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El Presidente

Caballero
Samantha Tortolero Maldonado
Cambio de rumbo
Habían precedido algunos presidentes que habían tenido un final trágico, y no solo
personalmente, sino para el país, es por ello que Cárdenas apoyaba a Manuel Ávila
Camacho, porque creía que México había sido ya el blanco de incertidumbre y lo que
necesitaba era paz. Cárdenas creía que Manuel Ávila Camacho era el único que podía
conseguirla.
Las elecciones fueron un suceso agitado, y violento y Manuel Ávila Camacho logró
obtener la banda presidencial después de un resultado inverosímil. Juan Andrew
Almazán, quien era su contrincante y apoyado principalmente por las clases medias en
las elecciones, se fue a vivir a La Habana y declaró que no volvería a encabezar una
nueva revolución.
Santa Eufrosina
La ciudad de Teziutlán fue el hogar de la familia de Manuel Ávila Castillo y Eufrosina
Camacho Bello. Maximino fue el primero de sus hijos, y Manuel fue el tercero. Fueron
ocho hijos en total. Fue una familia modesta, donde Maximino acompañaba a sus padres
en sus labores de arriería y la madre, Eufrosina, se dedicaba al resto de la familia.
Durante la primera década del siglo, don Manuel Ávila Castillo, sufrió un accidente en un
viaje que provocó que no pudiera seguir laborando y su esposa e hijos se tuvieran que
hacer cargo del negocio, especialmente Maximino y Manuel.
Lamentablemente, por la Revolución Mexicana el negocio de los Ávila Camacho cerró.
Así que cuando don Manuel Ávila Castillo murió, los dos hijos mayores ya se apuntaban a
las filas revolucionarias. Maximino desde 1911 y Manuel desde 1914.
Doña Eufrosina tuvo que idear algo y montó una tienda en Puebla, se mudó a la Ciudad
de México a comprar cambiones de pasajeros, luego fue a Morelia y finalmente a Sayula
en Jalisco, todo de acuerdo al itinerario de sus hijos. Finalmente regresó a Teziutlán en
los veinte, pero dos de sus hijos murieron, Eulogio y Miguel. Finalmente ella murió en
1939.
Maximino y su hermano
Aunque no hay registros como tal, se cree que Manuel acompañó a su hermano en la
actividad militar que el segundo ejercía. Maximino era una persona que estaba dedicada
totalmente a lo militar, hasta el punto en que fue muy importante en algunos puntos, como
en el gobierno de Puebla, donde la mayoría de las personas temían de él por su forma de
ser.
En cambio, Manuel era lo contrario. Se dedicó principalmente a la administración en la
Convención de Aguascalientes. Y también se convirtió en secretario de la Comisión Local
Agraria de Puebla y pagador de la División Oriente. Conoció a Lázaro Cárdenas en 1919
en la Huasteca, quien, como dice el texto, “se convirtió en su hermano sin serlo”.
Desde ahí, Cárdenas y Manuel tuvieron una relación muy estrecha, en la que Manuel lo
acompañaba a todos lados porque se volvió en su hombre de confianza. El único lugar al
que no lo siguió, fue a la batalla por la rebelión delahuertista en 1924. Manuel se
encontraba en un hotel, y luego de que el general Enrique Estrada derrotara a Cárdenas y
también le salvara la vida, hizo lo mismo con él.
Manuel no pudo comprobar su personalidad militar ante un juicio de una comisión revisora
porque no contaba con un registro antes de 1919, lo único bueno es que, por la guerra de
los cristeros, había más que hacer que revisar expedientes. Así que, con mando de tropa,
Ávila combatió a los cristeros utilizando la persuasión. Sabía ganarse a las personas y así
logró que algunos espías y enemigos salieran del sector militar con la oportunidad de irse
a otra ciudad. Era una persona que sabía hablar y convencer a la gente, logrando una
salida pacífica de alguna u otra manera.
En Sayula conoció a Soledad Orozco, quien sería su esposa.
Se le encomendó la 29 jefatura de Operaciones en Tabasco, por el “Jefe Máximo” Calles.
Puebla era tierra de Tomás Garrido, con quien tuvo algunos conflictos por su forma de
ser, pero finalmente por su persuasión, según él, logró leves cambios en Garrido.
En 1933 cuando Cárdenas tuvo un ascenso a la candidatura presidencial, Manuel ocupó
el puesto de oficial mayor, de subsecretario de Guerra y Marina y secretario de la Defensa
Nacional. En 1939 obtuvo una licencia limitada para dedicarse a asuntos de carácter
particular y político, que era contender por la presidencia de la República.
Su hermano Maximino tuvo un descontento al enterarse de lo que Manuel estaba
haciendo, él creía que tenía algún poder o preferencia por ser el primogénito de la familia
y por “enseñarle” a su hermano muchas cosas, pero la gente siempre prefirió a Manuel,
quien se convertiría en “el Presidente Caballero”.
