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“AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO”

INSTITUCIÓN EDUCATIVA PRIVADA “SAN ALFONSO”

ÁLGEBRA
“MARIE CURIE”

Profesora:

Berrocal Nuñes, Jenifer.

Integrantes:

- Guzmán Flores, Luciana Norma.


- Quintero Ferrua, Ara Valentina.
- Rosado Yauli, Sebastián José.
- Serpa Huarcaya, Luis Fernando.
- Fernández Chaves, Cielo Samaddi.
DEDICATORIA:
Principalmente dedicamos este trabajo a nuestros padres porque ellos
siempre han luchado siempre para darnos lo mejor, por sus consejos, su apoyo
incondicional y su paciencia, todo lo que hoy somos es gracias a ellos.

A la profesora Jenifer por llenarnos de conocimientos día a día, y su apoyo


incondicional.

Y a todas nuestras familias que es lo mejor y lo más valioso que Dios nos ha
dado.
PRESENTACION:
INTRODUCCION:
Marie Curie, nacida en 1867 en Polonia, fue una reconocida física y química que
hizo importantes contribuciones al campo de la ciencia.

Es considerada una de las mujeres más excepcionales del siglo XX y de la historia


de la ciencia.

Aquí hay una introducción a Marie Curie:

Vida temprana: Marie Curie nació como Maria Skłodowska en Varsovia, Polonia.
Provenía de una familia de educadores y desde muy joven tuvo un gran interés
por la ciencia.

Educación: Marie Curie se mudó a París en 1891 para realizar estudios


superiores. Se matriculó en la Sorbona, donde estudió física y matemáticas.

Logros científicos: en 1898, Marie Curie, junto con su marido Pierre Curie,
descubrieron los nuevos elementos radio y polonio.

Este descubrimiento revolucionario revolucionó la comprensión de la


radiactividad y le valió el Premio Nobel de Física en 1903, convirtiéndola en la
primera mujer en recibir este prestigioso galardón.

Otras contribuciones: La investigación de Marie Curie sobre la radiactividad tuvo


importantes implicaciones en el campo médico. Desarrolló unidades móviles de
radiografía, conocidas como "Little Curies", para proporcionar rayos X para tratar
a los soldados durante la Primera Guerra Mundial.

Legado: Las contribuciones de Marie Curie a la ciencia y su trabajo pionero en el


campo de la radiactividad continúan inspirando a futuras generaciones de
científicos. Sigue siendo una figura icónica y un símbolo de los logros de las
mujeres en la ciencia.

A pesar de enfrentar numerosos obstáculos y discriminación como mujer en un


campo dominado por hombres, Marie Curie perseveró e hizo descubrimientos
innovadores que dieron forma al campo de la ciencia. Su dedicación, inteligencia
y determinación han dejado un impacto duradero en la comunidad científica.
BIOGRAFÍA:
Maria Salomea Skłodowska-Curie, más conocida como Marie Curie o
Madame Curie (Varsovia, 7 de noviembre de 1867-Passy, 4 de julio de 1934), fue
una física y química polaca nacionalizada francesa. Pionera en el campo de la
radiactividad, es la primera y única persona en recibir dos premios Nobel en
distintas especialidades científicas: Física y Química. También fue la primera
mujer en ocupar el puesto de profesora en la Universidad de París y la primera
en recibir sepultura con honores en el Panteón de París por méritos propios en
1995.E

Nació en Varsovia, en lo que entonces era el Zarato de Polonia (territorio


administrado por el Imperio ruso). Estudió clandestinamente en la «universidad
flotante» de Varsovia y comenzó su formación científica en dicha ciudad. En
1891, a los 24 años, siguió a su hermana mayor Bronisława Dłuska a París, donde
culminó sus estudios y llevó a cabo sus trabajos científicos más sobresalientes.
Compartió el premio Nobel de Física de 1903 con su marido Pierre Curie y el
físico Henri Becquerel. Años después, ganó en solitario el premio Nobel de
Química de 1911. Aunque recibió la ciudadanía francesa y apoyó a su nueva
patria, nunca perdió su identidad polaca: enseñó a sus hijas su lengua materna y
las llevaba a sus visitas a Polonia.8 Nombró el primer elemento químico que
descubrió, el polonio, como su país de origen

