Masoneria y Cabala I

MASONERÍA Y CÁBALA
PRESENCIA DE LA CÁBALA EN EL R.·.E.·.A.·.A.·.
Esta imagen corresponde al friso del Gran Templo de la Gran Logia

Unida de Inglaterra. Podemos identificar al rey Salomón, al arquitecto
Hiram, la Menorá, los Siete Escalones, el Arca de la Alianza, la Shejinah,
las Dos Columnas, la Escalera de Jacob, La Torá, la Cruz (fe), el Ancla
(esperanza) Corazón Ardiente (caridad), la letra hebrea Yod y la letra
Yod en medio del heptagrama radiante.
En las siguientes páginas iremos desvelando todos estos símbolos. Por

ahora podemos comentar que el heptagrama es un signo cabalístico
referente a los 7 días de la Creación. El ancla hace referencia a la
esperanza que se manifiesta en el lema hermético SPES MEA DEUS
("Dios es mi esperanza"). Su significado hace referencia a la metáfora
del viaje en barco como símil al devenir del hombre por las aguas
JOAN-JOSEP DURAN MIRÓ 31º 1

tormentosas de la vida. En la Epístola a los hebreos 6, 19-20, podemos

leer: "...es imposible que Dios mienta, los que hemos buscado refugio
seamos grandemente animados para asirnos de la esperanza puesta
delante de nosotros, la cual tenemos como ancla del alma, una
esperanza segura y firme, y que penetra hasta detrás del velo..."
En la actualidad la letra Yod que aparece en el centro del heptagrama

radiante ha sido sustituida por la letra “G” (Good). Según Rène Guenón,
la letra Yod es símbolo del Principio o de la Unidad y su sustitución fue
debida “en virtud de una asimilación fonética”.
OBJETIVOS
En esta exposición no pretendo hacer una aproximación historiográfica

a los posibles orígenes cabalísticos de la masonería, en primer lugar
porque no soy historiador y en segundo lugar porque los orígenes de
nuestra orden se pierden en el tiempo siendo distintas las conclusiones
a las que llegan los investigadores.
Como masón y estudiante de cábala me remitiré a enumerar algunos de

los distintos símbolos cabalísticos que he encontrado en nuestros
rituales sin exponer ninguna conclusión propia. La interpretación de los
mismos que se ofrece en este artículo es la opinión compartida por
refutados profesores universitarios especializados en el tema.
Más allá de la exposición de la simbología común entre cabalistas y

masones se profundizará en el concepto del misticismo judío para
desvelar su semejanza con el sentido y misión del Rito Escocés Antiguo
y Aceptado.
En todo momento obvio las opiniones y interpretaciones de la llamada

cábala esotérica u ocultista que floreció en el siglo XIX con personajes
tan destacados y controvertidos como Eliphas Leví, el Dr. Papus, Artur
Edward Waite o la famosa Dion Fortune.

Para empezar expongo algunas opiniones sobre la relación entre la

cábala y la masonería publicadas, tanto por masones ilustres como por
algunos de sus detractores.
OPINIONES
Julius Evola: “Está bastante extendida la convicción de que la influencia

judía ha operado en la masonería, desde sus orígenes históricos, ya que
gran parte del ritual y del simbolismo masónico contienen elementos
procedentes de la tradición judía, sea bíblica o kabalística. El
simbolismo del Templo de Salomón es central en la masonería”
W. Kirk MacNulty «Desde mi perspectiva personal, la Francmasonería

es una codificación de la Tradición Hermético/Cabalista que formó la
esencia intelectual del pensamiento renacentista». «La estructura
simbólica de la Masonería refleja las enseñanzas de la Cábala».
Monseñor León Meurin: «Las indicaciones citadas nos bastan para

considerar justa nuestra hipótesis de que la Cábala judía es la base
filosófica y la clave de la Masonería»
Dieter Schwarz: «La totalidad de sus parábolas, leyendas y relatos, su

magia de números y nombres han sido tomados del Antiguo
Testamento y de la Cábala».
José Lehmann: “El origen de la francmasonería debe atribuirse al

judaísmo; no ciertamente al judaísmo en pleno, pero por lo menos a un
judaísmo pervertido”
Albert G. Mackey: La idea del simbolismo de Hiram Abif aunque

modificada por los Francmasones judíos, no es de procedencia judía, es
presalomónica tomada de los misterios paganos, de Baco, Adonis,
Proserpina y otros seres deificados representan el mismo papel que
Hiram en los misterios masónicos.

¿QUÉS ES LA CÁBALA?
Los orígenes míticos de la cábala se remontan a los tiempos bíblicos.

Una primera referencia aparece en el Zohar cuando se explica que Adán
había recibido de manos del ángel Raziel un libro cargado de “sagrados
secretos supremos”. Este libro pasó a Set, su hijo, y así sucesivamente a
sus descendientes hasta que le llegó a Abraham.
“El Sefer Razi’el ha-malak (Libro del ángel Raziel), también

denominado “Liber Salomonis”, es una obra cabalística, escrita
originalmente en hebreo y arameo, que conocemos a través de la
versión latina titulada “Liber Razielis Archangeli”, cuya traducción
castellana se habría realizado en la escuela de Alfonso X el Sabio. […]El
libro sigue las enseñanzas transmitidas por el ángel Raziel que tratan
sobre la creación y también sobre el poder de la palabra, la energía
contenida en las veintidós letras del alfabeto hebreo, sus posibles
combinaciones y sus significados”1
La versión mítica más popular sobre el nacimiento de la cábala se

remonta al pasaje de Moisés en el Sinaí, en el “Pikei Avot” podemos
leer: “Moisés recibió la Torá del Sinaí y la transmitió a Josué, y Josué a
los ancianos, y los ancianos a los profetas, y los profetas la
transmitieron a los hombres de la Gran Asamblea”.
La tradición rabínica considera que Moisés recibió del Sinaí la Torá

Escrita y la Torá Oral. Según el judaísmo rabínico, la Torá Oral o Ley Oral
representa las supuestas leyes, estatutos e interpretaciones legales que
no se registraron en los Cinco Libros de Moisés, la "Torá Escrita", pero
que, sin embargo, los judíos ortodoxos las consideran prescriptivas y se
dan en al mismo tiempo.
1
(1) “El Liber Razielis alfonsí en su contexto hebreo”. Ana Rosa González Sánchez

Algunos estudiosos defienden que la Torá Oral que recibió Moisés

hacen referencia a los conocimientos secretos de la cábala que sólo
pueden ser transmitidos de maestro a alumno y siempre de manera
oral.
Esta disyuntiva parece resolverse en el capítulo XIV del libro IV de

Esdras cuando describe la recepción de la Torá en el Sinaí:
1. Al tercer día, mientras estaba bajo un árbol,
2. Una voz que venía del lado de este árbol llegó a mí, diciéndome:
¡Esdras, Esdras! Le respondí: ¡Heme aquí! Me levanté y me enderecé
3. La voz prosiguió: Me aparecí a Moisés y le hablé desde el espino,

cuando mi pueblo era esclavo en Egipto.
4. Lo envié como mensajero; hice que mi pueblo saliera de Egipto, lo

conduje al monte Sinaí y lo establecí cerca de mí durante mucho
tiempo,
5. Le conté muchas maravillas, le expliqué el misterio de los días, le hice

conocer los últimos tiempos.
6. Le di esta orden: Explica esto, esconde esto otro.
La última sentencia “Explica esto, esconde esto otro” también se ha

interpretado como la parte secreta de la Torá oral, la cábala.
A partir de lo expuesto podemos definir la Cábala como la transmisión

oral y secreta del conocimiento que Dios enseñó a Moisés y que se fue
transmitiendo de manera oral y discreta. Podemos afirmar por tanto
que hablar de Cábala es hablar de misticismo judío. La cuestión que
ahora deberemos plantearnos es definir lo que entendemos por
mística.
La palabra cábala etimológicamente tiene dos significados, el primero y

más conocido es el de “recepción” el segundo y más secreto es el de

“mundos paralelos”. Actualmente la cábala podría definirse como el

compendio de conocimientos recibidos sobre la creación del universo y
las leyes que lo rigen.
Miniatura de la Pascua Judía en la

que vemos a Moisés recibiendo las
Tablas en el Monte Sinaí. A su lado
vemos a Aaron, La Gran Asamblea y
el pueblo.
FUENTES BÍBLICAS Y MASÓNICAS
Para este trabajo se han tenido en cuenta las siguientes fuentes

clásicas: el Tanaj, que es el conjunto de los veinticuatro libros sagrados
canónicos del judaísmo que se divide en tres grandes partes,
La Torá (corresponde a los 5 primeros libros del Antiguo Testamento),
los Nevi'im (Profetas) y los Ketuvim (Escritos). Así como los Manuscritos
del Mar Muerto, el Talmud y el Zohar que son las dos obras capitales de
la Cábala junto al Maase Bereshit y la literatura de “Los Palacios"
o Merkaba.
Respecto a las fuentes masónicas debemos remitirnos en primer lugar

