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EL “AMULETO” ÁUREO DE VEGA DE RIBADEO

(ASTURIAS): UN PERGAMINO DE ORO. Una interacción


contextual iconográfica con el mundo griego.
______________________________________
Nueva interpretación epigráfica del conjunto
argénteo de Abengibre (Albacete). Todo un
contexto narrativo descifrado.
_____________________________________

Abelardo López Pérez

(Exposición Arqueológica de Abengibre)

Resumen
Bien es cierto que desentrañar un código oculto (un valor fonético
iconográfico o epigráfico) nos puede ayudar a comprender mejor
como éramos. Pero negar o ignorar lo desentrañado evidencia
como somos, porque a sabiendas se ignora el valor fonético y la
base fundamental implícita en el contexto narrativo descifrado.
El valor fonético referido está básicamente anunciado con
anterioridad , por lo que la nueva interpretación no se ajusta a un
interés subjetivamente personal o individual, sino a la interacción
contextual de su verdadero valor lingüístico delatado por la
permanencia de determinados relatos internos en la iconografía o
la epigrafía.
Palabras clave: Pergamino. Escritura. Lengua. Etimología. Íbero-
Castellana. Embajador.

1
Abstracts
It is true that unravel a hidden code (a phonetic value
iconographic or Epigraphic) can help us to better understand how
we were. But to deny or ignore the deep evidence as we are
because knowingly ignored the phonetic value and implied in the
narrative context decryption key base.
The phonetic value concerned is basically announced previously,
by which the new interpretation does not fit a subjectively
personal or individual interest, but its true value of linguistic
contextual interaction is demostrated by the continuance of
certain internal reports on epigraphy and iconography.
Key words: Parchment. Writing. Language. Etymology. Iberian-
Castilian. Ambassador.

Contexto iconográfico
Inicialmente el papiro y el pergamino fueron en la antigüedad el
soporte fundamental de difusión y circulación de la escritura. El
pergamino fabricado con piel de animal consistía en una faja
enrollada que en su despliegue adquiría una forma un tanto
peculiar, una lámina rectangular con los extremos en espiral.
Dichos extremos se solían enrollar en sendos tarugos para facilitar
su despliegue al unirse los dos lados en el medio. Lo sorprendente
es que la forma peculiar de dicho soporte es un motivo
iconográfico muy presente en la simbología de la antigüedad y ha
podido pasar desapercibida en un contexto narrativo tan
significativo como importante fue el invento que permitió la
extensión epigráfica por el mundo conocido.

2
No es de extrañar que la representación del pergamino aparezca
en obras arquitectónicas griegas del siglo VI a. C. El origen es sin
duda una aportación del mundo oriental, reflejado en el arte
jónico de los capiteles que caracterizan el orden arquitectónico
representado al oeste de Asia Menor y al este de las Cícladas
(archipiélago situado en el mar Egeo).
La descripción de estos capiteles mencionada por algunos autores
es muy significativa: «Capitel formado por un cuarto adorno,
decorado con una línea de ovas, un cordón de perlas y dos
grandes volutas a cada lado, en espiral. Las volutas se encuentran
ubicadas a los extremos y se unen por una línea curva. El
conjunto recuerda dos rollos de papel separados»1. «La principal
característica distintiva de la columna jónica son las volutas en la
parte superior. Éstas a menudo son llamadas pergaminos»2.
Las denominadas “ovas” pueden tener en algunos casos la
apariencia de un huevo. Pero no siempre las cosas son lo que
parecen, y la escultura ibérica lo revela. Las ovas representadas en
el friso de la necrópolis de Los Nietos (Murcia) son un claro
ejemplo, porque la forma ovalada no es la de un huevo, sino que
más bien refleja la cara superior o dorso de una lengua humana.

Friso de la necrópolis de Los Nietos (Murcia). Fuente de imagen:


https://www.glosarioarquitectonico.com/glossary/ovas/

1
https://mariafernandahappy.webnode.es/ordenes-arquitectonicos/orden-jonico/
2
http://diferenciaentre.info/diferencia-entre-arquitectura-jonica-y-dorica/

3
La cerámica de lujo romana conocida como terra sigillata es un
claro ejemplo de que las denominadas ovas son en realidad la
imagen figurativa de lenguas. Son muchos los casos en los que
aparece estampillado próximo al labio del vaso la imagen
figurativa de ovas, tal es el caso de la copa expuesta en el Museo
Christian Vignaud (Millau, Francia). Las figuras en relieve
muestran escenas de la recolección de la vid. La situación de las
lenguas próximas al labio, no solo denotan una simbiosis
narrativa del símbolo con el recipiente, la propia escena puede
reflejar la degustación del propio contenido del zumo de uva.

Terra sigillata del Museo Christian Vignaud (Millau, Francia).


Fuente de imagen: https://furgotrips.wordpress.com/

En las obras arquitectónicas, todo cobra sentido si las ovas


mencionadas son en realidad el esquema de la imagen figurativa
de lenguas. La cualidad transcendental del símbolo nos indica que
la lengua es el órgano de la palabra3, lo que interacciona
determinando el significado de la representación del pergamino,
la escritura, pues para escribir el sistema de signos fue inventado.
El cordón de perlas, refleja la composición iconográfica de puntos
3
http://iberoslenguajeiconografico.blogspot.com/2015/08/el-lenguaje-iconografico-de-la-cultura.html

