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Nombre del curso Gerencia social

Programa Trabajo Social

Facultad de Ciencias de la
Facultad
Educación, Sociales y Humanas

Elemento de competencia 2
Reconocer y utilizar, específicamente para el desarrollo de proyectos
comunitarios y sociales en los contextos nacional, regional y local,
elementos propios de la Gerencia Social con criterios profesionales.

Temas

Tema 1: Gestión estratégica de la Gerencia Social

Tema 2: Desarrollo humano sustentable y contexto social

Tema 3: Responsabilidad social

Horas AD: 15

Horas TI: 45

AD: trabajo con acompañamiento docente. TI: trabajo independiente del estudiante.

Criterios de desempeño
Identifica las teorías, enfoques y metodologías que configuran la
institucionalidad de la planeación y gestión del desarrollo.
Caracteriza las políticas públicas nacionales e internacionales
orientadas al desarrollo humano.

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Identifica el concepto de responsabilidad social empresarial y su
relación con el desarrollo y la gerencia.

Tema 1: Gestión estratégica de la gerencia social


La gestión estratégica de la gerencia social viene principalmente de la
teoría y experiencia de la gerencia empresarial aportando conceptos y
herramientas como lo plantearon Jones y Thompson (1999), “la gestión
pública no es igual a la administración de empresas”. Asimismo, la
gerencia social – que se ejerce en el ámbito público− se diferencia de la
gerencia empresarial. Aunque esto suene obvio para muchos, lo
explicitamos con el fin de explorar los desafíos que surgen de la diferencia
entre los esfuerzos gerenciales por producir valor público en la
complejidad de los ámbitos públicos y los que se dirigen a la creación de
valor privado. En el siguiente acápite, vamos a explorar seis desafíos de
la gerencia en los ámbitos públicos que serán tenidos en cuenta en la
formulación de nuestra propuesta de marco conceptual para la gerencia
social estratégica capaz de enfrentar dichos desafíos.

Según Sulbrandt (2002), la gerencia social es, sin dudas, una parte
de la gestión pública, pero requiere ciertas formas muy particulares de
acción dado las características de los servicios sociales y de los programas
mismos. Al respecto, esta gerencia social en su desarrollo considera una
serie de avances ocurridos en la gestión pública general y, además,
agrega una serie de mejoras propias de la gestión social del sector
público. Así mismo, existe una gerencia general pública y gerencia de
operaciones en áreas como infraestructura, provisión de agua potable,
energía, construcción de viviendas, protección del medio ambiente,
regulaciones del sector económico, etc.

Cada gerencia tiene ciertas particularidades en cuanto hay una


gerencia social referida a programas de salud, educación, trabajo,
jóvenes, niños en situación de riesgo, mujeres, ancianos, de lucha contra
la pobreza, contra la marginalidad, sobre etnias, etc., cada una de las
cuales presenta ciertas características muy propias en la conducción.
Cuando se busca la especificidad de lo social no se pretende sostener que

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hay principios totalmente diferentes en la gestión de aquellos que son
normales a la gestión de la administración pública, sino afirmar que hay
rasgos y características distintivas en las cuestiones o problemas sociales
y en su tratamiento por políticas y programas que hacen que en su
operación el gerente debe tomarlas en cuenta, pues adquieren una fuerza
especial que determinan nuevas formas de gestión, diferentes de las que
normalmente se enseñan en administración.

El gerente social tiene una serie de funciones que desempeñar y,


además, cumplir algunas propias de su condición. Sin embargo, antes de
responder la pregunta sobre las funciones es necesario identificar los
principales objetivos que los gerentes persiguen.

En primer lugar, hay ciertos objetivos que todo gerente debe


perseguir, como son:

La obtención de resultados, de manera que las actividades


desarrolladas puedan tener el impacto esperado en las poblaciones
objetivo.
La obtención de resultados, de manera que las actividades
desarrolladas puedan tener el impacto esperado en las poblaciones
objetivo.
La generación de valor, lo cual en el caso de gerencia social (como
en todo el sector público) supone satisfacer las demandas sentidas
e importantes de los ciudadanos-clientes. (Moore, 1998).