a los manuscritos antiguos de la masonería operativa inglesa (Regius,
Cooke y Grand Lodge nº 1) donde aparecen una serie de personajes
bíblicos que son los que confieren la tradición sagrada la Masonería,
entre ellos encontramos a Enoch, Noé, Moisés, Jubal, Tubalcaín, y los
reyes David y Salomón.
La tradición mística judía en el REAA se hará presente en los rituales de

muchos grados, símbolos y emblemas, así como en el empleo de las

palabras sagradas, las palabras de pase y las ceremonias que

discurrirán en el interior del Templo de Salomón.
El paralelismo más destacado de la Cábala en la masonería se hará

presente en la búsqueda de la Palabra Perdida (el Nombre Sagrado de
Dios) y el empleo de las palabras sustitutiva.
Puesto que la masonería y la cábala comparten el lenguaje simbólico es

imprescindible penetrar en el misterio del símbolo para poder descifrar
su mensaje, para ello el judaísmo describe cuatro posibles niveles de
interpretación.
LOS NIVELES DE INTERPRETACIÓN DE LA TORÀ
La Torá tiene cuatro niveles o maneras de ser interpretada, las cuales se

llaman: Peshát, Rémez, Derásh y Sod. Las cuatro denominaciones
provienen de la palabra Pardes (paraíso).
Peshát: el nivel de interpretación que atiende al sentido literal del

texto. Por ejemplo podemos citar que Eva ofreció la manzana a Adán
sin atribuirle ningún simbolismo. En la masonería podemos poner el
ejemplo de la escuadra y el compás que se interpretarían como dos
herramientas propias de la geometría.
Rémez: atiende al sentido alegórico del texto bíblico, las cuales hacen
alusiones a cosas que las personas pueden comprender. En este caso la
alegoría de Adán y Eva hace referencia a las relaciones sexuales que
mantuvieron. Respecto a la escuadra y el compás se interpretaría como
el emblema de la masonería de la misma forma que una mujer con los
ojos vendados con una balanza en una mano y una espada en la otra
hace referencia a la justicia.
Derásh: es el nivel de interpretación homilética que atiende al sentido

interpretativo de la escritura sagrada, de la cual se derivan las
reglamentaciones y leyes de la tradición judía. Siguiendo el ejemplo
anterior, en la tradición cristiana Adán y Eva son la causa del pecado

original por lo que para purificarnos es fundamental el bautismo. En la

masonería la escuadra se identificaría con la actitud recta que debe
llevar todo masón, y el compás con los límites morales que no debe
sobrepasar.
Sod (secreto): es el nivel místico de interpretación, del cual deriva

la cábala, y que busca el sentido oculto en el texto sagrado. La
interpretación de la trasgresión de Adán y Eva al comer del Árbol del
Conocimiento del Bien y del Mal aquí se interpreta como la aparición de
la conciencia dual en el hombre. Se podría tratar de la adquisición del
libre albedrío que le permite tomar decisiones acertadas o erróneas.
En la interpretación secreta de la escuadra y el compás se podría hacer

referencia a la geometría como el conocimiento divino por excelencia
donde interpretamos que cuando el compás yace sobre la escuadra
manifiesta el sometimiento de la realidad material a las ideas. Es decir
se hace referencia al hombre ilustrado que conoce lo sensible y lo
inteligible y es capaz de materializar sus ideas a partir de su inteligencia.
Recordemos que la geometría perfecta no existe en la naturaleza, sólo

puede trazarse con la mente. Por este motivo la geometría se ha visto
como el saber de los dioses y la piedra bruta se ha identificado con lo
real y el círculo con lo ideal.
De los cuatro niveles de interpretación que hemos visto el Sod será por
tanto el nivel más profundo que deberemos emplear para desvelar el
misterio de los símbolos, rituales y leyendas masónicas.
LA MÍSTICA CRISTIANA Y LA MÍSTICA JUDÍA
Según Evelyn Underhill la mística cristiana es una forma de

conocimiento del Absoluto que no pretende trasformar o mejorar el
mundo visible. Su expresión más alta es la unión del individuo con la
realidad suprema (unió mystica).

Por su parte Elliot R. Wolfson, profesor de estudios judaicos en la

Universidad de California considera: “Las fuentes judías, comenzando
por los textos apocalípticos y de Qumrán, puede proporcionar un
modelo diferente basado no en la henosis (unión mística), sino en la
“angelificación” del ser humano que cruza la frontera del espacio y el
tiempo y se convierte en parte del reino celestial… La experiencia
mística en este marco implica también un cierre de la brecha que
separa lo humano y lo divino, no por el regreso del alma al Uno, sino
por la ascensión de lo humano a los cielos… En mi opinión, la palabra
“misticismo” debe usarse sólo cuando hay evidencia de prácticas
específicas que conducen a una experiencia de transformación óntica,
es decir cuando se convierte en divino o angelical. En consecuencia, es
inapropiado aplicar la palabra “místico” para referirse a la unisonancia o
armonía de lo humano y lo angelical si no existe una técnica o praxis
que facilite la idealización de un ser humano en un ser divino o angélico
en la morada celestial”. (Citado por P. Schäfer, The Origins of Jewish
Mysticism [Princenton-Oxford: Princenton University Press, 2011], p.
19) (traducción de Adolfo D. Roitman).
Ejemplo de transformación óntica en Éxodo 34
28 Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y

cuarenta noches; no comió pan ni bebió agua.
Y escribió en tablas las palabras del convenio,
los diez mandamientos.
29 Y aconteció que descendiendo Moisés del

monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en
su mano, mientras descendía del monte, no
sabía él que la tez de su rostro resplandecía,
después que hubo hablado con Dios.
30 Y Aarón y todos los hijos de Israel miraron a Moisés, y he aquí, la tez

de su rostro era resplandeciente, y tuvieron miedo de acercarse a él.

Sin la necesidad de entrar en ningún debate sobre las dos visiones de la

mística que hemos expuesto, debido a que pueden ser perfectamente
complementarias debemos poner atención en el paralelismo con el
método masónico que también busca la transformación del hombre con
el fin de conseguir la transformación de toda la sociedad. (Moisés se
transforma para transformar la sociedad).
A partir de este planteamiento a lo largo de esta exposición

abordaremos la masonería en esta visión de la “mística óntica” que por
analogía también podemos asociarla a la transmutación alquímica y en
términos específicamente masónicos al acto de “pulir la piedra”
SENTIDO Y MISIÓN DEL RITO ESCOCÉS Y LA MÍSTICA JUDÍA
En la página web del Supremo Consejo del REAA para España podemos
leer:
En primer lugar, hacer cada día mejores masones es decir aumentar su

cualificación intelectual, moral y sobre todo masónica a través de un
trabajo riguroso, progresivo, profundo y esencialmente iniciático; y en
segundo lugar, que esos hombres más formados y más masones, es
decir más hombres, impongan con la fuerza de sus ideas y el ejemplo de
su conducta los principios del Rito y de la masonería en la sociedad
profana.
El Filosofismo Escocista afecta al ámbito interno del masón

(introspección de los valores), al ámbito filosófico teorético (exposición
de los valores) y al ámbito socio-político (aplicación de los valores).
Como consecuencia de la síntesis de esas tres significaciones cabe decir
que la misión del Rito Escocés Antiguo y Aceptado tiene una dimensión
filosóficopolítica.
Por su parte la doctora Perle Epstein escribe:
Para el cabalista, pensamiento, acción y objetivo están directamente

relacionados, de manera que cuanto más refina su mente, su cuerpo y

su alma, más se parece a Dios. [… ] La herramienta empleada por el

cabalista para pulirse es la totalidad del mundo revelado. […] Se espera
de él que participe en la vida social, política, familiar y comunitaria, y
que al mismo tiempo viva una vida de perfecta comunión con Dios.
Como podemos observar y como iremos desentrañando con más

detalle en las siguientes páginas los paralelismos entre las dos visiones y
misiones son evidentes.
A partir de ahora nos introduciremos en el corpus simbólico que

compartes ambas tradiciones.
LOS HIJOS DE LA LUZ
Los masones son conocidos como

los Hijos de la Luz. ¿Quiénes fueros
Los Hijos de la Luz?
La Comunidad de Qumrán, que

fueron los autores de los
Manuscritos del Mar Muerto se
denominaban a sí mismos “Los Hijos de la Luz”. Fueron un grupo de
místicos judíos disidentes del Segundo Templo de Jerusalén, que no
comulgaban con la ortodoxia del momento y pensaban que el templo y
sus prácticas estaban contaminadas.
Se consideraban a sí mismos la comunidad del templo del hombre, un

santuario humano en la que cada miembro simbolizaba una piedra. Los
miembros de la comunidad vivían una vida apartada en una absoluta
pureza ritual que les permitía comunicarse con los ángeles.
Los sacerdotes del Templo Celestial se unían a los del Templo Terrenal
en su lucha contra las tinieblas. Esta comunión con los ángeles permitía
a la comunidad el conocimiento de Dios sin necesidad de intermediario
alguno.

