Objetivo: Favorecer las capacidades comunicativas, las relaciones
interpersonales, la resolución de conflictos a través de la regulación de sus emociones. Conocer las emociones Identificación de las emociones Gestión de respuesta hacia ellas Técnicas de respiración y relajación
Dirigido a: niños de 4 a 7 años
# Sesiones: 4 sesiones Duración: del 7 al 28 de octubre de 2023
2da sesión (14 de octubre 2023)
Actividades 1) Pase de lista 2) GESTICULACIÓN de emociones 3) CUENTO “Las Emociones de Nacho” 4) YOGA Kids y técnica de respiración
5) PSICOMOTRICIDAD canción “Mis dos dedos caminan”
6) SACO sensorial con frijol 7) COLOREAR “La botella de la calma” 8) SACO sensorial con tiras de papel 9) Ejercicio SENSORIAL visual, hacer “LA BOTELLA DE LA CALMA” 10) Ejercicio de TÉCNICA DE RESPIRACIÓN de Triangulo con apoyo de música relajante.
Producto: Realización de la “BOTELLA DE LA CALMA” y SACOS
sensoriales.
Ps. Clara Moreno Uribe
¿Qué necesitas para hacer un frasco de la calma?
Un bote de cristal o una botella de plástico, preferentemente
transparente y que no tenga etiquetas. Purpurina (también conocida como escarcha, brillantina o diamantina) a elección del niño, aunque lo ideal es decantarse por tonos claros pues son más relajantes. Pegamento glitter o transparente. Agua templada del grifo. Colorante alimentario para darle color al agua. Una cuchara sopera y otra de postre.
Los pasos sencillos para confeccionar un frasco de la calma
1. Vierte el agua templada del grifo en el bote de cristal o la
botella de plástico hasta llenar 1/8 del recipiente. Si el niño es muy pequeño es recomendable que te decantes por una botella de plástico para evitar que se rompa y pueda hacerse daño.
2. Luego, añade dos cucharadas soperas de pegamento al
agua. Ten en cuenta que mientras más pegamento añadas más tiempo tardará la purpurina en descender, de manera que tendrá un efecto más relajante. 3. Seguidamente, deja que el niño escoja el color de purpurina que más le guste y añade al agua unas 3 o 4 cucharaditas de postre llenas de purpurina. Remueve para que la purpurina se mezcle bien con el agua y el pegamento. 4. Agrega dos o tres gotas del colorante que el pequeño haya escogido para darle color al agua. Una vez más, intenta que se trate de un color tenue para que el efecto calmante sea mayor. 5. Rellena la botella con más agua o ponle un poco más de purpurina si no es suficiente. Luego, colócale la tapa y ciérrala con fuerza para que el agua no se salga al remover la botella. ¡Listo! tu hijo ya tiene su propio frasco de la calma.
Monstruo tranquilo, monstruo amable (Calm Monsters, Kind Monsters): Guía de Sesame Street ® para la conciencia plena (A Sesame Street ® Guide to Mindfulness)