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ARGUMENTOS EN CONTRA DEL ABORTO

El aborto es una operación tan sencilla como extraerse una muela o las amígdalas.

Casi no tiene efectos colaterales. La Verdad: Las cifras desmienten esta afirmación.
Después de un aborto legal, aumenta la esterilidad en un 10%, los abortos
espontáneos también en un 10%, y los problemas emocionales suben del 9 al 59%.
Además, hay complicaciones si los embarazos son consecutivos y la mujer tiene el
factor RH negativo.

Los embarazos extra-uterinos aumentan de un 0.5% a un 3.5%, y los partos


prematuros de un 5% a un 15%. También pueden darse perforación del útero,
coágulos sanguíneos en los pulmones, infección, y hepatitis producida por las
transfusiones, que podría ser fatal. Además, cada vez más investigaciones tienden
a confirmar una importante tesis médica: que la interrupción violenta del proceso
de gestación mediante el aborto afecta las células de las mamas, haciéndolas
sensiblemente más propensas al cáncer.

Algunos partidarios del aborto incluso han llegado a plantear que el aborto es
menos peligroso que un parto. Esta afirmación es falsa: el aborto, especialmente en
los últimos meses del embarazo, es notablemente más peligroso.

En los países ricos mueren dos veces más mujeres por aborto legal que por
disfunciones del parto. Por otro lado, algunas mujeres tienen problemas
emocionales y psicológicos inmediatamente después del aborto, otras los tienen
muchos años después: se trata del Síndrome Post Aborto.

Las mujeres que lo padecen niegan y reprimen cualquier sentimiento negativo por
un periodo promedio de al menos cinco años. Después surgen una variedad de
síntomas, desde sudoraciones y palpitaciones hasta anorexia, alucinaciones y
pesadillas. Los síntomas son sorprendentemente similares a los del Síndrome de
tensión post traumático que sufrieron algunos veteranos, 10 años o más después
de haber combatido en una guerra.

La verdad: Pero no cuando el sentido común y la ciencia moderna reconocen que


en un embarazo hay dos vidas y dos cuerpos. Mujer, según definición de diccionario,
es un "ser humano femenino". Dado que el sexo se determina cromosómicamente
en la concepción, y más o menos la mitad de los que son abortados son "seres
humanos femeninos"; obviamente NO TODA MUJER TIENE DERECHO A CONTROLAR
SU PROPIO CUERPO.

Con la legalización del aborto se terminarían los abortos clandestinos.


La Verdad: Las estadísticas en los países "desarrollados" demuestran que esto no
es así. Por el contrario, la legalización del aborto lo convierte en un método que
parece moralmente aceptable y por tanto, como una opción posible que no es
igualmente considerada allí donde no es legal. Pero dado que la gran mayoría de
abortos no son por un motivo "sentimental", "terapéutico" o "eugenésico", sino por
un embarazo considerado "vergonzoso", no es extraño que la mujer - especialmente
si es adolescente o joven- busque igualmente métodos abortivos clandestinos por
la sencilla razón de que una ley, aunque quite la pena legal, no quita la vergüenza y
el deseo de ocultamiento. Por otro lado, esta mentira se basa en el mito según el
cual los abortos legales son más "seguros" que los clandestinos. Un ejemplo: Una
investigación realizada en 1978 en Estados Unidos arrojó que sólo en las clínicas de
Illinois, se habían producido 12 muertes por abortos legales.

El argumento del estatus moral del feto (AF):

El aborto es incorrecto y debe prohibirse, restringirse o evitarse cuando sea posible


porque el feto tiene ciertas propiedades e intereses que le confieren el mismo o
equivalente estatus moral que el de una persona.

Los fetos tienen dicho estatus moral: por ejemplo, que los fetos tienen un genoma
humano completo (Grisez 1970; George & Tollefsen 2008), actividad neuronal inicial
(Morowitz and Terfil 1992; Burguess y Tawia 1996), capacidades humanas
intrínsecas (DiSilvestro 2010), una oportunidad equitativa de defender su vida frente
a posibles riesgos o amenazas (Davis 1984), un futuro abierto como el nuestro
(Marquis 1989), y la potencialidad de convertirse en persona (Donogan 1977; Wilkins
1993).

