las siete de la mañana y se va sobre


las nueve. Le da de desayunar, le ayuda a afeitarse y luego
le mantiene tranquilo mientras las enfermeras le ayudan a
ducharse. También le lee el periódico de la mañana”.

“¿No hay más hermanos?”.


Página 299 de 982
“No, creo que no”.

Se me hace un nudo en la garganta mientras observo.


Henley se levanta y yo me agacho detrás de la pared. No
quiero que me vea.

“Gracias por enseñarme las cuerdas” –Sonrío.

“Nos vemos la próxima vez, ¿eh?”

“Por supuesto”.

Se marcha y yo vuelvo a mirar por la ventana de la puerta.


Henley está cambiando los canales de televisión para poner
las noticias de la mañana.
Mientras mi corazón se contrae, otra pieza del
rompecabezas de Henley James encaja en su lugar.
Es un buen hombre.

~*~

¿ Conoces esa sensación cuando estás a punto de hacer


algo estúpido, pero no te importa y quieres hacerlo de todos
modos? Esa soy yo en este preciso momento.

Página 300 de 982


Llamo con fuerza a la puerta. Algo de ver a Henley en la
residencia de ancianos esta semana ha abierto un enorme
agujero de encanto en mi corazón por él. Sé que no le
conozco, pero entiendo mejor por qué es como es.
Necesito saber más.
Toc, toc, toc.
Esta es sin duda la cosa más estúpida que he hecho, sin
embargo, es todo lo que puedo pensar.
Henley abre la puerta principal.

“Juliet.”

“Hola, Henley”.

Me fuerzo a sonreír.

“He reconsiderado tu oferta”.

Sus cejas se disparan sorprendidas.

“¿Por?”

“Por la cita”.

“Ah.”

“Sí”.

Página 301 de 982


Me encojo de hombros y trato de actuar
despreocupadamente.

“Resulta que puedo ser tu cita este fin de semana después


de todo”.

“¿Y eso por qué?” –pregunta rotundamente.

“Te repugnó la idea cuando te lo pedí”.

“Sí, bueno… No me gusta que irrumpas cada vez que viene


un hombre a casa cuando ni siquiera te molestas en
reconocerme si me ves en otro sitio.”

“¿Cómo dónde?”

“Como en la fiesta de Carol.”

“Estuviste hablando con Rebecca toda la noche.”

“Sí, mientras tú hablabas con Taryn”.

Pone los ojos en blanco.

“Estoy soltero, Juliet.”

“Yo también, así que no me gusta que nos interrumpas a


Joel y a mí.”
Página 302 de 982
¿Por qué soy tan sabelotodo con él?
Saca lo peor de mí.

“¿Salir con tu diseñador no va en contra de algún código


ético o algo así?”

“A quién le importa. Entonces, ¿es una cita?”

Me fulmina con la mirada.

“Date prisa y toma una decisión” –le digo.

Muerde el anzuelo.

“No intentes decirme lo que tengo que hacer, Juliet. No me


gusta. Y sí, es una cita. Una cita falsa, no te hagas
ilusiones”.

La ira burbujea bajo la superficie.


Es realmente exasperante en carne y hueso.

“Créeme, las ideas son lo último que percibo de ti ahora


mismo, Henley”.

Se cruza de brazos, y entonces me doy cuenta de que está


sin camiseta y en calzoncillos.
Levanta la vista.

Página 303 de 982


“¿Vas a ver a Joel esta semana?” –pregunta.

“No estoy segura” –miento.

Sus ojos calculadores se clavan en los míos e interiormente


sonrío. Quizá sí le gusto, aunque sólo sea un poquito.

“¿A qué hora el sábado?” –le pregunto.

“Es en la ciudad y será tarde. Probablemente tengamos que


pasar la noche en un hotel”.

“¿Qué?”

“Tendrás tu propia habitación, por supuesto”.

Pone los ojos en blanco.

“No soy estúpido, y de ninguna manera compartiría una


habitación contigo”.

Hay una razón por la que Henley James no tiene citas;


nadie aguantaría su mierda.

“Adiós, Henley.”

Bajo los escalones.

Página 304 de 982


“Es de etiqueta” –me llama.

Me doy la vuelta.

“¿Qué?”

“La función, es de etiqueta”.

A la mierda, ahora tengo que gastar dinero que no tengo en


un estúpido vestido.

“Genial” –Sonrío.

“No puedo esperar.”

Vuelvo furiosa a mi casa mientras me pateo por dentro por


haber accedido a esto.
¿Qué has hecho?
Vroom, vroom, vroom.
Las risas resuenan en la calle y Barry agudiza el oído.

“Huh.”

Miro hacia las ventanas de mi casa. Son casi las seis de la


tarde del jueves por la noche.

“¿Qué es ese ruido?” –Pregunta Chloe desde su sillón


plegable.
Página 305 de 982
Maldita sea, ojalá llegara ya mi nuevo sofá.
Vroom, vroom, vroom.
Más risas masculinas.
Una chica grita.

“¿Qué pasa, Barry?”

Me levanto y camino hacia la ventana delantera, y mis ojos


se abren de horror.

“¿Qué demonios?”

“¿Qué?”

“Será mejor que vengas a ver esto porque no me creerías si


te lo dijera”.

Chloe se baja de su silla plegable y viene a ponerse a mi


lado para espiar a través de las cortinas transparentes.
Taryn está patinando calle arriba y calle abajo.
Lleva unos pantalones cortos de motorista azul eléctrico y
un sujetador deportivo a juego. Lleva el pelo recogido en
dos coletas y sus enormes y turgentes tetas están a la vista.
Lleva rodilleras y muñequeras blancas.

“¿Me estás tomando el pelo?” –Chloe chasquea.

“¿Quién coño es esa?”


Página 306 de 982
“Taryn, de la que te hablé”.

Los hombres del vecindario están todos en el jardín


delantero de Blake charlando, mientras la miran en secreto.

“Obviamente los vio y salió a montar un espectáculo” –se


burla Chloe.

“¿No tiene vergüenza?”

“¿Parece que sí?”

Las dos vemos cómo Taryn coquetea y se pone dramática


mientras patina. Pongo los ojos en blanco.

“Dame un respiro”.

Toca la corbata de Blake y le dice algo, y él se ríe a


carcajadas.

“Vete a la mierda, bruja tonta fanfarrona” –suelta Chloe, con


los ojos clavados en ellos.

El coche de Henley dobla la esquina y frena en seco. Le


dice algo a través de la ventanilla y ella se ríe a carcajadas.

“Oh, Henley, eres tan gracioso”.

Página 307 de 982


No, no lo es.

“Es un gruñón de mierda. Eso demuestra lo poco que sabes


de él” –susurro enfadada.

Henley no se molesta en entrar en su garaje. Aparca el


coche en la entrada, sale y va a hablar con los chicos de la
acera. Se quedan charlando mientras disfrutan del
espectáculo.

“Claro que hace eso” –suelta Chloe, enfurecida.

“También es un cabrón”.

La mira de arriba abajo y yo me enfurezco.

“Ya lo hemos establecido”.

Ella empieza a intentar girar con los brazos abiertos, y yo


pongo los ojos en blanco.

“Esto no es el puto Xanadú, zorra tonta”.

Espío a través de las cortinas y veo a Henley mirándola.


No me gusta que mire a nadie más.
Rebecca cruza la calle.

“¿Quién viene?” –Chloe pregunta.


Página 308 de 982
“Rebecca. La conocí el sábado por la noche. Es simpática”.

Pisa mi césped.

“¿Por qué viene aquí?”

“No lo sé. Rápido, actúa con naturalidad”.

Ambas corremos y nos tiramos en nuestras sillas plegables.

“Será mejor que Taryn se vaya a la mierda. Realmente voy a


perder mi mierda. Llevo tres años sin caerme bien para que
ella se abalance sobre él y me lo robe en la línea de meta” –
susurra Chloe enfadada.

“A Blake no le gustará” –susurro.

“A Henley le gustará. Lo sé”.

“Tenemos que derribar a esta perra”.

Toc, toc suena en la puerta.

“Pasa” –llamo.

Rebecca abre la puerta.

“Hola” –Sonríe.
Página 309 de 982
Su cara se cae cuando ve a Chloe.

“Perdona, no sabía que tenías compañía”.

“No, no, pasa. Esta es mi chica Chloe”.

“Hola, Rebecca” –Chloe sonríe.

“Umm…”

Rebecca mira entre nosotras y luego cierra la puerta detrás


de ella

"¿Has visto a esa idiota en patines?"

"Voy a tirar unos rodamientos a la carretera para que se


caiga de culo sobre una teta".

Chloe pone los ojos en blanco.


Rebecca se sienta nerviosa y tengo la sensación de que
algo va mal.

"¿Estás bien?"

Se encoge de hombros.

"Así que..."

Página 310 de 982


Hace una pausa como si estuviera eligiendo
cuidadosamente sus palabras.

"Si necesitara una opinión femenina confidencial e imparcial


sobre algo en mi casa, ¿podríais guardar el secreto?".

Chloe y yo intercambiamos miradas.

"Sí”.

Nos encogemos de hombros.

"¿Prometen que no se lo dirán a nadie? Es que...".

Vuelve a hacer una pausa.

"Nos trasladamos a vivir aquí hace cinco años y estoy tan


ocupada trabajando que no he hecho amigos. Bueno, tengo
amigos" –explica.

"Pero todos son amigos de pareja, ya me entiendes. Como.


No puedo confiarles un secreto".

"Por supuesto. ¿Qué pasa?"

"Necesito enseñarte algo".

Ella se levanta.
Página 311 de 982
"Es en mi casa."

"¿Qué?"

Frunzo el ceño.

"Vamos."

Sale y la seguimos, pasando junto a la idiota que patina y


los pervertidos de la acera.

"Lo juro por Dios, si ella hace un movimiento con él, es hora
de irse" –resopla Chloe mientras mira a Blake hablar con
Taryn.

"Esta calle es como el puto Tinder con crack".

"¿De quién estamos hablando?"

Rebecca frunce el ceño.


Chloe duda.

"Oye, estoy a punto de enseñarte algo que prometiste no


contar. Tu secreto está a salvo conmigo".

Chloe exhala.

"Siento algo por Blake Grayson".


Página 312 de 982
Rebecca sonríe mientras marcha por el césped delante de
nosotras.

"Quién no".

"Lo sé, es tan molesto" –resopla Chloe.

"Ojalá fuera feo".

"Entonces probablemente no te gustaría" –le respondo.

Rebecca sube las escaleras hasta el porche y entra en


casa. Echa el pestillo de la puerta detrás de nosotras.
Frunzo el ceño.

"¿Qué pasa?”

"Así que...”

Hace una pausa.

"Esto es tan aleatorio, y siento que podría estar volviéndome


loca, y espero que me digas que todo esto está en mi
cabeza".

"Claro..."

Chloe frunce el ceño.


Página 313 de 982
"Continúa”.

"Así que la rueda trasera de John ha estado bajando, y fue


reservado para un servicio de hoy para ser reparado."

"¿Quién es John?"

Chloe frunce el ceño.

"Su marido" –le contesto.

"Tenía que trabajar, así que me ofrecí a llevarlo por él, y se


llevó mi coche al trabajo" –responde Rebecca mientras nos
guía por la casa.

"Claro".

Frunzo el ceño.
¿Hacia dónde va esta historia?

"Lo llevé y le arreglé la rueda, y luego pensé en limpiar y


aspirar su coche como sorpresa".

Abre la puerta interior del garaje y vemos un Audi SUV gris


bronceado.

"Vale".

Página 314 de 982


"Quiero que me digas que estoy loca".

Abre la puerta trasera del coche.

"Escúpelo".

"Entra."

"¿Qué?"

Señala el coche.

"Entra y no toques nada".

Chloe y yo subimos al asiento trasero.

"¿Ves algo anormal?" –pregunta Rebecca.

Chloe y yo miramos alrededor del coche.

"No..."

Fruncimos el ceño.
Ella enciende la linterna de su teléfono y la ilumina por la
ventanilla.

"¿Y ahora?"

Página 315 de 982


Dos marcas perfectas de pies aparecen en el interior de la
ventanilla de la puerta: las huellas de una mujer.

"Nunca he estado en el asiento trasero de este coche" –dice


Rebecca.

Nuestros ojos se abren de par en par mientras miramos las


huellas.

"Las ven, ¿verdad?" –pregunta.

Ambas asentimos.
Una huella está a un lado, como si alguien se hubiera
tumbado en el asiento trasero; la otra está al otro lado de la
ventanilla, como si hubiera estado abriendo las piernas.

"¿Crees que te engaña?" –susurra Chloe.

Rebecca se encoge de hombros.

"¿Cómo coño llegan huellas de mujer al asiento trasero del


coche de tu marido?".

"No lo sé".

Miro fijamente las huellas.

Página 316 de 982


"Sin embargo, definitivamente están ahí. No te lo estás
imaginando en absoluto".

"Joder".

Todas nos quedamos en silencio mientras pensamos.

"¿Sabes lo que necesitamos?"

Chloe responde.

"Necesitamos uno de esos detectores de semen de luz


negra".

"¿Qué?"

Frunzo el ceño.

"Sí, ya sabes. Como los que usa la policía".

Chloe empieza a mirar en los bolsillos de los respaldos de


los asientos.

"¿Lo has mirado todo?"

"Sí, no he encontrado nada".

Chloe se tira al suelo y empieza a tantear bajo los asientos.


Página 317 de 982
"¿Qué vas a hacer?" –le pregunto a Rebecca.

"No lo sé. Esto no es una prueba concreta como para


demostrar nada, pero si cree que sospecho que me está
engañando, será súper cuidadoso y nunca sabré la verdad."

"¿De verdad crees que te engañaría?"

"Me engañó una vez en la universidad".

Frunzo el ceño.

"Estaba borracho y lo nuestro era a distancia, pero me llamó


angustiado media hora después de que ocurriera, llorando a
lágrima viva, atormentado por la culpa. No es de los que
mienten. Al menos no lo creo".

"¿Esto es tuyo?"

Chloe saca un pequeño clip de bulldog rosa de debajo del


asiento. Rebecca lo mira fijamente en la mano de Chloe.

"No. No lo es".

Me tapo la boca con las manos, horrorizada.

"Joder".

Página 318 de 982


"Los hombres son unos putos idiotas" –susurra Chloe
enfadada.

"Fuera. Lo hablaremos fuera por si llega a casa" –susurra


Rebecca.

"No quiero que sepa que estoy detrás de él".

Salimos del coche, cerramos la puerta y volvemos a entrar


en casa.

"¿Quién quiere vino?"

Rebecca echa humo.

"Sí, claro" –respondemos Chloe y yo, ambas temiendo por


nuestras vidas.

Es muy raro compartir algo tan personal con alguien a quien


apenas conocemos.
Rebecca sirve tres copas de vino y sale al jardín trasero.
Hay una bonita zona de piscina con una cabaña y nos lleva
hasta allí. Nos sentamos a la mesa.

"¿Has tenido algún presentimiento de que algo no iba bien?"


–le pregunto.

Ella tuerce los labios.


Página 319 de 982
"Nuestra vida sexual ha sido casi inexistente, pero ha estado
trabajando tanto que ha estado cansado".

"¿Pero ha estado trabajando de verdad?" –susurra Chloe.

"Quiero decir..."

Se encoge de hombros.

"Quién coño sabe".

Rebecca se pasa la mano por la frente.

"No puedo creerlo”.

"Mira, puede que ni siquiera sea lo que estamos


suponiendo. Podría ser completamente inocente" –intento
tranquilizarla.

"Inocente hasta que se demuestre lo contrario, ¿no?".

"¿Cómo podría ser inocente?" –resopla.

Vacía el vaso y lo vuelve a llenar.

"No lo sé. Intento pensar en una explicación lógica”.

Página 320 de 982


"¿Has aparcado alguna vez este coche en el
aparcacoches?" –Le pregunto.

"Siempre".

"¿Cómo sabes que uno de los aparcacoches no se ha liado


con una camarera en tu coche?".

Rebecca me mira fijamente.

"¿O en el túnel de lavado?".

Me encojo de hombros.

"O con el mecánico. Puede que el mecánico se haya follado


hoy mismo a su recepcionista en el asiento trasero del
coche".

Chloe tuerce los labios.

"Puede."

"No lo sé, pero no te limites a suponer lo peor hasta que


tengamos pruebas".

"Oh, déjalo" –Chloe chasquea.

Página 321 de 982


"Viniendo de ti, eso es una broma. ¿Por qué no le das a
Henley el mismo perdón?"

"¿Henley?"

Rebecca frunce el ceño mientras mira entre nosotras.

"¿Estás con Henley?".

Mis ojos se abren de par en par ante Chloe.


No acaba de decir eso.

"Quiero decir... lo que estaba diciendo...".

Chloe tropieza con sus palabras al intentar disimular su


error.

"Chloe" –le digo bruscamente.

Ya es demasiado tarde.

"Tuve una cita con Henley hace unos años y no sabía que
vivía aquí cuando compré la casa".

Los ojos de Rebecca se abren de par en par.

"¿Qué pasó?"

Página 322 de 982


"Tuvimos la mejor noche de mi vida, y luego me dejó
plantada con su teléfono desechable".

Sus ojos se abren de par en par al atar cabos.

"Oh... joder, eso significa... ...que le gustaste".

"Y ahora Taryn está por ahí restregándole sus grandes tetas
por encima, y yo estoy totalmente jodida porque sigo
pensando que es guapísimo cuando, en realidad, es un puto
gilipollas".

Pone los ojos en blanco.

"Amén."

"Escucha, pasemos a cosas más importantes" –interrumpe


Chloe.

"¿Puede alguien pensar en un plan para hacer que Blake


Grayson se enamore de mí? No puedo salir con un
mediocre más".

Todas nos quedamos en silencio, perdidas en nuestros


propios pensamientos mientras bebemos nuestro vino.

"¿Qué vas a hacer?" –Le pregunto a Rebecca.

Página 323 de 982


"Mantener los ojos y los oídos abiertos, supongo. Si pasa
algo, se dará cuenta. Siempre lo hacen".

Pongo mi mano sobre la suya.

"Lo siento".

Ella exhala.

"No tanto como lo va a sentir él si descubro algo".

"Elijo pensar que es inocente hasta que se demuestre lo


contrario".

Sonrío esperanzada.
Ella me aprieta la mano.

"Esperemos".

~*~

miro mi reflejo en el espejo.


"¿Cuánto es?" –rezo mientras espero su respuesta.

"Cuatrocientos veinte".
Página 324 de 982
Joder.
Resoplo aire en mis mejillas.
Me estoy probando vestidos de etiqueta en una boutique.
Este es de un rojo intenso; la parte de arriba es como un
corsé deshuesado y la de abajo una falda vaporosa.
Es sensacional.

"¿Qué look quieres?" –me pregunta la dependienta.

"Quiero dejar a alguien con la boca abierta".

Sonríe y me mira de arriba abajo.

"Entonces tienes que comprar este".

"No quería gastarme tanto dinero".

"No puedes fingir la calidad, querida. Lo tendrás durante


años. Es atemporal".

"Cierto."

"Y esta puede ser la única oportunidad que tengas de


dejarlo muerto". "

También es verdad."

Página 325 de 982


"Y si te pones otra cosa, ¿vas a estar dándote patadas por
no haber comprado este?".

"Probablemente".

Ella se encoge de hombros.

"Creo que has respondido a todas tus propias preguntas".

Maldita sea. ¿Por qué vine a esta tienda si sabía que tenía
precios exorbitantes? Si lo compro, me retrasaré otra
semana con mis renovaciones.
Nuevas lámparas o una posible noche con Henley James...
hmm. Es una decisión difícil.
Lámparas . . . Henley... lámparas... . . Henley.
Tuerzo los labios mientras miro mi reflejo.
A la mierda.
Sólo se vive una vez.

"Me lo llevo".

~*~

Sábado por la tarde y voy de un lado para otro como una


loca. Chloe va a venir a quedarse con Barry cuando acabe
de trabajar. Tengo la maleta preparada y lista para salir.
Página 326 de 982
Nos registramos en el hotel temprano y nos preparamos allí.
Mis nervios están a flor de piel.
Suena mi teléfono.
Henley ¿Por qué me llama? No me digas que lo cancela.

"¿Hola?"

"Hola."

"¿Qué pasa?"

"¿Estás lista?"

"Sí, ¿por qué?"

"¿Alguna posibilidad de que te cueles por aquí?"

"¿Qué?"

"Si Carol me ve recogiéndote, nunca oiremos el final de


esto. Pero si te escabulles hasta aquí, ella no se dará
cuenta."

"Um."

Pienso un momento.

"Sí, vale. Pero tengo mi bolsa de viaje".


Página 327 de 982
"Tírala por encima de la valla trasera".

"¿Quieres que me suba a la valla?" –Jadeo.

"¿Puedes?"

"No."

"¿Demasiado alto? Creía que eras una atleta de élite".

"Lo soy, y el boxeo es mi especialidad, Henley".

Se ríe entre dientes.

"Vale, lanza tu bolsa por encima de la valla trasera, y luego


escabúllete hasta la parte delantera".

"¿Hablas en serio?"

"Sí. Confía en mí en esto. La vigilancia del vecindario está


viva y bien".

"Salimos hace dos semanas, y ella no nos vio."

"Ella estaba fuera cuando fuimos a la boda."

"¿Cómo lo sabes?"

Página 328 de 982


"Porque le pregunté qué estaba haciendo el día anterior".

Pongo los ojos en blanco.

"Vale, sal ahora mismo".

Cuelgo y saco mi bolso al patio trasero, y el brazo de Henley


se acerca. Le paso la bolsa.

"Joder, ¿qué llevas aquí? Pesa una tonelada".

"Una bolsa para cadáveres" –susurro.

"Para deshacerse de las pruebas".

"¿Qué pruebas serían esas?"

"Un cadáver".

"¿Mío?"

"¿De quién más podría ser?"

"Te dije que no te hicieras ideas" –responde.

"Ahora escabúllete hasta el frente".

"Sí."
Página 329 de 982
"¿Vienes ahora?"

"Sí."

"Date prisa."

"Henley" –digo.

"Cállate."

Entro y cierro la casa. Luego salgo por la puerta trasera y


doy la vuelta hasta la puerta lateral. Miro a izquierda y
derecha, y me escabullo detrás de los arbustos y me cuelo
en el patio de Henley.
Hmm, no está mal.
Modo sigilo en su mejor momento.
Esos arbustos son muy útiles.
Corro alrededor de su patio trasero y me cuelo por la puerta
lateral.
Voilà . . .
Lo he conseguido.
Estoy dentro.
Henley está esperando en la puerta trasera.

"Vaya, vaya, vaya, mira lo que ha traído el gato".

Sonríe.

Página 330 de 982


"Razón número quinientos por la que compré una bolsa para
cadáveres" –murmuro mientras paso junto a él.

Y de repente, estoy dentro de su casa, su espacio personal.


Miro alrededor con asombro. Es moderna, preciosa y está
totalmente impecable. Tiene un aire europeo: mucho mármol
y paredes blancas. Mobiliario con texturas y arte abstracto.

"Guau”.

Sonrío mientras miro a mi alrededor.

"Henley, es precioso".

"Gracias”.

Sus ojos se detienen en mi cara y tengo la sensación de que


quiere decir algo más. Está ahí entre nosotros; la corriente
eléctrica ha vuelto. En realidad es más como un relámpago,
pero da igual. Las mariposas revolotean en mi estómago.

"¿Qué tienes preparado para mí esta noche?".

"Muchas cosas”.

Y ya sé, por su mirada, lo que significan muchas cosas. Al


menos eso espero.

Página 331 de 982


"Vayamos allí y preparémonos" –dice.

"Podemos tomar un cóctel o dos antes de irnos".

Sonrío.

"Me parece un buen plan".

Me conduce hasta el garaje y abre su Range Rover.


Subimos al coche y la puerta del garaje empieza a subir.
Empieza a dar marcha atrás.

"Joder, agáchate" –balbucea.

"¿Qué?"

"Carol y Taryn están delante. Agáchate".

Pongo la cabeza entre las rodillas.

"Aah, me van a ver".

"No lo harán."

Sale a gran velocidad.

"Agáchate."

Página 332 de 982


En realidad deseo que Taryn me vea. Eso le enseñaría a su
presumido, caliente, culo patinador.
Henley arranca y, con un rápido saludo al programa de
vigilancia del vecindario, pasa a toda velocidad junto a ellos.

"Agáchate" –me dice.

Me hago un ovillo.

"¿Ya los hemos pasado?"

"No te levantes”.

Me agarra de la nuca y me empuja hacia abajo.

"Aah".

Le doy un manotazo.

"Me vas a partir por la mitad".

"Todavía no" –murmura en voz baja mientras conduce.

"¿Qué has dicho?”

Me incorporo.

"Nada”.
Página 333 de 982
Pero le he oído, y enarco los labios para ocultar mi sonrisa.
Por favor.
Conducimos en silencio durante un rato.
Mi mente va a mil por hora. Tengo un plan, y sé que no es
inteligente. Pero es un plan. Quiero conocer mejor a Henley,
y él tiene miedo al compromiso. Pienso que si puedo crear
un espacio seguro para que nos conozcamos... Sin la
presión de las expectativas, ¿quién sabe lo que puede
pasar?

"Entonces" -sus ojos me miran- "¿qué pasa con tu diseñador


de interiores?".

¿En serio? ¿Ya estamos llegando a esto?

"No lo sé”.

Me encojo de hombros.

"Me ha pedido salir y lo estoy considerando".

"Si te gusta, ¿por qué no le dijiste que sí?".

"No busco una relación".

Sus ojos se desvían en forma de pregunta.

Página 334 de 982


"En realidad he estado pensando en entrar en Tinder para
tratar de encontrar una situación de amigos con beneficios".

"¿Qué?”

Frunce el ceño, sorprendido.

"Es que no quiero una relación".

Actúo despreocupada.

"Quiero centrarme en el trabajo y en arreglar mi casa" –le


digo con mi discurso practicado.

Lo que realmente quiero es tiempo para intentar entenderle,


pero no puedo decírselo sin asustarle.

"No" –suelta.

"¿Cómo que no?"

"No quiero que tengas un rollo normal".

"¿Por qué no?"

Frunzo el ceño.

"Sí quieres".
Página 335 de 982
"Eso es diferente".

"¿Cómo es?"

"Bueno..."

Se encoge de hombros como si buscara las palabras


adecuadas.

"Para mí es sólo sexo, y tú no eres así".

"¿Cómo lo sabes? Hace una semana pensabas que era una


adúltera comprometida".

"Me pregunto por qué".

Ensancha los ojos.

"Bueno, no veo otra opción. No quiero un novio, no quiero


enamorarme, pero echo de menos el sexo".

Sus ojos se desvían hacia mí.

"Sé lo que estás haciendo".

"¿Qué?"

Página 336 de 982


"Quieres que te ofrezca mi polla para tu uso personal. Eso
no va a pasar, Juliet".

"¿Qué?"

Actúo horrorizada. Eso es exactamente lo que quiero.

"No seas ridículo, somos vecinos".

Miro por la ventana mientras actúo despreocupada. Él


tuerce los labios mientras mira por el parabrisas.

"De todos modos" -me encojo de hombros- "lo solucionaré.


Joel cree que es una buena idea".

Sus ojos se desvían hacia mí.

"¿Has hablado de esto con él?".

"Estábamos hablando de sexo y salió el tema".

"¿Estabas hablando de sexo con tu puto diseñador de


interiores?" –ladra.

"¿Por qué no?" –Le respondo bruscamente.

"Ahora lo estoy hablando contigo".

Página 337 de 982


"Eso es diferente".

"¿Por qué es diferente?"

"Porque sí".

Mueve la cabeza mientras busca las palabras adecuadas.

"Tuvimos una cita y nos besamos y esas cosas".

Sus ojos me miran.

"Despídelo. Que no vuelva a tu casa. Jamás".

Pongo los ojos en blanco.

"No nos enrollamos. Fingimos hacerlo, Henley".

Él entrecierra los ojos mientras mira hacia la carretera.

"En fin".

Le sonrío dulcemente. Pongo mi mano en su grueso muslo.

"No pasa nada. Ya se me ocurrirá algo".

"¿Qué ha dicho?"

Página 338 de 982


"¿Qué dijo quién?"

"Cuando le dijiste a ese gilipollas que querías una situación


de amigos con derecho a roce, ¿qué dijo?".

"Me dijo que si alguna vez se lo pedía, estaría más que feliz
con ese arreglo".

"Apuesto a que sí" –se burla.

"No voy a pedírselo" –añado.

"Tengo que trabajar con él. Sería raro".

Intento salir del agujero.


Mierda, ahora sí que voy a tener que despedir a Joel.
Henley no puede volver a verle.

"De todos modos" –Le aprieto el muslo.

"No es tu problema. Probablemente te estás guardando para


cuando llegue el amor de tu vida. Y tú también deberías
hacerlo".

Su mandíbula tics de ira, y yo rodar mis labios para ocultar


mi sonrisa. Es un milagro que mi nariz no mida treinta
centímetros, con todo lo que miento.
Conducimos el resto del trayecto en silencio.
Página 339 de 982
En secreto, me felicito a mí misma por haber seguido el plan
y haber sido tan valiente. Y él probablemente esté pensando
en cómo meterme en la bolsa para cadáveres.
El coche entra en la entrada circular y los porteros se
apresuran a abrirnos las puertas.

"¿Vamos a salir de aquí?"

"Sí" –murmura distraído.

Le pasa las llaves a uno de los porteros.

"Tenga cuidado con él, por favor".

"Por supuesto, señor. Le llevaremos las maletas a la


habitación".

"Gracias".

Henley me coge de la mano y me lleva por el vestíbulo. El


hotel es lujoso y exagerado, con mármol por todas partes.

"Dos habitaciones a nombre de Henley James, por favor."

"Sí, señor".

La conserje sonríe. Sus ojos se detienen demasiado en


Henley y siento un nudo en el estómago de celos.
Página 340 de 982
Me está cogiendo de la mano, ¿sabes?
Vaya, qué gente.
Teclea en el ordenador y me pasa dos llaves.

"Aquí tiene, dos habitaciones, como pidió".

"Gracias”.

"Que tenga una buena estancia."

Henley me lleva al ascensor, entramos y nos volvemos


hacia las puertas.

"Te estaba mirando" –susurro.

Enarca una ceja sin impresionarse.

"No lo creo".

"Lo sé”.

"¿Cómo sabes lo que es mirarme?" –murmura secamente.

"Tú no lo haces".

Suelto una risita.

"¿Te molesta?"
Página 341 de 982
"No”.

"Sí te molesta".

"Es que no entiendo por qué le dirías a un diseñador de


interiores que quieres amigos con derecho a roce".

"Porque quiero, Henley".

"Te compraré un vibrador."

"Bien."

Levanto las manos en señal de rendición.

"No debería haber dicho nada. No sé cómo dejarlo más


claro: Necesito un hombre que se ocupe de mis
necesidades. Nada más y nada menos. Estás interpretando
demasiado".

Sus ojos oscuros se posan en mis labios y luego, como si


recordara dónde está, vuelve a mirar hacia las puertas; su
rostro es solemne.

"¿Cuándo volverás a verle?"

"¿A quién?”

Página 342 de 982


"El diseñador" –escupe.

"Dios mío, ¿quieres dejarlo?" –susurro enfadada.

Llegamos a nuestra planta y caminamos por el amplio y


lujoso pasillo. Me pasa una llave.

"A las seis".

"Ajá".

"Iré a buscarte".

"Vale".

Nos miramos fijamente; un sentimiento tácito corre entre


nosotros. Él está luchando con los celos y quiere explotar, y
tengo que decir que me apetece totalmente.

"Nos vemos a las seis”.

Se adelanta, obligándome a retroceder.

"¿Qué llevarás puesto?"

"Ropa".

"Qué vergüenza."
Página 343 de 982
Me encanta cuando es travieso.
Me giro hacia la puerta.

"Adiós, Henley."

"Te veo a las seis".

~*~

Joder" –susurra Chloe mientras mira mi reflejo por


"
FaceTime.

"Este pobre bastardo no tiene ninguna oportunidad esta


noche".

Suelto una risita.

"Ese es el plan".

Toc, toc suena en la puerta.

"Tengo que irme... está aquí".

"Mándame un mensaje. Te quiero".

"Adiós”.
Página 344 de 982
Me miro por última vez: corsé rojo intenso, escote
pronunciado y falda vaporosa. Sonrío, contenta con lo que
veo. Este vestido ha valido cada céntimo.
Abro la puerta a toda prisa y ahí está él. El pelo oscuro y
desordenado, un traje negro y una sonrisa que podría hacer
volar el mundo.

"Hola" –me dice.

Da un paso adelante y me coge en brazos.

"Hola”.

Un toque y mis hormonas se disparan.


Sus ojos bajan por mi cuerpo y se oscurecen.

"Estás deliciosa".

Le sonrío mientras el aire cruje entre nosotros. Sin decir una


palabra, me toma la cara entre las manos y me besa. Un
suave roce de sus labios, un poco de lengua y toda una
promesa.
Dios mío.

Página 345 de 982


CAPÍTUlO 11

Henley

Sólo una probada. . .


“Henley”.

Juliet me empuja hacia atrás.

“¿Qué demonios estás haciendo?”

Sacado de mi momentánea niebla de polla, la miro.


¿Qué estoy haciendo? Joder.
Da un paso atrás y se separa de nuestro beso.
Eso ha sido un chasquido de cerebro y medio.

“Bueno, no deberías estar tan preciosa. Sólo soy humano,


Juliet. Un hombre no puede aguantar tanto”.

Me sonríe y lo siento hasta la punta de la polla.


Sin poder evitarlo, la tomo en mis brazos.
Página 346 de 982
“Deberíamos practicar más los besos”.

Sonríe.

“¿Deberíamos?”

Mis labios se posan en los suyos y una oleada de deseo me


recorre por dentro. Volvemos a besarnos y cierro los ojos
mientras la atraigo hacia mí.
¿Qué tiene esta mujer? Cada caricia se magnifica.
Nos besamos una y otra vez, y doy un paso adelante,
inmovilizándola contra el mostrador.
Pum, pum, pum palpita mi polla.
Quiero más.

“Ya basta”.

Rompe el beso y se separa de mí.

“¿Qué? Aún no hemos empezado”.

“Esto es una cita falsa, Henley; no necesitamos practicar


besándonos en privado. Creo que los dos sabemos que ya
lo tenemos perfeccionado”.

La miro fijamente. Sin sangre para ello, a mi cerebro le


cuesta funcionar.

Página 347 de 982


“Vale.”

Contrólate.
Me paso las manos por el pelo. Mis ojos bajan por su cuerpo
exuberante en ese vestido rojo. Y juro que estoy a dos
segundos de estallar. Lo cual no está en el plan.

“Deberíamos irnos” –le digo.

“Vale”.

Mis ojos se posan en sus labios y los imagino alrededor de


mi polla. Siento que me endurezco hasta un nivel casi
doloroso. Ella los lame a cámara lenta, y yo me aprieto
como si lo sintiera. Levanto los ojos para mirarla.

“¿Va todo bien?” –susurra.

Se pasa las manos por los pechos y baja hasta sentarse en


su cintura. Mueve las caderas juguetonamente.

“¿Henley?”

¿Está jugando conmigo?

“Estoy bien” –respondo secamente.

“Deberíamos irnos”.
Página 348 de 982
“De acuerdo”.

Abro la puerta y ella pasa a mi lado; la sigo por el pasillo con


los ojos puestos en su culo. Me imagino inclinándola y
dándosela por detrás. No necesitaría practicar. Ya sé lo que
tengo que hacer.
Entramos en el ascensor y me coge la mano.

“Estoy deseando que llegue esta noche”.

Sonríe despreocupadamente.

“Yo también” –miento.

No tengo ningún interés en el evento de esta noche. Sólo


vamos para tener una razón legítima para tocarla.

“Nuestra segunda cita falsa”.

Me sonríe. Sonrío y, a cámara lenta, me lleva la mano a los


labios y me besa el dorso con ternura. Me siento incómodo.
No hagas eso.

“Me comeré todo el postre esta noche”.

Sonríe despreocupadamente.

“Me pregunto cuál será el plato principal”.


Página 349 de 982
Vuelve a besarme la mano, completamente distraída.

“Espero que podamos pedir lo que queramos. Tengo antojo


de carbohidratos”.

La miro fijamente mientras las paredes se cierran a mi


alrededor. Esto parece muy real, como una cita. Su aspecto.
Cómo me siento.

“Deberías comer proteínas” –murmuro.

Se ríe y me da un codazo en el hombro. Le devuelvo el


codazo. Me da otro codazo.

“Juliet, no tientes a la suerte o te encontrarás follando en el


vestíbulo de este hotel”.

Se ríe.

“Ya te gustaría”.

La verdad es que sí.


Me aclaro la garganta, molesto por la reacción de mi cuerpo
ante ella.

“Una cita es una cita, y todos los derechos de las citas


deben estar disponibles”.

Página 350 de 982


“¿Qué?”

Se ríe.

“¿Así que crees que porque estamos en una cita falsa


podríamos realmente tener sexo esta noche?”.

“Quién sabe”.

“Hen…”

Se pone de puntillas y me besa suavemente. Mis manos


instintivamente rodean su cintura.

“Estoy buscando algo más regular”.

“¿Con él?”

“No, con él no”.

“¿Entonces con quién?”

“Con alguien con quien tenga química”.

La miro fijamente, eligiendo sabiamente mis próximas


palabras.
Las puertas del ascensor se abren y, afortunadamente, me
cortan el paso.
Página 351 de 982
Cogidos de la mano, salimos por el vestíbulo y nos dirigimos
a la calle. Ella no para de hablar mientras mi mente va a mil
por hora. No me siento bien. No estoy en mi juego. Algo va
muy mal en esta foto.
No.
Abortar misión.
No habrá sexo con Juliet Drinkwater bajo ninguna
circunstancia.
Quítalo de la mesa, ahora mismo.
Es mi vecina de al lado, joder.
Lo único que seguro saldrá de esto es un alboroto vecinal.
Pasamos por delante de un escaparate; es una torre de
flores frescas, y ella se detiene a mirarla.

“Hen, mira qué bonito”.

Desliza el brazo por debajo de la chaqueta de mi abrigo y


me rodea con él. Me estrecha como si fuera lo más natural
del mundo. Lo inquietante es que lo parece.

JUlIeT

Siento que Henley se endereza bajo mi brazo y se separa


de mí. Le miro interrogante.
Página 352 de 982
“¿Qué?”

“¿Qué, qué?” –responde secamente.

“¿Por qué acabas de hacer eso?”

“¿Hacer qué?”

Se queda mirando el escaparate, aparentemente molesto.

“No importa”.

“¿Aún quieres tomar algo antes de irnos?” –Le pregunto.

“Si quieres”.

“¿Adónde vamos?”

Mira hacia la calle.

“Allí hay un bar”.

“Tiene buena pinta”.

Nos dirigimos al bar y tomamos asiento en la mesa que hay


junto a la ventana. Es ecléctico y malhumorado, con una
enorme barra en el centro.

Página 353 de 982


“¿Te apetece una copa?” –me pregunta.

“Sí, por favor”.

Levanta una ceja impaciente.

“¿Cómo por ejemplo?”

Atrás queda el hombre juguetón y susceptible que había


antes. El Sr. Mercurial está ahora en su lugar.

“Un margarita, por favor”.

Momentos después vuelve con dos bebidas, un margarita


para mí y un líquido ámbar para él.

“Oh, ¿qué es eso?” –le pregunto mientras se sienta a la


mesa.

“Whisky”.

“No me imaginaba que te gustara el whisky”.

Se le ilumina la cara de diversión.

“¿Qué pensabas que bebería?”.

Tuerzo los labios mientras pienso.


Página 354 de 982
“La sangre de los niños pequeños”.

Se ríe entre dientes.

“Tentador”.

“En realidad, en cuanto a alcohol, supongo que


Jägerbombs”.

“¿Y eso por qué?”

“Explotas”.

“¿Cuándo he explotado?”

“Cuando mi perro ladra o hace un desastre”.

“Ah, sí, Barry el chucho.” –Sonríe.

Sonrío y bebo un sorbo de mi margarita.

“Esto está bueno, y no lo digas así”.

“¿Decir qué?”

“Chucho”.

“Por qué no”.


Página 355 de 982
"Suena caliente".

Sonrío.

"Me hace cosas. Me da hormigueos".

"Chucho" –dice.

Sonrío bobaliconamente.

"Deberías poner eso en tu perfil de Tinder".

"¿Qué?" –se burla.

"Sueno sexy cuando digo la palabra chucho".

Ensancho los ojos y él se ríe. Siento que vuelve un poco de


nuestra química.

"En realidad, es una buena idea" –le digo.

"¿Qué es una buena idea?" –pregunta.

"Puedes ayudarme a escribir mi perfil de Tinder de amigos


con beneficios".

"No".

Página 356 de 982


Pone cara de disgusto.

"¿Por qué no?"

"Porque es la idea más ridícula que he oído nunca, por eso.


Tendrás a todos los maníacos sexuales raros del planeta
solicitándolo".

"Uno puede esperar."

Sonrío mientras bebo. Pone los ojos en blanco.

"No va a funcionar, ¿sabes?".

"¿Qué no va a funcionar?”

"No vas a poder hacerlo. Te vas a enamorar".

¿Sería eso tan terrible?

"No, no lo haré" –miento.

"Sé cómo son las mujeres como tú, Juliet."

"Oh, por favor."

Pongo los ojos en blanco.

Página 357 de 982


"¿Ahora sí?"

Doy un sorbo a mi bebida.

"Para que conste, ya he tenido antes una situación de


amigos con beneficios, y fue perfecta".

"¿Cuándo?”

"En la universidad” .

"¿Con quién?"

"Con mi compañero de piso” .

Me mira como si estuviera perplejo. ...o tal vez porque se da


cuenta de que estoy mintiendo. Bueno, en realidad no estoy
mintiendo. Tuve relaciones sexuales con mi compañero de
piso unas cuantas veces en la universidad, pero luego se
volvió espeluznante, me entró el pánico y me mudé... así
que sí, algo así como amigos con beneficios que se
convierten en asesinos en serie.

"¿Cuánto tiempo estuviste con él?" -me preguntó.

"Unos meses”.

"¿Cómo terminó?"
Página 358 de 982
"Decidimos mutuamente que no queríamos seguir
haciéndolo".

"No me lo creo ni por un segundo: ningún hombre


renunciaría a acostarse contigo".

"Tal vez soy una mierda en la cama."

Cállate. ¿No se supone que le estás vendiendo el sueño,


tonta?

"Todo lo contrario."

Sus ojos sostienen los míos, y el aire se arremolina entre


nosotros.
Ha vuelto.

"¿Y qué quieres de tu hombre?" –murmura.

Mierda... piensa en una respuesta caliente, ¡y rápido!

"Me gusta que me desafíen sexualmente".

Sus ojos se oscurecen.

"A ti... . ."

Simplemente dilo.
Página 359 de 982
"Por eso me interesaba hacer esto de los amigos con
beneficios contigo".

Se lleva el dedo índice a un lado de la cara mientras se


apoya en la mano.

"Continúa”.

"Bueno..."

Hago una pausa mientras intento expresarme


correctamente.
No la cagues.

"Dijiste que no buscabas una relación".

"Correcto".

"Te gusta dominar en el dormitorio".

Me mira fijamente un instante antes de responder:

"Te encariñarás".

Doy un sorbo a mi bebida.

"Creo que si alguien se va a encariñar, serás tú".

Página 360 de 982


"Te aseguro que no seré yo".

Pobre iluso.

"Bien".

Sonrío.

"Eso lo arregla todo".

"¿Qué cosa?"

"Vas a ser mi amigo con derecho a roce. No hay razón por la


que no podamos tener un acuerdo de negocios".

Su cara se ilumina de diversión mientras escucha. Su dedo


índice sigue subiendo por el lateral de su cara mientras se
apoya en su mano.

"No".

"Sí."

"No, Juliet. No voy a negociar un negocio de fluidos


corporales contigo".

Es hora de jugar duro.


Me acerco y acerco mi boca a su oído.
Página 361 de 982
"¿Estás intentando decirme que no te gustaría que estuviera
de rodillas chupándote la polla?" - susurro.

Sus ojos se oscurecen.

"En absoluto".

Mentiroso.

"Me gusta tragar, ¿sabes?".

Me sostiene la mirada y algo me dice que estoy jugando con


fuego.

“Sé que lo haces” –murmura.

Cada célula de mi cuerpo me grita que pare, diciéndome lo


irresponsable y estúpido que es esto. Quiere sexo sin
condiciones. Me lo dice a la cara. Pero sé que en el fondo le
gusto, aunque sólo sea un poco, aunque sólo sea una
noche. No puedo dejarlo pasar sin ver lo que hay entre
nosotros. Sé que puedo manejar esto.

“Me gusta cómo me haces sentir, Henley”.

Sus ojos se posan en mis labios.


Joder, acostarme con él va a ser un gran arrepentimiento o
un gran logro.
Página 362 de 982
En cualquier caso, un desamor definitivo.
Deslizo mi mano por su musculoso cuádriceps.

“Podrías saltar la valla en mitad de la noche y hacer lo que


quisieras con mi cuerpo sin que nadie se enterara”.

Sus ojos se encienden y sé que se lo está imaginando.

“Eso no va a pasar” –susurra distraído.

Intento pensar con calma.


Ofrezco algo que sé que él quiere.
Me vuelvo a acercar y le rozo con los dientes el lóbulo de la
oreja.

“¿Quieres que te lo suplique?”.

La puerta se abre de golpe y nos besamos, con las lenguas


explorándose, las manos en el pelo y una química fuera de
lo común. Nos quitamos los zapatos, su chaqueta sale
volando y los labios de Henley se pegan a los míos mientras
me lleva hacia la cama. Ni siquiera hemos llegado a lo de su
trabajo, y creo que he encontrado su único punto débil.
Hablar sucio. Unas cuantas cosas depravadas susurradas al
oído de Henley James, y su polla estaba tan dura que casi
rasgaba sus pantalones de traje.

Página 363 de 982


“Quítatelo” –murmura contra mis labios mientras tantea los
lazos de mi vestido.

Le desabrocho los botones de la camisa y se la arranco por


los hombros. Mis ojos recorren su cuerpo cincelado, bajan
por sus abdominales hasta el rastro de vello oscuro que
desaparece dentro de sus pantalones.
Está tan bueno que no puedo soportarlo.
Me aparta de sí y empieza a desabrocharme el corsé.

“Quítate esa puta cosa” –susurra.

Me lo quita de un tirón y sonrío a la pared.


Está desesperado por desnudarme.
Se pone manos a la obra para desabrocharme el vestido. Si
supiera que antes tuve que llamar a la limpiadora del hotel
para que me lo pusiera. No fue uno de mis mejores
momentos, pero tenía fe en que el vestido valdría la pena, y
resulta que así ha sido.
Me baja el vestido por las caderas y me coge de la mano
para ayudarme a quitármelo. Sus ojos bajan por mi cuerpo y,
cuando suben a mi cara, están llenos de deseo.
Mi corazón da un vuelco. Creo que nunca nadie me había
mirado así.
No te metas, corazón. Esta noche no es asunto tuyo, y no te
hagas ilusiones. Esto es sólo una misión de información
física.
Se arrodilla y me besa a través de las bragas.
Página 364 de 982
Me tiembla la respiración mientras lucho por respirar. Sin
decir nada más, me las baja por las piernas y me las quita.
Me mira desde el suelo y, de repente, el ambiente de la
habitación ha cambiado, ya no es desesperado y cachondo.
Hay un silencio, un profundo dolor y anhelo.
Puede que incluso entienda que esto es más… o puede que
sólo sea una ilusión mía.
Se levanta y sus labios se posan en mi clavícula. Me besa
lentamente el cuello mientras me desabrocha el sujetador.
No puedo hilvanar dos palabras, así que me quedo callada y
dejo que me guíe. La reacción de mi cuerpo ante él es de
otro mundo. Es como si sintiera que algo se mueve en lo
más profundo de mi ADN, un anhelo nunca satisfecho, mil
pieles de gallina, un millón de sentidos que despiertan de un
sueño dormido. Extiende el brazo por el costado y deja caer
mi sujetador al suelo de forma dramática, y yo permanezco
de pie ante él, desnuda y vulnerable. Sus ojos recorren mi
piel, bajan por mi sexo y suben hasta posarse en mis
pechos mientras contengo la respiración.
Di algo.

"Eres más guapa de lo que recordaba" –murmura cuando


sus ojos se encuentran con los míos.

"Y créeme, he recordado mucho ese momento".

Ahí está: un destello de suavidad.

Página 365 de 982


"Te necesito desnudo" –susurro.

Extiende las manos.

"Soy toda tuyo".

Mío.
Me acerco y le paso las manos por el pecho, y si no me
equivoco, él tampoco respira. Me inclino y le beso el pecho
mientras sube y baja. Pongo la mano sobre su corazón y
siento cómo se acelera bajo mis dedos. Mis ojos lo buscan.
¿Qué demonios está pasando aquí?
Concéntrate.
Le desabrocho la hebilla del cinturón y se lo quito de los
pantalones. Y luego le desabrocho el botón y la bragueta.
Dios mío... el corazón me martillea en el pecho.
¿Había estado alguna vez tan nerviosa?
Le bajo los pantalones y veo sus calzoncillos blancos.
Bronceado y tonificado, sus abdominales y los gruesos
músculos de sus cuádriceps son tan masculinos.
Nunca había visto un hombre tan viril.

"Todo" –jadea.

Levanto los ojos. Así es, se supone que debería estar


desnudándolo, no aquí de pie mirando en mi propia tierra de
fantasía.

Página 366 de 982


"Me tomo mi tiempo" –susurro mientras beso suavemente
sus labios carnosos.

Sus ojos se cierran mientras se pierde en el momento. Y


maldita sea, no me importa cómo vaya el sexo. La noche ya
es perfecta.
Le bajo los calzoncillos y se me corta la respiración.
Joder. Está enorme y duro. La cabeza hinchada de su polla
está brillante y roja, supurando pre-eyaculación.
Es una polla preciosa.
Sin poder evitarlo, me inclino y le lamo la pre-eyaculación de
la punta. Me la meto en la boca y la deslizo por mi garganta.
Casi se le doblan las rodillas.

"Sabes tan bien" –susurro a su alrededor.

Sus manos me apartan el pelo de la cara con ternura


mientras me mira.
Aprieto las piernas para intentar controlar mis impulsos.

"Basta" –murmura antes de ponerme en pie.

"Te necesito”.

Me acerca a un sillón en la esquina de la habitación.

"Necesito que estés aquí".

Página 367 de 982


Frunzo el ceño.

"No tienes ni idea de lo mucho que se me ha grabado en el


cerebro cuando me montaste la otra noche en ese sillón".

"¿Lo quieres así?".

Asiente, se acerca a su traje, saca un condón del bolsillo y


se sienta. Le miro fijamente mientras mi cerebro falla.

“Pero…”

“No quiero preliminares. Esta vez no”.

Levanto las cejas, sorprendida.

“Quiero sentir cómo luchas por abarcar cada centímetro”.

“Oh.”

Joder, son muchos centímetros.


Se pone el condón y me tiende la mano para ayudarme a
subir sobre él. Luego, en otro movimiento inesperado,
coloca mis piernas sobre los brazos del sillón.

“Yo . . .”

Página 368 de 982


“¿Tu qué?–Me pregunta en voz baja mientras me aparta el
pelo de la cara.

No estoy de rodillas. No tengo palanca ni red de seguridad.

“Así no tengo control. ¿Y si…?”

“¿Y si te hago daño?”

Asiento con la cabeza.


Me besa suavemente, su lengua surca lentamente mis
labios abiertos.

“Te haré daño, Juliet”.

Vuelve a besarme.

“Pero es un buen dolor”.

Sus labios se detienen sobre los míos.

“Es un dolor que necesito”.

Lo miro fijamente, confundida, excitada y completamente


aterrorizada. Ni siquiera se trata del dolor. Es el hecho de
que quiera excitarse con él.
Nuestro beso se hace más profundo y, una vez más, se
apodera de mis pensamientos.
Página 369 de 982
“¿Puedes hacer eso por mí, nena?” –susurra.

Nena.
Asiento nerviosa. Haría cualquier cosa para que volviera a
llamarme así.

“De acuerdo”.

Me levanta y coloca la cabeza de su polla en mi entrada. Es


como un muro de cemento. No cede en absoluto. Su
tamaño me ha asustado.

“Relájate” –me susurra.

Su voz es suave, engatusadora.

“Trabaja hacia abajo”.

Sus labios toman los míos y yo empujo un poco hacia abajo.

“Eso es”.

Sonríe contra mis labios. Me balanceo hacia delante y él


empuja unos centímetros más. Me duele. Una punzada
aguda que me hace estremecer.

“Más despacio” –me exige con un beso fuerte.

Página 370 de 982


Me frota el sexo con saliva.
Vamos más despacio, besándonos y tomándonos nuestro
tiempo, y finalmente mi cuerpo se afloja un poco.

“Ya está, cariño”.

Afloja un poco el cuerpo y su respiración se agita.

“¿Sientes cuánto te necesito?”

“Sí”.

Asiento, porque puedo.


Nuestra necesidad combinada es casi primaria. Nos
miramos fijamente mientras él introduce otro centímetro y yo
gimo.

“Eso es” –me dice.

“Buena chica, así”.

Se lleva el pezón a la boca, rozándolo con los dientes. Sus


ojos se clavan en los míos mientras observa cómo
reacciona mi cuerpo, leyendo las señales que recibe.
Empiezo a ver estrellas. Claro, es la polla mágica, pero
también es la forma en que quería hacerlo.
Mirándonos fijamente mientras su cuerpo penetra el mío. Su
suave entrenamiento. Su tierno toque. La intimidad llevada a
Página 371 de 982
otro nivel. No es en absoluto lo que esperaba, y para ser
honesta, sé que estoy en territorio inseguro. Si es capaz de
adueñarse de mi cuerpo después de haberme penetrado
sólo hasta la mitad, no sé si sobreviviré a lo que viene a
continuación.
Se desliza más y me estremezco, estirada a un nuevo nivel.

“Hen” –gimoteo.

“Lo sé”.

Su beso se vuelve más agresivo mientras lucha por


controlarse.

“Tan jodidamente bueno. Puedo sentir cada músculo de tu


interior”.

Me agarra las nalgas y tira de ellas para separarlas; me


deslizo un poco más hacia abajo y me da un coscorrón.

“Aah” –grito.

“Shh” –me tranquiliza.

“Tienes que relajarte”.

“Eres muy grande” – me disculpo.

Página 372 de 982


“Y tú estás tan apretada”.

Me sonríe maravillado.

“Encajamos a la perfección”.

Nos miramos fijamente y siento un calor que me recorre. Es


como miel líquida, dulce y sensual. Nada que ver con lo que
se supone que va a ser esta noche.
Me pasa la palma de la mano por el bajo vientre. Me
presiona el clítoris con el pulgar, hace círculos con la presión
justa y sonrío contra sus labios.

"Sí".

Muevo las caderas.

"Así”.

Sigue haciendo círculos mientras respiramos con dificultad.


Nuestros cuerpos están desesperados por recibir la follada
que se merecen. Empujo con fuerza y me detiene.

“Más despacio” –me exige.

“Te vas a hacer daño”.

“Hen” –gimo en su boca.


Página 373 de 982
“Necesito más”.

“Y lo tendrás”.

Vuelve a separarme las mejillas y se desliza lentamente


hasta la empuñadura. Estoy tan llena y tensa que mi cuerpo
se agita alrededor del suyo, medio en pánico, medio en
éxtasis. Nos miramos fijamente, con el corazón acelerado.
Me pasa los brazos por debajo de los muslos y me los
levanta. En este ángulo estoy completamente a su merced.
Mis manos se apoyan en sus fuertes hombros mientras me
sostengo. Nunca había tenido una experiencia sexual como
ésta, y no utilizo la palabra experiencia a la ligera. Es obvio
que él tiene mucha y yo casi ninguna. Ahora me doy cuenta
de que mis anteriores amantes eran un poco vainilla.
Me levanta y me hace caer sobre él con un fuerte chasquido
que me deja sin aire en los pulmones. Mi cuerpo reconoce
por fin lo que se supone que debe hacer, y siento una
oleada de humedad.

“Eso es”.

Sonríe al sentir que por fin llega la lubricación.


Me levanta de nuevo y se desliza hasta el fondo, hasta el
fondo. Pierde el control. Me levanta y empieza a
cabalgarme, sus caderas se elevan al encuentro de las
mías, más despacio al principio y luego hasta llegar a
bombeos profundos y castigadores, de esos que te hacen
Página 374 de 982
poner los ojos en blanco. El sonido de nuestras pieles al
chocar resuena en toda la habitación. Grito mientras
empiezo a entrar en barrena.

“Todavía no”.

Me levanta más y más, sus caderas trabajan a ritmo de


pistón, desesperado por el orgasmo que le pide su cuerpo.
Me aprieto mientras me corro con fuerza, y él se sujeta
hasta el fondo, y siento la dura sacudida de su polla.
Jadeamos mientras nos miramos fijamente.
Entre nosotros corre una claridad hermosa y perfecta, algo
extraño y nuevo.
Aprieto su hermoso rostro con la mano. Sus ojos están
desorbitados. Su cuerpo sigue dentro del mío, pero noto que
se separa de mí a cada segundo.
Le entra el pánico…
Sin mediar palabra, me levanta y me tira sobre la cama. Se
quita el condón y lo tira a la basura. Luego se mete entre
mis piernas y las abre. Me lame ahí, con los ojos cerrados
por el placer, y yo me estremezco y tiemblo, con el cuerpo
aún reaccionando al orgasmo que acabo de tener. Luego
me come como si fuera su última cena. Su barba me quema
la piel. Sus manos están por todas partes, y tengo la
sensación de que me está bloqueando. El instinto se ha
apoderado de él. Ahora alimenta su cuerpo, yo ya no tengo
nada que ver. Me lame más y más profundamente, y aah. . .
¿Qué demonios está haciendo?
Página 375 de 982
Acabamos de tener sexo. Esto es pervertido. Pero no lo es,
ni siquiera cerca. Esto es sucio y caliente, como sabía que
sería. Me lleva allí de nuevo, lamiéndome hasta que no
puedo más, hasta que me retuerzo en la cama. Y entonces
me pone de rodillas y me levanta las caderas de un tirón.
Oigo cómo se rompe el envoltorio del preservativo, me
agarra del pelo y me tira de la cabeza hacia atrás mientras
me penetra con fuerza. Casi se me doblan las rodillas y me
da una palmada en el culo.

"Ponte de rodillas y cabalga esta puta polla. Aún no he


terminado contigo".

Me mete el pulgar en el culo.

"Mi sucia chica de al lado".

La excitación me recorre y sonrío. Sin duda, la mejor noche


de mi vida.

~*~

me despierto con sueño y tiendo el brazo hacia Henley. La


cama está vacía y miro alrededor de la oscura habitación de
hotel.
¿Está en el baño?
Página 376 de 982
"¿Hen?" –Le llamo.

No contesta.
Me incorporo.

"¿Henley?"

Silencio.
La energía es diferente.
A la mierda. Se ha ido.
Alargo la mano y cojo mi teléfono para comprobar la hora:
las 6:00 a.m.
¿Se fue anoche después de que me fuera a dormir?
Me dejó tirada en el sillón. Luego tuvimos sexo duro. Luego
nos duchamos y, de alguna manera, eso también se
convirtió en sexo y, finalmente, rodamos hasta la cama
agotados. No recuerdo mucho después de eso, pero sí
recuerdo que me abrazó mientras me dormía.
Mierda.
Salgo de la cama y voy al baño. De vuelta a la cama, veo
una nota garabateada en la mesilla de noche.

Me he ido al gimnasio, vuelvo pronto. X

El alivio me invade. Vale... solo está en el gimnasio y me ha


dejado una nota. Crisis resuelta.
Me tumbo en la cama y sonrío bobaliconamente al techo.
Anoche fue la experiencia sexual más increíble de mi vida.
Página 377 de 982
Es tan... Guau. Me siento saciada y viva. Y maldita sea,
quiero más. Henley James es una droga adictiva.
Sé que no está en el gimnasio. Está visitando a su padre,
siendo el hombre maravilloso que sé que es en el fondo.
Volverá pronto.
Joder, volverá pronto, y yo parezco un animal atropellado.
Tengo que ser irresistible de ahora en adelante.
Me levanto de un salto y me meto en la ducha. Es hora de
volver a mi plan difícil de conseguir.
Concéntrate, zorra.

~*~

"¿ Otro café?" –pregunta la camarera.


"Me encantaría. Gracias" –Sonrío.

Miro el reloj. 7:45 a.m. ¿Dónde está? Estoy sentada en el


restaurante del hotel, intentando hacerme la difícil. Estoy
esperando a que me llame para ver dónde estoy cuando
vuelva. Será mejor que me llame.
¿Y si este plan sale mal y se va sin mí?
No lo hará. No lo hará. Si quiero más de este hombre, tengo
que hacerle creer que no estoy apegada y pegajosa. Pero
justo en este momento, me siento una asesina en serie
apegada a él.
Página 378 de 982
Mi teléfono emite un mensaje.

¿Dónde estás?

Sonrío. Le respondo.

Estoy desayunando en el restaurante. ¿Me acompañas?

Encojo los hombros como un niño pequeño.


Todo va según lo previsto.

Vale, hasta pronto.

Abro mi periódico de atrezzo y, con el corazón latiéndome


en el pecho, me preparo para la batalla.
Diez minutos más tarde.

"Hola".

Levanto la vista y veo al Sr. Precioso deslizándose en el


asiento de enfrente. Quiero saltar y besarle, abrazarle tan
fuerte que reviente, pero no lo haré.

"Hola".

Sonrío despreocupadamente. Vuelvo a centrar mi atención


en el periódico.

Página 379 de 982


"¿Qué tal el gimnasio?"

"Estuvo bien".

Mira a su alrededor.

"¿Es un bufé o vamos a pedir?".

"Ya he comido" –miento.

"Tenía hambre".

"Ah."

"Si quieres, te acompaño mientras comes".

Levanto la vista del periódico como si fuera una molestia.


Frunce el ceño antes de ocultarlo.

"No dejes que te entretenga".

"No, no”.

Miro el reloj.

"Tengo media hora".

Sus ojos se clavan en los míos.


Página 380 de 982
"¿Antes de qué?"

"Me voy de compras. Mis amigas han quedado conmigo.


Tenemos planeado un día completo".

"¿En serio?"

Entorna los labios como si estuviera molesto.

"No esperarías que me fuera a casa contigo, ¿verdad?".

Su mandíbula hace un tic de enfado.

"En absoluto”.

La camarera se acerca.

"¿Puedo tomarle nota, señor?".

"Sí”.

Mira el menú.

"Quiero el desayuno grande, por favor, con un café con


leche y un zumo de naranja".

"Claro”.

Página 381 de 982


Garabatea su pedido y nos deja solos.
Sigo leyendo el periódico y noto los ojos de Henley clavados
en mí.

"No hace falta que te quedes" –dice.

"De hecho, podría irme. Tengo mucho que hacer".

Doblo el periódico por la mitad y bebo lo que me queda de


café. Sus ojos se clavan en los míos. Me muerdo la mejilla
para no sonreír.

"Fuiste un gran polvo".

