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Clínica y Salud

ISSN: 1130-5274
clin-salud@cop.es
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
España

PEÑACOBA PUENTE, CECILIA; VELASCO FURLONG, LILIAN; GONZALEZ GUTIÉRREZ, JOSÉ


LUIS; GARROSA HERNÁNDEZ, EVA
Estrategias de afrontamiento y personalidad resistente en pacientes de cuidados paliativos. Un
estudio preliminar
Clínica y Salud, vol. 16, núm. 1, 2005, pp. 65-89
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
Madrid, España

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Clínica y Salud, 2005, vol. 16 n.° 1 - Págs. 65-89. ISSN: 1135-0806

ARTÍCULOS
Estrategias de afrontamiento y
personalidad resistente en pacientes
de cuidados paliativos. Un estudio
preliminar
Coping strategies and hardy personality
in palliative care patients. A preliminary
study
CECILIA PEÑACOBA PUENTE1
LILIAN VELASCO FURLONG2
JOSÉ LUIS GONZALEZ GUTIÉRREZ3
EVA GARROSA HERNÁNDEZ4
Fecha de Recepción: 17-06-04 Fecha de Aceptación: 11-02-2005

RESUMEN

La medicina paliativa se dedica al cuidado de los pacientes con enfermeda-


des en fase terminal. En España, existen varias unidades de cuidados paliati-
vos, sin embargo, no en todas se lleva a cabo una intervención multidiscipli-
naria lo cual es esencial para conseguir que una persona muera en una situa-
ción de bienestar y con la mejor calidad posible. El objetivo de este estudio es
analizar las estrategias de afrontamiento existentes en los enfermos ingresa-
dos en unidades de cuidados paliativos en fase de aceptación y su relación
con la personalidad resistente. Para ello, se administró un instrumento corto
en forma de entrevista. Los resultados encontrados muestran que este tipo de
pacientes utilizan estrategias de afrontamiento positivas como acción para
resolver problemas, búsqueda de recompensas alternativas y reevaluación
positiva. Por otro lado, un aspecto de la personalidad resistente encontrada

1, 2, 3 Universidad Rey Juan Carlos. Facultad de Ciencias de la Salud. Departamento de Ciencias

de la Salud.
4 Universidad Autónoma de Madrid. Facultad de Psicología. Departamento de Psicología Biológica

y de la Salud.

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Estrategias de afrontamiento y personalidad resistente en pacientes de cuidados paliativos. Un estudio preliminar

en estos pacientes es el reto lo cual indica que estos pacientes viven esta
experiencia como una oportunidad de desarrollo personal.

ABSTRACT

The objective of palliative medicine is to take care of patients who are suf-
fering from terminal diseases. In Spain, there are many palliative care units
although not all of them carry out multidisciplinary interventions, which are
very relevant for the successful relief of suffering and for improving patient
quality of life. The aim of this study is to analyze coping strategies used by
patients in palliative care units who had accepted their terminal disease and
their relation with hardy personality type. For this purpose, a short interview
form was applied. Results show that patients use positive coping strategies
including planned problem-solving, seeking alternative reward and positive
reappraisal. One interesting finding was that challenge was a component of
hardy personality. This could mean that these patients take this experience as
an opportunity for personal growth.

PALABRAS CLAVE

Cuidados paliativos, Estrategias de afrontamiento, Personalidad resistente.

KEY WORDS

Palliative care, Coping, Hardy personality.

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C. Peñacoba, L. Velasco, J. L. González, E. Garrosa

INTRODUCCIÓN social como guía para el abordaje


terapéutico (Bayés, 2001).
Durante más de mil años las per-
sonas morían de una manera más o La adaptación al proceso de
menos similar, sin grandes cam- morir no es tarea fácil, ya que
bios. El enfermo moría en su casa, requiere de una fase de aceptación
haciendo del hecho de morir el acto de la muerte para poder morir en
cumbre de su existencia. De esta paz. Además, las personas que se
manera, era más fácil vivir la propia acercan a la muerte son vulnera-
vida hasta el último momento, con bles y existen diferentes cuestiones
la mayor dignidad y sentido, rodea- éticas sobre las intervenciones y
do de los seres queridos. Actual- estudios a realizar en este tipo de
mente, se ha producido un cambio pacientes. En este sentido, la
espectacular en la forma de morir, y investigación científica sobre las
hoy en día, en la mayoría de los variables psicosociales implicadas
países predomina la muerte en el en la enfermedad terminal se torna
hospital (Gómez Sancho, 2000). más compleja y difícil, pero sin
embargo resulta imprescindible el
La medicina paliativa es la rama conocimiento de los aspectos rela-
de la medicina dedicada al cuidado cionados con el control de los sín-
de los pacientes con enfermedad tomas, el apoyo emocional, la
en fase terminal, entendiéndose comunicación y las distintas formas
ésta como aquella que no responde de afrontamiento hacia la muerte,
a ningún tratamiento y evoluciona no ya sólo con un fin meramente
hacia la muerte en un tiempo corto. investigador sino fundamentalmen-
El desarrollo de la medicina paliati- te terapéutico.
va se inicia en el Reino Unido y en
Canadá en los años sesenta. En En particular, el afrontamiento,
1990, la Organización Mundial de la siguiendo la definición de Lazarus y
Salud publica el término de medici- Folkman (1984), hace referencia a
na paliativa o cuidados paliativos, los esfuerzos cognitivos y conduc-
refiriéndose al ejercicio profesional tuales dirigidos a manejar las
y la asistencia sanitaria en el alivio demandas evaluadas como excesi-
del sufrimiento de las personas con vas por el propio individuo, es
enfermedad en fase terminal (Bení- decir, se trata de una respuesta a la
tez del Rosario y Fraile, 2002a). experiencia de estrés. En este con-
texto, no cabe duda de que la
El objetivo de los cuidados palia- muerte constituye un importante
tivos por lo tanto, no es otro que estresor al que el individuo respon-
mejorar la calidad de vida de la per- de de diferentes formas. Estas for-
sona enferma en su enfrentamiento mas de afrontamiento han sido
a la muerte, desde el cuidado inte- descritas por varios autores e inclu-
gral del paciente y de su familia, yen desde estrategias cognitivas
considerando el modelo biopsico- hasta creencias y prácticas religio-