Es necesario hacer especial énfasis en los jóvenes y ofrecerles programas


adecuados de educación sexual, servicios de salud reproductiva e información
sobre métodos anticonceptivos, incluyendo el uso correcto y consistente del condón
y de otros métodos anticonceptivos

Despenalizar el aborto no sería positivo para la sociedad, ya que no se puede


disponer sobre la vida de seres humanos indefensos para solucionar problemas
sociales o económicos. Creo que el problema de fondo es cultural, es la ausencia de
un gobierno responsable que dirija buenas políticas a la población, que brinde un
sistema de salud organizado, es la falta de educación en general. En otras palabras,
no se termina con embarazos no deseados eliminando vidas, sino educando a la
sociedad, formando personas responsables. Existen muchos métodos
anticonceptivos, procedimientos quirúrgicos, que el estado podría fomentar. De
esta manera se estaría encarando el problema de base y no solamente tratando de
sobrellevar sus consecuencias.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el aborto peligroso “como una
intervención destinada a la interrupción de un embarazo practicada ya sea por
personas que carecen de la preparación necesaria o en un entorno que no reúne
las condiciones médicas mínimas, o ambas cosas a la vez.

• No es voluntaria. Un 75% de las mujeres que abortan no lo hacen por decisión libre,
sino obligadas por presiones insoportables de sus parejas, de sus familias y de su
trabajo, frente a las que no ven otra salida. Si no se dan opciones, si no se facilitan
alternativas, la decisión no es voluntaria, es obligatoria.

• No es un derecho. Ninguna mujer tiene derecho a matar una vida. Aunque viva
dentro de su cuerpo. Es esa vida la que tiene derecho a ser protegida. Igual que es el
niño el que tiene derecho a ser adoptado, no sus futuros padres quienes tienen
derecho a adoptar.

• No es socialista. Más bien lo contrario, es absolutamente capitalista. Las clínicas


abortistas son un negocio millonario amparado por el Estado y los Gobiernos
Autonómicos, cuyo único fin es el lucro (por 3.200 € son capaces de abortar a un no
nacido sano de 26 semanas). El camino hacia un centro abortista es más conocido y
facilitado que el camino hacia los ginecólogos que defienden la vida. Por algo será.

• No es salud. Los centros de aborto no informan a la mujer sobre los detalles de este
tipo de intervención, las consecuencias físicas y psicológicas que tiene. Desde
perforaciones uterinas, pérdidas y prematuridad del siguiente hijo hasta alteraciones
del deseo sexual, esterilidad y graves alteraciones psiquiátricas. El síndrome post-
aborto es una traumática y dolorosa realidad que siempre se ha tratado de ocultar.

• No es constitucional. «La vida del nasciturus, en cuanto éste encarna un valor


fundamental —la vida humana— garantizada en el artículo 15 de la Constitución,
constituye un bien jurídico cuya protección encuentra en dicho precepto fundamento
constitucional» (sentencia 53/1985 del Tribunal Constitucional).

• No es solidaria. Si tomamos la solidaridad como sinónimo de apoyo, respaldo, ayuda


o defensa, el aborto es justo lo contrario. Porque ni apoya a la mujer embarazada, ni
respalda su situación, ni la ayuda a superarla ni, desde luego, defiende la vida que
lleva dentro. Frente a los valores de entrega, caridad y amor al otro, los partidarios del
aborto transmiten conceptos puramente egoístas: mi cuerpo, mi derecho, mi
bienestar, mi comodidad, mi vida… yo, mí, me, conmigo.

• No es un logro de la sociedad. Todos los expertos coinciden: el aborto es un fracaso


de la sociedad. Existe una reveladora carencia de recursos e interés, por parte del
Estado, en la asistencia, la formación y la información. Algo que, según el doctor Jesús
Poveda, evitaría 3 de cada 4 abortos. Eso sí que sería un logro de la sociedad.