Parpadea, sorprendido.

"Hasta la próxima, señor James".

Le mando un beso y, sin decir nada más, me alejo; noto sus


ojos en mi espalda y me entran ganas de saltar y dar
puñetazos al aire.
Ha sido tan guay que no puedo ni soportarlo.
Que empiecen los juegos.

Página 382 de 982


CAPÍTUlO 12

entro en la cafetería, sonrío y saludo con la mano cuando


veo a Chloe esperándome en la mesa. Me acerco de un
salto.

"Hola" –Sonrío.

"Hola" –Me sonríe.

"Parece que te han follado bien".

"Ni de lejos".

Suelto una risita y me dejo caer en el asiento.

"De hecho, me han follado espectacularmente".

Se ríe y levanta la mano para chocar los cinco.

"Sí".

"Sus cafés".

Página 383 de 982


La camarera sonríe y los deja sobre la mesa.

"Gracias.

"¿Y?"

Chloe abre los ojos.

"Cuéntamelo todo".

"Dios mío".

Suspiro soñadoramente.

"Imagínate la mejor noche de toda la historia, y eso es lo


que tuve. Él es... increíble".

"¿Qué, bueno en la cama?"

"Bueno en todo, y es sensual y sexual y colgado como un


caballo y, gah. . . Soy adicta".

Chloe tuerce los labios mientras me mira.

"Creía que era sólo una misión de inteligencia".

"Lo era... lo es" –me corrijo.

Página 384 de 982


"Espera un momento: dijiste que sólo querías ser su amiga
con derecho a roce".

"Así es" –miento.

"Pero. . . Voy a ver qué pasa".

Pone los ojos en blanco.

"Hagas lo que hagas, no te enamores de él. Está


emocionalmente jodido, y lo último que necesitas es un
hombre con un equipaje colosal".

"Lo sé, yo no-".

"Ya veremos".

Le da un sorbo a su café.

"¿Así que seguiste con nuestro plan esta mañana?"

"Sí. Estaba fría como el hielo".

Chloe levanta su taza de café hacia mí como un saludo


silencioso.

"¿Y qué hizo?"

Página 385 de 982


"Estaba demasiado conmocionado para hablar".

Me encojo de hombros.

"Creo" -lo contemplo un momento- "al menos espero que


fuera por eso por lo que no hablaba".

Me encojo de hombros.

"De todos modos, le dije que tenía planes y, cuando me iba,


le dije que era un gran polvo".

Chloe se atraganta con su café.

"¿Le dijiste qué?"

"Que estaba diciendo la verdad".

Me río.

"Era un gran polvo. El mejor, de hecho".

Chloe se ríe a carcajadas.

"Tío, ahora estoy viviendo a través de ti".

Nos quedamos en silencio mientras nos tomamos el café.

Página 386 de 982


"Entonces, ¿cuál es el siguiente paso?" –Chloe pregunta.

"Burlar la polla".

“¿Burlar la polla?”

"Voy a ser toda sexy, pero no disponible para el sexo."

"Sí, bueno, eso podría ser contraproducente."

"¿Cómo?”

"Si le abres el apetito y luego cierras el restaurante, se irá a


otro sitio a comer."

"Cierto".

Contemplo esta teoría un momento.

"Pero también sé que años de un patrón autodestructivo no


se pueden romper fácilmente. Si quiero más tiempo con él,
tengo que jugar el juego".

Los ojos calculadores de Chloe se clavan en los míos.

"Ya estás enamorada de él, ¿verdad?".

"No seas ridícula" –me burlo.


Página 387 de 982
"Estoy enamorada de él".

"No sé nada de esto".

Chloe suelta un profundo suspiro.

"Esto puede acabar muy mal. Lo noto en las tripas".

"Tranquila, yo me encargo".

Finjo una sonrisa.

"No voy a invertir".

No sé mucho sobre la vida, sobre el amor, sobre nada, en


realidad. Pero una cosa que sí sé con certeza es que no
tengo esto... ni de cerca.
Henley James me tiene a mí.

~*~

es martes y salgo a estirarme junto al buzón para correr


por la mañana. No he visto a Henley desde que salí del
restaurante el domingo por la mañana, y me estoy poniendo
un poco nerviosa. Pensé que llamaría a mi puerta trasera
mucho antes.
Página 388 de 982
¿Quizás mi cuerpo no es tan adictivo como pensaba? A lo
mejor ya se ha ido a comer a otro restaurante.
Maldita sea.
¿Por qué Chloe me dijo eso? Ahora es en lo único que
puedo pensar.

"Buenos días, Carol" –llamo.

"Buenos días, querida".

Carol sonríe. Cruza la calle hacia mí con su mullida bata


rosa y una taza de café en la mano.

"Buenos días, Barry”.

Sonríe a mi pequeño mejor amigo.


La puerta del garaje de Henley se abre lentamente e intento
no mirar.

"¿Has visto que los chicos van a hacer una hoguera el


viernes por la noche?".

"¿Qué?"

"Todos tenemos invitaciones".

"Yo no".

Página 389 de 982


Me siento un poco abatida.

"Mira en tu buzón".

Lo abro y veo la invitación, una nota escrita a mano.

Hoguera. Mi casa, viernes por la noche.


Antonio.
Uf... oh mierda, estoy trabajando.
El coche de Henley sale de su garaje, frena al pasar junto a
nosotras y baja la ventanilla.

"Buenos días, señoritas".

Instintivamente me pongo de puntillas por la emoción.

"Buenos días".

"Buenos días, querido Henley".

Carol sonríe.

"¿Cómo estás hoy, querida?"

"Mejor ahora que te he visto".

Página 390 de 982


Me hace un guiño juguetón, y lo siento hasta en los dedos
de los pies.
Entra en el asiento trasero de su coche... ¡ahora mismo!

"Que tengas un buen día".

Sonrío.

"Tu igual” –Yo sonrío.

Me mira durante más tiempo del debido y se marcha.


Carol y yo le seguimos con la mirada como las groupies que
somos.

"Qué buen hombre".

Carol sonríe al ver su coche doblar la esquina.

"Apuesto a que Taryn ya está planeando su próximo


movimiento".

Mi mirada se dirige a Carol.

"¿Qué?”

"Vino a mi casa ayer y me dijo que sabe que Henley es el


hombre para ella. Planea hacer un movimiento".

Página 391 de 982


"¿Es eso cierto?"

"Supongo que esta hoguera del viernes por la noche será la


oportunidad perfecta. Unas copas, fuego romántico y
música".

"Hmm" –respondo, distraída por los latidos furiosos que


suenan en mis oídos.

"De todos modos" -Carol se encoge de hombros- "bien por


ella, supongo".

"Sí, bien por ella".

También sería especialmente bueno para ella tener un final


espeluznante.

"De todos modos, tengo que irme".

Empiezo a correr.

"Adiós, Carol."

"Adiós, querida."

Subo corriendo la calle y doblo la esquina e inmediatamente


saco mi teléfono y marco.

Página 392 de 982


"Hola."

"Hola, soy Juliet."

"Hola, Juliet."

"Tengo que pedirte un gran favor."

"¿De qué se trata?"

"¿Puedes cubrir mi turno el viernes por la noche?"

~*~

Son las 8:00 p.m. Mi segundo turno en el hogar de


ancianos y la habitación 206 me está llamando. Y no sé por
qué. Si no se acuerda de su propio hijo, seguro que no va a
hablarme con sensatez. Pero, por alguna razón, no puedo
dejar de pensar en conocer al padre de Henley.
Llamo a la puerta en silencio.

"Adelante" –me llama una voz grave.

Asomo la cabeza por la puerta.

Página 393 de 982


"Hola".

Me mira severamente desde la cama.

"Tendrás que darte prisa; mi mujer no tardará en llegar".

"De acuerdo”.

Entro y vuelvo a colocar su jarra de agua.

"Me llamo Juliet".

"Hola”.

Sus ojos permanecen fijos en su televisor.

"¿Cómo te llamas?" –le pregunto.

"Bernard" –responde secamente.

"Encantada de conocerte, Bernard".

Limpio su habitación mientras hablo.

"¿Estás teniendo un buen día?"

"Estaba bien antes de que empezaras a parlotear e


interrumpir M*A*S*H."
Página 394 de 982
"Oh”.

Levanto la vista y veo que su televisor está en el canal de


anuncios.

"¿Te gusta la serie M*A*S*H?"

"Sí”.

Sigue mirando los anuncios.

"Será mejor que te des prisa. Caroline vendrá pronto para


llevarme a casa".

Mi corazón se hunde.

"Vale".

Limpio un poco más mientras pienso qué decir.

"¿Caroline es tu mujer?"

"Sí."

"¿Tienes hijos?"

"Un hijo y tres ángeles".

Página 395 de 982


Me quedo quieta.

"¿Ha perdido tres hijos?"

"Antes de que nacieran".

"Oh..."

Joder.

"¿Cómo se llama tu hijo?"

"Henley".

Sonrío. Recordaba su nombre.

"Tiene cuatro años".

"¿Cuatro?"

Él asiente.

"Háblame de él".

"Volverá pronto".

Sonríe con nostalgia.

Página 396 de 982


"Ahora está en un campamento".

"¿Campamento?"

Sonrío.

"¿Qué tipo de campamento es?"

"No lo sé”.

Pone los ojos en blanco.

"Caroline le lleva a esas tonterías. Él prefiere quedarse en


casa conmigo".

La tristeza se apodera de él. Su memoria a largo plazo sigue


intacta. Ha perdido la noción del tiempo. Cree que es
entonces.

"¿Cómo es Henley?"

"Es un buen chico."

Asiente con la cabeza.

"Inteligente como su madre."

"Apuesto a que lo es."


Página 397 de 982
"Puede construir Lego durante horas. Nunca has visto a un
niño concentrarse tanto tiempo".

Sonrío mientras escucho.

"Pronto volverá del campamento; construiremos algo


grande".

Asiento con la cabeza.

"Caroline viene a llevarme a casa".

Se me hunde el corazón. Nunca volverá.

"Y estoy harto de los arañazos en mi armario" –continúa.

"Tienes que hacer que alguien se ocupe de eso".

"¿Qué arañazos?".

Frunzo el ceño.

"Ese maldito gato no me deja en paz: araña y araña la


puerta para salir".

Sonrío.

"¿Quieres que lo compruebe?".


Página 398 de 982
"Más te vale" –responde serio mientras sus ojos
permanecen fijos en el canal de anuncios.

Abro la puerta del armario para seguirle la corriente y veo


una pila de álbumes de fotos.

"¿Qué son?" –le pregunto.

"Ah, son las fotos".

"¿Me las enseñas?".

Las saco y las pongo sobre la cama.


Las revisa hasta que llega a la roja. Abre la primera página.

"Esta es Caroline".

Es una foto de su boda. Se parece a Henley: los mismos


rasgos oscuros y ojos grandes.

"Es guapa".

El asiente.

"La mujer más guapa que hayas visto nunca".

Sonrío y paso la página para verla embarazada.

Página 399 de 982


"¿Va a tener un bebé?"

"Ese de ahí es Henley".

Señala su barriga. Sonrío mientras paso unas páginas más


y veo a un niño pequeño riendo en brazos de su madre.
Probablemente tenga dos años. Lleva un mono muy lindo y
el pelo oscuro rizado. Su madre lo mira con adoración.
Paso la página y veo otra foto de él sobre sus hombros,
cogido de sus dos manos e inclinándose para besar a su
padre, que está de pie junto a ellos.
Cuánto amor.
Se me encoge el corazón y de repente me emociono por
todo lo que Henley ha perdido. Parpadeo para que no se me
salten las lágrimas. ¿Por qué lloro? No quiero que Bernard
vea mis lágrimas, así que cierro el libro.

"Deberíamos hacer esto en otro momento. No quiero


entretenerte".

"De acuerdo".

Se vuelve hacia la televisión.

"Caroline vendrá pronto a llevarme a casa".

"Sé que lo hará".

Página 400 de 982


Devuelvo sus álbumes de fotos al armario, le tapo con las
mantas y le aliso las sábanas. Le lleno el vaso de agua.

"¿Te traigo algo, Bernard?"

"Deja de parlotear. Estoy viendo M*A*S*H".

Miro la televisión y veo que anuncian una fregona


maravillosa.

"Te dejo".

Me dirijo a la puerta y miro a Bernard. Está concentrado en


la televisión, totalmente absorto.
Con el corazón encogido, salgo al pasillo y vuelvo al trabajo.
A veces la vida no es justa.

~*~

miro por la ventana de mi habitación de invitados. Es


viernes por la noche y espío el patio trasero de Antony para
ver si Henley ha llegado ya. No quiero llegar antes que él,
pero cuanto más tiempo permanezco aquí, más nerviosa me
pongo. Toda la calle parece estar allí, pero hasta ahora no
se ha visto a Henley. Más vale que esté al llegar; estos
vaqueros "ven y cógeme" me han costado ciento veinte
Página 401 de 982
malditos dólares. Tal y como me ha dicho la dependienta,
llevo un sujetador voluminoso y una camiseta blanca. Llevo
el pelo recogido e intento por todos los medios ser la chica
follable de la puerta de al lado.
Vale, tengo que irme antes de que me dé un infarto.
Cojo mi botella de vino y la tabla de quesos que he
preparado.

"Deséame suerte, Bazza".

Me acerco y veo que la puerta principal de su casa está


abierta. Oigo charlas desde dentro.
Mierda.
¿Por qué estoy aquí?
Me siento muy incómoda.

"Pasa, pasa" –oigo una voz grave desde la cocina.

Antonio se encuentra conmigo en la puerta.

"Has venido".

Se ríe y me abraza.

"Gracias por invitarme".

Le tiendo mi bandeja.

Página 402 de 982


"He traído queso".

"Excelente”.

Me coge la fuente.

"Todos están atrás y las copas están en la cocina. Sírvanse


ustedes mismos. Pondré esto en la mesa".

"De acuerdo”.

"Ahí estás" –dice una voz familiar desde detrás de mí antes


de besarme la mejilla.

"Rebecca".

Sonrío.

"Gracias a Dios, estás aquí".

Me abraza y entramos en la cocina.

"Claro que estoy aquí. Tuve que venir a ver a la tetona de


Taryn hacer su jugada".

Saca dos copas y yo abro mi botella de vino.

"¿Qué quieres decir?"


Página 403 de 982
Frunzo el ceño.

"Al parecer ha estado tuneando a Henley toda la semana".

"¿Tuneando... como quien dice?".

"No sé, probablemente chupándosela, conociéndola".

La miro fijamente, horrorizada.

"Espera, ¿esto ha pasado de verdad o es especulación?".

"Especulación, por supuesto".

Ella pone los ojos en blanco.

"Pero quién sabe".

Doy un sorbo a mi vino mientras mi mente se acelera. Si le


ha tocado un pelo... se acabó. Me volveré loca.
No hay palabras para decirles lo postal que me estoy
volviendo. Y también voy a asesinarlo y enterrarlo en mi
patio trasero. La cárcel valdría la pena.
Vacío mi vaso.

"¿Otra?"

Dejo el vaso sobre la mesa.


Página 404 de 982
Los ojos de Rebecca se abren de par en par.

"¿Tienes sed?"

"Muchísima".

"Hola, chicas" –ronronea una voz sexy detrás de nosotras.

Nos giramos y Taryn entra. Con el pelo suelto y toda la cara


maquillada. Lleva un vestido rosa pálido ajustado y elástico
que no deja nada a la imaginación.
Maldita sea. Se ve increíble, ¿y por qué sus tetas son tan
buenas? Enormes y turgentes. Mis vaqueros ajustados de
repente se sienten como los de una madre.

"¿Dónde están los chicos?" –Taryn pregunta mientras mira


por la puerta trasera.

"¿Están todos aquí? Tenía tantas ganas de que llegara esta


noche".

Rebecca cruza los ojos mientras sorbe su vino, y yo me


muerdo el labio para ocultar mi sonrisa.

"Estamos aquí" –responde Rebecca.

"¿Pero qué pasa con la gente divertida?" –pregunta


distraída mientras mira hacia el patio trasero.
Página 405 de 982
"Maleducada" –dice Rebecca mientras se echa a Taryn a la
espalda, y yo agacho la cabeza para evitar reírme a
carcajadas.
¿Podría ser más obvia?

"Señoritas" –dice la voz sexy de Henley desde detrás de mí.

El mero sonido de su voz me revuelve el estómago y me


giro hacia él. Me dedica una lenta y sexy sonrisa y me
entran ganas de abrazarle.
¿Es posible echar de menos a alguien que apenas
conoces?

"Henley" –jadea Taryn de forma exagerada.

Corre hacia él y lo abraza, haciendo exactamente lo que yo


quería hacer.

"Estoy tan contenta de que estés aquí, cariño. No es una


fiesta sin ti" –arrulla.

Henley sonríe.

"Taryn."

Se levanta de sus brazos.

"Me voy atrás."


Página 406 de 982
"Iré".

Taryn sonríe mientras une su brazo con el de él.


Desaparecen por la puerta trasera.

"Vete a la mierda, Taryn" –susurra Rebecca.

"En serio, es una buitre. Si se acuesta con ella, nunca se lo


perdonaré".

Ya somos dos.

"¿Qué está pasando ahí?" –Pregunto en un susurro.

"Sé que ella lo desea. Se dice que dejó a su marido por él".

La miro fijamente, horrorizada.

"¿Así que se han acostado?".

Rebecca se encoge de hombros.

"No lo sé, seguramente no".

"Está buena".

Doy un sorbo a mi vino, distraída. Esto es un desastre.

Página 407 de 982


"No está tan buena como tú" –susurra Rebecca.

"Haz un movimiento".

"Ya lo he hecho" –le susurro.

"¿Qué?”

"Nos acostamos el fin de semana".

Los ojos de Rebecca se abren de par en par.

"Joder, cuéntamelo todo".

"Señoritas" –dice una voz masculina detrás de nosotras.

Nos giramos culpablemente para ver a tres de los militares


de pie en la cocina. Enormes y dominando el espacio.

"Hola" –chillo.

"Hola, chicos".

Rebecca sonríe.

"Ya era hora de que por fin llegaran a algo".

Se ríen entre dientes.


Página 408 de 982
"Esta es Juliet. Se acaba de mudar a la casa de al lado" –
dice Rebecca mientras me señala.

"Yo soy Mason. Estos son Austin y Scott".

Es alto, con un corte al buzz y músculos kilométricos. No es


guapo y culto como Henley, más bien del tipo "te follaré a
través de una pared de ladrillos".

"Todo el mundo está en el patio trasero" –les dice Rebecca.

"Gracias”.

Los tres gigantes salen por la puerta trasera mientras


Rebecca y yo los seguimos con la mirada.

"Carol me ha dicho que son pandilleros" –susurro.

"Dios, eso espero" –susurra Rebecca.

"¿Te imaginas cogerlos a los tres a la vez?".

Tengo una visión de ellos usando mi cuerpo para su placer.

"No lo hagas, me hace revolotear" –susurro.

Rebecca suelta una risita.

Página 409 de 982


"Todavía no me has llamado para ese café".

"Lo sé. Hagámoslo la semana que viene. Se me fue el


tiempo. ¿Le has dicho algo a John?"

"No, espero que tu teoría del coche-valet sea cierta".

Se encoge de hombros.

"No sé qué pensar".

"Todo irá bien".

Sonrío mientras intento tranquilizarla.

"Seguro que es inocente".

"Eso espero. Venga, vamos a socializar".

Sigo a Rebecca al patio trasero. Hay una hoguera y todo el


mundo está sentado a su alrededor. Algunas personas están
charlando en grupos, y a la izquierda, Henley está sentado
con Taryn. Ella habla y él escucha atentamente.
Los celos hierven a fuego lento en la boca del estómago.
Rebecca empieza a hablar con John, y yo me quedo de pie
a un lado.

"Bueno, Juliet" –dice Mason mientras se acerca a mí


Página 410 de 982
"¿Qué te parece la calle?".

"Todavía me estoy adaptando".

Sonrío.
Levanto la vista y veo que Henley nos mira.

"¿Cuánto tiempo llevas viviendo aquí?"

"Hace un año, pero estuve desplegado seis meses de ese


tiempo".

"¿En serio?"

Desde mi visión periférica, puedo ver a Henley


observándonos.

"¿A dónde fuiste desplegado?"

"Soy un SEAL de la Marina, así que estaba en el mar."

"Un Navy SEAL".

Sonrío, fascinada.
Caliente.
Taryn se ríe a carcajadas como la buscadora de atención
que es.

Página 411 de 982


"Oh, Henley, eres un grito".

Vete a la mierda, Taryn.


Mason señala dos sillas.

"¿Quieres sentarte?"

Miro a Henley, que sigue hablando con Taryn, y me hierve la


sangre.

"Claro".

Nos sentamos y Mason sigue charlando. No escucho, por


supuesto. Estoy demasiado concentrada en la tonta del otro
lado del fuego coqueteando con mi hombre, y por supuesto,
a Henley le encanta cada minuto de su atención.
Cabrón.

"¿Crees que podríamos envenenar su bebida?" –Rebecca


susurra.

"Probablemente no".

Es tarde. La noche está llegando a su fin, y después de ver


a Taryn Tetas coquetear con todos los hombres en la
hoguera, nuestra paciencia está bien y verdaderamente
agotada. Yo también he charlado y reído con casi todo el

Página 412 de 982


mundo y he pasado una noche estupenda. Sin embargo, no
le he dicho ni una sola palabra a cierta persona.

"Henley, ven a bailar conmigo" –ronronea Taryn mientras le


hace un gesto con el dedo.

Eso es. ¡Basta ya! No puedo aguantar ni un minuto más


viéndola adularlo. Si la quiere, que se la quede. Que les
vaya bien a los dos.

"Me voy a ir."

Me levanto.

"¿En serio?" –Rebecca suspira.

"No me dejes aquí".

Sonrío.

"Estás casada, ve a hablar con tu marido".

Las dos miramos a John, que está jugando al ajedrez con


Bennet, y ella hace un gesto de dolor.

"Aquello parece muy aburrido. Te acompaño. Dame un


segundo para despedirme".

Página 413 de 982


Desaparece hacia la mesa de ajedrez.

"Adiós a todos".

Sonrío con un gesto de la mano.

"Me voy a casa".

Henley levanta la vista como si le pillara por sorpresa.

"¿Ya?"

Sí, cabrón. Llevo aquí seis horas y no me has dicho ni una


palabra. Saludo con la mano y me dirijo al frente.

"Espera" –me dice Rebecca mientras corre para


alcanzarme.

Enlaza su brazo con el mío.

"Que le den a Henley, creo que deberíamos emparejarte con


Mason".

"No." Arrugo la nariz.

"Definitivamente no".

Página 414 de 982


"¿Qué te pasa? ¿No te gustan los hombres enormes y
calientes que te dan toda su atención toda la noche?"

Suelto una risita.

"Quiero decir... parece simpático y todo eso, pero no sé".

"Probablemente Taryn esté intentando ligarse a mi marido


ahora mismo".

Rebecca pone los ojos en blanco.

"¿Y si es ella? ¿Y si se acuesta con ella?".

Me hierve la sangre sólo de pensarlo.

"No lo haría. No es ella. Aunque es una desvergonzada. No


me extrañaría" –resoplo.

"En serio, si es ella, voy a bombardear su casa".

"Yo te ayudo".

Llegamos a mitad de la calle y me abraza.

"Esta noche ha sido divertida".

"Lo fue."
Página 415 de 982
"Y tenemos que organizar nuestra cita del café."

"Lo sé. Tengo turno de día la semana que viene. ¿El


próximo fin de semana tal vez?"

"Me parece bien".

Con otro gesto de la mano piso mi casa y entro.

"Hola, Barry".

Barry se levanta de la cama como adormilado.

"Henley James es un puto gilipollas gigante" –susurro


enfadada.

Barry me mira sin comprender.

"Ni siquiera me ha mirado, y mucho menos me ha dirigido la


palabra" –le digo.

"Uf... No sé por qué empecé esta tontería con él. Chloe tiene
toda la razón. Voy a acabar odiándole a muerte. Ya lo odio
un poco".

Barry suspira.
Estoy obligando a mi pobre perro a escuchar mis tonterías
sobre citas.
Página 416 de 982
Enciendo la tetera con disgusto.

"Pagué todo este dinero por estos estúpidos vaqueros.


Bueno, no debería haberme molestado. No se habría dado
cuenta si llevara una bolsa de basura".

Maldito imbécil.
Preparo mi té y Barry sale a la cocina y se para en la puerta
trasera.

"¿Quieres salir?"

Abro la puerta y, con mi té caliente en la mano, me siento en


los escalones de atrás, en la oscuridad, mientras espero a
que vaya al baño.
Barry mira hacia la valla y empieza a mover la cola. Oigo un
ruido en la oscuridad de la esquina más alejada.
¿Qué pasa ahí fuera?
Me levanto y camino hacia el ruido. Veo dos manos que se
agarran a la parte superior de la valla y una pierna que se
balancea. Henley sale a la luz resoplando. Está trepando
por la valla. Balancea la otra pierna y salta hacia abajo.

"¿Qué haces?"

Se sobresalta al verme aquí.

"Vengo a visitarte".
Página 417 de 982
¿De verdad cree que puede ignorarme toda la noche
mientras flirtea con Tittsy LaRue? Ja.
Qué descaro.

"No, no vas a venir" –respondo inexpresiva.

"Vete a casa, Henley. Esta noche no estoy de humor".

Me doy la vuelta y salgo corriendo hacia la casa. Me pisa los


talones.

"¿Desde cuándo?"

"Desde que eres un gran ligón".

"No estaba ligando" –se burla.

"Estaba hablando de cosas muy importantes".

Pongo los ojos en blanco y entro en casa.

"¿Como qué talla de sujetador lleva Taryn? Dame un puto


respiro".

"¿Estás celosa?"

"No" –exploto.

Página 418 de 982


"¿Por qué iba a estar celosa de ella? Y..."

Hago un gesto de disgusto hacia él.

"De ti".

Pongo las manos en las caderas para intentar parecer


convincente.

"Vete a casa".

"No, tenemos un acuerdo" –me responde.

"Me gustaría tener mi noche esta noche".

"Oh, ¿te gustaría ahora? La respuesta es no".

"No puedes estar celosa; esto no es una relación. Hablamos


de esto y dijiste que te parecía bien".

"Ya lo sé" –susurro enfadada.

¿Por qué acepté este estúpido acuerdo?

"Lo que no me parece bien es verte flirtear toda la noche


delante de mis narices".

"Así que estás celosa".


Página 419 de 982
"Dios mío. No estoy celosa. Lo que estoy es cabreada
contigo".

¿De verdad cree que puede ignorarme toda la noche y


luego aparecer aquí para tener sexo? De ninguna manera.
El hombre es un idiota.

"Porque estás celosa."

"Cállate y vete a casa."

"No hasta que me beses."

"No voy a besarte" –escupo.

"No te besaría ni aunque fueras el último hombre sobre la


tierra".

¡Mentira!

"Ve y besa a Taryn. Seguro que ya has negociado un


acuerdo con ella".

"No puedes estar celosa; no tienes derecho a usar esa


carta. Tenemos un acuerdo. Nada más y nada menos".

Toc, toc suena en la puerta.


Ambos nos quedamos en silencio.
Página 420 de 982
"¿Quién es?" –dice.

Me encojo de hombros.

"No lo sé".

Abro la puerta del armario que hay bajo las escaleras.

"Entra" –digo.

"No" –escupe.

Le empujo al armario y cierro la puerta tras él.


Abro la puerta principal y veo a Mason de pie.

"Mason".

Frunzo el ceño.

"Hola."

"Hola..." –Duda.

"Me preguntaba si querrías salir alguna vez. . . en una cita".

"Oh..."

Mierda, mierda, mierda.


Página 421 de 982
"No he conocido a nadie como tú. Sé que congeniaríamos".

"Yo..."

Hago una pausa. Las palabras de Henley de hace sólo dos


minutos vuelven a mí alto y claro.
No puedes estar celosa; no tienes derecho a usar esa carta.
Tenemos un acuerdo. Nada más y nada menos.
Sé que desde su lugar en el armario, Henley puede oír cada
palabra que decimos. Tal vez es hora de un poco de
venganza.

"Me encantaría tener una cita contigo".

Sonrío dulcemente.
Se oye un golpe en el armario y Mason mira hacia él.

"¿Qué ha sido eso?”

"El torpe de mi perro".

"Oh. . . ¿así que es una cita?"

"Ajá."

"Genial."

Mason sonríe.
Página 422 de 982
"Trabajo de noche toda la semana, ¿te llamo?" –Le ofrezco.

"Claro."

Se queda, y creo que está pescando un beso de buenas


noches.

"Adiós”.

Le hago un gesto incómodo con la mano y le cierro la puerta


en las narices.
Joder. . .
Voy a tener que salir de ésta.
Espero un momento y otro golpe viene del armario.
Sonrío. No podría haber salido mejor si lo hubiera planeado
yo. Abro la puerta.

"¿Listo para salir del tiempo fuera?" –pregunto con


sarcasmo.

Su cara es asesina.

"No vas a tener una puta cita con él".

Me hago la inocente.

"Acabas de decirme que no podemos tener celos de nadie y


que esto es un acuerdo, ni más ni menos".
Página 423 de 982
Él entrecierra los ojos, sabiendo perfectamente que le he
pillado.

"No me fío de él".

"Menos mal que no vas a tener una cita con él, entonces,
¿no?".

"No."

Da un paso adelante, obligándome a retroceder.

"No vas a salir con él".

Cruzo los brazos de forma sarcástica.

"No puedes decirme lo que tengo que hacer, Henley".

"Mírame. Sube las escaleras, quítate esa ropa y ábrete de


piernas en esa cama, porque estás a punto de que te follen
hasta hacerte entrar en razón".

La excitación me recorre.
Me gusta este juego.

"Oblígame".

Página 424 de 982


Me coge de la mano, me arrastra escaleras arriba y me tira
sobre la cama.

"A partir de ahora harás lo que yo te diga, joder. ¿Me oyes?"


–susurra enfadado mientras se arranca la camiseta por la
cabeza.

"¿O qué?" –Le lanzo un cebo.

Mis ojos bajan por su abdomen ondulado y la V de músculos


que desaparece dentro de sus vaqueros.

"O esa boca sarcástica tuya te la van a follar duro... hasta


que te ahogues".

"No podrías con mi boca".

"Mírame."

Se desabrocha los vaqueros y saca su polla ya erecta.


Parece que a Henley también le gusta este juego.
Me agarra la cabeza y guía su polla dentro de mi boca.
Luego empuja mi cabeza hacia él. Siento cómo se desliza
por mi garganta y mis ojos se cierran instintivamente
mientras trato de soportar su castigo.
Sabe bien.
Mis entrañas empiezan a licuarse.
¿Cómo puede estar tan caliente?
Página 425 de 982
Me agarra el pelo con las dos manos y empieza a
cabalgarme la boca.

"Y te vas a tragar hasta la última puta gota".

Henley

me despierto de un salto.
¿Qué hora es? Busco el móvil: 5:15 a.m.
Gracias a Dios, no llego tarde. Aún tengo tiempo de disfrutar
de la vista un momento.
Ruedo hacia Juliet y la miro mientras duerme. Su pelo rubio
miel está esparcido por la almohada y su piel impecable casi
brilla en la oscuridad. Paso la mano por sus pechos
turgentes y bajo hasta sus caderas bien formadas. Paso el
dorso de los dedos por su cuidado vello púbico y siento
cómo mi polla se endurece ante su suavidad.
Joder. ...es preciosa. Su cuerpo es de otro mundo y no
puedo saciarme. No importa cuántas veces me la folle, aún
quiero más.
Necesité todas mis fuerzas para no subirme a la valla la
semana pasada. Sólo podía pensar en ella.
Pronto superaré este encaprichamiento.
Página 426 de 982
Una vez más y será suficiente.
Tengo una visión de nosotros dos anoche en la ducha. Las
formas en que me ordeña tan fuerte, sus besos, esa boca
follable suya... se me contraen las pelotas.
Levántate. Ten un poco de autocontrol, joder.
Salgo a hurtadillas de la cama y me visto sin hacer ruido.
Voy a casa a ducharme antes de ir a ver a papá.
Bajo las escaleras de puntillas y salgo al patio trasero.
Me cago en la puta. Estoy harto de escalar esta puta valla, y
solo ha sido una vez.
¿Quizá debería cortar una puerta?
No... esto sólo va a pasar una vez más, ¿recuerdas?
Salto la valla, me ducho y me dirijo a la residencia.

~*~

estoy a punto de salir a la calle cuando veo al gilipollas


haciendo footing. Me hierve la sangre, reduzco la velocidad
y bajo la ventanilla del coche.

"Mason, te has levantado temprano".

"Pensé en salir a correr".

Sonríe.
La está buscando.
Página 427 de 982
Bueno, una lástima porque ella está a salvo metida en la
cama con el coño roto, al cuidado de mi polla.
Cree que me lleva ventaja. Bueno, se lo demostraré.
Conduzco a su lado mientras contemplo mi próximo
movimiento.

"Deberíamos tener una cita doble alguna vez" –le digo.

"¿Sí?"

Frunce el ceño.

"Taryn y yo y tú y una cita".

"Sí".

Sonríe emocionado.

"Eso sería genial, tío."

Pobre idiota.

"Podría hacer que Juliet venga" –ofrece.

Ni la mitad de bien que yo.

"Vale, entonces".

Página 428 de 982


Finjo una sonrisa.

"Lo prepararé y te avisaré".

"Gracias, tío. Eres un buen tío".

Saludo con la mano y me alejo; le miro por el retrovisor.

"Bueno para joderte, gilipollas" –murmuro en voz baja.

"Nadie la toca salvo yo".

Página 429 de 982


CAPÍTUlO 13

buenos días a la encantadora Jenny".


"

Sonrío mientras camino por la recepción.

"Buenos días, Henley".

Jenny me mira por encima de sus gafas.

"¿Todo bien?"

"Todo genial".

Entro en mi despacho y empiezo a dejar el maletín sobre la


mesa. Siento que Jenny me mira desde la puerta.

"Tu buzón de voz está lleno" –me dice mientras se apoya en


el marco de la puerta.

"¿Lo está?”

Me siento en el escritorio y hago una mueca de dolor; juro


que no me queda piel en la polla.
Página 430 de 982
"Hace tiempo que no me pides los mensajes".

Enciendo el ordenador.

"¿No lo he hecho?".

Me conecto.

"He estado ocupado, supongo".

Ella sigue mirándome.

"Últimamente estás diferente".

Levanto la mirada.

"¿En qué sentido?"

"¿Has conocido a alguien?".

Pongo los ojos en blanco.

"Porque la única razón posible por la que podría estar de


buen humor es si hubiera conocido a alguien, ¿verdad?".

"Creo que deberías revisar tus mensajes. Vanessa ha


dejado varios... parece frenética".

Página 431 de 982


"De acuerdo”.

Abro mi correo electrónico y escaneo mi bandeja de


entrada. Jenny desaparece y luego entra y pone mi teléfono
desechable en el escritorio frente a mí.

"Toma, ya puedes hacerlo".

Lo cojo, lo apago y lo tiro en el cajón de arriba.

"¿Quién es?" –pregunta.

Uf...

"Ahora no, Jen".

Suspiro.

"Tú y yo no estamos saliendo. Lo sabes, ¿verdad?"

"Claro que lo sé" –suelta enfadada.

"Entonces, ¿por qué te importa?".

"No me importa. Sólo creo que deberías mantener tus


opciones abiertas, eso es todo".

"Vale".
Página 432 de 982
Abro un correo electrónico.

"Lo haré".

Hojeo un poco más mis correos.

"¿Cómo está Martin?"

"Está bien".

"¿Por qué no vas y le llamas, para organizarle la vida?".

Exhala pesadamente.

"Estaré en mi escritorio".

Ensancho los ojos.


Como deberías estar.

"Nuestro nuevo becario empieza hoy" –me recuerda.

"Vale, gracias”.

Cierra la puerta tras de sí, me giro en la silla y hago una


mueca de dolor.
Joder, me duele.
Ese maldito coño apretado es como un rallador de queso.
Saco el móvil del bolsillo y envío un mensaje.
Página 433 de 982
Buenos días, señorita Drinkwater. Me duele la polla.

Los puntos empiezan a saltar y sonrío mientras espero su


respuesta.

Te lo mereces. Esa cosa es un arma letal. Al menos


puedes andar.

Me río entre dientes y tecleo.

Te he concertado una cita con el Departamento de


Registro Civil hoy a las tres de la tarde.

Veo que los puntos vuelven a rebotar.

¿Por qué?

Giro en la silla y sonrío mientras tecleo mi respuesta.

Después de lo de anoche, creo que es apropiado


cambiar legalmente tu nombre de Drinkwater a
Drinkcome.

Los puntos vuelven a rebotar.

Qué puedo decir... había una deliciosa bebida en oferta.


#Sedienta

Página 434 de 982


Toc, toc.
La puerta se abre de golpe.

"Hola" –dice Antony.

#Sediento

Sonrío y dejo la pantalla del móvil.

Se deja caer en el sofá de la esquina de mi despacho.


Mi teléfono vibra y le doy la vuelta para leer.

En serio. ¡Tu polla es perfecta!

"He venido a ver cómo te fue anoche" –responde.

Me muerdo el labio inferior para no sonreír.

“Estuvo bien. Supongo”.

“¿Sólo bien?”

Me encojo de hombros.

“Sí”.

“Entonces… ¿fuiste allí?”.

Página 435 de 982


Frunce el ceño.

“Ajá. Y suerte que lo hice también. Ese cabrón de Mason


apareció y la invitó a salir”.

“Lo sabía”.

Sonríe.

“Estaba sobre ella. Estuvo intentando ponerla a tono toda la


noche”.

“¿Lo resolviste?”

“Todavía no”.

Releo su mensaje.

En serio. ¡Tu polla es perfecta!

“¿Qué es tan gracioso?” –pregunta.

“¿Qué?”

Intento volver a centrarme.

“Nada, ¿por qué?”

Página 436 de 982


“¿Tienes un aspecto… espeluznante?”.

Suena otro golpe en la puerta.

“Pasa” –digo.

La puerta se abre y aparece una mujer joven. Tiene el pelo


largo y oscuro y va vestida modestamente con ropa casi
amish. Tiene unos ojos marrones muy bonitos.

“Señor James, quería venir a conocerle. Soy May. Empiezo


hoy como nueva interna”.

Es dulce e inocente, joven e ingenua.

“Hola, May”.

Me levanto, camino hacia ella y le tiendo la mano.

“Estamos muy contentos de tenerte con nosotros.


Bienvenida a bordo”.

“Gracias” –responde en voz baja.

Sus ojos miran a Antonio.

“Hola”.

Página 437 de 982


Sonríe tímidamente.
Antony se levanta.

“Este es Antony, uno de mis amigos”.

“Hola”.

Le estrecha la mano.
Se pasa la lengua por el labio inferior mientras la mira
fijamente, y parece como si quisiera comérsela entera.
Joder.

“Acudes a mí si alguien te da algún problema” –le digo.

“Sí, señor” –responde en voz baja.

“Lo haré”.

Mira nerviosa a Antonio, y puedo oler su erección desde


aquí.

“Encantada de conocerle”.

“El placer ha sido todo mío” –murmura Antony.

Se dirige a la puerta y la vemos salir. La puerta se cierra tras


ella.
Se vuelve hacia mí.
Página 438 de 982
“Ni se te ocurra” –le digo.

“No te acerques a mi interna”.

Pone los ojos en blanco y se deja caer en el sofá. Vuelvo a


leer el mensaje de Juliet.

En serio. ¡Tu polla es perfecta!.

“Deberíamos ir a celebrarlo con un café” –le digo.

“¿Qué celebramos?”

“Juliet cree que mi polla es perfecta”.

Sonrío.

“Uf… joder”.

Pone los ojos en blanco.

“Debe de estar desesperada”.

~*~
Son las ocho y media de la tarde y miro Netflix.
Owoooooooooooo.
Página 439 de 982
La llamada del coyote suena por encima de la valla. Y pongo
los ojos en blanco. Ese maldito chucho. Juliet está en el
turno de tarde, y fiel a su estilo, el perro está siendo una
pesadilla.
Owoooooooooooo.
Él también odia cuando ella está en el trabajo. . .
Quiero decir, no es que lo haga. Me da igual lo que haga.
Sigue ladrando y abro la puerta de atrás.

“Cállate” –le grito.

Vuelve a ladrar.

“Cállate. Cállate”.

Se calla.

“Así me gusta más”.

Vuelvo a Netflix. Necesito una serie nueva o algo así.


Empiezo a hojear.
Yellowstone.
Hago una pausa y leo la reseña. Tal vez esto.
Pulso el play y me acomodo.
Diez minutos después, veo algo por el rabillo del ojo en el
reflejo del cristal.
¿Eh?
Algo se mueve en la cocina.
Página 440 de 982
Me asomo por la esquina y veo al chucho de pie frente a mi
puerta corredera de cristal. Me ve y mueve la cola.
Abro la puerta corredera a toda prisa.

“¿Qué haces aquí?” –Gruño.

Mueve la cola y levanta las orejas.

"Vete a casa".

Le señalo la valla.
Camina en círculo.

"¡He dicho que te vayas a tu puta casa!"

Se tumba en el cemento.

"No vas a dormir ahí" –le exijo.

"Vete a casa".

Se tumba boca arriba.

"No”.

Le doy un golpe con el pie.

Página 441 de 982


"No te voy a rascar la barriga. ¿Qué coño te crees que es
esto?".

Vuelve a darse la vuelta y se arrastra hacia mí.

"Ni siquiera intentes esa mierda. No somos amigos. Vete a


casa".

Me mira, perplejo.

"El hormigón está duro, puto idiota. Vete a casa, a tu cama".

Ladra.
Odio a este perro tonto.

JUlIeT

Atravieso mi casa, directo a la puerta de atrás, la abro y


miro hacia el patio trasero.
Silencio.
Barry suele esperarme en la puerta de atrás cuando oye
llegar mi coche a casa.
Página 442 de 982
Hmm.
Debe de estar dormido.
Cierro la puerta y vuelvo a entrar en casa. Enciendo la
televisión y pongo pan en la tostadora. Miro al patio a través
de la ventana de la cocina.
Es raro que no haya venido a verme. Voy a ver si está bien.
Salgo al patio. Y usando la linterna de mi teléfono, camino
hasta su caseta de perro.
Está vacía.

"Barry" –llamo suavemente.

Silencio.
Mierda.
Empiezo a sentir un poco de pánico.

"Barry" –vuelvo a llamar.

Oigo un suave bang, bang, bang que viene de encima de la


valla... su característico movimiento de cola.
Miro a lo largo de la valla y veo un nuevo agujero que debe
haber cavado.
Mierda, está en el patio de Henley. Si lo ha vuelto a
destrozar, juro por Dios que lo mato.
Salgo por la puerta lateral y me agacho alrededor de la
valla. Me introduzco en el patio trasero de Henley. Su casa
está a oscuras. Después de todo, es más de medianoche.
No quiero que Henley se despierte, así que voy de puntillas
Página 443 de 982
por el patio trasero y oigo la cola de Barry golpeando en la
veranda.

"Shh" –susurro.

Alumbro con la linterna y lo veo sentado en una cama


improvisada.

"¿Pero qué...?"

Subo a la veranda y alumbro con la linterna; tres almohadas


han sido cubiertas con una manta. Henley le ha hecho una
cama. Entonces me doy cuenta de que hay un cuenco de
agua a su lado. Sonrío bobaliconamente y miro hacia la
ventana del dormitorio de Henley. Siento que conozco un
secreto, que estoy a punto de descubrir un enorme alijo de
diamantes que lleva años enterrado en las profundidades.
Algo valioso y precioso. Inestimable para su dueño.
Henley James no es un tirano en absoluto. Es su
mecanismo de defensa. El hombre con la polla perfecta
puede que también tenga el corazón perfecto... Sólo tengo
que averiguar cómo hacer que me lo muestre.

~*~
Vierto la primera cantidad de pintura blanca en la bandeja
del rodillo. Hoy es el día. Empiezo a pintar mi casa y creo
Página 444 de 982
que nunca he estado tan emocionada por algo. He
comprado el equipo que necesito y he lavado todas las
paredes. He cubierto todas las ventanas y zócalos, y estoy
lista para arrasar. Empiezo por el vestíbulo; subo y bajo el
rodillo. Uf, la pintura huele fuerte.
Abro la puerta principal para que entre el aire fresco y
continúo mi alegre camino.
Una hora más tarde, suena un "Hola, tú" desde el porche.
Levanto la vista y veo a Mason de pie en la puerta principal.

"Mason".

Sonrío torpemente.

"He venido de visita, pero parece que ahora estoy pintando"


–responde.

"Oh, no."

Sacudo la cabeza.

"Yo no te haría eso. Gracias de todos modos".

"Insisto. Me voy a casa a cambiarme de ropa y luego vuelvo


para ayudarte".

"No, no puedes" –suelto.

Página 445 de 982


De verdad, no puedes.
Estoy intentando ganarme la confianza de Henley. Tenerte
en mi casa sólo hará que se aleje de mí.

"Te veo en cinco minutos".

Sonríe antes de correr a casa.


Joder.
Esta calle es como la maldita Brady Bunch .
¿Por qué todos son tan serviciales? Henley va a venir a
casa y lo verá aquí y luego me fantasmeará de nuevo.
Ugh... ¿Qué hago ahora?
Le enviaré un mensaje a Henley.

¡Socorro! Mason acaba de aparecer para ayudarme a


pintar.

Espero su respuesta.

Dile que se vaya a la mierda.

Sonrío.
Buena respuesta.

No puedo. Está siendo servicial y amable.

Veo los puntos rebotando.

Página 446 de 982


Mi pie en su culo también será útil y agradable.

Suelto una risita y respondo.

No sabía que tuvieras un fetiche con los pies.

Espero una respuesta, pero no llega.


Vale, al menos ya sabe por qué Mason está aquí.
Me siento mejor habiéndoselo dicho.
Vuelvo a pintar y, tal como había prometido, Mason regresa.
Sólo lleva pantalones cortos: bíceps y abdominales por días.
¿Pero qué demonios...? Está cortado como Hulk. Todo ese
entrenamiento de operaciones especiales seguro que vale la
pena.

"No pude encontrar una camiseta vieja, así que supongo


que es piel".

Me lanza un guiño sexy.


Bonito.
Tengo que reconocer que es muy suave.

"Bueno, entonces" -sonrío mientras vuelvo a pintar- "piel me


vale".

"A mí también me va bien la piel" –dice.

"¿Quizá deberías pintar en ropa interior?".


Página 447 de 982
Suelto una risita.

"¿Te gustaría?” –bromeo.

"La verdad es que sí".

Nunca me vas a ver desnuda; parezco una medusa


comparada contigo.

"Blanco, ¿eh?" –dice Mason mientras echa un poco de


pintura en su bandeja.

"Sí, estoy intentando que todo sea fresco y clásico" –


respondo.

"Me encanta esta casa antigua".

"A mí también. Háblame de tu trabajo" –le pregunto mientras


pinto.

"Soy Navy SEAL".

"¿Siempre has querido dedicarte a eso?".

"Más o menos. Me encantaba el submarinismo y el océano


cuando era joven, apreciaba la disciplina y me encantaba
entrenar duro."

Página 448 de 982


Me doy cuenta.

"Esas cosas como que iban juntas" –añade.

Mi teléfono emite un mensaje.


Es de Henley.

¿Qué pasa?

Sonrío y saco una foto de Mason pintando en calzoncillos,


con los músculos a la vista. Se la envío a Henley.

Pintando.

Espero su respuesta. No llega nada, así que vuelvo a pintar.

"Así que los chicos con los que vives, ¿son amigos
íntimos?".

"Aah..." –Duda.

"Lo son. Somos íntimos porque hacemos el mismo trabajo y


nos entendemos. La vivienda la conseguimos a través del
trabajo".

Vacila al decir eso. Lo interpreto como que a veces le ponen


de los nervios.

Página 449 de 982


"¿Siempre has vivido por aquí?"

"De Nueva York originalmente".

"¿En serio?"

"Pareces sorprendida" –responde.

"Supongo que sí: no muchos neoyorquinos se hacen


militares".

"Te sorprenderías. Muchos sólo queríamos salir".

Seguimos pintando un rato.

"¿Y tú?" –pregunta.

"¿Siempre quisiste ser enfermera?".

"Um, sí".

Me encojo de hombros.

"Supongo que sí. Me gusta cuidar a la gente".

"Debe de ser un trabajo gratificante".

"Algunos días son mejores que otros".


Página 450 de 982
"Tiene buena pinta, ¿verdad? Imagínate cuando esté toda la
casa hecha".

Sonríe mientras se aparta para mirar nuestra obra.


Charlamos durante otros cuarenta minutos mientras
trabajamos. Mason es realmente un tipo genial.
No es mi tipo, pero es genial.

"Hola" –suena una voz familiar desde la puerta principal.

Levanto la vista y veo a Henley allí de pie.

"¿Qué pasa aquí, pintura de poser?".

La emoción me recorre.
¡Ha venido a casa del trabajo! Esto debe ser amor.
Mason le mira inexpresivo.

"No tenía una camiseta vieja".

"Claro que no" –murmura Henley secamente al pasar junto a


él.

"Tengo el día libre; ¿necesitas ayuda?".

Digo que sí al mismo tiempo que Mason responde que no.

Página 451 de 982


"Quizá debería bajarme los pantalones y pintar desnudo" –
responde Henley despreocupadamente mientras mira a su
alrededor.

Sonrío.
Esa polla suya sin duda ganaría cualquier batalla.

"Asco".

Pongo cara de asco.


Mason se ríe entre dientes.

"Que sepas que ya me han dicho antes que mi polla es


perfecta" –dice Henley con indiferencia mientras coge un
pincel.

"No sabía que tuvieras gallinas" –responde Mason mientras


pinta.

"Tengo polla" –responde Henley mientras pasa el rodillo por


la bandeja.

"Prefiero tener coños" –responde Mason.

"Las pollas no me interesan".

Touché.

Página 452 de 982


Henley pone los ojos en blanco y yo me echo a reír. Esto es
perfecto.

"Hola" –suena una molesta voz femenina desde la puerta


principal.

Todos levantamos la vista para ver a Taryn allí de pie.

"Mira, mira, ¿qué pasa aquí?".

Ella sonríe.

"Henley, vi llegar tu coche y venía a ver si estabas bien" –


ronronea.

"Me alegra ver que alguien se preocupa por mí, Taryn".

Henley me sonríe dulcemente.


Que te jodan. Vete a la mierda.

"¿Qué estáis haciendo?" –pregunta Taryn con voz


demasiado dramática.

"Jugando al Monopoly" –respondo inexpresivo mientras sigo


pintando.

Mason se ríe.

Página 453 de 982


"Muy buena, Juliet".

Henley pone los ojos en blanco.

"Muy buena" –murmura en voz baja.

"¿Puedo ayudar?”

Digo que no al mismo tiempo que Henley dice que sí.

"Es pintura poser, Taryn. Será mejor que te desnudes" –dice


Henley despreocupadamente mientras pinta.

"Ja, ja. Oh, Henley, en cuanto puede intenta mirarme el


cuerpo".

Taryn se ríe.
Cabrón.
Me muerdo el interior de la mejilla y Henley sonríe a la pared
que está pintando.

"Me escabulliré a casa y me pondré algo más cómodo" –


responde Taryn.

"Esta es una zona libre de patines, Taryn".

Sonrío dulcemente.

Página 454 de 982


"No quiero que te hagas daño".

Ella suelta una risa exagerada y falsa, y cree que estoy


bromeando. No bromeo. Si lleva sus patines, la empujaré al
cien por cien por la escalera de mi casa y no la resucitaré.
Cruza la calle y me quedo sola con los dos hombres otra
vez. Uno en cueros y a medio vestir, el otro completamente
tapado y sencillamente irresistible.

"Entonces, ¿a dónde vamos el sábado por la noche?" –


Mason le pregunta a Henley.

Dejo de pintar y levanto la vista.

“¿Qué?”

“Vamos a tener una cita doble. Henley y Taryn y tú y yo. ¿No


te lo dijo Henley?”

¿Qué coño?
Mis ojos se dirigen a Henley.

“No. No lo hizo.”

Me hierve la sangre.
Lleva a Taryn a una cita… ¿desde cuándo, joder?

Página 455 de 982


“En realidad tengo muchas cosas que hacer esta semana” –
responde Henley.

“Tendremos que cambiar la fecha”.

“Está bien” –responde Mason.

“Juliet y yo no necesitamos chaperones; podemos ir solos.


¿Podemos?”

Dos pueden jugar a eso, imbécil.

“Claro que podemos” –respondo.

“No puedo esperar, Mason”.

Henley me mira inexpresivo y yo sonrío dulcemente.


Eres un cabrón. De buena fe.

“Aquí estoy” –dice Taryn con voz cantarina desde la puerta.

Todos nos giramos y la vemos con unos minúsculos


pantalones cortos vaqueros y la parte de arriba de un bikini
blanco. Sus tetas son enormes y perfectas.

“Parece que yo tampoco tengo ropa vieja” –dice sexy.

Ni respeto por sí misma.


Página 456 de 982
Debería haber comprado cloroformo para mi kit de
herramientas.

“Espero no distraer demasiado, chicos”.

Se ríe. Los ojos de Henley bailan con picardía mientras me


sonríe.

“Tengo buenas noticias, Taryn” –dice.

“¿De qué se trata?” –dice ella mientras coge un pincel.

“Vamos a tener una cita doble con Mason y Juliet en un par


de semanas”.

“Qué bien”.

Salta y sus tetas rebotan como gelatina.


Dame un puto respiro.
Lo miro inexpresiva y me guiña un ojo juguetonamente.
Te vas a morir, cabrón.

“Oh, me encanta este blanco, Juliet” –dice Taryn mientras


pinta un poco.

“Esta va a ser la mejor casa de Kingston Lane”.

“Me alegro de que te guste” –respondo.


Página 457 de 982
Puede que pronto te entierren en el patio bajo el rosal.
Aprieto los dientes mientras sigo pintando.
No debería quejarme. Debería estar agradecida.
Tres personas muy generosas me están ayudando a pintar
mi casa. Un hombre que quiere que tenga una cita con él.
Un hombre al que intento enamorar. Y una patinadora, la
mujer más sexy del mundo, que está organizando un
espectáculo privado de pintura de mascotas en Penthouse.
A la mierda mi vida.

~*~

“ Vale, ¿entonces qué pasa?” –Chloe pregunta.


“No lo sé. Esta es una operación de un día a la vez”.

Me encojo de hombros.
Chloe, Rebecca y yo estamos tomando un café para planear
la estrategia de mi desastre de vida amorosa.

“A ver si lo he entendido bien” –responde Rebecca.

“Le dijiste que no quieres nada más que sexo, pero en


secreto sí, y él accedió”.

“Correcto”.
Página 458 de 982
Asiento con la cabeza mientras doy un sorbo a mi café.
Pienso un momento.

“Pero ahora está cabreado porque Mason anda por ahí, así
que se le ocurrió jugar y organizar una cita doble con Taryn,
conmigo y con él”.

Ambas fruncen el ceño.

“¿Qué?”

“El hombre es el mayor listillo que conozco”.

Pongo los ojos en blanco.

“Y el más sexy”.

“¿Bueno?” –Rebecca pregunta.

“Ridículo”.

“¿Y qué es eso de una cita doble?”.

“Después de la hoguera Henley vino a mi casa, y yo estaba


cabreada porque estuvo hablando con Taryn toda la noche”.

Rebecca me corta.

Página 459 de 982


“Con razón.”

“Él y yo nos peleamos por eso, y luego me dice que no


tengo derecho a estar celosa y ser tan justa, y me estaba
cabreando. Entonces, en medio de nuestra pelea, aparece
Mason, y Henley se escondió en el armario bajo las
escaleras”

Chloe frunce el ceño mientras escucha.

“Claro…”

"Mason me invita a salir, y sé que Henley puede oír todo lo


que decimos, y yo todavía estaba enfadada con él después
de su comentario de que no puedo estar celosa de Taryn,
así que le dije que sí sin intención de ir. Pero entonces
Henley lo vio y, para superarme, organizó una cita doble con
Taryn" –suelto apresuradamente.

"Vaya, esto se está complicando" –responde Rebecca


mientras se agarra las sienes.

"¿Tú crees?" –tartamudeo.

"Esto es una cagada colosal".

"Es demasiado pronto. Aún no le tienes lo suficientemente


pillado como para tener citas dobles con otras personas.
Página 460 de 982
¿Qué pasa si Taryn se le insinúa? Y sabemos que lo hará.
¿Qué vas a hacer entonces? ¿Vas a besar a Mason para
recuperarlo?" –dice Chloe.

Me arrastro la mano por la cara mientras considero esta


posibilidad.

"Cierto. Ni siquiera había pensado en eso".

"¿Y qué pasa si este asunto de Mason se pone demasiado


difícil y Henley piensa 'a la mierda' y se aleja y realmente va
a por Taryn? Él tiene equipaje, recuerda, y tú estás en un
punto muy frágil en esta relación" –responde Rebecca.

"Ni siquiera es una relación todavía".

Pongo la cabeza entre las manos.

"Uf, tienes toda la razón. No lo he pensado en absoluto.


¿Por qué soy tan sabelotodo?".

"Ya sé lo que hay que hacer" –dice Chloe.

"Aplaza la cita un tiempo. No digas que nunca, pero finge


que tienes cosas que hacer este fin de semana. Así pasarás
más tiempo a solas con él, pero sigue sabiendo que puede
ocurrir en el futuro."

Página 461 de 982


"Sí" –jadea Rebecca.

"Perfecto. Así sigue estando sobre aviso de que lo cambias".

Pongo los ojos en blanco.

"Henley James nunca sería intercambiado".

"Que no se entere".

"Vale, creo que esto podría funcionar".

Miro a Rebecca.

"¿Qué está pasando con John, de todos modos? ¿Ha


pasado algo nuevo?"

"Se va de fin de semana de golf con los chicos dentro de


unas semanas".

Ella abre mucho los ojos.

"¿Crees que lo hará?"

"Quién coño sabe, pero me imagino que yo no estoy


teniendo sexo, así que alguien más debe hacerlo. Es
demasiado sexy para dejarlo así".

Página 462 de 982


"¿De verdad crees que te engaña?" –Le pregunto.

"No lo sé”.

Suspira con tristeza.

"Es todo lo que puedo pensar, sin embargo. Siempre trabaja


hasta tarde, y pensé que era sólo porque es cirujano, pero
¿y si no lo hace?".

"Lo siento."

Le cojo la mano por encima de la mesa.

"Estoy segura de que va a funcionar".

"Esconde un Apple AirTag en su coche" –dice Chloe.

"¿Qué?"

"Conecta una Apple AirTag a tu teléfono y escóndelo en su


coche. Así, si tienes sospechas sobre si está en el trabajo o
no, podrás verlo negro sobre blanco".

"No quiero ser furtiva y engañosa" –responde Rebeca.

"Si tuviera sospechas de que mi marido se está tirando a


otras mujeres" -Chloe se encoge de hombros- "lo haría".
Página 463 de 982
"Tú concéntrate en enganchar al doctor Grayson" –espeto.

"A veces eres tan insensible. No se está tirando a un tío


cualquiera. Es su marido, Chloe".

"Hablando de un tío al que te estás tirando..." –Rebecca


señala mi teléfono sobre la mesa.

Acaba de llegar un mensaje.


Henley
Un escalofrío me recorre al ver su nombre iluminando mi
pantalla. Lo abro.

Esta noche te toca saltar la valla.

Sonrío bobalicona.

"¿Qué dice?" –pregunta Chloe.

"Me toca saltar la valla esta noche".

Sonrío, emocionada.

"No, hazte la dura, recuerda" –me recuerda Rebeca.

"Pero quiero verle".

"Pues dile que venga a tu casa" –dice Chloe.


Página 464 de 982
"Vale".

Le respondo.

Ven a la mía en su lugar.

Veo los puntos rebotando y sonrío mientras espero su


respuesta.

No, tiene que ser en mi casa. Quiero presentarte mi


columpio.

"¿Qué?" –Susurro.

"Su polla es demasiado grande para un puto columpio


sexual".

"¿Tiene un columpio sexual?" –Chloe jadea.

"Oh, me cago en la puta. Siempre quise probar uno de esos.


Estoy viviendo a través de ti ahora mismo."

Le respondo.

Eso no va a pasar.

"¿Por qué escribiste eso?" –Chloe jadea.

Página 465 de 982


"Me va a partir por la puta mitad" –jadeo.

"¿Le has visto la polla?".

"No, pero quiero" –responde Chloe.

"¿Puedes hacerle una foto esta noche?".

Mi teléfono suena inmediatamente.


El nombre Henley ilumina la pantalla.

"Dios mío, está llamando" –balbucea Chloe.

Contesto mientras intento sonar tranquila.

"Hola, Henley".

"Buenas tardes, señorita Drinkwater" –responde su voz


grave y sexy.

Siento mariposas en el estómago. Sólo el sonido de su voz


me provoca algo. Miro a las chicas que están pendientes de
cada una de mis palabras, me levanto y salgo para tener un
poco de intimidad.

"Hola”.

Sonrío bobaliconamente.
Página 466 de 982
"Hola”.

Me doy cuenta de que él también sonríe.

"¿Por qué me llamas?"

"Para salirme con la mía".

Suelto una risita.

"Henley... no podemos hacer eso".

Bajo la voz y miro a mi alrededor para ver si alguien puede


oírme.

"Sí que podemos".

Bajo la voz a un susurro.

"Eres demasiado grande para mí".

"Tonterías. Te queda perfecto".

Me ruborizo.

"Necesitamos más... práctica".

"¿De verdad crees que voy a hacerte daño?"


Página 467 de 982
"Es que..." –Dudo.

"¿Qué?"

"Somos nuevos en esto. Tu cuerpo es mucho más...


Necesito que seas paciente conmigo".

Se queda callado, y sé que está considerando mi petición.

"Nunca te haría daño, Juliet".

"Lo sé".

Sonrío tímidamente.

"Solo quiero conocerte mejor primero en un entorno más


familiar".

Exhala pero permanece en silencio.

"¿Así que saltarás la valla por mí?" –pregunto esperanzada.

"Sólo por ti".

"No puedo esperar" –le digo efusivamente.

"¿A qué hora?"

Página 468 de 982


"¿Diez minutos?"

Suelto una risita.

"¿Alrededor de las ocho?"

"Vale..."

Sonrío bobaliconamente.

"Adiós, Sr. James".

"Adiós, dulce Juliet".

Cuelgo y vuelvo prácticamente flotando a la mesa.

"¿Y bien?" –preguntan impacientes las chicas.

"Creo que he ganado ese asalto; vendrá esta noche. Esto


de ser difícil de conseguir es bastante divertido".

~*~

Suena tap, tap, tap en la puerta trasera, y mi corazón


martillea en mi pecho. Está aquí. Tío, ¿alguna vez seré
inmune a su belleza?
Página 469 de 982
Abro la puerta a toda prisa y ahí está: vaqueros azules,
camiseta blanca, pelo oscuro, hombros grandes y una
mirada que podría derretir la Antártida.

"Hola" –susurro nerviosa.

Da un paso al frente y me abraza, y sus labios se posan en


los míos.

"Llevo todo el puto día esperando para besarte" –murmura


contra mis labios.

