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ARTICULACIÓN SACROCOCCÍGEA

La articulación sacrococcígea es una articulación cartilaginosa secundaria (fig. 6-4 A) con un disco
intervertebral. Fibrocartílago y ligamentos unen el vértice del sacro a la base del cóccix. Los ligamentos
sacrococcígeos anterior y posterior son cintas largas que refuerzan la articulación (fig. 6-6).

Los dos huesos ilíacos se articulan atrás con la columna vertebral, representada aquí por el sacro; son las
articulaciones

sacroilíacas. Están unidos entre sí, adelante, en la línea mediana, por la. Además, están unidos a la
derecha sínfisis del pubis y a la izquierda a las partes laterales del sacro y del cóccix por ligamentos a
distancia ligamentos sacrotuberoso y sacroespinoso.

Estas articulaciones se caracterizan por su y su acción solidez es esencial en la estática.

ARTICULACIÓN SACROILÍACA
Une la parte lateral del sacro al ilion. Es una articulación sinovial plana, poco móvil, entre las caras
articulares de esos huesos

Superficies articulares

Sacro: corresponde a la cara articular de este hueso, excavada en un canal cóncavo lateralmente, atrás y
arriba. Tiene forma

de arco cóncavo hacia atrás; es la del sacro. carilla auricular

Coxal: la carilla articular de este hueso también está curvada

en arco cóncavo hacia atrás y es convexa en sentido medial, adelante y abajo; se trata de la cara
auricular del coxal.

Interlínea articular: se caracteriza por un encaje perfecto

de las dos superficies de las carillas auriculares. El hueso coxal

se proyecta formando, abajo, un soporte a la parte correspondiente del sacro. Este aparece tallado
como una cuña, oblicua

de arriba hacia abajo y de atrás hacia adelante, lo que le permite

resistir las presiones que experimenta a partir de la columna lumbar. Si bien se la puede considerar
como una articulación plana,

las superficies articulares son irregulares y recíprocas, lo cual restringe los movimientos.

Medios de unión

Cápsula: fibrosa y en forma de manguito, no tiene valor funcional. Se inserta en el contorno de las
superficies articulares y

está reforzada por ligamentos.


Ligamentos: son los sacroilíacos anteriores, posteriores,

interóseos y (ligamento iliolumbar, sacrotuberoso y a distancia

sacroespinoso)

– Ligamentos anteriores: se extienden desde la cara anterior de la base del sacro y desde los dos
primeros forámenes

sacros hasta la parte correspondiente del hueso coxal: fosa

ilíaca, parte posterior de la línea arqueada y por encima de la

escotadura ciática mayor.

– Ligamentos posteriores: son los más importantes, por los

esfuerzos que soportan. Están dispuestos en dos planos

A. Un plano superficial, constituido por los ligamentos

sacroilíacos posteriores, con fascículos que unen la

cresta ilíaca con la tuberosidad sacra y con las crestas sacras intermedia y lateral. El ligamento
sacroilíaco posterior corto tiene fascículos de fibras cortas y gruesas, que

van desde la espina ilíaca posterior superior y la parte posterior de la cresta ilíaca hasta la parte superior
de las crestas sacras lateral e intermedia. El ligamento sacroilíaco

posterior largo tiene fibras largas que desde la espina

ilíaca posterior superior descienden hasta la parte inferior

de la cresta sacra lateral.

B. Un plano profundo, formado por los ligamentos sacroilíacos interóseos, integrado por fibras cortas
que llenan la excavación profunda situada inmediatamente por

detrás de la articulación. Se insertan en toda la extensión

de la tuberosidad ilíaca y desde allí se dirigen en sentido

medial a la depresión de la tuberosidad sacra, que se encuentra lateralmente y delante de la cresta


sacra lateral.

Ligamentos a distancia: se distinguen tres:

A. El ligamento iliolumbar reúne el proceso [apófisis]

transverso de la 5.ª vértebra lumbar con la cresta ilíaca por

un fascículo potente. Completa el espacio angular que separa la cresta ilíaca de la columna vertebral.

B. El ligamento sacrotuberoso [sacrociático mayor] es una


lámina fibrosa, larga y espesa, insertada arriba y medialmente en las dos espinas ilíacas posteriores,
donde se

confunde más o menos con el ligamento sacroilíaco posterior largo. Sus fibras también parten de la
parte posterior

de la fosa glútea y del borde lateral del sacro y el cóccix.

Desde esta inserción amplia se dirige hacia abajo y lateralmente, estrechándose para expandirse algo
más abajo y fijarse en la parte posteromedial de la tuberosidad

isquiática, por encima de los tendones reunidos de la

cabeza larga del bíceps femoral y del semitendinoso, con

un fascículo reflejo en la rama del isquion, formando el

proceso falciforme.

C. El ligamento sacroespinoso [sacrociático menor] está

situado por delante del anterior. Se inserta por su base en

el borde lateral del sacro hasta el cóccix. Sus fibras convergen, abajo y en sentido lateral, en la espina
ciática, en

cuyo vértice y bordes se insertan.

Los ligamentos sacrotuberoso y sacroespinoso llenan

una parte del espacio interpuesto entre el coxal lateralmente, y

el sacro y el cóccix medialmente. Delimitan dos orificios:

– El foramen ciático mayor, superior, limitado por el ilíaco, la

articulación sacroilíaca, el sacro y el ligamento sacroespinoso.

– El foramen ciático menor, inferior, limitado por el isquion y

los ligamentos sacrotuberoso y sacroespinoso.