4
seriados determinando el verbo “conceder”: convenir en lo que
uno dice o afirma.
Lo cierto es que la cultura ibérica no pasó por alto el significado
simbólico del pergamino al representar dicho esquema de volutas
en el capitel ibérico de Cástulo (Linares, Jaén) del siglo IV a. C.
Dichas volutas se hallan sobre la representación de la imagen
figurativa de una lengua que apunta hacia las volutas. En el
interior de las volutas o rollos superiores del capitel de Cástulo se
muestran sendos rosetones. La roseta o rosetón de más de cuatro
pétalos es un símbolo universal que expresa la ofrenda, entendida
en su más amplio sentido de la palabra, manifestada en cada uno
de sus sinónimos: sacrificio, ofrecimiento, homenaje, voto,
entrega, donación, oblación, sufragio, dádiva, obsequio, regalo,
etc.4, al que habría que añadir el sinónimo de testimonio.
Ilustres investigadores de la iconografía del mundo antiguo, como
comprenderéis los manuscritos inicialmente se escriben para dejar
testimonio o que un destinatario lo reciba. La ofrenda en el
contexto iconográfico de la sociedad ibérica es tan evidente que
resulta insultante su ignorada aclamación en los estudios de
investigación. Su presencia en la pintura vascular, frente a la
divinidad (cerámica de La Alcudia de Elche) nos introduce en un
contexto religioso; entre mujeres danzantes al son de la música
manifiesta un contexto social, y entre guerreros en actitud de
lucha (cerámica de Liria, Valencia) se revela el voto de fidelidad
mencionado por las fuentes grecolatinas como una de las
instituciones más importantes entre las sociedades guerreras de la
antigüedad.

4
https://www.academia.edu/36290425/El_voto_ib%C3%A9rico_lenguaje_universal

5
Capitel Jónico5 . Capitel ibérico de Cástulo.

Placa de Vega de Ribadeo (MAN)6.

Observemos la placa de oro procedente de Vega de Ribadeo


(Asturias), expuesta en el Museo Arqueológico Nacional
(Madrid). Perteneciente a la denominada “orfebrería castreña”,
está considerado un “amuleto” de entre el siglo III y I a. C., pero
su forma es sin duda la de un pergamino desenrollado. Su
iconografía lo dice todo. Los lados enrollados muestran eses
seriadas intercaladas por puntos seriados.
-Las eses seriadas indican el verbo “clamar”: emitir la palabra de
manera grave y solemne.
-Los puntos seriados determinan el verbo “conceder”: convenir
en lo que uno dice o afirma.
5
http://diferenciaentre.info/diferencia-entre-arquitectura-jonica-y-dorica/
6
En Pérez Outeiriño, B.: “Orfebrería castreña”. El Oro en la España Prerromana (Revista de Arqueología,
1989. Madrid, pp. 90- 107).

6
La simbiosis entre el soporte y el símbolo es incuestionable. Es
más, en el centro del pergamino se muestran dos ruedas realizadas
con filigrana de cordón. La rueda es el símbolo del “tránsito”7 , y
sus sinónimos son: circulación, traslación y comunicación.
Como comprenderéis el contexto narrativo de circulación,
traslación y comunicación se complementa con la función
primordial por la cual el pergamino fue creado. Para que no haya
dudas, el pergamino áureo muestra sendos cordones de sujeción
del rollo en los extremos. Entonces ¿por qué es considerado un
amuleto (un objeto portátil al que se le atribuye alguna propiedad
sobrenatural)?, sencillamente al no comprender los símbolos se ha
puesto la palabra como excusa. Lo verdaderamente sorprendente
es que estos símbolos aun siendo interpretados en el 20058, nadie
se halla percatado del valor fonético contextual en la placa de oro
de Vega de Ribadeo, expuesta en uno de los museos más
importantes de España. La causa es un hecho muy bien reflejado
en el siguiente refrán: “No hay mayor desprecio que no hacer
aprecio”.
Lo cierto es que no se necesita la aprobación o confirmación de
ningún especialista, ya que el mundo griego puede abogar de
manera proverbial una simbiosis simbólica y epigráfica. En una
copa ática del siglo V a. de C. del Museo Arqueológico Nacional
de Atenas, una serie de puntos se halla bajo el alfabeto jónico y
junto a las eses seriadas. Al verbo conceder, convenir en lo que
uno dice o afirma, se le puede incorporar otro verbo, clamar:
emitir la palabra de manera grave y solemne.
Con toda propiedad literal, en esta copa ática, se concede y se
clama la unión de un sistema de escritura, el alfabeto jónico9.

7
http://iconoteorema.blogspot.com.es/2015/01/el-teorema-iconografico-del-simbolo.html
8
López Pérez, A. (2005): El Ojo del Ibero: Un código iconográfico. Albacete.
9

https://www.academia.edu/19587481/EL_LENGUAJE_IB%C3%89RICO_ORIGEN_ETIMOL%C3%93GICO_
DEL_CASTELLANO_IR_y_VER_DAR_y_DECIR

7
En efecto, el verbo se halla implícito en el símbolo y así lo
manifiesta el mundo griego en la copa ática del siglo V a. de C.
del Museo Arqueológico Nacional de Atenas.

Copa ática del Museo Arqueológico Nacional de Atenas.

Serie de puntos, eses seriadas y la simbólica rueda se hallan


también en la pintura vascular ibérica. Son cerámicas que incluso
comparten modelo imitado de importación griega, por lo que
contiene algo más que una similitud formal, ya que también
sincretiza la percepción de un símil entendimiento simbólico con
el mundo griego. La Cultura Ibérica manifiesta su proverbial
significado al situar linealmente las eses seriadas ocupando
espacios del mismo modo que los epigráficos en la pintura
vascular levantina. Lo evidente se halla en el lébes nº 169 del
departamento 14 de Liria (Valencia).

Lébes nº 169 del departamento 14 de Liria10.

10
Aranegui, C. (Ed.); Martí, Mª A.; Mata, C. y Pérez Ballester, J. (1997): Damas y
Caballeros en la Ciudad Ibérica. Madrid.

8
La cultura ibérica adopta estilos y conceptos del mundo griego,
pero no representa a los griegos, y eso es algo que se puede ver,
no solo en la cerámica, también en la propia escultura de la Dama
de Elche. Esta obra de indudable influjo escultural griego, de
entre el siglo V y IV a. C., tiene la capacidad de conjugar los
símbolos con la misma propiedad intelectual que el mundo
griego. Las lenguas con puntos seriados que porta la escultura en
sus collares, contextualiza el discurso de su exposición
permitiendo comprender la idiosincrasia de nuestro pasado. El
contexto narrativo de la lengua, como órgano de la palabra, en
conexión iconográfica con los puntos seriados (conceder:
convenir en lo que uno dice o afirma) resulta decisivamente
revelador.