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Estrategias de afrontamiento y personalidad resistente en pacientes de cuidados paliativos. Un estudio preliminar

sas y espirituales (Benítez del queda o evitación de información


Rosario, 2000; Benítez del Rosario (Kutner, Steiner, Corbett, Jahnigen,
y Fraile, 2002a). Barton, 1999 y Strang y Strang,
2001), humor (Bain, 1997) y espiri-
Una de las primeras y más cono- tualidad (Reed, 1987; Fehring,
cidas aportaciones del afronta- Miller y Shaw, 1997 y Strang y
miento en pacientes de cuidados Strang, 2001).
paliativos es la realizada por
Kübler- Ross (1969, 1974). Esta Así, la espiritualidad, por ejem-
autora propone un modelo tempo- plo, aparece como una forma
ral de adaptación a la enfermedad común de afrontamiento en la fase
terminal. Concretamente, desde el terminal de la vida (Kallenberg,
conocimiento de su situación, el 2000 y McClain, Rosenfeld y Breit-
paciente pasaría por una serie de bart, 2003), en la que se desarrolla
fases: negación, ira, negociación, un sentido de bienestar general y
depresión-resignación y acepta- aumenta el pensamiento positivo
ción. Sobre este modelo, Payne (Burton, 1998 y Mytko y Knight,
(1990) añade un espíritu de lucha y 1999). Por otro lado, el apoyo
desesperación antes de la acepta- social es un elemento esencial en el
ción. Posteriormente, Kissane afrontamiento de estos pacientes y
(1994) incorpora el concepto de les ayuda a desarrollar recursos
regresión a esta reacción de adap- psicosociales, espirituales y exis-
tación en la fase terminal. tenciales, otorgando un mayor sig-
nificado a sus vidas (Farber, Egnew,
Yedidia y MacGregor (2001) Herman-Bertsch, Taylor, y Guldin,
replantean el modelo de Kübler- 2003). Igualmente, también se ha
Ross (1969, 1974), distinguiendo analizado el empleo de terapias
siete elementos: lucha interna, alternativas, como es el caso de la
disonancia, resistencia, afronta- hipnoterapia (Curtis, 2001; Finlay y
miento, incorporación de sistemas Jones, 1996 y Wasner, Klier, y
de creencias, búsqueda de signifi- Borasio, 2001).
cado e inestabilidad.
Desde luego, no cabe ninguna
Desde un enfoque menos duda de que el adoptar determina-
secuencial, numerosos investigado- das estrategias de afrontamiento
res han examinado diferentes for- ante el hecho de morir debe deri-
mas de afrontamiento ante la muer- varse de una forma particular de
te, incluyendo aceptación (Griffin y ver las cosas, de percibir y de otor-
Rabkin, 1998), creencias de control gar significado a nuestra propia
personal (Kauser y Muhammad, existencia y al mundo que nos
1998), evitación (Miller, Manne, Tay- rodea. En este sentido, puede
lor y Keates, 1996), búsqueda de resultar de gran interés el analizar
apoyo social (Griffin y Rabkin, qué variables de personalidad
1998, Strang y Strang, 2001), bús- resultan esenciales en la acepta-

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ción y serenidad ante la muerte. de estrés, y que, por tanto, pode-


Así, por ejemplo, Strang y Strang mos manejarlos.
(2001) encuentran relaciones positi-
vas entre el sentido de la coheren- Aunque no se ha encontrado nin-
cia de Antonovsky (1987), y la cali- gún estudio que aborde el estudio
dad de vida, la búsqueda de apoyo de la personalidad resistente en
social y el empleo de estrategias de pacientes de cuidados paliativos y
búsqueda de información en su relación con las estrategias de
pacientes de cuidados paliativos. afrontamiento ante la muerte, sí se
En esta misma línea, Amber y Sny- ha insistido, de una manera frag-
der (2002) definen el constructo de mentada, en la influencia del con-
“Esperanza” para entender mejor el trol en la elección de estrategias de
proceso de afrontamiento ante una afrontamiento. Así, varios estudios
enfermedad terminal. ponen de manifiesto que lo que los
pacientes de cuidados paliativos
En este contexto, parece de desean es el alivio del sufrimiento y
especial interés el estudio de la obtener un sentido de control (Nar-
“personalidad resistente”, hardi- savage, 1997; Meier y Morrison,
ness o hardy personality, definida 2002 y Abrahm, 2003), de esta
por Kobasa y Maddi (1982) como manera el alivio del sufrimiento será
un tipo de personalidad saludable tanto físico y psicológico, como
frente al estrés. Este estilo de per- social y espiritual. Thomas (2001)
sonalidad incluye tres característi- descubrió que las visitas que estos
cas: compromiso, control y reto. El pacientes recibían les proporciona-
compromiso es la cualidad de ban bienestar, lo que les ayudaba a
creer en la verdad, importancia y afrontar su enfermedad y a su vez a
valor de lo que uno es y hace. mantener un lazo con el “mundo
Incluye la tendencia a implicarse externo”, incrementando su motiva-
en todas las actividades de la vida ción por seguir adelante y permi-
y permite adquirir un sentimiento tiendo la expresión de sentimien-
global de lo que significa tener un tos. Este autor encontró igualmente
propósito en la vida. El reto está relación entre afrontamiento positi-
basado en la creencia de que el vo y percepción del control. Del
cambio, más que la estabilidad, es mismo modo, diferentes autores
la condición normal de la vida. Al (Lin, 1998; Parle, Jones y Maguire,
sostener tal creencia, es posible 1996) han encontrado relación
contemplar un acontecimiento entre el uso de estrategias positivas
estresante, más que como una de afrontamiento y la percepción
amenaza, como una oportunidad de control de los síntomas.
que conduce al desarrollo perso-
nal. El control es la creencia de que Es por ello que, ante la ausencia
somos responsables de nuestras y la necesidad de esta línea de
propias vidas, que de algún modo investigación, el objetivo de este
provocamos los acontecimientos artículo es aproximarse al estudio

