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Proyecto para la rehabilitación de la


iglesia de Santa Clara.

Andrea del Carmen Rodríguez Ceñas


Proyecto individual.
Instrumentos para la Protección del Patrimonio
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DESCRIPCIÓN GENERAL DEL BIEN.

El convento de Santa Clara se encuentra ubicado en el centro histórico de Córdoba, concretamente


en el número 20 de la calle Rey Heredia. Se trata del primer convento femenino fundado tras la
conquista cristiana, en octubre de 1265. Construido sobre una mezquita califal (976), que a su vez
fue construida sobre la basílica de Santa Catalina, del siglo VI. Actualmente se encuentra en un
pésimo estado de conservación, donde casi no se conservan vestigios del convento primitivo. Aún
así se conserva el alminar convertido en campanario (sin sufrir modificación alguna, aunque se
desmontó el cuerpo superior), además de la puerta de la Calle Osio, junto con la estructura general
del edificio.

Comenzando a tratar el exterior del complejo arquitectónico hay dos elementos que destacan sobre
los demás, uno de ellos es el anteriormente nombrado alminar (ubicado a los pies de la nave del
evangelio) de época musulmana y la puerta barroca de la calle Rey Heredia.
El aparejo del alminar es de soga y tizón, a diferencia del cuerpo del edificio de la mezquita que es
almohadillado, además de que este no enjarja con ella.
En el tercer tercio del s. XVIII se construye una fachada barroca. Hablamos de la portada oriental
enmarcada por dos pilastras dobles superpuestas, con decoración de placas y remata con un arco
rebajado, escarzado, con dos grandes dovelas y clave, tapada por un escudo de madera con armas
reales decorado con un ferroneire. Las ventanas rectangulares con marcos con orejas. (Caballero
2007: 139)
En la fachada opuesta nos encontramos otro elemento muy significativo del conjunto, un arco de
herradura adintelado ultrasemicircular, de manera que excede del semicírculo dos tercios del grado.
Esto hace que lo clasifiquemos en época califal. Este mismo arco a su vez en el interior (también de
herradura) forma parte de una portada en resalte, aunque en esta ocasión este se encuentra muy
modificado.

El convento ubicado en un primer momento en la parte de la mezquita, fue convertido en iglesia,


adaptando el patio a la estructura del claustro. El templo está conformado por tres naves, separadas
entre si por arcos sobre columnas, además de un segundo cuerpo en la parte central. Se
aprovecharon elementos musulmanes, como los muros, un arco de entrada al patio, así como el
alminar, fustes y capiteles (todos ellos de diferentes procedencias) De la nave central se perdió la

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cubierta, y en cuanto a las naves laterales ambas, al ser de dos pisos, el entresuelo se encuentra en
ruinas. (Jordano 2002: 28)

Actualmente la única parte del edificio que se encuentra en activo es propiedad del Ayuntamiento,
donde albergan las oficinas del consorcio de turismo, junto con otros espacios destinados a la
realización eventual de actos culturales.

GRADO DE PROTECCIÓN LEGAL.

El antiguo convento de Santa Clara y su alminar conservado fueron inscritos en el Catálogo General
del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural (BIC) y como Monumento
histórico-artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional mediante el decreto de 4 de junio de
1932 (Decreto del Ministerio de Intrucción Pública y Bellas Artes publicado en la Gaceta de Madrid
nº155.)

