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Chalbaud
Hace ya 69 años
Por Manuel Felipe Sierra: El 13 de noviembre de
1950 fue asesinado el presidente de la Junta
Militar Carlos Delgado Chalbaud
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1. Rafael Urbina López; 2. Gustavo Machado y Rafael Urbina; 3. Rafael Urbina, al centro.
Se sabe que Urbina y Delgado Chalbaud eran amigos desde los días de las
conspiraciones antigomecistas, por su relación estrecha con el millonario
Antonio Aranguren, uno de los financistas de su padre, el general Román
Delgado Chalbaud quien encabezó la invasión del “Falke” en 1929.
Casualmente, Aranguren era el dueño de la casa de Las Mercedes donde
habría de ocurrir el magnicidio. Pérez Jiménez, contaba que Delgado
Chalbaud después del 24 de noviembre a la caída de Rómulo Gallegos, le
ordenó que enviara a Bogotá los pasajes para el regreso de Urbina y su
familia, donde se encontraba exiliado. El 9 de diciembre de ese año ya
estaba en Caracas; solía visitar a Delgado y la primera vez que pidió
hablar con Pérez Jiménez, éste lo recibió con un revólver 38 como regalo.
Reclamaba una solución urgente a sus problemas económicos y se le
había ofrecido pagarle con bonos de la nación. A finales de 1949 le nació
su noveno hijo a quien puso por nombre Carlos y se lo ofreció como
ahijado al presidente de la Junta. Según la periodista Bhilla Torres de
Molina, a comienzos de 1949, Urbina fue con el niño y su esposa a visitar
a su compadre Delgado y hubo de permanecer un largo rato en su auto
para luego ser recibido por un emisario de la casa para decirle: “el
comandante le manda a preguntar cómo le va con su amigo Casanova” (se
refería al mayor Roberto Casanova uno de los hombres de confianza de
Pérez Jiménez). Después Delgado forzó la salida para cargos diplomáticos
de Casanova y Tomás Mendoza y se hicieron evidentes sus
enfrentamientos con los comandantes Julio César Vargas y Tamayo
Suárez.
Con el paso del tiempo es lógico concluir que existió una conspiración
contra Delgado Chalbaud, que debió reunir a los sectores más
intransigentes del lopecismo, al “andinismo” militarista que nunca
respetó a Delgado como jefe militar, que lo consideraban “extranjero y
afrancesado” y lo llamaban despectivamente “el tranvía” porque su
carrera la había hecho por arriba y, por supuesto, los sectores militares
que buscaban cerrar el paso a una probable recuperación democrática y
además las intrigas del “Grupo Uribante”, registradas por informes de la
embajada de Estados Unidos en Caracas. Más allá de las circunstancias, el
hecho cierto es que de modo directo o indirecto la desaparición de
Delgado Chalbaud allanó el camino a Pérez Jiménez para imponer su
modelo de dominación militar.
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Por Rafael Simón Jiménez: La Rotunda destaca
entre las prisiones más tenebrosas que han existido
en la historia venezolana
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Pero será sin duda durante los 35 años de Cipriano Castro y Juan Vicente
Gómez, cuando el horrible recinto carcelario adquiera mayor notoriedad,
al hacerse más brutales y primitivos los métodos de suplicio y tortura a los
presos que van desde los grillos en los pies que mantienen al detenido
prácticamente inutilizado y cuyo peso depende del rigor del castigo, hasta
el vidrio molido que se les suministra en la asquerosa y mezquina ración
diaria para producir perforación en los intestinos, existen calabozos
denominados “El Olvido” donde los presos son dejados morir a mengua, y
otros destinados a quienes enloquecidos por el hambre y los tormentos
caen en la demencia.
