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ASPECTOS HISTORICOS DE LA MASONERIA CAPITULAR DEL R.E.A.A.

Grado 4° Maestro Secreto.-

La enseñanza alegórica de este grado está fundada en el hecho de haber reunido Salomón,
después de terminado el Templo de Jerusalén, a los Príncipes de Israel más dignos y expertos, para
escoger siete de entre ellos y nombrarlos guardas del Sanctus Sanctorum y de las joyas y objetos
sagrados del Templo, ante el temor de que algunos Maestros, cegados por la envidia, trataran de
destruir tan preciosos objetos, y al propio tiempo con el fin de atender a las reparaciones
necesarias, que en lo sucesivo no podrían encomendarse al hábil arquitecto Hiram Abí, cuya
muerte había sembrado el luto y la desolación entre los constructores y conservadores del
Templo. Al efecto, fueron nombrados Maestros Secretos, y a su debido tiempo elevados a grados
superiores, colocando otros en su lugar.-

Grado 5° Maestro Perfecto.-

Cuando supo Salomón que se había encontrado el cadáver de Hiram Abí, ordenó a su inspector
Adonirám que preparara los funerales del Maestro de manera que resultasen con toda la pompa y
magnificencia debidas a la memoria de tan noble arquitecto, e hiciera asistir al acto a todos los
hh:., decorados con blancos mandiles, encargando, además, que no se borrara la mancha de
sangre hasta obtener venganza de tan horrible asesinato.

La primera labor de Adonirám fue trazar el plano de un monumento de mármoles blancos y


negros, que había de construirse en el corto espacio de nueve días. El corazón de Hiram Abí fue
embalsamado y colocado en una urna, que se expuso a la vista pública en el tercer escalón del
Sanctus Sanctorum durante los nueve días que se emplearon en la construcción del monumento.
Éste fue erigido en la puerta de occidente, un poco hacia el norte, para señalar el sitio en que fue
primeramente enterrado el maestro Hiram Abí por sus asesinos, antes de conducirle al sitio en
donde fueron encontrados por el H:. Stolkin.

Cuando se hubo terminado el obelisco, se colocó la urna sobre el pedestal, y el cuerpo de Hiram
fue sepultado en el centro de un subterráneo, debajo del Templo, con los honores debidos a la
memoria del gran hombre. Este subterráneo era la Sala de Juntas o Capítulo donde Salomón
celebraba sus reuniones con los Maestros Perfectos. Pues cómo sólo estos fueron autorizados
para trasladar a ese sitio los restos de Hirám Abí, este hecho les permitió sentarse en el Capítulo y
participar en sus trabajos. En el obelisco había una piedra triangular, en la que estaban grabadas,
con caracteres hebraicos, las letras J.M.B. La primera es inicial de la primitiva palabra de los
Maestros, y las dos últimas representan la moderna. Salomón se apoderó de todas las medallas
repartidas entre los Maestros, cuando la palabra fue cambiada.

Grado 6° Secretario Íntimo o Maestro por Curiosidad.

La historia de este grado es interesante desde el punto de vista moral, y las deducciones
filosóficas que se obtienen del conocimiento de ella, sirven de base a la labor que realizan los
Capítulos del 6° grado Escocés. Habiéndose propuesto Salomón construir el grandioso Templo de
Jerusalén, deseoso de que la obra fuese tan suntuosa y magnífica como él ambicionaba, para
dedicarlo al culto del G:.A:.D:.U:., solicitó de su aliado Hiram II, Rey de Tiro, que le enviase los
mejores arquitectos de su propia casa, gran número de obreros y varios superintendentes e
inspectores que vigilasen los trabajos de la construcción, así como algunos de los materiales
necesarios, tales como maderas de los cedros y abetos del Líbano, oro de las minas de sus
posesiones y piedras de las canteras de Tiro.

En recompensa de estos servicios prometió Salomón entregarle, mientras durase la construcción


del Templo, veinte mil medidas de trigo, veinte de vino, aceite puro, cebada y miel, y cederle a la
conclusión de la obra varias ciudades del territorio de Galilea.