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Estrategias de afrontamiento y personalidad resistente en pacientes de cuidados paliativos. Un estudio preliminar

de las estrategias de afrontamiento to donde la comunicación entre


y la personalidad resistente en profesional sanitario-paciente resul-
pacientes de cuidados paliativos, ta especialmente esencial.
desde diferentes perspectivas.
Por otro lado, se han realizado
A nivel metodológico, conscien- los análisis oportunos para tratar de
tes de la ausencia de los mismos, describir la situación de estos
especialmente en muestra españo- enfermos en las variables objeto de
la, se pretende ofertar instrumentos estudio. Ciertas cuestiones socio-
específicos de evaluación, que culturales y los criterios de selec-
deberán con posterioridad ser tes- ción de la muestra (que serán
tados para probar sus garantías comentadas en el apartado de pro-
psicométricas. No obstante, dadas cedimiento) afectaron considera-
las peculiaridades de esta muestra, blemente a la cuantía de la misma,
la especial sensibilidad en su por lo que los datos han de tomar-
muestreo y la relevancia más si se como una aproximación, dentro
cabe de las cuestiones éticas y de un estudio preliminar. No obs-
morales, siguiendo las recomenda- tante, la dificultad de acceso a la
ciones realizadas por autores como muestra ha de ser en sí misma un
Bayés, Limonero, Barreto y Comas punto de reflexión acerca de la
(2001), se ha tratado de diseñar situación real de las unidades de
instrumentos que, garantizando la cuidados paliativos en un momento
validez externa, sean de fácil admi- en el que la valoración psicológica
nistración y a su vez resulten de de estos pacientes se está convir-
beneficio terapéutico para el propio tiendo en un objetivo prioritario
paciente. En este sentido, se ha para los profesionales sanitarios.
pretendido que el instrumento utili-
zado en este estudio, tal y como
señalan Bayés et al. (2001) en refe- MÉTODO
rencia a otros, posea aparte de los
fines de investigación, un valor Sujetos
terapéutico en la comunicación
profesional sanitario-paciente, Para la realización de este estudio
adaptando su aplicación, dentro de se contó con un total de 29 pacientes
unos requisitos metodológicos ingresados en unidades de cuidados
mínimos, a la condición particular paliativos pertenecientes a distintos
de cada paciente. Así, los resulta- hospitales de Burgos (6,9%), Córdo-
dos obtenidos podían ser utiliza- ba (13,8%), Cuenca (17,2%), León
dos, ante todo, en beneficio del (10,3%) y Zaragoza (51,7%).
propio paciente, y además, la infor-
mación adecuadamente transmitida De los 29 pacientes, el 62,1%
posee en sí misma un alto valor eran hombres y el 37,9% mujeres,
terapéutico, ya que evita situacio- con edades comprendidas entre los
nes de incertidumbre en un contex- 45 y los 80 años, con una media de

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edad de 63,48 años (D.T.= 9,27). ñados por el propio equipo inves-
Respecto al estado civil, el 10,3% tigador (ver apartado “diseño de
eran solteros, el 79,3% casados, el instrumentos”). El instrumento de
3,4% separados o divorciados, y el estrategias de afrontamiento
6,9% viudos. consta de 16 preguntas corres-
pondientes a las 8 estrategias de
afrontamiento descritas por Moos
Instrumentos (1990) (ver Tabla 1), formulando
dos preguntas para cada estrate-
Se procedió a administrar dos gia de afrontamiento. Estas pre-
instrumentos para la evaluación guntas poseen un formato de res-
de las estrategias de afrontamien- puesta tipo likert de 5 puntos,
to y la personalidad resistente. siendo las opciones de respuesta
Ante la ausencia de instrumentos las siguientes: nunca, a veces, en
específicos para esta población, término medio, bastantes veces y
dichos instrumentos fueron dise- siempre.

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Estrategias de afrontamiento y personalidad resistente en pacientes de cuidados paliativos. Un estudio preliminar

El instrumento de personalidad lado, Lin (1998), Miller et al. (1996) y


resistente consta de tres preguntas Fehring, Miller y Shaw (1997)
correspondientes a cada una de las emplean instrumentos de estrate-
dimensiones (compromiso, control gias de afrontamiento en general,
y reto) descritas por Kobasa y no específicos para esta población.
Maddi (1982) (ver Tabla 2). Estas Finalmente, no se encontró ningún
preguntas poseen el mismo forma- instrumento adaptado a la pobla-
to de respuesta de cinco puntos ción española para la evaluación de
descrita anteriormente. dichas variables.

