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UNIVERSIDAD REGIONAL AUTÓNOMA DE LOS ANDES

“UNIANDES”

FACULTAD DE JURISPRUDENCIA
CARRERA DE DERECHO

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN PREVIO A LA OBTENCIÓN DEL TÍTULO


DE ABOGADO DE LOS TRIBUNALES DE LA REPÚBLICA

TEMA:
EL ABANDONO DE UN PROCESO Y EL PRINCIPIO DE SEGURIDAD
JURÍDICA

AUTOR: OROZCO VILEMA WILMER ORLANDO


TUTOR: AB. CASTILLO VILLACRÉS HERNÁN PATRICIO, MG.

Riobamba–Ecuador
2020
APROBACIÓN DEL TUTOR DEL TRABAJO DE TITULACIÓN

CERTIFICACIÓN

Quien suscribe, legalmente CERTIFICA QUE: El presente Trabajo de Titulación


realizado por Wilmer Orlando Orozco Vilema, estudiante de la Carrera de
Derecho, de la Facultad de Jurisprudencia, con el tema: “EL ABANDONO DE
UN PROCESO Y EL PRINCIPIO DE SEGURIDAD JURÍDICA”, ha sido
prolijamente revisado, y cumple con todos los requisitos establecidos en la
normativa pertinente de la Universidad Regional Autónoma de Los Andes -
UNIANDES-, por lo que apruebo su presentación.

Riobamba, Enero de 2020

Ab. Castillo Villacrés Hernán Patricio, Mg.


TUTOR.
DECLARACIÓN DE AUTENTICIDAD

Yo, Wilmer Orlando Orozco Vilema, estudiante de la Carrera de Derecho, de


la Facultad de Jurisprudencia, declaro que todos los resultados obtenidos en el
presente trabajo de investigación, previo la obtención del título de ABOGADO
DE LOS TRIBUNALES DE LA REPÚBLICA, son absolutamente originales,
auténticos y personales; a excepción de las citas, por lo que son de mi
exclusiva responsabilidad.

Riobamba, Enero de 2020

Sr. Wilmer Orlando Orozco Vilema


CI. 060356271-1
AUTOR.
DERECHOS DE AUTOR

Yo, Wilmer Orlando Orozco Vilema declaro que conozco y acepto la


disposición constante en el literal d) Art 85 del Estatuto de la Universidad
Regional Autónoma de los Andes UNIANDES, está constituido por: La
propiedad intelectual sobre las investigaciones, trabajos científicos o técnicos,
proyectos profesionales y consultoría que se realicen en la Universidad o por
cuenta de ella.

Riobamba, enero de 2020

Sr. Wilmer Orlando Orozco Vilema


CI. 060356271-1
AUTOR.
CERTIFICACIÓN DEL LECTOR DEL TRABAJO DE TITULACIÓN

Yo, María José Calderón Velásquez. En calidad de Lector del Proyecto de


Titulación.

CERTIFICO:

Que el presente trabajo de titulación realizado por el estudiante OROZCO


VILEMA WILMER ORLANDO sobre el tema: “EL ABANDONO DE UN
PROCESO Y EL PRINCIPIO DE SEGURIDAD JURÍDICA”, ha sido
cuidadosamente revisado por la suscrita, por lo que he podido constatar que
cumple con todos los requisitos de fondo y forma establecidos por la
Universidad Regional Autónoma de los Andes, para esta clase de trabajos, por
lo que autorizo su presentación.

Riobamba, febrero de 2020

Ab. María José Calderón Velásquez

LECTOR
Dedicatoria

A Dios, por su vivificante y santa palabra, que me ha permitido descubrir la


profundidad de su sabiduría y entender que el tiempo de Dios es perfecto,
permitiéndome llegar hasta este momento tan gratificante de mi carrera
profesional.

A mis padres por su gran apoyo, ánimo y compañía en las diferentes etapas de
mi vida. En especial a ti mamá por tus consejos, ayuda y tu paciencia en los
momentos difíciles de mi corta existencia.

A mis hermanos por el cariño reflejado hacia mí, a mi hermano Jhonny por su
apoyo moral es la persona que está pendiente de mí, mi hermano Marco que
se convirtió en mi amigo el que me entrego sabios consejos y siempre se
preocupó porque yo me encuentre bien en todo sentido.

A mis sobrinos Jorge y Marthina que se convirtieron en el motor y motivo de


superación, son ellos los que me han brindado muchas alegrías con sus
ocurrencias en los momentos difíciles y tristes en el transcurso de esta gran
etapa de mi vida.
Agradecimientos

En primer lugar a Dios por cuidarme, ayudarme y entregarme sabiduría en esta


carrera profesional y de esta manera culminar esta meta tan anhelada.

A mis padres por todo el apoyo brindado tanto en mi vida estudiantil así como
en toda mi vida como persona, inculcándome de valores de respeto, amabilidad
y sobre todo humildad que son valores que me llevaron a lograr el éxito dentro
de mi carrera como estudiante.

A todos y cada uno de mis profesores de la Universidad Regional Autónoma


de los Andes “UNIANDES” quienes desde el momento que ingresé a dicha
institución me han brindado todos sus conocimientos como profesionales de
prestigio, de la misma manera me han enseñado valores que han hecho de mí
un mejor ser humano dentro y fuera de las aulas de la institución.

A mi tutor el Ab. Hernán Patricio Castillo Villacrés. Mg. Por toda su dedicación
ayuda y paciencia en cuanto al desarrollo de mi trabajo investigativo.
RESUMEN

La vigencia del COGEP en 2016, abrió un nuevo campo de investigación sobre


diferentes instituciones jurídicas. Una de ellas es el abandono como forma
extraordinaria de conclusión del proceso, una institución que siempre ha sido
objeto de discusión en la doctrina, especialmente cuando se analizan sus
efectos sobre el demandado, pues en algunos casos se permite la presentación
de una nueva demanda con similitud de sujetos, objeto y pretensión una vez
transcurrido el plazo legal establecido.

Esta posibilidad la permite el COGEP, donde el abandono puede ser decretado


de oficio o a solicitud de parte cuando se verifica el transcurso de seis meses
desde la última diligencia útil o conducente que haga avanzar el proceso. Seis
meses después de decretado, el demandante puede presentar nuevamente la
demanda contra el demandado, lo que supone una violación al derecho a la
seguridad jurídica de este último, especialmente cuando el abandono es
imputable al demandado.

La presente investigación tiene como objetivo fundamentar que la presentación


de una nueva demanda con similitud de sujetos, objeto y pretensión atenta
contra el derecho a la seguridad jurídica del demandado y sobrecarga la
administración de justicia por la repetición de trámites e inicio de un proceso
abandonado con anterioridad. Para alcanzar ese objetivo se hizo un estudio
teórico y legislativo del abandono, sus efectos sobre las partes y los requisitos
para que proceda, ello complementado con una encuesta exploratoria donde se
fueron reafirmadas las conclusiones teóricas y la viabilidad de la propuesta de
la investigación.

Palabras clave: abandono, demanda, seguridad jurídica, tutela efectiva,


seguridad jurídica.
ABSTRACT

The effectiveness of the COGEP in 2016, opened a new field of research in


different legal issues. One of them was the abandonment as an extraordinary
way to conclude the process. This topic has always been the subject of
discussion in the doctrine, especially when its effects on the respondent are
analyzed, since in some cases the filing of a new lawsuit is allowed with subject,
object and claim similarities once the established legal term has elapsed.

The COGEP makes the abandonment possible, and it can be decreed by


application or request of the party when six months has passed since the last
useful or conducive diligence in the process took place. Six months after the
decree, the petitioner can file the lawsuit against the respondent again, which
implies a violation of the right to legal security of the respondent, especially
when the abandonment is attributable to the respondent.

The following research paper is aimed at basing that the presentation of a new
lawsuit with similarity of subjects, objects and pretentions, attempts against the
right to the legal security of the respondent and overloads the administration of
justice by the repetition of procedures and the beginning of a process previously
abandoned. In order to achieve this objective, a theoretical and legislative study
of abandonment, its effects on the parties and the requirements to proceed, was
carried out, which was complemented with an exploratory survey where the
theoretical conclusions and the feasibility of the research proposal were
restated.
ÍNDICE GENERAL
Pág

INTRODUCCIÓN ............................................................................................... 1

Actualidad e importancia..………………………………………………………….…1
Situación Problemática ...................................................................................... 6

Problema científico ............................................................................................. 7

Objeto de investigación y campo de acción. ...................................................... 7

Identificación de la línea de investigación. ......................................................... 7

Objetivo General ................................................................................................ 7

Objetivos específicos ......................................................................................... 7

Idea a defender .................................................................................................. 7

Aporte Teórico.................................................................................................... 8

CAPÍTULO I. Fundamentación teórica. .......................................................... 9

1.1. Antecedentes del COGEP........................................................................... 9

1.1.2 Conformidad constitucional y legal ............................................................ 9

1.1.3. Definición de COGEP............................................................................. 11

1.1.4. Diferencia entre término y plazo ............................................................. 17

1.1.5. Definición de código ............................................................................... 18

1.1.6. Duración del proceso ............................................................................. 18

1.1.7 Principios generales del Derecho procesal ............................................ 19

Aporte personal ................................................................................................ 21

1.2. Análisis del artículo 249 inciso segundo, del COGEP ............................... 23

1.2.1 ¿Qué es una demanda?.......................................................................... 24

1.2.2 Elemento fáctico en la demanda ............................................................. 26

1.2.3 Definición de pretensión .......................................................................... 26

1.2.4 Formas extraordinarias de conclusión del proceso ................................. 27


1.2.5 Definición de abandono........................................................................... 31

1.2.6 Inactividad de las partes.......................................................................... 31

1.2.7 Características del abandono.................................................................. 32

Aporte personal ................................................................................................ 33

1.3. La incidencia del abandono y la seguridad jurídica ................................... 35

1.3.1. Principio de legalidad y orden jerárquico de las normas ........................ 36

1.3.2. Definición de seguridad jurídica ............................................................. 37

1.3.3. Exigencias de la seguridad jurídica ........................................................ 38

Aporte personal ................................................................................................ 41

CAPITULO II. Diseño metodológico y diagnóstico ..................................... 43

2.1. Descripción del procedimiento metodológico para el desarrollo de la

investigación .................................................................................................... 43

2.1.1. Modalidad o enfoque de la investigación ............................................... 43

2.1.2. Tipo de investigación por su diseño ....................................................... 44

2.1.3. Tipo de investigación por sus alcances .................................................. 45

2.2. Métodos, técnicas e instrumentos de la investigación .............................. 45

2.2.1. Métodos ................................................................................................. 46

2.2.2. Técnicas ................................................................................................. 47

2.2.3. Instrumentos .......................................................................................... 47

2.3. Población y muestra .................................................................................. 47

2.3.1. Cálculo de la muestra............................................................................. 48

2.4. Análisis e interpretación de los resultados obtenidos de la aplicación del

cuestionario ...................................................................................................... 49

2.4.1. Entrevista al DR. RODRIGO MIRANDA CORONEL, Juez de la Sala de lo

Civil de la Corte Provincial de Chimborazo. ..................................................... 58

CAPITULO III. Propuesta de solución al problema ..................................... 60


3.1. Título de la propuesta. .............................................................................. 60

3.1.1. Auto que declara el abandono del proceso ............................................ 60

3.1.2. Conclusiones del análisis del auto que decreta el abandono ................. 62

CONCLUSIONES ............................................................................................ 64

RECOMENDACIONES .................................................................................... 66

BIBLIOGRAFÍA
ANEXOS
ÍNDICE DE TABLAS
Pág.

Tabla N° 1………………………..………………………………………………. 48

Tabla N° 2…………………..………………………………………………….… 50

Tabla N° 3………………………………………………………………………… 51

Tabla N° 4………………………………………………..……….………………. 52

Tabla N° 5………………………………………………………………………… 53

Tabla N° 6………………………………………………………………………… 54

Tabla N° 7……………………….…………..……………………………………. 55

Tabla N° 8………………………………………………………………………… 56

Tabla N° 9………………………………………………………………………… 57
ÍNDICE DE GRÁFICOS
Pág.

Gráfico N° 1…………………………………….…………………………………. 50

Gráfico N° 2……………………………………………......……………………… 51

Gráfico N° 3……………………………………………………..………………… 52

Gráfico N° 4…………………………………………………………….…………. 53

Gráfico N° 5…………………………………………………..…………………… 54

Gráfico N° 6…………………………………………………………………..…… 55

Gráfico N° 7…………………………………………….…………………………. 56

Gráfico N° 8…………………………………………………………..…………… 57
Introducción
Actualidad e importancia
El proceso histórico de la perención de la instancia tiene su origen en el
derecho romano antiguo; en el que esta figura procesal era considerada como
el límite de tiempo al juez para decidir la litis. Durante ese periodo se formulaba
la existencia o no de dicha institución, se manifestaba a través de la causa
judicial legitima constituyéndose como causas que procedían únicamente entre
ciudadanos romanos, en donde las partes eran remitidas por la fórmula de un
solo Juez, y en donde no se establecía ningún límite de tiempo, en este tipo de
acciones, la instancia correspondiente se conserva de por vida, hasta que el
magistrado que conocía de la causa pronuncie la sentencia (Merchán, 2016,
pág. 15).

Son pocas las constituciones de América Latina que consagran de manera tan
certera y explícita los principios del debido proceso y de la supremacía
constitucional, y es así que la Constitución ecuatoriana dispone en los artículos
424 y 425 esa supremacía, de tal manera que siempre va a imperar la
Constitución siempre respecto a las normas legales que estuvieren en
contradicción con ella o alteren sus prescripciones.

Según la Real Academia Española los principios son la base origen, razón
fundamental sobre la cual se procede discurriendo en cualquier materia. Por
ende los Principios serán determinantes en las etapas del proceso penal, por lo
que depende de ellos para que el proceso sea eficaz, sea cual fuere el proceso
a seguir, bases mismas que se encuentran amparadas en las garantías que
constan tanto en Constitución como en la legislación penal ecuatoriana, y en el
COFJ, siendo la relevancia constitucional que definen los aspectos orgánicos
de la jurisdicción penal (Sotomayor, 2016, pág. 14).

La cosa juzgada es una de las bases de la seguridad jurídica, porque a través


de esta institución se elimina la incertidumbre frente a litigios ya decididos. En
consecuencia, no podrá seguirse un nuevo juicio cuando en los dos juicios
hubiere tanto identidad subjetiva, constituida por la intervención de las mismas

1
partes, como identidad objetiva, consistente en que se demande la misma
cosa, cantidad o hecho, fundándose en la misma causa, razón o derecho. En la
doctrina, el concepto alude al conjunto de condiciones necesarias para
anticipar las consecuencias jurídicas de la conducta personal y de la de
terceros. Propuesto como principio constitucional, significa que el orden jurídico
proscribe cualquier práctica en el ejercicio del poder que conduzca a la
incertidumbre, es decir, a la imposibilidad de anticipar o predecir las
consecuencias jurídicas de la conducta. No se trata de una regla susceptible de
invocarse para valorar los actos de poder creadores de normas particulares, si
son el resultado de facultades regladas. Si tales actos se apartan de lo ya
establecido en la ley, habrá un problema de legalidad del acto en sí, sin que
pueda decirse que está en juego la garantía constitucional de la seguridad
jurídica, porque el conjunto de condiciones que la configuran no ha sido
alterado.

Distinto es el caso de los actos creadores de normas generales: las leyes, las
ordenanzas, los reglamentos, pueden atentar directamente contra la seguridad
jurídica en cuanto establezcan reglas de alcance general de cuya aplicación se
genere la incertidumbre jurídica. Esto ocurre, por ejemplo, con las leyes
retroactivas. De aquí nace la vinculación entre el debido proceso y la garantía
constitucional a la seguridad jurídica. De hecho, esta última no es sino una
regla del debido proceso aplicable al ejercicio del poder normativo, en el caso
del Ecuador está prevista como un derecho en el artículo 82 constitucional.

Partiendo del concepto que en todo estado constitucional de derecho, debe


existir la seguridad jurídica, como un elemento de protección a todo ciudadano
que vive en él, así lo prevé la Constitución en el artículo 1, cuando define al
Ecuador como un Estado constitucional de derechos y justicia, social,
democrático, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se
organizará en forma de república y se gobierna de manera descentralizada. En
todas las actuaciones judiciales, sean de la índole que sean por intermedio de
los operadores de justicia deben estar conscientes que por ser parte de
estructura del estado deben sus actuaciones estar enmarcadas de tal manera

2
que exista esta seguridad jurídica.

