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I.- PETITORIO:
Que, dentro del plazo que la ley se conceda impugnación contra la sentencia
notificada con fecha 14 de julio del 2023, recaída contra el procesado
GARAY MIRAVAL, YONEL ESTEBAN, por la presunta comisión Delito
Contra la Vida, el Cuerpo y la Salud – Agresiones en Contra de las Mujeres e
Integrantes del Grupo Familiar, en agravio de APAZA MARMANILLO,
KARINA, conforme lo previsto y tipificado en el Art. 122 – B del Código
Penal.
De los vistos y oídos y oralizados, es tener un debido proceso y con ello existe
un nuevo modelo penal adversarial y el otro el inquisitivo que es el que ha
tomado el juzgador, que está siguiendo nuestro proceso y no ha probado el
Ministerio Publico la imputación de los ilícitos penales al no cumplir con el
ESTANDAR DE LA ACTIVIDAD PROCESAL PROBATORIA y con la
finalidad de probar la presunción de inocencia y no se vulnere el debido
proceso estos son los derechos conculcados en la sentencia:
Derecho al debido proceso.- No se ha realizado un proceso justo, transparente
con arreglo a ley, con las garantías reconocidas y consagradas por la
Constitución al irrestricto respeto a los derechos fundamentales, siendo que el
juicio oral se ha dejado de lado innumerables principios, derechos y libertades
fundamentales vinculados a las partes y a la función jurisdiccional tales como
la presunción de inocencia y al derecho a la defensa, al expedir un fallo o
condenar al no permitir en ningún fundamento las pruebas de descargo hechos
por la defensa.
Derecho al principio de contradicción.- En el nuevo modelo procesal penal su
naturaleza es adversarial entre una que acusa y otra que defiende, acto que si
vemos en la parte considerativa de la sentencia, no se ha garantizado igualdad
de condiciones, el derecho de probar con la INSTRUMENTALES DE LAS
PRUEBAS PERSONALES NO VALORADAS EN EL JUICIO – PERICIA
PSICOLÓGICA ESPECIALIZADA DE PARTE INFORME
CONTRAPERICIAL realizada por nuestro perito LIC. Daniel
E. Henriquez Villegas, no existiendo un debido declaración de los testigos
de la fiscalía contra interrogatorio e interrogatorio, lo cual ha desnaturalizado
la esencia del proceso, lo que origina que la sentencia no es justa ni
argumentativa.
Derecho al principio de inmediación. - Siendo una sentencia que sanciona por
el Delitos contra la Vida, el Cuerpo y la Salud - Agresiones en Contra de las
Mujeres o Integrantes del grupo Familiar (Violencia Psicológica).
Artículo 122-B.- Agresiones en contra de las mujeres o integrantes del
grupo familiar
El que de cualquier modo cause lesiones corporales que requieran
menos de diez días de asistencia o descanso según prescripción
facultativa, o algún tipo de afectación psicológica, cognitiva o
conductual que no califique como daño psíquico a una mujer por su
condición de tal o a integrantes del grupo familiar en cualquiera de los
contextos previstos en el primer párrafo del artículo 108-B, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de
tres años e inhabilitación conforme a los numerales 5 y 11 del artículo
36 del presente Código y los artículos 75 y 77 del Código de los Niños
y Adolescentes, según corresponda.
Artículo 108-B.- Feminicidio
Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de veinte años
el que mata a una mujer por su condición de tal, en cualquiera de los
siguientes contextos:
1. Violencia familiar.
2. Coacción, hostigamiento o acoso sexual.
3. Abuso de poder, confianza o de cualquier otra posición o relación que
le confiera autoridad al agente.
4. Cualquier forma de discriminación contra la mujer,
independientemente de que exista o haya existido una relación conyugal
o de convivencia con el agente.
