A lo largo de la historia argentina hubo tantos hechos de civilización y barbarie, que
muchos de estos no quedaron claros. Bajo los conceptos de cada uno; entendemos, según el contexto social que civilización no puede ser sinónimo de barbarie. Cada uno de ellos conlleva una fuerte denominación. Aún para muchos historiadores ambos términos se relacionan con la obra literaria Facundo, de Sarmiento. Donde queda a la interpretación de cada uno su contenido. Fue sumamente discutida la obra en su momento, ya que si hablamos de Facundo, el campo y la ciudad se presentaban como dos caras diferentes, o polos como prefieran llamarlos. ¿Son estáticos ambos términos o han evolucionado? Esa es la incógnita que muchos quisieran develar, pero aunque quisiéramos entenderla, necesitaríamos antes descubrir y analizar cómo ha ido repercutiendo en la trayectoria de cada uno, en las vivencias y sobre todo cómo ha ido marcando a lo largo de la línea del tiempo una valorización diferente. En un principio civilización es el conjunto de costumbres, conocimientos, artes e instituciones que constituyen las formas de vida de una sociedad humana. Civilización, por otro lado, también puede tomarse como sinónimo de progreso, desarrollo o avance. Por lo contrario Barbarie, es una actitud de crueldad y violencia. También se considera un fenómeno, cultura, civilización o persona que le falta civilidad considerándose salvaje o sin valores éticos ni morales. Barbarie deriva del latín barbaries que se refiere a la cualidad de un ignorante, semejante a una fiera, cruel. Ante esto nos preguntamos : ¿Cuál es la diferencia entre civilización y barbarie? Como muchos pensadores de su época, entendían que la civilización se identificaba con la ciudad, con lo urbano, lo que estaba en contacto con lo europeo, o sea lo que para ellos era el progreso. La barbarie, por el contrario, era el campo, lo rural, el atraso, el indio y el gaucho. A esto hace referencia Sarmiento, en su obra “Facundo”, escrita en 1845 aproximadamente. Donde se demuestra una gran diferencia en su redacción diciendo: “Los indios no piensan porque no están preparados para ello, ellos son salvajes”. Aquí podemos ver explícitamente con esta frase que hay una gran diferencia entre los términos. Los sinónimos de barbarie son: salvaje, bestialidad, fiereza, incultura, rudeza, encarnizamiento, tosquedad, calamidad. Según la antropología, la humanidad ha pasado por el salvajismo y la barbarie para llegar a desarrollar una civilización. Según el antropólogo Lewis Henry Morgan, la evolución social de la familia se compone básicamente de tres etapas que se subdividen en superior, medio e inferior: Salvajismo inferior: se dedican a la pesca y aprenden a dominar el fuego. Salvajismo superior: dominan el arco y la flecha como armas para cazar. Barbarie inferior: desarrollan la alfarería y la domesticación de los animales. Barbarie medio: descubren el uso del hierro. Civilización: desarrollo del lenguaje fonético y escrito. En su interpretación deja claro, también que los antónimos de barbarie son: civilización, progreso, evolución, humanidad, sensibilidad. Si continuamos la línea del tiempo veremos reflejado estos conceptos, seguramente más amplios aún, donde la barbarie se asocia a fenómenos y desastres provocado por los hombres como, por ejemplo, las guerras, el holocausto y asesinatos masivos. Tomando el origen de barbarie deriva de la palabra bárbaros que eran considerados extranjeros de una comunidad primitiva. Se asocia al salvajismo pues sus comportamientos no demuestran ningún tipo de civilidad. Las guerras que por entonces hubo dejaron miles de muertos, sangre esparcida, encierros y una gran pobreza mundial. Pensemos en algunas letras que dejó plasmado León Gieco” Solo le pido a Dios que la guerra no sea indiferente...”.Marcó un hito importante. Ni qué pensar en aquella niña judía Ana Frank, donde quedó encerrada junto a su familia, escondiéndose de los Judíos, que luego tuvieron un fatal desenlace en cuanto a su destino, ya que murieron en un campo de concentración en Alemania por 1945. Cuánta tristeza da ver que no hubo civilización sino tan solo una barbarie. Hoy por hoy en cada minuto nuestro avanza diariamente la barbarie. De pueblos que son sometidos a guerras, sin tener presente muchos valores como el derecho a la vida, a opinar sobre la libertad, y el respeto. Tal como lo dice la canción de Gieco:“el engaño y la complicidad de los genocidas sueltos, el indulto y el punto final a las bestias de aquel infierno” “la memoria pincha hasta sangrar a los pueblos que la amarran y no la dejan andar libre como el viento” “todos los muertos de la AMIA y los embajadores de Israel, el poder secreto de las armas, la justicia que mira y no ve”. Todos somos culpables de todo esto? Somos culpables de no practicar una mejor “civilización? Deberíamos entonces poner en práctica el progreso, en cuanto a fomentar el diálogo, ya que miles de personas usan las armas para matar, dejando la palabra de lado, como está pasando ahora en Israel y Hamas; otras en cambio, usan la palabra para dañar y manipular. Indudablemente tiene mucho poder, ante esto de la barbarie. Ya que hoy en día depende de la mano del ser humano ir formando diferentes conceptos que se asocian a una cultura diferente. En estos tiempos reales, cada vez hay más barbaries que civilización. Y entre todas las promesas, los viejos amores, los sueños de vida y de historia, y la memoria que a veces despierta para herir…( León Gieco), nos toca luchar día a día contra ese monstruo donde depende de nosotros el camino a seguir. Es cierto que a veces los monstruos son máscaras y no se presentan como tal. Recordemos a, Jorge Luis Borges en su cuento "la fiesta del monstruo" donde se explora el tema a través de la representación simbólica, como una fuerza primitiva que amenaza la estabilidad y la moralidad de la sociedad civilizada. En la fiesta del monstruo, estos, aterradores y peligrosos, resultan ser amables y bondadosos, comportándose de manera más educada y respetuosa que los humanos que se consideran civilizados, pero que muestran comportamientos crueles y egoístas, temerosos y prejuiciosos. Muchas máscaras a la vista y solo nos da a entender que no son estáticos estos conceptos de “civilización y barbarie”, sino que van evolucionando con el tiempo. Debido a diferentes circunstancias sociales, culturales, etc. Van adquiriendo un concepto cada vez más amplio. Necesitaríamos tener una cultura diferente, donde el ser humano pueda adaptarse a nuevos cambios, a nuevas perspectivas, con una mirada distinta. Pero para esto deberíamos de poner en práctica nuestros cambios. Para que cada uno pueda adaptarse también a una nueva forma de civilizarse. Y tener una barbarie distinta. Nadie puede negar que estamos sometidos a nuevas estructuras, donde aquel que se adapte puede mantenerse en estos tiempos. Solo la memoria es la que podrá guardar cada actitud y hecho que se ha ido presentando a lo largo de todos estos años. Deberíamos de replantearnos como personas muchas otras cuestiones como los valores de la vida y el respeto, que hoy en día en algunos lugares no se están respetando.