El profesor P. Schafer se plantea la posibilidad que los miembros de

Qumrán estuvieran sometidos a un proceso de angelificación personal.
Podemos establecer paralelismos con la transmutación alquímica tal

como se definiría a partir del Renacimiento o la expansión de la
conciencia como lo diríamos en los tiempos actuales.
En la página web del Museo de Israel podemos leer:
El Regla de la Guerra (1QM), conocido también como la Guerra de los

Hijos de la Luz contra los Hijos de las Tinieblas, es uno de los siete
primeros manuscritos encontrados en Qumrán en 1947. […] Esta
composición se enmarca en el contexto de tradiciones bíblicas antiguas
que relatan la guerra del final de los tiempos (Ezequiel 38-39, Daniel 7-
12) y describe una confrontación dualista en siete etapas entre los
“Hijos de la Luz” (como se designaban a sí mismos los miembros de la
secta de Qumrán) liderados por el “Príncipe de la Luz” (al que en
ocasiones se denomina Arcángel Miguel) y los “Hijos de las Tinieblas”
(apelativo de los enemigos de la secta, tanto judíos como no judíos)
apoyados por una nación denominada “Kittim” (¿los romanos quizás?) y
liderados por Belial (un apelativo en los rollos a un ser sobrehumano y
demoníaco, equivalente al Satán post-bíblico). Dicha confrontación
habría de durar 49 años y concluiría con la victoria de los “Hijos de la
Luz” y la restauración del servicio del Templo y los sacrificios.
En este manuscrito del Mar Muerto observamos que la comunidad de

Qumrán no sólo estaba sometida a proceso angelificación personal sino
que además se erigía como una orden dispuesta a combatir el mal.
El proceso de crecimiento interior de cada uno de sus miembros y el

deseo colectivo de paz y justicia a partir de la edificación del Templo
Humano, en el que cada individuo es una piedra, guarda un estrecho
paralelismo con el simbolismo masónico.

LOS NOAQUITAS
En el año 1738 tuvo lugar una

reforma de las Constituciones
de Anderson con el propósito
permitir la entrada de judíos y
musulmanes en la orden. Esta
reforma surgió como
respuesta a los masones que
pretendían circunscribir la
masonería exclusivamente a
la fe cristiana. Con la reforma de 1738 se especifica concretamente que
“un masón está obligado por su título obedecer a la ley moral en tanto
que verdadero noaquita[…]pues todo se articula sobre los tres artículos
de Noé”. “
Noé es presentado en Gén. 9 y 10 como depositario de un nuevo pacto

entre Dios y los hombres, y como padre de la nueva humanidad. Lo que
no queda claro en esta reforma son los artículos de Noé a los que se
hace referencia.
Para explorar estos artículos debemos remitirnos a los Siete Preceptos

de las Naciones que se citan en el Talmud y que hacen referencia al
Noajismo. Los que suscriben estas leyes son llamados Bnei Noaj (Hijos
de Noé). Estos 7 preceptos son:
No adorar ídolos.
No blasfemar.
No cometer pecados de índole sexual.
No robar.
No asesinar.
No comer la carne de un animal vivo.
Establecer cortes de justicia para implementar el cumplimiento de
dichas leyes.

Estos principios no son una religión, sino una declaración de intenciones

que tiene el propósito de cimentar una sociedad mejor fundamentada
en la justicia y la moral.
EL TEMPLO DE SALOMÓN Y LA LEYENDA DE HIRAM
La logia masónica es la representación del Templo de Salomón y la

Leyenda de Hiram es la principal narración en la que se inspiran gran
parte de los grados masónicos. La historia del Rey Salomón y la de
Hiram se documentan principalmente en La Torá y en el Talmud, por
tanto estamos hablando de las fuentes bibliográficas de la mística judía.
El Señor anunció al Rey

David que su hijo Salomón
sería el elegido para edificar
dicho templo, y así lo hizo
alrededor del año 988 a. C.
con la ayuda del Rey de Tiro
y el Maestro Hiram.
Posteriormente el Templo
fue destruido por los
babilonios el año 587 a. C. y reedificado por Zorobabel en el 515 a. C.,
para volver a ser destruido, esta vez por los romanos, en el año 70.
El Zohar sostiene que el Templo Terrenal guarda correspondencia con

el Templo Celestial dónde Metatrón-Enoch es el Sumo Sacerdote.
Ambos templos simbolizan la conexión entre el Cielo y La Tierra, en el
caso masónico la correspondencia se establecería entre el Gran
Arquitecto del Universo y el masón.
La tradición judía sostiene que el tercer Templo volverá a ser levantado

y los que no sabemos es si esta profecía ya ha sido cumplida con los
templos masónicos, al menos podemos pensar que no sería una idea

descabellada en la mente de los masones judíos que pudieron participar

en la redacción de los rituales.
Fuentes bíblicas: I Reyes 5-7, I Reyes 8, II Crónicas 2, Libro de Ezequiel.
Fuentes Masónicas: Manuscrito Cooke (1424), Manuscrito Grand Lodge

(1583), Manuscrito Iñigo Jones (1607), Manuscrito Dumfries nº 4 (1710),
1ª edición de las Constituciones de Anderson (1723), Manuscrito
Graham (1726).
Otras fuentes: El Talmud, Gerard de Nerval. Historia de la Reina de la

Mañana y de Solimán Príncipe de los Genios.
EL TEMPLO COMO ESPACIO SAGRADO
“No te acerque aquí: “quita las sandalias de tus pies, porque el lugar en
que estás es tierra sagrada” (Ex 3.1-5).
Christoph Engels definía el espacio sagrado al afirmar que “los espacios

sagrados son donde los dioses y espíritus viven. Son una representación
visible de los poderes invisibles son lugares donde lo visible se conecta
con los invisible, son el mundo y sin embargo no son parte de este
mundo, invoca el Otro y el Infinito”.
Por su parte el profesor Adolfo D. Roitman en su libro “Del Tabernáculo

al Templo” afirma que “son lugares de comunicación con la divinidad,
para transformar con su poder sobrehumano la vida, tanto a nivel físico,
material o espiritual. Dan sentido a la existencia modelando el cosmos.
[…] La construcción de un templo era de hecho la repetición de la
cosmogonía, la creación del universo por parte de los dioses, Por eso los
santuarios están cargados de simbolismo cósmico. […] Podemos
distinguir dos tipologías de templos, los escalonados en forma de
pirámide o torre (zigurat) que son montañas artificiales que intentan
acercar la tierra a la morada de los dioses, el cielo. Otros son de forma

rectangular, como los egipcios en los que a medida que se va avanzando

se va reduciendo el tamaño y aumentando la oscuridad creando una
atmosfera dramática y misteriosa hasta llegar al “santo de los santos”,
donde reside la divinidad. […] La orientación este-oeste de su eje de
entrada (similar al movimiento del sol) y la división tripartita del espacio
interior, con su jerarquía creciente de santidad equivale a la división
tripartita del mundo: Inframundo (tienda del encuentro, atrio), Tierra
(el santuario, santo) y Cielo (Santo de los Santos, Sanctasanctorum), el
espacio separado con un velo donde reside el Arca de la Alianza (Ex 26-
27).
MOISÉS Y EL REY SALOMON
Moisés y el rey Salomón son dos de los principales

patriarcas del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Ambos se caracterizan por la doble vertiente de
místicos y legisladores. Moisés subió al Sinaí a
conocer a Dios, pero no se quedó con Él en la cima
del monte, una vez recibida la Luz (el conocimiento)
descendió del monte para mostrarla a su pueblo y
legislarlo de acuerdo a los preceptos recibidos.
El rey Salomón es la analogía del Venerable Maestro

quien ostenta el cetro como símbolo del poder
político y la espada flamígera como símbolo del poder espiritual.
EL ARCA DE LA ALIANZA Y LA SHEJINÁ
El tercer mes después de la salida de Egipto, los israelitas acamparon

frente al monte Sinaí dónde el Señor convocó a Moisés para ofrecerle el
pacto que selló la alianza de Dios con el pueblo de Israel. (Ex 19).
Moisés recibió en el monte Sinaí la Ley que había de cumplir su pueblo

y las instrucciones para construir el Santuario donde habitará y el Arca,
que guardará las Tablas de la Ley (Ex.25).