RAZONES DE INCLUSION EN LA LISTA ROJA

El principal motivo es el estado de abandono en el que se encuentra, ya que tras varios intentos
fallidos de propuestas de restauración vemos como un complejo arquitectónico con un gran valor
patrimonial tiene sus puertas cerradas al publico a causa de su pésimo estado de conservación y su
grave deterioro. Se han realizado leves intervenciones, siendo una mínima parte de todas las
restauraciones que este templo requerirá para su posterior rehabilitación .
Poco a poco se va dañando cada vez más la estructura del edificio, y tanto es peligroso para la
conservación del edificio como para la seguridad de los transeúntes. En las últimas intervenciones
realizadas se consolidaron los cerramientos exteriores de Santa Clara, ya que tiempo atrás varios
cascotes cayeron al suelo de la calzada, algo que puede llegar a poner en peligro la seguridad del
viandante. De entre todas las razones esta es de las más importantes, por supuesto además de
conservar un monumento tan emblemático de Córdoba a la vez que poco conocido, donde se reúnen
Otras de las fuertes amenazas que tiene el edificio es el agua, ya que las filtraciones de lluvias es el
principal factor que impulsa a un deterioro más rápido lo que provocará de manera progresiva
fuertes daños en el complejo y más concretamente en su estructura. Dado que no ha recibido los
cuidados requeridos para su conservación, la parte del techo se ha visto gravemente afectada y se ha

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llegado a perder una gran parte de este. Al no contar con un techo es muy fácil la filtración de agua
en los días de lluvia, por no decir casi imposible.
Con ello lo que se pretende evitar es que aunque el edificio aun se encuentra en pie no se derrumbe.

HISTORIA
El convento de Santa Clara fue fundado en un primer momento como la basílica de Santa Catalina.
Este convento recoge en su seno tres de los periodos más importantes y con mayor influencia en
Córdoba. Diferenciamos elementos tanto de época bizantina (en menor medida), califal y cristiana.
Realizaremos un recorrido de forma cronológica por la historia de este peculiar convento fundado
en 1265. Gracias a la Arqueología de la Arquitectura podemos dividir las estructuras de esta en 6
etapas finalizando con un periodo de restauración.

- Fase Bajoimperial (s. III-V)

Estructuras generan dudas en cuanto a la funcionalidad original del edificio. Son diversas las
hipótesis sobre que fue en un origen el convento de Santa Clara, si una construcción de carácter
religioso como afirma Pedro Marfil en su estudio o un conjunto domestico como declara Manuel D
Ruiz Bueno y Carmen González Gutiérrez en la revisión arqueológica de las estructuras del
convento. Esta nueva hipótesis se fundamenta en las variaciones, en la orientación de los muros y
en la organización general de los espacios. Aunque bien es cierto que no se puede descartar por
completo que se tratara de una construcción de carácter religioso por ciertos elementos hallados en
el complejo tales como la iconografía del mosaico, la tumba anterior al edificio y una posible
arquería divisoria. La tumba hallada se trataba de una cista de piedras irregulares de pequeño y
mediano tamaño, con un enlucido interno de cal recubierto con estuco de color ocre-amarillo, según
P. Marfil en su estudio. (Ruiz y González 2017: 253-254)

-Fase tardoantigua (s. VI-VII)

Se levantarán diferentes estructuras en este periodo. De entre ellos un pavimento de opus


vermiculatum y pavimento de mosaico polícromo, ambos realizados con táselas calizas. Destaca el
mosaico (fig.1) cuya composición es de círculos grandes y pequeños tangentes por los que pasan
peces alternando con elementos arquitectónicos. Decir que aparecen dos mosaicos próximos entre si
aunque el anterior nombrado es mas suntuoso. El otro mosaico contaba con una decoración
geométrica y vegetal (fig.2 ) (Ruiz y González 2017: 254-255)
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Fig. 1: Córdoba (antigua iglesia
de Santa Catalina): A. Mosaico
del corte 4 (Penco, 2000: g. 1).

Fig. 2: B. Mosaico del corte 9


(Mar l, 2000: foto 9

- Fase Califal (s. X-XI)