Y ahí están... las ocho palabras que me hacen palpitar el


corazón.

"¿Lo has hecho?” –Sonrío.

Sus manos se dirigen a mi trasero, arrastra mis caderas


sobre su erección y noto lo empalmado que está.
No bromea.
Le lamo los labios.

"¿Está cachondo, Sr. James?".

Sus ojos oscuros se clavan en los míos, se desabrocha los


vaqueros y se saca la polla.

"Dejaré que seas tú quien juzgue eso".


Página 470 de 982
Mi mirada se posa en su erección, hinchada, con gruesas
venas que recorren toda su longitud.
Siento un estremecimiento abajo.
En serio...
¿Ha habido alguna vez una polla más bonita en la historia
de la vida humana?

"Creía que venías a charlar" –susurro.

Sonríe sombríamente, me quita el camisón por la cabeza y


lo tira a un lado. Sus ojos se posan en mis pechos
desnudos.

"No es con tu boca con la que quiero hablar".

Es tan travieso.

"¿Con qué quieres hablar?".

Me hago la tonta.
Me levanta y me sienta en la encimera de la cocina. Nos
miramos fijamente y luego me baja las bragas por las
piernas y me las quita.

"Quiero hablar con el supervisor".

Me pasa los cuatro dedos por el clítoris.


Se siente bien.
Página 471 de 982
Me separa las piernas, desliza un dedo hasta el fondo de mi
sexo y empieza a bombearme. Luego añade otro dedo y
otro más. Cierro los ojos para soportar el placer.

"Es un buen punto de partida".

El sonido de mi excitación absorbiéndolo resuena por toda


la cocina.
Joder. ...lleva aquí dos minutos.
Somos como animales juntos.
Me acerca la boca a la oreja.

"Hoy me he follado dos veces imaginando que te hacía esto"


–susurra.

Me estremezco ante sus sucias palabras y aprieto mi sexo


alrededor de sus dedos.
Sonríe sombríamente.

"¿Te gusta la idea de que me folle a mí mismo?” –Gimo


mientras me masturba.

Mis pechos empiezan a rebotar y él se inclina, se lleva un


pezón a la boca y me muerde.
La excitación me invade y pierdo el control.
Me levanta, caemos de espaldas en el sofá y, con un
movimiento brusco, me tira sobre él.

Página 472 de 982


Su gruesa polla se desliza hasta el fondo. Ambos gemimos
de placer. Perdemos el control y nos follamos duro y fuerte.
Mis rodillas le rodean los hombros y él está muy dentro de
mí, quemándome por dentro y por fuera.
Echo la cabeza hacia atrás y grito mientras me corro, y él se
mantiene dentro de mí. Un orgasmo estremecedor que nos
roba la cordura a los dos. Y entonces me besa, suave y
tierno. Como si me hubiera echado de menos todo el día.
Como si yo le hubiera echado de menos.

"Hola”.

Sonríe, casi como avergonzado por nuestra falta de control.

"Hola".

Le sonrío tímidamente.
Está despeinado y recién cogido. El pelo oscuro le cuelga
sobre la frente. Su cuerpo sigue dentro del mío.

"Ha sido una gran conversación" –Sonríe.

Suelto una risita y apoyo la cabeza en su hombro, y


entonces se me pasa una idea por la cabeza.
Joder.
Sin condón.

Página 473 de 982


CAPÍTUlO 14

Henley

mi corazón se acelera. El más alto de los subidones me


desgarra y beso la sien de Juliet en un resplandor post-
orgásmico.
Dios, es perfecta.
Siento que se pone rígida.

"¿Qué ocurre?” –susurro mientras sostengo su cara entre


mis manos y la beso suavemente.

"Nada”.

Me devuelve el beso.

"Estoy tomando la píldora. No pasa nada".

¿Qué?
¿No hay condón?
¿Qué?
Página 474 de 982
Me separo de ella y doy un paso atrás para mirarme,
horrorizado.
La tierra me da vueltas.

"¿Qué quieres decir?”

¿Cómo coño se me ha podido olvidar un condón?


No... Dios mío.
Me paso las dos manos por el pelo. El aire ha abandonado
mis pulmones.

"Henley, no pasa nada" –dice con voz suave, como si le


hablara a un niño.

"No pasa nada. Nos perdimos en el momento. No pasa


nada".

"¿Cómo puede estar bien?" –balbuceo, con los ojos muy


abiertos.

"Tomo la píldora, y mientras no tengas una ETS".

"No tengo ninguna puta ETS" –escupo enfadado.

Me subo la cremallera de los vaqueros con un brusco


chasquido. Los ojos de Juliet buscan los míos.

"Hen... ?"
Página 475 de 982
"No lo hagas".

Le doy la espalda, incapaz de mirarla a los ojos.

"Lo siento”.

Me cuesta encontrar las palabras adecuadas.

"Yo... eso no está bien".

Se me hace un nudo en la garganta y cierro los ojos.


Mi pecho sube y baja mientras lucho por respirar.

"Tengo que irme".

"Hen" –susurra.

"No dejes que esto arruine nuestra noche. No pasa nada. Te


prometo que tomo la píldora".

"Nada de esto está bien, Juliet" –le digo.

Salgo a trompicones por la puerta.

"Henley" –Juliet me llama.

Antes de darme cuenta, me dirijo a mi casa.


Atravieso la puerta y la cierro con fuerza.
Página 476 de 982
Me apoyo en el respaldo como si me escondiera del pelotón
de fusilamiento. Tal vez sea así.
Miro alrededor de mi casa vacía, oscura y silenciosa. No
quiero estar aquí, maldita sea... Tenía muchas ganas de
verla esta noche.
Ya tienes lo que querías.
Cierro los ojos con disgusto.
Ni siquiera me acerco.

mARTeS

entro en el restaurante y miro a mi alrededor. Blake me ve


y me saluda con la mano. Me dirijo hacia él y Antony.

"Hola" –suspiro mientras acerco una silla.

Están en plena conversación.

"Hola" –responden los dos sin mirarme.

"¿Y entonces qué pasó?" –Ant le pregunta a Blake.

"Es ella".

Página 477 de 982


"¿Quién es ella?" –Pregunto mientras intento ponerme al día
con la conversación.

"¿Adivinas quién es Holly?".

Blake levanta una ceja.

"¿Quién es Holly otra vez?".

Frunzo el ceño.

"La chica con la que he estado saliendo".

Ensancha los ojos como si yo fuera estúpido.

"La que está buena".

"No puedo seguirle el ritmo; todas están buenísimas".

"Eso es verdad".

Antony da un sorbo a su cerveza.

"Supermojada" –responde Blake.

"¿Qué?"

Frunzo el ceño.
Página 478 de 982
"Supermojada es la hermana de Holly" –suelta Blake.

"Y ahora estoy totalmente jodido porque he hecho un millón


de tríos con ella, y le va a contar a Holly todos los detalles
sórdidos, y Holly se cree que soy más santo que Dios".

Me pellizco el puente de la nariz.

"Me haces daño en el cerebro, ¿lo sabías?"

"Espera... . ."

Antonio frunce el ceño.

"¿Cómo lo sabes?"

"Porque Holly me enseñó fotos de su hermana en su


teléfono, y es la misma asquerosa que echa chorros como
una puta manguera de incendios".

Me río entre dientes al recordar los detalles.

"Así es. Ahora me acuerdo de todo".

"¿Holly eyacula?" –pregunta Antony.

"No lo sé. Todavía no me he acostado con ella" –se burla.

Página 479 de 982


“¿Qué?”

Ambos jadeamos.
Eso es inaudito.

“Holly es una”- levanta los dedos y entrecomilla al aire-


“buena chica”.

Los ojos de Ant y los míos se cruzan mientras intentamos


decidir si Holly también es una squirter.

“Creo que tiene que ser genético” –digo.

“Seguramente” –asiente Ant.

Blake pone los ojos en blanco.

“No me están escuchando, malditos idiotas. Tenemos


problemas mayores que si Holly es una eyaculadora”.

Mi mente se va a Juliet, y exhalo pesadamente.

“Tienes razón, los tenemos”.

“No creo que ella diga nada. Nadie le dice a un miembro de


la familia que hace gangbang” –continúa Ant.

Pero mi mente no está en esta conversación.


Página 480 de 982
Está divagando con la dulce Juliet, pensando en lo perfecta
que se sintió la otra noche… en lo mal que lo jodí todo.
Me pregunto qué estará haciendo ahora.
Quince minutos después, mi paz se ve interrumpida y
levanto la vista.

“¿Eh?”

“¿Qué coño te pasa hoy?” –exclama Ant.

“No has dicho una palabra en toda la mañana”.

Me encojo de hombros.

“Lo siento, distraído”.

“¿Por qué?”

“Por nadie” –suelto un poco demasiado rápido.

“No tendrá algo que ver con esa vecinita tan buena que
tienes, ¿verdad?”.

“No.”

Corto el desayuno y me meto un buen bocado.

“Hemos terminado.”
Página 481 de 982
“¿Por qué? Creía que iban a ser amigos con derecho a
roce”.

“Ya no me interesa”.

“Y una mierda”.

Me encojo de hombros tratando de actuar


despreocupadamente.

“Hablo en serio”.

Antony se sienta en su silla. Sus penetrantes ojos se clavan


en los míos.

“Alguien se va a abalanzar sobre ella y te la va a robar


delante de tus narices, puto idiota".

"No me importa" –respondo.

“Eso ya lo veremos”.

“De todas formas, ella no busca una relación” –les digo.

“Hasta que encuentre a alguien que sea su amigo y se


enamore desesperadamente de ella. Eres un puto idiota,
tío".

Página 482 de 982


La conversación gira en torno al trabajo de Blake, y mi
mente vuelve a ella.
Siempre vuelvo a ella, y estoy jodidamente harto.
La necesito fuera de mi sistema.

~*~

me siento en mi escritorio y miro al vacío.


La semana ha sido larga y deprimente. Cada noche, antes
de dormirme, me digo a mí mismo que mañana iré a casa
de Juliet a disculparme y a rogarle que me deje verla… pero
llega mañana y no lo hago.
¿Por qué soy así? ¿Qué me pasa para ser tan egoísta?
¿Por qué me torturo de esa manera?
Lo único que quiero es verla, tenerla en mis brazos y decirle
que la he echado de menos. Eso no debería ser difícil.
Debería ser lo más natural del mundo.
Lógicamente lo sé, así que ¿por qué no puedo hacerlo?
Abro el primer cajón de mi escritorio, rebusco en él y veo lo
que busco al fondo, enterrado debajo de todo.
Lo saco y lo miro fijamente.

AARON STEVEN
SPICOANALISTA

Hace años que tengo esta tarjeta.


Página 483 de 982
Se supone que es lo mejor de lo mejor, que puede curar a
cualquiera.
Llámalo.
No servirá de nada.
¿Qué podría decir para mejorar todo esto?
Llámale.
Con dedos temblorosos marco su número y espero a que
suene.

“Oficina de Aaron Stevens” –contesta una mujer, y cuando


oigo su voz, cuelgo inmediatamente el teléfono.

Joder.
Me paso las manos por el pelo.
No necesito esa mierda. Estoy bien. Sólo necesito dejar de
pensar en ella, eso es todo. Si no estoy cerca de ella,
entonces no puede hacerme sentir así.
Adelante y arriba.

JUlIeT

llevo las toallas por el pasillo y voy más despacio cuando


llego al final del pasillo. Esta noche estoy en la residencia. Y
aunque sé que no recuerda a su hijo, sé que es su padre.
Página 484 de 982
Me detengo en la puerta y le observo un momento a través
de la ventana. Está tumbado en la cama viendo la televisión,
aparentemente feliz como una perdiz.
Es decir, es feliz porque, por suerte, no recuerda estar triste.
Me preparo y llamo suavemente.

“Pasa” –me llama.

“Hola”.

Sonrío mientras abro la puerta.

“¿Cómo está, Sr. James?”.

“Bien”.

Sigue viendo la televisión. Levanto la vista y veo que esta


noche hay partido de fútbol. Le cambio las toallas y le aliso
las mantas.

“¿Ha tenido un buen día?”

“Ha estado bien”.

Sus ojos se quedan fijos en la pantalla.

“Mejor si ese maldito gato dejara de arañar”.

Página 485 de 982


Sonrío y doblo la manta a sus pies.

“Es molesto, ¿verdad?”.

“No tienes ni idea” –refunfuña.

“Me pone de los nervios”.

Sonrío, y algo en el señor James me hace sentir mejor.


Esta semana estoy echando mucho de menos a mis padres.
Suena el teléfono junto a la cama y lo miro.

“Coge eso, por favor” –dice despreocupado.

“Pero…”

“Contesta al maldito teléfono” –me exige.

“Pulsa el botón de hablar”.

Cojo el teléfono y pulso el altavoz. Oigo la voz de Henley.

“Hola, papá”.

La emoción me invade al oír su voz.

“¿Quién es?” –Responde el Sr. James.

Página 486 de 982


“Soy Henley”.

Los ojos del Sr. James se iluminan.

“Henley” –Sonríe.

“¿Has ido hoy a preescolar, hijo?”.

“Hoy no, papá” –responde Henley.

Me duele el corazón por él.

“Dile a tu madre que venga a llevarme a casa”.

“De acuerdo”.

La voz de Henley es suave, triste.

“Pregúntale si está bien” –le susurro al señor James.

Él frunce el ceño.

“Pregúntale si está bien” –repito.

“¿Estás bien, Hen?” –pregunta.

“Sí, estoy bien. Tuve días mejores, supongo”.

Página 487 de 982


Se me llenan los ojos de lágrimas.
Oigo la tristeza en su voz.

“¿Qué cenaste?” –pregunta Henley.

“Todavía no me han dado de comer”.

Miro hacia los platos vacíos de la mesa que aún esperan ser
recogidos.

“Habrías cenado, papá. Simplemente se te olvidó” –le dice


Henley.

“No. Me muero de hambre. Pon a tu madre al teléfono”.

“Ahora mismo está ocupada”.

“¿Va a venir a buscarme o no?” –suelta.

“Pronto” –dice Henley.

Sonrío.
Es tan paciente con él.

“Te quiero, papá” –dice Henley en voz baja.

Se me encoge el corazón.
El Sr. James asiente pero no responde.
Página 488 de 982
“Díselo” –le susurro.

“¿Eh?”

“Repíteselo” –repito.

“¿Decir qué?” –refunfuña.

Joder…

“Te dejaré ir” –dice Henley.

“Vuelve a la escuela, Hen. Sé un buen chico ahora.


Construiremos algo cuando llegues a casa”.

“De acuerdo. Suena bien”.

Sonrío mientras escucho.

“Adiós, papá”.

El teléfono se apaga cuando cuelga.


Me encorvo en la cama, decepcionada de que Henley no
haya recibido su “te quiero”. Lo cual es ridículo porque,
quiero decir, ¿por qué debería importarme? Él y yo tenemos
la relación más jodida del mundo. No me ha llamado desde
que se fue enfadado la otra noche, y lo peor es que no
espero que lo haga.
Página 489 de 982
Es como si me estuviera acostumbrando a la disfunción y
ahora incluso la esperara.
Nos daré otro par de semanas, y luego tengo que decidir a
dónde vamos desde aquí. Nunca nada es fácil, ¿verdad?

~*~

el jueves por la mañana salgo a correr.


“Buenos días, Carol” –la llamo.

“Buenos días, cariño”.

Carol sonríe mientras cruza la calle hacia mí.

“Hace un día precioso, ¿verdad?”

“Claro que sí”.

La puerta de Henley se abre y él sale. Levanta la vista y nos


ve. Su paso vacila un poco.
El corazón me da un vuelco en el pecho.
A la mierda.
Odio que sólo con verle se me acelere el corazón.
¿Por qué me afecta tanto?
Me saluda y baja la cabeza.
Página 490 de 982
¿Va a venir?
Veo cómo da la vuelta y se mete en el coche. Y luego, sin
mirarme a los ojos, nos saluda con la mano mientras nos
adelanta por la carretera.
Me da un vuelco el corazón.
Tengo la sensación de que lo nuestro no va a ir bien.
Tengo que pensar en cómo arreglar lo nuestro, pero ¿y si
está demasiado roto y nunca se arreglará?
Quizá no haya nada que arreglar. Tal vez esta conexión que
tenemos es todo en mi cabeza. No. No me lo estoy
imaginando. Sé que no. De hecho, lo único que sé con
certeza es cómo me hace sentir. Es real y cruda, una
adicción que nunca antes había sentido. Y por muy
autodestructivo que sepa que es, necesito seguir adelante y
ver adónde me lleva. Quiero intentarlo.

~*~

me miro por última vez en el espejo, con mi uniforme


verde y el pelo recogido en una coleta. Intento por todos los
medios ser una enfermera porno sexy. Es jueves por la
noche y, sin una sola palabra de Henley, me tomo la justicia
por mi mano. Será mejor que muerda el anzuelo.

“Ok, esto es todo. Le ofrezco una rama de olivo, y si no la


coge, pues puf a él”.
Página 491 de 982
Miro a mi pequeño y fiel mejor amigo.

“Deséame suerte, Bazza”.

Bajo las escaleras, cojo la llave de la encimera y me dirijo a


casa de Henley. Llamo a su puerta. Toco, toco.
Bum. Boom. Boom golpea mi corazón. La puerta se abre de
golpe y me encuentro cara a cara con Henley James. Lleva
unos calzoncillos bóxer azul marino satinados y está sin
camiseta, con su pelo oscuro y su cara perfecta. Su cuerpo
desgarrado sólo me pone más nerviosa. Hay mucho en
juego.

“Hola” –Sonrío torpemente.

“Hola”.

“Umm.”

Frunzo el ceño mientras intento que mi discurso practicado


salga bien antes de decirlo en voz alta.

“Voy de camino a trabajar en un turno de noche, y Barry


parece nervioso hoy, y me preocupa que pueda ladrar y
mantenerte despierto”.

Suelto las palabras con prisas.

Página 492 de 982


“Así que estaba pensando que si te doy una llave y está
ruidoso, podrías venir a mi casa y meterlo dentro”.

Le tiendo la llave de mi casa.

“Porque somos amigos y todo eso”.

Me encojo de hombros, nerviosa.


No coge la llave de mi mano. En lugar de eso, me dedica
una lenta sonrisa sexy y se apoya en el marco de la puerta.
Me trago el nudo que tengo en la garganta mientras espero
su respuesta.

“¿Qué te parece?”

Sus ojos oscuros recorren mi cuerpo y luego vuelven a mi


cara.

“Creo que deberías entrar un momento”.

“¿En serio?”

Asiente.

“Sí”.

Página 493 de 982


Se hace a un lado, paso junto a él, cierra la puerta tras
nosotros, me aprieta contra ella y me acerca los labios a la
oreja.

“Deberías saberlo mejor que venir aquí pareciendo un puto


sueño húmedo andante”.

Su proximidad me hace bailar mariposas en el estómago.


Me toma la cara entre las manos y me besa.
Sus labios se posan sobre los míos con la succión perfecta.

“Hola” –murmura contra mis labios.

“Hola” –Sonrío tímidamente.

Me besa de nuevo y noto su erección contra mi cadera.

“¿Qué vas a hacer el sábado por la noche?”

Aah…

“Nada”.

Sus labios vuelven a abrazar los míos y nuestro beso se


hace más profundo.
Maldita sea, es bueno en esto.

“Tengo entradas para la ópera”.


Página 494 de 982
“¿En serio?”

“¿Te gusta la ópera?”

Ahora sí.

“Deberíamos ir”.

Me lame los labios abiertos y lo siento entre mis piernas.


Mi cerebro ha abandonado oficialmente el edificio.

“Ajá…”

“Pero significaría quedarse en la ciudad”.

Soy literalmente un genio. Este plan está funcionando a la


perfección. Me está pidiendo una cita, no una cualquiera,
una cita de una noche entera.

“Supongo que podemos hacerlo”.

Trato de actuar despreocupadamente.


Seguimos besándonos, y él desliza su mano por delante de
mis pantalones y desliza las yemas de sus dedos por los
labios de mi sexo. Me toca mientras nos besamos y veo las
estrellas.
Oh…
Ni siquiera hemos entrado.
Página 495 de 982
Sigo clavada en la parte trasera de su puerta.
Animales.
Me levanta, queriendo más.

“Tengo que ir a trabajar, Henley.”

“Tienes trabajo que hacer aquí”.

Me lleva hasta el sofá y me tira sobre él.


Me río mientras reboto. Se arrastra sobre mí, con su
erección asomando por encima de sus calzoncillos.
La pre-eyaculación gotea de su extremo.
Joder…
Lo deseo.
Este hombre…
De repente, nuestro beso se vuelve frenético.
Me sujeta las piernas mientras frota su erección sobre mi
sexo. Nos miramos fijamente mientras la desesperación
corre entre nosotros. Qué caliente.
Un momento, ¿qué coño está pasando aquí?
No me contengo en absoluto cuando se trata de él.
¿Quién soy yo? Esto es sólo una misión de inteligencia.
Ve a trabajar.

“Henley, tengo que irme."

"No, tienes que venirte."

Página 496 de 982


Sonríe oscuramente contra mis labios mientras me bombea
con sus caderas.
Yo también.
No, juega tranquila.

“Eres un puto maníaco sexual, Henley James.”

“Tú me conviertes en uno”.

Salgo de debajo de él y me pongo de pie.

“Sábado”.

Sus ojos se clavan en los míos.

“Sábado…” susurra en voz baja.

El aire se arremolina entre nosotros y, maldita sea, ¿puede


sentirlo? Sea lo que sea…
Lo beso rápidamente y, sin mirar atrás, salgo por la puerta.
Bajo los escalones sintiéndome triunfante, con ganas de
saltar y golpear el aire.
¡Anotación!

~*~
“ buenas noches, Sra. Greenwell”.
Página 497 de 982
Sonrío al entrar en la habitación.

“¿Cómo está mi paciente favorita?”

A la Sra. Greenwell se le iluminan los ojos.

“Aquí está, mi enfermera favorita. Hola, Juliet, te estaba


esperando”.

Acolcho sus almohadas y le acomodo la cama.


Miro su historial.

“Anoche te dieron más calmantes” –Le pregunto con la


mirada.

“Sí, fue una noche terrible”.

Sacude la cabeza.

“Y no me gusta esa Michelle. No es muy simpática,


¿verdad?”.

Michelle es la jefa de turno y no, no es muy simpática.


No es que lo admita nunca.

“Compórtese, Sra. Greenwell”.

Sonrío mientras reajusto las almohadas un poco más.


Página 498 de 982
“Tiene un terrible asunto de cabecera, y viendo que estoy en
la cama…”.

Ella levanta las cejas sarcásticamente.

“Creo que debería saberlo”.

Suelto una risita.


La señora Greenwell tiene más de ochenta años y la cadera
rota; lleva más de un mes en el hospital y es todo un
personaje. En mis días libres pienso en ella.

“¿Cómo te ha ido el día?” –me pregunta.

“Fantástico” –Sonrío.

“Camino sobre el aire”.

La Sra. Greenwell sonríe.

“No tendrá nada que ver con cierto vecino gruñón,


¿verdad?”.

“Tal vez” –Sonrío.

“Vivo para tus historias”.

Palmea la cama a su lado.


Página 499 de 982
“Cuéntamelo todo”.

“Bueno”.

Me dejo caer para sentarme en la cama.

“Pero rápido. Tengo que volver al trabajo. Hoy he ido a verle


y me ha pedido una cita para ir a la ópera el sábado por la
noche”.

“¿Lo hizo?”

Sus ojos se abren de par en par.

“Sí.”

Sonrío con orgullo.

“Una cita de verdad”.

Me coge la mano.

“Ya está prácticamente enamorado de ti, cariño”.

“Ojalá”.

Sonrío mientras me levanto.

Página 500 de 982


“Volveré dentro de un rato. Tengo que ver cómo están todos.
¿Necesitas algo?”

“Me encantaría una copa de jerez”.

“Sabes que no me está permitido dártelo, aunque


tuviéramos”.

Deja escapar un profundo suspiro.

“Este lugar no es divertido”.

“Dímelo a mí”.

Dejo a la Sra. Greenwell y salgo flotando por el pasillo.


Después de una semana infernal, por fin todo va bien.
Voy a tener una cita con Henley, no una cita para ligar en
mitad de la noche. Una cita real, de buena fe. A la ópera,
nada menos. Sólo espero que vaya bien. Tiene que ir bien.

~*~

“ Te ves sexy” –dice Rebecca desde su lugar en el


mostrador de mi cocina.

“Está tostada” –añade Chloe.


Página 501 de 982
Miro a mis dos amigas.

“No me puedo creer que salgas sin mí”.

Chloe ha venido a pasar la noche con Barry y, como John no


está, Rebecca se ha quedado sola en casa. Están comiendo
pizza y cócteles en mi porche, sin mí.

“Como si tú no fueras a divertirte más” –se burla Rebecca


con su copa de vino.

“Sigo pensando que Henley es un bicho raro” –responde


Chloe.

“No lo creo, lo sé” –le doy la razón.

"Quiero decir, ¿quién se olvida un condón y luego enloquece


completamente y se va en medio de ello y luego no te habla
en toda la semana y luego te invita a la ópera en una cita?".

"Un bicho raro" –decimos Rebecca y yo juntas.

"Está deshaciendo el equipaje" –dice Rebecca.

"¿Tú no?"

"Un camión lleno".

Página 502 de 982


Me agarro las tetas y me las subo al sujetador.

"¿Tengo buen aspecto?"

"Estás estupenda".

"Vale, me voy a poner en marcha".

Decidimos que nos veríamos en el hotel. Carol no se pierde


una por aquí, y va a ser incómodo si alguien sabe de
nosotros. Aunque tengo la sensación de que Blake y Antony
ya lo saben. Parecen estar muy habladores últimamente,
pero podría ser mi conciencia culpable hablando. No tengo
remedio guardando secretos.

"Que tengas una gran noche."

"Buena suerte”.

Rebecca me abraza.

"Échale a la calle si es un capullo".

Resoplo aire en mis mejillas.

"Es Henley. Ya sabemos que va a ser un capullo".

"Cierto."
Página 503 de 982
Con un último saludo me dirijo al coche y le envío un
mensaje a Henley.

De camino.

Una respuesta rebota directamente.

Nos vemos en el bar de abajo.

Los nervios bailan en mi estómago.


Quedar con un tío bueno y misterioso en el bar de un hotel:
todo es tan exótico. Como una película de espías o algo así,
espero que acabe bien.
Echo un último vistazo a mi cara por el retrovisor. Estoy
nerviosa. Y sé que es estúpido y que no debería estarlo
porque no es mi primer rodeo, y menos con Henley. Pero
esa es la cosa: cada vez con él se siente como la primera
vez, y tal vez por eso estoy tan nerviosa. . .
Sé en mi corazón que esto es algo especial, o al menos
podría serlo. Nadie me ha hecho sentir como él.
Necesito recordarle a Henley James la química que
compartimos.
Volarle la puta cabeza.
Salgo del coche y me dirijo al hotel.
Es muy lujoso, con porteros con trajes negros. Los suelos
son de un precioso mármol verde y de los techos
ornamentados cuelgan enormes lámparas de araña.

Página 504 de 982


Veo el restaurante y el bar, entro y al instante me siento más
a gusto. Aquí se está mejor, en un ambiente mucho más
relajado. Mesas y sillas de madera y metal, y velas en
pequeños jarrones de cobre en todas las mesas.
La barra es de madera oscura con taburetes antiguos
alineados. Sobre ella cuelgan grandes lámparas de cobre.
Sonrío mientras miro a mi alrededor.
Esto mola.
Mis ojos recorren la sala y entonces lo veo a él, sentado en
el reservado de la esquina.
Me dedica una lenta y sexy sonrisa, y la excitación me
recorre por dentro.
Durante toda la semana sólo he pensado en él, y estar aquí
ahora...
No te pases.
Sonrío y, tratando de ser lo más informal posible, me acerco
a la mesa.

"Hola".

Acerco la silla.

"Hola".

Toca el sofá a su lado.

"Siéntate aquí”.

Página 505 de 982


Me da un vuelco el estómago, rodeo la mesa y me deslizo a
su lado.

"Hola”.

Me coge la cara entre las manos y me besa suavemente.

"Llegas tarde" –ronronea.

Y tú eres perfecto.

Página 506 de 982


CAPÍTUlO 15

"¿ las cosas buenas merecen la espera?"


Me zafo de su agarre, haciéndome la dura.
Llena dos copas de vino de una botella con hielo sobre la
mesa y me pasa una.

"Champán” –Sonrío.

"¿Qué celebramos?”

"Bueno" –me dice, "–estamos aquí".

Levanta una ceja juguetonamente.

"¿Quieres decir que hemos superado nuestra primera


crisis?" –Sonrío.

Él esboza una sonrisa de una belleza impresionante.

"¿Lo hemos conseguido?”

Su sonrisa me hace cosas.


Página 507 de 982
Me estremezco hasta los dedos de los pies.

"Sí”.

Se inclina y vuelve a besarme. Sus labios se detienen sobre


los míos y empiezo a perder de vista la misión.
¿Qué tiene este hombre?
Me besa una y otra vez, y mis ojos se cierran contra mi
voluntad.
Concéntrate.

"Henley".

Sonrío tímidamente mientras me libero de su agarre.

"Estamos en un restaurante lleno de gente".

"Me importa una mierda dónde estemos. Quiero besarte".

"Y lo harás".

Tomo su mano entre las mías y la aprieto contra mi otra


mano, apoyada en el grueso músculo de su cuádriceps.

"Más tarde" –Sonrío.

Él exhala pesadamente.

Página 508 de 982


"No te he visto en toda la semana".

Me echa de menos.

"Lo sé" –respondo como si no me importara.

"¿Qué has estado haciendo toda la semana?" –pregunta


mientras da un sorbo a su champán.

Echándote de menos.

"Trabajando, pintando".

"¿Te ha ayudado Mason?".

"No."

"¿Y el otro puto idiota?".

Suelto una risita.

"¿Te refieres a mi diseñador de interiores, del que estás


celoso, Joel?".

"No estoy celoso de Joel" –responde.

"Es...”

Página 509 de 982


Hace una pausa, como si intentara elegir sus palabras con
cuidado.
Interrumpo.

"Toca tus cosas".

Sonríe ante mi analogía.

"Sí.

"¿Así que ahora soy tus cosas?".

Sus ojos oscuros se posan en mis labios.

"Sí”.

El aire cruje entre nosotros mientras nos miramos fijamente.


Definitivamente eres lo mío. Me agarra la cara y me besa de
nuevo, su lengua recorre mis labios abiertos, y lo siento
entre mis piernas. Recuerdo dónde estamos y me separo de
su beso.

"¿Por qué siempre que estamos juntos actuamos como


adolescentes cachondos?".

"Porque me pones jodidamente cachondo, por eso".

Sonrío y cojo mi copa de champán.


Página 510 de 982
"¿Podemos...?"

Hago una pausa.

"¿Podemos qué?”

"¿Podemos tener una cita normal en la que no intentemos


follarnos en la mesa?".

"¿Pero yo sí quiero follarte en la mesa?".

Suelto una risita.

"Ya me entiendes".

"¿Quieres una cita normal?"

"Sí".

"Vale".

Sonríe y da un sorbo a su champán.

"Sal conmigo".

Lo que pasa con el champán es lo siguiente: se supone que


hay que beber una o dos copas para celebrar un
acontecimiento.
Página 511 de 982
No bebes tres botellas hasta que los dos se rien
incontrolablemente en la mesa. Con nosotros, la
conversación nunca se agota. Nos reímos y charlamos
como si fuéramos viejos amigos. Y aunque somos
completamente diferentes, estamos en la misma onda.
Tenemos el mismo sentido del humor.
No me lo estoy imaginando; esto es mucho más que sexo.

"De acuerdo".

Henley sonríe satisfecho.

"Diez cosas".

"¿Qué?"

"Dime diez cosas sobre ti que no sepa".

"Hmm".

Entrecierro los ojos mientras intento pensar.

"Umm."

Tuerzo los labios.

"Una. . . Me encanta el sexo".

Página 512 de 982


"Eso ya lo sé. Eso no cuenta".

Da un sorbo a su champán y sonríe como un loco. Le gusta


este juego. Suelto una risita.

"Ya."

Me lo pienso un poco.

"Dos... De pequeña quería ser bailarina".

"¿Por qué no?"

Frunce el ceño.

"Porque tengo dos pies izquierdos y bailo como un babuino".

"Ya me había dado cuenta".

Me río a carcajadas, y él también.

"Tres... Odio el cilantro con pasión. Incluso estoy en el grupo


de Facebook Odio el cilantro".

Frunce el ceño mientras escucha.

"¿Hay una página de Facebook para eso?".

Página 513 de 982


"Ajá".

Suelto una risita, y él también.


¿Por qué todo lo que nos decimos es tan gracioso?

"Venga, siete cosas más" –dice.

"Cuatro... Nunca he tenido una fantasía lésbica".

"Oh... no soy fan de eso".

Arruga la cara en señal de decepción.

"Por favor, miénteme y dime que la has tenido".

"Vale, retiro lo dicho".

Me río otra vez.

"Cinco... todas las noches sueño con hacer un trío con un


chico y otra chica".

"Mejor".

Levanta su copa de champán hacia mí. Sonrío


bobaliconamente. Es tan divertido.
Intento pensar en algo más que no sepa de mí.

Página 514 de 982


"Seis... nunca he visto Juego de Tronos".

Asiente mientras escucha.

"Siete... Ojalá mi perro no se llamara Barry".

"¿No lo hacemos todos, joder?"

Los dos nos echamos a reír otra vez.

"Ocho... Soy una gran nadadora".

"¿Estás mintiendo?"

Me rellena la copa de champán.

"Totalmente."

"Eres buena en otras cosas".

Se encoge de hombros.

"No se puede ser avaricioso".

"Lo sé, claro".

Suelto una risita y él choca su vaso contra el mío para


darnos el quincuagésimo brindis de la noche.
Página 515 de 982
"Vamos" –me dice.

"Necesito más información".

"Umm".

Miro al techo mientras intento pensar en algo más que


contarle.

"Nueve... No me gustó que te fueras la otra noche".

Se queda serio.

"¿Por qué no?"

"No puedes hacer preguntas si mis respuestas no cuentan".

"Última pregunta. ¿Por qué no te gustó cuando me fui?"

"Porque me gustaba tenerte dentro de mí".

Sus ojos se oscurecen y se posan en mis labios. Se echa


hacia atrás y se ajusta los vaqueros. Le ha gustado esa
respuesta.

"Tu turno" –le digo.

"No, no, esta era mi prueba".


Página 516 de 982
"Oh, no te toca. Dime diez datos que no sepa sobre ti".

Se echa hacia atrás en la silla mientras piensa.

"También me gustaría que tu perro no se llamara Barry


porque me recuerda a los Bee Gees".

Suelto una risita.

"Nunca he visto Juego de Tronos".

"No puedes copiar mis respuestas" –le digo.

"Hmm".

Tuerce los labios mientras piensa.

"Hace mucho que no tengo vacaciones".

"Ajá".

"Me gusta escuchar podcasts de crímenes reales. Podría


cometer el asesinato perfecto si quisiera".

"No me mates".

Levanta una ceja y me río.

Página 517 de 982


"A ver..."

Vuelve a pensar.

"Pienso en follarte... . . mucho".

"Eso ya lo sé".

"Oh, ¿lo sabes ahora?"

"Ajá".

Sonrío bobaliconamente.

"Es obvio".

Se ríe entre dientes.

"¿Lo es? Creía que lo había ocultado bien".

"Para nada".

"Umm, ¿qué más hay?".

Sonrío mientras escucho.

"Nunca he estado enamorado".

Página 518 de 982


Oh...

"Bueno, no te enamores de mí" –bromeo mientras golpeo su


vaso con el mío.

"Ni hablar" –Sonríe.

"Eres horrible".

"Es cierto".

Me río.

"Venga, más".

"Yo . . ."

Hace una pausa.

"¿Tú qué?"

Se pone serio.

"Yo tampoco quería irme la otra noche".

"¿Y por qué lo hiciste?"

Página 519 de 982


Gira su copa de champán sobre la mesa por el tallo
mientras la mira fijamente.

"Porque estoy jodido".

Progreso.
Cojo su mano entre las mías y la levanto para besarle las
yemas de los dedos.

"No me lo creo".

Expulsa aire por las mejillas y sé que admitir eso es mucho


para él.
Rápido, a la siguiente pregunta antes de que pueda pensar
demasiado.

"Bien, la última... ¿Qué es lo que no sé de ti?".

Sonrío juguetonamente.

"¿El único dato?" –pregunta.

"La única cosa".

Sus ojos se clavan en los míos.

"Es mi cumpleaños".

Página 520 de 982


"¿Qué? ¿Hoy?"

Asiente tímidamente.
Mi corazón se hincha. Ha elegido pasar su cumpleaños
conmigo. Oh...

"Feliz cumpleaños, cariño".

Me inclino y lo beso, y él me devuelve el beso, y de alguna


manera este beso es diferente. No siento ni una pizca del
juego al que hemos estado jugando. Es real y crudo, algo
más.
Cogidos de la mano, caminamos por el pasillo del hotel
hasta nuestra habitación. Me mira los zapatos de tacón de
aguja.

"Me gustan esos zapatos".

"¿Para ti?”

Saca la lengua y se la pasa por el labio inferior como si


imaginara algo.

"Me van a quedar genial alrededor de las orejas".

Lo sé. Sonrío a mi preciosa cita.


Ha sido la mejor noche de la historia. Hemos hablado, reído,
besado y nos hemos besado en el ascensor.
Página 521 de 982
Henley James es la cita definitiva de todos los tiempos:
guapo, divertido, ingenioso, inteligente y, no lo olvidemos,
sexy de cojones. Esta noche, mientras cenábamos, no sabía
si reírme, desmayarme o inclinarme sobre la mesa. Esta
posición de amigos con beneficios definitivamente tiene sus
ventajas. No se puede negar que pasar una noche con este
dios es como ganar el premio gordo. Pero quiero más. Y por
extraño que parezca, mi instinto me dice que él también.
No lo ha dicho, por supuesto, pero puedo oír las palabras
silenciosas ocultas en sus frases. Son las cosas que no dice
en voz alta, las cosas que no articula, y no sé cómo, pero ya
sé lo que siente. Está aquí conmigo, perdido en un momento
perfecto de claridad. ¿Cómo podría no estarlo? Juntos
somos perfectos, y ni siquiera se trata del sexo, y créeme, el
sexo es mucho. Es la conversación, la risa y la forma en que
nos tomamos los chistes. Es él envolviéndome en su abrigo
de camino a casa para que no tuviera frío, la forma en que
me escucha cuando hablo. La forma en que me coge de la
mano y la piel de gallina que se me pone cuando me mira.
Podría haberse ido a cualquier parte del mundo esta noche
y, sin embargo, ha elegido pasar su cumpleaños conmigo.

"¿Cuánto dura este pasillo?"

Frunzo el ceño.

"Hemos caminado al menos ocho kilómetros".

Página 522 de 982


Me guiña un ojo sexy.

"Esto es el calentamiento".

"¿Para qué?"

Me hago la tonta.

"Olimpiadas de dormitorio".

Me parto de risa, y él también, y entonces se detiene ante


una puerta.

"Esta es la nuestra".

Juguetea con la llave mientras yo le paso la mano por su


firme trasero. Sus manos se quedan quietas, lo tomo como
una señal y le bajo la cremallera de los vaqueros. Mira hacia
el pasillo y luego hacia mí.

"Ya sé lo que quiero regalarte por tu cumpleaños".

"¿Qué es?”

Acerco mi boca a su oreja.

"Quiero chupártela en público".

Página 523 de 982


Sus ojos se abren de par en par y caigo de rodillas.

"Juliet" –susurra mientras mira hacia el pasillo.

"Harás que nos echen del hotel".

Le saco la polla ya erecta de los vaqueros y me la meto en


la boca.

"No me importa" –susurro a su alrededor.

"Conseguirás que nos arresten".

"También podríamos hacerlo en la cárcel".

Se ríe entre dientes y se estremece cuando le paso la


lengua por la punta. Luego, como si perdiera el control, me
agarra el pelo con las manos y se desliza hasta el fondo de
mi garganta.
¿Quién soy yo?
Nos acompasamos.
Sus ojos me miran a mí y a lo largo del pasillo.
Me folla la boca con una urgencia apresurada, un deseo tan
profundo que no podría parar aunque quisiera. Y yo lo
aguanto como una profesional.
Sus gemidos suaves y su respiración entrecortada me
vuelven loca mientras veo cómo se deshace.

Página 524 de 982


"Joder, joder, joder" –gruñe mientras me bombea con fuerza.

Sus ojos enloquecidos se disparan por el pasillo, inclina la


cabeza hacia atrás y se corre de golpe con un gemido
profundo. Me dan arcadas. Uf... Es un gran hombre. Pero
entonces veo su mirada y sé que merece la pena, porque es
Henley y le adoro y quiero que su cumpleaños sea
memorable. Necesito grabarme a fuego en su cerebro como
él lo está en el mío.
Triunfante, lo lamo hasta dejarlo limpio, suena el ascensor,
me levanta de un tirón y los dos nos giramos hacia la puerta,
culpables. Nervioso, tantea la llave y la deja caer.

"A la mierda" –murmura en voz baja.

Me entra la risa floja. La polla le sigue colgando por delante


de los vaqueros.
Dos ancianas salen del ascensor. Están charlando.

"Coge la puta llave" –susurra.

"No”.

Ensancha los ojos y me río más.

"Enséñales la polla" –susurro.

Me da un codazo.
Página 525 de 982
"Coge la llave del suelo".

"No."

A él también le entra la risa floja.


¿Qué aspecto debemos tener, de cara a la puerta, culpables
a más no poder, con la llave en el suelo delante de
nosotros?
Me río tanto que no podría agacharme a cogerla aunque lo
intentara. Las abuelas se acercan. Henley asiente, tan
fresco como un pepino.

"Buenas noches, señoras".

"Hola".

Una señora sonríe sin mirarnos de cerca.

"Acabamos de pasar la mejor noche en la ópera. Si tienes


oportunidad, tienes que ir".

Los ojos de Henley se dirigen a los míos y me quedo con la


boca abierta por la sorpresa.
Nos olvidamos de ir a la ópera.

~*~
Página 526 de 982
nos tumbamos en la oscuridad uno frente al otro. Es tarde
y hemos saciado todos nuestros deseos. La noche ha sido
larga y sudorosa, nuestros cuerpos se han acostumbrado.
Es un dios en la cama. No hay otra forma de describirlo.
Acabamos de salir de la ducha y estamos desnudos bajo las
mantas. Me siento tan cerca de él. No hay otra forma de
explicar nuestra conexión. Es mágica. Una fuerza a tener en
cuenta. El dedo de Henley recorre mi brazo sin rumbo, como
si aún tuviera que tocarme, y ambos nos perdemos en
nuestros propios pensamientos.
Estoy cansada, pero no quiero irme a dormir porque sé que
cuando me despierte, mi hermoso y vulnerable Hen no
estará aquí; Henley James el duro estará en su lugar.
Es como si Henley también lo supiera y luchara contra el
sueño tanto como yo.

"¿Qué tal tu cumpleaños?" –Le pregunto.

"Perfecto".

Le sonrío suavemente en la oscuridad mientras nos


miramos fijamente.

"Gracias por hacerlo tan especial" –susurra mientras se


inclina y me besa suavemente.

Su beso es tierno y cariñoso, lleno de sentimientos.


Página 527 de 982
Todas las emociones afloran en mi cuerpo y siento que el
corazón se me sale del pecho. Creo que lo amo.

"Toc, toc. Servicio de limpieza".

Me despierto sobresaltada.
¿Dónde estoy?

"Servicio de limpieza" –una voz llama a través de la puerta.

Mierda, estoy en el hotel.


Miro y veo que estoy sola en la cama. Henley no está.
Me levanto de un salto y corro hacia la puerta.

"Vuelve más tarde, por favor" –llamo.

"¿Quiere el periódico de la mañana?" –dice la voz.

"No, gracias".

¿Qué hora es? ¿Por qué me despierta esta mujer para


comprarme el periódico?
Veo una nota en la mesilla.

He ido al gimnasio, vuelvo pronto. H x

Sonrío.

Página 528 de 982


Está visitando a su padre. Qué hombre más guapo, pasar
todas las mañanas con su padre enfermo.
Justo cuando pienso que no puede mejorar, me demuestra
lo contrario.
Entro flotando en el baño, todavía colocada por lo de
anoche. Justo... ahora para hacerme simplemente
irresistible. Doy un sorbo a mi café y leo el periódico de la
mañana, y mi teléfono emite un pitido.
Es Henley.

¿Dónde estás?

La emoción me recorre el cuerpo. Sólo un mensaje suyo me


pone a cien.
Le contesto.

En el restaurante, desayunando. Baja.

Otro mensaje me rebota.

Voy para allá.

Vuelvo a leer el periódico, fingiendo no ser la mayor fangirl


de la historia de la vida. Tengo que ser inteligente. Si lo
quiero para siempre, y lo quiero, no puedo meter la pata.

"Buenos días, señorita Drinkwater" –ronronea su voz


profunda mientras se desliza hasta la mesa de enfrente.
Página 529 de 982
Levanto la vista y ahí está: pelo oscuro, mandíbula cuadrada
y la cara más bonita que he visto nunca.

"Buenos días, señor James” –Sonrío.

"¿Qué tal el gimnasio?”

"Bien”.

Sonríe mientras sus ojos se clavan en los míos. Tiene esa


mirada traviesa en sus ojos, y sé que todavía está juguetón
esta mañana.
Progreso.
Le paso el menú.

"Voy a pedir las tortitas".

"Hmm."

Frunce el ceño mientras mira las opciones.

"Yo voy por la tortilla".

La camarera se acerca.

"Hola, ¿puedo traerle una bebida, señor?" –pregunta.

Página 530 de 982


"Sí, por favor" –dice él mientras sostiene el menú entre las
manos.

"Quisiera un macchiato doble, por favor".

Ella lo garabatea.

"¿Está listo para pedir la comida?".

Sus ojos se desvían hacia mí.

"¿Estás lista?"

"Sí, tomaré las tortitas, por favor".

"Y yo la tortilla con un vaso de zumo de naranja".

Le devuelve los menús.

"Gracias”.

Ella se aleja y sus ojos se dirigen a mí.

"¿Qué se siente ser un año mayor?" –le pregunto.

Una sonrisa se dibuja en su rostro.

"Satisfactorio".
Página 531 de 982
Ya somos dos. Necesito todas mis fuerzas para no subirme
a su regazo y darle un beso estúpido.

"¿Qué hay hoy, jefe?" –Le pregunto.

"¿Jefe?"

Sonrío bobaliconamente.

"Bueno, eres mandón".

"Sólo cuando estoy desnudo".

"No estoy de acuerdo".

Sonríe mientras el aire se arremolina entre nosotros.


Todo funciona a la perfección.

~*~

Una hora después, Henley me acompaña al coche. No


quiero dejarle. Este asunto difícil me está matando. Quiero
verle antes del próximo fin de semana.
Rápido, piensa en un plan.
Caminamos calle abajo hacia mi coche. No me coge de la
mano ni me muestra afecto, pero lo hay entre nosotros.
Página 532 de 982
Lo noto.

"Voy a empezar a ver Juego de Tronos esta noche" –


anuncio.

"¿Y tú?"

"Ajá".

Se queda callado mientras caminamos.


Mierda... se suponía que iba a decirme que quería verlo
conmigo.

"¿Vienes a verla conmigo?".

Actúo despreocupadamente.

"Depende”.

"¿De qué?"

"De si me preparas la cena".

Quiero saltar y dar un puñetazo al aire.

"Supongo que puedo hacerlo".

"De acuerdo, entonces".


Página 533 de 982
Me muerdo el labio para ocultar mi sonrisa tonta.
¿Una cita televisiva un domingo por la noche? Esto sí que
es amor.

"¿Sabes cocinar?"

Frunce el ceño.
Doy un respingo.
No me preguntes eso.

"Algo así".

"Define 'algo así'..."

"Bueno".

Me encojo de hombros.

"Tengo algunos platos que se me dan bien".

Sonríe.

"Nos prepararé la cena en mi casa".

"¿Tú cocinas?"

"Muy bien".

Página 534 de 982


Me guiña un ojo sexy.
Uf... claro que lo hace. Tiene ese aspecto, folla como un
demonio y ahora cocina muy bien. ¿Hay algo que este
hombre no pueda hacer con facilidad?
Enamórate de mí.
Se me cae la cara de vergüenza al recordar algo.

"¿Qué pasa?" –pregunta.

"¿Podemos comer en mi casa?"

"¿Por qué?"

"No he estado en casa en todo el fin de semana y me siento


mal por Barry".

Pone los ojos en blanco.

"Cocinas en mi casa. Sí, es una gran idea".

Sonrío esperanzada.

"Mándame un mensaje con los ingredientes y los traeré hoy


mismo" –le ofrezco.

Exhala pesadamente.

"Tu perro es molesto".


Página 535 de 982
"Lo sé”.

Reboto en el sitio.

"¿Por favor?"

"Está bien".

Suspira mientras llegamos a mi coche.


Abro la puerta y la incomodidad se interpone entre nosotros
por primera vez.

"¿Me das un beso de despedida?" –le pregunto.

Sus ojos se clavan en los míos.

"Somos amigos, Juliet".

Ouch.

"Con beneficios" –añado.

"Los besos de despedida son uno de esos beneficios".

"¿Lo es?"

Asiento con la cabeza.


Sonríe y me toma la cara entre las manos.
Página 536 de 982
"Bueno, en ese caso...".

Me besa suavemente y mis pies se levantan del suelo.


Nos besamos una y otra vez, y maldita sea, quiero todos los
beneficios, pero sé que tengo que seguir con esta mierda de
difícil de conseguir, no es que la esté ejecutando muy bien
hoy.

"¿Nos vemos esta noche?"

Me zafo de su agarre.

"Esta noche".

Da un paso atrás y se mete las manos en los bolsillos. Miro


hacia abajo y veo su erección en los pantalones.

"Será mejor que te ocupes de eso antes de volver al hotel".

Se mira a sí mismo.

"Llamaré al burdel de la esquina cuando vuelva".

Me quedo con la boca abierta.

"Es broma”.

Ensancha los ojos.


Página 537 de 982
"No tiene gracia".

Me meto en el coche y cierro la puerta. Da unos golpecitos


en la ventanilla y yo la bajo.

"¿Sí?" –Digo, medio enfadada por su broma de la prostituta.

"Te mandaré la lista de la compra por SMS".

"De acuerdo”.

"He pasado una noche estupenda" –Sonríe.

¿Y si realmente va al burdel de vuelta al hotel?

"Sólo somos amigos, Henley" –le recuerdo para intentar


hacerme la dura.

"Con beneficios" –Sonríe.

"No te olvides de eso".

Pongo los ojos en blanco y arranco el coche.


¿Cómo podría olvidarme de eso? Tengo la vagina rota.
Le saludo con la mano, salgo a la carretera y, mientras me
alejo, le veo desaparecer por el retrovisor.
Cuanto más me alejo de él, más ganas tengo de dar media
vuelta y volver.
Página 538 de 982
Maldita sea... es perfecto.

~*~

"¿ y estos vaqueros?"


Los saco del perchero y se los enseño a Rebecca.
Ella tuerce los labios.

"Demasiado azules".

Exhalo con fuerza.


Chloe, Rebecca y yo estamos de compras. John se llevará a
Rebecca el próximo fin de semana y ella quiere ropa nueva.
Está intentando que vuelva la chispa a su matrimonio.

"Realmente creo que le gusto".

Chloe sonríe.

"¿Quién?"

Frunzo el ceño.

"Blake”.

Página 539 de 982


Pone los ojos en blanco.

"¿Me has estado escuchando?".

La verdad es que no.

"Cuéntame otra vez qué ha pasado".

"Estaba saliendo, y luego nos vio a Rebecca y a mí en tu


porche, y vino a hablar con nosotras".

"Sí."

Escucho mientras hojeo el perchero de vaqueros.

"Acabó quedándose con nosotras toda la noche bebiendo


cócteles en tu porche, y Antony también vino y jugamos a
las cartas".

"¿Así que no salió para nada?".

Frunzo el ceño.

"No."

Chloe sonríe esperanzada.

"Yo no me emocionaría por él" –dice Rebecca.


Página 540 de 982
"Es un jugador serio. ¿Por qué querrías romperte el corazón
con alguien como él?".

"Todos los hombres malos acaban siendo buenos".

Chloe sonríe esperanzada.


Pongo los ojos en blanco y sigo buscando vaqueros.

"¿Qué me dices de estos?” –Levanto un par negro.

"Ya tengo negros".

"¿Por qué compramos vaqueros? ¿Por qué no compramos


bragas sin entrepierna y lencería?" –Dice Chloe.

"Cierto".

"¿Tú crees?"

Rebecca frunce el ceño.

"¿Es ir demasiado lejos?"

"Es tu marido, y dijiste que querías recuperar la chispa".

"La quiero."

"Bueno, los vaqueros no van a hacer eso".


Página 541 de 982
Chloe pone los ojos en blanco.

"Dios mío, no hay nada demasiado lejos".

Se aleja hacia las escaleras mecánicas para subir a la


planta de lencería. Rebecca enlaza su brazo con el mío.

"¿Qué tal anoche?" –pregunta.

"Dios mío, Rebecca".

Sonrío soñadoramente.

"Es. . . tan. . ."

Hago una pausa mientras busco la palabra adecuada.

"Increíble".

"Ten cuidado con él" –me advierte.

"Todo esto me pone nerviosa por ti".

"Lo tengo" –miento.

"Esta noche me prepara la cena".

Me dedica una sonrisa torcida.


Página 542 de 982
"No quiero que te hagas daño".

"No lo haré".

Su móvil emite un pitido y ella lo saca, lo lee, exhala


profundamente y se lo mete en el bolsillo.

"Joder".

"¿Qué pasa?" –Le pregunto.

"John trabaja esta noche después del golf".

"¿Un domingo? ¿Desde cuándo los cirujanos ortopédicos


operan un domingo por la noche?".

Frunzo el ceño.

"Eso es exactamente lo que estaba pensando".

"¿De verdad crees que te engaña?".

Se encoge de hombros.

"Mi instinto me dice que lo hace. Hay demasiadas anomalías


en sus historias".

Dios, no puedo imaginarme estar en su lugar.


Página 543 de 982
"¿Qué vas a hacer?"

"Intentar salvar mi matrimonio".

La rodeo con el brazo y le beso la sien mientras caminamos


hacia las escaleras mecánicas en busca de Chloe.

"Todo va a salir bien, Bec. Seguro que hay una excusa


razonable para todo esto".

Ella asiente con tristeza.

"Realmente lo espero".

~*~

Duchada, acicalada y preparada, con los ingredientes de


la cena alineados en la encimera de la cocina, estoy lista
para mi cita para cenar con el chef.
Miro por la ventana de la cocina.

"¿Dónde está?"

Quería descolgar la colada, pero he estado esperando a que


llegara para hacerlo, y pronto va a oscurecer.
En cuanto salga al patio, llamará a mi puerta.
Página 544 de 982
Tendré que esperar.
Preparo otra taza de té y me siento en el sofá a esperar.
Pienso en nuestra cita de anoche y en lo perfecto que es.
Será mejor que aparezca esta noche.
Maldita sea.
Empiezo a preocuparme por su paradero. Ya debería haber
llegado. Ya me ha dejado plantada antes.
Suena un golpecito en la puerta trasera y siento alivio.
Está aquí.
Salgo a la cocina y lo veo en la puerta de atrás, con
vaqueros azules, camiseta blanca y esa sonrisa tan bonita.
Abro la puerta a toda prisa.

"Hola, señor James. No hace falta que llame".

La picardía se dibuja en su rostro.

"¿Así que puedo irrumpir cuando quiera?".

"Lo haces de todas formas".

Me hago a un lado y él pasa a mi lado.

"¿Cuándo entro?" –jadea, ofendido.

"Siempre que Joel está aquí".

"Porque es un puto idiota".


Página 545 de 982
"¿Quién toca tus cosas?" –Me burlo.

"Precisamente".

Se quita los zapatos y entra en mi cocina.

"¿Qué tal te ha ido con los ingredientes?".

"Bien, lo tengo todo".

Echa un vistazo a las cosas que hay en la encimera.

"¿Dónde están los limones?"

"Ah".

Tuerzo los labios.

"¿Estaban en la lista?"

Ensancha los ojos.

"Sí".

"Oh..."

Me encojo de hombros.

Página 546 de 982


"No me dieron limones".

Se me queda mirando un instante.

"Necesito limones".

"¿Para qué?"

"Para adornar".

Entorno la cara.

"Sólo es una guarnición. ¿A quién le importa, entonces?"

"Está en la receta, Juliet."

"Oh Dios mío, ¿quieres relajarte con la estúpida receta?,


sólo echa mierda."

Inhala bruscamente como si estuviera frustrado.

"Yo no echo mierda, y para que conste, probablemente por


eso tu cocina es ordinaria."

Mira hacia la puerta.

"¿Qué haces?" –gruñe.

Página 547 de 982


"No te comas eso".

Me giro y veo a Barry llevándose el zapato a la boca.

"Barry".

Barry nos mira, completamente despistado, y Henley se


acerca y le quita el zapato.

"Esto no es comida".

Entra en la cocina y empieza a preparar las cosas.

"Joder, perro, eres un estorbo".

"Él también tiene hambre. ¿Puedes cocinar algo extra para


él?"

"Rotundamente no".

Finge una sonrisa y luego baja la cara.


Me siento y lo observo un momento mientras alinea todos
los ingredientes y luego coloca todos los utensilios de
cocina. Todo está hecho en un orden específico.
Es tan metódico en su forma de hacer las cosas, el último
maniático del control.

"Voy a descolgar la colada" –le digo.


Página 548 de 982
Se pasa el paño de cocina por encima del hombro mientras
se concentra en la tarea que tiene entre manos.

"De acuerdo”.

Salgo al patio trasero y se me dibuja una enorme sonrisa de


bobo. El hombre más sexy del mundo está en mi cocina
preparándome la cena.
¿Cómo es posible?
Me tomo mi tiempo para tender la colada y regar el jardín.
Echo un vistazo a Henley a través de la ventana de la
cocina para asegurarme de que no estoy soñando.
No, sigue ahí. Esto está pasando de verdad... ¡ah!
Finalmente llevo la enorme cesta de la colada dentro y el
aroma a ajo y hierbas llena la casa.

"Qué bien huele".

Dejo el cesto en el suelo. Henley lo mira y vuelve a cortar


verduras.

"¿Quieres una taza de té?” –le pregunto mientras enciendo


la tetera.

Henley vuelve a mirar el cesto de la colada.

"No, gracias”.

Página 549 de 982


"¿Y un vaso de vino?"

"No”.

Sus ojos vuelven al cesto de la colada.

"¿Qué está pasando ahí?"

"¿Qué quieres decir?"

"La colada. ¿Por qué está en el suelo?"

"Acabo de descolgarla".

"¿Y?"

Ensancha los ojos.

"¿Qué vas a hacer con ella ahora?"

"Oh..."

Cojo la cesta de la colada, la llevo al salón, la vuelco y la tiro


sobre el sofá.
Se le cae la cara de espanto.

"No acabas de hacer eso".

Página 550 de 982


"¿Hacer qué?”

Frunzo el ceño.

"Tú no...".

Sacude la cabeza como si estuviera a punto de explotar.

"¿No qué?”

"No tiras la colada en el puto sofá, Juliet" –suelta


precipitadamente.

Miro a mi alrededor y me encojo de hombros.

"Sí que lo hago".

"Dios mío".

Se lava las manos y sale al salón exasperado.


Empieza a doblar la colada a doble velocidad.

"¿Qué haces?"

Frunzo el ceño.

"Doblando tu puta colada. ¿Qué pinta tiene?".

Página 551 de 982


"¿Por qué?"

"Porque me está provocando. La cuestión es cómo no te


está provocando a ti".

Dobla una camiseta y la pone en el sofá. Dobla otra


camiseta y la pone encima de la otra.

"Nunca me dijiste que eras tan ordenado"

Resopla.

"No soy tan ordenado, Juliet".

"Dejar la ropa en el sofá no es ser desordenado, Hen".

"No estoy de acuerdo”.

Mueve un par de vaqueros mientras los dobla.

"¿Qué pasa si queremos sentarnos en ese sofá?"

"Pues lo tiramos al suelo".

Me encojo de hombros.
Cierra los ojos y levanta la mano.

"Deja de hablar".
Página 552 de 982
Coge un par de mis bragas y las levanta. Son unas
braguitas de abuela de color beige.

"Por el amor de Dios, ¿qué son?".

Me entra la risa floja al ver su cara de horror.

"¿A qué se parece?"

Marcha a la cocina y pone las bragas en el cuenco de Barry.

"Tienes permiso para comértelas" –le dice.

"Haz trizas a los cabrones".

Barry gira la cabeza hacia un lado, confundido.


Henley pone los ojos en blanco.

"Perro tonto".

Vuelve a la sala de estar.

"¿Tengo que hacerlo todo aquí, preparar la cena, doblar la


ropa y proporcionar todos los orgasmos?”

Sonrío a mi hermoso hombre gruñón.

"A mí me funciona".
Página 553 de 982
"¿Qué gano yo por hacer todo esto?".

Le da un tirón a una camiseta antes de doblarla.

"A mí".

Sus ojos se elevan para encontrarse con los míos.

"Me tienes a mí, Hen. Todo de mí".

Un rastro de sonrisa se dibuja en su rostro.

"Bueno... de acuerdo, entonces".

Se vuelve a plegar y yo me acerco y le rodeo con los brazos


por detrás.

"Eres adorable, ¿lo sabías?".

Sigue doblando mi colada.

"No seas condescendiente conmigo, Juliet."

"Yo doblaré la colada. Tú vete a terminar la cena" –le digo.

"¿Vas a guardarlo también?"

"¿Eso te hará sentir mejor?"


Página 554 de 982
Asiente. Sonrío y le beso suavemente.

"Vale, puedo hacerlo".

Exhala pesadamente.

"Es que..."

"Lo sé, cariño. No pasa nada" –le digo.

"Dime lo que necesitas para sentirte cómodo y yo lo haré".

Asiente al darse cuenta de que acaba de mostrarme una


parte de su personalidad que normalmente mantiene oculta.
Otra pieza del rompecabezas de Henley James encaja en
su lugar. Mi hombre tiene TOC.

CUATRO HORAS DeSPUéS...

esta serie es una mierda" –resopla Henley.


"

"Todo el mundo dice que hay que esperar hasta el tercer


episodio para engancharse".

Exhala pesadamente.
Página 555 de 982
Después de la cena más deliciosa de la historia, estamos en
la cama viendo el primer episodio de Juego de Tronos.
Henley está de lado detrás de mí. Su cuerpo desnudo está
acurrucado contra el mío; su erección crece por momentos.

"Deberíamos follar" –me susurra al oído antes de rozármelo


con los dientes.

Se me pone la piel de gallina.

"Acabamos de tener sexo durante una hora en la ducha" –


murmuro secamente.

"No podrías necesitar más".

El hombre es un animal.

"Nunca tengo suficiente de ti".

Me muerde el lóbulo de la oreja una vez más.

"Estar dentro de ti es mi lugar favorito".

Sonrío.

"También es uno de mis favoritos".