El derecho tiene por función posibilitar la existencia lo que implica asegurar la


coexistencia, porque la existencia humana siempre ineludiblemente es
convivencia. Este aseguramiento se obtiene introduciendo un orden coactivo
que impida la guerra civil, esto es, la guerra de todos contra todos. La manera
en que el derecho quiere evitarla es asegurando a cada quién un ámbito de
existencia.

Ya es conocido por los estudiosos del derecho que las leyes son de carácter
permitidas, prohibitivas y coercitivas, en el campo del derecho penal, por
supuesto que son de carácter coercitivo, eso si son transgredidas, impera el
estado a través de los órganos de justicia, dando la sanción a quién tiene que
recibirla por el acto lesivo que ocasiono.

Qué pasaría si no existiría la ley, todo fuera un caos, y a donde quedaría la


seguridad jurídica hacia los habitantes, estarían completamente desprotegidos
del estado, por lo tanto es imperioso que exista la ley para proteger la
seguridad de las personas e inclusive para las indemnizaciones civiles cuando
nos referimos al resarcimiento del daño causado a la víctima.

La función del derecho será la de asegurar la armonización de las existencias,


lo que podrá obtener haciendo relativamente previsibles las conductas ajenas
respecto de ciertos bienes jurídicos, en el sentido de que cada uno sepa que su
prójimo se abstendrá de realizar conductas que lesionen lo que el derecho
considera necesario para que el hombre se realice en coexistencia. La
necesidad de que el derecho provea a esta seguridad surge de que el hombre
carece de seguridad de respuesta del animal, que en el hombre se reemplaza
por la cultura de la que el derecho es una manifestación (Sotomayor, 2016,
págs. 107-108).

Del abandono: procedencia, cómputo e improcedencia. Podemos definir al


abandono, como la institución jurídica, en virtud de la cual concluye la acción

3
incoada por el actor, como consecuencia de su inactividad y desidia procesal.
Es una conducta, llamémosla pasiva de quien propone la demanda, porque
dentro del término que ha fijado la ley seis meses no ha impulsado el proceso;
por consiguiente, esta incuria conlleva el archivo de la causa. El abandono
puede ser solicitado por la contraparte o de oficio por decisión del juzgador.

El abandono de la acción, G. Cabanellas, lo analiza desde una visión crítica,


explicando su naturaleza, régimen y distingos técnicos (Cabanellas, 1979, pág.
10). El Diccionario Jurídico Anbar, recoge este estudio refiriendo que entablado
un litigio, el actor, arrastrando las consecuencias procesales que de ellos se
deriven, está en condiciones de no perseguir la litis; bien sea por una actitud
expresa o por la derivada de la pasividad (Anbar, 1998). Esto ha de
concretarse antes de que recaiga sentencia, por cuanto cesaría entonces el
abandono ante otra figura del procedimiento, caracterizada por consentir el fallo
pronunciado.

Dentro de los textos procesales, se distingue entre abandono estricto,


desistimiento y caducidad. El primero se produce cuando una de las partes
deja de hacer en el plazo y forma requerido por la ley, un acto procesal
imprescindible. Sobre la procedencia del abandono, el artículo 245 del Código
Orgánico General de Procesos (Asamblea Nacional, 2015) en lo adelante
COGEP dispone que la o el juzgador declarará el abandono del proceso en
primera instancia, segunda instancia o casación cuando todas las partes que
figuran en el proceso hayan cesado en su prosecución durante el plazo de seis
meses, contados desde la última providencia recaída en alguna gestión útil
para dar curso progresivo a los autos (Albán, 2017, pág. 22).

El COGEP, lo trata en los artículos 245 al 249, y constituye, un modo


extraordinario de conclusión del proceso, que tiene lugar cuando en él no se
cumple acto de impulso alguno durante el plazo de seis meses, conforme
dispone el artículo 245 ibídem y, la Resolución del Pleno de la Corte Nacional
de Justicia, sobre esta forma extraordinaria de conclusión del proceso.

4
El COGEP, en el artículo 5, señala. Impulso procesal corresponde a las partes
procesales el impulso del proceso, conforme con el sistema dispositivo; y,
como he manifestado reiteradamente en la presente obra, el sistema
dispositivo, es una de las bases del COGEP, que implica que no solo se
promueve, sino que además avanza y se desarrolla en sus distintas etapas a
expensas de la voluntad particular; esto es, corresponde a las partes
procesales el impulso del proceso. De allí que la parte que da vida al proceso,
contrae la carga de urgir a su sustanciación y resolución, carga que se justifica
tanto porque no es admisible poner a la contraparte a la pérdida de tiempo y
dinero que importa una instancia indefinidamente abierta, cuanto porque media
interés público en el Estado, después de un periodo de inactividad prolongada
libere a sus propios órganos de la necesidad de proveer a los demandados, así
como de todos los deberes derivados de la existencia del proceso; de tal modo,
que la inactividad procesal, de cualquiera de las partes por el plazo de seis
meses en nuestro ordenamiento jurídico, procede el abandono del proceso de
oficio o a petición de parte (García, 2017, pág. 2).

En esta forma extraordinaria de conclusión del proceso regulada en los


artículos 245 al 249 del COGEP, la seguridad y certeza jurídica que se
persigue con el proceso son imposibles, cuando tramitándose el proceso,
transcurre un lapso de tiempo de inactividad de las partes lo suficientemente
amplio como para pensar que el litigio se ha arreglado por otros medios o que
la sentencia no es necesaria, ni querida por ninguna de las partes; en nuestro
caso, el tiempo para que se produzca el abandono del proceso es el plazo de
seis meses, aclarando que existe una Resolución del Pleno de la Corte
Nacional de Justicia, de cómo debe entenderse el abandono (Corte Nacional
de Justicia, 2015).

La doctrina, equipara el abandono a la caducidad, y su efecto es la terminación


del proceso, produciéndose el archivo del mismo; y, si el abandono ocurre en
primera instancia, la sentencia dictada en el proceso adquiere firmeza, pues el
efecto del abandono está en parte clarificado en la Resolución del Pleno de la
Corte Nacional de Justicia ya citada con anterioridad.

5
Situación Problemática
Dentro del ordenamiento jurídico ecuatoriano existe una forma extraordinaria
de terminar un proceso que es el abandono, el mismo que ocurre luego de
haber pasado seis meses plazo sin que se haya realizado el impulso de la
causa, tal como lo dispone la Ley Reformatoria del Código Orgánico General
de Procesos de 2019 (Asamblea Nacional, 2019). La doctrina señala, que el
proceso necesita del procedimiento y esté es una secuencia de conexión de
conductas de diferentes sujetos, en ello estriba la posibilidad del
incumplimiento, del cumplimiento exagerado, de la promoción tendenciosa de
la intervención inesperada o prolija y sobre todo de la utilización del
procedimiento, que no del proceso aunque éste resulte afectado, para alargar
su desarrollo, complicarlo y servirse de él como instrumento de presión.

En el COGEP, luego de la reforma mencionada, establece la procedencia del


abandono en el artículo 245 que la o el juzgador declarará el abandono del
proceso en primera instancia, segunda instancia o casación cuando todas las
partes que figuren en el proceso hayan cesado en su prosecución durante el
plazo de seis meses, contados desde el día siguiente de la notificación de la
última providencia dictada y recaída en alguna gestión útil para dar curso
progresivo a los autos o desde el día siguiente al de la actuación procesal
ordenada en dicha providencia.

Es así que según el artículo antes mencionado dispone que si transcurrido los
seis meses plazo no existe el impulso por ninguna de las partes procesales se
declarará el abandono, cabe mencionar que los seis meses son plazo es decir
cuentas todos los días del año, de tal manera que cuentan los días sábados,
domingos, feriados nacionales y locales.

Una vez declarado el abandono del proceso en primera instancia un efecto que
surge con este mandato jurídico es que transcurrido el plazo de seis meses
contados desde el día siguiente de la notificación de la última providencia
dictada y recaída en alguna gestión útil se podrá interponer nueva demanda
por los mismos hechos después de haber transcurrido seis meses de que se

6
haya declarado el abandono, ocasionando un perjuicio para la parte
demandada y vulnerando el principio referente a la seguridad jurídica
reconocido por la Constitución del Ecuador el mismo que manifiesta en su
artículo 82, el derecho a la seguridad jurídica se fundamenta en el respeto a la
Constitución y en la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y
aplicables por las autoridades competentes.

Problema científico
¿Cómo incide al demandado el abandono de la causa si después de seis
meses el demandante puede plantear las mismas pretensiones referentes al
principio de seguridad jurídica?
Objeto de investigación y campo de acción.
Objeto de investigación: Código Orgánico General de Procesos
Campo de acción: Análisis jurídico.
Identificación de la línea de investigación.
 Retos, Perspectivas y Perfeccionamiento de las Ciencias Jurídicas en
Ecuador.
 El ordenamiento jurídico Ecuatoriano, Presupuesto históricos, teóricos,
filosóficos y constitucionales.

Objetivo General
Elaborar un análisis jurídico para determinar el efecto jurídico del abandono de
las causas y cuando el demandante plantea sobre las mismas pretensiones.

Objetivos específicos
 Fundamentar jurídica y doctrinariamente el Código Orgánico General de
Procesos.
 Analizar el artículo 249 inciso segundo, del Código Orgánico General de
Procesos.
 Identificar los elementos técnicos para la propuesta.

Idea a defender
Mediante la elaboración de un análisis jurídico se podrá determinar el efecto
7
jurídico del abandono de las causas y cuando el demandante plantea sobre las
mismas pretensiones.

Aporte Teórico
En el COGEP, en su artículo 249 inciso segundo, no se respeta el derecho a la
seguridad jurídica que está consagrado en el artículo 82 de la Constitución
ecuatoriana de 2008, ya que cuando se declara el abandono por primera vez
en primera instancia el demandante podrá presentar una nueva demanda sobre
las mismas pretensiones, después de seis meses contados a partir del auto
que lo declaro, al presentar el proyecto de un análisis jurídico del abandono de
una causa referente al principio de seguridad jurídica, se garantizara que la
parte demandada pueda hacer valer sus derechos y se efectivice el principio de
seguridad jurídica.

Esta seguridad jurídica que se encuentra enmarcada en el artículo 82 de la


Constitución, la misma que se fundamenta en el respeto a la Constitución y en
la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y aplicables por las
autoridades competentes de esta manera se busca que la parte demanda no
quede en la indefensión ya que con anterioridad fue demandada bajo las
mismas pretensiones y que en ese momento la parte actora no pudo demostrar
que existió la vulneración del derecho al cual haya hecho referencia en su
demanda, dándole la posibilidad de que pueda volver a demandar después de
un cierto tiempo, seis meses para ser exactos, causando así un perjuicio
económico a la parte demandada.

Y ello porque necesariamente tendrá que contratar una defensa técnica de un


profesional del derecho, se debería impedir que la parte actora pueda volver a
demandar bajo las mismas pretensiones y sobre la misma persona, de esta
manera se estará cumpliendo con los principios establecidos en la Constitución
de la República y no se dejara en la indefensión en ningún momento a las
partes procesales y de esta manera se garantizara la seguridad jurídica y así
cumplir con el debido proceso enmarcado en el texto constitucional.

8
CAPÍTULO I. Fundamentación teórica.
1.1. Antecedentes del COGEP
Antes y después de 1835 se expidieron leyes con diversas denominaciones
que normaron el enjuiciamiento civil en el Ecuador. Sin embargo, la historia del
derecho ecuatoriano reconoce como primer Código de Procedimiento Civil al
que se promulgó con el título de código de enjuiciamiento en materia civil,
expedida en 1869, por la Asamblea Nacional Constituyente.

El Código de Enjuiciamiento en materia civil de 1869 tenía dos secciones: la


primera de jurisdicción civil, de las personas que la ejercen y de los que
intervienen en los juicios, parte que a su vez se subdividía en dos títulos, el
inicial de la jurisdicción y el fuero y el restante de los jueces, de los asesores,
del actor y del reo, de los abogados, de los defensores públicos, de los
procuradores, de los secretarios relatores, de los escribanos, de los alguaciles,
de los peritos y de los intérpretes. La segunda sección trataba sobre los juicios,
dividiéndose en tres especies, de los juicios en general, de la sustanciación de
los juicios y de las disposiciones comunes (Lovato, 1957, pág. 12).

1.1.2 Conformidad constitucional y legal


El primer elemento, contenido en la descripción conceptual especifica que
consta en el artículo 1 de la Constitución de la República, declara y reconoce,
entre los principios fundamentales, que el Ecuador es un Estado constitucional
de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario,
intercultural, plurinacional y laico.

El segundo elemento, al determinarse, entre los derechos de protección, a


partir del artículo 75 de la Constitución de la República, que el Estado reconoce
a todos los habitantes del país, sin discriminación por causa alguna, el acceso
gratuito a la justicia y a la tutela efectiva, imparcial y expedita de sus derechos
e intereses, con sujeción a los principios de inmediación y celeridad. Como
medio de materializar el derecho a la seguridad jurídica que al decir de lo
previsto en el artículo 82 de la Constitución del Ecuador se fundamenta en el
respeto a la constitución y en la existencia de normas jurídicas previas, claras,

9
públicas y aplicadas por las autoridades competentes, que faciliten el
cumplimiento de los deberes y responsabilidades de las ecuatorianas y
ecuatorianos estipulados en el artículo 83 de la norma supra en referencia,
asegura con ello, la convivencia pacífica de toda población, requisito
indispensable para promover la competitividad y bienestar de toda nuestra
nación.

El tercero aparece en el artículo 167 de la Constitución de la República, que


trata sobre los principios de la administración de justicia, al señalar que las o
los juzgadores son únicamente un instrumento del estado, pues la voluntad
popular es la que les confiere su autoridad. La potestad administrar justicia
emana del pueblo y se ejerce por los órganos de la Función Judicial y por los
demás órganos y funciones previstos en la Constitución.

Y, finalmente, el cuarto elemento está en el artículo 169 de la carta


Fundamental que determina que el sistema procesal es un medio para la
realización de la justicia. Las normas procesales consagrarán los principios de
simplificación, uniformidad, eficacia, inmediación, celeridad y economía
procesal, y harán efectivas las garantías del debido proceso. No se sacrificara
la justicia por la sola omisión de formalidades.

El acatamiento de la supremacía constitucional, sumado a la integración


concreta entre los derechos de las personas, la voluntad popular como
fundamento para la administración de justicia, y el entendimiento de que el
sistema procesal significa justicia, y permite la resolución imparcial y expedita
de los conflictos propios de la convivencia social, permitirá abordar con lógica
la propuesta de reforma procesal integral, bajo la denominación de Proyecto de
COGEP.

Si aceptamos que el derecho es la expresión de las conductas individuales y


sociales, para regularlas y solucionar controversias bajo el imperio de la ley que
emana de la autoridad del estado, coincidiremos que la concepción
constitucional debe asentarse en normas procesales y materiales que viabilicen

10
los mandatos dogmáticos y orgánicos de la norma suprema.

Por mandato constitucional, los derechos se podrán ejercer, promover y exigir


de forma individual o colectiva ante las autoridades competentes, a base de
derechos de igualdad, no discriminación, acceso gratuito a la justicia, tutela
efectiva imparcial y expedita, debido proceso y seguridad jurídica, conforme lo
prevén los artículos 11, 75, 76 y 82 del texto constitucional.

Que, la Constitución de la República en el artículo 167, consagra que la


potestad de administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por los órganos
de la Función Judicial y por los demás órganos y funciones previstos en la
Constitución; que, la Constitución de la República en los artículos 168 y 169
prescribe que la sustanciación de los procesos en todas las materias,
instancias, fases y diligencias se llevará a cabo mediante el sistema oral. El
sistema procesal es un medio para la realización de la justicia y las normas
procesales consagrarán los principios de simplificación, uniformidad, eficacia,
inmediación, celeridad y economía procesal.

1.1.3. Definición de COGEP


Al COGEP se le ha atribuido la categoría de orgánico porque regula el ejercicio
de los derechos y garantías constitucionales, conforme lo señala el artículo
133.2 de la Constitución de la República; esto es, tiene un rango superior a las
leyes ordinarias. Se llama general, porque se refiere a un amplio campo de
materias, como son el procedimiento: civil, laboral, contencioso tributario,
contencioso administrativo, de familia, mujer, niñez y adolescencia y de
inquilinato; esto es cualquier otra que no sea procedimiento penal, electoral y
constitucional; pero es norma supletoria del Código Orgánico Integral Penal. Se
llama de procesos, es decir regula la sucesión de actos dirigidos a la aplicación
del derecho a un caso concreto (García, 2017, pág. 5).

