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LUX EX TENEBRIS
I CON KAD “GUANIPA Nº 11”
DEPTO de EL TIGRE
S E P
TESIS PARA OPTAR AL GRADO 19°

RH PEDRO FARINHAS


Gr 18°
INDICE

Página

Introducción ………………………………………………………….... 2

Desarrollo ………….……………………………………………………. 4

Conclusión ………………………………………………………………. 20

Bibliografía ……………………………………………………………… 22
INTRODUCCIÓN

Cada masón aplica a su propia fe y credo, los símbolos y ceremonias de este


Grado, como le parezca a él apropiado. Con éstas especiales interpretaciones
aquí no tenemos nada que hacer.
De modo que las Ceremonias de este grado reciben diversas explicaciones; cada
uno interpretándolas para sí, y sin ofenderse por la interpretación de ningún otro.

El grado de Rosa Cruz enseña tres cosas: la unidad, la inmutabilidad y la bondad


de Dios; la inmortalidad del Alma; y la derrota final y extinción de lo malo e
incorrecto y del dolor, por un Redentor o Mesías, todavía por venir, si aún no ha
aparecido.

Substituye los tres pilares del viejo Templo, por tres que ya os han sido
explicados; Fe (en Dios, la humanidad, y en uno mismo), Esperanza (en la victoria
sobre el mal, el adelanto de la Humanidad, y en el más allá), y Caridad (aliviando
las necesidades y siendo tolerante de los errores y de las fallas de otros). Ser
confiable, ser lleno de esperanzas, ser indulgente; éstas, en una época de
egoísmo, de opinión negativa sobre la naturaleza humana, de juicio áspero y
amargo, son las Virtudes Masónicas más importantes, y los verdaderos soportes
de cada Templo Masónico. Y son los viejos pilares del Templo bajo diversos
nombres. Solamente es sabio quién juzga a otros caritativamente; solamente es
fuerte quién tiene esperanza; y no hay belleza como una firme fe en Dios, en
nuestros compañeros y en nosotros mismos.

Ningún Masón tiene el derecho de medir por otro, dentro de las paredes de un
Templo Masónico, el grado de veneración que él deba sentir por cualquier
Reformador, o Fundador de cualquier Religión. No enseñamos a creer en ningún
credo en particular, así como no enseñamos a no creer en ninguno. Cualesquiera
que fueran los más altos atributos que el Fundador de la Fe Cristiana pudo, en
nuestra opinión, haber tenido o no haber tenido, nadie puede negar que Él enseñó
y practicó una moralidad pura y elevada, aun a riesgo y por último la pérdida de Su
vida. Él fue no solamente el benefactor de una gente desheredada, sino un
modelo para la humanidad. Devotamente Él amó a los hijos de Israel. A ellos Él
vino, y a ellos solamente Él predicó ese Evangelio que sus discípulos llevaron
luego entre extranjeros. Él habría liberado gustoso a la gente elegida de su
cautiverio espiritual de ignorancia y degradación. Como amante de toda la
humanidad, entregando su vida para la emancipación de Sus Hermanos, Él debe
ser para todos, Cristianos, Judíos, Mahometanos, objeto de gratitud y veneración.

¡Libertad del Pensamiento, Igualdad de todos los hombres en los ojos de Dios,
Fraternidad universal! Una nueva doctrina, una nueva religión; ¡la vieja Primitiva
Verdad pronunciada de nuevo! una vez más se enseña a mirar hacia arriba a Dios.
Un Dios, bueno, afectuoso, beneficiente, y piadoso: un Padre, amante de las
criaturas que Él ha hecho, con un amor inmensurable e inagotable.
Jesús de Nazareth, el "Hijo del Hombre", es el expositor de una nueva Ley del
Amor. Él llama hacia Él al humilde, al pobre, a los Parias del mundo. La primera
oración que Él pronuncia bendice al mundo, y anuncia el nuevo evangelio:
"Benditos son ellos que están de luto porque ellos serán confortados." Él vierte el
aceite de consolación y de paz sobre cada corazón aplastado y sangrante. Cada
doliente es Su prosélito.

El Evangelio del amor que Él selló con Su vida. La crueldad del Sacerdocio, la
ferocidad ignorante de la multitud, y la indiferencia Romana a la sangre bárbara, lo
clavaron en la cruz, y Él expiró pronunciando bendiciones sobre la humanidad.

Muriendo así, él legó Sus enseñanzas al hombre como herencia inestimable.


Pervertidas y corrompidas, han servido como base para muchos credos, e incluso
han sido la autorización para la intolerancia y la persecución. Aquí las enseñamos
en su pureza. Son nuestra Masonería; pues a ella hombres buenos de todos los
credos pueden suscribirse.

Que mejor servimos a Dios con humildad, mansedumbre, dulzura, amabilidad, y


las otras virtudes que los humildes pueden practicar tan bien como los altivos; ésta
es "la nueva Ley", la PALABRA, por el cual el mundo había esperado y anhelado
tanto tiempo; y todo verdadero Caballero Rosa Cruz venerará la memoria de Él
que la enseñó, y mirará indulgentemente aun a aquellos que le asignen a Él un
carácter muy por encima de sus propios conceptos u opinión, aun al grado de
juzgarlo Divino.

¡Dejad al estrecho de alma retirarse, teniendo sus oídos sellados! Comunicamos


los misterios divinos a esos solamente que han recibido la Iniciación sagrada, a
esos que practican verdadera piedad, y que no están esclavizados por la pompa
vacía de palabras, o las doctrinas de los paganos."

"O, vosotros Iniciados, vosotros cuyos oídos están purificados, recibid esto en
vuestras almas, como un misterio nunca por ser perdido! ¡Reveladlo a ningún
profano! Guardadlo y contenedlo dentro de vosotros mismos, como un tesoro
incorruptible, no como el oro o la plata, pero más precioso que todo lo demás;
pues es el conocimiento de la Gran Causa, de la Naturaleza, y de aquello que
nace de ambos. ¡Y si vos conocéis a un Iniciado, asediadlo con vuestros rezos,
que él no encubra de vos ningún misterio nuevo que él pueda saber, y no
descanséis hasta que lo hayáis obtenido! Por mí, a pesar de ser iniciado en los
Grandes Misterios por Moisés, el Amigo de Dios, con todo, habiendo visto a
Jeremías, lo reconocí no solo como Iniciado, sino como un Hierofante; y sigo su
escuela"

Nosotros, como Él, reconocemos a todos los Iniciados como nuestros Hermanos.
No pertenecemos a ningún credo ni escuela. En todas las religiones hay una base
de la Verdad; en todas hay Moralidad pura. Todas las que enseñan los principios
cardinales de la Masonería las respetamos; todos los profesores y reformadores
de la humanidad admiramos y veneramos. La Masonería también tiene su misión
que realizar. Con sus tradiciones que vienen de los tiempos más remotos, y sus
símbolos remontándose aún más allá que incluso la historia de Egipto, ella invita a
todos los hombres de todas las religiones alistarse bajo sus banderas y luchar
contra el mal, la ignorancia, y la injusticia. Que seáis un soldado digno en una
causa digna!

