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Jane Goodall

(Reino Unido, 1934)

Etóloga
Su profunda pasión por los animales la llevó a viajar a África con sólo 18 años, donde
comenzó a ayudar al paleontólogo y antropólogo Louis Leakey en sus investigaciones. Se
mudó al Parque Nacional del Gombe Stream en Tanzania y empezó a observar a los
chimpancés, un trabajo al que se dedicó durante sesenta años. A partir de 1964, formó un
equipo con cuya ayuda recopiló y procesó la información obtenida hasta entonces. En 1965
obtuvo el doctorado honorario en etología por la Universidad de Cambridge y, además, ha
sido distinguida con más de 100 premios internacionales, incluido el Premio Príncipe de
Asturias de Investigación en 2003. Sus hallazgos revolucionaron los conocimientos que se
tenían no solo de los chimpancés, sino también del ser humano.

Celia Sánchez Ramos (España, 1959)

Científica, inventora y farmacéutica.


Científica, inventora y farmacéutica, cuenta con 19 patentes en su haber, todas
relacionadas con la visión: entre ellas se encuentran la lente de contacto terapéutica para
ojos pseudofáquicos o en proceso de neurodegeneración, el dispositivo de iluminación con
filtro terapéutico y profiláctico para ojos sanos, pseudo afáquicos o en proceso de
neurodegeneración, o las gafas de seguridad y prevención con superficie tratada para la
protección y terapia de ojos en oficios y deportes.

En su faceta de empresaria cuenta con dos negocios: la sociedad limitada Alta Eficacia
Tecnología, que tiene como objeto la comercialización de productos, patentes y modelos de
utilidad en los campos de la óptica, optometría, contactología y neurociencia; y Factoría
I+D, para la edición de publicaciones científicas y divulgativas y la formación continua.
Además, está muy vinculada al mundo universitario: se ha convertido en una referencia
científica a través de numerosas publicaciones relacionadas con la neuroprotección
retiniana.

Vera Rubin (Estados Unidos, 1928 - 2016)

Astrónoma
Fue una astrónoma estadounidense pionera en la medición de la rotación de las estrellas
dentro en la galaxia y sus investigaciones contradijeron el modelo al manifestar que las
curvas de rotación galácticas eran planas. Esta fue la evidencia más directa y robusta de la
existencia de materia oscura en el espacio, un hito científico y uno de los grandes misterios
persistentes del universo.

Consiguió graduarse como Doctor honoris causa en numerosas universidades, entre ellas
Harvard y Yale, pero no fue galardonada con el Nobel ni recibió en vida el mismo
reconocimiento que algunos de sus compañeros, a pesar de ser una de las astrónomas más
influyentes de su época.

Rita Levi-Montalcini (Italia, 1909 - 2012)

Neuróloga
Como mujer judía en la Italia fascista tuvo que enfrentarse a las leyes de Mussolini y a los
roles sociales de la época.

Junto con su mentor Giuseppe Levi realizó grandes avances en el estudio de la neurología
en un laboratorio secreto que construyeron en sus refugios. Allí investigaron las células
nerviosas y realizaron uno de sus grandes descubrimientos: la muerte autoinducida, en
circunstancias de daño irreversible, de centros nerviosos completos; un fenómeno que en
1972 se llamó apoptosis o muerte celular programada.

Al terminar el conflicto mundial pudo dedicarse al estudio de los factores genéticos en el


crecimiento de las células. En este sentido, en 1953 empezó una larga colaboración con el
bioquímico Stanley Cohen, con quien compartió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina
en 1986 por sus descubrimientos de los factores de crecimiento.

Lynn Margulis (Estados Unidos, 1938 -2011)

Bióloga
Es considerada una de las principales figuras en el campo de la evolución biológica y, más
concretamente, en el estudio del origen de las células eucariotas.

Su propuesta sobre la teoría simbiogenética provocó el replanteamiento de cuestiones


filosóficas en el ámbito de la biología, como la noción de especie, evolución y unidades de
selección, entre otras, pues su planteamiento de la evolución difería en ciertos aspectos de
la selección natural de Darwin.
Para ella, la variedad de especies existente en la Tierra tenía su origen en una relación
simbiótica, y las bacterias jugaban un papel crucial en esta relación. De aceptarse su
hipótesis, pondría fin a cien años de prevalencia de la actual teoría de la síntesis evolutiva
moderna. Asimismo, descubrió, en trabajos realizados en el delta del Ebro, una nueva
bacteria espiroqueta, llamada Spirosymplokos deltaiberien, sumamente resistente a
condiciones ambientales adversas.

Marie Curie (Polonia, 1867-1934)

Física y química
Física y química polaca, pionera en el campo de la radioactividad, fue la primera mujer de la
historia en ganar un premio Nobel. Para lograr ese galardón tuvo que superar numerosos
obstáculos, incluida la dificultad de acceso a la universidad, pues en Polonia las mujeres
tenían prohibido acceder a la Enseñanza Superior.

A pesar de ello, años más tarde se convirtió en la primera mujer que llegó a catedrática en
la Universidad de París y una de las únicas cuatro personas ganadoras de dos premios
Nobel (uno de ellos compartido con su marido, Pierre Curie).

Junto a su esposo Pierre Curie, hallo dos nuevos elementos químicos, el polonio y el radio y
nombraron como radioactividad al fenómeno descubierto por Becquerel acerca de la
emisión de rayos invisibles por parte de uranio. Su hija Irene Joliot – Curie, también obtuvo
el nobel en química, en 1935 por el descubrimiento de la radioactividad artificial.

Lise Meitner (Austria, 1878-1968)

Física
La física responsable de la fusión nuclear y la única mujer que tiene un elemento de la tabla
periódica en su honor: el meitnerio. El resto son mujeres de la mitología y, ni siquiera el
curio hace homenaje a la recién mencionada Marie Curie: es compartido con su marido
Pierre Curie.

Lise Meitner, tuvo que llevar a cabo sus experimentos de radioquímica lejos de los focos de
los grandes investigadores en una época en la que las mujeres no tenían permitido pisar un
laboratorio. Sus investigaciones sobre la fusión nuclear fueron cruciales para descubrir el
meitnerio, que dio inicio a la era atómica.
Rachel Carson (Estados Unidos, 1907-1964)

Bióloga marina y escritora.