Este ambicioso cuerpo legal, es la materialización de un viejo anhelo de


autoridades, juezas y jueces, abogadas y abogados y operadores de justicia
de todo el territorio ecuatoriano que siempre luchamos por superar el caduco y

11
desesperantemente lento, formal, oscuro y burocrático modelo procesal
escriturario que habíamos heredado del código de enjuiciamiento civil español
de 1855, el cual, con férrea terquedad, rigió en el país siglo y medio, sin
apenas cambios en cuanto se refiere a la hegemonía del paradigma escritural.

La entrada en vigencia de este importante Código es el producto final de un


largo proceso de trabajo y reflexión colectiva no solo de las personas que,
atendiendo a una iniciativa conjunta de la Corte Nacional de Justicia y del
Consejo de la Judicatura, participaron directamente en la comisión
preparatoria; sino también es el resultado del esfuerzo de muchos y muy
connotados juristas ecuatorianos y extranjeros que a lo largo de muchos años
de debate llegaron a la conclusión de la necesidad de introducir en nuestra
legislación procesal el sistema oral como un elemento de garantía del acceso a
la justicia para todos los ecuatorianos.

El trabajo de la comisión y luego del pleno de la Corte Nacional de Justicia, que


se desarrolló ininterrumpidamente entre marzo y diciembre de 2013, se
estructuró a partir de algunas ideas y conceptos fundamentales: la adecuación
del sistema procesal ecuatoriano a los mandatos imperativos de la Constitución
de Montecristi; la necesidad de superar el caduco modelo procesal escriturario
que históricamente había regido en el país; la adopción del sistema oral como
elemento sustancial de todos los procedimientos no penales; la implementación
de un modelo de administración de justicia en audiencias; el fortalecimiento de
los principios de inmediación y concentración; así como en el esfuerzo de
unificar todas las materias incluyendo las contencioso administrativas y las
contencioso tributarias, excepto la constitucional y la penal, que ya tienen sus
estatuto legal propio adecuado a los mandatos de la Constitución vigente.

Posteriormente, una vez presentado y aprobado el trabajo de la comisión en el


pleno de la Corte Nacional y del Consejo de la Judicatura, el proyecto fue
sometido a debate parlamentario en la comisión de justicia y estructura del
estado de la Asamblea Nacional, presidida en ese entonces por el asambleísta
elegido por la provincia de Chimborazo, Dr. Mauro Andino Reinoso y en el

12
Pleno de esta función del estado, debates en los cuales se introdujeron
sugerencias y algunas modificaciones sustanciales en aras de conseguir una
mayor celeridad en los procedimientos establecidos en el Código.

El artículo 2 del COGEP establece los principios que orientan el desarrollo del
proceso judicial y de los procedimientos en el Ecuador. Específicamente manda
que en todas las actividades procesales que se realicen en el Ecuador además
de los principios constitucionales y aquellos recogidos en los instrumentos
internacionales de derechos humanos, y en el Código Orgánico de la Función
Judicial- en lo adelante COFJ- (Asamblea Nacional, 2009), se aplicaran los
principios de oralidad en su versión por audiencias, la dirección del proceso por
el juez, el principio dispositivo, y el principio de inmediación (Ramírez, 2015,
pág. 37).

La reforma procesal civil, con la incorporación de la oralidad y la inmediación,


constituye un cambio radical del sistema de justicia civil en Ecuador y es uno
de los esfuerzos más significativos por mejorar la justicia penal y, sobre todo,
por acercarlo a las personas, especialmente a los más pobres. Las
características principales del COGEP son: se aplicará para todas las materias
no penales y constitucionales, se reduce a 5 las vías procesales: ordinario,
sumario, voluntario, monitorio y ejecutivo. El sistema es oral, basado en
audiencias. No se trata de tener procesos con audiencias, sino justicia en
audiencias (Pazmiño, 2016, pág. 4).

Este término viéndolo dice una forma universal tiene un sentido más amplio ya
que comprende todos los actos procesales que realizan las partes y el juez
dentro de un juicio al que se rigen dos o más personas con intereses opuestos
sobre sus derechos y obligaciones, proceso que siempre será dirigido por el
juez quien dará por terminada esta diligencia judicial en base a su dictamen, el
mismo que será favorable para cualquiera de las partes que tengan interés
sobre la Litis, dicho en otras palabras, el proceso es una disputa entre
particulares en la que el Estado pone en manos de los sujetos procesales un

13
conjunto de normas que aseguren la libertad del juicio, como un mecanismo
para la protección de sus derechos (Cabello, 1991, pág. 45).

La finalidad de un proceso, en sentido general, es dar solución a la controversia


que ha sido sometido a conocimiento del órgano judicial, sin embargo de
aquello, el proceso desempeña una función pública por cuanto satisface el
interés social al hacerse efectivo y con éste la realización del derecho y el
aseguramiento. El procesalista Daniel Jaramillo define al proceso como el
conjunto de actos coordinados que se ejecutan por o ante los funcionarios
competentes del Órgano Judicial del estado, para obtener, mediante la
actuación de la ley en un caso concreto, la declaración, la defensa o la
realización coactiva de los derechos que pretendan tener las personas privadas
o públicas (Jaramillo, 2013, pág. 34).

Como ya se ha dicho, en Ecuador, desde los tiempos de la independencia y


hasta hace muy poco, ha prevalecido el sistema escriturario heredado del
derecho español. Este sistema generó en la mayoría de los casos una brecha
muy profunda de la administración de justicia respecto de las necesidades de la
gente debido la exasperante lentitud y el burocratismo del proceso escrito, y a
causa del alejamiento del juez de las necesidades de las partes.

Frente a ello, recogiendo las múltiples experiencias sobre acceso a la justicia


que se han desarrollado en Latinoamérica desde los años 80 del siglo pasado,
se planteó la adopción del principio contrario, esto es que la mayoría de las
actividades de los sujetos procesales se realicen oralmente. Sin embargo, esta
regla ideal resulta imposible de aplicar a la realidad porque prácticamente no
existe ningún sistema jurídico que, cumpliendo con los requerimientos del
debido proceso, pueda realizarse de manera exclusivamente oral.

En ese sentido, cuando el COGEP se refiere a la oralidad no está aludiendo a


un ideal platónico sino que está describiendo un sistema mixto que tiende a la
oralidad, el cual mediante el uso de audiencias promueve la relación directa
entre el juez y las partes. La principal innovación estructural del sistema de

14
justicia en audiencias frente a su antecesor escriturario tiene que ver con un
cambio sustantivo en el entendimiento del proceso mismo, el cual ha dejado de
ser un simple monologo y una sucesión de actos procesales individuales de las
partes, por la reunión de las partes y el juez en las audiencias para discutir las
pretensiones y alegaciones de las partes.

Este modelo mixto comprende varias fases o momentos procesales: una


primera fase denominada de proposición que abarca la demanda y la
contestación, incluyendo eventualmente la reconvención que mantiene su
carácter escrito; seguida de una segunda fase cuyo objeto es fijar, y definir los
elementos esenciales de la litis, así como proponer; y de una tercera fase de
decisión que por regla general debe ser oral.

Además, este sistema de administración de justicia en audiencias tiene


enormes ventajas frente al paradigma escriturario del pasado; la más notable
de las cuales es que permite y promueve una relación estrecha de inmediación
entre el juez y el proceso y entre esté y las partes que genera una sensación
de seguridad y paz social jamás conseguida por el modelo de justicia escrita.

Otro de los argumentos que nos permite defender de manera entusiasta la


incorporación de la oralidad en el proceso ecuatoriano es su probada eficacia y
eficiencia para resolver de forma generalmente rápida muchos asuntos como
ocurre en los procesos penales, laborales, de familia, de niñez etc. e incluso
para la mayoría de los procesos civiles.

La idea de la Corte Nacional y del Consejo de la Judicatura al promover su


extensión a ámbitos donde tradicionalmente no opera la oralidad, como el
derecho administrativo y el derecho tributario, se sustenta en la idea de que si
se toman algunas decisiones de política judicial, la especialidad del derecho
administrativo no implicaría necesariamente la existencia de trámites y
procedimientos especiales.

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Otro de los méritos importantes del modelo desarrollado en el COGEP, que
ciertamente refleja un alto nivel de audacia teórica, es la extensión de los
principios sustantivos del sistema oral a la segunda instancia y a la Casación,
que tradicionalmente no se rigen por este principio. Cierto es que la oralidad
está prioritariamente diseñada y se ajusta perfectamente para procesos de
única instancia donde el juez participa directamente en todas las fases del
proceso pero especialmente con la práctica de las pruebas; sin embargo, la
justicia en audiencias y la audiencia misma no es incompatible con la alegación
y valoración eficiente del derecho objetivo, objetivo que perfectamente cumplen
las audiencias en instancias de apelación y casación, como bien lo dispuso el
legislador ecuatoriano.

Doctrinalmente la inmediación es un principio del derecho procesal


directamente relacionado y vinculado con la oralidad según el cual existe una
relación directa entre los litigantes y el juez. Hasta 1998, cuando comenzó en el
Ecuador el desembarco progresivo de la oralidad este conocimiento personal y
directo del juez a las partes y al proceso era muy marginal, pues los jueces no
realizaban directamente las audiencias ni practicaban las pruebas, actividad
que era encargada en la mayoría de los casos a los auxiliares judiciales.

En ese sentido una de las principales columnas de la transformación de la


justicia que se promueve a través del COGEP es justamente garantizar la
presencia y la vecindad permanente del juez en el trámite de los
procedimientos y especialmente en la práctica de pruebas. En ese sentido, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 6 del COGEP, en concordancia con
el 75 de la Constitución, la inmediación en el nuevo modelo procesal no penal
ecuatoriano se materializa en la obligación que tiene la o el juzgador de estar
presente en todos los actos procesales particularmente en la celebración de las
audiencias y practicar las pruebas que son nulas en el caso de que no exista la
presencia del juez y de las partes procesales.

16
1.1.4. Diferencia entre término y plazo
Se debe tener en cuenta la diferencia entre plazo y termino, conforme con el
artículo 33 del Código Civil (Congreso de la República, 2005), se denomina
plazo al tiempo dentro del cual o después del cual se ha de ejecutar una
acción, cumplir una obligación, o hacer nacer o extinguir un derecho. La
diferencia entre plazo y término, determinando que este último es el tiempo
determinado por la o el juzgador o por la ley que tiene como característica
especial que se cuenta únicamente en días hábiles, mientras que el plazo
decurre de forma continua.

Si bien con la implementación del COGEP el término empieza a decurrir desde


el siguiente día hábil de la última citación o notificación y el vencimiento de
este término ocurre el último momento hábil de la jornada laboral. Cabe
mencionar que con el código de procedimiento civil se podía dejar cualquier
actuación judicial dentro del término concedido hasta media noche en las
manos del secretario antes de que fenezca el termino, pues bien ahora nos
establece hasta que hora se puede presentar actuaciones judiciales y estas
solo se receptaran en los juzgados en las ventanillas habilitadas por el Consejo
de la Judicatura, la cual posee un sistema en donde queda registrado la hora
de ingreso de los documentos.

Por lo expuesto anteriormente se puede determinar que la diferencia entre


termino y plazo son los días, ya que en el término solo se contaran los días
laborables tomando en cuenta que anteriormente cuando por circunstancias
que ameritaban se suspendía el trabajo entre semana y esas horas se
recuperan los días sábados, tomando en cuenta que se debe contabilizar para
el termino los días que sean laborables, y en cambio en el plazo se tomara en
cuenta todos los días del año incluido sábados domingos y feriados nacionales
o locales, ya sea termino o plazo su contabilización empieza a partir del día
siguiente de la notificación.

17
1.1.5. Definición de código
Si bien el artículo133 de la Constitución distingue entre leyes orgánicas y leyes
ordinarias, éste cuerpo de leyes, se llama Código, porque encierra realmente
una verdadera unificación de disposiciones legales en materia procesal, y se
trata de una ley única, con un plan, un sistema y un método que regula
progresivamente los procesos en diversas materias, se desarrolla en etapas,
grados, fases con una misma finalidad, que se sintetiza en la aplicación del
derecho para que prevalezca la justicia.

La exposición de motivos del COGEP, dice que el proceso es el instrumento


necesario y esencial para que la función judicial se realice, toda vez que no es
posible concebir la aplicación del derecho por virtud de órganos estatales
constituidos sin que le haya precedido un proceso regular y válidamente
realizado. Los actos que las o los juzgadores y las partes realizan en la
iniciación, desarrollo y extinción del mismo tienen carácter jurídico porque están
preordenados por ley instrumental.

1.1.6. Duración del proceso


Como manifiesta Alfonso Guarín el proceso debe tener una duración razonable
como lo disponen modernos cánones constitucionales asequibles a los
ciudadanos de los pequeños pleitos, quienes en la práctica no tienen acceso a
los tribunales con procedimientos simples y alejados de todo formalismo (2010,
pág. 88).

Eficaz en el plano del cumplimiento, de las decisiones judiciales, que sistemas


como el nuestro inauditamente están en manos de autoridades políticamente
escogidas y peormente preparadas; cierta en él la igualdad del tratamiento de
las partes, en el sentido de las circunstancias concretas, singulares e
individuales en que se realiza y eficaz, finalmente en el cumplimiento de la ley
procesal, que establece plazos para las decisiones judiciales y sanciones al
litigante ímprobo cotidianamente desconocidas, sin reparo alguno por jueces y
abogados.

18
Termina señalando, y esto vale para entender el COGEP, la inmediata
mentalidad individualista del proceso civil, pertinente a la composición de una
controversia privada, ha desconocido su capacidad de ser esencialmente un
instrumento práctico, único y exclusivo de la realización de la justicia, la que es,
como se ha dicho, un valor eminentemente social y consiguientemente el
proceso debe servir a la sociedad al igual que a los individuos.

Por ello el reto actual del procesalista, es cumplir interdisciplinariamente con


ese cometido y una vez logrado, exigir del estado que efectivamente cumpla
con el servicio público de la justicia , entregando los medios requeridos para
ello, entre los cuales está, en la escala inmediata la adecuada, seria y profunda
preparación de los jueces para asumir su cada vez más crecientes y complejas
responsabilidades, bajo el entendimiento de que no debe ser un simple
espectador, sino un verdadero protagonista de la justicia; termina señalando, y
esto deben tener en cuenta los operadores de justicia, que: la historia no
permite diferente o alternativa.

O se cumple o esta volverá al pasado para sustituir la justicia a cargo de la


autoridad por la idea incivilizada de la venganza o justicia por mano propia. Y si
es así, que Dios nos guarde de semejante destino, quebrantando de esta
manera la paz social, que es el objetivo principal de la nueva justicia, como lo
dispone el artículo 21 del Código Orgánico de la Función Judicial.

1.1.7 Principios generales del Derecho procesal


Proviene del latín primun caput.- preferencia, procedencia, es decir
pensamientos directivos que sirven de base o fundamento a la organización
legal de un determinado orden positivo. Ideas fundamentales e informadas de
la organización jurídica de una nación, por lo cual hay que trasladarse a la
Constitución y específicamente al artículo 168, para entender el COGEP, así la
gran mayoría de los autores señalan a la Constitución como una de las fuentes
formales del derecho procesal, pues en ella se confluyen dos aspectos.

19
El carácter exclusivo y obligatorio de la función jurisdiccional, entendiendo que
de acuerdo con esta norma de valoración procesal, solamente el Estado puede
decir el derecho, se reserva la función jurisdiccional de una manera exclusiva
como conviene a su carácter de función soberana. Independencia, significa
esta garantía de la separación de poderes del estado; pues el juez está
sometido solamente a la ley procesal, esta es su único jefe, por eso se
rechazan cualquier injerencia de la política en la rama jurisdiccional; así como
dicen los autores citados: los jueces son pagados por el estado, y ellos mismos
son estado; por eso no hay jerarquía en la rama jurisdiccional, distinta de la de
los grados de conocimiento en las instancias.

De tal manera, que en el nuevo ordenamiento jurídico ecuatoriano, el único


magistrado de justicia encargados de administrarlo a nombre de dicho pueblo,
pues así lo señalan los artículos 167 y 178 de la Constitución y los artículos 1 y
138 Código Orgánico de la Función Judicial. El procesalista Adolfo Alvarado
Velloso, al respecto manifiesta la doctrina generalizada acepta que se entiende
por principios procesales las grandes directrices que expresa o implícitamente
enrutan al legislador para que el método de enjuiciamiento pueda operar
eficazmente de acuerdo con la orientación filosófica o política de quien ejerce el
poder en un tiempo y lugar determinado (Alvarado, 2011, pág. 200).

