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LAURA VERÓNICA VELÁZQUEZ VENTURA.

ADQUISICIÓN DE LA LENGUA

Chicle con coca, una receta peculiar: análisis del corpus

Para nuestro análisis le hemos pedido a un informante infante masculino de,


entre tres y medio y cuatro años, que nos contara su receta favorita de algún
platillo o postre que conociera, ya que él es capaz de preparar platillos culinarios
sencillos. Él accedió y, al iniciar el video, procedió a actuar como si de un canal
de difusión culinaria se tratara para darnos instrucciones paso a paso de cómo
prepara “chicle con coca”. Para nuestro análisis tomaremos como guía lo
aprendido en la clase de Adquisición de la lengua y la teoría de Robert E. Owens
Jr.: Desarrollo del lenguaje. Quinta edición. (2003).

Desde las primeras interacciones podemos observar las cuatro áreas


evolutivas del desarrollo infantil se encuentran en una fase de evolución
avanzada: física, por el buen dominio de la voz clara e inclusive el habla a
velocidad moderada; cognitiva, en la forma evidente de cómo logró comprender
la indicación que le fue dada al grado de crear un escenario ficticio en el cual él
protagonizaba un video culinario, además de haber organizado de forma
ordenada sus ideas para crear una golosina y explicar su proceso.
Socioemocional y comunicativa, de igual manera, porque logró perfectamente el
objetivo planteado y el reto que se le propuso directamente, al igual que llegó a
la comunicación efectiva demostrándonos la gran capacidad pragmática y
semántica que ha adquirido hasta su edad actual.

Lo anterior concuerda con la teoría de Owens Jr. (2003) cerca del control
motor grueso logrado entre los cuatro y cinco años. El niño habla con gran
similitud al habla adulta y hay, casi en su totalidad, dominio de todas las
combinaciones de los fonemas. Sin embargo, el tono empleado al hablar es
monótono y casi plano, es decir, sin variaciones. Tampoco se apoya de
expresiones faciales o ademanes en los fragmentos que podemos apreciarlo de
frente a la cámara. Entonces, efectivamente no ha alcanzado el control motor
fino: el uso natural de los gestos mencionados, mismo que se logra a una edad
más avanzada; naturalmente a los doce años.

Se ha tomado en cuenta que es recurrente que los niños de tres años


aproximadamente logren oraciones simples, pero omitan algunos conectores
como las conjunciones. Es impresionante que nuestro pequeño informante logre
un habla tan completa sin alterar la sintaxis de las oraciones o bien, omitir
conectores. Podemos observar un habla clara, espontánea y con pocas pausas.
Algunas de ellas no son pausas funcionales, sino pausas que el niño hace para
reformular alguna oración, aspirar, u organizar su idea siguiente; esto nos da una
idea de su claro avance en su proceso de adquisición del habla. Asimismo, las
oraciones siguen el canon de sujeto + verbo + objeto y, pese a que se trata de un
instructivo y a esta edad el niño ya podría hacer uso del modo imperativo, no lo
hace; en vez de eso utiliza el presente de indicativo.

Ahora, para la definición de los procesos fonológicos que podemos


identificar en nuestro corpus, lo hemos dividido por secciones del monólogo,
puesto que únicamente habla nuestro informante y se escucha la voz de su
hermana menor dos veces como voz superpuesta. En la primera secuencia el
niño presenta la golosina podemos apreciar únicamente una aféresis cuando
dice “va´ser” en vez de “va a ser”. En esta misma oración está presente la
ausencia de la preposición “de” en “va a ser de cómo hacer…”. Por otro lado, en
una voz superpuesta, podemos escuchar la voz de una niña, un año menor que
nuestro informante, se encuentra también en proceso de adquisición del habla,
pero también es muy similar al habla adulta; sólo hay una metátesis para
nombrar a alguien más y dice “Enlli” en vez de “Euri”. Considero este proceso
fonológico de tipo fonemático porque hay una alteración de fonemas.