Salomón cumplía lo pactado y la edificación del Templo avanzaba prodigiosamente; pero habiendo
ocurrido la muerte de Hiram Abí, las obras se suspendieron por el tiempo necesario para hallar su
cadáver, y después para la celebración de sus funerales. A ellos concurrió el Rey de Tiro, pero en
vez de retirarse inmediatamente a su corte, excitado por la curiosidad, visitó de incognito varias
ciudades de la Galilea, encontrando muchas arruinadas, los terrenos estériles para el cultivo y sus
habitantes groseros e ignorantes. Creyendo entonces que la cesión territorial ofrecida por
Salomón, más bien que útil había de serle onerosa, decidió volver a Jerusalén a exigir a su aliado
cuenta estrecha de lo que él consideraba como engaño. Dirigióse al palacio de Salomón, y
pasando precipitadamente por en medio de los guardias que le custodiaban, penetró airado en la
sala de audiencias. Los guardias le siguieron, pero al ver que Salomón recibía a su aliado Hiram II
con vivas manifestaciones de cariño, se retiraron, dejando solos a los dos soberanos. Un fiel
servidor de Salomón, llamado Johaben, al notar en el semblante del Rey de Tiro la cólera de que
éste se hallaba poseído, le siguió hasta la puerta de la Cámara regia y se detuvo para escuchar.
Notó Hiram la presencia del indiscreto, y creyendo ser espiado, mandó que los guardias se
apoderasen de él. No obstante, Salomón, que había reconocido a su fiel servidor, participó al
ofendido monarca que la intención de Johabén no dejaría de ser loable, por el afecto
extraordinario que siempre había manifestado a su persona; obtuvo el perdón del culpable, y
ambos soberanos acordaron que fuera reconocido Johaben como Secretario Íntimo, en premio de
su adhesión y desvelos, y que presenciara el pacto de alianza que de nuevo iban a celebrar.

Grado 7°. Preboste y Juez o Maestro Irlandés.

La creación de este grado masónico obedece a la leyenda que se refiere que, después de la muerte
del Maestro Hiram, instituyó el Rey Salomón siete Prebostes y Jueces, cuyo jefe fue Tito, con
objeto de que oyesen las quejas y administrasen justicia entre los obreros del Templo.
Constituidos aquéllos en Tribunal, celebraban sus reuniones en la Cámara del Medio, donde,
encerradas en una caja de ébano, cuya llave guardaba el Preboste en Jefe, se conservaban las
actas. Allí se estudiaban las reclamaciones de los obreros, así como las apelaciones acerca de las
sentencias dictadas por los Harodim, o sean los jefes que vigilaban y juzgaban a los operarios, y
allí, por fin, se administraba justicia por igual a los fenicios y hebreos.

Grado 8°. Intendente de los Edificios o Maestro de Israel.-

Cuéntese que la fundación del grado de Maestro en Israel es debida a Salomón, quien se propuso
que su pueblo adelantase a los demás en las ciencias y las artes y poseyera a la vez grandes
riquezas, a cuyo efecto escogió por consejeros suyos a los que dirigían este Centro de la
enseñanza, y creó el título que lleva el grado para honrar con él a los más sobresalientes
discípulos.
Grado 9°. Maestro Elegido de los Nueve.-

Este grado, tomado del iluminismo alemán creado por el Dr.Wehisaup, consagra el ritual de
iniciación al hecho simbólico de la venganza por el asesinato de Hiram y a la muerte de uno de los
asesinos por mano de uno de uno de los nueve elegidos. Según la leyenda, después del trágico
acontecimiento de la muerte de Hiram, los autores del crimen trataron de escapar al castigo que
les aguardaba, y se ocultaron. Salomón, con objeto de descubrirlos, convocó una asamblea de
Maestros y deliberaba con ellos acerca de la manera de conseguirlo, cuando un extranjero se
presentó manifestando deseos de hablar en secreto con aquél soberano; Salomón lo admite a su
presencia, y el extranjero le informa que había visto a un desconocido ocultarse en una caverna,
cerca de las costas de Joppe, y que, según las señas que tenía de los asesinos que se buscaban,
debía el desconocido ser uno de ellos, ofreciéndose a conducir a los que quisieran acompañarle
para prenderlo.