Página 556 de 982


Su gran mano me acaricia el pecho y mi teléfono emite un
pitido cuando recibo un mensaje.

"¿Quién me manda mensajes tan tarde?".

Frunzo el ceño.
Vuelve a sonar otro mensaje.
Mi teléfono está en su mesilla de noche.

"Algo va mal. ¿Me pasas el teléfono, por favor?".

Se acerca, me coge el teléfono y, mientras mira la pantalla,


le tiembla la mandíbula de rabia. Sus ojos furiosos se alzan
para encontrarse con los míos.

"¿Por qué coño te manda Joel mensajes a las diez de la


noche un domingo?".

Página 557 de 982


CAPÍTUlO 16

“¿ qué?”
Me incorporo de golpe.

“¿Qué quieres decir?”

Extiendo la mano para coger el móvil, y él me lo da en la


mano y se levanta de la cama a toda prisa.
Leo el mensaje.

Hola, Julieta. ¿Podemos quedar mañana?

Frunzo el ceño.

“¿Qué dice?” –Suelta Henley.

“Umm…”

Entorno los labios, insegura de cómo responder.

“¿Y bien?”

Página 558 de 982


“Quiere que nos pongamos al día mañana”.

“Lo único con lo que va a ponerse al día es con mi puño”.

“Sobre mi casa, Henley. Esto está relacionado con el


trabajo”.

“Puta mierda” –suelta.

“Son las diez de la noche. Está esperando que tú y él


empiecen a charlar ahora en una especie de pequeña
sesión de sexting de domingo por la noche”.

Pongo los ojos en blanco y vuelvo a concentrarme en mi


programa.
Empieza a caminar con las manos en las caderas.

“Su plan está cada vez más claro”.

“¿Quieres meterte en la cama?” –exclamo, molesta.

“No le voy a contestar. Recibirá el mensaje alto y claro de


que es un comportamiento inapropiado”.

“¿Te ha enviado mensajes antes por la noche?”

“Sí, pero relacionados con el trabajo, como esta vez. Es


completamente inocente”.
Página 559 de 982
“¿Estás segura de eso?”

“Ugh, Henley para. Es domingo por la noche. Se supone


que estamos en modo relax”.

Me arrastro la mano por la cara.

“Vuelve a la cama”.

Continúa caminando.

“¿Qué te preocupa?”

Permanece en silencio mientras camina, y sé que está


tratando de morderse la lengua.

“Henley, me tienes a mí”.

Sus ojos se levantan para encontrarse con los míos.

“Nadie va a robarme. Soy tuya”.

“¿Por cuánto tiempo?”

Su pequeña muestra de inseguridad me llega al pecho, y


sonrío suavemente.

“Por el tiempo que tú quieras”.


Página 560 de 982
“¿Qué quieres?”

Golpeo la cama a mi lado y él se sienta a regañadientes.


Tomo su mano entre las mías.

“Quiero esto. Me gusta estar aquí contigo. No quiero a Joel,


te quiero a ti”.

Le paso los dedos por el pelo oscuro mientras me mira.


Entorna los labios y sé que una vez más se está mordiendo
la lengua.

“Ahora métete en la cama y abrázame la espalda antes de


que te eche”.

Sonríe.

“Puede que me vaya por voluntad propia”.

Echo las mantas hacia atrás.

“No, no te irás”.

“Estoy cachondo, eso es todo”.

Sonrío contra la almohada.


El hecho de que haya dicho eso significa que está aquí por
otras razones.
Página 561 de 982
“Lo sé”.

Se sube detrás de mí y me coge en brazos.

“No me gusta que te mande mensajes”.

“Lo entiendo. Mañana le diré que estamos juntos y que es


inapropiado que me mande mensajes que no sean sobre la
casa”.

Me acerca un poco más.

“No quiero que lo uses más como decorador de interiores”.

“Hen” –le advierto.

“No…”

Se queda callado.

“Me tienes a mí” –le tranquilizo de nuevo.

“Soy tuya”.

Al final me besa el hombro por detrás, y sonrío mientras


intento concentrarme en Juego de Tronos.
Crisis evitada.
Estamos mejorando en esto.
Página 562 de 982
Henley

me despierto suavemente con el sonido de su respiración.


Abro los ojos arrastrando los dedos y apago la alarma del
móvil. De alguna manera no necesito mi alarma cuando
estoy con Juliet. Duermo tan profundamente que me
despierto antes de que suene.
Me coge la mano, se la pone alrededor de la cintura y se
vuelve a dormir de inmediato.
¿Por qué tenemos que tocarnos mientras dormimos?
Es un concepto extraño.
Me inclino hacia ella y aspiro su pelo, suave y dulce. El calor
de su cuerpo me reconforta y le beso el hombro por detrás.
Meterse en la cama con Juliet Drinkwater es fácil. Salir de
su cama… no tanto.
Le subo la mano por el muslo y le acaricio el pecho. Es
jodidamente preciosa. Mis labios se posan en su cuello y
subo lentamente hasta su mandíbula, con la polla a la altura
de las circunstancias. No me canso de mirarla. Incluso así
de cerca no es suficiente. Y debería estar saciado, maldita
sea. Me pasé casi todo el día de ayer dentro de ella. Pero lo
que estoy empezando a darme cuenta con Juliet es que
cuanto más tengo de ella, más la necesito.
No hay manera de saciar esta sed.
Página 563 de 982
De hecho, está ocurriendo lo contrario. Mi hambre por ella
aumenta a un ritmo acelerado.
Gime suavemente cuando se remueve y sé que tengo que
dejarla dormir. Con un último beso en la mejilla, salgo de su
cama y me visto en la oscuridad.
La observo mientras duerme. Sus cabellos miel se
extienden por la almohada; sus pestañas oscuras se abren
en abanico sobre su rostro. Incluso en la penumbra, su
belleza emana por toda la habitación.
Nunca he conocido a nadie como ella. He estado con
mujeres hermosas antes, claro. Pero ninguna que me
afectara como ella.
Ella trabaja esta noche, maldita sea. No podré verla.
Con una última mirada sobre el ángel dormido, me escabullo
escaleras abajo y veo a Barry roncando en su cama.

“Perro tonto”.

Salgo por la puerta de atrás y veo que acaba de salir el sol,


los pájaros cantan y hace un día espléndido.
Recuerdo las palabras de Juliet de anoche y sonrío mientras
atravieso su jardín.

“Soy tuya”.

~*~
Página 564 de 982
“ buenos días, Bernard”.
Sonrío a mi padre mientras entro en su habitación del
hospital.

“¿Lo es?” –refunfuña.

“Sí, lo es”.

Le paso el periódico de la mañana y abro la persiana.


Cojo el mando a distancia y pongo en su televisor las
noticias de la mañana.

“¿Cómo has dormido?”

“No muy bien” –contesta tajante.

Sonrío ante su respuesta malhumorada.


Siempre tan pesimista.

“¿Quieres un café?”

Me mira sin comprender.

“Te gusta el café” –le recuerdo.

“¿Me gusta?”
Página 565 de 982
“Ajá”.

Se encoge de hombros.

“Supongo”.

“Prepararé nuestro café, y luego desayunaremos y te


ducharás. ¿Qué te parece?”

“No quiero una ducha” –dice mientras sus ojos permanecen


pegados al televisor.

“Te encanta ducharte y afeitarte. Te hace sentir fresco”.

Sus ojos se cruzan con los míos y veo la confusión que le


ronda la cabeza.

“¿Me gusta?”

“Sí” –Sonrío.

Me dirijo a la cocina y nos preparo una taza de café. Lo he


hecho tantas veces que ya casi lo hago con el piloto
automático. Todas las mañanas es la misma rutina: Tengo
que convencerle para que se duche, recordarle que le gusta
el café y aguantar sus quejas. Pero no lo cambiaría por
nada del mundo. Estas dos horas con él son mi parte
favorita del día.
Página 566 de 982
Nos sentamos y nos tomamos el café en silencio. Él ve las
noticias de la mañana y yo leo el periódico. Una enfermera
asoma la cabeza por la puerta.

“Buenos días, Henley. Buenos días, Bernard”.

“Buenos días, Alison” –Sonrío.

“Bonito día fuera”.

“¿Lo es?” –Papá refunfuña mientras sus ojos miran por la


ventana hacia el parque de abajo.

"A mí no me parece tan bueno".

"Estoy deseando verlo” –responde Alison mientras coloca


las toallas en el extremo de su cama.

“Que tengas un buen día”.

Desaparece por el pasillo.


Veinte minutos después, abro la ducha.

“Vamos, Bernard. Hora de ducharse”.

“¿Por qué siempre quieres que me duche, por el amor de


Dios?” –suelta mientras entra en el cuarto de baño.

Página 567 de 982


Sonrío mientras reajusto la temperatura del agua.

“Venga, quítate la ropa”.

Exhala pesadamente como si yo fuera el mayor


inconveniente del mundo, se quita los calzoncillos y se mete
bajo el agua caliente. Le tiendo el bote de champú.

“Lávate el pelo”.

“Me lo acabo de lavar hace diez minutos”.

“Lo sé, pero se ha vuelto a ensuciar”.

Frunce el ceño mientras me mira fijamente.

“¿Estás seguro?”

“Seguro”.

Le echo un chorro de champú en la mano.

“Lávate el pelo”.

Le acerco la mano a la cabeza y empieza a lavarse el pelo.


Una vez que realiza una acción, su cuerpo se pone en piloto
automático y recuerda cómo hacerlo.

Página 568 de 982


“Háblame de tu familia” –le sugiero.

Esboza una amplia sonrisa mientras se sumerge en el agua.


El único momento en que está realmente feliz es cuando
habla de mamá y de mí.

“Mi mujer es guapa. Un grano en el culo, pero guapa. Pronto


vendrá a recogerme”.

“Sí. Vendrá”.

Sonrío.

“¿Cómo sabías que te ibas a casar con ella?”.

Sigue lavándose el pelo mientras piensa.

“No era tanto que supiera que quería casarme con ella”.

Frunzo el ceño.

“¿Qué fue, entonces?”.

“No podía soportar la idea de no verla, no podía imaginarme


no despertarme con ella a mi lado”.

Se me retuerce el corazón mientras le miro fijamente.

Página 569 de 982


"¿La amas?"

"Muchísimo".

Sonrío suavemente.

"Y a mi hijo. . ."

Sonríe con orgullo.

"Háblame de él".

"Se llama Henley y es el amor de mi vida".

Su silueta se desdibuja.

"Tú también eres el amor de su vida".

"Pronto volverá de preescolar. Entonces él y su madre


vendrán a buscarme y me llevarán a casa".

"Eso suena bien".

Le ayudo a enjuagarse el champú del pelo.


Ojalá fuera verdad.

~*~
Página 570 de 982
entro en mi despacho con paso ligero.
"Buenos días, Jenny".

"Buenos días, Henley" –responde sin levantar la vista del


ordenador.

"Vanessa ha llamado tres veces”.

"Dile que me he muerto" –le contesto mientras entro en mi


despacho.

Dejo el maletín sobre la mesa y empiezo a deshacerlo.


Jenny entra y pone mi teléfono desechable en el escritorio
frente a mí.

"Tienes que llamarla".

"No voy a llamar a Vanessa".

Vuelvo a meter el teléfono en el cajón de arriba.

"Ya te lo he dicho. Saca la SIM de ese teléfono, ya no lo


necesito".

"¿Quién es ella?" –vuelve a preguntar, insistente.

Página 571 de 982


Pongo los ojos en blanco.

"No es asunto tuyo".

"Es asunto mío".

Se cruza de brazos y se apoya en mi escritorio.


Sigo abriendo el ordenador.

"No me gusta esto" –dice.

Levanto la mirada.

"¿Qué cosa?”

"Esta mujer misteriosa que has conocido. ¿Por qué eres tan
reservado con ella? ¿Quién es?”

"Es una amiga”.

Ensancho los ojos.

"Jenny, no te metas. Te estás extralimitando".

"Estoy buscando lo mejor para ti, Henley. ¿Cómo sabes que


no está detrás de tu dinero?"

"No va detrás de mi dinero".


Página 572 de 982
Pongo los ojos en blanco y abro mis correos electrónicos.

"¿Por qué no vuelves al trabajo?".

"Quiero conocerla”.

"No”.

Abro mi primer correo.

"¿La conozco?".

"Vete."

"Debo conocerla".

"¿Por qué? ¿Porque lo sabes todo?"

"Sobre ti, sí, lo sé".

Señalo la puerta.

"Fuera".

Ella frunce el ceño, sale furiosa y cierra la puerta detrás de


mí.
Maldita mujer.
Necesito una nueva asistente personal.
Página 573 de 982
CAPÍTUlO 17

JUlIeT

los ojos de Henley se cruzan con los míos al otro lado del
fuego. Me guiña un ojo mientras da un sorbo a su cerveza
antes de apartar la mirada.
Agacho la cabeza para ocultar mi sonrisa.
Dos semanas en el cielo.
Es viernes por la noche y la calle está reunida para hacer
una hoguera en casa de Antony.
Rebecca se inclina hacia mí.

"Henley y tú parecen muy enamorados" –susurra.

"La verdad es que no".

Me encojo de hombros, pero es mentira. Estamos tan


enamorados que ni siquiera tiene gracia y no hemos pasado
una noche separados en dos semanas.
Nos besamos, nos abrazamos, nos reímos, hacemos el
amor y follamos como animales.
Página 574 de 982
Fingimos ver Juego de Tronos y comemos bocadillos
desnudos a medianoche. Ya está. Lo he encontrado.
Todo lo que siempre he querido en un hombre está aquí,
delante de mí, y nunca me he sentido tan realizada.
No hay una sola cosa que cambiaría de él.
Sí, tiene equipaje, mucho. De vez en cuando tiene un
arrebato interior y me dice que sólo somos amigos. Pero
ambos sabemos que es mentira. Esto es algo. Algo más
grande que cualquiera de nosotros puede controlar.
Lo curioso es que nunca hacemos planes, pero de alguna
manera, sin falta, nos vemos todos los días. Incluso si es
sólo por una hora antes de ir al turno de noche.
Terminé diciéndole a Joel que no iba a hacer nada con la
casa por un tiempo. No valía la pena el drama con Henley, y
quiero que lleguemos a un terreno más seguro antes de
cruzar ese puente.

"Ahí está" –llama desde dentro la molesta voz de Taryn.

"Henley James, puedo verte" –llama con su voz cantarina


mientras sale flotando por la puerta trasera.

"Joder" –susurra Rebecca en voz baja.

"¿Es que no tiene vergüenza?"

Taryn corre y se sienta en el regazo de Henley.

Página 575 de 982


"Me sentaré contigo, cariño".

Henley me mira y yo enarco una ceja.


No. No te atrevas a dejarla sentada ahí.
Henley la envuelve.

"No te vas a sentar sobre mí, Taryn".

La empuja bromeando y acerca una silla a su lado y le da un


golpecito.

"Siéntate aquí".

"Oh... no eres divertido".

Ella finge hacer pucheros.

"Pensé que te gustaría tener el peso de mi cuerpo sobre el


tuyo".

Blake, que está sentado a su lado, se ríe sorprendido.


Me hierve la sangre.

"¿En serio?" –susurra Rebecca.

"Uf".

Intento cambiar de tema.


Página 576 de 982
"¿Así que John está en el trabajo?" –pregunto.

Rebecca deja escapar un profundo suspiro.

"Aparentemente".

"¿Por qué lo dices así?".

"No lo sé."

Da un sorbo a su vino.

"Nos fuimos el fin de semana pasado y tuvimos sexo una


vez, e incluso entonces yo lo inicié".

"Tal vez..."

Intento pensar en una excusa para su comportamiento.

"Tal vez sus hormonas están mal y no está preparado para


quererlo todo el tiempo. Les pasa a los hombres, ya sabes.
Sobre todo si están estresados".

"Tal vez" –está de acuerdo.

"Siempre que le pregunto qué le pasa, me dice exactamente


esa excusa, que está muy estresado y que no está de

Página 577 de 982


humor y que no tiene nada que ver conmigo porque me
quiere más que a nada".

La observo un momento.

"¿Le crees?"

"¿De quién eran las huellas en el asiento trasero de su


coche, Jules? No importa cuántas excusas pueda inventarle,
no puedo negar lo que vi".

"No lo sé."

Suspiro.
No la culpo por estar preocupada. Yo también le daría
demasiadas vueltas si estuviera en su lugar.
Una voz suena detrás de nosotras.

"Señoritas".

Nos giramos para ver a Mason escabullirse en la silla junto a


nosotras.

"Hola" –Sonrío.

Levanto la mirada para encontrarme con los ojos poco


impresionados de Henley.
Ja. Ahora ya sabes lo que se siente.
Página 578 de 982
Henley

Oh, Henley," –dice Taryn suavemente.


"

"He estado tan... sola últimamente, ¿sabes?"

Los ojos de Blake se cruzan con los míos y levanta una ceja
mientras espera mi respuesta.

"Deberías comprarte un vibrador" –respondo mientras veo a


Mason hablar con Juliet.

¿A qué coño está jugando?


Blake se ríe ante mi respuesta.

"¿Qué haces cuando estás" -hace una pausa para que surta
efecto- "súper cachondos y no tienen pareja?".

"Me busco una" –respondo.

Al otro lado del fuego, Mason se ríe y pone la mano en la


pierna de Juliet.
Se me eriza la piel.
No la toques, joder.
Página 579 de 982
"Voy por unas copas".

Taryn sonríe.

"¿Qué quieres?"

"Lo que sea" –respondo, con los ojos aún clavados en mi


chica al otro lado del fuego.

Calma.
Taryn entra en la casa y yo le doy un sorbo a mi cerveza
mientras intento no mirarlos.
Blake mira fijamente al otro lado del fuego, sin apartar los
ojos de cierta persona.

"Sabes, deberías dejar de mirarla" –le susurro.

"¿Por qué?”

"Porque está jodidamente casada".

"¿Parece que me importe?"

"Deberías" –digo.

"No puedo evitarlo" –susurra.

"Esfuérzate más".
Página 580 de 982
Blake siente algo por Rebecca. Siempre que está cerca, no
puede apartar los ojos de ella. Y no es bueno. Está casada
con alguien que vive en nuestra calle. Un colega suyo, nada
menos.

"¿Qué pasó la otra semana cuando estabas bebiendo


cócteles en el porche de Juliet cuando salimos?" –le
pregunto.

"Estaba tan tentadora como siempre".

Pone los ojos en blanco.

"Aunque su amiga me la ha jodido".

"¿Qué amiga?"

"Chloe. Está encima de mí como un sarpullido, arruinando


mis posibilidades con ella".

"No hay oportunidades con ella. Rebecca está casada".

Ensanché los ojos.

"No me vengas con esas".

Da un sorbo a su cerveza, poco impresionado.

Página 581 de 982


"¿Dónde está el gilipollas de su marido? Nunca está".

"No importa”.

"Típico”.

Pone los ojos en blanco.

"La única mujer que no puedo tener es la única que quiero,


joder".

Doy un sorbo a mi cerveza.

"Sólo la quieres porque no puedes tenerla".

"Oh, vete a la mierda" –resopla.

"Tú preocúpate de la Señorita Cruzando el Fuego. Mason


está haciendo su jugada con tu chica mientras hablamos".

"Hmm."

Levanto los ojos para mirarlo.

"No si antes lo tiro al fuego".

Se ríe como si se lo estuviera imaginando.

Página 582 de 982


"¿Cómo van las cosas con ella, de todos modos?"

Genial.

"Bien".

Me hago el desinteresado.

"¿Ya lleva tus pelotas como pendientes?".

"¿Lo parece?"

Sonríe.

"La verdad es que sí".

"Que te jodan".

Le doy un sorbo a mi cerveza.

"Al menos no está casada con otro".

Finge una sonrisa y luego se le cae la cara.

"Eres graciosísimo".

"Eso creo."

Página 583 de 982


Mason sigue charlando con las chicas y yo ya me he
cansado de ver esta mierda.
Saco mi teléfono y le mando un mensaje a Juliet.

Me voy.

Veo cómo saca su teléfono del bolsillo y lee mi mensaje.

En mi casa, ¿en media hora?

Escribo mi respuesta.

Que sean diez.

JUlIeT

"¿ Hola?" –Llamo a Henley mientras entro en mi casa.


Silencio... No debe estar aquí todavía.

"Hola, amiguito".

Sonrío a Barry mientras le rasco la barbilla.


Página 584 de 982
"¿Te has comido el hueso?”

Barry vuelve a su cama y se tumba.


Lo tomo como un sí.
Me preparo una taza de té y subo. Me quito la chaqueta y la
dejo sobre la cama, me quito los zapatos y enciendo la
televisión. Es extraño lo rápido que te acostumbras a una
nueva rutina.
Ya me he acostumbrado al ruido de aquí arriba. Creo que ni
siquiera encendía la televisión en mi habitación antes de
que Henley empezara a venir a ver nuestro programa. Ahora
parece que la enciendo todo el tiempo.
Me siento en el extremo de la cama y ojeo los canales
mientras bebo un sorbo de té.

“¿Qué veremos esta noche?”

Hablo conmigo misma mientras me concentro en los


canales.
Lo siento antes de verlo.
Levanto la vista y veo a Henley apoyado con el hombro en
el marco de la puerta.

“Hola”.

Sus ojos me absorben. Se me revuelve el estómago.


Conozco esa mirada. Vivo para esa mirada.

Página 585 de 982


“Hola, Sr. James”.

Es alto, su presencia se apodera del pequeño espacio, o


quizá es que su presencia se ha apoderado de mí.
Da un paso adelante y toma mi cara entre sus manos.

“Llevo toda la puta noche esperando para besarte”.

Sonrío soñadoramente al dios.

“¿Y ahora sí?”

“Ajá”.

Sus labios toman los míos con la succión justa y su lengua


se arremolina lentamente contra la mía.

“¿Cómo te ha ido el día?” –me susurra.

“Mejor”.

Le sonrío.
Sin pensárselo, se da la vuelta, coge mi chaqueta, abre el
armario y la cuelga en una percha.
Recoge mis zapatos y los coloca ordenadamente en el
armario. Ordena las cosas que he desordenado.
Las primeras veces que limpió mis cosas, no me gustó. Lo
tomé como un comportamiento controlador. Pero ahora sé
Página 586 de 982
que se trata de él y de lo que necesita hacer para relajarse y
vivir el momento conmigo. Cuanto más le conozco, más
entrañables me resultan sus pequeñas idiosincrasias.
Me derriten a un nivel más profundo. Me recuerdan lo real y
crudo que es mi hombre sin filtros. Me encanta que ahora
reaccione ante nosotros con el piloto automático, haciendo
lo que le resulta instintivo y le parece correcto.
Y admitámoslo, un hombre que limpia… . . ¿Qué puede no
gustarle?
Me coge en brazos otra vez.

“Dúchate”.

Sus labios se pegan a los míos mientras me besa y sus


manos tiran de mis caderas hacia las suyas.

“Hen”.

Me alejo de él.

“No es época del mes para eso, ¿recuerdas?”.

Me besa una vez más.

“Lo sé”.

Su lengua incita suavemente a la mía a salir y jugar.


Oh… este hombre.
Página 587 de 982
Compórtate.
Me alejo de él y voy al baño a desmaquillarme. Me sigue y
se sienta en la encimera para mirarme. Es de lo más
extraño. Es como si le fascinaran las mundanidades de mi
día. Observa todo lo que hago con sumo interés. No puedo
evitar preguntarme si es la primera vez que se comporta así
con una mujer. Parece cautivado por todo lo que hago.

“Cuéntame cómo te ha ido el día” –le digo.

“Tuve reuniones toda la mañana y luego fui a comer con


Antony”.

Me quita el coletero y empieza a recogerme el pelo en un


moño alto en lo alto de la cabeza.

“¿Adónde fuiste a comer?” –le pregunto mientras me quedo


quieta.

“Bellissimo”.

Me aprieta el moño.

“Ah, italiano”.

Sonrío.

“Qué rico”.
Página 588 de 982
“¿Has estado alguna vez allí?”

“No”.

Pongo un poco de desmaquillante en una almohadilla y me


limpio un ojo.

“Algún día te llevaré”.

Me quita la almohadilla y me limpia el otro ojo. Le observo


concentrado en su tarea.

“¿Siempre eres así?” –Le pregunto.

“¿Así cómo?”

Me inclina la barbilla hacia él y me besa suavemente los


labios.

“¿Alguna vez le has quitado el maquillaje a alguien?”.

Frunce el ceño, como si le sorprendiera la pregunta.

“¿Te molesta?”

"No."

Página 589 de 982


Pongo mis manos en sus caderas mientras se sienta frente
a mí.

"Eso no fue lo que pregunté".

Se queda callado mientras me quita todo el maquillaje.

"No. No es algo...".

Su voz se entrecorta.
Progreso.

"Me gusta cómo me cuidas" –susurro.

Y te amo.
El cuidado con el que cuida de mi cuerpo no se parece a
nada que haya sentido antes. No dice lo que siente... pero
no hace falta. Puedo sentirlo en su tacto.
Me sonríe.

"Si soy demasiado extra..."

"Lo tienes perfecto".

Me inclino y lo beso.
Sonríe y me coge la cara entre las manos.
Nuestro beso se hace más profundo, y durante un buen rato
nos quedamos perdidos en el momento, besándonos,
Página 590 de 982
bebiéndonos el uno al otro, con el corazón flotando
alrededor de mi cuarto de baño.
Me desabrocha los vaqueros y me los baja. Sus dedos
recorren mi sexo a través de las bragas.

"Hen" –susurro contra sus labios.

"Lo sé”.

Cierra los ojos mientras nos besamos.

"No podemos”.

"¿Por qué no?”

"No es..."

Hago una pausa y me detengo.


Se separa del beso para mirarme.

"¿No es qué?"

"Es algo que haces" -dudo, avergonzada- "con tu marido o


tu novio".

Frunce el ceño mientras escucha.

"Es... es demasiado íntimo" –susurro.


Página 591 de 982
"Dijiste que eras mía".

"Lo soy”.

"Entonces, ¿por qué no puedo tener eso?".

"¿Por qué lo querrías siquiera?".

Frunzo el ceño.

"No lo sé".

Sus labios vuelven a tomar los míos.

"Simplemente lo quiero".

"¿Lo has hecho antes?"

Niega con la cabeza.

"No."

"Eres un maniático de la limpieza. No creo que te guste".

Le dirijo una sonrisa ladeada.


Sus ojos buscan los míos.

"Dijiste que eras mía".


Página 592 de 982
Quiere la intimidad del acto.
¿Y no se trata de eso? ¿No es esa la razón por la que
estamos aquí?
Nos besamos una y otra vez, y maldita sea, quiero dárselo,
pero ¿y si sale el tiro por la culata? ¿Y si se asusta tanto
que huye? Quiero decir, no creo... Está bastante lleno.
Sus labios toman los míos.

"Por favor" –murmura contra mí.

"¿Quieres que te lo suplique?"

Lo último que me quedaba de resistencia abandona mi


cuerpo, le tiro de la camiseta por la cabeza y lo bajo de la
encimera para quitarle los vaqueros. Y él me desnuda, y sé
que esto es el precipicio de algo nuevo. Lo bueno, lo malo y
lo feo de lo que significa ser mujer.

"Métete en la ducha y yo iré al baño".

Le conduzco bajo el agua y voy al baño del fondo del pasillo


a arreglarme. Cuando vuelvo a entrar en el baño, veo al
hermoso hombre bajo el agua caliente. Hombros anchos,
pecho ancho con un mechón de pelo oscuro. Abdomen
ondulado y vello púbico inferior perfectamente cuidado, su
gruesa polla colgando pesadamente entre sus piernas. Pero
es su mirada lo que me derrite.

Página 593 de 982


Me toma en sus brazos y nos besamos en un momento de
perfecta claridad. Soy suya. Yo también quiero esto.
Me levanta, me rodea la cintura con las piernas y me
penetra profundamente con un movimiento brusco.
El vapor de la habitación, el agua caliente y la lubricación
extra aumentan la perfección entre nosotros.
Su cuerpo estira el mío y, con la respiración agitada y el
corazón palpitante, hacemos el amor lentamente mientras
nos miramos a los ojos.
Millones de emociones nadando entre nosotros, esas dos
palabras sagradas arremolinándose en la punta de mi
lengua.
Esto estaba escrito en las estrellas mucho antes de
conocernos. Era inevitable y estaba destinado a ser.
Estoy total e irrevocablemente enamorado de Henley
James.

Henley

Juliet yace en la cama de espaldas a mí, desnuda, y yo me


acurruco a su espalda. Su suave respiración es
tranquilizadora, como un bálsamo para mi alma. Muchas
noches de la última semana me he quedado despierto solo
Página 594 de 982
para escucharla. Mi mano recorre su piel y, sin pensarlo,
acerco mis labios a su sien y la beso suavemente. Le
acomodo un mechón de pelo detrás de la oreja para verle
mejor la cara. Estructura ósea perfecta, piel de porcelana y
pestañas oscuras que se agitan mientras duerme. Sus
labios rosas son grandes y besables. Nunca había conocido
a un ser tan hermoso, y ni siquiera hablo del envoltorio
exterior.
Algo ha pasado esta noche.
No puedo poner el dedo en la llaga, pero siento que se
avecina una tormenta en mi interior.
Me he encontrado nadando en un océano sin fondo, lejos,
muy lejos de la orilla. Sin saber qué hacer.
Vuelvo a ser el chico de quince años que ha perdido a su
protector y su lugar seguro donde caer.
Apoyo mi cara contra la de Juliet para estar más cerca,
abrazarla más fuerte.
Ella se revuelve mientras sigue durmiendo, gira la cabeza y
me besa la mejilla.

“Hen” –susurra.

“Estoy aquí”.

Sonríe suavemente, con los ojos cerrados.

“Te amo”.

Página 595 de 982


Cierro los ojos.
No.
¿Por qué tuviste que arruinarlo?

Página 596 de 982


CAPÍTUlO 18

JUlIeT

me despierto sola. Nada nuevo: me despierto sola todos


los días, pero como sé dónde pasa Henley las mañanas, no
me importa en absoluto. Qué hombre tan hermoso es al
cuidar tan bien de su padre.
Sonrío al techo.
Anoche fue increíble. . .
No hay palabras para describir lo soñador que es mi
hombre.
Me levanto, voy al baño y miro a través de las cortinas hacia
la casa de Henley. Me pregunto si ya estará en casa.
Deja de ser tan pegajosa.
Hoy vas a verle, me recuerdo.
Tenemos una cita esta noche, así que tendré que ser
paciente hasta entonces.
Bajo las escaleras y veo que han dejado salir a Barry y le
han dado de desayunar. Voy a encender la tetera y al lado
veo mi taza de té rosa en un platillo con una bolsita
esperando a que la prepare.
Página 597 de 982
Sonrío ampliamente.
Es la forma que tiene Henley de prepararme una taza de té.
Maldita sea, he terminado.
¿Ha habido alguna vez un hombre más soñador sobre la faz
de la tierra? Creo que no.
Con mi taza de té salgo y me siento en los escalones de
atrás bajo el sol de la mañana.
Va a ser un gran fin de semana.

3:00 P.m.

Sostengo el vestido contra mi cuerpo mientras me miro en


el espejo.

“Hmm, o éste”.

Tiro ese vestido a un lado y cojo otro para sostenerlo en su


lugar.

“Quiero estar perfecta esta noche”.

Me calzo unos tacones de aguja nude con tiras.


¿O quedarían mejor los negros?
Suena el timbre de la puerta de abajo.

Página 598 de 982


“¿Quién es?”

Vuelve a sonar.

“Ya voy”.

Bajo las escaleras y abro la puerta para ver a Taryn.

“Taryn” –Sonrío.

“Hola.”

“Hola” –Ella sonríe.

“¿Puedo pasar?”

“Claro”.

Doy un paso atrás para que entre en casa.

“¿Qué tal?”

Se deja caer en mi sofá.

“¿Qué llevas puesto esta noche?”

¿Qué?

Página 599 de 982


“Umm”.

Frunzo el ceño.

“Lo siento . . . ¿Qué hay esta noche?”

“Nuestra cita doble”.

“¿Qué?”

“Sí, Henley vino esta mañana y lo organizó con Mason y


conmigo”.

La miro fijamente mientras intento que mi cerebro se ponga


al día.

“¿Así que Mason y tú van a tener una cita?”.

“No”.

Pone los ojos en blanco como si yo fuera estúpida.

“Henley y yo vamos a tener una cita juntos, y tú y Mason se


van a liar… ¿recuerdas?”.

“Oh… claro.”

¿Qué carajo?
Página 600 de 982
“Vale.”

Trato de pensar.

“¿A dónde vamos, otra vez?”

“Club SoHo”.

Me mira con el ceño fruncido.

“¿Estabas escuchando a Henley cuando organizó esto


contigo?”

“Obviamente no”.

Sonrío apretando los dientes.

“Entonces… ¿en qué estás pensando?” –dice.

“Pura, guarra, supermodelo…”.

¿Qué aspecto quieres?

“Psicópata me vale”.

“Juliet, de verdad”.

Echa la cabeza hacia atrás y se ríe a carcajadas.


Página 601 de 982
“Eres tan graciosa”.

Te abuchearé en un segundo.

“No sé lo que me voy a poner. Supongo que improvisaré” –


le digo.

“Voy a llevar mi vestido blanco ajustado. Realmente quiero


volarle los sesos a Henley”.

Ya somos dos.

“Suena como un plan”.

Finjo una sonrisa.

“Tengo mucho que hacer, así que. . .”

Ella se levanta.

“Dejaré que te pongas a ello. Mason está tan emocionado


de pasar por fin algo de tiempo contigo”.

“Genial, no puedo esperar.”

Henley es carne muerta.

“Te veo donde Henley a las seis”.


Página 602 de 982
Frunzo el ceño.

“¿A las seis?”

“Vamos a tomar algo allí antes de irnos, ¿recuerdas?”

“Claro”.

Finjo una sonrisa mientras empiezo a oír los latidos furiosos


de mi corazón en mis oídos.

“Nos vemos entonces”.


Cierro la puerta y subo las escaleras.
¿A qué coño está jugando?
Espero quince minutos hasta que no hay moros en la costa
y me escabullo hasta casa de Henley por la puerta lateral y
entro en su patio trasero.
Maldita sea esta mierda de escabullirse. Ya lo superé.
Bang, bang, bang.
Golpeo con fuerza la puerta corredera de cristal.
Silencio…
Bang, bang, bang.
Golpeo más fuerte.
Al final sale del pasillo.
Lleva pantalones cortos sin camiseta, el pelo despeinado a
la perfección y habla por teléfono.

Página 603 de 982


“Hola” –dice mientras abre la puerta y retrocede para
dejarme pasar.

Paso por delante de él y entro en casa.


Me levanta un dedo para simbolizar que tardará unos
minutos, y luego baja a su despacho y se sienta en su
escritorio.

“Sí, como puedes ver en el dibujo de la página dos” –le dice


a su interlocutor.

“Desplázate hasta la página ocho y quiero enseñarte de qué


estoy hablando”.

Está en una llamada de trabajo.


Voy a la cocina y abro la nevera.

“A la mierda, me tomo un vaso de vino”.

Abro todos los armarios de la cocina en busca de sus copas


de vino y las encuentro en el último lugar donde miro.
Me sirvo un vaso y me lo bebo de un trago.
Estoy furiosa con él.
¿Cómo se atreve a quedar con Taryn?
¿Y cómo puedo enterarme por la propia Taryn?
Me calmo.
Salgo de nuevo al pasillo, lo oigo hablar y miro las
escaleras.
Página 604 de 982
Nunca he visto su dormitorio. Siempre estamos en mi casa.
Vuelvo a echar un vistazo a su despacho y subo
sigilosamente las escaleras.
El vestíbulo es grandioso. En las paredes cuelgan hermosas
obras de arte y en lo alto de la escalera hay una mesa
auxiliar de mármol con un jarrón de lirios blancos.
Me siento un poco desanimada. Todo es tan lujoso y
perfecto. ¿Qué pensará de mi casa desaliñada?
Paso por delante de algunos dormitorios de invitados y un
baño de mármol blanco, y llego al final del pasillo: su
dormitorio. Es enorme y grandioso, con una cama con dosel.
La alfombra es azul marino y las paredes de un precioso
tono topo. El estilo es perfecto y ningún detalle está fuera de
lugar. Encima de la cama cuelga un cuadro abstracto de una
mujer desnuda en hermosos tonos azules y malvas.

“Dios…” –susurro mientras miro a mi alrededor.

Realmente está viviendo en mis barrios bajos.


Me dirijo a su armario y me detengo mientras sujeto el
picaporte. Casi me da miedo mirar, pero lo hago.
Abro la puerta y me sorprende el enorme espacio de su
vestidor. Es otra habitación. Los caros trajes a medida están
alineados y colgados, los zapatos lustrados y en pares.
Saco el cajón de arriba y veo las corbatas enrolladas y
expuestas. Esto parece una puta tienda de Prada o algo así.
Saco el segundo cajón y veo un expositor de relojes de
diseño caros.
Página 605 de 982
Me invade la inseguridad y cierro el cajón de un portazo,
asqueada.
Vuelvo al dormitorio y me siento nerviosa en su cama. Es de
tamaño king size, con sábanas blancas perfectamente
planchadas que tienen una línea de costura azul marino a
unos diez centímetros de los bordes. El único lugar donde
he visto este tipo de ropa de cama es en las revistas de
casas exóticas.
Me siento tranquilamente en la cama y observo su lujoso
espacio. Sus mesillas de noche tienen novelas
cuidadosamente apiladas y una lámpara de cristal a cada
lado. Perfectamente combinadas, como todo en el mundo
de Henley.
¿Qué demonios tenemos en común?
Una sensación de terror me invade.
Incluso si funcionamos… ¿cuánto tiempo durará?
Debe estar con alguien tan perfecto como él, no con un
desastre como yo, que tiene pelo de perro en todo lo que
tiene.

“Ahí estás” –me dice su voz grave desde la puerta.

Me fuerzo a sonreír.

“Aquí estoy”.

Se apoya en el marco de la puerta.

Página 606 de 982


“¿Qué tal?”

¿No hay beso?

“Umm…”

Hago una pausa mientras trato de formularlo bien en mi


cabeza.

“Taryn acaba de venir”.

“¿Y?”

Levanta la ceja como si estuviera impaciente.

“¿Cree que tenemos una cita doble con ellos esta noche?”.

Esboza una sonrisa impresionante.

“Bueno… más o menos”.

“¿Cómo que más o menos?”.

“Han estado detrás de mí, y yo…”.

Se encoge de hombros.

“¿Qué?” –Le replico.


Página 607 de 982
“Pensé que esta noche era una buena oportunidad para
ponerlo en la cama y fuera del camino”.

“¿Qué ha pasado con nuestra cita? Te quiero para mí. No


quiero salir con Mason, y tú definitivamente no vas a salir
con la maldita Taryn”.

“Relájate.”

Pone los ojos en blanco y entra en su cuarto de baño.

“Blake y Antony también vienen, con sus chicas”.

Enciende la ducha.

“Es una cosa de grupo. No es para tanto”.

“Taryn cree que es para tanto, Henley” –le digo.

Se baja los calzoncillos y salta bajo el agua. Su belleza me


silencia al instante. Se moja el pelo y empieza a lavárselo.

“¿Qué pasa si Mason se me insinúa?” –Le pregunto.

Sonríe con los ojos cerrados.

“Entonces supongo que te encargas tú”.

Página 608 de 982


Es diferente.

“No quiero manejarlo” –resoplo.

“¿Y qué pasa con Taryn? Los dos sabemos que va a intentar
algo contigo”.

Exhala pesadamente como si le incomodara.

“Juliet, hoy no estoy de humor para tus dramas. Te veré esta


noche, ¿vale?".

Le miro fijamente.
¿Qué está pasando?
No me ha tocado ni una vez.

“Vale, me voy a casa” –anuncio.

“Nos vemos esta noche” –responde despreocupado.

“Ven sobre las seis”.

Me quedo de pie junto a la ducha esperando a que resurja,


pero no lo hace.

“¿Y si no quiero venir esta noche?” –Le digo.

“Pues no vengas”.
Página 609 de 982
Se encoge de hombros mientras se enjabona.

“¿Qué te pasa hoy?”.

“Nada, ¿por qué?”

“Estás raro”.

“¿Yo estoy raro o tú estás pegajosa?”.

Doy un paso atrás, ofendida.


A la mierda.
Estoy siendo muy pegajosa, aunque nunca lo admitiré.

“Adiós”.

“Nos vemos”.

Sonríe despreocupado y vuelve a lavarse.


Bajo las escaleras y vuelvo a mi casa hecha una furia.
Esta noche no voy a ninguna parte con ellos.
Taryn puede quedarse con los dos.

~*~

“ Henley, tu casa es divina, cariño”.


Página 610 de 982
Taryn sonríe mientras camina por el piso de abajo.
Henley sonríe como el gato que recibió la crema.
Ugh, esta es la noche del infierno.
Sabía que no tenía que haber venido.
Doy un sorbo a mi vino, sin impresionarme.
Nunca será tuyo, zorra.
Estamos tomando una copa de vino en Henley antes de salir
esta noche. Pero ¿y si realmente le gusta Taryn?
No le gusta.

"¿Viste el patio trasero, Taryn?" –Le llamo.

"Ven y te mostraré".

Ella me sigue al patio trasero y ve la piscina.

"Dios mío, me veo aquí" –dice.

Yo también, con bloques de cemento atados a los pies.

"Es bonito, ¿verdad?".

Miro a mi alrededor mientras pienso qué decir a


continuación.

"Esto es incómodo" –susurro mientras me inclino cerca de


ella.
Página 611 de 982
"¿Qué cosa?" –susurra ella.

"Toda esta situación".

Miro hacia dentro, donde están los chicos.

"Prométeme que no dirás nada" –susurro.

"¿Qué?”

"Creo que le gustas a Mason".

Sus ojos se abren de par en par.

"¿Qué?”

"Sí" –susurro.

"No puede quitarte los ojos de encima".

"Oh."

Se le cae la cara.

"¿En serio?"

"Lo sé, y está tan bueno. Operaciones especiales y todo.


Estoy tan decepcionada. Realmente me gustaba... y luego
Página 612 de 982
descubrir que Henley sólo organizó esta noche porque
también le gusta".

Los ojos de Taryn se abren de par en par, y mira hacia la


casa y luego de vuelta a mí.

"¿Qué coño?"

"Quiero decir" -me encojo de hombros- "sólo estoy


especulando, por supuesto".

"¿Crees que a Henley le gusta Mason?" –jadea.

"¿Le gustan los hombres?" –chilla.

"Shh, baja la voz" –susurro.

"No sé... ¿tal vez?"

"A la mierda. Tenía planes para él".

Cancélalos.

"Quiero decir... ve a por ello si quieres. Sólo pensé que


debía dejar..."

Me interrumpe.

Página 613 de 982


"No, hiciste lo correcto".

"Entonces, ¿qué vas a hacer?" –susurro.

Taryn mira hacia la casa.

"¿Quizás deberíamos hacer algo en grupo? Así nadie se


queda fuera. Todos podemos conseguir lo que queremos y
follar entre nosotros".

Suelto una risita de sorpresa.


De todas las cosas que pensé que diría, esa no era.
¡Socorro!

Henley

Sorbo mi cerveza.
"Joder . . . Taryn".

"Lo sé".

Mason asiente.
Página 614 de 982
"Tío, sé que es tu cita... pero, joder. Esas tetas".

Entorno los labios para ocultar mi sonrisa.


Este pobre imbécil no tiene ni idea.

"Creo que le gustas" –le digo.

"¿Quién, yo?".

Se señala el pecho.

"Sí. Te mira cada vez que puede".

"¿En serio?"

Frunce el ceño.
Su mirada se desvía hacia la puerta trasera, hacia donde se
han ido las chicas.

"Podrías..."

Me encojo de hombros.

"Quiero decir, si le gustas".

"¿Quieres intercambiar las citas?" –Mason susurra.

Página 615 de 982


"No realmente... pero, quiero decir, veo la forma en que te
desnuda con sus ojos. No tengo ninguna oportunidad".

Mason piensa mucho.

"Pero Juliet..."

"Ella no es tan buena" –miento.

"Siento que Taryn es más adecuada para un tipo como tú".

Mason asiente mientras contempla sus opciones percibidas.


No hay opciones, cabrón. No puedes tener a Juliet.
Fin de la historia.

"No. Quiero a Juliet" –dice desafiante.

Taryn nos interrumpe mientras vuelve a entrar por la puerta.

"Estamos listos para irnos".

Mason se levanta.

"Aquí está mi pequeña cita caliente".

Pone su brazo alrededor de Juliet, y me quedo mirando a


los dos juntos.
Ni se te ocurra.
Página 616 de 982
JUlIeT

nuestro Uber llega, y salimos a su encuentro.


"Me sentaré en el asiento delantero, Mason" –dice Henley
mientras abre la puerta del coche.

Taryn se agacha para subir al coche. Lleva un vestido


blanco de neopreno que no deja nada a la imaginación.
Honestamente, ¿dónde compra estas cosas?
Henley le mira el culo y levanta una ceja.
Ni se te ocurra...

"No, siéntate a mi lado, Henley" –dice Taryn desde el Uber.

Henley se sube a su lado.


Me alegro de que se divierta. Ya somos uno.
El viaje es largo. Taryn y Mason parlotean, pero no puedo
concentrarme. Sólo puedo pensar en los gruesos músculos
de los muslos de Henley apretados contra los míos.

"Ja, ja."

Taryn se ríe a carcajadas mientras cuenta una historia.

Página 617 de 982


"Me estás tomando el pelo".

Mason se ríe.

"Una vez, cuando estaba en Bangkok" –continúa Mason.

"¿Alguna vez te has preguntado cómo consiguió ese país


ese nombre?" –responde Taryn.

"Quiero decir, lo hago. Todo el tiempo. Golpear pollas.


Imagínate. Como en los viejos tiempos, me pregunto, ¿la
gente del campo se la pasaba golpeando vergas todo el
tiempo?".

"Nunca lo había pensado así".

Mason se ríe a carcajadas.

"Eres increíble, Taryn".

Pongo los ojos en blanco.


¿En serio?
Durante quince minutos escucho las historias más
mundanas de todos los tiempos, y Henley ni siquiera me ha
mirado.
El Uber se detiene al llegar al club y todos nos bajamos.
Mason y Taryn van delante y Henley me pone la mano en la
cintura mientras me guía entre la multitud.
Página 618 de 982
Mis hormonas se disparan con solo tocarme.
De repente me siento mal. Quiero estar aquí con él, pero en
circunstancias muy distintas. Quiero estar sola y en una cita,
los dos solos, sin mentiras ni otras personas.
Lo que empezó como un divertido juego de jugar a ser difícil
de conseguir ha perdido su chispa.
Joder.
Deja de darle vueltas.
Caminamos por el super abarrotado club.
Cuando Henley va delante, mira hacia atrás y, al notar mi
cambio de humor, me mira con el ceño fruncido.

"¿Qué pasa?" –susurra.

"Nada".

Me fuerzo a sonreír.
Llegamos a una mesa pequeña, alta, con taburetes
alrededor.

"¿Aquí?" –pregunta Taryn.

"Tiene buena pinta".

Henley sonríe.

"Voy por unas bebidas. ¿Qué quieren todos?"

Página 619 de 982


"Gracias. Yo tomaré una cerveza" –dice Mason.

"Yo tomaré un vodka con lima y soda".

Taryn sonríe.

"Gracias."

"Um."

Tuerzo los labios mientras pienso. No sé qué tomar.

"Tomaré..."

"¿Un cóctel?" –Henley pregunta.

"¿Un margarita?" –Pregunto esperanzada.

"Claro".

Henley me dedica una sonrisa desvanecida y yo me derrito


un poco por dentro.

"¿Dónde están los baños?" –Le pregunto a Taryn.

"En la pared de la izquierda" –Señala.

"Vale, vuelvo enseguida”.


Página 620 de 982
Me dirijo a la pared del fondo y luego paso por un pasillo
que lleva al baño. Me miro en el espejo. La chica que me
mira no me resulta familiar. Parece sonrojada y nerviosa.
Desafiada, pero sobre todo, puedo ver miedo en el fondo de
sus ojos. Porque la chica del espejo sabe que está metida
en un lío.
Sólo necesitamos más tiempo.
Deja de pensar demasiado y disfrútalo.
Que nuestra relación no sea de manual no significa que
signifique menos.
El tiempo.
Es sólo una cuestión de tiempo.
Sé que él también siente esta conexión.
Dejo caer los hombros mientras me doy ánimos a mí misma.
No pasa nada.
Vuelvo con los demás y los encuentro riendo y hablando. La
verdad es que se llevan muy bien; ellos son los que
deberían estar saliendo.
Echo un vistazo al bar, donde Henley está esperando en la
cola, y me voy a la esquina, fuera de la vista de los demás,
para poder observarlo sin interrupciones.
Se eleva por encima de todos los que le rodean. Su espeso
pelo oscuro está despeinado a la perfección, y esos
vaqueros negros abrazan su culo perfecto.
Hombros anchos, postura perfecta y una mandíbula que
podría cortar el cristal. Su piel es aceitunada y bronceada.
Mis ojos recorren su cuerpo de arriba abajo mientras me lo
trago. Nunca había conocido a nadie como él: tan atractivo
Página 621 de 982
y, sin embargo, tan desconocido como una misteriosa arena
movediza. Es de lo más extraño. Lo conozco, pero también
sé que ni siquiera he arañado la superficie de su
personalidad. Tiene una profundidad que no puedo explicar,
una oscuridad subyacente. No estoy segura de qué es, de
dónde viene o si realmente existe. Podría ser producto de mi
imaginación. Que no haya conocido a la mujer adecuada no
significa que esté necesariamente dañado.

“Hola” –dice una voz a mi lado, interrumpiendo mi espionaje.

“Blake”.

Sonrío mientras me besa la mejilla.

“Hola”.

Blake parece recién salido de una sesión fotográfica para la


revista GQ: alto, con el pelo color arena y hombros
kilométricos. ¿Cómo es que todos estos hombres son
amigos?

“Estas son Sienna y Mikayla”.

Me presenta a dos hermosas mujeres que están a su lado.


Una tiene el pelo largo y rubio y lleva un vestido negro
ajustado sin tirantes.
Es absolutamente preciosa.
Página 622 de 982
La otra tiene el pelo largo y oscuro y es voluptuosa y con
curvas. Parece salida directamente de Pornhub.
Joder. . tan caliente que casi quiero hacérmelo con ella.

“Hola”.

Cada una me estrecha la mano con una sonrisa.

“Hola” –chillo.

¿Trajo a estas chicas con él o simplemente se encontraron?


Necesito toda la información para Chloe.
Suena una voz familiar.

“Hola, Juliet”.

Miro y veo a Antony.

“Hola”.

Sonríe y se mantiene firme.


Antony es más tímido que los otros chicos. Pelo oscuro y
bonitos rasgos europeos, y tiene la sonrisa más bonita.

“Esta es Rena”.

Me presenta a una chica preciosa con el pelo oscuro y


rizado.
Página 623 de 982
“Hola” –Sonrío.

“Hola”.

“¿Quieres tomar algo?” –le pregunta mientras le pone la


mano en el trasero.

Vale, definitivamente están juntos.


Ella le dice algo que no puedo oír y luego él la besa
rápidamente antes de dirigirse a la barra.
Lo veo desaparecer hacia el bar. Henley lo ve y se ríe
mientras dice algo.

“Este sitio está que arde” –dice Mason desde mi lado.

Por favor, vete.


Realmente no tengo la energía mental para seguirle la
corriente esta noche.

“Lo es” –Sonrío.

Miro a Blake, que besa a la rubia mientras coge a la morena


de la mano; luego se gira y la besa a ella.
¿Qué coño pasa?
Lo comparten.
Joder, ahora lo he visto todo.
Blake también se dirige a la barra y le veo charlar con
Henley y Antony. Dice algo y todos se echan a reír.
Página 624 de 982
¿De qué coño están hablando? ¿De lo genial que es tener
una selección de menú de vagina combinada?
Ugh, ver a Blake con esas dos chicas me hierve la sangre.
Los putos hombres son todos unos gilipollas.

“Deberíamos bailar”.

Mason sonríe sexy.

“O no” –respondo mientras saco el móvil.

Tengo que llamar a Chloe.

“Tengo que cogerlo”.

Levanto el dedo a Mason mientras me dirijo hacia las


puertas para encontrar un lugar más tranquilo donde hablar.

“Hola” –responde Chloe alegremente.

“Dios mío, joder” –susurro apresurada.

“Blake Grayson está aquí con dos mujeres”.

“¿Qué quieres decir?”

“Estaba besando a una mientras cogía la mano de la otra, y


luego empezó a besarla a ella también”.
Página 625 de 982
“¿Qué coño? ¿Es un pandillero?”

“Eso parece.”

“¿Qué está pasando?” –Oigo decir a alguien en el fondo del


teléfono de Chloe.

“Blake es tag teaming dos mujeres esta noche, y


oficialmente odio a todos los hombres. “

“¿Quién es?” –Pregunto.

“Estoy con Rebecca. Estamos en el drive-through de


McDonald’s”.

“¿Dónde está John?”

“Una suposición” –murmura Chloe secamente.

“Trabajando hasta tarde”.

“Estoy tan fuera de él”.

Pongo los ojos en blanco. Todos los hombres son unos


auténticos gilipollas este fin de semana.

Página 626 de 982


“Henley también está siendo un capullo, y Mason sigue
intentando hablar conmigo porque cree que estamos en una
cita. Esto es un puto desastre”.

“¿Qué está haciendo Taryn?”

“Está jodidamente buena” –le digo.

“Taryn está muy buena” –le dice Chloe a Rebecca.

“Claro que lo está” –responde Rebecca.

“Uf, me tengo que ir”.

“¿Estás segura de que Blake está con las dos? A lo mejor


una es sólo la amiga de su novia o algo así”.

Miro hacia el grupo y veo a Blake dándole un beso a la rubia


y luego a la morena. Mientras besa a la morena, su mano se
desliza por la pierna de la rubia y por debajo de su vestido
corto mientras se sienta en el taburete.

“No, seguro que se las está follando a las dos”.

Resoplo aire en mis mejillas.

“Y están tan buenas. ¿En qué estarán pensando?


Jodidamente increíble”.
Página 627 de 982
“Ugh… maldita sea” –Chloe chasquea.

“Odio que tenga polla para dos mujeres”.

Pongo los ojos en blanco.

“Llámame. Necesito que me pongas al día”.

“De acuerdo”.

Cuelgo y voy al baño a intentar calmarme, y luego me dirijo


de nuevo al grupo. Sin hacer contacto visual, Henley me
pasa una bebida y vuelve directamente a hablar con Antony.

“Gracias”.

Finjo una sonrisa en su nuca.


Capullo.
Maldita sea, Blake Grayson y su harén de bimbo me han
puesto nerviosa.
De repente me siento muy ingenua e inexperta.
Creía que era un médico simpático, respetable y amable.
Parece que no. Es una estrella porno con una polla doble.
No sigas.
Que esta noche sea diferente no significa que haya
problemas entre Henley y yo. Estamos bien.
Él es diferente, susurra una molesta vocecita de mi
inconsciente.
Página 628 de 982
Él es diferente hoy.
No puedo negarlo, pero… ugh, quizás es sólo porque las
cosas van tan bien entre nosotros.
Intento no darle demasiadas vueltas. Sus palabras de antes
vuelven a atormentarme.
¿Estoy actuando raro o tú estás actuando pegajosa?
Tal vez estoy siendo muy pegajosa.
Me siento muy desquiciada hoy, y estoy hormonal.
No pasa nada. Todo está bien.
Blake puede follarse a quien quiera, y si quieren compartir
su sucia polla, más tontos ellos.
No puedo dejar que me afecte.
Durante la siguiente hora me alejo como espectador y dejo
que la noche siga su curso.
Henley está siendo su yo juguetón y desmayado con todo el
mundo menos conmigo. De hecho, ni siquiera me ha
mirado. No me lo estoy imaginando. Algo está pasando.
La música está a todo volumen. Apenas se oye.

“Baila conmigo” –dice Mason mientras me rodea con el


brazo.

Me zafo de su agarre.

“No estoy de humor esta noche” –le digo.

Ni siquiera estoy mintiendo.

Página 629 de 982


No estoy de humor para bailar. De hecho, creo que me voy
a casa. Estar sola en mi cama es mucho mejor que estar
sola aquí.
Mason mira a Henley.

“No quiere bailar conmigo”.

“Baila con él, Taryn,”

Henley llama por encima de la música alta.


Taryn, que va camino de Drunkville, levanta las manos y se
contonea.

“Vamos, nene”.

Doy un sorbo a mi bebida y miro hacia la pista de baile.

“Deberías ir a bailar con él” –dice Henley mientras viene a


ponerse a mi lado.

“No quiero bailar con él, Henley” –murmuro con mi bebida.

“Ya lo sabes”.

“¿Por qué no?” –Le miro con el ceño fruncido.

“Creo que sabes por qué”.

Página 630 de 982


“¿Por nuestro acuerdo?”

Doy un sorbo a mi bebida.

“He estado pensando en eso”.

Se me eriza la piel.

“¿Y?”

“Quiero explorar esto con Taryn”.

“¿Qué?”

¿He oído bien?

“Me gusta Taryn” –dice por encima de la música.

“Quiero llevarla a casa esta noche”.

Me alejo de él, sorprendida.


No podía haberlo oído bien.

“¿Quieres llevarte a Taryn a casa esta noche?” –Pregunto


para asegurarme de que le he oído bien.

“Deberías llevar a Mason a casa”.

Página 631 de 982


Se encoge de hombros despreocupadamente, como si
estuviéramos hablando de una copa del bar.

“Sería un buen polvo, imagino”.

Bum, bum, bum suenan los latidos de mi corazón en mis


oídos.
Mis estúpidos ojos se llenan de lágrimas y, sin poder
siquiera formar una frase, me doy la vuelta y marcho hacia
las puertas.
Él la quiere.
Me abro paso entre la multitud, dolida como nunca.
¿Qué coño está diciendo? Creía que teníamos algo.
Me limpio las estúpidas lágrimas con rabia.

“Perdone” –grito.

“Con permiso”.

Salgo por la puerta principal y me dirijo a la calle.


Miro arriba y abajo por la acera. Está lloviendo a cántaros y
empiezo a subir. Nunca me había sorprendido tanto alguien
en mi vida. Tengo que largarme de aquí.

“Juliet” –grita la voz de Henley detrás de mí.

Sigo caminando.

Página 632 de 982


“¿Quieres parar?”

Sigo marchando.
Lágrimas saladas y calientes corren por mi cara.
Deja de llorar.

“Juliet” –grita.

“Para”.

Me detengo en el acto, con la cara retorcida por las


lágrimas.
Odio estar llorando.

“Date la vuelta” –me exige.

Me doy la vuelta y se le cae la cara de vergüenza cuando ve


mis lágrimas.

“Lo siento”.

Mis ojos atormentados se clavan en los suyos.

“Es lo mejor”.

“¿Por qué?” –Susurro, mi corazón derritiéndose en un


charco en el fondo de mi vestido.

Página 633 de 982


¿Cómo puede ser tan frío?

“No quiero esto” –suelta.

“Esta fantasía que te has montado en la cabeza no es…”.

Su voz se entrecorta.

“No lo entiendo”.

Extiende las manos.

“No te quiero, ¿vale?”

La tierra se mueve debajo de mí.

“Nunca voy a quererte”.

El dolor me atraviesa el corazón.

“Sólo estábamos follando”.

“¿No me quieres?” –susurro.

Niega con la cabeza.


La adrenalina me recorre.

“Si no me quieres… entonces es triste”.


Página 634 de 982
Entorno la cara llorando.
Ojalá pudiera articular mejores palabras, algo que le hiciera
entender lo que está haciendo.
Esto es una tragedia.
Ya estamos enamorados.

“No es triste, Juliet, es la vida” –escupe.

“Estábamos follando . Tal y como hablamos, ni más ni


menos”.

“Era el todo en medio” –sollozo mientras se me rompe el


corazón.

“Lo siento. Ojalá pudiera decir algo más profundo, pero” -da
un paso atrás- “no significaba nada para mí”.

Mis ojos buscan los suyos.

“Entra y fóllate a Mason. Te hará sentir mejor”.

Oh… Suelto un sollozo y dejo caer la cabeza.


¿Cómo puede ser tan frío?
Cuando por fin levanto la vista, lo veo entrando en el club
sin ninguna preocupación.
Se ha ido.

Página 635 de 982


CAPÍTUlO 19

estoy bajo el agua caliente con la cabeza entre las manos.


Estoy llorando a lágrima viva, el corazón me late deprisa en
el pecho.
¿De verdad ha pasado eso?
Ni siquiera me atrevo a llamar a Chloe y hablar de ello
porque, si lo digo en voz alta, tiene que ser verdad.
Sus palabras vuelven a mí.
Entra y fóllate a Mason. Te hará sentir mejor.
Me tapo la boca con las manos, asqueada.
¿Es eso lo que piensa de mí? ¿Es así como nos ve?
Sollozo en voz alta, el dolor en el pecho me duele con
fuerza. Todo este tiempo que creí que nos estábamos
enamorando, él solo estaba teniendo sexo con mi cuerpo.
Me usaba para excitarse.
Creía que me quería.
No me ama.
Creé esta pequeña fantasía en mi cabeza en la que él y yo
nos enamorábamos locamente, arreglábamos mi casa y
vivíamos felices para siempre en nuestra pequeña calle
perfecta. Todo estaba en mi cabeza.
Ve adentro y fóllate con Mason. Te hará sentir mejor.

Página 636 de 982


Me encojo la cara llorando y me deslizo por los azulejos y
me siento en el fondo de mi ducha, bajo el agua caliente,
sola y con el corazón roto.
Me permito llorar.

Henley

DOmIngO POR lA TARDe

me siento en el porche trasero y veo llover.


Se oyen truenos a lo lejos y se avecina una tormenta.
El día es lúgubre y oscuro, como mi estado de ánimo.
Sigo dándole vueltas a lo ocurrido anoche.
Sus lágrimas… cómo me hicieron sentir.
Ya ni siquiera puedo comprender lo que es normal.
Durante unas semanas, me engañé a mí mismo pensando
que las cosas estaban mejorando, que por fin todo había
encajado y que la oscuridad había terminado. Pero la
realidad se ha impuesto: nunca se acabará.
Esto es todo para mí.
Soy el producto final, a partir de aquí no hay remodelación.
Las cosas están grabadas en piedra.

Página 637 de 982


Hoy eso se ha magnificado, y me siento especialmente
desquiciado.
No he dormido.
¿Cómo podría?
La lluvia cae con fuerza y me devuelve al momento.
Es fuerte y furiosa. Empieza a salpicar y a mojarme las
piernas.
Vuelvo a ver sus lágrimas y cierro los ojos con pesar.
De todas formas, es lo mejor. Está mejor con otra persona.
Alguien que pueda amarla como es debido.
Oigo arrancar el coche de Juliet, miro hacia la valla y luego
mi reloj. Se va a trabajar, al turno de tarde. Y si fuera mejor
persona, iría a pedirle disculpas, a pedirle que volviera
conmigo y arreglara las cosas entre nosotros. Rogaría por
una segunda-no, tercera-oportunidad. Pero, ¿para qué?
Sólo lo arruinaría más tarde en el camino de todos modos…
Hice una cosa, sin embargo; me probé un punto a mí
mismo. Ahora lo sé. Si la mujer perfecta no puede salvarme,
nadie puede.