En este orden de ideas, como bien señala Néstor Sagüés: «El valor de los
preceptos constitucionales depende del significado que le den sus intérpretes
operadores, como asimismo que los resultados de dicha labor serán diferentes
según la técnica empleada». Es por ello que al referirse a la interpretación
judicial de la Constitución, señala que ésta debe ser fundamentalmente
previsora, considerando críticamente la doctrina del «uso alternativo del
derecho» y el «no interpretativismo», como también los criterios para resolver
los casos críticos.
Por su parte Linares Quintana señala: «En la interpretación constitucional
debe siempre prevalecer el contenido teleológico de la Constitución, que si es
instrumento de gobierno, también y principalmente es restricción de poderes
en el amparo de la libertad individual. La finalidad suprema y última de la
norma constitucional es la protección y la garantía de la libertad y la dignidad
del hombre» Citado por Fernando Saenger Gianoni en Acciones
constitucionales de amparo y protección: Realidad y prospectiva en Chile y
América, p. 191, Ed. Universidad de Talca, año 2000..
Considerando las garantías judiciales, contenidas en el artículo 8° de la
C.A.DD.HH., una interpretación sistemática y teleológica de los artículos 1°,
2° y 29° de dicha convención, en relación con el artículo 139 inciso 3 de la
Constitución Política, relativo a la garantía de «un racional y justo
procedimiento», ellas pueden verse complementadas con disposiciones de
otros cuerpos legales, pues como señaláramos, el contenido de la convención
es sólo un mínimo garantizado, en cuanto a derechos y garantías se refiere.
Por ello son perfectamente aplicable principios, derechos y garantías
establecidas a favor del imputado en el nuevo proceso penal. Lo contrario
vulneraría simplemente el derecho a «la igual protección de la ley en el
ejercicio de sus derechos», consagrado en el artículo 2 inciso 2 y 23 de la
Constitución Política, como también «la igualdad ante la ley».
Es precisamente por lo anterior que la doctrina constitucionalista sugiere una
permanente retroalimentación recíproca entre los derechos asegurados
constitucionalmente y los asegurados por los tratados de derechos humanos.
Incluso en la Unión Europea, los derechos humanos tienen prelación no sólo
sobre el derecho interno sino también sobre el derecho comunitario. En este
sentido Bidart Campos señala: «El principio fundamental en materia de
Derechos humanos o esenciales es la maximización y optimización del
sistema de derechos y el forzamiento de sus garantías».
3.7.- PRESUNCION DE INOCENCIA.- Por otro lado, la doctrina del
Tribunal Constitucional Español, sostiene que la actividad probatoria hábil
para destruir la presunción de inocencia, debe tener las siguientes
características:
a) En primer lugar, que únicamente pueden considerarse auténticas pruebas
que vinculan a los tribunales en el momento de dictar sentencia las practicadas
en el acto de juicio oral, que constituye la fase estelar y fundamental del
proceso penal donde concurren las garantías de oralidad, publicidad,
concentración, inmediación, igualdad y dualidad de partes, de forma que la
convicción del Juez o Tribunal que ha de dictar sentencia se logre en contacto
directo con los medios probatorios aportados a tal fin por las partes;
b) Ello conlleva que las diligencias practicadas en la investigación
preparatoria no constituyan en sí mismas pruebas de cargo, sino únicamente
actos de investigación cuya finalidad específica no es propiamente la fijación
definitiva de los hechos, sino la de preparar el juicio, proporcionando a tal
efecto los elementos necesarios para la acusación y para la defensa.