El Arca fabricada con madera de acacia

enchapada en oro puro se ha asociado
al Trono Celestial la Merkabá de la
visión de Ezequiel. Puesto que encima
del Arca se manifestaba su presencia
divina, la Shejiná.
La Cábala identifica la Shejiná como la

presencia de Dios que se manifestaba
sobre el Arca de la Alianza. El cabalista
español Joseph ben Abraham Gikatilla explica que cuando Israel pecó el
Templo fue destruido; entonces se perdió su nombre (La Palabra
Perdida) y la Shejiná salió para habitar en el templo interior de todos
los hombres justos.
En el Zohar podemos leer:
Todos los mensajes que el Rey supremo envía aquí abajo, llegan por
mediación de la Shekinah; y todos los mensajes que el mundo inferior
manda al Rey llegan a la Shekinah, que los transmite al Rey. Así
tenemos que la Shekinah es la intermediaria al mundo de arriba para
responder al de aquí abajo, y viceversa».(Zohar III, 50b-51a).
Algunos cabalistas identifican a este intermediario con Metratron-

Enoch, y otras tradiciones lo asocian a Toth, Hermes y Mercurio.
EL TABERNÁCULO Y EL TEMPLO

El Rey Salomón construyó el Templo de Jerusalén siguiendo el modelo

celestial del Tabernáculo que levantó Moisés. El Templo reproducía la
forma rectangular del Tabernáculo, doblando sus dimensiones. “Tú me
ordenaste edificar un santuario en tu monte santo y un altar en la
ciudad donde habitas, imitación de la Tienda Santa que habías
preparado desde el principio” (Sab. 9,8).
LAS DOS COLUMNA
Ante el vestíbulo de entrada del Templo Hiram

levantó dos columna de bronce de gran tamaño,
con gruesos capiteles decoradas con granadas
que llevaban por nombre “Yaquin” (ubicada al
sur) y Boaz (ubicada al norte).
Estas columnas puso enhiestas en el portal del

templo. Y cuando hubo enhestado la columna de
la mano derecha, le puso por nombre Jaquín (El
SEÑOR establece); y enhestando la columna de
la mano izquierda, le puso su nombre Boaz (Solo en El hay fortaleza). 1
Reyes 7:20-22
Según Karen Armstrong “es difícil establecer el significado de estos

nombres, Quizá sean las primeras palabras de dos bendiciones que los
vincularían a la dinastía davídica: Yakkin YHWH (Que el Señor establezca
el Trono de David para siempre) Boaz Yahweh (Por el poder de YHWH).
Otras interpretaciones hacen referencia al simbolismo de los pilares

cósmicos que formarían una puerta de luz o incluso al Paraíso donde las
columnas con ornamentación floral harían referencia al Árbol de la Vida
y al Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal.
Para los cabalistas el hecho que el ser humano fuera creado a imagen y
semejanza de Dios les sugirió la idea de representar el árbol sefirótico
en el cuerpo humano. Las sefirot Keter, Jojmá y Biná coincidirían con la

cabeza, Jesed y Guevurá con los brazos. Tiferet con el corazón. Netzaj y
Hod con las piernas, y Yesod con los genitales. Maljut reflejaría todo el
cuerpo. De esta manera las sefirot constituirían el gran cuerpo divino
(macrocosmos) y el cuerpo humano su reflejo, el microcosmos.
Joseph Gikatilla (1248-1325) en su obra Pórticos de Luz revela el secreto

de las dos columnas. “En verdad las columnas puestas por Salomón
fueron dos. Sus nombres eran Yakin y Boaz. A este misterio se refiere el
Cantar: “Sus piernas eran como columnas de Mármol sobre basas de
oro fino”. “Las piernas simbolizan la Victoria y la Majestad”. “Las dos
columnas de Mármol equivalen al misterio de las dos Tablas, gracias a
las cuales se unen la Torá Escrita y la Torá Oral”. “Debes saber que el
atributo Boaz (séfira Hod) recibe la fuerza y la energía del Rigor
(Geburah) y de la inteligencia (Bináh)”.”Todo el que estudia la Torá
unifica la Tienda, el Nombre y el misterio de Yakin y Boaz”.
En el esquema antropomórfico de las sefirot Netzaj (Triunfo) y Hod

(Majestad) tienen como símbolos las dos piernas que corresponden
respectivamente a las columnas Yakín y Boaz. Gikatilla divide el término
Bo’az en dos: bo (en él) az (fuerza), “porque en ella estaba derramada la
fuerza y la potencia derramada desde el Juicio de arrriba”.
Sobre la columna Yakín, Gikatilla escribe: “Debes saber que el rey

Salomón hizo levantar la columna derecha llamada Yakín”. “por la
acción de la columna Yakín se mantiene la ciudad de Sión y de
Jerusalén” Yakín significa: preparar, disponer, edificar, fortalecer Sión
(Yesod) y Jerusalén (Malkhut).
Yakín también se ha identificado con los mandamientos positivos y Boaz

con los negativos.

LAS TRES COLUMNAS
En el templo masónico se
disponen tres columnas
alrededor del cuadro de logia,
sus nombres coinciden con tres
de las sefirot del árbol
cabalístico. Jojmá simboliza la
sabiduría, Guevurá la fuerza y
Tiferet la belleza.
LAS GRANADAS
En el Cantar de los Cantares las granadas se

relacionan con el amor y la fertilidad:
Por la mañana iremos a las viñas,

a ver si ya tienen brotes,
si ya se abren sus botones,
y si han florecido los granados.
¡Allí te daré mi amor!
LA MENORÁ
Visión de la menorá (Zacarías 4:2) y detalle del Arco de Tito que conmemora la victoria sobre
Jerusalén (año 70) y exhibe los trofeos saqueados tras la destrucción del Segundo Templo.

De acuerdo con la Biblia, el Señor mandó a Moisés construir una

menorá para que fuera dispuesta sobre la Mesa de los Panes del
Tabernáculo. Éxodo 25:31-40.
El candelabro lo colocó frente a la mesa, es decir, en la parte sur del

santuario. Luego encendió las lámparas delante de Dios, pues así él se
lo había ordenado. Éxodo 40: 24-25.
En el capítulo IV del libro de Zacarías, el profeta tiene la visión de la

Menorá que se relaciona con la reconstrucción del templo del Señor
que emprenderá Zoroabel. Las siete luces del candelabro se definen
aquí como representación de los siete ojos de Dios que recorren el
mundo. También se ha interpretado el candelabro como la
prefiguración del conjunto de entes del mundo superior.
Hecho de una sola pieza de oro puro para representar la
pureza de la Unidad Eterna, el candelabro de siete brazos
es un símbolo de los Diez Atributos Divinos. Con los de la
Misericordia a la derecha, los de la Justicia a la izquierda y
los de la Gracia en el centro. La Misericordia,, la Justicia y
la Gracia también están simbolizadas de nuevo en la base
del trípode., Los Cuatro Mundos también están incluidos
en el diseño. (Z’ev ben Shimon Helevi).
LOS HIJOS DE LA VIUDA
Los masones también son conocidos como

los Hijos de la Viuda. Atendiendo al origen
bíblico de esta denominación podemos
interpretar su significado como los
descendientes del Rey David puesto que en
el Libro de Ruth se hace referencia a ella
como la viuda que se casó con Boaz,
antepasado mítico de David.

LA ROSA
En el Zohar podemos leer:
"Así como la rosa entre las espinas, así se

encuentra mi bien amada entre las doncellas"
“La rosa se asienta sobre sus cinco hojas

fuertes semejantes a cinco dedos. Y esta rosa
es la copa de la bendición”.
Ester Cohen escribe: “Esta rosa protegida por espinas sugiere un

espacio separado, privilegiado y de difícil acceso que sugiere un viaje
simbólico que tendrá como objetivo llegar al centro de la rosa”.
Podemos interpretar estas palabras identificando la Rosa como el

misterio protegido a los ojos de los profanos.
Por su parte Juli Peradejordi sugiere: “Las “cinco hojas fuertes” que
menciona el Zohar corresponden también a los cinco libros de la Torah,
que es el regalo que el Eterno entregó a Israel a través de Moisés en el
monte Sinaí”.
Ester Cohen añade: “Figuras como el laberinto y la rosa, como el palacio

y la llave, ponen en contacto la Cábala española con un universo que
trasciende las fronteras del pensamiento judaico y la sitúan en una
esfera universal”.
A partir de estas interpretaciones podemos establecer analogías entre

la Rosa y La Copa de las Bendiciones. Nos encontramos en la Edad
Media, en la época de las cruzadas y el amor cortés dónde tiene lugar
“la quête” (la búsqueda). La Rosa será substituida por el Santo Grial que
no será recuperada hasta tiempo después por el movimiento rosacruz.
¿Qué es la Rosa, qué es el Grial? La respuesta quizás siempre ha estado

