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¡NO AL ACOSO ESCOLAR!

“Me gritan, no me dejan comer, me ponen el pie, no me dejan pasar, me tiran en lugares sucios, no
me dejan comprar mi comida, se burlan de mí! Todos los días es lo mismo y me pregunto ¿por qué
a mí? Lamentablemente fui otra víctima más de acoso escolar por parte de mis agresores, un grupo
de 6 a 8 niños más grandes que yo. Tras el silencio y el temor, un día la desesperación me hizo
saltar del primer piso de mi escuela… y ya se imaginarán, terminé con mi dolor, con el
sufrimiento, terminé con mi vida pero no fue justo porque nadie hizo algo para acabar con mi
problema…
Buenos días compañeros, compañeras, maestros, maestras y todos los presentes mi nombre es
David Aziz López Hernández de quinto grado, tal vez se preguntarán que es todo esto, pues bien lo
que les acabo de decir es una historia real que le sucedió a Rodrigo, un niño de 8 años que cursaba
primaria en la ciudad de México quien fue víctima del bullying o acoso escolar, un problema que
está ocurriendo en la mayoría de las escuelas el cual se define como una forma de violencia entre
pares, en la que uno o varios niños o niñas agreden de manera constante a una compañera o
compañero, de manera física, verbal o psicológicamente.
Las consecuencias de este fenómeno social en las víctimas pueden ser problemas psicológicos,
daño emocional, deserción escolar, bajo aprovechamiento escolar, trastornos alimenticios o en
casos extremos hasta el suicidio, como le pasó a Rodrigo.
Es importante que sepan que en el acoso escolar no solo intervienen los victimarios (que son los
agresores) y las víctimas (que son los agredidos) sino también los observadores, quienes se
convierten en testigos de lo que está pasando y casi siempre no dicen nada pero, ¿se han puesto a
pensar que se convierten en cómplices de aquellos que agreden con solo quedarse callados?
El silencio, es el peor enemigo en este tipo de situaciones, es lo que acaba con la esperanza de la
víctima, es lo que la impulsa a buscar otro tipo de soluciones a su problema que no son las
adecuadas. Compañero, compañera te pregunto y tú ¿qué actor eres? ¿La víctima? ¿El victimario?
¿O el observador? Simplemente piensa y decídete ¿quieres acabar con esto o quieres seguir siendo
parte de esto? ¿Qué debes hacer?
En cualquiera de los casos, pide ayuda, levanta la voz. Hagamos de nuestra escuela un espacio
libre de violencia y llena de valores, donde el humanismo sea parte de nuestra vida diaria.
No permitamos que nuestro país siga ocupando el 1° lugar en acoso escolar entre los 34 países
miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); no
permitamos que nuestra entidad siga siendo el 2° lugar en acoso escolar en nuestro país según la
Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT).

¡Somos diferentes y merecemos respeto! La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y
Adolescentes nos protegen, hagamos valer nuestros derechos. Di ¡NO AL ACOSO ESCOLAR!

Gracias

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