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El arte de educar con una mirada hacia la otredad

“La esperanza sin la memoria está vacía, la memoria sin la esperanza es ciega.”
Joan-Carles Melich

¿Qué experiencia tienes aplicando las metodologías sugeridas por la Nueva Escuela Mexicana?

Me fascina la idea de ser una eterna aprendiz, ya que estoy convencida que todos los amaneceres nos brindan
la gran oportunidad de aprender algo nuevo, desde una edad muy temprana crecí y mi formación aconteció
de forma literal dentro de una escuela. Rodeada por todo aquello del ámbito educativo alumnos, maestros,
libros, pizarrones, pero sobre todo de un ambiente muy agradable, abundante en risas, juegos, lecturas,
diversión y basto aprendizaje; en donde aquellos salones cuando quedaban vacíos al sonar el timbre de salida,
desprendían una energía humana inigualable de otros lugares.

Desde pequeña para mí la figura de maestro, represento aquella persona extraordinaria que tenía todas las
respuestas del mundo; que en muchas ocasiones me causaban miedo, un ser que me compartía su alegría,
confianza y seguridad para mostrarme el camino que debía seguir para poder aprender. Tuve gran fortuna de
tener extraordinarios maestros desde mi formación inicial hasta mi adultez y que ahora puedo tener el agrado
de llamarles a algunas de estas increíbles personas colegas.

Mi formación académica como docente la curse en la Centenaria y Benemérita Escuela Normal para
Profesores de Toluca, durante mi cuarto semestre se inició la implementación de la Reforma Integral de
Educación Básica del 2011 por lo que mi formación fue orientada hacia el trabajo por proyectos escolares y
el desarrollo de competencias. Como estudiante de la licenciatura tuve la oportunidad de aprender las
metodologías educativas con el Plan y Programas de Estudio de Educación Primaria 1993; y posteriormente
en los dos últimos años de la carrera en Educación Primaria con la RIEB 2011, dándome la posibilidad de hacer
la transición de esta reforma desde mi formación como docente.

Al ser maestra adjunta en mi último grado de estudios, realice mis prácticas educativas a la par de una
excelente tutora la Maestra. Ofelia Arzate Medina que me oriento en la aplicación del trabajo por proyectos
desde la metodología Steam, la cual use como base en mi trabajo de titulación en el uso de la experimentación
para la enseñanza de las Ciencias Naturales. Aunque en ese momento no maneje la terminología con el
termino STEAM, la organización y estructura de los proyectos era coherente con esta metodológica.

Mi labor docente frente a grupo comenzó hace trece años en la escuela Primaria “Bicentenario de la
Independencia” ubicada en la ciudad de Toluca, contando con compañeras y compañeros docentes recién
egresados y bajo la dirección de una gran líder la Maestra. Cristina Vidal Mendoza, la cual siempre nos orientó
en un trabajo colaborativo basado en el intercambio de ideas sobre los proyectos escolares, la
implementación de estrategias innovadoras, uso de materiales didácticos, así como el conocimiento de la
comunidad, todo lo anterior de suma importancia para integrar el Plan Escolar de Mejora Continua de nuestra
institución. Esto origino que la dinámica escolar fuera muy integrada entre todos los docentes que
conformábamos la plantilla escolar.

Reconozco que en la maestra Cristy como de cariño la llamo, encontré no solo una excelente directora, sino
una gran tutora y amiga; una líder nata que reconocía las cualidades de cada uno de los profesores de nuestro
colectivo docente y las potenciaba para formar un equipo propositivo. Recuerdo cuando llegue a presentarme
en mi primer día de labores, era su cumpleaños y me percate por el enorme ramo de rosas que le había
llevado su esposo, de inmediato me dio la bienvenida y me presentó con la maestra Imelda Hernández Rojas
la cual sería mi compañera, amiga y colateral en ese ciclo escolar.

Cómo recién egresada me encontraba sumamente emocionada y feliz por haber llegado a una escuela tan
hermosa en infraestructura y con maestras que para mí representaban una confianza y ejemplo
extraordinarios. Comprendí al pasar de los años que mi formación normalista solo fue el inicio de un viaje
constante de aprendizaje en la docencia, ya que puedo decir con seguridad que mis primeros años de servicio
fueron de gran relevancia para continuar conformando mi estilo pedagógico, como decía Cicerón “Si quieres
aprender, enseña”.