En segundo término, se presentan los objetivos propios de la gestión


social:

Lograr que los programas logren sostenibilidad.


Perseguir el desarrollo de la autoconfianza en las poblaciones
objetivo.
Construir ciudadanía, aprendiendo a ejercer sus derechos y aceptar
sus responsabilidades, sobre todo en América Latina donde buena

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parte de la población no alcanza las condiciones mínimas para
ejercer plenamente su condición de ciudadano.
La participación en los programas sociales se convierte en uno de
los principales mecanismos de enseñanza y construcción de
ciudadanía;
Lograr la articulación social entre grupos sociales significativos
(género, étnicos, etc.) (Kliksberg, 1999).
Desarrollo de una ética de compromiso social (Kliksberg,
Bernardo.1999). A fin de lograr esos objetivos, el gerente debe
desarrollar una serie de funciones. Entre ellas es posible distinguir
dos categorías centrales:
Las funciones estratégicas; las funciones operativas. Sulbrandt, J.
(2002)

Según planteamientos de Nogueira (2007)

En América Latina la gerencia social como orientación y práctica se


ha ido conformando con la aspiración a desarrollar capacidades para
satisfacer muchos de los requerimientos de la implementación. Sus
estudios se centran en la especificidad de políticas y programas
sociales, responden a la constatación de las debilidades de los
ámbitos que tienen responsabilidades en materia social, y al
apremio por cerrar las brechas entre los propósitos enunciados y el
impacto alcanzado. Su conformación es el producto de la
acumulación de evidencia sobre la situación social, de apreciaciones
sobre los contenidos de políticas deseables y de tecnologías para la
formulación y el seguimiento de proyectos, todo ello con un tono
fuertemente normativo. Sus contribuciones son importantes, aun
cuando han sucumbido con frecuencia ante los riesgos de la
generalización indebida. Los aportes delimitan la cuestión desde lo
común, lo compartido: los programas son abordados como si
existieran modelos organizacionales y tecnologías de gestión
homogéneos y de validez universal (p. 77).

En esta línea de trabajo se pueden identificar dos enfoques


diferenciados que enfatizan las tecnologías o el escenario de la acción.
Desde una de las perspectivas, los problemas que debe enfrentar la

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gerencia social son los desafíos propios de la gestión pública en general.
Como consecuencia, de acuerdo con este enfoque, no sólo es lícito, sino
también conveniente proyectar, sobre los programas, modelos y
tecnologías de gestión respaldados por su aceptación y difusión en
círculos profesionales vinculados a la administración, con independencia
de la naturaleza de lo que se gestiona o del contexto en que ella se ejerce.

Dada la naturaleza compleja de los problemas a los que se


enfrentan los gerentes sociales, según se desprende de las características
específicas de las políticas sociales antes anotadas, y debido a la grave
situación social de toda la región latinoamericana, resumida en la
profunda brecha de equidad que hoy la distingue y permite catalogarla
como la región más desigual del mundo, la Gerencia Social debe ser un
campo profesional comprometido con el logro de la igualdad social y la
construcción de sociedades profundamente democráticas.

Tanto los marcos analíticos y conceptuales que forman parte del


enfoque de GS, como los instrumentos técnicos de apoyo gerencial deben
constituir una unidad coherente y apropiada para la gestión de políticas
sociales de gran impacto. Este enfoque apunta a superar el sesgo
gerencialista/tecnicista que tiende a prevalecer en la gestión en las
políticas sociales, adoptando una perspectiva socio-política del proceso de
formación de las mismas y subordinando el papel de los instrumentos al
logro de los fines perseguidos. De este modo la GS se convierte en un
apoyo estratégico de políticas sociales ampliamente progresistas. (Licha,
1999, p. 8).

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Recursos de profundización de aprendizaje
Se invita al estudiante a leer los siguientes recursos y a hacer reflexiones
críticas para ampliar los conocimientos y desarrollar las competencias
expuestas a lo largo del curso.

