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Los verbos son clase de palabras que expresan acciones, (actividades, movimientos),
estados (situaciones que permanecen en el tiempo) y procesos (cambios de estados)
realizados o experimentados por los seres, los objetos y los lugares. Por ejemplo:
Para nombrar a los verbos usamos el infinitivo, que es un verboide, es decir, una forma
verbal que no se conjuga. Según la desinencia que tiene el infinitivo, los verbos se
clasifican en:
Todos los verbos están formados por raíces y desinencias. Las primeras conllevan el
significado del verbo, mientras que las desinencias varían cuando el verbo se conjuga.
Modo: indica la actitud del hablante ante lo que dice. Hay tres modos:
Tiempo: indica cuándo ocurre la acción, el proceso o el estado designado por el verbo.
Los tiempos pueden ser simples si están formados por una sola palabra o compuestos
si están formados por el verbo auxiliar haber + un participio. Por ejemplo: había leído.
Tiempos simples:
Presente: tiempo simultáneo al momento en que se habla.
Pretérito: tiempo anterior al momento en que se habla. Lo clasificaremos en:
Pretérito imperfecto: expresan acciones duraderas en el pasado. Ejemplo:
deseaba esa lapicera.
Pretérito perfecto simple: señala acciones puntuales y terminadas. Ejemplo: vio
el regalo y lo agradeció.
Futuro imperfecto: expresa una situación en un tiempo posterior al momento en
que se habla.
Tiempo compuesto:
Pretérito pluscuamperfecto: expresa acciones anteriores a otras pasadas.
Ejemplo: había traído un regalo.
AA. VV. “Lengua Prácticas del lenguaje 1”. Editorial Estación Mandioca,
.Buenos Aires (2011)