Así mismo que, cuando de las investigaciones tanto a nivel preliminar como
jurisdiccional, se llega a determinar que no existe suficiencia probatoria que
sustenten la aplicación del ius puniendi estatal, lo correcto será absolver a los
procesados en razón de una de las garantías constitucionales, como es la
Presunción de Inocencia, tal como lo interpreta el Tribunal Constitucional,
cuando refiere que
“El principio de presunción de inocencia se despliega transversalmente
sobre todas las garantías que conforman el derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva. Y mediante él, se garantiza que ningún
justiciable pueda ser condenado o declarado responsable de un acto
antijurídico fundado en apreciaciones arbitrarias subjetivas, o en medios
de prueba, en cuya valoración existen dudas razonables sobre la
culpabilidad del sancionado. El contenido esencial del derecho a la
presunción de inocencia, de este modo, termina convirtiéndose en un
límite al principio de libre apreciación de la prueba por parte del Juez,
puesto que dispone la exigencia de un mínimo de suficiencia probatoria
para declarar la culpabilidad, más allá de toda duda razonable” ( caso
Huaco Huaco, exp.Nº1172-2003-HC/TC).
De otro lado, muchas veces en los procesos penales sólo existe una mera
sindicación que sustente la acusación, sindicación que no puede ser sustento
de la imposición de una pena. Por su parte el Tribunal Constitucional, en
relación a esto ha señalado en el expediente Nª1218-2007-PHC/TC que:
“ …La responsabilidad penal que se atribuye al inculpado dentro de un
proceso penal, en la medida que comporta la adopción de medios que
implican restricción de la libertad individual, se construye sobre la base
de la actuación de los medios probatorios que a su seno hayan
ingresado, y que además generen en el juzgador la convicción de la
realización de los hechos investigados, así como de la participación
del inculpado en ellos. En ese sentido, la mera sindicación no puede
ser fundamento para establecer la responsabilidad penal y, por
consiguiente, para imponer una pena”.
Uno de los principios que todo magistrado debe tener en cuenta para resolver
un proceso penal, es la PRESUNCIÓN DE INOCENCIA que se convierte
dentro de un Estado de derecho como la principal garantía del procesado, tal
es así que según nuestra normatividad ha sido elevado a derecho fundamental
por nuestra Constitución, conforme se puede verificar en su artículo 2 inciso
24.e., es por eso que corresponde analizar sus alcances
.- El principio antes mencionado, como una presunción juris tantum, implica
que debe respetarse en tanto y en cuanto no se pruebe lo contrario, situación
que obliga al titular de la acción penal a presentar la prueba de cargo
suficiente e idónea para lograr el amparo de su pretensión.
.- Teniendo en cuenta los considerandos anteriores, concluimos que no se han
incorporado al proceso pruebas pertinentes, conducentes y útiles que
desvanezcan de modo contundente la presunción de inocencia del procesado
FRANCIS FLOYD BELLETI NAVARRETE, por el contrario las
incorporadas no resultan suficientes, lo que genera una duda razonable, la que
por mandato constitucional favorece al procesado.
La sentencia 9598-2005 Habeas Corpus del Tribunal Constitucional, expresa
dos situaciones que se tiene que tomar en cuenta para que se busque la verdad
real y el derecho a probar que a recaído en la sentencia del Tribunal
Constitucional expediente 6712-2005 de Habeas Corpus, que es una garantía
que forma parte del debido proceso (y quien debe desvanecer la presunción de
inocencia el único es el Ministerio Publico) a sido citado en el primero de los
nombrados de ello su trascripción considerando 5.