De tal manera, que para comprender al COGEP, tenemos necesariamente que


analizar la exposición de motivos; pues en ella se establece dos clases de
sistemas procesales: el inquisitivo y el dispositivo; además del sistema oral y
del sistema escrito. Aclaro que hoy también tenemos el sistema publicista, que
es una modernización del principio dispositivo.

Recordemos, que los fines de los principios generales se concretan en las


garantías constitucionales y, cada uno de ellos ofrece un enfoque o una norma
de valuación procesal consagrada en la Constitución como garantía
fundamental; he aquí la importancia del derecho constitucional, por lo que hay
que tener en cuenta, los principios recogidos por el artículo 168, que demarcan

20
la política procesal y la ley en este caso el COGEP, tiene que adecuarse al
esquema señalado en el artículo 168 de la Constitución de la República.

Principios Procesales. En la doctrina procesalista se sistematizan como


principales principios del derecho procesal los siguientes (Universidad Católica
de Colombia, 2010, págs. 18-19):
El principio de la bilateralidad de la audiencia.
El principio de formalismo.
El principio de autoridad.
El principio de economía procesal.
El principio de moralidad.

Esos principios se deben aplicar durante todas las fases y etapas del proceso,
mismo que tiene lugar porque antes se ha presentado un conflicto jurídico
intransmisible, sino hubiera sido así, las partes hubieran logrado por si una
solución. La doctrina señala, que el proceso necesita del procedimiento y esté
es una secuencia de conexión de conductas de diferentes sujetos (García,
2017, pág. 3); en ello estriba la posibilidad del incumplimiento, del cumplimiento
exagerado, de la promoción tendenciosa, de la intervención inesperada o
superflua y sobre todo de la utilización del procedimiento, que no del proceso
aunque éste resulte afectado, para alargar su desarrollo, complicarlo y servirse
de él como instrumento de presión.

Aporte personal
El COGEP fue publicado en el Registro Oficial Nº 506, de 22 de mayo del 2015,
y entró en vigencia el 22 de mayo del 2016. Este nuevo código que regula la
actividad procesal en todas las materias excepto en materia constitucional,
electoral y penal, y trae novedosos cambios en su contenido normativo, como
es el caso de la aplicación del principio de la oralidad en todos los proceso.

El COGEP contiene 439 artículos, está dividido en 5 libros, que son los
siguientes.- Libro primero nos habla acerca de las normas generales; Libro
segundo habla acerca actividad procesal; Libro tercero contiene las

21
disposiciones comunes a todos los procesos; Libro cuarto habla acerca de los
procesos; Libro quinto nos habla sobre la ejecución, así mismo existen tres
disposiciones generales, dos disposiciones transitorias, diecinueve
disposiciones reformatorias, catorce disposiciones derogatorias y dos
disposiciones finales.

Dentro de este cuerpo legal se establecen también los principios en los que se
basa el desarrollo del proceso y las acciones de las partes y el juzgador; así
tenemos el principio de contradicción es aquel en el que las partes procesales
deben estar presentes para poder contradecir las pruebas que presente la
parte contraria y demás actos referentes al proceso, siempre se desarrollara la
audiencia y evacuación de las pruebas en presencia del juzgador.
Aquí también hablamos que el impulso de las causas le corresponde a las
partes que se encuentran involucradas dentro del proceso; de esta manera son
ellas las que deben impulsar el proceso para su mejor desenvolvimiento y
mayor eficacia, ya que las partes procesales son las interesadas en que se
resuelva el conflicto en que se encuentran.

Las audiencias que se llevan a efecto con el COGEP son públicas, orales y
contradictorias, los datos personales de las partes no serán revelados, esos
datos serán únicamente para el desarrollo de la audiencia, así mismo la
información de los procesos son públicos en tal sentido cualquier persona
podrá revisar el proceso cuando así lo amerite.

Una de las cosas importantes de destacar dentro del COGEP es la hora en la


que se llevan a cabo las diligencias o audiencias, ya que dentro de la hora
señalada no se podrá esperar ni minuto más para la diligencia que se está
tramitando es decir siempre se empezara a la hora establecida, cosa que no
pasaba con el código de procedimiento civil ahí siempre se esperaba los diez
minutos después de la hora indicada, teniendo como resultado pérdida de
tiempo innecesaria, con el código orgánico general de procesos incluso se
puede decir que se mejora la cultura ecuatoriana de respetar las horas
establecidas por el juzgador para las correspondientes diligencias o audiencias.

22
Un punto muy aparte merece hablar acerca de la oralidad, ya que dentro del
COGEP la oralidad es la que prevalece al momento de desarrollar un proceso,
claro está que existen también actos propositivos como lo son la demanda,
calificación de la demanda, citación, etc., pero dentro de este código prima la
oralidad la audiencia será oral y pública, en presencia de las partes procesales
y el juez, de existir peritos sustentaran sus informes de manera oral en la
respectiva audiencia, la resolución con la que dé por terminado un proceso el
juzgador también deberá ser oral y debe resolver todos los puntos en conflicto,
si una de las partes no está de acuerdo con tal decisión dentro de la audiencia
apelara la decisión al superior.

1.2. Análisis del artículo 249 inciso segundo, del COGEP


Dentro del sistema judicial que abarca el COGEP, se ha advertido que la falta
de impulso del proceso por cualquiera de las partes que figuren dentro de la
causa, implica que el Juez amparado en la ley, y a petición de parte o de oficio
siempre que no se haya realizado algún acto o presentado alguna petición, por
cualquiera de los sujetos procesales, podrá declarar el abandono de la causa
ante el descuido de quien acudió al órgano jurisdiccional en busca de que se le
restablezca un derecho o se tutele el mismo, y en el trámite con su desinterés
ocasionó una consecuencia negativa al interior del proceso.

El abandono es una de las formas especiales de conclusión del proceso que


extingue la relación procesal y que se produce después de un período de
tiempo en virtud de la inactividad de las partes, renuncia de un derecho o el
incumplimiento de un deber. El nuevo sistema procesal que se encuentra
vigente en el Ecuador rige diferentes tipos de procedimientos en materias no
penales con lo cual ha sufrido una gran transformación tanto en su nueva forma
de tramitación de los procesos y así como también en los términos y plazos
establecidos para cada procedimiento que los ciudadanos se encuentren
tramitando en las diferentes Unidades Judiciales, los mismos que deberán ser
cumplidos tanto por los sujetos procesales así como también para los
administradores de justicia.

23
Haciendo hincapié a lo aludido anteriormente se puede indicar que la figura
jurídica del abandono proviene cuando el proceso ha permanecido paralizado
su prosecución por seis meses contados a partir del auto que lo declaro esto es
en primera instancia, segunda instancia o casación. Los efectos legales
establecidos en el artículo 249 del COGEP esto es, que si se declara el
abandono por primera vez en primera instancia, el actor o demandante podrá
presentar una nueva demanda sobre las mismas pretensiones después de seis
meses contados a partir del auto que lo declaró.

Es importante analizar esta figura y determinar los supuestos o requisitos para


su correcta aplicación, que para muchos es contraria con la finalidad del
proceso, esto es, resolver un conflicto de intereses; ya que el abandono logra la
conclusión del mismo sin declaración sobre el fondo, y no impide que quien
haya sido perjudicado con el abandono recurra nuevamente al poder judicial en
busca de tutela y, por ende, de un mayor gasto de tiempo y personal, así como
la repetición de determinados actos ya realizados y mayor carga en el
despacho respecto de un trámite que ya se realizó.

1.2.1 ¿Qué es una demanda?


Como se afirma en el Manual del Justiciable en materia civil, la demanda es un
acto jurídico que da inicio al proceso, y que tiene por objeto que una persona
física o moral a la que se llama actor, acuda ante un órgano jurisdiccional para
formular sus pretensiones en contra de otra persona física o moral que recibe
el nombre de demandado (SCJN, 2005, pág. 19).

Por lo general se suelen hacer dos enfoques distintos en la definición de la


demanda, por un lado puede considerarse desde el punto de vista del inicio del
proceso como la petición de parte que inicia el proceso y que puede o no
contener la proposición objeto de la pretensión procesal (Ortells, 2019, pág.
286), y por otro desde el punto de vista de los derechos del demandado como
el acto que contiene la pretensión del demandante de que se le otorgue
determinada tutela jurisdiccional mediante la sentencia (Ortells, 2019, pág.
287).

24
Un autor que es referente obligado en la materia es el argentino Enrique
Falcón, quien prefiere no ofrecer una definición de demanda porque ello no nos
ayudará mucho. Sólo la describiremos como un acto jurídico procesal que
contiene una pretensión de certeza positiva, sometido a ciertas formas
procesales (1997, pág. 14).

Ante la notificación de la demanda el demandado puede contestar de diversas


maneras, ya sea oponiéndose pura y simplemente a la totalidad de las
pretensiones del demandado, bien a alguna parte de ella o allanándose
completamente. En cualquier caso, como sostiene el mismo autor en otra obra
suya, una demanda sólidamente construida es difícil de contestar (Falcón,
¿Cómo contestar una demanda?, 2014, pág. 10).

El artículo 141 del COGEP claramente manifiesta que todo proceso comienza
con la presentación de la demanda. Osvaldo Gozaíni considera que la
demanda es el acto procesal mediante el cual se ejercita el derecho de acción
procurando la iniciación de un proceso (Gozaíni, 2018, pág. 52).
Habitualmente, es la primera actividad que se avisa para motivar la formación
de un juicio y el nacimiento de la instancia; sin embargo, es preciso trazar
diferencias entre ambos procesos. Porque la instancia no supone
necesariamente la vida del proceso, en cambio éste lógicamente, se compone
de instancias.

La instancia, puede generarse con diligencias preliminares, en pruebas


anticipadas o medidas precautorias, pero ninguna de ellas determina de suyo el
nacimiento del proceso; por esta razón el artículo 141 del COGEP, en su parte
final, dice: a la que podrán precederle las diligencias preparatorias reguladas
en este código, y las diligencias preparatorias, están reguladas desde el
artículo 120 al 123 ibídem.

Hay que recordar, como dice el autor citado anteriormente, que a través de la
demanda, no solo se inicia habitualmente el proceso, sino también se delimita
el tema decidendum, esto es, en la demanda se formula una pretensión que

25
determina el contenido de la decisión judicial a dictarse; o sea, si el juez
sentencia sobre una cuestión diversa o diferente a la propuesta, el decisorio
contendrá el vicio de incongruencia.

1.2.2 Elemento fáctico en la demanda


En el proceso civil, regido por la autonomía de la voluntad y con vigencia de los
principios, dispositivo y de aportación de parte. El elemento fático, se introduce
por las partes, con carácter general de los actos iniciales del proceso; por esta
razón, J. Bonet Navarro, aconseja la necesidad de estabilización del objeto del
proceso para su resolución, el buen orden del proceso, la certeza, la brevedad
procesal y la inviolabilidad de la defensa. La introducción de elementos fáticos
en momentos posteriores, ha de ser a lo sumo, excepcional para que pueda
avanzar el proceso, evitando estancarse en alegaciones y contradicciones
(2019, pág. 125).

El Código Procesal Civil Modelo para Iberoamérica (Instituto Iberoamericano de


Derecho Procesal, 1998) dispone que establecido lo que sea objeto del
proceso en la demanda, en la contestación y, en su caso, en la reconvención,
las partes no podrán agregarlo posteriormente; de este modo, el momento
ordinario para señalar los elementos fácticos, es la demanda, la contestación y
en su caso en la reconvención y su contestación a la misma, el artículo 148 del
COGEP, establece la posibilidad de reformar la demanda hasta antes de la
contestación por parte del demandado, pues si después de contestada se
sobreviene un hecho nuevo, podrá reformarse hasta antes de la contestación
por parte del demandado; pero, se recalca que el juzgador debe cuidar que el
demandado pueda ejercer su derecho de demanda y prueba; de este modo, el
COGEP, no impide que excepcionalmente puedan introducirse nuevos
elementos fácticos; como dice J. Bonet Navarro (2019, pág. 126).

1.2.3 Definición de pretensión


La pretensión, hace parte de la demanda, como su nombre lo indica, es lo que
se pretende, lo que pretende el demandante, lo que pide en el libelo; la
pretensión es un acto de declaración de voluntad, es una afirmación de

26
titularidad del derecho material. La pretensión, es diferente de la demanda,
pero está contenida en la demanda, en la parte petitoria. La pretensión,
tampoco puede confundirse con el derecho material; existe en
dependientemente de éste. El derecho es necesario para que la pretensión sea
eficaz, pero no para que ella exista. Si no se tiene el derecho material, o si no
se prueba, la pretensión existe, pero no prospera, por tal la sentencia será
desestimatoria. Para que la pretensión sea eficaz, es necesario que además
del derecho materia, se tenga la legitimación y el interés para obrar, y claro
está que se prueben legalmente (García, 2017, pág. 3).

En síntesis, se puede afirmar que la pretensión de la demanda es el hecho,


cantidad o cosa sobre la que se reclama, y con respecto a cualquiera de los
tres objetos lo que se quiere conseguir con la demanda; así lo afirma con otras
palabras Enrique Falcón: la cosa demandada es la pretensión concreta, esto
es, lo que queremos que se resuelva en la sentencia a nuestro favor,
indicándolo a través del lenguaje jurídico adecuado al caso (1997, pág. 50).

1.2.4 Formas extraordinarias de conclusión del proceso


a) Oportunidad de la conciliación
El legislador en el COGEP ha sido muy prolífico cuando trata de la forma de
dar por terminado el litigio. Una forma de terminarlo es mediante la conciliación,
la cual puede efectuarse en cualquier estado del juicio. Así dispone el artículo
233 del COGEP que establece que las partes podrán conciliar en cualquier
estado del proceso. Si con ocasión del cumplimiento de la sentencia surgen
diferencias entre las partes, también podrán conciliar. La conciliación se regirá
por los principios voluntariedad de las partes, confidencialidad, flexibilidad,
neutralidad, imparcialidad, equidad, legalidad y honestidad.

A la conciliación se la puede considerar como el acuerdo al que llegan los


litigantes, en virtud de lo cual cada uno de ellos, está dispuesto a renunciar
ciertas pretensiones con el propósito de concluir el proceso o la fase de
ejecución de sentencia. Se dice también que es avenencia entre parten

27
discordantes que resuelven desistir de su actitud enemistosa, por renuncias
reciprocas unilaterales.

Avenencia de las partes en un acto judicial, previo a la iniciación de un pleito.


La conciliación configura un acto, un procedimiento y un posible acuerdo.
Como acto representa el cambio de puntos de vista, de pretensiones y
propuestas de composición entre partes que discrepen. Como procedimiento,
la conciliación se integra por los trámites y formalidades de carácter
convencional o de imposición legal para posibilitar una coincidencia entre los
que tienen planteado un problema jurídico o un conflicto económico social.

Como acuerdo, la conciliación representa la fórmula de arreglo concertado por


las partes. El acto de conciliación, que también se denomina juicio de
conciliación, procura la transigencia de las partes, con el objeto de evitar el
pleito que una de ellas quiere entablar. El resultado puede ser positivo o
negativo. En el primer caso, las partes se avienen; en el segundo, cada una de
ellas queda en libertad para iniciar las acciones que le corresponden. Sus
efectos son, en caso de avenirse las partes, los mismos de una sentencia; y en
este sentido puede pedirse judicialmente la ejecución de lo convenido. A
diferencia del Código de Procedimiento Civil derogado, hoy con el COGEP,
permite que los litigantes concilien o acuerden en cualquier estado del proceso,
inclusive en la fase de ejecución de sentencia.

b) Definición de la transacción
La transacción también ha sido incluida por el legislador, como una forma
extraordinaria de concluir el proceso. De la transacción, G. Cabanellas sostiene
que es la concesión que se hace al adversario, a fin de concluir una disputa,
causa o conflicto, aun estando cierto de la razón o justicia propia. Adopción de
un término medio en una negociación; ya sea en el precio o en alguna otra
circunstancia (Cabanellas, 1979, pág. 389).

En derecho civil, dentro del mismo en colindancia con el procesal, que


mediante la transacción se elude o abandona, esta institución se define como

28
contrato y como acto, según se concede mayor importancia al medio de
manifestarse las voluntades o al hecho en sí de mutuas concesiones y
renuncias. La transacción en el ámbito civil, en el artículo 1583 del Código Civil
vigente, es un modo de extinguir las obligaciones, pero este contrato está
íntimamente ligado al derecho procesal porque gracias a éste los litigantes
terminan en forma extrajudicial la controversia sometida a decisión judicial. La
definición jurídica de la transacción se encuentra establecida en el artículo
2348 ibídem que dice.- Transacción es un contrato en que las partes terminan
extrajudicialmente un litigio pendiente, o precaven un litigio eventual.