Se recogieron además datos Para proceder al diseño del ins-


sociodemográficos de interés para trumento, se tuvieron en cuenta las
la descripción de la muestra como recomendaciones realizadas por
el sexo, la edad o el estado civil. Bayés et al. (2001), diseñando un
instrumento sencillo y fácil de
administrar. Es por ello que, aunque
Diseño de instrumentos: metodológicamente hubiera sido
deseable utilizar medidas más
Antes de proceder al diseño del complejas en agregado, las carac-
instrumento, se realizó una revisión terísticas especiales de la muestra
exhaustiva de bases de datos vin- y la dificultad de acceso nos hicie-
culadas al estudio de los cuidados ron decantarnos por medidas más
paliativos, tales como Psychinfo, sencillas.
Medline, ISOC, IME, Psycharticles y
Mediclatina, sin encontrarse instru- En una primera fase del diseño,
mentos específicos que midieran se contó con la colaboración de
tanto las estrategias de afronta- diferentes profesionales de enfer-
miento como la personalidad resis- mería de unidades de cuidados
tente en los pacientes de cuidados paliativos, algunos de ellos profeso-
paliativos. Aunque autores como res de la Universidad Rey Juan Car-
Payne (1990), Strang y Strang los, y de alumnos de tercer curso
(2001), Griffin y Rabkin (1998), Kut- de enfermería que realizaban sus
ner et al. (1999), Narsavage (1997) y prácticas en dichas unidades. Con
DeFaye (2003) han realizado entre- sus aportaciones, dado el conoci-
vistas semi-estructuradas, no inclu- miento que tenían de estos pacien-
yen la descripción de los ítems utili- tes, se elaboró un listado de las
zados en esta población. Por otro estrategias de afrontamiento que

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habían observado y que podían administraron las definiciones de


darse en los mismos. Para favore- compromiso, control y reto, y los
cer la obtención de ítems de las tres ítems diseñados para que pro-
diferentes tipologías de estrategias cedieran a la asignación ítem-
de afrontamiento según la clasifica- dimensión. El acuerdo interjueces
ción de Moos (1990), se les presen- en este caso fue unánime.
tó dicha tipología con la definición
de cada tipo de estrategia. No obs- Respecto a la administración del
tante, el listado contenía “acciones instrumento, se optó por el formato
concretas” (p.e. ¿Crees que esta de entrevista. La elección se hizo en
vivencia puede ser relativamente base a las recomendaciones de
positiva desde el punto de vista de numerosos autores (Steinhauser,
enriquecimiento personal?), sin Clipp, y Tulsky, 2002; Abrahm, 2003)
entrar en la conceptualización de que consideran este formato el más
las mismas (p.e. “Reevaluación apropiado, señalando que cuánta
positiva”). De este listado se selec- mayor empatía exista entre el admi-
cionaron 18 ítems (dos por tipología nistrador y el enfermo, más se podrá
de estrategia de afrontamiento) proporcionar también confianza,
atendiendo a los criterios de esperanza y optimismo que infun-
exhaustividad y mutua exclusividad. dan seguridad en el paciente.

Respecto a la personalidad resis- Es por ello que, conociendo ade-


tente, el propio equipo de investi- más la problemática vinculada a
gación diseñó tres ítems corres- estas unidades y asesorados por
pondientes a la definición de com- los profesionales sanitarios (enfer-
promiso, control y reto respectiva- meras/os) que trabajaban en este
mente. servicio, se decidió que fuera el per-
sonal sanitario que atiende normal-
Para garantizar la validez de con- mente al paciente el que adminis-
tenido del instrumento, se procedió trara dicho instrumento. El personal
a su valoración por jueces expertos sanitario es el que tiene un mayor
(en este caso, ocho profesores de conocimiento del paciente, sabe en
universidad del área de Personali- qué fase se encuentra (muchos de
dad, Evaluación y Tratamiento Psi- los pacientes, a pesar de estar en
cológico). A dichos jueces se les unidades de cuidados paliativos
proporcionaba el listado de ítems “desconocen” su situación, en
de afrontamiento (ordenados al muchas ocasiones por oposición de
azar) y la descripción de la tipología la familia), y posee criterios suficien-
de Moos, y se les pedía que asig- tes para decidir si el paciente cum-
naran a cada ítem la categoría ple o no los requisitos establecidos
correspondiente. Se alcanzó un para el estudio. Si bien es cierto
grado de acuerdo igual o superior que este procedimiento de evalua-
al 87,5% en todos los casos (100% ción conlleva ciertos sesgos, no lo
en trece ítems). Igualmente, se es menos que la literatura señala

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Estrategias de afrontamiento y personalidad resistente en pacientes de cuidados paliativos. Un estudio preliminar