Considerada la primera ecologista. A comienzos del siglo XX advertía sobre los efectos
nocivos de los pesticidas en el medio ambiente y de la creciente contaminación. Su libro
"Primavera silenciosa" logró erradicar el DDT (Dicloro Difenil Tricloroetano) y marcó el
nacimiento de la preocupación por el deterioro del planeta debido a la acción humana.

Por supuesto, la respuesta de la industria química norteamericana, que estaba en el centro


del crecimiento económico de la segunda posguerra, no se hizo esperar. Carson fue objeto
de una feroz campaña de difamación. No solo la acusaron de comunista o “fanática de la
naturaleza”, sino también de “histérica” y “solterona” aludiendo a su condición de mujer
científica de 55 años sin hijos.

Su libro sigue siendo uno de los títulos de referencia del ecologismo y la polémica que
suscitaron llevó a que Estados Unidos creara la Agencia de Protección del Medio
Ambiente e incorporara a su agenda la política medioambiental.

Mae Jemison (Estados Unidos, 1956)

Ingeniera química y Médica.


Mae Jemison fue la primera mujer afroestadounidense en viajar al espacio.

Entró en la Universidad de Stanford a la edad de 16 años, graduándose con títulos de


ingeniera química y estudios afro-americanos. Su experiencia en Stanford, según ha
contado ella misma, también estuvo marcada por ser una de las pocas estudiantes
afroamericanas en las aulas y sufrir discriminación por su color de piel. «Algunos profesores
simplemente fingían que yo no estaba allí. Si hacía una pregunta, hacían como si fuese
estúpida, como si fuese la pregunta más estúpida que hubiesen escuchado en su vida.
Después un chico blanco hacía la misma pregunta y el profesor comentaba: ‘Esa es una
observación muy aguda'».

De ahí ingresó en la Universidad de Cornell donde se graduó en Medicina.

En septiembre de 1992, tras completar el entrenamiento de la NASA, llegó al espacio como


especialista de la misión a bordo del transbordador Endeavour.
En marzo de 1993, Jemison abandonó la NASA con la intención de crear su propia empresa.
Desde entonces, Jemison ha sido profesora de ciencias en varias instituciones, entre ellas
Cornell o Darmouth y ha participado y puesto en marcha varios proyectos.
En 1993 fundó The Jemison Group, una consultora que trabaja para medir y aumentar el
impacto sociocultural del diseño y el desarrollo tecnológicos.
También ha creado la Dorothy Jemison Foundation for Excellence, con el nombre de su
madre, que organiza entre otras cosas el campamento científico The Earth We Share en el
que participan niñas y niños de entre 12 y 16 años a los que se anima a pensar y trabajar
problemas globales, como el número de personas que pueden vivir en la Tierra o cómo
prever los picos de calor que sufrirá el planeta en 2030.
Detrás de todas estas actividades ha estado siempre su interés por fomentar el espíritu
crítico, potenciar el desarrollo social a través del progreso científico y tecnológico y un
empeño especial en atraer a los jóvenes hacia estas áreas de conocimiento, especialmente
a aquellos pertenecientes a minorías sociales o a entornos desfavorecidos.

Rosalind Franklin (Reino Unido, 1920-1958)

Química, Biofísica y Cristológrafa


Química, biofísica y cristalógrafa, sus investigaciones sobre el ADN permitieron los
increíbles avances científicos producidos en el siglo XX. Sin embargo, muchos de sus
descubrimientos fueron robados y permitieron a Watson, Crick y Wilkins ganar el Premio
Nobel de Fisiología y Medicina en 1962.

A partir de su trabajo, en 1951 había escrito que sus resultados sugerían una estructura
helicoidal con 2, 3 o 4 cadenas y con los grupos fosfato hacia el exterior. Esto lo escribió 16
meses antes del famoso artículo de Watson y Crick.
Cansada de sus discusiones con Wilkins, Watson y Crick y, en general, del ambiente
machista del King’s College. Se traslada al Birbeck College, también en Londres, al
laboratorio dirigido por John Bernal, donde permaneció hasta su muerte.
En este centro su carrera investigadora siguió adelante, con importantes trabajos sobre
virus, en concreto, el del mosaico del tabaco y el de la polio que todavía citan los expertos.
Pero en 1956 se siente mal durante un viaje por Estados Unidos y pronto se le diagnostica
cáncer de ovario, quizá provocado por la excesiva exposición a radiaciones durante sus
investigaciones con Rayos X.
Esta enfermedad la mata a sus cortos 37 años en 1958.
Más tarde, Watson puntualizó que Franklin debió haber sido galardonada también gracias a
su descubrimiento de la llamada “fotografía 51” (que mostraba la estructura de doble
hélice del ADN). Para aquel entonces, Franklin ya había fallecido.

Inge Lehmann (Dinamarca, 1888-1993)

Sismóloga
Lehman fue la primera sismóloga en afirmar que el núcleo terrestre se divide en una parte
sólida y otra líquida. Sus estudios sobre el núcleo de la Tierra, llamados “discontinuidad de
Lehmann”, se publicaron en un documento conocido como 'P' y también demostraron que
la Tierra no es una esfera compacta e inactiva, como se creía hasta ese momento.

Utilizó los terremotos para confirmar su teoría.

Durante toda su vida se volcó en el mundo de la geofísica y, en 1971, ganó la Medalla


William Bowie, la máxima distinción de la Unión Geofísica Americana, siendo la primera
mujer en recibir ese galardón.

Katherine Johnson (Estados Unidos, 1918 - 2020)

Matemática, Científica espacial y Física.


Nació en el seno de una familia humilde de Virginia y su destino como mujer y negra
parecía decidido (las leyes de segregación racial no le permitían mucho más que dedicarse a
ser maestra). Pero Katherine pronto empezó a destacar por su control de los números y las
matemáticas: su intelecto le permitió graduarse en matemáticas y francés a la temprana
edad de 18 años.

Trabajó como profesora durante años y en 1953 comenzó a trabajar en el departamento de


cálculo de la NACA (predecesora de la NASA), donde realizaba todas las operaciones que
necesitaban los ingenieros aeronáuticos.

Su curiosidad y control numérico la llevó a realizar todos los cálculos del proyecto Mercury,
siendo así la responsable de la trayectoria parabólica del primer vuelo tripulado al espacio.
También calculó la trayectoria del Apolo 11 que llevaría al hombre a la luna y fue clave en el
retorno del Apolo 13.