Jones, L. R., & Thompson, F. (1999). Un modelo para la nueva


gerencia pública: lecciones de la reforma de los sectores público y
privado. Ubicado en: cladista.clad.org

Kliksberg, Bernardo.1999. "Hacia una gerencia social eficiente.


Algunas cuestiones claves" en Revista Venezolana de Ciencias
Sociales, Vol. 1 No.1, julio, pp. 7-18, Caracas, Venezuela. Ubicado
en: ssoar.info

Licha, I. (1999). El enfoque de gerencia social. Cambios. Ubicado


en: angelfire.com

Moore, Mark. H. (1998). Gestión estratégica y creación de valor en


el sector público. Madrid: Paidós.

Nogueira, R. M. (2007). Desafíos estratégicos en la implementación


de programas sociales. Entre el diseño y la evaluación, 2. Ubicado
en: courseware.url.edu.gt

Sulbrandt, J. (2002). Introducción a la gerencia social. Notas de


Clase. Washington, DC: Instituto Interamericano para el Desarrollo
Social (INDES). Disponible en: courseware.url.edu.gt

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Tema 2: Desarrollo humano sustentable y
contexto social

Según Fajardo Arturo (2015), el concepto de Desarrollo Humano


Sustentable implica una conjunción de elementos económicos, jurídicos,
filosóficos y antropológicos que hacen difícil un concepto sintético. Ese
problema se hace aún más complejo a la hora de determinar si se trata
de un concepto de naturaleza jurídica que pueda ser catalogado como un
Derecho Humano, o si más bien se trata de una pretensión política. Sin
embargo, el desarrollo doctrinal sobre el tema deja augurar la existencia
de un derecho, al menos de existencia consuetudinaria relacionado con el
desarrollo económico dirigido al fomento de las capacidades humanas y
sociales, fundado en el respeto por el medio ambiente y la vocación de
progresividad generacional (p. 1).

Algunos textos del PNUD que hacen visible la estructuración del


concepto de Desarrollo Humano son:

"El desarrollo humano es un proceso en el cual se amplían las


oportunidades del ser humano... A todos los niveles del desarrollo,
las tres más esenciales son disfrutar de una vida prolongada y
saludable, adquirir conocimientos y tener acceso a los recursos
necesarios para lograr un nivel de vida decente. Si no se poseen
estas oportunidades esenciales, muchas otras alternativas
continuarán siendo inaccesibles" (Unesco & Pnud, B. M. 1990).

"Pero el desarrollo humano no termina allí. Otras oportunidades


altamente valoradas por muchas personas van desde la libertad
política, económica y social, hasta la posibilidad de ser creativo y
productivo, respetarse a sí mismo y disfrutar de la garantía de
derechos humanos" (PNUD 1990).

“El paradigma del desarrollo humano tiene cuatro componentes


fundamentales:

 productividad, para posibilitar que las personas participen


plenamente en el proceso productivo de generación de ingresos y
el empleo remunerado;

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 equidad, es necesario que todas las personas tengan igual acceso
a la igualdad de oportunidades;
 sostenibilidad, es menester asegurar el acceso a las
oportunidades no sólo para las generaciones actuales, sino
también para las futuras;
 o potenciación, el desarrollo debe ser efectuado por las
personas, no sólo para ellas”. (Unesco & Pnud, B. M. 1990).