A partir de 1813 y hasta unos meses antes de su muerte en 1830, Simón Bolívar
ejerció el poder supremo en Venezuela (y luego en la Gran Colombia) en varias
oportunidades y con diversas denominaciones, aunque no fue de un modo
continuo. Desde comienzos de marzo hasta comienzos de agosto de 1813, en su
condición de brigadier general nombrado por el Congreso de la Nueva Granada
y como jefe del Ejército Libertador, Bolívar asume el mando del territorio
venezolano que va libertando en el curso de la Campaña Admi rable. El 6 de
agosto entra victorioso en Caracas y el 8 anuncia en una proclama, que la
República de Venezuela ha renacido bajo los auspicios de Congreso
neogranadino; poco después crea 3 Secretarías para el despacho de los asuntos
gubernativos: la de Guerra y Marina, la de Estado, Relaciones Exteriores y
Hacienda y la de Gracia, Justicia y Policía. El 13 de ese mismo mes incita al
letrado Francisco Javier de Ustáriz a redactar un plan de gobierno provisorio
para Venezuela. La autoridad de Bolívar se extiende sobre las provincias de
Mérida, Margarita y Trujillo y sobre las porciones libertadas de las provincias
de Barinas y de Caracas. El general Santiago Mariño, que de enero a agosto de
1813 ha libertado la zona nororiental de Venezuela, ejerce el mando su premo
en dicha zona desde la ciudad de Cumaná. Las provincias de Guayana y de
Maracaibo siguen en poder de los realistas, así como ciertos lugares de la de
Caracas, como es el caso de Coro y Puerto Cabello. El 14 de octubre de 1813,
las autoridades civiles de Caracas en nombre del pueblo venezolano nombran a
Bolívar capitán general de los Ejércitos de Venezuela y le confieren el título de
Libertador; a partir de ese momento, usa en los documentos oficiales la
fórmula «Simón Bolívar, Libertador de Venezuela y general en Jefe de sus
Ejércitos». El 2 de enero de 1814, ante una Asamblea popular reunida en el
convento de San Francisco de Caracas, Bolívar da cuenta de sus actuaciones
como general y como gobernante, y los 3 secretarios rinden también informes
de lo realizado en sus respectivos despachos; la Asamblea confirma a Bolívar
en el mando del Estado y de las Fuerzas Armadas de la República. Tanto el
acto del 14 de octubre de 1813 como el del 2 de enero de 1814 tienen por
resultado que la autoridad que había venido ejerciendo Bolívar como brigadier
de la Nueva Granada emanase ahora de un mandato del pueblo venezolano. El
Libertador inicia conversaciones con los emisarios del general Santiago Mariño
y luego con este general mismo, a fin de lograr un acuerdo que unifique los
gobiernos de oriente y del centro-occidente para constituir un solo Estado de
Venezuela; aunque los 2 jefes obran de acuerdo en las operaciones militares, la
unificación política no se lleva a cabo. Con la Emigración a Oriente, a partir
del 7 de julio de 1814, Bolívar pierde la sede del gobierno (Caracas) y en la
práctica ejerce el mando solamente del ejército. En los primeros días de
septiembre, Bolívar y Mariño ven su autoridad desconocida por sus
compañeros de armas, y ya sin mando efectivo ni en lo político ni en lo militar,
se embarcan en Carúpano hacia Cartagena de Indias (8.9.1814). El 3 de mayo
de 1816, Bolívar desembarca en el puerto margariteño de Juan Griego a la
cabeza de la Expedición de Los Cayos, en compañía del general Mariño. E l día
6, en una Asamblea celebrada en Santa Ana del Norte, el Libertador es
ratificado como jefe supremo de la República y de los Ejércitos. Pero las
circunstancias de la guerra no le permiten constituir un gobierno estable
durante todo el resto del año 1816 y los primeros meses de 1817; en la práctica,
él ejerce solamente el mando de las fuerzas que se hallan a sus órdenes
inmediatas y a veces, ni siquiera esto, como ocurre en julio de 1816 después de
las derrotas de Los Aguacates y de Ocumare de la Costa, que lo obligan a
buscar refugio y recursos de nuevo en Haití. Durante todo este período, lleva el
título que le había sido conferido en Santa Ana del Norte. El 28 de diciembre
de 1816, habiendo llegado a la isla Margarita al mando de la Expedición de
Jacmel, dirige una proclama a los venezolanos anunciando su propósito de
convocar al Congreso Nacional; pero las circunstancias de la campaña en tierra
firme no hacen factible llevarlo a cabo por entonces; tampoco logra
consolidarse el intento del Congreso de Cariaco para restablecer el régimen
federal de la Primera República (8-9.5.1817) nombrando a Bolívar como uno
de los triunviros en compañía de Fernando Rodríguez del Toro y de Francisco
Javier Mayz. A mediados de 1817, con la entrada de las fuerzas republi canas
en la ciudad de Angostura evacuada por los realistas (18 julio) y luego en los
castillos de la antigua Guayana (3 agosto), la República renace en Guayana.