No es transacción el acto que solo consiste en la renuncia de un derecho que


no se disputa. Es decir, para que esta forma de terminar el conflicto surta
efecto, se requiere que el conflicto o disputa de las partes, ya se encuentre en
conocimiento del juzgador para su decisión; o que también a través de este
contrato bilateral, eviten a futuro la existencia de un juicio. Como todo contrato,
la transacción pueden suscribir las partes por sus propios y personales
derechos u otorgar poder especial para transigir especificando los bienes,
derechos y acciones sobre los que se quiere transigir. El artículo 235 del
COGEP dispone que la transacción válidamente celebrada termina el proceso y
el juez autorizará la conclusión del proceso cuando le sea presentada por
cualquiera de las partes.

c) Retiro de la demanda
Esta institución procesal es nueva. El legislador en el artículo 236 del COGEP
ha previsto que la parte actora podrá retirar su demanda antes que esta haya
sido citada, en este caso la o el juzgador ordenara el archivo. El retiro de la
demanda vuelve las cosas al estado en que tenían antes de haberla propuesto,
pudiendo la parte actora ejercer una nueva acción. Sin lugar a dudas, es una
norma facultativa concedida al demandante, en virtud de la cual, por las
consideraciones que estime necesaria la defensa, puede retirar la demanda
presentada.

29
Los efectos jurídicos que produce el retiro de la demanda son dos:

El primero, que vuelven las cosas al estado anterior de presentarse la


demanda; es decir, equivale a que no se la hubiese presentado. Segundo, el
actor no tiene ningún impedimento de volverla a presentar sobre el mismo caso
y materia, no obstante que el juzgador haya dispuesto el archivo de la causa.
Pero para retirarla existe un tiempo oportuno; y es hasta antes que se le cite al
demandado con la demanda.

d) Del desistimiento de la demanda.


Es una de las formas extraordinarias de dar por terminado un proceso. Cabe
señalar que existen interesantes y sugestivos estudios sobre esta institución
jurídica. Desistimiento de la demanda es, al igual que el retiro de la demanda,
un acto estrictamente volitivo del actor, en virtud del cual, decide retirarse de la
contienda que ha sido sometida a decisión del juzgador. Es importante
mencionar que el desistimiento de la demanda solo se la puede realizar en
primera instancia y hasta antes de que el juzgador dicte sentencia.
A decir de M. Ossorio, el desistimiento es, en materia procesal, el acto de
abandonar la instancia, la acción o cualquier otro trámite del procedimiento.
Pude ser expreso o tácito; el desistimiento tácito se opera al dejar vencer
voluntariamente el término procesal. Puede también desistirse del derecho
material invocado en el proceso (2010, pág. 320).

e) Del allanamiento a la demanda


Esta forma extraordinaria de concluir el proceso iniciado, es la aceptación
expresa del demandado sobre la pretensión de la demanda. Es decir, es el
reconocimiento a todo lo manifestado por el demandado, a través del escrito
elaborado consiente en todo o en parte del contenido de la demanda. El
Asambleísta Legislador no la ha definido a esta institución jurídica; sin
embargo, los elementos constitutivos del allanamiento establecidos en el
artículo 241 del COGEP sugiere lo definido en líneas anteriores.

f) Del abandono

30
Podemos definirlo al abandono, como la institución jurídica, en virtud de la cual
concluye la acción incoada por el actor, como consecuencia de su inactividad y
desidia procesal. Es una conducta, llamémosla pasiva de quien propone la
demanda, porque dentro del término que ha fijado la ley no ha impulsado el
proceso; por consiguiente, esta incuria conlleva al archivo de la causa. El
abandono puede ser solicitado por la contraparte o de oficio por decisión del
juzgador (Albán, 2017).

1.2.5 Definición de abandono


El abandono constituye cualquier acto de renunciar o descuidar cualquier
elemento, derecho o persona que se considere en relación con otro individuo.
Desde el punto de vista legal, el abandono siempre hará referencia al descuido
de una persona o un bien a manos de otra. Desde el punto de vista procesal se
puede decir que el abandono tiene una connotación vinculada al procedimiento
propio de quien lo inicio. Teniendo en cuenta lo manifestado anteriormente, el
abandono se rige como una de las formas extraordinarias de conclusión del
proceso, que surge como consecuencia de la inactividad o inacción de las
partes en el proceso durante determinado lapso de tiempo que determina la
perención de la instancia.

1.2.6 Inactividad de las partes


La inactividad de las partes, dice G. Chiovenda, consiste en no realizar actos
de procedimiento la inactividad debe ser de parte voluntaria o involuntaria, no
importa, no de juez, puesto que si la simple actividad de juez pudiese producir
la caducidad, sería remitir al arbitrio de los órganos del Estado la cesación del
proceso (1925). Como puede apreciarse, a la fecha de publicación de la obra
citada no se utilizaba la categoría de abandono del proceso, sino de caducidad
por inactividad de las partes durante el tiempo fijado por la ley.

El fundamento de la caducidad, según el mismo autor, radica en que el Estado,


después de un período de inactividad procesal prolongado, entiende librar a
sus propios órganos de la necesidad de proveer las demandas y de todas las
obligaciones derivadas de la existencia de una relación procesal (Chiovenda,

31
1925, pág. 384). Dicho de otra manera el Estado como titular del poder público
y que ejerce a través de los tribunales, no puede quedar obligado
indefinidamente a las pretensiones del demandado, sino que al este no realizar
ninguna actividad procesal útil durante un tiempo se presume que no quiere
continuar la causa y se libera al tribunal de esa responsabilidad.

Teniendo en cuenta que el impulso del proceso le corresponde a las partes, es


decir, a los sujetos interesados en que se resuelva el conflicto de intereses, el
hecho de que ellos dejen de realizar determinados actos procesales por el
tiempo que establece la ley implica un desinterés, el mismo que es sancionado
por la ley. El impulso de las partes no debe de ser entendida únicamente como
la facultad de interponer la demanda sino también de actuar durante toda la
secuela del proceso y activarla en su calidad de interesado.

Es por eso que el hecho que la parte demandante deje de realizar actos de
impulso o de desarrollo del proceso judicial, implica un descuido o falta de
actividad en el trámite del proceso, lo que conlleva a que el juez de oficio o a
pedido de la parte contraria, disponga la conclusión del proceso por haber
advertido el abandono por parte de quien habría accionado el aparato
jurisdiccional en busca de tutela.

1.2.7 Características del abandono


Una vez declarado el abandono no se puede volver a plantear nueva demanda
sobre el mismo hecho y la misma persona, hasta después de seis meses plazo
del auto que declaro el abandono. La declaratoria de abandono de procesos al
referirse a su primera característica indica que un proceso judicial inicia desde
el momento que se presenta la demanda ante la unidad judicial competente, el
mismo que debe ser impulsado por cualquiera de las partes procesales, caso
contrario la misma normativa establece el plazo para que se archive.

Para que se declare el archivo de un proceso deberá transcurrir el plazo de


seis meses, en el cual ninguna de las partes ha impulsado el mismo y dentro
de la causa no se ha realizado ninguna diligencia o gestión útil para dar curso

32
progresivo a los autos, o a su vez dentro del mismo no existe escrito pendiente
para despacho por parte del juzgador.

La segunda característica mencionada en líneas anteriores instituye que el juez


es la autoridad que deberá estar pendiente sobre que causas están siendo
impulsadas y cuales no para que de esta manera pueda realizar el cálculo
correspondiente del tiempo en el que el proceso permaneció estático y declare
el abandono del mismo.

Incluso la parte demandada puede solicitar al juez mediante escrito que se


declare el abandono y archivo del proceso por ser que el mismo ha
permanecido sin tramitación por más de seis meses plazo; y por último la
tercera característica hace mención que una vez que la causa sea declarada
en abandono la parte actora no podrá volver a interponer nueva demanda
sobre la misma acción que se pretendió en el proceso archivado hasta después
de seis meses plazo del auto que lo declaró.

Aporte personal
Dentro del COGEP existen algunas formas de dar por concluido un proceso, de
esta manera el constituyente de Montecristi incorporó dentro de este cuerpo
legal un modo de dar por terminado un proceso de una manera extraordinaria,
COGEP vigente desde el 22 de mayo del 2016. Antes de declarar el abandono
se entiende que el actor de la causa presento una demanda cumpliendo con
todos los requisitos establecidos en el código orgánico general de procesos,
una vez cumplido a cabalidad estos requisitos empieza la tramitación de la
causa en base a los derechos vulnerados y las pretensiones que se exigen
dentro de la demanda. Cabe indicar que una vez presentada la demanda se
inicia un proceso el mismo que es un conjunto de actos consecutivos que
deben realzar las partes para dar continuidad al proceso.

Para que opere la figura de abandono, como lo ordena el COGEP, debe


transcurrir el tiempo de seis meses plazo, en donde no se ha presentado
alguna gestión útil o conducente dentro de la tramitación de la causa, es por

33
eso que el juez de oficio o a petición de cualquiera de las partes podrá declarar
el abandono del proceso.

El abandono se entiende como aquella causa que quedó incompleta, inactiva,


que no concluyó con una decisión emanada por un autoridad competente, por
tal razón el abandono de un proceso se entiende que las partes procesales no
han realizado acciones que permitan su continuidad, ya que se
despreocuparon del mismo o que a su vez llegaron a un acuerdo extrajudicial
para dejar que el proceso caiga en abandono, pero este descuido de las partes
trae consigo desgaste de recursos de la administración de justicia, pérdida de
tiempo de los juzgadores y perjuicios económicos para el Estado.

Cabe acotar que el impulso procesal le corresponde única y exclusivamente a


las partes que intervienen dentro de una causa, siendo ellos los encargados de
solicitar las diligencias necesarias para la tramitación del proceso y que este a
su vez tenga su fin con una sentencia, lo que no está bien son los efectos que
conlleva el abandono de una causa, ya que el efecto del abandono es que una
vez transcurrido el plazo de seis meses del auto que declaro el abandono se
pueda volver a demandar por los mismos hechos y en contra de las mismas
personas, lo cual incurre en una violación al principio constitucional de que
nadie puede volver a ser demandado por los mismos hechos, así mismo afecta
a la seguridad jurídica de rango constitucional, la cual garantiza que ninguna
ley ordenanza estará por encima de la Constitución.

Por lo expuesto en líneas anteriores se puede decir que la seguridad jurídica la


garantía de que los ciudadanos confíen en la justicia que es igual para todos,
que nadie tiene el poder para comprar la justicia que es equitativa y justa para
poder vivir en un Estado constitucional de derechos, que aquellas personas
que asistan a las unidades judiciales hacer valer sus derechos lo hagan sin
ningún temor de que en el camino puedan ser afectados, teniendo como base
como un cimiento la Constitución.

34
El abandono de una causa es aquel que se ha dejado de lado la misma por un
lapso de tiempo determinado; este proceso ha quedado inactivo por las partes
procesales teniendo en consideración que la parte actora ya no impulsa el
proceso sea porque ya se llegó a un acuerdo, descuido o porque ya no quiere
reclamar el derecho que consideró vulnerado, una vez transcurrido el tiempo
establecido por la ley esto es de seis meses de inactividad dentro del proceso,
el juez declarara el abandono del mismo, así dentro del órgano judicial se
podrá tener menos carga procesal, estar pendientes de otros procesos que
siguen en curso, de destinar gastos innecesarios a causas que han dejado de
ser impulsadas.

1.3. La incidencia del abandono y la seguridad jurídica


Todos los seres humanos desde su nacimiento gozan de varias prerrogativas,
ingénita a su naturaleza humana, como la libertad, la inocencia, la vida, la
dignidad, y entre esos privilegios básicos de toda persona que asegura su trato
igualitario, afianzando una justicia social, está el derecho a la seguridad
jurídica, y que constituye uno de los bienes más preciados que el Estado debe
garantizar a sus súbditos.

En todos los tiempos y en toda clase de estados inconmensurablemente se ha


discutido sobre la preeminencia de la seguridad jurídica, sin embargo ésta
dispensa que forma parte de los derechos humanos reconocido en casi todas
las legislaciones positivas del mundo, es el que más veces ha sido vulnerado
por los ungidos del poder público, quizá por no haberlo considerado como un
derecho fundamental, o quién sabe para ocultar su arbitrariedad o exceso en el
ejercicio del poder.

La Constitución de 2008, en el artículo 82 establece el derecho a la seguridad


jurídica, y expresa que se fundamenta en el respeto a la constitución y en la
existencia de normas jurídicas previas, aplicadas por los jueces competentes,
vale decir es la vigencia auténtica de la ley. De la ligera conceptualización que
la Constitución infiere sobre la seguridad jurídica, se puede concluir que ésta es
la tutela y confianza de que el Estado respetará todos los derechos de sus

35
administrados, el derecho a la libertad, a la propiedad privada, a la libertad de
expresión, al debido proceso, entre otros, precisamente por la existencia de
una norma pública previa que impone, permite o prohíbe, y a la cual no
únicamente debe adecuar su acción el poder público, sino que además debe
inexorablemente aplicarla.

1.3.1. Principio de legalidad y orden jerárquico de las normas


Constituye fundamento de la seguridad jurídica, el respeto al principio de
legalidad; y, el orden jerárquico de aplicación de las normas; por el primero, los
actos del poder público emitidos en los términos exactos que la ley autoriza o le
faculta, la potestad administrativa no puede ir más allá de lo previsto en la Ley;
y, por el segundo, esa misma autoridad pública en la expedición de sus actos,
está constreñida en aplicar primero la Constitución, y bajo de ella las siguientes
normas en su orden: los tratados y convenios internacionales; las leyes
orgánicas; las leyes ordinarias; las normas regionales y las ordenanzas
distritales; los decretos y reglamentos; las ordenanzas; los acuerdos y las
resoluciones; y los demás actos y decisiones de los poderes públicos (artículo
425).

Cuando el poder público adecua su gestión a la norma jerárquicamente


superior, dejando de aplicar aquella que se le contrapone, y produciendo actos
en los términos exactos franqueados en la constitución y en la ley, podremos
afirmar que la seguridad jurídica es una realidad y no una simple quimera
constitucional, y los individuos tendrán la plena confianza en un estado
constitucionalista y garantista de derechos.

Uno de los frecuentes casos que afectan a la seguridad jurídica, se origina no


solo cuando se deja de aplicar la Constitución o la Ley, sino cuando se dictan
reglamentos en virtud de los cuales invadiendo potestades privativas conferidas
al poder legislativo, crean, modifican o extinguen derechos u obligaciones, o lo
que es más grave aún, determinan infracciones y sanciones administrativas,
contrariando de ésta forma el orden jerárquico de aplicación de las normas, y el
principio de legalidad contemplado en el numeral 3 del artículo 76 de la

36
Constitución vigente que establece que nadie podrá ser juzgado ni sancionado
por un acto u omisión que, al momento de cometerse, no esté tipificado en la
ley como infracción penal, administrativa o de otra naturaleza; ni se le aplicará
una sanción no prevista por la Constitución o la ley.

De lo expresado, solo mediante acto legislativo se pueden expedir leyes que


contengan infracciones penales, administrativas o de cualquier naturaleza, y
solo por ley se pueden imponer sanciones. Mandato constitucional que tiene su
razón de ser, para evitar arbitrariedades, abusos e inclusive anarquía en el
ordenamiento jurídico, que podría llegar atentar contra cualquier derecho
constitucional de las personas.

Los Reglamentos están subordinados a la ley y ésta a su vez a la Constitución,


razón por la que ninguna norma reglamentaria puede ir contra la ley, ni crear,
modificar o extinguir derechos u obligaciones y menos aún determinar
sanciones. Aún en el caso de que se llegase a sostener la procedencia de
sanciones vía reglamento, se estaría frente a un típico caso de conflicto entre
normas de distinta jerarquía, ante lo cual la autoridad pública debe aplicar la
norma jerárquica superior esto es la Constitución. Actuar de forma contraria,
constituiría una clara demostración de inseguridad jurídica, que desemboca en
la falta de confianza del ser humano en la vigencia y aplicación de la ley.

1.3.2. Definición de seguridad jurídica


En un sentido más general J. Zavala Egas señala que la seguridad es la
garantía dada al individuo de que su persona, sus bienes y sus derechos no
serán objeto de ataques violentos o que, si éstos llegan a producirse, le serán
aseguradas por la sociedad, protección y reparación. Los conceptos referidos
nos dan una apreciación general del término seguridad, no son por tanto, la
seguridad psicológica que requiere el hombre equilibrado; la seguridad
metafísica del místico, ni la seguridad moral del optimista, ni la seguridad
material del hombre de fortuna, sino simplemente es la seguridad del hombre
social (2012, págs. 15-16).