que en este colectivo es la forma enviar una carta a los responsables


más fructífera de conseguir informa- de unidades de cuidados paliativos
ción y que además posee efectos de 30 hospitales en el territorio
positivos, si se siguen las recomen- español. En la carta se comentaba
daciones señaladas. Aún así, y el objetivo del estudio y se pedía en
como puede deducirse de la cuan- primer lugar la valoración del cues-
tía de la muestra, la investigación tionario por parte del responsable
no resulta sencilla. El personal sani- con el fin de ofrecer todas las
tario debía incluir la entrevista (pre- garantías éticas y asegurarnos que
vio consentimiento informado) den- el cuestionario era aceptado por la
tro de su quehacer diario con ese organización del hospital. Igual-
paciente, dejando a su elección el mente, se señalaban las caracterís-
momento de la administración. No ticas que debían cumplir los
obstante, tratando de compatibilizar pacientes para participar en el
el rigor metodológico con las impli- estudio: debían estar ingresados en
caciones morales y éticas de este unidades de cuidados paliativos (no
tipo de estudios, uno de los miem- en situación paliativa pero en otras
bros del equipo investigador asistía unidades como oncología...), debí-
personalmente al hospital, mante- an ser conocedores de su situa-
niendo una reunión previa con el ción, estar en fase de aceptación, y
administrador, explicando y entre- debían tener las condiciones físicas
nando en la técnica y el objetivo, y y mentales adecuadas para poder
pidiéndole que se limitara a formular responder a las preguntas que les
las preguntas tal y cómo estaban planteábamos. Además, el pacien-
planteadas, sin añadir información te, por supuesto, debía querer par-
adicional, anotando las respuestas ticipar en el estudio. Estas caracte-
obtenidas, enfocando al paciente rísticas eran valoradas por el propio
hacia una respuesta cuantitativa, equipo sanitario que atendía al
dentro de la escala de respuesta paciente. Respecto a la forma de
establecida. Pese a estas indicacio- administración, se comentaba que
nes, algunos administradores nos debía seguirse un formato de entre-
comentaron la dificultad de algunos vista, señalando que el entrevista-
pacientes de cuantificar, prefiriendo dor debía ser una persona trabaja-
hablar de su experiencia personal al dora del centro, conocida por el
hilo de alguna pregunta planteada, paciente por su trato diario (preferi-
dato que implica una reflexión apar- blemente enfermera/o o psicólo-
te, que excede el objetivo de este go/a). Previamente, la persona que
artículo. iba a administrar la entrevista debía
valorar, dentro de las condiciones
anteriores, en qué pacientes se
Procedimiento podía realizar el estudio y en los
casos afirmativos podía desechar
Tras la elaboración del instru- alguna pregunta si la consideraba
mento ya descrita, se procedió a no adecuada (por sus posibles

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implicaciones ético-emocionales) saria para trabajar con estos


para ese paciente en particular. pacientes. Además, en muchas
Estas preguntas se computarían ocasiones, el paciente no reunía las
como valores perdidos. Con estas condiciones físicas y psicológicas
premisas, pretendíamos, conoce- necesarias para enfrentarse al estu-
dores de la problemática moral vin- dio.
culada a estas unidades, garantizar
la máxima ética y participación en Por otro lado, es necesario resal-
el estudio, aunque evidentemente tar la postura no ya sólo positiva,
repercutiera en cuestiones metodo- sino entusiasta de los responsables
lógicas como el tamaño de la de los hospitales que colaboraron
muestra. Igualmente, incorporamos en este estudio. No sólo se limita-
una pregunta a la entrevista, “la ron a participar sino que en todo
valoración del nivel de satisfacción momento mostraron su interés por
actual”, donde el entrevistador este tipo de estudios y su preocu-
debía preguntar al paciente acerca pación por la falta de datos al res-
de su satisfacción con la entrevista pecto y el no saber cómo actuar.
realizada, con una escala de res- Aún así, la recogida de datos fue
puesta tipo likert de cinco puntos difícil, pues no resultaba fácil
(nulo, bajo, medio, alto y muy alto). encontrar a pacientes paliativos
Aunque esta pregunta no constitu- que reunieran las condiciones
ye una variable objeto de estudio, requeridas.
resulta esencial cara a la determi-
nación del impacto de este tipo de En el muestreo fue fundamental
estudios en estos pacientes. el apoyo de los alumnos de enfer-
mería, integrantes del Consejo
Después de enviada la carta y Estatal de Alumnos de Enfermería
pasados diez días, se contactaba (C.E.A.E.) de las distintas universi-
telefónicamente con el responsable dades de las diferentes provincias
para conocer su opinión acerca de españolas. Estos alumnos servían
la participación del hospital en el de vínculo entre el equipo investi-
estudio. Obtuvimos la colaboración gador y los profesionales de enfer-
de nueve hospitales. Las razones mería y psicólogos de los distintos
de la no participación en el estudio hospitales muestreados.
fueron fundamentalmente: la
ausencia de unidades de cuidados
paliativos propiamente dichas o el RESULTADOS
poco tiempo que llevaban funcio-
nando, el hecho de que el enfermo Antes de comentar los resultados
no era conocedor de su situación conviene realizar una matización
(en muchas ocasiones por la oposi- metodológica. Cuando se hace
ción de la familia), el no estar en referencia a estrategias de afronta-
fase de aceptación, o el no contar miento y a personalidad resistente
con la cobertura psicológica nece- partimos del supuesto de que el

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Estrategias de afrontamiento y personalidad resistente en pacientes de cuidados paliativos. Un estudio preliminar