Ada Lovelace (Reino Unido, 1815-1852)


Matemática y Escritora.
Ada Byron, condesa de Lovelace, fue la primera persona en desarrollar un código de
computación y una adelantada a su tiempo.

Hija de una matemática y activista política y del poeta George Byron, gracias a su posición
social llegó a conocer a científicos importantes, lo que le permitió desarrollarse
educativamente.

Descubrió que, a través de una serie de símbolos y normas matemáticas, se podían calcular
grandes series de números, adelantando así las capacidades que más adelante tendrían las
máquinas.

Mary Anning (Reino Unido, 1799-1847)

Paleontóloga
La primera paleontóloga en identificar correctamente un esqueleto de ictiosauro, reptil
marino gigante de la época del Jurásico.

Encontró los primeros dos esqueletos de plesiosauros (reptil marino) y el primero de


pterosaurio (reptil volador) fuera de Alemania. Realizó importantes aportaciones a la
paleontología y la geología en una época en la que muchos aún pensaban que ninguna
especie se había extinguido.

Sin embargo, sufrió la desigualdad de género de la época: la Sociedad Geológica de Londres


jamás la admitió entre sus miembros y vivió el desprecio de muchos paleontólogos varones,
que durante años se apropiaron de sus descubrimientos y estudios.

Contra ella jugaba el hecho de ser una mujer, pobre y de clase trabajadora. Las mujeres de
su clase social normalmente solo podían dedicarse al servicio doméstico, a trabajar en las
fábricas o a las duras tareas del campo. A pesar de que Mary sabía tanto o más sobre fósiles
que la mayoría de paleontólogos masculinos de su época, solo ellos podían publicar la
descripción científica de los especímenes que Mary encontraba. Y ni siquiera estaban
obligados a mencionar su nombre.

Barbara McClintock (Estados Unidos, 1902-1992)

Genetista.
Una de las grandes científicas en el campo de la genética, fue Premio Nobel de Medicina en
1983, aunque no lo tuvo fácil como mujer investigadora.

Sus innovadores resultados llegaron de la mano del maíz y de la investigación de su


genoma. McClintok observó las 'letras' que componían su ADN y vio, por primera vez, que
existían una serie de secuencias genéticas que podían cambiar su posición, a los que se
refirió como “elementos contraladores”, ya que se mostraban capaces de modular -activar
o desactivar- la expresión de otros genes. A su vez, sugirió que estos elementos genéticos
transponibles, hoy conocidos en genética como trasposones, eran responsables de nuevas
mutaciones en la pigmentación u otras características que observó en el maíz.

De esta manera. produjo el primer mapa genético del maíz, que más tarde serviría para
demostrar los mecanismos del cambio y de la regulación genética.

Elizabeth Blackburn (Australia, 1948)

Bioquímica y Bióloga molecular


Es bioquímica australiana y bióloga molecular por la Universidad de Cambridge, además de
ganadora del premio ‘Nobel de Medicina y Fisiología’ en 2009 gracias a su descubrimiento
de la telomerasa, enzima que forma los telómeros durante la duplicación del ADN. Estas
estructuras son vitales para entender la degradación molecular y el desarrollo del cáncer.

A lo largo de toda su carrera a recibido numerosos premios prestigiosos.

También pertenece a las sociedades científicas más prestigiosas del mundo: Royal Society
(Londres, Inglaterra) y Sociedad Americana de Biología Celular (Instituto de Medicina,
Estados Unidos). Actualmente es profesora de biología y fisiología en la Universidad de San
Francisco, en California.

Margarita Salas (España, 1938 – 2019)

Bioquímica
Responsable del hallazgo de la ADN polimerasa del virus bacteriófago phi29, su
investigación permite a los oncólogos ampliar pequeñas poblaciones de células que podrían
dar lugar a tumores y, de esta manera, estudiarlos con más facilidad.

Entre sus aportaciones científicas más importantes, destacan la determinación de que la


lectura del mensaje genético transcurre en la dirección 5' a 3'.
Primera mujer española en ingresar en la Academia Nacional de Ciencias de Estados
Unidos, cuenta con una larga e importante carrera: fue doctora en bioquímica por la
Universidad Complutense de Madrid y profesora ad honorem en el Centro de Biología
Molecular Severo Ochoa del CSIC, del que también fue directora en 1992. Además, fundó el
primer grupo de investigación en genética molecular en España y recibió galardones
internacionales y nacionales como la Medalla Mendel, Premio L’Oreal de UNESCO y el
Premio Nacional Ramón y Cajal, entre otros.

Jocelyn Bell (Irlanda, 1943)

Astrofísica
Detectó por primera vez la radioseñal de un púlsar junto a su tutor, Antony Hewish, a quien
le otorgaron el Premio Nobel de Física en 1974. Jocelyn, sin embargo, fue excluida del
premio.

Durante sus años en la Universidad Southampton (Inglaterra), esta astrofísica comenzó a


explorar e investigar sobre astronomía en rayos gamma y enseñó astronomía en Rayos X en
el Mullard Space Science Laboratory (Londres).

Recibió en 2015 la Medalla de Oro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas


(CSIC), la mayor institución científica española. Es miembro de la Real Sociedad
Astronómica de Londres y profesora visitante de la Universidad de Oxford. A su vez, es
presidenta de la Real Sociedad de Edimburgo.

Emmy Noether (Alemania, 1882-1935)

Matemática
Einstein la consideraba la mujer más importante en la historia de las matemáticas.

A pesar de que en su época (finales del siglo XIX y principios del XX) las mujeres no podían
acceder a la universidad, Noether rompió todas las barreras científicas y sociales y
revolucionó con su forma de hacer matemáticas. Fue artífice el álgebra moderna y el
teorema de Noether, que permitía entender y resolver el problema de la conservación de la
energía, clave para la visión actual del Universo y para comprender la Teoría de la
Relatividad de Albert Einstein.

En el campo del álgebra y la topología, Noether fue capaz de trasladar las estructuras que a
lo largo de los años se habían construido para estudiar la factorización de números enteros,
a otros objetos matemáticos, mucho más generales, conectados directamente con el
estudio de curvas, superficies y variedades en general, posibilitando con ello a la
aritmetización de la geometría y la topología.

Fue expulsada de Alemania por los nazis al ser judía y pacifista, lo que le obligó a emigrar a
Estados Unidos. Se convirtió en un hito al convertirse en la primera mujer plenaria en un
Congreso Internacional de Matemáticos, en 1932, y en ser la primera también en estar
habilitada para dar clases en la Universidad de Erlanger-Nuremberg (Baviera, Alemania).