DESARROLLO

Grado 15º
Caballero del Este, de la Espada, o del Águila

Este grado es semejante al 4ºgrado de las antiguas iniciaciones egipcias, y


muchos de sus detalles tienen un sentido místico y astronómico. Fue
probablemente practicado primero por los Templarios Gnósticos, que lo recogieron
durante las cruzadas en las tradiciones orientales. El primero de los Grados
Caballerescos, pasaje a un plano superior de conciencia, en que el ser humano es
invitado a dar un paso decisivo en dirección a la pura luz masónica.

La lección principal de este grado es Fidelidad a la obligación, y Constancia y


Perseverancia bajo dificultades y desaliento. La Masonería está abocada a su
cruzada contra la ignorancia, la intolerancia, el fanatismo, la superstición, la falta
de caridad y el error. Ella no navega con los vientos favorables sobre un mar
tranquilo, con una brisa libre constante, lista para un puerto que le dé la
bienvenida; al contrario debe superar muchas corrientes adversas, vientos
incomprensibles, y calmas absolutas.

Los orígenes del grado:

Ø  ... Difíciles de determinar. Pero muy posiblemente en sí deba imaginación al estilo


del Caballero Ramsay.
Ø  Este esoterista escribió una novela titulada “Los Viajes de Ciro”, el Rey persa Ciro
el Grande es uno de los personajes fundamentales de este grado.
Ø  Los primeros rituales conocidos surgieron casi inmediatamente después de la
muerte de Ramsay, hacia 1744 -1748. Existen referencias de que, hacia 1750, el
Consejo de Caballeros de Oriente estaba constituido en París.
Ø  En el rito escocés, desde los comienzos, este grado ha figurado en una posición
similar al estilo de que ocupa en la actualidad, aunque el ritual se ha modificado en
numerosos detalles.
Ø  El manuscrito francés (siglo XVIII), se incluye este grado dentro de la masonería.

Ø  Este es el primer grado del Rito Escocés que presenta un carácter definidamente
caballeresco.
Ø  Y el Caballero de Oriente es, de hecho, un caballero errante, que ha perdido
contacto con su Orden o que, de hecho, no pertenece a ninguna.
Ø  Según Guénon, el tema del significado iniciático de la caballería errante está muy
poco estudiado y, por lo tanto, es una cuestión que requeriría una profunda
investigación histórica y esotérica.
Ø  ¿Por qué un caballero errante, si el grado contiene numerosas referencias a la
Orden de los Templarios?
Ø  Posiblemente porque indique la condición en que quedaron los caballeros de esta
Orden después de su trágica supresión

Los objetivos exotéricos del grado son:


Ø  Proclamar la libertad individual y enseñar a los hombres a merecerla, adquirirla y
conservarla.
Ø  Promover la igualdad y la fraternidad.
Ø  Difundir las virtudes caballerescas de la fidelidad y la perseverancia.
Ø  Mantener a toda costa los secretos de la Orden.

Los objetivos esotéricos del grado son:


Ø  Combatir la superstición, como principio que destruyó la religión primitiva.
Ø  Comprender la fusión alquímica del rojo y del verde, engendradora del oro.
Ø  Valorizar el símbolo de la serpiente, en su significación esotérica original.
Ø  Cruzar el río, en una experiencia metafísica concebida como principio de
reintegración.
Ø  Pasar las aguas, es decir, establecer una comunicación fluida y armónica entre los
aspectos consciente e inconsciente del ser humano.

En este grado se trabaja por el bien de la humanidad, exaltando el honor y la


conciencia haciendo uso del libre albedrío.

La moral del grado es la libertad del pueblo, de la palabra y el pensamiento, es


necesario saber defender la Libertad y cumplir sus deberes.

Grado 16º
Príncipe de Jerusalén

La Leyenda del 16° implica la continuación y la culminación de la historia que


comenzó en el grado anterior. Ahora bien, según Pike, la Leyenda del 15°y del
16°realmente es una descripción velada del re-ingreso de los Caballeros
Templarios en Jerusalén, que tuvo lugar en 1240, siendo su Gran Maestre
Hermann de Perigord, justamente el 16°Jefe de la Orden. El término “Nasaiayim-
Yerusalem”, es decir, Príncipes de Jerusalén, sería entonces una alegoría velada
de las actividades de los nobles europeos que tomaron Jerusalén en la época de
las Cruzadas. Y las acciones no siempre éticas de Zorobabel y sus compañeros
referirían a las bajezas y traiciones perpetradas por numerosos cruzados.
En el siglo XVIII, los Príncipes de Jerusalén, que eran considerados los “Jefes de
la Masonería”, gozaban de grandes privilegios en las Logias de Perfección, cuya
vigilancia y administración estaban a su cargo. El Maestro de tales Logias debía
tener el grado 16°.
Se establecía que, reunidos en número de cinco, los Príncipes de Jerusalén
constituían un tribunal de decisiones inapelables.
Además, gobernaban sobre las Logias Simbólicas en los lugares donde no había
Grandes Logias. Por ello, la reunión del 16° se calificaba de “Gran Consejo de los
Jefes de todas las Logias”.
Posteriormente, con la creación de nuevos grados, que incrementaron la jerarquía
escocesa hasta el 33°, los Consejos de Príncipes de Jerusalén fueron perdiendo
importancia, tanto simbólica como efectiva.
Hacia 1870 se incorporaron a los Capítulos Rosacruces, en una decisión más que
discutible.
Los Príncipes de Jerusalén ya no se sientan como magistrados para juzgar a la
gente; ni es su número limitado a cinco. Pero sus deberes todavía son
substancialmente iguales, y sus insignias y símbolos conservan su viejo
significado. La Justicia y la Equidad siguen siendo sus características. Reconciliar
los conflictos y curar las disensiones, restaurar la amistad y la paz, calmar las
aversiones, curar y suavizar los prejuicios, son sus deberes peculiares; y ellos
saben que los Pacificadores son bendecidos.
En América Latina este grado se confiere por comunicación, y ha perdido toda su
importancia. No tenemos demasiados informes, pero es posible que en Europa la
situación sea similar. Solamente en Estados Unidos existen cuerpos del 16°que
poseen cierta independencia, en los que se practican efectivamente las
ceremonias del grado.

Los objetivos exotéricos del grado son…

Proclamar la libertad individual y enseñar a los hombres a merecerla, adquirirla y


conservarla.
Promover la igualdad, la tolerancia y la fraternidad. Comprender que la igualdad
individual da como resultado la soberanía e independencia de las naciones.
Respetando tal soberanía, trabajar para que las fronteras no sean obstáculos para
los intereses de toda la humanidad.
Profundizar en los conceptos básicos del Derecho Internacional.
Combatir la tiranía.
Difundir las virtudes caballerescas de la fidelidad y la perseverancia.
Mantener a toda costa los secretos de la Orden.
Recompensar el valor, la firmeza y la constancia.
En las dos Cámaras del Templo, rendir Justicia a los Derechos del Pueblo.