37
Ahora bien, para J. Millas, la seguridad jurídica es la situación peculiar del
individuo como sujeto activo y pasivo de relaciones sociales, cuando tales
relaciones se hallan previstas por un estatuto objetivo, conocido y
generalmente observado. Se trata, por lo tanto, de una seguridad específica a
la que se le ha denominado jurídica, de este modo evitar confusiones respecto
de los diferentes conceptos de seguridad (Munita, 1991, pág. 123).

Es pues, la seguridad de quien conoce o puede conocer lo previsto como


prohibido, mandado y permitido por el poder público respecto de uno para con
los demás y de los demás para con uno. La seguridad jurídica es el
requerimiento que tiene toda sociedad moderna para que sus ciudadanos
puedan desenvolverse racionalmente en un ambiente de equilibrio, esto es, en
el conocimiento cabal de sus derechos y obligaciones.

En suma, la seguridad jurídica es, entonces, el único valor de esencia


puramente jurídica en cuanto condiciona su existencia al sistema de derecho
positivo vigente y en cuanto, además, lo adapta según principios universales a
hacerla posible. J. Millas entiende que la seguridad jurídica constituye el valor
de situación del individuo como sujeto activo y pasivo de relaciones sociales,
cuando sabiendo o pudiendo saber cuáles son las normas jurídicas vigentes,
tiene fundadas expectativas de que ellas se cumplan (Munita, 1991, pág. 125).

1.3.3. Exigencias de la seguridad jurídica


La seguridad es el resultado de un orden jurídico pleno; de la ordenación total
de la vida jurídica según principios normativos esenciales y básicos que al decir
de J. Millas (Munita, 1991, pág. 126), son ciertas instituciones que
independientemente de todo contenido concreto y de toda finalidad económica,
política, cultural, religiosa o laica determinada, proveen técnicamente a la
última y radical seguridad jurídica. Tales características han sido denominadas
exigencias de la seguridad jurídica. Se ha afirmado que la seguridad obliga al
derecho a estructurarse en base de principios universales y por consiguiente, la
existencia del derecho es condición sine qua non de la seguridad.

38
Si bien las normas jurídicas, prescriben la igualdad ante la ley, no es menos
cierto que el ciudadano común con frecuencia ve frustradas sus peticiones ante
la autoridad, en razón de que hay otros, con privilegios extrajurídicos que son
preferidos a él, el derecho en estas circunstancias, obviamente, no produce
seguridad. Lo mismo sucedería con un orden jurídico que disponga en norma
constitucional un derecho de dominio absoluto e imprescriptible, en tanto que la
legislación complementaria o la interpretación judicial o administrativa de la
misma, permiten la retroactividad de las nuevas disposiciones, imponiendo por
ejemplo, cargas tributarias sobre hechos del pasado, reviviendo obligaciones
extinguidas, o simplemente desconociendo las situaciones constituidas o
consolidadas al amparo de normas válidas que luego fueron modificadas.

En esos casos, tales sistemas rechazan la seguridad, porque de un lado, no


poseen la verdadera fuerza vinculante de los órganos públicos, y en los otros,
admiten, la retroactividad. La cosa juzgada es una de las bases de la seguridad
jurídica, porque a través de esta institución se elimina la incertidumbre frente a
litigios ya decididos. En consecuencia, no podrá seguirse un nuevo juicio
cuando en los dos juicios hubiere tanto identidad subjetiva, constituida por la
intervención de las mismas partes, como identidad objetiva, consistente en que
se demande la misma cosa, cantidad o hecho, fundándose en la misma causa,
razón o derecho.

En la doctrina, el concepto alude al conjunto de condiciones necesarias para


anticipar las consecuencias jurídicas de la conducta personal y de la de
terceros. Propuesto como principio constitucional, significa que el orden jurídico
proscribe cualquier práctica en el ejercicio del poder que conduzca a la
incertidumbre, es decir, a la imposibilidad de anticipar o predecir las
consecuencias jurídicas de la conducta. No se trata de una regla susceptible de
invocarse para valorar los actos de poder creadores de normas particulares, si
son el resultado de facultades regladas. Si tales actos se apartan de lo ya
establecido en la ley, habrá un problema de legalidad del acto en sí, sin que
pueda decirse que está en juego la garantía constitucional de la seguridad
jurídica, porque el conjunto de condiciones que la configuran no ha sido

39
alterado.

Partiendo del concepto que en todo estado constitucional de derecho, debe


existir la seguridad jurídica, como un elemento de protección a todo ciudadano
que vive en él, así lo prevé la constitución en el artículo 1 cuando define al
Ecuador como un Estado constitucional de derechos y justicia, social,
democrático, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se
organizará en forma de república y se gobierna de manera descentralizada. En
todas las actuaciones judiciales, sean de la índole que sean por intermedio de
los operadores de justicia deben estar conscientes que por ser parte de
estructura del estado deben sus actuaciones estar enmarcadas de tal manera
que exista esta seguridad jurídica.

El derecho tiene por función posibilitar la existencia lo que implica asegurar la


coexistencia, porque la existencia humana siempre ineludiblemente es
coexistencia. Este aseguramiento se obtiene introduciendo un orden coactivo
que impida la guerra civil, esto es, la guerra de todos contra todos. La manera
en que el derecho quiere evitarla es asegurando a cada quién un ámbito de
existencia.

Ya es conocido por los estudiosos del derecho que las leyes son de carácter
permitidas, prohibitivas y coercitivas, en el campo del derecho penal, por
supuesto que son de carácter coercitivo, eso sí son transgredidas, impera el
estado a través de los órganos de justicia, dando la sanción a quien tiene que
recibirla por el acto lesivo que ocasionó.

Qué pasaría si no existiría la ley, todo fuera un caos, y a donde quedaría la


seguridad jurídica hacia los habitantes, estarían completamente desprotegidos
del estado, por lo tanto es imperioso que exista la ley para proteger la
seguridad de las personas e inclusive para las indemnizaciones civiles cuando
nos referimos al resarcimiento del daño causado a la víctima.

La función del derecho será la de asegurar la armonización de las existencias,

40
lo que podrá obtener haciendo relativamente previsibles las conductas ajenas
respecto de ciertos bienes jurídicos, en el sentido de que cada uno sepa que su
prójimo se abstendrá de realizar conductas que lesionen lo que el Estado
considera necesario para que el hombre se realice en coexistencia.

Distinto es el caso de los actos creadores de normas generales: las leyes, las
ordenanzas, los reglamentos, pueden atentar directamente contra la seguridad
jurídica en cuanto establezcan reglas de alcance general de cuya aplicación se
genere la incertidumbre jurídica. Esto ocurre, por ejemplo, con las leyes
retroactivas. De aquí nace la vinculación entre el debido proceso y la garantía
constitucional a la seguridad jurídica.

Aporte personal
Es claro que con la implementación COGEP se ha dejado atrás un caduco
procedimiento que regía la manera de tramitar las causas, siempre hay que
destacar cosas nuevas que se van implementando al día a día de la sociedad,
como es de conocimiento siempre se va evolucionando y las personas
necesitamos una nueva forma de llevar a cabo un proceso en el cual las cosas
sean claras precisas transparentes, que no se violente ningún derecho
establecido en la Constitución del Ecuador, es por ello que la innovación es una
herramienta útil en el campo del derecho para que las partes procesales se
sientan respaldadas y confíen en que siempre va a prevalecer la justicia y los
derechos.

Dentro de este cambio se debe tener en cuenta que se ha venido modificando


leyes secundarias con el fin de garantizar la protección de las personas como
lo establece la Carta magna; en la Constitución de la República se establece la
seguridad jurídica como un derecho en su artículo 82, misma que constituye un
principio importante que garantiza que los derechos de los ciudadanos no sean
violados por normas jurídica que no se ajusten a sus exigencias en cuanto a
contenido y jerarquía. La seguridad jurídica es la certeza que debe tener una
persona en las instituciones del Estado y por ende la confianza y
convencimiento en las autoridades, de tener esa seguridad de que se van a

41
cumplir todas las formalidades que vienen explícitamente en la ley para todas y
cada uno de los ciudadanos que se encuentran en el territorio ecuatoriano.

Se puede decir también que la seguridad jurídica es una gama de garantías


que la Constitución ecuatoriana reconoce a toda persona dentro del territorio,
en donde las personas tienen que tener la certeza que su proceso va ser
llevado de una manera transparente ágil y oportuna, sin dilaciones innecesarias
y será llevado acabo por una autoridad independiente que no esté a favor de
ninguna de las partes procesales, que su decisión se va a fundamentar en base
a derecho, de que su persona, sus derechos posesiones, bienes están
protegidos por la ley. Uno de los principales puntos que se puede tomar en
cuenta para poder hablar sobre la seguridad jurídica es el respeto a las normas
supremas, pues así lo disponen los artículos 424 y 425 constitucionales, donde
se establece que la Constitución prevalece sobre las leyes, los reglamentos y
ordenanzas en general todas las disposiciones jurídicas que integran el
ordenamiento jurídico nacional. De acuerdo a lo establecido en la disposición
final segunda del COGEP, las normas que regulan los periodos de abandono
entran a partir de la fecha de publicación de aquel cuerpo normativo, dicho
cuerpo legal fue publicado en el Registro Oficial Nº 506, el 22 de mayo del
2015.

Por otra parte, el 26 de junio del 2019, entró en vigencia la Ley Orgánica
Reformatoria del Código Orgánico General de Procesos, en la que se dispone
que las causas quedan en abandono por el transcurso del término de seis
meses a partir de la última actuación o gestión procesal útil para dar curso al
proceso puede declarar el abandono. La ley reforma concretamente el artículo
249 numeral segundo del COGEP, en el que dispone que si se declara el
abandono por primera vez, en primera instancia, el demandante podrá
presentar una nueva demanda sobre las mismas pretensiones, después de
seis meses contados a partir del auto que lo declaró, lo que efectivamente se
contrapone a la seguridad jurídica establecida en la Constitución así como
también al artículo 76 numeral 7, literal f, en el que claramente dispone que
nadie podrá ser juzgado más de una vez por la misma causa y materia.

42
CAPITULO II. Diseño metodológico y diagnóstico
2.1. Descripción del procedimiento metodológico para el desarrollo de la
investigación
El desarrollo de la investigación permitió realizar un análisis exhaustivo de
varias figuras jurídicas relacionadas con el abandono como una de las formas
extraordinarias de terminación de los procesos no penales, tal como están
previstas en el COGEP, a partir de su artículo 233. Para ello se realizó un
estudio sistemático de los aspectos esenciales de la demanda, el cómputo de
términos y plazos, los principios generales del derecho procesal y las
consecuencias de la inactividad de las partes en un proceso concreto, todo ello
con el objetivo de valorar las afectaciones que recaen sobre el demandado con
ocasión del abandono de la causa si después de seis meses el demandante
puede plantear las mismas pretensiones, y cómo ello puede incidir
negativamente en el principio de seguridad jurídica.

Además del análisis doctrinal se hizo un análisis exegético de la legislación


vigente relativa al principio de seguridad jurídica, el cómputo de términos y
plazos y el abandono como forma de terminación extraordinaria del proceso
previsto en los artículos 245- 249 del COGEP, cuyo contenido fue modificado
por la Ley Reformatoria del Código Orgánico General de Procesos en junio de
2019.

Para complementar las conclusiones obtenidas del estudio doctrinal se aplicó


una encuesta a informantes claves como son abogados en libre ejercicio en el
cantón Riobamba, donde se obtuvo como conclusión argumentos adicionales
para reforzar la idea a defender en el presente trabajo de investigación.

2.1.1. Modalidad o enfoque de la investigación


En la presente investigación se han utilizado los dos enfoques principales de
las investigaciones científicas, que son el enfoque cualitativo y el enfoque
cuantitativo (Hernández, Fernández, & Baptista, 2010, págs. 4-20). El enfoque
cualitativo fue empleado para analizar las fuentes de conocimiento relativos al
objeto de investigación, como son obras de doctrina jurídica en materia de
43
derecho procesal civil, artículos científicos y ponencias de diferentes
especialistas y autoridades vinculados a la interpretación y aplicación de las
normas procesales en materia de caducidad o abandono del proceso, cuando
ninguna de las partes realiza diligencias útiles o conducentes para seguir el
curso de proceso, a pesar de ser su obligación hacerlo.

Asimismo se empleó dicho enfoque para el análisis de la legislación


ecuatoriana relativa al tema, como son la Constitución de 2008, el COGEP, el
COFJ, el Código Civil y la Ley Reformatoria del Código Orgánico General de
Procesos, con el propósito de hacer un análisis exhaustivo de la configuración
jurídica del abandono, sus efectos en cuanto a la seguridad jurídica y los
derechos del demandado las posibles afectaciones que puede causar a dicho
principio.

El enfoque cuantitativo, por su parte, fue utilizado para cuantificar la opinión de


los especialistas encuestados sobre las posibles afectaciones a la seguridad
jurídica de la posibilidad de plantear una nueva demanda seis meses después
de haber concluido el proceso por abandono, cuando hay similitudes en el
objeto, circunstancias y pretensiones del demandado. El enfoque permitió
asignar valor numérico a las opiniones recogidas y realizar una interpretación
con base en las conclusiones obtenidas de la aplicación del enfoque cualitativo.

2.1.2. Tipo de investigación por su diseño


La investigación realizada es de tipo no experimental, por cuanto no exige la
realización de experimentos o estudios de laboratorio para alcanzar los
objetivos planteados. No obstante su enfoque parcialmente cuantitativo exigió
la realización de un estudio de campo exploratorio para verificar las
conclusiones teóricas en que se sustentan las conclusiones; de ahí que se
haya aplicado una encuesta exploratoria para conocer la opinión de
informantes clave consultados en su ambiente natural de ejercicio de la
profesión.

44
Dicha encuesta exploratoria permitió contar con un diagnóstico transversal
construido a partir de la opinión de los 23 expertos encuestados, a quienes se
les solicitó sus puntos de vista sobre las posibles afectaciones que tiene para el
demandado la conclusión del proceso como consecuencia del abandono de la
causa si después de seis meses el demandante puede plantear las mismas
pretensiones.

2.1.3. Tipo de investigación por sus alcances


Se trata de una investigación con un doble enfoque teórico y participativo;
respecto del primero, es una investigación documental que se sustenta en el
estudio de trabajos científicos de derecho procesal civil y en la legislación
ecuatoriana aplicable a la seguridad jurídica y la terminación extraordinaria de
los procesos no penales previstos en el COGEP.

Respecto del segundo alcance, se trata de una investigación de campo que


incorpora una encuesta exploratoria para conocer la opinión de informantes
clave sobre el tema tratado, con el propósito de verificar la idea a defender y
reforzar los argumentos en que se sustentan las conclusiones y propuesta del
estudio que se presenta. Para ello fueron encuestados abogados en libre
ejercicio vinculados a dichos procesos en el cantón Riobamba de la provincia
de Chimborazo.

2.2. Métodos, técnicas e instrumentos de la investigación


La investigación realizada es de tipo descriptivo y explicativo. La primera
característica se manifiesta en la descripción del ordenamiento jurídico
ecuatoriano en cuanto a las formas extraordinarias de terminación del proceso
en el ámbito no penal, tal como están reguladas en el COGEP; con especial
referencia al abandono y sus consecuencias en relación con la seguridad
jurídica.

En esta última apreciación radica el carácter explicativo, por cuanto la


investigación no se limita a describir el orden jurídico vigente, sino a
interpretarlo a la luz del principio de seguridad jurídica y el derecho del

45
demandado a tener la certeza de la existencia de normas previas, claras y
aplicables por tribunales competentes que aseguran sus derechos a través de
las garantías legales e institucionales vigentes.

Una de esas garantías se manifiesta a través del derecho a la seguridad


jurídica que puede ser vulnerado cuando el demandado una vez puede serlo
nuevamente, aun después de concluido el proceso como consecuencia del
abandono, después de seis meses transcurridos de la declaratoria del
abandono, donde el demandante puede plantear las mismas pretensiones
contra aquél.