Detalle de los collares de la Dama de Elche.

Volutas unidas por una línea se muestran representadas en la


orfebrería de época prerromana de la diadema áurea de Mairena
del Alcor (Sevilla). La composición se muestra doblemente
representada entre las 20 placas del conjunto de dicha diadema,
más otra representación que muestra la placa triangular del
extremo de la joya. La representación de este pergamino se halla
flanqueado por dos grandes eses. La ese de gran tamaño es el
símbolo de la tierra en el imaginario iconográfico del mundo

9
antiguo11. El lenguaje transmitido trata a todas luces de indicar
que la escritura es el sustento de las tierras, y lo confirman con el
valor fonético determinante que tiene otro símbolo que pende del
conjunto de placas. Del conjunto de placas inferiores penden
elementos figurativos de bellotas. El significado simbólico de la
bellota ya lo anuncie en el 2011 en la Revista de Arqueologia nº
36412: “Su acepción ideológica para el mundo indígena puede
estar muy ligado a nuestra acepción lingüística y su correlación
podría rebasar lo meramente especulativo bajo un concepto
presente en la propia ambigüedad de la palabra. La palabra
elegida en cuestión tiene que ver con el involucro escamoso de la
composición natural de la bellota, ya que involucrar en nuestro
propio lenguaje es inferir en un discurso o escrito asuntos
extraños a su objeto”.

Diadema de Mairena del Alcor (Sevilla).

La gran S simboliza a la tierra en el mundo antiguo, es revelado


iconográficamente por la cultura ibérica explícitamente en el
llamado “calatos del arado” (Alcorisa, Teruel) del siglo I a. C.
La unión de tierras en el contexto iconográfico de la sociedad
ibérica se hace patente en las placas de cinturón ibéricas
consideradas del siglo V a. C. Fueron halladas en el yacimiento
de Villaralto (Mahora, Albacete).

11
https://es.scribd.com/doc/311913066/La-Palmeta
12
http://www.histocat.cat/resource/Iconografiaiberica.pdf

10
Calatos del arado (Alcorisa, Teruel) y placa de cinturón (Mahora, Albacete).

Considerado de entre el siglo IV y III a. C., el broche de oro del


tesoro de Jávea (Valencia) ilustra una elaborada filigrana donde se
aprecian los motivos iconográficos con idéntica narrativa
simbólica de sendas volutas unidas por un línea situada sobre la
gras ese. Cuatro rollos en los extremos participan en el contexto
narrativo.

Broche de oro del tesoro de Jávea (Valencia) 13.

Es en el contexto narrativo y no en las ideas preconcebidas de


otros, donde se halla lo esencial para conocer la idiosincrasia o
forma de pensar, sentir o actuar de la cultura ibérica.

13
En Blanco Freijeiro, A.: “Introducción -Orfebres prerromanos” El Oro en la España Prerromana
(Revista de Arqueología, 1989. Madrid, pp. 5-15).

11
Contexto epigráfico

Y al igual que la cultura ibérica adopta estilos y conceptos del


mundo griego pero no representa a los griegos, la cultura ibérica
adopta un sistema de escritura pero no una lengua. Es más, la
escritura ibérica manifiesta otra capacidad lingüística añadida al
alfabeto griego, ya que los íberos además de mostrar anotaciones
específicas como los griegos para las vocales a, e, i, o, u,
también les atribuye un valor abreviado verbal determinante: a
(a) acepta. é (e) recibe. í (i) impone. o (o) otorga. U (u) lucha.
Se trata de un sistema dual monofonético (de una sola letra) que
incluso se delata en las consonantes:
l (l) legisla, cuyo sinónimo es ley. n (n) nación, del verbo nacer;
concepto simplificado en el ente autónomo e independiente de un
pueblo o ciudad. S (s) domino; del verbo sé: saber, sinónimo
dominar.
La consonante o vibrante doble q (rr) muestra un significado
abreviado determinante en representación de Roma. Mientras que
la vibrante simple R (r) estructura la palabra deseada.
En la interpretación epigráfica ibérica no solo se ha ignorado el
contexto histórico de la imposición de Roma en la Península,
también se ha ignorado el contexto gramatical y sintáctico en la
adopción de dos tipos de escritura, griega y latina, que por cierto,
nada tienen que ver con las denominadas lenguas preindoeuropeas
que tanto han entorpecido y degenerado la comprensión de la
escritura ibérica. El corpus numismático puso nombre a cecas
desconociendo el significado de su escritura, no ha tenido muy en
cuenta el valor fonético del sistema dual del silabario ibérico
descifrado hace casi 100 años por el insigne granadino don
Manuel Gómez Moreno.

12
Un claro ejemplo se halla en la ceca llamada “Iltirta” (Lérida).
Iltirta (ílY9D) no quiere decir nada ni en ibérico ni en latín. Sin
embargo, Ildirda nos estaría trasmitiendo un contexto gramatical y
un contexto político e histórico: (i l di ŕ da) Impone ley, dicta
Roma entrega.
Las acuñaciones imperiales con leyenda latina Ilerda, continúan
expresando un mismo contexto gramatical y político: (i l e r da)
Impone ley, recibe Roma entrega.
Diferente tipo de escritura, mismo significado. Incluso, con un
mismo correlato gramatical e histórico el topónimo de Leyda se
pronuncia en la Edad Media simplificado en un castellano tan
puro que puede hacer reflexionar, desde al filólogo más escéptico
hasta al lingüista más cualificado: Leyda (ley da) ley entrega.

La verificación del origen etimológico de una lengua se delata


con la correspondencia narrativa de hechos históricos. Y lo que se
revela es nada menos que el origen etimológico ibérico del
topónimo de una de las ciudades más importantes de la Hispania
romana: Lérida.
La sílaba “ta” al final del nombre no se menciona ni en época
romana (Ilerda), ni musulmana (Larida), ni en la Edad Media
(Leyda), ni en la actualidad (Lérida), ni siquiera en el nombre
oficial en catalán Lleida, impuesto en el año1980.