Figura 5. Mapa Mundial del Índice de Desarrollo Humando (IDH) Ajustado por
desigualdad. PNUD. Fuente: tomado de https://upload.wikimedia.org

Basados en estas ideas, el PNUD crea un indicador de desarrollo


humano basado en una ponderación entre el ingreso per cápita real, la
tasa de escolaridad y la esperanza de vida al nacer. En función de este
índice se ha clasificado de modo comparado a más de 170 países del
mundo. Revista electrónica de difusión científica. Disponible en:
usergioarboleda.edu.co

Según Duarte y Ruiz (2009), es preciso entender que el desarrollo


humano es consecuencia de la interacción entre individuos y tiene
características específicas como elemento básico de cualquier
transformación que es esencialmente el punto de partida para lograr
acceder al del bienestar como objetivo fundamental de estas
transformaciones. Son estos postulados conceptuales los que permiten
entender el desarrollo humano integral como un proceso por el que una

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sociedad mejora las condiciones de vida de sus ciudadanos, con el
incremento de los bienes y servicios, con los que puede cubrir sus
necesidades básicas y complementarias, y haciendo posible un entorno
en el que se respeten y garanticen los derechos humanos.

De igual forma, estos autores expresan que cuando una sociedad


necesita transformarse, lograr mejores condiciones de vida y cimentar
propuestas incluyentes en un Estado participativo, y en el reconocimiento
de los derechos de los ciudadanos, es desde esta perspectiva que
adquiere sentido y valor una propuesta de fomento a la Cultura del
Emprendimiento que convoque energías y avale espacios de creación e
innovación, materializados en oportunidades reales para los seres
humanos como protagonistas de las propias transformaciones y el
mejoramiento de sus contextos. La búsqueda del desarrollo humano
integral supone el concurso de los diferentes planes, programas y
proyectos del Estado, como condición para satisfacer las necesidades
básicas de la población y respondiendo por la garantía de los derechos de
los ciudadanos (p. 3).

El desarrollo humano es una forma de forjar la calidad de vida de


una forma integral, proporcionando opciones a la gente para que acceda
a la salud, la educación, la generación de ingresos y condiciones
materiales dignas de un ser humano, pero también con autonomía social,
política, religiosa, económica, intelectual para que pueda vivir
decorosamente. En este sentido, el fomento al emprendimiento, además
como otro de los pilares de la educación, es un imperativo para
materializar a través de planes, programas y proyectos con la orientación
política, administrativa y social expresada por la Ley 1014 de 2006
(Duarte y Ruiz, 2009).

Desde el punto de vista del contexto social, cabe decir que cuando
logramos observar el distanciamiento transcultural propio entre las
diferentes regiones, se logra percibir como nuestra sociedad occidental
posee una característica que llama la atención en su complejidad, donde
se incluyen magnitud de grupos humanos diferenciados según sexo, edad,
raza, religión, clase social, etc., que utilizan múltiples niveles de
relaciones, desde las personales hasta las societales y manejan diversidad
de códigos de comunicación: lenguas, símbolos, historias, ética,

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costumbres etc. Además, se dividen en múltiples instituciones societales
como familias, escuela, banco, hospital, congreso etc. desarrollando a su
vez múltiples funciones y roles que les permiten alcanzar variedad de
metas. Esto ayuda a dimensionar cómo desde la trasculturalidad se
alcanza el desarrollo de los individuos, asunto que es importante anotar
en los análisis e interpretaciones de contexto que desarrolla el trabajador
social en su quehacer cotidiano.

Recursos de profundización de aprendizaje


Se invita al estudiante a leer los sigientes recursos y a hacer reflexiones
críticas para ampliar los conocimientos y desarrollar las competencias
expuestas a lo largo del curso. Este material pertenece a la base de datos
de goolge académico, lo que le da la rigurosidad y validez científica que
se requiere.

Arturo, F., & Andrés, L. (2015). Desarrollo Humano Sustentable:


concepto y naturaleza. Disponible en:
repository.usergioarboleda.edu.co

Aznar Minguet, P. (2002). La escuela y el desarrollo humano


sostenible: retos educativos a nivel local. Disponible en:
gredos.usal.es

Brundtland, G. H. (1987). Informe Brundtland. Editorial: OMS


Washington.

Conferencia de las Naciones Unidas. (3 al 14 de junio de 1992).


Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo.
Disponible en: upv.es

Duarte, T., & Ruiz Tibana, M. (2009). Emprendimiento, una opción


para el desarrollo. Scientia et technica, 15(43). Disponible en:
redalyc.org

El Congreso de Colombia. (26 de enero de 2006). De Fomento a la


Cultura del Emprendimiento. [Ley 1014 de 2006]. Disponible en:
bibliotecadigital.ccb.org.co

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Unesco, U., & Pnud, B. M. (1990). Declaración mundial sobre
educación para todos. Satisfacción de las Necesidades de
Aprendizaje Básico". Jomtien: UNESCO, UNICEF, PNUD, Banco
Mundial.

Tema 3: La responsabilidad social


La idea de “la responsabilidad social empresarial”, desde finales de los
años noventa, comenzó a ser asumida por numerosos actores del
contexto político y económico mundial, incluidos instituciones financieras,
empresas, organizaciones, agencias de desarrollo, escuelas de negocio,
inversores y algunos gobiernos. Aunque este concepto es relativamente
novedoso, según Melling & Jensen (2002), citados por Bull (2004), sus
raíces se identifican en diversas concepciones acerca de la gestión
empresarial que existen en los archivos de los Estados Unidos entre los
años 1950 y 1960, donde la responsabilidad social era considerada una
obligación moral y responsabilidad personal del empresario.

A partir de ese momento, han ido apareciendo en el contexto


internacional diversas experiencias e iniciativas que promueven el
establecimiento e implementación de nuevos códigos y normas,
orientados al logro de un comportamiento empresarial ético y respetuoso
con la sociedad y el medioambiente, que contribuya, por tanto, al
desarrollo sostenible. “La mayoría de estas recomendaciones, pretenden
animar al desarrollo de políticas y estrategias empresariales que
incorporen estos criterios argumentando su necesidad desde diferentes
puntos de vista: morales, económicos y sociales” (Bull, 2004).

La responsabilidad social empresarial es un concepto que implica la


necesidad y obligación de las empresas e instituciones que desarrollan
algún tipo de actividad económica, de mantener una conducta respetuosa
de la legalidad, la ética, la moral y el medio ambiente. Es el compromiso
de la empresa en la contribución al desarrollo sostenible, lo cual implica
la adopción de una nueva ética en su actuación en relación con la
naturaleza y la sociedad; un motivo de solidaridad el sentido de

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responsabilidad por salvar las condiciones que sustentan la vida en el
planeta; el tributo a la calidad de vida de los grupos de interés (o
stakeholders), sus familias y la comunidad.

La responsabilidad social empresarial supone, por consiguiente, que


la empresa se oriente no solo hacia la maximización de los beneficios
económicos, sino también al bienestar social y protección ambiental. Los
indicadores de comportamiento responsable de la empresa se analizan
tanto en relación a las actividades externas como internas; se consideran
en este sentido categorías de elevada relevancia, tales como la calidad de
los productos y servicios que se ofertan, la creación de empleos, la
capacitación ambiental, salud y seguridad laboral, y los programas de
promoción a través de los medios, en los cuales no se deben manipular
las emociones, ni distraer al público de las fuentes reales de satisfacción
de sus necesidades.

La responsabilidad social empresarial es probablemente uno de los


más complejos retos que la gestión empresarial ha de enfrentar; el éxito,
en este caso, radica en la habilidad para prosperar de una manera
responsable, y en trabajar con otros actores sociales y económicos para
lograr modificaciones en el sistema económico. Teniendo en cuenta que
las organizaciones no son solamente centros económicos, productores de
bienes y servicios, sino también agentes socializadores en los cuales se
crean valores, patrones morales y éticos, se construyen y desarrollan
procesos sociales y culturales; resulta imprescindible, en la
implementación de estrategias, experiencias e iniciativas de
responsabilidad social empresarial, el desarrollo y la promoción de una
cultura y valores organizacionales coherentes con el modelo de la
sostenibilidad tales como apertura, participación, trabajo en equipos,
colaboración, responsabilidad y procesos democráticos; solidaridad,
compromiso, justicia, contribución, consenso, persistencia, equidad,
sensibilidad y honestidad.

