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SEMINARIO METODOLÓGICO DE GÉNERO - TRABAJO SOCIAL IV

TP “LO INTERDISCIPLINARIO”

Dirección de Estadística y Registro Único de Casos de Violencia de Género

Reta Valentina
Bernardi Delfina
Kertes Ana Paula
Lanfré Marina
Alfonso Mariquena
En el marco de las prácticas de formación profesional en el Registro Único de casos
por violencia de género, pensar en la interdisciplinariedad resulta un eje central para el
análisis del mismo como institución. A su vez, permite comprender la complejidad que
asume la violencia de género como un problema social.
Dicha interdisciplina, conformada por profesionales sociologxs, psicologxs,
abogadxs, entre otrxs, es condición necesaria para el análisis integral de las problemáticas
de género. Esta dimensión entraña múltiples aspectos, relaciones y variables que son
imprescindibles de reconocer al momento de registrar , sistematizar, y evaluar la
información, lo que posibilita la construcción articulada de estrategias e intervenciones
desde una multiplicidad de saberes y conocimientos. Asimismo, tensionando estos
conocimientos nos aproximamos a poder comprender la complejidad de la realidad desde
una perspectiva plural, acercándonos a la particularidad de los problemas desde la
conjunción de las complejidad de cada campo disciplinar. En este sentido, lo interdisciplinar
aporta un enfoque dialógico, una mayor precisión teórico-metodológica, desde la
complejidad que la realidad manifiesta y exige ser tratada. Al respecto, como se destaca en
la bibliografía seleccionada, lo social no tiene límites definidos ni es posible de ser
delimitado por las lógicas disciplinarias fragmentarias y estancas que plantean las fronteras
rígidas y cristalizadas. Esto expresa el carácter potente del RUC como institución, cuya
interdisciplinariedad supera el criterio endógeno y disciplinar y produce procesos de
retroalimentación dialéctica que parten de una visión desde la totalidad y la complejidad.
Entre diferentes disciplinas y niveles estatales, se apuesta a la integración y
problematización de las construcciones instituidas, lo que plantea prácticas instituyentes
dentro de dicha institución que enriquecen el proceso de registro de la información y por
tanto, la posterior construcción de políticas públicas.
Siguiendo esta línea, consideramos que dicho material bibliográfico nos permite un
proceso reflexivo que nos invita a revisar las lógicas tradicionalmente reproducidas en la
ciencias sociales y en el Trabajo Social particularmente. Estas lógicas pueden perpetuarse
incluso en el marco del trabajo interdisciplinario lo que da cuenta de una necesaria y
continua vigilancia epistemológica como profesionales ya que frecuentemente la
preocupación por definir la participación en los equipos interdisciplinares en base a las
incumbencias normatizadas, restringe las posibilidades de pensar en lo instituyente.
Indagar en lo interdisciplinar atendiendo a una diversidad de perspectivas, nos
brinda, a su vez, una amplia mirada de este concepto/práctica que complejiza los diferentes
escenarios en donde intervenimos con otrxs y al mismo tiempo arroja precisión y claridad a
dicho intercambio. Esto permite descentrarse de las disciplinas, priorizando la reflexión en
torno a cuáles son y cómo se estructuran las problemáticas que dan sentido al campo,
como también cuales son los fundamentos ético-políticos que legitiman y legitiman nuestra
práctica. En cuanto a esto, el análisis acerca de lo interdisciplinario nos aproxima a su
dimensión socio-histórica, como también al modo en que se produce el conocimiento, las
hegemonías al interior de cada campo del saber y la manera en que es aprehendido “lo
social”. En relación a esto último, la constitutiva complejidad de lo social y su carácter
transdisciplinar nos posibilitan pensar en los aportes que el Trabajo Social puede brindar al
centro de prácticas como profesión que confronta permanentemente con lo
transdisciplinario. En este sentido, este material bibliográfico nos orienta hacia un horizonte
de intervención posible en relación a las prácticas de formación, en lo que respecta a la
potencia que reside en el Trabajo Social en su tarea ineludible de unir lo que históricamente
se ha separado en las ciencias humanas y sociales en un proceso de largo tiempo de
disciplinarización y fragmentación de los problemas sociales. Esta perspectiva conduce a la
construcción de estrategias profesionales situadas que proponen una constante redefinición
y análisis de la profesión.
En cuanto a esto, para poder analizar el rol y las incumbencias del Trabajo Social es
importante reconocer el desarrollo histórico y el movimiento dinámico de las estructuras. De
esta manera pensar en la identidad profesional implica considerar su carácter heterogéneo,
cambiante y plural donde nuestras prácticas de ejercicio profesional nos invitan a
problematizar e interrogar los sentidos que orientan nuestro ejercicio, supone reconocer la
multiplicidad de factores que están en juego como lo son: las dinámicas institucionales, las
demandas, los actores y actrices, las significaciones, las potencialidades y los límites de la
intervención para a partir de ahí definir nuestro rol. El mismo no está dado de una vez y
para siempre, sino que está sujeto al espacio- tiempo en donde se sitúa.
Con respecto a los roles e incumbencias del Trabajo Social en relación al centro de
prácticas y a la temática en cuestión, identificamos en primer lugar que nuestro rol dentro
del RUC gira en torno a dilucidar y problematizar la multiplicidad de violencias que se
ejercen sobre los cuerpos de las mujeres y disidencias. A partir de esta problematización es
posible construir herramientas para el abordaje y la intervención en dichas situaciones de
violencia. La práctica profesional del Trabajo Social inserto en el RUC evidencia cómo el
devenir histórico resignifica los roles e incumbencias entendiendo que, al discutirse la
violencia de género como una problemática social fue posible que esta estuviera en la
agenda pública y se trate como tal. Es en este sentido que reconocemos que el Trabajo
Social puede problematizar la violencia de género como dimensión que implica un análisis
de los procesos políticos, económicos y socioculturales lo que posibilita el diseño,
planificación e implementación de políticas públicas para la prevención y erradicación de las
múltiples violencias que se encuentran conectadas en un entramado social complejo.

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