instrumento diseñado permite la pacientes son las conceptualizadas


evaluación de dichas variables. como Reevaluación Positiva
Ahora bien, los criterios de validez (¿Crees que esta vivencia puede
de contenido del instrumento ser relativamente positiva desde el
hacen referencia al procedimiento punto de vista de enriquecimiento
de validación por jueces expertos personal?), Acción para resolver un
definida en el apartado de instru- Problema (¿Sigues los consejos
mentos. Al no encontrar instrumen- que te ofrece el personal sanitario?)
tos de evaluación específicos sobre y Búsqueda de Recompensas
esta temática en muestra española, Alternativas (¿Tratas de ayudar a
ni indicadores psicométricos de los alguien a aceptar una situación
empleados en otras poblaciones similar a la tuya para sentirte
(en la mayoría de los casos no mejor?). Por otro lado, entre las
específicos para pacientes de cui- menos utilizadas se encuentran las
dados paliativos) nos encontramos consideradas como Evitación Cog-
sin referentes en esta materia. Por nitiva (¿Niegas la gravedad de la
otro lado, dada la cuantía de la situación?) y la Descarga Emocio-
muestra en nuestro estudio, no nal (¿Te molestas o enfadas a
podemos ofrecer otro tipo de indi- menudo con la gente que te
cadores (consistencia interna, aná- rodea?).
lisis factorial…) que ofrezcan más
datos acerca de la validez y fiabili- En cuanto a la Personalidad
dad del instrumento empleado. Los Resistente, se observa que los
datos obtenidos han de entender- pacientes presentan altas puntua-
se, por lo tanto, realizadas estas ciones en el ítem correspondiente a
consideraciones, como una aproxi- reto (3,17), medias en el correspon-
mación al estudio de esta temática, diente a compromiso (2,30) y bajas
sobre la que a nuestro juicio ha de en el correspondiente a control
profundizarse. (1,77).

Datos descriptivos Relación entre personalidad


resistente y estrategias de
A continuación se muestran los afrontamiento
datos descriptivos (media, desvia-
ción típica y puntuación máxima y Se procedió a realizar compara-
mínima) obtenidos en cada una de ciones de medias en las diferentes
las estrategias de afrontamiento estrategias de afrontamiento entre
valoradas, así como en las dimen- sujetos con altas y bajas puntua-
siones de la personalidad resistente ciones en cada una de los ítems
(ver Tabla 3). que representan las dimensiones
de la personalidad resistente (com-
Como se puede ver, las estrate- promiso, control y reto). Para ello,
gias más utilizadas en estos se procedió a dicotomizar cada uno

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de estos ítems en base a su valor estrategia “seguir los consejos del


medio teórico (2). personal sanitario”.

Posteriormente, se realizó la Con respecto al ítem relativo a


prueba de Kolmogorov-Smirnov control (¿Crees que, en general, tus
para evaluar la normalidad de las acciones influyen en el curso de los
variables y decidir la pertinencia de acontecimientos?), encontramos
realizar pruebas paramétricas (t de que las personas con puntuaciones
Student) o no paramétricas (U de altas aceptan la situación y creen
Mann-Whitney) (ver tabla 4). que no pueden hacer nada al res-
pecto, tratan de ayudar a alguien a
En cuanto a la relación entre aceptar una situación similar a la
estrategias de afrontamiento y el suya para sentirse mejor, y se plan-
ítem relativo a compromiso (¿Tratas tean la donación de órganos para
de encontrar un sentido a todas las ayudar a otras personas en mayor
actividades de tu vida?) (ver tabla medida que las personas con pun-
5), se observa una relación positiva tuaciones bajas en dicho ítem. Por
significativa entre el mismo y la otro lado, aunque a niveles no sig-

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Estrategias de afrontamiento y personalidad resistente en pacientes de cuidados paliativos. Un estudio preliminar

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C. Peñacoba, L. Velasco, J. L. González, E. Garrosa

nificativos, cabe mencionar que las tuaciones creen que esta vivencia
personas con mayores puntuacio- puede ser relativamente positiva
nes en el ítem relativo a control, se desde el punto de vista de enrique-
relacionan y comentan con otros cimiento personal, y las personas
enfermos sus problemas y preocu- con menores puntuaciones tienden
paciones con mayor frecuencia (ver a negar la gravedad de la situación
tabla 6). en mayor medida. Igualmente (aun-

En relación al ítem que represen- que las diferencias no sean estadís-


ta a la cualidad de reto (¿Conside- ticamente significativas), se obser-
ras que se puede aprender de lo va que puntuaciones bajas en el
malo que nos ocurre?), se observa ítem correspondiente a reto se rela-
que las personas con mayores pun- cionan con los intentos de evadirse

Clínica y Salud, 2005, vol. 16 n.º 1 79


Estrategias de afrontamiento y personalidad resistente en pacientes de cuidados paliativos. Un estudio preliminar

de la enfermedad y con el pensar a muestran un nivel de satisfacción


menudo en ella para comprender lo alto e incluso el 32,1% manifies-
que les está pasando (ver tabla 7). tan un nivel muy alto. Estos datos

Nivel de satisfacción del paciente nos hacen reflexionar sobre la


de cuidados paliativos con la necesidad de comunicación de
entrevista este tipo de pacientes y sobre el
efecto, en este caso positivo, de
En el Gráfico 1 se muestran los este estudio. Tal vez sea porque
niveles de satisfacción del la investigación estaba concebida
paciente en el momento de la de tal modo que en sí misma
entrevista. Como puede apreciar- poseyera un valor terapéutico
se, la mayoría de los pacientes facilitador de la comunicación

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C. Peñacoba, L. Velasco, J. L. González, E. Garrosa

profesional sanitario-paciente. En das sean positivas y no negativas


este contexto, y dada la polémica (evitación cognitiva y descarga
social existente en torno a que el emocional).
paciente conozca o no su situa-
ción, los comentarios de los Nuestros resultados se aproxi-
pacientes que participaron en el man a los encontrados en el estu-
estudio dejaron ver el efecto posi- dio de Strang y Strang (2001), que
tivo que tiene el hablar de estos señala el empleo de la reevaluación
temas. También conviene reflexio- positiva por los pacientes de cuida-
nar en este punto sobre la mayo- dos paliativos.
ría de los pacientes ingresados en
estas unidades que ni siquiera Las estrategias utilizadas se cen-
son conocedores de su situación. tran tanto en el problema como en
Hubiera sido interesante contras- la emoción, y son de naturaleza
tar los resultados con ellos, pero tanto cognitiva como conductual.
el acceso a los mismos es poco
menos que imposible. Estos datos contrastan con los