Todo maestro frente a grupo sabe que nuestra profesión es un arte, ya que nuestra labor es la de formar lo
más preciado que existe en este mundo, esos seres pequeñitos; pero de gran corazón que llamamos: niños. Y
que muchas de sus necesidades tanto educativas como personales demandan grandes habilidades de nuestra
parte; nos convertimos en ese profesional que es mamá, confidente, psicólogo, enfermera, mediador,
contratista, bailarín profesional, cuentacuentos, contador, organizador de eventos, animador, director de
obras de teatro, decoradora profesional, costurera, humorista y amiga.

La palabra copiar es un término que usamos de forma negativa, despectiva y con una asociación hacia la
trampa; sin embargo, para mí este concepto es más profundo, he comprendido que la imitación es de suma
importancia e imitar las habilidades o acciones positivas del entorno y de las personas que nos rodean debería
ser un fin a perseguir. Rodeada de maestros que eran propositivos y contaban con destrezas diferentes a las
mías continue aprendiendo de todos ellos, sus proyectos, estrategias y estilos que plasmaban en nuestro
devenir diario. Es por ello que uno de mis filósofos educativos favoritos es Lev Vygotsky quien sostenía que
los niños desarrollan paulatinamente su aprendizaje mediante la interacción social: adquieren nuevas y
mejores habilidades cognoscitivas como proceso lógico de su inmersión a un modo de vida rutinario y familiar.

Esto fue lo que experimente junto con Cristy, Ime, Vero, Paola, Kary, Paty, Alde, Adry, Ana, Carmen, Osvaldo,
solo algunos de los nombres que con cariño atesoro en mi memoria ya que tienen un lugar en mi corazón por
compartir conmigo el tiempo, el viaje, las alegrías, las tristezas, los éxitos, los fracasos, sus ideas, sus
habilidades y ser mis maestros también. A mis compañeros y amigos maestros en esta etapa de vida
profesional, reconociendo que me encantaba cuando en los Consejos Técnicos nos convertíamos en alumnos
y representábamos un aula con personalidades tan singulares y excéntricas, volvíamos por un instante a ser
niños. Aunque el ambiente de trabajo era bastante exigente, al ya conocernos de tantos años nos convertimos
en una especie de familia; disfuncional claro, brindándonos esa apertura para confrontar nuestras fortalezas
y áreas de oportunidad lo cual era en ocasiones desgastante, pero que nos posibilitaba a tener una constante
mejora y éxito en nuestros proyectos.

Esto no hubiera sucedido sin haber vivido momentos de trabajo intenso, frustración, miedo o inseguridad al
realizar un sinfín de actividades, estrategias y proyectos escolares, lo cuales algunos no fueron tan exitosos; y
en donde se presentaron situaciones de la vida cotidiana escolar a las que ningún profesor es indiferente.
Carga administrativa, solicitud de información inmediata, situaciones familiares violentas o de desinterés,
conflictos escolares, entre otros. Lo que posibilito que de los errores propios y ajenos aprendiéramos, y
realizáramos las intervenciones pertinentes para corregir.
Contábamos con grandes ventajas, la primera fue el contexto escolar que era conformado por un medio
socioeconómico medio alto, en donde la mayoría de padres de familia eran profesionistas y las madres de
familia presentaban la posibilidad de ser amas de casa y a su vez tener una formación académica, la segunda
ventaja era el compromiso por la mayoría de los docentes por realizar estrategias innovadoras y la tercer
ventaja fue la dirección encaminada por la maestra Cristy, en la que el trabajo escolar se orientaba de forma
colaborativa y siempre en una visión institucional.

El trabajo por proyectos a lo largo de mi trayectoria como maestra frente a grupo se ha encontrado presente,
sin embargo, al realizar una reflexión sobre mis experiencias docentes anteriores. Los proyectos realizados
muchos de ellos con gran satisfacción han sido disciplinares y solo algunos de estos interdisciplinarios,
partiendo con una base de la asignatura de español en la mayoría de las ocasiones y de forma esporádica de
Ciencias Naturales.

Ya con algunos años en la docencia, en julio de 2016 la Secretaría de Educación Pública presentó una
propuesta para la actualización del Modelo Educativo Aprendizajes Clave para la Educación Integral una nueva
reforma educativa para Educación Básica, en este nuevo modelo se implementaba la estrategia “La escuela
al centro” propuesta como un medio cuyo objetivo era establecer las condiciones adecuadas para que cada
centro escolar independientemente de su contexto, pudiera garantizar una educación de calidad, con
equidad e inclusión a las niñas, niños y jóvenes. Proponiendo una autonomía de gestión escolar para poder
conformar comunidades de aprendizajes en donde el centro fuera la institución educativa como parte crucial
y agente transformador de la comunidad.