El edificio que sucede a la Basílica de Santa Catalina fue islámico, concrétame una mezquita del
siglo X. Erguida sobre las ruinas de la antigua basílica utilizan parcialmente los muros destruidos
como cimientos.
La mezquita estuvo compuesta por dos partes principales, la sala de oración con tres naves y un
patio al aire libre con un alminar ubicado en su esquina noreste. Articulada mediante cuatro muros
laterales de fachada, de sillería a soga y tizón almohadillada, que encierran al sur una sala de
oración y al norte un patio. (Fig. 3)
La sala de oración o haram tenia planta cuadrangular y estaba organizada en tres naves
perpendiculares al muro de quibla. La nave central (6m) era un poco más ancha que las laterales
(4,5m). Cada nave se dividió en seis tramos, cada tramo con 3m de largo. Con ello la nave central
se vería más alta en comparación con las laterales.
Poseía un mihrab en su eje axial (del que únicamente se conserva la delimitación del alfiz que
enmarcaba el arco de entrada); ni si quiera podemos saber como era la planta de este. (Ruiz y
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González. 2017: 263) Conservamos del muro S de la quibla en parte su altura primitiva (7,50m
hasta su remate y 7,10m hasta la altura del alfarje), manteniendo en su tramo central los cortes para
la decoración de la fachada del mihrab. (Caballero 2007: 22) Al exterior las fachadas de la sala de
oración contaban con cuatro contrafuertes cada una, al parecer contrafuertes representativos y no
estructurales. Del muro noroeste que se conserva hasta su remate gracias a las restauraciones.
En la fachada noroeste correspondiente a la sala de oración no han quedado piezas en su cara
externa pertenecientes a esta época. En la fachada suroeste (calle Osio) si podemos distinguir
algunos sillares islámicos. (Ruiz y González 2017: 263)

En cuanto al patio respecta diremos en primer lugar que presentaba unas dimensiones menores que
el oratorio. A este se accedía a través de un vano en el muro de separación con el haram (solo se
conservan de dicho muro tres hiladas de cimentación). Para acceder al patio desde la calle una
puerta en el muro sureste con un falso arco de herradura tallado en la sillería. (Ruiz y González .
2017: 273)

Fig. 3: Córdoba (antigua iglesia de


Santa Catalina): planta de la
mezquita según los restos
arqueológicos recuperados y
conservados. Reelaborado a partir
de observaciones hechas por Ruiz y
González, así como de los datos
contenidos en Escribano,
1964-1965; Hernández, 1975; Mar
l, 1996a, y Caballero et al., 2007.
(Ruiz y González 2017: 261)

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El alminar construido entorno a finales del siglo X y comienzos del XI así como el muro sur y la
puerta que se abre en él, que comunica con el patio de la mezquita. Ubicado al norte del antiguo
patio de abluciones y presenta sillares a soga y tizón o varios tizones. Su planta es cuadrada con un
machón central también cuadrangular, entorno al que se encuentra una escalera, iluminada por
algunas asoilleras. A determinada altura el núcleo se convierte en un eje, alrededor del cual la
escalera es de caracol (estuctura de las iglesias medievales cordobesas). (Jordano. 2002: 48) La
planta del alminar mide 4,25m de lado y su altura máxima conservada en las fachadas N y E es de
unos 9 m con 24 hiladas de unos 0,40 m de altura cada una. Los muros tienen un grosor de 0,60 m.
La escalera interior se organiza alrededor de un machón central cuadrado de 1,40 m de lado, con
una caja de 85 cm de ancho. (Caballero 2007: 20)
Se accede al alminar mediante un vano adintelado, despiezado en grandes dovelas y con un arquito
rebajado de descarga. (Fig. 4) La puerta del muro sur se puede relacionar con este vano, ya que
ambos son adintelados con dovelas muy estrechas. El alminar coronado por un andén de merlones
escalonados. Termina esta parte en terrazas y tiene un cuerpo de menor tamaño (posiblemente parte
del primitivo alminar ya que el vano se abre en forma de arco de herradura).