• No defiende a la mujer. Defender a la mujer es informar de las opciones y ofrecer


los apoyos necesarios para que puedan, si quieren, tener a su hijo y atenderlo. Y eso
no lo hacen ni las asociaciones proabortistas ni las feministas ni, desde luego, el
Estado. Sí organizaciones provida, como Fundación Madrina, que ya ha atendido a
140.000 mujeres en ocho años.

• No es progresista. No dejar nacer a un ser humano es matar todo su futuro. No


dejar nacer cientos de miles de seres humanos es matar el futuro de una sociedad. Y,
de paso, envejecer considerablemente la población. ¿Es eso progreso? ¿Ésta es la
evolución que queremos? ¿Cuál será el próximo ´avance´?

• No es moderno. Ganarse los votos de los jóvenes incitando a las adolescentes a


realizar un acto de gran trascendencia disfrazado de bagatela, sin contar siquiera con
el consejo de sus padres, no es ser moderno, es ser miserable. La nueva ley convertirá
el aborto no va a hacer más felices a las adolescentes; sólo las hará más inconscientes
y, a la larga, más desgraciadas.

• No es inocuo. Un aborto no es una irrelevante operación de apendicitis o de


agmíldalas. Es la muerte y extracción de un ser vivo singular, independiente de la
madre que lo cobija. Y es, en muchos casos, una experiencia traumática que puede
provocar secuelas psicológicas severas cuando la mujer (o la niña) que ha abortado es
consciente de que lo que le han extirpado es a su propio hijo.

• No es libertad. Hoy, abolida la esclavitud, nadie es dueño de nadie; nadie es


propiedad de nadie. Ni siquiera un hijo. La madre no concibe a su hijo como una
propiedad suya; es más, tiene la obligación moral (y natural) de protegerlo hasta que
se pueda valer por sí mismo, dentro y fuera de su cuerpo.

• No es "europeo". Continuamente se nos planta en la cara el ejemplo de países


europeos "legislativamente más avanzados". Lo que nos ocultan es que esos países
están reduciendo el número de abortos precisamente porque ahora están legislando a
favor de la prevención, la información y la asistencia. Países como Alemania, Bélgica y
Holanda, que tienen el porcentaje de abortos más bajo del continente pese a sus leyes
más permisivas.

• No es ciencia. En la Declaración de Madrid, más de 2.000 Académicos, médicos y


expertos se han unido para afirmar que «existe sobrada evidencia científica de que la
vida empieza en el momento de la fecundación»; «el cigoto es una combinación nueva
y singular», con ADN propio. Aunque para la Ministra Aído, un feto de 13 semanas sea
un ser vivo pero no un ser humano, «porque eso no tiene ninguna base científica».

• No es racional. Para la Comisión de expertos de la Ministra Aído, el feto no es viable


antes de la semana 22, y por tanto no es ser humano y por tanto es eliminable sin
problemas. Pero a partir de ese tan preciso momento, por arte de magia, el feto ya sí
es viable y por tanto se convierte en ser humano y por tanto ya no es eliminable. Todo
muy racional y científico.

• No es una mejora. En los países donde se ha establecido la ley de plazos el


resultado es unánime: más banalización, más embarazos, más abortos, más
indefensión, más adolescentes y más veces. Y eso, sencillamente, no es una mejora.

• No respeta los derechos humanos. No me lo invento yo, lo dice la Declaración


Universal de los Derechos Humanos: «Todos los seres humanos nacen libres e iguales
en dignidad y derechos» (Art. 1). «Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y
a la seguridad de su persona» (Art. 3).

• No es económicamente rentable. El aborto es un negocio más que rentable, pero


sólo para los centros abortistas, claro. Para el resto de la sociedad es una gigantesca
pérdida económica. Conrado Giménez, presidente de Fundación Madrina, ha evaluado
en el 5% del PIB la pérdida de riqueza que supone el aborto en nuestro país en
concepto de desierto demográfico y por la marginación laboral que sufre la mujer
madre.

