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Universidad Nacional Abierta

Centro Local Sucre


Cumaná

ENSAYO
Objetivo I. 2

Asesor(a): Nordelis Alcoba


Cód.: 814
Bachiller: Mariangeles Maza
C. I.: 27.208.097

Cumaná, agosto de 2023.


Distinguir, con sentido analítico, los paradigmas de la acción social más
utilizados dentro de los procesos de intervención social en América Latina.
La acción social juega un papel fundamental en los procesos de intervención social en
América Latina. A lo largo de la historia, han surgido diversos paradigmas que buscan
abordar los desafíos sociales y promover el cambio en la región. En este ensayo, se
llevará a cabo un análisis de los paradigmas de acción social más utilizados en
América Latina, destacando sus características distintivas, enfoques y contribuciones
al trabajo de intervención social en la región.
La intervención social se define como el conjunto de acciones y estrategias
planificadas y sistemáticas que se llevan a cabo para abordar problemáticas sociales,
promover el bienestar de las personas y comunidades, y promover la transformación
social. Su propósito fundamental es mejorar las condiciones de vida de las personas,
empoderar a los grupos vulnerables y promover la justicia social. Los objetivos de la
intervención social varían dependiendo del contexto y las necesidades específicas,
pero algunos objetivos comunes incluyen:
Mejorar la calidad de vida: La intervención social busca mejorar las condiciones de
vida de las personas, abordando desafíos como la pobreza, la exclusión social, la
discriminación y la falta de acceso a recursos y servicios básicos.
Promover el cambio social: La intervención social aspira a generar transformaciones
estructurales y culturales que contribuyan a la equidad, la igualdad de oportunidades y
la justicia social. Se busca cambiar las normas, valores y prácticas sociales que
perpetúan la desigualdad y la exclusión.
Fomentar la participación y el empoderamiento: La intervención social promueve la
participación activa de las personas y comunidades afectadas en la identificación de
sus necesidades, la toma de decisiones y la implementación de soluciones. Busca
empoderar a los grupos vulnerables, fortalecer sus capacidades y promover su
autonomía.
Los paradigmas de acción en el campo social, como la integración, la competitividad,
la alienación y el conflicto, ofrecen diferentes perspectivas sobre los desafíos y las
soluciones en la sociedad. Cada paradigma tiene un enfoque particular y orienta las
estrategias utilizadas en la acción social. Es importante reconocer que estos
paradigmas no son excluyentes, y pueden coexistir e influirse en los esfuerzos de
promoción del cambio social.
Paradigma de Integración: El paradigma de integración se centra en promover la
inclusión y la participación de todos los miembros de la sociedad. Considere que la
cohesión social y el respeto a la diversidad son fundamentales para el desarrollo
humano. En este enfoque, se busca eliminar las barreras y desigualdades que impiden
la participación plena de ciertos grupos sociales. Se enfatiza la importancia de políticas
y programas que promueven la igualdad de oportunidades y el acceso a recursos y
servicios básicos para todos los individuos.
Paradigma de Competitividad: El paradigma de competitividad se basa en la idea de
que el progreso social se logra a través de la eficiencia y la búsqueda de logros
individuales. En este enfoque, se promueve la competencia y la superación personal
como motores del desarrollo social. Se enfatiza el desarrollo de habilidades,
capacidades y talentos individuales, así como la adaptación a los cambios del entorno.
Se busca maximizar el rendimiento y la productividad para alcanzar metas individuales
y colectivas.
Paradigma de Alienación: El paradigma de alienación se centra en las condiciones
sociales y económicas que generan desigualdades y exclusión. Considere que las
estructuras sociales y económicas crean barreras que impiden el pleno desarrollo y
bienestar de las personas. En este enfoque, se busca tomar conciencia de las causas
estructurales de la exclusión y la opresión, y promover cambios profundos en las
relaciones sociales y en las estructuras de poder. Se enfatiza la necesidad de
transformaciones sociales que permitan la igualdad, la justicia y la emancipación.
Paradigma de Conflicto: El paradigma de conflicto parte de la premisa de que los
conflictos y las tensiones sociales son inherentes a las sociedades. Considere que los
desequilibrios de poder y las desigualdades generan conflictos y luchas por la justicia y
los derechos. En este enfoque, se busca abordar las desigualdades y las injusticias a
través de la movilización social, la defensa de derechos y la transformación de las
relaciones de poder. Se enfatiza la importancia de la participación activa de los actores
sociales y la construcción de coaliciones y alianzas para promover cambios sociales
significativos.
Es importante reconocer que estos paradigmas no son excluyentes, y pueden coexistir
e influirse en los esfuerzos de promoción del cambio social. Al comprender y
considerar estos paradigmas, se puede adoptar un enfoque más integral y
multidimensional en la búsqueda de soluciones a los problemas sociales, promoviendo
así una sociedad más inclusiva, justa y equitativa.
Los procesos de intervención social requieren de un análisis integral y sistemático para
comprender los problemas, identificar soluciones efectivas y lograr resultados
significativos.
Necesidades: La categoría de necesidades implica identificar y comprender las
demandas y carencias que enfrentan las personas, grupos o comunidades objeto de la
intervención social. Estas necesidades pueden ser de diversas índoles, como
necesidades materiales, educativas, de salud, emocionales o sociales. El análisis de
las necesidades permite priorizar los recursos y esfuerzos hacia las áreas críticas y
garantizar que las intervenciones sean pertinentes y efectivas.
Proceso: La categoría de proceso se refiere a las acciones y estrategias