delante de nuestros ojos. La búsqueda del Grial nos inspira la caballería
espiritual dónde las cruzadas tienen lugar en nuestro interior. Tras la

derrota de las cruzadas y la aniquilación de la Orden del Temple la

caballería operativa transmuta en caballería espiritual y la Jerusalén
terrenal en la Jerusalén Celestial. Beber de la Copa de la Bendición (el
Santo Grial) es sellar el pacto, pero la copa está oculta y protegida
entre espinas, sólo algunos héroes conseguirán alcanzarla.
LA RAMA DE ACACIA
La madera de acacia también denominada por

los hebreos madera de setim era considerada
sagrada por los judíos. En Éxodo 25:10-16
podemos leer las instrucciones que recibió
Moisés por parte del Señor para construir el
Arca de la Alianza con madera de acacia
chapada en oro.
La acacia como símbolo de renacimiento

también tiene un papel destacado en relato de la muerte de Hiram.
LOS CINCO PUNTOS DE LA MAESTRÍA
El profesor Javier Alvarado considera que la regeneración de la

ceremonia de elevación al grado de Maestro “tal vez provenga del
repertorio de creencias judías y prácticas cabalistas de las cuales hay

algunos ejemplos en el Antiguo Testamento, en las vidas de Elías, Eliseo

y Jacob.
En 2 Reyes podemos leer:
32 Y venido Eliseo a la casa, he aquí que el niño estaba muerto tendido

sobre su cama.
33 Entrando él entonces, cerró la puerta tras ambos, y oró a Jehová.
34 Después subió y se tendió sobre el niño, poniendo su boca sobre la

boca de él, y sus ojos sobre sus ojos, y sus manos sobre las manos suyas;
así se tendió sobre él, y el cuerpo del niño entró en calor.
35 Volviéndose
viéndose luego, se paseó por la casa a una y otra parte, y después
subió, y se tendió sobre él nuevamente, y el niño estornudó siete veces, y
abrió sus ojos.
LA PALABRA PERDIDA
La tradición judía considera que tras la destrucción del Templo de

Jerusalén se perdió el conocimiento del verdadero nombre de Dios y
por eso se recurre a nombres sustitutivos como Elohim, Adonai o
incluso las consonantes del mismo nombre. En el rito masónico la
pérdida se produjo
rodujo con la muerte del Maestro Hiram.

La tradición judeo-cristiana alude a la desgraciada pérdida, caída u

ocultación de “algo” que debe ser encontrado. Así, tras la Caída, Adán y
Eva perdieron el estado de inocencia originaria y fueron expulsados del
Paraíso terrenal. También en Babel, el orgullo de los hombres ocasionó
la pérdida de la lengua común y provocó su confusión y desencuentro.
Todos estos temas se prolongaron en el argumento de la pérdida del
nombre secreto de YAHVEH tras la destrucción del Templo de Jerusalén.
En efecto, para la tradición judía, el verdadero nombre de Dios (Shem ha
Mephorash) permanece tan oculto que nadie sabe cómo se escribe. Por
eso se recurre a representaciones alternativas o sustitutivas
como Elohim, Adonai o El Shaddai. Incluso el nombre YHVH es también
un nombre sustitutivo. Tampoco nadie sabe ya cómo se pronuncia.
Además, dado que la escritura hebrea carece de signos vocales, las
consonantes no pueden reflejar la verdadera pronunciación del nombre
de Dios si antes no se ha oído. No obstante, según la tradición judía,
sólo el sumo sacerdote de Jerusalén conocía cómo se escribía y se
pronunciaba el verdadero nombre de Dios, pues había recibido ese
secreto de su antecesor y debía transmitirlo a su sucesor. El era el único
que podía entrar una vez al año en el Sancta Sanctorum y pronunciar su
sagrado nombre. Sin embargo, la transmisión de ese secreto acabó por
interrumpirse en cierto momento de manera que ya nadie sabía cuál era
y cómo se pronunciaba el verdadero nombre de Dios.
Pues bien, la masonería denominó a este tema la “búsqueda de la

Palabra perdida”, es decir, el nombre de Dios. Varios grados masónicos
se basan en este leitmotiv y ofrecían una “palabra reencontrada” o un
“nombre sustituto”.
Extractado de:
Javier Alvarado Planas, Apercepciones sobre la iniciación masónica,

Madrid, 2019, pp. 147-179.

EL NÚMERO SIETE
El siete es uno de los números más significativos de nuestra orden,

recordemos que siete masones configuran la logia Justa y Perfecta, de
la misma manera que el 7 simboliza la edad del Maestro Masón.
Jean Hani en “El simbolismo del templo cristiano” explica que el siete
es uno de los números sagrados más importantes, puesto que
manifiesta la relación entre la divinidad representada por el número 3 y
la creación representada por el número 4.
En la Cábala hebrea encontramos el número siete, en los 7 arcángeles

del libro de Enoch I, los 7 días de la creación, los 7 cielos, las 7 luces de
la menorá, los 7 planetas, las 7 plagas de Egipto, los 7 años que duró la
construcción del Templo de Salomón y los 7 escalones de acceso al
templo que visionó Ezequiel. También podemos citar El Pan de los Siete
Cielos que hace referencia a los 7 espacios de santidad por los que
discurre el alma después de la muerte, las 7 sefirot inferiores que están
unidas a este mundo, la séptima generación de Adán que corresponde a
Enoch/Metratrón y el Shabat, el séptimo día.
Referente a la festividad de la Pascua en Ezequiel 45-23 podemos leer:

“Y durante la solemnidad de los siete días ofrecerá al Señor en
holocausto siete becerros y siete carneros sin defecto, cada día durante
siete días; y un macho de cabrío por el pecado, cada uno de los días”.

LAS TRES LUCES
En el judaísmo el concepto de las tres luces

considera que por encima de todos los poderes
emanados existen “en la raíz de todas las raíces”
tres luces escondidas que no tienen comienzo,
“porque son el nombre y la esencia de la raíz de
todas las raíces y quedan más allá de la
capacidad del entendimiento”. Se subraya que q
estas tres llaves constituyen una esencia y una raíz “que está
infinitamente escondida”, formando una especie de trinidad cabalística
que precede a la emanación de las 10 sefirot.
En la terminología de la cábala estas tres luces se llaman esplendores y

se las concibe como las raíces de las tres sefirot superiores que emanan
de ella. Según Gershom Scholem, la necesidad de postular esta extraña
trinidad se aplica por la exigencia de hacer que las diez sefirot se
correspondan con los 13 atributos que se pr predican
edican de Dios.
Más adelante, afirma Scholem, los cristianos encontrarán en esta teoría

una alusión a su propia doctrina de la Trinidad.
LOS TRES PUNTOS
El concepto de los tres puntos aparece en el Zohar,

concretamente en la sección, de Bereshit donde
pod
podemos
emos leer: “Este punto sembró en el interior de
ese Palacio el misterio de tres puntos: jolam, shuruk,
jirik, y cada uno fue incluido uno en el otro y
devienen en un solo misterio”.
Este párrafo hace referencia al principio de la creación a partir del

resplandor
plandor inicial, los tres puntos son el nombre de las tres vocales
hebreas asociadas a los elementos aire, fuego y agua, y a las sefirots

Tiferet, Hod y Netzaj, en clara alusión la Palabra (voz) como principio de

la creación.
Algunos cabalistas asocian cada una de estas tres vocales a cada una de
las tres columnas del Árbol de la Vida. Jolam haría referencia a la
columna derecha, Shuruk a la izquierda y Jiric a la central. Las vocales
hebreas (Nekkudot) son las que aportan la energía que las consonantes
precisan para obrar la creación. Otros cabalistas ven en los tres puntos
la representación de la tríada superior del Árbol de la Vida: Maljut,
Jojmá y Biná.
El profesor Francisco Javier Perea Siller, en un artículo sobre Fray Luís

de León y la cábala cristiana, apunta que en el siglo XVI, tanto Alonso de
Orozco como el propio fray Luis: “señalan que el nombre de Yahveh
(YHVH), el Tetragrama, se suele escribir con tres signos “.·.” que son
signo de la Trinidad. Tal forma de representar el Tetragrama era común
entre los cabalistas cristianos de la época, como ha estudiado
detenidamente Swietlicki. Ambos autores hacen derivar el nombre de
“Jesús” del Tetragrama, al que se le añade la letra hebrea “shim” en el
caso de Orozco, o dos eses, en el caso de Fray Luis, que habla del
nombre de Jesús en español. Esta exégesis proviene de Pico della
Mirándola, aunque fue Reuchlin quien le dio la formulación más
cercana a los textos de Orozco y Fray Luis”.
LA ESCALERA DE JACOB
En el sueño del patriarca Jacob aparece una escalera por la que suben y
bajan los ángeles. Esta escalera se ha interpretado
como símbolo de ascensión espiritual y vía de
comunicación entre el Cielo y la Tierra.
La imagen de la escalera del Grado 30º lleva

inscripciones hebreas en el primer ramal que
pueden traducirse de abajo arriba como
Prudencia, Paciencia, Trabajo, Fe, Dulzura, Pureza y