Las sílabas ibéricas d (da), T (de), Y (di), B (ba), Ì (be), I (bi),


son tan castellanas que resulta estúpido ignorarlo, ya que
obedecen a los sinónimos verbales de nuestra lengua.
- La sílaba “da”, es el presente indicativo del verbo dar
(él/ella/Ud.) da. Sinónimo entrega.
- La sílaba “de”, del presente subjuntivo del verbo dar (yo) dé,
(él/ella/Ud.) dé. Sinónimo entregue.
- La sílaba “di” corresponde al imperativo del verbo decir.
Sinónimo dicta.
13
-“Va” del verbo ir, del presente indicativo singular, (el) va.
Sinónimo comparece...
- El verbo “ve” se manifiesta en su más amplia ambigüedad
castellana implícita en los verbos ir y ver. Sinónimos cambia (ir)
y advierte (ver).
-“Vi”, imperativo del verbo ver: (yo) vi. Sinónimo reparé
(Imperativo: repare).
El lenguaje ibérico utiliza un sistema dual en su escritura que
presume de conjugar verbalmente. Las variantes silábicas con un
mismo signo, ya fueron descifradas (no interpretadas) por Gómez
Moreno en los años 20 del siglo pasado. En el 201614 lo que pude
averiguar es que el silabario ibérico presumía de conjugar
verbalmente. Dichos verbos pueden corresponder tanto a la serie
variante oclusiva sorda como sonora. Por ejemplo, la variante
oclusiva sonora, da, de, di, do, du, son verbos, mientras que su
respectiva variante oclusiva sorda, ta, te, ti, to, tu, no son verbos,
suenan tal cual componiendo la frase deseada. Es el contexto el
que obliga a un signo a significar una cosa y no otra.
En efecto, al igual que en la iconografía, es el contexto el que
estructura la lectura epigráfica en su propia complexión
gramatical. Un contexto manifestado en otras lecturas directas
donde se leen palabras íntegramente castellanas mencionadas por
los íberos: viga, pago, paga, vía, aliso, vela, velar, vigila, pide,
ahí, sede, duro, ore, ver, voto, quitar, van, herir, ora, aparta,
borde, vara, ley, horca. Más las palabras que se hallan en las
inscripciones procedentes del territorio cultural de Tartessos, en

14

https://www.academia.edu/23704098/DESCIFRADA_LA_LENGUA_%C3%8DBERA_EL_LENGUAJE_IB%C3
%89RICO_ORIGEN_ETIMOL%C3%93GICO_DEL_CASTELLANO_S%C3%8DLABAS_VOCALES_Y_CONSONAN
TESo;

14
las denominadas estelas del suroeste, consideradas de entre los
siglos VIII y VI a. C.: cures, sana, liba, alto, cuna15.
Y lo cierto es que no dejan de salir más palabras castellanas con
la revisión obligada de lo publicado con cada una nueva
interpretación.
Entre las leyendas incisas escritas en alfabeto meridional en el
conjunto argénteo de Abengibre y en el orden que Joaquín
Sánchez Jiménez y Pío Beltrán Villagrasa muestran en 196216, se
halla la siguiente inscripción.

«A. Lectura del texto del plato Inv. 38.215. Negativo 5.170 del
Museo Arqueológico Nacional. Consta de once signos escritos en
arco en el ruedo del asiento… Su lectura inmediata es
aidurbenediabaga y su división en palabras se razonará que es:
aidurben - ediaba - ga.»
En el alfabeto meridional el sigo $ permite la transliteración
fonética de la sílaba “be”, y así es como los autores citados la
interpretan en 1962. Eso sí, dichos autores recurren a la lengua
vasca para dar un significado a la lectura del texto, y razonan que
la partícula “ben” puede significar lo mismo que “pen”, todo ello
para dar un sentido a la primera palabra del texto “ai” con el
significado de “maleficio”.

15

https://www.academia.edu/36290014/CONTERBIA_CARBICA_Y_LA_DUALIDAD_EPIGR%C3%81FICA_IB%
C3%89RICA

16
Los platos de Abengibre. Publicaciones del Seminario de Historia y Arqueología de
Albacete (Albacete).
15
El no comprender la escritura ibérica es como no comprender su
simbología, el disparate resultante es ver amuletos y maleficios
donde no los hay.
Ahora pasemos a la comprensión permitida por la
correspondencia gramatical contextualizada que permite la
correcta segmentación con la aplicación de la dualidad ibérica
du/tu, ba/pa.
Leída de derecha a izquierda: ai-turbe-n-e-dia-paga.
cB at Ò n PrÙ ía (ai turbe n e dia paga) ahí turbe nación,
recibe día paga.
Cuatro son las palabras castellanas mencionadas íntegramente en
el texto. Además del adverbio “ahí” y “paga” del verbo pagar, dos
nuevas, la palabra “día” y el imperativo “turbe” del verbo turbar:
Alterar o interrumpir la continuidad de una acción o estado.
El modo imperativo en la lengua castellana se emplea para
ordenar o pedir algo, y así es como se manifiesta en la lengua
ibérica. Para que no halla dudas sobre el contexto gramatical y
político de su contenido, bajo la inscripción en arco se muestra la
sílaba “ka” (c): acata. Se trata de uno de los verbos más
influyentes y significativos de la historia sociopolítica y religiosa
de la humanidad, interpretado en la escritura ibérica con cada uno
de los diversos signos C, c y h. Acatar: Tributar homenaje de
sumisión y respeto. Es el resultado de un patrón de adaptación
lingüística donde la sílaba È (ke) traduce el verbo imperativo
(él/ella/Ud.) acate. Y la sílaba k (ko) trascribe el presente
indicativo (yo) acato. Sus respectivos sinónimos son: tributa,
tribute, tributo.
En el conjunto argénteo de Abengibre la palabra “día” se
menciona en siete ocasiones (texto A, B, C, D, E, F, I, de Gómez
Moreno17). El texto B repite el verbo imperativo “turbe” con el
mismo contexto narrativo que en el texto A. Una línea en vertical
separa la frase según se registra en la siguiente imagen.