Los objetivos esotéricos del grado son…

Buscar en las maravillas del Cosmos el conocimiento del Gran Arquitecto del
Universo.
Vivenciar el significado esotérico de la Verdad.
Comprender el concepto de Maat en un nivel más profundo de entendimiento.
En general, revisar todos los símbolos del grado 11°(Sublime Caballero Elegido)
y llevarlos a un plano superior de comprensión.

El concepto más profundo de la Verdad se halla en la noción egipcia de Maat. En


la que Verdad significa una actitud permanente del ser, un expresar lo que
verdaderamente se es. Este concepto ya había surgido en el grado 11° ; en el
16°debería alcanzar su plena realización. El poder de la Verdad es, entonces, el
poder de Maat, el poder de ser quienes verdaderamente somos.
Esta interpretación tiene, incluso, sentido histórico, porque a un hebreo de la
época de Zorobabel las ideas de la religión egipcia le eran perfectamente
conocidas. Y no por casualidad la penalidad de este grado implica atravesar el
corazón con una espada (recordemos la asociación entre Maat y el corazón, vista
en el grado 11). Surge, así, una correspondencia inesperada entre los grados 11°
y 16° (Príncipe Ameth y Príncipe de Jerusalén), que podría remitir a un origen
común para ambos.

Maat significa lo que es verdadero, recto, justo, real. Maat es, entonces, la
Realidad, en su acepción más profunda. Y también es la Justicia, pues se
considera que esta es una expresión de lo verdadero. Por ello, los Príncipes de
Jerusalén, conocedores de Maat, están habilitados para ejercer la Justicia.

Sabiduría, Justicia y Humanidad:


Se dice que estos tres conceptos representan la base de la ética de este grado.
La idea es presentar al caballero sabio y justo, que combate por la verdad y el
derecho.
En realidad, no todos los caballeros templarios se ajustaron, en la práctica, a tal
elevada condición.

Se proclama la libertad e independencia de las naciones. Se cumplen las


obligaciones que se han contraído y se sacrifica por el bien de la humanidad.

Al igual que en el grado 10°se destaca la importancia de la Diplomacia y el


Embajador, para enriquecer la amistad entre los pueblos. Su lema es: “LIBERTAD
Y SOBERANÍA”.
Grado 17º
Caballero de Oriente y de Occidente

Éste es el primero de los Grados Filosóficos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado;
y el comienzo de un curso de instrucción el cual quitará el velo completamente del
corazón y de los misterios internos de la Masonería. En todo tiempo, la verdad ha
sido ocultada bajo símbolos, y a menudo debajo de una sucesión de alegorías:
donde se tenía que penetrar velo tras velo antes de alcanzar la Luz verdadera y
que la verdad esencial quede revelada. La Luz Humana es solamente un reflejo
imperfecto de un rayo de lo Infinito y Divino.

De los grados vistos hasta el momento es el que presenta una mayor complejidad.
Un grado “apocalíptico”. Gran parte de sus símbolos provienen del Apocalipsis de
San Juan, tomados con una notable fidelidad.
Ahora bien, de acuerdo con Mackey y otros autores, el Apocalipsis de San Juan
debe ser entendido, desde el punto de vista masónico, no como una profecía del
Fin del Mundo, sino como la descripción de una Iniciación.

Un grado gnóstico:
El gnosticismo es, esencialmente, la base de las enseñanzas de este grado.
El 17° presenta así una conjunción de cristianismo místico con ideas tomadas de
la cábala hebrea, los mitos egipcios y la filosofía sincrética alejandrina. Todo esto
conjugado con influencias templarias y rosacruces.

Un grado Rosacruz:
Originalmente, el 17° y el 18° eran los únicos grados que se conferían en los
Capítulos Rosacruces.
Por lo que, desde el principio, el Caballero de Oriente y Occidente presenta
analogías con el Caballero Rosacruz.
De hecho, las órdenes rosacruces modernas han tomado mucho del simbolismo
del grado 17° para confeccionar sus doctrinas.
Así, en tales órdenes hallamos referencias a los esenios, al lago Moeris, los Siete
Sellos, etc., que han sido claramente tomadas del 17° grado del Rito Escocés.
Además, los Rituales afirman que la comprensión completa de las enseñanzas del
17° sólo puede alcanzarse en el 18°, el Rosa-Cruz.

Un grado caballeresco:
El carácter caballeresco del grado no debería sorprendernos, pues continúa con la
tónica del 15° y del 16°.
Tal naturaleza caballeresca, sin embargo, es aquí más explícita. Se aleja por
completo de las leyendas salomónicas o de la historia de Zorobabel. De hecho, el
grado no posee una leyenda explícita y prolija, sino un conjunto de datos
dispersos.
Específicamente, el grado se relaciona con la organización de la caballería, es
decir, con la fundación de las primeras órdenes caballerescas.
Un grado filosófico:
Así se lo califica en algunos rituales. Porque se entiende que su objetivo es
analizar filosóficamente el contenido “operativo” de los grados precedentes.
Sin embargo, estrictamente hablando, es más “filosofal” que “filosófico”, porque su
contenido está más cerca de lo mágico y alquímico que del análisis lógico-
filosófico.

Un grado mágico-hermético:
Gran parte de los símbolos y rituales de este grado se han derivado de, o con
posterioridad se han utilizado para, la magia ceremonial y las prácticas teúrgicas.
Específicamente, varios grabados que aparecen en las obras de Eliphas Levi han
sido tomados, en realidad, de cuadros o accesorios que se encuentran en el
templo del grado 17°.
Está claro, por lo tanto, que, si bien el simbolismo del grado se basa en el
Apocalipsis, su espíritu está muy lejos de la tradición cristiana ortodoxa y se
acerca más a diversas “herejías” que circularon en la Francia del siglo XVIII.

Los orígenes del grado:


Ø  El Manual de Mirecourt es anterior a 1760, lo que sitúa la construcción del grado
17° entre 1750 y 1755.
Ø  Según Paul Naudon, el 17° fue, en realidad, elaborado con posterioridad al 18°
(Caballero Rosa-Cruz), con el propósito de otorgarle mayor sentido a este último y,
además, anunciar los grados explícitamente templarios.
Ø  Se lo ha calificado de “Grado Moderno Aceptado”, indicando con esto que no se
originó directamente en la masonería, sino que fue “importado” de otras ordenes o
tradiciones.
Ø  Algunos manuales del siglo XX (por ej., Frau Abines), lo denominan “Caballero del
Apocalipsis”, mientras que, en la misma tónica, también podemos encontrar títulos
tales como “Caballero de Pathmos”.
Ø  En las versiones originales del Rito de Mizraïm, el Caballero de Oriente y
Occidente era el grado 47°, y venía después del Rosa-Cruz.
Ø  Hoy, en general, los Ritos de Memphis y de Mizraïm ubican este grado en la
misma posición que el Escocés Antiguo y Aceptado.