Justicia Social. Las Siete Artes Liberales aparecen en el segundo ramal.
LA LLAVE DE MARFIL
El Santo Misterioso grabó un punto, y en este

punto encerró todo bajo una llave y esta llave
lo encierra todo; es la llave lo esencial, la que
abre y la que cierra. Este palacio encierra
misterios, unos más grandes que otros. El
palacio de la creación cuenta con cincuenta
puertas; diez dan a cada uno de los puntos
cardinales, lo que da como resultado
cuarenta puertas. Nueve puertas dan al cielo
y hay una que no se sabe si da acceso a lo alto o a lo bajo, por eso es
misteriosa. Todas estas puertas tienen una única cerradura; hay un
lugar donde cabe la llave, no podemos conocerla si no es por la llave. (El
Zohar)
Ester Cohen: La puerta no es sino el acceso a la revelación, a una

realidad superior. Para traspasar esas puertas, esos espacios que
comunica al mundo inferior con el superior, la llave es esencial, es la
clave de todas las cerraduras. […] Se trata para el Zohar de llegar al
sentido misterioso y enigmático de la Escritura pasando por sus
diferentes niveles (de interpretación). [---] Desterrado y arrojado del
Templo, el místico se propone la recuperación de la unidad a partir de
su propia individualidad.
EL GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO
“La Kabbalah explica que el universo entero está

bajo el control de un Gran Arquitecto. Este último
deja su marca sobre todo lo que sucede, colectiva
o individualmente, tanto en el plano espiritual
como material. Por voluntad propia o a pesar

nuestro, la ejecución de nuestros actos proviene del impulso de ese

dedo divino”
Georges Lahy
Plantón fue primer pensador que concibió a Dios como un “Arquitecto

del Universo.
En Timeo podemos leer: […] ¿Cuál es en este caso el autor y padre de

este universo? Es difícil encontrarlo; y cuando se le ha encontrado, es
imposible hacerle conocer a la multitud. En segundo lugar, es preciso
examinar conforme a qué modelo el arquitecto del universo lo ha
construido […]
Por su parte el filósofo judío Filón de Alejandría, profundizó y

desarrolló la idea de un Dios arquitecto que se baso en un plano para
construir el Universo. Dios es el arquitecto, el mundo inteligible será el
plano y la casa a construir el orden de lo sensible.
LA CÁBALA CRISTIANA
Es importante trazar una línea de distinción entre la

Cábala Hebrea, que es la que hemos analizado hasta
ahora y lo que a partir del siglo XV se conocerá como
Cábala Cristiana y que también tendrá una gran
influencia en algunos de los grados del R.·.E.·.A.·.A.·.,
entre los que hay que destacar el Grado 18 del
Caballero Rosa Cruz.
La Cábala Cristiana surgió en Florencia a finales del

siglo XV. Años antes algunos judíos conversos al
cristianismo como Abner de Burgos sostenían una visión cristológica de
la Cábala intentando demostrar que en realidad era una teología
cristiana oculta.

El año 1463 la familia Medici encargó a Marsilio Ficino la traducción del

griego al latín de la filosofía pagana, entre otras las obras de Platón y las
atribuidas a Hermes Trismegisto. A raíz de las traducciones, Ficino
elaboró la teoría llamada Prisca Theologia que consideraba toda la
literatura escrita antes de Jesús presentaba de forma velada la teología
cristiana. Platón, Pitágoras, Hermes y Zoroastro habían sido
transmisores del cristianismo oculto que se remontaba a los tiempos
adámicos.
Giovanni Pico della Mirandola que fue el gran precursor de la Cábala

Cristiana del Renacimiento, escribió:
“Cuando adquirí estos libros cabalísticos a un precio no exiguo para mí

los hube leído con la mayor diligencia e incansable esfuerzo, vi en ellos
(dios es testigo) no tanto la religión mosaica como la religión cristiana.
Allí está el misterio de la Trinidad, allí la encarnación del Verbo, allí la
divinidad del Mesías; allí he leído acerca del pecado original, su
expiación mediante Cristo, la Jerusalén Celestial, la caída de los
demonios, los órdenes de los ángeles, el purgatorio y los castigos del
infierno, lo mismo que leemos diariamente en Pablo y Dionisio, en
Jerónimo y Agustín. Pero en aquellas palabras que conciernen a la
filosofía, parece escucharse realmente a Pitágoras y a Platón, cuyos
principios están tan estrechamente ligados con la fe cristiana que
nuestro Agustín da inconmensurables gracias a Dios porque los libros de
los platónicos llegaran a nuestra manos”.
LA CÁBALA EN LOS LEMAS Y DIVISAS
Fiat Lux y Ordo ab Chao son dos lemas en los

que podemos establecer analogías con el libro
del Génesis.

Fiat Lux (Hágase la Luz). El Libro Primero de Moisés conocido como el

Génesis, empieza con estas palabras:
En el comienzo creó Dios el cielo y la tierra. Y la tierra estaba informe y vacía, y
había oscuridad sobre el haz del abismo; y el espíritu de Dios se cernía sobre la faz
de las aguas. Y dijo Dios: “Haya Luz”, y hubo luz.
Ordo ab Chao (después del caos el orden). En Cábala un lema popular es

“Tohu va-bohu” que hace referencia al caos inicial que cita el Génesis
antes de que Dios creara el mundo.
Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra. La tierra era un caos total, las tinieblas
cubrían el abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. Y
dijo Dios: «¡Que exista la luz!» Y la luz llegó a existir. Dios consideró que la luz era
buena y la separó de las tinieblas.
Este lema en el que se hace referencia al orden sobre el caos que

estableció Dios para hacer posible la vida también coincide con la
cosmología cabalística luriana en la cual a partir de la primera
contracción del Ein-sof (infinito) entra al universo recién creado la
energía inicial con toda la fuerza (Tizmtzum Alef) produciendo un caos
que empezará a ser reparado en la segunda emanación (Tzimtzum Bet).
LA CÁBALA EN LOS CUADROS DE LÓGIA Y EMBLEMAS
El Templo de Salomón y la muerte del Maestro Hiram son quizás las

referencias más significativas y numerosas en la simbología de los
cuadros de logia y emblemas de los distintos grados. Entre estos los

símbolos, a parte del Templo, encontramos las columnas J y B, la rama

de acacia, Los escalones, el pentagrama, la menorá, las Tablas de la Ley,
La llave, la 9 Bóvedas, la Rosa, la letra Yod, el Tabernáculo, la Serpiente,
la Palabra Perdida, y la Escalera de Jacob.
EL HEXAGRAMA Y EL PENTAGRAMA
Estos dos símbolos son universales debido a

que han sido utilizados por distintas
tradiciones a los largo de la historia. En Europa
el hexagrama es conocido como la Estrella de
David Y el pentagrama como el Sello de
Salomón.
En términos cabalísticos debemos

remontarnos a unos de los libros más
secretos y enigmáticos de la cábala. Nos
referimos al “Sefer Raziel HaMalach”, el Libro del ángel Raziel que le fue
entregado a Adán cuando fue expulsado del paraíso y manifestó su
arrepentimiento y deseo de volver a entrar cuando lo mereciera. El libro
contiene el conocimiento de las enseñanzas secretas para forjar los
talismanes que la humanidad necesitará para lograr beneficios y evitar
las adversidades de la predestinación.
Uno de los principales objetivos de la cábala es la conciliación de los

contrarios, es decir volver a la unidad a partir de la dualidad. El
cabalista, como el masón, siempre busca la unión y rechaza las
divisiones que siempre conllevan a los conflictos. Se trata de alcanzar la
conciencia álef (unidad) en detrimento de la bet (dualidad).
El triángulo refleja este objetivo donde los dos vértices inferiores

simbolizan la dualidad y el vértice superior la unidad que se debe
conseguir. Al mismo tiempo el cabalista que transita por el mundo
inferior de la materia y los mundos espirituales superiores también se
esfuerza para que el dualismo de los mundos superiores converja en la

unidad del mundo inferior. Este segundo trabajo quedaría representado

por la inversión del triángulo anterior.
Este doble trabajo, que es uno, es el representado por la Estrella de

David donde se entretejen ambos triángulos dibujando 6 puntas. El
punto central de la Estrella de David simbolizará la Perfección del
Hombre, el número 7, la unidad en lo inferior y la unidad en lo superior.
La Luz que el hombre recibe de Dios.
Pero cuando el hombre no es consciente que la Luz recibida debe ser

empleada para el bien de la humanidad aparece el egoísmo simbolizado
por el número 6 representado por la letra hebrea “vav”. El hombre con
Dios es el número siete, el hombre por el hombre y para el hombre es el
número 666.
LA PRESENCIA DE LA CÁBALA EN LOS RITUALES DEL R.·.E.·.A.·.A.·.
La siguiente relación está extraída del “Manual de la Masonería” de

Andrés Cassard (1871) que recoge los 33 grados del R.·.E.·.A.·.A.·., de los
que intentaré enumerar algunos de símbolos cabalísticos más
significativos de los encontrados entre los grados 4º y 30º.
Los Grados del 4º al 16º están todos inspirados en el Antiguo

Testamento y sus leyendas giran alrededor de la figura del Rey
Salomón, la construcción del Primer Templo, su destrucción, el exilio a
Babilonia, y el posterior regreso y construcción del Segundo Templo.
GRADO CUARTO-MAESTRO SECRETO
En el catecismo del grado se hace referencia expresa al verdadero e

inefable Nombre del G.·. A.·.D.·.U.·. del cual se perdió su pronunciación
y se explica que se encuentra en los misterios de la cábala y en el
alfabeto angélico.
 La logia representa el Sanctum Santorum del Templo de Salomón.