Presenta un diferente aparejo de los muros con respecto a la mezquita, es por ello que se diferencia
de ella además de que no se unen los muros entre si. Bien es cierto que el hecho de que ninguno de
los muros del alminar encajen con los de la mezquita puede tener una finalidad, y es la de no
debilitar la estructura de alminar y que la posible ruina de uno no repercutiera al otro. (Caballero
2007: 21)

Con la caída del califato llega la ruina al edificio y hasta mediados del siglo XIII el edificio
experimenta varias labores saneados anteriores a su transformación en iglesia. La siguiente etapa
inicia con la donación de varias casas para su fundación en la segunda mitad del s. XIII. Se
instalaron religiosas y las utilizaron como cuartos propios de un convento. (Jordano 2002: 50)

Pasaría a ser la iglesia del convento fundado por D. Miguel Díaz. La reforma de la iglesia no se
llevaría a cabo hasta más de cien añosSupuso una transformación estructural donde se incluye un
sistema de abovedamiento y dos plantas en sustitución al sistema de tejado y artesonado sobre
arquerías islámico. El abovedamiento de la planta inferior conlleva la creación de un segundo piso.
Estilísticamente el abovedamiento y los arcos de medio punto no corresponden con los cánones de

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la época pareciendo más moderna. Se presentaría al final otro daño estructural obligando a sustituir
la arquería oriental de la planta alta

En la etapa barroca (tercer tercio del s. XVIII) se le proporciona a la iglesia una fachada (Fig 5) con
portada (Fig 6), desaparece el patio sustituido por la iglesia y se gira la orientación del edificio hacia
el norte. No conserva su ornamentoacion. Sufrirá además una serie de restauraciones, refuerzo del
sistema de abovedamiento y se crean las galerías de planta alta. Al mismo tiempo se renuevan vanos
de iluminación haciéndose mas amplios. (Caballero 2007: 229)

A partir de aquí hasta mediados del siglo XX la iglesia tras la desamortización conventual pasa a ser
un cuartel pero rápido recupera su función de convento. Como consecuencia de la mala
conservación de la cubierta se recupera el patio. Con la restauración (Fig 7 y 8) agresiva que se
realiza a partir de mediados del siglo XX se pierden toda la decoración barroca. En el muro oeste se
sustituyen puertas y ventanas. Además, las tres intervenciones arquitectónicas realizadas por
Escribano, Hernández y Ramírez Laguna y de la Fuente han seguido criterios muy diferentes y
contradictorios entre sí, no consiguiendo cerrar la intervención en cuarenta años. (Caballero 2007:
229- 231)

En cuanto lo que respecta a su tratamiento patrimonial a lo largo de la historia tenemos la actuación


del gobierno no provisional de la República que a propuesta del Ministerio de Instrucción pública y
Bellas Artes declara Monumento histórico-artístico pertenecientes al Tesoro Artístico Nacional el
Convento de Santa Calara y su torre del alminar el 4 de junio de 1931 con la categoría de
monumento. A su vez estos dos bienes culturales se ubican dentro del casco histórico de Córdoba,
declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994.

Fig. 4: Puerta del alminar, en su fachada sur.

(Caballero 2007, 36)

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Fig 5: Fachada este. (Caballero 2007, 38) Fig 6: Portada. Fachada este exterior.

Fig 7 y 8: Restauracioón de la fachada oeste y su reforma por Félix Hernández (Caballero 2007,
199)

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SITUACIÓN ACTUAL

Estado de Conservación:

El estado de conservación en el que se encuentra es pésimo afectando a unas partes más que otras.
Presenta daños en su estructura, que combate contra un proceso lento al que si no se le pone
remedio se reducirá una vez más el complejo a escombros.

De tal amplitud es el mal estado de conservación que no se ve reflejada en ella su época de


esplendor (durante la edad media). Un reflejo del mal estado también lo sería la cubierta que llego a
un tal punto de deterioro por el desprendimiento de tejas que volvió a contar con un patio como la
antigua mezquita.