Dispuso entonces Salomón que nueve Maestros acompañaran al extranjero, y que para evitar
preferencias y resentimientos se sorteasen los nombres de los presentes, a fin de que la suerte
decidiera.

En la mañana del día siguiente, Johabén, Stolkin y siete maestros más se dirigieron, acompañados
del forastero, a través de un país escabroso, hacia las costas de Joppe. Durante el camino supo
Johabén, por boca del guía, que el traidor a quien buscaban tenía la costumbre de ocultarse en
una caverna no lejos del lugar en que se hallaban. En efecto, pronto la encontraron. Johabén entró
guiado por la luz de una lámpara, sorprende dormido al asesino, que tenía un puñal a sus pies, y
no pudiendo contener su impaciente celo, toma el arma y le hiere, primero en la cabeza y después
en el corazón, no dejándole tiempo sino para exclamar: ¡ Venganza merecida¡, y expira
inmediatamente.

Entonces Johaben separó del troco la cabeza del traidor, se reunió a sus ocho compañeros, que en
tanto apagaban la sed en una fuente inmediata, y con la cabeza ensangrentada en una mano y el
puñal en la otra, se dirigió, en unión de ellos, a la ciudad de Jerusalén, donde llegaron al amanecer.

Cuando Salomón vio la cabeza del traidor en manos de Johabén, se indignó sobremanera ante la
osadía de haberle usurpado la facultad de obrar como creyera conveniente para aplicar el
merecido castigo. Ordenó inmediatamente a Stolkin que diese la muerte a Johaben para castigar
su atrevimiento; pero convencidos los hh:. De que éste había obrado con precipitación por un
exceso de celo y lealtad hacia la persona del Soberano, y no con intención de usurparle el poder,
se prosternaron ante el Rey suplicándole el perdón para Johaben, quien, mediante esta poderosa
intervención, fue perdonado.

Salomón mandó entonces colocar la cabeza del traidor en la torre oriental del Templo hasta que
se encontrasen los otros dos cómplices, y premió a Johaben, así como a los ocho hermanos que le
acompañaron, otorgándoles el título de Maestros Elegidos de los Nueve.
Grado 10°.- Ilustre Elegido de los Quince.-

Este grado procede como el noveno del sistema del iluminismo alemán, y la ceremonia de
recepción se refiere todavía a la venganza de la muerte del Maestro Hiram y a la captura y
ejecución de los otros dos asesinos. Es por lo tanto, complemento del anterior y puede
considerarse como terminación del simbólico drama de Hiram, cuyo desarrollo comenzó en el
grado de Maestro.

Refiere la leyenda fundamental de este grado que habrían transcurrido cerca de seis meses desde
que tuvo lugar el castigo de uno de los asesinos de Hiram, según queda referido en el grado de
Maestro Elegido de los Nueve, cuando uno de los Intendentes de Salomón, llamado Bendecar, se
dirigió al territorio de Gheth con el exclusivo objeto de practicar algunas pesquisas que le
permitieran descubrir si en aquel país se había ocultado alguna persona sospechosa procedente
de Jerusalén. Al efecto hizo publicar un aviso, en el que decía la filiación exacta de los traidores
que ayudaron a Jubelón o Abi-Balah a consumar el asesinato del maestro. Al cabo de algunos días
recibió la noticia de que dos individuos, cuyas señas correspondían con las expresadas en el aviso,
habían llegado allí, al parecer perseguidos, los cuales, creyéndose fuera del alcance de sus
perseguidores, se habían refugiado en aquellas tierras en donde se dedicaban a trabajar en las
canteras.

Enterado Salomón de estos hechos, resolvió solicitar de Maachab, Rey de Gheth, la aprehensión
de los criminales y su traslado a Jerusalén, en donde debían ser juzgados y castigados por el delito
que habían cometido.

Luego escogió los quince maestros que le inspiraban mayor confianza, entre los cuales estaban los
nueve primeramente enviados a la caverna de Joppe en busca de Jubelón, para que, acompañados
de una fuerte escolta, marchasen a apoderarse de los dos traidores. A desempeñar este servicio
salieron el día quince del mes hebraico Tamohth, que corresponde al de junio, llegando el 28 del
mismo mes al país de Gheth, en cuyo día informaron a Maachab de los deseos del Rey Salomón.
Aquel ordenó que se buscase a los malhechores, y una vez encontrados, se entregasen a los
emisarios de Salomón.

