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RESUMEN: texto de Alfaro trayectoria de psicología comunitaria / párrafo de martinez

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Enfoque Comunitario: Este enfoque se utiliza como un modelo metodológico para guiar la
relación de las instituciones públicas con las comunidades humanas con las que trabajan. Su
objetivo principal es diseñar, implementar, dar seguimiento y evaluar políticas, programas y
proyectos de intervención social. Se centra en la acción y proporciona criterios para el
trabajo comunitario desde una perspectiva institucional.
Articulación Institucional / Comunitaria: El enfoque comunitario busca una
interpenetración adecuada entre el mundo institucional y el mundo comunitario. Sin
embargo, en el contexto chileno (y en otros lugares), las instituciones suelen tener una
estructura tradicional y burocrática que dificulta la implementación de estrategias
comunitarias. Las instituciones tienden a tratar a las personas como individuos aislados y
no están diseñadas para trabajar en red.
Articulación entre Encuadre Positivo / Encuadre Negativo: Se mencionan dos tipos de
encuadre que influyen en cómo se aborda la comunidad. El encuadre positivo se centra en
resaltar las capacidades, competencias y recursos de las personas y comunidades, mientras
que el encuadre negativo se enfoca en identificar deficiencias y problemas. En muchas
políticas sociales, predomina el encuadre negativo.
Articulación Teórico-Práctica: El enfoque comunitario es fundamentalmente orientado a la
práctica. Se resalta la importancia de la interacción entre modelos operativos y modelos de
acción en la comprensión de las intervenciones sociales. Estos modelos permiten situar la
práctica de los profesionales de la acción en el contexto de políticas, programas, proyectos
y organizaciones.
Modelos Operativos y Modelos de Acción: Aunque el fragmento no profundiza en estos
términos, sugiere que los modelos operativos y los modelos de acción son conceptos
cruciales en la gestión de intervenciones sociales y en la comprensión de cómo los
profesionales interactúan con las personas que son objeto de estas intervenciones.

El fragmento se centra en la necesidad de superar la brecha entre las instituciones y las


comunidades, así como en la importancia de elegir un enfoque adecuado al trabajar con
comunidades. También destaca la relevancia de la práctica de los profesionales y su
relación con la teoría en el ámbito de las intervenciones sociales.

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En esta sección del texto, se discuten dos componentes fundamentales en el ámbito de la
intervención social: el Modelo Operativo y el Modelo de Acción.
Modelo Operativo: Este se refiere a la estrategia que un proyecto o programa utiliza para
intervenir en la población objetivo. Es una representación operativa que establece cómo
deben ser las cosas desde la perspectiva institucional. El modelo operativo guía la toma de
decisiones en cuanto a la definición de la situación inicial, el diseño de acciones, la
situación objetivo y el sistema de indicadores para seguimiento y evaluación.
Modelo de Acción: Este hace referencia a la práctica efectiva de los profesionales de la
acción y a los conocimientos que se adquieren en ese proceso. Los modelos de acción se
desarrollan en el contexto de un modelo operativo institucional y pueden ser reconstruidos
desde una perspectiva modélica. Se componen de un mapa de criterios relevantes para la
acción, clases de problemas y soluciones, y el tipo de encuadre emocional que guía la
práctica.
Estos modelos de acción se forman en las comunidades de práctica de los profesionales de
la acción, donde se comparten conocimientos, competencias y aprendizajes. Estas
comunidades de práctica son autónomas, autorreguladas y generan conocimientos
significativos y efectivos para la práctica laboral. Los profesionales se convierten en
expertos a lo largo del tiempo, basándose en la experiencia y en el aprendizaje colaborativo
dentro de estas comunidades.
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En esta sección del texto, se destaca la interacción y la complementariedad entre dos
aspectos clave en las intervenciones sociales: el Modelo Operativo y el Modelo de Acción.
Interconexión de Modelos: Ambos modelos, el operativo y el de acción, están
estrechamente relacionados. El modelo de acción de los profesionales se desarrolla dentro
del marco del modelo operativo del programa. Esto implica que el modelo operativo define
las pautas generales de la intervención, mientras que el modelo de acción da vida y
concreción práctica a esas pautas en situaciones específicas.
Sinergia entre Modelos: Los modelos de acción de los profesionales complementan el
modelo operativo institucional al proporcionarle validez y aplicabilidad en contextos reales.
Sin embargo, a veces pueden surgir conflictos entre estos modelos debido a la rigidez de los
modelos operativos.
Importancia de la Gestión: La gestión eficaz implica cuidar y mejorar la relación entre
ambos modelos. El modelo operativo proporciona la dirección y los objetivos
institucionales, mientras que el modelo de acción aporta los conocimientos y las prácticas
necesarias para cumplir esos objetivos en situaciones concretas.
Conocimiento de Modelos de Acción de Sujetos Intervenidos: Es fundamental no solo
comprender los modelos de acción de los profesionales, sino también los de las personas a
las que se interviene. Las comunidades suelen tener estrategias propias para abordar
problemas, y las instituciones tradicionales a menudo las pasan por alto o las descalifican.
Esto amplía la brecha entre los enfoques institucionales y las soluciones comunitarias a
problemas.