Bolívar establece la sede del gobierno en Angostura, que se convierte en la
capital de la Venezuela republicana. Con el título de jefe supremo de la
República que le había sido conferido anteriormente en Santa Ana del Norte y
que no había dejado de llevar, el Libertador rige el Estado y comanda el
Ejército hasta febrero de 1819. Para la mejor organi zación de las Fuerzas
Armadas crea el 24 de septiembre de 1817 el Estado Mayor General; para la
administración de justicia restablece el Poder Judicial por decreto (6.10.1817);
y a fin de que supla «...en parte las funciones del cuerpo legislativo...», Bol ívar
crea el 30 de octubre de 1817 el Consejo de Estado, cuya sede permanente está
en Angostura y que sesiona también durante los períodos en los cuales el
Libertador sale a campaña. Consta este Consejo de 3 secciones: la primera, de
Estado (Relaciones Exteriores) y Hacienda; la segunda, de Marina y Guerra; la
tercera, de Interior y Justicia. El 5 de noviembre de 1817, hallándose en
Angostura, completa la organización de los poderes públicos creando un
Consejo de Gobierno formado por un presidente y 2 vocal es, que son,
respectivamente, el almirante Luis Brión, el general de división Manuel
Cedeño y el intendente general Francisco Antonio Zea; este cuerpo ejecutivo
asegura la continuidad en las funciones de la Administración Pública cuando
Bolívar sale a campaña. En este caso, el Libertador transmite sus órdenes y
disposiciones como primer magistrado a través del secretario de Estado de
Guerra y Marina o del jefe del Estado Mayor General, quienes le acompañan.
En octubre de 1818, informa al Consejo de Estado su propósito de convocar a
elecciones para la reunión del Congreso Nacional; aprobada esta medida, se
elabora un reglamento electoral y habiéndose llevado a cabo los comicios en el
territorio libre de la República y en cada una de las divisiones de las Fuer zas
Armadas, los diputados se van congregando en Angostura a comienzos de
febrero de 1819. El 15 de febrero de 1819 el Libertador instala el Congreso con
la pieza oratoria conocida como Discurso de Angostura, le somete un proyecto
de Constitución Nacional, y renuncia ante el cuerpo a su condición de jefe
supremo de la República, entregando al presidente del Congreso, Francisco
Antonio Zea, su bastón de mando de general. Por sugerencia de Bolívar, el
Congreso pasa de inmediato a designar un presidente interi no de la República;
Zea es elegido por aclamación y Bolívar procede a tomarle juramento y se
retira. El Congreso entra a debatir la elección de presidente de la República y
acuerda que mientras duren los debates se le pida a Bolívar que reasuma el
poder por 24 o 48 horas. A pesar de que el Libertador, de palabra y por escrito,
insistió en su renuncia e instó por el nombramiento de Zea como presidente
titular, el Congreso lo nombró a él; el 17 de febrero Bolívar se juramentó como
presidente de Venezuela. A partir de ese momento, usará en los documentos
oficiales la denominación de «Libertador Presidente de la República de
Venezuela» y así refrenda el 21 de febrero de 1819 un Reglamento provisional
para la Presidencia de la República, que el Congreso había apr obado el día 18.
Cuando el Libertador sale a campaña poco después, Zea (que había sido
elegido vicepresidente de la República) queda a la cabeza de la administración
en la capital, mientras que Bolívar recibe del Congreso facultades
extraordinarias para la conducción de la guerra. Después de la liberación de la
Nueva Granada en agosto de 1819, Bolívar nombra al general Francisco de
Paula Santander vicepresidente de la Nueva Granada. Durante los meses
siguientes, siempre ejerce el mando supremo tanto en Vene zuela como en la
Nueva Granada. El 17 de diciembre de 1819, a proposición de Bolívar, el
Congreso de Angostura crea la República de Colombia (hoy llamada
históricamente Gran Colombia) con los territorios de Venezuela, Nueva
Granada (que es denominada en esa época Cundinamarca) y Ecuador. Desde
ese momento, encabeza Bolívar sus documentos como «Libertador Presidente
de la República de Colombia»; debe tenerse en cuenta, sin embargo, que su
autoridad sólo se ejercía de hecho en los territorios ya libres de Ven ezuela y
Nueva Granada. El 6 de enero de 1820, el Congreso de Angostura le ratifica el
título de Libertador. Mientras Bolívar está en campaña, dirigen la
Administración Pública un vicepresidente de la República con sede en
Angostura (que es entonces Juan Germán Roscio) y Santander como
vicepresidente de la Nueva Granada. En su calidad de presidente de la Gran
Colombia, suscribirá Bolívar el 25 y el 26 de noviembre de 1820 los Tratados