En la segunda división del monólogo instructivo el niño repite “primer


paso” porque se distrae acomodando lo que va a utilizar. Esto nos hace pensar
que, pese a que su desarrollo cognitivo es avanzado, aún no le es posible
explicarse verbalmente mientras organiza sus ideas y ordena algo en el plano
material. Remitiendo nuevamente a la teoría de Owens, es comprensible que el
niño no domine por completo la habilidad cognitiva como lo haría un adulto
porque su estructura mental aún es inmadura. También ocurre un fenómeno
interesante en la forma de expresión que el niño utiliza para señalar dónde debe
ponerse el agua: “en aquí/aquí”. Esta variante nos muestra que aún comete
errores al señalar lugares o ser más específico y resulta de gran importancia la
repetición de “aquí” porque en el video señala dónde es ese “aquí”. Entonces,
sabemos que el niño tuvo un problema comunicativo y cognitivo al organizar sus
ideas para utilizar una expresión adecuada. No obstante, él mismo lo corrige tras
una pausa y mostrar el recipiente a la cámara. Esto también es evidencia de su
gran desarrollo cognitivo y comunicativo.

En la segunda secuencia, el niño dice “dejardlo” en vez de “dejarlo”,


tenemos una muestra de epéntesis con el fonema /d/ en adición antes de la “l”.
Es comprensible que se dé este fenómeno porque, como mencionamos
previamente, el desarrollo del control motor fino y el fonema /r/ es de los últimos
en lograr la adquisición y pronunciación efectiva. En las secuencias posteriores
el proceso fonológico de tipo fonotáctico más recurrente es el de mutación del
fonema /r/ por /d/, por ejemplo: “impodta” en vez de “importa”, “miden” en lugar
de “miren” o “congedad” en vez de “congelar” . En el último ejemplo hay un
proceso fonológico de mutación doble: primero de la /l/ por la /d/ y luego la /r/ por
la /d/. La última mutación de esta secuencia es cuando dice “etsactamente” en
vez de “exactamente”. Claro que es muy acercado al fonema /x/ y así se acerca
un poco más al habla adulta. También hay que tomar en cuenta que dicho
fonema es de los últimos en ser adquiridos por su dificultad.

En la cuarta secuencia encontramos una prótesis en la primera frase:


“llelo” y no “hielo”. En esta parte del monólogo abundan las mutaciones de /d/ en
vez de /r/ y hay una síncopa en “pieda” en lugar de “piedra”. Podemos apreciar
algunos balbuceos e interrupciones mientras el niño revisa lo que le ocurrió a la
tapita al aventarla al suelo. Estos balbuceos nos pueden dar un indicio de cómo
en su cabeza siguen fluyendo las ideas y sus pensamientos, pero su foco de
atención se encuentra en un objeto. Así, reconocemos que su habilidad cognitiva
para coordinar es aún deficiente por su inmadurez. En la división número cinco
persiste el proceso de mutación de /r/ a /d/, existe una aféresis en “mos” por
“vamos” y una prótesis en “drecomiendo”, pero inmediatamente hay una pequeña
pausa y luego pronuncia “recomiendo” bien. Este fenómeno nos permite inferir
que el niño es más consciente de su habla y, aunque se equivoque en algunas
ocasiones, reconoce otras y se alecciona a sí mismo.

En la última secuencia es donde se reduce a dos ocasiones la mutación de /d/


por /r/ y nos encontramos con una nueva “güevito” por “huevito”. No hay más que
pensar en la lógica de que el niño cambie la “h” por la “g” para asimilar el habla
“correcta” dentro de sus capacidades. El niño, como dice Owens, ya reconoce
los sonidos y las estructuras correctas. También hay un apócope en la frase “eso
fue to/”, “todo” perdió el fonema final de la palabra y en vez de éste hubo una
aspiración. Existe también aféresis en varias palabras: “a o” / “a lo”; “registro” /
“istro”; “trasmisión” / “nsmisión”; “otmail” / “jotmail”. Finalmente, reaparece el
apócope, pérdida de fonema final, en “mejo” / “mejor” y una última mutación de
“facebot” en vez de “feisbuk”

En suma, podemos comprobar que, efectivamente, el habla de nuestro


pequeño informante en cuestión es un poco avanzada para su edad puesto que
son mínimas las pausas innecesarias en su habla y los balbuceos son casi nulas.
Asimismo, reitero que su habilidad comunicativa, así como la cognitiva está cada
vez más cerca de tener las características de un hablante estereotípico adulo,
simplemente le hace falta desarrollar un poco más su capacidad cognitiva y el
control muscular fino para acompañar su habla con gestos y pausas
pragmáticas. No debemos dejar de lado que todas las palabras adquiridas están
ya ancladas en su pensamiento como pivotes: palabras que ya comprende bien y
puede utilizar de manera eficiente.

Bibliografía
Owens-Jr, R. E. (2003). Desarrollo del lenguaje. Madrid: Pearson Prentice Hall.

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