“ El juez debe buscar, en todos los casos, la verdad real y aplicar el
presunción de la primacía de la realidad, definido por el tribunal
constitucional como aquel que aconseja que, en caso de discordia entre
lo que ocurre en la practica y lo que indican los documentos, debe
otorgarse preferencia a lo primero, es decir, la integración prefiere lo
que sucede en el ámbito de los hechos y descarta la proscrita verdad
legal (subsrayado es nuestro) ( sentencias recaídas en los expedientes
2132- 2003AA/TC, 1944-2002-AA/TC, 2387-2002AA/TC entre otras)
Asimismo él tribunal constitucional ha establecido en la sentencia
recaída en el expediente 6712-2005-PHC/TC (…..), que el derecho
constitucional a probar, es una garantía que forma parte del debido
proceso, y por consiguiente constituye un derecho básico de los
justiciables producir prueba relacionada con los hecho que configuran
su pretensión o su defensa. Según este derecho, las partes o un tercero
legitimado en un proceso o procedimiento, tienen derecho a producir
prueba necesaria con la finalidad de acreditar lo hechos que configuran
su pretensión o defensa (…..) De acuerdo a nuestro sistema procesal
penal las pruebas del delito tienen que ser ofrecidas por el Ministerio
Publico, órgano llamado a desvanecer la presunción de inocencia que
favorece al imputado, pudiendo este cuestionar, por vía incidental, la
prueba ofrecida por aquel a través de tachas u oposiciones ( artículos
156,165,238,239,240, y 262 respectivamente del código de
procedimientos penales) En todo, caso el juez deberá emitir resolución
señalando aquellos medios probatorios no son idóneos o que resultan
impertinentes para los objetivos del proceso. Por el contrario las
pruebas que no son declarados idóneas o impertinentes serán valoradas
en la sentencia. Desde luego, así el juzgador podrá obtener la conexión
de la prueba no tachada con los hechos alegados por los sujetos del
proceso penal, con la correspondiente consecuencia jurídica”
(sombreado y subrayado es nuestro)
3.8.- El Juzgado Unipersonal del Callao, no ha considerado el ámbito de la
prueba ilícita no son relevantes las creencias subjetivas, sino la constatación
objetiva de la vulneración o no de los derechos fundamentales. Producida la
existencia de una violación de derechos fundamentales la consecuencia
debería ser la prohibición de admisión y la prohibición de valoración de las
pruebas obtenidas, esto es, su inutilizabilidad procesal, el Ministerio Público
ha violado de manera persistente derechos fundamentales no obstante que
tiene como obligación adecuar sus actos a un criterio objetivo e imparcial,
debiéndose regir únicamente por la Constitución y la ley tal como lo prescribe
el artículo 61º del Código Procesal Penal.
Como es de verse el tipo penal imputado y los elementos subjetivos de tipo
penal no asemejan la imputación de un ilícito como es de verse por parte del
procesado no he realizado actos preparatorios, no he planeado cometer un
ilícito, sino; lo que con ella para los efectos del presente sobreseimiento a lo
que dice el artículo VII de título preliminar del Código Penal, en su párrafo
segundo “QUEDA PROSCRITA TODA FORMA DE RESPONSABILIDAD
OBJETIVA.”
Que, dentro de autos está debidamente probado que mi conducta no ha puesto
en peligro los bienes jurídicos tutelados, es decir no salí mas allá de mi esfera
social ni obra la responsabilidad penal que se construye sobre la base del
hecho efectivamente cometido y no tanto por la formula típica imputada. Es
decir, se indica la pertenencia de un hecho a un sujeto, tanto desde el punto de
vista externo como interno, como presupuesto para la subsiguiente imposición
de consecuencias jurídicas.
El principio de responsabilidad personal exige que un hecho imputado, para
que sea legítimamente punible, debe necesariamente incluir, por lo menos la
culpa del agente. Es decir, la formulación de precepto y los alcances del
principio de responsabilidad personal se extienden también a proscribir toda
forma de responsabilidad objetiva.
No estando probado por parte del Ministerio Publico mi conducta típica
indebidamente imputada, no me alcanza la responsabilidad penal del ilícito
imputado.
En lo que origina que existiendo elementos de inmediación no valorados y de
las consideraciones expuestas se tenga a bien revocar la sentencia venida en
grado y reformándola absolverá al procesado FRANCIS FLOYD BELLETI
NAVARRETE.
IV.- FUNDAMENTOS DE DERECHO
Código Procesal Penal: Los artículos 401, 405 y 414 establecen los requisitos
y formalidades para la admisión del recurso de apelación.