Como hemos comentado anteriormente, el SNA (también conocido como
sistema nervioso vegetativo) está situado en la periferia del sistema nervioso, a pesar de estar activado por zonas como el hipotálamo, la mayor parte de su actividad se centra en la médula espinal, los nervios periféricos y el tallo cerebral. Los nervios que salen del cerebro y van directos a todos los órganos de nuestro cuerpo (fibras eferentes) forman parte del sistema nervioso autónomo.
Partes del Sistema Nervioso Autónomo
Esta organización de nervios y neuronas está dividido en tres partes
principales:
• Sistema Nervioso Simpático: encargado de regular las respuestas
corporales de activación • Sistema Nervioso Parasimpático: responsable de volver al estado de equilibrio y conservación después de la activación del sistema simpático. • Sistema Nervioso Entérico: también conocido como el “segundo cerebro” este sistema es el menos conocido de los tres, se encarga de generar respuestas emocionales a partir de la secreción de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y opioides endógenos. Gracias a este sistema, entendemos mejor la relación entre neurotransmisores y emociones.
A continuación, desarrollaremos en profundidad los conceptos de sistema
nervioso simpático y parasimpático: sus principales diferencias y funciones.
Diferencia entre el sistema nervioso simpático y parasimpático
Ahora que sabemos que tenemos incorporado un sistema encargado
únicamente de controlar las funciones involuntarias de nuestro cuerpo, es normal querer saber más, ¿de qué se encarga cada sistema? Si bien es cierto que cada uno de los nombrados anteriormente tiene una función concreta, es importante conocer la estrecha relación que existe entre el sistema nervioso simpático y el parasimpático.
Ambos son distintas caras de la misma moneda, se encargan de mantener
nuestro cuerpo en equilibrio u homeostasis ante los distintos estímulos externos. Sin embargo, la principal diferencia reside en sus funciones: mientras que uno se encarga de activar nuestro cuerpo, el otro es el responsable de relajarlo y volver al estado natural del organismo.
Función del Sistema Nervioso Simpático
Los nervios, fibras y neuronas de este sistema se encargan de poner
nuestro cuerpo en un estado de alerta fisiológica. Cuando el cerebro manda una señal de alerta o activación cortical por una situación de estrés, el SNS envía un mensaje a los músculos y glándulas de nuestro organismo para que pongan nuestro cuerpo en marcha de la siguiente manera:
La glándula suprarrenal libera adrenalina por todo nuestro torrente
sanguíneo
1. Dilata las pupilas
2. Acelera la frecuencia cardíaca 3. Abre las vías respiratorias para que aumente el oxígeno en la sangre 4. Inhibe el sistema digestivo para concentrar esfuerzos en tareas de ataque y huida 5. Mantiene el tono muscular 6. Estimula el orgasmo
Esta organización anatómica es debida a que recibe y envía la información
de las vísceras y muchos de los órganos de nuestro cuerpo para poder regular y estimular correctamente sus funciones vegetativas.
El sistema nervioso simpático es el sistema encargado de poner al
organismo en estado de alerta ante situaciones de emergencia, es el predominante durante situaciones de estrés, por lo tanto durante el ejercicio físico será el sistema que predomine. El sistema nervioso simpático provocará durante el ejercicio un aumento de la vasodilatación en los músculos y órganos que trabajen y vasoconstricción en los que no intervengan, para así ser más eficientes. También aumenta la fuerza de contracción, la frecuencia cardíaca, presión arterial, etc.
Sobreentrenamiento sobre el sistema nervioso simpático
El sobreentrenamiento de esta parte del sistema nervioso provocaría una
serie de efectos que se deben tener en cuenta y que ningún deportista queremos sufrir. El primero de ellos es una mayor frecuencia cardíaca y tensión arterial en reposo en reposo.
Si nuestro pulso antes de realizar un ejercicio es más elevado de lo normal,
probablemente entrenaremos a una intensidad superior a la que realmente pensemos, aumentando así aun más el excesivo entrenamiento. Además el rendimiento disminuirá ya que alcanzaremos pulsaciones máximas a una intensidad inferior a la que alcanzaríamos normalmente. Igualmente pasa con la tensión arterial que aumenta con el ejercicio.
Este aumento de la frecuencia cardíaca en reposo es debido principalmente
al aumento de los niveles adrenalina y noradrenalina. La concentración de los niveles de estas dos hormonas aumenta con el exceso de entrenamiento provocando una mayor frecuencia cardíaca en reposo.
Otro de los efectos provocados sería un ritmo metabólico basal aumentado. Un
aumento del metabolismo basal nos podría interesar ya que aumentaría el gasto calórico y así conseguiríamos perder peso. Pero como sabemos que en el punto medio está la perfección. Un aumento excesivo del ritmo metabólico inducirá al individuo a una pérdida de masa corporal probablemente en pérdida de masa magra en lugar de masa grasa. Pero esto no es todo. Se han podido observar otros trastornos a los que induce el sobreentrenamiento en el sistema nervioso simpático, como por ejemplo la pérdida de apetito, trastornos del sueño, inestabilidad emocional, etc
Enfermedades del sistema nervioso simpático y parasimpático
Como hemos podido observar, este conjunto de neuronas y nervios es
sumamente importante para nuestra supervivencia. Presentar una enfermedad en cualquiera de ambos sistemas puede suponer un grave problema y debemos detectarla lo antes posible.
Un desequilibrio en el SNS o SNP estará relacionado con nuestra capacidad de
generar respuestas corporales adecuadas a nuestro entorno, los principales ejemplos de enfermedades del sistema nervioso simpático y parasimpático son los siguientes:
Fibromialgia: cuando el sistema nervioso parasimpático no funciona
adecuadamente, puede aparecer esta enfermedad caracterizada por enormes dolores sin explicación física aparente.
Esclerosis múltiple: esta enfermedad neurodegenerativa puede aparecer por la
interacción de diferentes factores, uno de ellos es un fallo en el sistema nervioso autónomo.
Parkinson: a pesar de que la aparición no esté directamente relacionada con un
fallo en el SNA, el hecho de presentar esta enfermedad puede derivar en una grave disfunción en dicho sistema.
Hipotensión ortostática idiopática: también conocida como fallo autonómico puro
Diabetes: este desequilibio endocrino está estrechamente relacionado con un mal
funcionamiento del sistema nervioso parasimpático. Como hemos visto anteriormente, el sistema nervioso parasimpático es el encargado de regular también algunas de las funciones del sistema digestivo. Otras enfermedades como el botulismo, la lepra y la enfermedad de chagas pueden producir fallos en el sistema nervioso.
Referencias bibliográficas
• Peinado, S. (S.f.).Sobreentrenamiento y sistema nervioso.
Recuperado de: https://www.vitonica.com/entrenamiento/sobreentrenamiento-y- sistema-nervioso/amp • Pradas, C. (2018). Sistema nervioso simpático y parasimpático: diferencias y funciones – con imágenes y resumen. Recuperado de: https://www.psicologia-online.com/sistema-nervioso-simpatico-y- parasimpatico-diferencias-y-funciones-3916.html