Está en la página 1de 1

El “Corralito” de Villamontes.

Caida
de Salamanca
Noviembre de 1934 fue un mes complejo y aciago en Bolivia. Las relaciones entre Salamanca y
el alto mando eran entonces pésimas. A pesar de la guerra, se convocó a elecciones para
Presidente y éstas se realizaron el 11 de noviembre. El candidato oficial Franz Tamayo (59,2 %
de los votos) derrotó a Juan María Zalles. Tamayo Presidente electo, nunca llegaría a
posesionarse ante la realidad de los vergonzosos hechos de Villamontes.

La caída de Ballivián colmó al Presidente que destituyó a Peñaranda y posesionó a Lanza, el 26


de noviembre. El 27 el Presidente llegó a Villamontes acompañado de Lanza, el nuevo
comandante. Allí lo esperaban Peñaranda, Toro, Busch, Moscoso y otros oficiales que habían
decidido desacatar el nombramiento y derrocar al Presidente. Encerrado, desarmado y
prácticamente solo en el edificio del comando, el anciano Presidente recibió la intimación para
renunciar. No tuvo alternativa. Mientras los soldados combatían denodadamente en el frente,
los jefes militares derrocaron en pleno comando de operaciones al Presidente de Bolivia.
Salamanca, su hijo y el Gral. Lanza fueron embarcados en un avión hacia Santa Cruz. El 28 de
noviembre, guardando las formas democráticas, se posesionó José Luis Tejada Sorzano, cuyo
objetivo era buscar la paz lo antes posible. Las características de este golpe de estado hicieron
que fuera recordado por la historia como el “corralito” de Villamontes.

También podría gustarte