Los objetivos exotéricos del grado son:


Ø  Sostener el derecho de reunión.
Ø  Trabajar para establecer la libre comunicación de ideas entre todos los integrantes
de la sociedad.
Ø  Sostener el libre intercambio de ideas y opiniones entre los sabios y pensadores.
(Nota: esta idea se encuentra expresada en la Fama Fraternitatis, documento
fundacional de los rosacruces)
Ø  Desterrar los odios y enemistades generados por cuestiones de nacionalidad.
(Nota: De hecho, en algunos rituales se dice que este grado recuerda “la fusión de
las naciones europeas que tuvo lugar en la Orden de Malta”. Hoy deberíamos
extender esta idea no sólo a las naciones europeas, sino a toda la humanidad).
Ø  Trabajar para suprimir las “cruzadas” que implican derramamiento de sangre.
(Nota: esto es algo paradójico, porque en los rituales del grado la sangre, como
veremos, desempeña un rol muy importante. El empleo de las paradojas, por
supuesto, es habitual en el esoterismo).
Ø  Valorar la investigación como el método para alcanzar el conocimiento de lo
verdadero.
Ø  Buscar el predominio de la razón sobre la fe ciega y el fanatismo.
Ø  Lograr la educación del Pueblo, y el cultivo de la inteligencia de todas las
personas.

Los objetivos esotéricos del grado son:


Ø  Estudiar el significado esotérico de las siete palabras inscriptas en las columnas
del templo del grado 17°.
Ø  Comprender el significado esotérico del Apocalipsis.
Ø  Profundizar en las doctrinas gnósticas de esenios, mandeos y otros.
Ø  Preservar la tradición iniciática.
Ø  Abrir el Libro Sellado con Siete Sellos.
Ø  Experimentar una transformación comparable al surgimiento de un Mundo nuevo y
renovado.

Es el año de la fundación de la Orden del Temple. Con lo que el “Caballero de


Oriente y Occidente” es sinónimo de “Caballero Templario”. El templarismo es,
entonces, casi como el “espíritu” oculto en gran parte de los Alto Grados
Masónicos. Por el contrario, la expresión “Oriente y Occidente” tiene una
naturaleza más esotérica que la que indica el Ritual, pues alude claramente a la
fusión de una dualidad, a la conjunción de los opuestos, al “Misterio de la
Conjunción”.

Una vez más vemos el simbolismo de la Masonería y la búsqueda de la Luz por el


Candidato.

Vemos hermanos, cual es el significado de la "Luz Masónica". Vemos porqué el


Este del Templo, donde se encuentra encima del Venerable Maestro la letra inicial
del Nombre de la Deidad, es el lugar de la Luz. La Luz, en contraposición a la
Oscuridad, es el Bien, en contraposición del Mal: y es ésa Luz, el verdadero
conocimiento de Dios, el Bien Eterno, a quien los Masones en todos los tiempos
han buscado. Todavía la Masonería marcha constantemente hacia ésa Luz que
brilla en la distancia, la Luz de ese día cuando el Mal, superado y vencido, se
palidecerá y desaparecerá para siempre, y la Vida y la Luz serán la única ley del
Universo, y su eterna Armonía.

En este grado se ha hecho superior el miedo a la muerte y se proclama el Derecho


para que sea efectiva la Soberanía del Pueblo.

El Masón de Oriente y Occidente nada arredra! Su misión es educar al mundo y si


la muerte le sorprende en el camino, sus últimas palabras son: “Gloria a Dios y
amor a nuestros hermanos”.
Se sostienen los principios de la verdadera Moral y de la Justicia defendiéndolos
hasta la muerte si fuere necesario.

Su objeto es proclamar el derecho de reunión, único medio de desarrollar la


inteligencia del hombre, de darle a conocer sus verdaderos intereses y lograr la
fraternidad universal. La misión de este grado es propagar los principios
libertadores del Nazareno.

18º Soberano de Príncipe Rosa Cruz

Grado Decimoctavo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado

Cuarto y último Grado del Capítulo Rosacruz

Cuarto de los Grados Caballerescos

Cuarto y último Grado de la Quinta Clase o Serie

Para entender la misión y enseñanza del grado 18° se hace indispensable conocer
los antecedentes históricos del Caballero Rosa Cruz ó Caballero del Águila y el
Pelicano. Varios de los autores que han escrito sobre la masonería, atribuyen su
origen a Godofredo de Bouillon, Templario que fue asesorado por Arnoldo; Otros
muchos masones buscan el grado en las teorías de Paracelso, precisamente en
su filosofía idealista fundamentada en el infinito y la razón humana. Y para los
masones que participan de la filosofía mística alquimista, el grado, afirman que se
debe a Roberto Tludd. Otros lo atribuyen a Bacon de Verulanio, que inspiró a Elías
Ashmole y a los libre pensadores en su obra, Godofredo de Bouillon fundó este
grado en Palestina en el año de 1330. Fue en ella que el mal estado de los
ejércitos cristianos de Palestina obligó a sus caudillos a ligarse más
estrechamente e intentar un esfuerzo supremo con el objeto de conquistar aquel
país, en el cual tuvieron origen los misterios de este grado.

Según el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, su verdadero nombre es el de Rosa-


Cruz, no debiendo confundirse con el de Rosa-Crucian, creado en la Edad media
por los alquimistas, pues son completamente distintos los fines que uno y otro se
propusieron en su fundación.

Los Masones fundadores del grado de Rosa-Cruz, hicieron acuñar medallas en las
cuales grabaron una rosa sobre una cruz, consecuentes con el nombre que
habían dado a dicho grado, y emblema además de Jesucristo, que el Evangelio
compara con una rosa, escribiéndose generalmente Rosa C. También se conoce
este grado con el nombre de Caballero del Águila o del Pelícano, porque ambos
animales aparecen en la joya del mismo y son emblemas del Hijo de Dios,
derramando su sangre para salvar al hombre. Se conoce, en fin, con el nombre de
Masón Libre de Heredom, por haberse tenido sobre la montaña de este nombre,
en Escocia, el primer Capítulo del grado de Rosa-Cruz.

Aldo Lavagnini, MAGISTER, señala que "En la segunda mitad del siglo XVII el
rosacrucianismo y la masonería se van enlazando tan íntimamente y se ejerce tal
intercambio entre el simbolismo de la una y de la otra, bajo la influencia del
espíritu filosófico humanista dominante, que, a principios del siglo XVII, los dos
movimientos se han fundido prácticamente, y la masonería se prepara para ser
heredera de las tradiciones rosacruces y las corrientes humanistas de la época

Este grado tiene como base fundamental a la doctrina gnóstica misma que se
origina entre el cristianismo naciente y el platonismo renaciente en Alejandría y la
cual consiste en someter toda creencia a la razón humana, ya que se señala que
el gnosticismo, es esfuerzo de la razón para asimilar el pensamiento y
transformarlo en conocimiento, en inteligencia y en filosofía mística".
Como en la naturaleza todo nace, todo se destruye y todo se regenera; la
generación, la destrucción y la regeneración son la tres consideraciones
principales que constituyen el objeto del grado 18º.