El análisis del caso del Programa Puente en Chile revela la interacción entre el Modelo
Operativo y los Modelos de Acción en la intervención social.
Modelo Operativo del Programa Puente: Este programa se creó como parte del sistema de
protección social Chile-Solidario con el objetivo de abordar a familias en extrema pobreza.
Tiene tres componentes: apoyo psicosocial, subsidios monetarios y acceso a programas de
promoción social. FOSIS fue encargado de implementar el componente 1, que es el
Programa Puente. Se enfoca en desarrollar las capacidades de las familias para mejorar su
calidad de vida y su integración social.
Modelos de Acción de los Apoyos Familiares: Los Apoyos Familiares (AF) son los
profesionales que trabajan directamente con las familias en extrema pobreza. Su práctica se
desarrolla desde modelos de acción que se configuran en comunidades de práctica. Estas
comunidades son grupos informales de AF que comparten el mismo espacio de trabajo, se
conocen entre sí y desarrollan relaciones personales. La construcción de conocimientos,
aprendizajes y competencias se da de manera natural en estas comunidades. Los AF toman
decisiones autónomas y adaptadas a las situaciones específicas, y su trabajo se basa en la
conversación y el fortalecimiento de las capacidades de las familias.
El Programa Puente tiene un enfoque comunitario en la práctica de los Apoyos Familiares,
que se desarrolla en el contexto de vida de las familias y las redes sociales. Esto requiere
una gran autonomía por parte de los AF, que toman decisiones en el terreno mismo de la
intervención. Los Modelos de Acción de los AF son fundamentales para el funcionamiento
efectivo del programa, ya que complementan y enriquecen las políticas, estrategias y
metodologías del Modelo Operativo.