Su forma de ser tuvo mucho que ver, era un hombre muy educado, que siempre sabía
recibir a las personas, escucharles y tenerles paciencia. Era muy fuerte mentalmente
porque era estable, y siempre sensato.
Del otro lado, estaba Maximino, que ya siendo su hermano el presidente de la República,
seguía con actitudes nada agradables y atemorizando a todo mundo con su pistola,
siendo acompañado por Conchita Cintrón, su pareja.
Maximino y Manuel compartían el gusto por la cultura ranchera. El mayor con gusto por
los toros y Manuel por los caballos, tanto que mandó a construir el Hipódromo de las
Américas. Y así como compartían eso, compartían la salud. Manuel sufrió varios infartos y
Maximino luego de sentirse mal en una reunión, murió el 17 de febrero de 1945.
Tiempos de guerra
“México protestó contra la invasión italiana a Etiopía, apoyó como ningún otro país la
casusa republicana contra Franco, defendió en Ginebra la causa de los judíos, condenó la
invasión de China por parte de los japoneses y fue, además de la URSS, el único país
que repudió el Anschluss austriaco de Hitler.”
Para Cárdenas, la persona humana estaba por encima de las ideologías de poderes,
razón por la que Trotski y otros perseguidos recibieron asilo en México.
Gracias a todos estos sucesos, Cárdenas pudo confirmar que lo que México necesitaba
(actitud de ponderación y cautela), era lo que Manuel Ávila Camacho tenía.
Después de muchas acciones en las que México se declaraba neutral o buscaba lo
“mejor”, finalmente entró en la guerra el 23 de mayo de 1942, primera vez que ocurría un
evento así. Detrás, tenía un objetivo sensato: reanudar la trayectoria internacional del país
en los años treinta y apoyar a Estados Unidos.
El país mandó al Escuadrón 201 para luchar en las islas Filipinas, Luzón y Formosa. Es
un acontecimiento importante, del que incluso se hicieron películas.
Unidad Nacional
En 1940 la gente comenzaba a desconfiar en Ávila Camacho después de la guerra.
México también estaba dividido, los occidentales (querían acabar con las tendencias
ateas y comunistas) y el Partido Comunista (denunciaba las tendencias fascistas y
falangistas).
Los sindicatos también tenían problemas. Estaba la CTM con tendencia oficialista; el
sindicalismo moderado de izquierda, que quería cierta independencia del gobierno; los
sindicatos de corte anarquista y comunista y en el campo, los ejidatarios se acoplaban a
la reforma agraria y los pequeños y medianos propietarios buscaban métodos para
defender su patrimonio. Ávila Camacho optó por integrar al gabinete con cardenistas,
callistas y los avilacamachistas.
Durante la guerra, decidió lo siguiente: suprimió la inamovilidad de los ministros de la
Suprema Corte de Justicia, promulgó una reforma que restableció la inamovilidad, e
integró la Suprema Corte eligiendo personas probas e independientes al mismo tiempo.
Empezó la unidad nacional cuando todos los ex presidentes fueron convocados a
aparecer con él el 15 de septiembre en el Zócalo.
Fue el primer presidente en decir abiertamente su religión. Aunque los de la izquierda no
estuvieron de acuerdo, mucha gente lo tomó con que también iniciaba la reconciliación del
Estado con la iglesia católica. Mucha gente temía, además de que volviera a haber mucha
intervención de la iglesia en el Estado, que los partidos de derecha tomaran el poder. Y el
PAN, para ese entonces, ya había ido logrando un acercamiento.
Al final del sexenio, Ávila Camacho logró otro conciliador: “encauzar el sinarquismo hacia
la acción política dándole registro como partido político”.
El Estado impuso la educación socialista y el rector de la UNAM, Gómez Morin, cortó el
presupuesto universitario y amenazó con el cierre de la institución.
Torres Bodet estuvo en la secretaría y retomó la idea vasconcelina: alfabetización y
campañas para los niños y adultos, capacitación del magisterio, revisión de planes de
estudios, textos escolares, cartillas de alfabetización y la iniciativa privada. Empezó en
1940, y para 1946 solo un millón de personas se habían alfabetizado, lamentablemente.
“La educación ha terminado por ser caóticamente inconsistente, más aparente que real…
y ha fracasado en conquistar a la juventud.”
Baluarte inmaculado de las instituciones
Posteriormente, el presupuesto para la educación subió, y para el ejército disminuía hasta
el 6 por ciento, al igual que los lugares que se les otorgaban a los del ejército en cada
gabinete. Cárdenas siguió el acercamiento al “civilismo”.
Alfonso Coronal del Rosal, creía en el ejército como un servicio público. Creía que le
faltaban fundamentos filosóficos y teóricos, aprender de esa manera las “virtudes
militares”.