JUeVeS, 4:00 P.m.

miro el letrero sobre la puerta.


AARON STEVEN
SPICOANALISTA
Página 638 de 982
Con una profunda exhalación, pongo los ojos en blanco.

“Aquí vamos, joder”.

Empujo la pesada puerta y llego al vestíbulo.

“Hola” –le digo a la recepcionista.

“Tengo una cita a las cuatro”.

Finge una sonrisa.

“Tome asiento, Sr. James”.

Miro hacia el sofá de espera.

“En realidad… He cambiado de idea. Hoy no necesito cita”.

La puerta del despacho se abre de golpe.

“Henley” –dice un hombre rubio con acento inglés.

“Por aquí.”

Joder.
Paso junto a él hasta su despacho y me paro, sin saber qué
hacer.

Página 639 de 982


“Por favor, siéntese”.

Me desabrocho la chaqueta y me siento. Cruzo las piernas e


inmediatamente las descruzo. Me siento hacia atrás y luego
hacia delante.
Aaron se sienta y sonríe tranquilamente.

"¿Nervioso?"

Me paso la mano por el pelo.

"No."

Me pongo de pie.

"Esto... es... fue un error. Siento haberte hecho perder el


tiempo. Envíeme la factura".

"Siéntese" –dice con voz severa.

"Estás aquí por una razón. Vamos a verlo".

Entorno los labios, poco impresionada, y miro a mi alrededor


antes de sentarme por fin.

"Háblame de ti, Henley. ¿En qué trabajas?"

"Soy ingeniero”.
Página 640 de 982
"¿Trabajas para alguien?"

"Tengo mi propia empresa".

Miro hacia la ventana mientras planeo mi huida.


Él asiente.

"Ya veo".

"¿Y eres soltero, casado? ¿Gay o heterosexual?"

"Heterosexual y soltero" –respondo secamente.

"Vale..."

Sonríe y espera a que diga algo. No lo hago.

"¿Y cómo te describirías a ti mismo?".

Me rasco la cabeza con frustración.

"No lo sé”.

Me encojo de hombros.

"Normal".

"Vale, bien".
Página 641 de 982
Sonríe mientras me observa atentamente.

"¿Y qué te ha traído hoy por aquí?".

"Mi amigo".

Me encojo de hombros, avergonzado.

"Me ha concertado la cita".

"¿Y cómo se llama?"

"Blake."

"¿Blake qué?"

"Blake Grayson."

"Sí, conozco al Dr. Grayson. Me pidió que le hiciera un


hueco con urgencia."

"Es bastante dramático."

"¿Tiene motivos para serlo?"

"No."

Miro alrededor de la habitación, a todas partes menos a él.


Página 642 de 982
"Entonces, ¿ha ocurrido algo que le ha hecho preocuparse
por ti?”

"En su mente".

"¿Y qué ha sido?"

Me encojo de hombros.

"Dejé de ver a alguien. No es para tanto. Lo está


dramatizando demasiado".

"¿Esto te ha molestado?".

Le corto.

"Realmente no veo qué tiene que ver esto".

"Responde a la pregunta, por favor" –me replica.

"¿Estás molesto por la ruptura? ¿Cómo se llama?"

"Juliet”.

Entorno los labios, sin impresionarme.


Que le den a este capullo.

"¿Estás disgustado por la ruptura?"


Página 643 de 982
"Decepcionado, sí".

"¿Quién ha roto?".

Dudo antes de contestar.

"Fui yo".

Él asiente.

"Ya veo. ¿Ya no sientes nada por Juliet?".

Se encoge de hombros.
La tristeza me invade como una pesada manta.

"La adoro".

Frunce el ceño.

"¿Y aún así terminaste la relación?"

"Había seguido su curso".

"De acuerdo".

Él asiente.

Página 644 de 982


"¿Cuándo fue tu última relación comprometida antes de
ésta?".

Aprieto la mandíbula.
Basta de preguntas.

"Tómate tu tiempo".

"No he tenido una relación comprometida. He tenido" -hago


una pausa- "relaciones sexuales".

"¿Siempre?"

"Sí".

Se vuelve a sentar en su silla.

"¿Desde qué edad?"

"Quince”.

"¿A qué edad empezaste a ser sexualmente activo?"

"A la misma edad."

"¿Sucedió algún acontecimiento importante en esa época?".

Pongo los ojos en blanco.


Página 645 de 982
Ya está.

"No tiene nada que ver".

"¿Pero hubo un acontecimiento?"

"Mi madre murió."

"Lo siento."

"Yo también."

Hace una pausa por un momento como si recogiera sus


pensamientos.

"¿Tienes hermanos, Henley?"

"No."

Asiente con la cabeza.

“¿Está vivo tu padre biológico?”

“Sí”.

“¿Estás en contacto con él?”.

Página 646 de 982


Hago una pausa, insegura de cómo responder a esta
pregunta.

“Sí y no”.

JUlIeT

me siento en el suelo del salón y sostengo el mando a


distancia frente al televisor mientras salto los canales.
No, no, no, no, no…
Suelto un profundo suspiro.

“¿Por qué ya no hay nada en la televisión que merezca la


pena ver?”.

Tiro el mando a distancia al sofá, me tumbo y miro al techo.


Ha sido una semana larga. Sin ningún contacto.
Tan cerca pero tan lejos.
El cielo se ha caído.
El mundo es gris.
Y Henley James no me ama… sólo pregúntale, él te lo dirá.
No debería estar tan devastada. Sólo fueron dos semanas.
Ya debería haberlo superado, atribuirlo a una mala
Página 647 de 982
experiencia. Pero esa es la cuestión: ¿Cómo descartas
despreocupadamente una emoción que has esperado sentir
durante toda tu vida?
No era real para él, pero era tan real para mí.
Amor en espectacular Technicolor, hermoso y crudo.
Sólo que no lo era.
Se me hace un nudo en la garganta y mis estúpidos ojos se
llenan de lágrimas. Odio que me hiciera daño y, más que
eso, odio habérselo permitido.
Sabía exactamente en lo que me estaba metiendo, y aun así
me dejé llevar.
Esto es culpa mía.
Es culpa mía.
La parte lógica de mi cerebro está enfadada, furiosa porque
se ha librado del crimen perfecto.
Nos recuerdo riendo y revolcándonos en las sábanas,
bailando desnudos en la cocina a medianoche. Me
enganchó bien. Mordí el anzuelo. Mi pobre y patético
corazón sigue recordándome su equipaje y suplicándome
que le perdone por huir.
Ve adentro y fóllate a Mason. Te hará sentir mejor.
Cierro los ojos al recordar sus hirientes palabras.
¿Cómo ha podido decir eso?
Está claro que no me respeta. Nunca me respetó.
Sé lo que tengo que hacer, pero ¿cómo olvidar a alguien
que está tan grabado a fuego en tu alma que es lo único en
lo que puedes pensar?
Me tumbo en el suelo y miro al vacío.
Página 648 de 982
Me dejaré llevar por la autocompasión unos días más y
luego me levantaré y me sacudiré el polvo.
Como dice el refrán, esto también pasará.
Ya han pasado cinco días sin él. Pronto mejorará. . .
Tiene que mejorar.
El sábado por la tarde, volví a casa del turno de día en el
hospital. Fue agitado y ridículamente ocupado. Todo lo que
podía haber salido mal hoy, salió mal. Doblo la esquina de
mi calle y veo a los chicos en medio del callejón sin salida
colocando una pelota de golf en un tee. Están bebiendo
cerveza, riendo y bromeando.
¿Nunca se cansan de ese estúpido juego y de pasar el rato
juntos en el estúpido medio de la calle?
Paso junto a ellos con una sonrisa falsa y un gesto de
saludo.
Henley no está.
¿Dónde está? . . .
¿Está bien? Estoy sufriendo un trastorno de personalidad
múltiple. Oscilo entre la ira y la preocupación por él.
Enfurecida un minuto, llorando al siguiente. Enfadada
porque me hizo daño, pero preocupada porque sé que él no
es así. Tal vez sólo soy una idiota crédula a la que se la jugó
un jugador.
Cuando llego a mi casa, veo que han cortado el césped.
¿Qué?
Meto el coche en la calzada y salgo para oír el cortacésped
en marcha en mi patio trasero.
¿Quién me ha cortado el césped?
Página 649 de 982
Vuelvo a mirar a los chicos del centro y Blake agacha la
cabeza y saluda con la mano.

“Hola, Juliet”.

“Hola”.

Deja de hacerte el simpático, pandillero. Chloe es


demasiado buena para ti.
Atravieso mi puerta lateral y veo a Henley empujando el
cortacésped a doble velocidad sobre mi césped.
Va tan rápido que lo empuja directamente sobre un parterre
y destroza las plantas.

“¿Qué estás haciendo?” –grito.

Sigue segando a doble velocidad, con la cabeza gacha, la


piel reluciente de sudor.

“Henley” –le llamo.

No levanta la vista y siega otra planta. Ya está.


Me abalanzo sobre él.

“¡Para!” –Le grito.

Levanta la vista y su paso vacila.

Página 650 de 982


“¿Qué demonios estás haciendo?” –le grito.

“Cortando el césped. ¿Qué pinta tiene, joder? Es una


vergüenza” –gruñe.

Pongo las manos en las caderas, enfurecida.

“Estás atropellando mis plantas”.

“Malas hierbas” –grita por encima del cortacésped.

“Vete a casa” –le grito.

“¿Qué?”

Finge no oírme.
Con una rabia insensata, miro a mi alrededor la carnicería
de mi jardín y las tres plantas que ha cortado en pedazos.

“¡Vete a casa!”

Señalo hacia su casa.

“No vuelvas a cortar mi puto césped nunca más”.

Nunca he conocido a una persona más exasperante.


Estoy tan cerca de darle un puñetazo en la cara que ni
siquiera me hace gracia.
Página 651 de 982
Le empujo lejos del cortacésped, se tambalea hacia atrás y
lo apago.

“Vete a casa” –le grito.

“¿Qué esperas que haga? Tu césped está arruinando todo


el paisaje urbano. Todos estamos hartos” –escupe con los
dientes apretados.

Algo dentro de mi cerebro estalla y quiero arremeter contra


él y hacerle daño.

“Eres un puto maniático controlador y no lo voy a consentir”.

Se le salen los ojos de las órbitas.

“¿Qué has dicho?” –se burla.

“Ya me has oído. Vete a tu puta casa”.

Me doy la vuelta y vuelvo a mi casa, y me doy cuenta de


que la puerta de atrás está cerrada.
Maldita sea, mis llaves siguen en mi coche, en la parte
delantera.
¡Uf!
Salgo corriendo por delante con él pisándome los talones.

“No me acabas de decir eso” –me grita.


Página 652 de 982
“No soy un maniático del orden”.

“Sí, lo he dicho, y sí, lo eres”.

Abro el coche y cojo las llaves.

“Vete, Henley. Eres una puta pesadilla”.

Cierro la puerta del coche y me dirijo a la puerta principal.

“No te atrevas a insultarme”.

Me sigue dentro.

“Te llamaré lo que me dé la gana”.

Cierra la puerta de un portazo.

“Escúchame. Mantén tu puto césped en orden o lárgate de


una puta vez” –echa humo.

“No voy a vivir al lado de una casa abandonada”.

“¿Qué?” –Estallo.

“Mi césped ni siquiera era largo”.

“Sí que lo era”.


Página 653 de 982
Tiene los ojos desorbitados y las venas le sobresalen de la
frente.

“Me debes un agradecimiento”.

“¿Por qué?” –Exploto.

“¿Por cortar mis putas plantas?”.

“Eran malas hierbas”.

“Eres una puta mala hierba. Vete a casa”.

“Me parece bien.”

Se gira hacia la puerta.

“Eres una desagradecida.”

“Henley” –le llamo.

Se vuelve hacia mí.

“Eres un puto gilipollas egocéntrico, ¿lo sabías?”

Entrecierra los ojos y da un paso hacia mí.

“No me culpes por tus delirios amorosos”.


Página 654 de 982
“¿Qué coño significa eso?” –Estallo.

La adrenalina me recorre el cuerpo. El corazón me martillea


en el pecho.
Entorno la cara y con voz de niña llorona digo:

“Te amo, Henley”.

Me mira fijamente, el desprecio gotea por todos sus poros.

“Tenías que ir y arruinarlo todo, ¿no?”.

Le miro fijamente, sorprendida.

“Vaya…”

Sus ojos se clavan en los míos y levanta la barbilla hacia el


cielo en señal de desafío, como si me incitara a pelear.
Las estúpidas lágrimas vuelven a brotar de mis ojos.
Ya basta.

"Al menos uno de nosotros te ama" –susurro.

"Porque tú seguro que no".

Aprieta la mandíbula.

"¿Esto es...?"
Página 655 de 982
Intento articular mis palabras.

"¿Es así como tratas a la gente que se preocupa por ti,


Henley?”

Me fulmina con la mirada.

"Sí".

Levanto las manos en señal de rendición.

"No me disculparé por ser yo misma".

"No lo hagas".

"¿Que no haga qué? ¿No ser humano? ¿No abrazar a


alguien querido que significa algo para mí?".

Tuerce los labios con rabia.

"Estoy a dos minutos de salir de tu vida para siempre. ¿Qué


tienes que decir al respecto?" –exclamo.

Sus ojos se levantan para encontrarse con los míos.


Son fríos y duros.

"No dejes que la puerta te golpee al salir".

Página 656 de 982


Oh...
Se da la vuelta y, sin decir nada más, se va.
Entorno la cara llorando.
Mi corazón se acelera sin control.
Joder.

mARTeS POR lA nOCHe

me miro la cara en el espejo del baño.


La mascarilla de barro verde tiene que hacer milagros esta
noche. Nunca me he sentido tan mal. Barry puede sentir mi
angustia y no se ha ido de mi lado.
Es el mejor amiguito del mundo.
Oficialmente he renunciado a los hombres.
Los odio a todos.
Toc, toc, toc suena desde abajo.
¿Era la puerta?
Toc, toc, toc suena de nuevo.
¿Quién es?
¿Quién está ahí?
Bajo las escaleras de puntillas y veo a Rebecca en la puerta
principal.
¿Qué demonios?
Abro la puerta a toda prisa.

Página 657 de 982


"Hola. ¿Qué pasa?"

"Vámonos" –suelta.

"¿Qué?"

"Es la hora. He puesto un AirTag en su coche y aún no ha


vuelto del trabajo. Está en un restaurante en el lado sur. Es
hora de moverse. Vamos, joder".

Mis ojos se abren de par en par.

"Oh, mierda."

Vale.

"Tengo que lavarme la mascarilla. Dame un minuto".

"Voy por el coche" –suelta.

Subo las escaleras de dos en dos.


Oh, mierda.
Esto puede ir mal.
Por favor, no estés haciendo nada malo.

"Joder, odio a los hombres".

Página 658 de 982


Me lavo la mascarilla a velocidad récord y me pongo un
jersey por encima del pijama de franela.
Me calzo las zapatillas.

"Vuelvo pronto, Barry".

Salgo corriendo a la puerta, donde Rebecca me espera en


su coche. Entro de un salto y ella se marcha antes de que
haya cerrado la puerta.

"¿Qué ha pasado?" –susurro mientras miro entre ella y la


carretera que se aproxima rápidamente.

"Me está engañando, lo sé".

Toma la curva y casi salimos despedidas sobre dos ruedas.


Me aferro a su vida mientras conduce como una loca.

"¿Cuál es el plan?"

Vuelvo a mirar entre ella y la carretera.

"¿Tenemos un plan?"

Por favor, no nos dejes ir a la cárcel esta noche.

"Sólo quiero esperar y atraparlo en el acto. Si no lo veo con


mis propios ojos, sé que nunca lo admitirá".
Página 659 de 982
"De acuerdo."

Asiento mientras me aferro al cinturón de seguridad.

"Aunque probablemente deberías ir más despacio, nena".

Tomamos otra curva y los neumáticos chirrían. Cierro los


ojos asustada. Joder, vamos a morir.
Veinte aterradores minutos después, nos detenemos,
aparcados frente al restaurante. Ella apaga el coche y nos
sentamos en la oscuridad.

"Ese es su coche."

Su coche está aparcado enfrente.

"¿Quieres que vaya a ver si está ahí?" –Le pregunto.

"No, no quiero que sospeche nada. Podría verte".

"Vale".

"Hazme un favor" –me dice.

"Lo que sea."

"Si sale y está con una mujer, grábalo en tu teléfono para


mí".
Página 660 de 982
"¿Qué?"

"Necesito tener pruebas fotográficas de que realmente está


haciendo esto para poder mirar atrás y mantenerme fuerte".

Asiento con la cabeza.

"De acuerdo".

Mi corazón late con fuerza.


Joder.
De repente tengo una nueva perspectiva.
¿Creo que tengo problemas?
Sólo estuve dos semanas con jodido Henley y tengo el
corazón roto. Este es el marido de Rebecca con el que ha
pasado doce años. El hombre que se supone que debe
amarla y protegerla para siempre.
No puedo imaginar por lo que está pasando.

"¿A qué hora cierra el restaurante?" –pregunta.

Rápidamente lo busco en Google.

"Pone a las once".

Mira el reloj.

"Diez minutos".
Página 661 de 982
Mierda.
Nos sentamos en la oscuridad, sin hablar.
¿Qué hay que decir?
La puerta se abre y contenemos la respiración. Salen dos
hombres. Ambas dejamos escapar un suspiro de alivio.
Realmente espero que esto sea inocente.
Aunque no creo que lo sea.
La puerta se abre y salen un hombre y una mujer.

"¿Son ellos?"

Frunzo el ceño.

"No."

Las dos nos sentamos.


La puerta vuelve a abrirse y esta vez aparece John. Lleva a
una mujer de la mano. Lleva un vestido rojo y tiene el pelo
largo y rubio. Es joven y guapa.

"Joder" –susurro.

Rebecca me mira y tomo su mano entre las mías.


Caminan hasta su coche. Le abre la puerta del
acompañante. La empuja contra ella y la besa
profundamente. Dice algo y la mujer se ríe a carcajadas.

"La conozco" –susurra Rebecca entre lágrimas.


Página 662 de 982
Mi mirada se desvía hacia ella.

"¿Quién es?"

"Se llama Mia".

Se me encoge el corazón.

"¿De qué la conoces?"

"Es su secretaria”.

Vemos cómo se alejan y nos sentamos en silencio, ambas


en estado de shock.

"Lo siento mucho, Bec" –susurro.

Ella arranca el coche.

"No tanto como lo va a sentir él".

Salimos al tráfico y conducimos a casa en silencio.


Sostengo su mano en el regazo.

"¿Qué vas a hacer?" –le pregunto.

Se encoge de hombros mientras agarra el volante con


fuerza.
Página 663 de 982
"Quédate en mi casa esta noche, ¿vale?".

Le aprieto la mano.

"No”.

No aparta la vista de la carretera.

"Me ocuparé de esto esta noche".

"Sólo esperaré."

"¿A qué?"

"A que vuelva a casa".

Oh, diablos...
Entramos en nuestra calle y nos detenemos en su entrada.
Acciona el mando a distancia, se abre la puerta del garaje y
entramos.

"Puedes irte a casa" –dice con calma.

"Gracias por venir conmigo".

Siento que no debería estar presenciando esto, que es un


asunto privado, pero no voy a dejarla a solas con ese
imbécil.
Página 664 de 982
"No voy a ninguna parte" –le digo.

"Espero contigo".

Me dedica una sonrisa triste, sale del coche y entra.

DOS HORAS máS TARDe

Rebecca camina mientras me siento en su sofá.


La casa está silenciosa y triste, iluminada sólo por la
lámpara. No quiere que sepa que sigue despierta cuando
entre. Ninguna de los dos dice nada.
Ambas sabemos que éste es el fin de su matrimonio, y ¿qué
podría decir para mejorar la situación?
Rebecca mira fijamente al vacío.

"Se está acostando con ella ahora mismo" –susurra.

Se me hace un nudo en la garganta.

"Ni se te ocurra".

"Me pregunto si ella le hace sexo anal...".

Página 665 de 982


Se me llenan los ojos de lágrimas.

"Lleva haciéndolo dieciocho meses" –dice distraídamente.

Tengo un mal presentimiento.

“¿Por qué no volvemos a mi casa y tratamos esto mañana


cuando estemos frescos? Me tomaré unos días libres. Quizá
podríamos irnos de viaje de chicas para despejarte” –digo
esperanzada.

“No”.

Entra en el despacho y vuelve con un bate de béisbol. Se


me abren los ojos de par en par.
Joder.

“¿Qué haces con eso?”

¿Va a matarlo? Creo que tengo que pedir refuerzos a Chloe.


No sé qué hacer aquí.

“Rebecca, dame el bate”.

El coche se detiene en la entrada, y antes de que pueda


mirar por la ventana, Rebecca está corriendo a través de la
puerta principal hacia él.

Página 666 de 982


“Maldito imbécil” –grita.

Coge carrerilla y estrella el bate contra su parabrisas,


rompiéndolo en mil pedazos.

“Joder”.

Salgo corriendo detrás de ella.

“Rebecca, para”.

Todas las luces de las casas se encienden.

“¿Cómo has podido?” –grita como una loca.

Sus gritos resuenan a kilómetros, y ella vuelve a levantar el


bate y destroza su coche una vez más.

“¿Qué estás haciendo?” –John grita.

“¿Cómo está Mia?”

Sus ojos se abren de par en par.

“Bec, no. Por favor” –le ruego.

“No merece la pena”.

Página 667 de 982


Vuelve a golpear el coche.

“Dejo a toda mi familia y amigos, me mudo al otro lado del


país por ti, ¿y así es como me lo pagas?”.

“¿Qué está pasando?” –Blake llama mientras corre hacia


nosotros desde su casa.

Está en calzoncillos y despeinado.

“Rebecca” –grita.

“¿Qué estás haciendo? Para”.

“¿Cómo has podido?” –grita.

“Rebecca.”

Blake forcejea con ella para quitarle el bate de la mano


mientras ella lucha contra él.

“Se está acostando con su secretaria”.

Ella está histérica y llorando, y finalmente Blake le arranca el


bate de las manos.
John sale del coche.

“¿Qué le has hecho a mi coche?” –grita.


Página 668 de 982
Los ojos asesinos de Blake se dirigen a John.

“Vete”.

“Esta es mi puta casa. No me voy a ninguna parte”.

Blake empuja a Rebecca a un lado.

“He dicho… vete, joder. Ahora”.

Oh, no.
Miro entre los dos. Si Rebecca no lo mata, Blake lo hará.

“¿Qué demonios está pasando?” –Carol grita mientras corre


por la carretera.

“¿Estás bien, Rebecca?”

Rebecca está sollozando en mis brazos, y miro hacia arriba


para ver que Henley ha salido a la conmoción.
También está en calzoncillos.

“No es lo que piensas” –grita John.

“Rebecca . . . te amo".

"Es exactamente lo que pienso" –grita ella.

Página 669 de 982


Ha perdido todo el control. Tiene la cara llena de lágrimas y
mocos.

“Entremos y hablemos de esto en privado”.

“No” –grita Rebecca.

“Vuelve con tu puta. Ella me conoce. Habla conmigo todos


los putos días. Le pago su puto sueldo. ¿Cómo pudiste?”

“Ella no significa nada. No me voy a ninguna parte. Te amo”.

Blake lo empuja por el pecho, y él tropieza hacia atrás.

“Métete en tu puto coche y desaparece antes de que te


patee el puto culo”.

Le empuja de nuevo, y él cae de espaldas.


Blake ahora va a matarlo de verdad.
Esto se está saliendo de control.

“Henley” –grito.

“Haz algo.”

Henley interviene y empuja a Blake lejos de John.

“Es suficiente. Vete, John”.


Página 670 de 982
“Esto no es asunto tuyo” –gruñe John.

“Vete antes de que llame a la policía” –grito.

“Eres mi puta mujer, Rebecca” –grita John.

“Ella no significa nada.”

Rebecca se pone histérica y Blake la abraza para protegerla


de John. John, al darse cuenta de que toda la calle está en
su contra, acaba subiéndose al coche destrozado y se
marcha.
Rebecca, desconsolada, llora desconsoladamente sobre el
pecho de Blake.
Todos nos quedamos de pie, en silencio, sin saber qué
decir.
Los gritos de Rebecca resuenan en nuestra adormecida
calle.

“¿Cómo puede alguien querer casarse?” –murmura Henley


en voz baja.

Le miro, con mi fe en los hombres completa y


absolutamente arruinada.

“Joder. Lárgate”.

Página 671 de 982


CAPÍTUlO 20

Henley

Rebecca llora contra el pecho de Blake mientras todos la


miramos, sin saber qué decir.

“Vamos, Bec, esta noche te quedas en mi casa” –dice Juliet.

“Es una buena idea”.

Blake asiente.

“¿De acuerdo?” –le pregunta en voz baja.

Rebecca finalmente asiente.

“De acuerdo”.

Con ella bajo el brazo, siguen a Juliet hasta su casa.


Les sigo, sin saber qué decir.

Página 672 de 982


Suben los escalones y Juliet abre la puerta. Blake y
Rebecca entran y yo voy a seguirlos, pero Juliet se pone
delante de mí y bloquea la puerta.

“No”.

Frunzo el ceño.

“La puerta me golpeó al salir, Henley, y me hizo entrar en


razón”.

Mis ojos buscan los suyos.

“Ya no eres bienvenido aquí. Aléjate de mí”.

Doy un paso atrás y asiento.

“De acuerdo”.

Estoy sorprendido, pero no me tanto.


Juliet me cierra la puerta en las narices y oigo a Rebecca
echarse a llorar desde dentro.
Espero un momento, sin saber qué hacer. No sé adónde ir.
Ya no eres bienvenido aquí.
Cierro los ojos, disgustado conmigo mismo.
¿Qué esperabas?
Al final, me arrastro hasta casa y me siento en la escalera,
en la oscuridad.
Página 673 de 982
Y con el sonido del corazón de Rebecca rompiéndose en la
distancia, el mío también lo hace.

~*~

“ Henley”.
Aaron sonríe.

“Pasa. Por favor, siéntate”.

Paso junto a él y me siento.

“No sé por qué estoy aquí. Esto es una puta pérdida de


tiempo”.

Sonríe y se sienta detrás del escritorio frente a mí.

“¿Cómo has estado?”

“Bien”.

“¿Ha pasado algo nuevo desde la última vez que te vi?”.

“No.”
Página 674 de 982
Entorno los labios y miro a mi alrededor. Sólo quiero acabar
con esto.

“Henley”.

Hace una pausa.

“Sé que sólo estás aquí porque el Dr. Grayson está


haciendo que vengas”.

“Ya te lo he dicho, lo ha dramatizado todo. Yo estoy bien. No


necesito estar aquí. Estás perdiendo el tiempo. Gástelo en
alguien que realmente lo necesite”.

“De acuerdo”.

Él asiente despreocupadamente.

“Me alegra saber que te va bien”.

Garabatea algunas notas mientras espero.

“Entonces… retomemos donde lo dejamos, ¿sí?”.

Me encojo de hombros.

"¿Has pensado algo más en Juliet desde la última vez que


hablamos?”
Página 675 de 982
“Sólo pienso en ella, joder”.

“Eso está bien”.

Se sienta con una sonrisa.

“Te preocupas por ella”.

Entorno los labios, prefiriendo guardar silencio.

“¿Se llevan bien tú y ella?”.

“No.

“¿Ha pasado algo?”

Ya no eres bienvenido aquí.

“Ahh…”

Me encojo de hombros.

“Me dijo que no quería volver a verme”.

“¿Por qué dijo eso?”

“Yo . . .”

Página 676 de 982


“¿Tú qué?”

“Cada vez que la veo, yo” -me encojo de hombros,


avergonzado por mi comportamiento- “me pongo muy
desagradable con ella. Le digo cosas”.

Me retuerzo las manos.

“Cosas terribles”.

“¿Intentas hacerle daño?”

Asiento con la cabeza.

“¿Cómo ella te hizo daño a ti?”

Cierro las manos en puños.

“No sé por qué lo hago. . . Parece que no puedo


contenerme. Se me escapan cosas horribles”.

“Ya veo”.

Aaron me observa un rato.

“¿Por qué estás enfadado con ella?”

“No lo estoy”.
Página 677 de 982
“¿Se acostó con otro?”

Frunzo el ceño.

“No” –replico.

“Ella no es así”.

“¿No es una buena persona?”.

“Es la mejor persona” –respondo indignada.

“¿Te mintió?”

Asiento con la cabeza.

"Sí".

"¿Cómo es eso?"

Resoplo aire en mis mejillas.

"Me dijo que sólo quería una relación sexual".

Frunce el ceño mientras escucha.

"Continúa”.

Página 678 de 982


"Y entonces..."

Se me corta la voz.

"¿Hizo que te enamoraras de ella?".

Dejo caer los ojos al suelo y asiento con la cabeza.

"¿Te sientes incómodo con esos sentimientos?".

Permanezco en silencio, incapaz de responder.

"¿Por qué crees que es así, Henley?".

"No lo sé" –respondo en voz baja.

"¿Quieres tener una relación amorosa con Juliet?".

"No."

Se queda en silencio y al final tengo que mirarle.


Me dedica una sonrisa tranquilizadora.

"Este es un espacio seguro. Aquí puedes expresar tus


sentimientos libremente. Pero creo que los dos sabemos
que los tienes".

"Créeme, no los tengo".


Página 679 de 982
"¿Le has dicho a Juliet lo que sientes por ella?".

"No."

"¿Por qué no?"

"Porque me gusta estar solo."

"¿Es más fácil así?" –pregunta.

"Sí."

"En un mundo perfecto, en el que tú no fueras tú, ¿cómo


sería tu vida?".

Hago una pausa mientras contemplo su pregunta.

"¿Estarías casado y tendrías hijos? ¿Tendrías tu propia


familia numerosa?".

Asiento con la cabeza.

"Supongo".

Sonríe.

"Hagamos de eso una meta".

Página 680 de 982


"Dejé de tener metas personales hace mucho tiempo".

"¿Cuando murió tu madre?"

"Déjala fuera de esto".

Suspiro frustrado.

"Mi madre no tiene nada que ver con estar enamorado".

"¿Porque murió?"

"Deja de decir eso".

Cierro los ojos para intentar bloquearlo.

"¿Recuerdas lo que hablamos en tu última visita, Henley?".

Pongo los labios en blanco. Quiero que esto acabe de una


puta vez.

"Déjame refrescarte la memoria. Repasamos el día en que


falleció tu madre y el trauma que has sufrido por ello".

Inspiro con una respiración profunda y temblorosa mientras


ese oscuro día vuelve a mi memoria. El niño sollozando
sobre el cuerpo de su madre, sin saber que ya había
fallecido.
Página 681 de 982
Mamá, no pasa nada. Ya viene papá, ya viene papá, nos va
a llevar al hospital. Despierta, mamá, por favor, despierta.
Mamá, necesito que despiertes... por favor.

"Henley".

La voz de Aaron me devuelve al momento presente y mis


ojos se elevan hasta su silueta borrosa.

"Es un recuerdo perturbador, ¿verdad?".

Me limpio los ojos con el dorso de las manos.

"Sí".

"¿Has hablado alguna vez de ese día con alguien?".

Me encojo de hombros.

"Umm..."

"Tómate tu tiempo".

"Mis dos mejores amigos son los únicos...".

Frunzo el ceño, inseguro de cómo continuar la frase.

"Vinieron esa noche y...".


Página 682 de 982
Me encojo de hombros.

"Éramos jóvenes. No sé de qué hablamos".

"¿Sigues en contacto con ellos?”

"Blake Grayson."

Me encojo de hombros.

"Sabes, él y Antony Deluca siguen siendo mis mejores


amigos".

"¿Los ves a menudo?"

"Todos los días. Todos compramos casas en la misma calle".

Sonríe.

"Se cuidan mutuamente".

"Supongo".

Me encojo de hombros.

"Parece que tienes una buena red a tu alrededor".

Asiento con la cabeza.


Página 683 de 982
"¿Alguna vez piensas en la muerte, Henley?".

Me trago el nudo en la garganta mientras mis ojos se elevan


para encontrarse con los suyos.

"No me importa morir".

"¿Y los demás?".

Mi respiración comienza a agitarse de nuevo.

"No es algo que me preocupe".

"¿Y dentro de una relación? ¿Alguna vez se te pasa por la


cabeza?"

"No" –respondo.

“Pero si amas a otra mujer… podría morir y dejarte, ¿no?”.

Aprieto la mandíbula.
Sus palabras me revuelven el estómago.

“Y no podrías volver a pasar por ese dolor, ¿verdad?”.

Cierro los ojos. Este tema es demasiado real.

“Cállate.”
Página 684 de 982
“¿Por qué dónde estarías si otra mujer a la que amaste
dejara esta tierra antes que tú? ¿Es ahí adonde te ha
llevado tu proceso de pensamiento?”.

“Cállate. Cállate” –digo, enfurecido.

“Esto no ayuda. Arréglame de una puta vez. No le doy


vueltas a esta mierda. No ayuda. Lo único que hace es
alterarme otra vez”.

“Tu reacción a las relaciones es completamente


comprensible” –dice con calma.

“¿Qué coño me pasa?” –Escupo.

“En mi opinión, tienes un trastorno de estrés postraumático


provocado por un acontecimiento apocalíptico. La mente
humana tiene inteligencia propia. Hará lo que sea necesario
para protegerte de futuros daños”.

Aprieto tanto la mandíbula que siento que se me van a


romper los dientes.

“Se llama autoconservación, Henley. Tu mente te protege


inconscientemente de cualquier daño. Si no amas a alguien
con todo tu corazón, no puedes volver a sentir ese dolor”.

El suelo se mueve debajo de mí mientras le miro fijamente.


Página 685 de 982
“Pero este comportamiento ya no te sirve, Henley. Ahora
está saboteando tu felicidad y tu futuro. Tienes que tomar la
decisión consciente de dejarlo ir”.

“Dejarlo ir” –resoplo.

“¿Cómo si fuera tan jodidamente fácil? ¿Crees que quiero


estar así?”.

“Inconscientemente, sí”.

“Que te jodan”.

“El primer paso de la recuperación es reconocer este


comportamiento”.

“No tienes ni puta idea de lo que estás hablando” –escupo.

“No voy a escuchar esta mierda ni un minuto más”.

Me levanto y salgo del despacho. Ya he tenido suficiente de


este maldito idiota.

“No volveré.”

“Henley” –me llama.

“No hemos terminado.”


Página 686 de 982
Con el corazón saliéndose del pecho, atravieso las pesadas
puertas y salgo corriendo hacia mi coche.
Joder. …llévame a casa.

JUlIeT

miro por la ventana de la cocina cómo Rebecca se tumba


en una manta al sol de la mañana en el jardín trasero con
Barry. Es fuerte. Han pasado días desde aquella noche
impía en la que pillamos a su marido. Ha suplicado perdón y
ha intentado volver a su casa por la fuerza. Blake no quiere
ni oír hablar de ello, ni siquiera le deja conducir por la calle
sin interceptarle y amenazarle con patearle el culo.
El chiste es que, después de que pillaran a John esa noche,
volvió directamente a casa de su amante.
Ahora sigue allí, sin saber que, gracias a la AirTag de Apple,
conocemos todos sus movimientos.
Rebecca se ha quedado conmigo, aún no está preparada
para quedarse sola.
Si te soy sincera, a mí también me ayuda.
Aunque estoy siendo valiente, sigo sintiendo que mi mundo
está a punto de acabarse.

Página 687 de 982


Echo de menos a Henley. Echo de menos las risas que
compartíamos y cómo me hacía sentir.
Rebecca finalmente se reunirá con John esta tarde para
discutir el futuro. Quería ser más fuerte antes de hablar con
él. Espero que ahora lo sea.
Toc, toc suena en la puerta.
Me paso el paño de cocina por encima del hombro y abro la
puerta.

“Blake” –Sonrío.

“Hola”.

Él me devuelve la sonrisa.

“¿Están bien? Me dirijo al hospital para ver a algunos


pacientes. Me preguntaba si necesitaban algo”.

“Estamos bien.”

Últimamente veo exactamente lo que Chloe ve en el buen


doctor. Tiene un factor de desvanecimiento de mil.

"Sabe, para ser un pandillero... es sorprendentemente


atento, Sr. Grayson".

Se ríe.

Página 688 de 982


"Sólo quería ver cómo estaban".

Se da la vuelta y baja los escalones, y yo le sigo.

"¿Cómo está... de verdad?" –pregunta.

Me encojo de hombros al llegar al buzón.

"Está bien. Supongo que ha tenido tiempo de asimilarlo


mucho antes de que se confirmara que era cierto".

Asiente mientras escucha.

"Ella se reunirá con él esta tarde para discutir lo que está


pasando con ellos, así que supongo que sabrá más después
de eso".

"Qué puto idiota es".

Sacude la cabeza con disgusto.

"Lo sé."

La puerta de Henley se abre y ambos levantamos la vista.


Sale con un traje azul marino perfectamente entallado y una
camisa blanca impecable. Tiene la espalda recta.
Nos mira y asiente con la cabeza, pero sigue caminando
hacia su coche.
Página 689 de 982
Con el corazón en un puño, veo cómo pasa a nuestro lado
sin saludarnos.
Se me encoge el corazón.
Realmente no le importa.

"No le hagas caso... está...".

Blake se encoge de hombros.

"Ordenando algunas cosas ahora mismo".

Entorno los labios para no decir algo sarcástico.

"Es un buen hombre, Juliet”.

Le miro a los ojos.

"¿Lo es?”

"No te rindas con él".

"Él me abandonó a mí".

"Henley es" -exhala pesadamente- "complicado".

De repente quiero toda la información que pueda obtener de


Blake.

Página 690 de 982


"¿Cómo es eso?"

"No me corresponde a mí dar más detalles... pero sólo" -se


encoge de hombros- "dale algo de tiempo".

"¿Hay alguien más?" –pregunto.

"Dios, no".

Frunce el ceño.

"No es nada de eso”.

Me besa la mejilla.

"Llámame si necesitas algo".

"Vale, gracias”.

Miro cómo Blake cruza la calle sin salida y se sube a su


nuevo Porsche plateado. Ronronea como un gatito cuando
arranca el motor. Me saluda con la mano mientras se aleja
en la distancia y pienso en su perspicacia.
No te rindas con él.
Ojalá fuera tan fácil.

~*~
Página 691 de 982
A las cinco de la tarde, recibo un mensaje de texto.
Es de Rebecca.

¿Podemos salir a cenar y tomar algo? Necesito


desahogarme.

Mierda.
No debe haber ido bien.
Le contesto.

Me parece bien, reservo y llamo a Chloe. Siete, ¿vale?


Hay margaritas en el menú.

Miro cómo rebotan sus puntos.

Me parece muy bien.

19:00.

entro en el restaurante y veo a Chloe y Rebecca ya en la


mesa con margaritas en la mano.
Esta tarde he hecho un turno de cuatro horas en la
residencia de ancianos para cubrir a alguien y llego tarde.
Página 692 de 982
Han empezado sin mí.

"Hola".

Sonrío mientras tomo asiento.

"Bienvenida a la mesa de Odia Hombres Anónimos".

Chloe me tiende su margarita a modo de brindis.

"Todos los hombres son unos cabrones" –murmura.

Suelto una risita y cojo el margarita que me espera en la


mesa.

"¿Cuánto tiempo llevan aquí?”

"Lo suficiente para establecer que odiamos a los hombres" –


dice Chloe en voz demasiado alta.

Rebecca levanta también su vaso.

"Sí, sí".

Suelto una risita.

Página 693 de 982


“Bueno, da la casualidad de que soy la presidenta del odio a
los hombres, así que me alegro de estar en buena
compañía”.

Brindamos con nuestras copas.

“Así que…”

Abro los ojos.

“¿Qué ha pasado?”

Rebecca pone los labios en blanco.

“Me engañó porque no quise hacer sexo anal”.

“¿Qué?”

“Menudo puto idiota” –jadea Chloe.

“Voy a hacerle anal con un puto palo de fregona”.

“¿Qué quieres decir?” –Tartamudeo.

“Explícamelo todo. ¿Dónde se vieron?”.

“Vale”.

Página 694 de 982


Rebecca da un sorbo a su bebida.

“Fuimos a una cafetería a la que siempre vamos. Quería un


sitio público que nos obligara a tener una conversación
civilizada”.

“Me parece bien”.

Escucho atentamente.

“Le dije que necesitaba total sinceridad y que si me la daba,


entonces posiblemente podríamos solucionar esto”.

“De acuerdo.”

Frunzo el ceño.
Mi mirada se dirige a Chloe, que se pasa el dedo por la
garganta.

“¿Qué ha pasado?”

“Lleva más de un año acostándose con ella”.

“Joder”.

“Dice que sólo es sexo y que está completamente


enamorado de mí y que no tenía intención de poner fin a
nuestro matrimonio”.
Página 695 de 982
“Qué puto idiota” –jadea Chloe.

“Odio a este tío. ¿Podemos cortarle la polla y dársela de


comer a los gatos callejeros?”.

Se me escapa una risita, pero intento contenerla.

“Vale”.

Intento concentrarme en escuchar bien a Rebecca.

“¿Cómo empezó?”

“Escucha esto” –murmura Chloe.

Me apunta con su bebida y ésta se cae por un lado.


Rebecca se inclina hacia la mesa.

“Me dijo que siempre había querido sexo anal”.

“Ya.”

Entorno los labios.

“¿Es cierto?”

“Lo es, y para ser justos, yo ni siquiera lo intentaría”.

Página 696 de 982


“Vale.”

“Dijo que un día estaba en el comedor con Mia, comiendo su


almuerzo. Se habían hecho amigos con el tiempo, y Mia dijo
que tenía problemas sexuales con su novio.”

Frunzo el ceño y mi mirada se desvía hacia Chloe, que pone


los ojos en blanco de forma exagerada.

“Dame un puto respiro” –me espeta.

Suelto una risita mientras doy un sorbo a mi bebida.

“Ya. ¿Qué tipo de problemas sexuales? ¿Problemas de que


soy una puta?”.

“Exacto” –balbucea Chloe.

“Dijo que Mia estaba enfadada con su novio porque no


quería probar el sexo anal”.

“¿Qué?” –Exploto.

“¿Quién le dice eso a su puto jefe en el comedor a no ser


que quiera follarle a lo bestia? Esta mujer es el vivo colmo”.

“Lo sé, desvergonzada” –susurra Rebecca enfadada.

Página 697 de 982


“En fin, eso abrió la conversación para que hablaran de
fantasías sexuales, y bla, bla, y dos meses después
decidieron pasar una noche juntos en una conferencia de
trabajo”.

Mis ojos se abren de par en par.

“¿Su primera vez fue anal?”

“Al parecer”.

“Vete a la mierda” –le digo.

“Está usando el anal contra ti para justificar que es un puto


canalla”.

“Exacto” –escupe Chloe.

“Si fuera bueno en el sexo, ella le dado sexo anal, ¿no,


Bec?”.

Rebecca se encoge de hombros mientras da un sorbo a su


margarita.

“Quién sabe, pero no es la puta estrella del porno que se


cree, eso seguro”.

“Dios.”
Página 698 de 982
Vacío mi vaso y le hago un gesto al camarero para que me
traiga otra ronda de bebidas.

“¿Entonces qué?”

“Dijo que nunca fue emocional, que cayeron en el hábito de


tener sexo, y que ella también tiene un novio del que está
enamorada. Se decían cada vez que esa iba a ser la última
vez”.

“¿Qué?” –Jadeo.

“Follársela”.

“Eso es exactamente lo que hizo" –suelta Chloe.

Me quedo de piedra.

“¿Qué dices a esto?”

“Dice que cree que nos conocimos demasiado jóvenes y


que sólo necesitaba explorar sexualmente, pero sabe que
soy yo el amor de su vida”.

Miro fijamente a Rebecca.

“¿Cómo te sientes al respecto?”

Página 699 de 982


“Con el corazón roto”.

“¿Qué vas a hacer?”

“¿Podemos matarlo?” –Chloe interviene desde la banda.

“Matémoslo y enterremos su cuerpo en tu jardín, Jules”.

Suelto una risita.

“Tentador, aunque Barry probablemente lo desenterraría”.

“El bueno de Bazza”.

Chloe sonríe.

“Puede masticar sus huesos y esa mierda”.

“Me dijo que la había despedido del trabajo” –dice Rebecca.

“¿Es cierto?”

“No lo sé. No he entrado en su despacho, obviamente, pero


supondría que ella habría dimitido en caso de que yo entrara
allí."

"Cierto".

Página 700 de 982


Doy un sorbo a mi bebida.

"¿Qué deben pensar de ella las otras secretarias”.

“Probablemente todas lo sabían. Me siento como una tonta”.

“No lo hagas” –digo bruscamente.

“El tonto es él. Recuérdalo”.

“Y luego hizo algo que realmente me rompió el corazón” –


dice Rebecca con tristeza.

“¿Qué?”

“Me dijo que no la había visto desde que me enteré y que no


iba a volver a verla nunca más”.

Mis ojos sostienen los suyos.

“¿Por qué te rompió eso el corazón?”

“Aquí estamos, poniendo nuestros corazones sobre la mesa,


discutiendo su infidelidad con todo lujo de detalles, anal y
todo. Me dice que soy el amor de su vida, se disculpa y me
dice que es lo que más lamenta de su vida, y sin embargo…
sigue mintiendo sobre lo de verla. Sé a ciencia cierta que se

Página 701 de 982


está quedando en su casa. He pasado por allí y he visto su
coche”.

Mi corazón se hunde.

“Y entonces, mientras hablaba y suplicaba perdón, tuve una


epifanía”.

“¿Qué fue?”

“Siempre va a mentir sobre haberla visto. Incluso en una


conversación sobre salvar nuestro matrimonio, sigue
mintiendo. No puedo volver a confiar en él. No podemos
salvar esto. Está demasiado lejos”.

Sus ojos se llenan de lágrimas.

“Mi matrimonio está oficialmente acabado”.

“Dios, Bec.”

Tomo su mano sobre la mesa y la sostengo en la mía.

“Lo siento”.

“Yo también” –dice Chloe con tristeza.

El camarero llega con nuestra nueva ronda de bebidas.


Página 702 de 982
“Gracias” –Sonrío.

Rebecca coge una y la levanta para brindar.

“Esta noche estamos de celebración”.

Sonreímos y acercamos nuestras copas a las suyas.

“Por los nuevos comienzos”.

mIéRCOleS POR lA mAñAnA

Camino por el pasillo de la residencia.


Estoy a punto de salir del turno de noche. Ahora estoy en
piloto automático. Ya nada puede sorprenderme.
Mi fe en el sexo masculino se ha arruinado total e
irrevocablemente.
El corazón de Rebecca está roto.
Mi corazón está roto.
El mundo entero está jodidamente roto.
Llego a la puerta de Bernard, miro por la ventana y me
detengo en el sitio. Mi corazón se rompe de nuevo.

Página 703 de 982


Henley está tumbado de espaldas en la cama del hospital.
Su padre está tumbado a su lado. Bernard tiene la cabeza
apoyada en el pecho de Henley y éste le rodea con el brazo.
Henley ve la televisión mientras su padre duerme.
Se me llenan los ojos de lágrimas…
Sé que no me quiere, pero seguro que quiere a su padre.
Qué suerte tiene.

Página 704 de 982


CAPÍTUlO 21

Dicen que el tiempo cura todas las heridas.


No creo que eso sea necesariamente cierto. Pero seguro
que te da algo de perspectiva.
Han pasado cuatro semanas desde que Henley y yo
hablamos por última vez, tres semanas y seis días desde
que me sentí arrebatada y en el momento.
Cinco minutos desde que pensé en él… Pero no me importa
porque lo he superado completamente.
¿Qué Henley?
Quiero decir, no es como si hubiéramos tenido una gran
aventura amorosa. Fueron unas pocas semanas.
Me levanté, me sacudí el polvo y lo superé. Fue la mejor
gran aventura amorosa de todos los tiempos…
Basta…
¡Concéntrate!
Barry corre hacia la puerta principal y entonces oigo un
suave golpe, golpe.
Abro y retrocedo sorprendida al verle. Con el pelo oscuro
revuelto, aún con el traje del trabajo, es la personificación de
lo follable.
¿Por qué siempre huele tan bien?

Página 705 de 982


“Henley”.

Me dedica una sonrisa ladeada.

“¿Cómo estás?”

“Bien”.

Miro hacia la calle.


¿Está aquí solo?

“Yo. . . ahh. . . Yo sólo…”

Tropieza con las palabras y está claramente nervioso.

“Sí”.

Me hago la valiente.

“¿Qué pasa?”

“Te he comprado…”

Señala seis macetas alineadas en el porche.


Le interrumpo.

“¿Malas hierbas?”

Página 706 de 982


“Aparentemente son plantas”.

Sonríe, como aliviado por mi broma.

“¿Quién lo iba a decir? Tú lo sabías”.

Entorno los labios para ocultar mi sonrisa.

“De todas formas, quería disculparme por insultar a tu casa”.

“¿Algo más por lo que quieras disculparte?”.

“De muchas cosas, en realidad”.

Se encoge de hombros. Intenta continuar, pero le


interrumpo.

“¿De qué más quieres disculparte?”.

“Aah.”

Se traga un nudo en la garganta.

“Mi…”

Ensancho los ojos mientras espero.

Página 707 de 982


“¿Por la forma en que me dijiste que me acostara con
Mason?”.

Hace un gesto de dolor.

“Sí. . . sobre eso. . .”

“¿Sí?”

Espero.

“Eso no salió exactamente bien”.

“¿No?”

“No, es que. . .”

Se encoge de hombros.

“Por cierto, se te da fatal disculparte”.

“Soy consciente de ello”.

“Continúa” –respondo tajante.

Hacerse el duro es divertido.

“No quiero una relación, eso es todo”.


Página 708 de 982
“Vale, podías haber dicho eso en vez de intentar echarme a
los lobos”.

Sonríe ante mi analogía.

“Mason no es un lobo. Es más como un galgo”.

“¿Estás celoso?”

“¿De él?”

Frunce el ceño.

“No.”

“Ja”.

Hago como si no le creyera. Aunque su historia es creíble:


Mason podría ser un galgo.
Nos miramos el uno al otro un poco más mientras el aire
hace esa cosa estúpida entre nosotros, y quiero gritar y
chillar y ser una completa reina del drama para que no se
enamore locamente de mí porque, maldita sea, tenemos
algo. Pero no lo haré. . . Voy a mantener mis cartas cerca de
mi pecho a partir de ahora.

Página 709 de 982


“Sólo quería que supieras que me gustaría que fuéramos
amigos, ya que somos vecinos” –me dice con una suave
sonrisa.

Ha sido incómodo por aquí con nosotros ignorándonos el


uno al otro.

“Vale”.

Asiento con la cabeza.

“Estoy de acuerdo. A mí también me gustaría”.

“Bien.”

Sonríe como si estuviera orgulloso de sí mismo.

“Bien”.

“Entonces…” –Duda.

“¿Qué haces ahora?”

"Nada."

"Oh. . . yo tampoco."

"De acuerdo".
Página 710 de 982
Sus ojos buscan los míos.

"Vale..."

"Vale".

Finjo una sonrisa.

"Adiós”.

Se le cae la cara.

"¿Adiós?"

¿Por qué repite todo lo que digo?

"Adiós" –le digo sin rodeos.

¿Qué cree que va a pasar?


¿Me dice que no me quiere y que me acueste con otra,
mata la mitad de mi jardín con un cortacésped y luego me
compra seis plantas de mierda y tiene el descaro de pensar
que todo está perdonado? No, Sr. James, no lo creo.

"Hasta luego".

Cierro la puerta en sus narices.


Me apoyo en su respaldo y sonrío aliviada.
Página 711 de 982
Gracias a Dios que se acabó.
Una hora y media después, estoy recién duchada y en bata.
Toc, toc, toc.
En la puerta, Barry mueve la cola, así que sé que es alguien
conocido.
Abro la puerta.

"Henley" –digo sorprendida.

Me dedica una amplia sonrisa, lleva unos calzoncillos de


satén azul marino y una camiseta blanca. Huele a jabón y a
hombre celestial, y tengo una visión de mis piernas
alrededor de mis orejas... Siii.
Lleva una taza de café en la mano.

"¿Qué pasa?"

Trato de actuar despreocupada y nada impresionada.

"Me preguntaba si te sobra leche".

Frunzo el ceño.

"¿Qué?"

"Quiero una taza de café, pero no me queda leche".

"Oh..."
Página 712 de 982
Me encojo de hombros. No es para lo que pensaba que
estaba aquí, pero da igual.

"Claro, pasa".

Voy a la nevera y saco la leche. Voy a cogerle la taza de


café y me la quita de las manos.

"¿Qué haces?"

Frunce el ceño.

"Trayéndote leche".

"Leche de vaca no".

"¿Eh?"

"Quiero leche materna".

No acaba de decir eso.


Suelto una risita de sorpresa.

"¿Que quieres qué?"

"Leche materna. Encantado de extraértela".

Página 713 de 982


Sus dientes se agarran al labio inferior de esa forma tan
traviesa que tiene.

"No tengo leche materna".

"¿Por qué no?"

"Porque no soy una madre lactante, enfermo".

Me dedica una lenta sonrisa sexy.

"A cambio, ¿podría darte un poco de nata para el café?".

"¿En serio?"

"Ajá".

"¿Tienes suficiente?"

"De sobra. Dos grandes cubas".

Trato de mantener la cara seria. Me gusta este juego.

"No me gusta la nata en el café. Se cuaja".

"Es un manjar."

Lo sé.
Página 714 de 982
"¿Estás segura?"

Levanta una ceja.

"Segura".

"Oh... qué vergüenza".

Me sonríe descaradamente, y es todo lo que puedo hacer


para no arrastrarlo escaleras arriba.
Es tan difícil resistirse al juguetón Henley.

"Entonces..."

Se pone de puntillas.

"En realidad, sé dónde puedes conseguir la leche que


buscas".

Me pongo seria.

"¿Lo sabes?"

Mira a su alrededor.

"¿Dónde...? . . ¿arriba?"

Página 715 de 982


"Al otro lado de la carretera, en casa de Taryn. Enorme
fábrica de leche, plena producción".

Me mira, inexpresivo.

"Esa no es la leche que busco, Juliet."

"Eso no es lo que he oído."

"Busco un tipo de leche especial de boutique que sólo se


sirve aquí."

"Esta boutique es sólo para miembros."

"Es una pena poner una etiqueta en la fábrica, así nadie


puede beberla."

"Oh, no te preocupes."

Finjo una sonrisa.

"Hay gente haciendo cola para hacerse socio".

"¿Como quién?"

"Mi leche ya no es de su incumbencia, señor James".

Página 716 de 982


Pone los ojos en blanco y le empujo el hombro hacia la
puerta principal.

"Sólo he dicho que..."

Le corto.

"Lo sé”.

"Es que es un desperdicio... . ."

"Una lástima."

Esta vez sí se me escapa la sonrisa.

"La tienda está cerrada".

“¿Qué tal una ventana de quince minutos? Sería una


velocidad récord”.

No bromees.

“No.”

Lo empujo fuera de mi puerta principal, y se da la vuelta


para mirarme.

“Feliz ordeña”.
Página 717 de 982
Sonrío dulcemente mientras cierro la puerta en su cara.
Capullo.

~*~

las cosas van mejor. He salido con las chicas, me he


hecho un nuevo peinado y hoy viene Joel.
He ahorrado algo más de dinero y por fin estoy volviendo a
decorar mi casa. Toda la casa está pintada internamente
ahora, y es hora de buscar colores y temas para el exterior.
Sigo disfrutando aquí, pero no estoy segura de que sea mi
hogar para siempre.
Quiero decir, es genial y todo eso, y quizá algún día, cuando
mi cerebro por fin me permita olvidar al hombre de al lado,
vuelva a enamorarme de la calle.
El coche se detiene y miro a través de las cortinas. Ya está
aquí Joel. Sonrío y abro la puerta mientras le espero.
Coge todos sus muestrarios y lleva una caja grande dentro.

“Hola, forastero”.

Sonríe al pasar junto a mí y entrar en la casa.


Se detiene y me da un picotazo en la mejilla.

“Estás guapísima. Echaba de menos verte”.

Página 718 de 982


Oh…

“Hola, pasa”.

Henley

Sorbo mi cerveza, sin impresionarme, y miro fijamente


hacia su casa. Ese maldito idiota de Joel lleva más de dos
horas en casa de Juliet.

“No sé si van a ganar” –dice Blake despreocupadamente


mientras se tumba en mi sofá a ver el partido.

“Si pierdo esta apuesta por estos cabrones…”.

Me asomo a la ventana, miro a través de las cortinas, con


los ojos todavía clavados en la valla.
Mi temperamento pende de un hilo.

“Cierra la puta boca con tu apuesta y limítate a ver el


partido”.

Me paso las manos por el pelo.


Página 719 de 982
“¿Qué hay tan interesante por la ventana?” –pregunta.

“Nada”.

“¿Qué es esto… la tercera o cuarta vez que el diseñador de


interiores va a su casa esta semana?”.

Entorno los labios, enfurecido.


La quinta.

“Quién sabe y a quién le importa” –miento.

La he estado provocando con todas mis fuerzas y ni un


mordisco.
La he cagado bien cagada.

“Prácticamente ya está enamorada de él” –dice Blake


despreocupadamente.

“Cállate.”

Empiezo a caminar de un lado a otro. Es lo único que hago


últimamente.

"Me importa una mierda lo que haga”.

“Claro que no”.

Página 720 de 982


Si se enamora de él…
Juro por Dios…
Maldita sea, no tengo tiempo para preocuparme por ella
todo el tiempo. Sólo quiero terminar con esto.

“¿Qué vamos a hacer esta noche?” –pregunta.

“No lo sé”.

Vuelvo a mirar a través de las cortinas.


Date prisa y vete… cabrón. Antes de que te rompa la cara.

“Nos juntaré con algunas chicas, para desahogarnos” –


responde Blake.

Mis ojos se quedan pegados a la casa de Juliet.

“Suena bien”.

11:00 P.m.

el bar es ruidoso, la compañía es caliente… pero mi


mente no está en las mujeres escasamente vestidas que me
rodean. Está en casa. Con ella.

Página 721 de 982


Han pasado semanas y la cosa no mejora. En todo caso,
está empeorando.
Cuanto más la veo, más la deseo. Ella es todo en lo que
pienso.
He arruinado todo con Juliet. Tengo que averiguar cómo
hacerla cambiar de opinión.
Siento una mano deslizándose por mi muslo y alzo la vista
al recordar dónde estoy.

“¿Qué vamos a beber, Henley?” –ronronea la pelirroja


buenorra.

¿Cómo se llama?

Exhalo con fuerza.


Uf…

“Yo . . .”

Hago una pausa mientras reconsidero mis opciones.

“Tengo que irme”.

Blake levanta una ceja interrogante.

“¿Qué?”

"Acabo de recordar algo que tengo que hacer".


Página 722 de 982
"Oh no" –suspiran las chicas.

"No te vayas, la noche es joven".

"Lo siento."

"¿Me estás tomando el pelo ahora mismo?"

Blake ensancha los ojos.

"Más para ti".

Me levanto y le pongo la mano en el hombro mientras paso


junto a él.

"Las quieres todas, admítelo".

"Estás jodido" –dice.

Me río entre dientes.

"Estoy de acuerdo".

Sonrío a las chicas con un movimiento de cabeza.

"Buenas noches. Pásenlo bien".

Página 723 de 982


JUlIeT

Se está haciendo tarde" –le digo a Joel.


"

"Tengo que trabajar temprano por la mañana".

"Me pondré en marcha".

"Vale."

Es lo más raro. Joel ha estado aquí toda la semana. Me dice


que necesitamos tiempo para planificar la casa, pero la
realidad es que no hablamos para nada de mi casa; sólo
quiere pasar el rato. Lo cual está bien. Es un gran tipo, y en
cualquier otra circunstancia me interesaría. Pero ya no me
gustan los hombres.

"Te acompaño" –le digo.

Salimos por la puerta y bajamos hasta su coche, que está


aparcado en la calle. Nos detenemos junto a él y me mira.

"¿Te gustaría salir algún día?".

Página 724 de 982


Le miro fijamente.
Responde a mi pregunta antes de que pueda formularla.

"Como una cita".

"Oh..."

Me encojo de hombros.

"No estoy realmente"-joder-"deseando tener una relación


ahora mismo".

"Sólo es una cena, Juliet" –Sonríe.

"No es una proposición de matrimonio. Relájate".

"Vale".

Sonrío, sintiéndome avergonzada por mi dramática


respuesta.

"Claro, ¿por qué no?"

"Genial."

Me alejo de él.
Por favor, no intentes darme un beso de despedida.

Página 725 de 982


"¿El próximo sábado por la noche?" –pregunta.

Asiento con la cabeza.

"Sí, me parece bien".

El coche de Henley entra en su casa. Su coche se apaga.


No miro.

"Vale. Nos vemos la semana que viene" –suelto apresurada


por terminar la conversación.

No quiero que Henley me vea aquí con Joel.

"Adiós.

"Adiós".

Joel sonríe.
Entro rápidamente antes de que Henley salga del coche.
Cierro la puerta tras de mí y me apoyo un momento en su
respaldo. Incluso la visión de su coche me pone a cien.
¿Quizá debería plantearme mudarme de casa?
Con un profundo suspiro, me dirijo a la cocina y enciendo la
tetera para prepararme una taza de té.
Toc, toc en la puerta.
Es él.
No me preguntes cómo lo sé, simplemente lo sé.
Página 726 de 982
Con el piloto automático abro a toda prisa y ahí está.
Un metro ochenta de culo duro. Su pelo oscuro está
despeinado a la perfección. La atracción hacia él es
instantánea.

"Hola”.

Sonríe suavemente. Le miro fijamente, sin saber qué decir.


Sus ojos buscan los míos.

"¿Puedo pasar?”

Su proximidad me revuelve el estómago y nos miramos


fijamente.

"Entonces... ¿puedo entrar?" –vuelve a preguntar.

Doy un paso atrás para dejarle pasar.


Joder. No sé si podré resistirme a sus peticiones esta
noche.

"Yo..."

Se encoge de hombros. Lleva vaqueros azules y una


camiseta gris. Tiene los hombros anchos y el pecho ancho.
Independientemente de cómo hayan ido las cosas entre
nosotros, sé que nunca ha habido un espécimen masculino
más hermoso sobre la faz de la tierra.
Página 727 de 982
"Yo sólo..."

Sus ojos se clavan en los míos y, una vez más, me doy


cuenta de que está nervioso.

"¿Tú qué?"

"Sólo quería verte" –murmura.

Sus ojos se posan en mis labios. Sería tan fácil besarle


ahora mismo.

"¿Por qué?"

Me hago la valiente.

"Yo . . ."

Hace una pausa.

"Quería..."

Se encoge de hombros como si se sintiera estúpido.


Frunzo el ceño.

"¿Qué pasa?”

"¿Me das un abrazo?"


Página 728 de 982
"¿Qué?"

Oh, el gentil Henley está aquí . . el que amo.

“Yo sólo…”

Se traga el nudo que tiene en la garganta y, sin poder


evitarlo, lo estrecho entre mis brazos.
Nos abrazamos, juntos y apretados, y cierro los ojos
mientras me apoyo en su hombro.