Después de cinco días de inútiles investigaciones fueron hallados en una de las muchas canteras
que en aquellas tierras existían, por los Maestros Zerbal, Bendecar y Stolkin, quienes procedieron
tras ruda resistencia, a la prisión de los asesinos, y cargándoles de cadenas, los llevaron a
Jerusalén, seguidos de los maestros y de la escolta que llevaban.

Apenas llegaron a la presencia de Salomón los dos compañeros traidores, fueron juzgados por el
Tribunal que aquel Rey presidía, y comprobado el atroz delito que habían cometido, fueron
encerrados en la torre de Achizar hasta el día de la ejecución de la sentencia.

Grado 11°.- Sublime Caballero Elegido.-

Lo mismo que los dos anteriores, procede este grado del iluminismo alemán, y la ceremonia de
recepción está consagrada a la recompensa de los vengadores de la muerte de Hiram.
En efecto, después de haber castigado a los tres asesinos de Hiram Abí, dice la leyenda, y con
objeto de recompensar la constancia y fidelidad de los Quince Ilustres Maestros Elegidos,
elevándolos a un grado superior, y poder asimismo exaltar algunos otros hermanos de los grados
inferiores para recompensar sus méritos al de Ilustre Elegido de los Quince, el Rey Salomón creó,
con doce de los que poseían este grado, uno nuevo denominado Ameth, palabra hebrea, que
significa hombre fiel en todas ocasiones: este grado no es otro que el de Sublime Caballero
Elegido.

Con el fin de no ofender a ningún hermano, todos los nombres se pusieron en una urna, y de los
doce primeros que se sacaron a la suerte se formó el Capítulo, quedando colocados sus miembros
a la cabeza de las doce Tribus de Israel.

Grado 12°.- Gran Maestro Arquitecto.-

Este grado, clasificado entre los de origen Bíblico o Israelita-Salomónico, según la tradición
masónica fue establecido con el objeto de formar una escuela de arquitectura, en la que
recibiesen los obreros del Templo de Salomón, no sólo la instrucción debida, sino los medios de
llegar a la perfección en el Arte Real.

El sabio monarca de Israel deseaba hacer de sus fieles servidores excelentes artistas,
preparándolos para que pudieran mejor acercarse a la perfección en la obra que se proponía llevar
a cabo para el cumplimiento de la promesa hecha por el G:.A:.D:.U:. a Enoch, Moisés y David, de
que con el tiempo habitaría el Templo erigido en su honor, y que su nombre sería reverenciado.

Grado 13°.- Caballero del Real Arco.-

El grado del Real Arco pertenece a la categoría de los Bíblicos o Deísta-Judaicos por su naturaleza
y la leyenda a que debe su origen. El Ritual conmemora el descubrimiento del nombre escrito del
G:.A:.D:.U:., el cual, según Josefo, no era conocido en los tiempos anteriores a aquel en que fue
revelado a Moisés por el mismo Dios y la iniquidad de los hombres hizo que se perdiera en
seguida.

Tiene por objeto conducir al estudio de todas las Artes y de todas las Ciencias, hasta donde sea
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Se dice en la versión bíblica que Enoch, único que sabía el nombre de Dios, y que no podía
revelarlo, para que no se perdiera ese nombre en el diluvio que había de sumergir la tierra, por
más que ignorar la época en que debía tener lugar este acontecimiento, edificó un templo en el
interior de una montaña, cuya construcción estaba sostenida por nueve arcos, y que dicho templo
estaba destinado a guardar el DELTA de oro, en el que se había grabado el verdadero nombre del
G:.A:.D:.U:.
Grado 14°.- Gran Elegido, Perfecto y Sublime Masón.-

Este grado, como los siguientes hasta el 17° inclusive, pertenece a la categoría de los llamados
Bíblicos, y en él se complementa la leyenda del Real Arco. La ceremonia de la recepción está
consagrada a la revelación del nombre de Dios, pronunciado por él mismo, cuando, según la
leyenda bíblica, se apareció a Moisés en la zarza encendida y fue interrogado por éste.

