Está en la página 1de 7

NEUROCIENCIAS, NEUROPSICOLOGÍA

Neurodesarrollo: El inicio
del sistema nervioso
María Paula Rojas, 22/11/2019 11 8 min
La etapa de neurodesarrollo es vital para crear y mantener los circuitos neuronales
que son el sustento de la formación de aspectos físicos, cognitivos y emocionales.
Por lo tanto, es fundamental entender cómo se produce el proceso y cuáles son sus
factores relevantes en la formación cerebral. Con un adecuado desarrollo, la persona
podrá experimentar y disfrutar de cualquier tipo de experiencia. Asimismo, podrá
llevar a cabo acciones y conductas que sean beneficiosas. El neurodesarrollo facilita
el aprendizaje de nueva información y, a futuro, conduce a la autonomía de la
persona.

¿Cómo comienza el neurodesarrollo?

Tras la fecundación del óvulo se inicia la formación del cigoto que se implanta en el
útero. En este momento comienza el proceso de gastrulación, en el que empiezan a
diferenciarse los distintos tipos de células.

Este proceso hace que el cigoto se convierta en una gástrula.

La gástrula presenta tres capas de células claramente diferenciadas. La primera es


el mesodermo, donde se originan los huesos y la masa muscular.
La segunda es el endodermo, desde donde se forma el páncreas, el esófago y el
estómago. Por último, tenemos el ectodermo, donde nacen las estructuras del
sistema nervioso, así se inicia la formación cerebral.

Primera etapa del neurodesarrollo: La formación


cerebral
Este proceso se caracteriza por tener diferentes fases en las que se va desarrollando
lentamente el sistema nervioso de los niños. Por lo tanto, es vital que se complete
adecuadamente para evitar el desarrollo de múltiples trastornos.

Fase embrionaria en el neurodesarrollo


A las dos semanas de la concepción comienza el proceso de desarrollo del cerebro.
En este caso, el ectodermo sufre algunos cambios estructurales y se inicia la
formación de la placa neural.

Para el día dieciocho del embarazo, en la placa comienza el proceso de neurulación.


En este proceso, los extremos de dicha placa neural se comienzan a elevar hacia la
línea media y después forman un surco. Por este surco se desarrollan dos líneas, las
cuales se fusionan y forman el tubo neural.

Este tubo neural comienza un proceso de sellado que inicia en la parte media, sigue
a la parte anterior y, por último, a la zona posterior. Asimismo, comienza la
formación de la cresta neural, importante para el desarrollo del sistema nervioso.

Este proceso culmina aproximadamente el día veintiséis o veintiocho del embarazo.


Si se presenta algún daño en tal proceso, se pueden generar enfermedades como la
espina bífida o el encefalocele.

Fase fetal en el neurodesarrollo


Esta fase inicia cuando se cierra el tubo neural y quedan determinadas las dos
grandes divisiones del sistema nervioso. La región caudal (parte de abajo) dará lugar
al cordón espinal. La región cefálica (parte de arriba) tendrá nuevas divisiones
durante los siguientes meses para dar lugar al desarrollo de la masa encefálica.

En un inicio de la formación cerebral, la región cefálica del tubo neural se


divide en tres vesículas: prosencéfalo, mesencéfalo y rombencéfalo. Con el paso de
unos días, el prosencéfalo se divide en telencéfalo y diencéfalo. Por otro lado, el
rombencéfalo se divide en dos, metencéfalo y mielencéfalo.

A partir de estas divisiones, se van a formar las principales estructuras y cavidades


cerebrales. La organización es la siguiente:

 Telencéfalo: Nace la corteza cerebral, ganglios basales, hipocampo, amígdala y


ventrículos laterales.
 Diencéfalo: Se forma el tálamo, hipotálamo y tercer ventrículo.
 Mesencéfalo: Permanece igual y desarrolla el acueducto.
 Metencéfalo: Nace la protuberancia, cerebelo y cuarto ventrículo.
 Mielencéfalo: Se desarrolla el bulbo raquídeo y cuarto ventrículo.

Las estructuras de línea media son otra parte importante del desarrollo durante esta
etapa. En este caso, se crean estructuras como el cuerpo calloso, el quiasma óptico y
el septum pellucidum. Estas se ubicarán en el espacio medio del cerebro y tomarán
protagonismo en el desarrollo de las funciones físicas y cognitivas.

Segunda etapa del neurodesarrollo: Crecimiento y


desarrollo cerebral
Una vez terminada dicha etapa, la formación cerebral comienza su proceso de
crecimiento y desarrollo. Siendo un aspecto vital en la formación de la
personalidad, el comportamiento y las funciones cognitivas, entre otras. Esta parte
del neurodesarrollo inicia desde el tercer mes de embarazo y culmina mucho
después del nacimiento. Existen cuatro etapas en el desarrollo que se expondrán a
continuación.
Imagen obtenida de Kolb y Whishaw (2006)

Proliferación
En esta etapa del neurodesarrollo se da origen a, aproximadamente, cien mil
millones de neuronas cerebrales y de células gliales. Se divide en dos procesos.

En primer lugar, tenemos la división simétrica. Aquí hay un aumento de las células
proliferas, que conforman la base de las células que están presentes en el sistema
nervioso central.