En éste grado, el masón, debe reconocerse y reflexionar sobre los valores


internos, contenidos en las virtudes cardinales, de prudencia, justicia, templanza y
fortaleza, así como en las virtudes teologales de fe, esperanza y caridad a las
cuales se les otorga en nuestras torres, un especial atención, en virtud de que el
hombre que ha llegado a ser fuerte confiando en la fe y en la esperanza tiene
conciencia de que puede ser libre; comprendiendo que solamente por la caridad o
el amor puede llegar la humanidad a ser todo, una sola familia universal. Veamos
pues, brevemente, el significado de cada una de ellas.

La Fortaleza consiste en el vigor, fuerza o resistencia para vencer el temor.


La Justicia es el origen de convivencia humana que consiste en la igualdad de
todos los miembros de la sociedad, dando a cada uno lo que le pertenece.
La Templanza es la virtud que nos inclina a refrenar la sensualidad y a usar todas
las cosas con moderación, sujetando nuestro sentido a la razón.
La Prudencia consiste en distinguir lo que es bueno o malo, para conseguirlo o
huir de ello.
La Fe es la creencia en la existencia de algo, pero a través de la razón y la
inteligencia.
La Esperanza es la confianza en lograr o realizar una meta que se desea alcanzar
y que se presenta como posible, en la medida de nuestro esfuerzo y dedicación.
La Caridad es el amor al prójimo, es un sentimiento puro y desinteresado para
practicar el bien.
Las anteriores definiciones nos permiten visualizar las cualidades humanas, con
que todo buen hombre debe contar, sin embargo y por ser de estudio fundamental
en este grado, las virtudes teologales las debemos considerar masónicamente
como indispensables desde el grado de aprendiz.
FE es la íntima persuasión de la conciencia, fundada en la razón y en el estudio de
la naturaleza; es la luz de la verdad que marca a nuestras creencias el camino
único y seguro que señaló a todos los seres el Supremo Creador del Universo,
sostenida por la razón y el estudio juicioso de las leyes naturales, ella sola, la
inquebrantable FE debe cobijar al hombre; porque contra ella es impotente la duda
y los esfuerzos de la ignorancia, y el más seguro baluarte donde se estrellan los
misteriosos fantasmas de la superstición y el fanatismo.

Esa FE que manda creer ciegamente en lo que se nos dice, sin permitir el examen
de la razón, es la FE del ignorante o del estúpido que la convierte en fácil
instrumento de los demás. El hombre que no examina o que no comprende lo que
se dice y lo acepta sin consultar, degenera su condición igualándose al bruto: por
esto algunos hombres que se titulan ministros de Dios, han hecho de esa virtud un
instrumento poderoso para realizar sus fines y mantener en las masas la
ignorancia, haciendo entender que hay mayor mérito en el que quiere creer que en
el que cree.
Es la creencia en la existencia de una cosa demostrada y reconocida por los
sentidos, por la inteligencia y por la razón. Con el sentimiento y el juicio el hombre
fortifica su creencia su FE, porque le ayudan a discernir lo justo, de lo injusto, lo
verdadero de lo falso, el bien del mal; creer una cosa porque no se comprende; o
porque es absurda como hizo San Agustín, es indigno de un ser pensador, es
renunciar a su libre albedrío, es desconocer la legitimidad de los sentidos, es
negar las verdades de la ciencia. Aquel que posee en sí la FE tal como debe ser,
tiene el poder de vencer el mal; podrá ejecutar todo lo que conciba; porque no
deseará sino lo que es justo y útil a su bienestar y al de sus hermanos. Aquel que
cree ciegamente es un fanático peligroso, hijo del caos, esto es, de la noche,
mientras que los masones son hijos de la luz; es un ignorante, imagina, y sus
sueños engendran el error, una de las plagas de la humanidad.
El Gran Arquitecto del Universo, nos dio los sentidos y la inteligencia para que
pudiéramos darnos cuenta de la verdad.

ESPERANZA es la perspectiva futura del bien, el presentimiento de la


recompensa, basada en la ley del equilibrio universal; pues así como tras de la
noche viene el día y tras de la tempestad viene la calma, así pues de los dolores
que algunas veces nos aquejan, debemos creer que vendrán días de calma y
bienestar, en que reposará nuestro espíritu, así tras de las luchas que casi
siempre reclama el bienestar, vendrá el indefinible placer de la conciencia como la
justa retribución de nuestros afanes.
Esa creencia firme que nos hace soportar con resignación las adversidades de la
vida, apoyándose en nuestra razón y nuestra conciencia sigue sin descarrillarse
las leyes del Universo, esa es la ESPERANZA, bálsamo consolador que alienta al
hombre hasta el borde del sepulcro.
Es la aspiración del alma humana hacia lo infinito; es una disposición a
persuadirse que lo que desea sucederá; es la esperanza de un bien que se desea
y que parece ha de suceder. La mitología y la religión ha hecho de la Esperanza,
la primera una divinidad; y la segunda una virtud; según la Naturaleza y la
Masonería, es sencillamente un estado del alma, un sentimiento; y estos dos
sentimientos opuestos son las palabras más poderosas de que se sirven los
sacerdotes para asegurar la dominación de los cuerpos y de las almas.