obtenidos por DeFaye (2003), quien


DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES encontró que los pacientes de cui-
dados paliativos utilizaban estrate-
Los datos obtenidos muestran gias de afrontamiento enfocadas
que las estrategias de afrontamien- más a aspectos emocionales que a
to más utilizadas en los pacientes cognitivos.
de cuidados paliativos entrevista-
dos son las conceptualizadas den- En otros de los estudios revisa-
tro de la reevaluación positiva, la dos, figura el apoyo social como
acción para resolver un problema y una estrategia habitual en este
la búsqueda de recompensas alter- tipo de pacientes (Davies,
nativas. Es de resaltar que las Chekryn y Martens, 1990; Acker-
estrategias de afrontamiento utiliza- man y Oliver, 1997; Kinsella, Coo-

Clínica y Salud, 2005, vol. 16 n.º 1 81


Estrategias de afrontamiento y personalidad resistente en pacientes de cuidados paliativos. Un estudio preliminar

per, Picton y Murtagh, 2000; Mcill- En concreto, el reto es una


murray, Thomas, Francis, Morris, característica que se relaciona
Soothill, Alhamad, 2001; Chen, estrechamente con el desarrollo
Jiang, Liu, Q., Liu, Y. y Li., 2002). personal, tal vez por ello, esta cua-
Las estrategias de apoyo evalua- lidad facilita, ante una enfermedad
das en nuestro estudio se centran terminal, el hacer balance de la pro-
especialmente en el apoyo pro- pia existencia, reordenar las priori-
porcionado por otros enfermos y dades y cambiar la vida para ajus-
por el personal sanitario, obte- tarse mejor a las nuevas metas. La
niendo puntuaciones medias. Una reevaluación positiva corresponde
posible explicación a estas pun- al “sentido del significado” y trata
tuaciones, dado que todos los de buscar un significado a una cri-
pacientes se encuentran en fase sis que nos acontece (por qué ocu-
de aceptación, podría ser que tal rre y qué impacto tiene) para enten-
vez este tipo de apoyo sea más derla y reinterpretar nuestra vida en
utilizado en fases previas, o que función de ello. La reevaluación
los pacientes en esta fase utilicen positiva va unida a un mayor nivel
otro tipo de apoyo diferente al de optimismo, y de satisfacción
evaluado. general (Moos, 1990), tal vez por
ello en esta muestra el nivel de
En cuanto a la personalidad satisfacción encontrado fue alto.
resistente, los resultados muestran
que la característica más prominen- Respecto al control, las relacio-
te en esta muestra es la identifica- nes encontradas entre éste y las
da como reto, seguida de la con- estrategias de afrontamiento mere-
ceptualizada como compromiso. El cen una reflexión aparte. Especial-
ítem relativo a control fue la carac- mente llamativa es la relación posi-
terística con las puntuaciones más tiva entre el mismo y la estrategia
bajas, dato sobre el que se reflexio- “Aceptas la situación y crees que
nará más adelante. no puedes hacer nada al respecto”.
Este resultado, en apariencia con-
Respecto a la relación entre tradictorio, puede deberse al hecho
estrategias de afrontamiento y per- de que estos pacientes al encon-
sonalidad resistente, el compromi- trarse en fase de aceptación,
so y el reto aparecen como cualida- “aceptan” el hecho de su muerte
des asociadas al uso de estrategias (sobre el que han asumido que no
de afrontamiento consideradas tienen control) pero sin embargo no
como saludables. Así, el compromi- renuncian a otro tipo de control del
so favorece que el paciente siga los que sí son capaces y utilizan otras
consejos del personal sanitario, estrategias de afrontamiento como
mientras que el reto facilita estrate- tratar de ayudar a otros a aceptar
gias de reevaluación positiva e una situación similar a la suya o
impide el empleo de estrategias de plantearse la donación de órganos
evitación cognitiva. (conceptualizadas como búsqueda

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C. Peñacoba, L. Velasco, J. L. González, E. Garrosa

de recompensas alternativas). Es este sentido, es importante que el


decir, tienen un “control realista”, personal médico proporcione infor-
un “control adaptativo”. Esto expli- mación y oportunidades de que el
caría el dato, ya mencionado, de paciente participe. Además, se
las bajas puntuaciones en el ítem deben respetar sus opiniones y
correspondiente a control (“Crees adaptar los planes de cuidado a
que, en general, tus acciones influ- sus expectativas y deseos, favore-
yen en el curso de los aconteci- ciendo la expresión de las emocio-
mientos”) encontradas en esta nes, las dudas y los miedos para
muestra, pues en este contexto y que puedan ser resueltos (Benítez
en esta fase, la cualidad de control, del Rosario, Pascual y Fraile, 2002).
tal y como está formulada, lejos de Por otro lado, la familia, amigos y/o
ser una dimensión positiva como conocidos son también agentes
puede ser en otras poblaciones, que pueden proporcionar al enfer-
tendría implicaciones negativas. mo oportunidades para ejercer el
Este hecho nos hace nuevamente control.
reflexionar sobre la importancia de
valorar los conceptos en poblacio- Llegados a este punto conviene
nes específicas (Peñacoba, 1996), y recordar que los resultados hay que
en el caso particular que nos interpretarlos dentro de una mues-
ocupa, sobre la reconceptualiza- tra particular de pacientes ingresa-
ción del componente control si se dos en unidades de cuidados palia-
pretende evaluar la personalidad tivos. Tal y como ponían de mani-
resistente como precisamente lo fiesto muchos de los profesionales
que indica, “resistencia al estrés”. sanitarios que participaron en este
estudio, la muestra está constituida
La interpretación anterior se ve por el “paciente ideal de cuidados
apoyada por las relaciones encon- paliativos” pero no por el más
tradas en este tipo de pacientes representativo. Probablemente, los
entre el control y la utilización de resultados en pacientes que no
estrategias de afrontamiento como reunieran las condiciones estableci-
búsqueda de guía y apoyo y acción das hubieran sido diferentes, pero
para resolver problemas (Donnelly, no se encuentran estudios en este
Kornblith, Fleishman, Zuckerman, sentido. Buckman (1998) describe
Raptise y Hudis, 2000 y Roberts, un modelo según el cual el paciente
Black y Todd, 2002). Igualmente, el evoluciona desde una fase inicial a
paciente puede ejercer control a una fase de estado (de estar enfer-
través de la información que le pro- mo), y finalmente a la fase de acep-
porciona el personal sanitario. Si la tación. Según este autor, la intensi-
persona ejerce cierto control, dad de las reacciones psicológicas
puede tomar decisiones y hacer decrece según la persona avanza
frente a la situación conflictiva, sin- en las distintas fases, producto de
tiéndose seguro y respetado (Bení- la resolución de los diversos con-
tez del Rosario y Fraile, 2002b). En flictos internos. Las características