Al contrario de la iglesia, la torre alminar (Fig 9) si se encuentra (en mayor parte) en buen estado de
conservación, siendo este el mejor conservado de los tres alminares con los que cuenta la ciudad. La
base de la torre no presenta un buen grado de conservación debido a la erosión de los materiales. No
se conserva el alminar en su totalidad ya que se desmontó el cuerpo superior. Hasta finales de los
años 1990 contaba con un primer cuerpo con almenas escalonadas, similares a las del muro exterior
de la mezquita. (IAPH)

Riesgos Patrimoniales

El convento de Santa Clara presenta varios riesgos patrimoniales, que como anteriormente he
nombrado viene motivado por un daño en su estructura (proceso que explicaré posteriormente). El
agua es uno de los agentes que más daño provoca, actuación que podría agravarse si no se tiene en
cuenta un control de plagas. Son mayores los daños provocados por las aves que destruyen el
complejo formándose en él verdaderas colonias. Anidan y defecan en todos lados no siendo esto un
factor beneficiario para su conservación. En cuanto a la actuación meteorológica, la filtración de
lluvia en el complejo presenta un riesgo cada vez mayor si no se frena.

Análisis DAFO/FODA

Comenzando a tratar el interior de la iglesia hablaremos en primer lugar sobre las debilidades que
esta presenta. Es preocupante los daños estructurales ya que, se detectan movimientos de
inclinación (generalmente hacia el exterior del edificio) y descenso de los muros de toda la obra de
época islámica que han seguido activos hasta hoy día, pues afectan a todas las fases de todas las
épocas, incluidas las más recientes. Es un proceso lento el cual afecta antes a los muros mas
antiguos. Se aprecia una deformidad en el terreno (a consecuencia de los rellenos antrópicos), es ese
el motivo de los asientos y giros que presenta la estructura del edificio. Como aspecto de fortaleza

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podemos decir que el terreno tiene una resistencia residual prácticamente igual a la de las cargas del
propio edificio, pero aunque su evolución es lenta también es imparable. En el lado oeste y sur del
edificio, donde el estrato es más espeso, los asientos y giros no parecen haberse detenido todavía,
mientras que sí parecen prácticamente detenidos en el lado este. (Martín, Cámara y Murillo 2018)

La estructura así sufre dos procesos de daños: por un lado el progresivo giro de cada muro respecto
de sus muros paralelos hace que todos los paños se agrieten y los arcos y bóvedas sufran descensos
en sus zonas de clave. En cambio en segundo lugar, la combinación de movimientos en dos
direcciones distintas provoca efectos de torsión o fraccionamiento en los elementos más esbeltos (es
por ello que los cuatro pilares en cruz del centro del aula sean los elementos más dañados).
Presentan grietas y fracturas importantes en sus sillares. En cuanto a la torre (formada por el núcleo
macizo y su exterior) conecta estos dos elementos a través de unos peldaños los cuales presenta
fracturas. Si bien es cierto que estos movimientos estén causando daños en algunas partes del
conjunto, no se verán influenciados las estructuras de arcos y bóvedas. (Martín, Cámara y Murillo
2018)

No solo encontramos daños estructurales, los materiales constructivos también se han visto
afectados. Como podemos observar el deterioro de la base del alminar es muy grave al igual que los
cuatro pilares cruciformes del aula. Encontramos agrietamientos y fracturas en los sillares como
consecuencia de los desplazamientos estructurales junto con la perdida de sección resistente de los
sillares en sus arranques por la fuerte erosión. Esta erosión provocada por el ascenso capilar y la
evaporación superficial del agua del terreno. Pese a que ambos elementos no tienen un origen
estructural puede poner en peligro la estabilidad del monumento. Cabe nombrar los refuerzos de los
cimientos como los contrafuertes adosados en diferentes partes del complejo, en especial los del
muro sureste, que aunque pueda parecer una acción beneficiaria para el complejo no lo es. Son
mayores los daños que provoca ya que cualquier aumento de carga reactiva y acelera el proceso de
asiento. (Martín, Cámara y Murillo 2018)

En cuanto a la parte externa respecta la principal amenaza visible a simple vista es el deterioro de la
parte baja del alminar (Fig 10) y su latente erosión. Se deberán atender a los elementos del exterior
y en el caso en el que alguno se encuentre en muy mal estado restaurarlo o si tiene riesgo de
derrumbe asegurarlo. Puede y se ha dado el caso en el que han caído elementos del complejo, algo
muy peligroso, es por ello que tanto la zona interior como exterior debe de ser asegurada por el
bienestar de las personas. Sobre las oportunidades externas, creo anteriormente contaba con algún

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tipo de señalización o cartelera, las cuales ya no se conservan. Hay suficiente espacio tanto en la
calle Rey Heredia como en la Calle Osio para señalizar y al menos saber que lo que estas viendo es
el primer convento de monjas claristas de la ciudad.