• No es solución. La única solución es que el aborto sea la última solución posible. El


aborto es casi siempre un problema profundo. Para la madre, para su entorno familiar
y laboral, para la sociedad… La única solución es evitarlo en lo posible. Pero ¿cómo?
Simplemente con que la madre acuda al ginecólogo y vea la ecografía de su hijo se
evitan 3 de cada 4 abortos.

• Los provida no son de derechas. La bipolaridad izquierda-derecha asociada a


defensa-rechazo del aborto es absolutamente infundada. «No hay en nuestros días
una afirmación más reaccionaria que la del derecho de una persona sobre la vida del
hijo no nacido. Es el derecho de propiedad más absoluto concebible, más allá del
derecho del amo sobre el esclavo». Lo dicen los Socialistas Cristianos. Además existen
muchos ateos y agnósticos que defienden la vida humana como principio. Y todas las
Iglesias, por cierto, no sólo la Católica.

• Ni son fundamentalistas. Los provida rechazan el aborto, pero no a la mujer que


aborta, de modo muy especial si se ve obligada a realizarlo por no contar con ningún
otro tipo de ayuda ni alternativa. Por eso centran todo su esfuerzo en reducir el
número de abortos indeseados, que son la inmensa mayoría. Y lo hacen con respeto,
entrega, generosidad y gran sacrificio personal.

Código Penal Federal


Libro Segundo
Título Decimonoveno - Delitos contra la Vida y la Integridad Corporal
Capítulo VI – Aborto.

Artículo 332
Se impondrán de seis meses a un año de prisión, a la madre que
voluntariamente procure su aborto o consienta en que otro la haga abortar,
si concurren estas tres circunstancias:

I.- Que no tenga mala fama;

II.- Que haya logrado ocultar su embarazo, y

III.- Que éste sea fruto de una unión ilegítima.

Faltando alguna de las circunstancias mencionadas, se le aplicarán de uno a


cinco años de prisión.

Artículo 330
Al que hiciere abortar a una mujer, se le aplicarán de uno a tres años de
prisión, sea cual fuere el medio que empleare, siempre que lo haga con
consentimiento de ella. Cuando falte el consentimiento, la prisión será de
tres a seis años y si mediare violencia física o moral se impondrán al
delincuente de seis a ocho años de prisión.

Artículo 331
Si el aborto lo causare un médico, cirujano, comadrón o partera, además de
las sanciones que le correspondan conforme al anterior artículo, se le
suspenderá de dos a cinco años en el ejercicio de su profesión.

Entonces lo que analizamos es si siente o no siente el feto.


Es casi una forma de eliminar la culpa.
Ahora, el feto podría empezar a responder a estímulos entre las semanas 12 y 16.
Eso dejaría una porción de esos fetos respondiendo a estímulos al momento de la
“interrupción” del embarazo.

Abortar es el quitarle la vida a un ser inocente que no tiene la culpa de la


irresponsabilidad de los padres y el que no sienta no quiere decir que sea
bueno quitarle la vida a ese ser inocente.

El aborto es el mayor de los delitos y punto


Es también un acto de pura cobardía
Siempre que la mujer da a luz tenga la edad que tenga y sea el caso que sea
decimos que valiente que lo tuvo
Los abortistas son unos auténticos hipócritas
Ni ellos ni nosotros existiríamos si nuestra madre hubiera abortado.

CRISTIANO RONALDO
• En el libro Madre Coraje, escrito por la madre de Cristiano
Ronaldo, Dolores Aveiro, la progenitora de uno de los mejores
futbolistas del mundo explica que acudió al médico para poder
abortar porque Ronaldo iba a ser su cuarto hijo y las circunstancias
económicas de la familia no eran las mejores. No obstante, el doctor
se negó rotundamente indicando que no iba a practicarle el aborto.
«¡De ninguna manera! Usted tiene solo treinta años y ninguna razón
física por la cual no pueda tener este bebé. ¡Ya verá cómo es la
alegría de la casa!», visionó el galeno.

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