17
Sanz Gamo, R. y López Precioso, J. (1995): “La vajilla ibérica de Abengibre y su
entorno histórico y cultural”. El Tesoro de Abengibre, CCM 1995.

16
Negativo 5172 del Museo Arqueológico Nacional.

Leído de derecha a izquierda, dice así: B at u/ n PrÙ ía (ai


turbe n / u dia ba) ahí turbe nación / lucha día comparece.

El escritor y gramático romano Macrobio, del último cuarto del


siglo IV d. C., en su obra “Saturnalia” dice que los Cretensen
llaman al hemera, Δία (Día). Sin embargo Macrobio, tal y como
menciona la página etimologías de Chile18, «jamás nos dice que la
palabra dies venga del griego cretense Δία, palabra que
simplemente comparte la raíz indoeuropea que se refiere a la luz
diurna y Macrobio sólo descubre su raíz radical.»
Según la prepotente etimología latina, dies nos dio la palabra día.
Es más, presumen de decir que la declinación en femenino –a fue
asimilada por el latín hablado tardío. ¿Entonces? ¿Qué hace la
palabra día con su respectiva declinación femenina –a en época
ibérica? Pues lo mismo que la palabra “turbe” y las 29 palabras
mencionadas anteriormente, más los verbos da, de, di, va, ve, vi,
y las palabras que quedan por interpretar.

El texto E, nº 38216 del Inventario del Museo Arqueológico


Nacional es traducido como aierton - debiarden - ediaba (ver
siguiente imagen).

El texto consta de tres frases separadas por líneas en vertical.


Leído de derecha a izquierda, muestra un mismo tipo de vibrante
18
http://etimologias.dechile.net/?di.a

17
en la primera y en la segunda frase (cuarto signo
respectivamente). Este tipo de vibrante es mostrada en la II tabla
de equivalencia fonética de Joaquín Sánchez Jiménez y Pío
Beltran Villagrasa (1962) con el mismo sonido que las vibrantes
Pqç. Según la tabla de equivalencia íbero-castellana, todas ellas
son la vibrante doble que determinan contextualmente a Roma. La
interpretación no deja paso a la especulación, ya que me atengo a
la tabla de equivalencia fonética descrita por dichos autores
respetando sus sonidos lingüísticos, y por supuesto, a la tabla de
equivalencia íbero-castellana contextualizada por mí con
antelación a la siguiente interpretación.
Primera frase: (ai e ŕ do n) ahí recibe Roma perdona nación.
Segunda frase: (de bia ŕ de n) concede vía Roma concede nación.
Tercera frase: (e dia ba) recibe día comparece.

Por otro lado, la palabra “paga” se contextualiza de nuevo al


inicio del texto G de Gómez Moreno. Leído de derecha a
izquierdas y separando la frase por una línea: / dhB (paga da)
paga entrega.

18
La frase que continúa a dicha leyenda no tiene desperdicio:
rhÚrh / (carde car) procure tributar.
El imperativo del verbo cardar es: (usted) carde.
Relacionada con la ganadería, estamos hablando de una de las
actividades más viejas conocidas por el ser humano, ya que
cardar es preparar con la carda la materia textil para el hilado de
la lana. Según el diccionario español, carda en sentido figurado o
familiar es amonestación, represión. Amonestar es hacer presente
alguna cosa a uno para que la considere, procure o evite.
La interpretación “paga entrega / procure tributar”, contextualiza
una narrativa gramatical implícita en la historia de la imposición
de Roma en la Península Ibérica. Todo ello escrito en plata, uno
de los metales nobles más valorados y codiciados de la
antigüedad, que en sus múltiples formas funcionó
primordialmente como forma de pagos estatales y tributarios
documentados en toda la esfera gobernante del mundo romano, en
particular, y en general, en toda la esfera gobernante de la antigua
sociedad.
En diacronía con la narrativa interpretativa del conjunto
epigráfico de la vajilla ibérica de Abengibre, el resto de la leyenda
del texto G permite introducirnos en una serie de datos
cronológicos, históricos y lingüísticos con poder de retrasar la
fecha de dichos textos hacia mediados del siglo I a.C. Esto no
indica una fecha de fabricación de los platos, ya que esta vajilla,
aunque formaba un conjunto demuestra diferente cronología.
Como señalan varios autores presenta una morfología tipológica
perteneciente a los siglos IV y III a. C. (en Sanz Gamo y López
Precioso, 1995)19: “De hoz la considera una posible dedicación,
en alfabeto meridional, de finales del siglo III a. C. (De hoz 1979,
237). Correa, por la separación de palabras y la presencia de
escritura retrógrada, piensa en una fecha anterior a la presencia
romana (Correa 1981-1983, 409). Y Siles en el momento de la
presencia púnica (Siles 1981)”.

19
Sanz Gamo, R. y López Precioso, J. (1995): “La vajilla ibérica de Abengibre y su
entorno histórico y cultural”. El Tesoro de Abengibre, CCM 1995.
19
Sin embargo, en el año 199620 ya anuncio que la epigrafía y la
iconografía figurativa de personas y animales pertenecen al siglo
II a. C. Pese a ser repetidamente publicado en 200121, 200222,
200523, 200624 y finalmente en el año 201625 con un gran
repertorio de interpretación iconográfico y epigráfico, otra vez se
demuestra un desprecio mudo hacia el contexto narrativo
anunciado.
La revisión del texto G permite interpretar toda una serie de datos
que cambia rotundamente la cronología epigráfica anunciada por
todos.