 El Poderoso Maestro es el Rey Salomón, el Inspector Adorinam.

 Símbolos: La Llave de Marfil, los querubines, los levitas, la

Shequinah, El Arca de la Alianza, la letra Yod, las Tablas de la Ley,
la Menorá…
GRADO QUINTO -MAESTRO PERFECTO
 La leyenda del grado gira en torno a la preparación del funeral del

maestro Hiram por parte del Rey Salomón.
 El catecismo del grado hace referencia a la simbología de las
columnas del templo y a la pureza del corazón de Hiram como
símbolo de la perfección a la que debe llegar todo masón.
GRADO OCTAVO –INTENDENTE DE LOS EDICIFICIOS O MAESTRO DE

ISRAEL
 El presidente de la logia representa al rey Salomón.

 Símbolos: El Templo, El Mar de Bronce, La Menorá, la rama de
acacia, los Siete Escalones, Moisés.
GRADO DOCE- GRAN MAESTRO ARQUITECTO
Según la historia del grado Salomón lo estableció con objeto de formar

una escuela de arquitectura para llevar a cabo la promesa que hizo a
Enoch, Moisés y David, de que con el tiempo, el Señor habitaría en su
Santo Templo y sería su nombre reverenciado.
GRADO TRECE - REAL ARCO
Este rito escenificaba el descenso de tres masones por el sistema de

criptas bajo el solar del templo de Jerusalén. En la novena y última
cámara halló un triángulo de oro adornado con una piedra de ágata (la
piedra de fundamento Schethiyah, o piedra filosofal) y la “palabra
reencontrada” representada por el Tetragrama (YHVH). Allí, Jabulum o
Guibulum comprendió lo que significa realmente la revelación hecha a

Moisés ante la zarza ardiente (Exodo 3,14), Eheieh ascher Eheied (YO
SOY QUIEN YO SOY), tras mantener este paradójico diálogo:
“- Quien sois.
- Yo soy quien yo soy. Mi nombre es Jabulum”.
Entonces le entregó una placa triangular de oro con su nombre inscrito y

la indicación de que sólo podía ser pronunciado correctamente por tres
maestros masones.
La aparición de Henoch en el ritual masónico tenía un sentido

legitimador evidente pues, dada su intimidad con Dios, como no murió,
sino que “desapareció porque Elohim se lo llevó” (Génesis 5, 24), su
protagonismo en la construcción del sistema de bóvedas y la colocación
del triángulo de oro con el nombre de Dios mostraba un método
concreto a seguir para alcanzar la realización espiritual.
[…] Ya hemos explicado que este descenso hasta la última cámara para
recuperar la Palabra perdida implicaba un posterior ascenso y salida por
la “abertura” dejada tras desplazar la clave de bóveda. También hemos
mencionado que esta dovela central, asociada a la fontanela del cráneo,
está representada en la buharda superior que aparece dibujada en
algunos trazados del grado de maestro masón. En todo caso, importa
destacar que la masonería ha vinculado el tema del descenso
subterráneo con la búsqueda de la Palabra perdida, y que
dicha Palabra, o un nombre sustituto, es Yo soy yo.
Extractado de:
Javier Alvarado Planas, Apercepciones sobre la iniciación masónica,

Madrid, 2019, pp. 147-179
René Guénon, por su parte, asocia la cripta a la cueva iniciática y las

nueve claves de bóveda a las nueve puertas del Cielo.
GRADO 14 – GRAN ELEGIDO, PERFECTO Y SUBLIME MASÓN

Este grado se desarrolla en la Bóveda Sagrada y está adornada con

todos los muebles y joyas sagradas del Templo de Salomón, y las
columnas de Enoch.
El ritual es un homenaje a la alianza entre Dios y el pueblo judío que

sucedió en tiempos de Moisés. Se hace referencia a la pérdida de la
sabiduría de Salomón con la consecuente profanación del Templo y el
resurgimiento de la idolatría por parte del pueblo de Israel, que terminó
con el castigo de Dios de la mano del Rey de Babilonia Nabucodonosor
al destruir el Templo.
GRADO QUINCE – CABALLERO DE ORIENTE O DE LA ESPADA
La leyenda de este grado narra el exilio y cautividad de los judíos en

Babilonia, el regreso a Israel y la construcción del Segundo Templo bajo
la dirección de Zoroabel. Según la instrucción del ritual, el iniciado, en
estos grados, aparece con el doble carácter de masón y guerrero y
debe estar constantemente preparado, o bien para el trabajo, o bien
para el combate. El regreso a Israel se interpreta como el tránsito de las
tinieblas (Babilonia) a la luz (Jerusalén).
GRADO DIECISEIS – PRÍNCIPES DE JERUSALÉN
Este grado es una continuación del anterior en el que se hace hincapié

en las hostilidades y dificultades que tubo la construcción del Segundo
templo.
GRADO DIECISIETE – CABALLERO DE ORIENTE Y OCCIDENTE
En este grado dejamos atrás la mística judía para situarnos en la época

de las cruzadas, es decir en el cristianismo. Se ha identificado
simbólicamente a los Caballeros de Oriente y Occidente como los
sucesores de los esenios (los Hijos de la Luz). En este grado podemos
entrever los símbolos cabalísticos en relación al número siete que
algunos han asociado a los siete arcángeles y a siete de las 10 sefirot.

GRADO DIECIOCHO – SOBERANO PRINCIPE ROSA-CRUZ
El símbolo cabalístico de la Rosa, ahora sobre la Cruz, al igual que la

palabra reencontrada “INRI” como nuevo Tetragrama marcan una
nueva etapa. Según René Guénon se trata de “la situación de la
tradición cristiana frente a la hebrea, o el remplazo de la Antigua Ley
por la Nueva Ley”. Podemos afirmar que este grado, donde también
tienen un protagonismo especial Las Tres Virtudes Teologales y el
Banquete Místico del Jueves Santo, tiene la clara influencia de la Cábala
Cristiana, donde la antigua tradición es asimilada y readaptada por el
cristianismo.
GRADO DIECINUEVE – GRAN PONTÍFICE O SUBLIME ESCOCÉS
Este grado junto al 17 y 18 se enmarcan en la tradición del Nuevo

Testamento, concretamente en el Apocalipsis de San Juan y la visión de
la Jerusalén Celeste.
GRADO VEINTE – GRAN MAESTRO DE TODAS LAS LOGIAS SIMBÓLICAS

AD VITAM
Considerado un grado de tradición templaria, hace referencia al Templo

de Salomón incidiendo en la liberación de los judíos del exilio de
Babilonia por parte del Rey Ciro y en la reconstrucción del Templo por
parte de Zorobabel. También alude a la condición de masones de los
que participaron tanto en la construcción del primer y segundo templo,
como en la participación de las cruzadas.
GRADO VENTIUNO – NOAQUITA O CABALLERO PROSIANO
En el marco de la tradición medieval de las órdenes de caballería este

grado retorna al Génesis, concretamente a los descendientes de Noé
que construyendo la Torre de Babel desafiaron al Gran Arquitecto del
Universo. Según la leyenda del grado, Peleg, el arquitecto de la Torre
de Babel, se arrepintió de su osadía, hizo penitencia y fue perdonado
por Dios.

