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CAMBIO CLIMATICO

El cambio climático es un fenómeno ambiental de profundas consecuencias


económicas y sociales.
Desde finales del siglo XIX se sospechaba que los cambios en el clima no se podían
atribuir solamente a las influencias naturales, ya que el calentamiento estaba
ocurriendo más rápido del que se tenía constancia. Es por ello que luego de algunas
investigaciones por parte de algunos científicos, se logró entender y explicar que el
causante era el efecto invernadero y cómo el incremento de la combustión del carbón
de la era industrial podría incrementarlo. Sin embargo, solamente después de
mediciones más acertadas, a mediados del siglo XX, se descubre que realmente los
niveles de CO2 han estado aumentando más rápido de lo normal y que esto estaría
contribuyendo a un incremento acelerado de la temperatura global.
Este tema ganó más fuerza en la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Humano en 1972 (también conocida como Conferencia de Estocolmo), que fue la
primera reunión internacional en la que se trató el tema “cambio climático” y que logró
desarrollar la política internacional en este ámbito. Luego, en 1988 la Organización
Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA) crearon el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el
Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).

¿Qué es el cambio climático?


Es la alteración del clima y las temperaturas de la Tierra que afectan a los ecosistemas
y originan cambios que directa o indirectamente son producidos por la actividad
humana.
Esto nos dice que, cuando hay exceso de gases, genera diversas actividades en el
hombre, como el uso de energías eléctricas, la dependencia de las industrias de
combustibles fósiles o la contaminación de las zonas urbanas por los transportes. Al
hacer mal uso de estos residuos, se aumenta el exceso de gases y se crea el efecto
invernadero que contribuye a la variación de la temperatura y al deterioro de la capa
de ozono que están constituidos por dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxidos
de nitrógeno (NOx) industriales.
Los gases de efecto invernadero son capaces de absorber parte de la radiación
infrarroja emitida por la tierra y que la devuelven nuevamente a la superficie del
planeta calentándolo un poco más.
Estos cambios en las condiciones climáticas traen a la tierra incremento en la
frecuencia e intensidad de los eventos extremos tales como olas de calor, sequías,
inundaciones, tormentas y otros eventos extremos.
¿Que es el efecto invernadero?

El efecto invernadero es aquel que absorbe de manera eficaz la radiación infrarroja


emitida por la superficie de la Tierra, por las nubes y por la propia atmósfera debido a
los mismos gases. De este modo, los gases de efecto invernadero atrapan el calor en
el sistema superficie-tropósfera. A esto se le llama efecto de invernadero natural.
La radiación atmosférica se encuentra muy ligada a la temperatura del nivel al cual se
emite. En la tropósfera, en general, la temperatura decrece con la altitud. De hecho la
radiación infrarroja que se emite hacia el espacio se origina a una altitud cuya
temperatura es, de media, -19°C en equilibrio con la radiación solar entrante neta,
mientras que la superficie de la Tierra se mantiene a una temperatura media mucho
mayor en torno a los +14°C.
Un aumento en la concentración de los gases de efecto invernadero lleva a una mayor
opacidad de la atmósfera y, por lo tanto, a una radiación efectiva hacia el espacio
desde una mayor altitud y a una menor temperatura. Esto genera un forzamiento
radiactivo, un desequilibrio que sólo puede ser compensado por un aumento en la
temperatura del sistema superficie-tropósfera. Este es el efecto de invernadero
acusado.

¿Qué son los gases de efecto invernadero?

Los gases de efecto invernadero son los componentes gaseosos de la atmósfera,


tanto naturales como antropógenos, que absorben y emiten radiación en determinadas
longitudes de onda del espectro de radiación infrarroja emitido por la superficie de la
Tierra, la atmósfera y las nubes
En la atmósfera de la Tierra los principales GEI son el vapor de agua (H2O), el dióxido
de carbono (CO2), el óxido nitroso (N2O), el metano (CH4) y el ozono (O3). Hay
además en la atmósfera una serie de GEI creados íntegramente por el ser humano
como los halocarbonos y otras sustancias con contenido de cloro y bromo regulados
por el Protocolo de Montreal, como el hexafluoruro de azufre (SF6), los
hidrofluorocarbonos (HFC) y los perfluorocarbonos (PFC).