Fig 9: Vista de la torre del alminar desde su exterior. Autor: Edmundo


Sáez 10/10/16

Fig 10: Erosión de la parte baja de


la torre alminar. (Caballero 2007)

PROPUESTAS DE FUTURO:

Para la rehabilitación de esta iglesia e impedir que vuelva a alcanzar tal estado de abandono crearía
un centro de interpretación cultural dentro del complejo. Esta rehabilitación del edificio constará de
todas las obras necesarias para la reparación de los daños que presenta actualmente el convento. Por
supuesto será necesaria la labor de reconstrucción y restauración a aquellos elementos
ornamentales, como podría el ser el mosaico de primera época, aunque la principal labor será la de
conservación, ya que sin una buena conservación se pierde la obra, como parcialmente ha sucedido
en esta ocasión.

Con ello haremos una puesta en valor de un conjunto en donde se recogen tres periodos de la
historia de nuestra ciudad. En primer lugar como es evidente intentaría solucionar todos los
problemas presentes en cuanto a la estructura y a los materiales que anteriormente he nombrado.
Prepararía el espacio de manera que fuera en primer lugar seguro para el visitante y por su puesto
transitable. Solo sería dispuesta la planta baja del edificio. Reforzaría la seguridad de los muros,
bóvedas y forjados del edificio, incluyendo la retirada de los apeos existentes en la planta baja.
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Dividiría el complejo en dos áreas, una sala destinada a la proyección de un audiovisual a modo de
contextualización. Además al tratarse de un complejo que ha sufrido tantas transformaciones a lo
largo de los siglos es difícil la diferenciación de elementos y por consecuencia la comprensión del
edificio. Es por ello que pienso que es de buena manera empezar la visita con un audiovisual que
además de facilitar la lectura del edificio realizará un breve recorrido a lo largo de los siglos donde
se presente de manera cronología todas las transformaciones. La lectura del edificio a su vez se verá
complementada con texto informativo donde se explicará de manera clara y ordenada su cronología,
periodo y breve descripción.

Además destinaría un área del complejo a la conservación e investigación. Contaría con un almacén
para guardar los materiales arqueológicos, taller de restauración, oficinas y despachos para el
trabajo administrativo junto con un centro de documentación que sistematice toda la documentación
generada en el desarrollo de la investigación del yacimiento.

Sin lugar a dudas un centro de interpretación además de un recurso cultural activa y dinamiza el
patrimonio, y es la mejor manera para darlo a conocer. Es por ello que se requiere de un plan de
difusión, y que mejor manera en los tiempos que vivimos que a través de internet. Si bien es cierto
que los dípticos informativos y carteles publicitarios es una buena forma de difusión, la red lo es
más.

En primer lugar para obtener fácil información sobre el centro se crearía una página web, donde
encontrar los horarios, ubicación, precio de entrada y visitas guiadas, junto con una breve
introducción de lo que se visita. Es de gran importancia ofrecer la información mínimo en tres
idiomas para dar facilidades al público extranjero y abarcar hacia un mayor número de visitantes.

Actualmente las redes sociales son el medio más potente de comunicación, donde la información es
difundida a mayor escala y de forma más rápida. Crearía unas redes sociales del complejo, donde
además de difundir información sobre este, informaría sobre los acontecimientos que surjan
relacionados con el mismo.