Dorothy Crowfoot (Egipto, 1910–1994)

Química
Premiada por la Academia Sueca en 1964, Dorothy fue una química británica que desarrolló
la técnica de difracción de rayos X para aplicarla en la estructura tridimensional de las
moléculas orgánicas complejas. Además, desplegó la cristalografía de proteínas, razón por
la que fue ganadora del Premio Nobel el 1964 (la tercera mujer en recibirlo después de
Marie Curie y su hija Irène Joliot-Curie).

En 1969 halló la estructura cristalina de la insulina, medicamento necesario para el


tratamiento de pacientes con diabetes mellitus. Posteriormente consiguió investigar el
calciferol y la vitamina D2.

En el otoño de 1964 Dorothy Crawfoot Hodgkin fue galardonada con el Premio Nobel de
Química en 1964 «por la determinación de la estructura de muchas sustancias biológicas
mediante los rayos X». El premio acarreaba también el honor de ser otorgado en solitario,
esto es, que no lo compartía con nadie. A los 54 años era la quinta mujer y la primera
británica que ganaba el Nobel en ciencia.

Se convirtió en profesora investigadora de la Royal Society en 1960.

Las mujeres argentinas de la


ciencia
Mariana Weissmann (Argentina, 1983)
Física
Mariana Weissmann, profesora e investigadora de física argentina, es reconocida por sus
aportes pioneros al cálculo de las propiedades de los materiales. Investigadora Superior del
CONICET (PK), Mariana trabaja desde 1972 en el Centro Atómico Constituyentes, de la
CNEA.

Uno de sus trabajos más destacados fue sobre la formación del hielo que permitió sembrar
las nubes para provocar lluvia.

La científica publicó 112 trabajos de investigación en revistas especializadas y mantuvo


convenios de cooperación con colegas de Chile, Francia y España. Asistió a simposios
internacionales. Miembro de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

En 2003, la científica argentina recibió el Premio L'Oréal UNESCO por las Mujeres en la
Ciencia por su trabajo sobre las propiedades de los sólidos y se convirtió en la primera
argentina en recibirlo desde su inauguración. Se trata de un premio que busca visibilizar a
las mujeres que hacen ciencia y reconocer sus importantes contribuciones al progreso
científico.

Dora Barrancos (Argentina, 1940)

Investigadora, Socióloga, historiadora, Educadora


y Feminista.
Dora Barrancos es investigadora argentina y actual miembro del directorio del Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) del área de Ciencias Sociales y
Humanidades.

En sus estudios cuestiona los estereotipos y sesgos patriarcales donde “la mujer siempre
tiende a ser una minoría” en el conocimiento científico y tecnológico.

Su interés está enfocado en estudiar el feminismo en la Argentina, en este sentido, los


conflictos y las revoluciones privadas llevadas a cabo por las mujeres, los derechos políticos
femeninos como también los movimientos sociales de principios de siglo, los movimientos
socialistas y anarquistas. También abordó aspectos de la historia de las sexualidades
disidentes en nuestro país.

Barrancos fue profesora titular regular de la cátedra de Historia Social Latinoamericana, en


la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Coordinó además la
Maestría en Estudios Sociales y Culturales, en la Facultad de Humanidades de la
Universidad Nacional de La Pampa y fue directora concursada del Instituto Interdisciplinario
de Estudios de Género (IIEG) de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de
Buenos Aires entre 2000-2009. Actualmente, dirige la Maestría y el Doctorado en Ciencias
Sociales y Humanidades de la Universidad Nacional de Quilmes. A partir de mayo de 2010
fue directora del CONICET en representación de las Ciencias Sociales y Humanas – cargo en
el que ha sido elegido por el voto de la comunidad científica. En mayo de 2019 renunció su
cargo por motivos morales.

En 2016, recibió el Premio Konex, que se entrega desde el año 1980 a personas reconocidas
de diferentes áreas de la sociedad argentina. En 2018 se expresó su apoyo a los
movimientos feministas en Argentina por el aborto legal, seguro y gratuito.

Gloria Dubner (Argentina, 1950)

Astrofísica
Gloria Dubner es licenciada en Física en la Universidad de Buenos Aires y doctora en Física
por la Universidad Nacional de La Plata que se especializó en el estudio de restos de
supernova, utilizando principalmente radiotelescopios del mundo y telescopios espaciales.

Es exdirectora del Instituto de Astronomía y Física del Espacio en Buenos Aires,


investigadora superior miembro de CONICET, exprofesora de la Universidad de Buenos
Aires, es académica titular miembro de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales de Argentina.
Se desempeñó como directora del grupo de Supernovas y Medio Interestelar en el Instituto
de Astronomía y Física del Espacio, desde donde realizó colaboraciones con científicos
internacionales y publicó sus estudios en revistas de científicas como The Astrophysical
Journal Letters. Entre 2009 y 2018 también se desempeñó como directora del IAFE.
Participó del proyecto para obtener la imagen más precisa hasta el momento de la
Nebulosa del Cangrejo, utilizando las 27 antenas del Very Large Array Telescope. Entre otras
distinciones, recibió el Premio Consagración en Astronomía de dicha Academia y el
Asteroide 9515-1975 RA2, un cuerpo menor del Sistema Solar de 12 km de tamaño, fue
nombrado Dubner en reconocimiento a su contribución a la astronomía en la Argentina y su
trabajo en favor de científicas mujeres.

Silvia Kochen (Argentina, siglo XX)


Neurocientífica
Silvia Kochen es una neurocientífica argentina, Investigadora Principal del Consejo Nacional
de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET).

Es una de las fundadoras de la Red Argentina de Género, Ciencia y Tecnología (RAGCYT),


desde donde divulga aportes de la neurociencia al conocimiento sobre el "cerebro de la
mujer" que permiten discutir los estereotipos binarios de género que están en la base de la
mirada dominante respecto de lo femenino.

Se ha especializado en investigar las redes neurofisiológicas involucradas en la generación


de crisis epilépticas y en el análisis de la señal eléctrica. Los centros de epilepsia que dirige
constituyen los principales centros públicos especializados de derivación de la República
Argentina.
Sus investigaciones se centran en la epilepsia, la cognición, el envejecimiento y los
trastornos mentales en los ancianos. Su interés es identificar los factores de riesgo y
protección para el deterioro cognitivo que pueden compararse con los estudios
transversales y longitudinales de personas mayores sanas que viven en la comunidad y
personas con trastornos mentales que viven en países desarrollados.
Además, es colaboradora científica de CAMEDA, para la investigación del uso medicinal de
la cannabis.
Es autora de decenas de artículos científicos y capítulos en libros de neurología.

