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PULSO ARTERIAL

Las pulsaciones arteriales traducen los cambios de tensión o dureza de la pared arterial,
y también los cambios de volumen sanguíneo dentro de las arterias, generados ambos
por la onda de presión provocada por la sístole ventricular izquierda.
El pulso arterial depende de:
− las contracciones del ventrículo izquierdo
− la cantidad de sangre que es eyectada en cada sístole
− la frecuencia y ritmo con que ocurre cada sístole
− la onda de presión que se produce a través del sistema arterial que depende
también de la distensibilidad de la aorta y de las principales arterias
− de la resistencia arteriolar periférica.
El pulso normal se palpa como una onda, con una fase ascendente y otra descendente.
Normalmente tiene una amplitud que permite palparlo fácilmente y un ritmo regular.

Para realizar la palpación se debe buscar el recorrido de las arterias, en la zona más
superficial de su recorrido, y en general sobre una base ósea. La técnica de palpación
puede ser con dos dedos: índice y medio; o con tres dedos: índice, medio y anular. Se
debe presionar suavemente sobre el recorrido arterial en forma transversal, hasta
percibir la onda pulsátil.

Pulsos Periféricos:
El pulso arterial se puede palpar en distintas partes del cuerpo, en el recorrido de
algunas arterias. Los más frecuentes de palpar son los siguientes:

Pulso Carotídeo: Se busca en el


recorrido de las arterias carótidas,
medial al borde anterior del músculo
esternocleidomastoideo.

Pulso Braquial: En el recorrido de la


arteria Braquial o Humeral. Se palpa
sobre la cara anterior del pliegue el
codo, hacia medial del tendón del bíceps
braquial. Se conoce también como pulso
humeral.

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Pulso Radial: En el recorrido de la
arteria Radial. Se palpa en la cara
anterior y lateral de las muñecas, entre
el tendón del músculo flexor radial del
carpo y la apófisis estiloide del radio.

Pulso Femoral: Arteria Femoral. Se


palpa bajo el pliegue inguinal, hacia
medial y profundo.

Pulso Poplíteo: Arteria Poplítea. Se


palpa en la cara posterior de las rodillas,
ya sea estando el paciente en decúbito
dorsal o prono. Puede convenir efectuar
una palpación bimanual.

Pulso Tibial Posterior: Arteria Tibial


Posterior. Se palpa detrás de los
maléolos internos de cada tobillo.

Pulso Pedio: Arteria Pedia. Se palpa en


el dorso de los pies, lateral al tendón
extensor del Hallux. Una palpación
transversal a la dirección de la arteria,
con dos o tres dedos, puede facilitar
ubicar el pulso

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Características del Pulso:

En la práctica clínica, el pulso radial es el que más se utiliza para identificar las
características del pulso. En algunos casos, especialmente si la presión arterial está baja,
se recurre a buscar el latido en otros pulsos, como el carotídeo o el femoral.

Cuando se palpa el pulso arterial, se deben precisar los siguientes aspectos: anatomía
de la arteria, frecuencia, regularidad, amplitud, igualdad, tensión, forma y simetría.

● Anatomía de la arteria: normalmente es lisa, blanda y de recorrido rectilíneo.


Puede estar alterado por placas de ateroma, se palparán rugosas con placas o
“anillos”.

● Frecuencia normal de las pulsaciones se mide en latidos por minuto, y se basa


en el rango de la descarga fisiológica del nódulo sinusal. Esto es:
Recién Nacido: 100 a 160 latidos por minuto;
Niños de 1 a 10 años: 70 a 120 latidos por minuto;
Niños mayores de 10 años y adultos: 60 a 100 latidos por minuto;
Atletas bien entrenados: 40 a 60 latidos por minuto
Por encima de estos valores se considera Taquisfigmia y por debajo se considera
Bradisfigmia y se corresponden con taquicardia y bradicardia, respectivamente, de la
frecuencia cardíaca central auscultada.

● Regularidad. Se dice que el pulso es regular cuando todas las pausas diastólicas,
es decir el intervalo de tiempo entre las ondas pulsátiles, son iguales entre sí.
Durante la respiración, el pulso puede ser irregular, “arritmia respiratoria”, ya
que la frecuencia cardíaca se lentifica con la espiración y se acelera al final de la
inspiración (BETI: bradicardia espiratoria, taquicardia inspiratoria), sobre todo en
niños y adolescentes.
El pulso es irregular en numerosos tipos de arritmias cardíacas: fibrilación
auricular, extrasístoles auriculares o ventriculares, etc.

