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1. Señor, ¿a quién iremos?

Tú tienes palabras de vida eterna; 69nosotros hemos creído y


conocido que tú eres el Santo de Dios
2. Respondió el ángel y le dijo: — El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que nacerá Santo será llamado Hijo de
Dios
3. el bienaventurado y único Soberano, el Rey de los reyes y el Señor de los señores; 16el
único que es inmortal, el que habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha
visto ni puede ver. A Él, el honor y el imperio eterno. Amén.
4. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él
nos amó y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados.
Queridísimos: si Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos unos a
otros.
5. Señor de la gloria
6. Todo lo sometió bajo sus pies y a él lo constituyó cabeza de todas las cosas en favor de
la Iglesia, 23que es su cuerpo, la plenitud de quien llena todo en todas las cosas.
7. Porque Cristo, nuestro Cordero pascual, fue inmolado.

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