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EL ABORTO

El aborto o interrupción voluntaria del embarazo (IVE) es un derecho fundamental que consiste en un
procedimiento ponerle fin de manera consciente a un embarazo en curso. ¿Qué es el Aborto? Muchos
países son restrictivos sobre estas prácticas, lo que hace que algunas mujeres busquen interrumpir su
embarazo de forma ilegal, en lugares que no necesitan cumplir con regulaciones ni condiciones de
sanidad, poniendo en grave peligro su vida, su integridad y su salud.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los países donde las mujeres tienen acceso a
servicios seguros, la probabilidad de muerte como consecuencia de un aborto es de una por cada
100.000 procedimientos.
Aborto en Colombia
Desde el 2006, la Corte Constitucional en Colombia abrió la puerta al IVEs, permitiendo realizar el
procedimiento cuando se incurre en alguna de estas tres circunstancias:
Cuando el embarazo pone en peligro la salud —física o mental— de la mujer, o su vida.
Cuando el embarazo es resultado de una violación o de incesto.
Cuando hay malformaciones del feto que son incompatibles con la vida por fuera del útero.
Consúltanos si tu caso se ajusta a alguna de las circunstancias.
Ten en cuenta que la interrupción del embarazo o aborto es voluntaria. Si tu embarazo se ajusta a
alguno de estos casos; pero aun así deseas seguir con él, también puedes hacerlo. La decisión es
tuya y nadie puede obligarte a hacer con tu cuerpo algo que no quieras.
Pablo Arango, advierte que el aborto acabó convertido en otro método anticonceptivo, y que “la
sociedad está en mora de actuar efectivamente para prevenir los embarazos no deseados, la violencia
que genera más violencia y violaciones, y ofrecer una orientación y acompañamiento adecuados a las
mujeres que desean gestar un hijo”.
Todos los motivos que existen para abortar, la ética y los derechos humanos
OPCIÓN 1. Es un amasijo de células. No tiene conciencia. No piensa, no ve, no oye, no hace nada.
Es un ser vivo pero no es un ser humano y no tiene derechos. Es solo un pedazo de carne y tiene
tanto valor como la vida de un insecto. Lo que importa es lo que la madre desee hacer con su vida y
lo que decida hacer con su cuerpo.
OPCIÓN 2. Es el comienzo de la existencia de un nuevo ser humano, que genéticamente ya tiene sus
propias características e identidad. Todos fuimos en un principio un par de células que se unieron.
Para una madre que espera a su hijo con amor e ilusión no es solo un trozo de carne, ni unas células
y lo que una criatura o masa de células sea por sí misma no depende de cómo la vean los demás o
que sientan o no sientan por ella, simplemente es. Al mes de gestación ya tiene forma humana y su
corazón está latiendo. Por el momento no tiene conciencia pero ¿hay derecho a impedirle que llegue
a tenerla? Llegará a ver, a pensar, actuar por sí mismo, un privilegio que a nosotros no se nos negó.
No es un vegetal ni un insecto, pertenece a la especie humana. Abortar es matar a un hijo, es violencia,
es destruir.
OPCIÓN 3. Todo depende de las circunstancias. A veces no es conveniente que una criatura venga
al mundo por el bien de ella, de la madre o de ambos (son personas que apoyan el aborto solo en
determinados casos, principalmente violación, pobreza extrema, malformaciones del feto, salud de la
madre, pero no siempre).
Mucha gente supone que la idea de no apoyar el aborto es puramente religiosa y no necesariamente
es así. Es un tema bastante más profundo desde el punto de vista ético y moral. Valorar o no la vida
que comienza es independiente de la religión, y aunque la Iglesia se oponga con vehemencia (y por
ello lo hace ver como si fuera solo un tema de religión, no aplicable a quienes no creen) existen
creyentes a favor del aborto y ateos y agnósticos que están en contra. Yo, por ejemplo, soy agnóstica
y no creo en ninguna religión en especial.
Hay muchos hijos que no fueron planeados y que en un principio no fueron deseados, pero al final
terminaron siendo recibidos y muy amados. En cambio otros han sido deseados, esperados y nacidos
dentro del matrimonio pero no todos ellos han recibido la mejor atención y educación. Se puede desear
y “planear” un hijo, pero eso no es garantía de llegar a ser buenos padres. Tal vez si, tal vez no.
También está la cuestión de si la irresponsabilidad es algo que se deba apoyar porque, al menos casi
siempre, los embarazos no deseados se pueden evitar y prevenir.
Es verdad que hay situaciones muy difíciles, como cuando ella fue víctima de violación (pero es
necesario decir que en porcentaje son pocos los casos en que una víctima de ataque sexual queda
embarazada), o corre peligro su vida debido al embarazo, o cuando la situación de pobreza es tan
extrema y severa que no alcanza ni para comer, aunque millones de abortos se han realizado en el
mundo que no se encontraban entre ninguno de estos tres motivos (ni violación, ni pobreza, ni peligro
para la salud de la madre).