El texto que sique (referencia G. del inv. del MAN., texto H. 110
c. de Gómez moreno) se lee de derecha a izquierda y las frases se
hallan separadas por líneas en vertical.

zaíÙaírÌarí|íarËörûcíca|BízËól|rËöpÚSd

20
López Pérez, A (1996): “Entorno al tesoro de Abengibre”. Ikalesken N º1 Iniesta
(Cuenca).
21
López Pérez, A. (2001): “Datos arqueológicos del río Abengibre al río Júcar”.
Ikalesken N º 1 Iniesta (Cuenca).
22
López Pérez, A. (Ed.) (2002): La fidelidad representada en el lenguaje icnográfico en
cerámicas ibéricas. Posibles conjeturas iberas. Albacete, 2002.
23
López Pérez, A. (Ed.) (2005): El ojo del ibero. Albacete.
24
López Pérez, A. (2006), “Símbolos astrales en la Antigüedad”, Revista de
Arqueología nº 301, Madrid. 56-63.
25

https://www.academia.edu/23704098/DESCIFRADA_LA_LENGUA_%C3%8DBERA_EL_LENGUAJE_IB%C3
%89RICO_ORIGEN_ETIMOL%C3%93GICO_DEL_CASTELLANO_S%C3%8DLABAS_VOCALES_Y_CONSONAN
TESo;

20
rË ö pÚ S d (da s debe e ker) entrega dominio debe, recibe
César.
El verbo deber dicen que viene del latín debere. Tal y como
indica la página etimologías de Chile26 : “En origen en efecto
debere significó tener algo procedente de otro y por tanto ser
deudor de él.”. Y con ese efecto original es como lo mencionan
los íberos, en un perfecto castellano.
En el texto G son cuatro las frases separadas por líneas.
Prescindiendo de la frase que continúa y parte de la siguiente, que
por constar de letras abreviadas con diferentes interpretaciones no
menciono, el apelativo César se vuelve a pronunciar junto a la
siguiente frase que justamente al final del texto, tal y como señala
Gómez Moreno (1943)27, se menciona lo que podía ser un
homónimo “Viriatuias”.
ía rË örû- (-cure ker ai) cure César ahí.
zaíÙaírÌ arí (ira biriatuias) ira Biriatuias.
Cure César ahí deseo de venganza Viriato. Estas son las frases del
final del texto G de los platos ibéricos de Abengibre.

Ahora es cuando los acontecimientos de la historia son rebelados


por los documentos escritos por los íberos. Todo encaja. A
mediados del año 139 a. C., cuando el caudillo lusitano Viriato
fue derrotado en Azuaga (Badajoz), se vio obligado a firmar la
paz sin condiciones con el cónsul Cepión. Durante este tratado
Viriato fue asesinado. 76 años después, Cayo Julio César es
nombrado pretorio urbano y se le destina a la Lusitania con título
de procónsul en el 63 a.C. Parece ser que el deseo de vengar la
muerte de Viriato perduró o resurgió en la Lusitania incluso 79
años después. De hecho, la historia nos dice que durante los años
61 a 60 a. C. el protector Cayo Julio César con un ejército de 20
cohortes (unos 10 000 hombres) y 5000 auxiliares locales sometió
definitivamente a los lusitanos28. Es el propio Plutarco (capítulo

26
http://etimologias.dechile.net/?deber
27
Gómez Moreno, M. (1943): La escritura ibérica. Madrid.
28
José María Blázquez (1975 pp. 71). Ciclos y temas de la Historia de España: La romanización.
La sociedad y la economía en la Hispania romana ; Plutarco, César, cap. 12
https://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_lusitanas#cite_note-20

21
12)29 quién nos describe la forma de gobernar de César en
Lusitania: “Terminadas tan felizmente las cosas de la guerra, no
administró con menor inteligencia las de la paz, reduciendo a
concordia las ciudades, y sobre todo allanando las diferencias
entre deudores y acreedores: porque ordenó que de las rentas de
los deudores percibiese el acreedor dos terceras partes, y de la
otra dispusiese el dueño hasta estar satisfecho el préstamo”.
Recordemos que el inicio del texto G comienza con las frases:
paga entrega / procure tributar. En el texto A: ahí turbe nación,
recibe día paga / acata. Y en el texto E: ahí recibe Roma perdona
nación / concede vía Roma concede nación / recibe día
comparece.

Aunque la vajilla fue hallada fuera del entorno geopolítico de la


Lusitania, el tipo de alfabeto en escritura meridional, propio del
área ibérica andaluza, zona denominada por las fuentes históricas
como Turdetania se pone de acuerdo, ya que se sabe que el
caudillo lusitano Viriato era jefe de un ejército compuesto por
distintos pueblos. Aparte de los lusitanos estaban vetones,
vacceos y bastetanos, además mantuvo múltiples colaboraciones
con los turdetanos que también participarían junto a él en mucha
batallas30.
La epigrafía ibérica manifiesta íntegramente documentos de
índole jurídica que contiene leyes, edictos o decretos, hasta
incluso en necrópolis y santuarios. Por su carácter político-social,
el homónimo de Viriato es un único en el reconocimiento de la
epigrafía ibérica, consagrado en el registro de la lengua oficial de
la Hispania prerromana.
En la siguiente interpretación del texto I de Gómez Moreno se
confirma de nuevo la palabra ira, y es leído por Joaquín Sánchez
Jiménez y Pío Beltran Villagrasa de dos maneras: a [s] ira-estia
o a [n] ira estia.

29
https://www.imperivm.org/cont/textos/txt/plutarco_vidas-paralelas-tv-cesar.html
30
https://neoptolemoblog.wordpress.com/2012/08/03/virato-y-su-batallas-contra-roma/

22
Inventario del Museo Arqueológico Nacional nº 38204.

«El texto es leído de izquierda a derecha. Aunque los signos están


muy claros se presentan dudas en su interpretación. Los que
ocupan lugares 4, 6, 7, 8, son los del alfabeto del N.E. Los que
hay en los lugares 1, 5, 9, son de la vocal a retrógrada. El de lugar
2 es correctamente una s del N. E.; pero contando con la anomalía
de las aes vueltas se puede pensar en una n vuelta.»

La interpretación siguiente permite incluir la consonante


“n”(nación), y su correspondiente dualidad ibérica di/ti:

a n îàa é S ta (a n ira e s dia) acepta nación ira, recibe


dominio día.
Acepta nación deseo de venganza, recibe dominio día.