Para la conservación de este es primordial su conexión con la sociedad, y es el desconocimiento lo


que ha provocado su abandono. Seria beneficioso para su renacimiento la elaboración de campañas
y programas de colaboración con el ayuntamiento, colegios, institutos y otras instituciones. Como
idea de arranque realizaría una jornada de rutas temáticas por los conventos de Córdoba,
dedicándole cada semana a cada uno de ellos. Esta ruta que tendría una duración aproximada de dos
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meses finalizaría en el convento de Santa Clara con motivo de su reapertura. Se realizarían visitas
guiadas los fines de semana hasta la apertura del convento, que posteriormente permanecerá abierto
al público todos los días de la semana.

Además de los recursos expositivos ofrecidos en el complejo (audiovisual y paneles informativos)


se ofrecerá la posibilidad de realizar una visita guiada, que al coste de la entrada (no superaría los
tres euros) se le incrementaría un plus adicional. Se organizarían también para los colegios,
institutos y universidades visitas guiadas más enfocadas al ámbito educativo, sobre todo con los
más pequeños.

Conclusión

El actual convento de Santa Clara es un claro reflejo de algunas de las civilizaciones que habitaron
en Córdoba. Tantas fueron las transformaciones que esta sufrió que hace muy difícil la lectura de
este complejo, generando dudas de si la construcción original que se erigió se trataba de un
complejo doméstico o una basílica. Mayores son los indicios de que se tratara de un complejo
doméstico, pero como P. Marfil revela en su estudio, la presencia de un mosaico con iconografía
religiosa da esa opción a duda. Hemos conservado algunos vestigios de la primera etapa del
complejo, pero por ejemplo la decoración barroca de su interior no ha quedado nada, todo ello
consecuencia de las reiteradas transformaciones pero sobre todo de la agresiva restauración que
sufrió el siglo pasado. Pienso que todos estos constantes cambios y remodelaciones realizadas es el
causante del problema que presenta la estructura del edificio.

Es sorprendente como, tanto en este siglo como en el pasado, no se le haya dado al complejo toda la
importancia que tuvo, tiene y tendrá si se elabora un plan de restauración y conservación que se
lleve a cabo hasta el final. Tres fueron los intentos fallidos de rehabilitar el convento para permitir
su entrada, no realizándose más allá de un par de arreglos, que con el tiempo volverían a presentar
fallas si este complejo no se cuida.

El convento de Santa Clara, un complejo rico en historia con interrogantes aún si resolver, da
opción a una investigación total del complejo y una vez más a difundir nuestro patrimonio artístico,
que como ciudadanos debemos de preocuparnos por la conservación de este, de nuestra historia.

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BIBLIOGRAFÍA:

- Fundación Montemadrid (2007) Estudio de Arqueología de la Arquitectura del Convento Santa


Clara. Disponible en: http://multimedia.fundacionmontemadrid.es/patrimonio/santaclara/Resources/
pdf/2_3_Caballero.pdf [Consulta 20/11/21]

-Guia Digital IAPH. (2021). Torre-alminar de Santa Clara. Disponible en: https://guiadigital.iaph.es/
bien/inmueble/2771/cordoba/cordoba/torre-alminar-de-santa-clara [Consulta 20/11/21]

-Jordano Barbudo, M (2002) Arquitectura medieval cristiana de Córdoba. Tesis doctoral.


Universidad Complutense de Madrid Carrera Díaz, G. (2016). Disponible en: https://eprints.ucm.es/
id/eprint/2357/1/T17967.pdf [Consulta: 23/11/2021]

-Martín Talaverano, R., Cámara Muñoz, L. y Murillo Fragero, J. I. 2018: “Análisis integrado de
construcciones históricas: secuencia estratigráfica y diagnóstico patológico. Aplicación en la iglesia
de Santa Clara (Córdoba)", Arqueología de la Arquitectura, 15: e067. https://doi.org/10.3989/
arq.arqt.2018.001

-Ruiz-Bueno, M., & González-Gutiérrez, C. (2018). De “iglesia” tardoantigua a mezquita califal.


Revisión arqueológica de las estructuras conservadas en calle Rey Heredia 20 (Córdoba). Munibe
Antropologia-Arkeologia nº. 68

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