MOTIVOS PARA ABORTAR O PARA LEGALIZAR EL ABORTO
No se trata de convencer a nadie de nada, solo dar un poco de espacio al entendimiento mutuo.
Tampoco se trata de religión.
1. Bajos recursos económicos o falta de apoyo.
2. Cuando ella es forzada a abortar.
3. Hijos no deseados que se pueden convertir en niños maltratados.
4. Vida de la madre corre peligro.
5. Viene con malformaciones.
6. “Derecho a hacer con mi cuerpo lo que quiera”.
7. Temor de adolescentes de enfrentar a los padres.
8. Ser demasiado joven.
9. Ser demasiado mayor.
10. Faltan algunas cosas por hacer en la vida o estudiar una carrera antes de tener hijos.
11. Producto de una violación.
12. El “qué dirán”.
13. Legalización para que mujeres no mueran en abortos clandestinos.
14. Los embriones y fetos no son seres humanos.
Algunas van a abortar por motivos frívolos, pero otras lo hacen porque están muy asustadas, solas y
piensan que no tienen otra salida. En realidad es una situación a la que nadie desea llegar… Por algún
motivo tienen miedo o no desean responsabilizarse de ese bebé o piensan que no pueden hacerlo.
Por ello aquí tenéis mis 25 razones para permitir el aborto libre:
La decisión sobre el propio cuerpo debe ser un derecho fundamental de las personas.
Las mujeres son las únicas que deberían tener la decisión sobre lo que pasa en su cuerpo.
Ni los padres de la mujer embarazada ni el Estado ni el padre del feto deberían tener ningún motivo
para inmiscuirse en semejante decisión.
La vida de la mujer embarazada es la que hay que cuidar y proteger porque es la que tiene conciencia.
No solo las mujeres ricas tienen derecho a abortar en condiciones seguras e higiénicas.
No es bueno para el feto nacer en una familia que no desea tenerlo.
Permitiendo el aborto libre se evitan infanticidios de recién nacidos.
En muchos casos no es mejor para la salud mental de las mujeres parir un hijo y darlo en adopción
que abortar.
El aborto tiene que ser un derecho en cualquier sociedad avanzada que por definición es por tanto
laica y no se debe dejar regir por la moral de una fe o por las tradiciones sin sentido.
No se debe penar ni tratar como criminales a las mujeres que abortan. Al contrario, deben recibir todo
el apoyo de la sociedad por tener que pasar por ese duro momento.
Los médicos tienen que poder ejercer su profesión en condiciones legales seguras.
Las mujeres menores de edad deberían tener los mismos derechos que las mayores de edad para
poder abortar. Si están embarazadas son suficientemente adultas para tomar sus decisiones en cuanto
a su embarazo. Sus padres no deben tener poder sobre sus cuerpos y futuros.
Los abortos deberían ser gratuitos y en hospitales de la sanidad pública para que todas las mujeres
puedan tomar una decisión que no dependa de la economía, el estigma social o la seguridad personal.
La información libre sobre el aborto, sus métodos y sus consecuencias y el tratar el tema sin falsas
morales facilita que se pueda tomar una decisión adecuada considerando todos los factores
importantes y desestimando otros que no deberían juzgar un papel (economía, presiones familiares,
moral religiosa, etc.).
El aborto en el presente se practica exactamente igual pero bajo condiciones no adecuadas. Es hora
de permitir que los abortos se hagan en condiciones legales y seguras.
Muchas mujeres viajan a otros países donde el aborto es legal y libre. Las mujeres de España no
deberían tener que cruzar la frontera para tener derecho a decidir sobre su maternidad y cuerpo.
Hay que cerrar todas esas clínicas ilegales y penar a todos los que engañan y ponen en peligro la vida
de las mujeres embarazadas que deciden interrumpir su embarazo.
Hay que evitar que las mujeres desesperadas cometan atrocidades que "han oído" que funcionan para
abortar con métodos caseros (como meterse pastillas de tal o cual, hacerse lavados de no sé qué,
etc.) y pongan en peligro sus vidas.
Hay que evitar tener que ir con excusas para poder abortar. Las verdaderas razones para un aborto
solo las conoce la mujer que aborta y tiene derecho a su intimidad.
Esta ley nos pondría al mismo nivel que las sociedades avanzadas de Europa con las que deseamos
compararnos.
Un aborto es una decisión difícil para la mujer y no tiene que sentir la presión de la sociedad o de la
ley a la hora de elegir, lo que tiene que sentir es su apoyo decida lo que decida.
