Rey Saúl, primer rey del pueblo de Israel; sucedido por David, su yerno, quien
tenía dotes para la ejecución
músical (I Samuel, 16,14-23). Además, destacaban sus dotes como compositor y poeta. (II Samuel 1, 17-27) Es destacable que la intención de la elegía era expresar su duelo, lo que representa un desahogo llevado a una forma artística como es entendida hoy en día. Según Perez Perazzo "además constituye uno de los más hermosos ejemplos de la poesía hebrea antigua".
Las grandes diásporas segregaron al pueblo de Israel, mientras pasaban entre el
dominio egipcio, babilónico, griego y romano. No obstante, lograron mantener sus características costumbres y desarrollaron una música muy autóctona, presente en los rituales de adoración divina y con un personaje que representó el punto de partida en la música: Jubal. Hamel comenta: El pasaje del Génesis (4,21) donde se habla de Jubal como padre de todo los que tocan el kinnôr (arpa) y el ûgābh (¿flauta?), es una de las primeras menciones de estos instrumentos y sugiere la existencia de grupos profesionales entre los hebreos de esta época.
La música dentro de la cultura judía tenía un muy marcado caracter ritual. La
música era parte fundamental en procesiones durante la extensión del dominio judío, y en ceremonias inaugurales de templos sagrados. La historia antigua del pueblo judío está marcada por diferentes diásporas. La primera de ellas, ocurrida con la invasión del rey babilónico Nabucodonosor II, significó el exilio judío hacia Babilonia, donde a pesar de ser tratados como esclavos, no se les prohibió el desarrollo de su culto. Las asambleas o sinagogas (templos judios) fueron el producto de las reuniones en durante estos tiempos de exilio. Fueron finalmente liberados por Ciro El Grande (imperio persa).
El duro período de dominación griega tuvo especial importancia en el intercambio
entre culturas, según Pérez Perazzo "La influencia helénica se hizo sentir y dejó sus huellas en la música ritual utilizada por los judíos; de hecho, el Modo Oriental o Babilónico del Pentateuco, es idéntico al Modo Dórico griego". La incorporación de la escala diatónica enriquece la música judía. La dominación romana trajo consigo la segunda y tercera gran diáspora, dado el gran choque entre el culto politeísta romano versus el culto monoteísta de los judíos.
La música de los judíos se conformaba, en principio, por las partes
cantadas de la Torá (su libro sagrado). Este canto no era precisamente melódico, sino que consistía en entonar mientras se lee con inflexiones en la altura de los sonidos producidos. Para ello desarrollan un sistema de notación (basado en los signos Ta’amim; que son signos especiales para las cantilación, que es la entonación de la liturgia en las reuniones judías, o las sinagogas) en el que especificaban cuándo debía subir o bajar la entonación, en palabras de Pérez "no representa sonidos determinados ni intervalos exactos, sino indica ciertos tipos de acentuación, motivos y giros melódicos".
COUTSOUMPOS, Panayotis (2019) - Pablo de Tarso. Una Introducción Al Hombre, La Misión y Su Mensaje. Biblioteca de Estudios Paulinos #1. Fortaleza Ediciones