Al realizar estrategias globales incluidas en esta iniciativa y la implementación de los clubs, realizamos un símil
de proyectos escolares los cuales se gestionaban a nivel institución y eran orientados en el desarrollo de
habilidades básicas de lectura, escritura y pensamiento matemático. Realizando desde entonces un posible
codiseño en nuestro Plan Escolar de Mejora Continua, sin embargo, aunque estas iniciativas tienen ciertos
aciertos en la metodología de comunidades de aprendizaje, se continuaba con la fragmentación de las áreas
disciplinares y dinámicas de los actores educativos no como agentes de cambio comunitario sino como
profesionales de una organización puramente institucional.

Los años proseguían y sin esperarlo, nos encontramos con la devastadora realidad de enfrentar una pandemia,
una crisis humanitaria que no había acontecido hacia siglos atrás y que a pesar de los avances médicos fue un
evento sumamente trágico para millones de familias. Afortunada que esta situación grave de salud no afectará
de manera mortal a algún integrante de mi familia, si me enfrente con perdidas de amigos y seres queridos;
muchos de ellos maestros.

En lo personal fue un evento crucial en mi vida, ya que profesionalmente me enfrente al enorme reto de
continuar mi labor docente a distancia y de forma virtual. Me cuestionaba de forma constante ¿cómo yo una
maestra que su personalidad docente y reconocida en la comunidad escolar está basada en la ternura y con
gran apego afectivo a mis alumnos podría llevar a cabo su labor a través de una pantalla de computadora o
celular. Me formule tantas interrogantes de cómo y qué debería de hacer no solamente para que mis alumnos
aprendieran sino lograr transmitirles ese ambiente de aprendizaje, tranquilidad, confianza, paz y amor, que
yo misma no poseía en esos momentos.
Ahora se habla tanto de los momentos canónicos y como estos puntos de inflexión en el tiempo son cruciales
para tu vida. Este ciclo escolar represento ese momento para mí, con grandes miedos y angustias inicie el ciclo
escolar a distancia afortunada por contar con el apoyo de mi directivo en ese momento. Un año que
representó una montaña rusa de emociones junto con las familias de mis alumnos, si las familias ya que para
mi gran sorpresa fui parte de sus familias a través de la cámara del Zoom, esas dos horas diarias de risas,
juegos, lecturas, resolución de problemas, adivinanzas, exámenes, y mucho más estuvieron rodeadas de
alegrías y en ocasiones de tristezas.

Nunca pensé que uno de mis miedos, que fue el tener como estudiantes a las mamás y papás de mis alumnos
ya que por la dinámica de la pandemia ellos se encontraban en casa siendo parte de mi clase diaria y en
muchas ocasiones de mi apoyo fundamental para llevar a cabo las actividades con éxito. Sin planearlo fue el
año escolar que más me relacione de forma personal con las familias de mis alumnos y esto fortaleció,
enriqueció y mejoro mi práctica docente.

A pesar de toda la carga de trabajo administrativa y de cursos digitales con los cuales éramos bombardeados
para justificar nuestra labor a pesar de encontrarnos laborando de forma virtual, fue una experiencia única;
ya que me maravillé de como a través de una pantalla pude generar en mis alumnos sentimientos de cariño
y agradecimiento hacia mi persona. El tiempo que compartí junto a esos pequeños fue único y son alumnos
que a pesar de la distancia y el tiempo continuo en contacto con la mayoría de ellos.

En este periodo de tiempo también debo agradecer que fortalecí mis habilidades digitales y desarrollé
habilidades diferentes para entablar un sistema educativo a distancia. A la par de esta dinámica yo me
encontraba desempeñando funciones laborales de turno vespertino en un área gubernamental del Sector
Salud, lo cual propicio que yo estuviera más involucrada en el tema de la pandemia tanto de forma profesional
como personal. Debido a situaciones personales, el aislamiento, la sobrecarga administrativa y todas las
situaciones generadas por la pandemia a mitad del ciclo escolar sufrí una crisis de ansiedad muy fuerte la cual
me llevo a replantearme decisiones tanto personales como profesionales.