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● Amplitud o altura de las pulsaciones, depende de la presión diferencial, también
llamada presión de pulso. Es la amplitud de la onda del pulso, desde su
comienzo hasta el máximo. Puede estar:
- normal
- aumentada: pulso magnus, ej. Insuficiencia valvular aórtica, en este caso
también produce una onda de ascenso y descenso rápido que se denominan
celer. Estas dos características, producen el pulso llamado saltón o colapsante.
- disminuida: los pulsos pequeños denominados parvus, dependen de una
presión diferencial reducida, básicamente a expensas de una presión sistólica
baja. Ej, estenosis aórtica grave el pulso es parvus y tardus (lentitud en alcanzar
el pico máximo de cada onda), o en insuficiencia mitral con reflujo auricular el
pulso es parvus y celer. También es parvus en hipotensión arterial esencial o
secundaria a shock, hipotiroidismo, etc.

● Igualdad. Se dice que las pulsaciones son iguales, cuando tienen similar
amplitud.

● Tensión es la resistencia que ofrece la arteria a ser comprimida por el dedo,


depende de la presión sanguínea en el interior del vaso y de la elasticidad o
rigidez de sus paredes. Una PA > 180 mmHg produce ondas pulsátiles duras, >
90 mmHg, ondas blandas.

● Forma de la onda del pulso, una fase ascendente y otra descendente.


Ocasionalmente se puede palpar alguna escotadura en alguna de estas fases
(p.ej., en el pulso dícroto, en la fiebre tifoidea, de palpa una escotadura en la fase
descendente). Otras alteraciones típicas son el pulso celer y el pulso parvus,
nombrados anteriormente.

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● Simetría de las pulsaciones radiales de ambos brazos son idénticas. Por ej. El
pulso puede no ser simétrico en el caso de obstrucciones arteriales.

Según la semiología del pulso, encontramos algunos tipo de pulsos


característicos:
● pulso bigeminado. Se caracteriza porque se palpan secuencias de dos latidos, el
primero normal, y el segundo de menor amplitud (habitualmente el segundo
latido corresponde a un extrasístole).

● pulso saltón. Es un pulso amplio (magnus), de ascenso y descenso rápido (celer).


Se encuentra principalmente en insuficiencias de la válvula aórtica de
importante magnitud. Una maniobra que sirve para reconocer esta condición es
levantar el antebrazo del paciente sobre el nivel del corazón, palpando el
antebrazo, cerca de la muñeca, con todos los dedos de la mano: el pulso se hace
aún más notorio (pulso en “martillo de agua”; pulso de Corrigan).
● pulso filiforme. Es un pulso rápido, débil, de poca amplitud. Se encuentra en
pacientes con hipotensión arterial, deshidratados, o en colapso circulatorio
(shock).
● Arritmia completa. Es un pulso irregular en todo sentido, tanto en la frecuencia
como en la amplitud. La causa más frecuente es la fibrilación auricular.

● arritmia respiratoria. Se caracteriza por un aumento de la frecuencia cardiaca


durante la inspiración. Es más frecuente de encontrar en personas jóvenes y se
considera un fenómeno normal.

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● pulso paradójico. Corresponde a una disminución del pulso arterial durante la
inspiración junto con una ingurgitación de las venas yugulares. Se puede captar
palpando el pulso radial mientras el paciente efectúa una inspiración profunda
(el pulso se palpa en ese momento más débil) o usando un esfigmomanómetro
(es significativo si ocurre una disminución de la presión sistólica sobre 10 mm de
Hg o sobre el 10% del valor habitual). Esta situación se encuentra en
taponamientos cardíacos por derrames pleurales de gran cantidad o pericarditis
constrictiva (ambas condiciones limitan la capacidad de expandirse del corazón),
un enfisema importante o embolías pulmonares masivas.

● pulso parvus et tardus. Lo de “parvus” se refiere a que es de poca amplitud, y


“tardus”, que el ascenso es lento. Se encuentra en estenosis aórticas muy
cerradas.
● pulso alternante: Se caracteriza porque se aprecia una secuencia de un pulso de
amplitud normal, seguido por otro de menor amplitud, en el contexto de un
ritmo regular. Se ve en insuficiencias cardíacas muy avanzadas

Auscultación de los pulsos:


Algunos pulsos conviene auscultar por la posibilidad de encontrar soplos debidos a
turbulencias que se generan en relación a estenosis de la arteria.
Por ejemplo, en la región del cuello, sobre el recorrido de las arterias carótidas, se
pueden auscultar dos tipos de soplos. En la base del cuello, se auscultan aquellos soplos
que se irradian desde la válvula aórtica del corazón. Por debajo del ángulo de la
mandíbula, donde la carótida se bifurca en su rama interna y externa, se pueden
auscultar soplos debidos a estenosis de las arterias. Si los soplos son intensos, a veces
esta distinción no es tan clara.

Bibliografía:
- Manual de Semiología. UC de Chile
- Semiología Médica: Horacio Argente y Marcelo E. Álvarez. Ed.Panamericana
- Imágenes de Google

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