Las acciones que se pueden realizar en una empresa u organización,


desde la gerencia social, donde el trabajador social puede apoyar en
muchas de ellas aunando esfuerzos por desarrollar una verdadera
responsabilidad social empresarial y contribuir con ello al desarrollo
sostenible, deben orientarse hacia:

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Tener una política de uso racional de los recursos que evite el
derroche minimiza los problemas de basura e impacto ambiental
por esta causa.
Participar con la junta de vecinos o la acción comunal en los temas
y acciones de interés del sector o comunidad a la que se pertenece.
Servir a las entidades educativas, policiales y diferentes grupos
comunitarios en la medida que sea posible.
El manejo ético de la imagen de los productos en los diferentes
medios publicitarios.
Crear sistemas de aislamiento de la contaminación, del ruido, de la
generación de olores que creen molestia y similares a los vecinos
del sector.
Encargarse de algunas zonas verdes de la comunidad.
Apoyar actividades de servicio comunitario del sector, escuelas,
parques, deportes y otros en la medida de sus capacidades.
Mejorar procesos productivos no contaminantes.
Crear sistemas de tratamiento de aguas residuales y de otras
formas para la protección del medio ambiente por la contaminación
de chimeneas u otras formas que afectan el suelo, el aire y las
aguas.
Patrocinar, promover e involucrarse directamente en campañas
cívicas, sociales, ambientales, educativas y de beneficio a la
comunidad.
Patrocinar eventos comunales, de organismos cívicos, de
voluntariados y similares.
Invertir en investigaciones sociales, en la capacitación integral de
los empleados.
Apoyar en procesos de retiro o desvinculación, invertir en la
preparación del grupo de personas afectadas para que se preparen
en un nuevo estilo de vida, ayudando a abrir la visión y enseñando
a manejar el poco capital con que cuentan.

De igual forma, Vallaeys y Carrizo (2006) expresan también como


en los últimos años el mundo empresarial ha ido construyendo múltiples
instrumentos de evaluación y encuestas de Responsabilidad Social, en
relación con las temáticas que competen a sus esferas de desempeño y
los aspectos éticamente sensibles de su acción. Es así como se han ido

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definiendo áreas específicas para el diagnóstico de su comportamiento
responsable como son:

Los valores éticos corporativos y la autorregulación de la conducta.


La calidad de vida en la empresa, el trato laboral decente, el buen
clima laboral y la gestión participativa.
El compromiso con el cuidado del medio ambiente y la gestión del
impacto ambiental.
La relación con la comunidad y la participación en obras de acción
social y Desarrollo.
La comercialización de productos de calidad, la relación con el
cliente, el marketing responsable y la competencia leal.
La transparencia en los reportes y operaciones financieras, y la
inversión responsable.
El respeto a los derechos humanos, la no discriminación y lucha
contra la explotación infantil.
La lucha contra la corrupción y el cumplimiento de las leyes.

No obstante, lo anterior, la Responsabilidad Social Empresarial


suele considerar la “relación con la comunidad” como uno de los
componentes de sus indicadores de gestión socialmente responsable. La
problemática es bastante diferente entre los diferentes tipos de
organización.

La sociedad actual demanda que las organizaciones y compañías


reconozcan su capacidad de ocasionar serios impactos negativos sobre el
medio, en sus dimensiones social, natural y económica; por lo cual deben
ser totalmente responsables en la gestión de la actividad empresarial. Los
entornos naturales sanos que tienen capacidad de renovarse y los
recursos humanos mejor educados, sanos y motivados son la base que
asegura la continuidad de la producción y el éxito de la empresa moderna.

En este sentido, la responsabilidad no reclama sólo la ética


individual de las personas que componen las empresas, sino que ven en
la organización, en sí misma, un ente con responsabilidad propia
económica, social y medioambiental al que debe exigírsele

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comportamientos acordes con dicho compromiso. Desde una perspectiva
puramente macroeconómica, la gestión con criterios de responsabilidad
social empresarial contribuye sin duda al desarrollo sostenible y
equilibrado del planeta. Si lo que perseguimos es generar riqueza de
forma sostenible, sin agotar los recursos naturales y minimizando la
huella medioambiental de nuestra generación, pensando en las
generaciones venideras, está claro que todos tenemos que mejorar los
procesos para que así sea.