Por otro lado, el documento jurídico con epigrafía latina adoptada


por el íbero, justifica la presencia oficial de César en una fecha
concreta entre las acuñaciones numismáticas de Cástulo.
«Castulo, la gran ciudad de la Tarraconense, antes importante
oppidum oretano, como lo denomina Plinio (NH, 3, 71) se
encontraba situada entre las provincias Citerior y Ulterior (Caes,
BC, I, 38) y posteriormente en época de Augusto por sus
alrededores pasaba el límite de la nueva distribución de las
provincias. Según Estrabón (III, 4, 2) el límite de la Bética se
localizaba a poca distancia de la ciudad. Desde ella se contaba la
longitud de la Bética en el mapa de Agrippa (Plinio, NH, 111, 17,
29; Martian. Capella, VI, 631, 633) y pertenecía en la
documentación de Agrippa a los oppida Latii Veteris con el
nombre de Caesarini Iuvenales (Plinio, NH, III, 25)»31.

31
M.ª Paz García-Gelabert – José María Blázquez: Notas acerca del urbanismo romano de
Cástulo (Jaén, España). http://www.biblioteca.org.ar/libros/140260.pdf
23
Durante la guerra civil entre César y Pompeyo (49-45 a. C.) la
ciudad de Cástulo fue partidaria de César pasando a ser una gran
ciudad de la provincia hispana. Ahora la interpretación de
leyendas latinas de sus acuñaciones puede transmitir un
documento jurídico que justifica la organización política y
administrativa del propio César, guardando un contexto
epigráfico, iconográfico, histórico, con las fuentes literarias
clásicas y arqueológicas, indicando una cronología precisa para
un tipo de acuñación.
La moneda en concreto es el tipo 483 de Navascues (1969)32, el
cual atribuye dichas acuñaciones hacia el 50 a. C.:
Anverso, cabeza viril laureada mirando a la derecha, rodeada por
la leyenda latina SACAL. ISCER.
Reverso, esfinge mirando a la derecha, debajo SOCED, y delante
leyenda CAST. Interpretación anverso:
SACAL (S A CA L) dominio acepta, acata ley.
ISCER (I S CER) impone dominio César.

Otra narración epigráfica de adaptación alfabética que responde a


planteamientos teóricos en contexto arqueológico y monetal, se
halla presente en el semis hispano-romano de Ceri, incluido entre
las acuñaciones indígenas latinas. La ceca de Ceri, vinculada por
unos a Jerez de la Frontera (Cádiz) y por otros a Jerez de los
Caballeros (Badajoz), es considerada de la primera mitad del siglo
I a. C. El tipo CIII, 1 de Vives (1926)33 muestra en el anverso
cabeza radiada y en el reverso leyenda latina CER entre dos
espigas; mientras que el tipo CIII, 2 muestra cabeza laureada en el
anverso, y en el reverso la leyenda latina CERI entre dos espigas.
La traducción ibérica de su leyenda no deja duda sobre la
adaptación de un tipo de escritura en una acuñación indígena. La
corona laureada del personaje y la simbólica espiga legislativa nos
revela su propia identidad.
Cer (cer): César.
Ceri (cer i): César impone.

32
J. M.ª Navascues. La moneda hispánica del Museo Arqueológico Nacional. Vol. I,
1969.
33
A. Vives. La Moneda Hispánica. 1926.
24
La evidencia histórica de la paleografía hispana se documenta en
la ciudad iberorromana de Osicerda, mencionada por Ptolomeo
como ciudad sedetana y por Plinio el Viejo como comunidad
perteneciente al convento cesaraugustano. Tal y como indica F.
Beltrán Lloris (2004)34: «Entre los años 40 a. E. la ciudad acuñó
una emisión de bronces que copia sus tipos claramente de los
denarios emitidos por César hacia 49-48 a. E. –victoria alada con
corona y palma, y elefante pisoteando un dragón, serpiente o
carnyx–, que encajaría bien en el contexto del triunfo cesariano
sobre los lugartenientes de Pompeyo tras la campaña de Ilerda (49
a. E.) y de la subsiguiente fundación de la colonia Iulia Victrix
Lepida / Celsa en las Eras de Velilla de Ebro, cuyo nombre
expresa en palabras el mismo concepto que las monedas de
Osicerda traducen en imágenes: la victoria de César. La leyenda
exhibe el nombre de la ciudad en latín, Osi(cerda), y en lengua
ibérica, usekerte, circunstancia que también se da coetáneamente
en las emisiones de kelse / Cel(sa). En época de Tiberio la ciudad
volvió a acuñar moneda con la efigie del emperador y el toro, y la
leyenda mun(icipium) Osicerda, que ratifica su inclusión entre los
Latini ueteres del convento cesaraugustano por Plinio el Viejo,
una promoción que debe atribuirse sin duda a Augusto.»
La interpretación de las diversas leyendas, en ibérico y en latín, se
ponen de acuerdo, abreviando el nombre de César (patronímico
de la nomenclatura romana) añadiendo una vibrante simple a la
sílaba ibérica <ke>:
Usekerde (u s e ker de) lucha dominio recibe, César concede.
Osicerda (o s i cer da) otorga dominio impone, César entrega.
Diferente tipo de escritura, mismo lenguaje e idéntica etimología.

Correspondencia simbólica y epigráfica, victoria alada y


abreviaturas ˂osi˃:
Osi (o s i) victoria otorga dominio impone.