No cabe duda que mis niños, mis hermosos y pequeños alumnos fueron esos ángeles que me salvaron de
forma metafórica y literal la vida. Regresando de vacaciones decembrinas fue para mí una enorme hazaña
reincorporarme a mis actividades virtuales, sin embargo, desde el primer día a ver sus caritas y platicar con
ellos fue lo único que necesite para volver a ser yo de nuevo. A raíz de esta situación finalice el ciclo escolar
con mi grupo, pero ya con miras a un cambio de adscripción para el siguiente período escolar, en un lugar
diferente ya que había decidido regresar a vivir al municipio de Tonatico en donde se encontraba radicando
mi familia.

La despedida que recibí a pesar de la situación por la pandemia la llevaré siempre en mi corazón tanto de mis
alumnos como de las increíbles personas que fueron parte de mi vida profesional durante largos años.
Siempre me encontraré agradecida con aquellos pequeños que sin saberlo compartían sus risas, sueños,
miedos, gustos y experiencias conmigo, pensando que yo era la maestra que los ayudaba, y era todo lo
contrario ellos se estaban convirtiendo en mis mejores maestros.

Con base a esa experiencia. ¿Cómo adecuas la planeación didáctica tomando como base la propuesta
curricular 2022?
Al llegar a laborar la comunidad de Sa Bartolomé, en el municipio de Villa Guerrero; ese primer ciclo escolar
fue de transición no solo para mí, sino para todos; ya que volvíamos a reincorporarnos a las clases presenciales
y la dinámica para la seguridad de todos los actores educativos era de distancia, no solamente de forma física
sino de espíritu también. Se respiraba un ambiente aún de desconcierto y una era de cambios a paradigmas
muy arraigados.

Para mí el cambio más fuerte fue el de organización escolar, ya que me había acostumbrado durante largos
años a una dinámica ya muy establecida, el conocer un entorno diferente no era algo que me angustiara,
siempre he sido una persona muy flexible y que se adapta de forma rápida; sin embargo, sabedora de que
debía iniciar de cero y construir relaciones interpersonales lo cual es algo que requiere tiempo y esfuerzo. La
nueva dinámica escolar en la que me encontraba no fue tan notoria para mí al inicio, ya que la organización
de las actividades escolares estaba adecuada a la pandemia y muchas situaciones se encontraban
suspendidas.

Al iniciar el período escolar anterior comencé a conocer a mayor profundidad la dinámica escolar de mi nueva
escuela, sin embargo, debo aceptar que cometí más errores que aciertos al querer propiciar una comunidad
de aprendizaje sin haber explorado y realizado un diagnóstico de las posibilidades tanto de la comunidad
como de la plantilla docente. La información obtenida por mi experiencia laboral durante el ciclo escolar 2022
– 2023 me permitió establecer con mayor claridad mi programa analítico y realizar un diseño de los cuatro
planos que nos plantea la Nueva Escuela Mexicana.

Este diseño lo genere con la orientación de mi director el Mtro. Manuel Reyes Tapia, y el acompañamiento
del Dr. Reynaldo Rivas Vargas y el Dr. Jesús Vargas Miranda los dos conductores del Taller “Planeación didáctica
a través de Proyectos Educativos” y el curso “Animación lectora”. Con una apertura y gusto por siempre
aprender también debo reconocer que mi dominio en el uso de las metodologías del trabajo por proyectos
se encuentra en constante mejora siempre, agradeciendo por los cursos y talleres que he cursado en el
Centro de Maestros de Tonatico, espacio que me ha permitido experimentar y profundizar en las nuevas
metodologías propuestas por la Nueva Escuela Mexicana al compartir experiencias con maestras y maestros
que muestran las mismas inquietudes que las mías por la docencia.

En el ciclo escolar 20022 – 2023 realice en mi grupo de cuarto grado un proyecto de cooperativa comunitaria
en la venta de juegos didácticos tomando como Contenido Generador el juego del Ajedrez. Sin embargo, este
proyecto, aunque propicio buenos resultados fue articulado partiendo de una necesidad del codiseño
únicamente sin tomar en cuenta de forma explicita los contenidos y las progresiones de aprendizaje de los
programas sintéticos en construcción en ese momento.

En este ciclo escolar llevare a cabo en mi grupo con base en la propuesta diseñada en el curso “La animación
lectora” como estrategia de contextualización de los contenidos “La galería lectora” y como primer proyecto
de aula “El jardín del lenguaje” este último tomado de una propuesta de los Libros de Texto Gratuito. Siempre
con la esperanza de que en mis memorias queden recuerdos que atesorar, y sabedora de que no existe un
recetario ni siquiera para la propia vida; seguiré en este viaje fabuloso para seguir aprendiendo con una
mirada atenta hacia los otros.

Mtra. Jazmin Robles Mondragón

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