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Esta sección aborda la articulación práctica entre los Modelos de Acción de los Apoyos
Familiares (AF) y los Modelos de Acción de las familias en situación de extrema pobreza,
analizando cómo el Programa Puente influye en estos modelos:
Modelos de Acción de las Familias: Las familias en extrema pobreza han desarrollado
modelos de acción a lo largo del tiempo para sobrevivir y enfrentar la desprotección social.
Estos modelos son resistentes al cambio y están arraigados en la cultura práctica de las
familias y su comunidad.
Impacto del Programa Puente: El programa Puente interviene en estos modelos de acción,
pero lo hace a través de la mediación de los Modelos de Acción de los Apoyos Familiares.
Hay tres niveles interconectados en este proceso: el Modelo Operativo del programa, los
Modelos de Acción de los Apoyos Familiares y los Modelos de Acción de las familias.
Modelo Operativo del Programa: El Modelo Operativo del programa es la orientación
institucional que guía la intervención. Aunque orienta la acción, no se traduce
automáticamente en la práctica, ya que los Apoyos Familiares tienen la autonomía para
ajustar la estrategia a situaciones específicas.
Modelos de Acción de los Apoyos Familiares: Los Apoyos Familiares construyen
colectivamente sus Modelos de Acción a través de Comunidades de Práctica. Estos
modelos son fundamentales para implementar el programa y se basan en la interacción, el
conocimiento tácito y explícito, y la autonomía.
Impacto en los Modelos de Acción de las Familias: El programa Puente influye en los
Modelos de Acción de las familias en extrema pobreza a través de la mediación de los
Modelos de Acción de los Apoyos Familiares. Se mencionan cuatro cuadrantes que
representan la percepción de las familias sobre el programa, destacando los efectos
positivos percibidos en el desarrollo personal y en la ayuda efectiva proporcionada por el
programa.
Articulación Institucional Comunitaria: El programa Puente mejora la conexión entre la
oferta de servicios locales y las familias en extrema pobreza a través de un diseño de
mediación institucional. Esto facilita la accesibilidad a los servicios y contribuye a la
aceptación de las familias por parte de estas instituciones.
Accesibilidad: Las familias destacan la mejora en la accesibilidad a los servicios,
especialmente en términos de tiempos de espera más cortos. También señalan que el Puente
les ha abierto el acceso a recursos y servicios previamente desconocidos, ampliando así sus
derechos ciudadanos.
Empoderamiento: El programa ha empoderado a las familias al permitirles obtener
servicios y recursos de manera más eficiente y digna. Han desarrollado conductas más
eficaces y han reducido la necesidad de humillarse o mostrar signos de miseria en su
relación con las instituciones, lo que forma parte de su modelo de acción para la
subsistencia.
En resumen, el Programa Puente tiene un impacto en la percepción de las familias en
extrema pobreza al mejorar la accesibilidad a servicios y recursos, así como al
empoderarlos en sus relaciones con las instituciones. Esto se logra a través de la mediación
de los Modelos de Acción de los Apoyos Familiares.

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En esta sección, se discuten aspectos importantes relacionados con la articulación de los
Modelos de Acción de las familias en extrema pobreza y el Programa Puente:
Aceptabilidad: El programa Puente ha logrado que las familias en extrema pobreza se
sientan aceptadas y dignamente tratadas. Esto se traduce en que las instituciones abren sus
puertas para estas familias y las respetan, a pesar de la asimetría de poder en la relación. El
sentimiento de aceptabilidad es esencial para el desarrollo de una nueva identidad en las
personas en situación de pobreza y es un logro importante del programa.
Mediador Institucional: Las familias perciben al apoyo familiar como una figura relevante y
distinta de otros agentes estatales. Se valora la metodología de búsqueda, el enfoque de
conversación y el trabajo en contexto. Este enfoque de mediación busca impulsar la
autonomía, competencia, manejo del riesgo, autoestima y bienestar psicosocial de las
familias.
Amplificación de la Red Social: El Programa Puente ha fortalecido la red social de las
familias en extrema pobreza, especialmente en las conexiones más allá de su entorno
comunitario inmediato, conectándolas con la institucionalidad local. Esta amplificación de
la red social les permite acceder a recursos y servicios que antes les eran inaccesibles y
contribuye al manejo del riesgo.
Articulación entre Encuadres: Las familias no se alinean exclusivamente con un encuadre
asistencialista o promocional. Más bien, buscan un equilibrio entre ambos. Necesitan
recursos básicos, mediación, orientación, información y conocimientos, pero desean
recibirlos de manera digna y basada en una perspectiva de derechos ciudadanos.
Articulación Teórico-Práctica: Las familias en extrema pobreza son expertas en la
producción de subsistencia y han desarrollado modelos de acción que incluyen aspectos
negativos y positivos. El cambio en estos modelos requiere no solo intervención psicosocial
sino también cambios en el entramado estructural institucional.
Desafíos para la Política Pública: La pregunta central es cómo transformar los efectos del
programa en impactos sostenibles. Los efectos del Puente agitan las aguas de los modelos
de acción de las familias y las instituciones, pero son agitaciones superficiales. El desafío
está en profundizar estos cambios para lograr un impacto sostenible y duradero.
En resumen, el Programa Puente ha logrado avances importantes en la aceptabilidad, la
mediación institucional, la amplificación de la red social y la articulación entre diferentes
enfoques. Sin embargo, los desafíos a largo plazo incluyen la profundización de estos
cambios en los modelos de acción de las familias y las instituciones para lograr un impacto
sostenible en la superación de la pobreza.
Diferenciar entre modelos operativos y modelos de acción según Víctor Martínez.
Identificar y explicar los elementos centrales del modelo de competencias. Reconocer los
meta-modelos de intervención, las perspectivas teóricas y las estrategias de intervención