Consecuencias del cambio climático


El cambio climático está afectando a procesos naturales de vital importancia. Es el
caso de los ecosistemas, los humedales, por ejemplo, están en riesgo de desaparecer.
Otro punto importante es el aumento de la temperatura media y la disminución de las
precipitaciones, que está creando un caldo de cultivo ideal para los incendios.

Recursos hídricos:
Los glaciares siguen disminuyendo en todo el mundo, aunque con variaciones
regionales. La observación realizada en in situ y por satélite indican que, en el
hemisferio norte, la superficie cubierta por la nieve en primavera ha disminuido un 8%
desde 1922.
El cambio climático está causando la fusión del permafrost, tanto en latitudes altas
como en regiones de alta montaña. Además de pérdida de recursos hídricos, la
reducción de permafrost genera impactos en los ecosistemas de tundra, oxidación de
materia orgánica con emisiones de CO2, y el aumento de los peligros naturales como
deslizamientos, hundimientos.
Se han registrado cambios en los caudales de los ríos, que han disminuido en el sur y
el este, incrementándose, pero, al norte. Las alteraciones en la estabilidad térmica del
agua también están afectando su calidad. Se ha observado, en concreto, un aumento
de la eutrofización y una disminución del oxígeno disuelto, un aumento de la salinidad,
un mayor contenido de nutrientes y de carbono orgánico disuelto y una menor dilución
de contaminantes durante las sequías.

Ecosistemas terrestres y acuáticos continentales:


El área de distribución de muchas especies terrestres ha cambiado recientemente: se
han confirmado desplazamientos, de media global y por década, de unos 17
kilómetros hacia los polos y ascensos en altitud de 11m. Las especies con ciclos de
vida cortos y alta capacidad de dispersión - como las mariposas - acoplan su área de
distribución al ritmo del cambio climático más rápidamente que las especies de ciclo
de vida largo o aquellas con dispersión más limitada.
Los ecosistemas de tipo mediterráneo se encuentran entre los más vulnerables al
cambio climático debido al incremento de la temperatura, del cambio en las
precipitaciones, del aumento de las sequías y del mayor riesgo de incendios.

Zonas costeras:
En las zonas costeras, el cambio climático incide especialmente sobre 3 variables:

 El nivel del mar.


 La temperatura del océano.
 La acidificación del agua del mar.

La salud humana:
El cambio climático afecta a la salud de tres maneras:
1. Directamente, sobre la mortalidad y la morbilidad, debido a las olas de
calor, inundaciones y otros fenómenos extremos relacionados con el
cambio climático. El incremento de la temperatura global es, por
ejemplo, un factor de agravamiento de las enfermedades
cardiovasculares y respiratorias.
2. Indirectamente, a través de impactos sobre los ecosistemas que
provocan, por ejemplo, modificaciones en los patrones de las
enfermedades transmitidas por mosquitos y garrapatas, o el aumento de
las enfermedades transmitidas por el agua, debido a condiciones más
cálidas y cambios en las precipitaciones y la escorrentía. Se
incrementan determinados vectores de transmisión de enfermedades
infecciosas, que ven alterada su distribución geográfica. Además, las
mayores concentraciones de polen y otros alérgenos pueden suponer un
aumento del asma y otras enfermedades alérgicas.
3. Indirectamente, a partir de impactos sobre los sistemas sociales, en
aspectos tales como la seguridad alimentaria, la capacidad laboral, la
salud mental, el desplazamiento de la población y otros efectos sobre los
sistemas de atención de la salud

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