Recursos de profundización de aprendizaje


Se invita al estudiante a leer los siguientes recursos y a hacer
reflexiones críticas para ampliar los conocimientos y desarrollar las
competencias expuestas a lo largo del curso.

Conferencia de las Naciones Unidas sobre el medio ambiente y el


Desarrollo. (1992). Declaración de Río sobre el Medio ambiente y el
Desarrollo. Río de janeiro. Disponible en: upv.es

El Congreso de Colombia. (26 de enero de 2006). De fomento a la


cultura del emprendimiento. [Ley 1014 de 2006]. Disponible en:
bibliotecadigital.ccb.org.co

García, A. L. I. N. A. (2007). Responsabilidad social empresarial. Su


contribución al desarrollo sostenible. Revista futuros, 5, 17.

Melling, C., & Jensen, S. (2002). From Charity to Necessity. An


Introduction to the Concept of Corporate Social Responsibility.
Department of Cross-Cultural Studies, Norway’s Technical-Scientific
Nature of the Witness University (NTNU), Trondheim.

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Referencias de la unidad de competencia

Aznar Minguet, P. (2002). La escuela y el desarrollo humano


sostenible: retos educativos a nivel local. Recuperado de:
https://gredos.usal.es

Bull, B. (2004). Responsabilidad social de las empresas: ¿una


solución para el desarrollo en América Latina? Revista Venezolana
de Gerencia, 9(28). Ubicado en: https://www.redalyc.org

Duarte, T., & Ruiz Tibana, M. (2009). Emprendimiento, una opción


para el desarrollo. Scientia et technica, 15(43). Recuperado de:
file:///C:/Users/Presidente%20Junta%20Vig/Downloads/art%C3%
ADculo_redalyc_84917310058%20(1).pdf

Fajardo Arturo, L. (2006). Desarrollo Humano Sustentable:


Concepto y Naturaleza. Civilizar, 6(10), 27-46. Recuperado de:
https://revistas.usergioarboleda.edu.co

Jones, L. R., & Thompson, F. (1999). Un modelo para la nueva


gerencia pública: lecciones de la reforma de los sectores público y
privado. Ubicado en: https://cladista.clad.org

Kliksberg, B. (1999). Hacia una gerencia social eficiente. Algunas


cuestiones claves. Revista Venezolana de Ciencias Sociales, 1(1),
pp. 7-18, Caracas. Ubicado en: https://www.ssoar.info

Melling, C., & Jensen, S. (2002). From Charity to Necessity. An


Introduction to the Concept of Corporate Social Responsibility.
Department of Cross-Cultural Studies, Norway’s Technical-Scientific
Nature of the Witness University (NTNU), Trondheim.

Moore, Mark. H. (1998). Gestión estratégica y creación de valor en


el sector público. Madrid: Paidós.

Nogueira, R. M. (2007). Desafíos estratégicos en la implementación


de programas sociales. Entre el diseño y la evaluación, 2. Ubicado
en: https://bit.ly

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Sulbrandt, J. (2002). Introducción a la gerencia social. Notas de
Clase. Washington, DC: Instituto Interamericano para el Desarrollo
Social (INDES). < http://indes. iadb. org/pub. asp. Recuperado de:
https://bit.ly

Unesco, U., & Pnud, B. M. (1990). Declaración mundial sobre


educación para todos. Satisfacción de las Necesidades de
Aprendizaje Básico". Jomtien: UNESCO, UNICEF, PNUD, Banco
Mundial.

Vallaeys, F., & Carrizo, L. (2006). Hacia la construcción de


indicadores de responsabilidad social universitaria. Pontificia
Universidad Católica del Perú (PUCP). Ubicado en:
http://www.centroetica.uct.cl

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