Cuando hubieron terminado los trabajos del Templo de Jerusalén, los masones que habían
contribuido a la construcción se dispersaron por los países circunvecinos, propagando las doctrinas
de la Orden y estableciéndola más uniforme y regularmente, bajo la dirección de los Grandes
Elegidos.

Transcurrido algún tiempo, el pueblo de Israel se transformó en orgulloso e idólatra. El Templo


erigido al Gran Arquitecto del Universo fue profanado, y con menosprecio del culto que le era
debido, se aposentó en él la idolatría.

Horrorizados los masones del inexplicable proceder del pueblo elegido, temieron que la apostasía
de éste acarreara grandes males, y, en efecto, el castigo llegó cuando cesó de reinar la dinastía de
Salomón por haber ordenado Nabucodonosor, Rey de Babilonia, que un ejército mandado por su
Capitán de Guardias, Nabuzardan, entrara en la Judea, llevándolo todo a sangre y fuego,
saqueando a Jerusalén y destruyendo la hermosa obra del templo.

Poco antes de este suceso algunos Grandes Elegidos, Perfectos y Sublimes Masones, penetraron
en la bóveda sagrada del Templo, borraron el nombre inefable del G:.A:.D:.U:. y destruyeron el
triángulo de oro que lo contenía, así como el pedestal de alabastro para evitar que el sagrado
depósito fuera profanado por los Asirios.

Grado 15°.- Caballero de Oriente o de La Espada.-

El argumento de la recepción en este grado está basado en determinados acontecimientos que


tuvieron lugar, según la historia antigua, después de la cautividad de los israelitas en Babilonia.
Éstos fueron libertados sesenta años después, por gracia que obtuvieron de Ciro, Rey de Persia, el
cual, accediendo a las instancias de Zorobabel, no sólo concedió la libertad a los cautivos, sino el
permiso para volver a Jerusalén y levantar un nuevo Templo, ordenando que les fueran restituidos
los ornamentos y joyas que a éste pertenecían y que fueron llevados a Babilonia, prometiendo
además al pueblo hebreo su protección y ayuda.

No satisfecho con tan noble proceder el victorioso y magnánimo Ciro, condecoró a Zorobabel con
el título de Caballero de su Orden. Partió éste acompañado de su pueblo sin hallar obstáculo
alguno por el camino que conducía a Jerusalén, hasta llegar a la orilla del rio Éufrates, en cuyo sitio
trataron de impedir el paso a Zorobabel y los suyos las tribus que habitaban la opuesta ribera,
obligándoles a combatir para salvar el puente. Venció, al fin, el pueblo israelita y pudo continuar
su marcha.

Zorobabel perdió en este combate las insignias de honor con que fue honrado por Ciro, pero no
abandonó su espada, resuelto a no perderla sino con la vida.

Entre los pocos hebreos que pudieron escapar a la cautividad, cuando la destrucción del Templo,
se encontraban en Jerusalén algunos Perfectos y Sublimes Masones, y los sucesores de éstos,
conociendo entre las ruinas del Templo la entrada de la Bóveda Sagrada, se reunían en ella
secretamente para practicar sus trabajos, bajo la dirección de Ananías.

Recibió éste a Zorababel a su regreso con los cautivos, en el seno de la Fraternidad, entre las
ruinas del Templo, declarándole jefe de la Nación, previa la promesa de volver a levantar el
grandioso edificio. Poco después comenzó la reconstrucción del Templo. Los israelitas, para
dedicarse con seguridad a los trabajos, y temerosos de una nueva invasión del territorio por sus
enemigos, manejaban las herramientas de construcción con una mano, al par que con la otra
empuñaban constantemente la espada, para hallarse preparados a combatir y defenderse en
cualquier momento que se intentara atacarlos o sorprenderlos.

Grado 16°.- Príncipe de Jerusalén.-

El grado 16° del R:.E:.A:.A:. que, según se ha dicho, se ha clasificado entre los Bíblicos, es así mismo
Caballeresco. Se refiere a la ayuda y protección que pidieron los israelitas a los asirios para llevar a
cabo las obras de reconstrucción del Templo de Jerusalén, y debe considerarse como
complemento del grado precedente. Hay quién hace derivar ambos grados de la época de las
cruzadas; pero, he aquí la leyenda que ha servido de base para su formación, sea cualquiera el
origen que se le atribuya.