Estos forámenes están atravesados por numerosos elementos, musculares, vasculares y nerviosos, que
van de la cavidad

pelviana a las regiones glútea y perineal.

Sinovial

Tapiza la cara profunda de la cápsula. Es exigua como la cavidad articular misma. Esto no impide a la
articulación sacroilíaca

sufrir afecciones distróficas o infecciones, tanto más dolorosas


(sacrocoxalgia) cuanto más importante es la acción estática de

la articulación.

Relaciones

Es una articulación en todos los sentidos: profunda

A. Atrás: está cubierta por las inserciones del músculo erector

de la columna y del glúteo mayor.

B. Adelante: pertenece a dos regiones diferentes:

– A la fosa ilíaca, donde está cubierta por el músculo psoas

y los vasos ilíacos comunes que se bifurcan delante de la

interlínea articular.

– A la cavidad pelviana, y más exactamente a su pared

posterosuperior y lateral.

C. Abajo: limita el contorno superior de la escotadura ciática

mayor.

El abordaje de la articulación es difícil; se puede tener acceso

a la cavidad articular por trepanación de la fosa glútea realizada

en su parte posterior.

Vascularización e inervación

Los vasos iliolumbares, glúteos superiores y sacros laterales

aseguran la vascularización.

Ramos de los primeros nervios sacros le proporcionan su sensibilidad.

Movimientos

Son extremadamente limitados; consisten en un desplazamiento del sacro, que lleva su extremidad
inferior sea hacia atrás,

nutación, o hacia delante, contranutación. El eje de este movimiento es transversal a la altura de la


parte inferior de los ligamentos sacroilíacos posteriores.

Estos movimientos son más amplios en la mujer en el momento del parto, debido a la distensión de los
ligamentos, lo que

aumenta ligeramente el diámetro anteroposterior de la pelvis.

La acción principal de las articulaciones sacroilíacas es la de


repartir las cargas (peso del cuerpo) provenientes de la columna lumbar entre los dos huesos ilíacos, que
las transmiten a los

isquiones (posición sedente) o a las cabezas femorales (posición

de pie).

SÍNFISIS DEL PUBIS

Reúne a los dos huesos coxales en el plano mediano en su

sector anterior. Es una articulación cartilaginosa, una sínfisis.

Superficies articulares

Cada pubis presenta, en su cara interna, una superficie oval

orientada en sentido medial, cuyo eje mayor es oblicuo hacia

abajo y atrás. Esta superficie rugosa está cubierta por cartílago

hialino.

Medios de unión

Se distinguen un fibrocartílago interóseo y ligamentos periféricos.


Disco interpubiano (fig. 64-5): es un fibrocartílago que

completa exactamente el intervalo que separa a ambos pubis y

se adhiere con firmeza a las dos superficies articulares. Es, como

las superficies, oblicuo hacia abajo y atrás. Es más ancho adelante

que atrás, donde los huesos están más próximos. Visto en un corte, presenta una parte periférica, muy
densa, y una parte central

más delgada, a veces excavada por una pequeña cavidad.

Ligamentos periféricos: confundidos en sus bordes, constituyen alrededor del fibrocartílago un


manguito bastante semejante a una cápsula. Se describen:

– Un ligamento anterior (fig. 64-6), que ocupa la parte anteroinferior de la sínfisis. Las fibras profundas
transversales

van de un pubis al otro, confundiéndose con el periostio y

el disco interpubiano. Las fibras superficiales representan

a las fibras tendinosas de los músculos que se insertan en la

región: recto del abdomen, piramidal, oblicuo externo, grácil,

aductores del muslo.


– Un ligamento posterior (fig. 64-7), endopelviano, más delgado que el precedente. Está reforzado a
nivel de la interlínea

por fibras transversales que se insertan en el borde posterior

de ambos pubis. En la parte inferior, fibras oblicuas procedentes del ligamento inferior se entrecruzan
en el plano mediano.

– Un ligamento superior del pubis que refuerza la parte superior de la sínfisis en forma de una cinta
fibrosa extendida

entre ambos pubis, que pasa por encima de la interlínea articular. Por abajo se confunde con la parte
más elevada del

disco interpubiano. Por arriba se continúa en la línea mediana

con la línea alba abdominal.

– Un ligamento inferior del pubis [arqueado], muy desarrollado, con forma de medialuna, insertado en
la rama inferior

del pubis. Es una lámina fibrosa muy resistente que presenta

un borde agudo. Su borde superior, convexo, se adhiere íntimamente al disco interpubiano. Su borde
inferior, cóncavo

hacia abajo, forma el arco púbico, alrededor del cual se extiende la cabeza del feto, cuando va a
desprenderse del anillo

vulvar.

Relaciones

Adelante, la sínfisis está cubierta por un tejido celuloadiposo

espeso, en el límite entre la pared abdominal y los órganos genitales externos.

Abajo y adelante se relaciona con la raíz del pene o del clítoris. El ligamento suspensor de estos órganos
se inserta en la

sínfisis.

Arriba y atrás constituye la pared anterior del espacio prevesical retropubiano y se relaciona con los
plexos venosos y el

tejido adiposo que lo ocupa.

Posteroinferiormente, da inserción a la fascia profunda del

periné, perforada, no lejos de la sínfisis, por la uretra.

Movimientos

Son casi nulos, incluso en el momento del parto.


La solidez de la sínfisis del pubis es tal que para que se produzca su es necesario un traumatismo muy
importan- luxación

te. Las relaciones con la uretra explican por qué esta lesión suele

estar acompañada por complicaciones urinarias.

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