Sus logros incluyen los primeros estudios sobre el fenómeno de la


radiactividad (término que ella misma acuñó), técnicas para el aislamiento de
isótopos radiactivos y el descubrimiento de dos elementos —el polonio y el radio
—. Bajo su dirección, se llevaron a cabo los primeros estudios en el tratamiento
de neoplasias con isótopos radiactivos. Fundó el Instituto Curie en París y en
Varsovia, que se mantienen entre los principales centros de investigación médica
en la actualidad. Durante la Primera Guerra Mundial creó los primeros centros
radiológicos para uso militar. Murió en 1934 a los 66 años, en el sanatorio
Sancellemoz en Passy, por una anemia aplásica causada por la exposición a la
radiación de tubos de ensayo con radio que guardaba en los bolsillos en el
trabajo y en la construcción de las unidades móviles de rayos X de la Primera
Guerra Mundial.
APORTES:
Marie Curie es una de esas figuras históricas que no solo dejan huella por sus
descubrimientos, sino por allanar el terreno hacia una sociedad más igualitaria y
justa. Con un intelecto innegable y una voluntad que indudablemente resultó
precursora para la corriente feminista, fue la primera mujer científica en recibir
un premio Nóbel.

Adquirió equipos de rayos X, vehículos y generadores auxiliares y diseñó


unidades móviles de radiografía, a las que llamó “ambulancias radiológicas”,
pero que llegaron a ser conocidas a posteriori como las “pequeñas Curie”.
Asistida desde el principio por su hija Irene, de 18 años, y un médico militar,
dirigió la instalación de veinte unidades móviles de radiografía y otras doscientas
unidades radiológicas en los hospitales provisionales durante el primer año de la
guerra. Se estima que más de un millón de soldados heridos fueron tratados con
sus unidades de rayos X.

Se convirtió en la directora del Servicio de Radiología de la Cruz Roja francesa y


creó el primer centro de radiología militar de Francia, operativo a finales de
1914.

En 1915, produjo cánulas que contenían «emanaciones de radio», un gas


incoloro y radiactivo emitido por ese elemento, posteriormente identificado
como radón, y que se utilizaban para la esterilización de tejidos infectados.

Más tarde, comenzó a instruir a otras mujeres como ayudantes. En julio de 1916,
fue una de las primeras mujeres en obtener un carné de conducir, pues lo
solicitó para manejar personalmente las unidades móviles de rayos X.

En mayo de 1921, por mediación de la periodista estadounidense Mary Meloney,


ella y sus hijas se trasladaron a los Estados Unidos, donde, gracias a fondos
recaudados entre la comunidad polaca y a algún millonario estadounidense
pudieron comprar un gramo de radio para el Instituto del Radio. Además,
consiguió el dinero extra para equipo de laboratorio.
Debido a la contaminación radiactiva, sus documentos de la década de 1890 se
consideran demasiado peligrosos de manipular y se guardan en cajas forradas
con plomo, y quienes deseen consultarlos deben usar ropa especial.
Marie dio literalmente su vida por la ciencia, pues los mismos estudios sobre la
radiactividad que le galardonaron con múltiples reconocimientos fueron los que
terminaron por arrebatarle su vida a los 66 años de edad.

A pesar de su pronta partida, figuras como esta pueden desaparecer


físicamente, pero desde luego su legado permanece para el resto de la historia,
pues todas las generaciones actuales y venideras conocerán los aportes
científicos y la importancia social de las primeras mujeres científicas como Marie
Curie. El 18 de julio de 1898, en la Escuela de Física y Química de París, Pierre
Curie, y su esposa, Marie, presentaron una importante Memoria en la Academia
francesa de Ciencias. En ella recogieron especialmente las experiencias de Marie,
que en su tesis doctoral estudiaba específicamente los llamados “rayos de
Becquerel” (radiaciones de naturaleza desconocida, emitidas espontáneamente
por algunos metales como el uranio). Esta investigación dio pie al
descubrimiento de un metal desconocido, al que decidieron llamar “polonio”,
basándose en el nombre del país de origen de Marie.

A mediados de 1898, los Curie descubrieron un nuevo elemento al que llamaron


“polonio” en honor a Polonia. Luego, en diciembre de ese mismo año anunciaron
el descubrimiento de otro elemento al que llamaron “radio”, por un vocablo
latino que significa “rayo”. Durante la investigación se originó el término
“radioactividad”.