2.2.1. Métodos
Para alcanzar los objetivos planteados y fundamentar adecuadamente la
propuesta de la presente investigación se utilizaron los siguientes métodos
propios de las investigaciones jurídicas (Pérez, 2011):
 Método de inducción y deducción. Se trata de una pareja de métodos de uso
común en las investigaciones jurídicas; el primero permite ir de lo particular a
lo general, y el segundo de lo general a lo particular para identificar las
características esenciales del objeto de investigación, en este caso de la
institución del abandono propia del derecho procesal civil y del derecho a la
seguridad jurídica reconocido en el artículo 82 de la Constitución ecuatoriana
vigente.
 Método de análisis y síntesis. Esta pareja de métodos permite descomponer
los conceptos o instituciones jurídicas complejas en sus partes más simples
(análisis) y luego reorganizarlos nuevamente para identificar las
características esenciales que deben estar presentes en el concepto o
institución jurídica, con independencia de su configuración técnico-jurídica.
En la presente investigación fueron utilizados para realizar un análisis
exhaustivo del abandono como forma de terminación extraordinaria del
proceso previsto en el COGEP, análisis que incluye el concepto de
abandono, demanda, pretensión de la demanda, principios del derecho
procesal y el abandono como concepto jurídico e institución procesal.

46
 Método histórico-jurídico. Este método permite abordar el estudio de las
instituciones jurídicas y los conceptos jurídicos fundamentales desde la
perspectiva de su desarrollo doctrinal y legislativo de manera cronológica,
con el propósito de verificar los avances en determinados períodos históricos
y su influencia en la configuración actual de la institución jurídica del
abandono del proceso en materias no penales.
 Método exegético-jurídico. Fue utilizado para interpretar el texto literal de las
disposiciones jurídicas que integran el arco legal de la institución
investigada, como son la Constitución de 2008, el COGEP, COFJ, el Código
Civil y la Ley Reformatoria del Código Orgánico General de Procesos, todos
los cuales contienen principios y normas aplicables al abandono como forma
de terminación extraordinaria del proceso.

2.2.2. Técnicas
Las técnicas utilizadas en la investigación fueron de dos tipos. Por una lado
técnicas de la investigación documental para el análisis de las fuentes de
conocimientos empleadas (doctrina jurídica, artículos científicos y legislación), y
por otro como técnica de investigación empírica la encuesta exploratoria
aplicada a abogados en libre ejercicio vinculados a los procesos no penales
previstos en el COGEP.

2.2.3. Instrumentos
Los instrumentos utilizados fueron fichas bibliográficas y de contenido (para la
investigación documental), y el cuestionario para la investigación empírica
exploratoria.

2.3. Población y muestra


Para el desarrollo de investigación se tomó como universo la provincia de
Chimborazo, concretamente los abogados inscritos en el Foro de Abogados;
dentro de ella el cantón Riobamba, con el propósito de determinar una muestra
lo más representativa posible. Una vez determinada la población se procedió a
calcular la muestra de acuerdo a la fórmula que se consigna más adelante; y
seguidamente se aplicó el cuestionario a abogados en libre ejercicio de la
47
ciudad de Riobamba a partir de una selección aleatoria simple, es decir,
aplicándola a abogados escogidos al azar que, además de cumplir los
requisitos para ser incluidos en la muestra general, se dedicaran a las materias
no penales previstas en el COGEP, lo que por una lado permitió reducir
considerablemente al muestra, y por otro que el cuestionario se aplicara a
profesionales cuya opinión puede ser relevante porque tienen experiencia
profesional en materia de abandono del proceso.

Según la página web oficial del Consejo de la Judicatura en la el Foro de


Abogados de la provincia de Chimborazo están inscritos 2340 abogados
(Consejo de la Judicatura, 2020).
Tabla No. 1. Población
Descripción Población
Inscritos en el foro de Abogados de la 2340
Provincia de Chimborazo (datos
actualizados hasta el 1 de enero de
2020).

Total 2340
Fuente: Consejo de la Judicatura

2.3.1. Cálculo de la muestra


Para obtener la muestra del universo planteado, se aplicó la siguiente fórmula:
Fórmula: n= N/( E )2 (N-1)+1
n= Tamaño de Muestra
N= Población o Universo
E= Margen de error (0.1). Es el límite aceptable de error en la determinación de
la muestra. Generalmente cuando no se dispone de su valor exacto suele
utilizarse un valor que fluctúa entre el 1 % (0,1) y el 9% (0,09); por tanto queda
a criterio del encuestador, aunque suele utilizarse una constante de 0,05.
La fórmula del tamaño de la muestra a la que se aplicará la encuesta se
obtiene de la fórmula para calcular la estimación del intervalo de confianza para
la media, la cual en nuestra investigación es:

1- n= N/(0.1)2(2340-1)+1
48
2- n= 2340/(0.01)2(2340)+1
3- n= 90.48

De la aplicación de la fórmula resulta que la muestra matemática óptima sería


90 profesionales de entre los inscritos en el Foro de Abogados de la provincia
de Chimborazo. Sin embargo entre ellos hay abogados dedicados a diversas
profesiones que no siempre tienen contacto con los procesos no penales
regulados en el COGEP; de ahí que para afinar la muestra y aplicar el
cuestionario a sujetos que cumplan dichos requisitos (abogados litigantes, en
libre ejercicio dedicados a procesos no penales) fue preciso utilizar otro método
de selección de la muestra, el cual consistió en identificar aleatoriamente en la
ciudad de Riobamba abogados que cumplieran con los requisitos precedentes
antes de pedirles su colaboración para llenar la encuesta. De eso
procedimiento resultó que 23 abogados cumplían todos los requisitos, y a ellos
se les aplicó el cuestionario cuyo análisis se presenta a continuación.

2.4. Análisis e interpretación de los resultados obtenidos de la aplicación


del cuestionario

49
Encuesta realizada a los abogados en libre ejercicio, registrados en el
foro de abogados de la Corte Provincial de Justicia de Chimborazo.
Pregunta No. 1.
¿Cuándo se declara abandonado un proceso en primera instancia, usted está
de acuerdo que se vuelva a presentar la demanda?

Tabla No. 1.
Respuesta Frecuencia Porcentaje
Sí 6 26.09%
No 17 73.91%
Total 23 100%
Fuente: Foro de Abogados de la provincia de Chimborazo.
Elaborado por: Wilmer Orlando Orozco Vilema.

Gráfico No. 1.

SI 26.09%

NO 73.91%

Fuente: Foro de Abogados de la provincia de Chimborazo.


Elaborado por: Wilmer Orlando Orozco Vilema.

El 26.09% de los encuestados están de acuerdo que se vuelva a presentar la


demanda cuando esta se haya declarado abandonada, mientras que el 73.91%
indican que no. El volver a presentar una demanda cuando se ha declarado
abandonada enfrentaría dos consecuencias la primera que las unidades
judiciales van a tener una sobrecarga procesal y lo segundo que las personas
con facilidad van hacer uso excesivo de la función judicial para presentar
causas que fueron abandonadas.

50
Pregunta No. 2.
¿Está de acuerdo que dentro del COGEP consta el abandono en primera
instancia hasta antes de emitir la sentencia correspondiente?
Tabla No. 2.
Respuesta Frecuencia Porcentaje
Sí 23 100%
No 0 0%
Total 23 100%
Fuente: Foro de Abogados de la provincia de Chimborazo.
Elaborado por: Wilmer Orlando Orozco Vilema.

Gráfico No. 2.

SI 100%

NO 0%

Fuente: Foro de Abogados de la provincia de Chimborazo.


Elaborado por: Wilmer Orlando Orozco Vilema.

El 100% de los encuestados está de acuerdo que dentro del COGEP conste el
abandono hasta antes de la sentencia. Esto en referencia a que el abandono
pone término al proceso en curso, de esta manera se culmina con todas las
pretensiones que demanda el actor dentro de la causa, la figura del abandono
pretende optimizar tiempo dentro de las unidades judiciales y no estar con
procesos rezagados por años.

51
Pregunta No. 3.
¿Las formas de terminar un proceso son las adecuadas según su criterio?
Tabla No. 3.
Respuesta Frecuencia Porcentaje
Sí 23 100%
No 0 0%
Total 23 100%
Fuente: Foro de Abogados de la provincia de Chimborazo.
Elaborado por: Wilmer Orlando Orozco Vilema.

Gráfico No. 3.

NO 0 %

SÍ 100

Fuente: Foro de Abogados de la provincia de Chimborazo.


Elaborado por: Wilmer Orlando Orozco Vilema.

El 100% de los encuestados manifestó su acuerdo con las formas


extraordinarias de terminar el proceso en el COGEP, que son la conciliación, la
transacción, el retiro de la demanda, el desistimiento, el allanamiento y el
abandono. Este resultado se debe a que cada una de ellas ofrece opciones a la
partes para poner término al proceso sin tener que seguir todos los trámites
hasta la sentencia del juzgador, lo que permite acortar los tiempos y obtener
una solución más expedita.

52
Pregunta No. 4.
¿Está de acuerdo que bajo las mismas circunstancias y pretensiones una vez
declarado el abandono se pueda nuevamente plantear una nueva demanda?
Tabla No. 4.
Respuesta Frecuencia Porcentaje
Sí 6 26.09%
No 17 73.91%
Total 23
Fuente: Foro de Abogados de la provincia de Chimborazo.
Elaborado por: Wilmer Orlando Orozco Vilema.

Gráfico No. 4.

SÍ 26.09%

NO 73.91%

Fuente: Foro de Abogados de la provincia de Chimborazo.


Elaborado por: Wilmer Orlando Orozco Vilema.

El 73.91% de los encuestados respondió que no está de acuerdo que se pueda


volver a demandar una vez declarado el abandono bajo las mismas
circunstancias y pretensiones, mientras que el 26.09% sí lo está. La razón del
desacuerdo de la mayoría radica en que una nueva demanda en los mismos
términos afecta el derecho a la seguridad jurídica del demandado, en el caso
que el abandono sea imputable al demandante, y le obliga a realizar
nuevamente trámites y diligencias realizadas en el proceso que fue
abandonado.

53
Pregunta No. 5.
¿Usted está de acuerdo que al presentar la demanda por la misma pretensión y
contra la misma persona se vulnera el debido proceso?
Tabla No. 5.
Respuesta Frecuencia Porcentaje
Sí 18 78.26%
No 5 21.74%
Total 23 100%
Fuente: Foro de Abogados de la provincia de Chimborazo.
Elaborado por: Wilmer Orlando Orozco Vilema.

Gráfico No. 5.

NO 21.74%

SI 78.26%

Fuente: Foro de Abogados de la provincia de Chimborazo.


Elaborado por: Wilmer Orlando Orozco Vilema.

El 78.26% de los encuestados manifiesta que se vulnera el debido proceso


frente a un 21.74% que respondió que no se vulnera el debido proceso. La
mayoría consideró que se vulnera el debido proceso ya que la parte
demandada valga la redundancia ya fue demandada con anterioridad y por un
descuido de la parte actora el proceso cayo en estado de abandono, el debido
proceso es un principio legal por lo cual el estado debe respetar todos los
derechos legales que posee una persona pues así lo manifiesta la Constitución
de la república.

54
Pregunta No. 6.
¿Volver a demandar una vez declarado el abandono afecta a la seguridad
jurídica?
Tabla No. 6.
Respuesta Frecuencia Porcentaje
Sí 21 91.3%
No 2 8.7%
Total 23 100%
Fuente: Foro de Abogados de la provincia de Chimborazo.
Elaborado por: Wilmer Orlando Orozco Vilema.

Gráfico No. 6.

SÍ 91.3%

NO 8.7%

Fuente: Foro de Abogados de la provincia de Chimborazo.


Elaborado por: Wilmer Orlando Orozco Vilema.

En esta pregunta el 91.3% de los encuestados se manifestó que volver a


demandar una vez declarado el abandono afecta la seguridad jurídica mientras
que el 8.7% manifestó lo contrario. Volver a demandar a la misma persona
afecta el principio de seguridad jurídica previsto en el artículo 82 de la
Constitución vigente, la razón es que en el proceso ya fue declarado en
abandono y por tanto se le puso fin de manera extraordinaria según el COGEP,
lo cual constituye cosa juzgada.

55
Pregunta No. 7.
¿Considera que se violenta el principio de seguridad jurídica volver a demandar
sobre las mis pretensiones?
Tabla No. 7.
Respuesta Frecuencia Porcentaje
Sí 22 95.65%
No 1 4.35%
Total 23 100%
Fuente: Foro de Abogados de la provincia de Chimborazo.
Elaborado por: Wilmer Orlando Orozco Vilema.

Gráfico No. 7.

NO 4.35%

SÍ 95.65%

Fuente: Foro de Abogados de la provincia de Chimborazo.


Elaborado por: Wilmer Orlando Orozco Vilema.

El 95.65% de los encuestados respondió afirmativamente que se violenta el


principio de seguridad jurídica volver a demandar sobre las mismas
pretensiones frente a un 4.35% que lo hizo en forma negativa. Se violenta la
seguridad jurídica ya que existe identidad de demandante, demandado, objeto
y pretensión concreta ya que el abandono de una causa permite volver a
demandar sobre las mismas pretensiones en la demanda que se dio por
abandonada.

56
Pregunta No. 8.
¿Considera que se violenta el principio de seguridad jurídica volver a demandar
sobre la misma persona?
Tabla No. 8.
Respuesta Frecuencia Porcentaje
Sí 22 95.65%
No 1 4.35%
Total 23 100%
Fuente: Foro de Abogados de la provincia de Chimborazo.
Elaborado por: Wilmer Orlando Orozco Vilema.

Gráfico No. 8.

NO 4.35%

SÍ 95.65%

Fuente: Foro de Abogados de la provincia de Chimborazo.


Elaborado por: Wilmer Orlando Orozco Vilema.

El 95.65% de los encuestado considera que se vulnera el principio de


seguridad jurídica volver a demandar a la misma persona mientras el 4.35%
considera lo contrario. Si se da inicio a un nuevo proceso se viola el principio
de la seguridad jurídica por cuanto no opera el principio de cosa juzgada y el
demandado puede serlo nuevamente, con lo que se pone en entredicho su
derecho a la seguridad jurídica.

57
2.4.1. Entrevista al DR. RODRIGO MIRANDA CORONEL, Juez de la Sala de
lo Civil de la Corte Provincial de Chimborazo.

PREGUNTAS.
Pregunta No. 1. ¿Está de acuerdo con el diseño de la institución jurídica del
abandono en el COGEP?

Respuesta. - Lo primero que se debe considerar es que el abandono es una


de las formas extraordinarias de conclusión del proceso, lo que permite tanto a
las partes como al juzgador poner fin a la controversia antes del término
previsto es en la ley, es decir, antes de la sentencia. Esa es una primera
ventaja que beneficia a todos los involucrados en el proceso, tanto a las partes
como a la administración de justicia; y por esa razón está incluido en la mayoría
de los códigos procesales vigentes en la actualidad. Los problemas surgen
cuando el legislador define las consecuencias que deba tener con relación a las
partes. En algunos casos el auto que decreta el abandono tiene efecto de cosa
juzgada, y por tanto no se puede volver a demandar por la misma causa. En
otros casos, el abandono pone fin al proceso pero no a la acción, por lo cual
cumplidos los requisitos que prevé la ley se puede presentar una nueva
demanda con similitud de sujetos, objeto y pretensiones.

Pregunta No. 2. ¿Cuál es su opinión como juez acerca de la posibilidad de que


después de decretado el abandono del proceso se pueda presentar una nueva
demanda con similitud de sujetos, objeto y pretensión?

Respuesta.- Mi opinión al respecto está implícita en la respuesta a la pregunta


anterior, pero esta me da la oportunidad de ampliar mis argumentos. La
posibilidad de que después de decretado el abandono del proceso se pueda
presentar una nueva demanda con similitud de sujetos, objeto y pretensión
tiene consecuencias negativas en primer lugar sobre el demandado, pues una
vez transcurridos los seis meses no cuenta con garantías de que no volverá a
ser demandado nuevamente por la misma persono y con las mismas
pretensiones, afecta su derecho a la seguridad jurídica previsto en el artículo
82 de la Constitución, pues el auto que decreta el abandono pone fin al proceso

58
pero no a la acción. En segundo lugar el abandono tiene consecuencias de
orden práctico y económico, ya que el demandado debe acudir nuevamente al
patrocino de un abogado, pues el COGEP exige la asistencia técnica en todos
los casos en los que se admite el abandono. Asimismo, el demandando debe
realizar las diligencias necesarias para obtener los medios de prueba que le
permitan desvirtuar los presentados por la parte actora, incluido algunos como
la prueba pericial en la cual debe abonar los honorarios correspondientes al
perito, a lo que debe añadirse los perjuicios personales que supone el
desarrollo de un proceso judicial. Por tanto, considero que el auto interlocutorio
que decreta el abandono debería tener efecto de cosa juzgada y cerrar la
posibilidad de una nueva demanda con similitud de sujetos, objeto y pretensión.

Pregunta No. 3. ¿Estaría de acuerdo en que se reforme el COGEP para


eliminar la posibilidad de que el demandante pueda presentar una nueva
demanda con similitud de sujetos, objeto y pretensión después de decretado el
abandono del proceso?