La CARIDAD que razona, que exige circunstancias y condiciones, podrá ser


beneficiosa, pero nunca CARIDAD; la que se ejerce en las plazas y las vías
públicas como alarde de suficiencia, no es más que la necia vanidad del orgullo,
porque en ellas no existe esa relación magnética, que nos hace presentir los
sufrimientos de nuestros semejantes para hacer germinar el imperioso deber de
consolar el infortunio.
¿Sabéis cuál es nuestra creencia?, sabed igualmente que cada uno de nosotros
procura en el mundo el cumplimiento de estas tres máximas: ilustración a las
masas, consuelo al oprimido y libertad al esclavo.
La Caridad es el amor sagrado, de la humanidad, la primera de las virtudes, y una
de las principales bases de la ley masónica. La Caridad no fue nunca el monopolio
de ninguna secta religiosa; puesto que es en el corazón del hombre un sentimiento
innato que no depende ni de los tiempos ni de los lugares. Su objetivo es la
felicidad del género humano, su misión es consolar, pacificar, unir a los hombres,
introducir la justicia en sus relaciones y en sus leyes. En todos los tiempos ha
animado a las almas generosas y a los filósofos de todos los países. Si todos
obedeciesen a sus dulces impulsiones, la concordia y la felicidad reinarían sobre
la tierra: la Caridad es la palabra más hermosa de todas las lenguas humanas;
más el orgullo sacerdotal la ha desnaturalizado, y desde su nacimiento le ha
arrojado de la buena sociedad, dándole un sentido, despreciable y desdeñoso;
haciendo esta palabra sinónima de limosna, los sacerdotes han debilitado el
sentido humanitario. La caridad no es la beneficencia; la beneficencia no es más
que el arte de socorrer al desgraciado, ya sea porque encuentra en ello placer, ya
porque sus sufrimientos repugnan a la vista, y esta acción no se refiere más que a
nosotros mismos.
La caridad, por el contrario: expresa una idea doble, como hace experimentar
doble gozo, el de hacer el bien y el de hacerlo a un ser que nos es querido. Por
eso se han también engañado al calificar la caridad de virtud teologal; pues
teologal quiere decir que tiene a Dios por objeto; es así que la caridad no abraza
más que a la humanidad, y ésta la abraza toda entera; luego es con el sinónimo
de fraternidad; una virtud eminentemente masónica y de ningún modo una virtud
teologal.
El grado 18° nos revela la ciencia y el conocimiento que nuestros predecesores
tenían y por ende representa la gran logia del macrocosmos como la del micro-
cosmos, presencia descriptiva de la máxima como es arriba es abajo y viceversa,
el color encarnado o rojo vivo nos recuerda el amor que el iniciado debe alcanzar
por medio de la instrucción al valorarse y conocerse a sí mismo para amarse y
poder amar a sus semejantes, los blasones del grado se adornan con franjas
áureas como lo es fulgor del ser que ha encontrado la palabra perdida y que se
convierte en ejemplo a seguir, líder natural, que trasciende lo humano para
alcanzar la inmortalidad.
En este grado cuando el Doctísimo Maestro declara en plena actividad los trabajos
del Capítulo, señala "Como es arriba, es abajo", palabras que se le
atribuyen a Hermes Trismegisto, el tres veces grande, de quien se dice, fue el
fundador de la religión Egipcia, y el primer filósofo que enseñara en el interior de
las pirámides las ciencias ocultas, es decir, el conocimiento del hombre, de la
naturaleza y de Dios. (No les recuerda esto, queridos hermanos, las preguntas del
triangular en el cuarto de reflexiones, en fin). Estas ciencias constituían la base
secreta de la sabiduría religiosa. También se dice que Hermes Trismegisto, fue el
autor de 36,525 libros de enseñanza sagrada, otros comentan que sólo eran
20,000 y algunos señalan que fueron varios los personajes que escribieron éstos
libros en forma conjunta y colectiva y que acordaran firmar todo bajo el seudónimo
de HERMES.
Pero sea como sea, los Egipcios conocían las ciencias Herméticas como ARTE
SACERDOTAL, cuyo objeto, siempre misterioso, consiste en la fuente de la salud
y de las riquezas, dos bases en las que se ha apoyado la felicidad de la vida.
En el sistema de los filósofos Herméticos, se ESCRUTA cuidadosamente la
naturaleza para descubrir los principios que constituyen los cuerpos y para
conocer el modo de su generación. En él se aprende a conocer cada cosa por su
causa y a distinguir las partes accidentales que no son de su naturaleza; quienes
poseían éste secreto, lo velaban en jeroglíficos, fábulas, alegorías, símbolos y
enigmas como la Orden Masónica, para impedir que el vulgo lo pudiera conocer.

Salomón en la Biblia, proverbios, cap. 3, versículo 5, expresó claramente el


doble resultado de la obra hermética, cuando habla de la sabiduría, la cual
tiene en la mano derecha lo largo de los días, es decir, la salud y en la
izquierda la riqueza y la gloria.

La tradición del Hermetismo es milenaria. Se originó, hace unos cinco mil años, en
el antiguo Egipto. Se la atribuye a Thoth, que los griegos conocieron con el
nombre de Hermes y los romanos como Mercurio. A esta tradición se han sumado
los aportes de muchos filósofos Hermetistas durante estos cinco mil años.
Para el Hermetismo Dios es incognoscible. De ahí que, con frecuencia, se le llama
"La Ley" o "El Gran Desconocido". La literatura clásica de Hermes le llama Nous,
que quiere decir mente. Así, el problema se resuelve igualando a Dios a la Mente
Universal que, de acuerdo con el Primer Principio Hermético, es la fuente de todo:
"Todo es mente, el universo es mental."

Esos dos aspectos: el hecho de que Dios sea dado por sentado y que el esfuerzo
del Hermetismo se centre en la evolución del hombre, como un proceso personal,
hacen que el Hermetismo sea una Escuela de Misterio laica, dirigida al despertar
de la conciencia.

En el Hermetismo se consolida, el ideal de desarrollo del ser humano, se sintetiza,


por esos tiempos, en Nueve Proposiciones Fundamentales:
1.-Conservar los Principios, dentro de una vida austera.
2.-No desear ni mostrar aparentar, sino ser.
3.-Hacer el Bien y convertirlo en culto de la justicia pura.
4.-Purificarse en todo acto y, antes de hacer, pensar.
5.-Considerar como obstáculos la gula, la voluptuosidad y la influencia negativa
del mundo profano.
6.-No decir más que lo que se conoce de verdad y que por verdad nos consta. No
dar de lo que no se tiene; no codiciar lo que por tu merecimiento no puedes tener.
7.-Conservar celosamente las palabras. No dar perlas a los cerdos y no mentirse a
sí mismo.
8.-Ser ejemplo de respeto y de justicia. Antes de violar la ley de otros, pensar que
no queremos que violen nuestra ley.
9.-Purificar el cuerpo con ayuno; el alma con el silencio. El recto pensar, el recto
actuar y el arte de compartir, son las energías que abren el reino oculto donde se
aprende, se piensa, se crea y se calla.

Otro de los aspectos fundamentales que ha caracterizado al Hermetismo a través


de las edades ha sido su interés porque cada hombre le encuentre sentido a la
vida. No se trata solamente de conocer las cosas en el aspecto intelectual. No se
trata solamente de saber cómo, cuándo y dónde sino, mejor, por qué. El manejo
de conocimientos útiles, permite el discernimiento para superar el mero
adoctrinamiento de conceptos obsoletos y prejuiciados. Hablamos de la
enseñanza que distingue entre información y valores, entre qué y por qué.

Asimismo y cimiento del Hermetismo, desde la antigüedad, lo constituye el uso


inteligente de la mente. Ideas como el optimismo y la positividad. La confianza en
uno mismo, la entrega, la perseverancia, el uso de programaciones mentales para
establecer nuevos estados de conciencia, siempre constituyeron aspectos
medulares de la enseñanza del Hermetismo dirigida al crecimiento total del
hombre. En el Hermetismo el hombre se siente henchido de la fuerza que la
divinidad ha insuflado en él y que lo capacita para abarcar, con el poder de su
mente y de su espíritu, todos los niveles de conciencia. "Me represento las cosas
no por la visión de los ojos, sino por la energía espiritual que derraman sobre mi
las Potencias divinas..."(Corpus Hermeticum). Será preciso que el hombre
aprenda a manejar esa fuerza. El Hermetismo es una reafirmación de la condición
espiritual del hombre y de su capacidad para regresar a la Fuente. "Considérate
inmortal... si abrazas con tu mente todas las cosas.... Habrás llegado a la mayor
semejanza con Dios y entonces lo conocerás mejor." (Corpus Hermeticum).

El Hermetismo siempre pregonó la búsqueda del equilibrio a través de la


armonización de las partes. Ha sido esta una filosofía que ha inspirado a los
espíritus más selectos de occidente. Los textos de grandes sabios, de notables
filósofos, o de distinguidos escritores han sido influidos por esta filosofía milenaria
que, como el ave fénix, surge de sus propias cenizas renovándose en cada
generación.