Alicia Dickenstein (Argentina, 1955)

Matemática
Alicia Dickenstein es doctora en matemática. Fue premiada por la Fundación L’Oréal y la
Unesco con el galardón “Por las Mujeres en la Ciencia” por la región de Latinoamérica. De
esta manera, se convierte en la primera matemática argentina en obtener este
reconocimiento y Argentina se convierte en el país de la región con la mayor cantidad de
científicas distinguidas con este Premio Internacional: siete en la categoría Laureadas y dos
en la categoría Rising Talent.

Dickenstein es doctora en Ciencias Matemáticas (UBA), investigadora superior del Conicet


(en el Instituto de Investigaciones Matemáticas “Luís Santaló”) y especialista en geometría
algebraica. Actualmente, se desempeña también como profesora titular plenaria en la
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, es académica
en la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Argentina (ANCEFN), y
desde el 2020 de la Academia Nacional de Ciencias de Argentina (ANC).

En este galardón, que honra a cinco eminentes científicas con un trayecto excepcional
procedentes de todo el mundo, se recompensa la excelencia de sus trabajos de
investigación en ciencias de la materia, matemáticas e informática.

La científica argentina fue distinguida por sus trabajos excepcionales a la vanguardia de la


innovación matemática, aplicando la geometría algebraica al ámbito de la biología
molecular.

Sus investigaciones permiten comprender las estructuras y los comportamientos precisos


de las moléculas y las células, incluso a una escala microscópica.

Andrea Gamarnik (Argentina, 1964)

Viróloga
Andrea Gamarnik es viróloga, directora del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de
Buenos Aires (IIBBA-Conicet) y jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación
Instituto Leloir.

Conocida por sus investigaciones relacionadas con el VIH, la hepatitis B, y el virus del
dengue. Primera mujer en formar parte de la Academia Estadounidense de Microbiología
desde Argentina.

Desde marzo de 2020, el equipo científico que ella lidera desarrolló en un tiempo récord de
45 días el test COVIDAR IgG, un test serológico que, a partir del análisis de muestras de
sangre o de suero, permite determinar si una persona tiene anticuerpos contra el nuevo
coronavirus SARS-CoV-2. En esta línea, Argentina fue uno de los primeros países en el
mundo en tener una forma de rastrear dónde estuvo el virus.

Lucía Chemes
Investigadora
Lucía Chemes es investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Técnicas (CONICET) y docente en la Universidad Nacional de San Martín (UNSM).
Durante 2020 Lucía Chemes lideró un equipo de investigación que logró identificar ciertos
mecanismos fundamentales que se activan cuando el virus Covid-19 ingresa y se replica en
las células. Dichos mecanismos podrían llegar a mitigarse con drogas que se utilizan
comercialmente desde hace ya varios años para otras enfermedades. Se trata de una
novedad, ya que abre la puerta para posibles nuevas terapias contra el Covid-19.
La investigación fue publicada en la revista “Science Signaling”, una publicación científica
estadounidense.
Las mujeres en la ciencia: desigualdades y falta de paridad de género

Según últimos estudios del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la


Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), las mujeres tienen más dificultades que sus pares
varones para insertarse en el mercado de trabajo, como también lograr empleos de
calidad, sostener sus trayectorias laborales y tener puestos de decisión. Puntualmente,
el campo de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática (CTIM por sus siglas en
castellano y STEM por sus siglas en inglés) es uno de los sectores con poca
participación femenina.

Theano s.VI a. C.

Matemática y filosófica
Natural de Crotona, colonia griega de la Magna Grecia o sur de Italia, fue discípula y esposa
de Pitágoras, en cuya escuela era común que asistieran mujeres como profesoras y
alumnas. Llego a dirigirla tras la muerte de su marido.
Se le atribuye haber escrito tratados de matemáticas, física y medicina, pero los hábitos de
vida en comunidad de la escuela pitagórica dificultaban la diferenciación de la autoría de
cada texto.
Se cree que Theano teorizó acerca de problemas de orden religioso, moral y práctico, pero
sólo se conservan fragmentos de sus escritos y cartas.
Su búsqueda de perfección, orden, sentido y armonía en el universo le condujeron a
superar las explicaciones míticas en busca de una interpretación racional de la realidad del
ser humano.
Pitágoras, volcada en las matemáticas, trabajo en el numero áureo, cuyas proporciones
respeta tanto el cuerpo humano… como nuestro actual D.N.I
Hipatia de Alejandría c. 370 – 415

Astrónoma, matemática y filosófica


Paradigma de racionalidad y espíritu crítico, su fascinante figura y terrible muerte aun
provocan un constante interés por su memoria.
Matemática y filosofa, nacida en torno del año 370 en Alejandría, hija del matemático y
astrónomo Teón. Educada en el Museo de Alejandría y profesora de neoplatónica, fue
víctima de un brutal asesinato a manos de un grupo de fanáticos. Sus textos no han llegado
hasta nuestros días, pero las cartas de su discípulo Sinesio de Cirene ayudan a reconstruir
su historia.
Tanto este autor como otras fuentes secundarias afirman que impartió clases sobre
diversas materias e ideó diversos ingenios mecánicos, como, por ejemplo, aparatos para
destilar y medir el nivel del agua.
Además, explicó la fabricación y el uso del astrolabio (antiguo instrumento astronómico que
permite determinar la posición y altura de las estrellas sobre el cielo).
Sus enseñanzas cubrieron la astronomía y las matemáticas, así como la filosofía de Platón y
Aristóteles.