El período de reflexión actual es solo una excusa para intentar que a la mujer le sea más difícil abortar
al intentar que sienta más unión con el feto que lleva dentro. Ese proceso debería ser evitado. Cuando
la mujer acude a su médico con la decisión debería tener derecho a que el aborto se realice con la
mayor rapidez posible.
El aborto libre en otros países de la Unión Europea muestra que las mujeres no lo utilizan como método
de prevención como algunos temen, ni tampoco que el número de embarazos que son interrumpidos
haya aumentado.
El aborto no debe ser considerado por la sociedad como un fracaso ni como un motivo de trauma. Esto
solo hace daño a las mujeres estigmatizándolas y discriminándolas. Además parece indicar que el
opuesto, tener un hijo, es igual a un éxito, lo cual es una posición completamente machista que relega
a la mujer a un papel de madre en lugar de ser tratada como igual. Además, discrimina a todas las
mujeres que por cualquier circunstancia no pueden o no quieren tener hijos.
Y resumiendo: justamente porque cada vida importa hay que poder decidir.
1. Tienes derecho a una nueva oportunidad
Da igual si tienes 13 o 40, si quedaste embarazada y no querías, tienes derecho a darte una nueva
oportunidad para cuidarte y aprender más sobre tu cuerpo. Es egoísta condenar a una mujer por toda
su vida por no tomarse una pastilla o no identificar una ovulación.
Si bien es responsabilidad de cada una cuidar su sexualidad, hay aspectos que se van de las manos:
a veces los anticonceptivos fallan o, en el caso de una adolescente, puede que no tenga la información
necesaria para saber si puede o no estar dentro de un periodo fértil. Es un error que se puede corregir
si aún se está a tiempo.
2. Violaciones y malformaciones
Ninguna mujer debe estar obligada a concebir un hijo de un violador. Este tipo de abuso sexual
inevitablemente provoca un trauma en la víctima: una mujer ultrajada hasta lo más íntimo de sí,
tragedia que empeora cuando ésta -para colmo- queda embarazada del antisocial. Es imposible que
una mujer pueda superar esta terrible experiencia si lleva un fruto de ello consigo toda la vida.
Respecto a las malformaciones, un feto con malformaciones arruinará la vida de su madre si ésta no
tiene la disposición económica y psicológica para enfrentarlo. A su vez, el hijo no podrá vivir una vida
plena si no se contemplan los aspectos anteriores.
3. Tener un hijo no deseado puede arruinar tu vida
Lamentablemente tener un hijo, sin querer tenerlo, puede arruinar tu vida temporalmente o para
siempre. Especialmente si tienes planes de estudiar, trabajar, viajar o vivir sola, probablemente tendrás
que postergar por mucho tiempo tus grandes sueños. A esto, se suman los fuertes cambios vividos en
tu cuerpo y el shock de un embarazo no deseado, que pueden inferir totalmente en tu personalidad y
forma de ser, convirtiéndote en alguien que jamás quisiste ser.
Cuando asumes ser madre, es un compromiso para toda la vida. Si tienes muchos planes y en estos
no está incluido un niño, aún tienes la opción de abortar y postergar o anular la maternidad.
4. No estás obligada a asumir compromisos que no buscaste
A diferencia de escoger una carrera y entrar a la universidad o morirte de hambre pagando un arriendo
porque querías independizarte, tener un hijo no deseado es una situación que no planeaste. Cuando
uno quiere algo, está dispuesto a luchar con ello aunque el camino sea difícil; sin embargo, ser madre
sin quererlo, es obligar a alguien a comprometerse con un rol que no estaba dispuesto a asumir: un
rol complejo y delicado.
5. Una mujer no debe ser madre si no quiere
Este es el punto más fuerte dentro del discurso: nadie puede obligarte a ser madre si no lo deseas. Da
igual si compartes algún vínculo con el padre del feto en gestación o no, eres tú quien tendrá que
cargarlo en el vientre por nueve meses y sufrir cambios hormonales terribles.
A lo anterior, se suma la traumática experiencia del parto (que sí duele un montón y estás totalmente
expuesta) en donde -además- en tu cabeza pensarás que no lo estás haciendo porque quieres, sino
que porque te obligan (sociedad, familia, pareja, etc.). Y luego, tendrás que privar muchos aspectos
en tu vida, en donde te verás dependiente de las necesidades de un ser que no habías planificado ni
querías tener.
Si bien la experiencia del aborto puede resultar impactante para algunas mujeres, tienes el tiempo
suficiente para recuperarte y apoyarte sola (o buscar ayuda): en un encuentro contigo misma, espacio
que no da un bebé y razón por la que muchas madres terminan profundamente deprimidas.
Nunca olvides que la única dueña de tu cuerpo eres tú y nadie más sufrirá las consecuencias como
tú: decide por ti, y no por los demás.

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