Desde 1898 hasta 1902 los Curie publicaron un total de 32 trabajos científicos
con grandes avances.

Władysław Skłodowski, el padre de Marie, falleció en 1902 y ella regresó a


Polonia para asistir al entierro.

En junio de 1903, Marie Curie defendió su tesis doctoral y obtuvo la


mención cum laude. En noviembre la Real Sociedad de Londres los premió con la
Medalla Davy –condecoración anual otorgada al descubrimiento más importante
de la química–.

Ese mismo año también recibieron el Premio Nobel de Física (junto con Henri
Becquerel) gracias a los aportes investigativos sobre los fenómenos radioactivos.
De esta forma Marie se convirtió en la primera mujer en recibir este galardón. En
primera instancia, el comité quería excluir a la científica por ser mujer, pero su
esposo dijo que no aceptaría el Nobel si no incluían a Marie en la nominación;
finalmente, el comité accedió.

Un año más tarde la pareja fue condecorada con la Medalla Matteucci por sus
contribuciones a la Física. Después le ofrecieron un puesto como profesora de
Física en la Universidad de París –oferta que inicialmente era para su esposo–. Al
aceptar, se convirtió en la primera mujer en ser profesora dentro de la
institución.

Fue una Licenciada en física y matemáticas gracias al 'pacto de damas' que


había contraído con su hermana, Marie Curie se convirtió, a principios del siglo
XX, en la primera mujer en la historia en recibir un premio Nobel. El de física lo
compartió con su marido Pierre Curie, pero unos años más tarde, en 1911,
recibiría de nuevo el máximo reconocimiento de la Academia sueca, con el
premio Nobel de Física.
Las investigaciones de Curie fueron pioneras, tanto que ni ella ni su marido eran
conscientes de los peligros a los que se exponían con la radiación. De hecho, se
cree que la anemia aplásica que provocó la muerte de Marie en 1934 fue a causa
de los largos años dedicados a la investigación en su laboratorio. Su cuerpo fue
depositado en un ataúd sellado con una pulgada de plomo para aislarlo de la
radiación.
Marie inició su carrera científica en 1894 con una investigación sobre las
propiedades magnéticas de diversos aceros que le encargó la Sociedad para el
Fomento de la Industria Nacional. Fue ese mismo año cuando Marie conoció a
Pierre Curie, un físico francés, pionero en el estudio de la
radiactividad. Desarrollaron una profunda amistad (y algo más), hasta el punto
de que Pierre le propuso matrimonio. Al principio Marie no aceptó ya que tenía
intención de volver a Polonia, e incluso hay fuentes –algunas cartas que envió
Marie a una amiga en Varsovia– que muestran que la relación entre ambos lo
era todo menos romántica. Sin embargo, Pierre declaró que estaba dispuesto a
seguirla, incluso si eso significaba tener que enseñar francés para subsistir. Sin
embargo, el respeto, el cariño y la pasión que ambos tenían por la ciencia les
unió el 26 de julio de 1895. Como era de esperar, tras la boda, la pareja consagró
su vida a la investigación.

En 1896, y animada por Pierre Curie, Marie decidió hacer su tesis doctoral acerca
de los trabajos de Henri Becquerel, un físico francés que descubrió
accidentalmente la radiactividad durante una investigación sobre la
fluorescencia. El 25 de junio de 1903, en la facultad de Ciencias de la Universidad
de La Sorbona, en París, Marie Curie, ante un tribunal presidido por el físico
luxemburgués Gabriel Lippmann, defendió su tesis doctoral Recherches sur les
substances radioactives (Investigaciones sobre las sustancias radiactivas) por la
que obtendría un sobresaliente cum laude y su doctorado en ciencias físicas.
A partir de 1897, la pareja empezó sus estudios, en los que incluyeron algunos
minerales con uranio como la pechblenda, la torbernita o la autunita. El
matrimonio no tenía laboratorio propio y la mayor parte de sus investigaciones
las realizaron en un cobertizo junto a la Escuela de Física y Química, que
anteriormente había sido una sala de disección médica de la facultad. Estaba
mal ventilada y no eran conscientes de los efectos nocivos a los que iban a verse
expuestos.
Marie dio literalmente su vida por la ciencia, pues los mismos estudios sobre la
radiactividad que le galardonaron con múltiples reconocimientos fueron los que
terminaron por arrebatarle su vida a los 66 años de edad.

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