María la Judía c. siglo III

Alquimista
La alquimia es una antigua práctica protocientífica y una disciplina filosófica que combina
elementos de la química, la metalurgia, la física, la medicina, la astrología, la semiótica, el
misticismo, el espiritualismo y el arte.
Una mujer llamada María, conocida desde la antigüedad con el apelativo de judía o hebrea,
parece que inventó el calentamiento uniforme de productos: el baño María es una de las
operaciones o aparatos – de laboratorio mas antiguas de la humanidad.
La etimología de dicha operación tiene que ver con el latín bajomedieval balneum Mariae,
que más tarde se convertiría en el francés bain-marie.
María la judía aparece rodeada de un halo de misterio asociado a los orígenes de la
alquimia.
Se cree que inició a Zósimo de Panópolis – primer alquimista griego cuyos escritos han
llegado a nuestros días – en el final del siglo III de nuestra era.
Zósimo no indica cuándo ni dónde vivió María; no obstante, parece deducirse que vivió dos
generaciones antes de la suya, en torno al 300 d. C.
Se sabe que María escribió varios textos sobre alquimia, aunque ninguno de sus escritos ha
sobrevivido en su forma original; sin embargo, sus enseñanzas fueron ampliamente citadas
por hermetistas posteriores.
María habría construido hornos y aparatos para cocinar y destilar hechos de metal, arcilla y
cristal.

Trótula de Salerno (Siglo XI)

Médica
En un mundo dominado por los hombres en el que las mujeres solamente podían acceder al
conocimiento tras los muros de un monasterio, una mujer se abrió camino.
Trótula de Salerno se convirtió en la primera mujer en escribir y tratar sobre temas de
ginecología y obstetricia. Sus ideas fueron tan eficaces y novedosas que hasta el siglo XX
existieron voces que quisieron dudar de su existencia.
Perteneció a la escuela médica de Salerno, siendo la primera maestra de este centro.
Aplicó las ideas de Hipócrates y Galeno en diagnosis y tratamiento – especialmente en el
ámbito ginecológico – ideo un curioso método para determinar el sexo de los bebes,
vertiendo la sangre de la madre en un vaso de cristal y observando su densidad. Defendió la
idea de la salud preventiva y se opuso a los tratamientos mas radicales como las purgas y la
cirugía agresiva.
Su obra Passionibus Mulierum Curandorum (Las Dolencias de las Mujeres) expuso temas
tan peligrosos para su tiempo como intentar eliminar la creencia de que todos los males de
la mujer le venían de la menstruación o que los problemas de infertilidad no sólo podían
tener su origen en ellas sino también en los hombres. Trótula defendió también el uso de
hierbas para mitigar los dolores del parto, algo totalmente prohibido en su tiempo.
Su contribución a la medicina y el valor educativo de la ciencia se prolongó hasta el
Renacimiento.

Hildegard von bingen (1098 – 1179)

Filósofa natural
Cosmóloga, filosofa natural y autora de textos médicos, la alemana Hildegard fue abadesa
de los conventos de Disibodengerg y Bingen.
Asaltada por visiones místicas desde su temprana infancia, la llamada “Sibila del Rin
“conjugó su faceta espiritual y fundamental en la Edad Media, con un intento de
comprensión del cosmos y la interrelación entre sus elementos.
Tenía un gran conocimiento de la farmacopea, y utilizaba todo lo que naturaleza le podía
ofrecer para sus tratamientos, incluidos los minerales, a los que atribuía virtudes curativas y
predictivas.
Procedió a la descripción de plantas, animales y minerales con la finalidad de que sirvieran
al bienestar humano, practicando un empirismo en el que prevalecían sus observaciones
directas sobre las descripciones míticas.
Mantuvo correspondencia con los reyes y el papado de su época, sirviéndose de lo que ella
llamaba “visiones de Dios” para defender el papel de lo que hoy llamaríamos intuición, en
el proceso de investigación científica.

María Andrea Casamayor y de la Coma


(1720 – 1780)

Matemática
El innovador intento divulgativo de la aritmética entre las clases populares merece el
reconocimiento de María Andrea Casamayor como una de las precursoras, a pequeña
escala, del conocimiento social de la ciencia.
Nació en Zaragoza el 30 de noviembre de 1720.
Creció en el seno de una acomodada familia de comerciantes con ascendencia francesa, la
cual le dio acceso a una educación superior al resto de jovencitas de su época. Además del
corte didáctico de su libro, fue maestra de niñas y maestra de primeras letras en las
escuelas públicas de Zaragoza.
Andresa es reconocida como matemática por haber escrito un manual de aritmética en el
que se explican las cuatro reglas básicas (suma, resta, multiplicación y división) dirigido a un
público no especializado.
Hasta muy recientemente, María Andresa ha pasado desapercibida para la historia dado
que su libro, el Tyrocinio, no fue publicado con su verdadero nombre.
Casandro es el seudónimo que Andresa utilizó para publicar su libro, el Tyrocinio
Arithmetico: Casandro Mamés de la Marca y Araioa. Se trata de un perfecto anagrama que
esconde su verdadero nombre. María Andresa no fue una auténtica investigadora, pero sí
una persona de ciencia. Una mujer matemática valorada por sus contemporáneos.
Caroline Lucretia Herschel (1750 – 1848)

Astrónoma
Astrónoma alemana, estrechamente ligada ala figura de su hermano William, contribuyo
enormemente a la astronomía sin recibir una formación específica.
Tras emigrar ambos a Inglaterra, William descubrió el planeta Urano en 1781.
Ambos hermanos construyeron varios telescopios con los que Caroline halló tres nuevas
nebulosas y al menos ocho cometas.
Sus hallazgos le valieron un salario, convirtiéndose en la primera mujer con un puesto
científico remunerado.
A los 75 años, tras su regreso a Hannover, completo su inmenso trabajo sobre las
posiciones de unas 2500 nebulosas. Su exacta transcripción y reducción de los datos
astronómicos hicieron de ella uno de los personajes más reconocidos de la época.

Sophie Germain (1776 – 1831)

Matemática y Física
Matemática y física francesa, fue una de las pioneras de la teoría de elasticidad e hizo
importantes contribuciones a la teoría de números. Uno de sus trabajos más importantes
fue el estudio de los que posteriormente fueron conocidos como números primos de
Sophie Germain (números primos cuyo doble incrementado en una unidad es también un
número primo).
Sus investigaciones en problemas de acústica y elasticidad, sentaron las bases que poco
después permitirían la construcción de edificios como la Torre Eiffel.
Marie-Sophie Germain nunca se casó, y dependió económicamente durante toda su vida
del soporte económico que le brindó su familia. Por ser mujer, no pudo vivir de una carrera
profesional como matemática, pero, aun así, trabajó de manera independiente durante
toda su vida.