Durante la presidencia de Manuel Ávila Camacho, los militares se abstuvieron de
mezclarse en la política. Se crearon edificios, escuelas y un fondo de ahorro para crear un
banco del ejército y de la armada. Incluso se les dieron concesiones como el manejo de
gasolineras.
“Su mayor lección fue poner límites a su propio poder, salir del escenario histórico a
tiempo. Sus sucesores, los universitarios en el poder, se beneficiaron de esa decisión,
pero, llegado el momento, carecían de la visión y la grandeza para aplicársela a sí
mismos”.
El Alazán Tostado
Gonzalo N. Santos, miembro fundador del PNR, tenía a 12 mil hombres armados bajo su
mando, por lo que prestaba servicios a “la Revolución”. Ayudó también en las elecciones
procurando el acercamiento de viejos líderes revolucionarios. Cuando Ávila Camacho
llegó al poder, se le dio un rancho en Tres Filos y posteriormente se hizo gobernador de
su estado, y su mandato duró 6 años.
Nada se hacía en San Luis Potosí sin que él diera permiso.
Ganado Político
Las personas que trabajan en el campo eran regidas por los derechos ejidales que en
realidad no tenían valor, ya que quienes los dirigían eran los comisarios ejidales, quienes
los explotaban de diversas maneras.
Ávila Camacho tuvo que privilegiar la irrigación, dedicándole 15 por ciento del
presupuesto, logrando que se incrementara la producción de cultivos comerciales como
frutas y legumbres.
Había mucha gente que no estaba de acuerdo, pero otra que creía que, gracias al ejido,
los campesinos “gozaban” de una vida más digna.
Brega de eternidad
El gobierno de Ávila Camacho hizo más lento el ascenso del PAN.
Se buscaba un país que no siguiera las demás ideologías e independiente en muchos
sentidos. En 1943 el PAN participó por primera vez en las elecciones legislativas,
argumentando el triunfo de 21 de ellos. Pero cuando comenzaron las audiencias no se les
dejó entrar ni ocupar curul en la XXXIX Legislatura.
Después de muchos altercados que terminaron en una manifestación masiva y violenta, el
PAN logró una respuesta para una aclaración en 1944 en Aguascalientes.
El partido presentó una reforma electoral, que se atribuyó a una Ley Federal Electoral. Se
exigían membresías en los partidos y creación del padrón electoral.
Después ganaron 4 candidatos, y aunque presentaron muchas iniciativas ni siquiera
fueron tomadas en cuenta o se tomaban de base para que el gobierno las presentara.
Era un problema el hecho de que fuera un partido que estuviera cerca de la iglesia, pero
era un partido político, no una organización religiosa. Pero la gente no lo tomaba en
cuenta.
Ventanas al mundo
La alianza militar con Estados Unidos y el ámbito industrial ayudaron a que México tuviera
una mejora en su economía. Creció en fundición, metales, textiles, alimentos, químicos,
electrodomésticos, muebles y construcción. También se crearon bancos para competir
con los que ya estaban y llegaron tiendas departamentales como El Puerto de Liverpool.
México tenía reserva, pero no podía usarla para importar bienes de producción y
refacciones indispensables lo que provocó una inflación de casi cien por ciento en el lustro
completo de la guerra.
El turismo, los libros y la radio ayudan al despegue de las empresas mexicanas en
tiempos de guerra.
El transtierro, época en la que se dejó una huella en la vida cultural y académica de
México, ocurrió en los Tiempos de Ávila Camacho.
México creció porque fue posible que los escritores crearan contenido como revistas,
porque la radio fundó una estación y creció otra y porque mayor número de personas
podían sintonizarla.
El turismo, los libros y los radios fueron industrias que crecieron mucho. La música, sus
actores y todo lo que tenía que ver con cultura y hasta entretenimiento tuvo mucha fuerza
y apoyo.
Ha muerto la Revolución mexicana
La imagen del charro “había pasado de moda”, al igual que el campo. Aunque en realidad,
todavía había mucha gente ahí. “Sin embargo, en las élites rectoras se gestaba una
mutación fundamental, un cambio de paradigma: de lo rural a lo urbano, del campesino al
obrero, de lo agrícola a lo industrial.”
El PRM cambió su nombre a PRI para 1946, mismo año de las elecciones. Hubo
violencia, pero no tanta como en los años anteriores, y el PRI buscó maneras de hacer
fraudes que se harían costumbre
Ganó Alemán con el 77,9 por ciento. Ávila Camacho estaba feliz y satisfecho.
“Su estilo personal había dado buenos resultados: paz con el exterior, orden en el interior,
progreso en las ciudades. Una sensata política de conciliación presidía las relaciones con
la iglesia…”
Y como Ávila Camacho le dijo a Torres Bodet, para ese momento, ya había terminado la
época de los generales, ahora le tocaba a los civiles.

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