En segundo lugar, la división asimétrica, en la que inicia la neurogénesis y el


proceso de determinación de las células.

En este caso, dependiendo de los factores genéticos, pueden seguir siendo células
proliferas o se convierten en neuronas o células gliales.

Con este proceso se inicia, de manera rudimentaria, la división cortical y subcortical


del cerebro.

Migración
En segundo lugar, se desarrolla el proceso de migración que tiene lugar entre el
tercer y quinto mes de embarazo. En esta parte del neurodesarrollo, las células
nerviosas poco desarrolladas se desplazan desde la zona ventricular del cerebro
hacia su destino definitivo dentro del sistema nervioso.
Es importante recalcar que no se ha definido qué tipo de neuronas serán. Por lo
tanto, cada axón y sus dendritas no se han desarrollado en su totalidad. Existen dos
tipos de migración:

 Tangencial: En el cual las neuronas migran en dirección paralela al tubo neural.


 Radial: El movimiento de estas neuronas se da perpendicularmente al tubo
neural.

Organización
Este proceso inicia desde los cinco meses de gestación y culmina años después del
nacimiento. Tiene diferentes aspectos a desarrollar que pueden darse en diversos
momentos de la vida.

En primer lugar, tenemos la diferenciación de las neuronas en la subplaca. En


este caso, la capa cortical se organiza con ayuda de una subplaca, que manda energía
para que estas neuronas se despierten y comiencen a desarrollarse. De igual manera,
las neuronas inician las conexiones entre ellas y crean una capa migratoria que se
convertirá en la corteza cerebral.

Posteriormente, encontramos el proceso de laminación. En este caso, comienza la


organización de las seis capas de la corteza cerebral adulta. En tercer lugar, tenemos
el crecimiento de neuritas, que se da por medio de impulsos de energía que
estimulan el crecimiento de las dendritas hasta que sean funcionales.

Seguido, el proceso de sinaptogénesis, en el que las neuronas comienzan el proceso


de sinapsis.

En principio, la formación cerebral desarrolla una primera red de contactos para


establecer las bases de comunicación neuronal eficaz.
El proceso sigue con la maduración del sistema nervioso.

Los aprendizajes son indispensables aquí, ya que ayudan a que la neurona se


especialice, crezca y cree conexiones.

En quinto lugar, la eliminación selectiva de sinapsis y neuronas. Este proceso se


da con el fin de tener un mejor funcionamiento de las neuronas que se especializaron
o desarrollaron más conexiones sinápticas.

Por último, encontramos la proliferación y diferenciación de células gliales. Aquí


están las células que migraron junto con las neuronas pero que no se diferenciaron.
Esta diferenciación se logra cuando se acerca el nacimiento, ya que son las que
ayudan al mantenimiento de las neuronas.

Mielinización

La mielinización es el proceso en el que los axones son cubiertos con mielina.

Dicha sustancia es dada por las células gliales y tiene como fin garantizar una
conducción más rápida entre neuronas y ayudar al metabolismo cerebral.

En este caso, el proceso se da de abajo hacia arriba y de occipital a frontal. Es


decir, inicia desde el tronco y va subiendo hasta la corteza.

Asimismo, comienza en el lóbulo occipital y luego va hacia los lóbulos temporales y


frontales.
Entre las áreas de mielinización tardía se encuentra parte de lóbulo frontal y el área
asociativa temporoparietal.

El proceso se ve reflejado, principalmente, por el desarrollo cognitivo del niño.


Desde el nacimiento ya se han desarrollado los reflejos más primarios que se
relacionan con áreas subcorticales.

Al final del proceso se desarrollan las funciones ejecutivas que se relacionan con el
lóbulo frontal.

Conclusión
Es evidente cómo el proceso de neurodesarrollo tiene un alto nivel de complejidad.
Se produce desde las primeras semanas de embarazo y termina después del
nacimiento de la persona.

Por ende, es crucial tener cuidado desde los primeros días de concepción para así
evitar cualquier complicación en el desarrollo de estos procesos.

Es importante indicar que el ambiente, alimentación y genética son algunos factores


que pueden influenciar el desarrollo de este. Ahora, es importante considerar los
factores externos para proteger e impulsar el neurodesarrollo.

Finalmente, es necesario seguir las indicaciones médicas y evitar cualquier riesgo


que pueda afectar tanto el proceso de desarrollo como a la vida del bebé.

Referencias bibliográficas
 Domínguez, P. R. (2016). Desarrollo del sistema nervioso humano. Perspectiva
general del estadio prenatal hasta 2013. Revista Internacional de
Psicología, 15(1), 1-50. https://doi.org/10.33670/18181023.v15i01.172
 Hernández-Flores, C. E., Contreras, G. A. y Beltrán. M. A.
(2018). Desarrollo neuroembriológico: El camino desde la proliferación hasta la
perfección. Universitas Medica, 59(3), 1-10.
https://doi.org/10.11144/Javeriana.umed59-3.dneu
 Medina Alva, M. del P., Caro Kahn, I., Muñoz Huerta, P., Leyva Sánchez,
J., Moreno Calixto, J. y Vega Sánchez, S. M. (2015). Neurodesarrollo infantil:
Características normales y signos de alarma en el niño menor de cinco
años. Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública, 32(3), 565-
573. http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1726-
46342015000300022

También podría gustarte