Jeanne Villepreux – Power (1794 – 1871)


Bióloga Marina
Bióloga marina y naturalista francesa, vivió en Sicilia durante veinte años, lugar en el que
desarrolló su trabajo junto a su esposo James Power, un acaudalado hombre de negocios
británico.
Completamente autodidacta, fue la primera en utilizar acuarios para la investigación
empíricas de entornos marinos, ideándolos de diversos materiales según el objeto de su
estudio, ya fueran pequeños o grandes moluscos.
Se convirtió en el primer miembro femenino de la Academia de Catania y de la Sociedad
Zoológica de Londres. Publico un importante estudio sobre el entorno natural de Sicilia y
sus trabajos fueron reconocidos posteriormente como algunos de los más importantes de
Europa en su campo.
Su figura puede considerarse como una de las pioneras en la preservación de la naturaleza.

Sofíá Vasileyna Kovalevskaia (1850 – 1891)

Matemática
Matemática rusa, educada en una familia noble que estimuló su curiosidad intelectual,
buscó el modo, a través de su matrimonio con el geólogo Vladimir Kovalevsky, de perseguir
sus estudios en Alemania puesto que las mujeres no podían acceder a la universidad en
Rusia.
En sus múltiples viajes entabló contacto con grandes figuras científicas de su tiempo como
Charles Darwin, de quien tradujo su obra. Tras la muerte de su marido emigró de nuevo,
esta vez a Estocolmo, donde consiguió una plaza como profesora en la universidad.
Son innumerables sus trabajos matemáticos, entre los que se destacan los relacionados con
las ecuaciones diferenciales parciales, a través, del llamado teorema Cauchy – Kovalevsky, y
su tesis doctoral sobre la dinámica de los anillos de Saturno.
A pesar de su atormentada personalidad, fue un ejemplo de creatividad y originalidad en
sus presupuestos científicos.

Mary Somerville (1780 – 1872)

Física
Nacida en Escocia y de formación autodidacta. Mary Somerville fue una de las grandes
figuras científicas del siglo XIX.
A pesar de que a los 10 años apenas sabia leer y de que sus padres creían que el estudio
podía dejar a las mujeres estériles, impidiéndole por lo tanto esa actividad, su tesón e
interés por aprender hicieron que alcanzara una gran comprensión de la ciencia mas
avanzada de su tiempo. “Las propiedades magnéticas de los rayos ultravioletas del espectro
solar” fue su primera publicación, a la que siguió la traducción al inglés de la “Mecánica
celeste” de Laplace.
Otras publicaciones incrementaron su fama, entre ellas “La conexión de las ciencias físicas”
donde sugiere la posibilidad de que exista otro planeta mas alejado que Urano, poco antes
de que se descubriera Neptuno.
Seguía estudiando ciencias cuando falleció en Italia a la edad de 92 años.

Gerty Theresa Radnitz Cori (1896 – 1957)

Bioquímica
Nacida en Praga durante el imperio Austrio–húngaro, emigró y se nacionalizó
estadounidense huyendo de las duras condiciones de Europa en la primera posguerra
mundial.
Sus estudios médicos pronto derivaron hacia su auténtica vocación: la Bioquímica.
Es difícil separa su propio trabajo del que realizo su marido, Carl Cori, puesto que ambos
son paradigma del provecho del trabajo científico en equipo.
Mentores de cinco futuros premios nobel, entre ellos Severo Ochoa, sus investigaciones y
hallazgos conjuntos sobre el metabolismo de los hidratos de carbono, las funciones de las
enzimas, así como la síntesis y procesos metabólicos del glucógeno en los músculos le
valieron a ambos el Nobel de medicina y fisiología en 1947, siendo Gerty Cori la primera
mujer en conseguirlo en esa disciplina.

Henrietta Swan Leavitt (1868 – 1921)

Astrónoma
Graduado por Radcliffe, Estados Unidos, con un titulo equivalente a una licenciatura en
humanidades por Harvard, formo parte de las “calculistas” de William Pichering en el
Observatorio de Harvard.
Su sordera quizá supuso una ventaja para un trabajo que requería una concentración muy
intensa.
Rigurosa y metódica, analizó las variaciones del brillo de estrellas de las nubes de
Magallanes, encontrando por primera vez una relación entre la luminosidad y periodo de
variación, de enorme importancia en astronomía para medir distancias a objetos muy
lejanos, lo que permitió confirmar que las nebulosas espirales eran en realidad galaxias
similares a la nuestra a una distancia mucho mayor de lo que se pensaba.
El impacto científico fue enorme. La relación período-luminosidad de Cepheids, ahora
conocida como la "ley de Leavitt", convirtió a las estrellas en la primera "vela estándar" en
astronomía, permitiendo a los científicos calcular las distancias a estrellas demasiado
lejanas para que las observaciones de paralaje estelar fueran útiles.
El descubrimiento de Leavitt de una manera de medir con precisión las distancias en una
escala intergaláctica, allanó el camino para que la astronomía moderna entendiera la
estructura y la escala del universo.
Henrietta murió siendo solo valorada como calculista, y tres años después, el matemático
Gösta Mittag-Leffler, reconoció su trabajo proponiéndola para el premio Nobel, que nunca
conseguiría ya que, no se otorga a título póstumo.

Jimena Fernández de la Vega


(1898 – 1984)

Médica y Genetista
Médica y genetista española
Discípula del prestigioso médico Roberto Nóvoa Santos y prueba de su talla intelectual es
que –todavía siendo estudiante– publicó dos trabajos experimentales bajo su dirección:
“Sobre la presencia de granulaciones grasientas en la sangre” y “Somero estudio fisio-
patológico del cerebelo”. Con esa trayectoria a su espalda no es de extrañar que, ya
licenciada, se trasladase a Madrid para doctorarse. Allí sus notas volvieron a despuntar.
Desarrolló la tesis “Herencia mendeliana y su aplicación a la química”, con la guía de Nóvoa,
que era catedrático de Patología General en la Universidad Central de Madrid.
Centró su atención en el campo de la Genética. Su intención fue ampliar sus conocimientos
en el extranjero.
A su vuelta a España en 1927 trabajó en el Laboratorio Central de Investigaciones Clínicas
de la Facultad de Medicina de Madrid, dirigido por el hematólogo Gustavo Pittaluga, donde
inició sus trabajos sobre la herencia de los grupos sanguíneos y patologías hematológicas.
Participó en las Primeras Jornadas Eugénicas Españolas, celebradas en 1933 en Madrid,
donde impartió conferencias sobre la transmisión mendeliana de caracteres psicológicos, el
estudio de gemelos para profundizar en la herencia de este tipo de caracteres, la aplicación
de métodos estadísticos y la construcción de árboles genealógicos. Luchó por el
establecimiento de un laboratorio de genética médica similar a otros que se crearon para
distintas disciplinas científicas
Jimena Fernández de la Vega no sólo fue pionera de la genética humana en España; recibió
varios reconocimientos por sus méritos académicos, ganó la oposición a inspector de
trabajo en 1932 y la de médico hidrólogo en 1945, materia sobre la que también realizó
diversas publicaciones. Llevó a cabo otras iniciativas, como mujer emprendedora que fue;
entre ellas la creación de un salto hidrológico que, todavía hoy, suministra energía eléctrica
a un pequeño pueblo de la provincia de Ávila.