El Hermetista vive el Hermetismo. Asi como el masón debe vivir la masonería,


aunque para tristeza de todos, en muy pocos casos se hace realidad. Es una
forma alegre, inteligente y amorosa de vivir la vida. Su camino es su meta. Su
proceso es su finalidad. Por eso el Hermetista consagrado crece todo el tiempo
porque, dentro de su ser, hay una segunda naturaleza, una "brújula psíquica", que
lo lleva por donde ha decidido ir.

Por esto en este grado, más que en el de compañero en el simbolismo, se deben


practicar los ejercicios recomendados y concluirlos con una cadena de FE,
ESPERANZA Y CARIDAD.

Los orígenes del grado:


Ø  Son muy difíciles de determinar. Siempre estuvo relacionado con el grado de
Caballero de Oriente, de forma tal que ambos parecen provenir de un fondo
común. Así como el Caballero de Oriente se incluye en la “Masonería Renovada”,
el Rosacruz se considera parte de la “Masonería Exaltada”.
Ø  El grado 18° no es estrictamente una Orden de Caballería, pero tiene mucho en
común con el ideal caballeresco.
Ø  Casi siempre fue conferido por iniciación, nunca por comunicación, de donde es
uno de los Altos Grados más practicados.

Ø  Según P. Naudon (1966), el grado 18° se sale del desarrollo masónico propiamente
dicho para alcanzar otra forma de tradición, síntesis de la vasta corriente
hermética.
Ø  En otras palabras, el 18° parece ser el resultado de intercambios mutuos entre la
francmasonería propiamente dicha y la Rosa-Cruz.
Ø  Según Pike, si el grado fuese exclusivamente cristiano, no tendría cabida en la
Masonería.

El lema de los Rosacruces es Lux e Tenebris y se refiere a la lucha de la luz


contra las tinieblas, de la verdad contra el error, de la razón contra el fanatismo.

Los objetivos exotéricos del grado son:


Ø  Combatir el hambre y la pobreza.
Ø  Luchar contra las enfermedades físicas y psíquicas que afectan a los seres
humanos.
Ø  Ayudar a todas las personas que sufren persecuciones.
Ø  Reedificar el Templo de la Sabiduría.
Ø  Promover la más absoluta tolerancia religiosa.
Ø  Promover las ciencias y las artes.

Los objetivos esotéricos del grado son:


Ø  Estudiar las ciencias y filosofías ocultas.
Ø  Conservar el fuego de la tradición antigua.
Ø  Buscar la regeneración alquímica, por la vía del fuego.
Ø  Trabajar por la consecución de la medicina universal.
Ø  Vivenciar el significado de Alétheia, Gnosis y Eros.
Ø  Recuperar el espíritu rosacruz, implícito en las primeras obras de la orden.
“El grado de Rosa Cruz enseña tres cosas: la unidad, la inmutabilidad y la bondad
de Dios; la inmortalidad del Alma; y la derrota final y extinción de lo malo e
incorrecto y del dolor, por un Redentor o Mesías, todavía por venir, si aún no ha
aparecido.

Símbolos:

Ø  La rosa. Desde la antigüedad, estaba consagrada a la aurora y al Sol. En particular,


refería a la primer aurora de la Creación, al primer instante del Universo. Como en
la filosofía esotérica no existe la “Creación” del Universo propiamente dicha, sino
la renovación de un Universo anterior, la rosa correspondía también a la
renovación periódica de la vida. Si la rosa es negra, simboliza la muerte; si es
blanca, la purificación; roja, el Amor y el Deseo; dorada, la Perfección.
Ø  La cruz. Es un símbolo de la Naturaleza Universal. En general, la cruz de los
Rosacruces es una cruz dorada. De donde cruz (CRUX) se ha asociado con luz
(LUX). Para los alquimistas, la palabra LUX se refería al principio productivo o
simiente del Dragón Rojo, que era esa luz informe y material que, siendo
purificada y digerida, produce el oro.
Ø  La rosa-cruz. Una versión crístico-alquímica de la Rosa y la Cruz, correspondiente
a la Orden de la Rosacruz de Oro, del siglo XVIII. Se asocia la Rosa al Cristo,
entendido como Principio Universal. Nótese el empleo de una de las palabras del
grado 18°. Es interesante la fusión del Cristo masculino con la vesica femenina. El
nacimiento de la Rosa en el centro de la Cruz se ha tomado como “El Alba de la
Vida Universal”, pues la Cruz, en su cuaternidad, es un símbolo del espacio que
irradia del punto central. Punto que es el germen y el asiento de la Vida.
Ø  El pelícano. Es otro símbolo polisémico. Relacionado con las mitologías antiguas,
el pelícano que se desgarra el pecho para alimentar a sus crías es el sacrificio del
Ser Universal, necesario para la renovación del Universo. En alquimia, es la
antítesis del cuervo. En el Kundalini Yoga, es la energía de la serpiente
“alimentando” a los siete chakras.
Ø  El águila. En este contexto es el símbolo de: la libertad, el Sol, el fuego, el genio.
Todos relacionados entre sí, porque la libertad es condición indispensable para
recibir el fuego del genio.
Ø  El fénix. Originario de Arabia, según la tradición, después de 1461 años de vida (el
período sótico) el Fénix entraba en el Templo de Heliópolis, en Egipto, y aleteaba
sobre una pira de mirto e incienso, cuyo fuego lo consumía. Después renacía a
una nueva vida, y emprendía el rumbo hacia el Oeste. Indicaba la coincidencia de
la salida heliaca de Sirio con el primer día del mes Thot. Corresponde al Benu del
Libro de los Muertos, “autoengendrador del Alma de Ra”. Alquímicamente, por lo
tanto, simboliza el renacimiento por el fuego.
Ø  El fuego. Debe ser interpretado como principio alquímico.
Ø  El arcángel Raphael. Se lo cuenta entre los siete querubines, genios importados de
Babilonia con figura mitad humana y mitad animal, que custodiaban las puertas de
templos y palacios. No olvidemos que una de las aspiraciones de los antiguos
Rosacruces era la obtención de la Medicina Universal. De ahí a tomar “Raphael”
como sinónimo de “Alquimista” no hay más que un paso…
Ø  El compás coronado. Los Rituales dicen que simboliza la igualdad, porque es la
corona real extendiéndose hacia el círculo de toda la Humanidad (todos los
hombres son reyes).
Ø  La corona de espinas. Para los Rosacruces es el símbolo de la aceptación del
mundo, del sí al mundo. Las coronas que este mundo nos coloca suelen ser
espinosas, pero no por ello deben ser rechazadas. Es todo lo contrario de la
renuncia ascética: es el sí a vivir en el mundo, con sus rosas y sus espinas.
Ø  El Grial. Es el Vaso, el recipiente alquímico, el lugar donde se produce la fusión del
Azufre con el Mercurio.
Ø  El Ouroboros. Esta imagen realiza una síntesis de lo circular (el Ouroboros), lo
lineal (el árbol y la flor que crecen hacia arriba), y lo arboriforme (las ramas del
árbol que se extienden en todas direcciones). Es decir, se presentan tres modos
de crecimiento y evolución del Ser.

