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Hipatia (Alejandría)

Fue una filósofa, matemática y astrónoma de la antigua Grecia: vivió en Alejandría alrededor del siglo IV

d.C y se convirtió en una destacada figura en el mundo intelectual de su época. A Hipatia se la conoce por

sus contribuciones a la astronomía y las matemáticas, además de por su labor como maestra y académica.

Siempre defendió la razón y la filosofía frente al dogma religioso, lo que la llevó a enfrentarse con las

autoridades religiosas. Su vida y legado han sido objeto de numerosas investigaciones, inspirando también

obras literarias y películas a lo largo de los siglos.

Sara García Alonso (León, 1989)

Esta bióloga molecular y candidata a astronauta (es la primera mujer española en conseguirlo, la Agencia

Espacial Europea la seleccionó en 2022) es conocida por su destacada trayectoria en la investigación contra

la lucha del cáncer. Estudió Biotecnología en la Universidad de León, donde también completó un máster y

un doctorado en biología molecular del cáncer obteniendo el premio extraordinario de fin de carrera en 2018.

Precisamente, durante su doctorado trabajó como asistente de investigación para el Consejo Superior de

Investigaciones Científicas centrando su trabajo en medicina oncológica. Desde 2019 es investigadora

posdoctoral en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas: allí lidera un proyecto para descubrir

nuevos fármacos contra el cáncer de pulmón.

Jane Goodall (Reino Unido, 1934.


Su profunda pasión por los animales la llevó a viajar a África con sólo 18 años,
donde comenzó a ayudar al paleontólogo y antropólogo Louis Leakey en sus
investigaciones. Se mudó al Parque Nacional del Gombe Stream en Tanzania y
empezó a observar a los chimpancés, un trabajo al que se dedicó durante sesenta
años. A partir de 1964, formó un equipo con cuya ayuda recopiló y procesó la
información obtenida hasta entonces. En 1965 obtuvo el doctorado honorario en
etología por la Universidad de Cambridge y, además, ha sido distinguida con más de
100 premios internacionales, incluido el Premio Príncipe de Asturias de
Investigación en 2003. Sus hallazgos revolucionaron los conocimientos que se tenían
no solo de los chimpancés, sino también del ser humano.

Lynn Margulis (Estados Unidos, 1938 -2011)

Es considerada una de las principales figuras en el campo de la evolución biológica y, más concretamente,
en el estudio del origen de las células eucariotas. Su propuesta sobre la teoría simbiogenética provocó el
replanteamiento de cuestiones filosóficas en el ámbito de la biología, como la noción de especie, evolución
y unidades de selección, entre otras, pues su planteamiento de la evolución difería en ciertos aspectos de la
selección natural de Darwin. Para ella, la variedad de especies existente en la Tierra tenía su origen en una
relación simbiótica, y las bacterias jugaban un papel crucial en esta relación. De aceptarse su hipótesis,
pondría fin a cien años de prevalencia de la actual teoría de la síntesis evolutiva moderna. Asimismo,
descubrió, en trabajos realizados en el delta del Ebro, una nueva bacteria espiroqueta, llamada
Spirosymplokos deltaiberien, sumamente resistente a condiciones ambientales adversas.

Marie Curie (Polonia, 1867-1934

Física y química polaca, pionera en el campo de la radioactividad, fue la primera mujer de la


historia en ganar un premio Nobel. Para lograr ese galardón tuvo que superar numerosos obstáculos,
incluida la dificultad de acceso a la universidad, pues en Polonia las mujeres tenían prohibido
acceder a la Enseñanza Superior. A pesar de ello, años más tarde se convirtió en la primera mujer
que llegó a catedrática en la Universidad de París y una de las únicas cuatro personas ganadoras
de dos premios Nobel (uno de ellos compartido con su marido, Pierre Curie).
Rosalind Franklin (Reino Unido, 1920-1958)
Biofísica y cristalógrafa, sus investigaciones sobre el ADN permitieron los
increíbles avances científicos producidos en el siglo XX. Sin embargo, muchos de
sus descubrimientos fueron robados y permitieron a Watson, Crick y Wilkins ganar
el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1962. Más tarde, Watson puntualizó
que Franklin debió haber sido galardonada también gracias a su descubrimiento de
la llamada “fotografía 51” (que mostraba la estructura de doble hélice del ADN).
Para aquel entonces, Franklin ya había fallecido.

Mary Anning (Reino Unido, 1799-1847)

La primera paleontóloga en identificar correctamente un esqueleto de ictiosauro,


reptil marino de la época del Jurásico. Encontró los primeros dos esqueletos de
plesiosauros y el primero de pterosaurio fuera de Alemania. Realizó
importantes aportaciones a la paleontología y la geología en una época en la que
muchos aún pensaban que ninguna especie se había extinguido. Sin embargo, sufrió
la desigualdad de género de la época: la Sociedad Geológica de Londres jamás la
admitió entre sus miembros y vivió el desprecio de muchos paleontólogos varones,
que durante años se apropiaron de sus descubrimientos y estudios.
Katherine Johnson (Estados Unidos, 1918)

Nació en el seno de una familia humilde de Virginia y su destino como mujer y


negra parecía decidido (las leyes de segregación racial no le permitían mucho más
que dedicarse a ser maestra). Pero Katherine pronto empezó a destacar por su
control de los números y las matemáticas: su intelecto le permitió graduarse en
matemáticas y francés a la temprana edad de 18 años. Trabajó como profesora
durante años y en 1953 comenzó a trabajar en el departamento de cálculo de la
NACA (predecesora de la NASA), donde realizaba todas las operaciones que
necesitaban los ingenieros aeronáuticos. Su curiosidad y control numérico la llevó a
realizar todos los cálculos del proyecto Mercury, siendo así la responsable de
la trayectoria parabólica del primer vuelo tripulado al espacio. También calculó
la trayectoria del Apolo 11 que llevaría al hombre a la luna y fue clave en el retorno
del Apolo 13.

Rachel Carson (Estados Unidos, 1907-1964

A comienzos del siglo XX advertía sobre los efectos nocivos de los pesticidas en el
medio ambiente y de la creciente contaminación. Su libro "Primavera silenciosa"
logró erradicar el DDT (Dicloro Difenil Tricloroetano) y marcó el nacimiento de la
preocupación por el deterioro del planeta debido a la acción humana. Su libro sigue
siendo uno de los títulos de referencia del ecologismo y la polémica que suscitaron
llevó a que Estados Unidos creara la Agencia de Protección del Medio Ambiente e
incorporara a su agenda la política medioambiental.

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