implementadas en el marco de la intervención social. Esto implica la planificación,
ejecución, seguimiento y evaluación de las actividades desarrolladas. Analizar el
proceso permite examinar la eficacia de las intervenciones, identificar buenas prácticas
y áreas de mejora, y asegurar la coherencia entre los objetivos propuestos y los
resultados obtenidos. También es importante considerar la adaptabilidad y flexibilidad
del proceso ante posibles cambios y desafíos inesperados.
Receptores: La categoría de receptores se centra en las personas, grupos o
comunidades que son objeto de la intervención social. Comprender las características,
contextos y necesidades específicas de los receptores es esencial para diseñar e
implementar los inconvenientes adecuados y adaptados a su realidad. Esto implica
considerar factores como la edad, género, cultura, capacidad y condiciones
socioeconómicas, entre otros. Analizar a los receptores permite personalizar las
estrategias y garantizar su participación activa en todo el proceso de intervención.
Agentes: La categoría de agentes se refiere a los actores involucrados en la
intervención social. Estos pueden incluir profesionales del trabajo social, instituciones
gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, líderes comunitarios y otros
miembros de la comunidad. Analizar a los agentes implica comprender su rol,
capacidades y relaciones de poder en el proceso de intervención. Identificar y
fortalecer las capacidades de los agentes puede promover la participación activa y la
colaboración efectiva entre todos los actores involucrados.
Las categorías de análisis en los procesos de intervención social, como necesidades,
procesos, receptores y agentes, ofrecen un marco conceptual y práctico para abordar
los desafíos sociales de manera efectiva. Estas categorías permiten comprender la
complejidad de los problemas, diseñar inconvenientes, monitorear el progreso y
maximizar el impacto de las acciones realizadas. Al utilizar estas categorías como
guía, los profesionales de intervención social pueden promover la equidad, la justicia
social y el bienestar de las personas y comunidades en busca de un cambio positivo y
sostenible.
En el campo de la intervención social, existen diferentes paradigmas que influyen en la
forma en que se abordan los problemas sociales y se promueve el cambio. Cada
paradigma tiene sus características distintivas y enfoques particulares, los cuales se
explicarán a continuación:
Paradigma de Integración:
Contexto: Esta categoría analiza el entorno social, cultural y económico en el que se
lleva a cabo la intervención. Se consideran las normas, valores y estructuras que
pueden promover o dificultar la integración social.
Participación: Se evalúa el grado de participación de los receptores de la intervención
en la toma de decisiones y en el diseño de las estrategias. Se busca fomentar la
participación activa y el empoderamiento de las personas y comunidades involucradas.
Acceso a recursos: Se examina el acceso equitativo a recursos y servicios básicos, así
como las barreras que pueden limitar la integración social. Se busca identificar y
abordar las desigualdades que impiden la inclusión plena.
Paradigma de Competitividad:
Rendimiento y logros individuales: Esta categoría se centra en los logros y el
rendimiento individual. Se analiza el desarrollo de habilidades y competencias, así
como las oportunidades de mejora y reconocimiento.
Equidad de oportunidades: Se considera el acceso igualitario a oportunidades y
recursos. Se busca garantizar que las personas tengan igualdad de condiciones para
competir y lograr sus objetivos.
Competencia y colaboración: Se explora la dinámica de competencia y colaboración
entre los actores involucrados. Se busca fomentar la competitividad saludable y el
trabajo en equipo para el crecimiento personal y colectivo.
Paradigma de Alienación:
Conciencia crítica: Se busca desarrollar la conciencia crítica sobre las estructuras y
sistemas sociales que perpetúan la alienación y la desigualdad. Se analiza la
capacidad de las personas para cuestionar y resistir las condiciones de exclusión y
opresión.
Transformación social: Se evalúa la capacidad de generar cambios estructurales y
culturales que superen la alienación y promuevan la justicia social. Se busca
empoderar a los grupos marginados para que se conviertan en agentes de cambio.
Redes y apoyo comunitario: Se examina la existencia de redes de apoyo y solidaridad
dentro de las comunidades afectadas. Se busca fortalecer los lazos comunitarios y
promover la colaboración entre los diferentes actores sociales.
Paradigma de Conflicto:
Identificación de tensiones y desigualdades: Esta categoría se centra en la
identificación de las tensiones y desigualdades sociales que generan conflictos. Se
busca comprender las dinámicas de poder y los factores que perpetúan las injusticias.
Movilización y organización social: Se evalúa la capacidad de movilización y
organización de los actores sociales para abordar los conflictos y promover el cambio
social. Se busca generar acciones colectivas y estrategias de resistencia.
Diálogo y negociación: Se explora la capacidad de diálogo y negociación entre los
diferentes actores involucrados en el conflicto. Se busca promover espacios de
encuentro y construcción conjunta de soluciones.
La intervención social es un proceso esencial para promover el cambio y mejorar las
condiciones de vida de las personas y comunidades vulnerables. Los paradigmas de
acción en el campo social y las categorías de análisis nos proporcionan marcos
teóricos y herramientas para comprender y abordar los desafíos sociales. La
integración, competitividad, alienación y conflicto son paradigmas que aportan distintas
perspectivas y enfoques para la intervención social. Las categorías de análisis de
necesidades, procesos, receptores y agentes nos permiten examinar de manera
integral los procesos de intervención y tener en cuenta las particularidades de cada
paradigma.

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