El primer cuidado de Zorababel, a la vuelta del cautiverio de los israelitas, fue el de consagrarse a
la labor de reconstruir el Templo, aunque hostilizados constantemente por los samaritanos, sus
vecinos, que, dominados por la envidia, se oponían a que se efectuasen los trabajos.

Viéronse por algún tiempo obligados los constructores a abandonar la obra que habían
emprendido, hasta que al fin logró Zorobabel, con la ayuda de otras personas influyentes, obtener
del Rey Darío, sucesor de Ciro, la gracia de que éste expidiera un decreto, en el que amenazaba
con la pena de muerte a todos aquellos vasallos que perturbasen a los Masones en la obra de la
reconstrucción de la ciudad de Jerusalén y de su Templo. Merced a este decreto no fueron
molestados en lo sucesivo y pudieron terminar la obra en poco tiempo.

De todas maneras, hay que ver en el grado masónico de Príncipe de Jerusalén la demostración de
la recompensa reservada al Valor, la Firmeza y la Constancia.

Grado 17°.- Caballero de Oriente y Occidente.-

Como los anteriores, este grado se halla conceptuado entre los Bíblicos por considerar algunos
que debe su origen a los misteriosos trabajos de los Esenios. Según el historial del Rito Escocés,
éste grado fue instituido en 1118, época de la primitiva cruzada. Los primeros caballeros, en
número de once, prestaron voto de guardar secreto, discreción y amistad, en presencia de
Garimont, Patriarca y Príncipe de Jerusalén. Procede la denominación que lleva este grado el
hecho de haber sido creado en Oriente, en el territorio de la Palestina, y traído después al
Occidente.

Es el complemento necesario de los dos que le preceden, y recuerda la fusión de las diversas
naciones del antiguo continente que se hallaron representadas en la Orden de los Caballeros de
Malta.

Grado 18°.- Caballero Rosa Cruz.-

En la nomenclatura suele designarse el grado Rosa Cruz, anteponiéndole los títulos de Caballero y
también el de Soberano Príncipe. En tiempos pasados fue el más elevado del sistema llamado
Escocés, el nec plus ultra de los grados de perfección; más tarde cerró la escala jerárquica de la
reforma filosófica a que se dio nombre de Rito Moderno o Rito Francés, y constituye el 18° del
R:.E:.A:.A:.

Berard J. Smeler y otros autores, aseguran que la institución de los Rosa Cruces fue creada en
Egipto en el siglo XIV por C. Rosencrutz, sabio naturalista, que se dedicó al estudio de la alta
filosofía oriental, recorriendo la Arabia, el Egipto, la Persia y otros países. Ocupábase de la
medicina dorada, de la piedra filosofal, de la transmutación de los metales y de las operaciones de
las ciencias ocultas. Luego se estableció en Egipto y fundó una escuela cuyos discípulos fueron
conocidos con el nombre de invisibles. El objeto de sus trabajos consistía en “pasar a los hombres
por el crisol, a fin de depurarlos de los errores y preocupaciones” y de conformidad de sus
doctrinas establecía ciertas analogías entre el desprendimiento de la parte ígnea de la materia y la
exaltación de Jesús a la cruz antes de ser divinizado.

Afirman algunos escritores que la Sociedad de los Rosa Cruces fue proyectada en 1622 por el sabio
abad de Adelberg, Valentín Andrea, quien publicó en 1625 su obra titulada “Las bodas químicas de
Rosenkreutz, alegoría alquímica. Pero otros sostienen que antes de esa obra existía la denominada
“Fama Fraternitatis” y mucho antes de esta la titulada “Confesio Fratum”. Otros atribuyen la
institución de este grado a Godofredo de Bouillón, Paracelso, Roberto Fludd, al sabio Bacón de
Verulamio e incluso al célebre Ashmole y a los libres pensadores que le auxiliaron en su obra.

IH:. Raúl González Ñ.

M:.M:. Grado 32°.

Tomado de: Diccionario Enciclopédico de la Masonería.

Lorenzo F. Abrines. Tomo V. Editorial del Valle de México.

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