34
F. Beltrán Lloris: Sobre la localización de Damania, Leonica, Osicerda y Orosis.
Paleohispanica 4, (2004), pp. 67-88.
http://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/23/23/04beltran.pdf
25
Semis de Usekerde

No cabe duda, negar o ignorar lo desentrañado evidencia como


somos, porque a sabiendas se ignora el valor fonético y la base
fundamental implícita en el contexto narrativo descifrado.
Somos tan ignorantes que no hemos sabido reconocer todo un
documento de oro iconográfico. Y por igual no hemos sabido
reconocer el origen de nuestra propia lengua implícita en la
escritura ibérica, pese a leerse con seguridad hace casi 100 años.
Debemos esa pésima situación a los prejuicios del individuo,
capaz de anteponer los intereses personales y los ideales de unos
convencionalismos al origen de nuestra propia identidad
lingüística. Dichos prejuicios son delatados por la propia escritura
ibérica. Y eso es algo que atañe a Cataluña y su lengua. La ceca
ibérica de Lauro, según dice el corpus numismático de Leandre
Villaronga (Corpus nvmmvm Hispaniae ante Augvsti aetatem,
2002)35 es una emisión de la segunda mitad y final del siglo II a.
C., se cría que estaba situada en Liria (Valencia), pero después de
los hallazgos de Balsareny y Cánoves, su localización en el
Vallés Oriental es segura, siendo la actual Llerona, a través de
Laurona, el topónimo sucesor del ibérico.
¿A dónde nos conduce todo esto? ¡Agarraros por que vienen
curvas! La leyenda de lauro está escrita en ibérico láURo, se
halla bajo un jinete con palma en señal de triunfo. Lauro en el
diccionario de la lengua española es: Laurel. Gloria, alabanza.

35
Villaronga, L. (1994): Corpus nummum Hispaniae ante Augusti aetatem, Madrid. (2ª Edición, José A.
Herrero S.A. Monedas y Medallas, 2002.

26
Según la página etimologías de Chile36: «La palabra laurel la
tomamos del francés y el provenzal laurier, variante formada con
sufijo –eier (del latín –or y ior), en principio para referirse no al
árbol, sino al follaje del laurel, sobre el latín laurus, que es el
nombre de este árbol o arbusto. Vinculado al culto de Apolo, el
laurel es símbolo de triunfo (...) El vocablo latino laurus parece
que se origina en un préstamo mediterráneo, preindoeuropeo,
préstamo de esta planta mediterránea que debió de ser muy
antiguo y que también originó las diversas variantes del nombre
del laurel en griego clásico… ».
La narrativa contextual entendida y explicada con la diacrítica
gramatical que confirma y estructura el lenguaje ibérico confirma
que dicho préstamo mediterráneo no es preindoeuropeo. La
palabra lauro no la hemos tomado ni del latín, ni del francés, ni
del provenzal. Y el actual topónimo de Llerona que a través de
Laurona es sucesor del ibérico, deriva del castellano Lauro
pronunciado tal cual por la cultura ibérica del siglo II antes de
Cristo. Lo corrobora la regularidad gramatical que permite la
coherencia lógica interna de una lengua y lo afirma toda una
coincidencia epigráfica, simbólica, cronológica, espacial y
territorial que influye en los factores culturales y sociales de su
interpretación.
El contexto político que manifiesta la lectura epigráfica ibérica,
no solo evidencia una lengua oficial anterior a Cristo en la
Península, también perpetúa la idiosincrasia común de la lengua
castellana impresa en el ADN lingüístico de todos los españoles.

36
http://etimologias.dechile.net/?laurel

27
As de Lauro (Llerona, Barcelona). Fuente de imagen:
http://rgonzalez.blogspot.es/1273062994/

Por otro lado, la toponimia en la numismática ibérica no


menciona ningún accidente topográfico. El contexto político de su
leyenda permite intervenir en el significado del caduceo, muy
presente en la numismática hispánica, incluida la moneda de
Lauro, representado tras la cabeza del personaje. De hecho el
caduceo o bastón de embajador del dios Mercurio es traducido
por el latín Cadux que significa embajador o heraldo. Pero es el
contexto numismático el que revela su verdadero significado
como Embajador: Agente diplomático de primera clase, con
misión permanente cerca de otro gobierno, representante del
estado que le envía y de la persona de su jefe de estado Emisario.
El caduceo se representa sin la presencia de Mercurio en el as de
Ilipense (Alcalá de Río, Sevilla), y se muestra por partida doble
flanqueando al símbolo legislador de una espiga. ¿Quién legisla a
los embajadores? Sin lugar a dudas lo hace el Senado. En esta
acuñación la transliteración de la escritura latina al ibérico se
puede realizar más claramente con otra leyenda ILSE (Gerena,
Sevilla), incluida en el grupo de Ilipense y considerada del siglo II
a. C. por el ya mencionado corpus numismático (pág. 374-376)37.

37
Villaronga, L. (1994): Corpus nummum Hispaniae ante Augusti aetatem, Madrid. (2ª Edición, José A.
Herrero S.A. Monedas y Medallas, 2002.

28
El reverso del semis CVIII, 5 de Vives (La Moneda Hispanica,
Madrid, 1926) muestra dicha leyenda separada por un punto y
entre dos espigas.
IL.SE (i l . s e): Impone ley, dominio recibe.

En la Descripción general de las monedas de la República


romana (H. Cohen, 1857. Lám. LII, 6) se muestra un pequeño
bronce de la familia Claudia considerado de un monetario de
Augusto que ejerció su cargo juntamente con Estatilo Tauro y
Claudio Pulcher. En el anverso la leyenda Tavrvus Regvlvs
Pvlcher circunda dos manos juntas sosteniendo un caduceo. En el
reverso las iniciales III. VIR A. A. A. F. F. (Triunvir auor,
argento, aere, flando, feriundo), en el campo SC (Senado
Cónsul). Resulta evidente el triunvirato con el tratado de las
manos estrechadas de los dos personajes con el cargo de
embajador impuesto por la autoridad senatorial de Augusto.
El emperador Marco Antonio nombrado cónsul el año 44 a. C.
acuñó moneda con el sobrenombre de Caesar imperator en el
anverso y caduceo alado en el reverso junto a su nombre,
Antonivs Imp. (H. Cohen, 1857. Lám. XXI, 28). Sin duda Marco
Antonio era considerado un embajador divino de César.

¡Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios!


Si Gómez Moreno descifró el abecedario ibérico, Abelardo López
Pérez ha descifrado lengua y escritura.

29
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