“¿Alguna vez piensas en mí?” –susurra.

Se me hace un nudo en la garganta.

“Sí”.

Él asiente como si procesara mi respuesta.

“¿Por qué lo preguntas?”.

“Porque pienso en ti. Mucho”.

Puedo fingir que no me importa nuestra desaparición, pero


la realidad es que deberíamos estar juntos.
¿Por qué no lo entiende?
Mis fosas nasales se inflaman mientras intento contener mis
emociones.
Página 729 de 982
¿Por qué me afecta tanto?

“Solo quería que supieras que” -frunce el ceño mientras


articula sus palabras- “no es que no quiera estar contigo.
Esto no tiene nada que ver contigo”.

Vaya, esa vieja historia.

“¿No eres tú, soy yo?”

Molesta, me zafo de sus brazos. Sacudo sutilmente la


cabeza.

“¿Es eso lo que estás diciendo?”.

Él asiente. La frustración se apodera de mí.


En serio, ¿es lo mejor que tiene?

“¿Eso es todo?” –le pregunto.

Sus ojos se clavan en los míos.

“¿Quieres que sea eso?”.

Dilo.
Si me quieres, ten las pelotas de decirlo.

“¿Qué quieres, Henley? ¿Por qué estás aquí?”


Página 730 de 982
Exhala pesadamente.

“No lo sé.”

Respuesta equivocada. No puedo arreglar esto por él. No


voy a renunciar a lo que quiero para que él consiga lo que
quiere. Merezco algo mejor que ser su chica de compañía, y
él lo sabe.

“Mira, tengo que trabajar por la mañana”.

Me dirijo a la puerta y la abro.

“Hasta luego”.

Hace una pausa, y tengo la sensación de que quiere decir


algo más… pero no lo hace.

“Adiós, Juliet”.

Me roza y sale.
Pongo los ojos en blanco y cierro la puerta tras él.
Deja de joderme la cabeza.

~*~

Página 731 de 982


“¿ Cómo se encuentra hoy, señora Potter?”.
Sonrío mientras le tomo la tensión en mi ronda matutina.

“Bien, supongo. Estaría mucho mejor sin ese jaleo”.

Señala a la mujer que está en la cama de enfrente. La mujer


está dormida y ronca como un camión Mack.

“Ahora, sea amable, Sra. Potter.”

Le reajusto la cama y relleno su historial.


Tom asoma la cabeza por la puerta.

“Acaba de llegar una entrega a la enfermería para ti, Jules”.

Levanto la vista.

“¿Qué tipo de entrega?”

“Del tipo romántico”.

Me guiña un ojo y desaparece.

“Oh.”

Encojo los hombros emocionada.


Página 732 de 982
“Llámeme si necesita algo, Sra. Potter”.

“Necesito un poco de paz y tranquilidad”.

“Déjela dormir un poco más, por favor”.

Me dirijo a la enfermería y veo el mayor ramo de rosas rojas


que he visto en mi vida.

“Alguien está jugando mucho” –dice Rosemary.

Sonrío bobaliconamente.

“Y así debería ser”.

Abro el sobre y sonrío al leer la tarjeta.

Estoy deseando verte el sábado.


Joel.
Oh. . .
No son de Henley. . .

"¿Qué pasa?" –Rosemary pregunta.

”Nada”.

Finjo una sonrisa y me meto la tarjeta en el bolsillo.


Hombre equivocado.
Página 733 de 982
“Son preciosas, ¿verdad?”

Exhalo pesadamente… cielos.


Saco el móvil y le envío un mensaje a Joel.

Gracias por las rosas, son preciosas.

Recibo una respuesta.

Me gustas.

Esto se está complicando.


Un hombre guapísimo me envía rosas y lo único que siento
es decepción porque no vengan de un gilipollas.
¿Qué demonios me pasa?
Pongo las rosas en la estantería.

"Pueden quedarse aquí para que todos podamos


disfrutarlas".

"¿No quieres llevártelas a casa?".

"No."

Me encojo de hombros.

"Es más agradable aquí. Tengo que volver al trabajo".

Página 734 de 982


Avanzo por el pasillo y pongo los ojos en blanco, disgustada
conmigo misma.
Sigue adelante, Juliet.

VIeRneS POR lA nOCHe

Chloe dirige nuestro brindis.


"Por Rebecca. Que esta noche encuentre a un tío bueno
con el que tener sexo de rebote".

Todas nos reímos y bebemos de un trago.


Club Nero, también conocido como el mercado de la carne.
Este es el lugar para venir si quieres ligar, y esta noche. . .
Rebecca lo hace. Ya no es la damisela en apuros; es la
zorra furiosa del infierno, y que Dios ayude a cualquiera que
se interponga en su camino.
Quiere vengarse de su despreciable marido, y Chloe y yo
hemos decidido que la mejor manera de superarlo es estar
debajo de otra persona.
Son las 10 de la noche y, con demasiados cócteles a
nuestras espaldas, estamos al acecho.
Nuestros ojos recorren el club en busca de pretendientes.

Página 735 de 982


"Quizá yo también necesite acostarme con alguien" –
murmuro.

"Desde luego" –asiente Chloe.

"Yo también, probablemente".

Rebecca levanta los hombros emocionada.

"Esto es realmente divertido".

"¿Cuánto hace que no te acuestas con nadie más?" –le


pregunto.

"Sólo he tenido sexo con John".

"¿Qué?” –Jadeo.

"¿Él es el único?"

"Lo sé”.

Pone los ojos en blanco.

"No me hagas hablar de lo patética que soy".

"¿Quién es patética?" –dice una voz.

Página 736 de 982


Todas nos giramos para ver a Blake Grayson de pie junto a
nosotras.
Lleva traje.
Mis ojos giran instantáneamente para buscar a sus amigos,
y la masoquista que hay en mí se emociona al ver a Antony
y luego a Henley.

"Hola".

Ellos asienten.
Los ojos de Henley sostienen los míos durante más tiempo
del que deberían.
Los nervios bailan en mi estómago, y trato de actuar casual.

"Hola."

La noche se acaba de poner interesante.

"¿Qué están haciendo aquí?" –Chloe pregunta.

"Teníamos una cosa de caridad a la que teníamos que ir y


nos escapamos temprano" –responde Antony.

"Entonces, ¿quién es patética?"

Blake nos sonríe con su mejor encanto sexy y juvenil.

Página 737 de 982


"Rebecca va a tener sexo de rebote esta noche" –anuncia
Chloe.

"Chloe".

Rebecca se ríe.

"No les cuentes nuestros secretos".

Blake se queda boquiabierto y mira entre nosotras.

"¿Qué?”

"Se lo va a montar bien esta noche".

Chloe se ríe.
Se golpea la mano con el puño para simular una buena
follada.
Henley y Antony se miran el uno al otro y luego se ríen de
algún tipo de broma privada.

"Es una idea terrible" –responde Blake.

"No. Necesito hacerlo" –responde Rebecca.

"Ya lo he pensado".

Página 738 de 982


Blake se pone las manos en las caderas mientras la mira,
completamente perplejo.

"La mejor manera de superar a un hombre es meterse


debajo de otro" –dice Chloe.

"Basta de hablar, Chloe" –suelta Blake.

Sus ojos se clavan en Rebecca; le quita la bebida, le da un


sorbo y hace una mueca de dolor.

"Esto es demasiado fuerte para ti".

Ella se lo arrebata.

"Cobarde".

Henley y Antony encuentran algo divertido en el fondo.


Henley le dice algo a Antony y éste estalla en carcajadas.

"Vete a la mierda" –susurra Blake mientras le da un codazo


en las costillas.

Espera un minuto... ¿Blake tiene algo con Rebecca?


¿Seguro que no?

"Es demasiado pronto" –nos dice Blake.

Página 739 de 982


"Nadie te va a poner las manos encima tan pronto. Me estoy
asegurando de ello".

Henley murmura algo en voz baja, y Antony echa la cabeza


hacia atrás y se ríe a carcajadas.
¿Qué es tan gracioso?
Vale, creo que he estado leyendo la habitación
completamente mal. Pensaba que a Blake le gustaba Chloe,
pero ahora, viendo esta interacción, creo que le gusta
Rebecca.
Tendría sentido. Se cuelga de cada palabra de ella.
Joder. ...espera a que Chloe se entere.
Nada es fácil, ¿verdad? Siempre hay un puto problema.
Me gusta Henley; Henley es un gilipollas inalcanzable.
Le gusto a Joel; Joel no me gusta de esa manera.
A Chloe le gusta Blake; Blake es un pandillero en serie que
ahora también siente algo por nuestra amiga Rebecca, cuyo
marido se está follando a su secretaria hambrienta de sexo
anal.
Uf... sólo de pensar en esta sórdida red me da vueltas la
cabeza.

"Me voy al bar".

Antony se dirige en esa dirección.


Chloe ve a alguien que conoce al otro lado de la pista de
baile.

Página 740 de 982


"Vuelvo en un minuto."

Baila entre la multitud hacia ellos.


Miro hacia atrás y veo a Henley. A cámara lenta, sus ojos
bajan hasta los dedos de mis pies y luego suben hasta
posarse en mi cara. Se lame los labios como si estuviera
imaginando algo. Se me revuelve el estómago.
Conozco esa mirada. Sería mucho más fácil superarlo si el
sexo no fuera tan alucinante.
Nuestros cuerpos eran como el rompecabezas perfecto,
encajaban en todos los sentidos. Cumplía todas mis
fantasías. Dominante, poderoso y colgado.
Me lo imagino sujetándome las piernas, con su gruesa polla
cremosa de deseo. El brillo del sudor en su piel musculosa,
la forma en que los músculos de su estómago ondulaban
con sus empujones. Su mirada mientras alimentaba su
cuerpo con el mío.
Mi sexo se estremece al recordarlo.
Dios mío...

Mil copas y un millón de pensamientos sucios después...

"Bailemos" –dice Blake.

Coge las manos de Chloe y Rebecca y tira de ellas hacia la


pista de baile.
Mi mirada se desvía hacia Antony, que está hablando con un
grupo de hombres que conoce junto a la barra.
Página 741 de 982
"Por fin solos" –murmura Henley.

Sus ojos se detienen en mis labios y, sin pensarlo, me ajusta


el tirante del vestido. Sus dedos recorren mi brazo mientras
los retira. Su contacto me pone la piel de gallina.
No aguanto más.

"¿En qué piensas?" –le pregunto.

Frunce el ceño.

"Dijiste que pensabas mucho en mí".

"Lo hago".

"¿En qué piensas tú?".

Acerca su boca a mi oído.

"Cosas sucias".

Sus dedos recorren un círculo en mi muslo mientras se


acerca.

"¿Me echas de menos?"

Se inclina más.

Página 742 de 982


"¿Me echas de menos?”

La excitación me calienta la sangre al sentir su tacto, cada


célula despierta de un sueño latente.

"Sabes que sí”.

Sus labios se posan en mi cuello y me besa.

"¿Cómo podemos evitarlo?" –murmura contra mi piel.

Mis ojos se cierran instintivamente.


La sensación de su enorme cuerpo sobre el mío, tan cerca
que casi puedo saborearlo...
Esto es primitivo.
El tipo de atracción física sobre la que sólo se lee.
Ya no puedo resistirme; ni siquiera puedo fingir que quiero
hacerlo.

"Bésame" –murmuro.

Sus ojos sostienen los míos, me coge la cara con una mano
y me lame los labios.
Empieza el fuego.
Lo siento entre mis piernas.
Vuelve a acercar su boca a mi oreja.

"Sólo puedo pensar en ti".


Página 743 de 982
Me muerde el lóbulo de la oreja y me recorren escalofríos.

"Sueño contigo mientras duermo".

"¿Como una pesadilla?" –Sonrío.

"Exacto”.

Me agarra del pelo y me acerca la cara a la suya. La


dominación del acto hace que mis feromonas se disparen.

"No pasa un día sin que me folle imaginando que eres tú".

La goma de la cordura se rompe y, sin importarme quién nos


vea, lo beso con todas mis fuerzas.
Mi lengua se arremolina contra la suya. Sus manos me
rodean por detrás mientras me estrecha. Y aquí, en medio
del club, nos olvidamos de dónde estamos. Nos besamos
como si nuestras vidas dependieran de ello.
Sus manos me arrastran sobre su polla dentro del pantalón
y gimo.
Va a ser tan bueno.

"Te necesito debajo de mí" –gruñe en mi boca mientras me


muerde el labio.

"Ahora mismo, joder".

Página 744 de 982


"Vamos" –jadeo.

Me coge de la mano y me saca del club.


Una vez fuera, me arrastra hasta el callejón lateral, me pega
contra la pared y me vuelve a besar.
Como animales, nos follamos en seco, tratando
desesperadamente de conseguir más del otro en el menor
tiempo posible. Sus manos suben y bajan por mis piernas
desnudas. Su gruesa erección me roza el vientre.

"Vas a hacer que me corra aquí mismo, nena".

Le miro fijamente, perdida entre el cielo y el infierno.


Me pasa la mano por el muslo y por debajo del vestido. Sus
dedos se deslizan por debajo de mis bragas e inhala
agudamente al sentir mi cremoso sexo.

"Tan jodidamente húmedo para mí".

Desliza dos de sus gruesos dedos en mi sexo y me


estremezco a su alrededor.

"Te voy a follar muy bien" –me gruñe al oído.

Mi cabeza se inclina hacia atrás con un gemido.


Sus dedos aceleran el ritmo y empieza a penetrarme con
ellos, y yo abro las piernas para facilitarle el acceso.
Miro hacia el club.
Página 745 de 982
Cualquiera podría doblar la esquina ahora mismo y pillarnos.
El sonido de mi cuerpo húmedo chupándolo resuena a
nuestro alrededor, y veo estrellas.
Todas las estrellas hermosas: toda la galaxia y alguna más.

"Sabía que entrarías en razón" –murmura contra mi cuello.

"Por fin nos ves tal como somos".

¿Eh?

"¿Y qué es eso?" –Jadeo.

Sus dedos se vuelven casi violentos.


Dios... eso es bueno.

"Ahora es cuando estamos en nuestro mejor momento".

Tuerce los dedos y los dos gritamos al borde del orgasmo.


Tan cerca que podemos saborearlo.

"Almas gemelas sexuales. No necesitamos una relación,


sólo necesitamos follarnos hasta reventarnos los sesos".

Mueve la mano.

"Atender las necesidades del otro".

Página 746 de 982


Mi niebla de excitación se evapora y abro los ojos de golpe.

"¿Qué?”

Aparto su mano.

"¿Qué quieres decir?”

"Juliet".

Me agarra por detrás para arrastrarme de nuevo sobre su


polla.

"Ponte encima".

"Sigo queriendo lo mismo, Henley" –le digo.

"Nada ha cambiado para mí".

Se aparta de mí, jadeando mientras lucha por el control.

"¿Qué estás diciendo?”

"Nos echamos de menos. Necesitamos follar" –suelta.

Parpadeo, sorprendida.

Página 747 de 982


"No quiero ser tu follamiga, Henley. Quiero tener una
relación. Quiero que me quieras".

Pone los ojos en blanco.

"Ya estamos otra vez jodiendo. ¿Quieres dejar esta


mierda?" –escupe.

"Nunca va a pasar. ¿Por qué querrías arruinar lo que


tenemos? Lo que tenemos es perfecto".

Doy un paso atrás.

"Porque me merezco algo mejor".

Jadea. Sus ojos están desorbitados.

“Dijiste que me echabas de menos”.

“Porque estoy enamorada de ti” –escupo.

“Porque sé que lo que tenemos es especial. Sé que tú


sientes lo mismo. Puedo sentirlo. ¿Crees que yo no puedo
sentirlo?”.

Mi voz se eleva mientras empiezo a perder el control de mis


emociones.

Página 748 de 982


“No puedo darte eso, Juliet. No soy capaz de hacerlo, joder”
–me responde.

“¿Cuántas veces tengo que decírtelo?”.

“¿No puedes o no quieres?”.

Se me llenan los ojos de lágrimas.

“Si pudiera, lo haría”.

Sus ojos están desorbitados; su postura, loca.


Y ahí está… escrito en blanco y negro.

“Quiero tener una relación, Henley. Quiero un hombre que


esté orgulloso de llamarme suya” –susurro entre lágrimas.

“No quiero ser tu botín cuya única moneda son los


orgasmos”.

Apoya su peso en el pie trasero.

“Entonces sigue adelante”.

Ya está.
Se acabó.
Estoy harta de este puto gilipollas egocéntrico.

Página 749 de 982


“¿Sabes qué?”

Entorno la cara llorando.

“Voy a hacerlo. Mañana por la noche voy a tener una cita”.

“¿Con él?” –suelta.

“Sí. Con Joel”.

Levanto las manos en señal de rendición.


De repente quiero hacerle daño como él me hace daño a mí.

“¿Y adivina qué, Henley? Voy a acostarme con él, y voy a


ser el mejor maldito polvo que haya tenido. Porque Chloe
tiene razón: la única manera de superar a un hombre es
estar debajo de otro. Y necesito olvidarme de ti… …porque
lo único que haces es pensar en ti y hacerme daño”.

“No te atrevas a acostarte con él” –gruñe.

“Tuviste tu oportunidad”.

Sacudo la cabeza con disgusto.

“¡Ja! Has tenido como cien oportunidades y las has


desperdiciado todas”.

Página 750 de 982


“Basta de dramatismo” –me espeta enfadado.

“Tu sitio está conmigo”.

“Sólo bajo tus condiciones. Adivina. No soy un pelele que


acepte cualquier cosa que me des”.

“¿Estás segura?” –se burla.

“Que te jodan”.

Me doy la vuelta y me voy furiosa.

“No me vengas llorando cuando no pueda hacer el trabajo” –


me dice.

“Nadie puede hacer que te corras como yo”.

Odio que tenga razón.


Salgo corriendo por el callejón y, con los ovarios gritándome
que vuelva y acepte lo que me ofrece, levanto la mano para
pedir un taxi.
Llega uno, me subo y miro por la ventanilla.
Última oportunidad.

Página 751 de 982


Henley

estoy en la oscuridad.
Desde mi lugar en la ventana del piso de arriba, puedo verlo
todo. Son las siete de la tarde del sábado por la noche y él
está en su casa. Y después de las peores veinticuatro horas
de la historia, no sé por qué coño necesito ver esto.
Es como echar sal en la herida, pero no puedo apartar la
vista.
La puerta de Juliet se abre y ella sale.
Lleva un vestido negro ajustado y tacones altos. Tiene el
pelo recogido y está riendo y hablando con él.
No.
Él le abre la puerta del coche. Ella dice algo y él se inclina y
la besa.
Aprieto los puños y se me pasa por la cabeza cometer un
asesinato.
Me doy la vuelta y golpeo la pared tan fuerte como puedo.
La pared estalla bajo el impacto, y lo siguiente que recuerdo
es que estoy en la calle, marchando hacia ellos.

"¿Qué haces?”

Joel balbucea, con los ojos muy abiertos.


Página 752 de 982
"No me obligues a hacerte daño" –le advierto.

Abro la puerta del acompañante, donde está sentada Juliet.

"Sal del puto coche. Ahora mismo".

Página 753 de 982


CAPÍTUlO 22

JUlIeT

exhalo pesadamente mientras miro fijamente al maníaco


desde fuera del coche.
¿Cómo sabía que esto iba a pasar?
Mantén la calma.

“Henley” –suspiro.

“Tenemos que hablar”.

Su pecho sube y baja mientras lucha por controlarse.

“Es demasiado tarde”.

“No, no lo es” –me responde.

“No te atrevas a hacer una rabieta infantil, Henley. Te lo


advierto ahora mismo” –le grito.

Página 754 de 982


“No tenemos nada de qué hablar”.

“Pero…”

Se le cae la cara de vergüenza.

“Tenemos todo de qué hablar”.

Su voz se suaviza, y sé que de algún modo ha aparecido la


versión amable de la personalidad de Henley James. La que
no puedo resistir.

“Por favor…”

Sus ojos buscan los míos.

“Henley…”

Me paso la mano por el pelo.


Maldita sea.
No hace nada fácil, ¿verdad?

“Ahora no es el momento”.

“Ahora es el único momento”.

Se para delante de la puerta abierta de mi coche para que


no podamos alejarnos.
Página 755 de 982
“Por favor. ¿Podemos hablar de esto?”

Exhalo pesadamente.

“¿Qué está haciendo?” –dice Joel, poco impresionado,


desde detrás del volante.

“Sólo…”

Suspiro. ¿Qué hago aquí? Esto es jodidamente incómodo


para Joel.

“Anoche… No sé por qué digo las cosas que digo” –


balbucea asustado.

“No lo digo en serio. Lo siento”.

Joder.
Ha tenido todo el día para disculparse, ¿y decide hacerlo
ahora? Claro que lo hace.
Me tapo los ojos con las manos.

“Henley” –le digo.

“Honestamente… eres tan exasperante. Tengo una cita y no


voy a hablar contigo de esto”.

Hago un gesto hacia la carretera.


Página 756 de 982
“Conduce, Joel”.

“Anoche… dijiste que me querías… ¿Sigue siendo verdad?”


–balbucea.

Joel me mira interrogante.

“¿Le quieres?”

Joder. Cierro los ojos, avergonzada de mí misma.

“Es… complicado”.

“Sal del coche”.

Henley me coge de la mano.

“Por favor.”

“Maldita sea, Henley” –digo con frustración.

“Tú no me quieres”.

“¿Quién lo dice?” –escupe enfadado.

Entorno los labios, sin impresionarme.

“Estoy intentando mejorar para ti” –suelta apresurado.


Página 757 de 982
“Te juro que lo hago”.

Joder. . .
¿Qué hago?

“Deberías” -Joel pone los ojos en blanco, intuyendo que


nuestra cita ha terminado antes de empezar- “irte…”.

“Joel…” –Le miro.

“No estamos juntos”.

“Estamos juntos” –interrumpe Henley.

“Sólo que aún no te has dado cuenta”.

¿Quién no se ha dado cuenta todavía, cabrón?

“¡Henley, maldita sea!” –Rompo.

“Entra en casa ahora”.

“¿Vienes?”

“Sí, ya voy, joder” –digo.

“Nunca he conocido a un hombre más exasperante que tú”.

Página 758 de 982


Se mantiene firme.

“Ahora.”

Le señalo la casa. Se acerca, se sube al bordillo y se cruza


de brazos, esperándome desafiante.

“Lo siento mucho, Joel”.

Suspiro.

“Esto es inaceptable”.

“Sabía que le gustabas”.

Ambos miramos a Henley, que nos devuelve la mirada a


través del parabrisas.

“No sabía que le gustaba”.

Respiro hondo.
Ni siquiera estoy emocionada por esta revelación.
De hecho, estoy cabreada.

“¿Te llamo a lo largo de la semana?”.

“De acuerdo.”

Página 759 de 982


Arranca el coche.
Paso junto a Henley y entro en su casa. Me sigue con el
rabo entre las piernas. Estoy tan cabreada que no me atrevo
a decirle ni una puta palabra.
Me siento en el sofá. Él se sienta tímidamente a mi lado.

“Empieza a hablar” –le digo.

“Bueno, en primer lugar… Quiero disculparme. Me he


pasado de la raya”.

Hace una pausa, como si estuviera reflexionando.


¿Tú crees?

“Mi comportamiento de anoche fue simplemente… terrible” –


continúa.

“No quise decir nada de eso. No sé qué me pasó y no sé por


qué actué así”.

“¿Así cómo? ¿Agresivo y abusivo?”

Su mirada cae al suelo.


Silencio. . .
Se me hunde el corazón.
¿Por qué me siento mal por haberle molestado?

“¿Por qué actúas así?” –le pregunto.


Página 760 de 982
“No lo sé” –Susurra.

“Es como si… mis sentimientos por ti sacaran la parte más


oscura de mi personalidad”.

¿Qué?
¿Qué dices a eso?

“¿Dijiste que estabas tratando de mejorar?” –acabo


preguntando.

“Lo estoy” –dice esperanzado.

“Voy dos veces por semana y Aaron dice que estoy


haciendo progresos”.

“¿Aaron?”

“El psicólogo”.

“¿Progresando con qué?”.

Duda. . .

“Hen”.

Le miro directamente a los ojos.

Página 761 de 982


“Ha llegado el momento de la sinceridad” –le digo en voz
baja.

“Al menos me debes eso”.

Él asiente.

“Yo . . .”

Se lame el labio inferior.

“Lo sé”.

Se retuerce las manos nerviosamente sobre el regazo.

“La cosa es… y no hay manera fácil de decir esto, pero…


…estoy jodido”.

No me digas, Sherlock.

“¿Cómo es eso?”

Sigue retorciéndose las manos sobre el regazo. . .

“¿Hen?”

Página 762 de 982


“Bueno, siempre pensé que era así porque no había
encontrado a la mujer adecuada y soy feliz solo. Nunca me
ha molestado”.

¿A dónde va esto?

“Claro…”

“Pero entonces te conocí y quise más, pero…”.

Su voz se entrecorta.

“¿Pero qué?”

“Pero no pude hacerlo”.

“¿Hacer qué?”

“Comprometerme en una relación”.

Frunzo el ceño.

“Pero te comprometiste a una situación de amigos con


beneficios sin problemas”.

“Lo hice”.

Me coge la mano.
Página 763 de 982
“Porque mataba dos pájaros de un tiro”.

“¿Qué pájaros?”

“Pude pasar tiempo contigo sin sentirme raro”.

“¿Raro?” –Repito.

Se encoge de hombros, avergonzado.

“Soy totalmente raro, joder. No te preocupes, soy muy


consciente”.

Lucho por ocultar mi sonrisa.


Has acertado .

“¿Qué dice tu psicólogo sobre esto?”.

“Aaron cree que mi mente intenta protegerme, por eso


bloquea mis emociones”.

Frunzo el ceño, sin comprender.

“¿Por qué?”

“Ni yo mismo lo entiendo”.

“¿Entonces no tienes emociones?”.


Página 764 de 982
“No, las tengo”.

Se encoge de hombros.

“Contigo, sí”.

“¿Y cuáles son esas emociones?” –le pregunto.

Frunce el ceño como perplejo.

“Amor es una palabra muy fuerte”.

“Lo es”.

“Entonces…”

Hace una pausa como si eligiera sus palabras con mucho


cuidado.

“Dices que me amas”.

“Ajá”.

“¿Qué se siente?”

“¿Qué?”

“Si amas a alguien, ¿qué se siente?”.


Página 765 de 982
Continúa.

“Quiero decir, ¿cuándo se te enciende esa bombilla del


momento estoy enamorado?”.

Sonrío ante su inmadurez en este tema.

“No es una bombilla. Son un millón de pequeñas cosas”.

Sus ojos se clavan en los míos mientras escucha.

“Es tener ganas de ver a alguien. Es pensar en ellos todo el


día. Es echarles de menos cuando se van a casa, aunque
lleves toda la noche viéndoles. Son risas, conversaciones,
atracción sexual y, sobre todo, un sentimiento de
pertenencia a esa persona”.

“¿Pertenecer a esa persona?”

“Como si no quisieras acostarte con nadie más, sólo quieres


a una persona, y nadie más lo hará. La idea de entregar tu
cuerpo a otra persona es enfermiza”.

Asiente con la cabeza, como si por fin lo entendiera.


Espero a que se explaye sobre el tema, pero permanece en
silencio.

“¿Y bien?” –le pregunto.


Página 766 de 982
“¿Te suena algo de eso?”.

Se traga el nudo de la garganta como si se preparara para


lo peor.

“Tal vez… De alguna manera… no lo sé, pero creo que… te


amo”.

Se queda mirando al suelo, incapaz de establecer contacto


visual. Siento empatía ante su chapucera declaración de
amor.

“¿Y eso es malo?” –Susurro.

“No, creo que es algo… bueno”.

Pone los labios en blanco.

“Simplemente me ha traído un montón de equipaje”.

“¿Qué tipo de carga?”

Duda antes de responder.

“Me cuesta intimar”.

“¿Por qué?”

Página 767 de 982


“No lo sé”.

Pero sí lo sabe.

“¿Cuál dice Aaron que es la razón?”.

Me mira fijamente como si estuviera procesando la


pregunta.

“Que no confiaré en nadie como forma de protección”.

“¿Protección de qué?”

“Si me dejas”.

Oh… Mi corazón…

“Hen” –susurro suavemente.

“Pero no creo que eso sea verdad. Quiero decir. . . gran


cosa. Mi madre murió. Las madres de un millón de personas
mueren todos los días, y no andan por ahí jodidas así”.

“Henley, en nuestra primera cita me dijiste que la muerte de


tu madre fue un acontecimiento catastrófico en tu vida”.

Aprieto su mano entre las mías.

Página 768 de 982


“No le quites importancia. El duelo afecta a cada persona de
forma diferente. Estabas en una edad muy vulnerable
cuando murió”.

Se le llenan los ojos de lágrimas y se queda mirando un


punto de la alfombra, incapaz de mirarme.
Está jodido.

“Entonces…”

Frunzo el ceño mientras trato de ver qué hacemos a partir


de ahora.

“¿Qué quieres que pase ahora?”

“Quiero estar contigo” –responde sin dudar.

“En una. . .”

Vuelve a tragar saliva.


Le interrumpo.

“¿Una relación?”

Asiente.

“Quiero intentarlo”.

Página 769 de 982


Silencio. . .
Todavía no es un compromiso . . . pero tal vez una promesa.
Sé que no debería, pero lo veo, el hermoso hombre del que
me enamoré, perdido mientras intenta navegar por el
mundo.
Henley es un buen hombre, en el fondo. Siempre lo he
sabido. Él no quiere vivir así. No tiene otra opción.
Acaricio su cara con mi mano.

“Con una condición.”

“Cualquier cosa.”

“Que seas sincero conmigo a partir de ahora”.

Sus ojos buscan los míos.

“Necesito saber qué te pasa por la cabeza o no lo


conseguiremos, Hen”.

Un rastro de sonrisa se dibuja en su rostro mientras me


toma de la mano. Yo también sonrío y, en ese momento, sé
que todo va a ir bien entre nosotros.

“Bésame” –le susurro.

Se inclina y me besa.

Página 770 de 982


Su cara se enrosca contra la mía como abrumado por la
emoción.
Mi hermoso y torturado rey, tan destrozado.
Tan jodidamente adorable.
Un océano de vulnerabilidad nadando entre nosotros.

“Henley”.

Pongo mi mano bajo su barbilla y acerco su cara a la mía.

“Podemos hacerlo”.

Cierra los ojos como si quisiera bloquearme.

“Hen” –le exijo.

“Abre los ojos y mírame”.

Abre los ojos a rastras.

“Devuélveme el amor” –susurro.

“Como sé que puedes”.

Le beso suavemente.
Mi lengua pasa suavemente por sus labios abiertos y vuelvo
a besarle.

Página 771 de 982


“Solo necesito que siempre seas sincero conmigo. Si algo te
preocupa, dímelo”.

Su beso se hace más profundo y luego, como si recordara


algo, se aparta para mirarme.

“¿Empezamos ya con lo de la sinceridad?”.

Asiento con la cabeza.

“Ajá”.

“Entonces quítatelo”.

“¿Qué?”

Frunzo el ceño.

“El maquillaje que te has puesto para él”.

Le molesta que me arregle para ir a una cita con otro


hombre.
A mí también me molestaría.

"¿Te refieres al maquillaje que me puse mientras pensaba


en ti?".

Sonrío suavemente.
Página 772 de 982
Señala hacia arriba.

"Lávatelo. Todo".

"Voy a tener que ducharme".

"Probablemente".

Entrecierra los ojos y se pone serio.


La excitación corre por mis venas.

"Vas a necesitar entrar conmigo para ayudar".

"Sin duda".

Nos miramos fijamente, la excitación zumba entre nosotros,


el aire crepita con promesas.

"Voy a follarte tan bien que no recordarás tu nombre".

Se inclina y, con un movimiento rápido, me levanta y me


echa al hombro.
Me río mientras subimos las escaleras.
Su paso vacila a medio camino.

"¿Se arrepiente ahora de haber decidido cargar conmigo,


señor Strong?".

Página 773 de 982


Sonrío mientras cuelgo boca abajo con las manos en su
trasero.

"Un poco" –resopla.

Me río a carcajadas y me da una palmada en el trasero.

"No hables".

"Ja” –Me río.

Me da otra bofetada.

"Tampoco te rías".

Llegamos al baño y me desliza por su cuerpo. Nos


quedamos en silencio mientras nos miramos fijamente. Y
esto es todo, nuestro comienzo, el verdadero comienzo. Al
menos eso espero. Más vale que lo sea, joder.
Me quita el vestido por los hombros y lo tira a un lado. Me
desabrocha el sujetador y me baja las bragas por las
piernas. Sus ojos se posan en mi cuerpo desnudo y me
entran unas ganas terribles de complacerlo. Hacer todo lo
posible por compensarle, porque odio tener que maquillarme
también para otro hombre.
Le quito la camiseta por encima de la cabeza y le bajo la
cremallera de los vaqueros.
Tengo la suerte de ver su enorme polla cuando se libera.
Página 774 de 982
Entonces pierdo el control.
Me atrae hacia él, bajo el agua, y nos besamos como
amantes perdidos. Porque así es como me siento.
Las últimas seis semanas han sido un infierno sin él entre
mis brazos. Me pega a la pared y, mientras nos besamos, su
cuerpo se desliza instintivamente hacia el mío.
Ambos gemimos profundamente cuando la excitación se
apodera de nosotros.
Pensé que la primera vez que hiciéramos esto sería una
gran sesión de juegos preliminares con todas las campanas
y silbatos . . pero cada vez con Henley es todo campanas y
silbatos.

"Te amo" –susurro.

Sonríe contra mis labios y me bombea más profundamente.

"Más te vale, joder".

Me río, fuerte y libre, y él también.


Hemos vuelto, nene...
Nos tumbamos en silencio.
Agotados se queda corto.
Hicimos el amor en la ducha, tiernos y dulces, y luego
follamos como animales mientras él me mostraba
exactamente a quién pertenezco.
Es él.
Siempre ha sido él...
Página 775 de 982
"Son los pequeños detalles" –susurra mientras miramos al
techo.

Le miro sorprendida.

“Es la forma en que tu sonrisa hace caer mi estómago”.

Oh…

“La forma en que haces crujir el hielo con los dientes me


enfurece, pero nunca digo nada porque, de algún modo, me
resulta entrañable”.

Sonrío en la oscuridad.

“Es la forma en que brillas bajo la luz de la nevera a


medianoche cuando buscas helado” –murmura mientras sus
ojos permanecen pegados al techo.

“¿Cómo brillo?” –le pregunto.

“Recién follada y perfecta”.

Se me hincha el corazón.

“Es como pienso en ti todo el día”.

Hace una pausa.


Página 776 de 982
“Es la forma en que espero a que tu coche llegue a casa
toda la noche”.

¿Está siendo romántico?

“La forma en que me gusta tu perro, pero no puedo decírtelo


porque entonces sabrás que me tienes en la palma de la
mano”.

Inesperadamente, la emoción me embarga, y se me hace un


nudo en la garganta mientras le observo.
Se pone de lado y sus ojos por fin se encuentran con los
míos.

“Es que no soporto la idea de acostarme con nadie más”.

“Esa me gusta” –Sonrío.

Él también sonríe.

“Oh… ¿esa es la única que te gusta?”.

Suelto una risita y beso sus grandes y hermosos labios.


Me rodea con el brazo y acurruco la cabeza en su pecho.

“Es la forma en que me enfadé tanto porque ya no querías


verme que atropellé tus plantas con el cortacésped”.

Página 777 de 982


“Tenías que arruinarlo y sacar el tema… ¿no?” –Murmuro
secamente.

“Ibas tan bien”.

Se ríe entre dientes, me besa en la sien y me abraza.

“No dejes que la cague” –me dice en voz baja.

“Dime si me acerco demasiado a la línea”.

“Oh, lo haré, y que conste que si vuelves a atropellar una


planta mía con el cortacésped, te atropello a ti con él”.

“Trato hecho” –Sonríe.

Nos quedamos en silencio un rato, ambos perdidos en


nuestros propios pensamientos.

“Buenas noches, mi hermosa Juliet” –susurra.

“Gracias por esperar a que llegara . . .”

Su nueva vulnerabilidad me hincha el corazón.

“La espera ha merecido la pena”.

Página 778 de 982


meDIAnOCHe, lA HORA mágICA

me tumbo y miro al hombre que duerme a mi lado.


Está tumbado boca arriba, con la manta blanca alrededor
del bajo vientre. Su ancho cuerpo desnudo está a la vista.
Observo cómo su pecho se eleva… se sostiene y luego
desciende suavemente.
Llevo dos horas aquí tumbada observándole.
Mis instintos protectores se han activado y sólo quiero
cuidarle. Hacer que se sienta querido y seguro.
¿Cómo debe sentirse uno cuando está tan traumatizado que
no puede dejarse querer?
Y su padre también está enfermo…
Me siento muy triste por él.
Le retiro el pelo de la frente y le beso suavemente.
¿Cómo es posible que esta noche mi apego por él sea más
profundo que nunca?
¿Es así como se siente? Cuando nada más importa, y al
diablo con las consecuencias. Porque hay consecuencias
por estar con Henley. Ya lo sé. Tengo veintisiete años, y en
un momento en el que quiero relajarme en una relación fácil
y sin dramas, sé que esto será cualquier cosa menos eso.
¿Cómo podría no serlo? Nunca ha tenido novia, y mucho
menos una relación seria, y estas cosas requieren práctica.
Años y años de práctica.
Me espera un viaje rocoso.
Página 779 de 982
Me apoyo en el codo y la esperanza me invade mientras le
sonrío en la oscuridad.
Su pelo oscuro, sus grandes pestañas y sus labios
carnosos. De todos los hombres que he conocido en mi
vida, Henley James es con el que comparo a todos los
demás. Él es el punto de referencia.
Las últimas semanas han sido una pesadilla para ambos,
ahora lo sé. Pero él está aquí conmigo, revelando su
vulnerabilidad y declarando su amor.
Es extraño.
En realidad, apenas nos conocemos, pero nuestra atracción
es tan profunda que es celular. Es como si mi cuerpo
siempre hubiera sido suyo, como si él siempre hubiera
estado destinado a ser mío. Él tiene ese ingrediente
especial. Cada palabra susurrada, cada caricia significan
mucho más de lo que deberían.
Suelto un gran bostezo y sé que necesito dormir un poco.
Me pongo de lado, de espaldas a él, y su mano sale y tira de
mí para que me acurruque contra su cuerpo, aún dormido.
Me besa el omóplato y siento su virilidad contra mi trasero,
el calor de su piel.
Sonrío contra la almohada.
Creo que tal vez… todo va a ir bien.

Página 780 de 982


CAPÍTUlO 23

me despierto con un olor familiar impregnando mi


dormitorio, y frunzo el ceño.
¿Qué es eso?
Tortitas.
¿Qué?
Abro los ojos de golpe.
¿Qué está pasando?
¿Alguien ha entrado para hacerme la comida?
Nunca antes me había despertado con Henley, y mucho
menos me había preparado el desayuno.
Salto de la cama, me pongo la bata y voy en busca de mi
hombre. Lo encuentro en la cocina, de pie sobre la sartén,
con un paño de cocina colgado del hombro mientras se
concentra. Me apoyo un momento en el marco de la puerta
y lo observo. Lleva una camiseta blanca y pantalones de
pijama, y mientras da la vuelta a las tortitas puedo ver cómo
se le contraen los músculos de los hombros bajo la
camiseta.
Qué calor.
Levanta la vista, me ve y me dedica una lenta sonrisa sexy.

Página 781 de 982


"Buenos días, mi dulce Juliet".

Su dulce Juliet... ¿ha habido alguna vez unos buenos días


más sensuales en la historia de la vida?
Creo que no.
Sonrío bobaliconamente.

"Buenos días, Henley”.

Se acerca, baja la espátula hasta mi sexo y le da una vuelta


al aire.

"¿Qué haces?"

Me río mientras lo aparto de un manotazo.

"Volteando mi desayuno. ¿Qué te parece?"

"¿Lo quieres por los dos lados?"

"Sólo los mejores se hacen por los dos lados".

Sonríe y me besa.

"¿Qué hace aquí, Sr. James?".

Nos besamos de nuevo mientras sus manos se deslizan por


debajo de mi bata.
Página 782 de 982
"Esforzándome".

Me guiña un ojo.

"¿El desayuno es su esfuerzo?"

Me inclina hacia atrás.

"Una vez que pruebes estas tortitas... nunca me dejarás


marchar".

Me muerde el cuello, y yo me río e intento escapar de él.


¿Quién dijo que nunca te dejaría ir?

"Compórtate" –me riñe.

"Se me queman las tortitas".

Vuelve a darles la vuelta.

"Tengo una idea" –digo mientras lo miro.

"¿Qué idea?"

"Vayámonos y hagamos un reset total. Relajarnos en esta


nueva etapa y entre nosotros correctamente sin ningún ruido
exterior".

Página 783 de 982


"No puedo".

Vuelve a sus tareas de panqueque.

"Tengo responsabilidades aquí".

"Haré que Chloe visite a tu padre todos los días para ver
cómo está".

Frunce el ceño y me mira.

"¿Cómo...? . ."

"Tengo un segundo trabajo en la residencia de ancianos. He


conocido a tu padre. Es un hombre encantador".

"¿Y no se te ocurrió decírmelo?" –suelta.

"Henley, llevas seis semanas sin hablarme" –le respondo.

"¿Cuándo he tenido la oportunidad de decírtelo?".

Pone los labios en blanco y, por suerte, se calla porque sabe


que tengo razón.
Me mete la mano por debajo del albornoz para agarrarme
por detrás y lo miro.

"¿Podemos irnos?" –le susurro.


Página 784 de 982
"¿Los dos solos?"

"Yo . . ."

"Necesitas un descanso" –le digo.

"Nunca te has ido desde que tu padre está enfermo".

"Me necesita".

"Lo que necesita es que estés feliz y relajado".

Se pasa las manos por el pelo, como si tuviera dudas.

"Podríamos ir a algún sitio cálido: sol, arena y mar".

Sonrío esperanzada.

"Bueno, ¿y Barry?" –responde.

Sonrío, dándome cuenta de que está a punto de ceder.

"Chloe puede cuidar de Barry. Puede quedarse con él. Él la


quiere. Queremos empezar de nuevo, y esta podría ser la
oportunidad perfecta para dejar toda nuestra mierda en el
pasado".

Página 785 de 982


Sus ojos sostienen los míos, y sé que él también piensa que
es una buena idea.

"Lo pensaré".

"Vale".

Le beso suavemente y mis labios se posan sobre los suyos.


Mientras nos besamos, él también cierra los ojos y sé que
se siente tan perdido como yo.
Y ahí está de nuevo, la loca química que tenemos.
Me invade cada vez que estamos solos.

“Me dolía el cuerpo por ti” –murmura contra mis labios.

“Sólo podía pensar en ti”.

Nuestro beso se hace más profundo.


Apaga el sartén, se sienta en una silla y me acerca a su
regazo.
Empieza a mecerme sobre su cuerpo mientras nos
besamos.

“Volvamos a la cama” –me dice.

“Tenemos que comer”.

“Tenemos que follar” –susurra.


Página 786 de 982
“No puedo acercarme lo suficiente a ti”.

Vuelve a besarme.

“Necesito más.
Oh…

“¿Cómo he podido pensar que podría vivir sin esto?” –


Murmuro contra sus labios mientras me mece sobre su
cuerpo.

Se quita los pantalones del pijama, se coloca en mi entrada


y entra lentamente.

“Mmm” –Gime suavemente mientras me agarra el pelo con


las manos y tira de mí con más fuerza.

“Te sientes tan jodidamente bien en mi polla”.

Un estremecimiento nos recorre.


Cara a cara, nos miramos fijamente.
Meciéndonos, besándonos, deseándonos de una forma que
nadie más podría entender. Primordial y urgente.
No importa a qué problemas nos enfrentemos, no importa lo
jodidas que estén las cosas, nadie puede arrebatarnos esto.
Cuando Henley y yo estamos desnudos, el mundo es
nuestro.

Página 787 de 982


~*~

Caminamos cogidos de la mano calle arriba, y realmente


espero que los paparazzi estén sacando fotos de esto y
estén a punto de colgarlas por todo Internet.
Tengo noticias de última hora.
Henley y yo estamos en una cita… en nuestro propio
barrio… un domingo por la noche.
Los milagros ocurren.
Hoy, después de desayunar, ha ido a visitar a su padre
mientras yo lavaba la ropa, y esta tarde nos hemos tumbado
junto a su piscina. Ha sido el mejor fin de semana de todos
los tiempos… excepto la parte de herir los sentimientos de
Joel, pero de eso me ocuparé mañana.
Dios sabe lo que voy a decirle.
No hay excusa para mi comportamiento y el de Henley.
Empujamos la pesada puerta de cristal y entramos en el
restaurante italiano.

“Hola” –le dice Henley al camarero.

“Tenemos una mesa reservada a nombre de James”.

El camarero mira las reservas.

“Ah, sí” –Sonríe.


Página 788 de 982
“Por aquí, Sr. James”.

Le seguimos por el restaurante hacia nuestra mesa.


James. Me encanta ese apellido. Juliet James… ciertamente
suena bien.
Sonrío ante mi broma privada mientras Henley me acerca la
silla y me siento.

“¿Te traigo algo de beber para empezar?”.

Henley abre el menú para ver las opciones.

“Un vaso de agua con gas, por favor”.

Henley levanta los ojos.

“¿No hay vino?”

“Para mí no, gracias. No estoy de humor para beber”.

El camarero me sonríe.

“¿Y usted, señor?”

“¿Sabe qué?”

Henley cierra el menú.

Página 789 de 982


“Yo también me portaré bien. Agua con gas también”.

El camarero nos deja solos.

“Puedes tomar vino. No te reprimas por mi”.

“No es divertido solo”.

Sonríe mientras coge mi mano por encima de la mesa.

“De todas formas, mirarte me emborracha”.

Mi corazón se hincha…

“Sabes, me encanta esta versión de ti”.

“¿Qué versión de mí?”

“La que no tiene cuidado con lo que dice”.

Se ríe y aparta la mirada como avergonzado.

“Bueno… ha sido…”.

Se encoge de hombros.
Le interrumpo.

“Ha sido bueno para nosotros”.


Página 790 de 982
“¿Cómo?”

“Bueno, sinceramente creo que todo ocurre por alguna


razón”.

Se apoya en la mano y se pasa el dedo índice por un lado


de la cara mientras me mira.

“¿Y cuál crees que fue la razón?”.

“Fue una lección”.

“¿Sobre qué?”

“De la vida”.

Frunce el ceño.

“¿De qué manera?”

“Para mí, la lección fue no dejar escapar lo que realmente


quiero y merezco. Sabía que éramos más y que teníamos
posibilidades reales de un futuro juntos. Habría sido tan fácil
seguir siendo amigos con derecho a roce sólo para poder
tenerte”.

Asiente mientras escucha.

Página 791 de 982


“¿Qué aprendiste?” –le pregunto.

Se queda pensativo un momento.

“Que te echaba de menos”.

Sonrío suavemente al guapísimo hombre que tengo delante


y cojo su mano entre las mías.

“Yo también te he echado de menos. ¿Qué más has


aprendido? ¿Cuál fue la lección de todo esto?”.

Exhala, inseguro de cómo responder a mi pregunta.

“Te diré cuál creo que fue la lección”.

“Por favor, hazlo. Está claro que no tengo remedio con las
lecciones”.

Sonríe.

“Cuando las cosas se ponen difíciles, te apoyas en la luz”.

“¿Qué quieres decir?”

“Te inclinas hacia la luz, Henley.”

“¿Qué es la luz?”
Página 792 de 982
“El amor. El amor es la luz”.

Su rostro cae mientras escucha.

“El amor solía asustarte, pero es un escudo. Te protegerá.


Yo… te protegeré”.

Sus fosas nasales se agitan y sus ojos se clavan en los


míos.

“Te amo”.

Aprieta mi mano entre las suyas.

“Cuando las cosas se ponen difíciles, te apoyas en la luz”.

“Y qué hermosa luz eres” –susurra.

El camarero vuelve con nuestros dos vasos de agua con


gas.

“Aquí tienen”.

Los deja sobre la mesa.

“¿Sabes qué?” –Henley dice.

Página 793 de 982


“He cambiado de opinión. ¿Podemos pedir una botella del
mejor champán que tengan, por favor? Dos copas. Estamos
de celebración”.

“Por supuesto, señor.”

Desaparece una vez más.

“¿Qué estamos celebrando?” –Le pregunto.

Sus ojos brillan con algo especial.

“A ti”.

~*~

el aftershave me saca del coma, el aroma celestial


impregna el dormitorio. Abro los ojos y, cuando mi vista se
centra, veo al señor James vestido con su traje, listo para
empezar el día.

“Buenos días”.

Se inclina y me besa suavemente, sus labios se posan


tiernamente sobre los míos.

Página 794 de 982


“Estás angelical en mi cama”.

Me toma la cara con la mano y sonríe.

“Es una ilusión óptica” –dice.

“Yo sé que no es así” –Sonrío soñolienta.

“¿Qué hora es?”

“Hora de levantarse”.

Se levanta, se acerca a la cómoda y se pone su caro reloj.

“Te he traído café”.

Hace un gesto hacia la mesilla y veo una taza humeante a


mi lado.
Me incorporo para apoyarme en el cabecero y recojo mi
café.

“¿Qué haces hoy?” –me pregunta mientras cuelga mi bata


en el baño.

“Tengo el día libre”.

Se pasea por el dormitorio ordenando.

Página 795 de 982


“¿Y qué tienes planeado para tu día libre?”.

Observarle me deja perpleja. Por eso su casa está tan


inmaculada. La limpia a las cinco y media de la puta
mañana. ¿Tenemos algo en común?

“Voy a comer con Joel”.

Se detiene y sus ojos se encuentran con los míos.

“Para disculparme por lo del sábado por la noche” –digo


apresuradamente.

“Este almuerzo ya estaba planeado porque estamos


repasando opciones de techos. No tiene nada que ver con
que tengamos una cita".

"No."

"¿Qué?"

”¡No!” –responde.

Vuelve a ordenar el dormitorio.


Dejo el café.

“¿Cómo que no?”

Página 796 de 982


“No, no vas a salir con Interiores Inferiores”.

Le da un tirón a una camiseta antes de doblarla.

“No hay necesidad de ir a comer. Mándale un mensaje y dile


que ahora estás conmigo".

"¿Qué?"

"Si no lo respeta, tendrá que responder ante mí”.

Exhala mientras camina organizando su habitación.

“Henley, necesito decírselo en persona”.

“¿Decirle qué, exactamente?” –suelta impaciente.

“Que ahora salgo con un cavernícola que cree que puede


decirme lo que tengo que hacer”.

“No lo creo”.

Me fulmina con la mirada.

“Yo lo sé”.

“¿Sabes que puedes decirme lo que tengo que hacer?” –


Jadeo, ofendida.
Página 797 de 982
“Escucha” –suelta.

“Ese capullo decorador de interiores lleva detrás de mi chica


desde el primer día, así que no te hagas la ofendida cuando
me niego a aguantarlo”.

Calma, calma. . . mantén la puta calma.

“En primer lugar, sólo he sido tu chica desde ayer porque te


negaste a admitir tus verdaderos sentimientos. Eso no es
culpa suya. Joel es un espectador inocente en todo esto”.

Abre la boca para decir algo.

“Déjame terminar” –le digo bruscamente, cortándole.

“En segundo lugar, soy adulto. No hago fantasmas a la


gente como un niño inmaduro, a diferencia de algunas
personas que conocemos”.

Entrecierra los ojos.

“Cuidado”.

“Ten cuidado tú, Henley” –le digo bruscamente.

Me levanto de la cama a toda prisa, entro en el cuarto de


baño y cierro la puerta.
Página 798 de 982
Me siento para ir al baño.
Él entra.

“No vas a ir a comer con él. Fin. De. La. Maldita. Historia”.

“¿Te importa? Estoy usando el retrete” –suelto, enfurecida.

Pone las manos en las caderas y levanta una ceja.

“¿Y?”

“Que no voy a tener esta conversación a medias”.

Sale dando un portazo.


A la mierda mi vida.
No necesito esta mierda.
Aún no son ni las seis de la mañana.
Me tomo mi tiempo, intentando calmar mi temperamento.
Todo esto es nuevo para él, me recuerdo. No sabe cómo
manejar los celos. Sé paciente. Bueno… No pasa nada.
Puedo manejar esto… mantén la calma.
Me lavo las manos y salgo para ver el dormitorio impecable
y la cama hecha.
Es como un puto sargento instructor.
Oigo un ruido en la cocina, me pongo la bata y bajo las
escaleras para verle preparándose un batido de proteínas
de espaldas a mí.
Le rodeo con los brazos por detrás.
Página 799 de 982
“Vale”.

Le beso el hombro.

“¿Vale con qué?”

“Vale, no comeré con él. Iré a comer contigo”.

Se gira en mis brazos y me mira. Le beso los labios.

“Después de decírselo en persona, tomando un café”.

Abre la boca y le paso el dedo por los labios.

“Henley. Esto no es negociable. Ha sido un amigo y mi


diseñador de interiores. Se lo diré en persona”.

Tuerce los labios y sé que se esfuerza por no reaccionar.

"Un café rápido de diez minutos y luego vengo a comer


contigo" –Le sonrío.

"Se lo debo. Le gusto".

"Sé que le gustas, joder".

"Pero es una pena, porque te amo".

Página 800 de 982


"No me gusta".

"No tiene por qué".

Le beso suavemente.

"Pero sí tienes que entenderlo".

Exhala pesadamente y desenrolla mis brazos de alrededor


de su cintura.

"Me tengo que ir".

"De acuerdo”.

Sostiene su batido de proteínas en la mano y me mira


fijamente como si estuviera contemplando su siguiente
frase.

"¿Me das un te amo esta mañana?".

Sonrío burlonamente.

"Cuando llegues a mi despacho y esté hecho, lo tendrás".

"Necesitamos un tiempo a solas. ¿Podemos irnos de


vacaciones?"

Página 801 de 982


"Tengo un millón de cosas pendientes".

"Hmm."

Trato de endulzar el trato.

"Una semana al sol y en el mar conmigo en bikini de


tirantes, mi novio cachas frotándome aceite bronceador por
todo el cuerpo. Haciendo el amor en la playa bajo la luz de
la luna".

"Suena terrible".

Una sonrisa se dibuja en su cara y sé que nuestra pelea ha


terminado.
Sonrío y le beso.

"Entonces, ¿podemos?"

Tengo muchas ganas de alejarme de aquí y de todos


nuestros malos recuerdos.

"¿Cuándo quieres irte?" –pregunta.

"¿La semana que viene?"

"¿La semana que viene?" –jadea.

Página 802 de 982


"No puedo hacer las maletas e irme en una semana".

"¿Por qué no? ¿No eres tú el jefe?"

Sonrío esperanzada.

"Si puedo organizar a alguien que cubra mis turnos la


semana que viene y Chloe puede cuidar de Barry y ver
cómo está tu padre, ¿podemos irnos?".

Exhala pesadamente.

"Chloe es enfermera. Puede ver a tu padre todos los días.


Ella nos llamará inmediatamente si te necesitan aquí, y
podemos venir directamente a casa".

"Lo pensaré".

"Entonces... Lo tomo como un sí. Soy optimista, ya sabes".

Pone los ojos en blanco.

"Adiós, Juliet".

Agarro las solapas de su traje y tiro de él hacia mí.

"Adiós, mi novio gruñón y buenorro".

Página 803 de 982


Arruga la cara, disgustado.

"No me gusta ese término".

"¿Gruñón?"

"Novio".

Suelto una risita.

"Date prisa y cásate conmigo, entonces, para que puedas


ser mi señor".

Se le cae la cara.

"¡Es broma!"

Me río de su horror.

"Tranquilo, era una broma".

"No muy graciosa, Juliet".

"Sip . . ."

Se dirige a la puerta y vuelve a mirarnos a Barry y a mí.

"Tienes que lavar las tazas de café antes de irte".


Página 804 de 982
Ensancho los ojos y señalo la puerta.

"A trabajar".

~*~

me siento en la cafetería con el corazón en la garganta.


Me siento como una mierda.
Esto no es culpa de Joel. Se trata de una circunstancia muy
inoportuna.
Joel aparece y me saluda y sonríe al verme.

"Hola".

Se inclina y me besa la mejilla.


Soy gilipollas.

"Hola".

Sonríe mientras se deja caer en la silla frente a mí.

"Ya he pedido café para nosotros".

Me encojo de hombros.

"Espero que te parezca bien".


Página 805 de 982
"Claro, un café antes de comer. Me apunto".

Le miro fijamente. No hay una manera fácil de decir esto.

"Siento lo del sábado, Joel" –digo en voz baja.

"Yo también".

Intento explicarme.

"Fue el peor momento".

"No fue un mal momento" –resopla.

"Sabía exactamente lo que hacía".

"¿Qué?"

"Te ha tenido congelada todo el puto tiempo que ha vivido al


lado, Juliet, y en cuanto conoces a otra persona, viene como
un niño malcriado queriendo recuperar su juguete".

"Oh" –respondo, sorprendida por su veneno.

No me esperaba esta reacción.

“Así que… déjame adivinar” –dice sarcásticamente.

Página 806 de 982


“Organizas una cita conmigo, y de repente se da cuenta de
que eres la indicada para él, y milagrosamente ha superado
sus problemas de compromiso, y ahora cree que está
enamorado de ti . …pero no lo dice directamente, sino de
una forma indirecta”.

Frunzo el ceño.

“¿Cómo voy con mi predicción?”.

Sorprendentemente acertada.

“No tienes por qué estar así”.

“Pero yo sí, porque estás siendo idiota y dejando que te


toque como a un violín”.

Exhalo pesadamente.

“Estoy enamorada de él, Joel”.

“¿Por qué tienen buen sexo?”.

Le miro fijamente mientras pongo los labios en blanco.


Ni siquiera respondo a eso.

“Una relación es mucho más que sexo, Juliet, y si quieres


una vida con alguien así, adelante”.
Página 807 de 982
Ya he oído bastante de esta mierda.
Tiro mi servilleta sobre la mesa.

“Gracias, lo haré”.

Me levanto.

“Adiós, Joel.”

Salgo del restaurante.


Espero que Henley sepa realmente decorar putas casas.

~*~

el ascensor sube mientras la emoción burbujea en mi


estómago. Me dirijo al despacho de Henley para comer con
él. Mi cita del café con Joel no salió como estaba planeado,
pero después de calmarme un poco, entiendo la
desaprobación de Joel.
Elegí a Henley, y por muy dulcemente que envuelva la
entrega, el mensaje sigue siendo el mismo.
Las puertas del ascensor se abren a una gran recepción y
entro. Es todo de madera moderna con preciosos suelos de
mármol albaricoque. En la pared del fondo hay un enorme
cartel dorado.

Página 808 de 982


HENLEY JAMES
INGENIERÍA

Oh . . . bougie como mierda.


Mucho más elegante de lo que esperaba.

"¿Puedo ayudarle?" –pregunta una voz de mujer.

Miro y veo a una preciosa morena sentada en un escritorio:


pelo largo y oscuro y una estructura ósea perfecta.

"Sí. Vengo a ver a Henley".

"¿A sí?"

Finge una sonrisa y me mira de arriba abajo.

"¿Y cómo te llamas?"

¿A qué viene ese tono condescendiente, zorra?

"Soy Juliet, la novia de Henley, ¿y tú eres?" –le respondo.

Me mira inexpresiva.

"Qué raro, nunca había oído hablar de ti".

"¿Tu nombre?" –Repito.


Página 809 de 982
"Jenny" –contesta tajante.

Jenny...
Recuerdo a la maldita Jenny; fue la bruja que me dejó
plantada hace tantos años.
Así que sigue por aquí, ¿eh?
Nadie me dijo que también era una bomba.

"Hola, Jenny".

Sonrío apretando los dientes.

"Hola".

"¿Dónde está Henley?" –Afirmo.

No me vengas con tonterías, Jenny. Acabaré contigo.

"Está en su oficina".

"¿Cuál es?"

Empiezo a enfadarme con esta mujer y su absoluta


grosería.

"Toma asiento y le haré saber que estás aquí".

Pongo los labios en blanco y me siento en el sofá.


Página 810 de 982
Le envío un mensaje a Henley.

¿Quién coño es esta recepcionista?

Al instante se abre una puerta y Henley aparece.

"Hola" –Sonríe.

Le lanza una mirada rápida a Jenny y le hace un gesto para


que entre en su despacho.
Jenny finge mirar su ordenador, ni siquiera levanta la vista.
Entro en el despacho y me giro hacia Henley, que cierra la
puerta tras nosotros.

"¿Cómo ha ido?" –pregunta.

"Fue una conversación de cinco minutos. Me fui antes de


que llegara su café".

Cruzo los brazos delante de mí.

"El hecho está consumado".

La satisfacción se dibuja en su rostro antes de estrecharme


entre sus brazos.

"Bien”.

Página 811 de 982


Me besa suavemente.

"¿Olvidaste contarme el pequeño detalle de que tu atractiva


recepcionista está deseándote?".

Se ríe entre dientes.

"Ella es un poco..."

Le corto.

"Grosera".

"Protectora".

Pongo los ojos en blanco, sus manos se posan en mi


trasero y choca nuestras caderas.

"¿Qué quieres para comer?”

"Tú... ...en el escritorio de Jenny suena bien" –resoplo.

¿Por qué demonios está tan buena su recepcionista?

"Eso podría funcionar".

Sonríe.
Pongo los ojos en blanco.
Página 812 de 982
En serio, tengo que controlar esto de los celos.
¿Por qué creo que todas las mujeres están detrás de Henley
James? Porque lo están.

"He llamado a Chloe y puede ayudarnos la semana que


viene".

Me mira.

"¿Podemos ir?"

"Juliet".

Salto en el acto.

"Dime que podemos ir".

"De acuerdo".

Ensancha los ojos como si yo fuera un gran inconveniente.

"Podemos irnos".

Sonrío ampliamente.

"Con una condición" –dice.

"¿Cuál?"
Página 813 de 982
"Que me dejes organizarlo".

"¿Por qué, porque eres un maniático del control?".

"Precisamente”.

Me dedica una lenta sonrisa sexy, y la siento hasta en los


dedos de los pies.

"Vale".

Le acerco y le beso.

"Estoy deseando tenerte para mí sola".

Sus manos se dirigen a mi trasero.

"Ya lo haces".

Toc, toc suena en la puerta.


Henley se aparta de mí.

"Pasa" –llama.

Un hombre abre la puerta.

“Hen”.

Página 814 de 982


Levanta la vista y me ve.

“Siento interrumpir”.

“No, no, pase por favor”.

Henley sonríe.

“Esta es Juliet. Juliet, este es Ronan”.

“Hola, Ronan”.

Le doy la mano.

“Hola, Juliet. Encantado de conocerte”.

Sus ojos se dirigen a Henley.

“Estoy teniendo algunos problemas para entrar en el nuevo


programa”.

“¿Has puesto la contraseña?”

“Sí, pero me pide un código o algo así que se enviará a tu


teléfono”.

“Ah, vale”.

Página 815 de 982


Coge su teléfono.

“Iré a solucionarlo contigo. Vuelvo en un momento, Juliet”.