La doctrina del grado se fundamenta en afirmar que las creencias han de


someterse al análisis y conocimiento, mediante el empleo de la razón humana.

El Caballero Rosacruz debe reflexionar sobre los valores internos, sociales y


humanos contenidos en las virtudes cardinales: prudencia, justicia, templanza y
fortaleza.

1. La Fortaleza consiste en el vigor, fuerza o resistencia para vencer el temor.


2. La Justicia es el origen de convivencia humana que consiste en la igualdad
de todos los miembros de la sociedad, dando a cada uno lo que le
pertenece.
3. La Templanza es la virtud que nos inclina a refrenar la sensualidad y a usar
todas las cosas con moderación, sujetando nuestro sentido a la razón.
4. La Prudencia consiste en distinguir lo que es bueno o malo, para
conseguirlo o huir de ello.

De la misma forma, ha de  comprender el recto sentido de las virtudes teologales:


Fe, Esperanza y Caridad

1. Fe es la creencia en la existencia de algo identificado a través de la razón y


de la inteligencia.
2. Esperanza es la confianza en lograr o realizar una meta en la medida que
sepamos emplear para ello nuestro mayor esfuerzo y dedicación.
3. Caridad es amar al prójimo con un sentimiento puro, desinteresado y
fraternal.

El grado 18° nos revela la ciencia y el conocimiento que la Tradición nos ha


comunicado; y por ende representa el la máxima ¨como es arriba es abajo y
viceversa”

Este es el último Grado de la Masonería Roja, en el cual se resumen y se sellan


los conocimientos alcanzados desde el Grado de Aprendiz Mason.
El color rojo alude a la necesidad de la Instrucción doctrinal que el iniciado debe
alcanzar antes de ser capaz de prodigar su Amor Fraternal a la humanidad.

La finalidad del grado dieciocho es la misma del Arte Real: la transmutación de la


realidad interna del hombre. Esta labor es conocida también como la Gran Obra.

CONCLUSIÓN

En Masonería la alquimia se cita no para ilustrar la ilusa intención de transmutar


los metales corrientes en oro, sino para señalar aquel proceso iniciático por virtud
del cual el hombre alcanza un alto grado de conciencia cósmica capaz de
transformar su estado anímico y por ende sus motivaciones esenciales hacia la
vida y todo lo que ella implica. Esta transformación interna constituye, en esta
tradición, el ideal iniciático cuya naturaleza se simboliza con la Rosa que florece
en el seno de la Cruz, como expresión profundamente poética y altamente
valorativa del hombre universal.

El hombre en cuanto tal, es la materia prima con que se efectúa esa Gran Obra.
En ello consiste la Arquitectura Masónica, en la realización de la Construcción del
Hombre Universal y en nuestros Gremios Logiales laboran aprendices,
compañeros y maestros en el aprendizaje y en la enseñanza perpetuadora de la
tradición iniciática y en la construcción de Artífice del alma.
La finalidad ulterior del grado dieciocho es la realización crística en cuanto
finalidad del Arte Real, esto es, la transmutación alquímica de la realidad interna
del hombre. Esta labor es conocida también como la Gran Obra, en las tradiciones
gnósticas. El adepto realizado, el Iniciado comprendería así el significado pleno
del "in nobis regmat ille", estado consciente ideal del Rosa Cruz filosófico.
En el campo exotérico la misión externa del Caballero Rosa Cruz consiste en
procurar el cumplimiento de las máximas siguientes:
Ilustración a las masas, consuelo al oprimido y libertad al esclavo.

Para lo anterior, la Institución Masónica, tiene encomendado que los trabajos de


los Capítulos se ocupen de la libertad absoluta de la palabra, hablada o escrita;
de la práctica del derecho que tienen los hombres de formular cada uno sus
opiniones e ideas de la manera que les parece más aceptable, esto sin
restricción de ninguna especie, en tanto que los derechos de los demás no se
vean heridos y minorados por tal manifestación.

Asimismo el grado 18º consagra el recuerdo de la emancipación de los pueblos


por la fraternidad y discute los medios para hacer de esta una realidad práctica; es
aquí donde el masón aprende la teoría de la emancipación de la humanidad
esclavizada por los poderes civiles y religiosos; la emancipación traerá el
aniquilamiento de todas las tiranías, la destrucción de todas las intolerancias, la
desaparición de todos los fanatismos, tanto en el orden político como en el
religioso, ya que el amor fraternal, la tolerancia civil y política y la tolerancia
religiosa, constituye la triple base de la regeneración de la humanidad. Pero lo
importante sin duda alguna, son las consecuencias filosóficas que el adepto logra
realizar para sí.

La razón del Caballero Soberano Príncipe Rosa Cruz, es la de conservar


encendido en nuestros templos, el ánimo regenerador de la francmasonería. Y
recordar siempre que nuestros misterios y grados nos exigen un estudio
continuado y constante de la naturaleza, de las ciencias y de las artes, para que la
deslumbrante luz que remplaza a las tinieblas de la ignorancia; la palabra perdida
y recuperada; las columnas truncadas; la dispersión de los útiles de trabajo, que
son el símbolo de nuestra tristeza, que es remplazada con alegría y placer que
proporciona la actividad y la animación de un mundo mejor; el triunfo del bien
sobre el mal, de la verdad sobre el error; de la fe razonada sobre la duda y la
superstición; de la relajación, del embrutecimiento y de la miseria de los pueblos,
substituida por la ilustración y el bienestar.

Que estamos obligados a practicar la tolerancia civil y religiosa, para que las ideas
y los pensamientos se den en abundancia sin la oposición de una conciencia
sujeta a la manera de pensar del clérigo y del administrador de la religión.
Recordemos que los masones admitimos siempre las buenas doctrinas, por ser
éstas de condición necesaria al hombre y que no disputamos a ninguna religión, ni
escuela filosófica, puesto que trabajamos en busca de la verdad.

El recipiendario debe desarrollar el influjo energético de la esencia esotérica del


grado que lo trasmute en un sol o fuente gestora de vida, que lo convierta en un
ilustrador de las masas, así mismo la espada en su simbología individual nos
refleja el honor, la dignidad, el celo, que un Excelente y Perfecto. Caballero Rosa
Cruz tiene y que debe poner en práctica y ofrendar para dar consuelo al oprimido,
y libertad al esclavo.

A todo lo anterior Excelentes Hermanos, consagra el Caballero del Águila y el


Pelícano, su existencia, su vitalidad corporal e intelectualidad entera, es decir, ésta
es la enseñanza del Grado 18°, ésta es la Misión del Caballero Rosa Cruz.

Con mis mejores deseos de paz profunda y búsqueda eterna de la verdad.

S.·.E.·.P.·.

R.·.H.·. Pedro A. Farinhas S.

Grado 18°
BIBLIOGRAFÍA

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El ojo que todo lo ve: 18º Soberano de Príncipe Rosa Cruz

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Alegoría del Pelícano en el símbolo Rosacruz para los masones

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El simbolismo del Grado 18 Masónico - Diario Masónico

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Masones - Explicación del Grado 18, Caballero Rosacruz ...

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