Según Víctor Martínez, los "modelos operativos" se refieren a las estrategias y enfoques
generales de las instituciones o programas para abordar un problema o situación específica.
Estos modelos operativos son la "teoría de pequeño alcance" que las instituciones emplean
para estructurar y justificar sus acciones. Son la forma en que una institución planifica e
implementa su intervención y pueden ser una respuesta a una política pública específica.
Por otro lado, los "modelos de acción" se refieren a los patrones de comportamiento,
creencias y prácticas que desarrollan las personas o las comunidades para enfrentar
situaciones particulares, como la extrema pobreza. Estos modelos de acción son de tiempos
largos y lentos, tienen una alta estabilidad y resistencia al cambio, y se han acumulado a lo
largo de generaciones. Son las estrategias prácticas que las personas emplean para
sobrevivir y abordar los desafíos que enfrentan en sus vidas diarias.
En cuanto a los "elementos centrales del modelo de competencias", no proporcionas
detalles específicos en tu pregunta, por lo que es difícil ofrecer una respuesta precisa. En el
contexto de un programa o intervención, los modelos de competencias generalmente se
refieren a las habilidades, conocimientos y capacidades que las personas deben adquirir o
desarrollar para lograr sus objetivos y superar desafíos. Estos elementos pueden variar
según el contexto y los objetivos del programa, pero comúnmente incluyen:
Habilidades técnicas o prácticas necesarias para realizar tareas específicas.
Conocimiento sobre temas relevantes, como salud, educación, empleo, etc.
Habilidades sociales y emocionales, como la comunicación, la empatía y la resiliencia.
Capacidades de toma de decisiones y resolución de problemas.
Competencias para el trabajo en equipo y la colaboración.
Los "meta-modelos de intervención" se refieren a los enfoques generales que guían la
planificación y la implementación de intervenciones sociales. Pueden incluir enfoques
basados en derechos humanos, enfoques de empoderamiento, enfoques basados en la
evidencia, entre otros. Estos meta-modelos establecen la filosofía y los principios rectores
que sustentan la intervención.
Las "perspectivas teóricas" se refieren a los marcos conceptuales y teorías que informan
una intervención o programa. Pueden incluir teorías del cambio, teorías de desarrollo
humano, teorías de aprendizaje, entre otras. Estas perspectivas teóricas proporcionan la
base conceptual sobre la que se construye la intervención.
Finalmente, las "estrategias de intervención" se refieren a las acciones específicas que se
implementan para lograr los objetivos de una intervención. Estas estrategias pueden incluir
la provisión de servicios, la educación, la capacitación, la sensibilización, entre otras. Las
estrategias de intervención se derivan de los modelos operativos y las perspectivas teóricas,
y están diseñadas para abordar los modelos de acción de las personas o comunidades con
las que se trabaja.

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