María Gertrud Goeppert Mayer


(1906 – 1972)

Física
Física alemana, nacida en la actual Polonia, conto desde sus inicios con el apoyo de grandes
mentores como Max Born o James Franck. A causa del ascenso de Hitler, emigró a Estados
Unidos junto con su marido, el químico Joseph Mayer.
Modesta y habituada a que no se reconociera su trabajo siempre defendió el lado lúdico de
la investigación científica: “Para mí la física supone más diversión que cualquier otra
materia”
Durante la II Guerra Mundial fue una de las científicas alemanas refugiadas que participaron
en el proyecto Manhattan para la obtención de la bomba atómica.
En 1963 compartió el premio Nobel de Física, el segundo para una mujer, con Hans D.
Jensen por sus hallazgos sobre la estabilidad del núcleo atómico y proponer el modelo de
capas nuclear.

Chien – Shiung Wu (1912 – 1997)

Física
Física china, nacionalizada estadounidense en 1954, su pasión por el estudio de las
matemáticas, la física y la química le fue inculcada por su padre.
Tras su paso por la universidad de Nanjing viajo a Berkeley, en Estados Unidos, donde
trabajo en los primeros reactores nucleares y las reacciones en cadena, desarrolló
detectores de radiación para el proyecto de obtención de la bomba atómica, el famoso
“Proyecto Manhattan” durante la II Guerra Mundial.
Desarrollo un sofisticado experimento con el que confirmo las atrevidas especulaciones de
sus compatriotas y ganadores del Nobel Tsung Dao Lee y Cheng Ning Yang relacionadas con
la simetría de las interacciones entre partículas.
Su vida fue modelo de entrega total a la ciencia: la física y su estudio fueron la mayor
motivación de su existencia.

Mary Nicol Leakey (1913 – 1996)

Paleoantropóloga
Paleoantropóloga y arqueóloga estadounidense, desde muy joven realizó estudios de
prehistoria y arqueología en los yacimientos del suroeste de Francia.
Junto a su esposo, Louis Leakey, también paleoantropólogo, se trasladó a África donde
realizo hallazgos fundamentales para la comprensión de la evolución humana: el
Zinjanthropus boisei, un homínido de 1.75 millones de años, y el llamado Homo Habilis.
Tras la muerte de su marido, en los años 70, Mary Leakey prosiguió sus investigaciones en
Leatoli, Tanzania, descubriendo en un suelo de ceniza volcánica tres huellas fosilizadas de
homínidos de una antigüedad de 3.5 millones de años, probando que nuestros ancestros ya
caminaban erguidos en un pasado tan remoto.
El bipedismo, fundamental en el proceso de hominización, suponía en la sabana una
ventaja adaptativa respecto a su anterior hábitat selvático. La contribución de Mary Leakey
al conocimiento del pasado humano fue reconocido con grandes honores académicos.

Ángeles Alvariño (1916 – 2005)

Bióloga
Oceanógrafa y bióloga marina española, estudió la carrera de Ciencias Naturales en Madrid
y mas tarde en el Centro Oceanográfico de Vigo.
Su carrera internacional se inició en Plymouth (Gran Bretaña), convirtiéndose en la primera
mujer a bordo de un barco científico de investigación.
Desarrollo la mayor parte de su carrera en Estados Unidos y destaco por sus investigaciones
sobre zooplancton, indicador de las corrientes oceánicas y la pesca, apenas estudiado hasta
entonces. Descubrió, además, veintidós nuevas especies marinas.
Ángeles Alvariño pensaba que la creatividad y la imaginación son las cualidades básicas
para un científico, puesto que la ciencia, en realidad, es un arte.
Implicada en la formación de futuros biólogos marinos, reconocida como una de las
grandes científicas de nuestro país, se mantuvo en activo más allá de su jubilación,
implicándose en su última etapa en la historia de la ciencia marina.

Gertrude Belle Elion (1918 – 1999)

Bioquímica y Farmacóloga
Bioquímica y farmacóloga estadounidense, realizo un “enorme esfuerzo para entrar en la
ciencia” durante la época de la Gran Depresión.
Pese a su brillante carrera, hubo de desempeñar diversos empleos hasta que, por fin,
durante la II Guerra Mundial, dada la escasez de varones, los grandes laboratorios
estuvieron dispuestos a admitir a mujeres científicas.
Trabajó durante cuarenta años en el laboratorio de una gran empresa farmacéutica y sus
investigaciones contribuyeron a combatir enfermedades ampliamente extendidas, un
propósito que se marcó tras la dolorosa muerte de su abuelo a causa de un cáncer de
estómago, como la leucemia, la malaria, la gota, el herpes y el rechazo en los trasplantes.
Además, tras su jubilación en 1983 permaneció activa, contribuyendo a sentar las bases del
primer fármaco efectivo contra el SIDA: el AZT.
Gertrude Elion fue galardonada con el Premio Nobel de Medicina en 1988.

María Assumpció Catala i Poch


(1925 – 2009)

Astrónoma
Astrónoma pionera, doctora en ciencias, fue la mujer en introducir la astronomía de
manera profesional en España en 1971.
Entregada a la docencia desde 1952 hasta 1991, sufrió la carencia de medios de la
posguerra civil en sus primeros tiempos en la universidad.
Fue representante española en la Unión Astronómica Internacional durante quince años,
compaginando además su trabajo en la Universidad de Barcelona como docente e
investigadora.
Realizó observaciones sistemáticas de manchas solares durante más de treinta años y
evaluó orbitas y eclipses con una pequeña máquina de calcular Olivetti.
Su trabajo pionero, junto con el de la astrónoma gallega Antonia Ferrin, experta en estrellas
dobles y medidas astronómicas, introdujeron la astronomía académica y experimental en
España.

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