de Armisticio y de Regularización de la Guerra concluidos con el general en
jefe realista Pablo Morillo. El 1 de mayo de 1821, desde Barinas, Bolívar le
escribe al presidente del Congreso Constituyente que iba a reunirse en Cúcuta
presentando la dimisión a la Presidencia de la República a fin de consagrarse
exclusivamente a la conducción de la guerra, pero el Congreso no acepta su
dimisión y le ratifica en el cargo. Pocos meses después, el mismo cuerpo lo
elige formalmente presidente de la República (7.9.1821) y vicepresidente al
general Santander. El 3 de octubre, el Libertador se juramenta en Cúcuta ante
el Congreso, el cual le confiere el día 9 facultades extraordinarias para actuar
en los territorios donde él opere a la cabeza del ejército. Poco después Bolívar
se pone en marcha para libertar el sur de la Nueva Granada y la r egión de
Quito. Durante la denominada campaña del Sur (Ecuador y Perú), el Libertador
no ejercerá mando civil en la Gran Colombia y por consiguiente tampoco en
Venezuela, integrada entonces a dicha República. El general Santander queda a
la cabeza de la administración como vicepresidente de la República encargado
del Poder Ejecutivo. Mientras Bolívar adelanta la campaña libertadora del
Perú, el Congreso de la Gran Colombia, con sede en Bogotá, le suspende el
ejercicio de las facultades extraordinarias (las cuales le permitían obtener
recursos del Ecuador); Bolívar recibe esta noticia en Huancayo (Perú) el 24 de
octubre de 1824. Después de la batalla de Ayacucho (9.12.1824), Bolívar envía
desde Lima su dimisión de la Presidencia de Colombia, en comunicación
oficial dirigida al presidente del Senado (22.12. 1824). No le es admitida, y en
ausencia suya (mientras él recorría el Perú y Bolivia) se llevan a cabo en la
Gran Colombia elecciones para la Presidencia y Vicepresidencia. Bolívar
obtiene una gran mayoría de los votos en los Colegios Electorales de toda la
nación a fines de 1825, resultando así presidente electo; la elección de
vicepresidente es más reñida y aun cuando Santander es el candidato
favorecido con el mayor número de votos, no alcanza a recibir lo s dos tercios
del total, por lo cual el Congreso reunido en Bogotá en 1826 perfecciona la
elección designándolo vicepresidente. Durante todo este proceso eleccionario
Santander permanece a la cabeza del Estado. A consecuencia de los sucesos de
La Cosiata el Libertador regresa a la Gran Colombia, llega a Bogotá el 14 de
noviembre de 1826 y recibe el Poder Ejecutivo de manos de Santander. Pocos
días después, el 25, sale hacia Venezuela, provisto de facultades
extraordinarias para restablecer la paz en su país natal. Santander vuelve a
encargarse de la Presidencia durante la ausencia de Bolívar, y ejerce el mando
sobre Nueva Granada y Ecuador, mientras Bolívar lo ejerce en Venezuela;
durante ese período el Libertador tiene a su lado, como secretario general, a
José Rafael Revenga. Por la vía de Maracaibo y Coro llega a Puerto Cabello,
donde el 1 de enero de 1827 expide un decreto de amnistía para quienes han
participado en el movimiento de La Cosiata. Reconocida y acatada su autoridad
por el general José Antonio Páez, en compañía del cual entra en Caracas el 10
de enero, el Libertador ejerce el mando en Venezuela en virtud de las
facultades extraordinarias de que había sido investido como presidente de la
Gran Colombia. El 6 de febrero de 1827, desde Caracas, rem ite su renuncia a la
Presidencia de la República al Congreso reunido entonces en Bogotá, pero
dicho cuerpo no se la acepta y lo incita, el 6 de junio de 1827, a regresar a
aquella capital para posesionarse de la Presidencia; durante esos meses se ha
ensanchado el distanciamiento político entre Bolívar y Santander, cuyas
relaciones de amistad quedan rotas. Bolívar sale de Venezuela el 5 de julio de
1827 y por la vía de Cartagena se dirige a Bogotá, donde llega el 10 de
septiembre de 1827 y toma posesión de la Presidencia ante el Congreso; ese
mismo día, Revenga presenta al Poder Legislativo una exposición de lo
realizado por Bolívar durante su reciente permanencia en Venezuela. El 14 de
marzo de 1828, el Libertador sale de Bogotá hacia Bucaramanga, donde
permanece hasta el 9 de junio; durante ese período se comunica oficialmente
con los ministros y otras autoridades a través del general Carlos Soublette,
quien desempeña a su lado las funciones de secretario general. Después del
fracaso de la Convención de Ocaña, que se ha disuelto sin haber logrado
aprobar una nueva Constitución, Bolívar es llamado a Bogotá, a donde llega el
24 de junio de 1828, encargándose de inmediato del Ejecutivo con el carácter
de dictador para salvar a la República, como se hacía en la a ntigua Roma. El 27