Respuesta.- Por supuesto que estaría de acuerdo con una reforma semejante,
porque representa ventajas tanto para el demandado como para la
administración de justicia. Para el demandado porque una vez decretado el
abandono tendría la certeza de que nunca más se presentará contra él una
demanda con similitud de sujetos, objeto y pretensión respecto del proceso
declarado en abandono, la vez que lo libraría de tener que incurrir en nuevos
gastos de patrocinio de abogado, honorarios a peritos, obtención de medios de
prueba, y lo que más importante, vería garantizado su derecho a la seguridad
jurídica previsto en el artículo 82 de la Constitución que asegura la existencia
de normas jurídicas previas, claras, públicas y aplicadas por las autoridades
competentes. Con respecto a la administración de justicia también la reforma
tendría beneficios por cuanto impediría la entrada al sistema de un nuevo
proceso con similitud de sujetos, objeto y pretensión que fue abandonado con
anterioridad, y al ser admitido como sucede en la actualidad, se deben repetir
nuevamente todas las actuaciones, diligencias y solemnidades que
corresponderían a un proceso nuevo.

59
CAPITULO III. Propuesta de solución al problema
3.1. Título de la propuesta.
Elaborar un análisis jurídico para determinar el efecto jurídico del abandono de
las causas.

3.2. Objetivos de la propuesta.


Determinar los efectos jurídicos del abandono.

3.1.1. Auto que declara el abandono del proceso


VISTOS: El Doctor Vidal Rosero, Juez de la Unidad Judicial de lo Civil con
sede en el cantón Riobamba; procede a dictar la siguiente RESOLUCIÓN
dentro del proceso número 06666–2019–02771, consecuentemente tenemos:
I.- ANTECEDENTES.- 1. De la última actuación procesal: A fojas 22 y vuelta
consta la última actuación procesal dentro del presente trámite. 2. De la razón:
De la razón sentada por el señor actuario, constante a fojas 26 vuelta del
proceso, en la que indica que tengo a bien CERTIFICAR Señor juez que
revisada que ha sido la presente causa han transcurrido más de los seis 6
meses hábiles desde la última providencia recaída en alguna gestión útil para
dar curso progresivo a los autos, conforme lo establece los Arts. 245 y 248 el
Código Orgánico General de Procesos; concordante con la resolución No- 07-
2015, emitida por la Corte Nacional de Justicia, tiempo en el cual las partes no
han dado las facilidades pertinentes para la prosecución del proceso.- III.
CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS: Siendo que la presente causa se
encuentra en estado de resolución, para hacerlo así se CONSIDERA: 1.
COMPETENCIA: El suscrito operador de justicia es competente para conocer y
resolver la presente causa de conformidad con lo previsto en los artículos 167
de la Constitución de la República del Ecuador; artículos 7, 150, 156, 239; y,
240 del Código Orgánico de la Función Judicial, en armonía con el artículo 1
del Código de Procedimiento Civil.- 2. NATURALEZA JURIDICA DEL
ABANDONO: Para Devis Echandía puntualiza que la necesidad de la vigilancia
continua del proceso por los abogados, pues su abandono puede conducir a la
pérdida de importantes oportunidades o derechos procesales, con lesión de los
intereses de sus representados.- 3. MARCO JURÍDICO: 3.1. Conforme con el
60
artículo 75 de la Constitución de la República del Ecuador, garantiza a toda
persona el derecho a la tutela efectiva, imparcial y expedita, con sujeción a los
principios de inmediación y celeridad, sin que en ningún caso, quede en
indefensión. 3.2. De conformidad con el artículo 169 de la Constitución de la
República del Ecuador el sistema procesal es un medio para la realización de
la justicia. Las normas procesales consagraran los principios de simplificación,
uniformidad, eficacia, inmediación, celeridad y economía procesal, y harán
efectivas las garantías del debido proceso. No se sacrificará la justicia por la
sola omisión de formalidades. 3.3. De acuerdo al artículo 174, inciso segundo,
prevé que el litigio malicioso o temerario, la generación de obstáculos o dilación
procesal, serán sancionados de conformidad a la ley. 3.4. Según con lo
establecido en el artículo 82 de la Constitución de la República del Ecuador
reconoce el derecho a la seguridad jurídica fundamentándolo en el respeto a la
Constitución y en la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y
aplicadas por las autoridades competentes. 3.5. La Conforme con lo dispuesto
a la Disposición Final Segunda de dicho cuerpo legal, ordena: El Código
Orgánico General de Procesos entrará en vigencia luego de transcurridos doce
meses, contados a partir de su publicación en el Registro Oficial, con excepción
de las normas que reforman el Código Orgánico de la Función Judicial, la Ley
Notarial y la Ley de Arbitraje y Mediación y aquellas que regulan periodos de
abandono, copias certificadas, registro de contratos de inquilinato y citación,
que entrarán en vigencia a partir de la fecha de publicación de esta Ley. Las
disposiciones que regulan el remate entrarán en vigencia en ciento ochenta
días contados a partir de la publicación de la presente Ley. 3.6. De acuerdo con
el artículo 245 del Código Orgánico General de Procesos el juzgador declarará
el abandono del proceso en primera instancia, segunda instancia o casación
cuando todas las partes que figuran en el proceso hayan cesado en su
prosecución durante el término de 80 dias contados desde la fecha de la última
providencia recaída en alguna gestión útil para dar curso progresivo a los
autos. 3.7. Por disposición del primer inciso del artículo 248 del Código
Orgánico General de Procesos, la o el juzgador, mediante auto, se limitará a
declarar de oficio o a solicitud de parte, que ha operado el abandono. 3.8. En
virtud de lo estipulado en el artículo 139 del Código Orgánico de la Función

61
Judicial, el Impulso del proceso.- Las juezas y los jueces están obligados a
proseguir el trámite de los procesos dentro de los términos legales, el
incumplimiento de esta norma se sancionara de acuerdo con la ley. Si se
declarare el abandono de una causa o de un recurso por no haberse
proseguido el trámite por el tiempo que señala la ley, como consecuencia de la
incuria probada de las juezas o los jueces, y demás servidores y funcionarios
que conocían de los mismos, éstos serán administrativa, civil y penalmente
responsables, de conformidad con la ley. 3.9. Según dispone el artículo 5 del
Código Orgánico General de Procesos, el impulso procesal corresponde a las
partes procesales, conforme con el sistema dispositivo. III. CONCLUSIÓN: En
el presente caso, según se desprende del proceso, y conforme consta de la
relación de los hechos que se realiza en esta providencia, el proceso ha dejado
de continuarse, habiendo transcurrido hasta la presente fecha en exceso el
tiempo previsto en los artículos 245 y 248 del Código Orgánico General de
Procesos, por lo que corresponde declarar el abandono de la causa de oficio,
ya que, aparece con claridad la intención de la parte actora, quien al no haber
presentado ningún escrito por más del tiempo señalado por la ley; tácitamente
se ha separado de sostener y promover el proceso, produciendo que el mismo
entre en la causal de abandono.- IV. DECISIÓN: En consecuencia, y al amparo
de los artículos 245, 248 del Código Orgánico General de Procesos, por ser la
verdad procesal y el estado procesal se DECLARA de oficio el ABANDONO de
la presente causa, disponiéndose su inmediato ARCHIVO de la misma, previas
las formalidades legales.-NOTIFÍQUESE y CUMPLASE.-

3.1.2. Conclusiones del análisis del auto que decreta el abandono


Para que proceda el abandono del proceso, de acuerdo con el auto transcrito,
deben darse los siguientes requisitos:
 Hubo inactividad de las partes. En virtud del principio dispositivo que rige en
el COGEP, de conformidad con lo dispuesto en su artículo 5, corresponde a
las partes tanto dar inicio al proceso como realizar todas las acciones y
diligencias necesarias para su desarrollo. De no hacerlo podría ser
declarado el proceso en abandono, tal como ocurrió en el auto, entendido

62
como una sanción por la inactividad procesal de las partes o los terceros
interesados.
 Transcurrió el tiempo previsto en el COGEP. Después de meses sin que
ninguna de las partes o terceros con interés en el proceso realice alguna
diligencia útil o conducente para que el proceso avance. Inicialmente, en el
COGEP el plazo era de 80 días pero desde junio de 2019 es de seis meses,
de conformidad con la reforma realizada a través de la Ley Reformatoria Ley
Reformatoria del Código Orgánico General de Procesos.
 Se decretó el abandono de oficio. De conformidad con el principio dispositivo
que rige en el COGEP, las partes pueden solicitar al juzgador la declaración
de abandono del proceso como forma de conclusión extraordinaria, cuando
ha transcurrido el plazo señalado sin que se hagan diligencias que hagan
avanzar el proceso. Asimismo, en virtud del principio de impulso procesal de
oficio, el juzgador puede, de oficio, declarar el abandono del proceso cuando
concurran los dos requisitos anteriores. En este caso el abandono se decretó
de oficio.
 Se expidió el auto que declara el abandono. Para que proceda el abandono
debe ser declarado mediante auto interlocutorio por el juzgador; dicho auto
es definido en el artículo 88 del COGEP como la providencia que resuelve
cuestiones procesales que, no siendo materia de la sentencia, pueden
afectar los derechos de las partes o la validez del procedimiento. Esa
característica de afectar los derechos de las partes es lo que permite que
pueda ser impugnado el auto de abandono del proceso, solo en caso de que
haya un error de cómputo en el plazo.

63
CONCLUSIONES

Del análisis teórico y las respuestas a las preguntas de la encuesta exploratoria


aplicada se pueden formular las siguientes conclusiones generales respecto a
la institución jurídica del abandono y su configuración jurídica en el COGEP.

 El abandono es una de las formas extraordinarias de conclusión del proceso


que regula el COGEP, además de la conciliación, la transacción, el retiro de
la demanda, el desistimiento y el allanamiento. Todas ellas tienen la ventaja
de terminar el proceso antes de que llegue a la sentencia, con lo cual se
puede llegar a una solución más rápida del proceso, con el consecuente
ahorro de tiempo para las unidades judiciales y las partes; sin embargo, solo
el abandono abre la posibilidad de que se pueda presentar de nuevo la
demanda contra el mismo demandado con pretensión y objeto similar, lo que
atenta contra el derecho a la seguridad jurídica, especialmente cuando el
abandono es imputable al demandante.

 Como puede apreciarse en el auto que declara el abandono de la causa


trascrito en el epígrafe 3.1.1, el abandono puede ser declarado a solicitud de
parte o de oficio; en el caso del auto de referencia se realizó de oficio al
verificar el secretario que había transcurrido el término de seis meses fijado
por la ley para declarar abandonada la causa. Para declarar el abandono lo
primero que debe hacerse es verificar si efectivamente han trascurrido los
seis meses desde la última diligencia útil o conducente que permita continuar
el proceso, tal como certificó el secretario en el caso que se analizó, al
certificar al juez que revisada la presente causa han transcurrido más de los
seis 6 meses hábiles desde la última providencia recaída en alguna gestión
útil para dar curso progresivo a los autos.

 Con el auto que declara el abandono surgen diferentes consecuencias para


las partes: la pérdida de importantes oportunidades o derechos procesales,
con lesión de los intereses involucrados; afectación al derecho a la tutela

64
efectiva, imparcial y expedita, al principio de celeridad y al derecho a la
seguridad jurídica, especialmente con respecto al demandado que puede
serlo de nuevo una vez transcurridos seis meses después de declarado el
abandono de la causa. En el auto analizado el abandono fue imputado la
parte actora, razón por la cual, según nuestro análisis no debería permitirse
una nueva demanda con identidad de sujetos, objeto y pretensiones por
cuanto ello afectaría precisamente el derecho a la seguridad jurídica de la
parte demandada.

 La posibilidad de que una vez declarado el abandono del proceso y


trascurridos seis meses después del auto interlocutorio que lo declara,
pueda el demandado presentar una nueva demanda en primera instancia
sobre la misma pretensión, objeto y sujetos de la demanda anterior,
constituye una afectación al demandado y es contraria al derecho a la
seguridad jurídica reconocido en el artículo 82 de la Constitución vigente, por
cuanto el auto interlocutorio si bien pone fin al proceso de manera
extraordinaria, no extingue la acción del demandante. Esta conclusión fue
validada tanto en el estudio teórico como en el análisis de la encuesta,
donde los abogados en libre ejercicio de la profesión encuestados
consideraron en un 91.3% que la nueva demanda sí constituye una
vulneración del derecho a la seguridad jurídica del demandado, contra el
8.7% que respondió negativamente, es decir, que no afecta a dicho derecho.

65
RECOMENDACIONES

Para dar solución al problema de investigación planteado, se considera


pertinente formular las siguientes recomendaciones dirigidas a dos funciones
distintas del Estado ecuatoriano. El fundamento de las recomendaciones es la
necesidad de evitar que haya una sobrecarga innecesaria en el trabajo de los
jueces y que se produzca una contradicción entre el derecho a la seguridad
jurídica del demandado y el derecho a la tutela judicial del demandante, como
quedó demostrado en el auto que declara abandono de la causa.

A la Asamblea Nacional
 La Asamblea Nacional podría aplicar la solución propuesta a través de una
reforma al COGEP, para prohibir que se pueda presentar una nueva
demanda, en primera instancia, cuando ya fue declarado el abandono 6
meses atrás sobre la misma pretensión, objeto y sujetos de la demanda
anterior.

 Pudiera pensarse en matizar la prohibición, en el sentido de que el


abandono opere solo cuando la causa de la inactividad es imputable al
demandado, lo que permitiría proteger el derecho a la tutela judicial efectiva
del demandante. Esta propuesta, sin embargo, parece poco probable que se
realice en la actualidad, por cuanto la institución del abandono ya fue
reformada recientemente a través de la Ley Reformatoria del Código
Orgánico General de Procesos de junio de 2019.

A la Corte Nacional de Justicia


 Más probable parece la segunda vía, misma que sería por cuenta de la
Corte Nacional de Justicia a través de la jurisprudencia de triple reiteración,
haciendo uso para ello de la facultad que le atribuye el artículo 184
constitucional de Desarrollar el sistema de precedentes jurisprudenciales
fundamentado en los fallos de triple reiteración.

 La propuesta sería que haga una interpretación de las consecuencias sobre

66
los principios de seguridad jurídica y tutela judicial efectiva de las partes en
un proceso no penal donde proceda el abandono, especialmente los efectos
negativos sobre el demandado y las ventajas que ofrece al demandante,
para que a partir de ahí hacer efectiva la prohibición señalada en la
recomendación anterior, con los matices pertinentes de acuerdo así la causa
del abandono es imputable al demandante o al demandado.

67
BIBLIOGRAFÌA

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70
ANEXOS

71
CUESTIONARIO DIRIGIDO A LOS ABOGADOS EN LIBRE EJERCICIO DEL
CONSEJO DE LA JUDICATURA DE CHIMBORAZO.
1.- ¿Cuándo se declara abandonado un proceso en primera instancia,
usted está de acuerdo que se vuelva a presentar la demanda?
SI NO

2.- ¿Está de acuerdo que dentro del COGEP consta el abandono en


primera instancia hasta antes de emitir la sentencia correspondiente?
SI NO

3.- ¿Las formas de terminar un proceso son las adecuadas según su


criterio?
SI NO

4.- ¿Está de acuerdo que bajo las mismas circunstancias y pretensiones


una vez declarado el abandono se pueda nuevamente plantear una nueva
demanda?
SI NO

5.- ¿Usted está de acuerdo que al presentar la demanda por la misma


pretensión y contra la misma persona se vulnera el debido proceso?
SI NO

6.- ¿Volver a demandar una vez declarado el abandono afecta a la


seguridad jurídica?
SI NO

7.- ¿Considera que se violenta el principio de seguridad jurídica volver a


demandar sobre las mis pretensiones?
SI NO
8.- ¿Considera que se violenta el principio de seguridad jurídica volver a
demandar sobre la misma persona?
SI NO

72
Entrevista al Juez Rodrigo Miranda Coronel, Juez de la Sala de lo Civil de
la Corte Provincial de Chimborazo.
Preguntas.
Pregunta No. 1. ¿Está de acuerdo con el diseño de la institución jurídica del
abandono en el COGEP?

Pregunta No. 2. ¿Cuál es su opinión como juez acerca de la posibilidad de que


después de decretado el abandono del proceso se pueda presentar una nueva
demanda con similitud de sujetos, objeto y pretensión?

Pregunta No. 3. ¿Estaría de acuerdo en que se reforme el COGEP para


eliminar la posibilidad de que el demandante pueda presentar una nueva
demanda con similitud de sujetos, objeto y pretensión después de decretado el
abandono del proceso?

73

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