Me sienta en su silla detrás de su gran escritorio de lujo


antes de irse con Ronan.
Me siento, miro a mi alrededor y sonrío.
Vaya… realmente tiene éxito. Ya lo sabía, pero hasta que no
he visto lo elegantes que son sus oficinas y todo su
personal, no me había dado cuenta.
Paso las manos por el escritorio de cristal y miro los
cajones. Me pregunto qué guardará ahí.
Abro el de arriba y al instante veo algo que no quiero ver.
Su teléfono desechable.
Odio este puto teléfono.
Lo cojo y lo miro.
¿Cuántas mujeres están esperando aquí a que las llame?

“¿Qué haces?” –chasquea una voz.

Levanto la vista y veo a Jenny en la puerta.

“Oh…”

Joder.

“No rebusques entre sus cosas” –suelta antes de acercarse


y arrebatarme el teléfono de la mano.
Página 816 de 982
“¿Cómo dices?”

Frunzo el ceño, sorprendida.

"No entres en el despacho de Henley y toques sus cosas


privadas” –repite.

“No lo permitiré”.

¿Qué coño?

“Jenny, soy su novia. No tenemos secretos”.

Ella sonríe sarcásticamente.

“Claro que no”.

Vete a la mierda… Jenny.

“No me gusta tu tono” –le digo.

“No tienes por qué”.

Con otra sonrisa falsa, sale con su teléfono desechable en


la mano.
Oficialmente odio a Jenny… ugh, estoy enfurecida.
Puedo oír los latidos de mi corazón enfurecido bombeando
sangre por mi cuerpo.
Página 817 de 982
Lleva mucho tiempo con él.
Tengo que calmarme y jugar bien mis cartas, o pareceré una
novia psicópata celosa.
Empieza el juego, Jenny.
No me jodas.

Henley

“¿ qué quieres decir con que te tomas una semana libre?”


–Jenny jadea.

“¿Desde cuándo?”

“Desde ahora”.

Vuelvo a sentarme en el escritorio y me dirijo al ordenador.

“Tu agenda está demasiado apretada este mes para tomarte


vacaciones”.

“Cancela mis citas”.

Abro la hoja de cálculo.


Página 818 de 982
“Llevo más de doce meses aplazando tu visita a Dubai. El
único lugar al que deberías ir es allí” –resopla mientras se
acerca y se coloca junto a mi escritorio.

“No es posible” –añade.

Levanto los ojos para mirarla, la impaciencia se apodera de


mí.

“Jenny…”

“Sí, señor”.

Se cruza de brazos.

“No necesito tu permiso para ausentarme”.

“Esto es inoportuno…”

Acomoda los papeles en mi escritorio.

“Estás actuando fuera de lugar”.

Entrecierro los ojos y la miro fijamente.

“¿Te refieres a Juliet?”

“Yo . . .”
Página 819 de 982
Hace una pausa.

“¿Qué?”

“No estoy segura de que esté pensando con claridad,


señor”.

Me reclino en la silla, con el bolígrafo entre los dedos.

“¿Y por qué?”

“Bueno, apenas conoce a esta mujer. ¿Cómo sabes que no


va detrás de tu dinero?”

“Salimos hace tres años, mucho antes de que supiera lo de


mi dinero”.

Sus ojos se clavan en los míos.

“La conozco mucho mejor de lo que crees”.

“No me gusta” –suelta.

“No tiene por qué gustarte”.

“Sólo me preocupa…”.

“Basta, Jenny” –la corto.


Página 820 de 982
“No voy a darte explicaciones. He oído que ayer fuiste
grosera con ella”.

Juliet no me lo dijo, pero estoy leyendo entre líneas.


Definitivamente estaba molesta por algo después de que
regresé a mi oficina. Conociendo a Jenny como la conozco,
sé que algo pasó mientras estaba fuera de mi oficina.
Da un paso atrás, ofendida.

"Trata a Juliet con el máximo respeto en todo momento o


tendrás que vértelas conmigo. ¿He sido claro?”

Tuerce los labios, molesta.

“Sí, señor”.

Exhalo, frustrado.
En serio… ¿todo el mundo intenta cabrearme a propósito?
Se dirige hacia la puerta y se vuelve hacia mí.

“Tiene una visita esperándole en la sala. Michael Swartz”.

“Que pase”.

“Sí, señor.”

Desaparece del despacho.

Página 821 de 982


JUlIeT

giro hacia mi calle, sumida en mis pensamientos.


Mis ojos se dirigen instantáneamente a la casa de Henley.
Está completamente a oscuras. Es más de medianoche. Es
obvio que está dormido.
Hoy no hemos hablado.
Está bien. Me llamará mañana.
Deja de darle vueltas a todo.
Exhalo pesadamente.
Dios, odio esto.
El hombre me tiene nerviosa.
Su comportamiento en el pasado ha sido tan esporádico que
no tengo ni idea de si su locura volverá a arruinar mi vida
amorosa.
Entro y voy directa a la puerta trasera. Barry mueve la cola
como el mejor amigo que es.

“Hola, mi hombrecito” –le arrullo.

“Entra, muchachote”.

Entra corriendo y se zambulle en su cama, todo excitado.


Creo que voy a buscarle un compañero.
Página 822 de 982
Odio que esté aquí solo mientras yo trabajo. Pero, ¿y si le
consigo un amigo y se odian y se pelean todo el día
mientras estoy fuera?
Tendré que pensarlo un poco más.
Miro por la ventana de la cocina hacia la casa de Henley.
¿Tal vez debería mandarle un mensaje?
No.
Deja de estar necesitada.
Odio que no me haya llamado hoy.
Quiero que me eche de menos como yo a él.
Me hago una tostada y me siento a ver las últimas noticias.
Al final me levanto del sofá. Cojo una toalla y me doy una
ducha en el baño de abajo.
La presión del agua en el piso de arriba me está matando, y
esta noche no tengo paciencia para un mísero chorrito de
agua caliente. Quiero presión de manguera de incendios, lo
bastante fuerte como para quitarme esta sensación de
mierda que tengo en la piel.
Realmente pensé que llamaría; maldita sea, ¿por qué no lo
ha hecho? ¿No me ha echado nada de menos hoy?
Salgo, me seco y, envuelta en una toalla, abro la puerta de
atrás para mirar por última vez su casa por encima de la
valla, para asegurarme de que no está despierto y
esperándome.
Oscuridad.
Sinceramente…
¿Qué coño me pasa?
¿Por qué le doy tantas vueltas a todo?
Página 823 de 982
Estar enamorada de este hombre me tiene muy nerviosa.
Es tarde… Mañana es un nuevo día.
Subo las escaleras, entro en mi habitación y voy al baño a
lavarme los dientes. Enciendo la luz. Me sobresalto.

“¿Qué coño pasa?”

Henley está en mi cama, tumbado de lado, con las mantas


alrededor de la cintura. Está aquí. Sus ojos fijos en mí.

“Me has dado un susto de muerte”.

Me dedica una lenta sonrisa sexy, de esas que me producen


escalofríos.

“Ven aquí”.

Retira la manta y deja al descubierto su cuerpo desnudo y


musculoso. Mis ojos recorren su torso endurecido y luego se
posan en su gran erección. Mi sexo se agita.

“¿Te has estado sirviendo mientras me esperabas?” –


Murmuro mientras lo miro, hinchado y furioso, a punto de
estallar.

Sus ojos se oscurecen y se da una lenta y dura caricia.


Veo el brillo de la pre-eyaculación en la punta a la luz
filtrada.
Página 824 de 982
“Tal vez…”

Vuelve a acariciarse con fuerza, larga y lentamente.


Me aprieto, la excitación se filtra por todo mi cuerpo.
La luz de la luna capta los músculos de su brazo cuando
vuelve a acariciarlo. Con sus ojos oscuros clavados en los
míos, acelera, bombeando.
Sus caderas suben para conseguir una conexión más
profunda. Me quedo sin aliento mientras lo observo.
Tan jodidamente caliente.

“Ven aquí” –gruñe.

Dejo caer la toalla y me acerco a la cama.


Se pone de lado y levanta una de mis piernas sobre la
cama.
Oh…
Me lleva las manos al pelo, me separa con los pulgares, me
lame profundamente con la lengua y me roza el clítoris con
los dientes. Se me pone la carne de gallina y me arroja
sobre la cama, con sus fuertes manos en el interior de mis
muslos, abriéndome las piernas de par en par.
Su lengua no hace prisioneros y me lame profundamente,
chupando, gimiendo dentro de mí como si fuera lo mejor que
ha hecho en su vida.
Como si fuera a morirse si no me corro en su lengua.
Empiezo a retorcerme debajo de él.

Página 825 de 982


Su polla cuelga pesadamente entre sus piernas mientras me
penetra.
El sonido de mi excitación, oír sus gemidos de éxtasis…
sentir el deseo en la habitación entre nosotros.
Cada célula está ardiendo.
Maldita sea, este no es el mejor regreso a casa de todos los
tiempos.
Agarro su erección y él me la quita de la mano.

“Esta noche no necesito ayuda, ángel. Voy a reventar de tu


sabor”.

Con los ojos fijos en la pre-eyaculación que gotea de su


extremo, aprieto con fuerza.
Oh…
Mi espalda se arquea sobre la cama.

“Hen”.

Mis manos empujan su pelo mientras empiezo a cabalgar su


cara. La necesidad de llegar al orgasmo se apodera de mí.
El ardor de su barba, su fuerte lengua, los dientes
rozándome. Y entonces desliza tres gruesos dedos en mi
sexo, y me estremezco al correrme con fuerza.
Me bombea con fuerza y rapidez, sacándome hasta el
último grito, contrayendo los músculos de sus hombros.
Jadeo, gimiendo. Y luego sigue lamiendo… limpiándome.

Página 826 de 982


Su cara brilla con mi orgasmo. Sus ojos oscuros se clavan
en los míos.

“Necesito más”.

Lo miro fijamente a la luz filtrada, sin palabras.


Por primera vez desde que nos conocimos…
Me pregunto si podré con él.
Nunca había conocido a alguien tan viril. Esto es
apareamiento primitivo en su forma definitiva.
Henley James nació para follar, su cuerpo no se parece a
ninguno que yo haya conocido.
Mi templo.
Sube por mi cuerpo, llevando mis piernas por encima de sus
antebrazos hasta rodear sus hombros.

“Dime si te hago daño”.

Me lame el cuello y sus dientes me rozan la mandíbula.


Asiento con la cabeza. Me besa agresivamente.

“Vale” –murmuro contra sus labios.


Joder…
Esta noche hay una oscuridad en él, una intensidad que no
había sentido antes.
Me penetra profundamente con un movimiento brusco.
Cierro los ojos ante la dominación.
En esta posición, estoy completamente a su merced.
Página 827 de 982
Mueve las caderas para relajarme, primero hacia un lado y
luego hacia el otro. Su respiración se agita y sé que su
control pende de un hilo.
Sale despacio y vuelve a entrar, con sus ojos oscuros
clavados en los míos.

“¿Estás bien así?” –susurra, y sus dientes vuelven a


rozarme el cuello.

Asiento con la cabeza, agradecida de que, a pesar de lo


excitado que está, sea consciente de lo grande y fuerte que
es. De cuánto daño puede hacer su polla.
Ensancha los brazos, sus bíceps y hombros se abultan
mientras se sostiene. Y entonces retrocede y se desliza con
fuerza, sacándome el aire de los pulmones.

“Tómalo todo” –susurra en voz baja.

“Toma cada puto centímetro de esta polla”.

Me bombea con fuerza.

“¿Me oyes, joder?” –susurra furioso.

Cierro los ojos con la esperanza de bloquearlo.


Es demasiado intenso… demasiado grande.
Demasiado de todo, joder.
Me sube los pies por los hombros y me sujeta las piernas.
Página 828 de 982
El sonido de mi sexo húmedo chupándolo resuena a nuestro
alrededor.

“Abre los putos ojos” –gruñe.

Los abro a rastras y lo veo mirándome fijamente, con la piel


empapada de sudor. Su polla trabaja a ritmo de pistón
mientras coge lo que necesita. Se alimenta de mi carne.
Grito, asustada por el orgasmo que está a punto de
arrancarme.

“Henley…”

Me golpea cada vez más fuerte, la cama choca contra la


pared con un sonido ensordecedor.
Sus manos en la parte posterior de mis muslos casi me
duelen mientras me mantiene abierta con fuerza.
Me estremezco con fuerza, gritando.
Él gime y se sujeta en las profundidades de mi cuerpo, que
lo succiona. Siento cómo su polla se sacude al correrse en
lo más profundo de mi cuerpo.
Nos miramos fijamente, con el corazón acelerado.
Su cuerpo sigue dentro del mío. Me bombea lentamente
mientras vacía completamente su cuerpo en el mío.
Jadeo mientras intento volver a la tierra.
¿Qué demonios ha pasado?
Nunca… no hay palabras…

Página 829 de 982


Se retira y cae de espaldas a mí, con el pecho subiendo y
bajando mientras jadea.
Le miro interrogante.
Está claro que algo le preocupa.

“¿Qué le pasa?” –Susurro.

“¿Qué te pasa, cariño?”

“Te amo”.

Página 830 de 982


CAPÍTUlO 24

me río entre dientes mientras jadeo hacia el techo.


"Bien".

"¿Bien?"

Le cuesta respirar.

"No me siento bien, me siento aterrorizado".

"Bueno..."

Me encojo de hombros como si tuviera este tipo de


conversación todos los días.

"Tú me amas... Yo te amo a ti. ...el resto es semántica".

Me mira interrogante con el ceño fruncido.


Me levanto de la cama para recoger las mantas que están
por todo el suelo.

Página 831 de 982


"Te va a llevar un tiempo acostumbrarte, Hen. Depender de
una sola persona no es fácil".

Se apoya en el codo como interesado.

"¿Te sientes así?"

"Sí, supongo".

Ahora sí que me pongo dura. Voy al baño y me aseo.


Vuelvo al dormitorio para ver al hombre torturado en mi
cama. Me aplico crema hidratante en la cara mientras él me
observa.

"¿Has planeado nuestro viaje?" –le pregunto para cambiar


de tema.

Está a dos segundos de entrar en cólera.

"Vamos a la nieve, ¿verdad?".

Sus ojos se desvían.

"Dijiste a la playa".

Suelto una risita.

"Solo quería asegurarme de que me estás escuchando.


Página 832 de 982
¿Cuánto te debo por este viaje? Dímelo para que te lo
transfiera".

"Esta es mi sorpresa para ti".

"No quiero que pagues todo. No es justo".

Se acerca a mí y tira de mí hacia él. Acomoda mi cuerpo


sobre el suyo y me abraza con fuerza.

"Cállate, lo estoy haciendo".

Me relajo contra su pecho.

"Sabes que allanar una casa es un delito, ¿verdad?".

Siento que sonríe por encima de mí.

"Me diste una llave".

"¿Cuándo?"

"Cuando tu perro ladraba y me dijiste que lo metiera dentro


si no se calmaba".

"Aah".

Página 833 de 982


Sonrío al recordar. Parece que fue hace diez años cuando
tuvimos esa conversación.

"Quédatela, ponla en tu llavero".

Beso su pecho.

"Esta es mi nueva cosa favorita".

"¿Yo esperándote en la cama como un perrito?".

Suspira, disgustado.

"Ser castigada porque me quieres".

"Sí, bueno, cállate o lo volveré a hacer, joder".

Me golpea en las costillas y me río mientras intento zafarme


de él. Se pone encima de mí y me besa con ternura,
mientras su erección vuelve a crecer contra mi pierna. Sus
labios se detienen sobre los míos mientras un momento de
perfecta claridad corre entre nosotros.
Somos la tormenta perfecta, donde la normalidad se siente
mal y lo prohibido se siente caliente.
Quiero aligerar el momento, recordarle que no pasa nada
por ser nosotros.

Página 834 de 982


"Lo siento, he sido una chica mala, señor James" –susurro
mientras juego con él.

"Por favor, no me haga daño, señor".

Veo parpadear fuego en sus ojos mientras me separa las


piernas con la rodilla.
Entorno los labios para ocultar mi sonrisa.
Hablar sucio es su criptonita, lo único que sé que le saca de
sus casillas y le devuelve al momento conmigo.

"¿Qué diría mi padre si supiera que su mejor amiga está a


punto de tomarse libertades con su hijo intacto? Apenas soy
mayor de edad".

Se ríe, sus dientes rozan mi cuello mientras siento su


excitación tambalearse en lo peligroso.

"Por favor, no me marque, señor . . . Se lo ruego".

Se lanza hacia delante, reclamando cada centímetro,


inmovilizándome contra la cama.

"¡Fóllame!"

~*~
Página 835 de 982
Henley camina delante de mí por la terminal del
aeropuerto. Lleva nuestras dos maletas y se encarga de
todo.
Divertida, le sigo.
Hemos tenido un gran día, y él ha estado en modo sargento
instructor. Organizando a Chloe, a Barry, a su padre,
nuestras casas, su negocio. Todo ha sido planeado con
perfecta precisión. Así es él. A Henley James le gusta el
control; nada se deja al azar.
Cuanto más vulnerable se siente, más organizado y
estructurado se vuelve, y eso me parece bien.
Puede ser suficiente para los dos.
A mí no me importa que las cosas sean perfectas como a él.
Cada noche de esta semana, me ha estado esperando en
mi cama. Hemos follado. Hemos hecho el amor, reído y
hablado hasta altas horas de la madrugada.
Ha sido la semana perfecta que nos ha acercado más.
Cuando estamos a solas, parece que se le ha metido en la
cabeza lo nuestro... aunque eso podría ser sólo por todas
las guarradas que le digo. Todas a bordo del autobús de las
putas. Sin embargo, cuando estamos juntos en público, es
otra historia. Él lucha con el tema de la pareja, y yo lo
entiendo. Henley James es un trabajo en progreso, un
trabajo en progreso muy entretenido.
Nos acercamos al agente de facturación.

Página 836 de 982


"Hola, estamos facturando para un vuelo de hoy, por favor" –
dice Henley mientras nos pasa nuestros dos pasaportes.

"Gracias".

Mira nuestros pasaportes y teclea en su ordenador.

"Aquí tiene, dos billetes a Tailandia".

Sus ojos se desvían hacia mí, poco impresionado, y sonrío


bobaliconamente.
No me ha dicho adónde vamos.
Se suponía que era una sorpresa.
Le cojo la mano y él pone los labios en blanco; sé que
quiere echarle la bronca por haberle estropeado el plan.

"Aquí tiene, Sr. James".

Ella sonríe.

"Ponga el equipaje de su mujer en la cinta transportadora".

Se aclara la garganta como si estuviera aguantando un


ataque.

"Ahora el suyo, señor".

Página 837 de 982


Él pone su maleta, ella la pesa y luego nos entrega nuestras
tarjetas de embarque.

"Buen viaje".

"Gracias".

Se gira y me hace un gesto para que camine delante de él.

"¿Nos vamos a Tailandia?" –Susurro emocionada.

"Sí”.

Le sonrío y enlazo mi brazo con el suyo.

"Estoy muy emocionada. Vas a echar un polvo esta noche".

"Como si no lo hubiera hecho".

Abre los ojos como si yo fuera estúpida.

"¿A qué parte de Tailandia?" –Susurro mientras pasamos


por seguridad.

"Koh Samui."

"Oh" –jadeo.

Página 838 de 982


"Siempre quise ir allí".

Caminamos, mi brazo enlazado con el suyo.

"Podemos darnos masajes en la playa, beber cócteles, y oh


Dios mío, Hen, esta va a ser la mejor semana de todos los
tiempos".

Sonríe mientras me escucha delirar.

"Estaba escuchando lo que decía y esperando que se le


escapara, y cuando lo hizo. . .” –Continúo mientras
caminamos hacia la sala del aeropuerto.

"Sólo le oí decir una cosa durante la facturación" –responde.

"¿Qué?”

"Cuando te llamó mi mujer".

"Oh..."

Sus ojos se clavan en los míos.

"Me gustó".

Se me revuelve el estómago mientras nos miramos


fijamente.
Página 839 de 982
"A mí también”.

Quiero decir algo juguetón y divertido, pero no parece


encajar aquí. Le ha gustado. Estamos avanzando a pasos
agigantados.
Llegamos al bar del aeropuerto y tomamos asiento.

"¿Qué quieres tomar?" –pregunta.

"Voy a celebrarlo con un margarita" –Sonrío.

"Buena idea".

Desaparece hacia la barra y yo me siento sola en la mesa y


tengo un mini ataque de nervios.
No puedo creer lo que acaba de pasar.
Le ha gustado que me llamaran su mujer.
Esto es un progreso. ¡Esto es grande! Enorme.
Vuelve a la mesa con nuestras dos copas, me acerca la mía
y levanta la suya. Choco mi copa con la suya y bebo un
sorbo.

"Gracias”.

Murmuro en mi vaso: "No sé si te das cuenta de en qué te


has metido al llevarme a Tailandia".

"¿Y eso por qué?"


Página 840 de 982
"Soy stripper en Tailandia, ¿sabes?".

Su ceja se alza como impresionado.

"¿En serio?"

“Ajá” –Sonrío, orgullosa de mí misma.

Él da un sorbo a su margarita.

“Bueno, anal con una stripper, me parece bien”.

Toso y resoplo por la nariz.

“Aah… no. Tu stripper no hace eso”.

Sus ojos brillan con picardía.

“¿Por qué?”

“Nunca lo he hecho”.

“¿Qué?”

Sacudo la cabeza.

“¿Qué… nunca?”.

Página 841 de 982


Frunce el ceño, fascinado.
Sacudo la cabeza y tengo la sensación de que acabo de
ponerme una diana en el culo… literalmente.
Sonríe y levanta la copa en un brindis silencioso por mí, y
me ruborizo al imaginármelo.
Es demasiado grande para eso…
Ni siquiera puedo… Acabaría en el hospital, seguro.
Caramba.
Tengo que cambiar de tema.

“¿Dónde estamos sentados en el avión?”

“Adelante, business.”

“¿Volamos en clase ejecutiva?” –Chillo.

Me besa las yemas de los dedos. Sus ojos sensuales se


detienen en los míos.

“Sólo lo mejor para mi mujer”.

Miro hacia la puerta con impaciencia.

“Vamos a perderlo”.

La gente hace cola para subir al avión.


Henley está leyendo el periódico, sin ninguna prisa.

Página 842 de 982


“No vamos a perderlo”.

“Si nos lo perdemos…”

Pone los ojos en blanco y sigue leyendo. Veo cómo


embarca más gente.

“Henley…”

“No me gusta subir a un avión demasiado pronto”.

“¿Por qué no?”

“Porque ya llevas mucho tiempo allí. Ten paciencia, mujer”.

Exhalo pesadamente. Si lo perdemos, me vuelvo loca.


Durante los siguientes quince minutos, veo como la cola
disminuye.

“Última llamada de embarque para el vuelo 282 a Phuket”.

Abro los ojos con impaciencia.

“Ya podemos irnos”.

Se levanta y me lleva a la puerta de embarque; le pasamos


los billetes a la azafata, que los escanea.

Página 843 de 982


“Hola, Sr. James, bienvenido a bordo”.

Me sonríe.

“Hola”.

“Hola” –Sonrío.

Gracias a Dios.
Méteme ya en el avión.
Caminamos por el pasillo hacia el avión.

“Estoy nerviosa” –susurro mientras agarro la mano de


Henley.

“¿Por qué?”

“Nunca he volado en business”.

“¿Eso te pone nerviosa?”.

Frunce el ceño mientras entramos en el avión.

“Ajá”.

“Raro” –dice.

“Sr. James, éste es usted”.


Página 844 de 982
Señala una silla en la parte delantera.

“Y ésta es usted, Srta. Drinkwater”.

Miro los dos amplios asientos de cuero en su propio


cubículo. Hay un elegante biombo entre nuestras dos sillas.

“Gracias” –Sonrío.

Va a servir a otra persona y mi mirada se dirige a Henley.


Frunce el ceño.

“Hay una mampara de cristal entre nosotros” –susurro


mientras miro a los demás asientos.

“Sí, algunos aviones tienen esta configuración de asientos”


–responde.

“Hubiera preferido estar en clase de ganado, donde puedo


sentarme a tu lado".

Me quita la maleta y la mete en el compartimento superior.

“Estaré encima de ti diez días. Disfruta de la paz”.

Me besa rápidamente y me sienta.

“Abróchate el cinturón” –me dice.


Página 845 de 982
Pongo los ojos en blanco y hago lo que me dice.
Coge su libro y se sienta a mi lado. Aunque está cerca, no
puedo tocarlo.
Basta, Juliet.
¿Oyes lo necesitada que estás?
El mundo no se va a venir abajo porque no puedas tocar a
tu novio durante un mísero vuelo.
Novio.
Un escalofrío me recorre.
Todavía no puedo creer todo lo que ha pasado en tan poco
tiempo, pero al mismo tiempo siento como si hubiéramos
estado juntos desde siempre.
Extraño pero surrealista.
La azafata se acerca con una bandeja de plata.

"¿Puedo ofrecerle una copa de champán o un zumo de


naranja?".

"Oh."

En un vaso de verdad también.

"Champán, por favor".

Lo cojo y encojo los hombros emocionada.


Echo un vistazo y Henley me guiña un ojo sexy.
Asiento y sonrío.
Que empiece la fiesta.
Página 846 de 982
~*~

el zumbido de fondo es constante.


Todo el mundo en el avión parece estar en modo de
relajación profunda. Yo, no tanto.
He visto dos películas y no he parado de dar vueltas en la
cama. Intenté ver una tercera, pero fui incapaz de
concentrarme, así que la paré a los quince minutos.
Odio quedarme quieta.
Miro a Henley, que sigue leyendo el mismo libro desde hace
horas. Pasa la página, completamente absorto.
¿Cómo consigue concentrarse tanto tiempo?
Uf...
Vuelvo a tumbarme, doy vueltas y vueltas... joder.
Me vuelvo a sentar y Henley me mira.

"¿Qué pasa?" –me dice.

Me encojo de hombros, abatida.


Deja el libro y se da golpecitos en el regazo.
Me doy la vuelta, me inclino y le beso.

"¿Qué pasa?" –pregunta en voz baja mientras me aparta el


pelo de la frente.

"No puedo dormir”.


Página 847 de 982
Me tira hacia su regazo.

"Siéntate conmigo un momento”.

Me acurruco en su regazo y él extiende la manta sobre los


dos.

"Yo también te he echado de menos" –murmura contra mi


sien con un suave beso.

¿Cómo lo ha sabido?
Con sus grandes brazos a mi alrededor, por fin a salvo entre
sus brazos, siento que empiezo a relajarme.
Me abraza con fuerza y cierra los ojos.
Ahora dormimos.

~*~

Henley escanea la llave y la puerta de nuestra cabaña se


abre con un clic.
Santo...

"Dios mío" –susurro mientras miro a mi alrededor.

Es tan hermoso que no sé dónde concentrarme primero.


Henley sonríe, orgulloso de sí mismo.
Página 848 de 982
"No está mal".

"¿No está mal?"

Suspiro.

"¿Estás de broma? Es espectacular".

La pared del fondo es toda de cristal, con vistas a la vista


más impresionante que he visto nunca. Océano azul,
palmeras y arena blanca. Construida en la playa, es una
cabaña de madera con una enorme terraza, piscina privada
y spa. Mis ojos recorren el interior. Todo es blanco, con
muebles de madera clara. Parece sacado de una casa de
playa de una revista. Entro en el dormitorio y veo una
enorme cama con dosel y un cuarto de baño con bañera.

"Dios mío" –jadeo de nuevo.

"Henley James".

Me río a carcajadas.

"¿Qué tal lo he hecho?"

Sonríe mientras me coge en brazos.

"Lo hiciste bien".


Página 849 de 982
Le beso suavemente.

"Lo hiciste muy bien".

Se ríe entre dientes, se tumba en la cama y da unos


golpecitos a su lado.

"Ni de coña".

Llevo mi bolso al dormitorio.

"Si nos tumbamos ahora, me voy a quedar dormida, y no


quiero tener jet lag. Tenemos que estar despiertos hasta la
noche".

Exhala pesadamente.

"¿Y cómo vamos a hacerlo?"

"Nos vamos a la playa".

"¿Qué, ahora?"

“Ahora mismo”.

Las olas golpean suavemente la orilla y el sonido de las


gaviotas resuena en la distancia.

Página 850 de 982


“Estoy en el cielo”.

“Eso ya lo has dicho”.

“Sólo quería que supieras lo mucho que me gusta este


lugar”.

“Me encanta.”

“¿Sabes también lo mucho que aprecio que hayas


reservado todo?”

“Sí.”

“Y la clase ejecutiva, ni siquiera puedo creer que voláramos


en ejecutiva”.

Pienso un momento.

“Ojalá me hubiera puesto el pijama, ¿sabes?”.

“La próxima vez”.

Sonríe.
Agarro la mano de Henley y le beso el dorso.

“Gracias”.

Página 851 de 982


Vuelvo a besarle la mano.

“Has pensado en todo”.

Henley se apoya en el codo mientras se tumba de lado, su


cuerpo descansa contra el mío.

“Necesitas protección solar”.

Me miro.

“Estaré bien”.

Se incorpora, se echa crema solar en la mano y me frota la


espalda con ella. Sonrío al sentir sus manos en mi piel.
Empieza a frotarme despacio la parte superior de los
muslos. Las yemas de sus dedos rozan mi sexo.

“Cuidado, estamos en otro país” –murmuro.

“Harás que nos detengan".

"¿Cuál sería el cargo? ¿Orgasear en público por frotarle


crema solar a mi novia?”.

“Exactamente eso”.

Sonrío soñolienta.
Página 852 de 982
“Ves, te dije que te acostumbrarías”.

“¿Acostumbrarme a qué?”

Desliza los dedos por debajo de la parte superior de mi


bikini y me pellizca el pezón. Me retuerzo ante la sensación.

“A decir la palabra novia”.

“Meh”.

Sonríe mientras se concentra en su tarea.

“Sigue siendo una palabra corriente. Esposa es más una


flexión”.

Abro los ojos y le miro. Grandes ojos marrones. Su pelo


oscuro está revuelto por el mar salado. Su piel ondulada ya
está dorada y resplandeciente por haber tomado el sol hoy.
¿Cómo puede alguien ser tan increíblemente guapo?

“Mi mujer es mucho más flexible” –susurro, distraída por su


belleza.

Su mirada sigue su mano mientras sigue aplicando la loción.

“¿Dónde te ves dentro de cinco años?” –pregunta.

Página 853 de 982


“Casada con el amor de mi vida” –respondo sin dudar.

“Espero que embarazada, si es que tenemos hijos. Si no los


tenemos, viajar por el mundo con mi marido también suena
muy bien”.

Sus dedos siguen recorriendo mi piel.

“¿Dónde te ves?” –le pregunto.

Abre la boca para decir algo y luego la cierra como si dudara


de sus pensamientos.

“Dime…”

“No lo sé”.

Le observo.

“Sí que lo sabes. Al menos tienes una idea”.

“Últimamente” -se encoge de hombros, con los ojos aún


siguiendo sus manos- “veo un futuro muy distinto del que
siempre pensé que tendría”.

Levanto la mano y le paso los dedos por la barba oscura.

"¿Y cómo te hace sentir eso?".


Página 854 de 982
Vuelve a encogerse de hombros y guarda silencio. . .

"¿Aterrorizado, horrorizado o simplemente petrificado?".

Sonrío.
Sus ojos se elevan para encontrarse con los míos.

"Emocionado".

Sonrío suavemente a mi hermoso hombre.


¿Qué?

"Tenemos mucho por lo que estar emocionados, Hen.


¿Verdad?”

Él asiente.

"Entonces, ¿quién es la afortunado?" –bromeo.

Sus ojos bailan de placer.

"Una chica amante de los tríos que conocí en una fiesta de


intercambio de parejas hace un tiempo".

Me río. Este hombre me mata.

"Es una chica con suerte".

Página 855 de 982


"Puede ser."

Se inclina y me besa, sus labios se posan sobre los míos.

"Deberíamos follar ahora".

Sonrío contra sus labios.

"Estamos esperando hasta que volvamos de cenar esta


noche, o me quedaré dormida y no saldré".

Exhala con disgusto y rueda sobre su espalda.

"Mi swinger amante de los tríos no diría eso. Le encantaría


chupármela, aquí y ahora".

Suelto una risita.

"¿Quién, la futura señora James?".

"Es ella."

"Quizá la encuentres en el hotel".

Me da una palmada en el trasero.

"Vámonos."

Página 856 de 982


Henley

me siento en la terraza con vistas al océano.


¿Qué hace ahí dentro?
Miro el reloj; está tardando una eternidad en arreglarse.
Nunca me había sentido tan relajado y saciado.
Este viaje era realmente necesario. No me había dado
cuenta de cuánto necesitaba irme.
El viento me agita el pelo y sonrío. Vuelvo a mirar el reloj.
Vamos a llegar tarde. ¿Qué demonios hace ahí dentro?
Vuelvo al dormitorio y abro la puerta del baño; doy un paso
atrás. ¿Pero qué...? Juliet lleva una peluca larga y oscura y
toda la cara maquillada. Lleva medias blancas de tirantes y
un sujetador transparente a juego. Mis ojos bajan por su
cuerpo y me quedo con la boca abierta.
Esto es tan inesperado...
Se inclina sobre el lavabo y mis ojos se cruzan con los
suyos en el espejo mientras mi polla empieza a palpitar. Se
gira y se arrodilla delante de mí.

"Swinger amante de los tríos a su servicio, señor".

Me desabrocha los pantalones y me mete en su boca


mientras me aprieta con fuerza.
Página 857 de 982
Mi cabeza se inclina hacia atrás en éxtasis.

"Joder".

Le agarro la cara con las dos manos y me deslizo hasta el


fondo de su garganta. Miro fijamente su hermoso rostro, tan
inocente y dulce, y sin embargo la sucia, sucia puta que
necesito.
Sé exactamente dónde estaré dentro de cinco años.
Casado con ella.

Página 858 de 982


CAPÍTUlO 25

¿ qué?
Me chupa con fuerza y aprieto la polla contra su garganta
mientras mi cuerpo se apodera de ella.
La necesidad de follar hace estragos en mi alma.
Esto es una trampa. Las paredes empiezan a cerrarse a mi
alrededor: su peluca oscura, la lencería. Su boca perfecta.
Sus ojos se cierran mientras me chupa y sorbe
ruidosamente.

"Sabes tan bien".

Quiere casarse.
Se abre de piernas en el suelo, la pongo en pie, la giro hacia
el espejo y la inclino. Froto mi dedo sobre su culo perfecto.
La quiero aquí.
Quiero que se sienta tan vulnerable como yo.
Gime y echa la cabeza hacia atrás de placer.
Odio no poder controlarme con ella. Cuando estamos en el
momento, que ahora es todo el puto tiempo... ella es mi
dueña. Y lo sabe, joder.
Oigo los latidos de mi corazón en los oídos mientras la
excitación se apodera de mí.
Página 859 de 982
Levanto la pierna, la apoyo en el lavabo y deslizo el dedo
hasta el fondo de su culo. Mi polla llora de anticipación. Sus
ojos se oscurecen al ver los míos en el espejo. Le agarro un
puñado del oscuro pelo acrílico.

"Deja de hacerte la inocente, Juliet".

Echa la cabeza hacia atrás y gime.

"Quieres mi polla hasta el fondo de tu culo".

La masturbo con fuerza.

"¿A que sí?"

Gime.

"Dilo" –gruño.

Algo se ha apoderado de mí, algo oscuro y siniestro, mis


viejos rasgos regresan. Ya no puedo ser amable con ella.
Soy quien soy. La quiero aquí, así. Ahora mismo.
Me sitúo en su entrada trasera.

"No" –grita.

Mis ojos se encuentran con los suyos en el espejo.

Página 860 de 982


"Así no”.

Me devuelve al momento.

"A la mierda".

La inclino y me abalanzo sobre su sexo. Los músculos de su


cuerpo se agitan a mi alrededor. Veo estrellas. Todas las
putas estrellas... y las odio. Y en este momento, la odio por
lo débil que me hace.
La llevo a la cama y le doy bien duro, como se merece.
Grita mientras la llevo al orgasmo una y otra vez, y maldita
sea. Me contengo profundamente mientras un orgasmo
estremecedor me atraviesa. Me quedo sin aliento, jadeando,
cubierto de sudor.
Me salgo y ruedo sobre ella.
Nos quedamos en silencio, los dos jadeando.
Finalmente me levanto, entro en el cuarto de baño y abro la
ducha. Necesito mentalizarme de lo nuestro... y rápido.

JUlIeT

me despierta sobresaltada. La habitación está a oscuras y,


desorientada, miro a mi alrededor.
Página 861 de 982
¿Qué hora es?
Me ruge el estómago. Tengo hambre... me muero de
hambre. No hemos llegado a cenar.
El agotamiento se apodera de mí. No recuerdo nada
después de...
Miro al hombre que está a mi lado, durmiendo plácidamente
boca arriba. Mi estómago vuelve a rugir.
Necesito comer algo.
Me levanto de la cama, cojo el albornoz, salgo de puntillas
del dormitorio y cierro suavemente la puerta tras de mí. La
cabaña está iluminada. Hay luna llena y la luz baila por las
paredes al reflejarse en el océano. El suave murmullo del
océano resuena con fuerza. Es perfecto.
Enciendo la lámpara y encuentro un gran bol de fruta en la
nevera. Me la voy a comer entera. Abro la puerta corredera
y me asomo a la oscuridad, quieta y silenciosa.
Me da un poco de miedo, la verdad. Un poco de miedo, si
soy honesta. No estoy segura de si es seguro sentarse aquí
solo por la noche. ¿Quién sabe lo que hay ahí fuera?
Miro la hora en mi teléfono: 3:00 a.m. La hora bruja. Estar
en otro país es inquietante. Estoy segura de que no pasaría
nada, pero. . . Decido no sentarme fuera y vuelvo a entrar.
Cierro la puerta y me siento en el suelo, con las piernas
cruzadas. Pelo el plátano y miro hacia el mar mientras
como. Tengo la mente en vilo. Algo ha pasado esta noche...
Todo iba bien, y entonces... Henley se alejó, volvió a sus
viejos hábitos. Protegiéndose a toda costa.

Página 862 de 982


Maldito sea ese estúpido agente de facturación llamándome
su mujer. Supe en ese momento que lo iba a asustar. Pero
en ese momento, él dijo que le gustaba que me llamara
así... y como era de esperar, a mí también.
Recuerdo mi pequeño sketch de disfraces. ¿Fue eso? ¿Fui
demasiado lejos? Parecía encantarle... físicamente, le
gustaba. Emocionalmente, ni siquiera estaba en el mismo
edificio. Es su corazón lo que quiero, y algunos días
estamos allí, pero ¿cómo diablos llego a él todos los días?
Cada vez que nos acercamos, vuelve a levantar sus muros.
Sé que lo está intentando.
Estamos juntos en unas vacaciones que él organizó. Ha
recorrido un largo camino en muy poco tiempo. Sólo han
pasado un par de semanas; son dieciocho años de un
patrón de comportamiento que tenemos que romper.
Claro que le va a llevar algún tiempo adaptarse. Le doy
demasiadas vueltas.
Me como lentamente la fruta y me siento en el suelo en la
oscuridad, contemplando una vida con Henley James.
¿Siempre será así con él? Tres pasos adelante, un paso
atrás. Quiero decir, ¿cómo puedo quejarme? Su dominio
sexual es tan perfecto.
Me recuesto en el suelo y escucho el océano. Es tan
ruidoso. Como un anfiteatro, el sonido resuena en la playa.
Me invade un sentimiento de melancolía, lo cual es extraño
porque sabía en lo que me estaba metiendo con él. Sin
embargo, cuando se aleja... duele.
¿Qué pasa si nunca supera esto?
Página 863 de 982
¿Qué pasa si me paso los próximos diez años intentando
que me deje entrar, sólo para que se dé la vuelta y me deje
de todos modos?
La puerta del dormitorio se abre y aparece Henley. Está
desnudo, con el pelo revuelto, y frunce el ceño cuando me
ve sentada en el suelo. Sin mediar palabra, se sienta a mi
lado y ambos miramos al mar. La sensación entre nosotros
es de pesar. Él lo sabe. Sabe cómo me hace sentir cuando
se desmaya durante el sexo. Nos quedamos en silencio
durante un buen rato, sumidos en nuestros propios
pensamientos. Para ser sincera, me sentía mejor cuando él
aún dormía, porque al menos entonces pensaba que todo
esto estaba en mi cabeza. Ahora sé que no.

"¿Por qué estás así?" –Le susurro.

"No lo sé".

Silencio.

"¿Quieres estar así?" –pregunto.

"No."

"Háblame".

Mis ojos buscan los suyos.

Página 864 de 982


"Dime lo que hay en tu corazón".

"Mi corazón no es el problema".

Frunzo el ceño mientras escucho.

"Mi cabeza se interpone en el camino".

"¿Qué ha pasado esta noche?"

Se queda callado. Aprieta la mandíbula como si se estuviera


conteniendo.

"Hen, si vamos a funcionar, tienes que hablar conmigo.


Tenemos que tener una línea de comunicación clara y
abierta".

Él escucha pero permanece en silencio. "

¿Cuál fue el detonante esta noche? ¿Qué te hizo estallar?"

Sacude sutilmente la cabeza.


En serio... esto no tiene sentido.
Me estoy dando cabezazos contra la pared.
Se tumba en el suelo y se tapa la cara con el antebrazo.

"Tuve un pensamiento fugaz en el que supe dónde quería


estar dentro de cinco años" –murmura.
Página 865 de 982
Oh, no... no quiere esto.
Asustada por la respuesta, hago la pregunta.

"¿Y dónde era eso?"

"Casada... contigo".

Frunzo el ceño. No es la respuesta que esperaba.

"¿Y eso... ?"

"Me jodió la cabeza".

Asiento con la cabeza cuando empiezo a entender.

"Lo estás procesando".

"¿Procesando qué... que soy un completo gilipollas?".

Sonrío suavemente mientras me tumbo a su lado.

"Que las cosas están cambiando".

Nos quedamos un rato en silencio.

"No sé cómo apagar la cabeza".

Suspira.
Página 866 de 982
"Pues no lo hagas".

Frunce el ceño.

"Henley, que sientas algo por mí no significa que estés fuera


de control".

"Seguro que lo parece".

Me pongo de lado para poder verle la cara.

"¿Qué se siente?"

Piensa un momento mientras intenta articularlo.

"Como si por fin se hubieran abierto las compuertas y, como


consecuencia, estuviera a punto de ahogarme".

"¿Porque te has estado ocultando a todo el mundo durante


tanto tiempo?".

Asiente.
Permanezco en silencio mientras intento pensar qué decir.

"Soy un tipo de persona de todo o nada, Jules. En cuanto a


las relaciones, siempre he sido nada".

Escucho.
Página 867 de 982
"Es que..."

Suelta un suspiro desinflado.

"Voy demasiado rápido. Esto no es..."

Se interrumpe.

"No debería... “

"¿Tienes miedo de que todo lo tuyo... sea demasiado?".

Sus ojos buscan los míos y sé que es eso. Es la respuesta


que buscaba.

"Tu todo no es demasiado para mí, Henley. Es lo que yo


también quiero".

Hago una pausa.


¿Lo digo en voz alta? A la mierda. Ponlo todo sobre la mesa.

"Sé que eres el indicado para mí. Lo sé desde hace tiempo.


Quiero casarme, quiero verte en mis hijos y, sobre todo,
quiero lo que merezco, lo que ambos merecemos: ser
felices para siempre".

Frunce el ceño.

Página 868 de 982


"Pero apenas nos conocemos. No es normal sentirse así tan
pronto".

"¿Quién lo dice?"

Le beso suavemente.

"¿Desde cuándo quieres ser normal?".

Su brazo se desliza tiernamente por mi espalda mientras me


mira fijamente.

"Que conste que no puedes ir demasiado rápido para mí.


Soy toda tuya. Estoy aquí, Hen. Lista y esperando".

Me toma la cara entre las manos y me besa, su lengua se


desliza lentamente por mis labios.

"Te amo de verdad" –susurra.

"Intento ser mejor; sé que no lo parece, pero lo hago".

La emoción de sus palabras me hace llorar.

"Lo sé, cariño”.

Le beso suavemente y quiero aligerar el ambiente.

Página 869 de 982


"¿A qué hora nos casamos mañana?”

Esboza una sonrisa que me quita el aliento.

"No bromees. Me siento lo bastante desquiciado como para


querer hacerlo de verdad".

Nos quedamos serios mientras nos miramos fijamente, con


el aire arremolinándose entre nosotros.
Entonces, pregúntame.

"Prométeme algo" –susurro.

"Lo que sea”.

Me besa suavemente.

"Si tienes un momento en el que te asustas. . . sólo tienes


que decir, Juliet, estoy teniendo un momento."

Sus ojos se clavan en los míos.

"Así sabré dónde tienes la cabeza, porque cuando te alejas


de mí en medio de las cosas... es molesto".

Él piensa por un momento y finalmente asiente.

"De acuerdo”.
Página 870 de 982
Se pone de lado, frente a mí, y sus dedos se deslizan por mi
sexo. Su tacto es diferente ahora. Mi Henley ha vuelto, su
ternura ha regresado.

"Lo siento. Lo siento" –susurra como si le doliera.

"No era mi intención. . . ¿Te he hecho daño?"

"Shh" –le tranquilizo.

Le beso suavemente.

"No pasa nada, cariño. No, no me has hecho daño. Te


tengo".

Se gira sobre mí y su cuerpo se desliza profundamente en el


mío.

"Déjame compensarte" –murmura contra mis labios.

"Lo siento”.

Me bombea lentamente. Y aquí mismo, en el suelo, en mitad


de la noche, Henley James me hace el amor lentamente por
primera vez.

"Yo también te amo".

Página 871 de 982


Estaba asustada antes... pero ahora, estoy aterrorizada.
Esto tiene que funcionar porque no puedo perderlo.
Jamás.

~*~

los mercados nocturnos bullen de actividad, y Henley y yo


paseamos, empapándonos del ambiente.
Ha sido un gran día, el mejor.
Entramos en un puesto de conchas y echamos un vistazo;
Henley coge una enorme concha blanca y sonríe mientras la
mira.

"A mi madre le encantaban estas conchas".

"¿Le gustaban?”

Es la primera vez que menciona cómo era ella.

"Sí”.

Lo vuelve a poner en la estantería.

"¿Podemos cogerlo?" –Le pregunto.

"¿Por qué querrías eso?"


Página 872 de 982
"Porque a tu madre le encantaría tener una concha en mi
casa" –digo despreocupadamente mientras sigo mirando a
mi alrededor.

Él frunce la nariz.

"Voy por ella".

Lo llevo al mostrador y pago a la señora mientras él espera


fuera de la tienda. Al final me reúno con él.

"Ya lo tengo" –Sonrío.

Él asiente.

"Vale".

Empezamos a caminar calle arriba.

"¿Puedo hacerte una pregunta?"

"Sí”.

"¿Has ido alguna vez a terapia de duelo . ...ya sabes,


específicamente sobre tu madre".

"No tiene sentido" –dice mientras mira a su alrededor.

Página 873 de 982


"Mi madre murió. Las madres de mucha gente mueren. Ya
he hecho suficiente terapia".

"Sabes, he investigado un poco. Hay un lugar llamado Camp


Angel. Es una instalación específica donde tratan el duelo".

Este lugar es duro. No te dejan salir hasta que estés en


camino a una recuperación total.

"¿Por qué querría ir allí?"

"Para que puedas enfrentarte a tus demonios."

"No necesito ir a un campamento para hacer eso" –Sonríe,


divertido.

"Me enfrento a ellos todos los días".

Oh...

"Sólo era una idea".

Me encojo de hombros.
Me rodea con el brazo y seguimos comprando.
Hurga en su bolsillo y contesta al teléfono con una sonrisa.

"Hola, Jen".

Página 874 de 982


Maldita Jenny. Le ha llamado todos los días, y no ha tenido
nada que ver con el trabajo.

"¿Sí?"

Él escucha mientras yo finjo no hacerlo.

"Hoy es día de playa".

Vuelve a escuchar y se ríe. La zorra celosa que llevo dentro


saca su fea cabeza.
Caminamos por las tiendas mientras él charla alegremente
con ella mientras me coge de la mano. Sé que es inocente.
No estaría tan contento de hablar con ella conmigo aquí si
no lo fuera. Ella... No me fío ni un segundo.
Enrollo el dedo en el aire en señal de que le dé cuerda.

"Tengo que irme, Jen".

"Te echo de menos" –la oigo decir.

"Sí, también".

Sonríe mientras cuelga.


Ella le echa de menos.
Ugh... vete a la mierda, Jenny.

~*~
Página 875 de 982
Crees que conoces a alguien…" –digo subiendo la colina.
"
Henley se ríe y se vuelve hacia mí.

"Vamos, mujer".

"¿Por qué no me dijiste que eras deportista extremo?".

Jadeo y resoplo mientras me arrastro colina arriba.

"Atleta".

Me guiña un ojo.

"Soy un atleta de élite".

"Uf".

Pongo las manos en las caderas para intentar que la cuesta


parezca menos empinada.
¿Recuerdas esas vacaciones de relax bajo el sol que había
planeado en mi cabeza? Resulta que no son éstas.
Henley James no puede relajarse.

"Necesito unas vacaciones para superar mis vacaciones" –


resoplo.

"Deja de lloriquear o te taparé la boca".


Página 876 de 982
"¿Con qué?" –grito mientras subo.

Se agarra la entrepierna.

"De polla".

Suelto una risita.


Hemos ido en moto, en kayak, a escalar montañas, en
parapente, en bicicleta. Lo que se te ocurra, lo hemos
hecho. Nos levantamos por la mañana, tomamos un
desayuno relajante y nos vamos a nadar tranquilamente.
Luego, de alguna manera, me convence para que sea una
persona de parques extremos. Hacemos cosas
adrenalínicas al azar durante todo el día hasta que por fin
nos relajamos en la playa a última hora de la tarde.
Vuelve a bajar la colina, me coge de la mano y empieza a
tirar de mí para que suba con él.
¿A quién quiero engañar? Estas son las mejores vacaciones
de mi vida. Héroe de acción todo el día, haciendo el dulce
amor toda la noche.

"Es aquí arriba" –dice mientras mira un mapa en su teléfono.

"¿Qué es?"

"Una sorpresa".

"Ah."
Página 877 de 982
Encojo los hombros emocionada.

"Me gustan las sorpresas".

Se vuelve hacia mí y saca del bolsillo un antifaz de seda


negra.

"Póntelo".

Me da un vuelco el corazón.

"¿Qué?”

Me pone el antifaz, me coge de la mano y me lleva un poco


más colina arriba.
¿Qué pasa?

"Me encantan las sorpresas".

Sonrío.

"¿Y a ti?"

Me sigue el juego. Dios mío, este es... este es el mejor día


de todos los tiempos. ¿Cuál es la sorpresa? ¿Va a...?

"Ta-da."

Página 878 de 982


Se levanta la máscara. Miro a mi alrededor. Hay un
acantilado escarpado y una tirolina. Un hombre espera con
dos arneses. Se me cae la cara de horror.

"No, no, no”.

Doy un paso atrás.

"Henley, estás drogado si crees que voy a hacer eso".

Sus ojos brillan con picardía.

"Puedes hacerlo".

"Podría" –balbuceo con los ojos desorbitados.

"Pero no quiero".

Se ríe entre dientes, me toma la cara entre las manos y me


besa suavemente.

"Dijiste que te encantaban las sorpresas".

Cuando creo que me lo propones, gilipollas.

"No. De este tipo" –balbuceo.

"Cariño, está bien. Esto va a ser increíble".


Página 879 de 982
"¿Por qué, porque estaré muerta en una zanja en medio de
una selva tropical en algún lugar del Océano Pacífico?".

"El Golfo de Tailandia, en realidad."

Miro hacia el acantilado y me mareo. Doy un gran paso


atrás.

"No. De ninguna manera".

"¿Confías en mí?"

Toma mis dos manos entre las suyas.

"Porque confío en ti. Te estoy siguiendo por el acantilado


todos los días".

"Metafóricamente".

Le abro los ojos de par en par.

"En realidad, no".

"Quererte da mucho más miedo que esto".

Me trago el nudo en la garganta. Cuando lo dice así, maldita


sea... ahora tengo ganas de hacerlo.

Página 880 de 982


"Si me muero... advierto”.

"Yo me ocuparé de Barry".

"Henley" –balbuceo.

Se ríe a carcajadas.

"Yo iré primero".

Se sube al arnés.

"Vamos, nena."

Me tiende la mano.

"Vamos a hacerlo".

Tuerzo los dedos mientras miro al guía, que espera


pacientemente con el arnés.

"¿Compruebas los arneses?" –le pregunto.

"Sí".

"¿Con qué frecuencia?"

Henley se ríe y se abrocha la hebilla.


Página 881 de 982
"¿Quieres relajarte?"

"Lo dice el chico que tiene miedo de una novia" –susurro


enfadada.

"Me estás presionando para que me muera antes de


tiempo".

La picardía se dibuja en su cara.

"Juliet".

Se inclina y me besa con ternura.

"Te amo. No dejaría que te pasara nada. Confía en mí".

"Bien" –susurro.

"Para que lo sepas, voy a poner esto en el marcador, y será


mejor que pagues a lo grande".

Se ríe entre dientes y me abraza.

"Como de cinco quilates" –refunfuño contra su hombro.

Echa la cabeza hacia atrás y suelta una carcajada que


resuena por todo el valle. Y, de algún modo, sé que todo va
a salir bien.
Página 882 de 982
Con el corazón latiéndome con fuerza en el pecho, me
pongo el arnés y escucho las instrucciones.
Juntos nos colocamos en el borde.

"¿Estás lista?” –Me sonríe.

"Tal vez seis quilates" –le digo.

Se ríe y se tira por el borde. Sale volando hacia el valle, con


el sonido de su risa rebotando en las paredes rocosas.
Me da un vuelco el corazón.
Joder.
Hazlo de una vez.
Cierro los ojos y, en contra de mi buen juicio, me suelto del
borde.
Le seguiría a cualquier parte.

Página 883 de 982


Página 884 de 982
CAPÍTUlO 26

el avión se precipita por la pista y suelto un profundo


suspiro. Todo lo bueno se acaba. Nuestras vacaciones
perfectas han terminado. Estamos tan enamorados que los
pequeños contratiempos que hemos tenido mientras
estábamos fuera no han hecho más que estrechar aún más
nuestros lazos. Esto es todo para nosotros, y ambos lo
sabemos. Henley ha aprendido que puede seguir siendo
sexualmente dominante y estar enamorado de mí. No hay
líneas, ni una cosa ni la otra. De alguna manera en su
mente pensaba que tenía que elegir, amarme... o
dominarme en la cama, y estaba luchando. Incapaz de
elegir entre el sexo que necesita y el amor que quiere.
Finalmente hemos encontrado nuestro lugar feliz donde
podemos tenerlo todo. Me quiere tanto y, sin embargo,
ahora tiene la libertad de follarme como si me odiara... y es
tan jodidamente bueno.
Miro a mi compañero de viaje; sonríe y me guiña un ojo
sexy. Es exasperante. ¿Cómo puede tener tan buen aspecto
después de un vuelo estúpidamente largo? Yo parezco un
animal atropellado, y él está ahí con aspecto de modelo de
GQ.

Página 885 de 982


"Bienvenidos al Aeropuerto Internacional de Los Ángeles.
Gracias por volar con nosotros y esperamos volver a
recibirles muy pronto" –dice la voz por megafonía.

Salimos del avión y pasamos la aduana con el piloto


automático.

"Estoy deseando meterme en la cama".

Suspiro.

"Estoy agotadísima".

"Lo sé, nena".

Henley me rodea con el brazo y me acerca para besarme la


sien.

"Pronto".

Duermo en el coche de camino a casa.

"Ya estamos en casa".

Henley me despierta antes de meter nuestras maletas


dentro. Intento terminar de despertarme lo suficiente para
salir del coche.
Maldita sea, estoy destrozada.
Página 886 de 982
Barry está dando saltos y emocionado de ver a Henley
cuando abre la puerta.

"Hola, grano en el culo" –dice mientras se palmea la cabeza.

Pongo los ojos en blanco. Puede hacerse el duro todo lo


que quiera, pero yo sé la verdad.
Chloe se ha ido a casa hoy, sabiendo que estaríamos aquí
esta noche. Le debo un riñón por hacer esto por nosotros.
Estoy deseando verla mañana.
Barry salta emocionado.

"Hola, hola" –le canto.

Me tumbo en el sofá y le abrazo fuerte.

"Te he echado de menos, ¿tú a mí?".

"No he echado de menos tu voz de bebé de Barry, eso


seguro" –murmura Henley secamente.

Suelto una risita.


Es verdad. Barry saca el habla de bebé que hay en mí. Él y
yo hablamos otro idioma. Hablamos como cachorros.

"A la cama".

Página 887 de 982


Henley me agarra de los hombros y los encara hacia las
escaleras.

"Comeré algo y me levantaré".

"Vale".

Le rodeo el cuello con los brazos y le beso suavemente. Sus


manos van a mi trasero.

"Muchas gracias. Me lo he pasado muy bien".

"Yo también".

Sonríe contra mis labios.

"¿Podemos volver el año que viene?"

"De acuerdo”.

"Te amo."

"Yo también te amo. Subiré pronto".

Subo las escaleras y oigo su voz.

"Hola, sí, acabo de volver".

Página 888 de 982


Frunzo el ceño. ¿Con quién está hablando? Me detengo en
el sitio mientras intento escuchar. ¿Quién le llamaría tan
tarde? Jenny. Habla con ella mientras camina organizando
las cosas. ¿Por qué le llama por la noche? Suelta una risita
baja.

"Sí, lo sé".

¿Y por qué le contesta como si fuera su amiga perdida?


Después de la mejor semana de mi vida, vuelvo a casa con
la realidad de que la asistente personal de mi novio va
detrás de él. Pero, ¿es ella... o soy yo la insegura?
Probablemente un poco de las dos cosas.

"Tú también, ¿eh?"

Oigo la voz baja de Henley.

¿Tú también qué?

"Adiós, Jen".

Subo rápidamente las escaleras de puntillas y me meto en


la ducha. No quiero que sepa que le he oído hablar por
teléfono, y lo último que quiero es pelearme con él por ella...
pero necesito más información.
Me ducho rápidamente, me meto en la cama y finjo leer mi
libro mientras mi mente corre a mil por hora.
Página 889 de 982
Por fin llega a la cama.

"Hola”.

Sonríe al entrar en mi habitación.

"Creía que ya estarías dormida".

Se sienta a un lado de la cama, me besa y me coloca un


mechón de pelo detrás de la oreja.

"Me he vuelto a despertar sola”.

Levanto el libro.

"Pensé en leer un poco".

"Vale."

Me vuelve a besar, enchufa el móvil a la mesilla y entra en el


baño. Oigo el ruido de la ducha y miro su teléfono.
Ojalá supiera el código para poder ver cuántas veces le
llama al día.
Basta.
No seas esa persona.
No seré la novia celosa e insegura, por muy enamorada que
esté.

Página 890 de 982


Henley se ducha y entra en el dormitorio con la toalla blanca
alrededor de la cintura.

"¿Estás deseando volver al trabajo mañana?" –le pregunto


con indiferencia.

"Sí, supongo" –responde Henley mientras camina


ordenando.

Dobla mi ropa que estaba en el suelo y la deja sobre la silla.

"¿Cuánto tiempo lleva Jenny trabajando para ti?".

Me hago la desinteresada por la respuesta.

"No lo sé, doce años".

"¿Doce años?" –Jadeo.

"¿Tienes tu negocio desde hace doce años?".

"No, ella y yo trabajamos juntos en otra empresa, y luego


nos fuimos los dos a trabajar a otra empresa antes de
pedirle que viniera a trabajar para mí".

Me pone los zapatos en el fondo del armario.

Página 891 de 982


"Tenemos que remodelar este armario. Me está volviendo
loco. Demasiado difícil de mantener organizado".

Me importa una mierda organizar el puto armario.

"¿Así que has trabajado con ella en tres empresas?"

"Ajá".

"Deben de estar muy unidos. . ."

Tuerzo los labios para ocultar mi desaprobación.

"Es una buena amiga".

Se mete en la cama a mi lado.

"¿Confías en ella?"

Frunce el ceño.

"Claro que confío en ella".

Ya somos uno.

"¿A qué viene ese repentino interés por Jenny?" –pregunta


mientras me rodea con el brazo.

Página 892 de 982


"Ella sólo..."

Hago una pausa mientras intento ordenar mis


pensamientos.

"Te llama mucho”.

"Se preocupa por mí. Durante mucho tiempo ha sido la


única mujer de mi vida".

Parpadeo, sorprendida.

"Ahora soy la única mujer de tu vida, Henley".

Sonríe y se acurruca contra mí.

"Lo sé, cariño".

Me besa el brazo.

"Es bonito que estés celosa de ella. Pero no tienes por qué
estarlo. Soy tuyo y sólo tuyo".

"No estoy celosa de ella" –miento.

Verde de envidia, en realidad.

"Buenas noches, cariño" –dice mientras se acuesta.


Página 893 de 982
Apaga la lámpara y cierra los ojos.

"Estoy agotado”.

Me mira.

"¿Cómo es que sigues despierta?”

Porque me estoy imaginando cómo quemar viva a Jenny en


la hoguera.

"No estoy cansada”.

Finjo otra sonrisa.

"Buenas noches”.

A los cinco minutos Henley está profundamente dormido y


mi mente se acelera.
Odio que tenga esa amistad con ella y que trabaje con ella...
y que lo vea todos los días y que sepa que no está de mi
lado. Pero más que eso, odio a las novias celosas e
inseguras. Tengo que dejar ir este miedo. Yo no soy así.

~*~
Así que supongo que ya está".
"

Página 894 de 982


Rebecca se encoge de hombros. Estamos tomando unas
copas en mi casa antes de ir a la fiesta callejera.

"¿Qué esperaba que hiciera?" –continúa.

Chloe y yo la escuchamos atentamente. Rebecca se ha


reunido hoy con John y le ha pedido el divorcio.

"¿Qué pasó entonces?".

Chloe toma la mano de Rebecca entre las suyas.

"Lloró y suplicó otra oportunidad".

Ella exhala profundamente.

"Y lo patético es que si no supiera a ciencia cierta que


seguía viéndola, probablemente habría intentado
perdonarle".

Nos quedamos en silencio, perdidas en nuestros propios


pensamientos.

"Me siento como una mierda de persona fracasada".

Rebecca suspira.

"No has hecho nada malo, Bec. Lo sabes, ¿verdad?".


Página 895 de 982
"Puse un rastreador en su coche. Eso no está bien. No soy
inocente en todo esto. Estaba espiando a mi propio marido.
Todavía lo hago."

"Porque se acostaba con otra" –jadea Chloe.

"Date un puto respiro. ¿Qué se suponía que tenías que


hacer, creerte las mentiras y seguir casada con un adúltero
toda tu vida? Y en cuanto a no decírselo ahora, tienes
mucha suerte de no haberlo hecho. Lo habrías perdonado
sólo para que te rompiera el corazón de nuevo cuando lo
descubrieras. Nunca ha parado. La ha estado viendo todo el
tiempo. Claro que la despidió del trabajo, pero sigue yendo
por allí todas las noches. No es sólo sexo, obviamente
tienen algún tipo de relación".