de agosto de 1828, expide un decreto orgánico por el cual reglamenta sus
funciones como jefe de Estado mientras duren las circunstancias excepcionales
entonces vigentes. El 20 de septiembre de 1828 reorganiza el gobierno, creando
un Consejo de Estado cuya presidencia ejerce el propio Bolívar cuando está en
la capital y en su ausencia lo preside el ministro secretario de Estado más
antiguo. Durante esta época, Bolívar es designado oficialmente Libertador
Presidente de Colombia. Luego de superada la situación de emergencia
producida por el atentado del 25 de septiembre de 1828, Bolívar convoca el 24
de diciembre de ese año a elecciones para diputados a un Congreso
Constituyente cuya reunión está prevista para el 1 de enero de 1830. El 25 de
diciembre de 1828 sale de Bogotá hacia Ecuador, amenazado por la invasión de
fuerzas peruanas, y allí permanece hasta fines del año 1829. Durante ese
período, se halla a su lado, como secretario general, José Domingo Espinar, a
través del cual mantiene constante comunicación de oficio con el Consejo de
Gobierno de Bogotá, que tiene a su cargo la administración de los asuntos
corrientes y con otros altos funcionarios, entre los cuales se destaca el general
José Antonio Páez, quien ejerce en Venezuela la máxi ma autoridad con el título
de jefe civil y militar de los Departamentos del Norte. El 15 de enero de 1830,
Bolívar llega de regreso a Bogotá, donde días después se instala el Congreso
Constituyente al cual dirige un mensaje sobre el estado de la República,
amenazada de disolución; pocas semanas antes, a fines de noviembre de 1829,
había renacido en Venezuela con mayor ímpetu el movimiento separatista,
acaudillado por el general Páez; de hecho, la autoridad de Bolívar fue
desconocida desde entonces por las autoridades de Venezuela, y esta se
reconstituyó como Nación independiente desvinculada de la Gran Colombia. El
27 de abril de 1830 el Libertador presenta ante el Congreso su renuncia a la
Presidencia de la República, y el 8 de mayo sale de Bogotá hacia Car tagena.
Desde ese momento, no volverá a ejercer el mando del Estado. A comienzos de
septiembre, se producen pronunciamientos en Bogotá y otras poblaciones de
Nueva Granada y Ecuador, llamándole a encargarse nuevamente del gobierno y
el general Rafael Urdaneta ejerce provisionalmente la jefatura del Estado en
Bogotá mientras se espera que regrese Bolívar. Pero, el 25 de septiembre de
1830 este ratifica desde Cartagena su decisión de no encargarse de nuevo del
Poder Ejecutivo.
Temas relacionados: Atentado del 25 de septiembre de 1828; Berruecos;
Campaña Admirable; Campaña libertadora de la Nueva Granada; Campañas
terrestres de la Independencia; Carta de Jamaica; Casa Fuerte de Barcelona;
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VIOLENCIA DE GENERO
El 25 de noviembre se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia
contra la Mujer, una iniciativa que se empezó a construir en el año 1981 por el Movimiento
Feminista Latinoamericano.
Surgió en protesta contra el asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa
Mirabal en República Dominicana en el año 1960 y que fue reconocida como fecha oficial
por la Organización de Naciones Unidas en el año 1999.
La Organización Mundial de Salud en el año 1996 había reconocido que la Violencia contra
la mujer era un problema de salud pública y en el año 2013 la OMS publicó un informe que
reafirma dicha problemática en dónde se señala que la violencia física y sexual es un
problema de salud pública que afecta a más de un tercio de la población femenina a nivel
mundial.
"Estos hallazgos envían un fuerte mensaje a la población y, sobre todo a los organismos
responsables de evitar estos conflictos. La violencia contra la mujer es un problema de
salud mundial con proporciones inmensas, que podría incluso llegar a interpretarse como
una pandemia", señaló Baute. "También se puede ver que los sistemas de salud en el
mundo pueden hacer mucho más por las mujeres que sufren de violencia", afirmó.
En Venezuela, no hay una medida exacta de cuantas mujeres sufren de violencia de género.
"Un último informe, publicado en julio, el cual llegó al observatorio, contabiliza que en lo
que va de 2019 se han cometido 130 hechos compatibles con femicidios", explica
Esmeralda.
Existe una necesidad urgente de mejorar la atención hacia las mujeres que han sido
víctimas de violencia. "Estas mujeres buscan a menudo atención médica sin revelar
necesariamente la causa de sus lesiones o problemas de salud", indicó Baute. En el informe
se destaca la importancia de añadir a los programas de salud a las víctimas de violencia.