Clínica y Salud, 2005, vol. 16 n.º 1 83


Estrategias de afrontamiento y personalidad resistente en pacientes de cuidados paliativos. Un estudio preliminar

y los mecanismos presentes en la administración, cuantía de la mues-


fase de aceptación están determi- tra, contestación de todos los
nados por las características del ítems) no son precisamente com-
paciente, y la aceptación se define patibles con la realidad que envuel-
según sus términos. Tal vez, la ve a los pacientes ingresados en
“resistencia” de las diferentes varia- estas unidades. Una reflexión sobre
bles (compromiso, control y reto) y los ítems “menos administrados”
el empleo de las diferentes estrate- (ver Tabla 3) por la valoración que
gias de afrontamiento no sea igual- de ellos hace el personal sanitario
mente relevante en las diferentes sobre sus implicaciones ético-emo-
etapas. cionales en el paciente (no debe-
mos olvidar que se trata de pacien-
Respecto al instrumento utilizado tes en fase de aceptación y motiva-
en este estudio, se ha pretendido, dos por el estudio), puede, entre
como ya se ha señalado, que otros tantos, ser un indicador de
desempeñe aparte de los fines de esta realidad. Probablemente, el
investigación, un papel terapéutico fomento de la investigación sobre
en la comunicación profesional esta temática esté más ligado a
sanitario-paciente, y en particular cambios en la política sanitaria y
en las necesidades afectivas de los especialmente sociales y culturales,
mismos, y de seguimiento en la que meramente metodológicos.
evolución del paciente y en el
impacto de las medidas de inter- Pese a estas limitaciones, la
vención que se tomen al respecto. información obtenida refleja de
Como indicador, los niveles de manera general las estrategias de
satisfacción del paciente con la afrontamiento utilizadas por pacien-
entrevista fueron muy elevados. tes ingresados en unidades de cui-
dados paliativos en fase de acepta-
Finalmente, nos gustaría reflexio- ción y su relación con la personali-
nar sobre las limitaciones de este dad resistente. En este sentido, se
estudio: la escasez de la muestra pretende promover una línea de
pese al esfuerzo invertido en el investigación que se ha vuelto ya
muestreo y la carencia de indicado- necesaria en este tipo de pacientes
res psicométricos de los instrumen- para conocer sus formas de adap-
tos empleados. No cabe ninguna tación a una situación tan relevante
duda, a juzgar además por la esca- como es una enfermedad terminal.
sez de literatura al respecto, de que
se hacen necesarias líneas de Si bien es cierto que la literatura
investigación en este sentido, científica en relación a los cuidados
especialmente en muestra españo- paliativos ha tenido un considera-
la. No obstante, y tras la experien- ble incremento en estos últimos
cia de este estudio, las condiciones tres años (desde el año 2002 se
que garantizan un rigor metodológi- publican anualmente más de 1600
co (medidas en agregado, forma de artículos en relación a los cuidados

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C. Peñacoba, L. Velasco, J. L. González, E. Garrosa

paliativos desde un punto de vista aplicación de este instrumento es


médico), se hace patente la esca- una prueba más de que la investi-
sez de estudios sobre las variables gación científica de los aspectos
psicológicas implicadas, siendo las psicológicos que presenta la enfer-
más estudiadas la calidad de vida y medad terminal y los factores rela-
la comunicación. cionados con ella es factible.

En el I Encuentro de Psicólogos
de Cuidados Paliativos realizado en AGRADECIMIENTOS
el año 2001 ya se mencionaba la
importancia de evaluar los proce- Queremos expresar nuestra gra-
sos y estrategias del enfermo, enfa- titud a los estudiantes de enferme-
tizando lo importante que era saber ría que participaron en el muestreo,
cómo y cuando se produce el pro- en especial a Ana, Víctor, Celia y
ceso de adaptación, cuáles son los Mónica, a los profesionales de los
factores que favorecen o dificultan hospitales implicados en el estudio,
la adaptación y de que dependen y muy especialmente a los pacien-
las estrategias de afrontamiento del tes entrevistados por brindarnos la
enfermo en el proceso de morir ocasión de aprender mucho más
(Lacasta, Bayés y Fer nández, de lo que puede expresarse en las
2001). Es por ello que la adecuada líneas de este artículo.

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