"Lo sé. No puedo creer que después de todo esto... siga


mintiendo".

Los ojos de Rebecca se llenan de lágrimas.

"Nunca me vi como una persona divorciada, ¿sabes?"

"Lo sé, cariño".

Sonrío con tristeza.

Página 896 de 982


"No creo que nadie lo haga nunca. Pero lo bueno es que
esto es una gran lección sobre lo que no quieres en la vida".

Rebecca abre los ojos.

"Tienes razón".

Chloe carga su vaso en el aire.

"No más sórdidos".

"Ninguno".

Sonrío a Rebecca, tan hermosa incluso cuando está tan


rota.

"Eso es. . . He terminado con los hombres, he terminado".

Chloe arruga la nariz.

"Ojalá yo acabara... el problema es que me gustan las


pollas".

Todas nos reímos.

"¿Qué pasa con la fiesta callejera de Henley esta noche?".

Rebecca frunce el ceño.


Página 897 de 982
"No es propio de él hacer de anfitrión".

"Lo sé, yo pensé lo mismo".

Me encojo de hombros y miro el reloj.

"Deberíamos ir pronto".

"Una copa más".

Chloe rellena nuestras copas.

"Te vas a poner bien, Bec" –le digo.

"¿Lo estaré?"

Rebecca sonríe esperanzada.

"Nos aseguraremos de ello".

Henley

De acuerdo".
"
Miro alrededor de mi salón.
Página 898 de 982
"Los cócteles están listos, los canapés fuera".

Me froto las manos.

"Creo que ya está todo listo".

Blake mira a su alrededor mientras da un sorbo a su bebida.

"¿Dónde están las chicas?"

"En casa de Juliet. Están tomando unas copas antes de


venir".

"Rebecca todavía viene, ¿verdad?"

Los ojos de Antony y los míos se encuentran, y hago un sutil


movimiento con la cabeza.

"Sí. Pero no se te permite hablar con ella".

“Puedo hablar con ella si quiero” –suelta, indignado.

Finjo una sonrisa y la suelto de inmediato.

“Ve por Taryn”.

“No quiero a la maldita Taryn”.

Página 899 de 982


“No le gustas a Rebecca”.

Ant pone los ojos en blanco.

“Esa es la mitad de la diversión” –dice Blake con naturalidad


mientras mira a su alrededor.

“Toc, toc” –dice una voz desde la puerta principal.

“Entra, Winston” –digo.

La puerta se abre y él entra. Entorno los labios para ocultar


la sonrisa. Winston tiene al menos ochenta años, es muy
delgado y tiene el pelo canoso, que peina en un mal intento
de ocultar su calva. Lleva unos vaqueros azules ajustados y
un polo blanco.

“Estás muy elegante esta noche, Winston”.

Sonrío.

“Gracias”.

Sonríe orgulloso mientras se mira.

“Pensé en arreglarme para la ocasión".

"Bien por ti" –respondo.


Página 900 de 982
"Espera".

Blake frunce el ceño.

“¿Hay una ocasión?”

“Sí, hay una ocasión”.

Ensancho los ojos.

“¿Me escuchas en absoluto?”

“Está claro que no”.

Frunce el ceño.

“¿Cuál es la maldita ocasión?”

Sus ojos se dirigen a Ant.

“Espera un minuto, esta no es tu boda, ¿verdad? Como…


no estás haciendo esa tonta cosa sorpresa, ¿verdad?”

“Dios mío”.

Me pellizco el puente de la nariz.

Página 901 de 982


“Nadie sabe que Juliet y yo estamos juntos” –susurro
enfadado.

“¿Cómo puede ser esto una puta boda, idiota?”.

Se pone la mano sobre el corazón.

“Gracias a Dios. Pensé que habías perdido la cabeza por un


segundo”.

“Hola, chicos” –Carol llama mientras entra por la puerta con


una bandeja de quiches.

“Esto es muy amable de tu parte, Henley. He hecho tu


favorito, querido”.

“Hola, Carol”.

Le beso la mejilla y le cojo la bandeja.

“Gracias. Pondré esto en la mesa de atrás”.

“Hola, Dr. Grayson” –dice Winston al acercarse.

“¿Puedo hablar con usted un momento?”.

“Llámame Blake” –responde.

Página 902 de 982


Winston nos mira.

“En privado”.

Blake frunce el ceño.

“De acuerdo”.

Se hacen a un lado y Winston empieza a susurrarle al oído.

“¿Qué es eso?” –Antony dice mientras los observa.

“No tengo ni idea”.

Saco el móvil y le mando un mensaje a Juliet.

¿Dónde está mi chica?

“Henley” –dice Taryn mientras se acerca y me abraza.

“Oh, me encanta venir a tu casa. Es como volver a casa.


Esta casa es tan mía”.

Difícilmente.
Antony echa la cabeza hacia atrás para beber su cerveza
con un sutil respingo.
Le quito los brazos a Taryn.

Página 903 de 982


“Deberías tomar algo, Taryn”.

“¿Vienes?”

Mueve las pestañas. No entiendo por qué piensa que eso es


atractivo.

“Claro, dame un minuto, y voy para allá.”

Ella se va, y Blake vuelve a nosotros.

“¿Qué fue eso?” –Antony le pregunta.

Blake se inclina para que nadie pueda oírnos.

“Resulta que Winston es un bicho raro en las sábanas”.

“¿Qué?”

“Quiere una receta de Viagra”.

“Me estás tomando el pelo” –respondo, fascinado.

“¿A quién coño se folla Winston?”.

“Ni idea, dice que tiene muchas opciones”.

Página 904 de 982


Golpea su botella de cerveza con la mía y luego con la de
Antony.

“Goles”.

Los ojos de Antony se clavan en Winston mientras habla con


la gente.

“¿Qué tipo de opciones?”

Blake mira a su alrededor despreocupadamente.

"No lo sé. Se está tirando de abuelita en abuelita a diestro y


siniestro, por lo visto".

Resoplo mi cerveza por la nariz, y Antony estalla en


carcajadas.

"Esa es una frase que nunca pensé que oiría".

"¿Así que se la diste?" –pregunto.

"¿Qué?"

"La receta".

"Tengo que examinarlo primero. No quiero que el cabrón se


muera de un infarto en mitad del acto".
Página 905 de 982
"Buen punto."

Mason aparece en la puerta.

"Hola" –grita mientras hace una gran entrada.

"Hola, Mason" –gritan todos en respuesta.

"Que me jodan" –murmura Blake en voz baja.

"¿Por qué habla tan alto? No estamos sordos, idiota".

"No me había dado cuenta antes, pero. . . "

Me encojo de hombros.

"Tienes razón, lo hace".

"Agradece que no se haya quitado la camiseta" –murmura


Antony mientras lo mira de arriba abajo.

Me río entre dientes.

"¿Te sientes inferior, Ant?".

"No."

Da un sorbo a su cerveza.
Página 906 de 982
"Sólo flaco".

"¿Quién es?"

Blake frunce el ceño hacia la puerta cuando alguien entra.


Mis ojos se dirigen al chico guapo que acaba de llegar.

"Oh, ese es Liam, el hermano de Juliet. ¿Recuerdas con el


que creía que estaba prometida? Resulta que no es un mal
tipo".

"¿Dónde está su novia?"

"Murió".

Blake curva el labio con disgusto mientras le mira de arriba


abajo.

"¿Por qué le has invitado?".

"Porque es el hermano de Juliet".

Ensancho los ojos.

"Compórtate".

"Si intenta ligar con Rebeca, estás muerto, joder" –susurra


enfadado.
Página 907 de 982
"A las chicas les encanta esa mierda del duelo".

"Eres tan jodidamente tonto que no puedo ni soportarlo" –


susurro.

"No le gustas".

"Dame tiempo".

Pone los labios en blanco mientras mira alrededor de la


habitación.

"No me jodas".

Ant pone los ojos en blanco.

"Acabo de tener que vivir la cagada de Henley con su


vecina".

Me hace un gesto.

"Si quieres salir con Rebecca, me mudo de calle. No puedo


con el drama".

"Bien. Vete a la mierda" –responde Blake.

"De todas formas eres aburrido".

Página 908 de 982


"¿Qué quieres decir con mi espectáculo de mierda?" –
espeto, ofendido.

"Oh, déjame pensar... no puedes dejar de pensar en ella,


pero no la quieres. No la quieres, pero sigues saltando la
valla. Su perro cree que vive en tu casa. La odias, pero es el
mejor sexo de tu vida: ¿necesito seguir y seguir y seguir?".

Pone los ojos en blanco de forma dramática.


Yo sonrío.
En realidad, fue un poco así.

"Bueno... ahora la quiero. Así que mi espectáculo de mierda


resultó exactamente como debía".

"Has tenido suerte" –responde Ant.

"No sé cómo te ha aguantado tanto tiempo".

Sonrío.

"Yo tampoco. Yo tampoco".

"Hablando del diablo" –susurra Blake.

Nos giramos para ver a Juliet entrar por la puerta.


Lleva un vestido blanco vaporoso, el pelo recogido en un
moño desordenado y unos grandes pendientes de aro
Página 909 de 982
dorados. Se ríe y besa a Winston mientras le saluda. Y es la
mejor risa; la felicidad rezuma de cada una de sus células.
La siento hasta en los huesos. Cuando la miro, casi se me
sale el corazón del pecho. Es como si la rodeara un aura
rosa resplandeciente, llena de amor y ternura. Nunca había
conocido a alguien tan hermosa por dentro como por fuera.
Me mira y nuestras miradas se cruzan. Esboza una amplia
sonrisa y el tiempo se detiene.

"Es tan jodidamente perfecta que no puedo soportarlo" –


susurro a mis amigos.

"Oh, Dios".

Blake pone los ojos en blanco.

"No me hagas pasar por eso. ¿Quién eres y qué has hecho
con Henley? Creo que me gustabas más cuando estabas
jodido".

Me río entre dientes.

"Eres jodidamente patético, tío. Contrólate".

Ant hace una mueca de dolor.


En lo que respecta a Juliet, soy totalmente patético. No
puedo negarlo. Ni querría hacerlo.

Página 910 de 982


"Coño azotado" –murmura Blake en voz baja.

Sonrío, porque nunca se ha dicho una palabra más cierta.

"Felizmente".

JUlIeT

mis ojos se encuentran con los de Henley, y me lanza la


mejor mirada de "ven y fóllame" de toda la historia.
La siento hasta en los dedos de los pies.
Se acerca inmediatamente.

"Hola, Chloe. Hola, Rebecca".

"Hola”.

Las dos sonríen.

"Hola, Srta. Drinkwater".

Sus ojos parpadean con picardía.

Página 911 de 982


"Hola, Sr. James."

Sus ojos bajan por mi cuerpo y vuelven a mi cara.

"Estás preciosa".

"Gracias."

Sonrío. Se inclina y acerca su boca a mi oreja.

"Tan guapa como para comértela".

Suelto una risita.

"Deberíamos subir" –susurra.

Acabo de llegar.

"¿Y eso por qué?"

"Tengo una cita con tu boca".

Suelto una risita de sorpresa.

"¿Mi boca?"

"Hmm".

Página 912 de 982


Frunce el ceño como si se lo estuviera imaginando. Su
mano roza sutilmente mi pierna.

"¿Por qué estás tan obsesionado con follarme la boca?" –


susurro.

"Porque me gusta".

Su aliento me hace cosquillas en la oreja y me pone la piel


de gallina.

"Más tarde”.

Me da un golpecito en el muslo y desaparece en la cocina.

"Hola”.

Siento que alguien me abraza por detrás. Me giro y veo a mi


hermano.

"Liam" –Sonrío, sorprendida.

"¿Qué estás . . ."

"Henley me invitó".

"¿Te invitó?"

Página 913 de 982


Oh...

"Liam, esta es Rebecca, y ya conoces a Chloe".

Liam sonríe.

"Claro que conozco a Chloe".

Le besa la mejilla y sus ojos se encuentran con los de


Rebecca.

"Hola".

"Hola" –Ella sonríe.

"¿Quieren tomar algo?" –nos pregunta.

"Sí, por favor" –Sonrío.

"Yo también".

"Y yo".

Se acerca a la barra y Rebecca se inclina.

"No me habías dicho que tu hermano es un encanto".

"¿A que sí?" –Chloe está de acuerdo.


Página 914 de 982
"Lástima que no me dejen tocarlo".

"Es mi hermano. Nadie puede tocarlo. Qué asco".

"¿Ni siquiera yo?" –Chloe levanta una ceja.

"Especialmente tú. Concéntrate en el Dr. Grayson".

Todos miramos a Blake Grayson de pie en la esquina. Alto y


de aspecto robusto y apuesto.

"Maldita sea, es un hermoso pedazo de carne de hombre" –


susurra Chloe.

"Lástima que sea una puta total" –responde Rebecca.

"Ese es la mitad del atractivo" –dice Chloe, con los ojos fijos
en Blake.

Rebecca levanta la nariz con disgusto.

"No me atrae en absoluto".

Por el rabillo del ojo, veo a Taryn echarle los brazos al cuello
a Henley y siento que se me ponen los pelos de punta.
Henley se suelta de su agarre, y sus ojos vienen a mí.
Ugh, él sabe que me molesta cuando ella lo toca.

Página 915 de 982


"¿Cuál es la historia de tu hermano?" –Rebecca pregunta.

"¿Casado o. . . ?"

"Tuvo una novia durante años, y ella murió en un accidente


de coche hace tres años".

Se le cae la cara.

"Oh, no."

Henley golpea su vaso con una cuchara y todos se callan.

"La cena está casi lista, chicos, pero antes de que salgamos
a comer, tengo algo que decir".

Todo el mundo se queda en silencio mientras esperamos su


broma de sabelotodo.

"Yo sólo..."

Hace una pausa como si estuviera pensando.

"¿Tú qué?" –Blake dice impaciente.

"Quería decirles... . ."

Sus ojos se cruzan con los míos.


Página 916 de 982
¿Qué está haciendo?

"Hace unos meses tuve un nuevo vecino".

Levanta su cerveza hacia mí.

"Y no me di cuenta de lo mucho que necesitaba. . ."

Ladea la cabeza.

"Su amistad".

"Creía que se odiaban" –dice Antony.

Todos se ríen.

"Nos odiábamos" –asiente.

"Lo que no saben es que Juliet y yo ya nos conocíamos


antes de que ella se mudara. De hecho, hace años tuvimos
una cita".

"Oh, no" –suspira Taryn.

"¿A dónde va esto?"

A Rebecca, Chloe y a mí nos entra la risa floja.

Página 917 de 982


"Escúpelo" –dice Blake.

"Lo que intento decir es que Juliet y yo estamos...".

Sus ojos flotan hasta encontrarse con los míos, y sonrío a


mi hermoso hombre.

"Soy muy feliz y extremadamente bendecido".

"Por el amor de Dios, escúpelo" –suspira Blake.

Todos se ríen una vez más.

"Juliet y yo estamos juntos".

Me tiende el brazo y me acerco a él. Me pasa el brazo por


los hombros y me besa la sien.

"¿Juntos, juntos?" –Taryn jadea, horrorizada.

"Sí".

Henley me sonríe con orgullo.

"Juntos, juntos, y no saben el alivio que supone confesarlo


por fin a todos ustedes".

Carol estalla en carcajadas.


Página 918 de 982
"Esto es una broma, ¿verdad?"

"¿Qué?"

"¿De verdad crees que no lo sabíamos?".

"Espera. . ."

Taryn frunce el ceño mientras mira a su alrededor.

"¿Todos lo sabían?"

"Por supuesto que lo sabíamos. Es tan obvio. Saltan la valla


todas las noches".

Carol se da golpecitos en la nariz.

"Oh."

Henley se ríe.

"Vigilancia del vecindario... claro".

Henley me besa suavemente y todos aplauden.


Sus ojos centellean con algo especial.

"Vamos a comer. La cena está servida".

Página 919 de 982


Me coge de la mano y salimos al patio con todos detrás.

"¿Qué demonios?" –grita Henley.

Mis ojos se abren de horror mientras miro a mi alrededor.

"Oh, no".

La comida está por todas partes, hay huellas de barro en el


mantel blanco y Barry está sentado en el sofá blanco
comiéndose un pollo cocido entero.

"Barry" –grito.

"¿Qué has hecho?"

Henley mira a su alrededor y evalúa los daños e inhala


profundamente antes de decir nada.

"¿Quién quiere pizza?"

Página 920 de 982


TReS meSeS DeSPUéS. . .

Henley

Camino por la calle con Blake y Antony. Es martes y


vamos de camino a comer.

"Deberías ir por ello" –dice Antony.

"No puedo ir por ello, joder" –suelta Blake.

"Ni siquiera está divorciada todavía. Ni siquiera se ha


enfriado la cama".

Pongo los ojos en blanco, poco impresionado por la


obsesión de Blake con Rebecca.

"Hazme un favor y no vayas nunca por ella".

"¿Por qué?" –suelta.

Página 921 de 982


"Porque es amiga de Juliet, y vivimos en la misma calle, y
todos sabemos que la cagarás por completo y nunca me
enteraré del final".

"Ese es un muy buen punto" –Antony está de acuerdo.

Blake pone los ojos en blanco.

"Sólo quiero una noche".

"No puedes tenerla, joder. Búscate a alguien más a quien


desear. Rebecca está fuera de tus límites. Para siempre".

Pasamos por una joyería, me detengo y miro dentro.


Blake y Antony siguen andando, se giran para ver lo que
estoy mirando y vuelven.
Blake se mete las manos en los bolsillos del traje mientras
mira las joyas a través del escaparate.

"¿Qué estamos viendo aquí?"

"Anillos de compromiso".

"¿Por qué?”

Sus ojos se abren de par en par.

"Voy a pedirle a Juliet que se case conmigo".


Página 922 de 982
"Otra vez, ¿por qué?"

Hace un gesto de horror.

"No me jodas".

Antony se arrastra la mano por la cara.

"Llevas dos putos minutos con ella. Cálmate".

"¿Verdad?" –Blake asiente.

"¿Por qué querrías casarte?".

"Porque la amo. Han sido los mejores tres meses de mi


vida. Lo he pensado mucho. La quiero como esposa".

Juliet y yo somos inseparables.


Blake me agarra del brazo y me aparta de la ventana.

"Es demasiado pronto. No voy a dejar que te hagas el loco.


Si dentro de doce meses sigues queriendo hacerlo,
adelante. No le pides a alguien que se case contigo después
de doce putas semanas".

Caminamos calle abajo.

"Si quiero hacerlo, lo hago".


Página 923 de 982
"En doce meses" –suelta.

"Concéntrate en no acostarte con Rebecca" –le respondo.

"No te metas en mis asuntos".

"Ella se concentra en eso lo suficiente para los dos" –


responde rotundamente.

"En serio, ella tiene cero interés en ti" –añade Antony.

"Soy consciente" –Blake suspira.

"Tonta. ¿No sabe lo que se está perdiendo?".

"Está claro que no" –murmura Antony.

Entramos en el restaurante y esperamos a que nos sirvan.


Una voz sexy suena desde la izquierda.

"Blake".

Nos giramos para ver a una morena al rojo vivo.


Lleva un vestido ceñido que no deja nada a la imaginación.

"Hola, Cleo" –Sonríe; le besa la mejilla.

"Estás increíble".
Página 924 de 982
Le levanta la mano mientras sus ojos bajan por su cuerpo
para poder inspeccionarla bien.

"¿Cuándo nos ponemos al día?"

"¿Esta noche?” –Ella sonríe sexy.

"Me parece perfecto".

Se marcha y todos la seguimos con la mirada.


Vaya, vaya.

"¿No nos acabas de decir que quieres a Rebecca?"

Levanto una ceja.

"Creo que es verdad" –responde Antony.

Blake pone los ojos en blanco.

"Un hombre no es un camello. Necesito alimentar a la


bestia. Estoy aquí para pasar un buen rato, no mucho
tiempo".

Me río entre dientes ante su respuesta.


Típico de Blake Grayson.

Página 925 de 982


2:46 A.m.

el teléfono zumba en la mesilla de noche y, medio


dormido, echo un vistazo.
¿Quién me llamaría a estas horas?
Una residencia de ancianos.
¿Qué?
Lo cojo y salgo de la habitación. Cierro la puerta para no
despertar a Juliet.

"Hola".

"Hola, ¿eres tú, Henley?"

Su voz es tranquila e inquebrantable.

"¿Qué pasa?" –Suelto un chasquido.

"Desgraciadamente, tu padre ha sufrido una caída y ha


empeorado. No estamos seguros de si primero tuvo un
ataque que le hizo caerse de la cama o si se cayó de la
cama y eso desencadenó los acontecimientos. Se ha
golpeado bastante la cabeza y la ambulancia está aquí. Se
lo llevan a urgencias".

Página 926 de 982


"¿Crees que necesita puntos en la cabeza?" –Pregunto
mientras bajo las escaleras.

"Henley, está inconsciente".

Me detengo a mitad de las escaleras.

"¿No se despertó después de golpearse la cabeza?"

"No, no se despertó”.

El mundo da vueltas...

"Lo siento."

El aire abandona mis pulmones.

"Se dirige al Hospital Memorial."

"Voy para allá."

Corro a casa y me visto lo más rápido que puedo. Salgo de


mi entrada a una velocidad récord.
Por favor, que esté bien.
Agarro el volante con fuerza mientras conduzco, con la
mente hecha un manojo de confusión.
Son las tres de la madrugada.

Página 927 de 982


¿Cuánto tiempo estuvo tirado en el suelo antes de que
alguien lo encontrara?
¿Pidió ayuda y nadie acudió?
Se me revuelve el estómago de arrepentimiento. Yo estaba
pasando la mejor noche de mi vida, bien arropado en la
cama con Juliet, y él yacía en el suelo de una fría residencia
de ancianos.
El semáforo se pone en amarillo y sigo recto. Miro por el
retrovisor para ver si parpadea una cámara. Conduzco más
rápido.
Lo siento, hicimos todo lo que pudimos. No lo ha
conseguido.
La carretera se desdibuja y me seco las lágrimas con el
antebrazo.
De repente, vuelvo a ser un niño de quince años, reviviendo
mi peor pesadilla.
Lo siento. Hicimos todo lo que pudimos.
Apenas veo ya la carretera; vuelvo a secarme los ojos con
rabia.
Acelero.
Tenemos que seguir adelante, hijo. Ahora solo quedamos tú
y yo.
Sus sabias palabras vuelven a mí, pero no me reconfortan.

"No me dejes, papá".

Entorno la cara llorando.

Página 928 de 982


"Todavía no. No estoy preparado. No puedes dejarme
todavía".

Después del viaje más largo de la historia, por fin llego al


hospital. Aparco en una plaza reservada para médicos y
entro corriendo a toda velocidad. El guardia de seguridad
me mira de arriba abajo.

"¿A mi padre lo acaban de traer en ambulancia?".

"Diríjase al servicio de urgencias".

Me señala el pasillo.

"Siga las flechas rojas".

"Gracias”.

Corro por el pasillo hasta el mostrador de facturación.

"Hola. Acaban de traer a mi padre en ambulancia".

Me dedica una sonrisa amable. Sólo entonces me doy


cuenta de mi aspecto.

"Hola" –me dice con calma.

"¿Cómo se llamaba, querido?"


Página 929 de 982
"Bernard James”.

Teclea su nombre y luego lee la pantalla de su ordenador y


tuerce los labios como si no le gustara lo que está leyendo.

"¿Cómo te llamas?"

Tartamudeo.

"¿Qué ha pasado?"

"Siéntate, cariño" –dice suavemente.

"Alguien saldrá a buscarte pronto".

"¿Está bien?"

"No puedo ver ninguna información, sólo que ha llegado.


Tengo una nota aquí para que les avise cuando lleguen sus
familiares. ¿Cómo se llamaba, señor?".

La miro fijamente.

"Henley James".

"Tome asiento".

Me señala las sillas de la sala de espera.


Página 930 de 982
"Les haré saber que está aquí".

"De acuerdo”.

Tomo asiento y apoyo los codos en las rodillas.


El corazón se me acelera.
Parientes cercanos.
La amable recepcionista llama a alguien y la miro con el
corazón en la garganta.
¿A quién ha llamado?
Las puertas dobles se abren y aparece un hombre con bata
y un estetoscopio alrededor del cuello.

"¿Henley?"

En piloto automático, me pongo de pie.

"Sí”.

"Por aquí, por favor”.

Se da la vuelta y camina por el pasillo, y yo le sigo hasta la


sala donde hay una cama vacía en una habitación privada.

"¿Dónde está?”

"Le están haciendo un escáner. Tiene un golpe importante


en la cabeza y está inconsciente".
Página 931 de 982
"¿Todavía?”

Abro mucho los ojos.

"¿Cuánto tiempo lleva inconsciente?"

"Más de una hora".

Me señala una silla.

"Tome asiento. Necesito hablar contigo".

Me dejo caer en la silla.

"Sólo necesito repasar el plan de salud de tu padre".

"Yo lo cubriré todo. No tienes que preocuparte por el pago.


Sólo dale el mejor tratamiento que haya".

"Henley."

Hace una pausa.

"Tiene una orden de no resucitar en su expediente."

"¿Qué?"

"Ha especificado que si pasa algo, no quiere ser resucitado".


Página 932 de 982
La silueta del médico se desdibuja.

"Eso es ridículo" –escupo.

"Tienes que hacer todo lo que puedas".

"Tienes que respetar sus deseos".

"Hazlo tú" –escupo enfadado.

"Sólo está inconsciente; se pondrá bien".

Me pongo de pie.

"Ve a la sala de exploración, haz tu puto trabajo y cúrale".

Estoy indignado.

"¿Por qué pierdes el tiempo aquí lloriqueándome estas


tonterías cuando él te necesita ahí dentro?".

El médico se levanta.

"Pronto volverá de los escáneres".

"Y yo estaré aquí esperándole".

No sé por qué, pero estoy furioso con este médico.


Página 933 de 982
"Pronto estará despierto. Es un luchador" –le digo.

El médico me dedica una sonrisa triste y me deja solo.


Empiezo a pasear de un lado a otro. De un lado a otro.
No quiere que le reanimemos. . . ¿Por qué lo dice? ¿Por
qué dice eso? ¿No tengo suficiente con vivir?
Me dejo caer en la silla del rincón, con la mente flotando
entre el ahora y el entonces.
Veo a mi padre y a mi madre, tan felices y enamorados.
Nuestra familia de vacaciones y la casa llena de ruido y
risas. El amor entre ellos en Technicolor brillante, tan
desbordante que podía ser sentido por todos los que los
conocían. Lo sentimos. No pudimos salvarla. Y luego... su
vida sin ella. Los largos días y las interminables noches de
silencio ensordecedor. De repente, queda muy claro por qué
no quiere ser revivido. Quiere estar con ella. ¿Y quién puede
culparlo? Yo también quiero estar con ella. Donde el amor y
la felicidad son tan satisfactorios. La luz de su corazón feliz,
tan brillante que eclipsa cualquier cosa y todo.
Aparece una enfermera.

"Aquí está".

Detrás de ella vienen dos camilleros que llevan a mi padre a


la cama. Está dormido... inconsciente, sea lo que sea.
Tiene una venda alrededor de la cabeza.
Me paro en un rincón y veo cómo lo conectan a todas las
máquinas.
Página 934 de 982
El suave pitido de los latidos de su corazón suena por toda
la habitación.
Bip... bip... bip.

"El médico vendrá enseguida".

La enfermera sonríe y nos deja solos.

"Gracias".

Le paso los dedos por el pelo para alisárselo y cojo su mano


entre las mías mientras le miro fijamente. Su piel es suave.
Parece tranquilo.

"Ahora lo entiendo, papá" –le susurro mientras le rozo la


cara con la mano y le paso el pulgar por la barba incipiente.

"Ahora que estoy con Juliet, lo entiendo".

No se mueve.

"Sé por qué elegiste olvidarlo todo... olvidarme a mí".

Vuelvo a apartarle el pelo de la frente. Tengo un nudo en la


garganta tan grande que me duele.

"Era demasiado duro recordarla, ¿verdad?".

Página 935 de 982


Se queda quieto. Su pecho sube y baja mientras respira
suavemente.

"No pasa nada, papá".

Su silueta se desdibuja.

"Ya puedes irte".

Bip... bip... bip.

"Gracias por cuidarme tan bien" –susurro.

"No debe haber sido fácil vivir todos estos años con alguien
que era igual que ella... pero que no lo era".

Entorno la cara llorando mientras cojo su mano entre las


mías.

"Te quiero mucho, papá. Has hecho un buen trabajo solo.


Estoy muy orgulloso de ser tu hijo".

Sus párpados se agitan y sonrío entre lágrimas.


Puede oírme. Está ahí, en alguna parte.

"Sé que me quieres, papá" –susurro.

Sus párpados vuelven a parpadear y sonrío entre lágrimas.


Página 936 de 982
"Ya puedes irte. No pasa nada. Lo comprendo".

El médico entra en la habitación con un portapapeles en la


mano, me echo hacia atrás y me limpio los ojos; me dedica
una sonrisa triste.

"Bien, ya están los resultados del escáner".

"¿Y?"

"Ha tenido un aneurisma".

"¿Cuando se cayó?"

"Lo más probable es que antes, y por eso se cayó".

Asiento con la cabeza.

"Lo siento, Henley. Desafortunadamente, no se detectó


actividad cerebral".

"¿Qué significa eso?"

"Es muy poco probable que vuelva de esto".

Ya lo sabía.

"Entonces, ¿qué pasa ahora?" –Pregunto.


Página 937 de 982
"Las próximas veinticuatro horas son críticas. Le pondremos
cómodo".

Asiento con la cabeza mientras miro fijamente a mi padre.

"De acuerdo".

"Tengo otros pacientes que ver. Volveré dentro de un rato".

El médico me pone la mano en el hombro.

"Siento que las noticias no sean mejores".

"Yo también".

El nudo en la garganta ha vuelto.


El médico desaparece por la puerta y yo arrimo una silla
junto a la cama, me siento y cojo la mano de papá.
Como he hecho tantas veces antes. Pero esta vez es
diferente. Saboreo cada segundo, escucho su respiración,
me esfuerzo por captar cada detalle.
Durante cinco horas le observo, recordando nuestra vida
juntos. Repaso cada pequeño detalle de su personalidad y
lo que me gusta de él.
Respira hondo y contiene la respiración.
Beeeeeeeeeeeeeeeeeeep.
La línea del monitor cardíaco se apaga.
No...
Página 938 de 982
Entorno la cara mientras le cojo la mano.
Su silueta se desdibuja. El largo pitido del pulsómetro
resuena en la habitación. Pero no estoy aquí. Estoy
teniendo una experiencia extracorpórea, flotando por encima
mientras veo morir a mi padre.
Dos enfermeras se acercan a la puerta.

"Déjennos solos" –les pido.

"Déjennos solos, por favor".

Le cojo de la mano mientras veo cómo se le escapa la vida.


El hombre al que más quiero en el mundo se va.
No parece lo bastante dramático, lo bastante grande, lo
bastante digno. Es demasiado simple, pero el hueco que
dejará en mi corazón es inconmensurable.

"Te quiero, papá" –susurro entre lágrimas.

Si tan solo pudiera decirme una frase más. Sólo una.


Lo observo mientras espero algo, alguna señal
estremecedora de que está bien, de que mamá ha venido a
llevárselo a su otra vida. De que sabe lo mucho que le
quieren. Que me ha querido. Espero y espero. Pero no llega
ninguna señal...
Apoyo la cabeza en su pecho y lloro.

Página 939 de 982


CAPÍTUlO 27

JUlIeTA

Vamos, Bazza".
"

Me paro en la puerta con la correa.


He dormido como un tronco, ni siquiera he oído salir a
Henley esta mañana. Debía de tener una reunión temprano
o algo así. Se ha ido mucho antes de lo habitual.
Salgo por la puerta principal y me estiro en el porche. Carol
me ve y cruza la calle.

"Buenos días, Carol" –Sonrío.

"Buenos días, querida. ¿Va todo bien con Henley?"

"Sí".

Frunzo el ceño.

Página 940 de 982


"Me he levantado por un vaso de agua y, cuando le he visto
bajar a toda velocidad por la calle a las tres de la mañana,
me he preocupado un poco".

"¿Qué?"

"Sí, se fue a algún sitio a toda prisa en mitad de la noche".

"Oh."

¿Qué carajo?

"Voy a ver cómo está. Gracias, Carol".

Voy a entrar y Barry tira de la correa en la otra dirección.

"Déjame coger mi teléfono".

"Yo lo vigilaré. Tú coge tu teléfono" –dice Carol.

Corro dentro, cojo mi teléfono del cargador y llamo


rápidamente a Henley. Me salta el buzón de voz.

"Hola, ha llamado a Henley James. Deje un mensaje".

O está al teléfono o está apagado.


Miro la hora: 6:30 a.m.
¿Por qué estaría apagado a estas horas?
Página 941 de 982
Vuelvo a salir a la calle.

"¿Alguna novedad?" –pregunta Carol.

"No contesta" –respondo, distraída.

"Quizá tenía una reunión de Zoom temprano o algo así".

"Sí, claro. Eso sería" –asiente Carol.

"No debe ser fácil dirigir una empresa multinacional con


todas esas zonas horarias diferentes".

"Sí" –respondo, pero tengo la sensación de que algo falla.

Anoche no mencionó una reunión temprano.


Quizá se le olvidó.

"Gracias, Carol. Saldré a correr y volveré a intentarlo más


tarde".

"Avísame si todo va bien, ¿vale?".

Sonrío. Siempre la entrometida del barrio.

"Por supuesto".

Empiezo a subir por el camino con Barry.


Página 942 de 982
"Vamos, Baz. Vámonos".

Son las 10 de la mañana y empiezo a preocuparme.


Henley aún no ha encendido su teléfono.
Algo está mal aquí.
Llamo a su oficina.

"Hola, Henley James Ingeniería. Monica al habla".

"Hola, Monica, soy Juliet. ¿Puedo hablar con Henley, por


favor?"

"Hoy no está, Juliet".

Frunzo el ceño, sorprendida.


Dijo claramente que hoy trabajaba.

"¿Puedo hablar con Jenny, por favor?"

"Claro, ahora te paso. Que tenga un buen día".

Espero.

"Hola, habla Jenny".

"Hola, Jenny, siento molestarte."

"Hola, Juliet. ¿Qué tal?"


Página 943 de 982
Su tono es abrasivo.

"Siento molestarte, pero ¿has sabido algo de Henley hoy?"


–le pregunto.

"Envió un correo electrónico esta mañana para decir que


tenía reuniones externas todo el día y que no vendría a la
oficina".

"Ah, sí. Lo había olvidado por completo".

Espero en línea mientras pienso. Es evidente que ella


tampoco sabe nada.

"Vale, gracias. No he podido localizarle. Estoy segura de


que me llamará pronto".

"Es un hombre muy ocupado, Juliet".

"Lo sé" –respondo apretando los dientes.

No te metas conmigo hoy, Jenny. No estoy de humor.

"Gracias, Jenny."

Gracias por nada, zorra.


Limpio un poco y paso la aspiradora por el suelo. Y luego
preparo mis cenas para la semana.
Página 944 de 982
Trabajo en turno de tarde y quiero intentar ser organizada y
saludable. ¿Dónde podría estar?
Con su padre.
Joder, ni siquiera había pensado en eso.
Mierda, mierda, mierda.
Busco en Google el número de teléfono de la residencia y
llamo.

"Hola. Residencia San Sebastián".

"Hola, ¿me puede pasar con la enfermería del nivel dos, por
favor?".

"Le paso ahora".

"Hola, nivel dos. Habla Christine."

Doy un respingo. Realmente no conozco a Christine. Nunca


he trabajado con ella antes.

"Hola, Christine, soy Juliet Drinkwater. No nos conocemos,


pero he visto tu nombre en la lista. Hago un turno a la
semana".

"Sí, hola, Juliet. Yo también he visto tu nombre en la lista.


¿Cómo estás?"

"Bien”.
Página 945 de 982
Hago una pausa. Sé que no puede decirme nada.

"Es una pregunta al azar, pero me gustaría saber cómo está


Bernard James de la habitación 206".

"Oh... um."

Hace una pausa.

"Extraoficialmente, por supuesto" –le digo.

"En realidad es el padre de mi novio, y no consigo contactar


con él y me estoy preocupando. Se llama Henley James.
¿Le has visto?"

"Oh... " –responde ella.

"Quizá quieras venir aquí".

"¿Qué está pasando?"

"Están limpiando la habitación del Sr. James".

Mis ojos se abren de par en par. Sólo hay una razón por la
que alguien limpia una habitación. No.

"¿Murió?" –Jadeo.

Página 946 de 982


"No te has enterado por mí".

Mi corazón se detiene.
No.

"Voy para allá".

Cuelgo, cojo las llaves y corro hacia la puerta.

~*~

Camino por el pasillo con una profunda sensación de


terror. No tengo ni idea de lo que me voy a encontrar. Sólo
sé que Henley no ha llamado para decírmelo y que su
teléfono está apagado. Como Henley es Henley, supongo
que quiere enfrentarse a esto solo. Tetas duras. Ahora me
tiene a mí.
Llego a la puerta y me quedo fuera mientras miro por la
ventana de cristal. Henley saca metódicamente la ropa del
armario, la dobla y la mete en una caja. Está sereno, sin
emociones. Su silueta se desdibuja mientras se me hace un
nudo en la garganta.
Llamo suavemente y él levanta la vista y me ve.
Antes de que se detenga, veo un fugaz destello de ira en su
rostro.

Página 947 de 982


"Entra" –me dice en tono cortante.

Sigue doblando la ropa sin levantar la vista. Está en piloto


automático. Limpiar es su forma de controlar la situación.
Me preparo; ni siquiera sé si he hecho bien en venir. Sólo
sabía que no quería que estuviera solo mientras lo hacía.
Abro la puerta, entro y la cierro tras de mí.

"Hola" –digo en voz baja.

"Has oído las noticias, sin duda" –suelta mientras se


revuelve enfadado un pantalón.

Permanezco en silencio mientras le observo.

"Puedes irte a casa. Estoy bien".

Vuelve a sacudirse los pantalones como si quisiera quitarse


algo. Se me parte el corazón.

"De todas formas, es lo mejor".

Sigue doblando la ropa.

"No tuvo calidad de vida durante mucho tiempo".

Voy a sentarme en la cama.

Página 948 de 982


"No te sientes ahí" –me ladra.

Me levanto rápidamente.

"Quiero..."

Abre y cierra las manos a los lados, muy agitado.

"Tengo que cambiar las sábanas".

Está al borde de la cordura.


Me quedo inmóvil, sin saber qué hacer.

"¿Qué ha pasado?” –Susurro.

"Está muerto. Pero eso ya lo sabes".

Vuelve a sacudirse los pantalones.

"¿Cómo murió?" –Pregunto un poco más fuerte.

"Tuvo un aneurisma".

Mi corazón se acelera mientras le observo. Es como una


bomba a punto de explotar.

"Lo siento mucho, Henley."

Página 949 de 982


"No lo sientas."

Vuelve a sacudirse los pantalones sin ni siquiera mirarme.

"Sólo necesito limpiar esta habitación, y entonces podré


seguir adelante."

"Ven aquí."

Voy a abrazarle. Se aparta de mí.

"No lo hagas. Lo último que quiero en el mundo es


abrazarlo. Vete a casa, Juliet" –me suelta frustrado.

Dios, ¿cómo me enfrento a esto?

"Vale, lo haré" –susurro.

"¿Puedo ayudar un poco antes de irme?"

"No."

Lanza una camiseta al aire.

"Yo me encargo".

Tal vez venir aquí no era lo correcto.

Página 950 de 982


"Limpiaré el baño" –le ofrezco.

"No, Juliet" –grita.

"¿Cuántas veces tengo que decírtelo? Vete a tu puta casa".

Está enfadado.
Se me llenan los ojos de lágrimas. Se siente fuera de control
en esta situación. No le culpo. Yo también me siento fuera
de control.

"No me voy a ninguna parte, Henley" –le respondo.

"Si crees que te voy a dejar solo ahora mismo, estás muy
equivocado".

Sus ojos furiosos se levantan para encontrarse con los


míos.

"Vete o llamo a seguridad".

¿Qué demonios?

"Hen".

"Lo digo en serio. Estoy bien. Quiero hacer esto solo".

Sacude una camiseta.


Página 951 de 982
"Iré más tarde cuando haya lidiado con todo esto".

"¿Lo prometes?"

"Sí."

Mete un montón de camisetas en una maleta. Le observo un


momento, insegura de si irme o no. Quiere hacer esto solo;
creo que debo respetar sus deseos y darle algo de espacio.

"De acuerdo”.

Me acerco a él.

"¿Me das un beso de despedida?".

Me da un rápido picotazo en la mejilla.

"¿Vendrás más tarde?" –Le pregunto.

"Sí".

Sin hacer contacto visual, vuelve a plegar.

"Prepararé la cena".

"Vale. Gracias".

Página 952 de 982


Vendrá después.
Me siento un poco mejor, pero realmente no quiero dejarlo
aquí.

"Te amo".

"Yo ti también" –dice, distraído.

Con una última mirada larga a mi querido hombre con el


corazón roto, salgo por la puerta.
Esto es una auténtica pesadilla.

~*~

echo un vistazo al horno y luego al reloj: 19:46.


¿Dónde está? No ha vuelto de la residencia de ancianos, no
ha estado en casa en absoluto, y me estoy esforzando
mucho por darle algo de espacio, pero estoy realmente
preocupada por él. Hay una delgada línea entre cuidar y
asfixiar. Voy a llamarlo; marco su número y espero a que
suene.

"Hola, ha llamado a Henley James. Deje su mensaje".

Se me revuelve el estómago.
Joder.
Página 953 de 982
¿Por qué lo dejé en la residencia?
¿En qué demonios estaba pensando? Debería haber estado
allí para apoyarle. Debería haberme quedado.
Iba a llamar a seguridad.
Doy de comer a Barry y me entretengo un poco más.
Son las 20:30 y sigue sin aparecer. Le vuelvo a llamar y
contesta al primer timbrazo.

"Hola”.

Cierro los ojos aliviada.

"Hola, cariño, ¿estás cerca?".

"Sí, a la vuelta de la esquina".

"Vale, hasta pronto".

Gracias a Dios.
Llevo todo el día con un pequeño ataque de pánico.
Diez minutos después, sale a la calle y entra en su garaje.
Me asomo a través de las cortinas mientras le veo
acercarse. Abro la mosquitera mientras sube solemnemente
al porche. Me besa rápidamente y entra en casa.
Pongo los ojos en blanco y finjo no darme cuenta. Está aquí.
Es lo único que importa.
Entra en el baño, se lava las manos y vuelve a salir.

Página 954 de 982


"Algo huele bien" –dice mientras mira a todas partes menos
a mí.

"Espero que tengas hambre".

"Me muero de hambre. No he comido desde ayer".

Mi corazón se hunde.

"Siéntate, cariño".

Le acerco una silla y se sienta a la mesa. Empiezo a servir


la cena. No sé qué decir ni qué hacer.
¿Saco el tema o hago como si no hubiera pasado, como
hace él?

"¿Hiciste todo lo que querías hoy?" –le pregunto.

"Ajá".

"Podemos revisar las cosas el fin de semana y ordenarlas".

"He donado todo a la caridad".

"¿Qué?”

"Lo he dejado en la tienda Goodwill, a la vuelta de la


esquina, de camino a casa".
Página 955 de 982
Se me llenan los ojos de lágrimas mientras sirvo los
guisantes. Regaló todas las cosas de su padre.

"¿Los álbumes de fotos?"

"Ya no están. No los quiero".

¿Cómo podría?
No los quería. Seguro que no.
Nadie es tan frío.
Mantén la calma. ...te está presionando a propósito.
Esto es disfuncional Henley James en su mejor momento.
Puse el plato de comida en la mesa frente a él.

"Gracias".

Me siento a la mesa con mi plato y él empieza a comer en


silencio. Realmente tiene hambre. Se sentirá mejor después
de comer. Estoy segura.
Parloteo durante toda la cena sobre todos los temas del
mundo. No he sacado el tema de su padre... No sé cómo
hacerlo y no quiero provocarlo. Tengo que ser paciente; ya
me hablará de ello cuando esté preparado.
Terminamos de cenar y cargo el lavavajillas.

"Te he hecho pudding de chocolate".

Sonrío esperanzada.
Página 956 de 982
"Gracias, cariño".

Me besa suavemente.

"Es que estoy... cansado. Me voy directo a la cama".

Vuelve a besarme y sus labios se posan sobre los míos.

"Estoy agotado”.

"Está bien”.

Sonrío, sintiéndome un poco mejor.


Va a alejarse y le cojo de la mano.

"Sabes cuánto te amo, ¿verdad?".

Asiente.

"Me comeré el pudin mañana".

"De acuerdo”.

Sube las escaleras y oigo cómo se abre la ducha. Y por


primera vez en el día, me invade una sensación de calma.
Creo que todo va a salir bien.

~*~
Página 957 de 982
me despierto sobresaltada. Henley se ha ido. Parece que
ha dormido bien, mientras que yo he dado vueltas en la
cama toda la noche antes de caer en un sueño exhausto
hacia las tres de la madrugada. No le he oído levantarse y
marcharse porque para entonces yo estaba inconsciente
como un tronco. Creo que se ha ido a trabajar, pero
sinceramente, ¿quién sabe? Al menos hay una cosa
reconfortante. Sé que Henley hace piloto automático como
un profesional. Y si el piloto automático es lo que necesita
hacer por un tiempo, entonces está totalmente bien.
Mantenerse ocupado es probablemente lo mejor para él en
este momento. Si necesita ser un adicto al trabajo esta
semana, que así sea. Sólo desearía no tener el maldito
turno de tarde esta semana. Cambiaré mis turnos o me
tomaré la semana libre. Esta semana tengo que estar en
casa por él.
Me levanto y me meto en la ducha. Lo primero es lo primero.
Voy a Goodwill a recuperar las cosas de su padre. Voy a
esconderlas en mi desván, y sé que algún día Henley me
agradecerá que las haya conseguido. O quizá no... pero no
soporto la idea de que tiren a la basura sus álbumes de
fotos familiares. Son demasiado valiosos; me los quedaré si
él no los quiere.

~*~

Página 958 de 982


miro el reloj.
"Maldita sea, Henley".

Son las dos de la tarde, le he llamado dos veces y no me ha


devuelto la llamada. No puedo imaginarme la tortura que
pasa por su cabeza ahora mismo, y sé que tengo que darle
espacio, pero ¿en serio?
¿Ni siquiera puede devolverme la llamada?
Joder.
Ha puesto el piloto automático y me está bloqueando. Y lo
sé. Lo siento en la boca del estómago.
Un coche entra en la calle y se detiene en la entrada de
Henley.
¿Quién es?
Me asomo a través de la cortina; deben de estar llegando
los familiares. Tal vez ha estado en la funeraria todo el día.
Sí... eso es. Claro que está allí.
Sigo espiando a través de las cortinas y, para mi sorpresa,
Jenny sale del coche.
¿Qué coño hace ella aquí? Veo cómo se acerca a la puerta
de su casa y la abre con una llave.
¿Tiene una llave?
La adrenalina se apodera de mí y, antes de que pueda
detenerme, me dirijo hacia allí.
Entro sin llamar.

Página 959 de 982


"¿Diga?" –llamo.

Jenny sale de su despacho y exhala pesadamente al verme,


como si yo fuera una enorme molestia para ella.

"Hola, Juliet".

"¿Qué haces aquí?" –Le pregunto.

"Consiguiendo el pasaporte de Henley".

"¿Por qué?"

"Se va a Dubai esta noche".

"No se va a Dubai solo" –digo, enfurecida.

"No irá solo. Me voy con él".

Página 960 de 982


CAPÍTUlO 28

"¿ qué?"
Me alejo de ella sorprendida.
No puedo haber oído eso bien.

"¿De qué estás hablando?" –le digo, enfurecida.

"Henley no puede ir a ninguna parte. Tiene que organizar un


funeral".

Jenny pone los ojos en blanco de forma exagerada.

"Si lo conocieras un poco, sabrías que su padre no quería


un funeral".

Su tono sarcástico enciende un fuego en mi temperamento,


pierdo todo el control y señalo la puerta.

"Lárgate".

"¿Qué?”

Página 961 de 982


"Sal de esta puta casa antes de que llame a la policía por
allanamiento".

"No puedes llamar a la policía" –se burla.

"¿Qué crees que estás haciendo?"

"Lo que debería haber hecho hace mucho tiempo:


desenmascararte como la desagradable pieza que eres".

"Vete al infierno" –responde ella.

"Te crees muy importante, pero todos sabemos que pronto


te habrás ido".

"Henley está de luto, y en un momento así necesita apoyo,


no que le hablen de ridículos planes de viaje".

"Quiere ir a Dubai" –escupe.

"Trabajar es su lugar feliz".

"Trabajar no es su lugar feliz" –grito, enfurecida.

"Necesita tiempo para asimilar su pérdida. Deja de hablar de


trabajo".

Que le den a esta zorra.


Página 962 de 982
Pone los ojos en blanco.

"No sabes nada de esta situación".

Pasa junto a mí y sale por la puerta principal.

"Oh, sí, Jenny. Eso no es del todo cierto" –le digo.

"Sé que tienes que buscar un nuevo trabajo".

Me fulmina con la mirada y se mete en el coche, y yo doy un


portazo furiosa.
Te van a despedir... zorra estúpida.
¡Uf!
Estoy furiosa.
Espero a que se vaya y me dirijo a mi casa para coger el
teléfono. Llamo a Henley. Suena, suena... suena, suena...
suena, suena...

"Ha llamado a Henley James. Deja un mensaje".

"Maldita sea, Henley."

Mi corazón se acelera.
No se iría a Dubai esta noche, ¿verdad?
¿Seguro que no? No lo haría. Sé que no lo haría.
Está en modo de autodestrucción. Todo es posible.
Joder. ¿Qué hago?
Página 963 de 982
Le llamo otra vez.
Ring, ring. . . ring, ring. . . ring, ring. . .

"Ha llamado a Henley James. Deja un mensaje".

"Henley, soy Juliet. Ven a casa, cariño. Estoy preocupada


por ti".

Cuelgo y cierro los ojos mientras imagino la pesadilla en que


podría convertirse esto.
Si se va con ella, si me da la espalda en un momento de
crisis... nunca podremos recuperarnos de eso.
Me dejo caer en el sofá y apoyo la cabeza en las manos,
con los ojos llenos de lágrimas.

"Hemos trabajado muy duro para estar juntos. No lo


estropees ahora".

Tengo pánico por lo que está a punto de venir. Tengo miedo


por Henley. Está afligido y solo, y quiero ir a verle al trabajo,
pero si está de camino a casa... ¿Qué hago?

"Blake".

Marco el número de Blake.


Ring, ring. . . ring, ring. . . ring, ring. . .

Página 964 de 982


"Ha llamado al Dr. Grayson. No puedo atender el teléfono en
este momento. Si es una emergencia, llame al 911.
Alternativamente, puede llamar a mi oficina al (650) 944-
9494."

"Joder".

Marco el número de su oficina.

"Hola, oficina del Dr. Grayson".

"Hola, soy Juliet Drinkwater. Soy amiga de Blake y no


consigo localizarle. ¿Está hoy en la oficina?"

"El Dr. Grayson está en una cita hoy. No saldrá hasta más
tarde esta noche. ¿Puedo tomar un mensaje para él para
mañana?"

Cierro los ojos.


Joder.

"No, está bien. Muchas gracias".

Cuelgo y recorro mi teléfono hasta llegar al número de


Antony. Lo marco rápidamente.
Ring, ring... ring, ring... ring, ring... ring...

Página 965 de 982


"Soy Antony Deluca. Hoy estoy en el juzgado. Deja un
mensaje".

"Por el amor de Dios, ¿por qué sus amigos tienen que estar
gobernando el mundo?"

Empiezo a caminar de un lado a otro. Tengo el corazón en la


garganta y el estómago revuelto.

"Ven a casa, cariño. Por favor, ven a casa".

Henley

Suena el timbre de mi escritorio.


"Tu cita de las cuatro está aquí, Henley".

Le devuelvo el zumbido.

"Gracias, Jenny. Salgo enseguida".

Con un profundo suspiro, me levanto y camino hacia la


ventana. Me meto las manos en los bolsillos del traje y
contemplo el horizonte de rascacielos.
Página 966 de 982
No hay actividad cerebral.
Aprieto la mandíbula mientras contemplo el horizonte.
Mi querido padre se ha ido. Nadie a quien visitar, nadie a
quien cuidar. Hay un vacío que no puedo explicar. Un vacío
que nada más puede llenar.
Voy a mi escritorio y busco mi teléfono. No está en mi mesa,
ni en mis cajones. Rebusco en la bolsa del portátil. No lo he
encontrado en todo el día.
¿Me lo habré dejado en algún sitio?

"¿Dónde coño está?" –Le zumbo a Jenny.

"Jen, ¿has visto mi teléfono?"

"No, señor. ¿Quieres que vaya y te ayude a buscarlo?".

Me rasco la cabeza mientras miro a mi alrededor.

"No, está bien. ¿A qué hora es mi próxima cita?".

"Está aquí ahora".

"Vale, hazla pasar".

~*~

Página 967 de 982


gracias por venir. Ha sido genial ponerle por fin cara al
"
nombre".

Le doy la mano a Erica cuando salimos de mi despacho.


Es el final de un día repleto de citas consecutivas. Agotador
se queda corto.

"Que tengas una buena noche" –Sonríe.

La veo atravesar la recepción y subir al ascensor.


Jenny está sentada en su escritorio, trabajando.

"Vete a casa, Jen".

Suspiro.

"Gracias por lo de hoy.”

Vuelvo a mi despacho y empiezo a recoger el ordenador.


Suena un suave golpe en la puerta. Levanto la vista y veo
entrar a Jenny.

"Pasa" –respondo.

"¿Qué pasa?”

Entra y cierra la puerta.


Página 968 de 982
"Solo quería ver cómo estabas".

"Estoy bien”.

"Trabajas demasiado".

"Alguien tiene que pagar las facturas por aquí".

Sonrío mientras empiezo a cerrar mis correos electrónicos.


Ella se acerca y se apoya en mi escritorio.

"Estoy aquí para ti, Henley. Lo sabes, ¿verdad?".

Hay algo en su tono que me hace mirarla.


Se desabrocha el botón superior de la blusa.

"Cualquier cosa que necesites... Estoy a tu disposición".

¿Qué?
Me reclino en la silla y la miro fijamente.

"¿Y qué crees que necesito?”

"Relajarte”.

Se desabrocha otro botón de la blusa y deja entrever un


sujetador blanco de encaje.

Página 969 de 982


"¿Y cómo me ayudarás a hacerlo?”

"Sabes que puedes confiar en mí...".

Su voz se entrecorta mientras se desabrocha otro botón.

"Sé lo fuerte que se te está rompiendo el corazón ahora


mismo".

¿Eh?

"¿Recuerdas aquella vez en Alemania, en la conferencia,


cuando pasamos la noche juntos?"

"Eso fue hace once años, Jen, y una sola vez."

"No tiene por qué serlo".

Se desabrocha otro botón.

"Puedo satisfacerte, Henley. Necesitas olvidarte del mundo,


perderte físicamente. Puedo ser tu lugar seguro para caer".

Se abre la camisa para revelar un conjunto perfecto de


pechos turgentes. Su estómago está tonificado, y su cuerpo
es perfecto. Camina hasta mi lado del escritorio y se sienta
en mi regazo.

Página 970 de 982


"Puedo hacer que lo olvides todo. Podemos irnos a Dubai
esta noche y alejarnos de todo".

"Jen, ¿qué coño estás haciendo?".

"Necesitas esto".

Me mira los labios.

"Me necesitas".

Y en este momento, lo veo.


Claridad.
Claridad cristalina.
A quién pertenezco... a quién pertenezco.
Lo he sabido todo el tiempo, pero aún así, me doy cuenta de
nuevo.

"Estoy enamorado de Juliet".

Sus ojos buscan los míos.

"Estoy triste, Jen. Tengo el corazón roto y te agradezco todo


lo que haces por mí. Pero no es así entre nosotros".

"Tenemos algo, Henley."

Página 971 de 982


"Lo tenemos. Sé que lo tenemos. Se llama amistad. Una
amistad muy especial".

"He reservado un vuelo a Dubai. El vuelo es a las diez."

"¿Qué?"

Frunzo el ceño.

"¿Qué demonios te hace pensar que nos vamos a Dubai


esta noche?".

"Dijiste que querías ir a Dubai lo antes posible".

"Esta puta noche no" –jadeo mientras meto el portátil en la


mochila.

"Tengo que volver a casa".

"¿Con ella?"

Jenny se cruza de brazos enfadada.

"Sí, con ella. Te lo he dicho un millón de veces, Jenny. Estoy


enamorado de Juliet. Nos vamos a casar".

"Entonces, ¿qué demonios estoy haciendo aquí?" –grita


ella.
Página 972 de 982
"Ahora mismo... estás siendo la persona más egoísta que he
conocido".

Levanto las manos en señal de rendición.

"Mi puto padre murió ayer, Jenny, y aquí estoy lidiando con
que sigas intentando besarme y hacer que vuele al otro lado
del mundo lejos de mi familia".

"Tú no tienes familia" –escupe ella con veneno.

"Sí".

Mi ira aumenta.

"Yo sí la tengo. Tengo mi familia, la que yo elegí: Juliet,


Blake y Antony".

Mis ojos sostienen los suyos.

"Y solía tener la mejor asistente personal del negocio".

Se le llenan los ojos de lágrimas.

"¿Tenía?"

"He terminado, Jen."

Página 973 de 982


Me encojo de hombros.

"Ya no puedes trabajar para mí. Te voy a trasladar. Este


comportamiento no es aceptable".

Camino hacia la puerta.

"No puedes dejarme. Renuncio" –grita.

Sigo caminando y levanto la mano en señal de rendición.

"Bien."

Que te den.

JUlIeT

me siento en los escalones de la entrada, en la oscuridad,


y mi optimismo se desvanece poco a poco.
Sigo imaginándome a Henley en la cama del hospital aquel
día, a su padre tumbado a su lado, dormido con la cabeza
sobre su pecho, el brazo protector de Henley rodeándole.
Tengo una visión de Henley afeitando cuidadosamente la
cara de su padre y azotándole con la camiseta mientras le
Página 974 de 982
ayudaba a vestirse. Cómo le ayudaba a ducharse y le leía el
periódico de la mañana. La forma en que le visitaba cada
día. Cómo se reían juntos de todo y de nada.
Nunca volvería a pasar...
Sé que su padre no lo recordaba, pero eso no lo hace más
fácil ni menos significativo. La pérdida sigue siendo tan
grande. Mi pobre y hermoso Henley. No puedo imaginar por
lo que está pasando. Ni siquiera puedo pretenderlo.
Estoy tan preocupada que siento náuseas en el estómago.
¿Y si Henley hace alguna locura? Como, realmente loco...
Joder. Dejo caer la cabeza entre las manos, desesperada.
No soporto pensar en él al otro lado del mundo. No puede
irse. Esto no puede estar pasando.
Un coche entra en la calle y alzo la vista para ver que es un
Range Rover negro.
¿Qué?
Está en casa.
Entra en mi casa y, con lágrimas en los ojos y el piloto
automático activado, me paro.
Sale del coche y se le cae la cara al ver mis lágrimas.

"¿Qué pasa, cariño?"

"¿Estás bien? Estaba muy preocupada".

Me estrecha en sus brazos.

Página 975 de 982


"Lo estoy”.

Me besa suavemente.

"Ahora que estoy contigo".

Me abraza fuerte y no puedo evitar llorar de alivio contra su


pecho.
Mi gran y hermoso hombre, después de todo lo que ha
pasado.
Lo ha conseguido.
Se inclinó hacia la luz... y llegó a casa.

Página 976 de 982


ePÍlOgO

DOCe meSeS DeSPUéS

me siento en la encimera de la cocina y sonrío ante el café


como el gato que se llevó la crema, porque eso es
precisamente lo que hice.
Henley James, el mayor premio de todos. El hombre más
hermoso con el corazón más grande. Me adora tanto como
yo a él.
Qué torbellino de año, el año más feliz que he tenido.
Mi nombre es Juliet James, y estoy casada con el amor de
mi vida.
Ayer volvimos de nuestra luna de miel, un mes en Italia. Fue
increíble. . . Lleno de amor y risas; el sol, la luna y el
océano; y todo lo demás. Y pensé que las cosas no podían
ir mejor, pero el destino tiene otras ideas.
Acaba de hacerlo.
El coche de Henley entra en la casa y yo me levanto de un
salto para recibirle en la puerta.

"Hola, Sra. James".


Página 977 de 982
Sonríe con sensualidad mientras me abraza y me besa. Su
lengua pasa suavemente por mi boca abierta.

"Hola, marido”.

Sonrío contra sus labios. Su mano me agarra bruscamente


por detrás mientras me lleva de espaldas a la casa.

"Hoy ha sido un día largo sin ti".

"¿Sin sexo, quieres decir?"

Sonrío mientras me besa.

"Sí”.

Me tira hacia atrás sobre el sofá y yo reboto riendo.

"Espera".

"¿Esperar qué?"

Sonríe sombríamente mientras se quita la chaqueta del traje


y la tira sobre la silla.

"Tengo noticias".

"Ya lo sé. Estás a punto de que te follen".


Página 978 de 982
"No."

Me río y le tiendo el test de embarazo. Se queda quieto y lo


mira.

"Vas a ser padre, Hen".

"¿Qué?"

"Nuestra propia familia ya ha empezado".

Le cojo la mano y me la pongo sobre el vientre.


Extiende los dedos con ternura.

"¿Estás segura?" –susurra.

Asiento con la cabeza.


A través de las lágrimas, sus ojos buscan los míos.

"Oh, Juliet... Te amo tanto".

"Y yo a ti... . ."

FIn
Página 979 de 982
CUAnDO UnA PUeRTA Se CIeRRA... OTRA Se
AbRe.
el CÍRCUlO De lA VIDA eS AlgO mÍSTICO.
CUAnDO Un AnCIAnO Se PIeRDe... UnA nUeVA
AlmA Se CReA. mAgIA en CIeRneS.
SI SÓlO He APRenDIDO UnA COSA en eSTA
VIDA, eS eSTO... SI Te InClInAS HACIA lA lUz,
el AmOR SIemPRe Te enCOnTRARá AllÍ.
TODO mI AmOR,
Tee
XOXO
mUCHAS gRACIAS POR leeR.
Te ADORO. X

Página 980 de 982


ACeRCA Del AUTOR

TL Swan es seriamente adicta a la emoción de escribir y no


puede imaginar un momento en el que no lo sea.
Reside en Sydney, Australia, donde vive su propio final feliz
con su esposo y sus tres hijos.

Página 981 de 982


TRADUCIDO POR

VIVIRleyenDO01@gmAIl.COm

TRADUCCIÓn HeCHA gRATUÍTAmenTe, SIn FIneS De


lUCRO y SOlO PARA leCTURA PeRSOnAl y De mIS
SegUIDOReS.
nO eS OFICIAl. POR lO TAnTO nO AUTORIzO qUe Se
PUblIqUe en OTROS SITIOS.
SI PUeDeS COmPRA el lIbRO y APOyA A lOS AUTOReS.

Página 982 de 982

También podría gustarte