GRADOS 23, 24 ,25 y 26
Estos cuatro grados están inspirados en simbolismo del Éxodo, con

Moisés y el Tabernáculo como principales protagonistas. Una mención
especial merece el grado 26º donde la logia simboliza el Tercer Cielo del
viaje de Enoch.
GRADO VENTISIETE – SOBERANO GOBERNADOR DEL TEMPLO O

CABALLERO COMENDADOR DEL TEMPLO DE JERUSALÉN
El título del grado, la señal de la cruz del reconocimiento, la cruz

teutónica y la palabra hebrea de la joya nos evocan a la cábala
cristiana.
GRADO VENTIOCHO CABALLERO DEL SOL O PRÍNCIPE ADEPTO
Andrés Cassad en el Manual de Masonería nos informa que “los

cabalistas no están generalmente de acuerdo respecto a los nombres y
distribución de los espíritus celes que aparecen en el grado”. Esta
manifestación demuestra la influencia de los cabalistas en la
configuración de los grados.
El Paraíso representado por la logia, los Siete Querubines, Adán como

Venerable Maestro del grado y el nombre de Dios (YHVH) en el mandil
actual son símbolos evidentes de la Cábala.
GRADO TREINTA – GRAN ELEGIDO CABALLERO KADOSCH O DEL

ÁGUILA BLANCA O NEGRA
La palabra Kadosch es hebrea y significa

“eternamente puro y eternamente incorruptible”,
actualmente suele traducirse como santo o
consagrado. Uno de los principales símbolos del
grado es la escalera misteriosa de siete peldaños
con inscripciones hebreas en cada uno de ellos.

El discurso del grado hace un repaso a la historia de la masonería a

partir de las construcciones y destrucciones de los dos templos, el de
Salomón y el de Zoroabel. Este grado se presenta relacionado con el
grado de Rosa Cruz y las órdenes de caballería de los cruzados de
Jerusalén.
EL GRADO 32º DEL R.·.E.·.A.·.A.·.
En el Sefer Yetzirá (El Libro de la Formación) leemos:

A través de treinta y dos vías misteriosas de sabiduría
el Señor de los Ejércitos ha trazado su universo de tres
maneras: con la escritura, con la cifra y con el relato.
Estas treinta y dos vías son las 10 sefirot y las 22

letras del alfabeto hebreo. Las 32 veces que aparece
el nombre de Dios en el primer capítulo del Génesis.
Este número también seria la razón de los 32 grados

de la Francmasonería, que elevan al candidato a la
dignidad de un príncipe del Real Secreto, antes de alcanzar la fusión con
el absoluto que representa el grado 33º.
EL SECRETO DEL GRADO 33º DEL R.·.E.·.A.·.A.·.
La letra Shim de cuatro palos es

una letra hebrea secreta, que
todavía no está revelada. La letra
Shim de tres palos o brazos
conecta cada uno de ellos con una
sefirá del Árbol de la Vida,
concretamente con Kéter
(Corona), Jojmá (Sabiduría) y Bina
(Inteligencia). El cuarto brazo que
se revelará en el futuro será el que conectará directamente y sin
intermediarios, la humanidad con el Ein-Soft (Dios-Infinito).

Por tanto y como fin de esta exposición podemos revelar el siguiente

secreto cabalístico: las letras hebreas son 22 + 1 + las 10 sefirot que en
total suman el grado 33º del R.·.E.·.A.·.A.·..
En la imagen podemos ver la Estrella de David en el que el arriba y

abajo, que representa cada uno de los triangulo, están entrelazados. La
letra Shim de cuatro brazos en su centro simboliza que la masonería ha
finalizado con éxito su obra.
EPÍLOGO
W. Kirk MacNulty opina: El origen de la

Francmasonería es uno de los mayores rompecabezas
de la historia. El oficio operativo de los constructores,
los caballeros templarios, los arquitectos o, yendo
más atrás en la historia, los artesanos que
construyeron el Templo del rey Salomón, e incluso los
cultos misteriosos del mundo antiguo: todos se han
propuesto como orígenes de la Orden.
Sin embargo, estudios más recientes han demostrado

que gran parte del fundamento filosófico de la francmasonería procede
del Renacimiento, una intrigante mezcla de tradiciones místicas como la
Cábala y el hermetismo, con una estructura simbólica derivada de los
gremios de los oficios medievales.
Hemos visto a lo largo de esta exposición que el R.·.E.·.A.·.A.·. puede

interpretarse como un proceso de crecimiento personal (angelificación)
que comparte muchas analogías con la Cábala y que se ha ido
enriqueciendo del resto de tradiciones iniciáticas del mediterráneo. Su
objetivo final es el Tikún Olam es decir la reparación del mundo, el
concepto de Verdad y Justicia que denominaban Maat en el Antiguo
Egipto.

A tal fin, puesto que la sociedad está integrada por la mente colectiva
de todos sus ciudadanos, los masones al igual que los cabalistas saben
que para reparar el mundo se precisa primero el cambio particular de
cada uno de sus habitantes. Fue para lograr estos objetivos que quizás
pudo establecerse el método masónico del R.·.E.·.A.·.A.·..
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MASONERÍA Y CÁBALA

PRESENCIA DE LA CÁBALA EN EL R.·.E.·.A.·.A.·.

Esta imagen corresponde al friso del Gran Templo de la Gran Logia

En las siguientes páginas iremos desvelando todos estos símbolos. Por

JOAN-JOSEP DURAN MIRÓ 31º 1

tormentosas de la vida. En la Epístola a los hebreos 6, 19-20, podemos

En la actualidad la letra Yod que aparece en el centro del heptagrama

En esta exposición no pretendo hacer una aproximación historiográfica

Como masón y estudiante de cábala me remitiré a enumerar algunos de

Más allá de la exposición de la simbología común entre cabalistas y

En todo momento obvio las opiniones y interpretaciones de la llamada

JOAN-JOSEP DURAN MIRÓ 31º 2

Para empezar expongo algunas opiniones sobre la relación entre la

Julius Evola: “Está bastante extendida la convicción de que la influencia

W. Kirk MacNulty «Desde mi perspectiva personal, la Francmasonería

Monseñor León Meurin: «Las indicaciones citadas nos bastan para

Dieter Schwarz: «La totalidad de sus parábolas, leyendas y relatos, su

José Lehmann: “El origen de la francmasonería debe atribuirse al

Albert G. Mackey: La idea del simbolismo de Hiram Abif aunque

JOAN-JOSEP DURAN MIRÓ 31º 3

Los orígenes míticos de la cábala se remontan a los tiempos bíblicos.

“El Sefer Razi’el ha-malak (Libro del ángel Raziel), también

La versión mítica más popular sobre el nacimiento de la cábala se

La tradición rabínica considera que Moisés recibió del Sinaí la Torá

JOAN-JOSEP DURAN MIRÓ 31º 4

Algunos estudiosos defienden que la Torá Oral que recibió Moisés

Esta disyuntiva parece resolverse en el capítulo XIV del libro IV de

1. Al tercer día, mientras estaba bajo un árbol,

3. La voz prosiguió: Me aparecí a Moisés y le hablé desde el espino,

4. Lo envié como mensajero; hice que mi pueblo saliera de Egipto, lo

5. Le conté muchas maravillas, le expliqué el misterio de los días, le hice

6. Le di esta orden: Explica esto, esconde esto otro.

La última sentencia “Explica esto, esconde esto otro” también se ha

A partir de lo expuesto podemos definir la Cábala como la transmisión

La palabra cábala etimológicamente tiene dos significados, el primero y

JOAN-JOSEP DURAN MIRÓ 31º 5

“mundos paralelos”. Actualmente la cábala podría definirse como el

Miniatura de la Pascua Judía en la

FUENTES BÍBLICAS Y MASÓNICAS

Para este trabajo se han tenido en cuenta las siguientes fuentes

Respecto a las fuentes masónicas debemos remitirnos en primer lugar

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JOAN-JOSEP DURAN MIRÓ 31º 6

palabras sagradas, las palabras de pase y las ceremonias que

El paralelismo más destacado de la Cábala en la masonería se hará

Puesto que la masonería y la cábala comparten el lenguaje simbólico es

LOS NIVELES DE INTERPRETACIÓN DE LA TORÀ

La Torá tiene cuatro niveles o maneras de ser interpretada, las cuales se

Peshát: el nivel de interpretación que atiende al sentido literal del

Derásh: es el nivel de interpretación homilética que atiende al sentido

JOAN-JOSEP DURAN MIRÓ 31º 7

original por lo que para purificarnos es fundamental el bautismo. En la

Sod (secreto): es el nivel místico de interpretación, del cual deriva

En la interpretación secreta de la escuadra y el compás se podría hacer

Recordemos que la geometría perfecta no existe en la naturaleza, sólo

LA MÍSTICA CRISTIANA Y LA MÍSTICA JUDÍA

Según Evelyn Underhill la mística cristiana es una forma de

JOAN-JOSEP DURAN MIRÓ 31º 8

Por su parte Elliot R. Wolfson, profesor de estudios judaicos en la

Ejemplo de transformación óntica en Éxodo 34

28 Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y

29 Y aconteció que descendiendo Moisés del

30 Y Aarón y todos los hijos de Israel miraron a Moisés, y he aquí, la tez